Origen:
A tu lado quiero marcarme,
ni enfermo, ni en consecuencia solo,
refluír como bravura de ola
y envolverte
en la tibieza
mi arena fértil.
Sin las trizas de hijos
ni sus penas enardecidas.
Eres, serás y fuiste diosa,
yo devoto
quise afincarme,
a tu ley y orden.
II
Fui sirviente
sin tiempo caduco,
nunca quise hablarte
de sus trincheras
derrumbadas;
ni sus aras quebradas.
Huérfano sería
si tu voz yaciese inerte,
mi latido
caería vil, inerme,
desprotegido.
Me dijiste un día
ven, y yo como buen lobo bohemio
aposté todo mi destino
a tu madriguera inefable.
III
Conservo la flama,
la lumbre y la antorcha.
Tu amor en blasón y en Noguera
y tiesto.
Tu voz,
de regreso,
sin lejanía inmemoriable,
pero jamás invicta.
Ausencia en corral de muerto,
ni de costumbre...
Donde hasta la sombra
mi ciprés enhiesto
me yergue toda ceniza aparente.
IV
Salí y regresé inasible
como sirviente
tu nota,
y tersura de espada
asordinada.
Olvido,
ni te encuentro,
y no te busco.
Te beso con suavidad
de pizarra
y enaltecimiento de sangre de musgo.
Cobija la piedra
del cerro y su arroyuelo
te embebo.
Förüq
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