A los ausentes
Se nos van yendo, sí,
se nos van yendo
como las golondrinas en septiembre,
la inoportuna lluvia a media tarde.
Se sumergen sus voces
en silencio,
se desbordan los ríos de la noche,
crece la oscuridad
incontenible
y un grito en la memoria nos recuerda
que no, que no se han ido para siempre.
Regresa lo mortal a la ceniza,
la materia común,
la carne yerta,
pero notas difusas y encontradas
vuelven a recalar entre nosotros
cerrando la conciencia del olvido.
Marcelino Sáez García.
24-1-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario