sábado, 13 de noviembre de 2021

Crónicas de una araña

Reverberaba mi dicha un día que nací,
solo como nace una musaraña.
en mi caso parecía más una araña 
que una musa,
era un día solitario como una hoja de chopo
bailando a su otoño,
el cierzo agarraba mis huesos
este día de nadie,
puse a mi soledad en una lata de conservas,
debido a que por abundancia, ya sobraba,
para quizá visitarla otro día,
llegó el planteado día,
me acerqué con sigilo vespertino,
le pregunté: -Hola soy Esteban tu huésped,
¿Cómo dormiste hoy?
-Me sentía fría y sola sin ti y tu silencio trashumante,
dormí en función como duerme una vela,
pero sentía un vacío estertor,
me llegaba a dominarme,
todo era más luminoso y cegador,
como oscuridad canta.
- No llores bonita,
tus visiones de mentira,
todo es sueño,
ni es materia tu voz,
ni carne tu cuerpo,
ilusiones febriles un desapego feliz gemido,
tranquila cielo,
llegaré a enterrarte en mi patio
junto a un escaramujo reborde y sus espinas,
por este día te acompañaré
metiendo en tu hogar de lata,
un poco de mi felicidad excedente,
para un experimento
sobre la formación de una mente,
no te asuste la araña flotante mi techo,
aún tenga hambre, no te hará daño,
de combustible,
vertiré el amarre hice a musa,
con una hoja de libreta
y su rosa en tinta dibujada,
colchón de arrullo,
potenciado por azabache, cuarzo verde,
calcita, hierro en roca,
mercurio,
hematíes dementes, y cristal de roca,
el amarre dejaba dormir cada noche
bajo mi colchón,
dentro de un apaga velas de cobre,
dentro un estuche verde de hilo.
Otro día me levante taciturno,
te veo y hablamos,
mi soledad bonita.
Ya jamás sola porque vivo,
besín, besito.
Tuyo soy siénteme tuyo.
Mi vida.

Förüq







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realeza de estrella