Avanzo dispuesto tu mejilla permisiva,
seguro que empecé sin acabar,
lo que nunca osé ni comenzar,
suave animalito de seda inexplicable,
era mi deseo algo más,
templado y firme en pie,
oh quietud sacrílega nocturna,
te llamo como se besa una amapola,
estoy olvidando, surco y cerrojo,
oh vidrio de cálida llama en lágrima,
por fuera la luna me sonríe,
ilusionante tesoro de hermosura,
dicha, luz estirada o son sin niebla,
tu cuerpo de río que si pasa
guiña hasta el alma más inextinguible,
sosiego de campechano lirio,
desnudo en penumbra,
con mi cuerpo enfebrecido,
ávido desliz complaciente,
no era complicación, sí complicidad
infausta, como se conocen dos astros,
recelosos de prestar estelas de visión,
protejo y aguardo tu ascensión,
no deseo secretos de tu existencia,
solo velar tus sonrisas y orillas de mares,
de lluvia o dispuesta tormenta,
era mi querencia,
si ve cada noche mi ánima, toda ojos,
de flores, de riscos, de fragantes sabores,
oh, mina,
de alba es mi puente férreo,
sed de río sanguinoso,
es el embeber tu silencio,
desesperación colgada es no hallarte.
ceñida va mi invisible asechanza;
corazón en pluma
y son cantor de redención,
aliento desde hoy la pureza tu sangre.
Förüq er-lobo bohemio Esteban
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