miércoles, 24 de noviembre de 2021

Llueve mi alma III -Escrito completo
















 










I
En los surcos de mi alma estás ajada,
en mi sed, en lo cóncavo de mi sangre,
vas peregrina y perenne como voz de piedra,
fuego de mi nervio infinito,
disuelta entre mis sueños y sombras,
humo de nubes llorando,
y en encantos, fértil caminas,
impresos sin azar ni redoble van.
Cual eres, sin formas ni líneas en trazos,
como un primer beso se otorga, a flor del campo,
encanto de lluvia sin quebranto,
trémula por vena celeste,
¿Qué misterio, qué afable canto?
Ardoroso vuelo,
te amo así tanto,
sigilosa, fugitiva,
te pienso como rosa trae la noche,
de azul ensueño,
pulcra rosa de la inocencia,
ilusión en fuego prendada,
te miro, te sueño
mientras llueve mi alma.

II
Antiquísima danza la herida,
del mundano enfado,
como una bandera ondeante del dulce tormento,
de  certera onda redonda,
un liso tordo redondo,
que hiende pico de severo argumento,
hundido en fondo  de último elemento,
remolino de tormentas
y rayos espadas,
lo humano, todo, me abarca,
voluble como huracán centellante,
oh dolor inmensurable,
infortunio cántame tu terrible migaja,
en un destino atronador,
contestara mi figura
en clavel macho armada,
mi lenguaje como turquesa afable,
que rehúye,
de corazón como acordeón,
mi cabeza,
mi alma,
de ataúd doliente,
clamor de sombras tu belleza,
que sepulta vidas huecas,
ven a esta copa de sangre,
resplandece,
la garra de animal humano,
y como entonces el horrido vals
es de viento  penitente y fugaz
como enmarca toda alegría,
infrahumana.

III
Cayendo en un vacío
que arde la realidad del tú y yo,
veo la sombra del miedo,
siento tu mente
a través de una eternidad flamígera,
todo está correcto cariño,
sólo esperando mi lado,
conjugando en el fuego del ascua azul,
siente tu lado junto al mío,
disparando como cada uno,
todo crece dentro,
vacío espléndido vestido de gala oscura,
resplandor seco
hijo de la gran dama,
como oscuridad nació de la luz interior,
flanco brillador
como Sol cantaba
cada cosa que ves teñida,
amor de la puridad yacente,
nada es por siempre,
gente al polvo,
años como alfileres,
amor fuera de línea asidua,
todos mis sueños armados
sobre corcel centáureo,
canto en tu nuca,
tus sueños abrazo
sin dejar ninguno atrás,
completo seré,
sol está caído algo es diferente
horas dejadas,
arde la penumbra de mi corazón,
quiero sostenerte entre el tiempo que no te vi,
aruñar tu espalda afilando tu cosquilla terneza,
atisbar tu mirada clavándose en la mía,
embeber sangre de musgo nuestras pieles gotean,
mi vida que gira sobre el lecho la tuya,
vida de una vida
agarrado a tu sonrisa,
la luna de guía,
sembrando poema a la altura de tu dicha,
robando a la tierra
cada flor y semilla,
de tu alegría.



Förüq castellano Miguel Esteban

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