JULIO 2012
Fuego de tus ojos, bosque eterno ardiendo,
ojos aroma de roble, ojos grano de café,
ojos aceitunados de olivo, ojos madera de pino,
ojos tierra de cultivo, ojos tuyos donde vivo,
ojos infierno de amor, tu mirada y su calor,
ojos tiernos y prendidos, ojos de noche y de
infinito,
ojos de brillo, de ilusión, que me tiene perdido,
ojitos tuyos de grillo, ojos sencillos y vivos,
con su paraíso escondido, con su cielo encerrado,
en ellos las nubes de mi ilusión,
con la llama de nuestra pasión.
Tú cuerpo formado con todas las flores
desangradas,
tu piel tersa de mariposa de seda,
pétalo de rosa amarilla, aroma de vodka,
tus besos vino de Dionisio que dan vida
a esta alma mitad artística mitad trágica
con sus años soñando que aparecieras.
Y de un lance pesqué mis sueños, me fundí
contigo,
mi mariposa, mi princesa, mi reina, mi hada,
mi bella amada, mi diosa y mi musa,
de mi cariño la florecita tierna, mi bella Margarita.
Verso y entraña, del suspiro la maraña,
anhelo, felicidad tocando el cielo,
nota tras nota, un compás de tus gemidos,
deseo traido por el viento,
estrellas que acarician tus pupilas,
envidia de aire que roza tu pelo,
envidia de la lluvia que moja tu cuerpo,
de los árboles que te dan sombra,
de la mascota que te lame con tus caricias,
celos del hombre que te mira, del sol que te
admira,
celos de mis ojos por verte tan bella.
Amor de destellos, de centellas por caricias,
de hada tus orejitas, de cuarzo tu sonrisa,
luz brotada de tu alma, melodía antigua nacida,
noche contigo su fuego azul,
canción de lobos nuestros latidos,
luna volviendose estrella para bañarte de aura,
energía fluyendo por la piel
en agua de tormenta meciéndose.
El aullido y el dulce retroceso, se dispara el placer
muerdo tu piel y acabo vencido entre la rosa.
Gota de rocío que se evapora con el sol en su
visita,
una caricia con un beso el despertar contigo,
un te quiero sincero y un te amo amado,
un chupetón acalorado, una sonrisa
y a vestirse de tus caricias.
Amor sin tiempo, amor completo, sencillo y eterno,
apasionado y bello, amor de tus ojos,
designio de unir nuestro camino y caminar juntos
la vida,
cabalgando sueños y saborearlos hechos
realidades.
Tu corazón, mi corazón, dos mitades un solo
latido de pasión.
Vuelve la línea melosa esa que te siente tan
preciosa.
Alma con alma pureza sin control,
nuestro universo llenándose de calor,
amapola nacida en el pecho,
con valor para luchar por ti y por mi,
con fuerza enraizada, del sentimiento suas
semillas,
bendiciones de diosa Flora, regadas por Zeus y
diosa Aurora.
Tu cuerpo cual droga,
tu recuerdo placer estremeciendo que recorre mi
cuerpo,
sentidos despiertos cuando te miro,
tu imagen navegando mi latido,
mi verso con el tuyo como beso con beso en uno
fundido.
Mi promesa junto a ti unir mi vida
y cuando al cuerpo le toque caer como hoja
caduca de otoño,
en otra vida volvernos a unir.
Corazón frágil muerto si te lastimo,
muerto si soltamos nuestras manos en este
destino,
vivo en tus ojos amor de dioses y tierra de flores,
vivo en alas de tu amor a sabiendas que soy tu
consentido,
vivo feliz y duermo cada noche en tu ombligo.
Mi beso para terminar este escrito,
caricia que te recorre el sentido.
Siempre y para siempre tuyo Esteban. II
Plubiacordis:
Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubiaamôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.
El Castellano
IV
Fantasma del tiempo:
Indivisible fulgor ostentado
resquicio opaco de la luz
con sabor a fase de luna.
Invierno de los ojos veloz
en una gota de llama de vela
fuego del fuego creado ensimismado
quiero arder lo malo de la maldad
cuando sin sombra ataca
el humor de la sangre existente
si voz tiene cuál fuese dicho ente
hablándote desde la arteria
donde el cuerpo helado busca
y te busca verdad sin pestañeo ni apellido
sin venas surca la ola tibia y oscura
que nació sin viento ni mareada razón
de océano de versos
camino sin recorrido en yerto color
fulgente de la estación sin mente
entresijo de la mecedora
que sensación sola la mueve
con indicio de que la oscuridad me puede
fuerzas que escapan
a la razón del entendimiento
resguardo de luz que por verla doblega
a la insensata dicha escondida
que grita y se engrilla en aquella orilla
distante, que une y divide
ignorantes y sumisos bordes
de lo que existe por soñarlo
suspiro ese suspiro del hastío
y estío de mi río
escapándose a mi legible saber
un vencedor encontrado
círculo perfecto del equilibrio
en la locura nacido
en la frialdad del respiro mecido
yo te tuve, te sostuve
en la risa que dio llanto
en el llanto que dio risa
sin motivo ni razón encausada
allí donde la emoción era transparente
ni necesitaba conciencia para ser
solamente armonía que nadie te describe
porque fui yo quien te tuve
brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte
frío recuerdo de honrarte tan malamente
sin saber describirte
indiferente si vuelvo a encontrarte
porque eres lo más inusual,
te buscan y imposible de encontrar te vuelves
de la suerte llamada casualidad viniste.
Vengo del nacido sin nombre
del que hace lumbre del alarde del hombre
del espíritu parásito engendrado
y el veneno de mi sangre
te llegó a donde el camino se abre
a infinitas escaleras interminables
donde el surrealista se raya la mente
que del caso cuelga el Sol en cruz
en la pared del diáfano enervado calmo cuarto
marcando las marcas de los arañazos de su luz
que en negro dio su astenia quietud
horarios de su ser perdidos
en un atardecer que ya fue
en el azabache de mi bolsillo
sus sombras que recorren mi pasillo
me entretienen para ser fusiladas
al encender la luz,
no puedo creer el encontrarte aquí
inerte arte del único poema que vale
por no tener nada comparable
beso mis sueños que el oscuro espíritu
por no tener color arde
no quiero darte a entender
ni que seas adjetivo ni valoración
solo lo inerte de lanzarte al río y donde llegues
o lo creativo de guardarte en una caja
y enterrarte en el jardín,
para que te crezcan malvas,
es interesante que no llegues a materia
sólo a eternidad de quien te leerá
en mis sucesivas muertes,
tenue destello, elaborado albor
nacido del rayo de sol,
y la noche que ya calló
en las pestañas del amor
milenarios son los espejos de los astros
que dictan y laten en caricia
esa fría cuchilla que se clava
dándote finalidad y fin.
FINEstudio en tu cara
cabalgo en tu corazón
escalo tus venas
vuelo mis cometas en tus ojos
me balanceo en tus piernas
moderadas por el juez de mi instinto
vuelve mi sueño
mécete en mis brazos
acaricia mi mente
por los ríos de su cabello
manténme único caballero
en su boca el primero
de su mundo yo serlo
dentro mis ojos
una vida por descubrir
dentro de mis ojos
dentro de mis ojos
mi vida yerta
mi pecho la lápida
y mis pelos el epitafio.
Desde mi entraña al elevado sabor
desde mi yerta vena y humor
al pasaje transitorio
al mundo transitorio
de la idea eterna
te busqué removí piedras de sombras
resguardos silentes
lluvias furtivas de nuestros cuencos
para sentir nacer y decir te amé
ahora nada depende de mi ni la estación
ni la emoción yo sólo cuelgo de tus ojos
inmensos en el parpadeo
hablando entre ellos tijeras del demonio
espejos que reflejan otro cuerpo
si te preguntan qué haces saliendo con un hombre muerto
di con orgullo mi hombre muerto es escritor surrealista
y no le llegas ni a la rodilla me ama
ni edificios en réquiem de altura
detienen su pálpito y latir por mi,
hay muertos más educados, gentiles y amorosos
buenas gentes que algunos mortales
hasta me dice que yo soy su vida
y que nos conocemos dos mil años
lo mejor que le creo porque es vampiro
de porte inglés y florece rosas en invierno.
El Castellano
III 24-05-2019
Paradigma, arquetipo de mi inspiración:
Alma.
Pilar, cimiento, señero, clepsidra de sangre,
veleta de un destino superior fundado en cuerpo razón y voz de lenguaje.
Templo, morar, y fortaleza
de mi égida despierta, armadura de Atenea, escudo base de Zeus, claridad de esquela sembrada,
vida de la vida bajo tierra, sol oscuro de intelecto,
deshojar del árbol naciente en materia hija del éter personal,
torrente de caudal mágico,
ciencia de umbrío tomo,
sembrando luz y sus ríos sanguinosos,
Madre sin ciencia, con superior.
Bondad en nitrato de Chile,
Espiral de comienzo si este arde
pero sin final pautado hasta mi muerte
que será quizá cuando se complete mi hoja.
Fuerza y brío danzan en mi espalda.
Aere perennius.
Más duro que el bronce,
raíz de los dioses insignia;
es mi estirpe sola,
inspiración; espiral,
comienzo dispuesto del que parte mi sangre o savia,
a mi razón acrisolada
en sótano de luz, inicio sin final determinado,
desempeño soldado escritor poeta Castellano, hoja de Hipsípila su ser, destino morir a mi gusto no al de nadie y completar mi hoja que es mi vida presente, siembra, toda siembra trae cosecha, pulcritud as de nueve espadas, labrado superior, ó Valhalla, sombra, sombrear, dar detalle a un dibujo, sombrear mi celada de intelecto, detalle, arquetipo, paradigma Oscuridad se ama no se vence.
EL CASTELLANO
CADUCEO ESPIRO:
Ola de escollo en tierra
consigna sembrada.
Llamas en ojo de sangre,
horizonte que atiende,
Luciente llama.
Escita levantas
de insignia pasajera;
mi dulzura de cólera nacida,
cantad mis años dulces a Diana
entre boscajes y frondas suaves
donde el torvo cielo no amenaza,
allí se blande mi ser recto
de conciencia pura
cantos se erijan
de verdad desnuda.
Sombra de saetas vanas.
Sangra luz viva,
altiva, nada sin tus honores
consagre el viento de plenilunio
ceñidas las verdes sombras
de las hiedras arrancando
liras al pueblo fragoroso.
Vieja entraña lacerada,
escucha
el reverdecer de la sagrada cepa.
Vestal engarzada,
encorajinados templos
nacidos del fin
de los tiempos,
túmulos de luz
con soterrada cripta,
abriendo, despertando
senderos sin final,
sólo comienzo
llamando la resurrección;
posando nido de nueva sangre,
sonando los clamores,
tambores aguardan la nueva guerra
que trae la vida,
eterno resurgir
en vestigios yertos
transmigrando el eterno
ciclo existencial
por el que
quien nace guerrero,
guerrero muere
y guerrero renace,
en la lucha de completar
su alma en final.
De navegar el Valhala,
así bajar hacia arriba
la osadía
de Parnasos devorados
y furtivo conocimiento, que no acaba
como espiral de perfección era,
de siembra
de capataz del único
origen de tierra,
deslumbrado este hueso avanzo.
Llameante fuego,
de los cielos
acoges y al frío duermes
que los campos
ya no emblanquece.
A ti padre de los vientos
te imploro traigas tu negro vendaval.
Así choques Aquilón norteño,
con Ábrego;
abre esponjada la tierra
a tender umbroso,
páramo sin azote
del fuego del cielo,
oh labrador,
que clama ya,
la enhiesta primavera.
Sin honores
no hay versos,
ni comensales.
Cuál la vigorosa,
valerosa quimera
que el ser no enrosque,
llegada la hora.
El Castellano
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