PECHO EN HIERRO
MONTADO:
Infiere de nocturna flor
nuestra cabida de luz vana,
un día será
el siglo de matices
con su avenida escalonada,
suerte en mimbre de tus estrellas
en mis pupilas,
desafíame el lucero
mi malva runa,
satina mi firmamento de
lunas,
llega donde no llegan las
enredaderas
de mis vilos noctámbulos,
soy enfrentamiento con mi
existencia por ti
partida, vestirán las flores mi magia,
para florecer madrugando,
y que su espera me sepa
bella, clara
como el osar brotado en
primavera,
centella que gasta tu ambrosía amada
cobrando a mis cerrojillos
nacidos del alba,
argos sumos en luceros
despertando sus arañas,
nubes cabalga, aire sostiene
tocando mi esqueleto,
Campos de Castilla,
saturnales labradores,
abrid la tierra espera
nuestro fruto de nuestras lágrimas
en acequias, hasta que llore
el sudor de nuestras manos,
y las matas canten el fragor
de nuestras bocas,
¿Quién
me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?
Yo soy el encargado de abrir
los cielos
hasta que lloren, soy el que
despierta a la semilla,
y grita flores con sigilo de
chopo me guardo,
y entre rayos de bruma
desciendo
hasta mi tierra madre de las
sepulturas
de los abrojos creados,
pecho en hierro montado
soy esclavo de mis ojos
liberados,
desafiando al viento creyéndole hermano,
soy la vida que me falta por
escribir en bronce,
soy sangre, destello que
mueve
la hoguera de mi escarcha.
¿Quién viene hoy por mi escala?
II y III
Es como tu extasía,
avidez en labio de fuego,
escala celeste sin retorno,
tu vida entrando a la mía,
la verdadera revelación sinfónica,
todo creí en fugarme del infierno,
la notoria cuestión,
primero debería haber ingresado voluntario,
sí, para darle más emoción,
era una energía
que me baila sin freno,
como fecundar toda belleza a través mis ojos,
tocar el sonido era otra asignatura,
derretir colores traspuestos
a la llenez de mi gozo explícito,
oh, sombra juré un día te alcanzaría
y hoy vengo con mi coraza de pecho
en hierro montado,
sangre, sangre color añíl,
mercuri facundes Quasi naves,
aere perennius,
malva luna, por ella canto,
a la lluvia abre copón ya mi arrida primavera,
oh ese veris dilectus tui et melieribus,
oh virgen primavera,
amada tú entre todas o, parcas flores,
danzando virginal en tu mente,
tejido el momento acaricio mi diosa araña,
bienvenidos al color,
venimos del granate lustre postrado,
apostando el verdín de luna,
una, sola como ella ninguna,
quiso ser estrella,
para mí es la más bella,
derrito colores , los acaricio, fundo esencias,
vamos al azur hermoso,
ámame esta noche cuclillos ya duermen,
hazme sonido de imagen,
afíncame en tu palpitar sereno,
llama a mi nombre,
no soy ni cortés
ni cobarde,
los valientes morimos en triarii
los cobardes muerden más tarde,
oh avanzada,
catafracta, abro el sendero para conseguir
el eros, la magia necesito dominar,
muéstrame tu día,
construiré la nueva osadía,
mantente,
exclama que eres comunión de éter,
no moriré sin juntarte
cada cual tiene un sentido y destino incandescente,
gloria ardiente, umbral desmembrado,
estamos rompiendo el nueve,
y continuidad dando vida
al principio sin final anunciado,
oh dulce tormento
miel de dioses estado quo.
El Castellano
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