30/09/2016
Miguel Esteban Martínez García
SOTURNO CABALLITO DEL DIABLO
Lejos de la tierra cruzo la senda,
donde amanece la sombra,
hombre, hombre de luces y tijeras,
hombre de bien al menos,
a veces algo que entender
navegando dentro de la luz
un cuchillo del negro puerto
porque yo no caigo ni muerto,
ni es mi soturna vía,
un espejo estridente sin sangre,
amo la noche sí y ella me ama a mí,
un velo de sosiego, calma
y enervada súplica nacarada,
es su juego es mi baile entre estrellas,
y grillos que se marchan
por ser otoño,
como un pez en tierra
intento escapar de la tierra
y respirar en mi medio
cuando aleteo
y solo giro sobre mí mismo,
una estampa, escrito yo en cobre,
sonido si al menos fuese sonido,
muerte al lamento y al diario
sea de la temática que quiera
una garra, una sombra,
un océano abierto
se necesita caer despierto,
un trance de momento,
y la lluvia cae de nuevo,
el terreno se vence,
la luna se sacude la vergüenza,
mi aljibe jamás se secará
si lo hace ya no estaré
para sacarle su oro de verso,
cromado,
un rayo, una cumbre
y finalizó mi osadía
entre cerrojillos desempolvados,
tengo sed, de liberarme de mi mal
y volverme más que un talento,
más que lo que no he elegido,
ser del viento y que el viento sea mío,
esperando cabalgar
mi caballito del diablo emplomado.
Evasto Tellano El Castellano
SOLIVIAR
Próvida estampa
que corre, aletea mi profuso alivio
que juega mi mal,
huida de quienes no me conocen
porque nunca me conocerán,
algo que ni yo mismo hago empeño
puesto que tomo lo que no me dan
con mi esfuerzo,
y no deseo lo que no tengo
porque me enseñaron
a amar lo que tengo
por eso no tengo más
que mi silencio,
porque de amar algo
lo acabas perdiendo,
la mujer que siga siendo mujer
para completar a este animal
que me tejieron,
cavo en mi jardín una fosa
para envolver con oro fino mis escritos,
por si un día despiertan
y me llaman papá,
les dejé una receta de cocina
junto a ellos:
Hacer una hoguera
y meter en una maceta envidia,
hipocresía, odio en mundanal caricia,
mal ojo de deseo,
mentiras, juicios malsanos
y dejar la maceta en el fuego
999 segundos,
con eso estarán alimentados
el resto de siglos que me quedan.
Mundanal zozobra que acuso,
acabaré pagando su recibo
en sangre,
todo lo lejano
como un soliviar de mentir más agudo
buscando vencer a la aguda aguja
decretada en espacio,
hoy seguiré mi curso sin mi nombre
por si consigo empalar a mi etiqueta
que brilla y reluce más gorda que yo
que ya parezco medio espectro de mi silencio,
un réquiem se blande entre mis huesos
que ya no crujen,
están plenos, hinchados porque saben
que durarán más que yo.
Y yo duraré nueve vidas de gato de arena,
por ser lo que soy
un rival de mí mismo,
llego a mi abismo.
Evasto Tellano El Castellano
CRASCITA LA BELLEZA
Un rayo de Sol
iris de su párpado
cabalga el albor
de un cielo de plomo
la belleza abre sus alas de amor
se desliza el sueño en color
por los que estuvieron y nunca estarán
cicatrices carmín mecen los ojos
de un tiempo desvanecido,
tejidos en el esfumino
del estridente grillo
por un horizonte de sangre
se forma, gotea y sostiene
lo que el ser alcanzó a ver
pálpitos de estrella que dibuja la floresta
yo lloré sobre una montaña
allí sostuve mi alma colmada
fuego que destapaba
la libertad del hombre era pintada
sobre ascuas del miedo volátil
que avanza nunca para
hacia más lejos de la novena estrella
iba la conquista destellos fugaces del ser
cobijaban mis manos
el reino vivo lloraba en mitad de la mar
su pena que crujía con las olas
ecos de su destino informe
ojos de sus ojos que en cristales bañan
su osadía de cerrojos
la tierra en silencio grita lo que ella habita
baila y juega en inocencia
un fulgor se abría pasó del cielo
tormentas ceñían su pensamiento
hijo del rayo conquistaba su corazón
un resplandor de la nube se abrió
su vida clamaba perdón
por su alma sentía insuficiente su respirar
por esperar, una flor abrió en la montaña
paciencia le dijo no hay razón
para la belleza ella nace encausada sin más
así el cauce de tus actos abrirá
en besos carmín cuando tu destino tome forma
crepitando su felicidad, cabalgando
más lejos de donde se ocultaba el alba
cada planta despertaba con él siguiendo
el camino del amanecer
sus miedos quemó en una hoguera
y de sus cenizas surgió la belleza
con forma de mujer, ardían sus ojos
con el candor del Sol
ni la caléndula más bella alzaba el color
de sus cabellos,
un cuervo posó en su hombro
y le dijo: -Ha llegado tu momento.
Es la hora de bajar el firmamento,
y tomar tu lugar hasta tu desvanecimiento.
El Castellano
UN CHARCO SANGRE
Corría un otoño plástico
por la vereda y la rambla de la espina,
era un cristal de luna gimiendo
en su cristal de arena,
nacía mi quimera despierta
ojo de su ojo que avanza,
una pestaña líquida,
fusión de espejos en ascuas
etéreas, flamígeras llamas
soñando que eran incendio,
era un agraz perdido,
un sin vivir tejido,
consecución de ocaso prendido,
muchas lágrimas terminaron por irse,
por perderse en la tierra de nunca,
estaba colgado de su cruz,
encumbrado de la fiera,
dormido de la tiniebla,
era o no era llegó su primavera,
alzaba besos al viento,
como despliegues oníricos
de una profusa recolecta,
y que su reflejo no hiriese más,
sembraré en el tiempo
un soliviar en intelecto,
por si responde su eco,
yo estaré despierto,
soy loco experto,
de que me acabe este horizonte sediento,
por si vuelvo no traeré mi cesta de limones,
traeré sentires, traeré un destino renovado,
que yo si puedo
el mundo deshace en mi mano,
condenando a los que no son de mi extirpe,
aullaré por si desciende mi rosa-malva,
y que luces me pueblen los cuencos,
fuego quien me viera marchar,
la arista desdobla,
cuelgo a la pulga de un pelo,
me caso con mi desespero,
Sol mío yo cómo era,
este ojo surrealista me desdobla,
y subo su araña,
porque yo no tengo superior ni nombre,
que yo haya elegido,
soy un cuaderno de cabeza y manos
en pluma de humo de mi diablo,
porque se siente
sé lo que valgo,
y es más que un billete de reales
como el resto de seres que caminan,
mi subrepticia a veces fiera
a veces esquiva me domina
y esto no es un poema
es un charco en yacija
de sangre mía.
El Castellano Evasto Tellano
SONANDO MI LUNA
Sobre un lejano tren
marcha mi noche
un respiro del azabache
un horizonte profuso de cuarzo
el pulso se detiene
en nube acolchada de plomo
yo no estoy hablando
tú no estás escuchando,
este hierro que llora la luna
es mi profunda espada,
ceñida en albor de soles,
son estos humores que sangran flores,
el destino me clavó una máscara,
me dictó su iris que abandonara,
pero un guerrero sin luchar que va,
mantenme afuera
dentro de la luz de tus brazos,
un abismo me veo caminar,
hace más frío que antes,
el Sol arde más,
dentro de madre luz,
sálvame de mi penumbra particular,
dentro de la noche
se desliza, avanza, nace y muere
el plomo de este cuervo poeta Förüq,
está ardiendo en los cielos,
ha vuelto a crepitar su mentira Diosa poesía.
El Castellano Evasto tellano
CRISOL
Un crisol de cuchillo,
una hija de mi Sol nacida,
llamada poesía,
centelleaba por su llanto,
abría las compuertas
para incendiar al abismo,
y pedir a su madre oscuridad,
a esto se alzaba un héroe inmortal,
Hípsipila nacido de una libélula
y del agua de la fuente eterna,
ojos de zinc cuerpo aguerrido
con los mil vellos de fuego
ojos y fuego de su origen
del dragón volador,
cabalgó y cabalgó,
surcando estepas, bosques
y ríos de valles dulces
en una orilla encontró
una bella doncella de cabellos de rayo de sol,
Brigid se llamaba,
estuvieron día y noche conversando,
se atrajeron y el río vio su unión
de la que tras el embarazo
nació un hada mitad sombra mitad luz,
a la que llamaron Leannán,
tras su unión el padre de Brigid Dios Sol
otorgó los poderes de la tierra
a Hipsipila inmortal,
que a su morar llevaba
que traía toda simiente vegetal,
de aquellas vidas en las que su castillo se hundía
en su profundidad.
El Castellano
Evasto Tellano
Förüq breve recopilación, seis entregas
Hablo desde esta sombra
que me habita,
un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quien soy
soy fantasma que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.
Förüq
II
Tumbado el horizonte
se acuesta mi ilusión,
este mundo arde en un verso,
la decencia queda volcada,
la gente se pierde en el alambre
que sujeta el verso,
mirada a la tijera
y que suene la campana,
todos mis sueños quedaron amados detrás,
yermo el terreno mecía un alarido
por la tierra que no estaba muerta,
vuelo sin suplicio dormido,
la acequia mi sangre lleva,
pierdo el control por quemarme con su luz,
resumen de lo vivido en la esfera de su retina
más que un crujido de mi ventana,
al viento le pido me acerque su latido,
camino por fuera del límite,
anudado el tiempo y sus cuchillas doradas,
sol tras sol, día tras día,
todo lo haría para que te quedaras en mi vida,
graznando viene la noche
por el círculo dibujado por la luna
se cava la llegada del día,
desde el lugar que yo amé antes,
te escucho gritar,
la oscuridad me sostiene
con su manto templado,
vuelo al alfeizar,
tu habitación muerde mi pupila,
el tiempo me vio nacer cuervo,
jamás rendido desde una torre a otra
exclamaba el perdón de los Dioses
por alimentarme de sangre,
llegada la hora
que luciérnagas cuelgan noches en los robles,
se abría el reguero de mi sed de abrojo,
la araña tejía su cena,
yo te esperaba como cada noche,
los minutos derretidos en mi colmillo,
granate albor se deslizaba por la tercera campanada,
tibio, parco, sumiso, el sentido,
se vencía mi sed de nuevo,
concluida la estampa de la sombra,
que araña cada grito en su cama,
danzando mi calma.
Hoy no será una noche cualquiera,
se prende la hoguera,
la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento
yo no me acuesto,
limo mis nervios con acero,
la lluvia canta en mis oídos,
será otro amanecer violeta postrado,
mírame soy el alba de tu amanecer
hoy no me verán perecer,
mírame voy por ti.
Soy förüq.
III
Estupor nacido
tus brazos no están lejanos
a través de los tiempos
todo lo que siento
es un ramillete de estrellas
esperándote en la cruel avenida
de ángeles estrellados en sus caricias
puedes verme caer en mi subrepticia
vida que para en vivo
y me deja verte
resumen de lo vivido
cuando la noche comienza a sonar
yo vengo por el camino de las espinas
hoy que no se bendiga
me mantendré esperando
con mi soledad por ti
ecos de un tiempo
que se desvanece en el vértice
si ese por el que colgar mis ilusiones
gana el horizonte
yo era más viejo a la entrada
de las nuevas visiones
yo cambiaba el tiempo
en la hoguera
al parpadeo estaba besándote
al fulgor crepitando la estrella
en amor latidos sordos de penumbra
me cuelgan las pestañas
todo te lo di
y te di más que nada
me enraízan las malvas en mi nicho
hoy seré yo quien muerda tu cuello
al son de la luna seré el vampiro despierto
a través del tren de la noche
atravieso zarzas y cardos
hasta llegar a tu ventana
el azabache es llorado de nuevo
queda tu corazón de cuarzo
la noche se mueve
mis grillos cantan un réquiem por la flor
se despierta un cuclillo en amor
eres mi fuerza, eres mi hombro
me deslizaré en tu cuarto
cuando las sábanas arropen tu cuerpo
y yo beberé de ti el sentido
hálito de vida en hierro
esta noche de primavera
que corría hacia atrás
seré espectro en oración
hasta llegar a tu puerta
y devolverte a la nueva vida
tiempos negros me trepan
cuando su eco sordo
baila en mis pestañas
me fumo un cigarrillo
a la hora que lechuzas despiertan
se oye el resquemor de tu ventana
mis colmillos brillan
tú dormida sientes frío desde tu cuello
a tu sentido
visiones de tu nueva vida
te entran despiertas
y yo ya no estoy en tu cuarto
por las violetas nocturnas
recorres la grama de tu patio
comienzas a explorar tus nuevos sentidos
y escuchas en tu cabeza
bienvenida a mi mundo.
Förüq
IV
Resueno
en el borde del papel
la condena dilecta
que marca un futuro
en subrepticia subyugada
a la luz vuelta oscuridad
del alma deseos de sangre
que jamás se cumplirán
solo la sed de vida por gastar
besando en la noche la sed
de vida ganar
asesinando creencia,
aliento y latido
en la oscuridad vuelta luz
un silencioso lugar
sólo el latido escapó,
el espejo no refleja
lo que reconozco
y mi vida va quedando atrás
solo tu mente atrayendo
para sentir el aliento.
Deshaciendo este frío
hojas y hojas de pensamientos
van cayendo
cuando me paré a mirar tus ojos
que ahora no puedo borrar
ni en oscuridad.
Te voy viendo llegar,
tu calor y corazón latiendo
estáticos dueños
de su tejida existencia,
te veo en paciencia
y me voy adueñando de tu pensar
mas que sangre
quiero cerca tu vida
para yo sentirme con otra
que hasta alma tiene,
y se va desgastando el camino,
los pasos trazados
se vuelven ilusiones.
Un día derretido,
el segundo quedó en vacío eterno
sin manipulación
de un ser superior
no puedo ayudarme
en este frío y vacío espacio
cada noche
deseo sentir tu amor
algún día
para siempre.
Förüq
V
Avanzo despierto
las sombras por carretera
del mundo inerte
que vive en la sangre
por brotar yertas espinas
grazna el cuervo del lugar
y los altares gotean
sangrando murciélagos
ojos ausentes de sus ojos
que juzgan en su mentira superficial
qué necesitas
cuando todo suena a final
y el circo de la sociedad mece
y teje tu actividad
rojos al mirar
guerreros del abismo soñados
no cielo para vivir
eterna batalla espiritual
del interior de la tierra
llueve de nuevo
nubes se derriten
plano elevado en vida
único libre de acto y pensamiento
al océano de hierro y construcción
solo un deseo que se pudra en albor
y el resurgir venga
brillando sangres
mas lombrices maldiciéndose
por haber acabado su hogar,
desaparece y viene la oscura noche
a pesadilla mece el sonámbulo devenir
de quién me habla en mi cabeza
diáfano cuarto donde se clava
el sembrado silencio
donde el respiro cuelgo del techo
crujiendo paredes el sentido
me nubla los ojos
hay algo que me llama
es el hambre de la caza.
Förüq
VI
Iba la tiniebla bajando mi escala,
iba vestida como florece una roca
de anchas y hondas calzas,
desertora de la mundanal zozobra
que me acusaba,
bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,
entonces abrí la ventana y apareció su madre,
azogada, cansada de ocultar la luna,
abrió sus oscuros párpados
y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,
para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.
¿cómo?
Entonces encendí una lumbre,
y lentamente devoró aquella madre oscuridad,
mientras yo escribía una elegía,
posó mi ventana un cuervo,
que dijo: -Noche siempre.
entonces un vil recuerdo de mi Sol
cruzó mi mente,
yo que le creí invencible
ahora la luna era una esfera negra,
un espectro se colaba por mi ventana
era una mujer sembrada en sábana,
me acarició el hombro con su manecita helada,
ella que dudaba más de su existencia
que la propia duda,
entonces miré mi imagen en el espejo
y la imagen me devoró el rostro,
ahora lucía una piel pálida
como la arena
y unos colmillos que atravesarían la madera,
era el inicio de mi condena.
Förüq
VII
Mi polilla desvencijada
nace del espejo que crepita
una boca de esfera y su artificio,
revoloteos en torno a la bombilla
que más quisiera ser ella la estrella
que te atrae
tu noctámbula sed
de espinas blandidas,
un viento lunar se reposa
en mi ventana,
siega del mar oscuro
que todo tiñe de malva nocturno,
hoy estoy aquí
ante ustedes cigarros
para latir
y que vuestro color
sea expulsado,
recibo que acuso
ponlo en mi pierna
caminaré el infierno
por si consigo pagarlo
con mi sangre algún día,
serrana se torna mi almohada
de su musgo y lozano rostro,
por el canto de este caracol
que ya no late se quedó seco
en su intento,
es una luna menguante
y su aguacero litigio áspero,
un iris y un prisma lejano
es mi hombría un surco
en mi jardín de cementerio
por el estío rígido
y sus cristales de hueso
de un sol
que le enfadaba su luz.
Evasto Tellano
VIII
Seco y duro, seco y umbrío,
corría el linde quieto
por la arboleda despejada
daban las tres y treinta
de la madrugada que se marcha
por oscuro diván de la sombra,
un espejo tímido sonaba,
el reloj paraba,
con un grito de estrella,
su alcoba fría en la que despertaba,
no quedaba viento de palabra,
ni pensamiento agil que en eco no quedara,
lanzó aquel espejo contra el suelo,
y rápidamente sangró un borbotón de sombras,
se abría la noche y sus quimeras despiertas,
brotaba de su ceniza de pulmón,
el irisado que la oscuridad clama,
quedando para siempre
su alcoba fría y vacía,
sombra de aquel que sonaba una noche
que ya escapa.
Evasto Tellano
IX
Una flor vino del cielo
a la puerta de este mundo.
De sombras libró
los sentimientos puros de corazón,
la señora de las flores silvestres
la adornó del color de la noche.
Luz de luceros caía a ella
sangre de oro, polvo de estrella
quién era la más bella
dormida su nota suspira
única dama de la noche
gustaba la flor llamarse
llave de este mundo
con el mundo de lo inerte
la visión
de espíritu suplicante,
blanco vestía, en traje luminoso
sus pétalos abiertos al valle,
de la niebla y la bruma,
valle de árboles cantores
y nereidas como hogueras,
de bellas súcubos en las cuevas,
rezando los guerreros de ojos rojos,
de druidas los lobos,
y de las sílfides los prados,
las margaritas y las hiedras
que las ramas trepan.
De las salamandras de fuego el hierro,
y de ninfas el agua,
dioses combatiendo por el cielo,
mientras reyes celtas
con el deber de serpientes
poblar la tierra
como aconsejaba la tradición.
Para en prosperidad reinar.
Si en sueños llega la 1:30
bien vistosa te veo,
bien dulce te siento,
bien fiel te oígo dentro,
si nací ciego para verte con el corazón,
si no todo en la vida vida mía
con los ojos se ve,
dime sombra por qué has enamorado
cada parte de mi ser,
si existes por qué insistes
en transmitirme como sientes
si ya dentro vives,
si ya de ti me tienes,
si ya has asesinado mi soledad
y feliz voy a vivir contigo la eternidad.
Con hueso y fuste un fiel desespero,
vio reinar el cielo
única dama de noche desvelada
por ella azucenas nocturnas
su pelo acampaban,
en oro y sangre
se alzaba este lobo
por encontrar la paz en su mundo,
trémulo desliz nacarado
fuego en la piel
hierro fulgente de estrella en los ojos,
me acompaña tu latido fiel de la noche
que cierras con un beso al horizonte,
con garra y letra inspiras este ser,
por el camino de nunca volver,
eco sordo de oscuridad
mece tu mirada,
al viento que aúlla tu nombre
hada fiel de la sombra
que tu Hipsípila te llama,
cuando todo lo suyo es para siempre
un tiempo que se resquebraja dormido,
la puerta de este mundo no encontraste cerrada
hoy te amo retorciendo tu esencia en mi cuerpo
se congeló la maldad
derrota su caricia brilló mi bondad
refugio de tu latido con el mío
a las flores por abrir en mayo
es nuestra comunión de estrellas
es mi vida en la floresta
donde enarbolar
tu belleza sin igual,
allí solo allí que entone mi grillo,
abriendo un suplicio de todo lo vivo.
El Castellano
ESCARCHA DE LUZ
Hilvanando sentires de plata
en estrofas cuarteadas,
quién a acompañarme baja,
mi yunque despierto se alza
entre madrigueras del sueño,
danzan las procesionarias en fila,
queda desolado mi alfeñique
que canta en el clavo esta vez,
un retal con retrato de quien fui,
las pupilas en orden caminan
el horizonte del cielo,
mi aljibe de cobre será sentido,
es un nido de grama
donde corretean versos de espuma,
chirría la carcoma
la madera de mi espalda
donde sostengo la sombra de Caín,
encumbrándose de la fiera
se alza mi bella entera
gritando por más oscuros sentimientos,
¿Puedes sentirlos?
¿Puedes sentirme?
camino fuegos
hasta complacer el ojo humano,
destrenzo el sonido de los árboles,
es un cuervo quien soy yo,
es un alarido que alza la noche,
por entre sillas desnudas
del alba sin final ni comienzo,
que sólo juega y ríe con las luces,
despistando flores,
entre ruego y plegaria
mi lamento tornó crujido de mi mecedora,
es una vid y un olivo que vive lejos ahora,
una linde en cruz con señero,
un agujero abierto
es una herida abierta
mi pozo con palabras en vez de agua.
Evasto Tellano
El Castellano
YUNQUE DESPIERTO
Construyo mi silencio,
esculpiendo bustos
que no deseo,
me rodean pensamientos
como martillos sonámbulos
quisiera dejar
de ser yo quien hable
que hablen ellos
de su negra estación
que se alimenta de mis sueños
para volverlos pesadillas,
hablé bueno ladré
a mi amor que no existe,
no me contestó su voz,
me contestaron sus lágrimas
por sus sueños no materializados,
quisiera apoyar más que ladrar
pero mi mundo volvió sortilegio de espinas,
ni yo mismo puedo dejar este reflejo
amargado que me habita,
este corazón dejó su brillo
su escolopendra huyó a un paraíso
en el que no duele su mandíbula,
mis ojos cansados ya no juegan
con sus dolores,
anclado al firmamento
quedó este lamento
que quiso ser poema .
Entonan las riveras de mi sed,
un crepitar en estruendo llamado,
de almas sencillas, olvidadas,
en dulces espinas de abrojos
su lago férreo sensible al tacto,
un momento danza atrás,
y desperté para no saber quién ser.
Evasto Tellano
El Castellano
SIMIENTE DE ALMA
Hijo de la sombra repleta y de la luz
avanzo firme en un sentido,
cuando mi sol duerme yo estoy despierto
y te ansío para florecer el viento mi humor vivo,
por si vivo jamás celdas podrán silenciar mi trino,
que se alza sobre los mortales,
meciendo versos en paz y sosiego,
dignos de los altos hombres,
afilándose mi muerte sobre la grama,
no pedirá que calle,
este trino que se blande,
fiel testigo de mi sino,
que en amor vence sobre lo desolado efímero,
hálito hilvanado desde un confín al astro crepitando en albor,
hoy soy yo elevado corazón,
bajo relamiéndome el alma de cal y brillo,
cruzando firme mi sendero que lleva a verte mi amor eterno,
retales afilados caen desdoblados,
se dibuja mi silueta en la penumbra,
oscuro opaco de tu vítreo trasluz,
dime por qué sombra no te alcanzo y te abrazo,
fiel compañera débil en la oscura tiniebla,
se mece en luz mi vida
para descubrir eterno el sonido,
desmochado mi nido,
desmigájame en partes,
mantén con vida este corazón que te habla,
estoy medio vivo, mantén mis miedos aparte,
sólo tú cruzas mi mente,
en este nicho de vida voy cavando mi dulce muerte,
para resurgir llegada la hora en flor de niebla y trigal,
pasada una vereda corriendo por la rambla
se mece mi vida entera,
encima de los fusiles mi alma deslumbra,
sólo la oscuridad entiende de sus crímenes,
me ciega la luz del sol al que amo con ardor,
destellos al fulgor que bajo de la montaña a la tierra
rigiéndome en amor, esperanza oculta
hasta fundirme en tornasol,
de la sierra a mi valle luce mi talle
vestido de caléndula y ababol va mi cuerpo
entonado en un caracol,
la línea de mi historia
la describen horizontes y visiones dentro de mis ojos,
va mi alma en destierro buscando su amada,
me mantengo seguro pues Margarita,
tu persona entraña el amor y el reino que quiero,
sueños atrás estoy contigo
una vez más,
afilándose mi verbo en el ramaje del alma,
que clama que sólo contigo
este guerrero partiría su alma.
El Castellano
LLUEVE MI SER
Habrá un silencio ocre,
la pianola de mis dedos
escupirá versos de cobre,
la tierra cerrará en valse
escurriendo por tus labios
mi ahogada serenata.
Abrirá mi colchón marino
una sábana de algas,
para naufragar flores y rosas
el alba conjugará besos de mi sed,
encumbrando mi anochecer,
cantará mi martillo,
sobre el yunque sonámbulo
de mi cuerpo.
Se afilarán mis cuerdas vocales
para cantar:
UN HORIZONTE INMENSO
un cielo emplomado,
ella es Dios es lluvia,
es preciosa sonata
de hojas bailando
el origen de savia
ha estado oculta
su bondad, por miedo
a que puedan hacerla daño
por creerla debilidad,
siempre aplomada
por venas razones
que enjuician
y la apresan
por quien ella no es
así se decidió
por la vía rápida
ser única, ser sólo la mejor
porque no tenía rival
ni semejante
ella era lluvia,
lágrima de los Dioses,
cuchillos de raíces,
la única bendición,
la única destrucción,
eres portal de vida,
eres más que tristeza del cielo gris,
eres un motivo para vivir
para nosotros los seres de tierra.
Evasto Tellano
El Castellano
QUIÉN TE TUVIERA
Estabas y no estabas,
estabas en el viento
que roza las sienes,
estabas en las hojas de los árboles,
lejana y cercana
según seas mirada,
me acariciabas la mirada,
te alzabas por cumbres nevadas
y cuchillos de grama
te gritaban,
te encontrabas en la margarita
sencilla del prado,
cuando la flor te posee entera
y no hallas más brazos
para jugar,
ríes y lloras sin parar,
la tristeza tornas
con melancolía
de quien te observa plena
como un rayo de luna,
como un horizonte malva
estampado en estrellas,
como un río y una mar,
no giras,
eres belleza sin igual.
Eres madre de la naturaleza,
principio y causa
de toda era
desencadenante perfecto
en eterna hoguera,
un ojo de un cuervo
te observa,
siendo de la noche
quimera bella,
siendo del día
laborado panal de abeja,
eres realidad
estás en silvestres aguas,
en la fiel madera
del árbol que te lleva,
eres agua de la rosa,
sudor de todo amor,
estás en la cueva
latiendo su estalactita,
en cada corazón vivo
y en cada azar de muerte,
eres sonido de viento,
sonido de trino,
una senda incontable de todo camino,
estás y eres fuego, elemento vivo
en la simiente y en cada alma que te yergue,
estás en cada palmo de tierra,
en cada siembra,
en la simiente que espera,
estás en cada planta
hasta brotar en mi garganta
cuando intento plasmar poesía,
estás en todo lo creado, por manos
del Creador Universal,
Belleza eres madre de este planeta
y del humano ser
acaso siguiera.
El Castellano
Evasto Tellano
UN NIDO DE GRAMA
Cuánto afán se midió en la estrella
donde el tiempo amansa y se acurruca,
es un afán perpétuo que deslizan los temblores
de las femes sus cabellos,
no fue azar ni ternura cabe
por la sombra que tiñe verde
mi cansado amor,
cuál charco se vende a mis lágrimas,
por una grieta acababa yo de irme,
cuando nació de mi poema una escolopendra,
escaleras a mi Sol carcomido en busca
de un crujido invierno,
de mi desvalido sueño
por el que dejar algo más que mis ojos claros
al mirarle,
voy con mi canasta de limones
allí donde las mozas trenzan sus ilusiones,
mi caracol tiene su canto afilado
por los soldados que violan espigas,
soldados alados dónde irán,
una casa se construye para que viva siempre
la ventana pedigüeña del hijo.
profuso monte desvalido
del olmo que vive lejos,
es mi savia un poder de dar vida a mis injertos
poblados,
una furia que atraviesa
mi vena de luz,
donde juega y baila mi amado murciélago,
en su colchón de luna.
El Castellano
Evasto Tellano
ALJIBE DE COBRE
Mi timón es una cárcel,
mi vela es mi mano,
un dulce enjambre de estrellas,
una sacudida sin despedida,
doblando, desdoblando mi avenida,
ya no te amo subrepticia,
el origen de mi Sol,
quedará en imaginado
surco de su haz,
viva que vive mi caracol,
es un canto naranja,
es una entrega de rama lejana,
un hotel del cielo en mis dedos,
es un paraíso sin piso,
hoy agito hoy cuelgo
mi decencia y su amapola,
nazco del precipicio,
dolmen de mi escudo,
de mis ancestros esculpidos,
escritos en bronce,
fieles cuchillas del linde sin dueño,
espíritu de mi árbol,
sosténme bravo
en este desempeño,
que rebanaré el viento,
alcanzaré el sonido,
fulgurado brillo
mi compás que marca
la Guitarra de Gerardo Diego,
mi pozo y su aljibe,
con aire por alas,
con abejas por palomas,
será una casa
para las golondrinas
este azar
de entre los mortales,
caminará mi dicha,
su gozo
fumando mi cigarrillo.
El Castellano
Evasto Tellano
CAMINO DE TIERRA
Empeño asolado
al fanal infinito
de las flores del campo
diestro me dirijo hacia la muerte,
por coraza mi pecho,
por yelmo mi palabra,
un fiel reflejo por escudo,
es todo lo que pudo la sin razón,
es todo lo que llegó
al río de las almas,
dulce estampa de agua
la novena estrella me cabalga,
oscuro linde de mi vergüenza deslumbrada.
ojo de mi ojo,
vida de mi zarza quieta,
una fiel hoguera
rastrojo al fuego de mi quimera,
es mi sed verdadera,
escarpada cumbre del hombre,
yo lato sin nombre,
sentencio a mi olvido
a no volver jamás,
a este recipiente
de sangre que porto,
resisto aleatorio,
en este panal de escombros,
me enraízo lejos de este mundo,
me desdoblo en dos dimensiones,
las vidas de un día que me enjuicien
que mi camino no termina,
montaña, yo soy la montaña,
el Juez Supremo ya me dictó mi sendero,
que yo me he ganado,
que yo he tejido,
y que las lombrices
sigan siendo lombrices,
que yo sé donde dirigir mi vuelo
de cuervo poeta,
mi semblanza única
camina sobre una araña,
boca sin besos,
en cuarto umbrío,
me teje ella Litcher la llamo,
un destino,
un encuentro sembrado,
letra que complace mi tejado,
resbalarán las aguas,
mi navío fue llamado al negro puerto,
siniestro yo el comandante
sigo mi noche
que ahuyenta que se estampa,
mi letra quedará en mitad de tierra,
porque toda materia
es y será polvo de tierra,
un rezo y un ruego
para que sean iguales a mí
cuando me toque zarpar
al otro puerto blanco,
sin retorno.
El Castellano
Evasto Tellano
OJO DE UN OJO LABRADO
Arde, miel elaborada
al afán sin mesura
se desmembró mi atadura
desde la luz del día
dentro de la oscuridad
me vuelvo a ver brillar,
el camino de la zarza mece la espina,
destino teje mi araña,
un ojo dentro de un ojo,
un rasguño de gato negro sí el mío.
No puedes mentirme dentro de mis ojos
donde se encienden más de cien fuegos,
los albores quedan cojos,
crepitan los ayeres en rojo,
voy surcando mi vida quieta,
para deslumbrar
relumbrando mi hoguera,
queda la esperanza
que mi vida tejió entera,
sinos y demonios
arropo en la mirada
hasta colmar la bravura repleta,
todo lo que vio fue mi quimera primera,
por si brillo en el lucero quédate, sujétame
que me sostiene ella,
caminos al fuego del resplandor dorado
tornado en ilusión hoy surco tu amor,
y créeme me blande tu calor,
por este astro mío que ya no luce apagado,
es de nuevo el tiempo de la construcción
dentro mis ojos,
trabajando en la mina,
por cavar hacia tu corazón
suena el túnel al albor,
canto en la tubería,
grillos me acampan las pestañas,
para tu oído mi te amo quiero llevar,
bravo y condenado
a tu corazón atravesar
cual flecha siniestra de esta ballesta,
que mi boca dirige a tu entraña bella,
vive mi araña, por el telar de sus letras
se rige mi poesía,
puedes habitar mis ojos
donde el piropo arde sin mesura
su compostura,
eso sí no puedes escaparte,
avanzo para traerte de un brazo
fiel a mi regazo,
mi vida se dibuja de un trazo,
infiernos y abismos destruyo a la par,
hilvano mis ilusiones
para dejarlas cocinándose,
la luna me contagia su sonrisa,
cuantas noches la vi en duelo,
por su vida daría yo mi vida,
yo alzaría en mi pecho su bandera,
la noche que reina
desaparecen mis tormentos,
estrellas en el cielo brillan su cruel reflejo,
para gobernar tu bella calma
hoy por hoy, ahora por ahora
mis lágrimas cayeron germinando
en flores de luna,
no me llores de nuevo,
reza por mí,
el silencio deshacerlo
reinas tú lo alto del cielo
por las noches alzas mi firmamento
a ti te acompaña mi lamento,
servir flores silvestres en este jardín de rosas,
alzame bello un sonido te devuelvo su eco escrito,
puedes ver a través de mis ojos
que el firmamento cae cojo
por mis retinas se dibuja sangre
y nuestro mundo en rojo,
te avanzo el sentimiento en arrojo,
loba luna llórame una flor de luna,
la noche que llora su azabache
su cielo tiñe de malva
no me pisarán ni muerto
nuestras rosas del alba
para, se acuesta y mece
su azucena nocturna
que crepita doble el nombre de la luna
condenas atrás me rige la libertad
lunamante de decirte,
que locura por ti sólo hay una
como luna solo existes tú
y tu espiga que en luz habla,
bañada por astros a tu espera,
por si vivo y vuelvo a nacer
que sepas que tú reinas mi camino
del verso y su plata
por el añil de tu canto
y mi certeza
que yo te amo.
María Margarita.
El Castellano
Evasto Tellano
TIERNA FONTANA
Ríos que me tibian el corazón,
eslabones de sangre,
¿Dónde está la paz, dónde está el amor?
ríos de sangre se comen mis venas,
cada tropiezo,
otro borbotón,
otro alfeñique para mirar,
¿dónde quedo yo?
que el sol sea mi pena,
cantando espero mi triunfo,
se afila mi papel,
crepita mi alma,
tropiezo con la tiniebla,
hoy navego sobre mis versos,
aliento de la sombra de la creación,
hijo de la luz y de la sombra,
no acabaré de irme,
no cesará mi terco aljibe,
enamorado sin luz avanza
parco el sonido,
deslumbrado albor,
desnudo mi árbol,
hoy centellea mi rayo,
para decir que yo aquí no he muerto,
se viste mi sangre de caléndula y margarita
por si vuelvo al desliz de mi vida,
pasajera de un caudal
que mi entraña mece,
piel con piel, dolor con dolor,
enamorado corazón,
hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,
estoy latiendo en el umbral de los dos,
mi sangre está llorando,
el cruel desliz de la parca efímera,
me siembro en los campos para perderla de vista,
suenan los trigos, de la verde espiga al girasol
se viste brotando mi amor,
viene a plañir mi alma
por el sendero sin prisa,
se alza la dicha,
mi ser crepita el alma,
hoy me visto de espiga,
y que el campo me enternezca
al cuchillo dorado de la piedra caliza,
hoy mi amor al albor
gime por su caricia
y que el alma dolorida entienda
que ella Margarita es mi vida,
por este siglo y los que me quedan,
escrito yo en la piedra.
Lima el albor mi nervio,
aliento cruzado que cae tejido,
la ilusión se hace nido,
borbotones de sangre que crepitan,
alcanzo la cima,
el sentido cae dolorido,
de vid y espino alcanzo el sonido,
al compás de un famélico ciprés,
mi alma dirá viviste,
encontrando la flor
por la que mi mundo se desviste,
rayos a la aurora
para su fiel investidura,
flor de niebla que avanza
mi umbral se desvanece,
bullen las fuentes,
el río es otro río de sangre más,
lucen las mortajas coloradas,
fiel desliz que cruza mi alma,
desgañitándose el alba,
el amor por parir una flor,
elevado al rayo de sol,
quién te viera quién te vio
rasguñado tornasol
se desangra mi campo del girasol,
millas aparte mi nombre se blande,
el beso me derrama las mejillas,
en albor quedan las caricias,
de la piel escritas, sentidas,
danzan las estrellas,
me vuelvo a ver en tu vida,
donde el te amo formo bandera,
y en tu ser queda,
resquicios sin nombre
que el ser come,
la rosa y la espina gimen
en tu nombre,
avanzo el ser resguardado,
sin franca escalo la tapia,
a tu cuerpo me encaramo,
hoy soy de ti
como el pájaro a su nido,
como la sed a su agua por beber,
como el río a su montaña por descender,
como el caracol a su mata por comer,
crepito el fuego que me brota
por tu corazón,
soy yo sin más razón,
tránsito veloz,
tu calma y su verdor,
me visto de malva
gimiendo una runa en el sol,
me anclas el gozo en la flor,
me blande el coraje
por el viento exclamo
mi valor amarte sin condición.
Desde mi umbral a la flor,
cantas mi canción,
te aúllo un caracol,
mi vida tornó a mejor,
irisado rayo de sol,
una fuente y un diente
un afilado canto irisado,
hoy acepto mi destino
porque muerto vivo si no te miro,
tengo tu imagen enraizada en mí,
es por mi sino que maldije,
pero hoy después de tanto
tengo el sendero labrado,
mi cuclillo trina al infinito horizonte,
mi ser se hace grande,
mantenme afilándome en la piedra,
hacia el centro me quedo exhausto.
para pulirte del alabastro.
El Castellano
LILIT SOMBRA DE EVA
Hija de la noche así te llamo
un sabor digno del amaranto
que la luna encierra tu canto
entre oscuros reclamos te vistes de encanto
los grillos lloran tu nombre
en esfera de azabache te haces certera
el viento es tu incipiente respiro
incesante, desvencijado halo de sangre
despiertas por el latido que llora tu nombre
por el que la polilla es reina de la estrella
ese que plañía la noche
cuando la sombra se hace eterna
gimes en las fuentes de primavera
un beso de horizonte malva
el espíritu lleva tu nombre grabado
como desvelo consumado,
aire es tu apellido engalanado
a la novena estrella sin luna caminas
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ries y lloras con la lluvia
la tormenta es tu carcajada
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos
un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón,
volar contigo como si el mundo no importara
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar
musa incipiente del artista
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.
El Castellano
HIPSIPILA COMPLETO
Entre sierras y montañas
de verdes y valles de ríos sangrientos,
ven pasar la espada de Hipsipila
árboles milenarios
asolando a los caídos,
ven lejos los astros prepotentes
de sí mismos,
desconocen el hijo del viento y el Sol
que va por los senderos,
¿Dónde irá ese hombre?
-Sólo él lo sabe,
a una princesa vampiresa
le prometió una flor
de la montaña más remota y alejada
pasada la Torre de Hércules.
Con raíces la trajo,
sin un solo pétalo perdido
ni hoja caída,
a la orilla del río la puso,
a la orilla del río ella la quiso.
Cada primavera iba a visitarla,
cada primavera su flor
de color distinto vistió.
Un año notaron triste a su flor,
extrañaba su montaña.
Su amada le pidió piedras y tierra
de donde fue encontrada,
a si lo quiso, a sí sería.
Al llegar a la montaña
en el lugar de donde estaba la flor,
allí una serpiente sabia encontró,
cual ella le dijo:
Si muere esa flor morirá tu alma,
-¿Qué misterios entraña
pues dicha hermosa flor?
Es hija de los cielos como tú, contestó.
Sí quieres saber más pregunta
a la reina de las mariposas,
que yo estoy tomando el sol.
Cogió las piedras y tierra y marchó,
en el camino una mariposa
se posó en su hombro,
le dijo al oído
sígueme mi madre te espera en el bosque,
allí fue,
la reina de las mariposas,
le dijo que esa flor fue
de las más antiguas en crecer
después de los helechos,
tan antigua que tenía
capacidad de sentir intacta
como los humanos.
De ella se despidió
tras darla permiso
para beber de su néctar.
Rodeando la flor
puso la tierra y las piedras,
decidió tras el consejo
de la serpiente y de la reina mariposa,
visitar a la flor cada mañana.
Su princesa también se alegró
y del bosque un lobo para Hipsipila
regaló,
en amor juntos vivieron.
Un día la flor se cerró,
en su interior
semillas latieron hasta
caer a la tierra
con las primeras lluvias;
de cada una de ellas,
brotaron plantas jóvenes
con los colores del arco-iris en sus hojas,
de cada semilla
de esa antigua flor
despertaron las hijas sidhe;
hadas que cuidaron el bosque
y cada arroyo, esa fue su leyenda,
un cuervo un día en su ventana posó
dijo con amplia voz:
A la tercera luna llena
vuestro mundo caerá en guerra
solo el tejo milenario de las runas del padre
tuyo Hipsipila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir
y a vuestro lado luchar
el árbol inmortal solo pedirá un acertijo
para ayudar mi nombre que es Förüq
os ayudo por traerme sustento cada día
desde que sigo a vuestro lobo del bosque
de la sombra y el manantial eterno.
Hipsipila, crisálida azogada,
reflejando su muda,
y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomado,
lejano y distante su reino de amor está
como su princesa por capturar,
el pájaro único, igual a todos,
blandea en estiaje gris lánguido,
mientras llueve en el jardín inglés
bruñido su color añil.
Vientre de hierro
donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
a su enamorada luna
que le lleve,
tordo, de la oliva tu fuste
junto con el córvido tesoro
de nueces,
el duende su pipa humeando
el esfumino del sonido del grillo.
El reposo de Castilla
sin preludio de su princesa
que no amará su tierra
si no a su Hipsipila captor de su vida
alba más preciosa
que su anterior atavio triste
mira los ojos de zinc de su dragón
y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgido insecto primero en descubrir
el estanque y al beber
dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
de los valerosos hombres
él con ojos de fuego y sangre
mimetizarse puede y en voz
deslizarse, fúlgidas cabelleras
cual hombre del norte,
nada le oculta a su princesa
que ya más no quiere
seguir sus tareas de castillo
ella quiere casarse con su dragón
locuaz inmortal que le guiará
al estanque de la vida eterna
un pensamiento divaga
del ser en que ella abrirá
el albita de la cuerda
del grillo que marcará su son
en violín y oro caracol
con siniestra forma de corazón.
Grama fría
en la aguja que mece,
que sostiene la enhebrada parca
de la mente que clama
la muerte de la conciencia
y su desdoblado humor.
Gris el hálito crepitando
que cayeron los templos
de huesos mientras
Hipsipila nacía
de la fuente de la vida
en reino inerte cobraba lugar
él lloraba piedras de montañas
subió los montes,
los hielos derritió con paso lento y decidido
a las plantas les dió voz,
el reino del hombre cabalgó
sin entender su religión
que no era basada en el rayo de Sol
Hipsipila cabalgó y cabalgó
Sangrando su dolor en rocío de flor.
Un día se detuvo en un castillo
de las tierras del norte
allí descubrió una princesa
de ojos color tierra
y unos cabellos color de su fulgurado
Sol y su ilusión se encendió
pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa
para luego hacerla su compañera eterna
compartiendo su secreto del manantial
ningún reino pudo más que al
de Hipsipila inmortal que a su castillo llevó
que traía toda simiente vegetal
y todo pájaro trinó Hipsipila siempre vivirá.
Legaba su destino a Hipsipila la segunda
luna nacarada, repleta en el ojo distante
del castillo reino del inmortal albor nacido
crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor
el bosque de la sombra y el manantial
con el que despertó aquel inmortal dragón
era iluminado en golondrineras y yedras siniestras
el lobo corría marcando sendero
hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos
un torcaz mensajero llegó al castillo
con premisa de ofensa para hipsípila
pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte
si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas
contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio
sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen
era el origen de todo lo visible
ÉL, último guerrero de la luz
ya ante el tejo guardíán presentado
humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra
el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol
sólo usted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar
todo yerto ser que en ella
descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida
a cambio para acabar con ésta cruel injuria
que nos azoga el alma y amenaza avanza
no descansa de la sinrazón del humano
-Sólo una respuesta tiene mi pregunta
y su recompensa será escuchada
¿Cuál es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro
que mora nuestras hojas?
-Förüq es la respuesta, contestó Hipsipila
tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre
fue presuroso en compañía de su amada y su lobo
a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura
del cerrajero universal llamado Hierro
al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al únísono
del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial
toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre se iba dibujando
en corazón naciendo del agua abriéndose
una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre
dijo al despertar:
Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra.
Mundo salpicado de colores
de líneas decadentes y sumisas
al poder del linaje
el reino del hombre se alzaba a la tercera luna
como un pintor de batallas
él estuvo allí combatiendo
entre galeras y cañones de fuego
los mares teñidos de rojo Hierro
tuvo que combatir pero regresó a su castillo
allí su mujer le esperó
recordó quiénes fueron sus antepasados
y un temor le invadía
el denominado Diablo y su anterior existencia
con el nombre de Caballito del Diablo
vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.
Le esperaba su nueva oportunidad de servir
a su padre darle un nieto en albor,
la sangre de Hierro le aguardaba
y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio
trompetas de Higueras del Demonio
aquella noche sin luna
cabalgó la pasión de la victoria
con todo el reino de fieras yertas a su lado
codo con codo contra todo humano guerrero
los animales le ayudaban decía la leyenda,
le prestaban sus ojos
la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.
La pasión le envolvía
aquella noche que su mujer se transformó
en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee
y el deseo cabalgó aquel Hipsipila en dragón de ojos de zinc
como su nombre dragón volador voló
adentrándose en el cielo encerrado de su mujer
todos los murciélagos del mundo
fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer
nueve meses nueve días y nueve horas
dieron para que naciera de Leannán-Sídhe
la más bella hormiga León del mundo conocido
esperando hacerse adulta y beber
aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo
de la eternidad,
a espensas del ser futuro que avanzará de su muda
la joven Hormiga León Nepa Grandis.
Pasaron lunas
pasaron soles
mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres
ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal
acompañó a sus padres al manantial
y al beber
fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando
finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón
teniendo comienzo el reino de los inmortales
Hipsipila y Leannán-Sídhe
Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera
de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal
del castillo de Hipsípila,
el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave
en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta
su segunda existencia sin condición
hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida
jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo
dragones volaban rojos amaneceres del cielo
en este mundo sin el humano ser
sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio
los caracoles hacían carreras con meta el la planta
que trajo Hipsipila de la montaña más remota
pasada la Torre de Hércules
los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones
y torneos del reino de sus semejantes
se daban regalos entre ellos
los duendes celebraban coronación ahora
en el bosque de la sombra y su río de sangre
bañado por el manantial eterno.
Suena el río, agua llevaba,
alma de fada silva ella,
bebía en la orilla alegre
flor roja lloró su tierra,
blanca cierva a fada triste
cazador hiere su flecha,
enhiesta espina gemía
flor abierta brotó en yerba,
fada herida ya descansa
latiendo la parca negra,
yace en helecho silente
suspira su sangre yerta;
Enamorado el helecho
una flor mágica asienta,
tambores suenan la tierra
los duendes lloran su fada,
ahora el helecho era ella,
mueven la piedra ocultada
cazador tropieza cerca,
el río ya lo llevara,
fada flor de helecho yerra
duendes cobraron venganza,
cantó lo que el bosque alberga,
misterio de cierva fada.
Fada flor de helecho inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, blanca cierva
cuervos la cena discuten,
cazador ya río lleva,
lleva el río su latido,
campanillas suena yerba
duendes coronaban fada,
fada su vida celebra
los espinos la cuidaban;
Flor de helecho fada bella.
Enhiesta flor fue semilla,
altiva plántula fue ella.
Quién fuera ella, tan linda.
Él fue y es, ella no yerra.
Aún plántula fue fada.
Valor, honor, sí fue cierta.
Él aún duende a ella la ama.
Ella la flor, no era yesca
ellos cuatro siglos ''juntos''.
Los dos sí saben, ''leyenda''.
Aquel fauno cazador cayó al río,
y el duende enamorado del hada
preparaba su entrevista con Hipsípila
debido y lanzado a revelar su secreto.
Ya en el alfeizar de la ventana del castillo
llamó con insistencia al cristal
Hipsipila le vio e hizo entrar
a qué se debe su honrada y grata visita
señor duende
-Pues traigo noticias importantes para usted
de mi origen, mi único secreto de vida.
Muy bien cuente sus nuevas si gusta
-Pues resulta que le llevo soñando
y todos mis sueños me indican que usted es el origen
eterno de mi espíritu en cuerpo
usted Hipsipila fue y es mi siguiente vida
le agradezco despertarme de la entraña de la tierra
para poder descubrir con resurgir que mi vida
no cayó conmigo,
le pido con este mensaje cierto y verdadero
que me otorgue permiso para beber de la fuente
de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo así como usted luce
apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.
El Castellano
Afirmativo fue el permiso de Hipsipila
al señor duende resurgido desde del umbral,
se iban hacia el manantial una semana más tarde
de la visita, algo desconocía el duende enamorado
y era la sorpresa que le aguardaba...
Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna
para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.
Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra
al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados
de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogíó con una tinaja de cristal
agua para la rama mientras el duende se decidía
fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales
sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio
y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal
hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro fundido.
La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto
o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas
era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como agradecimiento,
allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo
injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho hada
al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar
el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas
con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta
un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsipila:
Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra,
su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,
y quedó preñada Lhiannan shee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días siguientes
un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos
eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.
Corría de la vereda a la rambla castellana
el inmortal hálito de quien bebió de ese manantial de la vida,
decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee
llamar a su hijo abejorro Genaro,
él iba feliz cumpliendo recados de su madre
como picar todas las flores del bosque sombrío
y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas
con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad
sin guerras,
un día llegado el verano y su estiaje
planificó Hipsípila un viaje de vacaciones
junto con su señora hada Lheannan-Sídhe
viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte
allí cenaron y de la simpatía derramada
el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende
se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila
a cambio de alimento Hipsipila aceptó,
aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe
reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo
debido a que aquella antigua princesa que habitaba
tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee
que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque
mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo
hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes
necesitando volver a despertar eterna
en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste
el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad
regando el helecho con la flor de su hada
y protegiéndolo de toda fiera
debemos invitarle esposo Hipsipila a que vivan en nuestro castillo
y el duende sea real jardinero tuyo.
Así lo hicieron tras regresar con Culebre
y todo el mundo deslumbró de felicidad.
Canta mi sangre yerta,
de agua eterna
el hierro de mi tierra por sembrar,
trayendo toda simiente hasta desde el umbral
canta la amapola vieja,
sangre del corazón carmesí,
sueña mi semilla despertar,
donde el muerto cave su vida,
y mi cicuta triste,
enraize el paraíso,
de pieles sedientas
y hojas muertas,
corre mi otoño desde la vereda a la rambla,
de la fuente eterna
corre mi frío desde el infierno
al río de esta alma por ganar,
encina yerta de mi piel esquiva,
beso de tierra y vid,
beso de trigo y girasol,
canta mi amada Leana en su mirar
de cuchillo de espiga mi cante,
de zarza y espina mi amor
real como intangible nuestra eternidad,
áspero y rígido,
bravo y valiente,
duro y endeble,
metal y simiente,
pan y niebla,
niebla y bruma me desprende,
desde la boca hasta el pecho,
donde canta mi pasión sin despecho,
vive esta sangre caliente,
lumbre de mis tocones,
nube del cielo por dibujar,
a estampa de sed y viveza por entrañar,
canta mi umbral,
quiere tener soles y lunas sin gemir,
invierno llegas,
dibujando transparentes los miedos,
avanzas cada campo sin permiso,
helando hasta el hielo,
oda de mi sangre yerta,
por mi tierra me arde la siembra,
y el beso queda escueto,
parco el sentido enamora el hálito,
de nuestro feliz mundo
quién te viera marchar,
vestida de olivo y centeno,
de olivo y cebada,
de trigo y espada mi guadaña,
por la calma abrasas la esperanza,
en maldición cantas tu canción,
y los cuervos te rinde pleito de negra ala,
de grazno escondido en cada roble,
del humano yerto ser
desde la piedra a la cueva
abrasas oscuridad mi entraña,
dibujas tu vívida estampa,
donde el tiempo yace muerto,
y solo los duendes te entienden,
solo las hojas buscan su nueva vida,
deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la dicha y la sombra por ganar,
desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,
desde el cante a la maraña,
te canta mi vida quieta
este amor de la mañana
en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira el rojo,
quiere ser río de alma y arrojo,
quiere nacer abrojo,
el espino mece la espina de mi antojo,
y la amapola amarilla,
solo ella abre a la gran luz,
horizonte de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado suspiro de frío,
enamora mi hielo,
donde duerme,
donde reposa el amor de mi sangre eterna.
-Cantaba Hipsipila tras respirar los polvos de hada de Lhiannan Shee
que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida
El Castellano
CUCHILLO DE DOBLE CARA
Tú mi ventana volada,
un cristal que escapaba,
recto hacia el frío,
nazco del suplicio,
no erró mi destino,
se iba alimentando mi camino,
entre yedras desoladas
y su escarcha helada,
era una nueva era,
en la que alzar alas rotas,
y enraizar en esta copa de sangre,
un monte dividido,
un ínfimo horizonte derretido
en azar de lo que prevalece,
un iris y su magia nocturna,
sin razón cabalgada a la novena luna,
titubeaba mi dolor en mi sien,
un despojo pulido hasta que relució,
despojo de mi alma que no quería
que no toleraba parásitos,
era una voz dentro de mi voz,
yo la amé sin importar su naturaleza,
hoy la pido permiso para que me deje descubrirme,
encontrarme desde el hueso a la cabala del muerto,
abierto mi pecho, un despierto retuerto,
no calculo eso es del experto,
subvierto mi agua en este desierto,
advierto a las vidas de un día que mi alma revierto,
y mi ser divierto,
el sentido opaco injerto,
hasta mi dicha pervierto,
quedando mi cauce abierto,
aúllo a mi lobaluna para que siempre sea mía,
preludio de mi posesión certera,
como mi amada Leannan quimera,
de sombra ramificada,
eterna rama asida a mi vida,
paralela entre dos ríos,
entre dos realidades,
razón y locura
una buena y otra estupenda,
hasta juntar en eclipse
las dos dimensiones de quien quiero ser
en un abrojo.
Evasto Tellano
El Castellano
PANAL DESLUMBRADO
Nirvana definición de ruido
enjambre en oasis de mies
adolorida hasta morir en almas,
urdimbres en fulgor
por lo que sólo ocurre
pasado el amanecer del cuervo
un río ungido, unido en avenida
corpórea es por esta sangre
que el destino se cuelga de arañas,
porque no puedo estar ni un día
sin escribir silencio gritado
por estas manos,
la vanguardia que quede
para los que no son barrocos,
"fumando espero
a la margarita que yo más quiero" frase cogida que no es mía,
Porque soy incapaz
de continuar mi vida de poeta sin ella
sin ella mi musa,
porque solo tengo una musa
que es la belleza,
que es ella.
Sin ti,
sin ti hace un mal tiempo que sujeta,
las flores caen mustias abatidas,
el cielo llora chuzos de punta,
sin ti el cielo se cierra,
y el paraíso pide entrada,
el infierno queda pequeño,
la vida se viste un traje en gris lánguido,
el sol deja de brillar,
ahora ciega la vista,
sin ti los árboles crecen hacia abajo,
el mar luce un traje carmesí,
el mundo conocido brota en espinas,
sin ti yo no tengo vida,
el aire se come mis pulmones,
mis tripas se comen entre ellas,
sin ti no hay alegría
en mi ser
que casi viste de negro,
de todo lo que me haces falta,
de todo lo que te echo de menos,
el horizonte queda corto,
para expresar todo lo que te necesito,
muero en silencio como un olmo viejo,
eres mi vida de un trazo,
y te quiero en mi regazo.
Puedo escribir a tus ojos
la cumbre enésima de nuestra teja,
la flor del miedo de que cambies tu parecer
en tu circunstancia de aquellos dos meses
ya paro porque no depende de mí
la vida es apostar
no rescato mi pena
porque si creo en un futuro
a tu santo lado
Creo en ti
no creo en el destino,
puedo mostrarte mi desespero
por el que jamás voy a perder
sin intentarlo
porque te amo y eres mía
Si no lo fueras te aplaudiría
me estoy consumiendo
y lo sabes.
El Castellano
Evasto Tellano
ENCINA SIN HOJA
Tiempo nacido
algún día retorcerán las flores
vivos amaneceres crepitantes
al mirar los astros
lejos veo mi cielo colgado
al trémulo desliz nacarado vuelvo
jinetes muertos se comen mi tiempo
un día caminaré por fuera
veré ajeno el dolor
me carcome el sentido
por el que colgar flores al viento
me enamoré de un espejismo
y hoy sólo siento frío
que juega naipes helados de mi sangre
diestro el viento se lleva lo que siento
telarañas ahogadas en tazas de café
sí esas que nunca tomé con ella
el paraíso de lo sentido
queda lejano como un iris sin vena
dulce cruel estampa
al invento deshojado,
abandonada la razón del periódico helado
queda el fuego vespertino
de todo aquello que duró
lo que el tiempo hace parpadeo
yermo terreno investido
por el que se descubre yerto mi pecho
en la penumbra desnudo mi sino vespertino
me caminan las soledades del hombre
como muertes de mi Encina
ya sólo quedan bailando mis tenues sueños
cogidos de la mano de flores
mi pecho ya cansado de abrirse
florece en ababoles de sangre
mi pulso lo caminan ilusiones
siempre se podrá estar peor
en mi sótano de luz cuelgo pensamientos
y nacen opacos colores
al atardecer de la suerte
brotan mis pesadillas asesinadas
hoy mi Sol agotado llama a las nubes
releven su acto
yo seguiré buscando la flor lejana
hasta tornarla más cercana que mi alma
que ilumine mi vida donde ya mis ilusiones
son un manto de caricias por entregar
como siempre me mantengo fiel a la luz
llamada esperanza.
Luz de virtud a mi encina deshojada,
es un sonido que avanza temblando
por acequias descolgadas del acto,
Encina mía dime qué hice
para perder tus hojas,
invento deslizado
mi dulce sangrado,
es por mi avenida
que la luz se adapta a la forma de la sombra
de su araña,
el oscuro camino renace y deslumbra
por hechos de bondad,
llama mi puerta un reflejo de quien fui,
no contesto yo, será otro camaleón
con mi nombre.
El Castellano
ARRASEN
Poeta sin tiempo,
escriba antiguo
deshaciendo el sentimiento,
vuelvo a caer en tus ojos
miel de dioses,
vuelvo a desangrar la rosa,
crece la amapola
su sangre enraíza
este el mío corazón,
vengo a por tu beso,
vengo a por tu aliento,
vengo a morder tu cuello,
ginetes del tiempo
muertos en este horizonte sediento,
escalé la montaña
hasta llegar al cielo
robé allí tu amor eterno,
ven amada mía
rompamos las cadenas del placer
en gemidos envuelto,
volvamos
al dulce momento nacarado
de aullidos a la luna de luz de plata,
yo lobo celta
yo druida antiguo
vine a por tu beso solamente
me llevé tu corazón
de adormideras envuelto,
las hadas gimieron
este amor eterno,
el dragón verde
me nombró su escudero,
yo de la rama roja
yo espíritu antiguo
amigo de hadas,
leo la naturaleza,
ella me dice
las raíces gritan
las hojas mueren,
el aire se asfixia,
los ríos lloran,
las almas duermen
buscando venganza
el ser humano,
depredador asesina a su madre
y raíces dicen
todo lo que no puede hablar
en silencio grita
pero todo muere en silencio.
Este pájaro de fuego
habita mi cuerpo
demonio antiguo
que habla en poesía,
idioma de dioses,
flores amando mariposas
como amores imposibles
yo alcancé tu alma y esencia,
yo fundí mi latido
y mil veces más fuerte
vengo a derrotar al tormento,
guerrero de mil batallas del abismo,
ángel dorado allí abajo
luchando con legión de sombras
y demonios convertidos a fe,
yo surcaré el infierno
y en la muerte traeré
tu amor de nuevo,
serás mi esposa
aun tenga que revelarme a la creación,
escriba con el demonio dentro,
lit et summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.
Esta amapola canta,
tu amor dentro late
como savia de roble,
vuelvo al inicio del sentimiento,
vuelvo a amarte sin tiempo,
en este lecho de antíguo romance
tu sangre beberé
mi sangre te daré,
eternidad en mi pupila,
muerte sin cielo,
condena a renacer
en segundo estado
de transmigración de las almas,
en letras rompo mi condena
para ocupar mi lugar merecido,
aun mariposa en siguiente vida
sabré en que flor encontrarte mi hada,
voy allí voy al final del bosque del olvido
y te encuentro desnuda
mi caricia te dice
un te amo
tu sonrisa despierta el beso
en instante eterno,
a verso lanza y garra,
rescaté el amor eterno,
nací de nuevo en tu corazón preso,
agarré tu piel
bebí el placer
respiré el fuego
probé el vicio y el demonio
quisieron a golpes
matar mi inocencia
hoy he venido a vencer
mi pasado maldito,
he venido a aceptar a los Dioses
como fuerza celeste,
aun rebelde mi fe nunca murió
hoy como ayer luché
y tu calor tu amor
tu rosa tu piel tu seda
tu bondad pura me regó,
flores crecieron en esta mía entraña,
el sol iluminó la oscuridad maldita,
he venido a casarme contigo
ha hacerte mía
como nadie te ha hecho
a despojar al tiempo de sus ataduras,
a eterno morir en tus besos,
he vuelto y el mundo temblará
porque de nuevo siento amor,
el corazón siente fuego,
el alma estalla en luz de lucero,
el espíritu habla más allá
de sombras y te abraza,
la batalla como la primera venida
será dura pero de nuevo venceremos,
a mi la fuerza,
a mí la esperanza de la nueva lucha,
a mí la bendición de diosa luna,
a mi el poder de Dios Sol
a mi su furia de fuego,
maldigo a quien destruye este planeta,
maldigo a quien destruye a diosa Flora
y a madre natura,
jamás mis manos mataron un animalito,
como celta en armonía vivo
con la naturaleza de dios Padre,
Conchobar Mac Nessa dentro
hoy tu poder siento,
como serpiente antigua
eterno viviré en esta tierra,
y cuando el hombre se destruya
por avaricia el mundo seguirá su curso sin él
y la naturaleza apoderará
las ciudades
no habrá ningún ser tan dañino
como el hombre,
los cielos se volverán rojos
el cielo llorará sangre,
los ríos sangrientos envenenarán
y el eterno resurgir vendrá,
lo más hermoso de este mundo
es el paraíso de la naturaleza
pero para el hombre lo más hermoso es el oro
y el dinero demonio,
vengo a amarte sin tiempo,
vengo a crear mi eternidad en el cielo
como en la tierra,
vengo a caminar las aguas
a romper los hielos,
a fundirme en fuegos,
a incendiarme de pasión en tus ojos ,
vengo a destruir mis cadenas
y amarte libre
como el pájaro a su vuelo,
yo pájaro sin alas,
yo pez que cortaron sus aletas,
yo hombre
que jamás pudieron cortar su libertad,
a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,
en tormenta tendré el agua de tu boca,
en caricias prenderé esta hoguera,
en tu corazón sembraré la amapola
eterna del amor que quema,
ninfa mía ven ven conmigo
a esta tierra de fuego,
luna mía ilumíname el camino,
sé mi amparo ,
sé mi abrigo en noches de humo,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
elevar mi canto al cielo,
arroparme este fuego
que dentro tengo
en fe os sirvo como druida antiguo,
os pido bendición,
Artús dame tu fuerza,
Cernunnos caza al cazador,
Taranis riega estas tierras
salva los pocos bosques que quedan,
Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,
ofrezco este humilde canto
a todos vosotros con esta luz
que me queda darme fuerzas
en este amor que comienza,
eterno vivo eterno muero,
eterno sirvo yo guerrero antíguo
yo druida de la rama roja celta.
Los dragones volverán a surcar el cielo
y no habrá clemencia para el mal,
serpientes antíguas la lucha sigue viva.
Este mi humilde canto
temblará en la tierra ,
iluminádme este amor que siento
y que de mi alma se apodera,
amada mía sé mi sombra
como yo soy tu luz y tu calor,
sé entera mía como el pez a su río ,
y la piedra a su montaña,
sé mía como el árbol a su tierra
y el ciprés a sus muertos que vela,
sé mi amparo en la batalla
hoy de nuevo como ayer
juntos veremos el nuevo amanecer,
y la luz que cegará la tierra,
no hay miedo porque te amé y te amo,
aun ciego mi amor
te seguirá perteneciendo
como la abeja a su flor,
no habrá poder
que pueda separar mi alma
de tu corazón,
eterno te serviré
aún tu esclavo mi reina
te haré la mujer más feliz del mundo
aún en la muerte
mi alma seguirá el camino a encontrarte
y eterna tenerte,
no me desampares el camino duro,
sé mi fuerza en la lucha
nuestro amor ganará
y derribará el mal
que nos quiso sangrar
y en vida condenar,
la felicidad sigue viva
como la amapola florece
cada junio en el camino
te amo y lo haré
aún tenga que enfrentarme al mundo.
En el bosque de tus ojos quiero perderme.
En el campo celestial de tu mirada
vivo y quiero vivir, siempre.
Del paraíso de tu cuerpo,
soy caricia de lluvia,
soy melodía de viento,
soy te amo sin tiempo.
Porque de tu corazón, soy eterno,
Y tu amor es lo más bello,
Y caigo en el sueño
en que abres tus pétalos para mí
bajo aquel árbol del deseo,
y crecen las flores
y el lago emana
de la belleza de tu alma
de las violetas y amapolas,
del jardín de la alegría,
eres tú la ninfa mía.
Y las flores de malva tienen envidia,
Las rosas celosas crearon sus espinas
porque mi amor fue para ti.
Las campanillas más sencillas,
crearon en flores sus voces,
en notas de amor al que llaman
y buscan trepando y enredándose,
en la maleza y la piedra,
el helecho en duelo
rechazó la flor y la semilla,
a esperas de ganar tu amor,
con sus hojitas en belleza
que se despliegan como un caracol.
Las droseras ansiosas
su trampa desplegaron
en son de atraparte
en sus dulces gotitas de néctar.
El musgo enamorado a si se quedó,
pequeñito y suave como el terciopelo,
para acariciar tus pies y sonreir
con la lluvia y el agua.
Donde la belladona cantaba
Y de la luna se creía preferida,
Abrió su amapola azul y negra
la adormidera,
siendo el sueño de las hadas,
su prima la golondrinera,
su amapola amarilla,
fuego del bosque de las sombras
liberó su ninfa con una gota de rocío,
con ella llegó la primavera,
contigo ninfa mía llegó la belleza,
y tú amor en alas de mariposa,
abrigaste cada sueño,
arropaste cada pensamiento,
y ahora no sólo eres mi amor,
también la más linda flor de mi sentimiento.
Nunca marchitarás porque si pasa moriré yo.
En mi sentido no está morir en vano,
hoy alcanzo el altiplano,
un cuadro de tu vida en mi vida,
un calor de mago,
encina etérea en esfera que quema,
fresno enraizado al sol,
raíces de mi vida en los campos,
flores por amores,
hojas por espuelas,
resoplo el sendero amado,
me mantengo fiero
más que un animal en desespero,
es por esta vida
que la sombra espero,
reflejos en cristales
que nunca se fueron
aura de espejos encontrados
arista perpetua de alma,
sinceridad uso por ella amor de una vida
mi margarita eterna
los días jamás serán oscuros,
sólo por ella el infinito es y será azul,
mi deseo de modelar su arcilla de cuerpo
no busco astros no busco luceros
porque ella los posee todos
cariño encontrado del rayo de sol
a mi coraje de cuchillo,
que yo a ella la admiro,
y que baje lo divino
que por ella tengo camino.
El Castellano
POEMAS INICIO 2016
I
Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.
El Castellano
II
Hálito silente
yo creo en ella
porque su piel demuestra
que los sueños se cumplen.
Volamos juntos al viento
como molinillo diente de león.
Hoy la vereda canta nuestra canción
dos corazones en un mismo latido unidos al unísono
Su carita que llama a la mía
de su cuerpo es mi caricia
por ella el piropo jamás escrito
solo desvelado en su oído
Sólo al viento le pido viento bonito
mantenme en su destino.
Que de lo vivido muerdo su corazoncito.
Weche tengo en mì la fuerza
escrita corriendo como puma gris
de sus Andes por sus campos
sus margaritas que mi te quiero
no sólo su nombre llevan e incitan
en caricia ella me quiere
del ababol a la verde espiga
Yo la quiero a ella mi margarita.
El Castellano
Sentido yerto:
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.
El Castellano
Aguerrido albor
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
hipsipila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.
El Castellano
Final con comienzo
Retina escarlata,
su ojo de niebla
y bruma que avanza
donde corta mi flor de luz
el sendero,
esposa del Sol al mirar
lumbre quieta, retina abierta
muerte final con comienzo
en alabado fin de existir
y quebrar el tiempo
conquistando el terreno.
Sangrando raíces que gritan,
aullando hojas al viento,
pintando su dispersión eterna
como sustento y cobijo
de toda vida
mecido del insecto al mamífero
desde el helecho
al alto árbol
hoy canto para ti
vida vegetal.
Mi caricia te sembrará
una y mil vidas más.
El Castellano
Flor de tierra
Fuego en el agua de su mirada
de los vientos auspiciada,
la ceniza consumía su carne
ardía sin mesura su compostura
naufragó valles y sus caricias
su bandera fue de su vena acequia
molinillos fugaces sus pestañas
de él se enamoraban las hadas
de ella la primavera entera
con cabellos del rayo de Sol nacidos
ojos de tierra sin lugar era bella
clamaba su voz la cima de la montaña
descendió abismos
para anclar su esencia en la belleza
que late y envuelve su huella
conquistada en miel
su ambrosía
gemía la caricia
para brotar altares de hueso
y murciélagos de sangre
lloraba piedras en sabiduría prendidas
la bondad alzaba en servicial entrega
su fuerza era de su amor hoguera
él lloraba flores para ella su amada
su verbo a veces tornaba carmín
en pétalos de silvestres rosas desangradas
su voz germinaba la tierra a su paso
el amor a la tierra no le detuvo
ni sostuvo en fracaso,
encontró con ella el amor
que le fue negado llorando espinas
y si sus abrojos nacieron no fue
más que para rajar el viento
difuminando el tiempo en estaca
de eternidad con fuente y manantial
anclado gozo en armonía
bailando de la mano y naciendo del alba
jamás capturada
pupila enfrentada
que mecía
que gritaba
siempre te amaré Valkyrja mía.
El Castellano
Quimera quieta
Umbrío, tibio,
al resguardo de voz habitada
serena, llena de luz
en este linde
donde corta mi sendero
y florece mi sombrero
al viento
ojos llenos de paz,
sendero atravesado
en árboles de sosiego
encontrados
en hálito congelado,
lumbre quieta se dibuja,
espino amarillo que clavas al guiño,
calor de mi calor,
cauce de mi sangre displicente
desde la montaña al valle
luce mi traje
para encontrarte
vestida de Sol y caléndula
mi bella Valkyrja
resplandor dorado
al trasluz de tu amor,
granate mi sed de tu cuello
al destape
mi río de calma y arrojo
en réquiem por la rajada tierra
en albor de la centella
colmando su belleza
donde mi carcoma quieta
mira y avanza
sintiéndose en armonía plena,
yo fumándome un cigarro
en la piedra de tu belleza,
quién te alzara voz
entre los campos en flor,
fuego de tu fuego sin mas razón,
ciprés que clama protección
para sus muertos que vela
tejo morador de siglos y cobijo,
ababol de versos de piel y abrojos,
desde la verde espiga
a la mora sin espina
y su zarza esquiva
hoy te veo como eres
y perdona
me apasiona
ser guerrero de nuestra luz
donde avanza mi quimera
y mi pasión poseerte entera.
El Castellano
Tierra en el viento
Quieto silencio investido
doblado en el filo de la hoja
ese umbral que corta mi calma
avanza en un sentido
rápido, veloz el resguardo de tu
amada voz
encontrada cercana
donde estática enhebra la silente parca
fluye de un confín a otro confín
yendo mi barca atravesando el brillo
al compás del sí bemol mi traslúcido pío
y su suplicio en la carcoma
que recorre mi horizonte
infinito pintado en el borde de la ola
en la espiral de la araña y su tela
la flor de difunto abre su luz
al resplandor del cielo
que cae emplomado
Se corta mi alma para aullar
en la centella
quemándose en su hoguera
hoy el viento lleva nuestro nombre
mi árbol será sentido
en cada flor de niebla
la bruma su color gris dejará
en este jardín de mundo viví
para sembrar mi aliento
que cayó como tierra en el viento.
El Castellano
Silbido de la centella
Claman verdades de la tierra
por nacer y resurgir
el eterno ciclo de la vida, muerte
y resurrección de la simiente al albor
de sangre sin condición
yo soy por siempre
Así como dura sonrisa y guiño
al azar de la existencia
efímera esencia
apellido y nombre que nada representa
como resplandor de la centella
cargo el silencio y el infinito de mi verbo
resopló en la montaña sin nombre
de mi tierra que jamás tuvo dueño
latido sin final
agua de manantial
va girando mi vida por enrraizar
yo soy siempre
el eterno comienzo sin final
aullido del viento
hoguera crepitando la tierra del volcán
Río que acaba y resurje del mar
ese soy yo por despertar.
Resurgir
Hoy las fuentes bullen
los ríos desbordan
las vidas dejan sus grises
de invierno y sonrien
al alba de la lluvia
que toda vida mece
sal al jardín ayer sembré mis ojos
esperando que la tierra fuese sangre
las raíces mi boca
y la planta mi cuerpo
para con longevidad imperial
llegado el momento
decir de este jardín yo no he muerto.
El Castellano
REINOS
Mariposa nocturna,
amiga de las noches
que escapadas revolotean en las luces,
mariposa blanca, blanca nube, blanca muerte,
cristalino rastro,
polvo de estrellas,
Transmigración de las almas,
Vuela mi conciencia,
descansa y juega con mi luz,
esta noche mi alma es tuya
blanca dama alada,
avoca tu perdición en mi sendero,
olvida tu atracción lumínica,
las estrellas nunca se pueden alcanzar
bonita ni la luz capturar.
II
Canto carraspeado, estirando el calor
por surcos y grietas de un rayo solar,
termómetro yerto, estirado
de todo espíritu muerto,
rejón de grados tu cuerda de cigarra,
cada simple vida de la nota sujetas,
por un campo que haces tuyo cantando,
que necesitaste medio siglo
para florecer en voz,
al viento que te dio garra
y cimitarra,
tu libertad es incuestionable,
agarrada a un profundo horizonte,
cuando el astro rey hierve,
tu crascitas el canto de día
porque la noche te puede,
para el relevo del único grillo
que afila el cuchillo del silencio
su fiel gemido sin nombre ni reino.
III
Armazón de quitina, acorazado
capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,
escarabajo de todo ámbito y lugar,
tan variado como único al mirar,
desde la flor al desván,
tu voráz fauce desde el árbol a la flor,
desde el desecho al corage vivo,
suerte desde el descender de tu larva
al evanescer de tu metamorfósis,
azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,
vida de calma y pulcritud,
apetito que no cesa,
muerte que no detiene,
ni elemento ni realidad que no ocupes
del reino animal
Rey insecto desde Egipto a Castilla
con su gorgojo de la encina,
desde un continente a ningún lugar
donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.
IV
Cuatro riendas aladas
un mundo asesino de ojos,
corazón en pareja,
planear infinito por umbrales de luz y agua,
un reposo de la noche en un ser vivo,
colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,
caballito del diablo,
libélula zigzagueante en esfera de mandíbula
espuela infernal del ser que acechas,
mensajero del cielo,
astilla con alas de la puerta que abre la vida.
V
Ambrosía de ser vivo sagrado,
oficios y tareas consumados,
albañil efímero tu dicha de genes elaborados,
quién a ti te osase,
tu esencia tu labor de escuela,
miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,
tu tejer de los campos recogiendo,
siendo supervivencia de casi toda planta
tu legado Hymenóptera familia
tanto depredadores como recolectores
abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,
en defensa de lo que amas.
VI
Reina araña de esta tierra de conejos,
ocho patas acecho de los campos,
maternal hasta llevar tu prole en el lomo,
araña lobo capaz de enfrentarse
con el alacrán y siempre ganar,
al acecho desde tu madriguera,
un hoyo donde vivir a la espera del despistado,
tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra
tarántula lycosa lycosa.
VII
Danza mi alvéo una sonatina
de hormigas famélicas
quieren alimentar a sus reinas aladas,
con semillas danzarinas
en busca de su nueva vida,
yo margarita quiero mi vida contigo,
para alimentar tu alma con versos,
nacidos del fuego en fundición de verbos,
recorro tu existencia
de la que soy tu hormiga león
del signo que me vió nacer,
la constelación del cisne,
quiero que sientas orgullo
de que soy tu hombre
asi no te dé un libro
te doy sangre para que escribas trece,
has demostrado belleza por tu fuente,
me verás eclosionar de mi etérea crisálida,
mi motivo para escribir a la naturaleza
descubrirás porque soy animal de verdad.
VIII
Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,
antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,
ágil correteas mis pensamientos,
muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,
habitante donde haya humedad,
como un río que habitas corriendo,
como lepisma pececillo de plata,
tu longevidad mayor que la de un gato,
destello de que lo tuyo es perpetuo.
El Castellano
SINO
Temblor un hechizo de sangre,
un color, un elevado suplicio,
desliza, recorre un abismo de plata
y nácar, gime el tiempo descalzo
por avenidas estampadas en espadas,
tiempo sujeto en eje etéreo,
carcomido en hiel,
suspiro trémulo avanza, yerra, se encuentra,
en boca de dragón recto, displicente,
llama en hielo de compás,
por el que abandonar todo menos la fuerza
que guía, dirige todo azar de vida y contrario,
el encuentro acelerado para encontrar
fuego en el agua de la mar,
dentro de tus ojos,
dentro de mi cabeza un gato negro
sí el mío,
pasea tu desvelo
como el color de mi suplicio
en yerta madre de todo
como este guerrero de la luz sabe
que sin ella nada existiera,
yo paseo ciudades que negrean,
y humean fósiles del intra-terrestre
astro soslayado y apagado
que pisamos desde memoria
y razón cabalgada.
Jinetes del tiempo muertos caen
en este horizonte sediento
piel con piel,
beso con beso
nace un verso.
Me reuní con aquella lombriz boca gris
si quería yo saber de mi devenir
contesté yo que sujeto al destino estaba,
yo que indomable y sumiso amo mi camino,
sí mañana voy allí donde dices,
a la tierra que todo es libre
y me despedí.
Tras aquella razón que di
a aquel ser.
Yo amo mi condena y a mí sería
al que tendrían que pagar para quitármela
sin mi sufrimiento no sería quien soy
y sí señor sé quien soy,
tú sigue tu rol tejido feliz
y déjame tranquilo es mi sino
ser atípico
lejos de andar de flor en flor
cultivo cada flor
y a sí elevado amor
asido al rojo horizonte
por conquistar y mi color llevar,
hablo con mis pensamientos
de más allá y otro lado,
orilla por llegar
allí sombras y saetas
alcanzan a deslumbrar
cuando hipsipila nació
el ojo de este vampiro
bien contemplándolo estaba.
El Castellano
HIELO DE MIRADA
Abro las puertas de mi mente
hacia desembocaduras heladas,
y tierras del hielo donde todo acaba,
una sonrisa congelada con una llave de hielo
en mis manos, es sólo un recorrido,
todo empieza,
tu vida hoy no es lejana,
ni esta tristeza es del alma,
hoy mi sangre se derrama
floreciendo la amapola de tu cuerpo,
ese por el que siempre pierdo,
¿cómo de helada mi vida?
descansa en las compuertas del ayer,
nada se cierra la muerte está lanzada,
escapa de sus redes tejidas,
mis pensamientos se hacen contigo,
latidos de lágrima descongelada,
muy bonito, muy bello,
un paraíso lejano oscuro,
navega mi barca de una orilla
a su confín de despedida,
aciago témpano donde florece el viento,
por un trino hasta el crepitar del sonido,
una danza de hojas de otoño,
un suspiro de cobre,
tu cabello que me electrifica mi tacto,
soy fuerte sin alabastro
soy fuerte sin noche de azabache
soy fuerte por la memoria del invierno,
que se acurruca en tiempo eterno,
ventana reflejo de máscara.
mentiras de que estás viva sombra de Eva,
granate de tu mirada,
sangre de fresno con tus cenizas,
muerte te beberé entera
para que abandones mi botella,
pudo decir todo y se quedó en lo hondo
como cigarra que tarda cuarenta años
en dejar de ser larva.
Evasto Tellano
NOCHE EN SANGRE
Un reposo de luz,
una mandíbula sigilosa
de ojos enigmáticos
las criaturas de la noche
meras fauces del sigilo lumínico,
en luna de runas,
en bosques de la sombra,
como abanicos de oscuridad,
abocada a silenciosos instintos,
es por ellas que el infierno es una caricia
si la perdición la porta la vida,
un granate sanguíneo,
un evanescer de la sed,
oculta por rincones del alba,
en la cruz que cada ser vivo zozobra
con su destino,
es por el Sol que el mundo se amansa,
abriendo supervivencia
en grito nocturno,
a lo largo de los tiempos,
un carnívoro suplicio de las estrellas,
una vorágine en su gala mayor,
un apetito feroz,
un descender de la carne en ojos de nácar,
es por lo oculto que se descubre
el devenir del destino inerte,
y mi azar difuso de la sangre.
Evasto Tellano
SIGILO DE CIPRÉS
Gime mi astilla,
en pulcritud de clavos,
versados yunques de mi estío,
mi casa es el viento,
la sangre mi electricidad,
qué puedo decir,
qué puedo hacer,
tuerca de mi piel,
para encontrar placer,
y que el grillo afile su violín,
en este calor silencioso
por el que volverme sudor
en tu cuerpo de mujer,
seguiré cantando en la tubería
de tu sien.
Una vida que no fue mía
porque la llevo a cuestas,
deslumbrando osadías
noches negras,
de cabezas de cerilla,
y humo de tabaco del diablo,
quizás mi único amigo se llama Luccifer,
por eso estoy digno
porque siempre responde
sin necesitar hacerle reclamo ni oración,
aplico la ley del ojo por ojo y abrojo por abrojo,
satisfecho sí porque tengo un tesoro,
digno como el plomo
de balín que disparar,
así es mi palabra,
una imagen a cuestas de otra imagen,
telarañas para atrapar,
voy a leer poetas yertos como Gerardo Diego
a ver que me imprimen, permiso.
Yo pensaba en mis cinceles,
para estampar mis versos,
fumándome mis pensamientos,
en alcobas vacías de invierno,
siendo una claridad de estrella
y sus rayos altos, profundos, ondulados,
mi otoño de hojas derramadas,
mi primavera que nunca se fue
porque siempre vuelve, gracias Pablo Neruda,
mi fronda sin quiosco amado,
una torre honda, parca, de silvestre azada,
para volar no hace falta lanzarse por la ventana
como hice,
un azar iluso se viste de redención,
por la onda de tu voz,
por el cuchillo de mi hoz,
mi profecía de una borrasca nacerá como alta nube,
que una nube es colchón de la luna,
por eso el viento es mi padre,
fumaré mis abrojos versados,
llegando entre valles de azores
y ríos dulces,
un verde militar de ciprés,
el color de mi sonrisa,
alzada entre los mortales,
mi topo único llamado mesías,
de evanescentes sandalias,
cima tras cima encuentro la sombra,
hasta anclarme a su lágrima de malva.
no sé acabar tendré que volver a empezar,
mi estandarte de arte que prefiero cerrado
como lumbre en horno de mi suerte,
es por mi mente que a veces demente
a veces único hombre,
una espiral que corre y se mece.
Evasto Tellano
TIEMPO LABRADO
Retiemblo el ojal del cielo,
por la lluvia desnuda en trasparente,
deslizado iris del azul,
rendida en plenitud
reposando en tejados
la fábrica teje en mi trastero
una vida en avenida de soles
sin ser color ni artificio de viento
su humo,
quiere ser materia de alambre
que retuerce dá forma
porque por eso es imagen
por adoptar forma profusa,
como una caracola que sin casa
sólo sería al menos babosa
de pleamar,
sonar en el seno de la ola es vital
para esta vida que sujeto,
ya no me llenan astros
ni medias tintas de vanguardia,
estoy aquí para latir ante ustedes abrojos,
mis hijos creados,
os enterrarán en el olvido,
ojos incautos,
yo seré el último en osadía
que daré mi sangre por vosotros,
protegerme de soberbia
porque a veces me creo poseedor de la astilla única,
otras más desnudo que la transparencia,
ser jauría de cristales,
de que gané al aliento impersonal
de las gentes,
estoy aquí para desfallecer,
hundirme y crearme de la nada,
soy vuestro recipiente colmando el alma
con el Dionisio de la palabra,
mi espiral única y sagrada
como pescadilla que se muerde la cola
llamada arte,
sólo mi fulgente fuente
por mis simientes
por las que sembrar mi aliento
en cada tierra,
hasta que golondrinas me eternicen,
hasta que los truenos sean mi romántica muerte,
y el pájaro único lleve mi canto,
por sierras de amaranto,
por lozanías,
y ojos sin pueblo,
ojos sin ser más que tiempo
de eternidad conquistada,
hasta que me recuerde el siglo
que tuve mente para ser alguien.
Evasto Tellano
JAURÍA
Tenías un abanico que el viento presionaba
tu horizonte bello de miras como es tu cara
modelada de la arcilla, esa por la que soy alfarero al besarte,
me rindió tu valle enamorando la tez de mi torso
crepitando en mi caballo soñando que tu fondo se podía
alcanzar, colmar para ser carne con carne,
una historia interminable un voy que vengo y me quedo,
sin prisa el cielo cayó en tus pestañas sumisas,
yo sostengo la sombra de caín con mi cuerpo,
porque nos contaron la historia del revés,
las semillas en ofrenda ganaron al cordero,
porque lo más sencillo es más bello que lo complejo,
porque la agricultura es sangre de esfuerzo,
el pastoreo un mero paseo,
hoy las auroras descansan en tus pupilas,
por las que el cielo es azul y el bosque verde,
en tu ser retorcías mi saliva como fuente inagotable,
por silos de nuestra lengua,
hoy fue el brotar de una espina honda,
en mil espinas erizadas que la piel sostienen,
tus caricias fueron sentidas como dulces mariposas
desveladas, el viento un quehacer del firmamento,
es tu cuerpo mujer más que mi suspiro despierto,
un éxtasis en ambrosía de panales,
mi montaña febril fue derrumbada,
en cáos por quien fue la existencia de esa montaña,
no quise ser tan grande pero aquella montaña que fui.
brilla por otras cualidades,
mi corazón desvalido has revivido,
hoy no siento soledad fría,
porque me has hecho tan feliz que me gusta mi propia compañía,
ya que jamás deseo lo que no tengo y mi vida entrego
a las tres hilanderas del destino,
eres todo lo que alcancé a soñar
y que en ti descubrí.
eres de mí como soy de ti,
al igual que rayo de la tormenta
tú eres mi nube bella,
tantas cosas que quisiera ser
que soy yo mismo para darte mi esencia
en atisbo de nácar, en cristal perfecto
ese por el que eres medio reflejo de todo lo que amo,
como un aullido y jauría cazando en tu cuerpo.
Evasto Tellano
LOBO ÁRTICO
Seguiré cantando al mar de tierra
como la cigarra primera,
todas las veces que me mataron
renaci con más fuerza que un titán
para que jamás me pisen las rosas del alba,
porque este guerrero está en esta tierra
de marionetas para ser libre seguir sufriendo
y aprendiendo desvalijando el tiempo
que en sus ojos latía tristeza,
áspera su vida de añoranza
jamás partió su pecho la desesperanza
si lo hizo fue para reconstruirse de sus pedazos,
así como fuegos de fanales lumbres
quemaban burdas sin razones,
por un corcel de viento
cabalgaba su sentimiento,
por venas razones para levantarse
y seguir luchando,
a lomos de su lobo ártico,
no te venzas,
quien muere guerrero,
vuelve a nacer guerrero
y así seguirá siendo.
Evasto Tellano
AZAR PROVOCADO
Un palmo de tierra ,
millones de bestias bailando,
un festín de sus cuerpos embrutecidos,
riendo mi lobo emplomado,
por si su luna bajaba acariciarle,
famélico mi río de espuma,
cabecea , acorta y dirige
mi piel de cobre,
con su néctar que manadas desean,
mi torso que no se afligía
ni el mármol vencía,
como una torre mi estatua era,
a la altura que sobrecogía mi alma,
era sólo una mi calma ,
con panales de las abejas
de sus caminos,
transeúntes polvorientos de los campos,
recto este cuervo
contra el mal hacer de la lombriz,
la esencia no cambia
así que seguiré escribiendo
tan mal como empecé,
no lo creo
creo que el alma es un recipiente
que hay que completar con belleza
y sabiduría,
el pan de mi día,
que burdos no alcanzan,
mis ojos amansan,
al tránsito veloz de mi fantasma,
mis techos plasma,
con la seriedad de una balanza,
se colapsa mi esperanza,
por oscuros lindes desvalidos
y sus azucenas amarillas de la tarde,
en un cofre descansa, reposa
lo que sobró de mi vida lastimosa,
como un maullido sin gato,
nació, caminó mi estatua
era mi suerte empedernida.
Evasto Tellano
DILUÍDO AZAR
Entra a mi registro, mi sombra huye complaciente,
es un son y su carcelero mimbre del sueño,
un alambre guardia de mi canción que se cuelga
por techos de humo, por caballitos del diablo vivos,
es quizá un septiembre que empiezo a deslizarlo por mis ojales,
un rastro en cal viva aullentada en sosa caústica,
era quizás mi vida un sobre de estampas reflejos de unas imágenes,
quizás solo soy todo lo que veo,
un cuarto de este trastero un cobre de este viento,
con mi canasta de limones destrenzo un mundo entero,
para acompañar a mi flor, que no sienta sola su alma quieta,
por todo el que estampa su sangre en vena,
por el grito fugaz, pasajero de un segundo y su desespero,
sigo tejiendo al filo del ladrillo,
una casa sin caseta un tejado sin cielo,
qué más pues una lluvia en este estiaje,
residente de mi ciruela soy,
con corazón de melocotón y lo siento
por el que no le guste la fruta,
pepinillos del diablo me estallan en la razón,
un desvelado canto siniestro por mi amor,
ese que envuelto avanza hasta quemar mi sinrazón,
hasta llenar la despensa de esta hormiga león,
florecían mis dolores en mis sienes
sí esos dolores míos que se querían
como rosas violadas desnudándose
buscando las espinas de sus ramas,
era un patio de gramas una red que teje mi sangre,
mis dolores que se querían como jóvenes muchachas,
al encuentro de sus navegantes sin mar ni cielo,
era mi destino más que un navío,
de pertrechos y azares de pesca,
era como un iris que se eclipsaba,
y lanzaba su ballesta a ciegas,
es un tejo que vive lejos
como la fuente de su álamo,
quise preguntar a mi suerte si existía,
si era real y verdadera,
y me contestó que existía
según como la vieran los ojos
de quien la tuviera.
Evasto Tellano
CAL Y TIERRA TU PIEL SERENA
Suavizas mi baja mar,
entre corales de mi cuerpo tu cuerpo,
un erizo de mar camina serio,
es el azogue de marea alta,
un vestido te hice con una caracola,
por si acaso llegase mi sombra y mi ola,
hola cómo estás te pregunta al zarpar
mi navío fugaz,en tu profundidad desvalido,
viene con una nécora de mi cabeza,
a elevar su ancla, a sembrarse de viento
sí esa su vela, que ya no será más ojera,
es una hacienda diagnosticada herencia
que entona en cal y arena
la estrofa, goteante qui est la de mare,
un diente de león se asoma
por el paseo marítimo de los navegantes de las tierras,
cruzando tu abanico con caricias del alba,
esa tan preciosa que de bella plañía aureolas,
venga que vinieras, vaya que te quedes,
y vuelvas verdes mis tardes grises,
esta sí esta no ardiente tu velo de corazón,
que sí alcanzo y si hasta allí llego
pregunto si puedo beber un beso tuyo
para hacerlo mío,
lo siento pero sonrío.
Evasto Tellano
CUERVO
Por ti crascita mi voz un día desempolvado,
que el cuervo me ungió la entraña,
oscura de negra onda pitanza corva,
es por este ser que se abre mi ala de noche,
un día mal parado,
a solas con mi endeble osadía,
Siempre, un pico de grajo rehuye,
mi cruel infortunio concebido,
nunca la vida que he tenido ha podido
esconder, escarbar un plenilunio,
mi pensamiento que sea hueso esta vez,
de azar desvelado, profusa mente,
destino de su color de ala,
por mi siembra que trascienda mi araña,
que genere dicha enmarcada,
no un funesto desapego,
quise ser siempre, el cuervo mi ser aliente
porque fui nunca por siempre,
imita, dirige la senda que antaño fue mía,
un corvo destello,
en rastro de azabache,
áspera templanza cruel la disonancia
que te llena en alabanza,
pobre mi despedida porque no existe,
brota mi día que sin querer encendiste,
no tengo elección, me queda una ilusión
llena en borbotón de esperanza,
se llama Gracias.
Gracias a ti que la pena bebiste
de mi vena socavada honda,
en acequia que mi sangre lleva,
pudo ser hoy el día más feliz que sentí,
miré mi soledad zarpada
en compañía del río,
y sólo sentí alegría,
sólo dije el mundo se hundirá
cuando el color oscuro
me impida pensar
por no tener hálito ni humor
y este río seguirá navegando sin final
tuve más que su agua que me forma
tuve su idea y mi ser se alza
para saltar su montaña
de todo quien que le quiera ver hundido,
exclama un buen grito:
- YO SOY LIBRE.
Evasto Tellano
ROZAGANTE CURSO
Resplandece, se afila en solapa
era un brillo, una incesante gota,
que destrenzaba el silencio de sus manos,
solo quizás quiso ser más
que una gota de luz,
Infinito se llama nada ,
es un océano donde navega
un vacío completo por aurosas,
no quiere soles ni lunas,
ni ser reflejo de nada conocido,
es un grito sin voz,
un desvellonado canto de oscuridad,
una exposición fulgente al camino
de quien lo llamó como su contrario
Todo, el vacío es un infinito la nada
es más que una sombra de la materia,
de ese otro infinito repleto,
me hiela la idea haberlo dicho todo,
por tambien pensar que no dije nada,
el frio de este Sol me abrasa la conciencia,
me queda este viento para expandirme,
y ser obtuso corcel sin sangre por pena,
fue como cavar una sepultura,
sí a este mar que nunca muere
sólo crece, con profuso horizonte,
un pensamiento se alzaba como simiente,
es mi suerte un azar de azares,
estoy casi trinando por sentir mi vida
completa lleno su recipiente sin tristeza
seca que ya no porta mi sangre,
estoy dichoso, consumado mi gozo
del hielo de mi desvelo por ser
momentáneamente feliz como las lombrices
que caminan, a ver quién pueda contagiarlo.
Evasto Tellano
ESMERILADO LOBO MÍO
Hora superflua era ella,
era la madrugada,
como fiel desquicia
que avanzaba lenta
a cansar los ojos de quien la viera,
comiendo sus mieses,
por delantera,
sí esas mieses
que no brotan en profundas espinas
del día, necesitan el remanso de los ojos cansados,
durmientes que las vean con su corazón,
y los grises no serán verdes,
ni azules, ni blancos
donde el sueño escapa en elevados sones,
en caricia del minuto,
el descanso de su paréntesis,
una noche que me cuelga las ramas,
una despedida del mirar voraz,
hoy mi infinita calma mieles,
orando yo porque no despierte su lobo
que me odia que solo destapa mi dolor,
no perdona aquel día que el vacío fue altura,
y viene a devorar lo cosechado
diciendo que es un derroche de mi tiempo,
yo le contesto que mi vida es del ser que la lleva,
y así lleve sin privacidad
desde que inventaron el internet,
el que se tiene que perdonar soy yo.
Miguel Esteban Martínez García
Evasto Tellano
PLUBIA CORDIS
Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubia amôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.
Evasto Tellano
ESCALERA DE MI CABEZA
Veleidoso afirmo que es de la piel
un precipicio, un acústico canto,
un soñar que la era, era primavera,
firme en su escalafón,
el miedo no le acompasó,
de él dijeron que quiso comprender
el amor por un tiempo de grillos,
que le vio desfallecer
en su tijera y en su espejo,
retornó la caricia al hielo,
un profuso momento,
y abrió su corazón por el sentir
de su esquilmado caparazón,
no quiso ser babosa ni caracol,
sólo elevarse por encima de lo mortal,
elevado al hueso de lo que avanza sin permiso,
el son se abría para destapar su cambio,
de allegado remanso que caía difuminado,
embelesado, por todas las palabras como colores,
por mis venas razones que recuerda esta escarcha
de verano brillando el Sol arriba,
el interrogante seguirá siendo interrogante,
porque el miedo es el único resquicio que paraliza,
es una carpa en tierra y su respiro,
es un abismo para soñar,
que tenía el poder de tornar fuego su mirar,
lo mejor que de los sueños no se puede vivir,
o sí, porque soy escritor, o llevo doce años
intentando serlo,
el tiempo no se construyó para abandonar
a primera de cambio y soñó la primavera,
que era una ventana abierta,
por todo lo que marchó y quedó el recuerdo
de que llegó ojalá recuerde mi flor,
que no tengo vergüenza y el miedo no me frena,
por ser mal consejero sólo quise no incomodar,
y mi eterna duda ganó
por considerarme peor que el silencio,
y andar con mi autoestima tirada
durmiendo en el colchón del tiempo.
Que como no es mío te lo regalo entero.
Evasto Tellano
POR MADRE LUZ
Resoplo
en un horizonte de verbos,
una sábana
donde yace aquel sin nombre,
como desmembramiento de soles,
y sus cabañas del cielo,
un sueño precipitado,
cae desplomado
sus imágenes consumieron
comiendo su adentro,
hasta ser al menos recuerdo
que fue sueño,
gracias por abandonarme,
ya no queda prendido horizonte
ni tu ser asido,
queda mi seca soledad
como siempre,
y siempre fue y es vacío
que me enerva,
estoy preparado
para entrar a la oscuridad
y allí buscar a mi alma,
vendré de allí
como un rescoldo de quien fui,
resumen de lo vivido
este mundo es una ilusión
que sólo trata de cambiarte,
seguiré consumiendo mi vela a la luna,
alzaré mi espada
para ver si el viento canta,
estaré afilado
con mi madre luz,
esposa del Creador Universal.
Evasto Tellano
RIZADA METÁFORA
Mañana será epitafio sin nombre,
una deidad vaporosa en alambre,
una alta ojera de nácar caerá
por el descendido horizonte del hombre,
será su suerte una llama sin aurora,
flama de inmortal discordia,
un beso atrapado en etérea yacija,
un granate verso inconcluso
que encadena la vida de quien la lleva,
hombre al menos por tener valor de ser hombre,
poema sí por tener imágenes para bastar a la belleza,
para hacer lo diminuto gigante,
y lo gigante magia de silencio,
es un aliento, un hálito y un verbo,
una tijereta en esta ciruela,
donde se derrama la idea,
mas si no alcanzas a dar impresión de belleza
jamás serás poeta,
serás narrador de tus diarios
de insulsa existencia sin afán superior
que no sea lamer tu conciencia,
de este nicho traigo la lombriz,
estaba en su tierra recogidita, feliz ella,
aquí en esta tierra sembré mi verso,
esperando que se abra
y sea inmortalidad de alta esfera trenzada,
por quien la sostiene sea quizás eso
una deidad con nombre.
Evasto Tellano
NUEVA ERA
Felicidad, el producto ha de ser creado,
creado para el consumo,
consumo es la marca de esta civilización,
producto basado en caducidad,
felicidad de venta en cadena,
estado mental basado en el material,
producir sueños e ilusiones,
esperanzas embotelladas con código de barras,
la alegría visual sea principio
de nuestro chip que incorporamos,
todo lo pensado que sea proceso de construcción,
atención nueva era está comenzando,
somos encargados de construir el futuro
sobre pasado de torres de humo,
el mañana abrirá al nuevo humano
llamado consumismo,
un abrir de sus manos en declive de su mente,
nosotros somos avance de la civilización,
nosotros somos herramienta
que lleva éxito en la mano de quien la lleva.
La revolución ha comenzado.
Nueva era para el mañana fabricado.
Evasto Tellano
REMANSO Y SU ERA
Avanza mansa
una hontana
de gramas frescas,
deshilacha al durmiente hombre,
se retira mece y avanza
su calvero expuesto
de su semblanza,
una dama cual blanca cierva
bebía, bebía del vientre
que emana la fuente,
plañía un ababol solitario
del camino, que la rambla sigue,
fiel, duro testimonio sacude
su cuchillo calizo,
huye, huye el tábano por el monte
buscando algún depósito de sangre,
el brezo se apoderó limpio
de un raspado testimonio
la tierra devora lo que es de ella
para ser mi sangre
su eterna ofrenda,
por descampados fugaces
corría mi alma,
como fiel testerazo de hombre,
la espiga rendida,
saludaba a la oliva,
siendo del viento
esta fiel niña
que nunca descubre a quien pasa,
sólo, solo ante ti
me acuerdo de la primavera,
me levanta un sol helado de verano,
para ser mi hoguera
una fuente niña
que desliza, siente, y no consume
mis labios de pradera,
siendo este pasto
mi infinito remanso,
que me habla de la ceniza del fresno,
de la nieve del álamo,
de la sombra de esta abeja,
y su testimonio deja,
entre almendros con sabor a metal,
y encinas sin gorrino,
hoy avanzo el barbecho
para enfrentar mi sino,
a ver si contesta
la brava dama lluvia
que es Dios.
Evasto Tellano
CUCHILLO DE SOMBRA
Un charco gris,
un cielo rojo,
coagula mi fuente por destellos del alba,
se anuda el quejido de la montaña,
un sapo de oro y tierra
avanza entre olivos de azúcar,
vicisitud labrada,
sí allí en el charco gris,
y en el cielo rojo,
es un cangrejo de río esta hábil tenaza,
prosigue, avanza, en escarpia helada,
a veces roto, a veces nuevo,
este iris que me gobierna,
pregunta a mis ojos de duende,
si su dolor fue pasajero,
hinca tu sombra en mi sombra,
arrástrame la vida,
es como una espiga,
es más fugaz que una despedida,
abre la puerta del negro lirio,
susurra a este viento todo lo que siento,
aquí y ahora que mi cuclillo descansa,
yedras de esta maceta que se acicalan,
es un túnel y una mina,
una desgañitada caricia,
hijo de la tormenta,
canta el rayo,
acaso me ves muerto,
yo soy el encargado de abrir la compuerta
para regar el tiempo,
no busques más en mi aliento vago,
porque no sirvo más que a mi alma,
así me cueste la espada,
seguiré en pie en esta azada.
Evasto Tellano
SALTA
Resoplo agravios y señales,
beso tus dedos suaves,
me fio de la caléndula descendiente del astro
y de su razón, es una tierra y abre un son,
por solares mansos se acicala mi espera,
que no es del tiempo si no esfera,
en blanca ala rota,
afila sus dientes con quejidos
de estrella y la solar yaga que quema
transeuntes y sus cuerpos de carcoma,
todo quedó dicho falta reverdecer el dicho,
y que suene quebrada mi pianola,
es por mí es por ti que las vidas hacen cola,
despropósitos comerciantes en lengua de barro,
es un grillo que se mudó y vive cerca,
es un iris torrencial
en esquela de una nube,
salta, salta, salta ahoga la bruma,
detén el párpado de la luna,
el miedo no se construyó para el humano,
por eso tantas guerras,
soldados que temen a la falta de armas,
las máquinas se crearon para cercenar el sudor,
hoy no se hizo para el ayer,
ni la luz para dar oscuridad,
salta, salta, salta, quema tu vida
porque jamás volverá a ser altura,
entonces no saltes porque tienes que aceptar
que no vivirás mejor que cuando querías saltar,
este fuego de dolor vive, asalta cada vida,
como que te has creído que no vas a seguir sufriendo,
diestro empeño de herramienta difusa,
puedes verlo jamás tendrás valor para luchar por tus sueños,
me retiro cansado a mi nicho
para al siguiente alba,
luchar para abandonar este bicho.
Evasto Tellano
RAMBLA
Cal y son de tambores de tierra
en litio que lleva una palabra desmembrada,
este cielo de tijera abandona su espera dorada,
para ser del viento su última sierra,
enjutada siega de la emoción sembrada,
es del hierro la fanal abeja,
con flor de eterna, deslizada que hiela,
un trance de carnal estrella labrada,
un linde quieto, vida en su huella,y solar llama que yerra
yaga de terreno dolido que la lluvia deja herida,
sangrando, desnaciendo, borrándose, jamás cierra,
suena mi miseria entre azares difusos,
de agua y vino quedan obtusos, patidifusos,
lobo de hierro alzándose desde mi entraña,
vestida en cal y arena, el despertar de su tela,
un álamo que vive lejos, una acequia que me riega,
siendo del infierno en tierra su inmortal vela.
II
Tejido horizonte en mar de soles,
un irisado de grillos sacudiendo nocturnas ilusiones,
es del viento el cante de mi piel y su vello erizo,
del campo este cadillo que miente deliberadamente,
para ser el río un océano a lomos de nube,
es por ti que mi libélula ya no es caballito de otro,
la amapola común no dejará de ser sangre de tierra,
así se abra esta quemada por el estío,
renacerá, volverá a brotar cada primavera,
que la flor goza entera,
dicha y gozo de este duende en su mirar,
una casa pintada por habitar, que tu sombra y la mía
retocen por juntarse porque no te voy a abandonar,
mis yedras del alba recorrerán el muro
en vertical gancho por alcanzar la estrella y su amante.
III
Son mis abrojos renaciendo, y sus maullidos de pájaro,
es una luna profeta cuando mi ser reverbera,
no hay mal flor que no me haga más fuerte,
ni alambre rizado que no desdoble mi suerte,
en esta noble rambla el verso encuentro
con sabor a metal,
y su profecía en verde militar,
por mi ciprés valiente es que bulle, se decide
el inframundo de los amores,
llorándome azabaches en galas mayores,
sí esas que desnudas sus niñas
alzan a esta fuente-mina,
vítores de semblanza y áspera añoranza
de blanca y profunda sien,
jamás podrás mentir dentro de mis ojos de tierra.
Evasto Tellano
Miguel Esteban Martínez García
SOTURNO CABALLITO DEL DIABLO
Lejos de la tierra cruzo la senda,
donde amanece la sombra,
hombre, hombre de luces y tijeras,
hombre de bien al menos,
a veces algo que entender
navegando dentro de la luz
un cuchillo del negro puerto
porque yo no caigo ni muerto,
ni es mi soturna vía,
un espejo estridente sin sangre,
amo la noche sí y ella me ama a mí,
un velo de sosiego, calma
y enervada súplica nacarada,
es su juego es mi baile entre estrellas,
y grillos que se marchan
por ser otoño,
como un pez en tierra
intento escapar de la tierra
y respirar en mi medio
cuando aleteo
y solo giro sobre mí mismo,
una estampa, escrito yo en cobre,
sonido si al menos fuese sonido,
muerte al lamento y al diario
sea de la temática que quiera
una garra, una sombra,
un océano abierto
se necesita caer despierto,
un trance de momento,
y la lluvia cae de nuevo,
el terreno se vence,
la luna se sacude la vergüenza,
mi aljibe jamás se secará
si lo hace ya no estaré
para sacarle su oro de verso,
cromado,
un rayo, una cumbre
y finalizó mi osadía
entre cerrojillos desempolvados,
tengo sed, de liberarme de mi mal
y volverme más que un talento,
más que lo que no he elegido,
ser del viento y que el viento sea mío,
esperando cabalgar
mi caballito del diablo emplomado.
Evasto Tellano El Castellano
SOLIVIAR
Próvida estampa
que corre, aletea mi profuso alivio
que juega mi mal,
huida de quienes no me conocen
porque nunca me conocerán,
algo que ni yo mismo hago empeño
puesto que tomo lo que no me dan
con mi esfuerzo,
y no deseo lo que no tengo
porque me enseñaron
a amar lo que tengo
por eso no tengo más
que mi silencio,
porque de amar algo
lo acabas perdiendo,
la mujer que siga siendo mujer
para completar a este animal
que me tejieron,
cavo en mi jardín una fosa
para envolver con oro fino mis escritos,
por si un día despiertan
y me llaman papá,
les dejé una receta de cocina
junto a ellos:
Hacer una hoguera
y meter en una maceta envidia,
hipocresía, odio en mundanal caricia,
mal ojo de deseo,
mentiras, juicios malsanos
y dejar la maceta en el fuego
999 segundos,
con eso estarán alimentados
el resto de siglos que me quedan.
Mundanal zozobra que acuso,
acabaré pagando su recibo
en sangre,
todo lo lejano
como un soliviar de mentir más agudo
buscando vencer a la aguda aguja
decretada en espacio,
hoy seguiré mi curso sin mi nombre
por si consigo empalar a mi etiqueta
que brilla y reluce más gorda que yo
que ya parezco medio espectro de mi silencio,
un réquiem se blande entre mis huesos
que ya no crujen,
están plenos, hinchados porque saben
que durarán más que yo.
Y yo duraré nueve vidas de gato de arena,
por ser lo que soy
un rival de mí mismo,
llego a mi abismo.
Evasto Tellano El Castellano
CRASCITA LA BELLEZA
Un rayo de Sol
iris de su párpado
cabalga el albor
de un cielo de plomo
la belleza abre sus alas de amor
se desliza el sueño en color
por los que estuvieron y nunca estarán
cicatrices carmín mecen los ojos
de un tiempo desvanecido,
tejidos en el esfumino
del estridente grillo
por un horizonte de sangre
se forma, gotea y sostiene
lo que el ser alcanzó a ver
pálpitos de estrella que dibuja la floresta
yo lloré sobre una montaña
allí sostuve mi alma colmada
fuego que destapaba
la libertad del hombre era pintada
sobre ascuas del miedo volátil
que avanza nunca para
hacia más lejos de la novena estrella
iba la conquista destellos fugaces del ser
cobijaban mis manos
el reino vivo lloraba en mitad de la mar
su pena que crujía con las olas
ecos de su destino informe
ojos de sus ojos que en cristales bañan
su osadía de cerrojos
la tierra en silencio grita lo que ella habita
baila y juega en inocencia
un fulgor se abría pasó del cielo
tormentas ceñían su pensamiento
hijo del rayo conquistaba su corazón
un resplandor de la nube se abrió
su vida clamaba perdón
por su alma sentía insuficiente su respirar
por esperar, una flor abrió en la montaña
paciencia le dijo no hay razón
para la belleza ella nace encausada sin más
así el cauce de tus actos abrirá
en besos carmín cuando tu destino tome forma
crepitando su felicidad, cabalgando
más lejos de donde se ocultaba el alba
cada planta despertaba con él siguiendo
el camino del amanecer
sus miedos quemó en una hoguera
y de sus cenizas surgió la belleza
con forma de mujer, ardían sus ojos
con el candor del Sol
ni la caléndula más bella alzaba el color
de sus cabellos,
un cuervo posó en su hombro
y le dijo: -Ha llegado tu momento.
Es la hora de bajar el firmamento,
y tomar tu lugar hasta tu desvanecimiento.
El Castellano
UN CHARCO SANGRE
Corría un otoño plástico
por la vereda y la rambla de la espina,
era un cristal de luna gimiendo
en su cristal de arena,
nacía mi quimera despierta
ojo de su ojo que avanza,
una pestaña líquida,
fusión de espejos en ascuas
etéreas, flamígeras llamas
soñando que eran incendio,
era un agraz perdido,
un sin vivir tejido,
consecución de ocaso prendido,
muchas lágrimas terminaron por irse,
por perderse en la tierra de nunca,
estaba colgado de su cruz,
encumbrado de la fiera,
dormido de la tiniebla,
era o no era llegó su primavera,
alzaba besos al viento,
como despliegues oníricos
de una profusa recolecta,
y que su reflejo no hiriese más,
sembraré en el tiempo
un soliviar en intelecto,
por si responde su eco,
yo estaré despierto,
soy loco experto,
de que me acabe este horizonte sediento,
por si vuelvo no traeré mi cesta de limones,
traeré sentires, traeré un destino renovado,
que yo si puedo
el mundo deshace en mi mano,
condenando a los que no son de mi extirpe,
aullaré por si desciende mi rosa-malva,
y que luces me pueblen los cuencos,
fuego quien me viera marchar,
la arista desdobla,
cuelgo a la pulga de un pelo,
me caso con mi desespero,
Sol mío yo cómo era,
este ojo surrealista me desdobla,
y subo su araña,
porque yo no tengo superior ni nombre,
que yo haya elegido,
soy un cuaderno de cabeza y manos
en pluma de humo de mi diablo,
porque se siente
sé lo que valgo,
y es más que un billete de reales
como el resto de seres que caminan,
mi subrepticia a veces fiera
a veces esquiva me domina
y esto no es un poema
es un charco en yacija
de sangre mía.
El Castellano Evasto Tellano
SONANDO MI LUNA
Sobre un lejano tren
marcha mi noche
un respiro del azabache
un horizonte profuso de cuarzo
el pulso se detiene
en nube acolchada de plomo
yo no estoy hablando
tú no estás escuchando,
este hierro que llora la luna
es mi profunda espada,
ceñida en albor de soles,
son estos humores que sangran flores,
el destino me clavó una máscara,
me dictó su iris que abandonara,
pero un guerrero sin luchar que va,
mantenme afuera
dentro de la luz de tus brazos,
un abismo me veo caminar,
hace más frío que antes,
el Sol arde más,
dentro de madre luz,
sálvame de mi penumbra particular,
dentro de la noche
se desliza, avanza, nace y muere
el plomo de este cuervo poeta Förüq,
está ardiendo en los cielos,
ha vuelto a crepitar su mentira Diosa poesía.
El Castellano Evasto tellano
CRISOL
Un crisol de cuchillo,
una hija de mi Sol nacida,
llamada poesía,
centelleaba por su llanto,
abría las compuertas
para incendiar al abismo,
y pedir a su madre oscuridad,
a esto se alzaba un héroe inmortal,
Hípsipila nacido de una libélula
y del agua de la fuente eterna,
ojos de zinc cuerpo aguerrido
con los mil vellos de fuego
ojos y fuego de su origen
del dragón volador,
cabalgó y cabalgó,
surcando estepas, bosques
y ríos de valles dulces
en una orilla encontró
una bella doncella de cabellos de rayo de sol,
Brigid se llamaba,
estuvieron día y noche conversando,
se atrajeron y el río vio su unión
de la que tras el embarazo
nació un hada mitad sombra mitad luz,
a la que llamaron Leannán,
tras su unión el padre de Brigid Dios Sol
otorgó los poderes de la tierra
a Hipsipila inmortal,
que a su morar llevaba
que traía toda simiente vegetal,
de aquellas vidas en las que su castillo se hundía
en su profundidad.
El Castellano
Evasto Tellano
Förüq breve recopilación, seis entregas
Hablo desde esta sombra
que me habita,
un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quien soy
soy fantasma que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.
Förüq
II
Tumbado el horizonte
se acuesta mi ilusión,
este mundo arde en un verso,
la decencia queda volcada,
la gente se pierde en el alambre
que sujeta el verso,
mirada a la tijera
y que suene la campana,
todos mis sueños quedaron amados detrás,
yermo el terreno mecía un alarido
por la tierra que no estaba muerta,
vuelo sin suplicio dormido,
la acequia mi sangre lleva,
pierdo el control por quemarme con su luz,
resumen de lo vivido en la esfera de su retina
más que un crujido de mi ventana,
al viento le pido me acerque su latido,
camino por fuera del límite,
anudado el tiempo y sus cuchillas doradas,
sol tras sol, día tras día,
todo lo haría para que te quedaras en mi vida,
graznando viene la noche
por el círculo dibujado por la luna
se cava la llegada del día,
desde el lugar que yo amé antes,
te escucho gritar,
la oscuridad me sostiene
con su manto templado,
vuelo al alfeizar,
tu habitación muerde mi pupila,
el tiempo me vio nacer cuervo,
jamás rendido desde una torre a otra
exclamaba el perdón de los Dioses
por alimentarme de sangre,
llegada la hora
que luciérnagas cuelgan noches en los robles,
se abría el reguero de mi sed de abrojo,
la araña tejía su cena,
yo te esperaba como cada noche,
los minutos derretidos en mi colmillo,
granate albor se deslizaba por la tercera campanada,
tibio, parco, sumiso, el sentido,
se vencía mi sed de nuevo,
concluida la estampa de la sombra,
que araña cada grito en su cama,
danzando mi calma.
Hoy no será una noche cualquiera,
se prende la hoguera,
la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento
yo no me acuesto,
limo mis nervios con acero,
la lluvia canta en mis oídos,
será otro amanecer violeta postrado,
mírame soy el alba de tu amanecer
hoy no me verán perecer,
mírame voy por ti.
Soy förüq.
III
Estupor nacido
tus brazos no están lejanos
a través de los tiempos
todo lo que siento
es un ramillete de estrellas
esperándote en la cruel avenida
de ángeles estrellados en sus caricias
puedes verme caer en mi subrepticia
vida que para en vivo
y me deja verte
resumen de lo vivido
cuando la noche comienza a sonar
yo vengo por el camino de las espinas
hoy que no se bendiga
me mantendré esperando
con mi soledad por ti
ecos de un tiempo
que se desvanece en el vértice
si ese por el que colgar mis ilusiones
gana el horizonte
yo era más viejo a la entrada
de las nuevas visiones
yo cambiaba el tiempo
en la hoguera
al parpadeo estaba besándote
al fulgor crepitando la estrella
en amor latidos sordos de penumbra
me cuelgan las pestañas
todo te lo di
y te di más que nada
me enraízan las malvas en mi nicho
hoy seré yo quien muerda tu cuello
al son de la luna seré el vampiro despierto
a través del tren de la noche
atravieso zarzas y cardos
hasta llegar a tu ventana
el azabache es llorado de nuevo
queda tu corazón de cuarzo
la noche se mueve
mis grillos cantan un réquiem por la flor
se despierta un cuclillo en amor
eres mi fuerza, eres mi hombro
me deslizaré en tu cuarto
cuando las sábanas arropen tu cuerpo
y yo beberé de ti el sentido
hálito de vida en hierro
esta noche de primavera
que corría hacia atrás
seré espectro en oración
hasta llegar a tu puerta
y devolverte a la nueva vida
tiempos negros me trepan
cuando su eco sordo
baila en mis pestañas
me fumo un cigarrillo
a la hora que lechuzas despiertan
se oye el resquemor de tu ventana
mis colmillos brillan
tú dormida sientes frío desde tu cuello
a tu sentido
visiones de tu nueva vida
te entran despiertas
y yo ya no estoy en tu cuarto
por las violetas nocturnas
recorres la grama de tu patio
comienzas a explorar tus nuevos sentidos
y escuchas en tu cabeza
bienvenida a mi mundo.
Förüq
IV
Resueno
en el borde del papel
la condena dilecta
que marca un futuro
en subrepticia subyugada
a la luz vuelta oscuridad
del alma deseos de sangre
que jamás se cumplirán
solo la sed de vida por gastar
besando en la noche la sed
de vida ganar
asesinando creencia,
aliento y latido
en la oscuridad vuelta luz
un silencioso lugar
sólo el latido escapó,
el espejo no refleja
lo que reconozco
y mi vida va quedando atrás
solo tu mente atrayendo
para sentir el aliento.
Deshaciendo este frío
hojas y hojas de pensamientos
van cayendo
cuando me paré a mirar tus ojos
que ahora no puedo borrar
ni en oscuridad.
Te voy viendo llegar,
tu calor y corazón latiendo
estáticos dueños
de su tejida existencia,
te veo en paciencia
y me voy adueñando de tu pensar
mas que sangre
quiero cerca tu vida
para yo sentirme con otra
que hasta alma tiene,
y se va desgastando el camino,
los pasos trazados
se vuelven ilusiones.
Un día derretido,
el segundo quedó en vacío eterno
sin manipulación
de un ser superior
no puedo ayudarme
en este frío y vacío espacio
cada noche
deseo sentir tu amor
algún día
para siempre.
Förüq
V
Avanzo despierto
las sombras por carretera
del mundo inerte
que vive en la sangre
por brotar yertas espinas
grazna el cuervo del lugar
y los altares gotean
sangrando murciélagos
ojos ausentes de sus ojos
que juzgan en su mentira superficial
qué necesitas
cuando todo suena a final
y el circo de la sociedad mece
y teje tu actividad
rojos al mirar
guerreros del abismo soñados
no cielo para vivir
eterna batalla espiritual
del interior de la tierra
llueve de nuevo
nubes se derriten
plano elevado en vida
único libre de acto y pensamiento
al océano de hierro y construcción
solo un deseo que se pudra en albor
y el resurgir venga
brillando sangres
mas lombrices maldiciéndose
por haber acabado su hogar,
desaparece y viene la oscura noche
a pesadilla mece el sonámbulo devenir
de quién me habla en mi cabeza
diáfano cuarto donde se clava
el sembrado silencio
donde el respiro cuelgo del techo
crujiendo paredes el sentido
me nubla los ojos
hay algo que me llama
es el hambre de la caza.
Förüq
VI
Iba la tiniebla bajando mi escala,
iba vestida como florece una roca
de anchas y hondas calzas,
desertora de la mundanal zozobra
que me acusaba,
bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,
entonces abrí la ventana y apareció su madre,
azogada, cansada de ocultar la luna,
abrió sus oscuros párpados
y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,
para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.
¿cómo?
Entonces encendí una lumbre,
y lentamente devoró aquella madre oscuridad,
mientras yo escribía una elegía,
posó mi ventana un cuervo,
que dijo: -Noche siempre.
entonces un vil recuerdo de mi Sol
cruzó mi mente,
yo que le creí invencible
ahora la luna era una esfera negra,
un espectro se colaba por mi ventana
era una mujer sembrada en sábana,
me acarició el hombro con su manecita helada,
ella que dudaba más de su existencia
que la propia duda,
entonces miré mi imagen en el espejo
y la imagen me devoró el rostro,
ahora lucía una piel pálida
como la arena
y unos colmillos que atravesarían la madera,
era el inicio de mi condena.
Förüq
VII
Mi polilla desvencijada
nace del espejo que crepita
una boca de esfera y su artificio,
revoloteos en torno a la bombilla
que más quisiera ser ella la estrella
que te atrae
tu noctámbula sed
de espinas blandidas,
un viento lunar se reposa
en mi ventana,
siega del mar oscuro
que todo tiñe de malva nocturno,
hoy estoy aquí
ante ustedes cigarros
para latir
y que vuestro color
sea expulsado,
recibo que acuso
ponlo en mi pierna
caminaré el infierno
por si consigo pagarlo
con mi sangre algún día,
serrana se torna mi almohada
de su musgo y lozano rostro,
por el canto de este caracol
que ya no late se quedó seco
en su intento,
es una luna menguante
y su aguacero litigio áspero,
un iris y un prisma lejano
es mi hombría un surco
en mi jardín de cementerio
por el estío rígido
y sus cristales de hueso
de un sol
que le enfadaba su luz.
Evasto Tellano
VIII
Seco y duro, seco y umbrío,
corría el linde quieto
por la arboleda despejada
daban las tres y treinta
de la madrugada que se marcha
por oscuro diván de la sombra,
un espejo tímido sonaba,
el reloj paraba,
con un grito de estrella,
su alcoba fría en la que despertaba,
no quedaba viento de palabra,
ni pensamiento agil que en eco no quedara,
lanzó aquel espejo contra el suelo,
y rápidamente sangró un borbotón de sombras,
se abría la noche y sus quimeras despiertas,
brotaba de su ceniza de pulmón,
el irisado que la oscuridad clama,
quedando para siempre
su alcoba fría y vacía,
sombra de aquel que sonaba una noche
que ya escapa.
Evasto Tellano
IX
Una flor vino del cielo
a la puerta de este mundo.
De sombras libró
los sentimientos puros de corazón,
la señora de las flores silvestres
la adornó del color de la noche.
Luz de luceros caía a ella
sangre de oro, polvo de estrella
quién era la más bella
dormida su nota suspira
única dama de la noche
gustaba la flor llamarse
llave de este mundo
con el mundo de lo inerte
la visión
de espíritu suplicante,
blanco vestía, en traje luminoso
sus pétalos abiertos al valle,
de la niebla y la bruma,
valle de árboles cantores
y nereidas como hogueras,
de bellas súcubos en las cuevas,
rezando los guerreros de ojos rojos,
de druidas los lobos,
y de las sílfides los prados,
las margaritas y las hiedras
que las ramas trepan.
De las salamandras de fuego el hierro,
y de ninfas el agua,
dioses combatiendo por el cielo,
mientras reyes celtas
con el deber de serpientes
poblar la tierra
como aconsejaba la tradición.
Para en prosperidad reinar.
Si en sueños llega la 1:30
bien vistosa te veo,
bien dulce te siento,
bien fiel te oígo dentro,
si nací ciego para verte con el corazón,
si no todo en la vida vida mía
con los ojos se ve,
dime sombra por qué has enamorado
cada parte de mi ser,
si existes por qué insistes
en transmitirme como sientes
si ya dentro vives,
si ya de ti me tienes,
si ya has asesinado mi soledad
y feliz voy a vivir contigo la eternidad.
Con hueso y fuste un fiel desespero,
vio reinar el cielo
única dama de noche desvelada
por ella azucenas nocturnas
su pelo acampaban,
en oro y sangre
se alzaba este lobo
por encontrar la paz en su mundo,
trémulo desliz nacarado
fuego en la piel
hierro fulgente de estrella en los ojos,
me acompaña tu latido fiel de la noche
que cierras con un beso al horizonte,
con garra y letra inspiras este ser,
por el camino de nunca volver,
eco sordo de oscuridad
mece tu mirada,
al viento que aúlla tu nombre
hada fiel de la sombra
que tu Hipsípila te llama,
cuando todo lo suyo es para siempre
un tiempo que se resquebraja dormido,
la puerta de este mundo no encontraste cerrada
hoy te amo retorciendo tu esencia en mi cuerpo
se congeló la maldad
derrota su caricia brilló mi bondad
refugio de tu latido con el mío
a las flores por abrir en mayo
es nuestra comunión de estrellas
es mi vida en la floresta
donde enarbolar
tu belleza sin igual,
allí solo allí que entone mi grillo,
abriendo un suplicio de todo lo vivo.
El Castellano
ESCARCHA DE LUZ
Hilvanando sentires de plata
en estrofas cuarteadas,
quién a acompañarme baja,
mi yunque despierto se alza
entre madrigueras del sueño,
danzan las procesionarias en fila,
queda desolado mi alfeñique
que canta en el clavo esta vez,
un retal con retrato de quien fui,
las pupilas en orden caminan
el horizonte del cielo,
mi aljibe de cobre será sentido,
es un nido de grama
donde corretean versos de espuma,
chirría la carcoma
la madera de mi espalda
donde sostengo la sombra de Caín,
encumbrándose de la fiera
se alza mi bella entera
gritando por más oscuros sentimientos,
¿Puedes sentirlos?
¿Puedes sentirme?
camino fuegos
hasta complacer el ojo humano,
destrenzo el sonido de los árboles,
es un cuervo quien soy yo,
es un alarido que alza la noche,
por entre sillas desnudas
del alba sin final ni comienzo,
que sólo juega y ríe con las luces,
despistando flores,
entre ruego y plegaria
mi lamento tornó crujido de mi mecedora,
es una vid y un olivo que vive lejos ahora,
una linde en cruz con señero,
un agujero abierto
es una herida abierta
mi pozo con palabras en vez de agua.
Evasto Tellano
El Castellano
YUNQUE DESPIERTO
Construyo mi silencio,
esculpiendo bustos
que no deseo,
me rodean pensamientos
como martillos sonámbulos
quisiera dejar
de ser yo quien hable
que hablen ellos
de su negra estación
que se alimenta de mis sueños
para volverlos pesadillas,
hablé bueno ladré
a mi amor que no existe,
no me contestó su voz,
me contestaron sus lágrimas
por sus sueños no materializados,
quisiera apoyar más que ladrar
pero mi mundo volvió sortilegio de espinas,
ni yo mismo puedo dejar este reflejo
amargado que me habita,
este corazón dejó su brillo
su escolopendra huyó a un paraíso
en el que no duele su mandíbula,
mis ojos cansados ya no juegan
con sus dolores,
anclado al firmamento
quedó este lamento
que quiso ser poema .
Entonan las riveras de mi sed,
un crepitar en estruendo llamado,
de almas sencillas, olvidadas,
en dulces espinas de abrojos
su lago férreo sensible al tacto,
un momento danza atrás,
y desperté para no saber quién ser.
Evasto Tellano
El Castellano
SIMIENTE DE ALMA
Hijo de la sombra repleta y de la luz
avanzo firme en un sentido,
cuando mi sol duerme yo estoy despierto
y te ansío para florecer el viento mi humor vivo,
por si vivo jamás celdas podrán silenciar mi trino,
que se alza sobre los mortales,
meciendo versos en paz y sosiego,
dignos de los altos hombres,
afilándose mi muerte sobre la grama,
no pedirá que calle,
este trino que se blande,
fiel testigo de mi sino,
que en amor vence sobre lo desolado efímero,
hálito hilvanado desde un confín al astro crepitando en albor,
hoy soy yo elevado corazón,
bajo relamiéndome el alma de cal y brillo,
cruzando firme mi sendero que lleva a verte mi amor eterno,
retales afilados caen desdoblados,
se dibuja mi silueta en la penumbra,
oscuro opaco de tu vítreo trasluz,
dime por qué sombra no te alcanzo y te abrazo,
fiel compañera débil en la oscura tiniebla,
se mece en luz mi vida
para descubrir eterno el sonido,
desmochado mi nido,
desmigájame en partes,
mantén con vida este corazón que te habla,
estoy medio vivo, mantén mis miedos aparte,
sólo tú cruzas mi mente,
en este nicho de vida voy cavando mi dulce muerte,
para resurgir llegada la hora en flor de niebla y trigal,
pasada una vereda corriendo por la rambla
se mece mi vida entera,
encima de los fusiles mi alma deslumbra,
sólo la oscuridad entiende de sus crímenes,
me ciega la luz del sol al que amo con ardor,
destellos al fulgor que bajo de la montaña a la tierra
rigiéndome en amor, esperanza oculta
hasta fundirme en tornasol,
de la sierra a mi valle luce mi talle
vestido de caléndula y ababol va mi cuerpo
entonado en un caracol,
la línea de mi historia
la describen horizontes y visiones dentro de mis ojos,
va mi alma en destierro buscando su amada,
me mantengo seguro pues Margarita,
tu persona entraña el amor y el reino que quiero,
sueños atrás estoy contigo
una vez más,
afilándose mi verbo en el ramaje del alma,
que clama que sólo contigo
este guerrero partiría su alma.
El Castellano
LLUEVE MI SER
Habrá un silencio ocre,
la pianola de mis dedos
escupirá versos de cobre,
la tierra cerrará en valse
escurriendo por tus labios
mi ahogada serenata.
Abrirá mi colchón marino
una sábana de algas,
para naufragar flores y rosas
el alba conjugará besos de mi sed,
encumbrando mi anochecer,
cantará mi martillo,
sobre el yunque sonámbulo
de mi cuerpo.
Se afilarán mis cuerdas vocales
para cantar:
UN HORIZONTE INMENSO
un cielo emplomado,
ella es Dios es lluvia,
es preciosa sonata
de hojas bailando
el origen de savia
ha estado oculta
su bondad, por miedo
a que puedan hacerla daño
por creerla debilidad,
siempre aplomada
por venas razones
que enjuician
y la apresan
por quien ella no es
así se decidió
por la vía rápida
ser única, ser sólo la mejor
porque no tenía rival
ni semejante
ella era lluvia,
lágrima de los Dioses,
cuchillos de raíces,
la única bendición,
la única destrucción,
eres portal de vida,
eres más que tristeza del cielo gris,
eres un motivo para vivir
para nosotros los seres de tierra.
Evasto Tellano
El Castellano
QUIÉN TE TUVIERA
Estabas y no estabas,
estabas en el viento
que roza las sienes,
estabas en las hojas de los árboles,
lejana y cercana
según seas mirada,
me acariciabas la mirada,
te alzabas por cumbres nevadas
y cuchillos de grama
te gritaban,
te encontrabas en la margarita
sencilla del prado,
cuando la flor te posee entera
y no hallas más brazos
para jugar,
ríes y lloras sin parar,
la tristeza tornas
con melancolía
de quien te observa plena
como un rayo de luna,
como un horizonte malva
estampado en estrellas,
como un río y una mar,
no giras,
eres belleza sin igual.
Eres madre de la naturaleza,
principio y causa
de toda era
desencadenante perfecto
en eterna hoguera,
un ojo de un cuervo
te observa,
siendo de la noche
quimera bella,
siendo del día
laborado panal de abeja,
eres realidad
estás en silvestres aguas,
en la fiel madera
del árbol que te lleva,
eres agua de la rosa,
sudor de todo amor,
estás en la cueva
latiendo su estalactita,
en cada corazón vivo
y en cada azar de muerte,
eres sonido de viento,
sonido de trino,
una senda incontable de todo camino,
estás y eres fuego, elemento vivo
en la simiente y en cada alma que te yergue,
estás en cada palmo de tierra,
en cada siembra,
en la simiente que espera,
estás en cada planta
hasta brotar en mi garganta
cuando intento plasmar poesía,
estás en todo lo creado, por manos
del Creador Universal,
Belleza eres madre de este planeta
y del humano ser
acaso siguiera.
El Castellano
Evasto Tellano
UN NIDO DE GRAMA
Cuánto afán se midió en la estrella
donde el tiempo amansa y se acurruca,
es un afán perpétuo que deslizan los temblores
de las femes sus cabellos,
no fue azar ni ternura cabe
por la sombra que tiñe verde
mi cansado amor,
cuál charco se vende a mis lágrimas,
por una grieta acababa yo de irme,
cuando nació de mi poema una escolopendra,
escaleras a mi Sol carcomido en busca
de un crujido invierno,
de mi desvalido sueño
por el que dejar algo más que mis ojos claros
al mirarle,
voy con mi canasta de limones
allí donde las mozas trenzan sus ilusiones,
mi caracol tiene su canto afilado
por los soldados que violan espigas,
soldados alados dónde irán,
una casa se construye para que viva siempre
la ventana pedigüeña del hijo.
profuso monte desvalido
del olmo que vive lejos,
es mi savia un poder de dar vida a mis injertos
poblados,
una furia que atraviesa
mi vena de luz,
donde juega y baila mi amado murciélago,
en su colchón de luna.
El Castellano
Evasto Tellano
ALJIBE DE COBRE
Mi timón es una cárcel,
mi vela es mi mano,
un dulce enjambre de estrellas,
una sacudida sin despedida,
doblando, desdoblando mi avenida,
ya no te amo subrepticia,
el origen de mi Sol,
quedará en imaginado
surco de su haz,
viva que vive mi caracol,
es un canto naranja,
es una entrega de rama lejana,
un hotel del cielo en mis dedos,
es un paraíso sin piso,
hoy agito hoy cuelgo
mi decencia y su amapola,
nazco del precipicio,
dolmen de mi escudo,
de mis ancestros esculpidos,
escritos en bronce,
fieles cuchillas del linde sin dueño,
espíritu de mi árbol,
sosténme bravo
en este desempeño,
que rebanaré el viento,
alcanzaré el sonido,
fulgurado brillo
mi compás que marca
la Guitarra de Gerardo Diego,
mi pozo y su aljibe,
con aire por alas,
con abejas por palomas,
será una casa
para las golondrinas
este azar
de entre los mortales,
caminará mi dicha,
su gozo
fumando mi cigarrillo.
El Castellano
Evasto Tellano
CAMINO DE TIERRA
Empeño asolado
al fanal infinito
de las flores del campo
diestro me dirijo hacia la muerte,
por coraza mi pecho,
por yelmo mi palabra,
un fiel reflejo por escudo,
es todo lo que pudo la sin razón,
es todo lo que llegó
al río de las almas,
dulce estampa de agua
la novena estrella me cabalga,
oscuro linde de mi vergüenza deslumbrada.
ojo de mi ojo,
vida de mi zarza quieta,
una fiel hoguera
rastrojo al fuego de mi quimera,
es mi sed verdadera,
escarpada cumbre del hombre,
yo lato sin nombre,
sentencio a mi olvido
a no volver jamás,
a este recipiente
de sangre que porto,
resisto aleatorio,
en este panal de escombros,
me enraízo lejos de este mundo,
me desdoblo en dos dimensiones,
las vidas de un día que me enjuicien
que mi camino no termina,
montaña, yo soy la montaña,
el Juez Supremo ya me dictó mi sendero,
que yo me he ganado,
que yo he tejido,
y que las lombrices
sigan siendo lombrices,
que yo sé donde dirigir mi vuelo
de cuervo poeta,
mi semblanza única
camina sobre una araña,
boca sin besos,
en cuarto umbrío,
me teje ella Litcher la llamo,
un destino,
un encuentro sembrado,
letra que complace mi tejado,
resbalarán las aguas,
mi navío fue llamado al negro puerto,
siniestro yo el comandante
sigo mi noche
que ahuyenta que se estampa,
mi letra quedará en mitad de tierra,
porque toda materia
es y será polvo de tierra,
un rezo y un ruego
para que sean iguales a mí
cuando me toque zarpar
al otro puerto blanco,
sin retorno.
El Castellano
Evasto Tellano
OJO DE UN OJO LABRADO
Arde, miel elaborada
al afán sin mesura
se desmembró mi atadura
desde la luz del día
dentro de la oscuridad
me vuelvo a ver brillar,
el camino de la zarza mece la espina,
destino teje mi araña,
un ojo dentro de un ojo,
un rasguño de gato negro sí el mío.
No puedes mentirme dentro de mis ojos
donde se encienden más de cien fuegos,
los albores quedan cojos,
crepitan los ayeres en rojo,
voy surcando mi vida quieta,
para deslumbrar
relumbrando mi hoguera,
queda la esperanza
que mi vida tejió entera,
sinos y demonios
arropo en la mirada
hasta colmar la bravura repleta,
todo lo que vio fue mi quimera primera,
por si brillo en el lucero quédate, sujétame
que me sostiene ella,
caminos al fuego del resplandor dorado
tornado en ilusión hoy surco tu amor,
y créeme me blande tu calor,
por este astro mío que ya no luce apagado,
es de nuevo el tiempo de la construcción
dentro mis ojos,
trabajando en la mina,
por cavar hacia tu corazón
suena el túnel al albor,
canto en la tubería,
grillos me acampan las pestañas,
para tu oído mi te amo quiero llevar,
bravo y condenado
a tu corazón atravesar
cual flecha siniestra de esta ballesta,
que mi boca dirige a tu entraña bella,
vive mi araña, por el telar de sus letras
se rige mi poesía,
puedes habitar mis ojos
donde el piropo arde sin mesura
su compostura,
eso sí no puedes escaparte,
avanzo para traerte de un brazo
fiel a mi regazo,
mi vida se dibuja de un trazo,
infiernos y abismos destruyo a la par,
hilvano mis ilusiones
para dejarlas cocinándose,
la luna me contagia su sonrisa,
cuantas noches la vi en duelo,
por su vida daría yo mi vida,
yo alzaría en mi pecho su bandera,
la noche que reina
desaparecen mis tormentos,
estrellas en el cielo brillan su cruel reflejo,
para gobernar tu bella calma
hoy por hoy, ahora por ahora
mis lágrimas cayeron germinando
en flores de luna,
no me llores de nuevo,
reza por mí,
el silencio deshacerlo
reinas tú lo alto del cielo
por las noches alzas mi firmamento
a ti te acompaña mi lamento,
servir flores silvestres en este jardín de rosas,
alzame bello un sonido te devuelvo su eco escrito,
puedes ver a través de mis ojos
que el firmamento cae cojo
por mis retinas se dibuja sangre
y nuestro mundo en rojo,
te avanzo el sentimiento en arrojo,
loba luna llórame una flor de luna,
la noche que llora su azabache
su cielo tiñe de malva
no me pisarán ni muerto
nuestras rosas del alba
para, se acuesta y mece
su azucena nocturna
que crepita doble el nombre de la luna
condenas atrás me rige la libertad
lunamante de decirte,
que locura por ti sólo hay una
como luna solo existes tú
y tu espiga que en luz habla,
bañada por astros a tu espera,
por si vivo y vuelvo a nacer
que sepas que tú reinas mi camino
del verso y su plata
por el añil de tu canto
y mi certeza
que yo te amo.
María Margarita.
El Castellano
Evasto Tellano
TIERNA FONTANA
Ríos que me tibian el corazón,
eslabones de sangre,
¿Dónde está la paz, dónde está el amor?
ríos de sangre se comen mis venas,
cada tropiezo,
otro borbotón,
otro alfeñique para mirar,
¿dónde quedo yo?
que el sol sea mi pena,
cantando espero mi triunfo,
se afila mi papel,
crepita mi alma,
tropiezo con la tiniebla,
hoy navego sobre mis versos,
aliento de la sombra de la creación,
hijo de la luz y de la sombra,
no acabaré de irme,
no cesará mi terco aljibe,
enamorado sin luz avanza
parco el sonido,
deslumbrado albor,
desnudo mi árbol,
hoy centellea mi rayo,
para decir que yo aquí no he muerto,
se viste mi sangre de caléndula y margarita
por si vuelvo al desliz de mi vida,
pasajera de un caudal
que mi entraña mece,
piel con piel, dolor con dolor,
enamorado corazón,
hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,
estoy latiendo en el umbral de los dos,
mi sangre está llorando,
el cruel desliz de la parca efímera,
me siembro en los campos para perderla de vista,
suenan los trigos, de la verde espiga al girasol
se viste brotando mi amor,
viene a plañir mi alma
por el sendero sin prisa,
se alza la dicha,
mi ser crepita el alma,
hoy me visto de espiga,
y que el campo me enternezca
al cuchillo dorado de la piedra caliza,
hoy mi amor al albor
gime por su caricia
y que el alma dolorida entienda
que ella Margarita es mi vida,
por este siglo y los que me quedan,
escrito yo en la piedra.
Lima el albor mi nervio,
aliento cruzado que cae tejido,
la ilusión se hace nido,
borbotones de sangre que crepitan,
alcanzo la cima,
el sentido cae dolorido,
de vid y espino alcanzo el sonido,
al compás de un famélico ciprés,
mi alma dirá viviste,
encontrando la flor
por la que mi mundo se desviste,
rayos a la aurora
para su fiel investidura,
flor de niebla que avanza
mi umbral se desvanece,
bullen las fuentes,
el río es otro río de sangre más,
lucen las mortajas coloradas,
fiel desliz que cruza mi alma,
desgañitándose el alba,
el amor por parir una flor,
elevado al rayo de sol,
quién te viera quién te vio
rasguñado tornasol
se desangra mi campo del girasol,
millas aparte mi nombre se blande,
el beso me derrama las mejillas,
en albor quedan las caricias,
de la piel escritas, sentidas,
danzan las estrellas,
me vuelvo a ver en tu vida,
donde el te amo formo bandera,
y en tu ser queda,
resquicios sin nombre
que el ser come,
la rosa y la espina gimen
en tu nombre,
avanzo el ser resguardado,
sin franca escalo la tapia,
a tu cuerpo me encaramo,
hoy soy de ti
como el pájaro a su nido,
como la sed a su agua por beber,
como el río a su montaña por descender,
como el caracol a su mata por comer,
crepito el fuego que me brota
por tu corazón,
soy yo sin más razón,
tránsito veloz,
tu calma y su verdor,
me visto de malva
gimiendo una runa en el sol,
me anclas el gozo en la flor,
me blande el coraje
por el viento exclamo
mi valor amarte sin condición.
Desde mi umbral a la flor,
cantas mi canción,
te aúllo un caracol,
mi vida tornó a mejor,
irisado rayo de sol,
una fuente y un diente
un afilado canto irisado,
hoy acepto mi destino
porque muerto vivo si no te miro,
tengo tu imagen enraizada en mí,
es por mi sino que maldije,
pero hoy después de tanto
tengo el sendero labrado,
mi cuclillo trina al infinito horizonte,
mi ser se hace grande,
mantenme afilándome en la piedra,
hacia el centro me quedo exhausto.
para pulirte del alabastro.
El Castellano
LILIT SOMBRA DE EVA
Hija de la noche así te llamo
un sabor digno del amaranto
que la luna encierra tu canto
entre oscuros reclamos te vistes de encanto
los grillos lloran tu nombre
en esfera de azabache te haces certera
el viento es tu incipiente respiro
incesante, desvencijado halo de sangre
despiertas por el latido que llora tu nombre
por el que la polilla es reina de la estrella
ese que plañía la noche
cuando la sombra se hace eterna
gimes en las fuentes de primavera
un beso de horizonte malva
el espíritu lleva tu nombre grabado
como desvelo consumado,
aire es tu apellido engalanado
a la novena estrella sin luna caminas
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ries y lloras con la lluvia
la tormenta es tu carcajada
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos
un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón,
volar contigo como si el mundo no importara
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar
musa incipiente del artista
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.
El Castellano
HIPSIPILA COMPLETO
Entre sierras y montañas
de verdes y valles de ríos sangrientos,
ven pasar la espada de Hipsipila
árboles milenarios
asolando a los caídos,
ven lejos los astros prepotentes
de sí mismos,
desconocen el hijo del viento y el Sol
que va por los senderos,
¿Dónde irá ese hombre?
-Sólo él lo sabe,
a una princesa vampiresa
le prometió una flor
de la montaña más remota y alejada
pasada la Torre de Hércules.
Con raíces la trajo,
sin un solo pétalo perdido
ni hoja caída,
a la orilla del río la puso,
a la orilla del río ella la quiso.
Cada primavera iba a visitarla,
cada primavera su flor
de color distinto vistió.
Un año notaron triste a su flor,
extrañaba su montaña.
Su amada le pidió piedras y tierra
de donde fue encontrada,
a si lo quiso, a sí sería.
Al llegar a la montaña
en el lugar de donde estaba la flor,
allí una serpiente sabia encontró,
cual ella le dijo:
Si muere esa flor morirá tu alma,
-¿Qué misterios entraña
pues dicha hermosa flor?
Es hija de los cielos como tú, contestó.
Sí quieres saber más pregunta
a la reina de las mariposas,
que yo estoy tomando el sol.
Cogió las piedras y tierra y marchó,
en el camino una mariposa
se posó en su hombro,
le dijo al oído
sígueme mi madre te espera en el bosque,
allí fue,
la reina de las mariposas,
le dijo que esa flor fue
de las más antiguas en crecer
después de los helechos,
tan antigua que tenía
capacidad de sentir intacta
como los humanos.
De ella se despidió
tras darla permiso
para beber de su néctar.
Rodeando la flor
puso la tierra y las piedras,
decidió tras el consejo
de la serpiente y de la reina mariposa,
visitar a la flor cada mañana.
Su princesa también se alegró
y del bosque un lobo para Hipsipila
regaló,
en amor juntos vivieron.
Un día la flor se cerró,
en su interior
semillas latieron hasta
caer a la tierra
con las primeras lluvias;
de cada una de ellas,
brotaron plantas jóvenes
con los colores del arco-iris en sus hojas,
de cada semilla
de esa antigua flor
despertaron las hijas sidhe;
hadas que cuidaron el bosque
y cada arroyo, esa fue su leyenda,
un cuervo un día en su ventana posó
dijo con amplia voz:
A la tercera luna llena
vuestro mundo caerá en guerra
solo el tejo milenario de las runas del padre
tuyo Hipsipila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir
y a vuestro lado luchar
el árbol inmortal solo pedirá un acertijo
para ayudar mi nombre que es Förüq
os ayudo por traerme sustento cada día
desde que sigo a vuestro lobo del bosque
de la sombra y el manantial eterno.
Hipsipila, crisálida azogada,
reflejando su muda,
y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomado,
lejano y distante su reino de amor está
como su princesa por capturar,
el pájaro único, igual a todos,
blandea en estiaje gris lánguido,
mientras llueve en el jardín inglés
bruñido su color añil.
Vientre de hierro
donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
a su enamorada luna
que le lleve,
tordo, de la oliva tu fuste
junto con el córvido tesoro
de nueces,
el duende su pipa humeando
el esfumino del sonido del grillo.
El reposo de Castilla
sin preludio de su princesa
que no amará su tierra
si no a su Hipsipila captor de su vida
alba más preciosa
que su anterior atavio triste
mira los ojos de zinc de su dragón
y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgido insecto primero en descubrir
el estanque y al beber
dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
de los valerosos hombres
él con ojos de fuego y sangre
mimetizarse puede y en voz
deslizarse, fúlgidas cabelleras
cual hombre del norte,
nada le oculta a su princesa
que ya más no quiere
seguir sus tareas de castillo
ella quiere casarse con su dragón
locuaz inmortal que le guiará
al estanque de la vida eterna
un pensamiento divaga
del ser en que ella abrirá
el albita de la cuerda
del grillo que marcará su son
en violín y oro caracol
con siniestra forma de corazón.
Grama fría
en la aguja que mece,
que sostiene la enhebrada parca
de la mente que clama
la muerte de la conciencia
y su desdoblado humor.
Gris el hálito crepitando
que cayeron los templos
de huesos mientras
Hipsipila nacía
de la fuente de la vida
en reino inerte cobraba lugar
él lloraba piedras de montañas
subió los montes,
los hielos derritió con paso lento y decidido
a las plantas les dió voz,
el reino del hombre cabalgó
sin entender su religión
que no era basada en el rayo de Sol
Hipsipila cabalgó y cabalgó
Sangrando su dolor en rocío de flor.
Un día se detuvo en un castillo
de las tierras del norte
allí descubrió una princesa
de ojos color tierra
y unos cabellos color de su fulgurado
Sol y su ilusión se encendió
pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa
para luego hacerla su compañera eterna
compartiendo su secreto del manantial
ningún reino pudo más que al
de Hipsipila inmortal que a su castillo llevó
que traía toda simiente vegetal
y todo pájaro trinó Hipsipila siempre vivirá.
Legaba su destino a Hipsipila la segunda
luna nacarada, repleta en el ojo distante
del castillo reino del inmortal albor nacido
crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor
el bosque de la sombra y el manantial
con el que despertó aquel inmortal dragón
era iluminado en golondrineras y yedras siniestras
el lobo corría marcando sendero
hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos
un torcaz mensajero llegó al castillo
con premisa de ofensa para hipsípila
pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte
si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas
contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio
sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen
era el origen de todo lo visible
ÉL, último guerrero de la luz
ya ante el tejo guardíán presentado
humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra
el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol
sólo usted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar
todo yerto ser que en ella
descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida
a cambio para acabar con ésta cruel injuria
que nos azoga el alma y amenaza avanza
no descansa de la sinrazón del humano
-Sólo una respuesta tiene mi pregunta
y su recompensa será escuchada
¿Cuál es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro
que mora nuestras hojas?
-Förüq es la respuesta, contestó Hipsipila
tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre
fue presuroso en compañía de su amada y su lobo
a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura
del cerrajero universal llamado Hierro
al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al únísono
del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial
toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre se iba dibujando
en corazón naciendo del agua abriéndose
una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre
dijo al despertar:
Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra.
Mundo salpicado de colores
de líneas decadentes y sumisas
al poder del linaje
el reino del hombre se alzaba a la tercera luna
como un pintor de batallas
él estuvo allí combatiendo
entre galeras y cañones de fuego
los mares teñidos de rojo Hierro
tuvo que combatir pero regresó a su castillo
allí su mujer le esperó
recordó quiénes fueron sus antepasados
y un temor le invadía
el denominado Diablo y su anterior existencia
con el nombre de Caballito del Diablo
vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.
Le esperaba su nueva oportunidad de servir
a su padre darle un nieto en albor,
la sangre de Hierro le aguardaba
y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio
trompetas de Higueras del Demonio
aquella noche sin luna
cabalgó la pasión de la victoria
con todo el reino de fieras yertas a su lado
codo con codo contra todo humano guerrero
los animales le ayudaban decía la leyenda,
le prestaban sus ojos
la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.
La pasión le envolvía
aquella noche que su mujer se transformó
en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee
y el deseo cabalgó aquel Hipsipila en dragón de ojos de zinc
como su nombre dragón volador voló
adentrándose en el cielo encerrado de su mujer
todos los murciélagos del mundo
fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer
nueve meses nueve días y nueve horas
dieron para que naciera de Leannán-Sídhe
la más bella hormiga León del mundo conocido
esperando hacerse adulta y beber
aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo
de la eternidad,
a espensas del ser futuro que avanzará de su muda
la joven Hormiga León Nepa Grandis.
Pasaron lunas
pasaron soles
mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres
ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal
acompañó a sus padres al manantial
y al beber
fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando
finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón
teniendo comienzo el reino de los inmortales
Hipsipila y Leannán-Sídhe
Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera
de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal
del castillo de Hipsípila,
el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave
en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta
su segunda existencia sin condición
hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida
jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo
dragones volaban rojos amaneceres del cielo
en este mundo sin el humano ser
sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio
los caracoles hacían carreras con meta el la planta
que trajo Hipsipila de la montaña más remota
pasada la Torre de Hércules
los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones
y torneos del reino de sus semejantes
se daban regalos entre ellos
los duendes celebraban coronación ahora
en el bosque de la sombra y su río de sangre
bañado por el manantial eterno.
Suena el río, agua llevaba,
alma de fada silva ella,
bebía en la orilla alegre
flor roja lloró su tierra,
blanca cierva a fada triste
cazador hiere su flecha,
enhiesta espina gemía
flor abierta brotó en yerba,
fada herida ya descansa
latiendo la parca negra,
yace en helecho silente
suspira su sangre yerta;
Enamorado el helecho
una flor mágica asienta,
tambores suenan la tierra
los duendes lloran su fada,
ahora el helecho era ella,
mueven la piedra ocultada
cazador tropieza cerca,
el río ya lo llevara,
fada flor de helecho yerra
duendes cobraron venganza,
cantó lo que el bosque alberga,
misterio de cierva fada.
Fada flor de helecho inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, blanca cierva
cuervos la cena discuten,
cazador ya río lleva,
lleva el río su latido,
campanillas suena yerba
duendes coronaban fada,
fada su vida celebra
los espinos la cuidaban;
Flor de helecho fada bella.
Enhiesta flor fue semilla,
altiva plántula fue ella.
Quién fuera ella, tan linda.
Él fue y es, ella no yerra.
Aún plántula fue fada.
Valor, honor, sí fue cierta.
Él aún duende a ella la ama.
Ella la flor, no era yesca
ellos cuatro siglos ''juntos''.
Los dos sí saben, ''leyenda''.
Aquel fauno cazador cayó al río,
y el duende enamorado del hada
preparaba su entrevista con Hipsípila
debido y lanzado a revelar su secreto.
Ya en el alfeizar de la ventana del castillo
llamó con insistencia al cristal
Hipsipila le vio e hizo entrar
a qué se debe su honrada y grata visita
señor duende
-Pues traigo noticias importantes para usted
de mi origen, mi único secreto de vida.
Muy bien cuente sus nuevas si gusta
-Pues resulta que le llevo soñando
y todos mis sueños me indican que usted es el origen
eterno de mi espíritu en cuerpo
usted Hipsipila fue y es mi siguiente vida
le agradezco despertarme de la entraña de la tierra
para poder descubrir con resurgir que mi vida
no cayó conmigo,
le pido con este mensaje cierto y verdadero
que me otorgue permiso para beber de la fuente
de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo así como usted luce
apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.
El Castellano
Afirmativo fue el permiso de Hipsipila
al señor duende resurgido desde del umbral,
se iban hacia el manantial una semana más tarde
de la visita, algo desconocía el duende enamorado
y era la sorpresa que le aguardaba...
Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna
para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.
Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra
al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados
de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogíó con una tinaja de cristal
agua para la rama mientras el duende se decidía
fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales
sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio
y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal
hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro fundido.
La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto
o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas
era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como agradecimiento,
allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo
injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho hada
al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar
el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas
con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta
un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsipila:
Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra,
su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,
y quedó preñada Lhiannan shee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días siguientes
un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos
eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.
Corría de la vereda a la rambla castellana
el inmortal hálito de quien bebió de ese manantial de la vida,
decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee
llamar a su hijo abejorro Genaro,
él iba feliz cumpliendo recados de su madre
como picar todas las flores del bosque sombrío
y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas
con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad
sin guerras,
un día llegado el verano y su estiaje
planificó Hipsípila un viaje de vacaciones
junto con su señora hada Lheannan-Sídhe
viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte
allí cenaron y de la simpatía derramada
el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende
se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila
a cambio de alimento Hipsipila aceptó,
aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe
reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo
debido a que aquella antigua princesa que habitaba
tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee
que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque
mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo
hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes
necesitando volver a despertar eterna
en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste
el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad
regando el helecho con la flor de su hada
y protegiéndolo de toda fiera
debemos invitarle esposo Hipsipila a que vivan en nuestro castillo
y el duende sea real jardinero tuyo.
Así lo hicieron tras regresar con Culebre
y todo el mundo deslumbró de felicidad.
Canta mi sangre yerta,
de agua eterna
el hierro de mi tierra por sembrar,
trayendo toda simiente hasta desde el umbral
canta la amapola vieja,
sangre del corazón carmesí,
sueña mi semilla despertar,
donde el muerto cave su vida,
y mi cicuta triste,
enraize el paraíso,
de pieles sedientas
y hojas muertas,
corre mi otoño desde la vereda a la rambla,
de la fuente eterna
corre mi frío desde el infierno
al río de esta alma por ganar,
encina yerta de mi piel esquiva,
beso de tierra y vid,
beso de trigo y girasol,
canta mi amada Leana en su mirar
de cuchillo de espiga mi cante,
de zarza y espina mi amor
real como intangible nuestra eternidad,
áspero y rígido,
bravo y valiente,
duro y endeble,
metal y simiente,
pan y niebla,
niebla y bruma me desprende,
desde la boca hasta el pecho,
donde canta mi pasión sin despecho,
vive esta sangre caliente,
lumbre de mis tocones,
nube del cielo por dibujar,
a estampa de sed y viveza por entrañar,
canta mi umbral,
quiere tener soles y lunas sin gemir,
invierno llegas,
dibujando transparentes los miedos,
avanzas cada campo sin permiso,
helando hasta el hielo,
oda de mi sangre yerta,
por mi tierra me arde la siembra,
y el beso queda escueto,
parco el sentido enamora el hálito,
de nuestro feliz mundo
quién te viera marchar,
vestida de olivo y centeno,
de olivo y cebada,
de trigo y espada mi guadaña,
por la calma abrasas la esperanza,
en maldición cantas tu canción,
y los cuervos te rinde pleito de negra ala,
de grazno escondido en cada roble,
del humano yerto ser
desde la piedra a la cueva
abrasas oscuridad mi entraña,
dibujas tu vívida estampa,
donde el tiempo yace muerto,
y solo los duendes te entienden,
solo las hojas buscan su nueva vida,
deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la dicha y la sombra por ganar,
desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,
desde el cante a la maraña,
te canta mi vida quieta
este amor de la mañana
en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira el rojo,
quiere ser río de alma y arrojo,
quiere nacer abrojo,
el espino mece la espina de mi antojo,
y la amapola amarilla,
solo ella abre a la gran luz,
horizonte de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado suspiro de frío,
enamora mi hielo,
donde duerme,
donde reposa el amor de mi sangre eterna.
-Cantaba Hipsipila tras respirar los polvos de hada de Lhiannan Shee
que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida
El Castellano
CUCHILLO DE DOBLE CARA
Tú mi ventana volada,
un cristal que escapaba,
recto hacia el frío,
nazco del suplicio,
no erró mi destino,
se iba alimentando mi camino,
entre yedras desoladas
y su escarcha helada,
era una nueva era,
en la que alzar alas rotas,
y enraizar en esta copa de sangre,
un monte dividido,
un ínfimo horizonte derretido
en azar de lo que prevalece,
un iris y su magia nocturna,
sin razón cabalgada a la novena luna,
titubeaba mi dolor en mi sien,
un despojo pulido hasta que relució,
despojo de mi alma que no quería
que no toleraba parásitos,
era una voz dentro de mi voz,
yo la amé sin importar su naturaleza,
hoy la pido permiso para que me deje descubrirme,
encontrarme desde el hueso a la cabala del muerto,
abierto mi pecho, un despierto retuerto,
no calculo eso es del experto,
subvierto mi agua en este desierto,
advierto a las vidas de un día que mi alma revierto,
y mi ser divierto,
el sentido opaco injerto,
hasta mi dicha pervierto,
quedando mi cauce abierto,
aúllo a mi lobaluna para que siempre sea mía,
preludio de mi posesión certera,
como mi amada Leannan quimera,
de sombra ramificada,
eterna rama asida a mi vida,
paralela entre dos ríos,
entre dos realidades,
razón y locura
una buena y otra estupenda,
hasta juntar en eclipse
las dos dimensiones de quien quiero ser
en un abrojo.
Evasto Tellano
El Castellano
PANAL DESLUMBRADO
Nirvana definición de ruido
enjambre en oasis de mies
adolorida hasta morir en almas,
urdimbres en fulgor
por lo que sólo ocurre
pasado el amanecer del cuervo
un río ungido, unido en avenida
corpórea es por esta sangre
que el destino se cuelga de arañas,
porque no puedo estar ni un día
sin escribir silencio gritado
por estas manos,
la vanguardia que quede
para los que no son barrocos,
"fumando espero
a la margarita que yo más quiero" frase cogida que no es mía,
Porque soy incapaz
de continuar mi vida de poeta sin ella
sin ella mi musa,
porque solo tengo una musa
que es la belleza,
que es ella.
Sin ti,
sin ti hace un mal tiempo que sujeta,
las flores caen mustias abatidas,
el cielo llora chuzos de punta,
sin ti el cielo se cierra,
y el paraíso pide entrada,
el infierno queda pequeño,
la vida se viste un traje en gris lánguido,
el sol deja de brillar,
ahora ciega la vista,
sin ti los árboles crecen hacia abajo,
el mar luce un traje carmesí,
el mundo conocido brota en espinas,
sin ti yo no tengo vida,
el aire se come mis pulmones,
mis tripas se comen entre ellas,
sin ti no hay alegría
en mi ser
que casi viste de negro,
de todo lo que me haces falta,
de todo lo que te echo de menos,
el horizonte queda corto,
para expresar todo lo que te necesito,
muero en silencio como un olmo viejo,
eres mi vida de un trazo,
y te quiero en mi regazo.
Puedo escribir a tus ojos
la cumbre enésima de nuestra teja,
la flor del miedo de que cambies tu parecer
en tu circunstancia de aquellos dos meses
ya paro porque no depende de mí
la vida es apostar
no rescato mi pena
porque si creo en un futuro
a tu santo lado
Creo en ti
no creo en el destino,
puedo mostrarte mi desespero
por el que jamás voy a perder
sin intentarlo
porque te amo y eres mía
Si no lo fueras te aplaudiría
me estoy consumiendo
y lo sabes.
El Castellano
Evasto Tellano
ENCINA SIN HOJA
Tiempo nacido
algún día retorcerán las flores
vivos amaneceres crepitantes
al mirar los astros
lejos veo mi cielo colgado
al trémulo desliz nacarado vuelvo
jinetes muertos se comen mi tiempo
un día caminaré por fuera
veré ajeno el dolor
me carcome el sentido
por el que colgar flores al viento
me enamoré de un espejismo
y hoy sólo siento frío
que juega naipes helados de mi sangre
diestro el viento se lleva lo que siento
telarañas ahogadas en tazas de café
sí esas que nunca tomé con ella
el paraíso de lo sentido
queda lejano como un iris sin vena
dulce cruel estampa
al invento deshojado,
abandonada la razón del periódico helado
queda el fuego vespertino
de todo aquello que duró
lo que el tiempo hace parpadeo
yermo terreno investido
por el que se descubre yerto mi pecho
en la penumbra desnudo mi sino vespertino
me caminan las soledades del hombre
como muertes de mi Encina
ya sólo quedan bailando mis tenues sueños
cogidos de la mano de flores
mi pecho ya cansado de abrirse
florece en ababoles de sangre
mi pulso lo caminan ilusiones
siempre se podrá estar peor
en mi sótano de luz cuelgo pensamientos
y nacen opacos colores
al atardecer de la suerte
brotan mis pesadillas asesinadas
hoy mi Sol agotado llama a las nubes
releven su acto
yo seguiré buscando la flor lejana
hasta tornarla más cercana que mi alma
que ilumine mi vida donde ya mis ilusiones
son un manto de caricias por entregar
como siempre me mantengo fiel a la luz
llamada esperanza.
Luz de virtud a mi encina deshojada,
es un sonido que avanza temblando
por acequias descolgadas del acto,
Encina mía dime qué hice
para perder tus hojas,
invento deslizado
mi dulce sangrado,
es por mi avenida
que la luz se adapta a la forma de la sombra
de su araña,
el oscuro camino renace y deslumbra
por hechos de bondad,
llama mi puerta un reflejo de quien fui,
no contesto yo, será otro camaleón
con mi nombre.
El Castellano
ARRASEN
Poeta sin tiempo,
escriba antiguo
deshaciendo el sentimiento,
vuelvo a caer en tus ojos
miel de dioses,
vuelvo a desangrar la rosa,
crece la amapola
su sangre enraíza
este el mío corazón,
vengo a por tu beso,
vengo a por tu aliento,
vengo a morder tu cuello,
ginetes del tiempo
muertos en este horizonte sediento,
escalé la montaña
hasta llegar al cielo
robé allí tu amor eterno,
ven amada mía
rompamos las cadenas del placer
en gemidos envuelto,
volvamos
al dulce momento nacarado
de aullidos a la luna de luz de plata,
yo lobo celta
yo druida antiguo
vine a por tu beso solamente
me llevé tu corazón
de adormideras envuelto,
las hadas gimieron
este amor eterno,
el dragón verde
me nombró su escudero,
yo de la rama roja
yo espíritu antiguo
amigo de hadas,
leo la naturaleza,
ella me dice
las raíces gritan
las hojas mueren,
el aire se asfixia,
los ríos lloran,
las almas duermen
buscando venganza
el ser humano,
depredador asesina a su madre
y raíces dicen
todo lo que no puede hablar
en silencio grita
pero todo muere en silencio.
Este pájaro de fuego
habita mi cuerpo
demonio antiguo
que habla en poesía,
idioma de dioses,
flores amando mariposas
como amores imposibles
yo alcancé tu alma y esencia,
yo fundí mi latido
y mil veces más fuerte
vengo a derrotar al tormento,
guerrero de mil batallas del abismo,
ángel dorado allí abajo
luchando con legión de sombras
y demonios convertidos a fe,
yo surcaré el infierno
y en la muerte traeré
tu amor de nuevo,
serás mi esposa
aun tenga que revelarme a la creación,
escriba con el demonio dentro,
lit et summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.
Esta amapola canta,
tu amor dentro late
como savia de roble,
vuelvo al inicio del sentimiento,
vuelvo a amarte sin tiempo,
en este lecho de antíguo romance
tu sangre beberé
mi sangre te daré,
eternidad en mi pupila,
muerte sin cielo,
condena a renacer
en segundo estado
de transmigración de las almas,
en letras rompo mi condena
para ocupar mi lugar merecido,
aun mariposa en siguiente vida
sabré en que flor encontrarte mi hada,
voy allí voy al final del bosque del olvido
y te encuentro desnuda
mi caricia te dice
un te amo
tu sonrisa despierta el beso
en instante eterno,
a verso lanza y garra,
rescaté el amor eterno,
nací de nuevo en tu corazón preso,
agarré tu piel
bebí el placer
respiré el fuego
probé el vicio y el demonio
quisieron a golpes
matar mi inocencia
hoy he venido a vencer
mi pasado maldito,
he venido a aceptar a los Dioses
como fuerza celeste,
aun rebelde mi fe nunca murió
hoy como ayer luché
y tu calor tu amor
tu rosa tu piel tu seda
tu bondad pura me regó,
flores crecieron en esta mía entraña,
el sol iluminó la oscuridad maldita,
he venido a casarme contigo
ha hacerte mía
como nadie te ha hecho
a despojar al tiempo de sus ataduras,
a eterno morir en tus besos,
he vuelto y el mundo temblará
porque de nuevo siento amor,
el corazón siente fuego,
el alma estalla en luz de lucero,
el espíritu habla más allá
de sombras y te abraza,
la batalla como la primera venida
será dura pero de nuevo venceremos,
a mi la fuerza,
a mí la esperanza de la nueva lucha,
a mí la bendición de diosa luna,
a mi el poder de Dios Sol
a mi su furia de fuego,
maldigo a quien destruye este planeta,
maldigo a quien destruye a diosa Flora
y a madre natura,
jamás mis manos mataron un animalito,
como celta en armonía vivo
con la naturaleza de dios Padre,
Conchobar Mac Nessa dentro
hoy tu poder siento,
como serpiente antigua
eterno viviré en esta tierra,
y cuando el hombre se destruya
por avaricia el mundo seguirá su curso sin él
y la naturaleza apoderará
las ciudades
no habrá ningún ser tan dañino
como el hombre,
los cielos se volverán rojos
el cielo llorará sangre,
los ríos sangrientos envenenarán
y el eterno resurgir vendrá,
lo más hermoso de este mundo
es el paraíso de la naturaleza
pero para el hombre lo más hermoso es el oro
y el dinero demonio,
vengo a amarte sin tiempo,
vengo a crear mi eternidad en el cielo
como en la tierra,
vengo a caminar las aguas
a romper los hielos,
a fundirme en fuegos,
a incendiarme de pasión en tus ojos ,
vengo a destruir mis cadenas
y amarte libre
como el pájaro a su vuelo,
yo pájaro sin alas,
yo pez que cortaron sus aletas,
yo hombre
que jamás pudieron cortar su libertad,
a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,
en tormenta tendré el agua de tu boca,
en caricias prenderé esta hoguera,
en tu corazón sembraré la amapola
eterna del amor que quema,
ninfa mía ven ven conmigo
a esta tierra de fuego,
luna mía ilumíname el camino,
sé mi amparo ,
sé mi abrigo en noches de humo,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
elevar mi canto al cielo,
arroparme este fuego
que dentro tengo
en fe os sirvo como druida antiguo,
os pido bendición,
Artús dame tu fuerza,
Cernunnos caza al cazador,
Taranis riega estas tierras
salva los pocos bosques que quedan,
Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,
ofrezco este humilde canto
a todos vosotros con esta luz
que me queda darme fuerzas
en este amor que comienza,
eterno vivo eterno muero,
eterno sirvo yo guerrero antíguo
yo druida de la rama roja celta.
Los dragones volverán a surcar el cielo
y no habrá clemencia para el mal,
serpientes antíguas la lucha sigue viva.
Este mi humilde canto
temblará en la tierra ,
iluminádme este amor que siento
y que de mi alma se apodera,
amada mía sé mi sombra
como yo soy tu luz y tu calor,
sé entera mía como el pez a su río ,
y la piedra a su montaña,
sé mía como el árbol a su tierra
y el ciprés a sus muertos que vela,
sé mi amparo en la batalla
hoy de nuevo como ayer
juntos veremos el nuevo amanecer,
y la luz que cegará la tierra,
no hay miedo porque te amé y te amo,
aun ciego mi amor
te seguirá perteneciendo
como la abeja a su flor,
no habrá poder
que pueda separar mi alma
de tu corazón,
eterno te serviré
aún tu esclavo mi reina
te haré la mujer más feliz del mundo
aún en la muerte
mi alma seguirá el camino a encontrarte
y eterna tenerte,
no me desampares el camino duro,
sé mi fuerza en la lucha
nuestro amor ganará
y derribará el mal
que nos quiso sangrar
y en vida condenar,
la felicidad sigue viva
como la amapola florece
cada junio en el camino
te amo y lo haré
aún tenga que enfrentarme al mundo.
En el bosque de tus ojos quiero perderme.
En el campo celestial de tu mirada
vivo y quiero vivir, siempre.
Del paraíso de tu cuerpo,
soy caricia de lluvia,
soy melodía de viento,
soy te amo sin tiempo.
Porque de tu corazón, soy eterno,
Y tu amor es lo más bello,
Y caigo en el sueño
en que abres tus pétalos para mí
bajo aquel árbol del deseo,
y crecen las flores
y el lago emana
de la belleza de tu alma
de las violetas y amapolas,
del jardín de la alegría,
eres tú la ninfa mía.
Y las flores de malva tienen envidia,
Las rosas celosas crearon sus espinas
porque mi amor fue para ti.
Las campanillas más sencillas,
crearon en flores sus voces,
en notas de amor al que llaman
y buscan trepando y enredándose,
en la maleza y la piedra,
el helecho en duelo
rechazó la flor y la semilla,
a esperas de ganar tu amor,
con sus hojitas en belleza
que se despliegan como un caracol.
Las droseras ansiosas
su trampa desplegaron
en son de atraparte
en sus dulces gotitas de néctar.
El musgo enamorado a si se quedó,
pequeñito y suave como el terciopelo,
para acariciar tus pies y sonreir
con la lluvia y el agua.
Donde la belladona cantaba
Y de la luna se creía preferida,
Abrió su amapola azul y negra
la adormidera,
siendo el sueño de las hadas,
su prima la golondrinera,
su amapola amarilla,
fuego del bosque de las sombras
liberó su ninfa con una gota de rocío,
con ella llegó la primavera,
contigo ninfa mía llegó la belleza,
y tú amor en alas de mariposa,
abrigaste cada sueño,
arropaste cada pensamiento,
y ahora no sólo eres mi amor,
también la más linda flor de mi sentimiento.
Nunca marchitarás porque si pasa moriré yo.
En mi sentido no está morir en vano,
hoy alcanzo el altiplano,
un cuadro de tu vida en mi vida,
un calor de mago,
encina etérea en esfera que quema,
fresno enraizado al sol,
raíces de mi vida en los campos,
flores por amores,
hojas por espuelas,
resoplo el sendero amado,
me mantengo fiero
más que un animal en desespero,
es por esta vida
que la sombra espero,
reflejos en cristales
que nunca se fueron
aura de espejos encontrados
arista perpetua de alma,
sinceridad uso por ella amor de una vida
mi margarita eterna
los días jamás serán oscuros,
sólo por ella el infinito es y será azul,
mi deseo de modelar su arcilla de cuerpo
no busco astros no busco luceros
porque ella los posee todos
cariño encontrado del rayo de sol
a mi coraje de cuchillo,
que yo a ella la admiro,
y que baje lo divino
que por ella tengo camino.
El Castellano
POEMAS INICIO 2016
I
Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.
El Castellano
II
Hálito silente
yo creo en ella
porque su piel demuestra
que los sueños se cumplen.
Volamos juntos al viento
como molinillo diente de león.
Hoy la vereda canta nuestra canción
dos corazones en un mismo latido unidos al unísono
Su carita que llama a la mía
de su cuerpo es mi caricia
por ella el piropo jamás escrito
solo desvelado en su oído
Sólo al viento le pido viento bonito
mantenme en su destino.
Que de lo vivido muerdo su corazoncito.
Weche tengo en mì la fuerza
escrita corriendo como puma gris
de sus Andes por sus campos
sus margaritas que mi te quiero
no sólo su nombre llevan e incitan
en caricia ella me quiere
del ababol a la verde espiga
Yo la quiero a ella mi margarita.
El Castellano
Sentido yerto:
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.
El Castellano
Aguerrido albor
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
hipsipila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.
El Castellano
Final con comienzo
Retina escarlata,
su ojo de niebla
y bruma que avanza
donde corta mi flor de luz
el sendero,
esposa del Sol al mirar
lumbre quieta, retina abierta
muerte final con comienzo
en alabado fin de existir
y quebrar el tiempo
conquistando el terreno.
Sangrando raíces que gritan,
aullando hojas al viento,
pintando su dispersión eterna
como sustento y cobijo
de toda vida
mecido del insecto al mamífero
desde el helecho
al alto árbol
hoy canto para ti
vida vegetal.
Mi caricia te sembrará
una y mil vidas más.
El Castellano
Flor de tierra
Fuego en el agua de su mirada
de los vientos auspiciada,
la ceniza consumía su carne
ardía sin mesura su compostura
naufragó valles y sus caricias
su bandera fue de su vena acequia
molinillos fugaces sus pestañas
de él se enamoraban las hadas
de ella la primavera entera
con cabellos del rayo de Sol nacidos
ojos de tierra sin lugar era bella
clamaba su voz la cima de la montaña
descendió abismos
para anclar su esencia en la belleza
que late y envuelve su huella
conquistada en miel
su ambrosía
gemía la caricia
para brotar altares de hueso
y murciélagos de sangre
lloraba piedras en sabiduría prendidas
la bondad alzaba en servicial entrega
su fuerza era de su amor hoguera
él lloraba flores para ella su amada
su verbo a veces tornaba carmín
en pétalos de silvestres rosas desangradas
su voz germinaba la tierra a su paso
el amor a la tierra no le detuvo
ni sostuvo en fracaso,
encontró con ella el amor
que le fue negado llorando espinas
y si sus abrojos nacieron no fue
más que para rajar el viento
difuminando el tiempo en estaca
de eternidad con fuente y manantial
anclado gozo en armonía
bailando de la mano y naciendo del alba
jamás capturada
pupila enfrentada
que mecía
que gritaba
siempre te amaré Valkyrja mía.
El Castellano
Quimera quieta
Umbrío, tibio,
al resguardo de voz habitada
serena, llena de luz
en este linde
donde corta mi sendero
y florece mi sombrero
al viento
ojos llenos de paz,
sendero atravesado
en árboles de sosiego
encontrados
en hálito congelado,
lumbre quieta se dibuja,
espino amarillo que clavas al guiño,
calor de mi calor,
cauce de mi sangre displicente
desde la montaña al valle
luce mi traje
para encontrarte
vestida de Sol y caléndula
mi bella Valkyrja
resplandor dorado
al trasluz de tu amor,
granate mi sed de tu cuello
al destape
mi río de calma y arrojo
en réquiem por la rajada tierra
en albor de la centella
colmando su belleza
donde mi carcoma quieta
mira y avanza
sintiéndose en armonía plena,
yo fumándome un cigarro
en la piedra de tu belleza,
quién te alzara voz
entre los campos en flor,
fuego de tu fuego sin mas razón,
ciprés que clama protección
para sus muertos que vela
tejo morador de siglos y cobijo,
ababol de versos de piel y abrojos,
desde la verde espiga
a la mora sin espina
y su zarza esquiva
hoy te veo como eres
y perdona
me apasiona
ser guerrero de nuestra luz
donde avanza mi quimera
y mi pasión poseerte entera.
El Castellano
Tierra en el viento
Quieto silencio investido
doblado en el filo de la hoja
ese umbral que corta mi calma
avanza en un sentido
rápido, veloz el resguardo de tu
amada voz
encontrada cercana
donde estática enhebra la silente parca
fluye de un confín a otro confín
yendo mi barca atravesando el brillo
al compás del sí bemol mi traslúcido pío
y su suplicio en la carcoma
que recorre mi horizonte
infinito pintado en el borde de la ola
en la espiral de la araña y su tela
la flor de difunto abre su luz
al resplandor del cielo
que cae emplomado
Se corta mi alma para aullar
en la centella
quemándose en su hoguera
hoy el viento lleva nuestro nombre
mi árbol será sentido
en cada flor de niebla
la bruma su color gris dejará
en este jardín de mundo viví
para sembrar mi aliento
que cayó como tierra en el viento.
El Castellano
Silbido de la centella
Claman verdades de la tierra
por nacer y resurgir
el eterno ciclo de la vida, muerte
y resurrección de la simiente al albor
de sangre sin condición
yo soy por siempre
Así como dura sonrisa y guiño
al azar de la existencia
efímera esencia
apellido y nombre que nada representa
como resplandor de la centella
cargo el silencio y el infinito de mi verbo
resopló en la montaña sin nombre
de mi tierra que jamás tuvo dueño
latido sin final
agua de manantial
va girando mi vida por enrraizar
yo soy siempre
el eterno comienzo sin final
aullido del viento
hoguera crepitando la tierra del volcán
Río que acaba y resurje del mar
ese soy yo por despertar.
Resurgir
Hoy las fuentes bullen
los ríos desbordan
las vidas dejan sus grises
de invierno y sonrien
al alba de la lluvia
que toda vida mece
sal al jardín ayer sembré mis ojos
esperando que la tierra fuese sangre
las raíces mi boca
y la planta mi cuerpo
para con longevidad imperial
llegado el momento
decir de este jardín yo no he muerto.
El Castellano
REINOS
Mariposa nocturna,
amiga de las noches
que escapadas revolotean en las luces,
mariposa blanca, blanca nube, blanca muerte,
cristalino rastro,
polvo de estrellas,
Transmigración de las almas,
Vuela mi conciencia,
descansa y juega con mi luz,
esta noche mi alma es tuya
blanca dama alada,
avoca tu perdición en mi sendero,
olvida tu atracción lumínica,
las estrellas nunca se pueden alcanzar
bonita ni la luz capturar.
II
Canto carraspeado, estirando el calor
por surcos y grietas de un rayo solar,
termómetro yerto, estirado
de todo espíritu muerto,
rejón de grados tu cuerda de cigarra,
cada simple vida de la nota sujetas,
por un campo que haces tuyo cantando,
que necesitaste medio siglo
para florecer en voz,
al viento que te dio garra
y cimitarra,
tu libertad es incuestionable,
agarrada a un profundo horizonte,
cuando el astro rey hierve,
tu crascitas el canto de día
porque la noche te puede,
para el relevo del único grillo
que afila el cuchillo del silencio
su fiel gemido sin nombre ni reino.
III
Armazón de quitina, acorazado
capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,
escarabajo de todo ámbito y lugar,
tan variado como único al mirar,
desde la flor al desván,
tu voráz fauce desde el árbol a la flor,
desde el desecho al corage vivo,
suerte desde el descender de tu larva
al evanescer de tu metamorfósis,
azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,
vida de calma y pulcritud,
apetito que no cesa,
muerte que no detiene,
ni elemento ni realidad que no ocupes
del reino animal
Rey insecto desde Egipto a Castilla
con su gorgojo de la encina,
desde un continente a ningún lugar
donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.
IV
Cuatro riendas aladas
un mundo asesino de ojos,
corazón en pareja,
planear infinito por umbrales de luz y agua,
un reposo de la noche en un ser vivo,
colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,
caballito del diablo,
libélula zigzagueante en esfera de mandíbula
espuela infernal del ser que acechas,
mensajero del cielo,
astilla con alas de la puerta que abre la vida.
V
Ambrosía de ser vivo sagrado,
oficios y tareas consumados,
albañil efímero tu dicha de genes elaborados,
quién a ti te osase,
tu esencia tu labor de escuela,
miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,
tu tejer de los campos recogiendo,
siendo supervivencia de casi toda planta
tu legado Hymenóptera familia
tanto depredadores como recolectores
abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,
en defensa de lo que amas.
VI
Reina araña de esta tierra de conejos,
ocho patas acecho de los campos,
maternal hasta llevar tu prole en el lomo,
araña lobo capaz de enfrentarse
con el alacrán y siempre ganar,
al acecho desde tu madriguera,
un hoyo donde vivir a la espera del despistado,
tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra
tarántula lycosa lycosa.
VII
Danza mi alvéo una sonatina
de hormigas famélicas
quieren alimentar a sus reinas aladas,
con semillas danzarinas
en busca de su nueva vida,
yo margarita quiero mi vida contigo,
para alimentar tu alma con versos,
nacidos del fuego en fundición de verbos,
recorro tu existencia
de la que soy tu hormiga león
del signo que me vió nacer,
la constelación del cisne,
quiero que sientas orgullo
de que soy tu hombre
asi no te dé un libro
te doy sangre para que escribas trece,
has demostrado belleza por tu fuente,
me verás eclosionar de mi etérea crisálida,
mi motivo para escribir a la naturaleza
descubrirás porque soy animal de verdad.
VIII
Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,
antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,
ágil correteas mis pensamientos,
muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,
habitante donde haya humedad,
como un río que habitas corriendo,
como lepisma pececillo de plata,
tu longevidad mayor que la de un gato,
destello de que lo tuyo es perpetuo.
El Castellano
SINO
Temblor un hechizo de sangre,
un color, un elevado suplicio,
desliza, recorre un abismo de plata
y nácar, gime el tiempo descalzo
por avenidas estampadas en espadas,
tiempo sujeto en eje etéreo,
carcomido en hiel,
suspiro trémulo avanza, yerra, se encuentra,
en boca de dragón recto, displicente,
llama en hielo de compás,
por el que abandonar todo menos la fuerza
que guía, dirige todo azar de vida y contrario,
el encuentro acelerado para encontrar
fuego en el agua de la mar,
dentro de tus ojos,
dentro de mi cabeza un gato negro
sí el mío,
pasea tu desvelo
como el color de mi suplicio
en yerta madre de todo
como este guerrero de la luz sabe
que sin ella nada existiera,
yo paseo ciudades que negrean,
y humean fósiles del intra-terrestre
astro soslayado y apagado
que pisamos desde memoria
y razón cabalgada.
Jinetes del tiempo muertos caen
en este horizonte sediento
piel con piel,
beso con beso
nace un verso.
Me reuní con aquella lombriz boca gris
si quería yo saber de mi devenir
contesté yo que sujeto al destino estaba,
yo que indomable y sumiso amo mi camino,
sí mañana voy allí donde dices,
a la tierra que todo es libre
y me despedí.
Tras aquella razón que di
a aquel ser.
Yo amo mi condena y a mí sería
al que tendrían que pagar para quitármela
sin mi sufrimiento no sería quien soy
y sí señor sé quien soy,
tú sigue tu rol tejido feliz
y déjame tranquilo es mi sino
ser atípico
lejos de andar de flor en flor
cultivo cada flor
y a sí elevado amor
asido al rojo horizonte
por conquistar y mi color llevar,
hablo con mis pensamientos
de más allá y otro lado,
orilla por llegar
allí sombras y saetas
alcanzan a deslumbrar
cuando hipsipila nació
el ojo de este vampiro
bien contemplándolo estaba.
El Castellano
HIELO DE MIRADA
Abro las puertas de mi mente
hacia desembocaduras heladas,
y tierras del hielo donde todo acaba,
una sonrisa congelada con una llave de hielo
en mis manos, es sólo un recorrido,
todo empieza,
tu vida hoy no es lejana,
ni esta tristeza es del alma,
hoy mi sangre se derrama
floreciendo la amapola de tu cuerpo,
ese por el que siempre pierdo,
¿cómo de helada mi vida?
descansa en las compuertas del ayer,
nada se cierra la muerte está lanzada,
escapa de sus redes tejidas,
mis pensamientos se hacen contigo,
latidos de lágrima descongelada,
muy bonito, muy bello,
un paraíso lejano oscuro,
navega mi barca de una orilla
a su confín de despedida,
aciago témpano donde florece el viento,
por un trino hasta el crepitar del sonido,
una danza de hojas de otoño,
un suspiro de cobre,
tu cabello que me electrifica mi tacto,
soy fuerte sin alabastro
soy fuerte sin noche de azabache
soy fuerte por la memoria del invierno,
que se acurruca en tiempo eterno,
ventana reflejo de máscara.
mentiras de que estás viva sombra de Eva,
granate de tu mirada,
sangre de fresno con tus cenizas,
muerte te beberé entera
para que abandones mi botella,
pudo decir todo y se quedó en lo hondo
como cigarra que tarda cuarenta años
en dejar de ser larva.
Evasto Tellano
NOCHE EN SANGRE
Un reposo de luz,
una mandíbula sigilosa
de ojos enigmáticos
las criaturas de la noche
meras fauces del sigilo lumínico,
en luna de runas,
en bosques de la sombra,
como abanicos de oscuridad,
abocada a silenciosos instintos,
es por ellas que el infierno es una caricia
si la perdición la porta la vida,
un granate sanguíneo,
un evanescer de la sed,
oculta por rincones del alba,
en la cruz que cada ser vivo zozobra
con su destino,
es por el Sol que el mundo se amansa,
abriendo supervivencia
en grito nocturno,
a lo largo de los tiempos,
un carnívoro suplicio de las estrellas,
una vorágine en su gala mayor,
un apetito feroz,
un descender de la carne en ojos de nácar,
es por lo oculto que se descubre
el devenir del destino inerte,
y mi azar difuso de la sangre.
Evasto Tellano
SIGILO DE CIPRÉS
Gime mi astilla,
en pulcritud de clavos,
versados yunques de mi estío,
mi casa es el viento,
la sangre mi electricidad,
qué puedo decir,
qué puedo hacer,
tuerca de mi piel,
para encontrar placer,
y que el grillo afile su violín,
en este calor silencioso
por el que volverme sudor
en tu cuerpo de mujer,
seguiré cantando en la tubería
de tu sien.
Una vida que no fue mía
porque la llevo a cuestas,
deslumbrando osadías
noches negras,
de cabezas de cerilla,
y humo de tabaco del diablo,
quizás mi único amigo se llama Luccifer,
por eso estoy digno
porque siempre responde
sin necesitar hacerle reclamo ni oración,
aplico la ley del ojo por ojo y abrojo por abrojo,
satisfecho sí porque tengo un tesoro,
digno como el plomo
de balín que disparar,
así es mi palabra,
una imagen a cuestas de otra imagen,
telarañas para atrapar,
voy a leer poetas yertos como Gerardo Diego
a ver que me imprimen, permiso.
Yo pensaba en mis cinceles,
para estampar mis versos,
fumándome mis pensamientos,
en alcobas vacías de invierno,
siendo una claridad de estrella
y sus rayos altos, profundos, ondulados,
mi otoño de hojas derramadas,
mi primavera que nunca se fue
porque siempre vuelve, gracias Pablo Neruda,
mi fronda sin quiosco amado,
una torre honda, parca, de silvestre azada,
para volar no hace falta lanzarse por la ventana
como hice,
un azar iluso se viste de redención,
por la onda de tu voz,
por el cuchillo de mi hoz,
mi profecía de una borrasca nacerá como alta nube,
que una nube es colchón de la luna,
por eso el viento es mi padre,
fumaré mis abrojos versados,
llegando entre valles de azores
y ríos dulces,
un verde militar de ciprés,
el color de mi sonrisa,
alzada entre los mortales,
mi topo único llamado mesías,
de evanescentes sandalias,
cima tras cima encuentro la sombra,
hasta anclarme a su lágrima de malva.
no sé acabar tendré que volver a empezar,
mi estandarte de arte que prefiero cerrado
como lumbre en horno de mi suerte,
es por mi mente que a veces demente
a veces único hombre,
una espiral que corre y se mece.
Evasto Tellano
TIEMPO LABRADO
Retiemblo el ojal del cielo,
por la lluvia desnuda en trasparente,
deslizado iris del azul,
rendida en plenitud
reposando en tejados
la fábrica teje en mi trastero
una vida en avenida de soles
sin ser color ni artificio de viento
su humo,
quiere ser materia de alambre
que retuerce dá forma
porque por eso es imagen
por adoptar forma profusa,
como una caracola que sin casa
sólo sería al menos babosa
de pleamar,
sonar en el seno de la ola es vital
para esta vida que sujeto,
ya no me llenan astros
ni medias tintas de vanguardia,
estoy aquí para latir ante ustedes abrojos,
mis hijos creados,
os enterrarán en el olvido,
ojos incautos,
yo seré el último en osadía
que daré mi sangre por vosotros,
protegerme de soberbia
porque a veces me creo poseedor de la astilla única,
otras más desnudo que la transparencia,
ser jauría de cristales,
de que gané al aliento impersonal
de las gentes,
estoy aquí para desfallecer,
hundirme y crearme de la nada,
soy vuestro recipiente colmando el alma
con el Dionisio de la palabra,
mi espiral única y sagrada
como pescadilla que se muerde la cola
llamada arte,
sólo mi fulgente fuente
por mis simientes
por las que sembrar mi aliento
en cada tierra,
hasta que golondrinas me eternicen,
hasta que los truenos sean mi romántica muerte,
y el pájaro único lleve mi canto,
por sierras de amaranto,
por lozanías,
y ojos sin pueblo,
ojos sin ser más que tiempo
de eternidad conquistada,
hasta que me recuerde el siglo
que tuve mente para ser alguien.
Evasto Tellano
JAURÍA
Tenías un abanico que el viento presionaba
tu horizonte bello de miras como es tu cara
modelada de la arcilla, esa por la que soy alfarero al besarte,
me rindió tu valle enamorando la tez de mi torso
crepitando en mi caballo soñando que tu fondo se podía
alcanzar, colmar para ser carne con carne,
una historia interminable un voy que vengo y me quedo,
sin prisa el cielo cayó en tus pestañas sumisas,
yo sostengo la sombra de caín con mi cuerpo,
porque nos contaron la historia del revés,
las semillas en ofrenda ganaron al cordero,
porque lo más sencillo es más bello que lo complejo,
porque la agricultura es sangre de esfuerzo,
el pastoreo un mero paseo,
hoy las auroras descansan en tus pupilas,
por las que el cielo es azul y el bosque verde,
en tu ser retorcías mi saliva como fuente inagotable,
por silos de nuestra lengua,
hoy fue el brotar de una espina honda,
en mil espinas erizadas que la piel sostienen,
tus caricias fueron sentidas como dulces mariposas
desveladas, el viento un quehacer del firmamento,
es tu cuerpo mujer más que mi suspiro despierto,
un éxtasis en ambrosía de panales,
mi montaña febril fue derrumbada,
en cáos por quien fue la existencia de esa montaña,
no quise ser tan grande pero aquella montaña que fui.
brilla por otras cualidades,
mi corazón desvalido has revivido,
hoy no siento soledad fría,
porque me has hecho tan feliz que me gusta mi propia compañía,
ya que jamás deseo lo que no tengo y mi vida entrego
a las tres hilanderas del destino,
eres todo lo que alcancé a soñar
y que en ti descubrí.
eres de mí como soy de ti,
al igual que rayo de la tormenta
tú eres mi nube bella,
tantas cosas que quisiera ser
que soy yo mismo para darte mi esencia
en atisbo de nácar, en cristal perfecto
ese por el que eres medio reflejo de todo lo que amo,
como un aullido y jauría cazando en tu cuerpo.
Evasto Tellano
LOBO ÁRTICO
Seguiré cantando al mar de tierra
como la cigarra primera,
todas las veces que me mataron
renaci con más fuerza que un titán
para que jamás me pisen las rosas del alba,
porque este guerrero está en esta tierra
de marionetas para ser libre seguir sufriendo
y aprendiendo desvalijando el tiempo
que en sus ojos latía tristeza,
áspera su vida de añoranza
jamás partió su pecho la desesperanza
si lo hizo fue para reconstruirse de sus pedazos,
así como fuegos de fanales lumbres
quemaban burdas sin razones,
por un corcel de viento
cabalgaba su sentimiento,
por venas razones para levantarse
y seguir luchando,
a lomos de su lobo ártico,
no te venzas,
quien muere guerrero,
vuelve a nacer guerrero
y así seguirá siendo.
Evasto Tellano
AZAR PROVOCADO
Un palmo de tierra ,
millones de bestias bailando,
un festín de sus cuerpos embrutecidos,
riendo mi lobo emplomado,
por si su luna bajaba acariciarle,
famélico mi río de espuma,
cabecea , acorta y dirige
mi piel de cobre,
con su néctar que manadas desean,
mi torso que no se afligía
ni el mármol vencía,
como una torre mi estatua era,
a la altura que sobrecogía mi alma,
era sólo una mi calma ,
con panales de las abejas
de sus caminos,
transeúntes polvorientos de los campos,
recto este cuervo
contra el mal hacer de la lombriz,
la esencia no cambia
así que seguiré escribiendo
tan mal como empecé,
no lo creo
creo que el alma es un recipiente
que hay que completar con belleza
y sabiduría,
el pan de mi día,
que burdos no alcanzan,
mis ojos amansan,
al tránsito veloz de mi fantasma,
mis techos plasma,
con la seriedad de una balanza,
se colapsa mi esperanza,
por oscuros lindes desvalidos
y sus azucenas amarillas de la tarde,
en un cofre descansa, reposa
lo que sobró de mi vida lastimosa,
como un maullido sin gato,
nació, caminó mi estatua
era mi suerte empedernida.
Evasto Tellano
DILUÍDO AZAR
Entra a mi registro, mi sombra huye complaciente,
es un son y su carcelero mimbre del sueño,
un alambre guardia de mi canción que se cuelga
por techos de humo, por caballitos del diablo vivos,
es quizá un septiembre que empiezo a deslizarlo por mis ojales,
un rastro en cal viva aullentada en sosa caústica,
era quizás mi vida un sobre de estampas reflejos de unas imágenes,
quizás solo soy todo lo que veo,
un cuarto de este trastero un cobre de este viento,
con mi canasta de limones destrenzo un mundo entero,
para acompañar a mi flor, que no sienta sola su alma quieta,
por todo el que estampa su sangre en vena,
por el grito fugaz, pasajero de un segundo y su desespero,
sigo tejiendo al filo del ladrillo,
una casa sin caseta un tejado sin cielo,
qué más pues una lluvia en este estiaje,
residente de mi ciruela soy,
con corazón de melocotón y lo siento
por el que no le guste la fruta,
pepinillos del diablo me estallan en la razón,
un desvelado canto siniestro por mi amor,
ese que envuelto avanza hasta quemar mi sinrazón,
hasta llenar la despensa de esta hormiga león,
florecían mis dolores en mis sienes
sí esos dolores míos que se querían
como rosas violadas desnudándose
buscando las espinas de sus ramas,
era un patio de gramas una red que teje mi sangre,
mis dolores que se querían como jóvenes muchachas,
al encuentro de sus navegantes sin mar ni cielo,
era mi destino más que un navío,
de pertrechos y azares de pesca,
era como un iris que se eclipsaba,
y lanzaba su ballesta a ciegas,
es un tejo que vive lejos
como la fuente de su álamo,
quise preguntar a mi suerte si existía,
si era real y verdadera,
y me contestó que existía
según como la vieran los ojos
de quien la tuviera.
Evasto Tellano
CAL Y TIERRA TU PIEL SERENA
Suavizas mi baja mar,
entre corales de mi cuerpo tu cuerpo,
un erizo de mar camina serio,
es el azogue de marea alta,
un vestido te hice con una caracola,
por si acaso llegase mi sombra y mi ola,
hola cómo estás te pregunta al zarpar
mi navío fugaz,en tu profundidad desvalido,
viene con una nécora de mi cabeza,
a elevar su ancla, a sembrarse de viento
sí esa su vela, que ya no será más ojera,
es una hacienda diagnosticada herencia
que entona en cal y arena
la estrofa, goteante qui est la de mare,
un diente de león se asoma
por el paseo marítimo de los navegantes de las tierras,
cruzando tu abanico con caricias del alba,
esa tan preciosa que de bella plañía aureolas,
venga que vinieras, vaya que te quedes,
y vuelvas verdes mis tardes grises,
esta sí esta no ardiente tu velo de corazón,
que sí alcanzo y si hasta allí llego
pregunto si puedo beber un beso tuyo
para hacerlo mío,
lo siento pero sonrío.
Evasto Tellano
CUERVO
Por ti crascita mi voz un día desempolvado,
que el cuervo me ungió la entraña,
oscura de negra onda pitanza corva,
es por este ser que se abre mi ala de noche,
un día mal parado,
a solas con mi endeble osadía,
Siempre, un pico de grajo rehuye,
mi cruel infortunio concebido,
nunca la vida que he tenido ha podido
esconder, escarbar un plenilunio,
mi pensamiento que sea hueso esta vez,
de azar desvelado, profusa mente,
destino de su color de ala,
por mi siembra que trascienda mi araña,
que genere dicha enmarcada,
no un funesto desapego,
quise ser siempre, el cuervo mi ser aliente
porque fui nunca por siempre,
imita, dirige la senda que antaño fue mía,
un corvo destello,
en rastro de azabache,
áspera templanza cruel la disonancia
que te llena en alabanza,
pobre mi despedida porque no existe,
brota mi día que sin querer encendiste,
no tengo elección, me queda una ilusión
llena en borbotón de esperanza,
se llama Gracias.
Gracias a ti que la pena bebiste
de mi vena socavada honda,
en acequia que mi sangre lleva,
pudo ser hoy el día más feliz que sentí,
miré mi soledad zarpada
en compañía del río,
y sólo sentí alegría,
sólo dije el mundo se hundirá
cuando el color oscuro
me impida pensar
por no tener hálito ni humor
y este río seguirá navegando sin final
tuve más que su agua que me forma
tuve su idea y mi ser se alza
para saltar su montaña
de todo quien que le quiera ver hundido,
exclama un buen grito:
- YO SOY LIBRE.
Evasto Tellano
ROZAGANTE CURSO
Resplandece, se afila en solapa
era un brillo, una incesante gota,
que destrenzaba el silencio de sus manos,
solo quizás quiso ser más
que una gota de luz,
Infinito se llama nada ,
es un océano donde navega
un vacío completo por aurosas,
no quiere soles ni lunas,
ni ser reflejo de nada conocido,
es un grito sin voz,
un desvellonado canto de oscuridad,
una exposición fulgente al camino
de quien lo llamó como su contrario
Todo, el vacío es un infinito la nada
es más que una sombra de la materia,
de ese otro infinito repleto,
me hiela la idea haberlo dicho todo,
por tambien pensar que no dije nada,
el frio de este Sol me abrasa la conciencia,
me queda este viento para expandirme,
y ser obtuso corcel sin sangre por pena,
fue como cavar una sepultura,
sí a este mar que nunca muere
sólo crece, con profuso horizonte,
un pensamiento se alzaba como simiente,
es mi suerte un azar de azares,
estoy casi trinando por sentir mi vida
completa lleno su recipiente sin tristeza
seca que ya no porta mi sangre,
estoy dichoso, consumado mi gozo
del hielo de mi desvelo por ser
momentáneamente feliz como las lombrices
que caminan, a ver quién pueda contagiarlo.
Evasto Tellano
ESMERILADO LOBO MÍO
Hora superflua era ella,
era la madrugada,
como fiel desquicia
que avanzaba lenta
a cansar los ojos de quien la viera,
comiendo sus mieses,
por delantera,
sí esas mieses
que no brotan en profundas espinas
del día, necesitan el remanso de los ojos cansados,
durmientes que las vean con su corazón,
y los grises no serán verdes,
ni azules, ni blancos
donde el sueño escapa en elevados sones,
en caricia del minuto,
el descanso de su paréntesis,
una noche que me cuelga las ramas,
una despedida del mirar voraz,
hoy mi infinita calma mieles,
orando yo porque no despierte su lobo
que me odia que solo destapa mi dolor,
no perdona aquel día que el vacío fue altura,
y viene a devorar lo cosechado
diciendo que es un derroche de mi tiempo,
yo le contesto que mi vida es del ser que la lleva,
y así lleve sin privacidad
desde que inventaron el internet,
el que se tiene que perdonar soy yo.
Miguel Esteban Martínez García
Evasto Tellano
PLUBIA CORDIS
Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubia amôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.
Evasto Tellano
ESCALERA DE MI CABEZA
Veleidoso afirmo que es de la piel
un precipicio, un acústico canto,
un soñar que la era, era primavera,
firme en su escalafón,
el miedo no le acompasó,
de él dijeron que quiso comprender
el amor por un tiempo de grillos,
que le vio desfallecer
en su tijera y en su espejo,
retornó la caricia al hielo,
un profuso momento,
y abrió su corazón por el sentir
de su esquilmado caparazón,
no quiso ser babosa ni caracol,
sólo elevarse por encima de lo mortal,
elevado al hueso de lo que avanza sin permiso,
el son se abría para destapar su cambio,
de allegado remanso que caía difuminado,
embelesado, por todas las palabras como colores,
por mis venas razones que recuerda esta escarcha
de verano brillando el Sol arriba,
el interrogante seguirá siendo interrogante,
porque el miedo es el único resquicio que paraliza,
es una carpa en tierra y su respiro,
es un abismo para soñar,
que tenía el poder de tornar fuego su mirar,
lo mejor que de los sueños no se puede vivir,
o sí, porque soy escritor, o llevo doce años
intentando serlo,
el tiempo no se construyó para abandonar
a primera de cambio y soñó la primavera,
que era una ventana abierta,
por todo lo que marchó y quedó el recuerdo
de que llegó ojalá recuerde mi flor,
que no tengo vergüenza y el miedo no me frena,
por ser mal consejero sólo quise no incomodar,
y mi eterna duda ganó
por considerarme peor que el silencio,
y andar con mi autoestima tirada
durmiendo en el colchón del tiempo.
Que como no es mío te lo regalo entero.
Evasto Tellano
POR MADRE LUZ
Resoplo
en un horizonte de verbos,
una sábana
donde yace aquel sin nombre,
como desmembramiento de soles,
y sus cabañas del cielo,
un sueño precipitado,
cae desplomado
sus imágenes consumieron
comiendo su adentro,
hasta ser al menos recuerdo
que fue sueño,
gracias por abandonarme,
ya no queda prendido horizonte
ni tu ser asido,
queda mi seca soledad
como siempre,
y siempre fue y es vacío
que me enerva,
estoy preparado
para entrar a la oscuridad
y allí buscar a mi alma,
vendré de allí
como un rescoldo de quien fui,
resumen de lo vivido
este mundo es una ilusión
que sólo trata de cambiarte,
seguiré consumiendo mi vela a la luna,
alzaré mi espada
para ver si el viento canta,
estaré afilado
con mi madre luz,
esposa del Creador Universal.
Evasto Tellano
RIZADA METÁFORA
Mañana será epitafio sin nombre,
una deidad vaporosa en alambre,
una alta ojera de nácar caerá
por el descendido horizonte del hombre,
será su suerte una llama sin aurora,
flama de inmortal discordia,
un beso atrapado en etérea yacija,
un granate verso inconcluso
que encadena la vida de quien la lleva,
hombre al menos por tener valor de ser hombre,
poema sí por tener imágenes para bastar a la belleza,
para hacer lo diminuto gigante,
y lo gigante magia de silencio,
es un aliento, un hálito y un verbo,
una tijereta en esta ciruela,
donde se derrama la idea,
mas si no alcanzas a dar impresión de belleza
jamás serás poeta,
serás narrador de tus diarios
de insulsa existencia sin afán superior
que no sea lamer tu conciencia,
de este nicho traigo la lombriz,
estaba en su tierra recogidita, feliz ella,
aquí en esta tierra sembré mi verso,
esperando que se abra
y sea inmortalidad de alta esfera trenzada,
por quien la sostiene sea quizás eso
una deidad con nombre.
Evasto Tellano
NUEVA ERA
Felicidad, el producto ha de ser creado,
creado para el consumo,
consumo es la marca de esta civilización,
producto basado en caducidad,
felicidad de venta en cadena,
estado mental basado en el material,
producir sueños e ilusiones,
esperanzas embotelladas con código de barras,
la alegría visual sea principio
de nuestro chip que incorporamos,
todo lo pensado que sea proceso de construcción,
atención nueva era está comenzando,
somos encargados de construir el futuro
sobre pasado de torres de humo,
el mañana abrirá al nuevo humano
llamado consumismo,
un abrir de sus manos en declive de su mente,
nosotros somos avance de la civilización,
nosotros somos herramienta
que lleva éxito en la mano de quien la lleva.
La revolución ha comenzado.
Nueva era para el mañana fabricado.
Evasto Tellano
REMANSO Y SU ERA
Avanza mansa
una hontana
de gramas frescas,
deshilacha al durmiente hombre,
se retira mece y avanza
su calvero expuesto
de su semblanza,
una dama cual blanca cierva
bebía, bebía del vientre
que emana la fuente,
plañía un ababol solitario
del camino, que la rambla sigue,
fiel, duro testimonio sacude
su cuchillo calizo,
huye, huye el tábano por el monte
buscando algún depósito de sangre,
el brezo se apoderó limpio
de un raspado testimonio
la tierra devora lo que es de ella
para ser mi sangre
su eterna ofrenda,
por descampados fugaces
corría mi alma,
como fiel testerazo de hombre,
la espiga rendida,
saludaba a la oliva,
siendo del viento
esta fiel niña
que nunca descubre a quien pasa,
sólo, solo ante ti
me acuerdo de la primavera,
me levanta un sol helado de verano,
para ser mi hoguera
una fuente niña
que desliza, siente, y no consume
mis labios de pradera,
siendo este pasto
mi infinito remanso,
que me habla de la ceniza del fresno,
de la nieve del álamo,
de la sombra de esta abeja,
y su testimonio deja,
entre almendros con sabor a metal,
y encinas sin gorrino,
hoy avanzo el barbecho
para enfrentar mi sino,
a ver si contesta
la brava dama lluvia
que es Dios.
Evasto Tellano
CUCHILLO DE SOMBRA
Un charco gris,
un cielo rojo,
coagula mi fuente por destellos del alba,
se anuda el quejido de la montaña,
un sapo de oro y tierra
avanza entre olivos de azúcar,
vicisitud labrada,
sí allí en el charco gris,
y en el cielo rojo,
es un cangrejo de río esta hábil tenaza,
prosigue, avanza, en escarpia helada,
a veces roto, a veces nuevo,
este iris que me gobierna,
pregunta a mis ojos de duende,
si su dolor fue pasajero,
hinca tu sombra en mi sombra,
arrástrame la vida,
es como una espiga,
es más fugaz que una despedida,
abre la puerta del negro lirio,
susurra a este viento todo lo que siento,
aquí y ahora que mi cuclillo descansa,
yedras de esta maceta que se acicalan,
es un túnel y una mina,
una desgañitada caricia,
hijo de la tormenta,
canta el rayo,
acaso me ves muerto,
yo soy el encargado de abrir la compuerta
para regar el tiempo,
no busques más en mi aliento vago,
porque no sirvo más que a mi alma,
así me cueste la espada,
seguiré en pie en esta azada.
Evasto Tellano
SALTA
Resoplo agravios y señales,
beso tus dedos suaves,
me fio de la caléndula descendiente del astro
y de su razón, es una tierra y abre un son,
por solares mansos se acicala mi espera,
que no es del tiempo si no esfera,
en blanca ala rota,
afila sus dientes con quejidos
de estrella y la solar yaga que quema
transeuntes y sus cuerpos de carcoma,
todo quedó dicho falta reverdecer el dicho,
y que suene quebrada mi pianola,
es por mí es por ti que las vidas hacen cola,
despropósitos comerciantes en lengua de barro,
es un grillo que se mudó y vive cerca,
es un iris torrencial
en esquela de una nube,
salta, salta, salta ahoga la bruma,
detén el párpado de la luna,
el miedo no se construyó para el humano,
por eso tantas guerras,
soldados que temen a la falta de armas,
las máquinas se crearon para cercenar el sudor,
hoy no se hizo para el ayer,
ni la luz para dar oscuridad,
salta, salta, salta, quema tu vida
porque jamás volverá a ser altura,
entonces no saltes porque tienes que aceptar
que no vivirás mejor que cuando querías saltar,
este fuego de dolor vive, asalta cada vida,
como que te has creído que no vas a seguir sufriendo,
diestro empeño de herramienta difusa,
puedes verlo jamás tendrás valor para luchar por tus sueños,
me retiro cansado a mi nicho
para al siguiente alba,
luchar para abandonar este bicho.
Evasto Tellano
RAMBLA
Cal y son de tambores de tierra
en litio que lleva una palabra desmembrada,
este cielo de tijera abandona su espera dorada,
para ser del viento su última sierra,
enjutada siega de la emoción sembrada,
es del hierro la fanal abeja,
con flor de eterna, deslizada que hiela,
un trance de carnal estrella labrada,
un linde quieto, vida en su huella,y solar llama que yerra
yaga de terreno dolido que la lluvia deja herida,
sangrando, desnaciendo, borrándose, jamás cierra,
suena mi miseria entre azares difusos,
de agua y vino quedan obtusos, patidifusos,
lobo de hierro alzándose desde mi entraña,
vestida en cal y arena, el despertar de su tela,
un álamo que vive lejos, una acequia que me riega,
siendo del infierno en tierra su inmortal vela.
II
Tejido horizonte en mar de soles,
un irisado de grillos sacudiendo nocturnas ilusiones,
es del viento el cante de mi piel y su vello erizo,
del campo este cadillo que miente deliberadamente,
para ser el río un océano a lomos de nube,
es por ti que mi libélula ya no es caballito de otro,
la amapola común no dejará de ser sangre de tierra,
así se abra esta quemada por el estío,
renacerá, volverá a brotar cada primavera,
que la flor goza entera,
dicha y gozo de este duende en su mirar,
una casa pintada por habitar, que tu sombra y la mía
retocen por juntarse porque no te voy a abandonar,
mis yedras del alba recorrerán el muro
en vertical gancho por alcanzar la estrella y su amante.
III
Son mis abrojos renaciendo, y sus maullidos de pájaro,
es una luna profeta cuando mi ser reverbera,
no hay mal flor que no me haga más fuerte,
ni alambre rizado que no desdoble mi suerte,
en esta noble rambla el verso encuentro
con sabor a metal,
y su profecía en verde militar,
por mi ciprés valiente es que bulle, se decide
el inframundo de los amores,
llorándome azabaches en galas mayores,
sí esas que desnudas sus niñas
alzan a esta fuente-mina,
vítores de semblanza y áspera añoranza
de blanca y profunda sien,
jamás podrás mentir dentro de mis ojos de tierra.
Evasto Tellano
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