miércoles, 12 de octubre de 2022

La fiesta de disfraces 1998

 











Había una vez un erizo muy simpático que vivía en un bosque. Un día, una rana le invitó a una

fiesta de disfraces.

Al principio, el erizo se puso muy

contento, pero después empezó a preocuparse porque él no tenía disfraz.


El erizo pidió ayuda a su amiga la tortuga tuvo una idea fantástica: Cogió un bote de pintura

amarilla y cubrió al pequeño erizo ¡Ya está! Dijo la tortuga ahora vas disfrazado de sol. ¡Sí, eres

un sol estupendo!

Todo redondo amarillo y lleno de rayos.

Y el erizo se fue feliz y contento a su primera fiesta de disfraces.

Miguel Esteban Martínez García 26/07/1989

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