miércoles, 18 de mayo de 2022

ENTRE CORONA Y CANDELABRO VERSIÓN 3339

 








ENTRE CORONA Y CANDELABRO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor Miguel Esteban Martínez García

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


TRILLA MI IDEA:


Canta mi cuclillo canta,

picotea en mi cabeza,

entra al silo de mi idea,

donde telarañas

coagulan mis pensamientos,

abre esta puerta hacia mi oscuridad,

allídonde negros ratones

cobijan con fijos ojos

mi sueño sin desempolvar,

me conduje por escalas

donde colgaban brillantes ojos

sin pestañear,

arriba donde se acumulaban los sacos,

un murciélago despertaba,

era como una sombra que flotaba

entre llenos agujeros de aire,

sombra con alas,

la guadaña estaba recta

pareciera que me esperara,

la trilla afilada,

era nueva de esta primavera

el grano no vio su oficio,

respirad este olor a trigo muerto,

habitantes de mi silo,

hasta la araña teje con tesón

su geométrica hambre,

pardas motas salpican las paredes

por las que corre pegada la salamanquesa,

grietas vivas por este frío infernal,

arriba la sangre parecía evaporarse,

sólo quedaba yo

y esa sombra colgada del techo.

 

El Castellano

 

LILIT:

Hija de la noche así te llamo

un sabor digno del amaranto

que la luna encierra tu canto

entre oscuros reclamos te vistes de encanto

los grillos lloran tu nombre

en esfera de azabache te haces certera

el viento es tu incipiente respiro

incesante, desvencijado halo de sangre

despiertas por el latido que llora tu nombre

por el que la polilla es reina de la estrella

ese que plañía la noche

cuando la sombra se hace eterna

gimes en las fuentes de primavera

un beso de horizonte malva

el espíritu lleva tu nombre grabado

como desvelo consumado,

aire es tu apellido engalanado

a la novena estrella sin luna caminas

tu vida no entiende de clasificaciones

sólo tú reinas la noche

cuando el sueño hace el amor con los dormidos

ries y lloras con la lluvia

la tormenta es tu carcajada

al latido sordo de oscuridad abres tus ojos

el día por tú tenerlos tan claros ciega

las ondas en el agitada agua

mecen tus rizos

un sueño despierto del fulgor y la belleza

te engendró a imagen de la centella olvidada

tu ser respira ambrosía amada

perdición de muchos

orgullo y alabanza por mí

que soy más fuerte que el mal

que juega, corre y cosquillea

con tu entraña sí esa por la que mis buques

dejarían su ancla

lobo de día cuervo de noche

que en tu ser se acurruca

y al sol desnuda

resplandor de almas fugaces

nuestro baile

vespertina perdición si amanece el sol

quiero ser de ti como el murciélago

a su rincón,

volar contigo como si el mundo no importara

despertar para abrazar otra noche

en la que girar

y en tu mirada encontrar fuego de astros

por dibujar y mi vida contigo sembrar

musa incipiente del artista

alma amada que se funde

prejuicio, mentira y verdad

ababol sembrado

tu corazón sin igual.

 

El Castellano

 

LILIT II:

 

Hija de la tempestad

asíte llamo, sin voz ensordecida.

Que la luna encierra tu canto

en estelas que riegan los cielos,

los grillos lloran tu nombre

cual inocente azabache sembrado;

el viento es tu incipiente respiro,

sangre llorando

despiertas por el cobre

ese que llora la noche

gimes en las fuentes de primavera

destinos en abrevadero insoslayable.

El espíritu lleva tu nombre grabado

Por cuantas raíces, tu sendero, brillaron,

aire es tu apellido engalanado

tu vida no entiende de clasificaciones

sólo tú reinas la noche

cuando el sueño hace el amor con los dormidos

ríes y lloras con la lluvia

despertando brumas voraces

que el alma secuestran;

la tormenta es tu carcajada,

al latido sordo de oscuridad abres tus ojos

el día por tú tenerlos tan claros ciega

las ondas en el agitada,agua;

mecen tus rizos, espirales imantadas

en las que vive el arte.

Un sueño despierto del fulgor y la belleza

te engendróa imagen de la centella olvidada

tu ser respira ambrosía amada

perdición de muchos

orgullo y alabanza por mí

que soy más fuerte que el mal

que juega, corre y cosquillea

con tu entraña sí esa por la que mis buques

dejarían su ancla

lobo de día cuervo de noche

que en tu ser se acurruca

y al sol desnuda

resplandor de almas fugaces

nuestro baile, blandiendo espadas;

vespertina perdición si amanece el sol

quiero ser de ti como el murciélago

a su rincón.

Volar contigo como si el mundo no importara,

despertar para abrazar otra noche

en la que girar

y en tu mirada encontrar fuego de astros

por dibujar y mi vida contigo sembrar.

Musa floreciente si arte arde su suerte,

alma amada que se funde

prejuicio, mentira y verdad

ababol sembrado

tu corazón sin igual.

 

El Castellano

 

1Alma sin cuerpo, flagrante invierno:

 




Se deslizaba azarosa
una tarde de mayo,
abriendo pulcras flores
entre grados que bland
ía
el grillo en su madriguera,
osada se bat
ía una lagartija
en la piedra aposentada.
La tarde cerraba danzando
suspiros precoces,
entre estambres.
El olmo viejo
luc
ía un tronco grueso
con hueco donde
  amarilleaba el sol
del d
ía,
mientras la noche jugaba con sus ramas
y corazones de hojas,
ya venc
ía su sombra
mir
é su fortaleza
como si sus ra
íces gritaran
y pudiese verlas
clamando los a
ños.
Te mir
é sombra
por mi ventana, sonre
íste tímida
como si te agazaparas en tus p
árpados
frente a los m
íos,
miraste el espejo de mi armario
s
ólo un día dudaste de tu existencia
y t
ú estabas, tú estabas tan radiante
como si un aura te refulgiera,
sonre
ías a tu vida
reflejo en aquel espejo
porque en realidad ya no te encontrabas
la vida te brind
ó
reflejo,
mi risue
ña, reluciente fantasma,
que a
ún ríe y juega con la sombra.
Por ella no tenerla.
Me miraste y tus ojos
como estacas me hench
ían
la soledad acrisolada,
tu dulce inocencia traspasaba la mirada,
cu
ántas noches te soñé
cu
ántos otoños te esperé,
tu alma sin cuerpo,
tu sonrisa t
ímida, desangelada,
yo sin tenerte te amo,
como s
ólo tú llenaste
mi espacio vac
ío
de mi soledad despertada,
te hablo
te dicto
que s
ólo tú
eres mi invierno que llena mi vida.

El Castellano


 

 

BRILLANTE OSCURIDAD:

 

 

Despedía el día

la porfía de una melodía

una balada por Belcebú,

el pasillo se abría

cruzaba las calles heladas

de enero y su cuero,

danzaban las sombras

entre el descampado

donde las casas eran malas yerbas,

malas por qué

acaso lo bueno es el humo

de un coche,

cuando ellas en primavera,

arrastran las penas

con su fragancia

a mujeres desnudas,

miro dentro de mí

pregunto por quétodo

torna azabache,

habitan cuervos mis ojos,

ya no hay precipicios

en mi mente,

que se dibuja de ladrillo,

miro al cielo

que todo parece una cueva,

acaso ya bajas,

sigue tu curso de Dios personal,

que te seguirácómodo,

el bajo cero ciñe su lustre,

mi sentimiento afligido

hoy canta con mis dolores,

con rezos fugaces

alargando la noche

teñida en el ojo de mi despierto,

porque me cansa

esta fébril, verde, emplomada

mosca impuesta medicamentosa,

hombre en el acre oscuro

por encontrar mi decencia,

estoy colgando del párpado

de la quietud noctámbula,

yo no estoy escribiendo,

soy un vuelo

síde murciélago,

vendo mis mañanas

por un ayer construido a su lado.

Es como el hueso

de un poema imaginario.

 

 

 

El Castellano

 

SENDERO DE POLILLA:

 

 

Era una noche dormida

al fervor de blancas sienes,

y luciérnagas de faroles,

cipreses cabalgaban

negros tules

de oscuridad rizada,

dentro de los ojos del gato

me miraba,

buscaba encontrar

respuesta a mi soledad

enarbolada,

salía de un agujero

de un árbol

un murciélago,

yo le pregunté

si sobrevivir

le bastaba para ser feliz,

me afirmóque con su pancita llena

lo era y siguiósu vuelta

acuchillando al viento con sus alas,

penséen el humano ser

que nunca le basta lo que tiene

siempre quiere más.

Sombras se acurrucaban a mi lado

en aquel banco,

daban los grados negativos

aquel invierno excomulgado,

corriómi soledad al otro lado,

era incompleta

yo de pensamiento y sentimiento

estoy enamorado,

y esa mujer me corresponde

y la amo como a la noche

y su velo de sosiego,

yo reboso por los poros

el amor al arte escrito,

nadie me arrancará

a ninguno de mis dos amores,

seguíla enseñanza del murciélago,

abrílos ojos y miré dentro

lo que siento y yo tengo,

dos pilares como un templo,

avanzarédespierto mi sendero,

noche, oh noche

hoy en tu velo me siento,

a ti me entrego,

abrázame como hijo de tu luna,

llévame en compañía,

por tus claros de luz escondida,

abre el tiempo

del suplicio del día derretido,

abriga el sendero de tu polilla

que como yo busca su nueva vida.

 

el Castellano

 

1Dos sombras:



Soledad arregazaba
bland
ía sus brazos amilanados
en los que recostarse
a so
ñar la casa en el mar
con procesiones de sardinas
que sirvieran desayuno
con leche de las vacas
dibujadas celestes,
árboles en fronda volátil
tenebrosas l
íneas de horizonte
como cuerdas de violines
afinando nervios de nubes malvas.

Se quer
ían dos sombras
como evanescer l
íquido, templado
de roc
ío por savia y tierra
y su desvanecer,
como flores a la alta espina
sirven su dolor.
Belleza oxidada,
ellas dos sombras
con camino de piel,
abriendo de la noche
gema profunda de lenguas azules,
era un camino el alba
para subir y descender,
ellas luz quer
ían tornar,
vestidas de
ásperas ondas
impalpables,
seguras sin obst
áculo
eternas,
crispaban el tiempo
y se quer
ían sin envejecer,
fr
ía segura que su alma se iba,
suya, cristal vaporoso
de amarillo viejo,
su entrecejo deseoso,
quer
ían entre noches
de gatos fugaces
por tejados colindantes
que anudaban rayos de luna,
su tristeza era pura
se anidaba en sus cabellos,
seca, entre sus cuerpos et
éreos
la ausencia hac
ía verdad de idea
trasnochada,
su soledad muerta
de insectos ranqueados,
asida de purp
úrea pluma
y lunas enajenadas
con cristales lucientes
en nav
íos de tinta,
perpetua osad
ía
de ser luz,
como silencio
de Dioses relumbrados,
y su oro vegetal,
como
ásperas rocas
destacadas, cerradas
al molino de noche,
se quer
ían dos sombras
inertes
pero vivas al fuego
y carrusel de estrellas
pudorosas y ponientes,
su quietud sin color,
su amor por unirse
como dos gotas al helor.
Como dos voces se unen
en un solo coraz
ón.

El Castellano

 

 

 

 

I.Eco de ayer vestido:


Honrada tibia luz ca
ída,

pasaba y me ungía este sol puesto

una mañana amarilla, vestida de invierno

y su frío azul, encendía mi cigarro

y un humo y un eco envolvía

un hueco que dejó abisal la última helada,

carretas deslizaban las nubes

abriendo el vientre helado del cielo

este Sol tímido de invierno

parecía asustado sin ocaso

ni pájaros fantasmales

que le hicieran nido.

Me cobijaba la sombra de un ciprés enhiesto,

abría las puertas de gramas voraces,

lirios negros franqueaban mi verja

de pensamientos que se amontonaban

en la puerta, rezaba a mi Sol

que no me hundiese la primavera

como si él eligiese esta sequía

que la tierra llora y quiebra sus entrañas

vestidas, el viento era más fuerte que yo,

llevando y sujetando el iris de nuevo cierzo,

crascitaba por ramaje de mi muerto brevemente nogal

de sombra densa cobijando tenebrios,

bajo sus hojas caídas.

Portón de tiniebla, el paso de su oscura raíz,

despertando el devenir

rompiendo el nicho de la primavera futura.

 

El Castellano

 

PLUBIA CORDIS:

---lit et summun canae,

miles Dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erit uxor mea.----

 

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris

stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.

Diês, carpentum, accrêvî calôris.

Colôris, vita, venerâvî canôris.

Laetitia exspectâre, cupitum nostra.

Ostendi âlae, festînâvî blanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcî imus, creâvî blandus.

Bâsium dulcis, aqua pûrus.

Sânôanima, fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrômetaphora,

suspirium natura, amâvîferventis.

Distantia dêstinâvîdedisco côgitâtum.

Volui pûrus, sôlus cordis.

Callis unus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.

Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

 

TRADUCCIÓN (Plubia cordis):
Lluvia coraz
ón,

Suspira por ti amor

Estupor, deseo,

Eterna alegría.

Día, noche,

Crece calor-

Color, vida

Venerada sinfonía.

Alegría soñada,

Deseada nuestra.

Muestra alas,

Acelera caricia.

Cercanía, sueño,

Verso, letra.

Entra profundo,

Crea sonrisa.

Beso dulce, agua pura.

Cura alma, sinceridad uso.

Deseoso sueño,

Arde metáfora

Suspira esencia, amando fogoso.

Distancia decreta

Olvido de razón.

Querer puro, sólo corazón.

Vía una, sentir.

Hermosa compañía,

Contentarse primavera.

Fuego, complaciendo

Instinto hermoso.

 

El Castellano

 

I.Invernando:

Camino la sierra

y labriego empedernido,

afilan cintas de esparto

y jocosos pinos bordean el monte,

era ella caminaba siendo mujer de húmedas hojas

y gramas recién nacidas

anudadas a la cintura,

era tiempo suficiente

para el recodo de un fondo fantasmal,

estallaba el acre que pisaba

palmo a trecho,

ribazos se despertaban sin alba

dejé un lugar ramificado,

más allá de juncos

y fardos de nueva cosecha,

sin ir más lejos

abría la tierra vieja invernando

su ombligo de invierno

la carrasca de hoja inmoble afinaba

sus dientes de hojas

que el viento pasa y respira.

Campo lejano por cualquier parte

sentir que dejaría plisado

por encontrarse con tus ojos,

pecho de paja nueva silo dormido

de hondo surco y barrizal,

oscilando el filamento de un severo cardo,

entre caracoles mutantes, judíos blancos,

dejé mi traje a reverdecer ortigas y orugas seculares.

entre la joven hierba y el rojo trébol

del sendero,

recojo mi árbol del mañana y me marcho.

 

El Castellano

 

PANIDA DEL AZUR:

 

 

 

Saeta de prisma,

enardecida amante solar.

Reminiscencia en umbra

alegoría de carnal flor.

Lejana entraña de hoz

letanía viste que exuda

su sátiro perfume.

Salmo de noche,

voz mitad alma la tuya.

Elogio de estambre

¿Cuántas voces acallaste?

Eufórico vientre ardiente,

soy yo hacedor de luna fija;

claror que fulge, fragua

estertor verso solitario.

Este será muro de mi alma

con enredadera de torre y almena.

Dejarémis versos

en oscuro parral,

es hora vacía mi casa

huí, dejé mi alma con mi gato,

salípor gotas de lluvia,

las más frescas,

las primeras caídas.

Mi alma salió en mi busca

hablóy preguntó

a la araña de mi patio,

cual dijo estaba tejiendo

digna tela su visión no pude cazar.

Preguntóal caracol:

-Al fondo ´

del verde a la derecha puede estar ,

allíle encontró 

tumbado en la grama

hablando con una malva

estaba pidiendo algo de azur brillante,

¿Dónde estabas ente mío de alma? 

Te extrañaba,

Fuípor comida para tí,

-No me dejes más sola,

sin mí no tienes voz

sin ti no tengo vida,

ni la rosa en cruz su despedida.

 

El Castellano

 

Fragor, clase de fantasma:

 

[​IMG]

 

Cuervo guerrero de los tres umbrales.
Mor
í en mitad de un verso
sin acabarlo,
desnac
í, etéreo,
abr
í vorágines perplejas
de pureza repleta,
hoy abro eternidad
y todo lo que
ésta llama.
Responden azares ro
ídos
como grillos
extendidos, de sonido carcomido,
tras catorce a
ños
de
énfasis en venas
de mi desempe
ño
y funesto azar,
soy libre,
para deshacer este tiempo
y hacer hijos al gemido
dejando un eco
de sopor inmundo
de surcar infierno
y traer mi laurel encendido
por cu
ántas égidas
me entonaron invencible,
siempre ser
é castreño
digno a suerte incendiar,
desvelo el secreto de mi arduo oficio,
poes
ía
consecuci
ón de imágenes
de principio a final.
Poes
ía; soporífera luz en mi sangre,
tit
án que resistiré vivo
o muerto debo de quedar.
Destino haz con halo inmundo
puerta al reino
de dioses
sin acabar,
Parnaso flam
ígero en lumbre desnuda
al dictado de arpas, violas, violines,
clarines, organillos, ninfas, S
átiros,
hadas, quimeras, dragones brujos de naturaleza
desvencijada,
duende, elementales de toda orden,
nereidas, s
úcubos,
quimeristas de primera,
avanzo mi propia espuela,
centauros,
milesianos,
Dagda, Balar, Morrighan,
Lugh,
quodi pragma,
alzado hoy
pureza rauda,
resumo venzo coarto
con mi flor de H
ércules en mano,
este mundo,
que desvela todo sentido difunto,
los dos mundos
el mundo vivo y el mundo muerto,
habitan ambos el mismo terreno,
mundo de leyenda,
este mundo,
empezamos a juntarnos
antes que nacierais
eternidad
s
ólo un eje
surcar de la perfecci
ón
el umbral,
senderos en un viaje
por el destino sellado.
Mi clase
mi clase es de fantasma,
los dos mundos
el mundo vivo
y el mundo muerto
est
án comenzando
a no existir en el mismo espacio,
plasmar correcto
ley.
Rajar la existencia
del sol mayor,
surcar sus venas
y arrebatarle el coraz
ón,
buscadores de certezas
tres hilanderas
nueve sentidos
tres dimensiones
vive mi hoja
yo no decido
mi hoja decide quede completa,
los colores, el gris,
el fuego, mi cigarrillo,
los susurros,
el ruido,
la luz,
la sombra,
la oscuridad bendita,
lo oscuro, la noche,
lo perpetuo
el sonido del verbo,
habla mi azabache,
mi escudo,
el sistema,
las murallas,
las fortalezas
el amor a la poes
ía
es m
ás que tu insulsa vivencia.
Brillo, destello,
pulcritud de estela,
destierro de vuestra miseria,
lo visto,
lo nacido
lo vivo-muerto
retemblar
é
que mi sino dicto,
silencio el final alumbrado
es s
ólo sangre en mis ojos.

El Castellano a 06-08-2018,

 

I.Albo espíritu azogado:

 

Abrí las rojas puertas

del fantasma de mi corazón,

despertaron grises leviatanes

como agujas sin cabeza ni redil

era él un fantasma puro, impío

un último respiro alzó

a mi cabeza,

y caí de rodillas

a otro mar

a otro mar

el suyo sin calma

ni espumas purpureas,

abrí esta vez las ventanas de mi pecho

esta vez como si alguien las sujetara

en mi propiedad

de fría carne,

un pulmón marchó a una rivera,

el otro perdido marchó

a otra con mi espíritu,

quedaba mi cuerpo como frío, desierto

páramo sin espacio sujeto

donde anclar señero de luz

mi pecho, el otro espacio

de mí desierto

oscuro como opacidad

de noche de soto sin luna

sin luciérnagas del cielo,

sin fusiles que clavan su plomo,

sin faroles ni lucientes

provocados encumbrados

como este vacío que ya cansado

no más habita mi espejo de alma,

mi pecho partido enraizó

la mejor flor que la vida

pudo darme

como espina para clavar la espina

de mi vida y asir

cielo y tierra en marea

de primaverales caricias

albos ojos fijos

en auroras que marcan

al violácea arpa de mi despertar

creyendo sus ojos un sueño

para habitar.

 

 

 

 

El Castellano

ESPIGA DE AGUA:

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Con el filo y brillo reluciente

estála espada,

blandiendo surcos

en fosas funerarias.

A lo que su empeño sucede.

Quilla de un flagrante monte

surcado por el metal

de hilo de cobre,

sonaba con el viento

haciendo temblar calaveras

en lo alto de aquel poste de telégrafo.

El viento tenía estridencia

y lamento seco.

Digno a desatar quimeras y bestias rectas.

Capaz de dar voz a lo inerte de la vida.

 

II Hoja:

Allíplantado como se siembra una pipa

me encontré, detuve el sonido

entre escalas y cielos soterrados.

Plantéuna pila de lluvia sobre marzo,

contestóentre gramófonos la tierra;

una melodía jamás interpretada

y jamás semejante o similar

a haberla escuchado una vez.

Era como un maullido entre gramas

y bocas sedientas.

Como cerrar y esperar que la compuerta secara,

como desplomar semillas

y aventar espigas;

plantado como una sola

de carne y tinta

que la espera viola.

 

El Castellano

 

I.Amante fantasma:

 

 

 

Hablo desde esta sombra

que me habita,

un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,

mi vida que jamás se consume en desquicia,

rajo este sol que visita tu retina,

espacio derredor acaricio

en agujas que te cuelgan el techo,

flor con flor brilló nuestro corazón,

una luna tejida por su alarido

a galope del viento en mi mundo

te alzo en piel de piedra

crepitando tu rayo que me cuenta

de tu vena y su carcoma

muy lejos de la tierra hilvano tus ganas

con destello furtivo

de sed de abrojo

cambio tu vida a mi antojo

sí tu pecho en rojo,

sabes quien soy

soy fantasma que sólo tú ves

flagrando el viento a tu merced,

háblame del puerto y su negro sentimiento,

háblame del cuervo,

de tu alma sin cuerpo,

ven, ven a mí

veremos el amanecer

en la sangre de mis ojos,

acabaremos con el destino inerte

que cruza mi suerte,

ven de nuevo quiero verte, apoderarte,

alimentarte de mis rosas desangradas,

es por tu roce que mi sangre bulle

y jamás de ti se esconde

te siento en cada silencio seco,

en cada eco de oscuridad

que a mi espíritu sucede

cómo no tenerte

si por tu idioma me florece el verso,

piel con alma simiente del atardecer,

umbrío cae su sonido;

Tu cuerda que afina el grillo

y cigarra con su guitarra

acantonando nuestro oído,

es por ti que mi suplicio cae investido

fiel a recorrer tu segunda vida,

ninguna mentira me dijiste,

el miedo ahuyentamos juntos de la mano,

la noche llega de nuevo en tu pupila

de esferas yertas

y sus paraísos de hielo

que cruzo al verte

quiero que me sigas sonando

eternamente la noche

para todos los siglos

que empieza nuestra condena

sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

 

 

 

II

 

Hablemos hoy en plata de tiniebla,

oración de tu sangre yerta,

cumbre febril de hoguera quieta,

ese cuervo descubrirás su poder,

yo iré de tu mano,

manso tu poder sembrado,

aunque no entiendas

no preguntes por qué sigo a tu lado,

el puerto negro te llamó

y sentiste el poder de tu pasado,

nadie permitió que desembarcaras,

capaz eras de romper la cuerda

que sostiene las dimensiones,

ni vivo ni muerto

niega tu osadía,

cruzaste la puerta de oscuros lirios,

tu amor a la flor

al creador conmovió,

resoplo tijeras rojas

en grises ideas,

desenfundo mi filo,

crepitan arduas espadas,

respetaste la muerte y ella

respetó tu vida.

Crascita tu lozanía,

entre forrajes

y soles pudientes,

desmenuza tu silencio,

clavando yunques

de paredes granates,

el peldaño irá cuesta abajo,

cabalga tus lindes despiertos,

libérate de insectos que caminan,

turbios azares me cuentan

de tu devenir rizado

al filo de la navaja.

 

III

 

Anochecer de mi vida,

en tu patio de la araña,

rezogan clarines esquivos,

yo soy lira de alma consumada,

vicisitud ensimismada

de tu azar en semblanza,

vivo flagrando tu azada,

pulcritud entre cristales rotos

esa soy, bruma en tu noche,

claridad en tu día

luz de cada siembra,

arena del tiempo

enclaustrado,

vine deshojando recuerdos,

hoy me diste voz,

no seré yo tu perdición

sino el camino a tu salvación,

viviré mordiendo tus rosas

que desangran tu amor,

liviaré lo liviano,

afligiré temor al miedo,

seré aliento perdido

descubierto,

te abriré mi reino,

las escarchas serán los colores,

viviré besando tus flores,

limaré abrojos nacientes,

serás estaca del destino

servir a tu alma sin nombre

me alumbre,

camino de mis flores desgranadas,

sangre de tu reposo

mi amada espina de sombra.

 

Förüq

 

 

 

 

 

 

 

Yo reposo despierto:

 

 

Insumisa,  quieta luz con bordes,

que repele cristales huecos

y desplaza a su entraña.

Vivos , hondos,  carnales rojos

a la amarillez plena

de la esperanza,

seca,  abierta de ojo profundo

con iris encendido

en vivo verde

como la sangre del esparto.

Tu mimbre

que profana y sienta

sombras de agua.

Luz de bermellón energía

por pasiones fugaces

de labios rotos

y besos en el aire .

Nunca disueltos

los rudos huesos

del conocimiento,

entre voces perdidas

fecundas la dicha

del tiempo atormentado.

 

 

II cuartilla

 

Vuela tu intelecto

haciendo nidos

en nubes del cielo.

Somera sin obstáculo.

Infinito,  despacio , perece

a tu lado .

Luz de infrecuente secuencia

trinos de blancura primorosa

abres;

rugiendo tu azul disparo.

Si acaso el sol fuese tu hoguera

desnacerías en el umbral

de su invencible ascua.

Luz con tu onda

exterminas azabaches

de sombras

que la noche nunca acaban.

Umbrales tejidos

quedan iluminados

al fragor de tu dorado amor,

carne de la bondad atravesaras

quedaría el corazón

como llena ciruela.

 

 

 

II

 

Rompo saco los ejes

de esta imaginación en campana,

yunques despiertos me clavan

que llegó mi momento,

taciturno lustre oxidado,

alas en bronce agujereado,

es por mí es por ti

que dicta este haz, apolillado,

polvo en el viento

sombra desterrada,

el alma de un cuervo,

un granate dirige esta mi sed,

hasta ser color de ayer clavado,

al limpio, seco, duro faz ensartado

cabalgo que avanzo

y sombras me acompañan

esta visión serena, opaca, desangelada,

siendo directriz fusilada,

que late el cuello de la penumbra,

cuando oscuridad llama

estoy sembrando objetivo

de mi postrada calma.

 

 

III

 

Tiempo que se oxida

en este vilo,

eternidad azogada

en negras tijeras,

es el tiempo

de mis murciélagos emergiendo

de las sombras y su madre,

se estira otra primavera

por mi avenida,

me mordieron

y no me arrepiento

de mi nueva vida que tiento,

oscuros silos me acogen

donde sembrar alaridos

de vidas traspuestas

a mi fría caricia,

soy ente de otro ente,

mi sombra me quiere,

yo la digo que un día la alcanzaré,

que muy lejos no vaya,

avanzo que trenzo

el tiempo de mi suspiro helado,

para no tener alma

ni espíritu de hielo,

sólo una sed de vida

por repletar,

de un horizonte al hierro

encontrado,

de una arteria

hago río de sangre

en mi adentro.

 

 

 

 

El Castellano

 

I.Förüq breve recopilación,

 

 

 

Hablo desde esta sombra

que me habita,

un cielo noctámbulo me cuelga la caricia,

mi vida que jamás se consume en desquicia,

rajo este sol que visita tu retina,

espacio derredor acaricio

en agujas que te cuelgan el techo,

flor con flor brilló nuestro corazón,

una luna tejida por su alarido

a galope del viento en mi mundo

te alzo en piel de piedra

crepitando tu rayo que me cuenta

de tu vena y su carcoma

muy lejos de la tierra hilvano tus ganas

con destello furtivo

de sed de abrojo

cambio tu vida a mi antojo

sí tu pecho en rojo,

sabes quién soy

soy fantasma que sólo tú ves

flagrando el viento a tu merced,

háblame del puerto y su negro sentimiento,

háblame del cuervo,

de tu alma sin cuerpo,

ven, ven a mí

veremos el amanecer

en la sangre de mis ojos,

acabaremos con el destino inerte

que cruza mi suerte,

ven de nuevo quiero verte, apoderarte,

alimentarte de mis rosas desangradas,

es por tu roce que mi sangre bulle

y jamás de ti se esconde

te siento en cada silencio seco,

en cada eco de oscuridad

que a mi espíritu sucede

cómo no tenerte

si por tu idioma me florece el verso,

piel con alma simiente del atardecer,

umbrío cae su sonido;

Tu cuerda que afina el grillo

y cigarra con su guitarra

acantonando nuestro oído,

es por ti que mi suplicio cae investido

fiel a recorrer tu segunda vida,

ninguna mentira me dijiste,

el miedo ahuyentamos juntos de la mano,

la noche llega de nuevo en tu pupila

de esferas yertas

y sus paraísos de hielo

que cruzo al verte

quiero que me sigas sonando

eternamente la noche

para todos los siglos

que empieza nuestra condena

sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

 

Förüq

 

II

 

 

 

 

Tumbado el horizonte

se acuesta mi ilusión,

este mundo arde en un verso,

la decencia queda volcada,

la gente se pierde en el alambre

que sujeta el verso,

mirada a la tijera

y que suene la campana,

todos mis sueños quedaron amados detrás,

yermo el terreno mecía un alarido

por la tierra que no estaba muerta,

vuelo sin suplicio dormido,

la acequia mi sangre lleva,

pierdo el control por quemarme con su luz,

resumen de lo vivido en la esfera de su retina

más que un crujido de mi ventana,

al viento le pido me acerque su latido,

camino por fuera del límite,

anudado el tiempo y sus cuchillas doradas,

sol tras sol, día tras día,

todo lo haría para que te quedaras en mi vida,

graznando viene la noche

por el círculo dibujado por la luna

se cava la llegada del día,

desde el lugar que yo amé antes,

te escucho gritar,

la oscuridad me sostiene

con su manto templado,

vuelo al alfeizar,

tu habitación muerde mi pupila,

el tiempo me vio nacer cuervo,

jamás rendido desde una torre a otra

exclamaba el perdón de los Dioses

por alimentarme de sangre,

llegada la hora

que luciérnagas cuelgan noches en los robles,

se abría el reguero de mi sed de abrojo,

la araña tejía su cena,

yo te esperaba como cada noche,

los minutos derretidos en mi colmillo,

granate albor se deslizaba por la tercera campanada,

tibio, parco, sumiso, el sentido,

se vencía mi sed de nuevo,

concluida la estampa de la sombra,

que araña cada grito en su cama,

danzando mi calma.

Hoy no será una noche cualquiera,

se prende la hoguera,

la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento

yo no me acuesto,

limo mis nervios con acero,

la lluvia canta en mis oídos,

será otro amanecer violeta postrado,

mírame soy el alba de tu amanecer

hoy no me verán perecer,

mírame voy por ti.

Soy förüq.

 

 

III

 

Estupor nacido

tus brazos no están lejanos

a través de los tiempos

todo lo que siento

es un ramillete de estrellas

esperándote en la cruel avenida

de ángeles estrellados en sus caricias

puedes verme caer en mi subrepticia

vida que para en vivo

y me deja verte

resumen de lo vivido

cuando la noche comienza a sonar

yo vengo por el camino de las espinas

hoy que no se bendiga

me mantendré esperando

con mi soledad por ti

ecos de un tiempo

que se desvanece en el vértice

si ese por el que colgar mis ilusiones

gana el horizonte

yo era más viejo a la entrada

de las nuevas visiones

yo cambiaba el tiempo

en la hoguera

al parpadeo estaba besándote

al fulgor crepitando la estrella

en amor latidos sordos de penumbra

me cuelgan las pestañas

todo te lo di

y te di más que nada

me enraizan las malvas en mi nicho

hoy seré yo quien muerda tu cuello

al son de la luna seré el vampiro despierto

a través del tren de la noche

atravieso zarzas y cardos

hasta llegar a tu ventana

el azabache es llorado de nuevo

queda tu corazón de cuarzo

la noche se mueve

mis grillos cantan un réquiem por la flor

se despierta un cuclillo en amor

eres mi fuerza, eres mi hombro

me deslizaré en tu cuarto

cuando las sábanas arropen tu cuerpo

y yo beberé de ti el sentido

hálito de vida en hierro

esta noche de primavera

que corría hacia atrás

seré espectro en oración

hasta llegar a tu puerta

y devolverte a la nueva vida

tiempos negros me trepan

cuando su eco sordo

baila en mis pestañas

me fumo un cigarrillo

a la hora que lechuzas despiertan

se oye el resquemor de tu ventana

mis colmillos brillan

tú dormida sientes frío desde tu cuello

a tu sentido

visiones de tu nueva vida

te entran despiertas

y yo ya no estoy en tu cuarto

por las violetas nocturnas

recorres la grama de tu patio

comienzas a explorar tus nuevos sentidos

y escuchas en tu cabeza

bienvenida a mi mundo.

 

Förüq

 

IV

 

Resueno

en el borde del papel

la condena dilecta

que marca un futuro

en subrepticia subyugada

a la luz vuelta oscuridad

del alma deseos de sangre

que jamás se cumplirán

solo la sed de vida por gastar

besando en la noche la sed

de vida ganar

asesinando creencia,

aliento y latido

en la oscuridad vuelta luz

un silencioso lugar

sólo el latido escapó,

el espejo no refleja

lo que reconozco

y mi vida va quedando atrás

solo tu mente atrayendo

para sentir el aliento.

Deshaciendo este frío

hojas y hojas de pensamientos

van cayendo

cuando me paré a mirar tus ojos

que ahora no puedo borrar

ni en oscuridad.

Te voy viendo llegar,

tu calor y corazón latiendo

estáticos dueños

de su tejida existencia,

te veo en paciencia

y me voy adueñando de tu pensar

mas que sangre

quiero cerca tu vida

para yo sentirme con otra

que hasta alma tiene,

y se va desgastando el camino,

los pasos trazados

se vuelven ilusiones.

Un día derretido,

el segundo quedó en vacío eterno

sin manipulación

de un ser superior

no puedo ayudarme

en este frío y vacío espacio

cada noche

deseo sentir tu amor

algún día

para siempre.

 

Förüq

 

 

V

 

Avanzo despierto

las sombras por carretera

del mundo inerte

que vive en la sangre

por brotar yertas espinas

grazna el cuervo del lugar

y los altares gotean

sangrando murciélagos

ojos ausentes de sus ojos

que juzgan en su mentira superficial

qué necesitas

cuando todo suena a final

y el circo de la sociedad mece

y teje tu actividad

rojos al mirar

guerreros del abismo soñados

no cielo para vivir

eterna batalla espiritual

del interior de la tierra

llueve de nuevo

nubes se derriten

plano elevado en vida

único libre de acto y pensamiento

al océano de hierro y construcción

solo un deseo que se pudra en albor

y el resurgir venga

brillando sangres

mas lombrices maldiciéndose

por haber acabado su hogar,

desaparece y viene la oscura noche

a pesadilla mece el sonámbulo devenir

de quién me habla en mi cabeza

diáfano cuarto donde se clava

el sembrado silencio

donde el respiro cuelgo del techo

crujiendo paredes el sentido

me nubla los ojos

hay algo que me llama

es el hambre de la caza.

 

Förüq

 

VI

 

Iba la tiniebla bajando mi escala,

iba vestida como florece una roca

de anchas y hondas calzas,

desertora de la mundanal zozobra

que me acusaba,

bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,

entonces abrí la ventana y apareció su madre,

azogada, cansada de ocultar la luna,

abrió sus oscuros párpados

y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,

para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.

¿cómo?

Entonces encendí una lumbre,

y lentamente devoró aquella madre oscuridad,

mientras yo escribía una elegía,

posó mi ventana un cuervo,

que dijo: -Noche siempre.

entonces un vil recuerdo de mi Sol

cruzó mi mente,

yo que le creí invencible

ahora la luna era una esfera negra,

un espectro se colaba por mi ventana

era una mujer sembrada en sábana,

me acarició el hombro con su manecita helada,

ella que dudaba más de su existencia

que la propia duda,

entonces miré mi imagen en el espejo

y la imagen me devoró el rostro,

ahora lucía una piel pálida

como la arena

y unos colmillos que atravesarían la madera,

era el inicio de mi condena.

 

Förüq

 

 

VII

Mi polilla desvencijada

nace del espejo que crepita

una boca de esfera y su artificio,

revoloteos en torno a la bombilla

que más quisiera ser ella la estrella

que te atrae

tu noctámbula sed

de espinas blandidas,

un viento lunar se reposa

en mi ventana,

siega del mar oscuro

que todo tiñe de malva nocturno,

hoy estoy aquí

ante ustedes cigarros

para latir

y que vuestro color

sea expulsado,

recibo que acuso

ponlo en mi pierna

caminaré el infierno

por si consigo pagarlo

con mi sangre algún día,

serrana se torna mi almohada

de su musgo y lozano rostro,

por el canto de este caracol

que ya no late se quedó seco

en su intento,

es una luna menguante

y su aguacero litigio áspero,

un iris y un prisma lejano

es mi hombría un surco

en mi jardín de cementerio

por el estío rígido

y sus cristales de hueso

de un sol

que le enfadaba su luz.

 

 

El Castellano

 

 

VIII

Seco y duro, seco y umbrío,

corría el linde quieto

por la arboleda despejada

daban las tres y treinta

de la madrugada que se marcha

por oscuro diván de la sombra,

un espejo tímido sonaba,

el reloj paraba,

con un grito de estrella,

su alcoba fría en la que despertaba,

no quedaba viento de palabra,

ni pensamiento ágil que en eco no quedara,

lanzó aquel espejo contra el suelo,

y rápidamente sangró un borbotón de sombras,

se abría la noche y sus quimeras despiertas,

brotaba de su ceniza de pulmón,

el irisado que la oscuridad clama,

quedando para siempre

su alcoba fría y vacía,

sombra de aquel que sonaba una noche

que ya escapa.

 

 

 

El Castellano

 

IX

Una flor vino del cielo

a la puerta de este mundo.

De sombras libró

los sentimientos puros de corazón,

la señora de las flores silvestres

la adornódel color de la noche.

Luz de luceros caía a ella

sangre de oro, polvo de estrella

dormida, su nota suspira

única dama de la noche

gustaba la flor llamarse

llave de este mundo

con el mundo de lo inerte

la visión

de espíritu suplicante,

blanco vestía, en traje luminoso

sus pétalos abiertos al valle,

de la niebla y la bruma,

valle de árboles cantores.

Bien vistosa te veo,

bien dulce te siento,

bien fiel te oigo dentro,

si nacíciego para verte con el corazón,

si no todo en la vida, vida mía

con los ojos se ve,

dime sombra por quéhas enamorado

cada parte de mi ser,

si existes por quéinsistes

en transmitirme como sientes

si ya dentro vives,

si ya de ti me tienes,

si ya has asesinado mi soledad

y feliz voy a vivir contigo la serenidad.

Con hueso y fuste un fiel desespero,

vio reinar el cielo

única dama de noche desvelada

por ella azucenas nocturnas

su pelo acampaban,

en oro y sangre

se alzaba este lobo,

trémulo desliz nacarado

fuego en la piel

hierro fulgente de estrella en los ojos,

me acompaña tu latido fiel de la noche

que cierras con un beso al horizonte,

con garra y letra inspiras este ser,

por el camino de nunca volver,

eco sordo de oscuridad

mece tu mirada,

al viento que aúlla tu nombre

hada fiel de la sombra

que tu Hipsípila te llama,

cuando todo lo suyo es para siempre

un tiempo que se resquebraja dormido,

la puerta de este mundo no encontraste cerrada

hoy te amo retorciendo tu esencia en mi cuerpo

se congelóla maldad

derrota su caricia brilló mi bondad

refugio de tu latido con el mío

a las flores por abrir en mayo

es nuestra comunión de estrellas

es mi vida en la floresta

donde enarbolar

tu belleza sin igual,

allísolo allí que entone mi grillo,

abriendo un suplicio de todo lo vivo.

 

 

El Castellano

 

 

LA UNA DE POLVO:


Se podan mis recuerdos

saberes presos,

por el linde despiertos,

vida de vida en flagrante estrella,

 

si por querer pensarte

jamás desapareciste,

mi Malva-Luna

en Brea quieta, encendida,

 

disparos de un tiempo fulgurado,

mi sendero ya no corría agrietado,

miedos asesinados

de como solía ser

 

destellos fugaces acampan

mi destierro por las venas de tu alma,

silencio carcomido por olas de nuestro mar.

 

Pensamientos negros ya no me clavan,

ni hiedras me escalan

tapando mi luz fulgente.

 

No es tiempo de muerte,

mis cuchillos ya no laten hirientes

hermanos del fuego ahora son.

Al compás de un Sol mayor.

 

El Castellano

 

martes, 31 de mayo de 2016

 

 

 

 

 

 

Perpetua una,

por el bajel del alma,

bajaba recorrida,

por entre encajes olvidados

me descubría,

el caballo del ansia mía,

donde empezaba a abrir

en sus piedras de ojos negros,

y la cabellera levita

por altas ramas,

donde acaba el sueño

taciturno de su sonrisa helada,

voy allísembrando ojos

en sus labios áridos,

no me apetece seguir sufriendo

para ello sirvo mi aliento,

donde acaba lo que siempre

creíconocer más me detuve a envejecer

sin mecer alas cansadas,

el horizonte me cuelga la rama,

y yo loco callado pienso

en un tiempo que me apetecía recorrer

tus simientes azules,

en un mundo que mis labios, cierra

tornándolos grises,

la idea vuela eterna del estado mental

por conquistar,

esta es mi vida

, esta es mi suerte,

pregunta a mi orificio demente,

que dispara por mi boca

la locura quieta que mía te arropa ,

haciendo cálida la estrella

de mi popa

y mi ángel sangrando versos de hielo,

en el tibio, ancho, escurrido desliz

que me llevóa contarte mi verdad,

por la que quedaba frágil,

vulnerable sostenido yo

en un destino incierto

del comienzo del Alba a mi insomnio

que me da energía.

Que fiel asesinóla caricia,

en cama de ojos en alfiler

y patadas del sueño,

crujiendo mi ser en una araña,

llegóel tiempo de escalar

por si un día abandono

serácuando me vuelva polvo.

                                                                             El Castellano

 

Desde que vine a vivir:

 

 

Imperios de ojos cerrados:

Páramo del verso solitario, decapitado

buscando el encuentro

y su soledad que mece riza y concluye

momentos de la fuerza universal

menú de la disponibilidad de vida

mi lluvia sube redonda tu cara perpleja

podemos salvar lo regio del reino que cae y vuela

soy uno, rey de sí mismo sin atisbo

desde el fantasma que vengo

todo crecía ardiendo

no tengo miedo a su pirámide

ni su ojo absorbente de mí mismo,

tú piensas tu resguardo

en la radio hablan de nosotros

te incitan su teatro de vidas manejadas

el amor a la flor me lleva,

cabalga mi iris consumido

a lo onírico de mi conciencia

Orando por mí mismo

mientras muero quiero dejar absorto el tiempo,

agujerearlo, estirarlo, romperlo

en la rebeldía que asesina la vida material

inconcluso en este mundo

no puedo volver eternidades atrás

deberé guardarme a mi existencia tejida

pero sin asumirme o doblegarme a ella

nada que negar en silencio seco

nada que defender

solo una parte soy del eslabón

nada de mensaje

nada que decir

nadie a quien impresionar

es mi vida nada más

puedo empezar mi historia de nuevo

por mis amores típicos

de ser humano insignificante

nada que arder, nada que cambiar

todo puede suceder,

los errores no se pueden quemar

a quién le importará

carnes pensantes me dan igual

el Juez Supremo me dirá

a mi Conciencia de ser humano

le hago un templo

la verdad compañera sin ti

buscando más razón

del amor del Sol,

en comunión sangrando lunas

en armonía de esferas de años fríos

vívidas estrellas que todo lo imaginado

viene de ellas

hasta este astro apagado en vida

que arde por dentro

su ser llamado planeta Tierra

sabes que puedo

pero no volver de nuevo.

 

 

El Castellano a 09-03-2015

 

I.Siembra del pensamiento:

 

Asustado no estoy

el miedo perdió su cobijo

los dioses de mi cabeza

reinos de su locura

inhabitada, extensa,

auspiciada inteligible

puedo bajar por el cansancio

escribir un mundo muerto

creciendo, buscando verticalidad

en la sabiduría de mi verdad

ausente el día desde mi hogar

busco lo inconsciente del sueño

que pierde esperando

esas profundidades del hálito de vida

por despertar la semilla

de la sembrada humildad

qué solo yo veo y me basta

piensas que estás salvado

mentes blindadas

en la luz de la conciencia

unificadora que dicta

el retorno al único origen

voy escalando estas nubes

de mi mente

considerando brillos los sentidos

costando y pagando el pasado

tiempo que despierta y roba el sigilo

caminante de la sombra

grito a la mente que me habla

pudiendo florecer

una y mil siglos más

la bruma teje su limitada ascensión

que subyugada y difuminada en la sociedad

material, empedrada de su cementerio

llamado hogar basado en la mentira

el cerco se estrecha ahorcando al gobernante

del aire

y los ineptos millones de ausentes

pájaros voladores que creídos pensantes

ven como los dirigen

sumidos en directrices de hormigueros

y el libre tiene la cabeza a líneas

de horizontes superpuestos

en laberintos de lo perfecto

que la elevada conciencia

te tiene de paraíso en lo insignificante

que marca su autenticidad

y se hace risco en la eternidad.

 

El Castellano a 09-03-2015

 

Desde que vine a vivir:

 

Ascua irisada al tacto,

estoy bailando sobre una estrella,

todas las cosas que vienen ahora,

en soturna claridad apagada,

hoy es el ahora,

mañana es para siempre,

mentes acristaladas

en espejos que les reflejan,

rompo mi sumisión particular y generalizada

a esta realidad mecida y dirigida en el ojo

sí ese de su escuela, en seis mil millones

de mentiras que caminan,

todo lo visto quema mi retina,

por el ojo de este cuervo

el tiempo ya no me puede sostener,

volando lejos donde la mente alcanza,

no tengo creencia que estos tiempos

serán mejores,

me estrellan sus filos hirientes,

entre lapsos de gentes

al parpadeo me venzo,

hoy será vendido al postor rendido,

extasía en metal prendida,

todo lo que pasó:

Estoy soñando

el tiempo que cerraba mis ojos,

retales que cerrar y su olmo blanco,

su jardín azul, su fuente de cristal,

nada desvanecerá al Miguel sin alas,

seco de hoja de otoño

no me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,

ni mi acristalada fuente,

ni el olmo que no es mío ni su blanco

será mi aura intransigente, seca a morir,

sobre los años avanzo,

yo soy el Sol,

lluvia cae de nuevo este acre me cuenta

algo para tu entendimiento,

cruzo los cielos muy alto de nuevo,

soy el humo,

yo soy la piedra que te habla.

 

 

El Castellano a 09-03-2017

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CEGADORA SIEMBRA:

 

 

 

 

 

Bruma en su gris sostenida,

azul derretido en fugaz idea

sin soplo, viento mordaz

de esta acequia verdadera sostenida,

en sus fanales mieses deshojadas,

cabalgo que trenzo mi infinito soliviar

de labios grises,

por esta condena rizada

se alza que avanza

mi sepultada sed de abrojo dormido,

en esta siembra traigo mi vida,

por caminos y senderos olvidados

de los Dioses con sus plantas silvestres,

desde estos insectos de mi verso encendido,

mensajeros divinos

con espuela de transparentes alas,

me declaro que me proclamo

sirviente encumbrado

de la única belleza

dama consumada Natura.

Soy yo su Cuervo Förüq,

hasta la pausa de mi tiempo

yo cultivaréeste agraz doliente

de mi intelecto agudo,

desde el retorcer de este alambre

para colgar mi estampa rizada

de mi árbol de las cenizas,

pidiendo me de permiso

para yo ser el mejor poeta

que pariótierra y semilla,

mi sangre, mi carne, mi espina,

mi aliento de piedra,

mi luz, mi araña y su carcoma tejida,

mi tierra,

mis campos,

mi Flora,

hasta ver las auroras,

hasta cabalgar retinas

en sangre de sus ojos jamás complacientes,

destellearéhasta la extasía de cristal,

hasta habitar cada colmena de mis abejas,

en este campo de víboras

traigo la espada de tierra,

esperando me forje el romo hierro,

cauce, en mis venas.

 

El Castellano

 

 

 

 

 

 

 

 

Cristal de aire:

 [​IMG]

Acreciento, voy menguando

al paso ferviente de tu sola voz,

en agua destilada, candente

cristal de gotas sólidas,

cadena sin mi nombre,

que crascita entona

un yo te desvesto

a mi helor

un cristal que sublima en aire,

caracola resistente

hiriente , vespertina a fragor

cual buque emergiendo

d'este abismo llamado verbo,

coagula mi aire

en novecientas ascuas,

que flagran tu sendero de luz,

cuál no dio fuelle a tus alas,

mi amada voz,

hacen nueve formas,

nueve cerrojillos de hielo,

en novecientas nueve hojas

que encierra

tu corazón en mi agua´

siniestro caracol

con mi desvelo en hoz.

Inocente no soy;

ni ángel,

ni vendido,

ni por éxito mendigo

el que no me acepte es su problema,

yo sé quién soy.

Miles dei lumen,

Förüq Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit.

Guerrero de luz,

en verso arde,

ardiendo metáfora,

crea caricia,

expectante de la sed que arde,

novecientas noventa y nueve hojas

esconden tu asido ramilleto

que esconde tu cristal de viento,

hoy es por mí

que empecino

que soy culpable

de alzar mi cenit

en cúspide inefable,

de esencia que no llora,

dicta, que sólo es tu voz.

Pureza en vena dispuesta.

Una asonancia predilecta,

pude servir,

me quedé en tu frazada

del juego

que como todo juego

sólo abre

sólo despliega la opción.

a perder venciendo,

tu voz sólo eso,

musaraña cristalina,

de nácar y espejo quebrado

con mi cruz a lomos avanzo

El Castellano

 

SUEÑA LA REPRESALIA:

Sangre expiada,

ceniza aparente

de quienes eran,

incierto azar de las armas,

oscuro riesgo,

desdén del tenebrio

encorajinado,

parca ilusa que todo abarca,

sin oír a los Dioses,

simas y ríos que nos ignoran,

¿Quécampo no me atestigua

en ocres muertes

todo lo que la tierra devora?

Esta avara tierra

que relame sus crines de plata;

Y su destino no embellece,

justo de ala nueva perenne.

En las prósperas sienes

de regocijo,

acogedora sombra del blanco chopo

y este opulento tejo,

que al muérdago muerde

aguardando convencer

a las tres Hermanas de Negros Hilos

no me hundan en el abismo.

Mi musa cautiva toda de nieves

yo, de bronce,

niega ser de origen innoble

con ocho lustros asidos

opresores,

púrpura brillante,

esquiva,

pureza en jaspe

de luna,

del arroyo fugaz

bebe y el viento revolotea

sus suaves cabellos finos

fluctuantes,

se encienden

mis tibias cenizas

por amarla a ella

lágrimas sobre fértil vid

que engalanan,

Valgio abre y llora tu torrencial

desde tu hogar caelis,

deja fundirse contigo al Aquilón

cae tus espejos deshaciendo rastrojos

cabalga tu agua

por estos estrechos campos.

Abstruso tonelaje de mi pensamiento,

hosca patria mística

de amor furtivo,

trémulo de lo que el querer quiso,

sin falso engaste avanzo;

el poder del cuervo siento

ese único que visita mi jardín

a las nueve.

Por oscuro aflige

que ya no es celestial,

ni aunque el cielo fuera pardo.

Vetusto, geométrico, áspero

mi desliz absorbente

como un torbellino,

que ya las penas

de mi olmo desnudo

no llora

ni la belleza refugia en esfinges

sus torres que son de la tierra

como señeros de vivos,

raudos árboles enhiestos,

en su copa

que bebe al tiempo.

El Castellano

Guardería de estrellas:

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Ronquidos del mal dormido

y su visceral entrada,

quiere abrir la madrugada

guarderías vacías

de los gatos que cuelgan las estrellas,

inaugura el oscuro vivero

su cultivo de alas oscuras,

la noche cierra en vals,

su latido desnudo

que la penumbra sostiene,

aquíen el margen

del infinito horizonte

me cuenta la saeta de su sed de cielo,

oiga sombra desterrada,

encuentre mi latido nacido

esta noche que tus hermanas

se alzan bajo esta luna de hueso,

todo dibujas lúgubre

el color muerto se te descubre,

desde el cielo a la tierra

bañas todo yermo,

violeta horizonte que se retira

quedan sus mil fuegos

luciérnagas que al alba morirán,

noche nadie te quiere entender,

solo los faroles y fusiles

iluminan tus venas negras de oscuridad,

túque sólo ciegas la luz del astro,

arrastrando su luna

con correas tiradas por los trescientos

caballos difuntos,

jinetes del tiempo me avanzan

la compostura,

muertos se enfrentan

por mantener su ciclo eterno

su espuela raspa el hueso,

la noche que cabalga con ellos,

corredores fantasma del viento,

oscuridad que no entiende

de maldades del hombre,

miro todo bajo la noche en mis ojos,

solo sombras caminantes y figuras

se forman en su prisma de aberración

sempiterna,

apuro mi botella

esperando ahogar esos fantasmas

de mi cabeza que suenan estridentes

con sus voces,

es un caldo malva de tristezas,

fosas de mi pensamiento

que abren al caer la noche,

enterrando lo vivido al día,

afilo estas mis venas,

esperando brille mi carne

y esta luz de vela se haga fuerte

y toda abominación espante,

todo avanza deslizando su hueso

es a esta hora sin el sol

que mis pesadillas

toman voz y materia,

puliendo este escarabajo de oro

me verá el devenir eterno

hasta el crepitar descansado

y su cruz de nuevo día.

Es una cruz, un origen

la vela y el candelabro que marcho.

Entumece visión su huella ausente,

aludido encumbra el párpado mío,

deseos en tierra soterraños,

avanzan los años

y se siente se exacerba ella su belleza

es dueña,

avanza sin rival ni reseña,

si su alma acaso me duela,

encuentro mi verso soldado,

por un mundo que cae en harapo,

es clase de fantasma que gasto,

es sangre en mis ojos,

el ruido,

la siembra,

los colores,

la verdad,

las mentiras,

el sol

mi astro,

la entrada, el portal,

la vida, mi secuencia

pureza soledad acritud extensa.

vine a romper el hielo en su frente,

el gris,

las fuentes,

la calma,

la esencia

que es brillo

que es fulgor destapado,

desaconsejado destello crispado,

cariño

la secuela,

fantasma de primavera.

Ario yo, en similitud sembrada

cadena de ausencia

arrastra mi alma renegada,

las luces, el orgullo,

abruma mi ser

su historia de plata,

porque la vive entera mi persona,

y de su ente no me puedo desterrar,

si cesa su alma

cesa mi sentido

y aliento forjaría veleidoso

como escalar la sombra de mi parra,

como hacer casa sin tejado,

abandonaría todo menos a mi ser.

En mi guardería propia de estrellas

para ella, mi calma

de espíritu en botella.

 

El Castellano

Acuchillada osadía:

Descendiente fulgor entre grises sienes,

humores de tierna fontana precipitada,

es mi jauría de estrellas que la sed

vence, conforma, infinito panal ahogado,

que vence y me vence,

este granate frustrado avanza

su extasía de cristal,

forma y conforma un lustre yerto,

ardiendo entre cerillas

de momentos intransigentes,

me proclama mi verso

entre manada de lobos

el padre del lobo de hierro,

aullando su temperamento de metal,

entre sierras madres de ríos dulces,

y de florestas destapadas,

yo tiempo, vencí al doliente tormento,

entre clavos y yunques despiertos

clavé mi aliento,

soñando que te soñaba

se alzaba mi tiento,

acaso yo no estoy durmiendo,

necesito la superficie

de los guerreros alzados,

represalias de caras muertas,

salta, salta mi abismo,

este es el sonido de mi escopeta de cristal,

esta clase es de fantasma,

vivo si yo escribo,

parco, tibio mi Dios de mis Dioses

solo entre estas cuchillas de gentes,

inmortalidad asolada descendiendo

entre sombras de oscuridad madre,

cuando todo indica

que la oscuridad te supera,

no hay soledad asesina,

porque me gusta hasta mi cuerpo,

en este otoño que los ocres

lucen el suelo

y llega el reverdecer del cielo,

en pie llegó el momento

y atravesar este viento todo lo que siento,

hasta ser de la vida

el victorioso esperpento

que acuchilló su osadía.

 

El Castellano

 

OSADÍA EN TRAJE:

Aguzar
é en ramas de viento,

que la solaz, yaga en mi intelecto,

atravesarécon mi plomo,

cada siembra que mi ser derrama,

hasta volverla metal noble

de postrero envejecimiento,

quiero la apreciación

quiero la insignia

de este mundo que escapa

que huidizo deletrea

su énfasis de costumbre cómoda,

yo no soy de ojos cualquiera,

asíel fuego me resquebraja

la hoz y el martillo

clavado en la esencia del pueblo,

no tengo superior ni inferior ni igual,

debate mi Dios entre las sombras,

si dotar a mi esfera de un poder que convenza,

y consuma en retina ajena,

siglos dormidos de fuste y escarchas de parpadeos,

no nacípara este social mundo,

podéis quedároslo,

mis pensamientos ojalá

algún día solo le importen a mi vida,

y la boca de los seres cierre

y abra sólo la Sabiduría

que tierna, yerma y estática

avanza entre torres de tierra de las que vengo,

los juicios todos queden vanos sin ella,

esta es mi vida que me sujeta,

que vence y plena

desangra de la estrella su pestaña,

un soliloquio que hablo solo,

y símundo de cabezas de grama

estoy satisfecho

porque amo mi destino,

que si nazco no le cambio,

a la bastarda opinión decrezco,

cuál el ojo único,

cuál el listón que tumbar,

se siente si le gusta a mi Narciso

es mi poema perfecto,

tenga el fuste y de belleza inciso,

cabalgar mi estaca porque valgo,

no como vosotros que miráis

únicamente lo que tengo,

tengo esta vida esta pluma de tinta infinita,

y a ver quién me alcanza,

quien detiene mi latido de sangre y tierra,

que seguiráescribiendo hasta que muera,

ser mejor que este silencio es mi meta,

y recuerde este tiempo bastardo que nada detiene,

y otorga como arrebata,

mis guerreros en pie,

a formar azadas del bien,

marchen mis cuchillas de recuerdo,

por acabar con desquicias funestas,

fundirámi aliento por escalas con el cielo,

mis castillos en el aire,

dirán de verdad siempre vive

y viviráeste Castellano,

derretido el cuarzo

gemiráel tiempo terminando este mundo

como todo termina

incluso el latido

final feliz no puedo dictar en sentencia

a esta esfera,

leyes naturales existen

como diosas certezas,

finalizo este escrito sin tristezas,

me pusieron en su sitio bellezas,

desafío a lo que me rodea

a desnudar si es verdadero

porque eternamente solo

que mal acompañado,

salto, salto, santo mi abismo,

entender que nazco con cada poema

puliendo sombras,

hasta hablar por tuberías nacientes

de mis cauces de sangre,

lo siento mi Sol

mi inspiración será mejor

que la envidia que corroe,

que la competencia de mi suerte

solo una razón

porque busco ser perfecto.

Lit et summun canae.

El más viejo de la vetusta.

 

 

El Castellano

 

Luna trece:

Luna plateada de mi cielo,

en las noches

voy a tu encuentro,

pero te escondes

entre bloques

de hormigón y cemento.

Quiero verte,

pero incluso te escondes,

por las violetas ramas.

Mas los dragones,

del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso,

de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido,

solo templado

con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila

con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo

de luz violeta

incluso de noche;

artifficie luzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene

para sentir que estás conmigo

otra vez más,

recuerda

que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento

que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla

y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste

de amor en el tiempo

que cae muerto

que pactamos con el hielo

la vuelta del invierno,

recuerda cada latido

de oscuridad

que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso,

en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti

dando voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando

que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla

enamorada de la tierra

para despertar

y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre

en el hierro de mi destino,

se me negó la luz

encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes

en este camino

que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío

en este calor que quema el alarido,

te encontré perdido

hoy vives un amor

que sientes soplándote al oído,

en la puerta del infierno caído,

te casaste con la luna

que reinaba en tu corazón,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste

lágrimas de mi ayer,

le diste ojos

a la sombra para mirar,

la espina caía herida,

la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa

cuando abras los ojos

ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño

y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante

en los siglos y milenios

que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo

en cada silencio muerto,

en cada raíz

que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras,

siembra tu aliento

en cada tierra,

tú todo lo tienes

yo solo soy una fantasma

que sólo tú ves.

 

El Castellano

 

 

 

 

 

 

HEMATÍES:

 

Recto metal pudiente,

rige directriz

en este mundo de espejos irascibles,

de avaras ondas líbicas

que sedujeron el troquel

de mi soporífera piel.

Bajo tus compases desnudos

de pureza indómita.

Ojos flamígeros

con verde intransigente

desdoblado oasis

al candor escalado

en llamas, en escalas a tu fría luz.

Crestea el ser de espuela,

adoraciones férreas,

dispuestas en lágrima del fuego,

voy al nido de tus sombras

mi parra ya afilada bajo sombra madre

enhiesta dirige mi compostura

armada de pulcro silencio.

Desnudo en la penumbra

mis ojos limando

tu tenebroso violín,

parca mi destino,

ensombreciendo, anidando

este mi cariño dispuesto,

suave,

extensión del sórdido plano espectral.

Voy ya por mi nube rígida

densa tu oscura sedienta sangre,

reguero inmutable,

avanza la densa lencería de tu belleza,

no, no desvanezca tu honda mirada,

asíme gusta a mí.

Senderos exterminados

que quisieron imponerse

sin tu querer.

Alojo la turquesa que te reflecta

mi cristalina musa,

solo ante el mundo

¿Y qué?

acaso osa compararme lo rodero,

transmigro mi ser en digna crisálida

fortificada,

buscando renacer

en colmena de esencias,

estoy cayendo

acaso no quiero,

subir descendiendo el generoso placer.

Sostenme aparte

donde nadie pueda verme,

serétu suerte.

Herejía dulce saberte,

guiando mis abrojos

que me preceden,

me gusta saber quién eres.

Hematite cuando coagula mi sangre.

 

 

C1 castellano

Ocaso florido:

 

Por la solariega vega del alma bullo,

jamás yo de sus brillos acrisolados

rehuyó,

yo que en fiel hueso calizo me siembro,

y crepito con su Sol mayor,

voy hecho de lluvia

del páramo su desventura,

las mentiras son erróneas

de todas mis caricias al cielo abierto,

la noche que empieza a sonar a mi Vera,

mantengo la quietud en alabada

sombra engalanada,

cae mi vida y de nuevo te siento

cerca muy cercana,

en tus campos nazco como hombre nuevo,

soy el crujido en tu ventana,

fiel abeja que a tu flor regenta,

enamorado suspiro de viento,

tu fiel sustento,

marco inamovible del desespero,

verbo y adjetivo de solar afán

en primavera que corre y lleva,

que abre y desgasta,

mi verdad que eres real,

y no un aliento de humo

dame una salvación,

y de la arista un primor,

en este solar muéstrame lo que pasó,

quiero ser aullido de viento,

solar empeño en tu piel canela,

dame vida que yo iré a tu vera,

una tentación que espera,

no hay miedo a esta hoguera,

este mundo habitado por fantasmas

de la gran ciudad,

me cuelgo en sus faroles

en alas de murciélago vivo,

hago entender

a este cielo de tijera descienda

su violeta pintado de Malva-Luna

clamando la vuelta de su fugitivo ocaso,

sin soles lejanos,

héroe del norte de tu boca,

mi cálido corazón hirviendo

con tu alzado amor,

mi beso de azahar que te necesito,

siente mi vuelta y su retroceso

a nuestra estrella,

no estoy perdiéndome,

me gusta tu hablar, me gusta tu respirar,

estoy dispuesto contigo a soñar,

estoy viendo al hombre mirar a otro hombre,

estoy haciendo de la bruma parir una sombra,

el hoy no entiende de vender a este anónimo,

le necesita para conquistar el mañana,

haciendo la línea que separe,

ven amor toma mi mano

deshacemos nuestros pasos al andar,

acunando campos de lirios,

déjame nacer bajo la luz del Sol,

mi respiro que mandó al cielo,

cruza conmigo la era,

estallando esferas,

hasta que nuestro cuerpo brote en flores,

por los pétalos de nuestras caricias

deshojadas.

 

El Castellano

 

 

 

 

 

 


Relato Sangre yerta:

Cap
ítulo primero:

Era una noche oscura de diciembre,

daban las tres de la madrugada

en el reloj de la iglesia del pueblo,

caía una helada de invierno,

y en el cielo reinaba una luna llena de invierno,

ella dormía en su habitación

cobijada con dos mantas,

la luz de aquella luna iluminaba la penumbra de su cuarto,

como una sombra de piel pálida se posó

en el alféizar de su ventana,

con cautela deslizó el cristal

y sigilosamente entró en el cuarto,

podía oler la sangre de su cuello que dormía,

puso su mano helada en la boca de aquella chica,

que abrió sus ojos y solo alcanzó a ver dos colmillos

relucientemente blancos,

el miedo paralizó su cuerpo.

Sintió un escalofrío helado subiendo por su cuello.

Sobre este cielo, reina mi amor quieto,

sobre los vientos y mis nubes de versos,

clava mi colmillo tu cuello,

bebe hasta saciar la sed de mi adentro,

te descubro al vuelo nocturno

y su dama de oscuridad violeta,

pasado de un pasado que nos hacía brillar

en el marco de la ventana al acecho,

lento pierdes el sentido,

vas sintiendo entrar tu nueva vida,

la antigua solo te crea nostalgia y rabia,

te adentra la mente al reino de la sombra,

tu sed se vuelve intensa,

sientes vacías tus venas,

te levantas con la luna, duermes con el sol,

soñando quien te mordió,

las polillas y murciélagos son tus compañeros,

te mudaste de morada

a ese túmulo perdido y olvidado,

donde reposaban guerreros antiguos,

solo la sangre te despierta,

acechas en tu oscuridad compañera,

la oscuridad es más fuerte que tu alma condenada,

cambiaste tus vestimentas por una capa negra,

que esta noche se verá en rojo manchada,

tu interior lo sabe tan bien como tú,

al acecho, así sea una rama, o una ventana,

te despiertas fría cada noche que revives tu pesadilla,

no hay lugar ni bar donde calmar tu sed,

solo el cuello de víctimas al anochecer,

la compasión y bondad solo huyó de ti,

solo vive esa sed en ti de tener sangre,

solo una condena te marcó,

para todos y cada uno de los siglos que te vinieron,

algunas noches quedabas saciada

y no rematabas a tu víctima

solo la clavabas tu condena en su muñeca,

y vampiro la volvías,

tu capa con los decenios ya parecía más rojo granate que negra,

te gustaba oler aquella sangre seca y recordar

cada grito y soñar con tu embrujo

y como venía a despertarte, algún vampiro convertido

bajo tu colmillo,

tosías con espanto, el frío y la humedad,

se apoderaron de tu morada,

aquel túmulo, no tenía ninguna criatura de sangre sana,

las polillas y murciélagos volviste vampiros

para tu diversión,

sentiste miedo, tu noche pasada cuando tuviste que matar

un cazavampiros, inexperto.

Los tiempos no entiendes,

como la gente, cambió su superstición,

por materialismo salvaje,

y a los vampiros como tú mandaron a la fantasía y a la literatura,

tu única realidad solo la entiende el demonio,

y a una bruja invitaste a tu morada,

ella te trajo un regalo, pero no permitió que la mordieras,

y hoy extraña te sientes con una amiga mortal

que cura tu soledad y tu condena.

Era viernes, ella ansiosa esperaba la llegada del sábado,

a las tres de la madrugada había invitado de nuevo a su hogar

a su amiga mortal,

ella quedó en traer comida y su puchero,

ella esperaba llegada la noche del sábado

con ansiedad y nervios,

como si nunca hubiese conocido a su amiga,

sentía una extraña sensación de deseo al mirarla,

le caía saliva por sus colmillos al mirar su cuello,

se prometía a sí misma no morderla,

pero su naturaleza la torturaba cada vez que la veía,

aquella bruja guardaba un secreto,

sus visitas eran interesadas,

quería pedirle a su amiga vampira

un favor que ella no podría rechazar una vez conquistado su aprecio,

ella le pidió aquella noche que se deslizase en la noche

y volase para morder y matar a tres enemigos de aquella bruja,

los tres hombres que denunciaron a la inquisición a su madre

y ella quedó huérfana cuando quemaron a su madre bruja

en aquella hoguera de la plaza del pueblo,

lo que la inquisición no sabía,

que aquella bruja que quemaron

ya estaba muerta y condenada

pues vampira era,

y el fuego nada la hizo,

vivió en la sombra atormentando a los aldeanos que la creían muerta,

y ella misma fue quien mordió y convirtió en vampiro a la a la que ahora

es la amiga vampira de su hija.

La vampira sin poder renegar de su naturaleza

pidió un precio elevado por su trabajo,

y ese precio fue

que la bruja dejara y permitiera ser mordida por sus colmillos

para ser amigas eternamente siendo vampiras ambas,

la bruja aceptó su nuevo camino y nueva vida

haciendo su pacto de sangre aquella noche con la vampiresa.

Ella llevó un puchero de sangre aquella noche,

sangre de animales cazados en el bosque,

solo consiguió despertar el apetito de su amiga vampiresa

el acuerdo estaba hecho,

y hasta que no matase a esos tres inquisidores no podría morderla el cuello,

se quedaron platicando hasta el amanecer,

y entonces su amiga se fue a su ataúd a dormir hasta la noche siguiente,

al despertar la noche del domingo

una nota en tinta escrita encontró,

quería los ojos de sus enemigos en un tarro,

a sí quiso y a sí sería,

aquella noche, se puso sedienta,

corría veloz como una sombra más,

el cielo corría un helor muerto,

y una neblina que cegaba hasta el sentido más despierto,

era la noche más siniestra elegida para cumplir su encargo a su amiga,

tenía la dirección apuntada con odio

de sus siguientes víctimas,

tenía ansiedad por arrebatar aquellos ojos y dejar vacías aquellas venas,

se coló a través de la ventana abierta de la recamara y despensa,

de aquella casa lujosa de clérigo de víctima,

ya olía su sangre mientras avanzaba el pasillo,

una luz de una vela la alertó

algo iba mal,

encontró al inquisidor durmiendo con un ojo abierto en una mecedora,

una ballesta cargaba en la mano de lo paranoico que era,

vió la sombra de la vampiresa, y se hizo el dormido,

cuando ella sacó sus colmillos relucientes aproximándose al acecho,

abrió los ojos el cura y disparó su ballesta,

la vampira rápido y veloz saltó y se enganchó en el techo frío,

al segundo después ya tenía ensartado el cuello de su víctima,

que este maldecía asfixiándose en latín antiguo,

a cada oración más rabia sentía aquella criatura de la noche,

clavó sus colmillos en los ojos,

y de un mordisco los escupió en el tarro de cristal,

a continuación, tachó el primer nombre de su lista

con unas gotas de sangre fresca,

minutos después ya se encontraba volando

hacia la morada de su amiga bruja en el bosque

tocó a su puerta, ella contestó con dulce voz,

amiga te esperaba temía que algo te hubiese pasado,

abrió la puerta y la invitó a pasar,

Ven siéntate, brindemos por esta noche siniestra tan bella,

la vampira sonrió tenebrosamente luciendo sus colmillos manchados en sangre

agudos como agujas,

veo que mucha hambre no tienes amiga jeje,

al momento sacó de la capa el tarro con aquellos ojos frescos

con el nervio óptico intacto y el iris tenebrosamente en color,

como si aquellos ojos siguieran con vida,

uno menos gritó alegre la bruja,

te amo le dijo a la vampiresa,

yo te amo más contestó la vampiresa

al tiempo que caían gotas de saliva por sus colmillos,

le encantaba desnudar el cuello de su amiga con sus frías manos

a modo de caricia tierna.

Te faltan cuatro ojos más para morderme sobria y parca respondió,

lo sé, mañana más pronto que tarde los tendrás,

al tiempo que observaba como la bruja,

abría una rata con un cuchillo

y metía dentro los dos ojos,

a comer Sombra misina, misina,

apareció corriendo una gorda gata negra

de ojos amarillos como de demonio,

ronroneó y se restregó en las piernas de la invitada,

que contestó ¿puedo morderla?

tan dulce, tierna y sabrosa que se ve,

No contestó medio enfadada

es mi gata y la amo, igual o tanto como a ti,

está bien dijo- Cuando seas vampiresa tú misma querrás morderla

a esa morcilla peluda con patas llamada sombra,

ambas rieron y conversaron

hasta tarde en la madrugada,

ya va a amanecer amiga tengo que volver a mi túmulo,

no te preocupes amiga mañana te hago una visita

para que me entregues comida fresca para mi gata,

A sí será ambas se despidieron con un abrazo tierno de hermandad,

llegó la vampiresa y se tumbó en su ataúd.

Despertó a la noche del lunes con retortijones de tripa

y una tos espantosa,

presentía una noche fructuosa de caza,

pues las polillas y murciélagos de su túmulo lucían sus colmillos rojos,

al anochecer, está es la mía dijo y salió en busca de la siguiente dirección,

emocionada examinó la fachada,

y vio que sería más fácil que la noche anterior,

veía una ventana que daba directa al dormitorio

del segundo inquisidor,

un olor a sangre excitaba su sed, y ya sigilosa estaba moviendo el cristal,

una vez dentro vio col gusto y dulzura su alimento,

un cura obeso,

que estaba roncando hartado de vino y carne,

puso su fría mano tapando la boca y la nariz del clérigo

e insertó sus colmillos en su cuello cual espadas,

siguió bebiendo una hora larga de reloj

hasta que aquel corazón dejó de latir,

a continuación,

cercenó las cuencas de los ojos de aquel inquisidor

con precisión de cirujano con sus colmillos prominentes,

escupió los ojos en un tarro de cristal,

al tiempo que pensaba

se va a hinchar esa gata obesa con otra rata rellena de cuatro ojos frescos,

se fue volando, riéndose, a su siguiente dirección,

tras tachar el segundo nombre de la lista,

ya había llegado a la dirección,

esta vez era una casa cuartel con mazmorra,

del alguacil inquisidor,

no sabía que le esperaba sorpresa aquella noche negra y yerta,

abrió la verja, mordió al perro guardián que ya babeaba con sed de sangre,

abrió la puerta principal que se encontraba rota y crujía,

el escalofrío de la emoción recorría todo el cuerpo de la vampiresa,

encontró al alguacil en su lecho ebrio de vino hasta el hartazgo,

esta vez arrancó los dos ojos con sus uñas

que llevaban siglo y medio sin conocer un corta uñas,

contuvo el grito de desgarro metiendo la esquina de su capa

hasta el fondo de la garganta de su víctima

depositó los ojos en el tarro

y bebió hasta quedar con dolor de tripa,

al ver que el corazón del ciego alguacil dejó de latir,

saboreó un extraño olor de sangre reciente y carne gangrenada,

siguió el rastro hasta las mazmorras

y descubrió el horror que las habitaba

eran las mazmorras de la inquisición

en ellas descansaban hombres encadenados gimiendo y maldiciendo de dolor,

veintiséis cuellos, mordió en aquel lugar,

después de llenar una bota de piel que antiguamente guardaba vino,

con sangre de arterías cercenadas,

ya tengo almuerzo merienda, vianda, y ten ten pie, para mañana,

pensaba satisfecha al volar a casa de su amiga,

tocó su puerta de su casa de bosque

una voz dulce contestó

ya va cielo,

al abrir la puerta a su amiga desnuda contempló,

estaba haciendo un aquelarre y tenía un extraño olor en la entrepierna,

estoy trabajando contestó la bruja,

pasa y acomódate cielo,

y en que consiste tu trabajo, preguntócon curiosidad la vampiresa

con la boca llena de saliva de deseo,

he preparado un ungüento, tradicional que conocemos las brujas

para contactar con el demonio

¿necesitas ayuda? dijo la vampira,

no tranquila,

¿trajiste la comida para sombra?

así es, contestó orgullosa,

bien sacó una rata de un almanaque y la abrió en dos,

aquí tienes amor

a continuación, metió los cuatro ojos de relleno.

Sombra, Sombra

Misina, mis mis,

tu cena cariño,

salió corriendo con dificultad por estar obesa aquella gata negra de ojos amarillos fijos,

se sobó en las piernas de la amiga invitada y ronroneó de nuevo,

estás contenta e sombra, le has cogido cariño a mi amada amiga,

miau contestó la gata y se puso a comer la rata rellena de ojos sangrantes,

terminó la rata entera, y se quedó durmiendo en su alcoba pequeña

llena de pelos, y raspas de peces del río y plumas,

esa hasta mañana no despierta dijo la bruja riéndose a carcajada siniestra,

trato completo, debes pagar el precio del acuerdo

dijo la vampiresa,

está bien contestó la bruja,

que se untaba un ungüento con aroma a sabia y a yedra en su entrepierna,

¿Qué lleva eso? preguntó asombrada

pues bien lleva mandrágora, yedra y daturas de estramonio, machacadas a mortero,

Am,

y eso qué efecto tiene,

ayuda en la adivinación,

y llama al demonio con mi plegaria de odio,

está bien,

te ves rica y deliciosa a sí desnuda,

si fuera hombre esta noche te hacía cinco hijos,

la bruja río para sus adentros,

está bien estoy lista,

inclinó la cabeza mostrando su cuello desnudo a la vampiresa,

se levantó de la mecedora

reluciendo sus colmillos

pasó la lengua por el cuello de la bruja

y le susurró al oído,

dame tu muñeca,

para que seas vampira tu corazón no bebe pararse

ni quedar sin sangre,

acontinuación, mordió su muñeca,

cerró la ventana y aquella noche se quedó en casa de su amiga,

amaneció y se durmió en su cama abrazada a su amiga aquel día frío de invierno,

llegó la noche del martes,

abrió sus ojitos, emocionada vio que su amiga bruja

que ahora era vampira estaba bebiendo con ansias toda la sangre de aquella bota

que llenó en las mazmorras de la inquisición,

se acabó la sangre,

y más rápida que un rayo la vio mordiendo una pata de su gata,

estaba segura de que tu gata correría tu misma suerte

ambas rieron plácidamente,

toca tu primera noche de cacería amiga,

vamos, vamos dijo emocionada,

al alcalde quiero esta noche por cabrón,

está bien, chuparemos las sangres del alcalde,

treparon el castillo donde vivía

entraron por su ventana y cada una eligió un lado del cuello,

ambas bebieron del cuello del alcalde hasta quedar saciadas,

volaron a su refugio,

y la vampiresa le suplicó a su amiga bruja vampira

que se mudase a vivir con ella a su túmulo y que la daba permiso para llevar allí también

a su gata obesa vampira,

pasaron la noche platicando de cacerías y nuevos objetivos,

con la gata mordiendo murciélagos más grandes que ratas

y ronroneando al lado de su dueña,

llegó el sol y se tumbaron en sus respectivos ataúdes,

esperando con sed su nuevo anochecer eterno.

 

Fin Primer Capítulo

Segundo capítulo que trata del amor que surge entre las dos amigas:

 

Erase ya un miércoles nocturno, negro y yerto,

la niebla dibujaba las tinieblas siniestras,

se podía respirar la humedad en el ambiente,

aunque los caracoles por ser invierno todavía no caminaban por la hierba húmeda,

platicando se encontraban en el túmulo las dos amigas,

debatiendo la cena,

-Hoy amiga quiero que me consientas,

hay un hombre del pueblo que no me pagó mi trabajo de bruja

no me pagó,

la muerte del hombre al que debía dinero este señor,

me costó desplomar, escalando montañas para conseguir

aquellas yerbas y el sapo paabrir y meterle el nombre

pa trabajar aquella muerte,

de acuerdo le chuparemos la sangre a ese moroso

¿Dónde vive?

-A las afueras del pueblo,

tiene una granja donde cría gorrinos para vender en el mercado,

está bien iremos, pero me prometí a mí misma no morder más animales,

su sangre me da retortijones y empacha,

vale solo le vaciamos el cuello,

y a su esposa también por maruja, chismosa.

La noche del miércoles,

se tornaba larga y deliciosa para las dos vampiresas,

ya volaban como dos sombras en aquel cielo nocturno con niebla,

llegaron a la granja,

los gorrinos roncaban,

bueno una gallina no sienta mal a la tripa espérame,

una no fue suficiente mordió veintitrés gallinas hasta tener retortijones,

abrieron la ventana de la habitación,

y allí estaba el deudor roncando en el lecho con su esposa,

¿ves que tiernamente siniestro se ve nuestro trabajo?

Si mi cielo,

una mordió el cuello del hombre otra el de la esposa,

algo macabro resultó aquello,

de repente la boca de la mujer que dormía empezó a brotar sangre,

la vampira inexperta bruja había hincado demasiado hondo sus colmillos

perforando la garganta de su víctima,

que bruja eres contestó riéndose

al instante estaba chupando la sangre de la boca,

para no desperdiciarla,

tenían las dos bocas juntas las dos amigas,

y una extraña sensación de nervios sintieron las amigas,

en la oscuridad la boca de una llegó a la boca de la otra,

y con la sangre empezaron a besarse con pasión y deseo,

aquello les daba más placer según pasaba el tiempo,

el corazón de sus víctimas ya no latía y decidieron volverse al túmulo de su vivienda,

allí hablaron larga y tendidamente como si nada hubiera ocurrido,

pero ambas amigas sabían que habían sentido placer en aquel macabro beso de pasión

ya empezaba a asomarse el sol,

y se metieron en sus tumbas,

aun estaba la luna en el cielo y apenas eran las cinco de la madrugada,

aún faltaba hora y media para que saliese el astro rey,

se dieron el besito de buenas noches y se acomodaron en sus respectivas tumbas,

te huele el aliento a gallina amiga

jajaja es broma no te enfades, te quiero,

yo también que descanses bruja,

hacía años que no hacía trabajos de bruja, pero amaba que su amiga la llamara bruja,

aún podía sentir la nostalgia de su vida pasada en su ser,

buenas noches amiga hasta esta noche,

yo también te amo,

en la oscuridad del túmulo habitado,

se oyó una tapa de ataúd crujiendo al abrirse,

amiga amada puedo dormir este día a tu lado,

es que la oscuridad me da miedo dijo riéndose siniestramente,

ven bruja te hago un lado en mi ataúd,

las dos juntas allí durmieron en la misma tumba besándose toda la noche

y acariciándose sus piernas,

besándose y haciendo pequeños mordiscos mutuos en sus vaginas,

ambas acordaron al llegar la noche del viernes,

que dormirían todo el invierno juntas en el mismo ataúd,

la gata negra de ojos amarillos sombra tenía muy mal aspecto había engordado 7 quilos

de beber noche tras noche decenas de murciélagos hasta dejarlos vacíos,

así en amor y ternura pasaron el invierno frío

hasta que una noche de mayo ya se encontraban en su primera primavera sangrienta

que el amor y la sangre altera.

 

FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO

 

CONTINUARÁ

 

Tercer capítulo

Que trata sobre el encuentro con la madre de la bruja vampiresa

Corría una noche de primavera en aquel pueblo maldecido,

por las criaturas del averno y su muerte sedienta,

despierta bruja, ya es de noche,

ahi no que sueño, me siento como si no hubiera comido en una semana,

mira, mira ha crecido una seta enorme al lado de nuestra tumba,

ajá es una macrolepiota tóxica,

con ella hacía venenos de encargo cuando era bruja,

ahí cuando yo era bruja,

qué vida, más perra esta,

he acabado

durmiendo con una vampira siendo yo misma otra vampira,

bueno estamos y somos felices y comida no nos falta,

tienes razón pero como sigamos a este ritmo vamos a beber a todos los del pueblo

y nos reclamarán comida decenas de vampiros hambrientos,

bueno entonces iremos a cazar esta noche al pueblo vecino,

hay unos cuellos que duermen alegres el sueño del gorrino

esperando el san Martín de nuestros colmillos.

Si te soy sincera, el pueblo vecino corría de leyendas,

que estaba condenado y maldito por demonios,

a si es beberemos sangres tres veces más ricas de personas poseídas,

amén a sí sea, te aviso que esos demonios duermen despiertos,

no me metas miedo,

los demonios siempre son amigos de las brujas,

diles que te dejen morder su cuello a ver si son tus amigos,

deja el sarcasmo,

soy valiente y fuerte y tengo hambre.

Venga vamos, espera que le cojo un murciélago a mi gata sombra,

con tanta sangre de murciélago va a coger una cirrosis tu gata obesa,

o una diabetes, -Que va esta solo con los huesos fuertes, no está obesa,

sí, sí lo que tu digas,

vamos,

ya estaban volando juntas aquella noche de primavera,

llegaron al pueblo vecino

y se encaramaron a una ventana que estaba iluminada con luz de velas,

mira, que mal rollo ¿ves eso bruja? ese cura da más miedo con ese crucifijo que un cazavampiros,

esperemos que este de espaldas amada y le ensartamos el cuello,

vale a sí lo hicieron,

de un zarpazo tiraron el crucifijo del cura al suelo,

que se encontraba en medio de un exorcismo,

lentamente la sangre del religioso dejó de brotar por su cuello,

lo hemos dejado seco, vamos a por el poseído

de repente contemplaron asombradas como el poseído se doblaba y retorcía

para balbucear sus últimas palabras,

tu madre que condenaron a la hoguera además de ser bruja era vampira,

y sigue alimentándose en la oscuridad y la tiniebla,

para puede que este pobre diablo tenga razón,

puede, pero ya conoces al demonio que te cuenta la mentira más bonita

como que hay cerdos con alas de murciélago

que vuelan y son vampiros,

tranquila que si es cierto

puedes comunicarte con tu madre mentalmente y ella vendrá a verte,

escucharon un chirrido en la ventana mientras vaciaban el cuello del poseído,

mira una vampiresa como nosotras,

Madre eres tú,

si hija soy yo,

te he echado de menos todos estos años vigilándote en la sombra,

te echo de menos también

te amo madre,

veo que ahora eres vampira también

si y acabé con los tres hombres que te quemaron en la hoguera,

esa es mi hija

siempre supe que tenías un corazón de guerrera,

tengo que irme hija perdóname por hacerme pasar por bruja quemada,

no te preocupes mami, siempre supe que volvería a verte.

Nosotras también nos vamos ya pronto saldrá el sol.

FIN DEL TERCER CAPÍTULO

CONTINUARÁ

 

 

CUARTO CAPÍTULO

 

Que trata sobre la visita al túmulo del vampiro ermitaño Miguel, y la boda de las dos amantes vampiresas.

 

Corría una noche lluviosa de mayo,

cuando de repente tocaron a la puerta del túmulo,

las dos vampiras se encogieron del sobresalto llevaban dos décadas sin recibir una condenada visita,

abrieron con cautela la puerta,

¿Quién llama? Preguntaron.

. Soy el ermitaño Miguel, aquel que vive por los siglos en la cueva del monte del reguero del gato.

Pase, pase bienvenido sea llevamos mucho tiempo sin una visita cochinera,

adelante mi casa es su casa,

póngase cómodo, que le trae a bajar de su montaña,

Os cuento que llevan decenas de siglos mis barbas bebiendo la sangre por mí,

vengo aterrado de estar enterado que un cazavampiros llamado Juan Belmonte

ha llegado al pueblo a investigar los ataques de nuestra amada familia,

que el demonio la guarde en su seno y morada,

vengo a ponerlas en aviso que no salgan a cazar solas,

ese cazavampiros tiene los huevos mu gordos

y ya a pasado cepillo a siete de los nuestros,

las invito a cenar mañana a ambas a mi cueva para dialogar sobre el asunto,

no quiero ver desaparecer a mis dos amadas vecinas que espío cuando me aburro

y se comen la boca y las piernas con deseo y lujuria,

pero bueno ¿no le han dicho que espiar está muy feo?

Perdonadme, pero con tantos siglos uno ya se vuelve un poco verde,

no se preocupe con gusto iremos mañana a la noche,

de acuerdo las espero ansioso,

y cuidado con los caminos de la noche,

con esa estaca de Juan Belmonte.

Cuidado tendremos, nos vemos mañana,

chupe cuellos en paz

igual deseoso de gusto las espero para tomar un cafelito y un vinito de sangre,

hasta una gitana vieja me hizo una canción la del probe Migue

pero soy tímido y solo la escucho cuando estoy triste,

llegó la noche de la cena esperada y las vampiresas fueron a la cueva del reguero del gato

con su gata sombra,

bienvenidas sean a mi humilde morada, pasen, pasen,

más guapas y no despiertan esta noche,

jaja sí, el amor nos tiene con piel de lechuga y picores diurnos,

eso es bueno,

bien de cenar hay gorrino vivo a chupar, sopa de rata de agua,

y la panadera del pueblo recién secuestrada,

se veía bien dulce y sabrosa aquella panadera amortajada con unas bragas rojas en la boca,

la rata para mi gata sombra que está a dieta,

de acuerdo iré sirviendo un vinito de sangre gran reserva traída de las mazmorras de la inquisición,

serviré de tapa lenguas humanas estofadas,

que rico y sabroso huele que alimenta,

ya va espérenme sin salir volando.

Se hartaron a cenar y a beber, una extraña sensación de deseos, sintieron ambas vampiresas

por aquel ermitaño simpático y risueño llamado Miguel Capote,

antes de un parpadeo estaban en su lecho desnudas bajo su embrujo,

cosa cierta porque aquel vampiro era brujo druida,

hicieron el amor con pasión y lujuria toda la noche,

y acordaron casarse las dos con aquel ermitaño misterioso,

pasaron aquellos tres meses tres días y tres horas

de prometidos cazando y alimentándose juntos

hasta que llegó el esperado día del casamiento,

fueron de invitados, el conde Drácula de Transilvania su esposa Anacleta su sobrino Dante Romero,

un ciervo, un centenar de vampiros murciélago, polillas vampiras de los 3 continentes malditos,

duendes oscuros, hadas asesinas, basiliscos y demás criaturas del averno,

sonaba el flamenco y corría la sangre fresca por doquier,

el otoño siguiente vivían su vida de casadas las dos vampiras amantes

eternamente enamoradas y sedientas de sangre.

Fin del cuarto capítulo

 

CONTINUARÁ

 

Quinto y penúltimo capítulo

 

El amor eterno y desenlace

Trata sobre la lucha contra el cazavampiros Juan Belmonte y la adopción de un niño vampiro rumano:

 

Caía ya una noche lúgubre y cálida de junio,

se podía sentir un hedor muerto en el ambiente,

las vampiresas se encontraban alimentándose,

estaban en la granja de un aldeano del pueblo,

este estaba obeso y sano, de alimentarse de tanto puerco y gallina,

ambas tenían un extraño presentimiento,

como si algo no fuese a salir bien aquella noche,

sentían otra presencia en aquella granja,

y a sí era, al salir de la granja,

se encontraron con el cazavampiros Juan Belmonte,

que llevaba una estaca en la mano derecha

y un brazo musculoso,

se quedaron paralizado con aquel cazavampiros,

como si hubieran visto un fantasma tres veces muerto,

de repente se escuchó un fuerte disparo,

y el cazavampiros Juan Belmonte cayódesplomado,

se trataba del ermitaño Miguel

que había acudido al lugar con una escopeta

intenta dejarme de nuevo sin esposas malnacido

desde la tumba, después,

Miguel se encontraba mordiendo el cuello del cazavampiros,

que se estaba retorciendo como un gusano

en el suelo tras recibir aquel disparo,

ese es nuestro esposo dijeron las dos vampiresas aliviadas.

Caía ya larga la noche,

y nuestras amigas descansaban en su túmulo platicando,

aquella noche de junio había sido muy intensa para las dos,

que ya se encontraban en una tumba juntas

besándose con pasión y lujuria,

llegó la noche siguiente a aquel pueblo maldito sin nombre,

las dos vampiresas se encontraban apenadas,

a ambas se les había pasado ya el arroz

y a su edad jamás podrían tener hijos,

tras pensarlo largo y detenidamente

decidieron adoptar un niño vampiro,

llegaron a la decisión de que adoptarían al pequeño vampiro,

famoso por sus libros infantiles,

aquel pequeño vampiro era de Rumanía

y se llamaba Rudiger,

fueron al juzgado vampiril rumano,

y tras unas largas burocracias tenían los papeles de la adopción en su mano,

tuvieron que sobornar al juez rumano

para conseguirlo,

le regalaron seis botellas de sangre de vino gran reserva añeja,

y una maleta con el cardenal de la inquisición española

Bartolomé Diaz Espartaco, se lo regalaros en una maleta de hierro,

con cerrojos y murciélagos grabados,

aquella maleta tenía agujeros a modo de respiradero.

Ya tenían al pequeño Rudiger en casa,

y fue la mayor alegría de su existencia,

jugaron al endemoniado y al ahorcado,

y salieron a cenar y dar un paseo nocturno,

el verano estaba llegando a la aldea maldita sin nombre,

ya pronto serían las fiestas del pueblo.

 

Fin Del Quinto Capítulo

 

CONTINUARÁ

 

 

 

 

 

Capítulo sexto, capítulo final

Que trata sobre los orígenes del pueblo vecino endemoniado.

 

Caía ya una noche de calor y de grillos una noche de julio,

nuestras vampiresas se habían despertado emocionadas,

veían a los murciélagos y las polillas del túmulo gordas y babeando sangre,

vamos bruja esta es nuestra noche hay comida hasta hartarse y son las fiestas del pueblo,

sí, sí, sí, quiero,

¿Me sacas al baile?

¿Me llevarás a bailar?

Pero bruja somos vampiras, no mortales,

Ya veo desde hace un siglo y medio largo,

bueno algo podemos hacer,

le pediremos a nuestro esposo que deje la timidez y nos ponga la canción del probe Migue

que le escribieron,

ni hablar se escuchó una voz tras la puerta,

hace una noche pa asar la manteca y no quiero ponerme triste,

por fa, por fa,

bueno está bien pero solo la pondré una vez,

sonaba ya la canción en el gramófono,

Qué le pasará, qué le estará pasando al probe Migue

que hace mucho tiempo que no sale,

dice que se ha vuelto ermitaño en su montaña,

que de ahí no quiere más salir,

allí se hace su cafelito hasta se toma él su vinito;

ambas rieron a carcajada siniestra,

es preciosa amor,

te describe hasta la perfección,

bueno fuera la broma o la quito,

jajaja no te enfades,

hoy iremos al pueblo vecino,

algo oscuro y gordo se está cociendo allí hay vampiros poseídos

que nos están haciendo la competencia,

está bien, al rato se encontraban volando al pueblo vecino,

fueron a la iglesia del pueblo

que tenía escrito en la puerta con sangre, pueblo propiedad

del demonio y Calvin Caín,

tienen sentido del humor por lo menos nuestros amigos,

si, sí ya le entra a uno mal rollo de verlo,

se escuchó una voz que provenía del campanario,

bienvenidos pasen, pasen

¿Da mal rollo ves?

se puede venimos del pueblo vecino

a exponer nuestro problema vampiresco,

está bien, pasad y poneros cómodos,

pasaron a los púlpitos de la iglesia,

y bajó del campanario un vampiro anciano jorobado,

con la cara rajada,

me presento soy Odor, jorobado de Notredame para servirles,

como podrás ver soy vampiro extranjero francés,

¿Qué les trae a mi humilde morada?

Pues bien, últimamente estamos teniendo problemas con vampiros endemoniados

de este pueblo que nos hacen la competencia y nos dejan sin alimento,

está bien se acordará lo siguiente el invierno y la primavera será la veda abierta

para los vampiros de vuestro pueblo, otoño y verano

será nuestra veda para nuestro pueblo del demonio,

las dos estaciones que tendréis vedadas tendréis que ir tirando de despensas de sangre

y sangre que halláis almacenado en botellas, barriles y toneles.

Me parece justo,

una pregunta más y nos marcharemos,

¿A qué se debe tanta presencia del demonio en este pueblo?

Pues corre la historia que san Miguel ARCÁNGEL

bajo del cielo en septiembre porque se gastó todos los dineros en licor, casinos y prostitutas

bajó a hacer la vendimia como todo buen hombre del señor,

y aprovechamos para ensartarle los colmillos y volverlo vampiro,

desde entonces el Arcángel vive en Transilvania,

bajo el seudónimo de conde Drácula ese es nuestro origen endemoniado,

sin san Miguel luchando contra el demonio,

cientos de demonios salieron y se apoderaron de todos los aldeanos del pueblo,

brindaron en sangre,

y todos se fueron a dormir pues ya iba a salir el sol.

 

 

FINAL

 

El castellano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Surco de alma:

 

 

Dentro de la luz, fuera de la noche

y su oscuridad que sujeta,

estoy en el sueño,

estoy a lomos de mi araña

descubriendo mi pasado

que voy dejando atrás,

un tren escucho desasirse

es mi existencia

en tal crujido de sangre y aire

abrirse.

Ventanas transparentes

dejan mis reflejos ausentes,

busco por más

noches en vela de navegante

sin mar ni final,

yo amo la virtud

mi ser desnace en alas quejumbrosas

de creación,

de soles por ilusiones,

cumbres febriles, bosques dementes,

sombras amadas al acecho,

este es mi pecho,

resquicios de árboles

soy ciprés

soy guerrero de mí mismo,

era o no era, sin abismo,

mi tardío cabalgó estrellas

por puentes,

ríos y sus afluentes,

gramas por sienes descubrió,

un horizonte perdido

un mar de cal y canto,

era esta araña mi medio de vida,

una oración, un ruego

de que no me abandone,

cristales rotos brotan un haz de sombras

es una clase de fantasma la mía,

no se consumía,

las mentiras eran erróneas

detrás de mi escudo

donde todo arde,

el tiempo es un saco

nunca cambia

sólo cambia su contenido,

una vez la sombra brotó de mi carne

sentí su abrigo de frío

quise sonar la noche

quise ser sigilo oscuro,

taciturno del silencio,

mi vía buscaba la luz

para abrazarla,

me abrió los ojos el mundo

desnudando mi esencia

de pronto mi bondad iluminó mi pecho

y hoy soy dichoso, pleno, completo,

por saber que soy bueno,

con esto diferente a mi exterior,

y no hay mal

que no sucumbe

a mi cuchillo de luz

llamado virtud del justo.

 

El Castellano

 

 

Carcoma del sentido:

 

 

 

Araña el segundo colgado de la pared,

junto con la pesadilla matutina

que me hace esquivo y falto de tu piel

naufraga el barco sin océano

del rosario que acompañó años y años

de investida locura sin culpa causada

resquicio tibio, veloz estampa de hiel

cruel caracol que avanza en un sentido

y no es volverte a ver

días cayeron por goteo

tierras lejanas, sufridas

sin hueso ni secreto vivido

sol a sol elevado amor

preso de aquel día que fuiste musa del alba

y las nubes tornaron de color

el cielo lloró rocas duras y encogidas

como este corazón que hoy te habla sin dolor

avancé paredes subiendo peldaños

las puertas cerraron tu vista

el techo se volvió universo paralelo

los fantasmas seguían a dueto el verso

y solamente quedo algo por decir

cuadros de estirada realidad sin cielo

único demonio interior me habla

dónde quedó tu marca

tu océano para que navegara

tus años que me eran indiferentes

hoy son cuchillo de tu bien

fuego vespertino quema la tinta de mi sangre,

sentado en la silla del destino

mi valor mi honor lo injusto del sabor,

lo vivido sin catalogarlo en ofensa

libre por amor pero para ti otro calificativo,

juicios ajenos me resbalan

soy yo como yo he querido

ni envidio, ni deseo,

ni quiero la ajena sombra

construir puentes en mi corazón

escaleras que lleguen al sudor de la creación

vida sin vida elevada estima

para llegar a la cima

que es que lo escrito

un ser lo recuerde

y vea mi mente que arde

por la voz de acompañante

mujer ausente.

 

 

El Castellano

 

EXTASÍA FUERA DEL TIEMPO:

 

Operación cero,

preparado para destrucción completa.

Temblando ruido agresivo

supresores activos,

hostilidad caótica

controlador inactivo,

ctrl.alt.delete

mente eliminada,

extasía fijada,

dominación eleva la distorsión;

extinta clase,

energía nunca muere.

Raza real avenga el paso,

controla el ruido ahora,

real es terror en el hueso,

juntos:

-Guerra al error,

guerra en la boca de locura,

nadie viene a morir hoy.

Tropas de la luna

blanden metal oscuro.

Más duro que el resto del tributo,

pura luz sellada;

fase helada en un, dos, tres segundos;

vidas en el ojo de una aguja

sistema sobresaturado

dirigiendo bajo tierra,

era del resplandor metálico.

Mortífera debilidad

perfección dicta

destruid el defecto.

Vandalismo ordena

descanse el tributo enajenado.

Llanto de la guerra crispada,

sórdida esencia implícita,

tercera fase encendida,

fuerza canta

ciega su falta,

exterminio en vena férrea,

faroles dormidos

esperanza difunta,

cobres almas anidan

sigilo deslizado

por entes de éter.

Energía, niveles óptimos.

Conquistar y destruir es lema,

pasado rueda

el olvido del tiempo.

Es hora de estremecer;

por un alma disuelta en electricidad,

fase oscura dispuesta,

era lumínica comienza decadencia,

telégrafos disponen alaridos en cópula

sobre postes de pino muerto.

Escarpias frías

sostienen pensamientos,

nueva era decreta,

hoy es mañana tejido en fábrica

de herramienta llamada éxito,

ilusión en cadena

para realidad de quien la estrena.

 

vanguardia

nombre femenino

1.

Parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.

 

"el escuadrón ganó la batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"

2.

Minoría que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas, etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después irán ganando adeptos.

 

"el cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de siglo"

El Castellano 14-08-2018

 

Luna de lobo:

Luna sempiterna

 

Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,

pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.

Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.

Mas los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;

artificie luzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,

noche está llamando moviendo su tranquilo velo, noche llama una vez más

para sentir que a mi lado estás,

recuerda que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto

que pactamos con el hielo la vuelta del invierno,

recuerda cada latido de oscuridad que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti dando voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar

y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre en el hierro de mi destino,

se me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes en este camino que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío en este calor que quema el alarido,

en la puerta del infierno caído,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer,

le diste ojos a la sombra para mirar,

el cuervo te dio sus ojos,

la espina caía herida, la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo en cada silencio muerto,

en cada raíz que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra,

tú todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves.

 

El Castellano

 

 

Criaturas en el alba:

Alba marcada sin aurora,

luz en inocencia de flor silvestre

al pálido fulgor de estrella

sobrecogida.

Cristal puro de oscura mano,

Nacen virginales céfiros

ruedan laderas suaves

que grama blanquea,

destino de esta infame senda,

vivir acabar sorbo de postrer respiro.

Azur marcado nacidas estas criaturas vespertinas

de celeste insignia.

Por cuántos labores los ojos desplegaron,

secuelas flagran y caracolean,

soterrada la ventura,

un prado arrancado a la semilla,

una dicha conmensurable,

ajuar lumínico de espíritu,

árbol de ceniza vestido.

Destellaba la rosa-cruz rendida,

sus nueve caídas.

Sotos sin prisa arañando la retina;

calma de Dios personal

y sus heridas.

Imperios de ojos cerrados,

aguerrido albor, vestido

en sangre de brea,

yerta, flamígera, ascua prendida.

Injerto de toda soledad anquilosada,

sin quieta estampa fría,

procesos de procesionarias

en quitina sulfuran

que ellas caminan.

Mariposa negra y gris de ademán

nocturna venda que el ojo

no vea.

Abre el mundo

un soturno caballito del diablo,

estas criaturas esparcen destellos febriles

son sensibles al tacto

y desvanecen entre ocasos,

destierro en hierro de sangre,

sus almas duelen

sus vidas huyen.

 

El Castellano

 

 

 

 

 

 

 

 

Raíz de albor:

 

Broza esculpo,

sus pinceles verde azules,

idea, hazme temblar la espera,

que tu voz dolida sea lengua en azabache

de otra noche que ya escapa,

y su vena escarpe por cristales

de vítreo haz,

réquiem blandido en un cielo de espadas,

anudada en tu cintura desnuda,

áspera, erizada ella,

mi idea,

combatiendo ocasos leves

que te dibujaron,

caos febril de plateada rienda,

estrellas miles la amparan.

Su muda vaga entre cardillos de la dama

y su vestido amarillo

de rayos acrisolados;

alto templo de erizos seculares,

caracoles avanzan seniles

profundo tallo,

bella eres.

Bella en sueños no me hablas

yo me quedé mirándote

para decirte:

-Si te encuentro, nunca te marcharás.

Desdén en este mundo de secretos,

en este mundo de demonios

buscando paz,

cazador corriendo la noche,

por la vana luz

cabalga el cielo,

un aullido,

llanto de un lobo,

miseria enraizada,

cada triunfo una escarcha

en hoja escondida,

que a la mañana verás morir.

Abrazo mi calma podando,

desmochando

lo que mi espíritu yergue,

forrajes miles acampan el corazón férreo,

mi vena coagula

al sentir mi idea

que al ser pensado el camino

no abandona dictado sentimiento,

cinceles esculpen mis manos

que siembran este beso etéreo

por tu caracola.

 

El Castellano

 

 

 

Frontera de la letra:

 

Se enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla.

 

 

 

Desvestido hueso, mineral candente

avanzando por un carril que marzo

bañaba sexual,

trinchera con centinela

aspirando humo de bruma,

entre amapolas nucas,

surcos de honor afilaban espigas,

el forraje decía quién más fuerte.

baldío encrespando la suerte,

ojal de tiempo florecido

del yerto mejor,

sentir entre la roca esperanzado,

luminosis despertando.

Me tumbé entre la dorada grama

me creció un espectro

que hablaba silencio,

y amaba sin importar su verdad.

Abierta zanja, abandonada sien,

era un miedo atroz

tejido a no tener mejor.

 

 

 

Noche silo de oscuridad

destapada, traspasas

mi ventana entre espejos

tu voz se hace la dormida.

Carruajes malvas del sueño

taciturno entre las espigas.

Fuegos y fusiles iluminan

tu dama de oscuridad

amanecida por soles

que bajo ella

parecen de trapo.

Canto a tus pestañas morenas,

alcanzando tu osadía

de oscura dama.

Llora mi azabache

por tener piel de arena

y brotes de la noche.

Por estos nidos carcomidos,

mis abejas construyen

sus panales.

En fúnebres procesiones

de todo lo que dejó de ser

y así descolgar

de esta araña la eternidad

entre sogas de mi calor humano.

Verdes ojos míos,

verde trigo

de mi verde sino.

La noche quiere

ahogarse en mis ojos,

que su sonido

visten y desvisten

por carcomas,

del mutilado iris insomne.

Es sólo sangre en tus ojos.

Telaraña de vorágine,

araña descendiente de turbios lares,

de lúgubres pensamientos

de etéreas raíces en punta.

Blanco sueño devorado

al compás de cuclillos nocturnos;

en ondas de listadas cadenas.

A la esclavitud del latido

encorvado trino,

es el final dictado

de la oscuridad;

la era lumínica

comienza de esta esfera.

 

 

 

 

 

El Castellano

 

 

Corazón de agua:

Hondo conjuro,

poesía de tu voz

que se hace meseta,

sobremesa de cabales,

reniego al cincel abrupto

de transparencia líquida.

Un osar que llama a la puerta,

se visten quimeras:

verso arde y conjuga el beso,

por cuanto he conocido

es insuficiente.

No me alzaron

camaleones con mi nombre,

amplio silencio

secunde largueza,

como día de recta hoja,

piélago frondoso,

perenne estampa alzándose

en marejada de fértil tierra.

Recia infancia

en linderos de semillas regaladas

por las que nazcan hombres de hueso,

flor en mi entraña parda y austera.

Dura piedra todo corazón,

lustrales colores

hasta el desnudo cielo de zinc

y su verde tallo que no palpita,

no deja su hondo manso lustre

en sortilegio de su espejo

que yo místico sueño.

Me desconozco

en este sueño que la letra

me tejía buscando luz

entre la bruma,

encontré mi corazón de agua,

nadando, casi despertando,

mi leño sin cruz podada,

llegué a la oscura nodriza madre,

la tierra.

 

El Castellano

 

I.Son de mí:

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Destellos de luna

que llora su azabache

blande el grillo su sino

a la hora que luce la azucena amarilla

sus galas perfumadas

se duerme la lagartija en su refugio

un grillo caza un autillo

me bebo mi copa de vino

el sonido duerme

otra noche estrellada

baila la llama

de mi vela

sera otra noche en vilo

contando mi insomnio despierto

el hueso de la luna brillará

su mística oración

de la penumbra llena

cuando mi yedra

trepóa tu ventana

esta noche de primavera

y el colchón de tu  cama

no te vale

para guardar lo que por ti siento

hace más frío que antes

o eso creo

seguirémirando el reloj

a ver si se hace el día

y la luna me guiña un nuevo día.

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Son juegos de luna

que otra noche

en mi lago se verá reflejada

el agua me cuenta de tu cristalina alma

que yo por ella colgaría

mi traje de estrellas

el azabache que llora la noche

se agota mientras miro mi almohada

seráotra noche

que sienta frío en mi cama

el cristal se empaña

mi Dios está en la lluvia

cae de nuevo de la vereda a la rambla

la soledad se hace cuarto en mi cama

la cortina por la luna

cae iluminada

otra noche destapada

que cuento los minutos marcha atrás

de mi insomnio desvelado

una noche que corren

mis cicatrices silentes

y el sonido de los nocturnos grillos

se blande lejos

por crear un horizonte

cuando la zarzamora rige en espinas

su amor a la luna de plata

crujía mi alambre

que sostenía cobarde mi noche

son juegos dementes

del sueño taciturno

que quiero alcanzar

mi ventana está iluminada

seráotra noche colgando de su hueso

por un despertar siniestro

de la pesadilla cabalgada

sosteniendo mi cigarro

me prendo el alma

por cumplir un sueño

que me hizo taciturno de tu sonrisa

que encendió tu amada voz

hoy soy simplemente yo

el que ha venido a dejarte un beso

quiero que me esperes por si vuelvo

a dejarte mi corazón entero.

 

 

Nueva generación de lo escrito

que junto clama por la vida

se afila en el alambre

el sentir de una mariposa

todo lo sentido cae marcha atrás

se derrite en el cristal de mi ventana

por si vuelvo guárdame un beso

yo dibujaréel resto

ilusiones ardiendo en la llama

altivas voces perdidas

vestidas de sueños rotos

oye mi súplica

rompiendo el momento

deshaciendo la noche

que corre por mi reloj de cuarzo

entona el son de un grillo despierto

hoy por hoy ayer por ayer

sigo siendo el mismo

o he cambiado

no lo sémiraré

el alba y su encanto

otra noche que cuelgo esperando

de tu pestañeo

todo por decir

y no dije nada

nunca podrás sentir esta soledad fría

que late su caricia

amamántame un camino a encontrarte

soy yo rezando al hueso de la luna

que vuelva el antes

todo se enarbola regio

en la tela de araña

reconozco

que he caído en el ayer

que me dibujó feliz

el puerto negro

hoy luce de nuevo

fuego intransigente que arde mi mente

segundo dormido deslizado

por un tiempo inerte

no seráuna noche

esperando mi muerte

por si tengo suerte

y bajo tus labios me mece

que sepas que yo por ti

deshojaría el horizonte

y el azul del cielo

dejaría su sangre

resumo en el borde del papel

mi latir preso de tu firmamento

para acampar a hierro un beso

yunque sonámbulo

sin dormir que me mira

y yo nazco en su sonrisa

para nacer el nuevo día

sin tu vida con mi vida prendida

cabalgo un ocaso

hasta llegar a la novena estrella

y henchir allí mi corazón de nuevo

como en un comienzo

mis grillos latieron de nuevo

el frío de mi corazón

ardiendo al cielo

el sentir preso

que me hace desearte entero

mi casa mi hogar y mi templo

lo guardas en tu pecho

cuchillas afilan el sentido

que vendráa rodearte por si vivo

y por si vuelvo a tus brazos de nuevo.

Que sepas lo mucho que yo te quiero

y el cielo se cierra

sin tu sonrisa tierna

mi Sol estámuerto

también murió

la luna de invierno

bajo tu pestañeo

que yo entero lo quiero

es el momento, es el tiempo

de clavar al firmamento

lo que yo por ti siento

y por la mortaja gris yo quedar despierto

nunca olvides lo sentido

que nunca se tornará lejano

sueños disparados por la boca de la estrella

nunca me olvides

no siempre todo lo bueno tiene un final

mi amor por ti

quedóen mi corazón sin apagar

y que el mundo gire y se estampe

que yo a ti en mi corazón

te tengo clavada a espina de sangre

esperando mi suerte

que un día yo vuelva a verte,

destellos en el horizonte

baila un día que te mezca mi caricia

buscando la eternidad

te encontréa ti de nuevo

y mi mi charco se hizo abismo

de todo lo vivido y sentido

que sin ti quiebra y carece de sentido

espero volver a la vida algún día

y que mi cielo de malva-rosas se tiña.

 

El Castellano

 

NOCHE LÚGUBRE Y UMBRÍA:

20 septiembre 2011

 

A ti noche oscura te escribo.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta

enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van

mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo.

Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco.

Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como

demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Túque no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas

comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.

Túsolo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad.

 

 

EL CASTELLANO

 

 

 

I.Ruido en el silencio:

 

Lloro soluciones

caminos opuestos

a verdades encontradas

ojos desparramados en las venas

de mi no pertenencia

a ninguna ventana de existencia

asumida en alas de un motivo

que haga correcta la dirección

en esta piedra viva llamada tierra

donde todos los ángeles cayeron

solo voy contigo

desde que vine a vivir

escucho el ruido del silencio

crepitar en la llama de la luz

sin conocerte conozco tus defectos

absortos, plenos, derramados en virtudes

somos lo mismo quizá

un camino dominar energía

servir empleando la perfección

tú no puedes oír mi voz

te hablo a pesar de no ser tu dios

desde este lugar sumiso

donde todo es lo mismo

veo caminar en mentira cabalgada la ciudad

elegí el suelo mirar

lo que crecía me hizo brillar

ideología ser yo mismo

allí donde te acaricia la palabra sin mirar

maestra la ley natural

que amo compañera

creencia más allá de la elevada conciencia

eclipse de mis soles de ojos

que te miran fascinados

para ser el último hombre

ningún resurgir,

ya quemé todos mis errores

cauteloso mi destino de nuevo hombre

carreteras del perdón sin motivo

uno luchando contra lo que le hace

no ser uno mismo

intrusos en los cielos

me llamaron llorando la verdad

obligación de acabar con el demonio

de uno mismo

invencible del silencio

escalo la tierra

uno amo la noche

dos amo la ley del dios Sol.

 

 

El Castellano a 07-03-2015

 

II

 

Poza del ruido en el silencio

gonde gotea y cae absorto el péndulo,

pulso en la noche,

noria febril de esquilmada razón,

espinas de corazones

que ya no sangran lunas de ataduras

ni huellas de números.

Plomo y verdín tan cercano

como tu sonrisa pulcra, afilada

en la piedra generosa que eres ahora

como regazo fuera del regazo

mineral lírico, ambiguo, galaico

como el pazo y su signo

denyto el muérdago y su tejo.

Tranvía que caricia enjoya

cautela de luz brava.

Estabas tú en esa cautela

llorando soluciones sin agravios

sólo estelas en señales.

Senderos abren opuestos a soluciones

encontradas.

Expandidos los ojos en las venas

de no pertenecer a nada

que haya existido.

Sumisión en alas de un motivo

que haga correcta la dirección.

De mi libertad recta.

Melodía de ruido en el silencio;

llamas arden su luz.

Con la conciencia de un expresidiario acuno

que nazco en este lugar sumiso,

donde todo es lo mismo.

Desde que vine a vivir sólo voy contigo.

Las corrihuelas en flor bailaron,

no se hicieron para damas

de silla y oficina.

Tallo regio de lápices,

no se diseñó para volar

como pluma estilográfica.

Muerte presente, cristal de mi rostro discreto,

eternidad azogada del mañana.

Ven, ven por mí, me estoy disolviendo

como asfalto en cloro.

Juega cariño con mis labios;

no están diseñados

y si se conocen es entre ellos;

abre y fecunda el cáliz

de mi sueño

ahora que caigo hacia arriba.

Como escama y espina áspera, marca

del final de los tiempos.

 

El Castellano a 07-03-2018

 

Ruido de nirvana:

Es solo ruido

en las hendiduras de mi calavera,

un iris doblado del nirvana,

un hastío florecido,

es una calma de mi dios solo,

un panal infinito de belleza,

fatal hoguera consumiendo,

desmembramiento de soles,

entre fulgores amarillos,

que el nocturno, sujeta,

sangre de acequias perdidas,

felicidad enjaulada

que algo me cuenta

de sus tulipanes amarillos,

por crisantemos helados

viaja mi esencia,

una noche que silba,

cantando con árboles difuntos de otoño,

es una vida de mi araña destapada,

un tejer sin estrella,

un álamo que ya no vive lejos,

derramada, acostada, nacida esta parca,

hoy yo sí estoy hablando,

mi sentido yerto desconcertando,

que era un ajuar de gotas del alba,

era un caminar somnoliento

por la carne de metal de esta azada,

quién fuese silvestre como una planta

en este mundo que se envilece,

destierros forzados de la locura de la ciudad,

escarchas dolientes entre mis sienes

que azogan solares póstumos

de mi serenidad alcanzada,

es un firmamento para cabalgar a voces

que lo mío es para siempre,

como un candor fulgente

en estas hogueras

que el aliento helado, de la vida cuecen,

era la cara oculta del espejo

un aullido de la fiera

que el tiempo arrastra

entre punzones enajenados,

avanzando la caducidad del hombre,

era mi suerte una rueda

y una hélice que no volvía,

era este tiempo como la dimensión

del pez muerto,

clavando cuchillos al éxtasis

de la creación ensimismada,

ardor de los mil fuegos

deseo haciendo bandera,

hoy no me arrebatarán nada

ni el destino que todo se adueña y lleva,

cruje mi calavera,

haciendo sonar este silencio duro,

desnudo mi chopo

queda ser como el rocío primero

para besar sus labios de mujer verdadera,

un viaje por su fantasía,

estoy flotando en sus olas,

disfrutame estoy volviendo realidad

nuestro sueño,

reinando este corazón,

siendo austero como un jarrón lleno en ilusión,

siendo caballero de tu dura sonrisa desvelada,

que acapara y acampa

el alma de mi polilla de cemento.

 

 

 

El Castellano

Redención sagrada:

 

 

 

Cuando los ángeles desertan a morir,

en los ojos de otros ojos

estás buscándome,

me despierto;

los dioses celebran

un silencio sepulcral.

Colores me evocan de la nada,

ruido cómplice aborda

como navío tiznado al 2025

senderos del mar de tierra

que abre mi lengua en tu guarida de boca.

Melodiosa suerte de la máquina de tu cuerpo,

tonos sobrios, vespertinos

absorben la mirada como filo inexpugnable.

Absorto cae el tiempo en tu sangrada candente

azada dispuesta, es tu verbo un franquear de desvelos,

que respiran estrellas fratricidas.

Es un solo cuarteado en siglas,

los soplos resplandecen vibran al son de nueva grama.

Sombras inmobles cuentan de tu respiro

infranqueable, por jóvenes tapiales

de tu inexorable, florido, grandioso desvelo

de metales,

cobres anidan campanas de media noche

aguardando el surgir de lo sepultado.

No frena la sintonía de tu saliva, una,

ensueños duermen llamando se cumplan los anhelos,

cuando los ángeles desertan a morir

tu mirada se enciende, abismos silenciosos se prenden,

tu voz se hace palabra.

Me sigues te sigo cariño de ternura dispuesto,

luz enraíza tu alma, efímera en mi mano,

vuelve a mí una paz que ni los nichos toleran.

contratiempo por fuelle,

magarzas de otoño,

corona de reyes en primavera,

etéreas hojas a solas peregrinas,

dejando embriones por verso,

capataz de siembra única,

al compás liberando golondrinas,

punto de Sol a ciegas,

es mi mente surcando brumas grises

que me acercaron.

Vagido indeleble,

fúlgido yo destellaba tu sien sin marca,

caliente al arrimo de mi ser,

valedera fuga sin ocaso,

un caracol en un verso montado, arrastrando:

sacado del pecho

como heraldo sin desquicia semblanza,

corriente arrastrando cadenas de errores,

fruto de libertad

y conciencia sellada a ciegas.

Comiendo raíces por hechos

en fruto divino insoslayable,

frío de noche

bañando la casa de lo eterno

llamada diosa de tu entraña

mi musa bella.

 

El Castellano

 

Palabra sin boca:

 

 

 

Deshojo mi momento

para abrir la puerta helada

de un infierno flagrante,

me entablo y conozco al insomnio

y su hermano,

avanzo despierto un linde quieto

del pensamiento ensordecido,

tapias derrumban

azares de ojos abiertos

y parpadeos veloces,

resquicios oníricos

que dormir es para el vivo

agua en sequía.

Resumo que venzo

quimeras ultrajadas

y anillos sin manos,

después de mi vida

sangre en los ojos acaso queda,

resguardo al vil enfrentamiento

padre de mi conciencia enclaustrada,

otros tiempos mejores

ya no sueño,

todos marcharon sin balde

dancé en la oscuridad de mi mente

y vengo a verte.

Sigo de frente

ocasos dejaron su malva rosa

a su suerte,

pensamientos casaron su negro

con el color de la tierra

sin germinar

sin brotar simientes frías

que suerte canta nanas.

Granate lustre postrado

que fue desertor,

afilo mi colmillo

hematite nace dispuesto.

Es una sombra que fue destino,

abierta a la altura de fauces

y su hocico,

es la generación del pez muerto,

carpas de personas bogan sin aire,

otras aman lombrices con mandíbula.

Yo amé una lagartija

hasta que tiempo quiso,

desquicia febril no traigo,

por un pantano soterrado

nadaba mi sentimiento,

recurso de memoria

no era ausente,

ni se avivaba como lumbre.

Directo al patíbulo de la suerte

fueron las venas y su sangre procesionaria,

un marzo que corrió sin verte,

metal de espera intransigente,

acaso soy gente,

seguiré sin preguntar a mi mente

todo sea que conteste,

un camaleón fugado

de quien yo era.

Agresivo

sí hasta la muerte,

sé quien soy y si vienen por mí

no seré yo su suerte,

lit C et summun canae,

miles dei lumen

apostado y recto a vencer,

insectos caminan su linaje

respiros blanden peces en tierra,

alto alto como sendero a la nube

me vio nacer

el mundo y su mente ausente,

bondad relucía sin prisa

quién afortunado la asesina,

¿acaso yo no estoy durmiendo?

parada en el bosque demente

que mi hambre vierte,

llegó el momento

divisaré mi juramento despierto

porque soy humano

vivo muerto.

Förüq 04-03-2018

 

 

CEPAS DE UN DÍA:

Sangre que tiene bordes,

coraje espectral de imposible azar,

como pez dorado rige el sentido.

Día o respiro, fugaz aleteo sin calma;

acto que baila en bigote del pez gato.

Es en esta suerte la vida del bastardo,

flancos ocres tiñen el linde

por sombras vanas que arregazan

la prisa del estambre.

Cómo se tejió la expectativa

acaso fue sin semilla.

Al párpado encumbrado

azoto que lanzo

un generoso transporte,

aire o humo, acaso eso.

Espectral brisa que cubre,

fresca flor en soto sin nube.

Vivir en muerte batiente

tender tierra y escribir sangre

a la Rosa.

Igual se aventaja el agua sin forma,

de viejo silencio,

de final desempeño

como prender la estrella

en su mismo fuego.

Abrir la tierra y sembrarse

eso trae nuestras vidas milenarias

de rebeldes índigos.

Diferencia ensordecida, muda y ciega,

impalpable, insensible,

inmutable, insoslayable,

reverdecida, engrandecida,

incuestionable,

regencia sostenida,

con lo que os determina

a ustedes abrojos vidas de un día.

 

 

El Castellanoº

 

I.Espiga de agua:

 

Con el filo y brillo reluciente

está la espada,

blandiendo surcos

en fosas funerarias.

A lo que su empeño sucede.

Quilla de un flagrante monte

surcado por el metal

de hilo de cobre,

sonaba con el viento

haciendo temblar calaveras

en lo alto de aquel poste de telégrafo.

El viento tenía estridencia

y lamento seco.

Digno a desatar quimeras y bestias rectas.

Capaz de dar voz a lo inerte de la vida.

 

 

II Hoja:

Allí plantado como se siembra una pipa

me encontré, detuve el sonido

entre escalas y cielos soterrados.

Planté una pila de lluvia sobre marzo,

contestó entre gramófonos la tierra;

una melodía jamás interpretada

y jamás semejante o similar

a haberla escuchado una vez.

Era como un maullido entre gramas

y bocas sedientas.

Como cerrar y esperar que la compuerta secara,

como desplomar semillas

y aventar espigas;

plantado como una sola

de carne y tinta

que la espera viola.

 

El Castellano



AZUR DESNACIENDO:

 

 

 

Esencia intangible,

no hubo na terra,

que ni dioses

osaban mirarla,

ni albergarla;

ella sollozaba,

cual flores, incredulidad

brotaba.

Ella era encargada

de sembrar en ellas,

rocío perplejo

que en suelos germina.

Pureza

en venas;

lo que la perfección era.

Crisol insostenido

por cauces febriles;

inteligencia

en mares secos;

abejas de ideas,

colmenas

con intelectos graves.

 

II

Que cubre valles y peñas

inusitadas

y sus penas ahorca;

su misterio

enhechiza toda alma

quién arrullarla sin dañarla pueda,

serádueño de la llave

que encierra a la virtud

no enseñada.

 

 

III

Cae la noche,

sobre ingrávido

lecho de mi juventud

acostando luna de cuarzo

entre áspero frío.

Cuerpo mineral candente

quieto en pantanos de tela,

retorcidos sus destellos

en esta nube de leche;

el fango fragoroso gira,

imploro a esta luna que ame,

y el morado cielo ladea

mi sangre verde.

es por este escarabajo

que llega el verbo.

Soledad, soledad tus pulcras alas

que vencen auroras de adoración.

Aurora funesta clavada la hora

vorágine o trasiego

LUZ que ignora

si acaso nace.

Tu liso, amarillo barco,

de oscuro torso.

Tus infinitos beso

dime corazón al apoyo

de tus párpados.

Cuál profunda verdad

en esta espectral rivera

de ondas líbicas.

Espuma densa

de océano de ideas entregado.

Profusa ascua invencible

es mi dolor que más no quiere

retirarse;

que sentencias invade todo ojos

montaña de hojarasca;

cristal de pulsos

que tu imagen toca.

Suspiro fresco

en labio extinto de sombra

día que no se encuentra,

su densa forma.

Cuerpo con agua de estrella;

querer vivo que llega al aire,

tiende y espera.

La muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmado

estallado esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre;

trocados rayos de sol

esquivos, en plano de verde follaje

por azur causados.

Astuta golondrina encontrando

la dócil rama.

Mundo sin mentira

de la vida,

se abre este mi manantial,

reluciente de esmeraldas, desposeído.

Y todo siente:

 

-Que la sangre miente.

 

 

IV

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva

promesas en frente de violetas.

Cantan amando el claror

lírico, estremecido

coágulo de viento

en cientos de porciones

esta luna quieta

que semejanza quiere.

Descubierta la zona umbría

donde yago de yacer.

 

 

V

Aplasta mi sombra

contra símisma

derrumbando opacidades

de granates profundos,

ballesta, súbito forjada

a tu entraña.

Derrite mar de boca

que pide extensa

negra noche

y sus espectrales corceles.

Tiembla que rueda

paz, orgullo bello.

El desliz, ráyame firme;

conservo mis principios

numerados.

Reluce mi roce pulido;

entre-cielo asido;

palpita mi iluminada tristeza,

haciendo camino.

Vendrámi torvo grajo

se constatarámi lucero roto.

Turba mi aliento

bajo mi pecho la quiero

con montes limpios

enturbiados por sarmientos.

Delinean este viento.

Lividez plena,

fuga el desaliento

con todos los jirones

de mis ascuas.

Diáfano, ancho, repleto

a trote primerizo.

No cabalgarás,

no cabalgarás si no es conmigo.

Cabalga, cabalga

el llano, que sólo a mí lado

cabalgarás;

cabalga que sólo a mí encontrarás.

El Castellano

cabalga con su espada en mano

todo tu llano.

Hasta divisar todo lo que amo.

Sembrada el alba

que apacigua

la noche que negrea

en estela conmociona

mi luna extensa

que bajo ella,

siempre

estoy en taciturno hechizo

contigo y mi falcata.

 

 

VI

Embeberme la luz

sin forma en ojos distantes

luz de aquel fulgor purísimo

allálo oscuro

en tiniebla sin padre.

Yo besélas amapolas de los campos,

buscando me embebieran

la forma que como eco

apagaba.

Heridora en cascada

se aposentaba mi bondad

aquietan aguas longevas

la feroz sien

que me dio mi padre.

Nota:

 

Embeberme la LUZ

sin forma en ojos distantes

LUZ de aquel fulgor purísimo

allálo oscuro

en tiniebla sin padre,

yo besélas amapolas

de los campos

y heridoras en cascada

me entregaron sus hijas.

Nacidas tras yo sembrarlas

esta primera lluvia de septiembre 2018.

 

VII

Cuchillo que tu voz asesta;

mi pecho sin coraza hiende.

Camino mi desvelo enjaulado,

cuenta atrás de la tierra quieta

y sus grillos asolados.

Oh me olvidaba.

Esto es la resurrección.

Indemne entre losas

de azur firmamento.

Respiro entre rosas

las espigas por llegar.

Dilata los verdes la tierra

sosegada dicha trasiega,

un día cenizo

de esta la otra primavera.

Estoy escuchando semi recto

el retemblar de hojas huecas

sobre la gravedad

de un arroyuelo que fluctúa

cauce entre la copa

de árboles;

sobre semi vacío cristal

con limpia brisas

encima de un blindado

cantaba, dictaba

antiguo sargento

su presionar, disparar

como hueco

en la ausencia del polvo.

 

 

VIII

Abrid la ensenada al capataz

del brillo primero.

Tímida la floresta

escondía sus amapolas.

Núbiles gestos danzaban

la cabeza en loma

que silvestre evanescía

el coraje de la flor.

Vuelto mujer por Ostara.

Patio de perdices

que soslayaba

entre el quejido

de carrascas afiladas.

 

 

IX

Hacían sus hojas

mi última espada.

A mi izquierda

el peso

de su hierro estable.

Sibila destrenzabas

tu cándido mirar,

en fraguas de belleza,

inviolada.

En tus altos,

profundos

ojos de ámbar.

Luna que en fractura

recorre mi tejado de alma.

 

 

El Castellano

 

 

 

IRIS EN OJO DE SANGRE:

 

 

 

Vena del cielo:

Solitario rayo estertor;

siniestra umbra,

escala la cuchilla

de tres arañas colgando,

hoy es por mí

nunca quede huella,

destino en azar hendido,

lleno, repleto, asido

en el origen primigenio,

madre ella del color,

asume este sentido yerto,

agujereado en haz luminoso,

nitidez en halo

de nocturnal visión

derritiendo,

devorando astillas primas

de subrepticia enhebrada,

padre flamígero del fuego soy,

elemento hermético

de tres sentidos,

arder, conquistar, consumir,

estelas abren runa clave

Gemineye,

sangre de este ojo,

perplejo soliviar

en azur abriendo pulcritud

inabarcable,

inicio de sabiduría en vena,

muerde,

acaba esta espera,

raudal extenso de pura visión

en certeza

de sentido superior,

cristalina esencia

descendiente

sin parpadeo fugaz,

crisol de valles

y gramas feroces,

deslices del afán superior,

dar sentido a mi vida,

ojo de sangre calzo,

cabalgo anquilosado designio.

Ancestro del lobo único soy,

perplejo sentir asido

del diablo en simiente,

primer ángel caído consumado,

errático vuelo soterrado,

magia del silencio encumbrado.

Visión, y sueño,

indescriptible con lenguaje.

Si te ocurre lo mismo

no eres capaz de usar razón

y ordenarte abrir los ojos

y dejar de ver;

como un corzo paralizado

por un lobo estarías,

imposible por sensación

hacer desaparecer lo que observé,

por extasía, incredulidad oxigenada,

belleza en percepción,

la pureza en sueño

en imagen mental

que escapa a todo,

vi el azur

por decirte aproximándome,

en un ojo femenino

lejos de este mundo

y de todo lo conocido

o descrito,

fuéuna sinestesia recta,

sin ser más que tocar el color

de la Oscuridad nacida

a ojos cerrados,

sumisa, displicente,

involucrada en crear

sonido del vacío absoluto,

sigo perplejo y asustado.

Es lo trascendental del infinito,

como ver el origen

del color formándose en un ojo.

El azur, el verde turquesa,

y azul mahón

no te puedo decir más

que esa belleza no me cabe en el pecho,

por algo sigo viviendo

no hay azar enraizado,

hay perfección.
Luz me arde ahora
en el mirar ciego del sue
ño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los a
ños
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve ca
ídas
de sus
ángeles despiertos
en tu sue
ño me ves invernando
dorando mis pelos de murci
élago
bailo el colch
ón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra m
ás
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brot
ó en flor de amapola venidera,
dime qu
é debo hacer
¿Algo erróneo?
No puedo volver atr
ás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzar
á
nada por cambiar
todo est
á hecho
algo que asalta aparte
puedo volver y empezar de nuevo
sin m
í, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a
éste mundo
ma
ñana veo el futuro
la destrucci
ón del pasado
quedar
á atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiam meam scientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
contin
úo al cuervo
que me vuelve m
ás fuerte
ave m
ás inteligente de la faz
poder de la misma
energ
ía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que parti
ó todo inepto,
inconsciente tormento.



El Castellano

 

 

MARGEN BRUTO:

 

 

Vagido azar indeleble

quebradizo como abrir

la nuez del tiempo líquido.

Sostenme al arrimo de mi pecho,

no idéntico, no pretende ser

fuerte, encorajinado, denso palpitar

en soberbia luz destellando,

supervivencia en retórica translúcida

rayo y secuela de impávida nota.

Azogue de medrosas secuelas,

abiertas de azar hondo y arcano,

silencio; entonar diviso

todas las trompetas de los ángeles

un prado flamígero

en miles lenguas ababoles.

sangre de tierra transmigrando pudores,

por cuanto mi fecunda indecencia

llegó a conocer en disparo,

en disparo propio

en nuca del siniestro azabache,

fronteriza rivera de álveos

y azucenas nocturnas.

Florece una paradoja exiliada;

susurro en tinta roja

no ceso de cantar para escucharte.

Estruendosa quimera

en inteligencia seca,

secuaz de millares pensantes,

camino de zarza y endrino

camino de vida y un sino,

fuente, abrevadero virginal

descorchado, símil destilado,

por cientos renacuajos ideas.

Rebelde soga a mi condición en una encina,

vaivén en veleta con el viento

raudal trenzado, en mimbre cabalgo

veleidoso, regio, espina sangrante,

tránsfugo renegado a morir,

rebelde índigo de 1989;

hidalguía desdeñada por tierras

y cuchillos de espigas,

con ocres carraspeados

aguardando ababoles matutinos

semblantes esparcidos

como entes rutilantes a la espera

de haber nacido.

Encumbrada la libertad

de nacer sin parcela;

resumen de vida de una vida

bajo tierra.

Rumbo a zarpar

la vía astral

que todo lo acontecido

es la historia de un muerto.

Ajeno seré cuando silencio

deje de ser concepto poético,

como azul duelo de espadas

que separa toda naturaleza humana.

Tu vida mi golondrina

nueve cerrojillos

azures de tres llaves

hoy abriste uno

de los indescifrables,

anhelante, deseoso,

inescrutable

rindo mi oscura dicha

sin desliz condenado.

Fuego soy.

Elemento compasivo.

 

El Castellano

 

DENSO HALO NOCTURNAL:

Fuentecilla parece mi noche oscura,

fuentecilla retozona,

y de verdes lamentos quejumbrosa

como sombra leve de mi pájaro piador

que acuesta a dormir su entraña.

Sombras largas que descubren

el canto los lisonjeros grillos.

Blancura y azabache descansa en la arcilla

el nido mi golondrina.

Al fresco respiro de mi chopo soñador

lanzo un severo destello argento.

Longevidad imperial cercenada

como retazo de persistente

carcoma manida a mi verde intelecto

grave;

embaucaría sin tenerla

todos mis instintos,

todos mis impulsos.

 

 

II cuartilla

 

Canta , canta mi pena azul

sin ocre zozobra.

Abre el verde ramaje,

a la espesura de mi idea.

Entre un camino serpeaba

como culebrilla de un destino azaroso.

El murciélago castellano

rasgaba bailando, ladeando

el cielo mullido

de levedad de colchón sin luz.

En sintonía opaca que rodeaba

y acariciaba.

El cielo abría su sangre a la noche.

Un sopor de estrellas

que en este verano no tardaban,

y el rudo vigía ciprés soportaba.

 

 

III cuartilla

 

Bajo tenue luz de luna

que los sentidos arrugaba,

y mi fiero ciprés de lanza colgaba.

Avanzaba por el camino

los álamos,

como un sendero

en cal de maderos cenizos,

rumbo al Valhala.

Alumbrado , rememorado,

anhelado

por todo guerrero .

Era un olmo frente la tapia

de un cementerio

en Fuente la higuera.

Caminillos de hormigas dispersaban,

desplazaban los vástagos

de forrajes venideros.

 

 

 

El Castellano

 

 

TU AGUA CIEGA (SANGRE)

 

 

 

Afilo hasta pulir el filo

de tu sonrisa yacente,

entre mi pecho de piedra;

sonríe a tu agua que no se piensa,

ataraxia momentánea

en sangre esquiva verde,

plomo largo de idea batiente,

cesando terco y fructuoso aljibe

donde se almidona la sed de tu cicuta,

surco cielos extensos

de golondrinas cromáticas,

esperando ponerlas nombre.

Acantonado se estría mi respiro,

cromo que abre el tiempo,

por nubes de besos de zinc,

acrisolado mejor extasiado

el vértigo en lienzo

sin melodía ocre.

Desnaceré

y no acabaré de irme

sin regentar

tus reflejos muslos férreos

en musgo de caricia anhelante,

de abrir la noche

dentro de tu párpado cerrado,

abierto a dulce relámpago

de mi color áureo.

Albino se ciñe mi sino

preguntando si un alba

me oscureció el cabello,

acaso sueño,

perpetuidad de constelaciones

y raudas estelas

que guardo en mis bolsillos,

ninfa, pléyade, musa

de acuartelados suspiros

entona tu arpa notas de agua,

abiertas al iris.

Abeja de esta mi escritura dicta,

tejer la celda,

y el polen será la letra,

cuál la reina oscura

que quiera miel de flor sonrojada

que espera,

tibieza en sueño de metal,

hematíe sanguíneo

que tu surco devela

y avanza en punta de lanza.

Llamada prosa a 23-08-2018

 

 

El Castellano

 

 

MEMORIAL VETUSTO:

Despierto mi criatura;

túno comprendes lo que yo te quiero,

por tus manos hacen nido las sedas;

falanges silentes, cumbres

de cuanto mi placer dispuso

asúmelo todo

en tu pavorosa grieta

de brillos fugaces

y transeúntes luciérnagas.

Lucífago apodera

tu nitidez severa.

El poder pudo

lo que el querer expuso.

Osada no es mocita

pero oro antiguo luce

en conocimiento.

Que a imaginación prende fuego.

 

II cuartilla

 

Luz de la sombra

de tu carnal espera,

anida golondrina

mis campestres manos.

No habráretroceso

ni vuelta de hoja

sin enraizar nuestra alma.

En vértigo cobijado,

sublima mi dicha:

junta conmigo tu vera.

Rito de Sol y ambrosía

de padre Lugh.

Perversión esquiva, llamada

en retazos de cumbres flamígeras.

Apasionada dame tu voz.

 

 

 

III cuartilla

 

Anatema me anuncias

por tu opio en letra.

Todo es negro,

hasta el amor.

Júrame la vuelta de una lluvia

de tu boca.

Mi arco es ballesta.

Ausencia llama por sísola,

a exigir unión del eje

y la orna.

Cuerpo de metal,

agua de su espiral.

Pureza consecuente

deslices y febriles osadías.

En plantilla de sangre.

 

El Castellano

 

 

CORNUCOPIA DE ESPEJOS SEVEROS:

Manso r
ío de tu frente

tu tenaz blancura duerme.

Confía mi raudo deseo

a todos los dioses.

Vides ut alta...

Piélago ferviente

tu dulce entraña nace.

Vientos hondaban irritados

fértiles voces

acepta que en el campo de Marte

sembrétu dicha.

Abrojo puse en rinconcillo ofrecido.

Nireo empujando

su hermosa lanza ciega,

brillan de Pirro

encendidas flechas voladoras,

este rigor blanco y desnuda,

que aguza

favorita Perséfone,

aguas puras avanza Nearco,

soberana musa Calíope,

no baja.

Cadenciosa lira abre los cielos

en funestas auroras.

Melodía descende caelo,

y riega los bosques de Bancio.

Expresión de mi deseo en espejismo

oírla,

en todos bosques

y arroyuelos

eterniza.

Esta fatídica región,

de dioses dirigiendo mortales.

Yo por ellos

y mi obra

estoy que beso el suelo.

 

 

El Castellano

 

SOPLO DE CONJURO:

Veo color de certeza,

color a la esmeralda,

por follaje caduco

de ilusión adusto

en noche silenciada;

halagüeña tiende

su cuerpo, negras dichas

como el tiempo no llora;

en albo espíritu

en suelo sin hallar

bosques y sus frondas suaves.

Pliegues de sombras

bañan sus pestañas,

nítida y hosca

lejos ve en flor

mi sendero castellano.

 

II cuartilla

La espera sonríe

lecho de tristes ecos

y encajes de apenadas auroras.

Dulce cicuta al rayo acrisolado.

Puro mi aire

de luz enrojecida.

Vistas en colas de lagartija.

En ojos de araña,

no se valla,

conjuro sopla

en alas negras.

Vivaz tordo

en busca de lombriz

de idea anhelada.

Nubes de éter

en agua ardiente sin agua

ni limbos profusos.

 

III cuartilla

Verde transparencia

en canal llano

por arroyos fluye

sin balde;

quejumbroso término

de mi amparo.

Camino a relumbrado

misterio,

adoréla llanura muerta

que mis fuerzas, aviva.

Tardía arranca oscura arboleda.

Sombra sin esperanza,

casi viva,

muerta la precoz flor.

Amima la pupila ciega,

descanso sin ancha lengua

sobre tus pulcros muslos

ensortijados.

 

El Castellano

 

LUCIENTE LLAMA:


Escita levantas,

de insigne pasajero gesto.

Mi dulzura de cólera nacida,

cantad mis años dulces

a Diana,

entre boscajes

y frondas suaves.

Donde el torvo cielo no amenaza;

Allíse blanda

mi ser recto

de conciencia pura,

cantos se erijan

de verdad desnuda.

Sombra de saetas vanas.

Sangra, luz viva, altiva,

nada sin tus honores consagre

el viento de plenilunio.

Ceñidas las verdes sombras

de las hiedras arrancando

liras al pueblo fragoroso.

Vieja entraña lacerada,

escucha el reverdecer

de la sagrada cepa.

Sin honores no hay versos

ni comensales.

Cuál la vigorosa, valerosa

Quimera

que el ser no enrosque

llegada la hora.

 

a 06-09-2017

 

II

 

Era tu entraña en flor,

un misterioso relato que ostentaba

la vaguedad de tu música;

tu pureza, apaciguada.

Suspiro de tus dulces fauces

notas sublimes

de tu espíritu cristalino

mi oscura golondrina

que hermosea tu entraña enervada

delicada sangre que da vida

al penetrante sarmiento.

Belleza tú, de altivo rayo

de lo bonito repleta tu hermosura,

``palabriñas mimosas e sentidas.´´

Asíeres tú.

Río y caudal de poesía

que serena caes a alterar mi sentido.

 

 

El Castellano a 30-08-2018

 

III

 

Quiero ya los fríos vernales

que los tapen tus caricias;

mullidas en piedad lisonjera.

Por cuantas secuelas

arrostraban indelebles mis trazos

de rieras desangeladas,

a cal y canto fervientes

solas, solas

como cuando se siembra la tierra

y crece en su rivera

la amapola

que abriendo abril,

juega y mece

tus labios carmesí.

Negra celada duerme mi otoño.

Negro iris conculca

secuencia inamovible.

Fúlgido astro cabalgo.

Satinando tus besos

en luz destinados.

 

 

El Castellano a 31/08/2018

 

 

AGUA SOCARRADA, ELÍPTICA TRAVESÍA:

 

 

 

 

 

Analizo la luz en tu mirada,

leo flagrante tu alma.

Horno de fuego lleno,

como pisar un abrojo

y blando sabor degustar,

estampido del trueno atribuyo,

rebelión venciendo,

ya se escuchan rumores sordos,

precursores de tempestades.

Torrentes sin cauce

la turba desemboca a mi senda,

yo soy como las vigas de Himeto

no preguntes más.

Que ya mi amada labra la columna

que me cincela.

Heredero he sido de cuanto he servido.

El múrice me guarda

servil en mi travesía

por mar Laconio

cielo, inspiración, canto

corre anhelo voraz.

este mi sepulcro reverdezco

hollando lindes,

preguntando a Prometeo,

sin sobornar a Carón resignado,

el Leteo ni descendientes

traspasar mi puente pueden.

Chispeante tu cielo,

su rubor satisfecho oso al por mayor.

Instantes melosos veo

en su colmena de labios.

                                            Mariposas nocturnas,

poso de almas condenadas.

Orados recursos en vigilia

que enseña cátedra tu silencio,

estruendosos llamados

a cosechar en gotas tu alma.

Sólo ordeno, mande sí

pero no me despiertes

porque no conozco ni miedo

para luchar por lo que quiero.

Acoge el cimiento

coloso que ando disponiendo,

prosigo,

póstuma súplica

ésta que logra calmar de Plutón su ira.

Gerión y Ticio

la onda Estigia aplacan.

la raza Danaica no se acobarda

ni su madre Dana

devela el secreto

por el que soy preso

reo capaz de incendiar

abismos que rutilan sombras

si así combato mi incierta suerte

por la que arriesgo sin miedo

de ganarte el cariño.

 

 

FIN

 

El Castellano

 

 

LUGH CABALLO SOLAR:

Lugh Solar y Poderoso,

jamás a ti te hable el olvido disuelto,

ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,

digno a abatir el rayo,

noble melancolía por tu madre difunta

Tailtiu,

en el alto cielo,

tu grandeza

sea reguero de oro.

La tierra secunda en nueva cosecha

por talentos colmados a florecer,

viento sonoro guarda tu hermosura

Rey Padre,

El páramo yerto perecerá

en ámbar blando

de aroma besando tu frescor

de vida nueva.

Abatirá la sombría dulzura la tierra,

ilumina mi pluma al honrarte,

suspiro de mi estruendo crepuscular;

nombro al pájaro misterioso

que te pertenece

cuervo que otorga el anochecer,

Sicut nubes, quasi naves,

velut umbra.

Años pasan yo busco mi recto yermo,

triste aflicción por aquel tomo de tierra

como las sombras vaporosas.

A ti Creador de luz,

acógeme, pinta esta mi noche negra,

amigo de imagen solar,

soy por cuantos Soles he nacido.

Por sosiego de tierras ignoradas

dame su gloria.

Camino afable con tu candor a seguir,

blasón yo no pido

ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,

en tierra a cabalgar

y deslumbrar.

Lughnasadh, Lammas, abro celebración

para generar nueva vida

en cosecha nueva

limpiando en tu nombre Lugh,

toda tierra.

 

El Castellano

 

III.Réquiem nº 3:

 

Los últimos signos del viento.

Rige un sol negro

con hoyos donde comienza la oscuridad,

oscura serpiente blande su cuarteada nota

en lira acróstica insubordinada,

es su templanza base poética demencial.

 

Hablando a solas con mi interior

surge diáfana voz por derredor,

voz en alma condenada

por ver hondas raíces rugir,

en estruendo llamadas

hacia raudo cardinal.

 

Sola voz sin resquicio templado

del sonido en sí bemol,

se erizan ascuas en pavesas a un viento

feraz.

Se acuchillan las osadías

que germinan en tierra de nadie.

Inusitado fervor asolado,

por espadas alzadas en manos,

guerra al silencio feroz.

 

Pudieron dar las tres de la madrugada

y un escarabajo voló.

Una hoja partió,

hija de la soledad aclamada,

con caracol sonoro hueco.

Es un solo de cuerda

y alma destensada,

una melodía por la sangre olvidada,

un réquiem por toda vida

finalizada

en sones de grillos

danzando con tenebrios,

y lúgubres venas enraizadas

por tercera y última vez.

 

Una sinfonía donde yace el silencio

y yaga la umbría luz

desertora en mundanal zozobra.

Pasa, danza, planea

febril verde mosca en formol montada.

Es mi dicha aplastarla

y quedar en vigilia taciturna,

hasta rendir aspas

y acostar la sangre

ya nunca más esquiva.

Hasta ver las flores rendirse

con mi cuerpo.

 

 

Förüq en 16-10-2018

 

SOMBRA DESNUDA, COMPILACIÓN INSPIRATORIA:

 

 

I

 

Yermo terreno del sueño,

un trillado verso avanza

entre espejos y cristales,

fieles aullidos desvalidos

entre semillas sin iris del mal,

entre corceles del fuego,

entre sonrisas fugaces.

Es todo lo que siento

un canto de piedra,

un río desplomado

mi fiel apostada cordura

que viene por enjutos

ojos hirientes

hasta avanzar los besos

de labios grises

y sus fanales colmenas destapadas,

no quiero repetir estos destellos fugaces

ni herir por mis alambres

tejido mi atrapasueños

queda mi parca vida

desnuda con el hastío

que asesino de esta manera,

volando mi dulce murciélago de nácar

entre este amor

de estrella me alzo,

es glorioso este canto,

reducto en lúgubre sigilo

es esta inspiración,

tentación de ángel desertor

de morir,

justo la vida

acabará negándose a finalizar,

soy yo la salud

de la una solitaria de la madrugada,

conquistado el cortejo de la noche,

me cuelgo de mi profanado latido

por estos cordones de hueso

vive y viviré mejor

que mi traje funesto,

limará esta sin razón los ocres

hasta lucirlos verdes brotes,

hasta acabar rendida la caricia

por estos espasmos de cobre,

mi destino teñirá las vivencias

por solares complacientes

y lugares dignos de altos sueños,

esta araña dejará crías

por poemas

en escarchas mutiladas

en este hierro candente

y el incendio de mis hielos,

como dijo el grande

no acabaré de irme,

ni estas solapas fundirán

en tristezas secas,

la sombra será mi mujer,

cambiaré el prisma de ver,

y ahora la luz será

la dama siniestra,

por si un día acabo de irme

solo espero

haber podido contagiar mi locura

que ya es rápida,

desborda sus cauces,

brotando en espinas insomnes

el abrir de las compuertas

a ese abismo sin dueño

donde besan los azules

ese nido de malvas,

que mi ser desprende dominando,

sombras miles en este carruaje vespertino

de mi sangre,

mi río de colores

de almas en sus gotas ferviente,

atado a este sentir,

que late,

que sueña

la carcoma de mi estampa.

 

II

 

Prendido en hiel de un abismo, desdoblado compás y su sino, crujiendo el alba más preciosa, por esquinas del cielo de nácar, es esta escarcha un fiel carruaje desmembrado entre corceles ciegos, cabalgada cordura entre cristales, entre espejos ardiendo, un calor entre calores, una vida que ni sí misma se deja atrás. Avanza, mece, y se deshace corre vengo por ti, traigo entre lirios del campo mi silvestre trigo, tráeme tu voz, tráeme tu vida, estoy moliendo mis azares, haciendo surcos en mi alma verdadera, trilla, trillando tu sentir morena, esta espada que es una quimera, entre juncos desnudos, entre pizarras y cuchillos alzo que vuelvo a nacer entre hierro, luchando por la luz que me corresponde, desnace esta era, entre de mi siembra la espera, por esta cerca el campo que dueño acaso tuviera, ni inspiración cabe con barreras,

la idea quiere marchar ensimismada, por riendas de un caballito del diablo, una desventura en plomo un mar de esferas es todo lo que siento, por si pudiera manifiesto, que el gris teñido de bruma, abandona su sepultura, vuelvo a mi gusto muerto, la sombra que me envuelve preside, rige, y desnuda mi alma, para ser por fin rosa de sangre, vestida en azules trajes nocturnos, mi semblanza a este ocaso que mi voz sucede. Entre espartos de mi iris, por alfileres sembrando clavos del campo, anochece siendo de día resplandece la una ausente, y gozo la soledad de mi suerte, sintiendo por fin dicha por fin alegría descubriendo este horizonte por mares de sentir que valgo, y que sí puedo que lo vuelvo bello, hasta en tus molinos que amanezco, silos oscuros por yedras que te alcanzan, es mi siembra una locura quieta, es mi compostura de primera, por la que clavo a mi destino este abismo de tinta encendido.

III

 

 

 

 

Derecho firmamento

entre filos de gentes,

es una piedra que camina,

piedra aventurera,

seca y umbría,

reposa y duerme

cantares del linde,

centellea rayos irisados

se riza con los besos de lluvia,

acaso quiso ser otra,

ella tan yerma, tan plácida,

imperecedera,

cerrada como se cierran

los rayos de luna,

acantonada, de estéril estampa,

dejas muda alabanza,

el día que te hice de voz,

piedra bella, sola,

estridente sin patio de sonido,

y esta voz que te di

voz dorada como tu piel de minera,

como un soto sin perdices,

avanzabas solo tú,

la vida quieta,

sembrándote allí por donde anduvieras,

al candor de piedra única

igual a la siguiente y a la anterior,

sin afán superior

hasta que este poeta te dio voz,

como flores que sin color

acaso fuesen,

un despertar en brazos de cieno,

un respirar de la montaña,

un cuchillo calizo que afilan

erosiones de las eras,

latido férreo, sangre de mineral,

o compostura de arenas,

piedra de mi casa,

piedra de tu casa,

la tierra.

Piedra potencia eterna,

nacida como nace una estrella,

cumbre de filos por bandera,

hogar, cobijo y morada

de lagartijas que cuelgan tus venas,

colchón de rayos de sol,

asolada tu espera

por quien te dio voz,

lideras tu guerra sin cuartel,

antes de yo nacer,

tú dabas alientos al suelo

sin importar pertenecer,

siempre fuiste

siempre eras su piel,

de la cantera, al nicho,

del mausoleo, al caserón viejo,

del silo al castillo,

tu fortaleza empedernida,

tu aval de honda certera,

Siempre estabas

siempre estuviste,

como río a su voz del mar,

osado no fui yo

quien te encontró,

solo fui encargado

de darte moción verdadera

ojalá pudieses contestarme

mi piedrita bella.

 

Devuélveme a tu vida eterna,

del soto a tu quimera verdadera,

clávame la oscuridad de tu cueva,

en esta esfera pulida sin espera,

risco de tu sien enarbolada,

millones de hijos

esencia desnuda de tu alma pura,

techo sin compostura

del ser invertebrado,

techumbre que pizarra llora,

su azabache de cristal,

tu sangre de fuego y agua

que nunca te alcanza

sólo partirte puede,

grieta de helada, tus filamentos

que encaran tu azar de vida sin dueño

a tu sangre de musgo me cuelgo,

en verde musgo tu fantasma muerdo,

vida de herramienta,

azar de la idea,

al paraje que te conforma

al que sostienes su vida

siendo el suelo techo de esta hacienda,

si tuvieses dolores todos gritarían

que se acabase la muerte en la tierra.

 

IV


Camino al infierno,

después de todo,

irrupción de polvo

o tormentos por despertar,

esta es mi vida

este es mi rifle,

no digas por favor,

el cauce se abre

es una noche cabalgada

en sombra enardecida,

te quiero, te miro,

oscuridad presenta

su violácea arpa,

sones con sus cuclillos

despiertos miran un horizonte

de espuelas dormidas,

la noche baila

sobre mi fusil

alzado al alba,

ignota estrella difuminada

quién la puso allí,

baila cariño

esta noche cazaré

el animal que me sonríe

en tus piernas,

seré precursor de la muerte

hasta que mi color brote,

no será una noche más

será una noche menos

para que me llames

cosas que yo por hombre

no puedo pronunciar,

guerrero soy

de esta arma

con rigidez comparada

con barcos de tu puerto

que tanto amas,

canto a este azabache

que llora la noche,

cabalgo salvaje

mordiendo tus riendas,

ven las luces están prendidas,

sólo hay un faro que te llama,

su luz ilumina

tus gemidos nacarados,

encontrados por surcar

por avanzar tu negro refugio,

mantengo la noche de un trago,

disparo sobre esta araña infernal,

me sostengo de mi tela

de carne desnuda

en tu infierno desde que viniste a mí,

tú viniste a mí con ademanes de gata

encendida, volando mis palabras

haciendo del momento

un ruego que pedía

atravesar tu cuerpo con el mío,

te prometo nevar

la cúspide de tu cueva

acabar mi grito con el tuyo,

hacer de la noche un arrullo,

ser caballero de tu reino,

cabalgar su humedad,

deshojar la primavera

en tus labios de mujer.

Ser el tiempo que nunca se fue

porque siempre vuelve.

 

El Castellano

 

V

30 de enero de 2013 a las 11:00 ·

 

GRILLETES DEL ALMA:

 

Amanecer despierto
en roja sed de don funesto,

en este horizonte de fuego,

clamando, esquivo estruendoso,
como demonio antiguo

avanzo tu cuerpo,
flores y se
ñero en beldad

en tu pupila me deslumbro

sigo el camino de las rosas

en sangre tu esencia de amor

me ahogo en el dulce tormento,
nacarado, infinito dulce tormento

que desvelaron tus labios ensordecidos,

tus caricias arropan mi sentimiento,

vals como condena

a no encontrarte de nuevo

en este arrullo no huyo, no muero

en los latidos estallo
una vez primero para siempre

y la estrella quema el desvelo

de noches y noches soñando tu cuerpo,

sin mar, ni barco solo caminante despierto,
de tu frondoso cuerpo
hoy en tus mares fluyo,

hoy de tu calma me apodero

para nunca más ser sombra del pasado,

como la malva enraíza la tierra yerma

en tu recuerdo entierro

mi mayor ilusión allí sujeto

esa sed que nunca te abandonó,

si miras dentro de tu interior
en oro y tierra

allí estaré amor, entonando

mi canción de ardor

a las lunas sempiternas

que envolvieron tu ausencia sin razón,

soledad con oscuridad

clama la espina de mi corazón,

en la roja sábana de tu calor

quiero anidar mi ilusión,

anhelos como cuchillos clavados

en el cielo de recuerdos

horizonte gris que baña

este el mío cuerpo rosáceo,

a la cuarta campanada de las doce

en su mirada tiembla el mañana de futuro sin presente

quiere tu sonrisa amanecida

en mis labios descrita,

como los rayos de sol de tus cabellos

y los pajarritos cantarán

en nuestra ventana

trayendo los amores imposibles

que separados nunca soltaron

el primer desvelo de sangre y colmillo,

enamorada del corazón reverdecido,

hoy canto a esta sangre mi dolor,

años pasan despacio y te voy llamando

a golpes de silencio luchando

con la templanza de cálido hielo

luchando a golpe de olvido silenciado;

separando nuestro destino

que se unió por un beso

y donde no llegué a entender

perdí las flores de tu piel,

caballero sediento en las batallas del ayer

como el inicio del sentimiento

vuela y gira por mi mente

como encontrarte siempre resplandeciente,

he venido a hierro a matar este silencio

he venido a beber las amapolas de tus labios

a decirte que recuerdo el sabor a fresa

de tu pintalabios,

a que en mis noches

quiero sacarte de mis ojos para tenerte,

y la sabana fría se viste de tu melodía

llega el violeta en su caricia

su voz del alma hecha súplica

de tu caricia,

grillete y cadena de mi espíritu

a amarte eternamente 
hasta que no habite silencio

hasta el final del latido

donde mi silencio 
se haga eco eterno

de tu recuerdo,

y la hiedra y cicutas 
envuelvan mi cuerpo

aquí quedará escrito este amor

que en dificultad

y sin saber años y años de tu mirar

late igual que ayer

por ver junto a mí tu caminar.

Te amo quizás sea algo

que nunca cambiará.

നുന്ചാ അസുമിര്‌ഇ മി ഫൈനല്

പൊര്‌ഖുഎ ടെ അമോ ടെ വെര്‍ദാദ്.
A Nicoleta Catalina Salva

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

VI

 

Villanos, malandrines encorvados,

me han querido robar el ánimo,

con fuste y aliento marcho mis relojes

con premura de segundos extasiados,

yo vi su horizonte en dura y áspera

semblanza deshojada,

temblaba el azar entre los azares,

una vida de quitina a la espera,

mi aliento es pez de mi jardín de cristal,

he servido a su péndulo,

entre granates y engranajes

danzo atrás el tiempo,

sí ese, mi tiempo, que cuido con esmero,

por si un día me llenase el estómago,

flagro la versatilidad de mi siembra,

cabalga las yemas de mis dedos,

hilvano que voy sobre un abejorro,

aunque no pique sigue siendo abejorrito,

le imploro al verso me abra con presura

una primavera de sabores

entre arduos cipreses con sabor a luna,

marca de silos azules

entre siniestros anocheceres,

para llevar una noche derretida a sus labios,

cazaré el gamusino de sus parajes,

avanzaré con paso lento y decidido

al compás de lunas y soles en desventura,

nacerá la hoguera,

consumiendo todo lo que ya no rozará mi vida,

decreto que estoy vivo,

y que mi vida la arrastro para no ser santo

ni demonio ni mal nacido,

si no un hombre que tuvo voz y espíritu

para ser alguien,

desde la nada,

desde las espinas que sangraban,

vivió trece vidas

que un hombre de su estatura podría vivir,

hoy afilo mi alma

válgame la compostura,

que si vuelvo a la cepa

se abre el cielo y la tierra

para acoger lo que siento,

que es más que un cebollino

más que un tulipán amarillo,

es mi arma, un corazón por letra,

es sangre en hoguera

tristeza se llama sangre en la poesía,

robaré al tiempo sus besos del alba,

mi amor gritará al sol que descienda

y viva en tus ojos mi amor sempiterno.

Llegaré por la rivera,

llego de los molinos de abajo,

buscando un atajo

para llegar y hechizar

el callejón de tu beso,

entre rizadas ternuras

trasnochar ocasos,

he venido a implorar perdón

por mi inconsciencia

vine a plañir mi alma,

vine a besar tu aura,

riendo entre flores

naciendo en rocío

de mis latidos presos.

 

 

VII

El sino lanzó un grito a la montaña, contestó un eco con amplia voz

que sorprendió mi anhelo

siendo una luz en el vasto ciprés

que a la luna alcanza

preguntando por mis yedras en maceta del alba,

un silo y un olvido despertó de su nicho,

cantando con la flor un latido desertor queriendo pedirte caricia eternamente.

Encerrada en iris violáceo la flor corría el sueño estertor,

el sol cambió su amanecer por la tibieza y suavidad de su flor,

siendo esposa del sol, caléndula en ojos

que marcados traen un irisado tornasol llamado amor.

Un ocaso se alzaba en guiño a cada noche que la flor cerraba en verso sus pétalos

afilado el cuclillo de la noche

besando una luna de cuerda,

una inmundicia cantaba su siniestro grillo

del calor de muerto,

despertando la siniestralidad agujereada

del hueso,

un camino eterno con acequia de la sangre que lleva en araña del sentimiento

y un difuso vértice de dos gotas de unión

que se juntaban exclamando

como rocío del molinillo diente de león

para volar con el viento juntas nuestras vidas en vaso retorcido de destino.

 

VIII


Fiel reflejo estridente,

los cuadros de tu vida

danzan entre las baldosas,

entre acorchados pasos

todo va quedando atrás.

Un ocaso florecido

de espadas en sigilo,

tiempos huecos

en lúgubre caricia.

Acaso la luna es luna

o alguien despierta

y la pinta.

Cerrojillos en destierro

de este silo de oscuridad,

avanza que imanta

el día y su prisa

por alzar su despedida,

gritos secos se mueven

tras el ventanal,

sangre que coagula

entre compases

de malas yerbas

de mi patio.

Es un mirlo negro

que me visita

siempre vestido igual

estrujé las vidas

del gato de arena que soy.

Suicidios de cardos

corren el patio

se riza durmiendo

mi gato negro.

La soledad me ama

más que a su estampa

vuela y reposa

mi fiel añoranza,

reverdecer mi ilusión,

socavar con sucesos,

así como besos

de este azar

que no siempre

se pinta negro.

Acuchillar esta realidad

con mi suerte de seguir vivo

para tomar con mi esfuerzo

lo que no me dan.

 

 

IX

 

Surco de noche

ya se retira

sonando el día

y sus rosas heladas

de invierno,

iris matutino

clamado

en este fiel olivo,

surca mi sangre

entre verticales filos,

mi gris vencido del alba

serena, más desnuda

que la transparencia

que el azul afila.

Se clava este verde

militar de ciprés

como cuchillo enervado,

y su canto

en estos sigilos de chopo,

cargo mi revolver

naciente del verso

por un sol de plumas

cae fusilado el aliento,

algo que clavar

al firmamento

héroe del norte

de mi silencio.

Fantasmas

del imperio perdido

su bandera del tiempo

dormido.

Fúlgidos nervios

cabalgan los acres

de esta trinchera

donde mantengo alerta.

Jauría de sienes hendidas,

con fauces somnolientas

quise ser siempre

con esta mente,

profundicé el idioma

de la flor,

hablé con la tierra,

aún guarda mis abrojos

sembrados.

Entre brotes verdes,

impacientados,

aguardan el bravo

crepitar de la tormenta,

y sus besos azules.

Ahonda esta vida

silos del demonio,

simientes oscuras

de malas yerbas.

En este campo yermo

crece mi ilusión

que no me siembren

el dolor,

seré como la flor

soñaré con las piedras,

reiré con abejas,

jugaré con el viento

como la vida grita.

Ahora que la mañana

consume los suspiros

ahogados,

ahora que el cielo

luce sus corceles dorados.

Es por esta pizarra

que me habla el río

me habla qué más

que ser agua.

Deslices anudados

entre corajes florecientes.

 

El CASTELLANO

 

Mármoles florecidos comunión

Redención sagrada:

 

 

 

Cuando los ángeles desertan a morir,

en los ojos de otros ojos

estás buscándome,

me despierto;

los dioses celebran

un silencio sepulcral.

Colores me evocan de la nada,

ruido cómplice aborda

como navío tiznado al 2025

senderos del mar de tierra

que abre mi lengua en tu guarida de boca.

Melodiosa suerte de la máquina de tu cuerpo,

tonos sobrios, vespertinos

absorben la mirada como filo inexpugnable.

Absorto cae el tiempo en tu sangrada candente

azada dispuesta, es tu verbo un franquear de desvelos,

que respiran estrellas fratricidas.

Es un solo cuarteado en siglas,

los soplos resplandecen vibran al son de nueva grama.

Sombras inmobles cuentan de tu respiro

infranqueable, por jóvenes tapiales

de tu inexorable, florido, grandioso desvelo

de metales,

cobres anidan campanas de media noche

aguardando el surgir de lo sepultado.

No frena la sintonía de tu saliva, una,

ensueños duermen llamando se cumplan los anhelos,

cuando los ángeles desertan a morir

tu mirada se enciende, abismos silenciosos se prenden,

tu voz se hace palabra.

Me sigues te sigo cariño de ternura dispuesto,

luz enraíza tu alma, efímera en mi mano,

vuelve a mí una paz que ni los nichos toleran.

contratiempo por fuelle,

magarzas de otoño,

corona de reyes en primavera,

etéreas hojas a solas peregrinas,

dejando embriones por verso,

capataz de siembra única,

al compás liberando golondrinas,

punto de Sol a ciegas,

es mi mente surcando brumas grises

que me acercaron.

Vagido indeleble,

fúlgido yo destellaba tu sien sin marca,

caliente al arrimo de mi ser,

valedera fuga sin ocaso,

un caracol en un verso montado, arrastrando:

sacado del pecho

como heraldo sin desquicia semblanza,

corriente arrastrando cadenas de errores,

fruto de libertad

y conciencia sellada a ciegas.

Comiendo raíces por hechos

en fruto divino insoslayable,

frío de noche

bañando la casa de lo eterno

llamada Diosa de tu entraña

mi musa bella.

 

El Castellano

 

Resurge el añil:

Florece agua ignota,

azoga tus blancos corceles

de rocío sereno

sé bruma gris de abrevaderos

juega con mis mariposas serenas

de los vientos, fragua mi sentir

en tus venas rocosidades,

bebe mi sed como un desnudo ayer,

entre flores del paraninfo yerto,

augura mi suerte entre tus vellosidades

colmadas de savia joven,

un reverdecer anhelado

que tantas espumas aguarda,

madre de mi blanco chopo,

tu cristal luciente;

Cuántas eras yo he conocido

tantas vidas más longevas

que la mía,

osadía pulcra de espadas azules,

cuchillos calizos de cerros

castizas fuentes

en ramblas del terreno,

rieras terrunas al sosiego

de vid y centeno,

hablase yo entonces

de un sol que desgasta

de acincelados bosques

de espliego y atochas de esparto

del grillo solariego

que abre el sendero,

baja vida tus espumas verdes

de paz y sosiego,

vence tu paz sepulcral

al fervor de mi vana sombra

que no te puede,

háblame tus hojas

bailando, jugando con el viento,

de este otoño que no llega,

ni su bruma honrosa desciende.

Tráeme tu febril aleteo de estambres

clava la simiente esquiva

que raje la tierra,

contigo el resurgir de las estaciones,

pariendo el desnacer

de toda muerte en color

de simiente.

 

 

El Castellano

 

 

 

 

 

Río de encinas:

 

 

Manadero de silencio,

sepulcral de enjutos,

ojos complacientes,

sien de verde amarre,

sin febril cumbre,

entre llanos que avelan,

su coraje

entre espigas del mañana,

por este río grande

de encinas sorteado,

clava el paisaje,

que su tierra nace

en retina pasajera

al fervor

de nichos que caminan,

conjuro de sierra labrada

por espartos de savia y fuego,

de estío navegante,

su perenne edad sin hombre,

calma sin vicio

ni manso aletargo

donde verdecía

mi estridente simiente,

mi noble Castilla

vestida de encina,

que el monte hace santidad

de alacranes,

entraña sí

de esa mi madre

porque soy de tierra,

lustrales fríos olvidados,

en copa de sed,

pardo, noble, antaño azul,

de torcaz mensajera negra,

entre córvida espera,

hablaré sin mí con el Sol,

y que mi pueblo

me guarde el solitario sueño,

por el que místico

encaro la vida

porque yo siembro la mía.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Trenzado del terreno:

 

 

 

 

 

Abro de mí, la rigurosa sombra

acogedora de mi blanco almendro

fresco dosel que presta almazaras

llenas de olivos,

hermana del negro hilo

cuándo mi jardín florido.

Rasguña con tembloroso sigilo

de savia dulce su arroyuelo.

 

Blanca luna que me reflecta

en los sabios bosques,

que sus mieles Himeto me concede,

colinas serenas me aguardan,

y en las prósperas perviertes,

apacibles bellezas

parirán tus ojos;

Lágrimas sobre mis tibias cenizas

de aquel que duelen y sigue

porque son del poeta que te ama.

Derecho, en espumas trenzo

vaporosos ríos de mi sangre,

vernal lozanía

que aún gozo

como luce la flor sepulcral.

Ceñida cabeza tuya

de las rosas más vivas,

¿Quién cauto te hará cortesana?

Raudos Lapitas no hay futuro mejor,

el viento me pulirá su acento,

bien funesto que considero

que me sembraron

de la bronca hendidura

que no sucumbe ni se hiende,

Baco enseña haciendo danzar Ninfas,

aguzaban sus canciones,

pobre labriego este que nunca se dio,

pilares auras según lo pidan tus liras,

¡Oh Calíope!

Musa de mi lenta melodía,

tráeme la fronda verdecida

de tus mantos vestidos

de Ferento la sola campiña.

Sin feroz hija hambre,

yo providente augur

de todo lo que amo;

al escondite del alacrán

no proclamo,

por doquiera me dirija la suerte,

veo la oscura tempestad que anuncia

que yo estoy bailando en la luz

para poder bailar en la oscuridad,

Galatea la corneja no me espantes

que mi buena remembra.

alma présaga de lluvias

que a la flor incitan,

yo que en pulido ribarzo

quiero prender a Ninfas de flores

absorbentes de miradas

y de fugaces estrellas.

Amor tan torpe

¡Oh mis castos Dioses!

soy yo humilde

un ser hermano de la tierra

que no permite

ni a víbora ni culebra

le retiemble

la paz diáfana hallada.

 

 

 

 

El Castellano

Florecido m
ármol:





D
ías oscuros en la plaza del Sol,
abrirse pudiera entre rayos regentados
matices insoslayados, fauces brillantes,
y candados de luces, humilde haz,
purp
úreo al tacto, suave nube rígida
impalpable entre ocasos azules,
y leones grises,
con tacto terciopelo
una vida de amor eterno,
ola infame viene crispando
metales y fuentes, soberanos eclipses
que el viento nocturno navega y juega;
soledad at
ónita entre enjambres de gentes,
confiante sentirse bajo el Sol humilde,
espumas de
ángulos fugaces,
me palpita amplio con serena voz
desangelada, la vida del hielo,
helor entre escarchas,
y su vor
ágine de cementerio.
serpear entre ra
íces ahogadas,
afluidas esperanzas unidas
en el trasiego.
con el viento te digo
que no te olvido ni muerto,
no surcar
é sus vetustas alas
ni enterrar
é mis ilusiones
en sus jardines de albas
y hiedras voraces.
Entre ortigas que abren insomnios
fugaces colaterales
donde exista el acero y ala de pecho,
dormir
é en los siglos de tus ojos,
entre turbios cipreses con sabor a luna,
entre la grama reposar
é mi razón,
despertando habitando mis granates
hu
éspedes de mi corazón.




El Castellano


Sigilo de sobriedad:

Fauces amarillas
el humo de su tabaco seco
cuelga de su blanca sien.
Bocas de agudos filos
nada por todo.
Tomaba su caf
é
de grano reci
én molido.
Como si goteara del
árbol
del insomnio.
Era un hombre chapado de anta
ños,
dorm
ía cuando tenía sueño,
com
ía cuando tenía hambre,
amaba m
ás las flores de su jardín
que a las personas,
la amargura no conoc
ía
si no se hubiese casado con ella,
su bigote recto com
ía por él,
era apuesto
pero le asustaba mirarse al espejo
y contemplar que el tiempo
pod
ía más que él,
de di
álogo era más parco que una tabla
agarrada bajo yunque,
no amaba el dinero
que s
ólo empleaba en gastarlo
en necesidades b
ásicas
hablaba con sus flores,
lo extra
ño que le respondían en su cabeza,
consecuencia de la soledad avanzada,
segu
ía la ley del ojo por ojo
si le daban amor devolv
ía lo mismo,
en cuanto a odio este le tem
ía.
Le gustaba sentarse en su mecedora
en su jard
ín y acercar comida
a c
órvidos negros como azabache
y obserbarles ,
era pleno, hac
ía honor a su vida
amando lo sencillo
cogiendo su armon
ía en una mano
con su cigarrillo
que blanqueaba ya su bigote.




El Castellano

 

 

II

 



L
ámina del cielo
tu gris en estiaje
ángel del cielo teje
macabra sinfon
ía
lluvia se derrama aplomada
por su gui
ño de ala,
por venas cavas, su quitina,
estrechas v
ías consumidas
en atroz entrega
del mensaje del cielo,
sangre de tierra en zigzag,
r
ío de caudal
por arterias de ara
ñas,
por acariciar la flor del iris,
un barco y una vela
un puerto y una quimera,
una vida de aciaga solar siembra,
verso saciado cabalga
el colch
ón etéreo del aire,
hasta anclarse en valse,
sue
ña el viento ser capturado,
atr
ápalo en tu mano
y en la otra derr
ámate como gota,
precipita tu esencia bebe del c
áliz
la yaga de nuestro vino,
infinito remansado en cu
ña de estambre,
es un ojo de tierra,
es una espera,
una inmortal f
áuce,
la canci
ón con la que bailan las flores,
un cari
ño de flamígera estrella,
un armaz
ón dorado de escarabajo,
una casa de caracol,
ven, ven conmigo soy aullido,
una entrega de cuarzo llorado,
un cuchillo de silex afilado,
en el trillar del campo,
soy mis venas naciendo en un charco,
un sorbo y soy fuego en tu mano,
 gimo y corro el vasto templo
de mi perdida religi
ón,
viendo el devenir venir
cruzarse, deshacerse, alzarse
para acabar siendo tierra
del inerte azar profuso,
mi tinta se bebe un rayo solar
en patita de un caballito del diablo,
mi vaga lib
élula de mi suerte,
para que siempre viva
esta horm
íga león
siendo mi cosecha m
ás que tus besos,
m
ás que tus rayos de sol,
siendo yo del camino y el camino ser de m
í,
irisada vida en son de mis tambores
de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.



El Castellano


III


Seco y duro, seco y umbr
ío,
corr
ía el linde quieto
por la arboleda despejada
daban las tres y treinta
de la madrugada que se marcha
por oscuro div
án de la sombra,
un espejo t
ímido sonaba,
el reloj paraba,
con un grito de estrella,
su alcoba fr
ía en la que despertaba,
no quedaba viento de palabra,
ni pensamiento agil que en eco no quedara,
lanz
ó aquel espejo contra el suelo,
y r
ápidamente sangró un borbotón de sombras,
se abr
ía la noche y sus quimeras despiertas,
brotaba de su ceniza de pulm
ón,
el irisado que la oscuridad clama,
quedando para siempre
su alcoba fr
ía y vacía,
sombra de aquel que sonaba una noche
que ya escapa.




El Castellano


IV

Fantasma del tiempo:



Indivisible fulgor ostentado
resquicio opaco de la luz
con sabor a fase de luna.
Invierno de los ojos veloz
en una gota de llama de vela
fuego del fuego creado ensimismado
quiero arder lo malo de la maldad
cuando sin sombra ataca
el humor de la sangre existente
si voz tiene cu
ál fuese dicho ente
habl
ándote desde la arteria
donde el cuerpo helado busca
y te busca verdad sin pesta
ñeo ni apellido
sin venas surca la ola tibia y oscura
que naci
ó sin viento ni mareada razón
de oc
éano de versos
camino sin recorrido en yerto color
fulgente de la estaci
ón sin mente
entresijo de la mecedora
que sensaci
ón sola la mueve
con indicio de que la oscuridad me puede
fuerzas que escapan
a la raz
ón del entendimiento
resguardo de luz que por verla doblega
a la insensata dicha escondida
que grita y se engrilla en aquella orilla
distante, que une y divide
ignorantes y sumisos bordes
de lo que existe por so
ñarlo
suspiro ese suspiro del hast
ío
y est
ío de mi río
escap
ándose a mi legible saber
un vencedor encontrado
c
írculo perfecto del equilibrio
en la locura nacido
en la frialdad del respiro mecido
yo te tuve, te sostuve
en la risa que dio llanto
en el llanto que dio risa
sin motivo ni raz
ón encausada
all
í donde la emoción era transparente
ni necesitaba conciencia para ser
solamente armon
ía que nadie te describe
porque fui yo quien te tuve
brevemente pero tu recuerdo pasar
á mi muerte
fr
ío recuerdo de honrarte tan malamente
sin saber describirte
indiferente si vuelvo a encontrarte
porque eres lo m
ás inusual,
te buscan y imposible de encontrar te vuelves
de la suerte llamada casualidad viniste.
Vengo del nacido sin nombre
del que hace lumbre del alarde del hombre
del esp
íritu parásito engendrado
y el veneno de mi sangre
te lleg
ó a donde el camino se abre
a infinitas escaleras interminables
donde el surrealista se raya la mente
que del caso cuelga el Sol en cruz
en la pared del di
áfano enervado calmo cuarto
marcando las marcas de los ara
ñazos de su luz
que en negro dio su astenia quietud
horarios de su ser perdidos
en un atardecer que ya fue
en el azabache de mi bolsillo
sus sombras que recorren mi pasillo
me entretienen para ser fusiladas
al encender la luz,
no puedo creer el encontrarte aqu
í
inerte arte del
único poema que vale
por no tener nada comparable
beso mis sue
ños que el oscuro espíritu
por no tener color arde
no quiero darte a entender
ni que seas adjetivo ni valoraci
ón
solo lo inerte de lanzarte al r
ío y donde llegues
o lo creativo de guardarte en una caja
y enterrarte en el jard
ín,
para que te crezcan malvas,
es interesante que no llegues a materia
s
ólo a eternidad de quien te leerá
en mis sucesivas muertes,
t
énue destello, elaborado albor
nacido del rayo de sol,
y la noche que ya call
ó
en las pesta
ñas del amor
milenarios son los espejos de los astros
que dictan y laten en caricia
esa fr
ía cuchilla que se clava
d
ándote finalidad y fin.

FIN

Miguel Esteban Mart
ínez García a 19-02-2015

Pseud
ónimo: El Castellano


V

Te busqu
é voz:

 

 

Todo me lleva al cauce,

que te dibuja displicente

allí donde la muerte

se siente imaginada

puesto que ni la belleza simple

la piensa, ni imagina

ya que es de la enfermedad invento

no la voy a dar creativo alimento.

Inspiración lejana,

para encontrar la esencia de su ser

eterna eres ni muerte te veo

fuente nocturna, o diurna

o ninguna, surges a amplia voz

a latidos no puedo contenerte

y el que no sabe

ya está viviendo de ello,

el mundo nos es ajeno,

calma de tu calma invernada,

diáfana quietud

de tu silencio sembrado,

en el barbecho de mi pecho,

regadío del olvido

que a imposible crece

para letra ser

y beber la sidra de tu piel,

que ni la manzana prohibida

Eva la pudo morder,

iridiscente canto sin ser canto,

voy buscando belleza

habrá que darle ritmo

a lo inerte de la suerte,

aljibe donde encontrarte

bebiéndote en el tejo

de alabada montaña perdida,

que en sus arroyos y arrullos

me tumbé a mirarte,

me nació del helecho un curvo hecho,

con boca gris me dijo:

-Lucha que todo ser vivo tiene un motivo,

sólo le faltó decir

que del barro fui creado

mi tejo amado enamorado de la nube,

soñando su imposible beso

viéndola única porque todas son iguales,

menos cuando la atmósfera se cabrea,

manantial de los manantiales

los ríos del cielo

donde en espejo se hace eterno

para regar los campos que Castilla

dibujó a vid y Encina.

 

 

El Castellano



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


VI

Mecha de oscuridad
:

 





Vengo que vuelvo
de un silencio, profundo,
de un vac
ío completo,
traigo para sembrar
un ascua mel
ífera,
del seno las arduas estrellas
que llevo
que cuelgan de mis ojos cual ara
ñas,
una vid de vida
en seno esta anublada, azul
escarcha,
todo colmaba el
ímpetu de suspirar
sin brasa diestra,
ni comp
ás ambivalente,
sobre estos treinta a
ños que
y que no me sostienen,
porque a
ún no me hicieron nacer,
sobre los lustres que ya no son,
anudando galaxias
y su cobre perpetuado de s
ólida luz
inmaterial,
electrificas mi mirada
como aljibe rebosante de ilusi
ón líquida,
toda esta sed que vive el pasado,
y en bruma encegada,
muestra
que tiende tu rosa helada,
embebida de p
étalos de espectrales
s
ábanas purísimas,
nac
í en vez primera sin terminar,
y no fui ni abeja ni vencejo,
para poderte acompa
ñar,
era de un eral sujeto,
como membrillo de un
árbol sin escuela,
y pera de chopo milenario,
todo cruzaba mi relente
y acab
é tendido
en mi osad
ía de seco tajo
llam
ándose gloria
para acabar conoci
éndote.
Como dije en primera vez:

Mecha de luz:



Vuelvo de tu vac
ío repleto,

anidando cobre de galaxias,

desde luego aún no hace treinta años

que nací allí;

en vez primera sin terminar,

vida húmeda y animosa,

alzado a luces de alba sin acabar,

vino tu silencio conmigo sin ti,

como alto arbusto fragoroso,

me paseó mi jardín

como un mordisco

y un beso sonoro deslizando

que suyo me jabra hendiendo la tierra,

una boca de metal de pala,

que abre zanja.

Tu alma de recto augurio,

o ave como futuro de hibernación,

ave nocturna

en tablilla de azabache,

como puro origen inmiscuído,

nulidad insobornable,

traición de hechizo

y nota de caligrafía desangelada,

mudez última de relámpago,

pluma de mi ojo abierto,

soledad infinita de mi despierto,

como fe sin cargos

rueda mi vertiente,

siempre relevada por dios sollozo,

palanca usé con la puerta de Plutón,

Alcé el márgen 

de rebelión sanguínea de los dioses,

cielo asido el vil manifiesto de relámpago

surqué, gloria vespertina de héroe,

Cocitus cantando su aire

de oscuridad iluminada

clavando negras riveras, hundiendo

y desplazando los montes;

lago Estigio me alimenta el latido,

y mi férrea sangre

directa a superar lo inabarcable,

tu rama vestigiosa de plata corté

del cóncavo bosque en tu acre,

creció en su lugar segunda rama,

de titanio,

que conseguí cercenar rotundo

y hoy llevo clavadas sus hojas, 

en dos talones fundidos,

columna y cadera,

con todas sus espinas de titanio

sujetando cada diente mío.

Bajar al Averno es sencillo,

subir arriba los aires en altos cielos,

nadie pudo;

yo allí voy a mitad camino.

 

 

 

El Castellano

 

 

Förüq er-lobo bohemio

 

ESPASMO REBELDE OBRA COMPLETA:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



I
Espasmo rebelde
que abr
ía sobre aguas ungidas
de lino y un espasmo de cobre
sonaba sobre un aleteo
ef
ímero que batía
en alas una turquesa
mariposa febril de la col.
Haz tu propia sepultura dijo,
sobre un trabajo
que versaba sus pechos
de dama.
Acu
érdate de al infierno,
subrayarlo,
como quintales de luz,
desplazaban los cerros,
y toneladas de nubes
cubr
ían,
al sopor de una densa
bruma cegada,
que todo colmaba,
era un invierno vestido por el oto
ño,
y deshojado por el verano cursado,
abedules que bailaban
su luz
última,
henchida y ardorosa,
gotea que hereda
el fresno mi futil,
parca mirada,
brillo de espina
entre escaramujo reborde,
e incuestionable flor de difunto,
de cada estaci
ón;
hielo en ojos
y estrella fugaz retuerta,
ser visible sin luz ni rayo solar,
se hac
ía casi tarea incomprensible,
como lanzada de olvido,
y mordaz lodazal herido,
era mi dolor en mis ojos,
como lobos aullando af
ónicos
que su luna no contesta
ni su temple,
ni su llanto,
m
ás no quería como dolor
cambiar ni sublimar,
sin dejar constatar,
que sin
él,
nada en existencia,
valiese,
h
éroe de caracol sonoro hueco,
luz sin desespero
ni honda, profunda espada,
de piedra alborotada,
c
ómo murciélagos amigos he
acabado as
í colgado de una raíz salvaje,
heridora sin cascabeles,
ni viborillas causadas,
prism
ático azar
de nueve monedas,
nueve haciendas,
nueve madres met
áfora,
nueve rosas en cruces,
09049494
Y sus tormentos todos,
cosidos,
qui
én remienda
su ala si es de bronce,
ni
ña en voz de colmillos
de alg
ún dibujo,
ninfas luminiscentes, brillaban
como tosca mirada deseosa,
Artemisa ya dejaba puridad
entre nieves del campo
y su sangre de musgo
incubada,
perd
ón sin patrón,
ni voz ni amplio nervio,
miga como un soldado
nadando como pan en agua,
irrevocable , g
élido imparable
abr
ía mi marcha un  lebrel
tras cerviz asustadiza
como sin fin de perdigones
abatidos y traidos
en galgas fauces
vest
ía mi niña amapola,
unos breves versos inmutables,
forma relajante en bisagra,
que deb
ía saltar para sonar,
y abrirse el port
ón verdadero
de una flam
ígera, llameante
hondanada insumisa
repleta de brea relucida
era s
ólo mi sangre,
como rebanada en miel f
érrea
granate de rub
í excelso
que porto.
Era mi rubor,
un cuento de otra estepa.


F
örüq castellano Er-lobo bohemio Esteban a 7-7-2020

II

Querr
ía yo la palabra noble
cercenar
en porciones tangibles
a mis insensatos ojos,
fiel de escarchas secuaces
y a los
élitreos flamantes
abordar mis llantos de escamas,
repletar mi vac
ío oscuro,
colmarlo en repleto color,
con olor a fresca sangre yerta,
v
ítreo abor,
mercenario sentido
asesinando viles hechos
en nobles impulsos
sin mayor sentencia,
postrera ni redimida azarosa,
hoy no era d
ía cualquiera
ni tampoco se podr
ía colgar
la luz del astro en uvas tendidas
a la espera.
Era un d
ía hábil que de mi deseo
se podr
ía hacer cátedra,
obl
ícuamente
domin
ó el ara mi averno;
notas de cuchillo tintineaban raspando,
una botella seca de an
ís,
ca
ía una tarde de tormenta,
sobre Para
íso
sin vals ni su sombra sin quicio,
un agujero en letargo que no cubr
ía
ya el cielo incendiado.
Ni el terreno abr
ía inflamando sus campanas
de cal
éndulas, maravillas,
ni las hojas tempranas
aguzaban atisbo de aplauso o de viento,
sonrisas en flores tenues
en escamas aflig
ía


III

Noche aciaga:

Letal bele
ño,
de horas sediento,
abre esponjada la oscura tierra,
un canto de hadas se puede escuchar,
entre floridos a
ños que acogen,
y destellean el no ser
por h
órridas tinieblas,
que mi alma colmaba su silencio
que cantaba enarenada
su viola de centella,
surco esparc
ía
pretil gesto de lluvia en lazada,
desterrar mi pena a tierra de nada,
era rizar zozobra,
como se l
ía peonza
para bailar trompo,
pintada de l
úgubre lamento,
mi tristura era,
hondo torno
de pulido estruendo,
y profundo mar de reflejo,
sin delirio retuerto,
avanzo por la acequia olvidada,
rastro sigo
de mi sangre en cultivo,
horadar sepulcro sin piedra
ni alma yacente, tarea no era,
tarea no era,
al comp
ás del rayo que ama por
y para siempre,
siendo m
ás que miel de chispa
m
ás que infortunio
dulce, desaconsejado,
y melosa su tierrica bella
le acog
ía trayéndole de su ala,
gui
ño armado,
y nube pariendo,
un designio,
que energ
ía es eterna
como cincelar su huella.


F
örüq castellano er-lobo bohemio Esteban
a 10-07-2020

IV

Era renacer en este valle,
satinada dicha en esquema
como augurio bien nacido,
pozo de ilusiones,
aljibe de mentiras,
y falsas alegr
ías;
bien pintada la cima,
la pir
ámide y ojo
que no entend
ía de onírico color,
comp
ás sin extremo
sin arquetipo
sin paradigma escondido,
era volver a empezar
y nacer sabiendo,
todo As de todo juego,
pintar la noche con tu sabor,
dormir la tormenta sin despedir
sin relegar al sol,
abre el signo los tiempos,
sin espada,
s
í con un azadón.
Empiezo.
Siega sin aventar espigas sin caricias
ni despedida, flama arde mi llama,
pintar
á, abanderará
un auge y su tela,
escama sin horizonte
que mi desnacer
quede presente;
hoy y siempre,
vendr
á mi parda, honrada
sierpe,
azar de nueve alas
vida sin coraz
ón sin alarde,
era una procesionaria,
una cama,
y una s
ábana,
un t
únel y una caverna
quiz
á era mi calavera,
crujen esbozos
carmines al beso nunca dado,
o primero igual al
último
con lo que unidad, repleta
todos son igual,
acabar para volver a besar,
plata, oh argenta dicha
planteada,
abre mi sangre escarlata,
cruje esta humilde siembra,
plata
ilumina mi senda,
hoy para siempre
que no se teja ni pulimente mi esquela,
que yo nac
í, viví, amo, amé, vivo
y lo volver
é a hacer
para volverme a sembrar,
y tu cari
ño alumbrar,
plata, tu cobre te habla,
bailo sobre una bala,
mis l
íneas de historia
dictar
án,
pudo, quiso, lleg
ó, y al mundo
exclam
ó,
huella, envejecer, irse en aplauso,
ni r
íase el esqueleto,
s
ólo queda envejecer e irse,
trascender en campo llano,
vida sin ortiga ni amaranto,
que mi destino,
que ni pesares,
cambio
por se rehinche
mi eterno presente,
como fue arriba,
fue mi suerte,
como izquierda coraz
ón,
a derecha fuerza
pariendo el centro consumado,
espiral de equilibrio.
Flor, flor al mundo una raz
ón,
en ti suerte, obtuve salvaci
ón,
y soluci
ón para condena predilecta,
nueva como vieja,
volver a condenarme
a plena elecci
ón.


F
örüq castellano er-lobo bohemio Esteban a 11-07-2020

V

Errante solar,
la postrera
la vana sombra
viene a mi blanco d
ía,
ahuyentar,
es
ótropo avance,
qu
é será,
un escarniado esqueleto,
por cuanto mi amor,
en dicha me coron
ó
me conden
ó
a la tierra m
ás oscura,
al m
ás límpido destello,
de un porvenir incierto,
polvo en ceniza aparente
enamorado m
ás hallen tus ojos rectos,
m
ás allá de un final,
de un comienzo causado,
cabalgar
é el llano
y su cima lisonjera,
por cuando rudo
mi destino me erigi
ó.
De los tiempos,
los campos me han mordido,
sin saber,
cuan los ayes
salud y mis floridos
a
ños míos,
malandrines han vestido,
sin ayer hoy naci
ó cansado,
ay, silencio
del mediano poso,
tumba del f
únebre depósito,
dolor cante,
que la pr
óvida
la raz
ón de vida no engaña,
sol
ícito olvido,
mi aura suena.
Ay nueve presas,
de belleza sin rival,
Cabalgar sin caballo es igual,
fondo de un abism
ático placer,
sin dibujar,
negrura vente al lado,
al relucir condecoroso,
al gran limbo misterioso,
tinieblas por luces alumbradas.
Se pinte todo indiscernible.


F
örüq castellano er-lobo bohemio a 14-07-2020

VI

Entre azucenas tard
ías,
recordado,
pronunciada t
ú
de la dura tierra,
valor, hermosura,
nunca en ti sola,
cual amante
mi viola trepa tu bella figura,
desce
ñido dolor,
de raz
ón perdida,
noche oh beso,
beso tu figura;
clavel y c
ítara,
y estos dolientes ojos,
son grave,
son del viento,
son de tormenta
son de trueno,
viol
áceo surgir
claro oscuro de gloria,
s
ígueme,
hacia el ojo de tierra
hacia la ventura
que nunca llora,
esta noche nada ser
á igual,
hendido bajo rayo,
ser
á una deidad sin nombre,
ser
á flor tu belleza,
hoy por hoy
amo y te beso,
gozo y subrayo,
pulcra tu lira abrazo,
verdor entre fuentes,
campos de color sostenido,
fiel regorjeo
fiel atinar de aurora
entre rizos entre carrizos,
rayos y caballos solares
que relinchan tus cabellos,
venga que marcha
mi honda escuela
del sepulcro,
del honorable
del
ávido desvarío
por el que deshago
y vuelta en espiral
vuelvo a desandar.


F
örüq castellano er-lobo bohemio a 15-07-2020

VII

Auno sones,
en desierto fractal,
no viene
la amada f
únebre sombra,
ni su mortecina
blanca llaga,
desierto embalse
de recuerdos ahogados,
linde despierto,
de vanidades amarillas,
y rosas de trapo,
rescatarme pueda
esta tristeza lisonjera
que envuelve alma m
ía,
soledad sin resquicio
a salvo no ocupado,
tristura sin letargo
dulce, vago
tomo amancillado,
arte en vil reflejo
en mi alma donde yago,
espino amarillo
y en espina me demoro,
corriendo fuera de la l
ínea,
hacedor de suspiro
azumbre siempre seremos
nunca en mitad un vaso vino,
noche tus luces breves
de faroles dormidos,
viene que serpea
tu halo de plata,
un cipr
és alto como tu luna;
venza como cuchillo verde,
a alzar mi ruego,
un silo que guarda
estrellas como simientes,
siento,
siento mordida mi s
ábana,
una espectral caricia en manecita helada,
sus ojos
vil sentencia indescriptible,
como turquesa fundida
forj
ándose de los mares;
de azur profundo,
femeninos ojos
de fantasma reci
én alumbrada,
dudando de la eterna duda,
de su no existir,
no tener cuerpo,
ni esencia tangible,
sin nada vivo que la piensa,
recuerdo su feroz, t
ímida
silueta en umbr
ío cuarto mío,
desce
ñida sombra,
sin candelabro,
ni luz que no fuera de luna,
recuerdos ahogados,
sue
ños fueron,
en el caf
é de la mañana,
vine temblando,
azogando regio su corolario,
fugaz quietud escarlata,
p
úrpura al tacto,
viol
ácea sonrisa estameña
en v
ítrea, solaz
profunda calma,
ya era eterna.


F
örüq castellano er-lobo bohemio a 16-07-2020


VIII

Renuevo esta mi sangre yerta,
para servirte mi dulce dama,
bajo n
íveo nogal,
all
á bajo su fronda suave
y denso selvaje
que auras all
á quema,
bajo h
órrida, tupida sombra,
servirte a las puertas
de adorado averno
beoda sed en brindis
de nueva, flagrante condena,
dioses del inframundo canten,
all
á donde excelsitud
de tu aurea sonrisa entabla,
y a mis miedos s
ólo arredra,
bullicio entre ramas
saborear dulces trinos cantores,
que la vida entona;
se amurallan las horas,
se quede la fr
ágil vida,
que honroso te siembro,
escu
álida y temblorosa,
fuegos y dichas apacienta,
entre este brindis
áspero,
de amimosas delicias,
mi sangre fugaz, honrada te sirvo,
pa' ser rama para ser de caudal tu savia,
fausto, aterido soplo,
de horrores no regalaba
ni flauta ni prenda a favonio
arrebataba,
mis estrellas sin temor,
piadoso de nublados ojos,
esp
íritu de leyes rotas,
caos antiguo
que desvelado, no huye,
ni mi risue
ña sien
relega en acto
a no seguir queri
éndote
ferviente.



F
örüq castellano er-lobo bohemio a 17-07-2020


IX

Viva, inviolada,
fugaz de Pl
éyades insumisa,
viva sobre un lecho de hielo,
fundada en seno de magarzas,
desbullada y centrada,
al pie de Orion,
entre flores y cachorros
de cuchillo calizo,
h
úmedos trinos
que ol
ían a poesía,
dispersa como bulbo partido
y brindis de memoria perfecta,
privilegio s
í,
en cesto sin hartazgo,
su libertad,
sabor de puro verbo,
me incubaran los rifles del cerro,
y mi voz patatas engendrara.
Oh augurio imp
ío,
sonaba la bisagra como chicharra
apote
ósica,
mi danza ef
ímera entre
caminillos de hormigas
y tapial del cementerio
de Fuente de la Higuera,
ecos de entre traineras
y hojas de olmos regios,
bajaba confortante el ruido,
cazador de silencio,
de la ma
ñana
ya henchida,
hechos entre helechos,
y amarillas mariposas,
carril h
úmedo
inpronunciable,
coraz
ón brotado en blando suelo,
mojado, reacio a secarse
y no aventar flores,
peque
ña, simple
su ilusi
ón perduraba.
Hasta por momentos
olvid
ó que era guijarro,
no, mi severo coraz
ón.
All
í plantado.



F
örüq castellano er-lobo bohemio a 18-07-2020

 




Solitario bogo,
aterido soplo de la monta
ña,
pastor de tus astros,
torres de nidos de tu saliva,
perfilada tu sombra me acompasa,
mi sayal remiendo
entre sedas
de moreras de ensue
ño,
olvidos me trepan por enredaderas,
tarde en la tarde mi esperanza vive,
si so
ñase volaría a tu vera.
Sol este de oro
ci
ñe mi álamo negro
y su esmeralda ara
ña,
cumbre te nombra
en la saeta mi oscura golondrina azabache,
traerte conmigo siempre
eternidad risue
ña, melosa
sangre de mis dioses.
Se
ñora tú de silencios
y sepulcrales v
értigos,
no amansa mi fosa
la dulce azada de metal sopor
ífera,
carne y cuerpo
mi rigidez de pluma,
l
írico trasnochar.
Claro cristal entre paisajes,
ceniza de recuerdo
es ella, recuerda,
aire desnudo fama de estrella
inviolada,
mi musa bella,
un azar flam
ígero
que no pido ni alumbro,
no espera
ni las aguas de tiempo inmenso,
jam
ás complacen.
Ay d
ía, rosario terco,
deja ya la gloria,
grandeza en amor
se llam
ó belleza,
lastimada mi carne desvelada.
Gusano soy
que hila su capullo,
tejiendo desde sentir interior,
mi vida en serenatas blancas
levantar
é,
su fronda,
inabarcable vergel primoroso,
cuenta mi linaje
alas ignoradas de mi pecho.
No podr
án tapar en vida
mi silencio que aflora.



El Castellano

Terca mi sangre,
tiempo del fr
ío río
inmenso, todo dado en espinas
su rivera,
por ciega neblina bajo
con tabaco precoz,
pienso,
todo he so
ñado
para el letal lecho del olvido.
Mi temor sorprendido
alega que no existe;
vida o belleza,
ala o metal cansado,
gloria de grandeza,
¿Dónde?
Mi tabaco de neblina
ahonda, penetra y surca
la esmaltada silueta de tu figura,
por mi caricia ruda
y el agua afligida,
admirarte yo cual fugaz garuma,
anisado vive el cielo,
nuestra blanca estrella
mineral candente
refulge su luz desnuda,
por vespertino son
de todo lo que tiembla
como abanico de mi pluma.



El Castellano



El Principio estaba en la Colina.
Un hecho,
claridad de brea encendida,
o transparencia de pez de cristal.
Tim
ón enfurecido
que tormenta iracunda tizna,
Cuervo en el alma
mi ser alzo, prendo,
mi idea luce
cual holl
ín de azabache tuviera,
gragea mi voz un crascitar
de mi se
ñor Baco,
persona de garabato nombro a sombra latiente,
acaso opacidad de materia cuidase,
sacrificador mi tiento.
Sonetada su parda sepultura.
Falte mi ley, sonar
á la albilla.
Diablo aguador mi buen Luciente;
cordob
án, recuerdo de soleta,
no me faltar
á maceta,
Parnaso que ya cae asaetado,
cisnes negros,
de Apolo,
cuidados como vell
ón descendía su grajo.
Musario monte yo he sembrado.
Yo, pensamiento y porf
ía guardo,
me los retiemble
el Sol lucido,
ninguno estribe
mi mesura,
Se
ñora, valerme quiera,
ni peligroso
el tiempo B
árbaro se me pareciera.


F
örüq

Insondable, la luz
de tu impalpable se
ña,
gui
ño áureo al latido,
insubordinado, labrado
en madero de este hierro,
ya dej
ó de ser infamia tornasola
en ascua de piel borrosa.
Ensue
ño alado te alzo
mi musa en estridencia recta,
develada, reveladora senda
dictas que afliges voluptuosa
cuan cerilla arrostra mi alma,
rebulle tu sue
ño alado
de golondrina azabache,
no perturba mi paso
tu luminoso azar descorajinado,
en sones del capataz del brillo primero.
Arde no se colma mi vaso,
al cantoral
fraguo f
érreo lazo,
indivisible alianza, comuni
ón
de ambos argentos astros,
como entrelazan alba y ocaso,
pura seda mi correr
de atleta precipitado,
arrostr
ó
mi piedra espectral,
tu brisa ya nunca m
ás fría.
Alumbr
ó mi sien
el fractal de fr
ágil leño.
Y desvel
ó que todo es y fue
m
ás que un sueño.
Enmudecida siembra tu garganta
lamo la tierra boca a boca,
tu raiz
´salvaje me toca,
como verde planta a tu coraz
ón invoca,
silvestre y musical nuestra rosa azul canta,
henchido de tu voz voy
mi doncella escarlata.


El Castellano



Oraci
ón a la misa del alba,
revuela una golondrina,
esquiva los ramajes
acenizados del fresno,
abre mon
ótona brisa
una caricia de tierra
por el musario cerro,
carrascas afilan all
í
sus flores de piedra
para dar sus bellotas,
ya escondida la luna de seda,
aumenta un zorzal su trino,
sube entre rayos de sol
la espuma de un desnudo
álamo,
a su ra
íz un precoz mamón
sonr
íe al iris de nueva luz,
un grillo chirr
ía su nota
en melancol
ía por nuevo cierzo,
la encina secular
no pierde atisbo de rigor
en follaje,
como nervudo verde
que no llora,
la retama grita al esparto
que su amarillo impera,
plegaria entre verdades del monte
un nuevo esplendor
canta la paz sepulcral del campo,
como luminaria entre r
ío reverdecido
en tapiz de terru
ño arado,
aria dolida en arrebol
de sollozo verde,
lento abre su reto
ño la tierra.
Entre vid de nueva espera.



El Castellano



Quiero mantener
mi suerte segura,
como hondas im
ágenes
en fr
ío lacustre.
Agua de
  labriego sordo.
Eco en
árbol de sigiloso azar.
Hombre al menos
en terrazgo seguro
al pie de bandone
ón,
clavando cigarra
a su escarcha afligida,
manos trabajen
la melod
ía
a tu voz morena.
Primor en viento
de mi sepulcral prestancia,
tierra o ceniza
eternal m
ármol turbado
de vida atada a tu vida
y perseverante esencia.
Árbol de luz y acento,
revuelo a tu son
el mundo no trasplante.
dulces sue
ños
sones flam
ígeros te aguarden
en su seno.
Suelo en miel
de nota obscura,
guerra, oh gran momento,
rizar mis ascuas al viento,
hoja que tu filial enmarca,
verdecido mam
ón yesco,
invadido por substancia
de tu irisada voz en letra fraguada.
Resonancia de altivos lares,
fecundos...
Llevo verdecida mi sangre,
Asaltando el trigo mis ojos,
palabra con sonido
eterna herida
resuena que sigo en ti
como aromo de flor
y curva pitanza corva,
redimido a la abeja
el avispero ya no zigzaguea,
abre cari
ño tu senda,
n
ácar dispuesto y frágil
al candor de mi c
óncava vena.
Para cosechar mi pena, mi cruz
y mi condena.

El Castellano



Rostro beso de vieja herida

Solitario bogo,
aterido soplo de la monta
ña,
pastor de tus astros,
torres de nidos de tu saliva,
perfilada tu sombra me acompasa,
mi sayal remiendo
entre sedas
de moreras de ensue
ño,
olvidos me trepan por enredaderas,
tarde en la tarde mi esperanza vive,
si so
ñase volaría a tu vera.
Sol este de oro
ci
ñe mi álamo negro
y su esmeralda ara
ña,
cumbre te nombra
en la saeta mi oscura golondrina azabache,
traerte conmigo siempre
eternidad risue
ña, melosa
sangre de mis dioses.
Se
ñora tú de silencios
y sepulcrales v
értigos,
no amansa mi fosa
la dulce azada de metal sopor
ífera,
carne y cuerpo
mi rigidez de pluma,
l
írico trasnochar.
Claro cristal entre paisajes,
ceniza de recuerdo
es ella, recuerda,
aire desnudo fama de estrella
inviolada,
mi musa bella,
un azar flam
ígero
que no pido ni alumbro,
no espera
ni las aguas de tiempo inmenso,
jam
ás complacen.
Ay d
ía, rosario terco,
deja ya la gloria,
grandeza en amor
se llam
ó belleza,
lastimada mi carne desvelada.
Gusano soy
que hila su capullo,
tejiendo desde sentir interior,
mi vida en serenatas blancas
levantar
é,
su fronda,
inabarcable vergel primoroso,
cuenta mi linaje
alas ignoradas de mi pecho.
No podr
án tapar en vida
mi silencio que aflora.



El Castellano

 

Al grillo:


I

Clareando su lividez
por sotos vastos, reales, relumbrados
De mi r
ío es avidez.
Soliviando el sembrado.
Dirige, este mi grillo renombrado.




II

Es un tejado,
él llora.
La acequia desnuda de molinete;
un cimiento que aflora.
Grieta, tiempo replete.
Sauce abatido, colch
ón al jinete.

III
Entre blanda alma sube,
entre un arpa estacional
él, aflige,
lluvia a primera nube.
Nota en c
úspide inflige.
Entre caracoles sonoros rige.


IV

Grillo
único aunado, uno,
le pidi
ó un gran deseo, renegando,
a manantial de fauno.
No aminorar cantando
tras acople, todo son
ósilbando.

V

Solar af
án, entrega,
llegas que dictas tu no pertenencia;
tu arraigo de gallega,
hermana negra ciencia,
traes que cobijas mi sola conciencia.



VI
Mi grillo luce nuevo
su primavera luciente socava,
lira estrella relevo.
El cent
ígrado cava
que tu lustre entre musas ya no era grava.


VII

Era un patio la sombra,
Vena que era acequia reverberando.
El grillo, desescombra
las ara
ñas dictando.
Oraba como besaba alegando.

VIII

Vengo, avanc
é mi peral,
con mi grillo en mi bolsillo, cantando.
No divis
é umbrío eral,
viva vid, entonando,
mi secuela estaba ya, recta reinando.

IX

Blande regia Oscuridad.
Ahondaba que saltaba, silenciosa
el
ímpetu en soledad,
resplandor de enojosa,
y quiz
á matrimonio en lacrimosa.

Bonus rima y m
étrica libre o blanca:

En uni
ón con su oscuro astro,
bland
ía a la séptima sílaba,
luna que busqu
é por sombra y abismo
en esquela.
Era un disparo y azogu
é
lo que el cosmos me negaba.

Fui dichoso, me enaltec
ía
mi soledad pulcra arrebolada.
Espejaba ella el vestido a mi mujer verdadera.
No brillaba mi sola desquicia,
era lugar y tiempo suficiente;
para ser de la tierra enhiesta espiga.
Ella mi
única amapola
Reina del jard
ín de Hipsípila.
Un soto y un llano;
despert
é del bolsillo su oro trasnochado.
Bl
ándeme Oscuridad,
en tu acero y ala de pecho.
Que canten azabaches
tu magia del cinco
labrado este a
ño.
Afortunado avanzo mi pulso
por candelabro este mayo.
Mi cenit por rectitud
del alma m
ía.
Un
último acorde y me encontré
en la pluma tu arpa,
mi Ninfa que obligas no fenezca
el grillo que me da frenes
í.


El Castellano

 

 

III

 

Primero de la guardia nocturna,

destino desvencijado

con honores, sus colmillos sus comensales,

he abierto la noche

en dos mitades,

una por sacrificar

si arde mi esfera,

resolución del tres habla,

el muerto vivo baila

su sepultura,

venimos de la urna de arcilla,

la tierra devora lo que es de ella,

bronce a mis falanges

quién blande mi alma,

soy militar el abismo mi sangre,

a mí la legión de Luz

en Guardia

Förüq vampiro castellano,

su final tiene sed

viene a por usted,

no conozco el miedo, yo soy el miedo,

aquí mi falcata saboreará su cuello,

la muerte es mi mujer

oscuridad,

soy yo el que ha venido a por su sangre,

deme su hálito de humor sanguinoso,

el hambre de la caza he visto reverber en mi colmillo,

ha llegado a su final

su hoja se ha completado, debo apagar la luz.

 

 

Förüq el castellano

 

 

Oscuro haz, luz sembrada:




Larga sombra me abarca,
larga sombra me abraza,
larga sombra que me envuelve
yo quisiera meterla en un mundo m
ás bello,
yo quisiera librarla de hielos que aguardan,
quisiera retornar a un mundo que era negro
sumergirme m
ás profundo que los mares
y encontrar mis verdades,
yo quisiera fundirme fraguas de hierro
ser justicia izada de ser en luz intensa
pero ya no siento nada,
asolada mi estirpe con nombre agujereado,
yo camino descalzo sin miedo ni quietud,
sin estos clavos que me impusieron
camino lejos, lejos sin mi nombre
por si despierta mi azada
con la que sepultar al Miguel Esteban
que no naci
ó todavía,
por si una dicha me aguarda,
no osar
án en buscar portentos
a esta larga sombra que avanza,
no cambio sus males
solo servirla flores silvestres
as
í enamorada torne princesa de profundidades
hada due
ña de la sombra,
hada fiel de embeleso en umbrales
por tragar esta mi tierra
que me avanza la despedida,
cu
ántos pájaros volaron
para ser
único pájaro enfundado en trino,
rajado, ultrajado,
cuantas notas se escucharon
hasta ser estrofa de agua
por todos los que estuvieron,
al acecho yerto de esta sombra m
ía,
que no posee medida,
solo una senda deshaciendo lo trazado,
al firme astro alzo mi perplejo
por toda oscuridad que fusil
ó mi partida,
me apodero de este jard
ín
de mi sangre
 sembrado,
para latir en espejo asomado,
y que viva siempre siempre
esta sombra fr
ía, vacía, llena en soledades,
completa sin tapiales, hueca de mi carne,
despe
ñada en vivencias soterradas,
que yo alzar
é para sembrar en ella
esta vida que yo le debo a ella,
para que viva siempre mi luz
tejida con ella,
hasta erizarla
y que me responda
cuando nombre a la belleza.
Que sin ella queda sin aliento.

El Castellano


I IX

Verdecida mi sangre

en son de mis latidos

de alto suelo,

oígo la agreste reverberancia,

al pie de solaz viento

mi sentido.

En sones de férrea fragua

afilo mi metal primordial.

Canto a sus manos

de terrazgo quieto,

insubordinado.

Atadas sienes

cruzan tus ríos soberanos;

vegetal extasía

y cumbre en tu nombre

de perenne morada.

Vástaga palabra herida

de sonido disuelto.

Voz etérea

viviendo mi secuencia,

metamorfosea cual bronce

de hoz sin tiempo

resuena suave el hálito

desertor.

Soledad vigorosa

de voz difunta

sin morir mi pena.

Fragor redimido suena el martillo,

agua, tu risa y la suegra y nuera.

He de amarte

aunque tu hipnotismo dictes.

Ni olvido a primer vuelo,

perderte puede,

en la eternidad del corazón

y su cielo de soporífera muerte.

Perfilas camino a encontrar mi aljaba

y diriges su certera flecha primigenia,

por mi ardiente vena

danzo, danza mi lobo.

La áspera prisión de mi cordura,

cual amor con espejo,

siempre dura.

Cautivo mi soga enroscas,

calor sin ojos

como luz sin verte es niebla

y lejos paz, azul, nervio silente

ardua premura,

noche mi cruz

sonriendo amplia

mi condena.

 

 

El Castellano y Leannán-Sídhe a 12-12-2018

 

                                                           

FINAL

 

 

 

 

Miguel Esteban Martínez García

Pseudónimo: El Castellano, Förüq


 

 

 

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