AERE PERENNIUS
(Más duros y resplandecientes que el Bronce)
Llamo a Triarii, forjo Égida y avanzada, celada mi Coraza de Atenea, Vestal castellana que Hispana se alinea
EL FINAL
Dedicado
EVENTO
¿Qué expresarías a la persona llevas veinte años esperando?
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Si pierdo mis brazos
no podré escribir,
si pierdo mis manos
no podré acariciarte,
si pierdo mis ojos,
no podré verte...
Pero no me importa,
debido te amo
y nada impedirá siga haciéndolo
mientras viva.
Miguel Esteban
I Claman verdades de la tierra por nacer y resurgir la quietud estameña, sobre la misma tierra el eterno ciclo de la vida, como traje de la mujer soñada, muerte en memoria hilando recuerdo vano. Resurrección como caminillo de hormigas por la soberbia de la simiente al albor de sangre sin condición. Yo soy por siempre miel de infortunio desaconsejado. Así como dura sonrisa y guiño besado. Al azar de la existencia efímera esencia del crepúsculo más sonrojado; apellido y nombre que nada representa como resplandor de la centella vil chisporroteo sin sonar, cargo el silencio y el infinito de mi verbo a lomo de frialdad en escama resopló en la montaña sin nombre latido de mi húmeda lombriz azulada, de mi tierra que jamás tuvo dueño latido sin final agua de manantial núbil destelleo, va girando mi vida por enraizar yo soy siempre sendero de sierpecilla inútil, con el manto de su desnudez violenta. El eterno comienzo sin final aullido del viento, arena en una gota de lluvia, hoguera crepitando la tierra del volcán. Río que acaba y resurge del mar, ese soy yo siempre por despertar.
El Castellano y Leannán-Sídhe
14-1-2019
II Resurgir:
Hoy las fuentes bullen los ríos desbordan las vidas dejan sus grises de invierno y sonríen al alba de la lluvia que toda vida mece sal al jardín ayer sembré mis ojos esperando que la tierra fuese sangre las raíces mi boca y la planta mi cuerpo para con longevidad imperial llegado el momento decir de este jardín yo no he muerto.
El Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016
III
Sangre y muerte aplaco regio, duramente como astro viril, como amor estameño que canta a su veta amada, en sístole de barretero, abriendo surco nuevo en piquete, trágica que ella así vino, flor de metal desde el suelo, amparo en destino reguero pulcro, todo reguero que trueca su suerte; por muertes de estaño fino, enamorada dinamita que surca lecho, un son que grita un baño de raudo fuego, sin piedad de obrero, ni réquiem apiadado por la tierra, un raso enlutado de oscura piedra nacido, concavidad de caseta y vals minero, como sinfonía nocturna que abre yacimiento, regreso y no entristeces, estameña vida en cobre cubierta, santa presencia de altas colmenas, y simientes que el tiempo avelan, fontana tú, serena, viniste al mundo en la fundición de la primera Armonía, sombra tú de planeta sin espejos, turbiedad que no arrostra diamantes, opacidad serena, sola, sola, como sola nace nueva tierra, gris fantasma que velas tu brillo maleable, rutilas cenizas metálicas de todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible, sigiloso sembrado, tu vanal estallido, a sacar de ti mina y provecho, raíces pétreas, tu sino de planta de humo, copia sin espejo, ni sombra acaso tu reflejo, perpetua osadía sembrada por el Cosmos.
El Castellano
IV Me acompañasteis, espíritus de bajo y alto cielo, de magno poder fuerte, como la fuerza todo poder trae, asiendo lumbres quietas, iluminando mis días, bajo pulcra feraz sien, de signo y ala de cobre, como mi padre Sol, y mi madre Luna, oro y plata, Mercurio del Mercurio, cobre de Venus. Mi ser es tierra extensa, sin dueño múltiple, ni azul gloria de eternidad, de rayo vital todo cántico, misterio gozoso, tu boca incrédula, de agua sensual y cuerpo extasiado, mares profusos, de cielo y nubes remotas, oh extasía resonante, cubre mis sentidos infra-humanos, avienta mi sed angélica, de azur blasón, y custodia eterna, no seré pues ardor cantado, ni emblema caótico, alzaré mi ser la profunda tierra, hasta encontrar en mitad su entraña
la piedra maravilla oculta;
el Uno en esencia tres en efecto,
si dije que ídem es arriba,
ídem es abajo,
superior concordando con inferior,
tierra espiritual voy tratando,
este poeta del viento,
sólo mantiene un destino,
todo lo demás por semejanza
es Obra Solar.
Förüq
V
Símbolo fuiste de amor,
y concordia,
en hora nocturna consumada,
musa del alba,
fulgor de plena empatía,
con tu luna de plata regente,
igual fulgor que la muda letra,
tus pestañas tienden
y arrullan,
presides mi dicha de remembranza sempiterna,
tierna de seno en luz alegre,
sereno ademán silencioso,
te baila las entrañas,
de estancia liminar,
y posada lunática, suave como tierra,
de boca y dientes clementes,
convocaba y en ti me adentro
que te quiero,
una sombra tuya atravesé
y te vi en la punta todo monte,
yo como la luz del Sol,
transparente,
pura,
inamovible,
fuego de mitad blande la tierra-hombre, de mortalidad vencida,
I Claman verdades de la tierra por nacer y resurgir la quietud estameña, sobre la misma tierra el eterno ciclo de la vida, como traje de la mujer soñada, muerte en memoria hilando recuerdo vano. Resurrección como caminillo de hormigas por la soberbia de la simiente al albor de sangre sin condición. Yo soy por siempre miel de infortunio desaconsejado. Así como dura sonrisa y guiño besado. Al azar de la existencia efímera esencia del crepúsculo más sonrojado; apellido y nombre que nada representa como resplandor de la centella vil chisporroteo sin sonar, cargo el silencio y el infinito de mi verbo a lomo de frialdad en escama resopló en la montaña sin nombre latido de mi húmeda lombriz azulada, de mi tierra que jamás tuvo dueño latido sin final agua de manantial núbil destelleo, va girando mi vida por enraizar yo soy siempre sendero de sierpecilla inútil, con el manto de su desnudez violenta. El eterno comienzo sin final aullido del viento, arena en una gota de lluvia, hoguera crepitando la tierra del volcán. Río que acaba y resurge del mar, ese soy yo siempre por despertar.
El Castellano y Leannán-Sídhe
14-1-2019
II Resurgir:
Hoy las fuentes bullen los ríos desbordan las vidas dejan sus grises de invierno y sonríen al alba de la lluvia que toda vida mece sal al jardín ayer sembré mis ojos esperando que la tierra fuese sangre las raíces mi boca y la planta mi cuerpo para con longevidad imperial llegado el momento decir de este jardín yo no he muerto.
El Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016
III
Sangre y muerte aplaco regio, duramente como astro viril, como amor estameño que canta a su veta amada, en sístole de barretero, abriendo surco nuevo en piquete, trágica que ella así vino, flor de metal desde el suelo, amparo en destino reguero pulcro, todo reguero que trueca su suerte; por muertes de estaño fino, enamorada dinamita que surca lecho, un son que grita un baño de raudo fuego, sin piedad de obrero, ni réquiem apiadado por la tierra, un raso enlutado de oscura piedra nacido, concavidad de caseta y vals minero, como sinfonía nocturna que abre yacimiento, regreso y no entristeces, estameña vida en cobre cubierta, santa presencia de altas colmenas, y simientes que el tiempo avelan, fontana tú, serena, viniste al mundo en la fundición de la primera Armonía, sombra tú de planeta sin espejos, turbiedad que no arrostra diamantes, opacidad serena, sola, sola, como sola nace nueva tierra, gris fantasma que velas tu brillo maleable, rutilas cenizas metálicas de todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible, sigiloso sembrado, tu vanal estallido, a sacar de ti mina y provecho, raíces pétreas, tu sino de planta de humo, copia sin espejo, ni sombra acaso tu reflejo, perpetua osadía sembrada por el Cosmos.
El Castellano
IV Me acompañasteis, espíritus de bajo y alto cielo, de magno poder fuerte, como la fuerza todo poder trae, asiendo lumbres quietas, iluminando mis días, bajo pulcra feraz sien, de signo y ala de cobre, como mi padre Sol, y mi madre Luna, oro y plata, Mercurio del Mercurio, cobre de Venus. Mi ser es tierra extensa, sin dueño múltiple, ni azul gloria de eternidad, de rayo vital todo cántico, misterio gozoso, tu boca incrédula, de agua sensual y cuerpo extasiado, mares profusos, de cielo y nubes remotas, oh extasía resonante, cubre mis sentidos infra-humanos, avienta mi sed angélica, de azur blasón, y custodia eterna, no seré pues ardor cantado, ni emblema caótico, alzaré mi ser la profunda tierra, hasta encontrar en mitad su entraña
la piedra maravilla oculta;
el Uno en esencia tres en efecto,
si dije que ídem es arriba,
ídem es abajo,
superior concordando con inferior,
tierra espiritual voy tratando,
este poeta del viento,
sólo mantiene un destino,
todo lo demás por semejanza
es Obra Solar.
Förüq
V
Símbolo fuiste de amor,
y concordia,
en hora nocturna consumada,
musa del alba,
fulgor de plena empatía,
con tu luna de plata regente,
igual fulgor que la muda letra,
tus pestañas tienden
y arrullan,
presides mi dicha de remembranza sempiterna,
tierna de seno en luz alegre,
sereno ademán silencioso,
te baila las entrañas,
de estancia liminar,
y posada lunática, suave como tierra,
de boca y dientes clementes,
convocaba y en ti me adentro
que te quiero,
una sombra tuya atravesé
y te vi en la punta todo monte,
yo como la luz del Sol,
transparente,
pura,
inamovible,
fuego de mitad blande la tierra-hombre, de mortalidad vencida,
En plena sintonía,
contigo, mi pensamiento,
una eternidad sin azogue,
turbado sino,
penetra ya en voz,
oh grandioso vestigio yerto,
lago con río de espíritu,
cantos ceremoniosos olvidados.
Ceniza de hálito inmortal,
cumbre de nervio asido,
arrebatada de cal
en canto seguro,
suave, dulce, líbrame tú amor,
sin viento obscuro, dame tu mano,
abracemos el sonido,
sin mortal premura,
alcemos vuelo
por seguridades tangibles,
deseo ruboroso, digno,
inexpugnable,
estancia filial que llevó el suelo terreno,
entre olas de mi sangre hacia tus latidos,
musa cristalina enervada de agua,
avanza mi resonancia agreste,
prestancia digna de sentidos,
si voz ocurriese a tus manos
me trasplantase,
eco de caléndula,
y mar de tu hoguera,
vencedor de negra ceniza;
entre luz y cumbre argenta,
tu raíz salvaje apunto,
mi suelo que tiembla su verde acento,
empapada tú de consonancia,
impar, verdadera, trémula,
verdecida en turquesa;
eco de tu agua,
mis labriegos primigenios,
canto a la oscuridad serena,
me surca la visión sin sonido,
áspero esplendor redimido,
amor de espejo no tiene ni habita cura,
canto a tus manos
que encontraron de mi felicidad
su cordura.
FÖRÜQ
IX
SON DE GRILLO:
Clarín entona sin miedo, la fría gloria,
todo lo que siento arriba del astro, recuérdame,
indemne como oscuridad alumbra la noche,
su violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,
y una escarpia desnuda que anuda,
que desvela mi yunque, mi eje,
apenas dormido, yerto el tiempo, que te conoció,
arriba muy cerca, de la letra dorada,
y su escarcha de silencio senil,
eres más que donde alcanza mi palabra,
un yugo, un arco y una flecha,
una vena trenzada, por la sangre consumida,
embebida por flores sedientas, mi dicha,
una arpía estridente,
cada deseo, una sinfonía,
nada cambia la vida onírica,
de azar que clausura mi sino dentado, afilado,
que te lleva que te encuentra,
león aquíleón allíen mi corazón,
hilvanas mi calor del fuego,
se funde mi abismo, zarzas por ascuas,
Sol por luna dentro de mis ojos, te encontrarás,
allí,solo habita la luz, como Quimera una,
que te destapa en sueños,
si por soñarte te hiciste realidad mi bella elucubrada,
una vez en la vida, el tiempo se derretirá,
y nuestros labios beberá,
vuelvo a vivir por ti, desnacer impera la ávida letra,
vuelvo a descubrir justo la vida,
matando mi soledad, aumentando el día,
amor que me volviste libre
y elegíamarte,
hasta donde cerraban los ojos de la noche,
mi miedo, se alimentaba de sus paticas,
yo quiero quedarme contigo,
hasta que mi pecho lata abierto,
subiendo cumbres anclando mi sombra,
hasta que la tierra se coma los cardos, tras el estío,