martes, 30 de noviembre de 2021

Agreste alegría

 








Una clave de Sol
y de su contrario Luna sempiterna,
en un silencio que llora el azabache,
expresando que ella es mi univeso,
su dicha mi semblanza parda,
sin ella no hay belleza, no hay alma.


Quiere que la desnude,
y consagre sus pétalos iridiscentes,
como sagrada es su piel de ambrosía.


Quiero cruzar sus rayos
y telas líquidas,
mis iris que nacieron destinados a ella,
quise acompasar sus estelas,
y halos de luz que trepan
mis retinas,
mi sinfónico fulgor es su preciado quilataje,
compostaje será mi cuerpo, la energía, su fragancia.


Será mi copa su boca,
y viceversa,
extasiado de su nervio silente
enredaré su lluvia con mi nieve.
El ocaso quedará preñado de placer nacarado.
Las ganas serán metáfora, concordia serán las almas.



Ella que nació para verte,
felicidad de raíz a cúspide,
en mi pechera vas prendida
mi hiedra estelar.
Sentirte como te siento,
sin duda es victoria diaria.
Suave la floresta más pulcra por ti versada.


Reverbera de agraz cima silvestre,
es temblar mi alarido despierto
y ensoñarte como se sueña un ideal,
eres la altisonancia vestida de todas las flores.




Förüq

Agreste alegría

 








Una clave de Sol
y de su contrario Luna sempiterna,
en un silencio que llora el azabache,
expresando que ella es mi univeso,
su dicha mi semblanza parda,
sin ella no hay belleza, no hay alma.


Quiere que la desnude,
y consagre sus pétalos iridiscentes,
como sagrada es su piel de ambrosía.


Quiero cruzar sus rayos
y telas líquidas,
mis iris que nacieron destinados a ella,
quise acompasar sus estelas,
y halos de luz que trepan
mis retinas,
mi sinfónico fulgor es su preciado quilataje,
compostaje será mi cuerpo, la energía, su fragancia.


Será mi copa su boca,
y viceversa,
extasiado de su nervio silente
enredaré su lluvia con mi nieve.
El ocaso quedará preñado de placer nacarado.
Las ganas serán metáfora, concordia serán las almas.



Ella que nació para verte,
felicidad de raíz a cúspide,
en mi pechera vas prendida
mi hiedra estelar.
Sentirte como te siento,
sin duda es victoria diaria.
Suave la floresta más pulcra por ti versada.


Reverbera de agraz cima silvestre,
es temblar mi alarido despierto
y ensoñarte como se sueña un ideal,
eres la altisonancia vestida de todas las flores.




Förüq

VERIS EFIGIES ''UNÍSONO'' Reedición











VERIS EFIGIES ''UNÍSONO'':


Sobre lares concisos
ella arrida,
vestía un manto de flores,
avanza recta
con su hálito de daga sobre
la curvatura del sueño,
embebido, sigiloso,
sinuoso, templado,
un sol que visita,
de fría imagen desangelada.
Luz encadenada como llora un hada.
Una noche descorchada abría,
su voz dulce,
de manos pequeñas,
y bondades en esquelas;
soles apagados,
allá,
dentro mis venas.
Sangre encendida.
Corazón dormido
deseoso como cuerda y violín,
sin disparo promulgado;
en olvido apagado,
fulgía su trazo
como dos rocíos bailaban su unión,
en cuerdas de tensión aparente.
Eran muelles como su presionar
para saltar.
El amor era un empeño,
de otro historial
brindis en sangre de tierra,
en grillo de refulgente llave,
un sorbo de su aliento,
y un baúl lleno de centellas
guiños de divinas tinieblas,
era una caja de mentiras
arte, era verse dentro del espejo
y suspirar sonase el alma
como alambre y alumbre de razón,
perpetua,
acaso sonó mi alma...
Trece monedas y un gato negro
sonaba la mía
araña de un patio sembrado en luna,
sin vecino miedo tangible.
Gime mi reloj
una lágrima disuelta en la anterior,
el segundo traspuesto
vestido de bronce,
que quiso ser primero,
regía sangre de acuartelada raíz,
yo la digo:
-No seas grande,
pero sí libre.
Come tristeza lenta,
a lomos de caracol siniestro,
es lema,
distante y sonoro,
cercano de espiral sedienta,
entrañas propias condecora,
caballito del diablo caído,
con sol de regazo en una rosa,
y ojos fugitivos.
amante avanzo
del llorar de secano,
muriendo yace mi muerte y mármol, 
sepultura para qué
yo soy tierra,
luna es alma,
temperamento aflicción
como luz
llaga quería ser,
nieve roja quería ser sangre
y destino ola de tierra en calma.
Fuga en unísono de mis ojos,
vestido mi aliento,
de camisa azul
y bolsillo por bordar,
ángel rebelde, fiero,
caracolea mi ventisca de flechas,
derribado cerco y oscuro tapial,
en una niebla sin ojos medrosos,
voz que no es mía
prefiero locura en escritos,
que coherente cuerdo,
en maldad subversiva
que todo eje inspirador teje,
mi ceniza me ama,
callándome la soledad maquiavélica;
claridad de sangre
y despensa onírica figuro,
piedad abrace
al mercenario
que vendió el averno, 
para comprar nicho a su víctima.



El Castellano a 11-03-2019

VERIS EFIGIES ''UNÍSONO'' Reedición











VERIS EFIGIES ''UNÍSONO'':


Sobre lares concisos
ella arrida,
vestía un manto de flores,
avanza recta
con su hálito de daga sobre
la curvatura del sueño,
embebido, sigiloso,
sinuoso, templado,
un sol que visita,
de fría imagen desangelada.
Luz encadenada como llora un hada.
Una noche descorchada abría,
su voz dulce,
de manos pequeñas,
y bondades en esquelas;
soles apagados,
allá,
dentro mis venas.
Sangre encendida.
Corazón dormido
deseoso como cuerda y violín,
sin disparo promulgado;
en olvido apagado,
fulgía su trazo
como dos rocíos bailaban su unión,
en cuerdas de tensión aparente.
Eran muelles como su presionar
para saltar.
El amor era un empeño,
de otro historial
brindis en sangre de tierra,
en grillo de refulgente llave,
un sorbo de su aliento,
y un baúl lleno de centellas
guiños de divinas tinieblas,
era una caja de mentiras
arte, era verse dentro del espejo
y suspirar sonase el alma
como alambre y alumbre de razón,
perpetua,
acaso sonó mi alma...
Trece monedas y un gato negro
sonaba la mía
araña de un patio sembrado en luna,
sin vecino miedo tangible.
Gime mi reloj
una lágrima disuelta en la anterior,
el segundo traspuesto
vestido de bronce,
que quiso ser primero,
regía sangre de acuartelada raíz,
yo la digo:
-No seas grande,
pero sí libre.
Come tristeza lenta,
a lomos de caracol siniestro,
es lema,
distante y sonoro,
cercano de espiral sedienta,
entrañas propias condecora,
caballito del diablo caído,
con sol de regazo en una rosa,
y ojos fugitivos.
amante avanzo
del llorar de secano,
muriendo yace mi muerte y mármol, 
sepultura para qué
yo soy tierra,
luna es alma,
temperamento aflicción
como luz
llaga quería ser,
nieve roja quería ser sangre
y destino ola de tierra en calma.
Fuga en unísono de mis ojos,
vestido mi aliento,
de camisa azul
y bolsillo por bordar,
ángel rebelde, fiero,
caracolea mi ventisca de flechas,
derribado cerco y oscuro tapial,
en una niebla sin ojos medrosos,
voz que no es mía
prefiero locura en escritos,
que coherente cuerdo,
en maldad subversiva
que todo eje inspirador teje,
mi ceniza me ama,
callándome la soledad maquiavélica;
claridad de sangre
y despensa onírica figuro,
piedad abrace
al mercenario
que vendió el averno, 
para comprar nicho a su víctima.



El Castellano a 11-03-2019

lunes, 29 de noviembre de 2021

Fuente extasía-Por esta Fuente fría



FUENTE EXTASÍA:

Cercenas esta hoja ilesa,
la niña de mi verso si acaso pudiera
sangrar este cielo,
y su avenida en estruendo quejumbroso
sonido, al menos
un espasmo,
una lengua de nervio,
una acequia de sangre
es el hombre
si al menos fuese hombre,
fiel testerazo ensartado de bestia
caminan las sangres,
y nadie vendrá a vengar a los hermanos,
desfallezco,
exploto en pétalos bermellón,
soy de mí
preso de una historia que nadie me escribió a mí,
rayo colapsado y su vertiginoso alambre,
es una avenida esta fuente mía
en un páramo rojo
en un gozo olvidado,
así la mina que se destapa,
ardiendo la pena dorada,
por quien la siembra,
por su azada maestra,
desquicia fina en teja, con tejado
en alma de ángel por cadenas,
destierro enjutado
en duro, desvelado canto de tierra seca
bañada su era en sangre de cepa,
hay un olivo que vive lejos,
hay un señero y estaca de linde quieto,
por los sorbos que me robó la siega,
viento, viento, labrado,
de letra y estalactita
de surco y olmo doblado mi tinta.
Hierve mi fuente niña.

El Castellano

II

 Por esta fuente fría:

Resogo este empeño,
traspuesto a los fuegos
del hombre
y su cuerda,
pasa los tiempos llorando.

Diestro, ambivalente
en dirección umbría,
vive colgando huesos
de sus pestañas huecas,
bajo mis sombras,
cenizas laten,
la quebrada fluye,
un iris
de ojo negro
en estos pilares
de fuego
que me alzan
estaciones que correr
años que nacer
en tierra abierta.
Estrellas que matan,
mi aliento de piedra,
atravesando estos ojos
brota mi fértil lluvia.
Crepita mi dragón
en esta fuente fría
profundo,
arde su brillo
de oscuras alas,
retinas, un frente
la caída de esta falcata.
En este cerrado horizonte
rizado, expuesto, consumado,
mis soledades tejen.
Una encina
que lejos habla,
que cerca grita
yo soy por siempre,
eco que se rezoga
entre verdes valles
que teñidos
en furor de sangres.
Ay la tierra.
Ay de ella,
sé mi hundida victoria,
por este umbral
silente que marca
mi frente,
por este puente, por esta cepa,
el ruido es fulgente,
los ocres rinden
en colapsos de tules
iriscentes.
Cabalgaré el astro
traeré esta flor de luz
a Hipsípila,
de una montaña
a un dulce valle,
injertada la sombra
la vena late,
traigo la creada ascua,
por si reverbera,
sobre un tiempo muerto
en el que no dolía
esta rivera.


El Castellano

Fuente extasía-Por esta Fuente fría



FUENTE EXTASÍA:

Cercenas esta hoja ilesa,
la niña de mi verso si acaso pudiera
sangrar este cielo,
y su avenida en estruendo quejumbroso
sonido, al menos
un espasmo,
una lengua de nervio,
una acequia de sangre
es el hombre
si al menos fuese hombre,
fiel testerazo ensartado de bestia
caminan las sangres,
y nadie vendrá a vengar a los hermanos,
desfallezco,
exploto en pétalos bermellón,
soy de mí
preso de una historia que nadie me escribió a mí,
rayo colapsado y su vertiginoso alambre,
es una avenida esta fuente mía
en un páramo rojo
en un gozo olvidado,
así la mina que se destapa,
ardiendo la pena dorada,
por quien la siembra,
por su azada maestra,
desquicia fina en teja, con tejado
en alma de ángel por cadenas,
destierro enjutado
en duro, desvelado canto de tierra seca
bañada su era en sangre de cepa,
hay un olivo que vive lejos,
hay un señero y estaca de linde quieto,
por los sorbos que me robó la siega,
viento, viento, labrado,
de letra y estalactita
de surco y olmo doblado mi tinta.
Hierve mi fuente niña.

El Castellano

II

 Por esta fuente fría:

Resogo este empeño,
traspuesto a los fuegos
del hombre
y su cuerda,
pasa los tiempos llorando.

Diestro, ambivalente
en dirección umbría,
vive colgando huesos
de sus pestañas huecas,
bajo mis sombras,
cenizas laten,
la quebrada fluye,
un iris
de ojo negro
en estos pilares
de fuego
que me alzan
estaciones que correr
años que nacer
en tierra abierta.
Estrellas que matan,
mi aliento de piedra,
atravesando estos ojos
brota mi fértil lluvia.
Crepita mi dragón
en esta fuente fría
profundo,
arde su brillo
de oscuras alas,
retinas, un frente
la caída de esta falcata.
En este cerrado horizonte
rizado, expuesto, consumado,
mis soledades tejen.
Una encina
que lejos habla,
que cerca grita
yo soy por siempre,
eco que se rezoga
entre verdes valles
que teñidos
en furor de sangres.
Ay la tierra.
Ay de ella,
sé mi hundida victoria,
por este umbral
silente que marca
mi frente,
por este puente, por esta cepa,
el ruido es fulgente,
los ocres rinden
en colapsos de tules
iriscentes.
Cabalgaré el astro
traeré esta flor de luz
a Hipsípila,
de una montaña
a un dulce valle,
injertada la sombra
la vena late,
traigo la creada ascua,
por si reverbera,
sobre un tiempo muerto
en el que no dolía
esta rivera.


El Castellano

Canto al sentir trágico de la vida


Soñaba un réquiem
de viejas notas,
tú has renacido,
del albor al inerme viejo resplandor,
surgir intermitente
de savia, sangre, o las dos,
simiente enamorada dicta,
ha de ser raíz ancestral,
u parca semilla enamorada
su averno flamígero,
despertar, soñar,
o caminar como si nada,
llueven los hombres,
sobre rosas heladas
los noviembre,
vivir en la filosofía,
es morir viviendo,
con lo que sin movimiento
no hay estela viva,
desprenderse
del halo ciego y sordo,
para aceptar un mundo perdido,
justo para asumir la luz,
brotando de oscuridad,
esperando un designio,
como despliega pétalos,
un capullo por obsequiar flor,
la flor que solo sea la flor,
ni mil máquinas pueden ni podrán crearla,
canto al augurio triste como feliz,
que vida es contradicción,
si otorga es porque arrebata,
subir bajando es subir,
bajar subiendo es escalar,
nacer, respirar,
fulgurar, transmigrar
en azada de destino,
es amar sin conocer,
es esperar como creer,
irradiar energía
desde obtuso marjal granate 
como sangre no es pena
es izar de tinta y pólvora,
como una sed demente que todo quiere,
rompiendo el corazón,
quiero sostenerte
como no te sostendrá el tiempo,
hierro de estrella,
es la sanguínea respuesta.



Förüq



Canto al sentir trágico de la vida


Soñaba un réquiem
de viejas notas,
tú has renacido,
del albor al inerme viejo resplandor,
surgir intermitente
de savia, sangre, o las dos,
simiente enamorada dicta,
ha de ser raíz ancestral,
u parca semilla enamorada
su averno flamígero,
despertar, soñar,
o caminar como si nada,
llueven los hombres,
sobre rosas heladas
los noviembre,
vivir en la filosofía,
es morir viviendo,
con lo que sin movimiento
no hay estela viva,
desprenderse
del halo ciego y sordo,
para aceptar un mundo perdido,
justo para asumir la luz,
brotando de oscuridad,
esperando un designio,
como despliega pétalos,
un capullo por obsequiar flor,
la flor que solo sea la flor,
ni mil máquinas pueden ni podrán crearla,
canto al augurio triste como feliz,
que vida es contradicción,
si otorga es porque arrebata,
subir bajando es subir,
bajar subiendo es escalar,
nacer, respirar,
fulgurar, transmigrar
en azada de destino,
es amar sin conocer,
es esperar como creer,
irradiar energía
desde obtuso marjal granate 
como sangre no es pena
es izar de tinta y pólvora,
como una sed demente que todo quiere,
rompiendo el corazón,
quiero sostenerte
como no te sostendrá el tiempo,
hierro de estrella,
es la sanguínea respuesta.



Förüq



domingo, 28 de noviembre de 2021

Pletina alada escarlata solícito







Pletina alada escarlata:


Acompañada gloria armada
Esta mi alma ameraba
De mi ambición llena
Tornando nuestra
Desvencijo flagrante reguero
Que arma escuda
Sola, sola la venidera amapola
Por almenas
De cúspides, de higueras del demonio
Oh señora, mi dulce miseria no basta
Cuan procelosa espina se agita
Nido y seda en torre virginal medrosa
Asustadiza sien no huía
Discernible
Era tiempo de alzar abrojos
En tu almíbar de vientre
Abriese cielo, en hondo tajo
Parlando la unión
De dos gotas del mismo deseo
Ven, que yo iré
A derretir el hielo del éter
Floreciente inmiscúyete
Cielo y terreno en eterna alianza
Construiré mi casa
Con un jocoso pino del averno
Sedoso, entre surcos de heno
Y barrizal dorado
Tejas de alabastro
Y cimientos sanguinosos
De arcilla mi piel
El cuchillo calizo
Será ventana
De este sentir, travieso
Arrullarte la canción de tractorcito
En tus nidos de jara y jazmín
Tus idólatras piernas
Que ni en terneza de soles pudientes
Conozco
Crueza blande, sí la osada
Suave mirada del ocaso
Entre ojeras de luna
Y nublos de noviembre
Sin esculpir tu cuerpo
No me marcho
Pero tampoco te creo
A semejanza del interés rodero
Que confluye
Te hago mía y a diferencia
Debido no soy adorable
Ni sombra poseo ni hálito
Ignominioso
Por si dicen que vivo
Sólo es porque te miro
Y me miras Musa del Alba mía.


Esteban el Castellano

Otra opción era Mientras duermes dama,
con su ronroneo de tractorcito,
pero ese no lo he encontrado.

Pletina alada escarlata solícito







Pletina alada escarlata:


Acompañada gloria armada
Esta mi alma ameraba
De mi ambición llena
Tornando nuestra
Desvencijo flagrante reguero
Que arma escuda
Sola, sola la venidera amapola
Por almenas
De cúspides, de higueras del demonio
Oh señora, mi dulce miseria no basta
Cuan procelosa espina se agita
Nido y seda en torre virginal medrosa
Asustadiza sien no huía
Discernible
Era tiempo de alzar abrojos
En tu almíbar de vientre
Abriese cielo, en hondo tajo
Parlando la unión
De dos gotas del mismo deseo
Ven, que yo iré
A derretir el hielo del éter
Floreciente inmiscúyete
Cielo y terreno en eterna alianza
Construiré mi casa
Con un jocoso pino del averno
Sedoso, entre surcos de heno
Y barrizal dorado
Tejas de alabastro
Y cimientos sanguinosos
De arcilla mi piel
El cuchillo calizo
Será ventana
De este sentir, travieso
Arrullarte la canción de tractorcito
En tus nidos de jara y jazmín
Tus idólatras piernas
Que ni en terneza de soles pudientes
Conozco
Crueza blande, sí la osada
Suave mirada del ocaso
Entre ojeras de luna
Y nublos de noviembre
Sin esculpir tu cuerpo
No me marcho
Pero tampoco te creo
A semejanza del interés rodero
Que confluye
Te hago mía y a diferencia
Debido no soy adorable
Ni sombra poseo ni hálito
Ignominioso
Por si dicen que vivo
Sólo es porque te miro
Y me miras Musa del Alba mía.


Esteban el Castellano

Otra opción era Mientras duermes dama,
con su ronroneo de tractorcito,
pero ese no lo he encontrado.

Raíz 2016

 






III
29 abril 2016

Todo se baña al calor
de tus ojos
ciñendo la danza
de mi azada
se enhebra mi calma.
Vespertino guiño
de gramas preñadas,
por la sed de arrojo
por tus estrellas desdobladas
Viene mi caléndula con una sonrisa enfundada
Yo estaba caminando sobre mi línea
la noche me contaba sus mentiras
sobre un parco negro límite
me encontraba
disparé a la luna sin hueso
se me acercó un cuervo
con alas azabache
pregunté a la noche
que su abrazo en letanía aguarda
si yo era merecedor de su dama
yo soy la voz de pasados lejanos
soy la voz de un futuro
soy eco de tormenta
al fuego de su rayo
llevo a cuestas montañas
enjambres de abejas
quieres oír su nombre
que la oscura soledad late
Él es Siempre
como un relámpago de sangre
como una luz que mece y envuelve
es el despertar en otra carne
en otro cuerpo
las sombras cantan a su vuelta
yo que camino por la ortiga que me mueve
hoy verá el cielo llover flores
y los campos abrirán sus colores
al rey astro que nada ni nadie
contra él puede
por si brilla mi suerte
de la mano de la dama nocturna
contará aquel cuervo que me vio.

El Castellano


Raíz 2016

 






III
29 abril 2016

Todo se baña al calor
de tus ojos
ciñendo la danza
de mi azada
se enhebra mi calma.
Vespertino guiño
de gramas preñadas,
por la sed de arrojo
por tus estrellas desdobladas
Viene mi caléndula con una sonrisa enfundada
Yo estaba caminando sobre mi línea
la noche me contaba sus mentiras
sobre un parco negro límite
me encontraba
disparé a la luna sin hueso
se me acercó un cuervo
con alas azabache
pregunté a la noche
que su abrazo en letanía aguarda
si yo era merecedor de su dama
yo soy la voz de pasados lejanos
soy la voz de un futuro
soy eco de tormenta
al fuego de su rayo
llevo a cuestas montañas
enjambres de abejas
quieres oír su nombre
que la oscura soledad late
Él es Siempre
como un relámpago de sangre
como una luz que mece y envuelve
es el despertar en otra carne
en otro cuerpo
las sombras cantan a su vuelta
yo que camino por la ortiga que me mueve
hoy verá el cielo llover flores
y los campos abrirán sus colores
al rey astro que nada ni nadie
contra él puede
por si brilla mi suerte
de la mano de la dama nocturna
contará aquel cuervo que me vio.

El Castellano


sábado, 27 de noviembre de 2021

Silencio









I
Silencio,
silencio fugaz, silente,
penitente, cercano, asordinado.
Silencio latente, sepulcral,
valiente, derrámame
en tu vientre;
ahora que es por siempre
y duerme la araña
del patio.
Crece en mis venas
como mortecina siembra
de tu vida.
Misterio es azar,
no  te conociera.
El final sólo es completo
sin sucederte.


II
Renuévame silencio
en tu diente,
acógeme fiel de estampa,
y universo precoz;
un mundo hecho,
no, no me da miedo,
hay miles certezas
sin descubrir,
latidos inefables sin abrir,
puedo servir a tu hálito permanente,
sólo en este horizonte mal versado.
Horizonte parco y brevemente completo.


III
Suspiro febril,
en tu boca sedienta,
avanzaré
sin compás ni troquel,
invencible como el sentimiento,
tengo nota, signo, 
y respuesta,
como sabes
sin ti no tengo clave,
ni horizontal me sublevo demente,
silencio, te beso
como se besa una voz.


Förüq

Silencio









I
Silencio,
silencio fugaz, silente,
penitente, cercano, asordinado.
Silencio latente, sepulcral,
valiente, derrámame
en tu vientre;
ahora que es por siempre
y duerme la araña
del patio.
Crece en mis venas
como mortecina siembra
de tu vida.
Misterio es azar,
no  te conociera.
El final sólo es completo
sin sucederte.


II
Renuévame silencio
en tu diente,
acógeme fiel de estampa,
y universo precoz;
un mundo hecho,
no, no me da miedo,
hay miles certezas
sin descubrir,
latidos inefables sin abrir,
puedo servir a tu hálito permanente,
sólo en este horizonte mal versado.
Horizonte parco y brevemente completo.


III
Suspiro febril,
en tu boca sedienta,
avanzaré
sin compás ni troquel,
invencible como el sentimiento,
tengo nota, signo, 
y respuesta,
como sabes
sin ti no tengo clave,
ni horizontal me sublevo demente,
silencio, te beso
como se besa una voz.


Förüq

diorama - in fragments

diorama - in fragments

Azar de casualidad














Sin saber, te muestro mi querer,
errar en dejar de verte,
al conocerte sólo se puede dar,
para osado u afligido dejar de verte,
si a sí saber lo que se hace,
no de mamarracho acusarte
sin planear certeza tal,
cuando mi bien y mi mal
te entrego, en piedad por día,
acusarme sin validez,
como el que ensalza,
sin tener conocido,
partirse de solo verte el regocijo,
para siempre tenerte o abandonarte en la mente.

Förüq

El único hombre,
que pudiese abandonar,
a la dama doncella escarlata,
sin más sería el que no la conociera,
y que al mismo tiempo, la viera
y por primera y última vez marcharse.

Sanguinoso, solícito

   LLego desde la fúlgida sangre, desde la espiral, enterrada en lo más profundo del corazón de la tierra, desbordadas van ya mis venas, que...