miércoles, 24 de enero de 2024

Plubia cordis

 











JULIO 2012

Fuego de tus ojos, bosque eterno ardiendo,
ojos aroma de roble, ojos grano de café,
ojos aceitunados de olivo, ojos madera de pino,
ojos tierra de cultivo, ojos tuyos donde vivo,
ojos infierno de amor, tu mirada y su calor,
ojos tiernos y prendidos, ojos de noche y de
infinito,
ojos de brillo, de ilusión, que me tiene perdido,
ojitos tuyos de grillo, ojos sencillos y vivos,
con su paraíso escondido, con su cielo encerrado,
en ellos las nubes de mi ilusión,
con la llama de nuestra pasión.

Tú cuerpo formado con todas las flores
desangradas,
tu piel tersa de mariposa de seda,
pétalo de rosa amarilla, aroma de vodka,
tus besos vino de Dionisio que dan vida
a esta alma mitad artística mitad trágica
con sus años soñando que aparecieras.
Y de un lance pesqué mis sueños, me fundí
contigo,
mi mariposa, mi princesa, mi reina, mi hada,
mi bella amada, mi diosa y mi musa,
de mi cariño la florecita tierna, mi bella Margarita.
Verso y entraña, del suspiro la maraña,
anhelo, felicidad tocando el cielo,
nota tras nota, un compás de tus gemidos,
deseo traido por el viento,
estrellas que acarician tus pupilas,
envidia de aire que roza tu pelo,
envidia de la lluvia que moja tu cuerpo,
de los árboles que te dan sombra,
de la mascota que te lame con tus caricias,
celos del hombre que te mira, del sol que te
admira,
celos de mis ojos por verte tan bella.
Amor de destellos, de centellas por caricias,
de hada tus orejitas, de cuarzo tu sonrisa,
luz brotada de tu alma, melodía antigua nacida,
noche contigo su fuego azul,
canción de lobos nuestros latidos,
luna volviendose estrella para bañarte de aura,

energía fluyendo por la piel
en agua de tormenta meciéndose.
El aullido y el dulce retroceso, se dispara el placer
muerdo tu piel y acabo vencido entre la rosa.
Gota de rocío que se evapora con el sol en su
visita,
una caricia con un beso el despertar contigo,
un te quiero sincero y un te amo amado,
un chupetón acalorado, una sonrisa
y a vestirse de tus caricias.
Amor sin tiempo, amor completo, sencillo y eterno,
apasionado y bello, amor de tus ojos,
designio de unir nuestro camino y caminar juntos
la vida,
cabalgando sueños y saborearlos hechos
realidades.
Tu corazón, mi corazón, dos mitades un solo
latido de pasión.
Vuelve la línea melosa esa que te siente tan
preciosa.
Alma con alma pureza sin control,
nuestro universo llenándose de calor,
amapola nacida en el pecho,
con valor para luchar por ti y por mi,
con fuerza enraizada, del sentimiento suas
semillas,
bendiciones de diosa Flora, regadas por Zeus y
diosa Aurora.
Tu cuerpo cual droga,
tu recuerdo placer estremeciendo que recorre mi

cuerpo,
sentidos despiertos cuando te miro,
tu imagen navegando mi latido,
mi verso con el tuyo como beso con beso en uno
fundido.
Mi promesa junto a ti unir mi vida
y cuando al cuerpo le toque caer como hoja
caduca de otoño,
en otra vida volvernos a unir.
Corazón frágil muerto si te lastimo,
muerto si soltamos nuestras manos en este
destino,
vivo en tus ojos amor de dioses y tierra de flores,
vivo en alas de tu amor a sabiendas que soy tu
consentido,
vivo feliz y duermo cada noche en tu ombligo.
Mi beso para terminar este escrito,
caricia que te recorre el sentido.
Siempre y para siempre tuyo Esteban. II
Plubiacordis:

Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubiaamôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.

El Castellano

IV




Fantasma del tiempo:




Indivisible fulgor ostentado

resquicio opaco de la luz

con sabor a fase de luna.

Invierno de los ojos veloz

en una gota de llama de vela

fuego del fuego creado ensimismado

quiero arder lo malo de la maldad

cuando sin sombra ataca

el humor de la sangre existente

si voz tiene cuál fuese dicho ente

hablándote desde la arteria

donde el cuerpo helado busca

y te busca verdad sin pestañeo ni apellido

sin venas surca la ola tibia y oscura

que nació sin viento ni mareada razón

de océano de versos

camino sin recorrido en yerto color

fulgente de la estación sin mente

entresijo de la mecedora

que sensación sola la mueve

con indicio de que la oscuridad me puede

fuerzas que escapan

a la razón del entendimiento

resguardo de luz que por verla doblega

a la insensata dicha escondida

que grita y se engrilla en aquella orilla

distante, que une y divide

ignorantes y sumisos bordes

de lo que existe por soñarlo

suspiro ese suspiro del hastío

y estío de mi río

escapándose a mi legible saber

un vencedor encontrado

círculo perfecto del equilibrio

en la locura nacido

en la frialdad del respiro mecido

yo te tuve, te sostuve

en la risa que dio llanto

en el llanto que dio risa

sin motivo ni razón encausada

allí donde la emoción era transparente

ni necesitaba conciencia para ser

solamente armonía que nadie te describe

porque fui yo quien te tuve

brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte

frío recuerdo de honrarte tan malamente

sin saber describirte

indiferente si vuelvo a encontrarte

porque eres lo más inusual,

te buscan y imposible de encontrar te vuelves

de la suerte llamada casualidad viniste.

Vengo del nacido sin nombre

del que hace lumbre del alarde del hombre

del espíritu parásito engendrado

y el veneno de mi sangre

te llegó a donde el camino se abre

a infinitas escaleras interminables

donde el surrealista se raya la mente

que del caso cuelga el Sol en cruz

en la pared del diáfano enervado calmo cuarto

marcando las marcas de los arañazos de su luz

que en negro dio su astenia quietud

horarios de su ser perdidos

en un atardecer que ya fue

en el azabache de mi bolsillo

sus sombras que recorren mi pasillo

me entretienen para ser fusiladas

al encender la luz,

no puedo creer el encontrarte aquí

inerte arte del único poema que vale

por no tener nada comparable

beso mis sueños que el oscuro espíritu

por no tener color arde

no quiero darte a entender

ni que seas adjetivo ni valoración

solo lo inerte de lanzarte al río y donde llegues

o lo creativo de guardarte en una caja

y enterrarte en el jardín,

para que te crezcan malvas,

es interesante que no llegues a materia

sólo a eternidad de quien te leerá

en mis sucesivas muertes,

tenue destello, elaborado albor

nacido del rayo de sol,

y la noche que ya calló

en las pestañas del amor

milenarios son los espejos de los astros

que dictan y laten en caricia

esa fría cuchilla que se clava

dándote finalidad y fin.




FIN



Estudio en tu cara

cabalgo en tu corazón

escalo tus venas

vuelo mis cometas en tus ojos

me balanceo en tus piernas

moderadas por el juez de mi instinto

vuelve mi sueño

mécete en mis brazos

acaricia mi mente

por los ríos de su cabello

manténme único caballero

en su boca el primero

de su mundo yo serlo

dentro mis ojos

una vida por descubrir

dentro de mis ojos

dentro de mis ojos

mi vida yerta

mi pecho la lápida

y mis pelos el epitafio.

Desde mi entraña al elevado sabor

desde mi yerta vena y humor

al pasaje transitorio

al mundo transitorio

de la idea eterna

te busqué removí piedras de sombras

resguardos silentes

lluvias furtivas de nuestros cuencos

para sentir nacer y decir te amé

ahora nada depende de mi ni la estación

ni la emoción yo sólo cuelgo de tus ojos

inmensos en el parpadeo

hablando entre ellos tijeras del demonio

espejos que reflejan otro cuerpo

si te preguntan qué haces saliendo con un hombre muerto

di con orgullo mi hombre muerto es escritor surrealista

y no le llegas ni a la rodilla me ama

ni edificios en réquiem de altura

detienen su pálpito y latir por mi,

hay muertos más educados, gentiles y amorosos

buenas gentes que algunos mortales

hasta me dice que yo soy su vida

y que nos conocemos dos mil años

lo mejor que le creo porque es vampiro

de porte inglés y florece rosas en invierno.



El Castellano

III 24-05-2019

Paradigma, arquetipo de mi inspiración:

Alma.

Pilar, cimiento, señero, clepsidra de sangre,

veleta de un destino superior fundado en cuerpo razón y voz de lenguaje.

Templo, morar, y fortaleza

de mi égida despierta, armadura de Atenea, escudo base de Zeus, claridad de esquela sembrada,

vida de la vida bajo tierra, sol oscuro de intelecto,

deshojar del árbol naciente en materia hija del éter personal,

torrente de caudal mágico,

ciencia de umbrío tomo,

sembrando luz y sus ríos sanguinosos,

Madre sin ciencia, con superior.

Bondad en nitrato de Chile,

Espiral de comienzo si este arde

pero sin final pautado hasta mi muerte

que será quizá cuando se complete mi hoja.

Fuerza y brío danzan en mi espalda.

Aere perennius.

Más duro que el bronce,

raíz de los  dioses insignia;

es mi estirpe sola,

inspiración; espiral,

comienzo dispuesto del que parte mi sangre o savia,

a mi razón acrisolada

en sótano de luz, inicio sin final determinado,

desempeño soldado escritor poeta Castellano, hoja de Hipsípila su ser, destino morir a mi gusto no al de nadie y completar mi hoja que es mi vida presente, siembra, toda siembra trae cosecha, pulcritud as de nueve espadas, labrado superior, ó Valhalla, sombra, sombrear, dar detalle a un dibujo, sombrear mi celada de intelecto, detalle, arquetipo, paradigma Oscuridad se ama no se vence.


EL CASTELLANO


CADUCEO ESPIRO:


Ola de escollo en tierra

consigna sembrada.

Llamas en ojo de sangre,

horizonte que atiende,

Luciente llama.

Escita levantas

de insignia pasajera;

mi dulzura de cólera nacida,

cantad mis años dulces a Diana

entre boscajes y frondas suaves

donde el torvo cielo no amenaza,

allí se blande mi ser recto

de conciencia pura

cantos se erijan

de verdad desnuda.

Sombra de saetas vanas.

Sangra luz viva,

altiva, nada sin tus honores

consagre el viento de plenilunio

ceñidas las verdes sombras

de las hiedras arrancando

liras al pueblo fragoroso.

Vieja entraña lacerada,

escucha

el reverdecer de la sagrada cepa.

Vestal engarzada,

encorajinados templos

nacidos del fin

de los tiempos,

túmulos de luz

con soterrada cripta,

abriendo, despertando

senderos sin final,

sólo comienzo

llamando la resurrección;

posando nido de nueva sangre,

sonando los clamores,

tambores aguardan la nueva guerra

que trae la vida,

eterno resurgir

en vestigios yertos

transmigrando el eterno

ciclo existencial

por el que

quien nace guerrero,

guerrero muere

y guerrero renace,

en la lucha de completar

su alma en final.

De navegar el Valhala,

así bajar hacia arriba

la osadía

de Parnasos devorados

y furtivo conocimiento, que no acaba

como espiral de perfección era,

de siembra

de capataz del único

origen de tierra,

deslumbrado este hueso avanzo.


Llameante fuego,

de los cielos

acoges y al frío duermes

que los campos

ya no emblanquece.

A ti padre de los vientos

te imploro traigas tu negro vendaval.

Así choques Aquilón norteño,

con Ábrego;

abre esponjada la tierra

a tender umbroso,

páramo sin azote

del fuego del cielo,

oh labrador,

que clama ya,

la enhiesta primavera.

Sin honores

no hay versos,

ni comensales.

Cuál la vigorosa,

valerosa quimera

que el ser no enrosque,

llegada la hora.


El Castellano


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