TRILLA
MI IDEA:
Canta mi cuclillo canta,
picotea en mi cabeza,
entra al silo de mi idea,
donde telarañas
coagulan mis pensamientos,
abre esta puerta hacia mi oscuridad,
allí donde negros ratones
cobijan con fijos ojos
mi sueño sin desempolvar,
me conduje por escalas
donde colgaban brillantes ojos
sin pestañear,
arriba donde se acumulaban los sacos,
un murciélago despertaba,
era como una sombra que flotaba
entre llenos agujeros de aire,
sombra con alas,
la guadaña estaba recta
pareciera que me esperara,
la trilla afilada,
era nueva de esta primavera
el grano no vio su oficio,
respirad este olor a trigo muerto,
habitantes de mi silo,
hasta la araña teje con tesón
su geométrica hambre,
pardas motas salpican las paredes
por las que corre pegada la salamanquesa,
grietas vivas por este frío infernal,
arriba la sangre parecía evaporarse,
sólo quedaba yo
y esa sombra colgada del techo.
El Castellano
LILIT:
Hija de la noche
así te llamo
un sabor digno del
amaranto
que la luna
encierra tu canto
entre oscuros
reclamos te vistes de encanto
los grillos lloran
tu nombre
en esfera de
azabache te haces certera
el viento es tu
incipiente respiro
incesante,
desvencijado halo de sangre
despiertas por el
latido que llora tu nombre
por el que la
polilla es reina de la estrella
ese que plañía la noche
cuando la sombra
se hace eterna
gimes en las fuentes
de primavera
un beso de
horizonte malva
el espíritu lleva tu
nombre grabado
como desvelo consumado,
aire es tu
apellido engalanado
a la novena
estrella sin luna caminas
tu vida no
entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con
los dormidos
ries y lloras con
la lluvia
la tormenta es tu
carcajada
al latido sordo de
oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan
claros ciega
las ondas en el
agitada agua
mecen tus rizos
un sueño despierto del
fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la
centella olvidada
tu ser respira
ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza
por mí
que soy más fuerte que el
mal
que juega, corre y
cosquillea
con tu entraña sí esa por la que
mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se
acurruca
y al sol desnuda
resplandor de
almas fugaces
nuestro baile
vespertina perdición si amanece el
sol
quiero ser de ti
como el murciélago
a su rincón,
volar contigo como
si el mundo no importara
despertar para
abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada
encontrar fuego de astros
por dibujar y mi
vida contigo sembrar
musa incipiente
del artista
alma amada que se
funde
prejuicio, mentira
y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.
El Castellano
Hija de la tempestad
así te llamo, sin voz ensordecida.
Que la luna encierra tu canto
en estelas que riegan los cielos,
los grillos lloran tu nombre
cual inocente azabache sembrado;
el viento es tu incipiente respiro,
sangre llorando
despiertas por el cobre
ese que llora la noche
gimes en las fuentes de primavera
destinos en abrevadero insoslayable.
El espíritu lleva tu nombre grabado
Por cuantas raíces, tu sendero, brillaron,
aire es tu apellido engalanado
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ríes y lloras con la lluvia
despertando brumas voraces
que el alma secuestran;
la tormenta es tu carcajada,
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada, agua;
mecen tus rizos, espirales imantadas
en las que vive el arte.
Un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile, blandiendo espadas;
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón.
Volar contigo como si el mundo no importara,
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar.
Musa floreciente si arte arde su suerte,
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.
El Castellano
1Alma sin
cuerpo, flagrante invierno:
Se
deslizaba azarosa
una tarde de mayo,
abriendo pulcras flores
entre grados que blandía
el grillo en su madriguera,
osada se batía una lagartija
en la piedra aposentada.
La tarde cerraba danzando
suspiros precoces,
entre estambres.
El olmo viejo
lucía un tronco grueso
con hueco donde amarilleaba el sol
del día,
mientras la noche jugaba con sus ramas
y corazones de hojas,
ya vencía su sombra
miré su fortaleza
como si sus raíces gritaran
y pudiese verlas
clamando los años.
Te miré sombra
por mi ventana, sonreíste tímida
como si te agazaparas en tus párpados
frente a los míos,
miraste el espejo de mi armario
sólo un día dudaste de tu existencia
y tú estabas, tú estabas tan radiante
como si un aura te refulgiera,
sonreías a tu vida
reflejo en aquel espejo
porque en realidad ya no te encontrabas
la vida te brindó
reflejo,
mi risueña, reluciente fantasma,
que aún ríe y juega con la sombra.
Por ella no tenerla.
Me miraste y tus ojos
como estacas me henchían
la soledad acrisolada,
tu dulce inocencia traspasaba la mirada,
cuántas noches te soñé
cuántos otoños te esperé,
tu alma sin cuerpo,
tu sonrisa tímida, desangelada,
yo sin tenerte te amo,
como sólo tú llenaste
mi espacio vacío
de mi soledad despertada,
te hablo
te dicto
que sólo tú
eres mi invierno que llena mi vida.
El Castellano
Despedía el día
la porfía de una melodía
una balada por Belcebú,
el pasillo se abría
cruzaba las calles heladas
de enero y su cuero,
danzaban las sombras
entre el descampado
donde las casas eran malas yerbas,
malas por qué
acaso lo bueno es el humo
de un coche,
cuando ellas en primavera,
arrastran las penas
con su fragancia
a mujeres desnudas,
miro dentro de mí
pregunto por qué todo
torna azabache,
habitan cuervos mis ojos,
ya no hay precipicios
en mi mente,
que se dibuja de ladrillo,
miro al cielo
que todo parece una cueva,
acaso ya bajas,
sigue tu curso de Dios personal,
que te seguirá cómodo,
el bajo cero ciñe su lustre,
mi sentimiento afligido
hoy canta con mis dolores,
con rezos fugaces
alargando la noche
teñida en el ojo de mi despierto,
porque me cansa
esta fébril, verde, emplomada
mosca impuesta medicamentosa,
hombre en el acre oscuro
por encontrar mi decencia,
estoy colgando del párpado
de la quietud noctámbula,
yo no estoy escribiendo,
soy un vuelo
sí de murciélago,
vendo mis mañanas
por un ayer construido a su lado.
Es como el hueso
de un poema imaginario.
El Castellano
Era una noche dormida
al fervor de blancas sienes,
y luciérnagas de faroles,
cipreses cabalgaban
negros tules
de oscuridad rizada,
dentro de los ojos del gato
me miraba,
buscaba encontrar
respuesta a mi soledad
enarbolada,
salía de un agujero
de un árbol
un murciélago,
yo le pregunté
si sobrevivir
le bastaba para ser feliz,
me afirmó que con su pancita llena
lo era y siguió su vuelta
acuchillando al viento con sus alas,
pensé en el humano ser
que nunca le basta lo que tiene
siempre quiere más.
Sombras se acurrucaban a mi lado
en aquel banco,
daban los grados negativos
aquel invierno excomulgado,
corrió mi soledad al otro lado,
era incompleta
yo de pensamiento y sentimiento
estoy enamorado,
y esa mujer me corresponde
y la amo como a la noche
y su velo de sosiego,
yo reboso por los poros
el amor al arte escrito,
nadie me arrancará
a ninguno de mis dos amores,
seguí la enseñanza del murciélago,
abrí los ojos y miré dentro
lo que siento y yo tengo,
dos pilares como un templo,
avanzaré despierto mi sendero,
noche, oh noche
hoy en tu velo me siento,
a ti me entrego,
abrázame como hijo de tu luna,
llévame en compañía,
por tus claros de luz escondida,
abre el tiempo
del suplicio del día derretido,
abriga el sendero de tu polilla
que como yo busca su nueva vida.
el Castellano
1Dos sombras:
Soledad arregazaba
blandía sus brazos
amilanados
en los que recostarse
a soñar la casa en
el mar
con procesiones de sardinas
que sirvieran desayuno
con leche de las vacas
dibujadas celestes,
árboles en fronda volátil
tenebrosas líneas de horizonte
como cuerdas de violines
afinando nervios de nubes malvas.
Se querían dos sombras
como evanescer líquido,
templado
de rocío por savia y
tierra
y su desvanecer,
como flores a la alta espina
sirven su dolor.
Belleza oxidada,
ellas dos sombras
con camino de piel,
abriendo de la noche
gema profunda de lenguas azules,
era un camino el alba
para subir y descender,
ellas luz querían tornar,
vestidas de ásperas ondas
impalpables,
seguras sin obstáculo
eternas,
crispaban el tiempo
y se querían sin envejecer,
fría segura que su
alma se iba,
suya, cristal vaporoso
de amarillo viejo,
su entrecejo deseoso,
querían entre noches
de gatos fugaces
por tejados colindantes
que anudaban rayos de luna,
su tristeza era pura
se anidaba en sus cabellos,
seca, entre sus cuerpos etéreos
la ausencia hacía verdad de
idea
trasnochada,
su soledad muerta
de insectos ranqueados,
asida de purpúrea pluma
y lunas enajenadas
con cristales lucientes
en navíos de tinta,
perpetua osadía
de ser luz,
como silencio
de Dioses relumbrados,
y su oro vegetal,
como ásperas rocas
destacadas, cerradas
al molino de noche,
se querían dos sombras
inertes
pero vivas al fuego
y carrusel de estrellas
pudorosas y ponientes,
su quietud sin color,
su amor por unirse
como dos gotas al helor.
Como dos voces se unen
en un solo corazón.
El Castellano
I.Eco de ayer vestido:
Honrada tibia luz caída,
pasaba
y me ungía
este sol puesto
una
mañana
amarilla, vestida de invierno
y
su frío
azul, encendía mi
cigarro
y
un humo y un eco envolvía
un
hueco que dejó
abisal la última
helada,
carretas
deslizaban las nubes
abriendo
el vientre helado del cielo
este
Sol tímido
de invierno
parecía
asustado sin ocaso
ni
pájaros
fantasmales
que
le hicieran nido.
Me
cobijaba la sombra de un ciprés
enhiesto,
abría
las puertas de gramas voraces,
lirios
negros franqueaban mi verja
de
pensamientos que se amontonaban
en
la puerta, rezaba a mi Sol
que
no me hundiese la primavera
como
si él
eligiese esta sequía
que
la tierra llora y quiebra sus entrañas
vestidas,
el viento era más
fuerte que yo,
llevando
y sujetando el iris de nuevo cierzo,
crascitaba
por ramaje de mi muerto brevemente nogal
de
sombra densa cobijando tenebrios,
bajo
sus hojas caídas.
Portón de
tiniebla, el paso de su oscura raíz,
despertando
el devenir
rompiendo
el nicho de la primavera futura.
El
Castellano
PLUBIA CORDIS:
‘---lit et summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.----‘
Plubia cordis, ardentissime cupere amôris
stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûrus.
Sânô anima, fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô metaphora,
suspirium natura, amâvî ferventis.
Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus, sôlus cordis.
Callis unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.
Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.
TRADUCCIÓN
(Plubia cordis):
Lluvia corazón,
Suspira
por ti amor
Estupor,
deseo,
Eterna
alegría.
Día,
noche,
Crece
calor-
Color,
vida
Venerada
sinfonía.
Alegría soñada,
Deseada
nuestra.
Muestra
alas,
Acelera
caricia.
Cercanía,
sueño,
Verso,
letra.
Entra
profundo,
Crea
sonrisa.
Beso
dulce, agua pura.
Cura
alma, sinceridad uso.
Deseoso
sueño,
Arde
metáfora
Suspira
esencia, amando fogoso.
Distancia
decreta
Olvido
de razón.
Querer
puro, sólo
corazón.
Vía
una, sentir.
Hermosa
compañía,
Contentarse
primavera.
Fuego,
complaciendo
Instinto
hermoso.
El Castellano
I.Invernando:
Camino
la sierra
y
labriego empedernido,
afilan
cintas de esparto
y
jocosos pinos bordean el monte,
era
ella caminaba siendo mujer de húmedas
hojas
y
gramas recién
nacidas
anudadas
a la cintura,
era
tiempo suficiente
para
el recodo de un fondo fantasmal,
estallaba
el acre que pisaba
palmo
a trecho,
ribazos
se despertaban sin alba
dejé un
lugar ramificado,
más
allá de
juncos
y
fardos de nueva cosecha,
sin
ir más
lejos
abría la
tierra vieja invernando
su
ombligo de invierno
la
carrasca de hoja inmoble afinaba
sus
dientes de hojas
que
el viento pasa y respira.
Campo
lejano por cualquier parte
sentir
que dejaría
plisado
por
encontrarse con tus ojos,
pecho
de paja nueva silo dormido
de
hondo surco y barrizal,
oscilando
el filamento de un severo cardo,
entre
caracoles mutantes, judíos
blancos,
dejé mi
traje a reverdecer ortigas y orugas seculares.
entre
la joven hierba y el rojo trébol
del
sendero,
recojo
mi árbol
del mañana
y me marcho.
El
Castellano
PANIDA
DEL AZUR:
Saeta de prisma,
enardecida amante solar.
Reminiscencia en umbra
alegoría de carnal flor.
Lejana entraña de hoz
letanía viste que exuda
su sátiro perfume.
Salmo de noche,
voz mitad alma la tuya.
Elogio de estambre
¿Cuántas voces acallaste?
Eufórico vientre ardiente,
soy yo hacedor de luna fija;
claror que fulge, fragua
estertor verso solitario.
Este será muro de mi alma
con enredadera de torre y almena.
Dejaré mis versos
en oscuro parral,
es hora vacía mi casa
huí, dejé mi alma con mi gato,
salí por gotas de lluvia,
las más frescas,
las primeras caídas.
Mi alma salió en mi busca
habló y preguntó
a la araña de mi patio,
cual dijo estaba tejiendo
digna tela su visión no pude cazar.
Preguntó al caracol:
-Al fondo ´
del verde a la derecha puede estar ,
allí le encontró
tumbado en la grama
hablando con una malva
estaba pidiendo algo de azur brillante,
¿Dónde estabas ente mío de alma?
Te extrañaba,
Fuí por comida para tí,
-No me dejes más sola,
sin mí no tienes voz
sin ti no tengo vida,
ni la rosa en cruz su despedida.
El Castellano
Fragor, clase de fantasma:
Cuervo guerrero de los tres umbrales.
Morí en mitad de un verso
sin acabarlo,
desnací, etéreo,
abrí vorágines perplejas
de pureza repleta,
hoy abro eternidad
y todo lo que ésta llama.
Responden azares roídos
como grillos
extendidos, de sonido carcomido,
tras catorce años
de énfasis en venas
de mi desempeño
y funesto azar,
soy libre,
para deshacer este tiempo
y hacer hijos al gemido
dejando un eco
de sopor inmundo
de surcar infierno
y traer mi laurel encendido
por cuántas égidas
me entonaron invencible,
siempre seré castreño
digno a suerte incendiar,
desvelo el secreto de mi arduo oficio,
poesía
consecución de imágenes
de principio a final.
Poesía; soporífera luz en mi sangre,
titán que resistiré vivo
o muerto debo de quedar.
Destino haz con halo inmundo
puerta al reino
de dioses
sin acabar,
Parnaso flamígero en lumbre desnuda
al dictado de arpas, violas, violines,
clarines, organillos, ninfas, Sátiros,
hadas, quimeras, dragones brujos de naturaleza
desvencijada,
duende, elementales de toda orden,
nereidas, súcubos,
quimeristas de primera,
avanzo mi propia espuela,
centauros,
milesianos,
Dagda, Balar, Morrighan,
Lugh,
quodi pragma,
alzado hoy
pureza rauda,
resumo venzo coarto
con mi flor de Hércules en mano,
este mundo,
que desvela todo sentido difunto,
los dos mundos
el mundo vivo y el mundo muerto,
habitan ambos el mismo terreno,
mundo de leyenda,
este mundo,
empezamos a juntarnos
antes que nacierais
eternidad
sólo un eje
surcar de la perfección
el umbral,
senderos en un viaje
por el destino sellado.
Mi clase
mi clase es de fantasma,
los dos mundos
el mundo vivo
y el mundo muerto
están comenzando
a no existir en el mismo espacio,
plasmar correcto
ley.
Rajar la existencia
del sol mayor,
surcar sus venas
y arrebatarle el corazón,
buscadores de certezas
tres hilanderas
nueve sentidos
tres dimensiones
vive mi hoja
yo no decido
mi hoja decide quede completa,
los colores, el gris,
el fuego, mi cigarrillo,
los susurros,
el ruido,
la luz,
la sombra,
la oscuridad bendita,
lo oscuro, la noche,
lo perpetuo
el sonido del verbo,
habla mi azabache,
mi escudo,
el sistema,
las murallas,
las fortalezas
el amor a la poesía
es más que tu insulsa vivencia.
Brillo, destello,
pulcritud de estela,
destierro de vuestra miseria,
lo visto,
lo nacido
lo vivo-muerto
retemblaré
que mi sino dicto,
silencio el final alumbrado
es sólo sangre en mis ojos.
El Castellano a 06-08-2018,
I.Albo espíritu
azogado:
Abrí las
rojas puertas
del
fantasma de mi corazón,
despertaron
grises leviatanes
como
agujas sin cabeza ni redil
era
él un
fantasma puro, impío
un
último
respiro alzó
a
mi cabeza,
y
caí de
rodillas
a
otro mar
a
otro mar
el
suyo sin calma
ni
espumas purpureas,
abrí
esta vez las ventanas de mi pecho
esta
vez como si alguien las sujetara
en
mi propiedad
de
fría
carne,
un
pulmón
marchó a
una rivera,
el
otro perdido marchó
a
otra con mi espíritu,
quedaba
mi cuerpo como frío,
desierto
páramo
sin espacio sujeto
donde
anclar señero
de luz
mi
pecho, el otro espacio
de
mí
desierto
oscuro
como opacidad
de
noche de soto sin luna
sin
luciérnagas
del cielo,
sin
fusiles que clavan su plomo,
sin
faroles ni lucientes
provocados
encumbrados
como
este vacío
que ya cansado
no
más
habita mi espejo de alma,
mi
pecho partido enraizó
la
mejor flor que la vida
pudo
darme
como
espina para clavar la espina
de
mi vida y asir
cielo
y tierra en marea
de
primaverales caricias
albos
ojos fijos
en
auroras que marcan
al
violácea
arpa de mi despertar
creyendo
sus ojos un sueño
para
habitar.
El
Castellano
ESPIGA DE AGUA:

Con el filo y brillo reluciente
está
la espada,
blandiendo surcos
en fosas funerarias.
A lo que su empeño
sucede.
Quilla de un flagrante monte
surcado por el metal
de hilo de cobre,
sonaba con el viento
haciendo temblar calaveras
en lo alto de aquel poste de telégrafo.
El viento tenía
estridencia
y lamento seco.
Digno a desatar quimeras y bestias
rectas.
Capaz de dar voz a lo inerte de
la vida.
II Hoja:
Allí
plantado como se siembra una pipa
me encontré,
detuve el sonido
entre escalas y cielos
soterrados.
Planté
una pila de lluvia sobre marzo,
contestó
entre gramófonos
la tierra;
una melodía
jamás
interpretada
y jamás
semejante o similar
a haberla escuchado una vez.
Era como un maullido entre
gramas
y bocas sedientas.
Como cerrar y esperar que la
compuerta secara,
como desplomar semillas
y aventar espigas;
plantado como una sola
de carne y tinta
que la espera viola.
El Castellano
I.Amante fantasma:
Hablo
desde esta sombra
que
me habita,
un
cielo noctámbulo
me cuelga la caricia,
mi
vida que jamás se
consume en desquicia,
rajo
este sol que visita tu retina,
espacio
derredor acaricio
en
agujas que te cuelgan el techo,
flor
con flor brilló
nuestro corazón,
una
luna tejida por su alarido
a
galope del viento en mi mundo
te
alzo en piel de piedra
crepitando
tu rayo que me cuenta
de
tu vena y su carcoma
muy
lejos de la tierra hilvano tus ganas
con
destello furtivo
de
sed de abrojo
cambio
tu vida a mi antojo
sí tu pecho
en rojo,
sabes
quien soy
soy
fantasma que sólo tú ves
flagrando
el viento a tu merced,
háblame
del puerto y su negro sentimiento,
háblame
del cuervo,
de
tu alma sin cuerpo,
ven,
ven a mí
veremos
el amanecer
en
la sangre de mis ojos,
acabaremos
con el destino inerte
que
cruza mi suerte,
ven
de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte
de mis rosas desangradas,
es
por tu roce que mi sangre bulle
y
jamás de
ti se esconde
te
siento en cada silencio seco,
en
cada eco de oscuridad
que
a mi espíritu
sucede
cómo
no tenerte
si
por tu idioma me florece el verso,
piel
con alma simiente del atardecer,
umbrío
cae su sonido;
Tu
cuerda que afina el grillo
y
cigarra con su guitarra
acantonando
nuestro oído,
es
por ti que mi suplicio cae investido
fiel
a recorrer tu segunda vida,
ninguna
mentira me dijiste,
el
miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la
noche llega de nuevo en tu pupila
de
esferas yertas
y
sus paraísos
de hielo
que
cruzo al verte
quiero
que me sigas sonando
eternamente
la noche
para
todos los siglos
que
empieza nuestra condena
sintiendo
hoy la lluvia bajo tus ojos.
II
Hablemos
hoy en plata de tiniebla,
oración de
tu sangre yerta,
cumbre
febril de hoguera quieta,
ese
cuervo descubrirás su
poder,
yo
iré de
tu mano,
manso
tu poder sembrado,
aunque
no entiendas
no
preguntes por qué
sigo a tu lado,
el
puerto negro te llamó
y
sentiste el poder de tu pasado,
nadie
permitió que
desembarcaras,
capaz
eras de romper la cuerda
que
sostiene las dimensiones,
ni
vivo ni muerto
niega
tu osadía,
cruzaste
la puerta de oscuros lirios,
tu
amor a la flor
al
creador conmovió,
resoplo
tijeras rojas
en
grises ideas,
desenfundo
mi filo,
crepitan
arduas espadas,
respetaste
la muerte y ella
respetó tu
vida.
Crascita
tu lozanía,
entre
forrajes
y
soles pudientes,
desmenuza
tu silencio,
clavando
yunques
de
paredes granates,
el
peldaño irá
cuesta abajo,
cabalga
tus lindes despiertos,
libérate
de insectos que caminan,
turbios
azares me cuentan
de
tu devenir rizado
al
filo de la navaja.
III
Anochecer
de mi vida,
en
tu patio de la araña,
rezogan
clarines esquivos,
yo
soy lira de alma consumada,
vicisitud
ensimismada
de
tu azar en semblanza,
vivo
flagrando tu azada,
pulcritud
entre cristales rotos
esa
soy, bruma en tu noche,
claridad
en tu día
luz
de cada siembra,
arena
del tiempo
enclaustrado,
vine
deshojando recuerdos,
hoy
me diste voz,
no
seré yo
tu perdición
sino
el camino a tu salvación,
viviré
mordiendo tus rosas
que
desangran tu amor,
liviaré lo
liviano,
afligiré
temor al miedo,
seré
aliento perdido
descubierto,
te
abriré mi
reino,
las
escarchas serán
los colores,
viviré
besando tus flores,
limaré
abrojos nacientes,
serás
estaca del destino
servir
a tu alma sin nombre
me
alumbre,
camino
de mis flores desgranadas,
sangre
de tu reposo
mi
amada espina de sombra.
Förüq
Yo
reposo despierto:
Insumisa, quieta luz con bordes,
que repele cristales huecos
y desplaza a su entraña.
Vivos , hondos, carnales rojos
a la amarillez plena
de la esperanza,
seca, abierta de ojo profundo
con iris encendido
en vivo verde
como la sangre del esparto.
Tu mimbre
que profana y sienta
sombras de agua.
Luz de bermellón energía
por pasiones fugaces
de labios rotos
y besos en el aire .
Nunca disueltos
los rudos huesos
del conocimiento,
entre voces perdidas
fecundas la dicha
del tiempo atormentado.
II cuartilla
Vuela tu intelecto
haciendo nidos
en nubes del cielo.
Somera sin obstáculo.
Infinito, despacio , perece
a tu lado .
Luz de infrecuente secuencia
trinos de blancura primorosa
abres;
rugiendo tu azul disparo.
Si acaso el sol fuese tu hoguera
desnacerías en el umbral
de su invencible ascua.
Luz con tu onda
exterminas azabaches
de sombras
que la noche nunca acaban.
Umbrales tejidos
quedan iluminados
al fragor de tu dorado amor,
carne de la bondad atravesaras
quedaría el corazón
como llena ciruela.
II
Rompo
saco los ejes
de
esta imaginación en
campana,
yunques
despiertos me clavan
que
llegó mi
momento,
taciturno
lustre oxidado,
alas
en bronce agujereado,
es
por mí es
por ti
que
dicta este haz, apolillado,
polvo
en el viento
sombra
desterrada,
el
alma de un cuervo,
un
granate dirige esta mi sed,
hasta
ser color de ayer clavado,
al
limpio, seco, duro faz ensartado
cabalgo
que avanzo
y
sombras me acompañan
esta
visión
serena, opaca, desangelada,
siendo
directriz fusilada,
que
late el cuello de la penumbra,
cuando
oscuridad llama
estoy
sembrando objetivo
de
mi postrada calma.
III
Tiempo
que se oxida
en
este vilo,
eternidad
azogada
en
negras tijeras,
es
el tiempo
de
mis murciélagos
emergiendo
de
las sombras y su madre,
se
estira otra primavera
por
mi avenida,
me
mordieron
y
no me arrepiento
de
mi nueva vida que tiento,
oscuros
silos me acogen
donde
sembrar alaridos
de
vidas traspuestas
a
mi fría
caricia,
soy
ente de otro ente,
mi
sombra me quiere,
yo
la digo que un día la
alcanzaré,
que
muy lejos no vaya,
avanzo
que trenzo
el
tiempo de mi suspiro helado,
para
no tener alma
ni
espíritu
de hielo,
sólo
una sed de vida
por
repletar,
de
un horizonte al hierro
encontrado,
de
una arteria
hago
río de
sangre
en
mi adentro.
El
Castellano
I.Förüq
breve recopilación,
Hablo
desde esta sombra
que
me habita,
un
cielo noctámbulo
me cuelga la caricia,
mi
vida que jamás se
consume en desquicia,
rajo
este sol que visita tu retina,
espacio
derredor acaricio
en
agujas que te cuelgan el techo,
flor
con flor brilló
nuestro corazón,
una
luna tejida por su alarido
a
galope del viento en mi mundo
te
alzo en piel de piedra
crepitando
tu rayo que me cuenta
de
tu vena y su carcoma
muy
lejos de la tierra hilvano tus ganas
con
destello furtivo
de
sed de abrojo
cambio
tu vida a mi antojo
sí tu
pecho en rojo,
sabes
quién
soy
soy
fantasma que sólo tú ves
flagrando
el viento a tu merced,
háblame
del puerto y su negro sentimiento,
háblame
del cuervo,
de
tu alma sin cuerpo,
ven,
ven a mí
veremos
el amanecer
en
la sangre de mis ojos,
acabaremos
con el destino inerte
que
cruza mi suerte,
ven
de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte
de mis rosas desangradas,
es
por tu roce que mi sangre bulle
y
jamás de
ti se esconde
te
siento en cada silencio seco,
en
cada eco de oscuridad
que
a mi espíritu
sucede
cómo
no tenerte
si
por tu idioma me florece el verso,
piel
con alma simiente del atardecer,
umbrío
cae su sonido;
Tu
cuerda que afina el grillo
y
cigarra con su guitarra
acantonando
nuestro oído,
es
por ti que mi suplicio cae investido
fiel
a recorrer tu segunda vida,
ninguna
mentira me dijiste,
el
miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la
noche llega de nuevo en tu pupila
de
esferas yertas
y
sus paraísos
de hielo
que
cruzo al verte
quiero
que me sigas sonando
eternamente
la noche
para
todos los siglos
que
empieza nuestra condena
sintiendo
hoy la lluvia bajo tus ojos.
Förüq
II
Tumbado
el horizonte
se
acuesta mi ilusión,
este
mundo arde en un verso,
la
decencia queda volcada,
la
gente se pierde en el alambre
que
sujeta el verso,
mirada
a la tijera
y
que suene la campana,
todos
mis sueños
quedaron amados detrás,
yermo
el terreno mecía un
alarido
por
la tierra que no estaba muerta,
vuelo
sin suplicio dormido,
la
acequia mi sangre lleva,
pierdo
el control por quemarme con su luz,
resumen
de lo vivido en la esfera de su retina
más
que un crujido de mi ventana,
al
viento le pido me acerque su latido,
camino
por fuera del límite,
anudado
el tiempo y sus cuchillas doradas,
sol
tras sol, día
tras día,
todo
lo haría
para que te quedaras en mi vida,
graznando
viene la noche
por
el círculo
dibujado por la luna
se
cava la llegada del día,
desde
el lugar que yo amé
antes,
te
escucho gritar,
la
oscuridad me sostiene
con
su manto templado,
vuelo
al alfeizar,
tu
habitación
muerde mi pupila,
el
tiempo me vio nacer cuervo,
jamás
rendido desde una torre a otra
exclamaba
el perdón de
los Dioses
por
alimentarme de sangre,
llegada
la hora
que
luciérnagas
cuelgan noches en los robles,
se
abría el
reguero de mi sed de abrojo,
la
araña tejía su
cena,
yo
te esperaba como cada noche,
los
minutos derretidos en mi colmillo,
granate
albor se deslizaba por la tercera campanada,
tibio,
parco, sumiso, el sentido,
se
vencía mi
sed de nuevo,
concluida
la estampa de la sombra,
que
araña
cada grito en su cama,
danzando
mi calma.
Hoy
no será una
noche cualquiera,
se
prende la hoguera,
la
sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento
yo
no me acuesto,
limo
mis nervios con acero,
la
lluvia canta en mis oídos,
será
otro amanecer violeta postrado,
mírame
soy el alba de tu amanecer
hoy
no me verán
perecer,
mírame
voy por ti.
Soy
förüq.
III
Estupor
nacido
tus
brazos no están
lejanos
a
través de
los tiempos
todo
lo que siento
es
un ramillete de estrellas
esperándote
en la cruel avenida
de
ángeles
estrellados en sus caricias
puedes
verme caer en mi subrepticia
vida
que para en vivo
y
me deja verte
resumen
de lo vivido
cuando
la noche comienza a sonar
yo
vengo por el camino de las espinas
hoy
que no se bendiga
me
mantendré
esperando
con
mi soledad por ti
ecos
de un tiempo
que
se desvanece en el vértice
si
ese por el que colgar mis ilusiones
gana
el horizonte
yo
era más
viejo a la entrada
de
las nuevas visiones
yo
cambiaba el tiempo
en
la hoguera
al
parpadeo estaba besándote
al
fulgor crepitando la estrella
en
amor latidos sordos de penumbra
me
cuelgan las pestañas
todo
te lo di
y
te di más
que nada
me
enraizan las malvas en mi nicho
hoy
seré yo
quien muerda tu cuello
al
son de la luna seré
el vampiro despierto
a
través
del tren de la noche
atravieso
zarzas y cardos
hasta
llegar a tu ventana
el
azabache es llorado de nuevo
queda
tu corazón de
cuarzo
la
noche se mueve
mis
grillos cantan un réquiem
por la flor
se
despierta un cuclillo en amor
eres
mi fuerza, eres mi hombro
me
deslizaré en
tu cuarto
cuando
las sábanas
arropen tu cuerpo
y
yo beberé de
ti el sentido
hálito
de vida en hierro
esta
noche de primavera
que
corría
hacia atrás
seré
espectro en oración
hasta
llegar a tu puerta
y
devolverte a la nueva vida
tiempos
negros me trepan
cuando
su eco sordo
baila
en mis pestañas
me
fumo un cigarrillo
a
la hora que lechuzas despiertan
se
oye el resquemor de tu ventana
mis
colmillos brillan
tú
dormida sientes frío
desde tu cuello
a
tu sentido
visiones
de tu nueva vida
te
entran despiertas
y
yo ya no estoy en tu cuarto
por
las violetas nocturnas
recorres
la grama de tu patio
comienzas
a explorar tus nuevos sentidos
y
escuchas en tu cabeza
bienvenida
a mi mundo.
Förüq
IV
Resueno
en
el borde del papel
la
condena dilecta
que
marca un futuro
en
subrepticia subyugada
a
la luz vuelta oscuridad
del
alma deseos de sangre
que
jamás se
cumplirán
solo
la sed de vida por gastar
besando
en la noche la sed
de
vida ganar
asesinando
creencia,
aliento
y latido
en
la oscuridad vuelta luz
un
silencioso lugar
sólo
el latido escapó,
el
espejo no refleja
lo
que reconozco
y
mi vida va quedando atrás
solo
tu mente atrayendo
para
sentir el aliento.
Deshaciendo
este frío
hojas
y hojas de pensamientos
van
cayendo
cuando
me paré a
mirar tus ojos
que
ahora no puedo borrar
ni
en oscuridad.
Te
voy viendo llegar,
tu
calor y corazón
latiendo
estáticos
dueños
de
su tejida existencia,
te
veo en paciencia
y
me voy adueñando
de tu pensar
mas
que sangre
quiero
cerca tu vida
para
yo sentirme con otra
que
hasta alma tiene,
y
se va desgastando el camino,
los
pasos trazados
se
vuelven ilusiones.
Un
día
derretido,
el
segundo quedó en
vacío
eterno
sin
manipulación
de
un ser superior
no
puedo ayudarme
en
este frío y
vacío
espacio
cada
noche
deseo
sentir tu amor
algún día
para
siempre.
Förüq
V
Avanzo
despierto
las
sombras por carretera
del
mundo inerte
que
vive en la sangre
por
brotar yertas espinas
grazna
el cuervo del lugar
y
los altares gotean
sangrando
murciélagos
ojos
ausentes de sus ojos
que
juzgan en su mentira superficial
qué
necesitas
cuando
todo suena a final
y
el circo de la sociedad mece
y
teje tu actividad
rojos
al mirar
guerreros
del abismo soñados
no
cielo para vivir
eterna
batalla espiritual
del
interior de la tierra
llueve
de nuevo
nubes
se derriten
plano
elevado en vida
único
libre de acto y pensamiento
al
océano
de hierro y construcción
solo
un deseo que se pudra en albor
y
el resurgir venga
brillando
sangres
mas
lombrices maldiciéndose
por
haber acabado su hogar,
desaparece
y viene la oscura noche
a
pesadilla mece el sonámbulo
devenir
de
quién me
habla en mi cabeza
diáfano
cuarto donde se clava
el
sembrado silencio
donde
el respiro cuelgo del techo
crujiendo
paredes el sentido
me
nubla los ojos
hay
algo que me llama
es
el hambre de la caza.
Förüq
VI
Iba
la tiniebla bajando mi escala,
iba
vestida como florece una roca
de
anchas y hondas calzas,
desertora
de la mundanal zozobra
que
me acusaba,
bajaba
y se preguntaba si la luz estaba con hambre,
entonces
abrí la
ventana y apareció su
madre,
azogada,
cansada de ocultar la luna,
abrió sus
oscuros párpados
y
una espectral sonrisa se dibujó
en su cara,
para
decirme: -Esteban su Sol ha muerto.
¿cómo?
Entonces
encendí una
lumbre,
y
lentamente devoró aquella
madre oscuridad,
mientras
yo escribía
una elegía,
posó mi
ventana un cuervo,
que
dijo: -Noche siempre.
entonces
un vil recuerdo de mi Sol
cruzó mi
mente,
yo
que le creí
invencible
ahora
la luna era una esfera negra,
un
espectro se colaba por mi ventana
era
una mujer sembrada en sábana,
me
acarició el
hombro con su manecita helada,
ella
que dudaba más de
su existencia
que
la propia duda,
entonces
miré mi
imagen en el espejo
y
la imagen me devoró
el rostro,
ahora
lucía
una piel pálida
como
la arena
y
unos colmillos que atravesarían
la madera,
era
el inicio de mi condena.
Förüq
VII
Mi
polilla desvencijada
nace
del espejo que crepita
una
boca de esfera y su artificio,
revoloteos
en torno a la bombilla
que
más
quisiera ser ella la estrella
que
te atrae
tu
noctámbula
sed
de
espinas blandidas,
un
viento lunar se reposa
en
mi ventana,
siega
del mar oscuro
que
todo tiñe de
malva nocturno,
hoy
estoy aquí
ante
ustedes cigarros
para
latir
y
que vuestro color
sea
expulsado,
recibo
que acuso
ponlo
en mi pierna
caminaré el
infierno
por
si consigo pagarlo
con
mi sangre algún día,
serrana
se torna mi almohada
de
su musgo y lozano rostro,
por
el canto de este caracol
que
ya no late se quedó
seco
en
su intento,
es
una luna menguante
y
su aguacero litigio áspero,
un
iris y un prisma lejano
es
mi hombría un
surco
en
mi jardín de
cementerio
por
el estío rígido
y
sus cristales de hueso
de
un sol
que
le enfadaba su luz.
El
Castellano
VIII
Seco
y duro, seco y umbrío,
corría el
linde quieto
por
la arboleda despejada
daban
las tres y treinta
de
la madrugada que se marcha
por
oscuro diván de
la sombra,
un
espejo tímido
sonaba,
el
reloj paraba,
con
un grito de estrella,
su
alcoba fría en
la que despertaba,
no
quedaba viento de palabra,
ni
pensamiento ágil
que en eco no quedara,
lanzó
aquel espejo contra el suelo,
y
rápidamente
sangró un
borbotón de
sombras,
se
abría la
noche y sus quimeras despiertas,
brotaba
de su ceniza de pulmón,
el
irisado que la oscuridad clama,
quedando
para siempre
su
alcoba fría y
vacía,
sombra
de aquel que sonaba una noche
que
ya escapa.
El
Castellano
IX
Una flor vino del cielo
a la puerta de este mundo.
De sombras libró
los sentimientos puros de corazón,
la señora de las flores silvestres
la adornó del color de la noche.
Luz de luceros caía a ella
sangre de oro, polvo de estrella
dormida, su nota suspira
única dama de la noche
gustaba la flor llamarse
llave de este mundo
con el mundo de lo inerte
la visión
de espíritu suplicante,
blanco vestía, en traje luminoso
sus pétalos abiertos al valle,
de la niebla y la bruma,
valle de árboles cantores.
Bien vistosa te veo,
bien dulce te siento,
bien fiel te oigo dentro,
si nací ciego para verte con el corazón,
si no todo en la vida, vida mía
con los ojos se ve,
dime sombra por qué has enamorado
cada parte de mi ser,
si existes por qué insistes
en transmitirme como sientes
si ya dentro vives,
si ya de ti me tienes,
si ya has asesinado mi soledad
y feliz voy a vivir contigo la serenidad.
Con hueso y fuste un fiel desespero,
vio reinar el cielo
única dama de noche desvelada
por ella azucenas nocturnas
su pelo acampaban,
en oro y sangre
se alzaba este lobo,
trémulo desliz nacarado
fuego en la piel
hierro fulgente de estrella en los ojos,
me acompaña tu latido fiel de la noche
que cierras con un beso al horizonte,
con garra y letra inspiras este ser,
por el camino de nunca volver,
eco sordo de oscuridad
mece tu mirada,
al viento que aúlla tu nombre
hada fiel de la sombra
que tu Hipsípila te llama,
cuando todo lo suyo es para siempre
un tiempo que se resquebraja dormido,
la puerta de este mundo no encontraste cerrada
hoy te amo retorciendo tu esencia en mi cuerpo
se congeló la maldad
derrota su caricia brilló mi bondad
refugio de tu latido con el mío
a las flores por abrir en mayo
es nuestra comunión de estrellas
es mi vida en la floresta
donde enarbolar
tu belleza sin igual,
allí solo allí que entone mi grillo,
abriendo un suplicio de todo lo vivo.
El Castellano
LA UNA DE POLVO:
Se podan mis recuerdos
saberes presos,
por el linde despiertos,
vida de vida en flagrante estrella,
si por querer pensarte
jamás desapareciste,
mi Malva-Luna
en Brea quieta, encendida,
disparos de un tiempo fulgurado,
mi sendero ya no corría agrietado,
miedos asesinados
de como solía ser
destellos fugaces acampan
mi destierro por las venas de tu alma,
silencio carcomido por olas de nuestro mar.
Pensamientos negros ya no me clavan,
ni hiedras me escalan
tapando mi luz fulgente.
No es tiempo de muerte,
mis cuchillos ya no laten hirientes
hermanos del fuego ahora son.
Al compás de un Sol mayor.
El Castellano
martes, 31 de mayo de 2016
Perpetua una,
por el bajel del alma,
bajaba recorrida,
por entre encajes olvidados
me descubría,
el caballo del ansia mía,
donde empezaba a abrir
en sus piedras de ojos negros,
y la cabellera levita
por altas ramas,
donde acaba el sueño
taciturno de su sonrisa helada,
voy allí sembrando ojos
en sus labios áridos,
no me apetece seguir sufriendo
para ello sirvo mi aliento,
donde acaba lo que siempre
creí conocer más me detuve a envejecer
sin mecer alas cansadas,
el horizonte me cuelga la rama,
y yo loco callado pienso
en un tiempo que me apetecía recorrer
tus simientes azules,
en un mundo que mis labios, cierra
tornándolos grises,
la idea vuela eterna del estado mental
por conquistar,
esta es mi vida
, esta es mi suerte,
pregunta a mi orificio demente,
que dispara por mi boca
la locura quieta que mía te arropa ,
haciendo cálida la estrella
de mi popa
y mi ángel sangrando versos de hielo,
en el tibio, ancho, escurrido desliz
que me llevó a contarte mi verdad,
por la que quedaba frágil,
vulnerable sostenido yo
en un destino incierto
del comienzo del Alba a mi insomnio
que me da energía.
Que fiel asesinó la caricia,
en cama de ojos en alfiler
y patadas del sueño,
crujiendo mi ser en una araña,
llegó el tiempo de escalar
por si un día abandono
será cuando me vuelva polvo.
El
Castellano
Desde
que vine a vivir:
Imperios
de ojos cerrados:
Páramo
del verso solitario, decapitado
buscando
el encuentro
y
su soledad que mece riza y concluye
momentos
de la fuerza universal
menú de
la disponibilidad de vida
mi
lluvia sube redonda tu cara perpleja
podemos
salvar lo regio del reino que cae y vuela
soy
uno, rey de sí
mismo sin atisbo
desde
el fantasma que vengo
todo
crecía
ardiendo
no
tengo miedo a su pirámide
ni
su ojo absorbente de mí
mismo,
tú
piensas tu resguardo
en
la radio hablan de nosotros
te
incitan su teatro de vidas manejadas
el
amor a la flor me lleva,
cabalga
mi iris consumido
a
lo onírico
de mi conciencia
Orando
por mí
mismo
mientras
muero quiero dejar absorto el tiempo,
agujerearlo,
estirarlo, romperlo
en
la rebeldía
que asesina la vida material
inconcluso
en este mundo
no
puedo volver eternidades atrás
deberé
guardarme a mi existencia tejida
pero
sin asumirme o doblegarme a ella
nada
que negar en silencio seco
nada
que defender
solo
una parte soy del eslabón
nada
de mensaje
nada
que decir
nadie
a quien impresionar
es
mi vida nada más
puedo
empezar mi historia de nuevo
por
mis amores típicos
de
ser humano insignificante
nada
que arder, nada que cambiar
todo
puede suceder,
los
errores no se pueden quemar
a
quién le
importará
carnes
pensantes me dan igual
el
Juez Supremo me dirá
a
mi Conciencia de ser humano
le
hago un templo
la
verdad compañera
sin ti
buscando
más
razón
del
amor del Sol,
en
comunión
sangrando lunas
en
armonía de
esferas de años fríos
vívidas
estrellas que todo lo imaginado
viene
de ellas
hasta
este astro apagado en vida
que
arde por dentro
su
ser llamado planeta Tierra
sabes
que puedo
pero
no volver de nuevo.
El
Castellano a 09-03-2015
I.Siembra del pensamiento:
Asustado
no estoy
el
miedo perdió su
cobijo
los
dioses de mi cabeza
reinos
de su locura
inhabitada,
extensa,
auspiciada
inteligible
puedo
bajar por el cansancio
escribir
un mundo muerto
creciendo,
buscando verticalidad
en
la sabiduría de
mi verdad
ausente
el día
desde mi hogar
busco
lo inconsciente del sueño
que
pierde esperando
esas
profundidades del hálito
de vida
por
despertar la semilla
de
la sembrada humildad
qué solo
yo veo y me basta
piensas
que estás
salvado
mentes
blindadas
en
la luz de la conciencia
unificadora
que dicta
el
retorno al único
origen
voy
escalando estas nubes
de
mi mente
considerando
brillos los sentidos
costando
y pagando el pasado
tiempo
que despierta y roba el sigilo
caminante
de la sombra
grito
a la mente que me habla
pudiendo
florecer
una
y mil siglos más
la
bruma teje su limitada ascensión
que
subyugada y difuminada en la sociedad
material,
empedrada de su cementerio
llamado
hogar basado en la mentira
el
cerco se estrecha ahorcando al gobernante
del
aire
y
los ineptos millones de ausentes
pájaros
voladores que creídos
pensantes
ven
como los dirigen
sumidos
en directrices de hormigueros
y
el libre tiene la cabeza a líneas
de
horizontes superpuestos
en
laberintos de lo perfecto
que
la elevada conciencia
te
tiene de paraíso
en lo insignificante
que
marca su autenticidad
y
se hace risco en la eternidad.
El
Castellano a 09-03-2015
Desde
que vine a vivir:
Ascua
irisada al tacto,
estoy
bailando sobre una estrella,
todas
las cosas que vienen ahora,
en
soturna claridad apagada,
hoy
es el ahora,
mañana es
para siempre,
mentes
acristaladas
en
espejos que les reflejan,
rompo
mi sumisión
particular y generalizada
a
esta realidad mecida y dirigida en el ojo
sí ese
de su escuela, en seis mil millones
de
mentiras que caminan,
todo
lo visto quema mi retina,
por
el ojo de este cuervo
el
tiempo ya no me puede sostener,
volando
lejos donde la mente alcanza,
no
tengo creencia que estos tiempos
serán
mejores,
me
estrellan sus filos hirientes,
entre
lapsos de gentes
al
parpadeo me venzo,
hoy
será
vendido al postor rendido,
extasía en
metal prendida,
todo
lo que pasó:
Estoy
soñando
el
tiempo que cerraba mis ojos,
retales
que cerrar y su olmo blanco,
su
jardín
azul, su fuente de cristal,
nada
desvanecerá al
Miguel sin alas,
seco
de hoja de otoño
no
me llorarán ni
mi jardín
azul de caléndulas,
ni
mi acristalada fuente,
ni
el olmo que no es mío
ni su blanco
será mi
aura intransigente, seca a morir,
sobre
los años
avanzo,
yo
soy el Sol,
lluvia
cae de nuevo este acre me cuenta
algo
para tu entendimiento,
cruzo
los cielos muy alto de nuevo,
soy
el humo,
yo
soy la piedra que te habla.
El
Castellano a 09-03-2017
Bruma en su gris sostenida,
azul derretido en fugaz idea
sin soplo, viento mordaz
de esta acequia verdadera sostenida,
en sus fanales mieses deshojadas,
cabalgo que trenzo mi infinito soliviar
de labios grises,
por esta condena rizada
se alza que avanza
mi sepultada sed de abrojo dormido,
en esta siembra traigo mi vida,
por caminos y senderos olvidados
de los Dioses con sus plantas silvestres,
desde estos insectos de mi verso encendido,
mensajeros divinos
con espuela de transparentes alas,
me declaro que me proclamo
sirviente encumbrado
de la única belleza
dama consumada Natura.
Soy yo su Cuervo Förüq,
hasta la pausa de mi tiempo
yo cultivaré este agraz doliente
de mi intelecto agudo,
desde el retorcer de este alambre
para colgar mi estampa rizada
de mi árbol de las cenizas,
pidiendo me de permiso
para yo ser el mejor poeta
que parió tierra y semilla,
mi sangre, mi carne, mi espina,
mi aliento de piedra,
mi luz, mi araña y su carcoma tejida,
mi tierra,
mis campos,
mi Flora,
hasta ver las auroras,
hasta cabalgar retinas
en sangre de sus ojos jamás
complacientes,
destellearé hasta la extasía de cristal,
hasta habitar cada colmena de mis abejas,
en este campo de víboras
traigo la espada de tierra,
esperando me forje el romo hierro,
cauce, en mis venas.
El Castellano
Cristal
de aire:
Acreciento,
voy menguando
al
paso ferviente de tu sola voz,
en
agua destilada, candente
cristal
de gotas sólidas,
cadena
sin mi nombre,
que
crascita entona
un
yo te desvesto
a
mi helor
un
cristal que sublima en aire,
caracola
resistente
hiriente
, vespertina a fragor
cual
buque emergiendo
d'este
abismo llamado verbo,
coagula
mi aire
en
novecientas ascuas,
que
flagran tu sendero de luz,
cuál no
dio fuelle a tus alas,
mi
amada voz,
hacen
nueve formas,
nueve
cerrojillos de hielo,
en
novecientas nueve hojas
que
encierra
tu
corazón en
mi agua´
siniestro
caracol
con
mi desvelo en hoz.
Inocente
no soy;
ni
ángel,
ni
vendido,
ni
por éxito
mendigo
el
que no me acepte es su problema,
yo
sé quién
soy.
Miles
dei lumen,
Förüq
Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia
exspectare sed ardit.
Guerrero
de luz,
en
verso arde,
ardiendo
metáfora,
crea
caricia,
expectante
de la sed que arde,
novecientas
noventa y nueve hojas
esconden
tu asido ramilleto
que
esconde tu cristal de viento,
hoy
es por mí
que
empecino
que
soy culpable
de
alzar mi cenit
en
cúspide
inefable,
de
esencia que no llora,
dicta,
que sólo
es tu voz.
Pureza
en vena dispuesta.
Una
asonancia predilecta,
pude
servir,
me
quedé en
tu frazada
del
juego
que
como todo juego
sólo
abre
sólo
despliega la opción.
a
perder venciendo,
tu
voz sólo
eso,
musaraña
cristalina,
de
nácar
y espejo quebrado
con
mi cruz a lomos avanzo
El Castellano
SUEÑA LA
REPRESALIA:
Sangre expiada,
ceniza aparente
de quienes eran,
incierto azar de las armas,
oscuro riesgo,
desdén del tenebrio
encorajinado,
parca ilusa que todo abarca,
sin oír a los Dioses,
simas y ríos que nos ignoran,
¿Qué campo no me atestigua
en ocres muertes
todo lo que la tierra devora?
Esta avara tierra
que relame sus crines de plata;
Y su destino no embellece,
justo de ala nueva perenne.
En las prósperas sienes
de regocijo,
acogedora sombra del blanco chopo
y este opulento tejo,
que al muérdago muerde
aguardando convencer
a las tres Hermanas de Negros Hilos
no me hundan en el abismo.
Mi musa cautiva toda de nieves
yo, de bronce,
niega ser de origen innoble
con ocho lustros asidos
opresores,
púrpura brillante,
esquiva,
pureza en jaspe
de luna,
del arroyo fugaz
bebe y el viento revolotea
sus suaves cabellos finos
fluctuantes,
se encienden
mis tibias cenizas
por amarla a ella
lágrimas sobre fértil vid
que engalanan,
Valgio abre y llora tu torrencial
desde tu hogar caelis,
deja fundirse contigo al Aquilón
cae tus espejos deshaciendo rastrojos
cabalga tu agua
por estos estrechos campos.
Abstruso tonelaje de mi pensamiento,
hosca patria mística
de amor furtivo,
trémulo de lo que el querer quiso,
sin falso engaste avanzo;
el poder del cuervo siento
ese único que visita mi jardín
a las nueve.
Por oscuro aflige
que ya no es celestial,
ni aunque el cielo fuera pardo.
Vetusto, geométrico, áspero
mi desliz absorbente
como un torbellino,
que ya las penas
de mi olmo desnudo
no llora
ni la belleza refugia en esfinges
sus torres que son de la tierra
como señeros de vivos,
raudos árboles enhiestos,
en su copa
que bebe al tiempo.
El Castellano
Ronquidos del mal dormido
y su visceral entrada,
quiere abrir la madrugada
guarderías vacías
de los gatos que cuelgan las estrellas,
inaugura el oscuro vivero
su cultivo de alas oscuras,
la noche cierra en vals,
su latido desnudo
que la penumbra sostiene,
aquí en el margen
del infinito horizonte
me cuenta la saeta de su sed de cielo,
oiga sombra desterrada,
encuentre mi latido nacido
esta noche que tus hermanas
se alzan bajo esta luna de hueso,
todo dibujas lúgubre
el color muerto se te descubre,
desde el cielo a la tierra
bañas todo yermo,
violeta horizonte que se retira
quedan sus mil fuegos
luciérnagas que al alba morirán,
noche nadie te quiere entender,
solo los faroles y fusiles
iluminan tus venas negras de oscuridad,
tú que sólo ciegas la luz del astro,
arrastrando su luna
con correas tiradas por los trescientos
caballos difuntos,
jinetes del tiempo me avanzan
la compostura,
muertos se enfrentan
por mantener su ciclo eterno
su espuela raspa el hueso,
la noche que cabalga con ellos,
corredores fantasma del viento,
oscuridad que no entiende
de maldades del hombre,
miro todo bajo la noche en mis ojos,
solo sombras caminantes y figuras
se forman en su prisma de aberración
sempiterna,
apuro mi botella
esperando ahogar esos fantasmas
de mi cabeza que suenan estridentes
con sus voces,
es un caldo malva de tristezas,
fosas de mi pensamiento
que abren al caer la noche,
enterrando lo vivido al día,
afilo estas mis venas,
esperando brille mi carne
y esta luz de vela se haga fuerte
y toda abominación espante,
todo avanza deslizando su hueso
es a esta hora sin el sol
que mis pesadillas
toman voz y materia,
puliendo este escarabajo de oro
me verá el devenir eterno
hasta el crepitar descansado
y su cruz de nuevo día.
Es una cruz, un origen
la vela y el candelabro que marcho.
Entumece visión su huella ausente,
aludido encumbra el párpado mío,
deseos en tierra soterraños,
avanzan los años
y se siente se exacerba ella su belleza
es dueña,
avanza sin rival ni reseña,
si su alma acaso me duela,
encuentro mi verso soldado,
por un mundo que cae en harapo,
es clase de fantasma que gasto,
es sangre en mis ojos,
el ruido,
la siembra,
los colores,
la verdad,
las mentiras,
el sol
mi astro,
la entrada, el portal,
la vida, mi secuencia
pureza soledad acritud extensa.
vine a romper el hielo en su frente,
el gris,
las fuentes,
la calma,
la esencia
que es brillo
que es fulgor destapado,
desaconsejado destello crispado,
cariño
la secuela,
fantasma de primavera.
Ario yo, en similitud sembrada
cadena de ausencia
arrastra mi alma renegada,
las luces, el orgullo,
abruma mi ser
su historia de plata,
porque la vive entera mi persona,
y de su ente no me puedo desterrar,
si cesa su alma
cesa mi sentido
y aliento forjaría veleidoso
como escalar la sombra de mi parra,
como hacer casa sin tejado,
abandonaría todo menos a mi ser.
En mi guardería propia de estrellas
para ella, mi calma
de espíritu en botella.
El Castellano
Acuchillada
osadía:
Descendiente fulgor entre grises sienes,
humores
de tierna fontana precipitada,
es
mi jauría de
estrellas que la sed
vence,
conforma, infinito panal ahogado,
que
vence y me vence,
este
granate frustrado avanza
su
extasía de
cristal,
forma
y conforma un lustre yerto,
ardiendo
entre cerillas
de
momentos intransigentes,
me
proclama mi verso
entre
manada de lobos
el
padre del lobo de hierro,
aullando
su temperamento de metal,
entre
sierras madres de ríos
dulces,
y
de florestas destapadas,
yo
tiempo, vencí al
doliente tormento,
entre
clavos y yunques despiertos
clavé mi
aliento,
soñando
que te soñaba
se
alzaba mi tiento,
acaso
yo no estoy durmiendo,
necesito
la superficie
de
los guerreros alzados,
represalias
de caras muertas,
salta,
salta mi abismo,
este
es el sonido de mi escopeta de cristal,
esta
clase es de fantasma,
vivo
si yo escribo,
parco,
tibio mi Dios de mis Dioses
solo
entre estas cuchillas de gentes,
inmortalidad
asolada descendiendo
entre
sombras de oscuridad madre,
cuando
todo indica
que
la oscuridad te supera,
no
hay soledad asesina,
porque
me gusta hasta mi cuerpo,
en
este otoño
que los ocres
lucen
el suelo
y
llega el reverdecer del cielo,
en
pie llegó el
momento
y
atravesar este viento todo lo que siento,
hasta
ser de la vida
el
victorioso esperpento
que
acuchilló su osadía.
El
Castellano
OSADÍA EN
TRAJE:
Aguzaré en ramas
de viento,
que la solaz, yaga en mi intelecto,
atravesaré con mi plomo,
cada siembra que mi ser derrama,
hasta volverla metal noble
de postrero envejecimiento,
quiero la apreciación
quiero la insignia
de este mundo que escapa
que huidizo deletrea
su énfasis de costumbre cómoda,
yo no soy de ojos cualquiera,
así el fuego me resquebraja
la hoz y el martillo
clavado en la esencia del pueblo,
no tengo superior ni inferior ni igual,
debate mi Dios entre las sombras,
si dotar a mi esfera de un poder que convenza,
y consuma en retina ajena,
siglos dormidos de fuste y escarchas de parpadeos,
no nací para este social mundo,
podéis quedároslo,
mis pensamientos ojalá
algún día solo le importen a mi vida,
y la boca de los seres cierre
y abra sólo la Sabiduría
que tierna, yerma y estática
avanza entre torres de tierra de las que vengo,
los juicios todos queden vanos sin ella,
esta es mi vida que me sujeta,
que vence y plena
desangra de la estrella su pestaña,
un soliloquio que hablo solo,
y sí mundo de cabezas de grama
estoy satisfecho
porque amo mi destino,
que si nazco no le cambio,
a la bastarda opinión decrezco,
cuál el ojo único,
cuál el listón que tumbar,
se siente si le gusta a mi Narciso
es mi poema perfecto,
tenga el fuste y de belleza inciso,
cabalgar mi estaca porque valgo,
no como vosotros que miráis
únicamente lo que tengo,
tengo esta vida esta pluma de tinta infinita,
y a ver quién me alcanza,
quien detiene mi latido de sangre y tierra,
que seguirá escribiendo hasta que muera,
ser mejor que este silencio es mi meta,
y recuerde este tiempo bastardo que nada detiene,
y otorga como arrebata,
mis guerreros en pie,
a formar azadas del bien,
marchen mis cuchillas de recuerdo,
por acabar con desquicias funestas,
fundirá mi aliento por escalas con el cielo,
mis castillos en el aire,
dirán de verdad siempre vive
y vivirá este Castellano,
derretido el cuarzo
gemirá el tiempo terminando este mundo
como todo termina
incluso el latido
final feliz no puedo dictar en sentencia
a esta esfera,
leyes naturales existen
como diosas certezas,
finalizo este escrito sin tristezas,
me pusieron en su sitio bellezas,
desafío a lo que me rodea
a desnudar si es verdadero
porque eternamente solo
que mal acompañado,
salto, salto, santo mi abismo,
entender que nazco con cada poema
puliendo sombras,
hasta hablar por tuberías nacientes
de mis cauces de sangre,
lo siento mi Sol
mi inspiración será mejor
que la envidia que corroe,
que la competencia de mi suerte
solo una razón
porque busco ser perfecto.
Lit et summun canae.
El más viejo de la vetusta.
El Castellano
Luna
trece:
Luna plateada de mi cielo,
en
las noches
voy
a tu encuentro,
pero
te escondes
entre
bloques
de
hormigón y
cemento.
Quiero
verte,
pero
incluso te escondes,
por
las violetas ramas.
Mas
los dragones,
del
cielo sonámbulo
te acarician.
Cielo
obtuso,
de
sueños
fluorescentes,
tú, de
color líquido,
solo
templado
con
miradas intermitentes,
por
el tiempo de espera angosto.
El
murciélago
baila
con
el colchón de
tu luz,
rasgando
sombras,
para
reposar siendo una más.
Oscura
nebulosa de tu vítreo
trasluz dime,
por
qué te
siento incluso estando solo.
flores
opaco reflejo
de
luz violeta
incluso
de noche;
artifficie
luzzae.
Lucero
de ciudad,
rompiendo
la obscuridad.
La
noche se detiene
para
sentir que estás
conmigo
otra
vez más,
recuerda
que
tus ojos tienen sangre
recuerda
el viento
que
aúlla
mi nombre
recuerda
la luz que tiembla
y
cruje la noche en las pupilas
recuerda
que me hablaste
de
amor en el tiempo
que
cae muerto
que
pactamos con el hielo
la
vuelta del invierno,
recuerda
cada latido
de
oscuridad
que
llama a tus venas de humo
recuérdame
en la eternidad del beso,
en
cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda
que vivo para ti
dando
voz a la soledad asesina,
la
flor vive soñando
que
fue mariposa y abeja,
vive
durmiendo la semilla
enamorada
de la tierra
para
despertar
y
enamorarse del sol,
clávame
estas nubes de sangre
en
el hierro de mi destino,
se
me negó la
luz
encadenada
a esta tierra sin cuerpo,
solo
tú me
sientes
en
este camino
que
no lleva retorno
solo
espiral anhelada de renacer
el
tiempo ya no nos puede sostener
camino
buscando el frío
en
este calor que quema el alarido,
te
encontré
perdido
hoy
vives un amor
que
sientes soplándote
al oído,
en
la puerta del infierno caído,
te
casaste con la luna
que
reinaba en tu corazón,
al
viento le diste voz,
a
la lluvia la nombraste
lágrimas
de mi ayer,
le
diste ojos
a
la sombra para mirar,
la
espina caía
herida,
la
caricia retornó a
las polillas,
la
vida marcha deprisa
cuando
abras los ojos
ya
todo habrá
cambiado
solo
encontrarás
que seguiré a
tu lado
aguardando
tu otoño
y
la caída
de tus hojas,
esperando
que seas mi acompañante
en
los siglos y milenios
que
nos condenaron,
encontrarás
esta sed del cielo
en
cada silencio muerto,
en
cada raíz
que
grita en su tierra
toma
de la vida lo que quieras,
siembra
tu aliento
en
cada tierra,
tú
todo lo tienes
yo
solo soy una fantasma
que
sólo tú
ves.
El
Castellano
HEMATÍES:
Recto metal pudiente,
rige directriz
en este mundo de espejos irascibles,
de avaras ondas líbicas
que sedujeron el troquel
de mi soporífera piel.
Bajo tus compases desnudos
de pureza indómita.
Ojos flamígeros
con verde intransigente
desdoblado oasis
al candor escalado
en llamas, en escalas a tu fría luz.
Crestea el ser de espuela,
adoraciones férreas,
dispuestas en lágrima del fuego,
voy al nido de tus sombras
mi parra ya afilada bajo sombra madre
enhiesta dirige mi compostura
armada de pulcro silencio.
Desnudo en la penumbra
mis ojos limando
tu tenebroso violín,
parca mi destino,
ensombreciendo, anidando
este mi cariño dispuesto,
suave,
extensión del sórdido plano espectral.
Voy ya por mi nube rígida
densa tu oscura sedienta sangre,
reguero inmutable,
avanza la densa lencería de tu belleza,
no, no desvanezca tu honda mirada,
así me gusta a mí.
Senderos exterminados
que quisieron imponerse
sin tu querer.
Alojo la turquesa que te reflecta
mi cristalina musa,
solo ante el mundo
¿Y qué?
acaso osa compararme lo rodero,
transmigro mi ser en digna crisálida
fortificada,
buscando renacer
en colmena de esencias,
estoy cayendo
acaso no quiero,
subir descendiendo el generoso placer.
Sostenme aparte
donde nadie pueda verme,
seré tu suerte.
Herejía dulce saberte,
guiando mis abrojos
que me preceden,
me gusta saber quién eres.
Hematite cuando coagula mi sangre.
C1 castellano
Ocaso
florido:
Por
la solariega vega del alma bullo,
jamás yo
de sus brillos acrisolados
rehuyó,
yo
que en fiel hueso calizo me siembro,
y
crepito con su Sol mayor,
voy
hecho de lluvia
del
páramo
su desventura,
las
mentiras son erróneas
de
todas mis caricias al cielo abierto,
la
noche que empieza a sonar a mi Vera,
mantengo
la quietud en alabada
sombra
engalanada,
cae
mi vida y de nuevo te siento
cerca
muy cercana,
en
tus campos nazco como hombre nuevo,
soy
el crujido en tu ventana,
fiel
abeja que a tu flor regenta,
enamorado
suspiro de viento,
tu
fiel sustento,
marco
inamovible del desespero,
verbo
y adjetivo de solar afán
en
primavera que corre y lleva,
que
abre y desgasta,
mi
verdad que eres real,
y
no un aliento de humo
dame
una salvación,
y
de la arista un primor,
en
este solar muéstrame
lo que pasó,
quiero
ser aullido de viento,
solar
empeño en
tu piel canela,
dame
vida que yo iré a
tu vera,
una
tentación
que espera,
no
hay miedo a esta hoguera,
este
mundo habitado por fantasmas
de
la gran ciudad,
me
cuelgo en sus faroles
en
alas de murciélago
vivo,
hago
entender
a
este cielo de tijera descienda
su
violeta pintado de Malva-Luna
clamando
la vuelta de su fugitivo ocaso,
sin
soles lejanos,
héroe
del norte de tu boca,
mi
cálido
corazón
hirviendo
con
tu alzado amor,
mi
beso de azahar que te necesito,
siente
mi vuelta y su retroceso
a
nuestra estrella,
no
estoy perdiéndome,
me
gusta tu hablar, me gusta tu respirar,
estoy
dispuesto contigo a soñar,
estoy
viendo al hombre mirar a otro hombre,
estoy
haciendo de la bruma parir una sombra,
el
hoy no entiende de vender a este anónimo,
le
necesita para conquistar el mañana,
haciendo
la línea
que separe,
ven
amor toma mi mano
deshacemos
nuestros pasos al andar,
acunando
campos de lirios,
déjame
nacer bajo la luz del Sol,
mi
respiro que mandó al
cielo,
cruza
conmigo la era,
estallando
esferas,
hasta
que nuestro cuerpo brote en flores,
por
los pétalos
de nuestras caricias
deshojadas.
El
Castellano
Relato Sangre yerta:
Capítulo
primero:
Era
una noche oscura de diciembre,
daban
las tres de la madrugada
en
el reloj de la iglesia del pueblo,
caía
una helada de invierno,
y
en el cielo reinaba una luna llena de invierno,
ella
dormía en
su habitación
cobijada
con dos mantas,
la
luz de aquella luna iluminaba la penumbra de su cuarto,
como
una sombra de piel pálida
se posó
en
el alféizar
de su ventana,
con
cautela deslizó el
cristal
y
sigilosamente entró
en el cuarto,
podía
oler la sangre de su cuello que dormía,
puso
su mano helada en la boca de aquella chica,
que
abrió sus
ojos y solo alcanzó
a ver dos colmillos
relucientemente
blancos,
el
miedo paralizó su
cuerpo.
Sintió un
escalofrío
helado subiendo por su cuello.
Sobre
este cielo, reina mi amor quieto,
sobre
los vientos y mis nubes de versos,
clava
mi colmillo tu cuello,
bebe
hasta saciar la sed de mi adentro,
te
descubro al vuelo nocturno
y
su dama de oscuridad violeta,
pasado
de un pasado que nos hacía
brillar
en
el marco de la ventana al acecho,
lento
pierdes el sentido,
vas
sintiendo entrar tu nueva vida,
la
antigua solo te crea nostalgia y rabia,
te
adentra la mente al reino de la sombra,
tu
sed se vuelve intensa,
sientes
vacías
tus venas,
te
levantas con la luna, duermes con el sol,
soñando
quien te mordió,
las
polillas y murciélagos
son tus compañeros,
te
mudaste de morada
a
ese túmulo
perdido y olvidado,
donde
reposaban guerreros antiguos,
solo
la sangre te despierta,
acechas
en tu oscuridad compañera,
la
oscuridad es más
fuerte que tu alma condenada,
cambiaste
tus vestimentas por una capa negra,
que
esta noche se verá en
rojo manchada,
tu
interior lo sabe tan bien como tú,
al
acecho, así sea
una rama, o una ventana,
te
despiertas fría
cada noche que revives tu pesadilla,
no
hay lugar ni bar donde calmar tu sed,
solo
el cuello de víctimas
al anochecer,
la
compasión y
bondad solo huyó de ti,
solo
vive esa sed en ti de tener sangre,
solo
una condena te marcó,
para
todos y cada uno de los siglos que te vinieron,
algunas
noches quedabas saciada
y
no rematabas a tu víctima
solo
la clavabas tu condena en su muñeca,
y
vampiro la volvías,
tu
capa con los decenios ya parecía
más
rojo granate que negra,
te
gustaba oler aquella sangre seca y recordar
cada
grito y soñar
con tu embrujo
y
como venía a despertarte,
algún
vampiro convertido
bajo
tu colmillo,
tosías
con espanto, el frío
y la humedad,
se
apoderaron de tu morada,
aquel
túmulo,
no tenía
ninguna criatura de sangre sana,
las
polillas y murciélagos
volviste vampiros
para
tu diversión,
sentiste
miedo, tu noche pasada cuando tuviste que matar
un
cazavampiros, inexperto.
Los
tiempos no entiendes,
como
la gente, cambió su
superstición,
por
materialismo salvaje,
y
a los vampiros como tú
mandaron a la fantasía
y a la literatura,
tu
única
realidad solo la entiende el demonio,
y
a una bruja invitaste a tu morada,
ella
te trajo un regalo, pero no permitió que la mordieras,
y
hoy extraña te
sientes con una amiga mortal
que
cura tu soledad y tu condena.
Era
viernes, ella ansiosa esperaba la llegada del sábado,
a
las tres de la madrugada había
invitado de nuevo a su hogar
a
su amiga mortal,
ella
quedó en
traer comida y su puchero,
ella
esperaba llegada la noche del sábado
con
ansiedad y nervios,
como
si nunca hubiese conocido a su amiga,
sentía
una extraña sensación de
deseo al mirarla,
le
caía
saliva por sus colmillos al mirar su cuello,
se
prometía a
sí
misma no morderla,
pero
su naturaleza la torturaba cada vez que la veía,
aquella
bruja guardaba un secreto,
sus
visitas eran interesadas,
quería
pedirle a su amiga vampira
un
favor que ella no podría
rechazar una vez conquistado su aprecio,
ella
le pidió
aquella noche que se deslizase en la noche
y
volase para morder y matar a tres enemigos de aquella bruja,
los
tres hombres que denunciaron a la inquisición a su madre
y
ella quedó huérfana
cuando quemaron a su madre bruja
en
aquella hoguera de la plaza del pueblo,
lo
que la inquisición no
sabía,
que
aquella bruja que quemaron
ya
estaba muerta y condenada
pues
vampira era,
y
el fuego nada la hizo,
vivió en
la sombra atormentando a los aldeanos que la creían muerta,
y
ella misma fue quien mordió
y convirtió en
vampiro a la a la que ahora
es
la amiga vampira de su hija.
La
vampira sin poder renegar de su naturaleza
pidió un
precio elevado por su trabajo,
y
ese precio fue
que
la bruja dejara y permitiera ser mordida por sus colmillos
para
ser amigas eternamente siendo vampiras ambas,
la
bruja aceptó su
nuevo camino y nueva vida
haciendo
su pacto de sangre aquella noche con la vampiresa.
Ella
llevó un
puchero de sangre aquella noche,
sangre
de animales cazados en el bosque,
solo
consiguió despertar
el apetito de su amiga vampiresa
el
acuerdo estaba hecho,
y
hasta que no matase a esos tres inquisidores no podría
morderla el cuello,
se
quedaron platicando hasta el amanecer,
y
entonces su amiga se fue a su ataúd a dormir hasta la noche siguiente,
al
despertar la noche del domingo
una
nota en tinta escrita encontró,
quería
los ojos de sus enemigos en un tarro,
a
sí
quiso y a sí sería,
aquella
noche, se puso sedienta,
corría veloz
como una sombra más,
el
cielo corría un
helor muerto,
y
una neblina que cegaba hasta el sentido más despierto,
era
la noche más
siniestra elegida para cumplir su encargo a su amiga,
tenía la
dirección
apuntada con odio
de
sus siguientes víctimas,
tenía
ansiedad por arrebatar aquellos ojos y dejar vacías aquellas venas,
se
coló a
través de
la ventana abierta de la recamara y despensa,
de
aquella casa lujosa de clérigo
de víctima,
ya
olía su
sangre mientras avanzaba el pasillo,
una
luz de una vela la alertó
algo
iba mal,
encontró al
inquisidor durmiendo con un ojo abierto en una mecedora,
una
ballesta cargaba en la mano de lo paranoico que era,
vió la
sombra de la vampiresa, y se hizo el dormido,
cuando
ella sacó sus
colmillos relucientes aproximándose
al acecho,
abrió los
ojos el cura y disparó
su ballesta,
la
vampira rápido
y veloz saltó y
se enganchó en
el techo frío,
al
segundo después ya
tenía
ensartado el cuello de su víctima,
que
este maldecía
asfixiándose
en latín
antiguo,
a
cada oración más
rabia sentía
aquella criatura de la noche,
clavó sus
colmillos en los ojos,
y
de un mordisco los escupió
en el tarro de cristal,
a
continuación,
tachó el
primer nombre de su lista
con
unas gotas de sangre fresca,
minutos
después ya
se encontraba volando
hacia
la morada de su amiga bruja en el bosque
tocó a
su puerta, ella contestó
con dulce voz,
amiga
te esperaba temía
que algo te hubiese pasado,
abrió la
puerta y la invitó a
pasar,
Ven
siéntate,
brindemos por esta noche siniestra tan bella,
la
vampira sonrió tenebrosamente
luciendo sus colmillos manchados en sangre
agudos
como agujas,
veo
que mucha hambre no tienes amiga jeje,
al
momento sacó de
la capa el tarro con aquellos ojos frescos
con
el nervio óptico
intacto y el iris tenebrosamente en color,
como
si aquellos ojos siguieran con vida,
uno
menos gritó
alegre la bruja,
te
amo le dijo a la vampiresa,
yo
te amo más
contestó la
vampiresa
al
tiempo que caían
gotas de saliva por sus colmillos,
le
encantaba desnudar el cuello de su amiga con sus frías
manos
a
modo de caricia tierna.
Te
faltan cuatro ojos más
para morderme sobria y parca respondió,
lo
sé, mañana
más
pronto que tarde los tendrás,
al
tiempo que observaba como la bruja,
abría
una rata con un cuchillo
y
metía
dentro los dos ojos,
a
comer Sombra misina, misina,
apareció
corriendo una gorda gata negra
de
ojos amarillos como de demonio,
ronroneó y
se restregó en
las piernas de la invitada,
que
contestó ¿puedo
morderla?
tan
dulce, tierna y sabrosa que se ve,
No
contestó
medio enfadada
es
mi gata y la amo, igual o tanto como a ti,
está
bien dijo- Cuando seas vampiresa tú misma querrás
morderla
a
esa morcilla peluda con patas llamada sombra,
ambas
rieron y conversaron
hasta
tarde en la madrugada,
ya
va a amanecer amiga tengo que volver a mi túmulo,
no
te preocupes amiga mañana
te hago una visita
para
que me entregues comida fresca para mi gata,
A
sí será
ambas se despidieron con un abrazo tierno de hermandad,
llegó la
vampiresa y se tumbó
en su ataúd.
Despertó a
la noche del lunes con retortijones de tripa
y
una tos espantosa,
presentía
una noche fructuosa de caza,
pues
las polillas y murciélagos
de su túmulo
lucían
sus colmillos rojos,
al
anochecer, está es
la mía
dijo y salió en
busca de la siguiente dirección,
emocionada
examinó la
fachada,
y
vio que sería más fácil
que la noche anterior,
veía
una ventana que daba directa al dormitorio
del
segundo inquisidor,
un
olor a sangre excitaba su sed, y ya sigilosa estaba moviendo el cristal,
una
vez dentro vio col gusto y dulzura su alimento,
un
cura obeso,
que
estaba roncando hartado de vino y carne,
puso
su fría
mano tapando la boca y la nariz del clérigo
e
insertó sus
colmillos en su cuello cual espadas,
siguió
bebiendo una hora larga de reloj
hasta
que aquel corazón
dejó de
latir,
a
continuación,
cercenó las
cuencas de los ojos de aquel inquisidor
con
precisión de
cirujano con sus colmillos prominentes,
escupió los
ojos en un tarro de cristal,
al
tiempo que pensaba
se
va a hinchar esa gata obesa con otra rata rellena de cuatro ojos frescos,
se
fue volando, riéndose,
a su siguiente dirección,
tras
tachar el segundo nombre de la lista,
ya
había
llegado a la dirección,
esta
vez era una casa cuartel con mazmorra,
del
alguacil inquisidor,
no
sabía
que le esperaba sorpresa aquella noche negra y yerta,
abrió la
verja, mordió al
perro guardián
que ya babeaba con sed de sangre,
abrió la
puerta principal que se encontraba rota y crujía,
el
escalofrío de
la emoción
recorría
todo el cuerpo de la vampiresa,
encontró al
alguacil en su lecho ebrio de vino hasta el hartazgo,
esta
vez arrancó los
dos ojos con sus uñas
que
llevaban siglo y medio sin conocer un corta uñas,
contuvo
el grito de desgarro metiendo la esquina de su capa
hasta
el fondo de la garganta de su víctima
depositó los
ojos en el tarro
y
bebió
hasta quedar con dolor de tripa,
al
ver que el corazón
del ciego alguacil dejó
de latir,
saboreó un
extraño
olor de sangre reciente y carne gangrenada,
siguió el
rastro hasta las mazmorras
y
descubrió el
horror que las habitaba
eran
las mazmorras de la inquisición
en
ellas descansaban hombres encadenados gimiendo y maldiciendo de dolor,
veintiséis
cuellos, mordió en
aquel lugar,
después de
llenar una bota de piel que antiguamente guardaba vino,
con
sangre de arterías
cercenadas,
ya
tengo almuerzo merienda, vianda, y ten ten pie, para mañana,
pensaba
satisfecha al volar a casa de su amiga,
tocó su
puerta de su casa de bosque
una
voz dulce contestó
ya
va cielo,
al
abrir la puerta a su amiga desnuda contempló,
estaba
haciendo un aquelarre y tenía
un extraño
olor en la entrepierna,
estoy
trabajando contestó
la bruja,
pasa
y acomódate
cielo,
y
en que consiste tu trabajo, preguntó con curiosidad la vampiresa
con
la boca llena de saliva de deseo,
he
preparado un ungüento,
tradicional que conocemos las brujas
para
contactar con el demonio
¿necesitas
ayuda? dijo la vampira,
no
tranquila,
¿trajiste
la comida para sombra?
así es,
contestó
orgullosa,
bien
sacó una
rata de un almanaque y la abrió
en dos,
aquí
tienes amor
a
continuación,
metió los
cuatro ojos de relleno.
Sombra,
Sombra
Misina,
mis mis,
tu
cena cariño,
salió corriendo
con dificultad por estar obesa aquella gata negra de ojos amarillos fijos,
se
sobó en
las piernas de la amiga invitada y ronroneó de nuevo,
estás
contenta e sombra, le has cogido cariño a mi amada amiga,
miau
contestó la
gata y se puso a comer la rata rellena de ojos sangrantes,
terminó la
rata entera, y se quedó
durmiendo en su alcoba pequeña
llena
de pelos, y raspas de peces del río y plumas,
esa
hasta mañana
no despierta dijo la bruja riéndose
a carcajada siniestra,
trato
completo, debes pagar el precio del acuerdo
dijo
la vampiresa,
está
bien contestó la
bruja,
que
se untaba un ungüento
con aroma a sabia y a yedra en su entrepierna,
¿Qué
lleva eso? preguntó
asombrada
pues
bien lleva mandrágora,
yedra y daturas de estramonio, machacadas a mortero,
Am,
y
eso qué
efecto tiene,
ayuda
en la adivinación,
y
llama al demonio con mi plegaria de odio,
está
bien,
te
ves rica y deliciosa a sí
desnuda,
si
fuera hombre esta noche te hacía
cinco hijos,
la
bruja río
para sus adentros,
está
bien estoy lista,
inclinó la
cabeza mostrando su cuello desnudo a la vampiresa,
se
levantó de
la mecedora
reluciendo
sus colmillos
pasó la
lengua por el cuello de la bruja
y
le susurró al
oído,
dame
tu muñeca,
para
que seas vampira tu corazón
no bebe pararse
ni
quedar sin sangre,
acontinuación,
mordió su
muñeca,
cerró la
ventana y aquella noche se quedó
en casa de su amiga,
amaneció y
se durmió en
su cama abrazada a su amiga aquel día frío de invierno,
llegó la
noche del martes,
abrió sus
ojitos, emocionada vio que su amiga bruja
que
ahora era vampira estaba bebiendo con ansias toda la sangre de aquella bota
que
llenó en
las mazmorras de la inquisición,
se
acabó la
sangre,
y
más rápida
que un rayo la vio mordiendo una pata de su gata,
estaba
segura de que tu gata correría
tu misma suerte
ambas
rieron plácidamente,
toca
tu primera noche de cacería
amiga,
vamos,
vamos dijo emocionada,
al
alcalde quiero esta noche por cabrón,
está
bien, chuparemos las sangres del alcalde,
treparon
el castillo donde vivía
entraron
por su ventana y cada una eligió
un lado del cuello,
ambas
bebieron del cuello del alcalde hasta quedar saciadas,
volaron
a su refugio,
y
la vampiresa le suplicó
a su amiga bruja vampira
que
se mudase a vivir con ella a su túmulo y que la daba permiso para llevar
allí
también
a
su gata obesa vampira,
pasaron
la noche platicando de cacerías
y nuevos objetivos,
con
la gata mordiendo murciélagos
más
grandes que ratas
y
ronroneando al lado de su dueña,
llegó el
sol y se tumbaron en sus respectivos ataúdes,
esperando
con sed su nuevo anochecer eterno.
Fin
Primer Capítulo
Segundo
capítulo
que trata del amor que surge entre las dos amigas:
Erase
ya un miércoles
nocturno, negro y yerto,
la
niebla dibujaba las tinieblas siniestras,
se
podía
respirar la humedad en el ambiente,
aunque
los caracoles por ser invierno todavía no caminaban por la hierba húmeda,
platicando
se encontraban en el túmulo
las dos amigas,
debatiendo
la cena,
-Hoy
amiga quiero que me consientas,
hay
un hombre del pueblo que no me pagó mi trabajo de bruja
no
me pagó,
la
muerte del hombre al que debía
dinero este señor,
me
costó desplomar,
escalando montañas
para conseguir
aquellas
yerbas y el sapo pa’
abrir y meterle el nombre
pa’
trabajar aquella muerte,
de
acuerdo le chuparemos la sangre a ese moroso
¿Dónde
vive?
-A
las afueras del pueblo,
tiene
una granja donde cría
gorrinos para vender en el mercado,
está
bien iremos, pero me prometí
a mí
misma no morder más
animales,
su
sangre me da retortijones y empacha,
vale
solo le vaciamos el cuello,
y
a su esposa también
por maruja, chismosa.
La
noche del miércoles,
se
tornaba larga y deliciosa para las dos vampiresas,
ya
volaban como dos sombras en aquel cielo nocturno con niebla,
llegaron
a la granja,
los
gorrinos roncaban,
bueno
una gallina no sienta mal a la tripa espérame,
una
no fue suficiente mordió
veintitrés
gallinas hasta tener retortijones,
abrieron
la ventana de la habitación,
y
allí
estaba el deudor roncando en el lecho con su esposa,
¿ves
que tiernamente siniestro se ve nuestro trabajo?
Si
mi cielo,
una
mordió el
cuello del hombre otra el de la esposa,
algo
macabro resultó
aquello,
de
repente la boca de la mujer que dormía empezó a brotar sangre,
la
vampira inexperta bruja había
hincado demasiado hondo sus colmillos
perforando
la garganta de su víctima,
que
bruja eres contestó
riéndose
al
instante estaba chupando la sangre de la boca,
para
no desperdiciarla,
tenían
las dos bocas juntas las dos amigas,
y
una extraña
sensación de
nervios sintieron las amigas,
en
la oscuridad la boca de una llegó
a la boca de la otra,
y
con la sangre empezaron a besarse con pasión y deseo,
aquello
les daba más
placer según
pasaba el tiempo,
el
corazón de
sus víctimas
ya no latía y
decidieron volverse al túmulo
de su vivienda,
allí
hablaron larga y tendidamente como si nada hubiera ocurrido,
pero
ambas amigas sabían
que habían
sentido placer en aquel macabro beso de pasión
ya
empezaba a asomarse el sol,
y
se metieron en sus tumbas,
aun
estaba la luna en el cielo y apenas eran las cinco de la madrugada,
aún faltaba
hora y media para que saliese el astro rey,
se
dieron el besito de buenas noches y se acomodaron en sus respectivas tumbas,
te
huele el aliento a gallina amiga
jajaja
es broma no te enfades, te quiero,
yo
también
que descanses bruja,
hacía años
que no hacía
trabajos de bruja, pero amaba que su amiga la llamara bruja,
aún
podía
sentir la nostalgia de su vida pasada en su ser,
buenas
noches amiga hasta esta noche,
yo
también te
amo,
en
la oscuridad del túmulo
habitado,
se
oyó una
tapa de ataúd
crujiendo al abrirse,
amiga
amada puedo dormir este día
a tu lado,
es
que la oscuridad me da miedo dijo riéndose siniestramente,
ven
bruja te hago un lado en mi ataúd,
las
dos juntas allí
durmieron en la misma tumba besándose
toda la noche
y
acariciándose
sus piernas,
besándose
y haciendo pequeños
mordiscos mutuos en sus vaginas,
ambas
acordaron al llegar la noche del viernes,
que
dormirían todo
el invierno juntas en el mismo ataúd,
la
gata negra de ojos amarillos sombra tenía muy mal aspecto había
engordado 7 quilos
de
beber noche tras noche decenas de murciélagos hasta dejarlos vacíos,
así en
amor y ternura pasaron el invierno frío
hasta
que una noche de mayo ya se encontraban en su primera primavera sangrienta
que
el amor y la sangre altera.
FIN
DEL SEGUNDO CAPÍTULO
CONTINUARÁ
Tercer
capítulo
Que
trata sobre el encuentro con la madre de la bruja vampiresa
Corría una
noche de primavera en aquel pueblo maldecido,
por
las criaturas del averno y su muerte sedienta,
despierta
bruja, ya es de noche,
ahi
no que sueño, me
siento como si no hubiera comido en una semana,
mira,
mira ha crecido una seta enorme al lado de nuestra tumba,
ajá es
una macrolepiota tóxica,
con
ella hacía
venenos de encargo cuando era bruja,
ahí
cuando yo era bruja,
qué
vida, más
perra esta,
he
acabado
durmiendo
con una vampira siendo yo misma otra vampira,
bueno
estamos y somos felices y comida no nos falta,
tienes
razón
pero como sigamos a este ritmo vamos a beber a todos los del pueblo
y
nos reclamarán
comida decenas de vampiros hambrientos,
bueno
entonces iremos a cazar esta noche al pueblo vecino,
hay
unos cuellos que duermen alegres el sueño del gorrino
esperando
el san Martín de
nuestros colmillos.
Si
te soy sincera, el pueblo vecino corría de leyendas,
que
estaba condenado y maldito por demonios,
a
si es beberemos sangres tres veces más ricas de personas poseídas,
amén a
sí
sea, te aviso que esos demonios duermen despiertos,
no
me metas miedo,
los
demonios siempre son amigos de las brujas,
diles
que te dejen morder su cuello a ver si son tus amigos,
deja
el sarcasmo,
soy
valiente y fuerte y tengo hambre.
Venga
vamos, espera que le cojo un murciélago a mi gata sombra,
con
tanta sangre de murciélago
va a coger una cirrosis tu gata obesa,
o
una diabetes, -Que va esta solo con los huesos fuertes, no está obesa,
sí, sí lo
que tu digas,
vamos,
ya
estaban volando juntas aquella noche de primavera,
llegaron
al pueblo vecino
y
se encaramaron a una ventana que estaba iluminada con luz de velas,
mira,
que mal rollo ¿ves
eso bruja? ese cura da más
miedo con ese crucifijo que un cazavampiros,
esperemos
que este de espaldas amada y le ensartamos el cuello,
vale
a sí lo
hicieron,
de
un zarpazo tiraron el crucifijo del cura al suelo,
que
se encontraba en medio de un exorcismo,
lentamente
la sangre del religioso dejó
de brotar por su cuello,
lo
hemos dejado seco, vamos a por el poseído
de
repente contemplaron asombradas como el poseído se doblaba y retorcía
para
balbucear sus últimas
palabras,
tu
madre que condenaron a la hoguera además de ser bruja era vampira,
y
sigue alimentándose
en la oscuridad y la tiniebla,
para
puede que este pobre diablo tenga razón,
puede,
pero ya conoces al demonio que te cuenta la mentira más
bonita
como
que hay cerdos con alas de murciélago
que
vuelan y son vampiros,
tranquila
que si es cierto
puedes
comunicarte con tu madre mentalmente y ella vendrá a verte,
escucharon
un chirrido en la ventana mientras vaciaban el cuello del poseído,
mira
una vampiresa como nosotras,
Madre
eres tú,
si
hija soy yo,
te
he echado de menos todos estos años
vigilándote
en la sombra,
te
echo de menos también
te
amo madre,
veo
que ahora eres vampira también
si
y acabé con
los tres hombres que te quemaron en la hoguera,
esa
es mi hija
siempre
supe que tenías
un corazón de
guerrera,
tengo
que irme hija perdóname
por hacerme pasar por bruja quemada,
no
te preocupes mami, siempre supe que volvería a verte.
Nosotras
también
nos vamos ya pronto saldrá
el sol.
FIN
DEL TERCER CAPÍTULO
CONTINUARÁ
CUARTO
CAPÍTULO
Que
trata sobre la visita al túmulo
del vampiro ermitaño
Miguel, y la boda de las dos amantes vampiresas.
Corría
una noche lluviosa de mayo,
cuando
de repente tocaron a la puerta del túmulo,
las
dos vampiras se encogieron del sobresalto llevaban dos décadas
sin recibir una condenada visita,
abrieron
con cautela la puerta,
¿Quién
llama? Preguntaron.
.
Soy el ermitaño
Miguel, aquel que vive por los siglos en la cueva del monte del reguero del
gato.
Pase,
pase bienvenido sea llevamos mucho tiempo sin una visita cochinera,
adelante
mi casa es su casa,
póngase
cómodo,
que le trae a bajar de su montaña,
Os
cuento que llevan decenas de siglos mis barbas bebiendo la sangre por mí,
vengo
aterrado de estar enterado que un cazavampiros llamado Juan Belmonte
ha
llegado al pueblo a investigar los ataques de nuestra amada familia,
que
el demonio la guarde en su seno y morada,
vengo
a ponerlas en aviso que no salgan a cazar solas,
ese
cazavampiros tiene los huevos mu gordos
y
ya a pasado cepillo a siete de los nuestros,
las
invito a cenar mañana
a ambas a mi cueva para dialogar sobre el asunto,
no
quiero ver desaparecer a mis dos amadas vecinas que espío
cuando me aburro
y
se comen la boca y las piernas con deseo y lujuria,
pero
bueno ¿no
le han dicho que espiar está
muy feo?
Perdonadme,
pero con tantos siglos uno ya se vuelve un poco verde,
no
se preocupe con gusto iremos mañana
a la noche,
de
acuerdo las espero ansioso,
y
cuidado con los caminos de la noche,
con
esa estaca de Juan Belmonte.
Cuidado
tendremos, nos vemos mañana,
chupe
cuellos en paz
igual
deseoso de gusto las espero para tomar un cafelito y un vinito de sangre,
hasta
una gitana vieja me hizo una canción la del probe Migue
pero
soy tímido
y solo la escucho cuando estoy triste,
llegó la
noche de la cena esperada y las vampiresas fueron a la cueva del reguero del gato
con
su gata sombra,
bienvenidas
sean a mi humilde morada, pasen, pasen,
más
guapas y no despiertan esta noche,
jaja
sí, el
amor nos tiene con piel de lechuga y picores diurnos,
eso
es bueno,
bien
de cenar hay gorrino vivo a chupar, sopa de rata de agua,
y
la panadera del pueblo recién
secuestrada,
se
veía
bien dulce y sabrosa aquella panadera amortajada con unas bragas rojas en la
boca,
la
rata para mi gata sombra que está
a dieta,
de
acuerdo iré
sirviendo un vinito de sangre gran reserva traída de las mazmorras de la
inquisición,
serviré de
tapa lenguas humanas estofadas,
que
rico y sabroso huele que alimenta,
ya
va espérenme
sin salir volando.
Se
hartaron a cenar y a beber, una extraña sensación de deseos, sintieron
ambas vampiresas
por
aquel ermitaño simpático
y risueño
llamado Miguel Capote,
antes
de un parpadeo estaban en su lecho desnudas bajo su embrujo,
cosa
cierta porque aquel vampiro era brujo druida,
hicieron
el amor con pasión y
lujuria toda la noche,
y
acordaron casarse las dos con aquel ermitaño misterioso,
pasaron
aquellos tres meses tres días
y tres horas
de
prometidos cazando y alimentándose
juntos
hasta
que llegó el
esperado día
del casamiento,
fueron
de invitados, el conde Drácula
de Transilvania su esposa Anacleta su sobrino Dante Romero,
un
ciervo, un centenar de vampiros murciélago, polillas vampiras de los 3
continentes malditos,
duendes
oscuros, hadas asesinas, basiliscos y demás criaturas del averno,
sonaba
el flamenco y corría
la sangre fresca por doquier,
el
otoño
siguiente vivían su
vida de casadas las dos vampiras amantes
eternamente
enamoradas y sedientas de sangre.
Fin
del cuarto capítulo
CONTINUARÁ
Quinto
y penúltimo
capítulo
El
amor eterno y desenlace
Trata
sobre la lucha contra el cazavampiros Juan Belmonte y la adopción de
un niño
vampiro rumano:
Caía ya
una noche lúgubre
y cálida
de junio,
se
podía
sentir un hedor muerto en el ambiente,
las
vampiresas se encontraban alimentándose,
estaban
en la granja de un aldeano del pueblo,
este
estaba obeso y sano, de alimentarse de tanto puerco y gallina,
ambas
tenían
un extraño
presentimiento,
como
si algo no fuese a salir bien aquella noche,
sentían
otra presencia en aquella granja,
y
a sí
era, al salir de la granja,
se
encontraron con el cazavampiros Juan Belmonte,
que
llevaba una estaca en la mano derecha
y
un brazo musculoso,
se
quedaron paralizado con aquel cazavampiros,
como
si hubieran visto un fantasma tres veces muerto,
de
repente se escuchó un
fuerte disparo,
y
el cazavampiros Juan Belmonte cayó desplomado,
se
trataba del ermitaño
Miguel
que
había
acudido al lugar con una escopeta
intenta
dejarme de nuevo sin esposas malnacido
desde
la tumba, después,
Miguel
se encontraba mordiendo el cuello del cazavampiros,
que
se estaba retorciendo como un gusano
en
el suelo tras recibir aquel disparo,
ese
es nuestro esposo dijeron las dos vampiresas aliviadas.
Caía ya
larga la noche,
y
nuestras amigas descansaban en su túmulo platicando,
aquella
noche de junio había
sido muy intensa para las dos,
que
ya se encontraban en una tumba juntas
besándose
con pasión y
lujuria,
llegó la
noche siguiente a aquel pueblo maldito sin nombre,
las
dos vampiresas se encontraban apenadas,
a
ambas se les había
pasado ya el arroz
y
a su edad jamás
podrían
tener hijos,
tras
pensarlo largo y detenidamente
decidieron
adoptar un niño
vampiro,
llegaron
a la decisión de
que adoptarían
al pequeño
vampiro,
famoso
por sus libros infantiles,
aquel
pequeño
vampiro era de Rumanía
y
se llamaba Rudiger,
fueron
al juzgado vampiril rumano,
y
tras unas largas burocracias tenían
los papeles de la adopción
en su mano,
tuvieron
que sobornar al juez rumano
para
conseguirlo,
le
regalaron seis botellas de sangre de vino gran reserva añeja,
y
una maleta con el cardenal de la inquisición española
Bartolomé
Diaz Espartaco, se lo regalaros en una maleta de hierro,
con
cerrojos y murciélagos
grabados,
aquella
maleta tenía
agujeros a modo de respiradero.
Ya
tenían
al pequeño
Rudiger en casa,
y
fue la mayor alegría
de su existencia,
jugaron
al endemoniado y al ahorcado,
y
salieron a cenar y dar un paseo nocturno,
el
verano estaba llegando a la aldea maldita sin nombre,
ya
pronto serían
las fiestas del pueblo.
Fin
Del Quinto Capítulo
CONTINUARÁ
Capítulo
sexto, capítulo
final
Que
trata sobre los orígenes
del pueblo vecino endemoniado.
Caía ya
una noche de calor y de grillos una noche de julio,
nuestras
vampiresas se habían
despertado emocionadas,
veían a
los murciélagos
y las polillas del túmulo
gordas y babeando sangre,
vamos
bruja esta es nuestra noche hay comida hasta hartarse y son las fiestas del
pueblo,
sí, sí, sí,
quiero,
¿Me
sacas al baile?
¿Me
llevarás a
bailar?
Pero
bruja somos vampiras, no mortales,
Ya
veo desde hace un siglo y medio largo,
bueno
algo podemos hacer,
le
pediremos a nuestro esposo que deje la timidez y nos ponga la canción
del probe Migue
que
le escribieron,
ni
hablar se escuchó una
voz tras la puerta,
hace
una noche pa’
asar la manteca y no quiero ponerme triste,
por
fa, por fa,
bueno
está
bien pero solo la pondré
una vez,
sonaba
ya la canción en
el gramófono,
Qué le
pasará, qué le
estará
pasando al probe Migue
que
hace mucho tiempo que no sale,
dice
que se ha vuelto ermitaño
en su montaña,
que
de ahí no
quiere más
salir,
allí se hace
su cafelito hasta se toma él
su vinito;
ambas
rieron a carcajada siniestra,
es
preciosa amor,
te
describe hasta la perfección,
bueno
fuera la broma o la quito,
jajaja
no te enfades,
hoy
iremos al pueblo vecino,
algo
oscuro y gordo se está
cociendo allí hay
vampiros poseídos
que
nos están
haciendo la competencia,
está
bien, al rato se encontraban volando al pueblo vecino,
fueron
a la iglesia del pueblo
que
tenía
escrito en la puerta con sangre, pueblo propiedad
del
demonio y Calvin Caín,
tienen
sentido del humor por lo menos nuestros amigos,
si,
sí ya
le entra a uno mal rollo de verlo,
se
escuchó una
voz que provenía
del campanario,
bienvenidos
pasen, pasen
¿Da
mal rollo ves?
se
puede venimos del pueblo vecino
a
exponer nuestro problema vampiresco,
está bien,
pasad y poneros cómodos,
pasaron
a los púlpitos
de la iglesia,
y
bajó del
campanario un vampiro anciano jorobado,
con
la cara rajada,
me
presento soy Odor, jorobado de Notredame para servirles,
como
podrás
ver soy vampiro extranjero francés,
¿Qué les
trae a mi humilde morada?
Pues
bien, últimamente
estamos teniendo problemas con vampiros endemoniados
de
este pueblo que nos hacen la competencia y nos dejan sin alimento,
está
bien se acordará lo
siguiente el invierno y la primavera será la veda abierta
para
los vampiros de vuestro pueblo, otoño y verano
será
nuestra veda para nuestro pueblo del demonio,
las
dos estaciones que tendréis
vedadas tendréis
que ir tirando de despensas de sangre
y
sangre que halláis
almacenado en botellas, barriles y toneles.
Me
parece justo,
una
pregunta más y
nos marcharemos,
¿A qué se
debe tanta presencia del demonio en este pueblo?
Pues
corre la historia que san Miguel ARCÁNGEL
bajo
del cielo en septiembre porque se gastó todos los dineros en licor, casinos y
prostitutas
bajó a
hacer la vendimia como todo buen hombre del señor,
y
aprovechamos para ensartarle los colmillos y volverlo vampiro,
desde
entonces el Arcángel
vive en Transilvania,
bajo
el seudónimo
de conde Drácula
ese es nuestro origen endemoniado,
sin
san Miguel luchando contra el demonio,
cientos
de demonios salieron y se apoderaron de todos los aldeanos del pueblo,
brindaron
en sangre,
y
todos se fueron a dormir pues ya iba a salir el sol.
FINAL
El
castellano
Surco
de alma:
Dentro
de la luz, fuera de la noche
y
su oscuridad que sujeta,
estoy
en el sueño,
estoy
a lomos de mi araña
descubriendo
mi pasado
que
voy dejando atrás,
un
tren escucho desasirse
es
mi existencia
en
tal crujido de sangre y aire
abrirse.
Ventanas transparentes
dejan
mis reflejos ausentes,
busco
por más
noches
en vela de navegante
sin
mar ni final,
yo
amo la virtud
mi
ser desnace en alas quejumbrosas
de
creación,
de
soles por ilusiones,
cumbres
febriles, bosques dementes,
sombras
amadas al acecho,
este
es mi pecho,
resquicios
de árboles
soy
ciprés
soy
guerrero de mí
mismo,
era
o no era, sin abismo,
mi
tardío
cabalgó
estrellas
por
puentes,
ríos y
sus afluentes,
gramas
por sienes descubrió,
un
horizonte perdido
un
mar de cal y canto,
era
esta araña mi
medio de vida,
una
oración,
un ruego
de
que no me abandone,
cristales
rotos brotan un haz de sombras
es
una clase de fantasma la mía,
no
se consumía,
las
mentiras eran erróneas
detrás de
mi escudo
donde
todo arde,
el
tiempo es un saco
nunca
cambia
sólo
cambia su contenido,
una
vez la sombra brotó
de mi carne
sentí su
abrigo de frío
quise
sonar la noche
quise
ser sigilo oscuro,
taciturno
del silencio,
mi
vía
buscaba la luz
para
abrazarla,
me
abrió los
ojos el mundo
desnudando
mi esencia
de
pronto mi bondad iluminó
mi pecho
y
hoy soy dichoso, pleno, completo,
por
saber que soy bueno,
con
esto diferente a mi exterior,
y
no hay mal
que
no sucumbe
a
mi cuchillo de luz
llamado
virtud del justo.
El
Castellano
Carcoma
del sentido:
Araña el
segundo colgado de la pared,
junto
con la pesadilla matutina
que
me hace esquivo y falto de tu piel
naufraga
el barco sin océano
del
rosario que acompañó
años y
años
de
investida locura sin culpa causada
resquicio
tibio, veloz estampa de hiel
cruel
caracol que avanza en un sentido
y
no es volverte a ver
días
cayeron por goteo
tierras
lejanas, sufridas
sin
hueso ni secreto vivido
sol
a sol elevado amor
preso
de aquel día
que fuiste musa del alba
y
las nubes tornaron de color
el
cielo lloró
rocas duras y encogidas
como
este corazón
que hoy te habla sin dolor
avancé
paredes subiendo peldaños
las
puertas cerraron tu vista
el
techo se volvió
universo paralelo
los
fantasmas seguían a
dueto el verso
y
solamente quedo algo por decir
cuadros
de estirada realidad sin cielo
único
demonio interior me habla
dónde
quedó tu
marca
tu
océano
para que navegara
tus
años
que me eran indiferentes
hoy
son cuchillo de tu bien
fuego
vespertino quema la tinta de mi sangre,
sentado
en la silla del destino
mi
valor mi honor lo injusto del sabor,
lo
vivido sin catalogarlo en ofensa
libre
por amor pero para ti otro calificativo,
juicios
ajenos me resbalan
soy
yo como yo he querido
ni
envidio, ni deseo,
ni
quiero la ajena sombra
construir
puentes en mi corazón
escaleras
que lleguen al sudor de la creación
vida
sin vida elevada estima
para
llegar a la cima
que
es que lo escrito
un
ser lo recuerde
y
vea mi mente que arde
por
la voz de acompañante
mujer
ausente.
El
Castellano
EXTASÍA
FUERA DEL TIEMPO:
Operación cero,
preparado
para destrucción
completa.
Temblando
ruido agresivo
supresores
activos,
hostilidad
caótica
controlador
inactivo,
ctrl.alt.delete
mente
eliminada,
extasía
fijada,
dominación
eleva la distorsión;
extinta
clase,
energía
nunca muere.
Raza
real avenga el paso,
controla
el ruido ahora,
real
es terror en el hueso,
juntos:
-Guerra
al error,
guerra
en la boca de locura,
nadie
viene a morir hoy.
Tropas
de la luna
blanden
metal oscuro.
Más
duro que el resto del tributo,
pura
luz sellada;
fase
helada en un, dos, tres segundos;
vidas
en el ojo de una aguja
sistema
sobresaturado
dirigiendo
bajo tierra,
era
del resplandor metálico.
Mortífera
debilidad
perfección
dicta
destruid
el defecto.
Vandalismo
ordena
descanse
el tributo enajenado.
Llanto
de la guerra crispada,
sórdida
esencia implícita,
tercera
fase encendida,
fuerza
canta
ciega
su falta,
exterminio
en vena férrea,
faroles
dormidos
esperanza
difunta,
cobres
almas anidan
sigilo
deslizado
por
entes de éter.
Energía,
niveles óptimos.
Conquistar
y destruir es lema,
pasado
rueda
el
olvido del tiempo.
Es
hora de estremecer;
por
un alma disuelta en electricidad,
fase
oscura dispuesta,
era
lumínica
comienza decadencia,
telégrafos
disponen alaridos en cópula
sobre
postes de pino muerto.
Escarpias
frías
sostienen
pensamientos,
nueva
era decreta,
hoy
es mañana
tejido en fábrica
de
herramienta llamada éxito,
ilusión en
cadena
para
realidad de quien la estrena.
vanguardia
nombre
femenino
1.
Parte
de un ejército,
o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del
cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.
"el
escuadrón ganó la
batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"
2.
Minoría
que extrema las tendencias ideológicas,
políticas,
literarias, artísticas,
etc., de un grupo o movimiento más
numeroso, o que anticipa las que después irán ganando adeptos.
"el
cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de
siglo"
El
Castellano 14-08-2018
Luna
de lobo:
Luna sempiterna
Luna
plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,
pero
te escondes entre bloques de hormigón y cemento.
Quiero
verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.
Mas
los dragones, del cielo sonámbulo
te acarician.
Cielo
obtuso, de sueños
fluorescentes,
tú, de
color líquido,
solo templado con miradas intermitentes,
por
el tiempo de espera angosto.
El
murciélago
baila con el colchón
de tu luz,
rasgando
sombras,
para
reposar siendo una más.
Oscura
nebulosa de tu vítreo
trasluz dime,
por
qué te
siento incluso estando solo.
flores
opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;
artificie
luzzae.
Lucero
de ciudad,
rompiendo
la obscuridad.
La
noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,
noche
está
llamando moviendo su tranquilo velo, noche llama una vez más
para
sentir que a mi lado estás,
recuerda
que tus ojos tienen sangre
recuerda
el viento que aúlla
mi nombre
recuerda
la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas
recuerda
que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto
que
pactamos con el hielo la vuelta del invierno,
recuerda
cada latido de oscuridad que llama a tus venas de humo
recuérdame
en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda
que vivo para ti dando voz a la soledad asesina,
la
flor vive soñando
que fue mariposa y abeja,
vive
durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar
y
enamorarse del sol,
clávame
estas nubes de sangre en el hierro de mi destino,
se
me negó la
luz encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo
tú me
sientes en este camino que no lleva retorno
solo
espiral anhelada de renacer
el
tiempo ya no nos puede sostener
camino
buscando el frío en
este calor que quema el alarido,
en
la puerta del infierno caído,
al
viento le diste voz,
a
la lluvia la nombraste lágrimas
de mi ayer,
le
diste ojos a la sombra para mirar,
el
cuervo te dio sus ojos,
la
espina caía
herida, la caricia retornó
a las polillas,
la
vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá
cambiado
solo
encontrarás
que seguiré a tu
lado
aguardando
tu otoño y
la caída
de tus hojas,
esperando
que seas mi acompañante
en los siglos y milenios que nos condenaron,
encontrarás
esta sed del cielo en cada silencio muerto,
en
cada raíz
que grita en su tierra
toma
de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra,
tú
todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú
ves.
El
Castellano
Criaturas
en el alba:
Alba marcada sin aurora,
luz
en inocencia de flor silvestre
al
pálido
fulgor de estrella
sobrecogida.
Cristal
puro de oscura mano,
Nacen
virginales céfiros
ruedan
laderas suaves
que
grama blanquea,
destino
de esta infame senda,
vivir
acabar sorbo de postrer respiro.
Azur
marcado nacidas estas criaturas vespertinas
de
celeste insignia.
Por
cuántos
labores los ojos desplegaron,
secuelas
flagran y caracolean,
soterrada
la ventura,
un
prado arrancado a la semilla,
una
dicha conmensurable,
ajuar
lumínico
de espíritu,
árbol
de ceniza vestido.
Destellaba
la rosa-cruz rendida,
sus
nueve caídas.
Sotos
sin prisa arañando
la retina;
calma
de Dios personal
y
sus heridas.
Imperios
de ojos cerrados,
aguerrido
albor, vestido
en
sangre de brea,
yerta,
flamígera,
ascua prendida.
Injerto
de toda soledad anquilosada,
sin
quieta estampa fría,
procesos
de procesionarias
en
quitina sulfuran
que
ellas caminan.
Mariposa
negra y gris de ademán
nocturna
venda que el ojo
no
vea.
Abre
el mundo
un
soturno caballito del diablo,
estas
criaturas esparcen destellos febriles
son
sensibles al tacto
y
desvanecen entre ocasos,
destierro
en hierro de sangre,
sus
almas duelen
sus
vidas huyen.
El
Castellano
Raíz de albor:
Broza
esculpo,
sus
pinceles verde azules,
idea,
hazme temblar la espera,
que
tu voz dolida sea lengua en azabache
de
otra noche que ya escapa,
y
su vena escarpe por cristales
de
vítreo
haz,
réquiem
blandido en un cielo de espadas,
anudada
en tu cintura desnuda,
áspera,
erizada ella,
mi
idea,
combatiendo
ocasos leves
que
te dibujaron,
caos
febril de plateada rienda,
estrellas
miles la amparan.
Su
muda vaga entre cardillos de la dama
y
su vestido amarillo
de
rayos acrisolados;
alto
templo de erizos seculares,
caracoles
avanzan seniles
profundo
tallo,
bella
eres.
Bella
en sueños
no me hablas
yo
me quedé mirándote
para
decirte:
-Si
te encuentro, nunca te marcharás.
Desdén en
este mundo de secretos,
en
este mundo de demonios
buscando
paz,
cazador
corriendo la noche,
por
la vana luz
cabalga
el cielo,
un
aullido,
llanto
de un lobo,
miseria
enraizada,
cada
triunfo una escarcha
en
hoja escondida,
que
a la mañana
verás
morir.
Abrazo
mi calma podando,
desmochando
lo
que mi espíritu
yergue,
forrajes
miles acampan el corazón
férreo,
mi
vena coagula
al
sentir mi idea
que
al ser pensado el camino
no
abandona dictado sentimiento,
cinceles
esculpen mis manos
que
siembran este beso etéreo
por
tu caracola.
El
Castellano
Frontera
de la letra:
Se
enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras
refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía
levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de
plomo, refresca la idea. Frío
se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación
meditando, esmaltada la mañana
en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por
la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra
hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me
blandía mi
estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la
ventanilla.
Desvestido
hueso, mineral candente
avanzando
por un carril que marzo
bañaba
sexual,
trinchera
con centinela
aspirando
humo de bruma,
entre
amapolas nucas,
surcos
de honor afilaban espigas,
el
forraje decía
quién más
fuerte.
baldío
encrespando la suerte,
ojal
de tiempo florecido
del
yerto mejor,
sentir
entre la roca esperanzado,
luminosis
despertando.
Me
tumbé
entre la dorada grama
me
creció un
espectro
que
hablaba silencio,
y
amaba sin importar su verdad.
Abierta
zanja, abandonada sien,
era
un miedo atroz
tejido
a no tener mejor.
Noche
silo de oscuridad
destapada,
traspasas
mi
ventana entre espejos
tu
voz se hace la dormida.
Carruajes
malvas del sueño
taciturno
entre las espigas.
Fuegos
y fusiles iluminan
tu
dama de oscuridad
amanecida
por soles
que
bajo ella
parecen
de trapo.
Canto
a tus pestañas
morenas,
alcanzando
tu osadía
de
oscura dama.
Llora
mi azabache
por
tener piel de arena
y
brotes de la noche.
Por
estos nidos carcomidos,
mis
abejas construyen
sus
panales.
En
fúnebres
procesiones
de
todo lo que dejó de
ser
y
así
descolgar
de
esta araña la
eternidad
entre
sogas de mi calor humano.
Verdes
ojos míos,
verde
trigo
de
mi verde sino.
La
noche quiere
ahogarse
en mis ojos,
que
su sonido
visten
y desvisten
por
carcomas,
del
mutilado iris insomne.
Es
sólo
sangre en tus ojos.
Telaraña de
vorágine,
araña
descendiente de turbios lares,
de
lúgubres
pensamientos
de
etéreas
raíces
en punta.
Blanco
sueño devorado
al
compás de
cuclillos nocturnos;
en
ondas de listadas cadenas.
A
la esclavitud del latido
encorvado
trino,
es
el final dictado
de
la oscuridad;
la
era lumínica
comienza
de esta esfera.
El
Castellano
Corazón de agua:
Hondo
conjuro,
poesía de
tu voz
que
se hace meseta,
sobremesa
de cabales,
reniego
al cincel abrupto
de
transparencia líquida.
Un
osar que llama a la puerta,
se
visten quimeras:
verso
arde y conjuga el beso,
por
cuanto he conocido
es
insuficiente.
No
me alzaron
camaleones
con mi nombre,
amplio
silencio
secunde
largueza,
como
día de
recta hoja,
piélago
frondoso,
perenne
estampa alzándose
en
marejada de fértil
tierra.
Recia infancia
en
linderos de semillas regaladas
por
las que nazcan hombres de hueso,
flor
en mi entraña
parda y austera.
Dura
piedra todo corazón,
lustrales
colores
hasta
el desnudo cielo de zinc
y
su verde tallo que no palpita,
no
deja su hondo manso lustre
en
sortilegio de su espejo
que
yo místico
sueño.
Me
desconozco
en
este sueño
que la letra
me
tejía
buscando luz
entre
la bruma,
encontré mi
corazón de
agua,
nadando,
casi despertando,
mi
leño
sin cruz podada,
llegué a
la oscura nodriza madre,
la
tierra.
El
Castellano
I.Son de mí:
Destellos de luna
que llora su azabache
blande el grillo su sino
a la hora que luce la azucena
amarilla
sus galas perfumadas
se duerme la lagartija en su
refugio
un grillo caza un autillo
me bebo mi copa de vino
el sonido duerme
otra noche estrellada
baila la llama
de mi vela
sera otra noche en vilo
contando mi insomnio despierto
el hueso de la luna brillará
su mística
oración
de la penumbra llena
cuando mi yedra
trepó
a tu ventana
esta noche de primavera
y el colchón
de tu cama
no te vale
para guardar lo que por ti
siento
hace más
frío
que antes
o eso creo
seguiré
mirando el reloj
a ver si se hace el día
y la luna me guiña
un nuevo día.
Son juegos de luna
que otra noche
en mi lago se verá
reflejada
el agua me cuenta de tu
cristalina alma
que yo por ella colgaría
mi traje de estrellas
el azabache que llora la noche
se agota mientras miro mi
almohada
será
otra noche
que sienta frío
en mi cama
el cristal se empaña
mi Dios está
en la lluvia
cae de nuevo de la vereda a la
rambla
la soledad se hace cuarto en mi
cama
la cortina por la luna
cae iluminada
otra noche destapada
que cuento los minutos marcha
atrás
de mi insomnio desvelado
una noche que corren
mis cicatrices silentes
y el sonido de los nocturnos
grillos
se blande lejos
por crear un horizonte
cuando la zarzamora rige en
espinas
su amor a la luna de plata
crujía
mi alambre
que sostenía
cobarde mi noche
son juegos dementes
del sueño
taciturno
que quiero alcanzar
mi ventana está
iluminada
será
otra noche colgando de su hueso
por un despertar siniestro
de la pesadilla cabalgada
sosteniendo mi cigarro
me prendo el alma
por cumplir un sueño
que me hizo taciturno de tu
sonrisa
que encendió
tu amada voz
hoy soy simplemente yo
el que ha venido a dejarte un
beso
quiero que me esperes por si
vuelvo
a dejarte mi corazón
entero.
Nueva generación
de lo escrito
que junto clama por la vida
se afila en el alambre
el sentir de una mariposa
todo lo sentido cae marcha atrás
se derrite en el cristal de mi
ventana
por si vuelvo guárdame
un beso
yo dibujaré
el resto
ilusiones ardiendo en la llama
altivas voces perdidas
vestidas de sueños
rotos
oye mi súplica
rompiendo el momento
deshaciendo la noche
que corre por mi reloj de cuarzo
entona el son de un grillo
despierto
hoy por hoy ayer por ayer
sigo siendo el mismo
o he cambiado
no lo sé
miraré
el alba y su encanto
otra noche que cuelgo esperando
de tu pestañeo
todo por decir
y no dije nada
nunca podrás
sentir esta soledad fría
que late su caricia
amamántame
un camino a encontrarte
soy yo rezando al hueso de la
luna
que vuelva el antes
todo se enarbola regio
en la tela de araña
reconozco
que he caído
en el ayer
que me dibujó
feliz
el puerto negro
hoy luce de nuevo
fuego intransigente que arde mi
mente
segundo dormido deslizado
por un tiempo inerte
no será
una noche
esperando mi muerte
por si tengo suerte
y bajo tus labios me mece
que sepas que yo por ti
deshojaría
el horizonte
y el azul del cielo
dejaría
su sangre
resumo en el borde del papel
mi latir preso de tu firmamento
para acampar a hierro un beso
yunque sonámbulo
sin dormir que me mira
y yo nazco en su sonrisa
para nacer el nuevo día
sin tu vida con mi vida prendida
cabalgo un ocaso
hasta llegar a la novena
estrella
y henchir allí
mi corazón
de nuevo
como en un comienzo
mis grillos latieron de nuevo
el frío
de mi corazón
ardiendo al cielo
el sentir preso
que me hace desearte entero
mi casa mi hogar y mi templo
lo guardas en tu pecho
cuchillas afilan el sentido
que vendrá
a rodearte por si vivo
y por si vuelvo a tus brazos de
nuevo.
Que sepas lo mucho que yo te
quiero
y el cielo se cierra
sin tu sonrisa tierna
mi Sol está
muerto
también
murió
la luna de invierno
bajo tu pestañeo
que yo entero lo quiero
es el momento, es el tiempo
de clavar al firmamento
lo que yo por ti siento
y por la mortaja gris yo quedar
despierto
nunca olvides lo sentido
que nunca se tornará
lejano
sueños
disparados por la boca de la estrella
nunca me olvides
no siempre todo lo bueno tiene
un final
mi amor por ti
quedó
en mi corazón
sin apagar
y que el mundo gire y se estampe
que yo a ti en mi corazón
te tengo clavada a espina de
sangre
esperando mi suerte
que un día
yo vuelva a verte,
destellos en el horizonte
baila un día
que te mezca mi caricia
buscando la eternidad
te encontré
a ti de nuevo
y mi mi charco se hizo abismo
de todo lo vivido y sentido
que sin ti quiebra y carece de
sentido
espero volver a la vida algún
día
y que mi cielo de malva-rosas se
tiña.
El Castellano
NOCHE LÚGUBRE Y UMBRÍA:
20 septiembre 2011
A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya cinco días sin
dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como
fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles
iluminan
tu oscuridad.
EL CASTELLANO
I.Ruido en el silencio:
Lloro
soluciones
caminos
opuestos
a
verdades encontradas
ojos
desparramados en las venas
de
mi no pertenencia
a
ninguna ventana de existencia
asumida
en alas de un motivo
que
haga correcta la dirección
en
esta piedra viva llamada tierra
donde
todos los ángeles
cayeron
solo
voy contigo
desde
que vine a vivir
escucho
el ruido del silencio
crepitar
en la llama de la luz
sin
conocerte conozco tus defectos
absortos,
plenos, derramados en virtudes
somos
lo mismo quizá
un
camino dominar energía
servir
empleando la perfección
tú no
puedes oír mi
voz
te
hablo a pesar de no ser tu dios
desde
este lugar sumiso
donde
todo es lo mismo
veo
caminar en mentira cabalgada la ciudad
elegí el
suelo mirar
lo
que crecía me
hizo brillar
ideología
ser yo mismo
allí
donde te acaricia la palabra sin mirar
maestra
la ley natural
que
amo compañera
creencia
más
allá de
la elevada conciencia
eclipse
de mis soles de ojos
que
te miran fascinados
para
ser el último
hombre
ningún
resurgir,
ya
quemé
todos mis errores
cauteloso
mi destino de nuevo hombre
carreteras
del perdón
sin motivo
uno
luchando contra lo que le hace
no
ser uno mismo
intrusos
en los cielos
me
llamaron llorando la verdad
obligación de
acabar con el demonio
de
uno mismo
invencible
del silencio
escalo
la tierra
uno
amo la noche
dos
amo la ley del dios Sol.
El
Castellano a 07-03-2015
II
Poza
del ruido en el silencio
gonde
gotea y cae absorto el péndulo,
pulso
en la noche,
noria
febril de esquilmada razón,
espinas
de corazones
que
ya no sangran lunas de ataduras
ni
huellas de números.
Plomo
y verdín
tan cercano
como
tu sonrisa pulcra, afilada
en
la piedra generosa que eres ahora
como
regazo fuera del regazo
mineral
lírico,
ambiguo, galaico
como
el pazo y su signo
denyto
el muérdago
y su tejo.
Tranvía
que caricia enjoya
cautela
de luz brava.
Estabas
tú en
esa cautela
llorando
soluciones sin agravios
sólo
estelas en señales.
Senderos
abren opuestos a soluciones
encontradas.
Expandidos
los ojos en las venas
de
no pertenecer a nada
que
haya existido.
Sumisión en
alas de un motivo
que
haga correcta la dirección.
De
mi libertad recta.
Melodía de
ruido en el silencio;
llamas
arden su luz.
Con
la conciencia de un expresidiario acuno
que
nazco en este lugar sumiso,
donde
todo es lo mismo.
Desde
que vine a vivir sólo
voy contigo.
Las
corrihuelas en flor bailaron,
no
se hicieron para damas
de
silla y oficina.
Tallo
regio de lápices,
no
se diseñó
para volar
como
pluma estilográfica.
Muerte
presente, cristal de mi rostro discreto,
eternidad
azogada del mañana.
Ven,
ven por mí, me
estoy disolviendo
como
asfalto en cloro.
Juega
cariño
con mis labios;
no
están
diseñados
y
si se conocen es entre ellos;
abre
y fecunda el cáliz
de
mi sueño
ahora
que caigo hacia arriba.
Como
escama y espina áspera,
marca
del
final de los tiempos.
El
Castellano a 07-03-2018
Ruido
de nirvana:
Es solo ruido
en
las hendiduras de mi calavera,
un
iris doblado del nirvana,
un
hastío
florecido,
es
una calma de mi dios solo,
un
panal infinito de belleza,
fatal
hoguera consumiendo,
desmembramiento
de soles,
entre
fulgores amarillos,
que
el nocturno, sujeta,
sangre
de acequias perdidas,
felicidad
enjaulada
que
algo me cuenta
de
sus tulipanes amarillos,
por
crisantemos helados
viaja
mi esencia,
una
noche que silba,
cantando
con árboles
difuntos de otoño,
es
una vida de mi araña
destapada,
un
tejer sin estrella,
un
álamo
que ya no vive lejos,
derramada,
acostada, nacida esta parca,
hoy
yo sí
estoy hablando,
mi
sentido yerto desconcertando,
que
era un ajuar de gotas del alba,
era
un caminar somnoliento
por
la carne de metal de esta azada,
quién fuese
silvestre como una planta
en
este mundo que se envilece,
destierros
forzados de la locura de la ciudad,
escarchas
dolientes entre mis sienes
que
azogan solares póstumos
de
mi serenidad alcanzada,
es
un firmamento para cabalgar a voces
que
lo mío es
para siempre,
como
un candor fulgente
en
estas hogueras
que
el aliento helado, de la vida cuecen,
era
la cara oculta del espejo
un
aullido de la fiera
que
el tiempo arrastra
entre
punzones enajenados,
avanzando
la caducidad del hombre,
era
mi suerte una rueda
y
una hélice
que no volvía,
era
este tiempo como la dimensión
del
pez muerto,
clavando
cuchillos al éxtasis
de
la creación
ensimismada,
ardor
de los mil fuegos
deseo
haciendo bandera,
hoy
no me arrebatarán
nada
ni
el destino que todo se adueña
y lleva,
cruje
mi calavera,
haciendo
sonar este silencio duro,
desnudo
mi chopo
queda
ser como el rocío
primero
para
besar sus labios de mujer verdadera,
un
viaje por su fantasía,
estoy
flotando en sus olas,
disfrutame
estoy volviendo realidad
nuestro
sueño,
reinando
este corazón,
siendo
austero como un jarrón
lleno en ilusión,
siendo
caballero de tu dura sonrisa desvelada,
que
acapara y acampa
el
alma de mi polilla de cemento.
El
Castellano
Redención sagrada:
Cuando
los ángeles
desertan a morir,
en
los ojos de otros ojos
estás
buscándome,
me
despierto;
los
dioses celebran
un
silencio sepulcral.
Colores
me evocan de la nada,
ruido
cómplice
aborda
como
navío
tiznado al 2025
senderos
del mar de tierra
que
abre mi lengua en tu guarida de boca.
Melodiosa
suerte de la máquina
de tu cuerpo,
tonos
sobrios, vespertinos
absorben
la mirada como filo inexpugnable.
Absorto
cae el tiempo en tu sangrada candente
azada
dispuesta, es tu verbo un franquear de desvelos,
que
respiran estrellas fratricidas.
Es
un solo cuarteado en siglas,
los
soplos resplandecen vibran al son de nueva grama.
Sombras
inmobles cuentan de tu respiro
infranqueable,
por jóvenes
tapiales
de
tu inexorable, florido, grandioso desvelo
de
metales,
cobres
anidan campanas de media noche
aguardando
el surgir de lo sepultado.
No
frena la sintonía de
tu saliva, una,
ensueños
duermen llamando se cumplan los anhelos,
cuando
los ángeles
desertan a morir
tu
mirada se enciende, abismos silenciosos se prenden,
tu
voz se hace palabra.
Me
sigues te sigo cariño
de ternura dispuesto,
luz
enraíza
tu alma, efímera
en mi mano,
vuelve
a mí una
paz que ni los nichos toleran.
contratiempo
por fuelle,
magarzas
de otoño,
corona
de reyes en primavera,
etéreas
hojas a solas peregrinas,
dejando
embriones por verso,
capataz
de siembra única,
al
compás
liberando golondrinas,
punto
de Sol a ciegas,
es
mi mente surcando brumas grises
que
me acercaron.
Vagido
indeleble,
fúlgido
yo destellaba tu sien sin marca,
caliente
al arrimo de mi ser,
valedera
fuga sin ocaso,
un
caracol en un verso montado, arrastrando:
sacado
del pecho
como
heraldo sin desquicia semblanza,
corriente
arrastrando cadenas de errores,
fruto
de libertad
y
conciencia sellada a ciegas.
Comiendo
raíces
por hechos
en
fruto divino insoslayable,
frío de
noche
bañando
la casa de lo eterno
llamada
diosa de tu entraña
mi
musa bella.
El
Castellano
Palabra
sin boca:
Deshojo
mi momento
para
abrir la puerta helada
de
un infierno flagrante,
me
entablo y conozco al insomnio
y
su hermano,
avanzo
despierto un linde quieto
del
pensamiento ensordecido,
tapias
derrumban
azares
de ojos abiertos
y
parpadeos veloces,
resquicios
oníricos
que
dormir es para el vivo
agua
en sequía.
Resumo
que venzo
quimeras
ultrajadas
y
anillos sin manos,
después de
mi vida
sangre
en los ojos acaso queda,
resguardo
al vil enfrentamiento
padre
de mi conciencia enclaustrada,
otros
tiempos mejores
ya
no sueño,
todos
marcharon sin balde
dancé en
la oscuridad de mi mente
y
vengo a verte.
Sigo
de frente
ocasos
dejaron su malva rosa
a
su suerte,
pensamientos
casaron su negro
con
el color de la tierra
sin
germinar
sin
brotar simientes frías
que
suerte canta nanas.
Granate
lustre postrado
que
fue desertor,
afilo
mi colmillo
hematite
nace dispuesto.
Es
una sombra que fue destino,
abierta
a la altura de fauces
y
su hocico,
es
la generación
del pez muerto,
carpas
de personas bogan sin aire,
otras
aman lombrices con mandíbula.
Yo
amé una
lagartija
hasta
que tiempo quiso,
desquicia
febril no traigo,
por
un pantano soterrado
nadaba
mi sentimiento,
recurso
de memoria
no
era ausente,
ni
se avivaba como lumbre.
Directo
al patíbulo
de la suerte
fueron
las venas y su sangre procesionaria,
un
marzo que corrió sin
verte,
metal
de espera intransigente,
acaso
soy gente,
seguiré sin
preguntar a mi mente
todo
sea que conteste,
un
camaleón
fugado
de
quien yo era.
Agresivo
sí
hasta la muerte,
sé
quien soy y si vienen por mí
no
seré yo
su suerte,
lit
C et summun canae,
miles
dei lumen
apostado
y recto a vencer,
insectos
caminan su linaje
respiros
blanden peces en tierra,
alto
alto como sendero a la nube
me
vio nacer
el
mundo y su mente ausente,
bondad
relucía
sin prisa
quién
afortunado la asesina,
¿acaso
yo no estoy durmiendo?
parada
en el bosque demente
que
mi hambre vierte,
llegó el
momento
divisaré mi
juramento despierto
porque
soy humano
vivo
muerto.
Förüq
04-03-2018
CEPAS
DE UN DÍA:
Sangre que tiene bordes,
coraje
espectral de imposible azar,
como
pez dorado rige el sentido.
Día o respiro,
fugaz aleteo sin calma;
acto
que baila en bigote del pez gato.
Es
en esta suerte la vida del bastardo,
flancos
ocres tiñen
el linde
por
sombras vanas que arregazan
la
prisa del estambre.
Cómo
se tejió la
expectativa
acaso
fue sin semilla.
Al
párpado
encumbrado
azoto
que lanzo
un
generoso transporte,
aire
o humo, acaso eso.
Espectral
brisa que cubre,
fresca
flor en soto sin nube.
Vivir
en muerte batiente
tender
tierra y escribir sangre
a
la Rosa.
Igual
se aventaja el agua sin forma,
de
viejo silencio,
de
final desempeño
como
prender la estrella
en
su mismo fuego.
Abrir
la tierra y sembrarse
eso
trae nuestras vidas milenarias
de
rebeldes índigos.
Diferencia
ensordecida, muda y ciega,
impalpable,
insensible,
inmutable,
insoslayable,
reverdecida,
engrandecida,
incuestionable,
regencia
sostenida,
con
lo que os determina
a
ustedes abrojos vidas de un día.
El
Castellanoº
I.Espiga de agua:
Con
el filo y brillo reluciente
está la
espada,
blandiendo
surcos
en
fosas funerarias.
A
lo que su empeño
sucede.
Quilla
de un flagrante monte
surcado
por el metal
de
hilo de cobre,
sonaba
con el viento
haciendo
temblar calaveras
en
lo alto de aquel poste de telégrafo.
El
viento tenía
estridencia
y
lamento seco.
Digno
a desatar quimeras y bestias rectas.
Capaz
de dar voz a lo inerte de la vida.
II
Hoja:
Allí plantado
como se siembra una pipa
me
encontré,
detuve el sonido
entre
escalas y cielos soterrados.
Planté una
pila de lluvia sobre marzo,
contestó
entre gramófonos
la tierra;
una
melodía
jamás
interpretada
y
jamás semejante
o similar
a
haberla escuchado una vez.
Era
como un maullido entre gramas
y
bocas sedientas.
Como
cerrar y esperar que la compuerta secara,
como
desplomar semillas
y
aventar espigas;
plantado
como una sola
de
carne y tinta
que
la espera viola.
El
Castellano
AZUR DESNACIENDO:
Esencia intangible,
no hubo na terra,
que ni dioses
osaban mirarla,
ni albergarla;
ella sollozaba,
cual flores, incredulidad
brotaba.
Ella era encargada
de sembrar en ellas,
rocío perplejo
que en suelos germina.
Pureza
en venas;
lo que la perfección era.
Crisol insostenido
por cauces febriles;
inteligencia
en mares secos;
abejas de ideas,
colmenas
con intelectos graves.
II
Que cubre valles y peñas
inusitadas
y sus penas ahorca;
su misterio
enhechiza toda alma
quién arrullarla sin dañarla pueda,
será dueño de la llave
que encierra a la virtud
no enseñada.
III
Cae la noche,
sobre ingrávido
lecho de mi juventud
acostando luna de cuarzo
entre áspero frío.
Cuerpo mineral candente
quieto en pantanos de tela,
retorcidos sus destellos
en esta nube de leche;
el fango fragoroso gira,
imploro a esta luna que ame,
y el morado cielo ladea
mi sangre verde.
es por este escarabajo
que llega el verbo.
Soledad, soledad tus pulcras alas
que vencen auroras de adoración.
Aurora funesta clavada la hora
vorágine o trasiego
LUZ que ignora
si acaso nace.
Tu liso, amarillo barco,
de oscuro torso.
Tus infinitos beso
dime corazón al apoyo
de tus párpados.
Cuál profunda verdad
en esta espectral rivera
de ondas líbicas.
Espuma densa
de océano de ideas entregado.
Profusa ascua invencible
es mi dolor que más no quiere
retirarse;
que sentencias invade todo ojos
montaña de hojarasca;
cristal de pulsos
que tu imagen toca.
Suspiro fresco
en labio extinto de sombra
día que no se encuentra,
su densa forma.
Cuerpo con agua de estrella;
querer vivo que llega al aire,
tiende y espera.
La muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmado
estallado esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre;
trocados rayos de sol
esquivos, en plano de verde follaje
por azur causados.
Astuta golondrina encontrando
la dócil rama.
Mundo sin mentira
de la vida,
se abre este mi manantial,
reluciente de esmeraldas, desposeído.
Y todo siente:
-Que la sangre miente.
IV
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva
promesas en frente de violetas.
Cantan amando el claror
lírico, estremecido
coágulo de viento
en cientos de porciones
esta luna quieta
que semejanza quiere.
Descubierta la zona umbría
donde yago de yacer.
V
Aplasta mi sombra
contra sí misma
derrumbando opacidades
de granates profundos,
ballesta, súbito forjada
a tu entraña.
Derrite mar de boca
que pide extensa
negra noche
y sus espectrales corceles.
Tiembla que rueda
paz, orgullo bello.
El desliz, ráyame firme;
conservo mis principios
numerados.
Reluce mi roce pulido;
entre-cielo asido;
palpita mi iluminada tristeza,
haciendo camino.
Vendrá mi torvo grajo
se constatará mi lucero roto.
Turba mi aliento
bajo mi pecho la quiero
con montes limpios
enturbiados por sarmientos.
Delinean este viento.
Lividez plena,
fuga el desaliento
con todos los jirones
de mis ascuas.
Diáfano, ancho, repleto
a trote primerizo.
No cabalgarás,
no cabalgarás si no es conmigo.
Cabalga, cabalga
el llano, que sólo a mí lado
cabalgarás;
cabalga que sólo a mí encontrarás.
El Castellano
cabalga con su espada en mano
todo tu llano.
Hasta divisar todo lo que amo.
Sembrada el alba
que apacigua
la noche que negrea
en estela conmociona
mi luna extensa
que bajo ella,
siempre
estoy en taciturno hechizo
contigo y mi falcata.
VI
Embeberme la luz
sin forma en ojos distantes
luz de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre.
Yo besé las amapolas de los campos,
buscando me embebieran
la forma que como eco
apagaba.
Heridora en cascada
se aposentaba mi bondad
aquietan aguas longevas
la feroz sien
que me dio mi padre.
Nota:
Embeberme la LUZ
sin forma en ojos distantes
LUZ de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre,
yo besé las amapolas
de los campos
y heridoras en cascada
me entregaron sus hijas.
Nacidas tras yo sembrarlas
esta primera lluvia de septiembre 2018.
VII
Cuchillo que tu voz asesta;
mi pecho sin coraza hiende.
Camino mi desvelo enjaulado,
cuenta atrás de la tierra quieta
y sus grillos asolados.
Oh me olvidaba.
Esto es la resurrección.
Indemne entre losas
de azur firmamento.
Respiro entre rosas
las espigas por llegar.
Dilata los verdes la tierra
sosegada dicha trasiega,
un día cenizo
de esta la otra primavera.
Estoy escuchando semi recto
el retemblar de hojas huecas
sobre la gravedad
de un arroyuelo que fluctúa
cauce entre la copa
de árboles;
sobre semi vacío cristal
con limpia brisas
encima de un blindado
cantaba, dictaba
antiguo sargento
su presionar, disparar
como hueco
en la ausencia del polvo.
VIII
Abrid la ensenada al capataz
del brillo primero.
Tímida la floresta
escondía sus amapolas.
Núbiles gestos danzaban
la cabeza en loma
que silvestre evanescía
el coraje de la flor.
Vuelto mujer por Ostara.
Patio de perdices
que soslayaba
entre el quejido
de carrascas afiladas.
IX
Hacían sus hojas
mi última espada.
A mi izquierda
el peso
de su hierro estable.
Sibila destrenzabas
tu cándido mirar,
en fraguas de belleza,
inviolada.
En tus altos,
profundos
ojos de ámbar.
Luna que en fractura
recorre mi tejado de alma.
El Castellano
Vena del cielo:
Solitario rayo estertor;
siniestra umbra,
escala la cuchilla
de tres arañas colgando,
hoy es por mí
nunca quede huella,
destino en azar hendido,
lleno, repleto, asido
en el origen primigenio,
madre ella del color,
asume este sentido yerto,
agujereado en haz luminoso,
nitidez en halo
de nocturnal visión
derritiendo,
devorando astillas primas
de subrepticia enhebrada,
padre flamígero del fuego soy,
elemento hermético
de tres sentidos,
arder, conquistar, consumir,
estelas abren runa clave
Gemineye,
sangre de este ojo,
perplejo soliviar
en azur abriendo pulcritud
inabarcable,
inicio de sabiduría en vena,
muerde,
acaba esta espera,
raudal extenso de pura visión
en certeza
de sentido superior,
cristalina esencia
descendiente
sin parpadeo fugaz,
crisol de valles
y gramas feroces,
deslices del afán superior,
dar sentido a mi vida,
ojo de sangre calzo,
cabalgo anquilosado designio.
Ancestro del lobo único soy,
perplejo sentir asido
del diablo en simiente,
primer ángel caído consumado,
errático vuelo soterrado,
magia del silencio encumbrado.
Visión, y sueño,
indescriptible con lenguaje.
Si te ocurre lo mismo
no eres capaz de usar razón
y ordenarte abrir los ojos
y dejar de ver;
como un corzo paralizado
por un lobo estarías,
imposible por sensación
hacer desaparecer lo que observé,
por extasía, incredulidad oxigenada,
belleza en percepción,
la pureza en sueño
en imagen mental
que escapa a todo,
vi el azur
por decirte aproximándome,
en un ojo femenino
lejos de este mundo
y de todo lo conocido
o descrito,
fué una sinestesia recta,
sin ser más que tocar el color
de la Oscuridad nacida
a ojos cerrados,
sumisa, displicente,
involucrada en crear
sonido del vacío absoluto,
sigo perplejo y asustado.
Es lo trascendental del infinito,
como ver el origen
del color formándose en un ojo.
El azur, el verde turquesa,
y azul mahón
no te puedo decir más
que esa belleza no me cabe en el pecho,
por algo sigo viviendo
no hay azar enraizado,
hay perfección.
Luz me arde ahora
en el mirar ciego del sueño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los años
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve caídas
de sus ángeles despiertos
en tu sueño me ves invernando
dorando mis pelos de murciélago
bailo el colchón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra más
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brotó en flor de amapola venidera,
dime qué debo hacer
¿Algo erróneo?
No puedo volver atrás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzará
nada por cambiar
todo está hecho
algo que asalta aparte
puedo volver y empezar de nuevo
sin mí, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a éste mundo
mañana veo el futuro
la destrucción del pasado
quedará atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiam meam scientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
continúo al cuervo
que me vuelve más fuerte
ave más inteligente de la faz
poder de la misma
energía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que partió todo inepto,
inconsciente tormento.
El Castellano
Vagido
azar indeleble
quebradizo
como abrir
la
nuez del tiempo líquido.
Sostenme
al arrimo de mi pecho,
no
idéntico,
no pretende ser
fuerte,
encorajinado, denso palpitar
en
soberbia luz destellando,
supervivencia
en retórica
translúcida
rayo
y secuela de impávida
nota.
Azogue
de medrosas secuelas,
abiertas
de azar hondo y arcano,
silencio;
entonar diviso
todas
las trompetas de los ángeles
un
prado flamígero
en
miles lenguas ababoles.
sangre
de tierra transmigrando pudores,
por
cuanto mi fecunda indecencia
llegó a
conocer en disparo,
en
disparo propio
en
nuca del siniestro azabache,
fronteriza
rivera de álveos
y
azucenas nocturnas.
Florece
una paradoja exiliada;
susurro
en tinta roja
no
ceso de cantar para escucharte.
Estruendosa
quimera
en
inteligencia seca,
secuaz
de millares pensantes,
camino
de zarza y endrino
camino
de vida y un sino,
fuente,
abrevadero virginal
descorchado,
símil
destilado,
por
cientos renacuajos ideas.
Rebelde
soga a mi condición en
una encina,
vaivén en
veleta con el viento
raudal
trenzado, en mimbre cabalgo
veleidoso,
regio, espina sangrante,
tránsfugo
renegado a morir,
rebelde
índigo
de 1989;
hidalguía
desdeñada
por tierras
y
cuchillos de espigas,
con
ocres carraspeados
aguardando
ababoles matutinos
semblantes
esparcidos
como
entes rutilantes a la espera
de
haber nacido.
Encumbrada
la libertad
de
nacer sin parcela;
resumen
de vida de una vida
bajo
tierra.
Rumbo
a zarpar
la
vía
astral
que
todo lo acontecido
es
la historia de un muerto.
Ajeno
seré
cuando silencio
deje
de ser concepto poético,
como
azul duelo de espadas
que
separa toda naturaleza humana.
Tu
vida mi golondrina
nueve
cerrojillos
azures
de tres llaves
hoy
abriste uno
de
los indescifrables,
anhelante,
deseoso,
inescrutable
rindo
mi oscura dicha
sin
desliz condenado.
Fuego
soy.
Elemento
compasivo.
El
Castellano
DENSO
HALO NOCTURNAL:
Fuentecilla
parece mi noche oscura,
fuentecilla
retozona,
y
de verdes lamentos quejumbrosa
como
sombra leve de mi pájaro
piador
que
acuesta a dormir su entraña.
Sombras
largas que descubren
el
canto los lisonjeros grillos.
Blancura
y azabache descansa en la arcilla
el
nido mi golondrina.
Al
fresco respiro de mi chopo soñador
lanzo
un severo destello argento.
Longevidad
imperial cercenada
como
retazo de persistente
carcoma
manida a mi verde intelecto
grave;
embaucaría
sin tenerla
todos
mis instintos,
todos
mis impulsos.
II
cuartilla
Canta
, canta mi pena azul
sin
ocre zozobra.
Abre
el verde ramaje,
a
la espesura de mi idea.
Entre
un camino serpeaba
como
culebrilla de un destino azaroso.
El
murciélago
castellano
rasgaba
bailando, ladeando
el
cielo mullido
de
levedad de colchón
sin luz.
En
sintonía
opaca que rodeaba
y
acariciaba.
El
cielo abría su
sangre a la noche.
Un
sopor de estrellas
que
en este verano no tardaban,
y
el rudo vigía ciprés
soportaba.
III
cuartilla
Bajo
tenue luz de luna
que
los sentidos arrugaba,
y
mi fiero ciprés de
lanza colgaba.
Avanzaba
por el camino
los
álamos,
como
un sendero
en
cal de maderos cenizos,
rumbo
al Valhala.
Alumbrado
, rememorado,
anhelado
por
todo guerrero .
Era
un olmo frente la tapia
de
un cementerio
en
Fuente la higuera.
Caminillos
de hormigas dispersaban,
desplazaban
los vástagos
de
forrajes venideros.
El
Castellano
TU
AGUA CIEGA (SANGRE)
Afilo
hasta pulir el filo
de
tu sonrisa yacente,
entre
mi pecho de piedra;
sonríe a
tu agua que no se piensa,
ataraxia
momentánea
en
sangre esquiva verde,
plomo
largo de idea batiente,
cesando
terco y fructuoso aljibe
donde
se almidona la sed de tu cicuta,
surco
cielos extensos
de
golondrinas cromáticas,
esperando
ponerlas nombre.
Acantonado
se estría mi
respiro,
cromo
que abre el tiempo,
por
nubes de besos de zinc,
acrisolado
mejor extasiado
el
vértigo
en lienzo
sin
melodía
ocre.
Desnaceré
y
no acabaré de
irme
sin
regentar
tus
reflejos muslos férreos
en
musgo de caricia anhelante,
de
abrir la noche
dentro
de tu párpado
cerrado,
abierto
a dulce relámpago
de
mi color áureo.
Albino
se ciñe mi
sino
preguntando
si un alba
me
oscureció el
cabello,
acaso
sueño,
perpetuidad
de constelaciones
y
raudas estelas
que
guardo en mis bolsillos,
ninfa,
pléyade,
musa
de
acuartelados suspiros
entona
tu arpa notas de agua,
abiertas
al iris.
Abeja
de esta mi escritura dicta,
tejer
la celda,
y
el polen será la
letra,
cuál la
reina oscura
que
quiera miel de flor sonrojada
que
espera,
tibieza
en sueño de
metal,
hematíe
sanguíneo
que
tu surco devela
y
avanza en punta de lanza.
Llamada
prosa a 23-08-2018
El
Castellano
MEMORIAL
VETUSTO:
Despierto mi criatura;
tú no comprendes lo que yo te quiero,
por tus manos hacen nido las sedas;
falanges silentes, cumbres
de cuanto mi placer dispuso
asúmelo todo
en tu pavorosa grieta
de brillos fugaces
y transeúntes luciérnagas.
Lucífago apodera
tu nitidez severa.
El poder pudo
lo que el querer expuso.
Osada no es mocita
pero oro antiguo luce
en conocimiento.
Que a imaginación prende fuego.
II cuartilla
Luz de la sombra
de tu carnal espera,
anida golondrina
mis campestres manos.
No habrá retroceso
ni vuelta de hoja
sin enraizar nuestra alma.
En vértigo cobijado,
sublima mi dicha:
junta conmigo tu vera.
Rito de Sol y ambrosía
de padre Lugh.
Perversión esquiva, llamada
en retazos de cumbres flamígeras.
Apasionada dame tu voz.
III cuartilla
Anatema me anuncias
por tu opio en letra.
Todo es negro,
hasta el amor.
Júrame la vuelta de una lluvia
de tu boca.
Mi arco es ballesta.
Ausencia llama por sí sola,
a exigir unión del eje
y la orna.
Cuerpo de metal,
agua de su espiral.
Pureza consecuente
deslices y febriles osadías.
En plantilla de sangre.
El Castellano
CORNUCOPIA
DE ESPEJOS SEVEROS:
Manso río de tu
frente
tu tenaz blancura duerme.
Confía mi raudo deseo
a todos los dioses.
Vides ut alta...
Piélago ferviente
tu dulce entraña nace.
Vientos hondaban irritados
fértiles voces
acepta que en el campo de Marte
sembré tu dicha.
Abrojo puse en rinconcillo ofrecido.
Nireo empujando
su hermosa lanza ciega,
brillan de Pirro
encendidas flechas voladoras,
este rigor blanco y desnuda,
que aguza
favorita Perséfone,
aguas puras avanza Nearco,
soberana musa Calíope,
no baja.
Cadenciosa lira abre los cielos
en funestas auroras.
Melodía descende caelo,
y riega los bosques de Bancio.
Expresión de mi deseo en espejismo
oírla,
en todos bosques
y arroyuelos
eterniza.
Esta fatídica región,
de dioses dirigiendo mortales.
Yo por ellos
y mi obra
estoy que beso el suelo.
El Castellano
SOPLO
DE CONJURO:
Veo color de certeza,
color a la esmeralda,
por follaje caduco
de ilusión adusto
en noche silenciada;
halagüeña tiende
su cuerpo, negras dichas
como el tiempo no llora;
en albo espíritu
en suelo sin hallar
bosques y sus frondas suaves.
Pliegues de sombras
bañan sus pestañas,
nítida y hosca
lejos ve en flor
mi sendero castellano.
II cuartilla
La espera sonríe
lecho de tristes ecos
y encajes de apenadas auroras.
Dulce cicuta al rayo acrisolado.
Puro mi aire
de luz enrojecida.
Vistas en colas de lagartija.
En ojos de araña,
no se valla,
conjuro sopla
en alas negras.
Vivaz tordo
en busca de lombriz
de idea anhelada.
Nubes de éter
en agua ardiente sin agua
ni limbos profusos.
III cuartilla
Verde transparencia
en canal llano
por arroyos fluye
sin balde;
quejumbroso término
de mi amparo.
Camino a relumbrado
misterio,
adoré la llanura muerta
que mis fuerzas, aviva.
Tardía arranca oscura arboleda.
Sombra sin esperanza,
casi viva,
muerta la precoz flor.
Amima la pupila ciega,
descanso sin ancha lengua
sobre tus pulcros muslos
ensortijados.
El Castellano
LUCIENTE LLAMA:
Escita levantas,
de insigne pasajero gesto.
Mi dulzura de cólera nacida,
cantad mis años dulces
a Diana,
entre boscajes
y frondas suaves.
Donde el torvo cielo no amenaza;
Allí se blanda
mi ser recto
de conciencia pura,
cantos se erijan
de verdad desnuda.
Sombra de saetas vanas.
Sangra, luz viva, altiva,
nada sin tus honores consagre
el viento de plenilunio.
Ceñidas las verdes sombras
de las hiedras arrancando
liras al pueblo fragoroso.
Vieja entraña lacerada,
escucha el reverdecer
de la sagrada cepa.
Sin honores no hay versos
ni comensales.
Cuál la vigorosa, valerosa
Quimera
que el ser no enrosque
llegada la hora.
a 06-09-2017
II
Era tu entraña en flor,
un misterioso relato que ostentaba
la vaguedad de tu música;
tu pureza, apaciguada.
Suspiro de tus dulces fauces
notas sublimes
de tu espíritu cristalino
mi oscura golondrina
que hermosea tu entraña enervada
delicada sangre que da vida
al penetrante sarmiento.
Belleza tú, de altivo rayo
de lo bonito repleta tu hermosura,
``palabriñas mimosas e sentidas.´´
Así eres tú.
Río y caudal de poesía
que serena caes a alterar mi sentido.
El Castellano a 30-08-2018
III
Quiero ya los fríos vernales
que los tapen tus caricias;
mullidas en piedad lisonjera.
Por cuantas secuelas
arrostraban indelebles mis trazos
de rieras desangeladas,
a cal y canto fervientes
solas, solas
como cuando se siembra la tierra
y crece en su rivera
la amapola
que abriendo abril,
juega y mece
tus labios carmesí.
Negra celada duerme mi otoño.
Negro iris conculca
secuencia inamovible.
Fúlgido astro cabalgo.
Satinando tus besos
en luz destinados.
El Castellano a 31/08/2018
AGUA SOCARRADA, ELÍPTICA TRAVESÍA:
Analizo
la luz en tu mirada,
leo
flagrante tu alma.
Horno
de fuego lleno,
como
pisar un abrojo
y
blando sabor degustar,
estampido
del trueno atribuyo,
rebelión
venciendo,
ya
se escuchan rumores sordos,
precursores
de tempestades.
Torrentes
sin cauce
la
turba desemboca a mi senda,
yo
soy como las vigas de Himeto
no
preguntes más.
Que
ya mi amada labra la columna
que
me cincela.
Heredero
he sido de cuanto he servido.
El múrice
me guarda
servil
en mi travesía
por
mar Laconio
cielo,
inspiración,
canto
corre
anhelo voraz.
este
mi sepulcro reverdezco
hollando
lindes,
preguntando
a Prometeo,
sin
sobornar a Carón
resignado,
el
Leteo ni descendientes
traspasar
mi puente pueden.
Chispeante
tu cielo,
su
rubor satisfecho oso al por mayor.
Instantes
melosos veo
en
su colmena de labios.
Mariposas nocturnas,
poso
de almas condenadas.
Orados
recursos en vigilia
que
enseña cátedra
tu silencio,
estruendosos
llamados
a
cosechar en gotas tu alma.
Sólo
ordeno, mande sí
pero
no me despiertes
porque
no conozco ni miedo
para
luchar por lo que quiero.
Acoge
el cimiento
coloso
que ando disponiendo,
prosigo,
póstuma
súplica
ésta
que logra calmar de Plutón
su ira.
Gerión y
Ticio
la
onda Estigia aplacan.
la
raza Danaica no se acobarda
ni
su madre Dana
devela
el secreto
por
el que soy preso
reo
capaz de incendiar
abismos
que rutilan sombras
si
así
combato mi incierta suerte
por
la que arriesgo sin miedo
de
ganarte el cariño.
FIN
El
Castellano
Lugh
Solar y Poderoso,
jamás a
ti te hable el olvido disuelto,
ni
se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,
digno
a abatir el rayo,
noble
melancolía
por tu madre difunta
Tailtiu,
en
el alto cielo,
tu
grandeza
sea
reguero de oro.
La
tierra secunda en nueva cosecha
por
talentos colmados a florecer,
viento
sonoro guarda tu hermosura
Rey
Padre,
El páramo
yerto perecerá
en ámbar
blando
de
aroma besando tu frescor
de
vida nueva.
Abatirá la
sombría
dulzura la tierra,
ilumina
mi pluma al honrarte,
suspiro
de mi estruendo crepuscular;
nombro
al pájaro
misterioso
que
te pertenece
cuervo
que otorga el anochecer,
Sicut
nubes, quasi naves,
velut
umbra.
Años
pasan yo busco mi recto yermo,
triste
aflicción
por aquel tomo de tierra
como
las sombras vaporosas.
A ti
Creador de luz,
acógeme,
pinta esta mi noche negra,
amigo
de imagen solar,
soy
por cuantos Soles he nacido.
Por
sosiego de tierras ignoradas
dame
su gloria.
Camino
afable con tu candor a seguir,
blasón yo
no pido
ayúdeme
a desplegar y sembrar mi porte,
en
tierra a cabalgar
y
deslumbrar.
Lughnasadh,
Lammas, abro celebración
para
generar nueva vida
en
cosecha nueva
limpiando
en tu nombre Lugh,
toda
tierra.
El Castellano
III.Réquiem
nº 3:
Los
últimos
signos del viento.
Rige
un sol negro
con
hoyos donde comienza la oscuridad,
oscura
serpiente blande su cuarteada nota
en
lira acróstica
insubordinada,
es
su templanza base poética
demencial.
Hablando
a solas con mi interior
surge
diáfana
voz por derredor,
voz
en alma condenada
por
ver hondas raíces
rugir,
en
estruendo llamadas
hacia
raudo cardinal.
Sola
voz sin resquicio templado
del
sonido en sí
bemol,
se
erizan ascuas en pavesas a un viento
feraz.
Se
acuchillan las osadías
que
germinan en tierra de nadie.
Inusitado
fervor asolado,
por
espadas alzadas en manos,
guerra
al silencio feroz.
Pudieron
dar las tres de la madrugada
y
un escarabajo voló.
Una
hoja partió,
hija
de la soledad aclamada,
con
caracol sonoro hueco.
Es
un solo de cuerda
y
alma destensada,
una
melodía
por la sangre olvidada,
un
réquiem
por toda vida
finalizada
en
sones de grillos
danzando
con tenebrios,
y
lúgubres
venas enraizadas
por
tercera y última
vez.
Una
sinfonía
donde yace el silencio
y
yaga la umbría
luz
desertora
en mundanal zozobra.
Pasa,
danza, planea
febril
verde mosca en formol montada.
Es
mi dicha aplastarla
y
quedar en vigilia taciturna,
hasta
rendir aspas
y
acostar la sangre
ya
nunca más
esquiva.
Hasta
ver las flores rendirse
con
mi cuerpo.
Förüq en
16-10-2018
SOMBRA
DESNUDA, COMPILACIÓN
INSPIRATORIA:
I
Yermo
terreno del sueño,
un
trillado verso avanza
entre
espejos y cristales,
fieles
aullidos desvalidos
entre
semillas sin iris del mal,
entre
corceles del fuego,
entre
sonrisas fugaces.
Es
todo lo que siento
un
canto de piedra,
un
río
desplomado
mi
fiel apostada cordura
que
viene por enjutos
ojos
hirientes
hasta
avanzar los besos
de
labios grises
y
sus fanales colmenas destapadas,
no
quiero repetir estos destellos fugaces
ni
herir por mis alambres
tejido
mi atrapasueños
queda
mi parca vida
desnuda
con el hastío
que
asesino de esta manera,
volando
mi dulce murciélago
de nácar
entre
este amor
de
estrella me alzo,
es
glorioso este canto,
reducto
en lúgubre
sigilo
es
esta inspiración,
tentación de
ángel
desertor
de
morir,
justo
la vida
acabará negándose
a finalizar,
soy
yo la salud
de
la una solitaria de la madrugada,
conquistado
el cortejo de la noche,
me
cuelgo de mi profanado latido
por
estos cordones de hueso
vive
y viviré
mejor
que
mi traje funesto,
limará
esta sin razón
los ocres
hasta
lucirlos verdes brotes,
hasta
acabar rendida la caricia
por
estos espasmos de cobre,
mi
destino teñirá las
vivencias
por
solares complacientes
y
lugares dignos de altos sueños,
esta
araña
dejará crías
por
poemas
en
escarchas mutiladas
en
este hierro candente
y
el incendio de mis hielos,
como
dijo el grande
no
acabaré de
irme,
ni
estas solapas fundirán
en
tristezas secas,
la
sombra será mi
mujer,
cambiaré el
prisma de ver,
y
ahora la luz será
la
dama siniestra,
por
si un día
acabo de irme
solo
espero
haber
podido contagiar mi locura
que
ya es rápida,
desborda
sus cauces,
brotando
en espinas insomnes
el
abrir de las compuertas
a
ese abismo sin dueño
donde
besan los azules
ese
nido de malvas,
que
mi ser desprende dominando,
sombras
miles en este carruaje vespertino
de
mi sangre,
mi
río de
colores
de
almas en sus gotas ferviente,
atado
a este sentir,
que
late,
que
sueña
la
carcoma de mi estampa.
II
Prendido
en hiel de un abismo, desdoblado compás y su sino, crujiendo el alba más
preciosa, por esquinas del cielo de nácar, es esta escarcha un fiel carruaje
desmembrado entre corceles ciegos, cabalgada cordura entre cristales, entre
espejos ardiendo, un calor entre calores, una vida que ni sí misma
se deja atrás.
Avanza, mece, y se deshace corre vengo por ti, traigo entre lirios del campo mi
silvestre trigo, tráeme
tu voz, tráeme
tu vida, estoy moliendo mis azares, haciendo surcos en mi alma verdadera,
trilla, trillando tu sentir morena, esta espada que es una quimera, entre
juncos desnudos, entre pizarras y cuchillos alzo que vuelvo a nacer entre
hierro, luchando por la luz que me corresponde, desnace esta era, entre de mi
siembra la espera, por esta cerca el campo que dueño
acaso tuviera, ni inspiración
cabe con barreras,
la
idea quiere marchar ensimismada, por riendas de un caballito del diablo, una
desventura en plomo un mar de esferas es todo lo que siento, por si pudiera
manifiesto, que el gris teñido
de bruma, abandona su sepultura, vuelvo a mi gusto muerto, la sombra que me
envuelve preside, rige, y desnuda mi alma, para ser por fin rosa de sangre,
vestida en azules trajes nocturnos, mi semblanza a este ocaso que mi voz
sucede. Entre espartos de mi iris, por alfileres sembrando clavos del campo,
anochece siendo de día
resplandece la una ausente, y gozo la soledad de mi suerte, sintiendo por fin
dicha por fin alegría
descubriendo este horizonte por mares de sentir que valgo, y que sí
puedo que lo vuelvo bello, hasta en tus molinos que amanezco, silos oscuros por
yedras que te alcanzan, es mi siembra una locura quieta, es mi compostura de
primera, por la que clavo a mi destino este abismo de tinta encendido.
III
Derecho
firmamento
entre
filos de gentes,
es
una piedra que camina,
piedra
aventurera,
seca
y umbría,
reposa
y duerme
cantares
del linde,
centellea
rayos irisados
se
riza con los besos de lluvia,
acaso
quiso ser otra,
ella
tan yerma, tan plácida,
imperecedera,
cerrada
como se cierran
los
rayos de luna,
acantonada,
de estéril
estampa,
dejas
muda alabanza,
el
día
que te hice de voz,
piedra
bella, sola,
estridente
sin patio de sonido,
y
esta voz que te di
voz
dorada como tu piel de minera,
como
un soto sin perdices,
avanzabas
solo tú,
la
vida quieta,
sembrándote
allí por
donde anduvieras,
al
candor de piedra única
igual
a la siguiente y a la anterior,
sin
afán
superior
hasta
que este poeta te dio voz,
como
flores que sin color
acaso
fuesen,
un
despertar en brazos de cieno,
un
respirar de la montaña,
un
cuchillo calizo que afilan
erosiones
de las eras,
latido
férreo,
sangre de mineral,
o
compostura de arenas,
piedra
de mi casa,
piedra
de tu casa,
la
tierra.
Piedra
potencia eterna,
nacida
como nace una estrella,
cumbre
de filos por bandera,
hogar,
cobijo y morada
de
lagartijas que cuelgan tus venas,
colchón de
rayos de sol,
asolada
tu espera
por
quien te dio voz,
lideras
tu guerra sin cuartel,
antes
de yo nacer,
tú
dabas alientos al suelo
sin
importar pertenecer,
siempre
fuiste
siempre
eras su piel,
de
la cantera, al nicho,
del
mausoleo, al caserón
viejo,
del
silo al castillo,
tu
fortaleza empedernida,
tu
aval de honda certera,
Siempre
estabas
siempre
estuviste,
como
río a
su voz del mar,
osado
no fui yo
quien
te encontró,
solo
fui encargado
de
darte moción
verdadera
ojalá
pudieses contestarme
mi
piedrita bella.
Devuélveme
a tu vida eterna,
del
soto a tu quimera verdadera,
clávame
la oscuridad de tu cueva,
en
esta esfera pulida sin espera,
risco
de tu sien enarbolada,
millones
de hijos
esencia
desnuda de tu alma pura,
techo
sin compostura
del
ser invertebrado,
techumbre
que pizarra llora,
su
azabache de cristal,
tu
sangre de fuego y agua
que
nunca te alcanza
sólo
partirte puede,
grieta
de helada, tus filamentos
que
encaran tu azar de vida sin dueño
a
tu sangre de musgo me cuelgo,
en
verde musgo tu fantasma muerdo,
vida
de herramienta,
azar
de la idea,
al
paraje que te conforma
al
que sostienes su vida
siendo
el suelo techo de esta hacienda,
si
tuvieses dolores todos gritarían
que
se acabase la muerte en la tierra.
IV
Camino al infierno,
después de
todo,
irrupción de
polvo
o
tormentos por despertar,
esta
es mi vida
este
es mi rifle,
no
digas por favor,
el
cauce se abre
es
una noche cabalgada
en
sombra enardecida,
te
quiero, te miro,
oscuridad
presenta
su
violácea
arpa,
sones
con sus cuclillos
despiertos
miran un horizonte
de
espuelas dormidas,
la
noche baila
sobre
mi fusil
alzado
al alba,
ignota
estrella difuminada
quién la
puso allí,
baila
cariño
esta
noche cazaré
el
animal que me sonríe
en
tus piernas,
seré
precursor de la muerte
hasta
que mi color brote,
no
será una
noche más
será una
noche menos
para
que me llames
cosas
que yo por hombre
no
puedo pronunciar,
guerrero
soy
de
esta arma
con
rigidez comparada
con
barcos de tu puerto
que
tanto amas,
canto
a este azabache
que
llora la noche,
cabalgo
salvaje
mordiendo
tus riendas,
ven
las luces están
prendidas,
sólo
hay un faro que te llama,
su
luz ilumina
tus
gemidos nacarados,
encontrados
por surcar
por
avanzar tu negro refugio,
mantengo
la noche de un trago,
disparo
sobre esta araña
infernal,
me
sostengo de mi tela
de
carne desnuda
en
tu infierno desde que viniste a mí,
tú
viniste a mí con
ademanes de gata
encendida,
volando mis palabras
haciendo
del momento
un
ruego que pedía
atravesar
tu cuerpo con el mío,
te
prometo nevar
la
cúspide
de tu cueva
acabar
mi grito con el tuyo,
hacer
de la noche un arrullo,
ser
caballero de tu reino,
cabalgar
su humedad,
deshojar
la primavera
en
tus labios de mujer.
Ser
el tiempo que nunca se fue
porque
siempre vuelve.
El
Castellano
V
30
de enero de 2013 a las 11:00 ·
GRILLETES
DEL ALMA:
Amanecer
despierto
en roja sed de don funesto,
en
este horizonte de fuego,
clamando,
esquivo estruendoso,
como demonio antiguo
avanzo
tu cuerpo,
flores y señero
en beldad
en
tu pupila me deslumbro
sigo
el camino de las rosas
en
sangre tu esencia de amor
me
ahogo en el dulce tormento,
nacarado, infinito dulce tormento
que
desvelaron tus labios ensordecidos,
tus
caricias arropan mi sentimiento,
vals
como condena
a
no encontrarte de nuevo
en
este arrullo no huyo, no muero
en
los latidos estallo
una vez primero para siempre
y
la estrella quema el desvelo
de
noches y noches soñando
tu cuerpo,
sin
mar, ni barco solo caminante despierto,
de tu frondoso cuerpo
hoy en tus mares fluyo,
hoy
de tu calma me apodero
para
nunca más
ser sombra del pasado,
como
la malva enraíza
la tierra yerma
en
tu recuerdo entierro
mi
mayor ilusión
allí
sujeto
esa
sed que nunca te abandonó,
si
miras dentro de tu interior
en oro y tierra
allí
estaré
amor, entonando
mi
canción de
ardor
a
las lunas sempiternas
que
envolvieron tu ausencia sin razón,
soledad
con oscuridad
clama
la espina de mi corazón,
en
la roja sábana
de tu calor
quiero
anidar mi ilusión,
anhelos
como cuchillos clavados
en
el cielo de recuerdos
horizonte
gris que baña
este
el mío
cuerpo rosáceo,
a
la cuarta campanada de las doce
en
su mirada tiembla el mañana
de futuro sin presente
quiere
tu sonrisa amanecida
en
mis labios descrita,
como
los rayos de sol de tus cabellos
y
los pajarritos cantarán
en
nuestra ventana
trayendo
los amores imposibles
que
separados nunca soltaron
el
primer desvelo de sangre y colmillo,
enamorada
del corazón
reverdecido,
hoy
canto a esta sangre mi dolor,
años
pasan despacio y te voy llamando
a
golpes de silencio luchando
con
la templanza de cálido
hielo
luchando
a golpe de olvido silenciado;
separando
nuestro destino
que
se unió por
un beso
y
donde no llegué a
entender
perdí las
flores de tu piel,
caballero
sediento en las batallas del ayer
como
el inicio del sentimiento
vuela
y gira por mi mente
como
encontrarte siempre resplandeciente,
he
venido a hierro a matar este silencio
he
venido a beber las amapolas de tus labios
a
decirte que recuerdo el sabor a fresa
de
tu pintalabios,
a
que en mis noches
quiero
sacarte de mis ojos para tenerte,
y
la sabana fría se
viste de tu melodía
llega
el violeta en su caricia
su
voz del alma hecha súplica
de
tu caricia,
grillete
y cadena de mi espíritu
a
amarte eternamente
hasta que no habite silencio
hasta
el final del latido
donde
mi silencio
se haga eco eterno
de
tu recuerdo,
y
la hiedra y cicutas
envuelvan mi cuerpo
aquí
quedará
escrito este amor
que
en dificultad
y
sin saber años y
años
de tu mirar
late
igual que ayer
por
ver junto a mí tu
caminar.
Te
amo quizás
sea algo
que
nunca cambiará.
നുന്ചാ അസുമിര്ഇ മി ഫൈനല്
പൊര്ഖുഎ ടെ അമോ ടെ വെര്ദാദ്.
A Nicoleta Catalina Salva
El
Castellano y Leannan-Sidhe
VI
Villanos,
malandrines encorvados,
me
han querido robar el ánimo,
con
fuste y aliento marcho mis relojes
con
premura de segundos extasiados,
yo
vi su horizonte en dura y áspera
semblanza
deshojada,
temblaba
el azar entre los azares,
una
vida de quitina a la espera,
mi
aliento es pez de mi jardín
de cristal,
he
servido a su péndulo,
entre
granates y engranajes
danzo
atrás el
tiempo,
sí
ese, mi tiempo, que cuido con esmero,
por
si un día me
llenase el estómago,
flagro
la versatilidad de mi siembra,
cabalga
las yemas de mis dedos,
hilvano
que voy sobre un abejorro,
aunque
no pique sigue siendo abejorrito,
le
imploro al verso me abra con presura
una
primavera de sabores
entre
arduos cipreses con sabor a luna,
marca
de silos azules
entre
siniestros anocheceres,
para
llevar una noche derretida a sus labios,
cazaré el
gamusino de sus parajes,
avanzaré con
paso lento y decidido
al
compás de
lunas y soles en desventura,
nacerá la
hoguera,
consumiendo
todo lo que ya no rozará
mi vida,
decreto
que estoy vivo,
y
que mi vida la arrastro para no ser santo
ni
demonio ni mal nacido,
si
no un hombre que tuvo voz y espíritu
para
ser alguien,
desde
la nada,
desde
las espinas que sangraban,
vivió
trece vidas
que
un hombre de su estatura podría
vivir,
hoy
afilo mi alma
válgame
la compostura,
que
si vuelvo a la cepa
se
abre el cielo y la tierra
para
acoger lo que siento,
que
es más
que un cebollino
más
que un tulipán
amarillo,
es
mi arma, un corazón
por letra,
es
sangre en hoguera
tristeza
se llama sangre en la poesía,
robaré al
tiempo sus besos del alba,
mi
amor gritará al
sol que descienda
y
viva en tus ojos mi amor sempiterno.
Llegaré por
la rivera,
llego
de los molinos de abajo,
buscando
un atajo
para
llegar y hechizar
el
callejón de
tu beso,
entre
rizadas ternuras
trasnochar
ocasos,
he
venido a implorar perdón
por
mi inconsciencia
vine
a plañir
mi alma,
vine
a besar tu aura,
riendo
entre flores
naciendo
en rocío
de
mis latidos presos.
VII
El
sino lanzó un
grito a la montaña,
contestó un
eco con amplia voz
que
sorprendió mi
anhelo
siendo
una luz en el vasto ciprés
que
a la luna alcanza
preguntando
por mis yedras en maceta del alba,
un
silo y un olvido despertó
de su nicho,
cantando
con la flor un latido desertor queriendo pedirte caricia eternamente.
Encerrada
en iris violáceo
la flor corría el
sueño
estertor,
el
sol cambió su
amanecer por la tibieza y suavidad de su flor,
siendo
esposa del sol, caléndula
en ojos
que
marcados traen un irisado tornasol llamado amor.
Un
ocaso se alzaba en guiño
a cada noche que la flor cerraba en verso sus pétalos
afilado
el cuclillo de la noche
besando
una luna de cuerda,
una
inmundicia cantaba su siniestro grillo
del
calor de muerto,
despertando
la siniestralidad agujereada
del
hueso,
un
camino eterno con acequia de la sangre que lleva en araña del
sentimiento
y
un difuso vértice
de dos gotas de unión
que
se juntaban exclamando
como
rocío
del molinillo diente de león
para
volar con el viento juntas nuestras vidas en vaso retorcido de destino.
VIII
Fiel reflejo estridente,
los
cuadros de tu vida
danzan
entre las baldosas,
entre
acorchados pasos
todo
va quedando atrás.
Un
ocaso florecido
de
espadas en sigilo,
tiempos
huecos
en
lúgubre
caricia.
Acaso
la luna es luna
o
alguien despierta
y
la pinta.
Cerrojillos
en destierro
de
este silo de oscuridad,
avanza
que imanta
el
día y
su prisa
por
alzar su despedida,
gritos
secos se mueven
tras
el ventanal,
sangre
que coagula
entre
compases
de
malas yerbas
de
mi patio.
Es
un mirlo negro
que
me visita
siempre
vestido igual
estrujé las
vidas
del
gato de arena que soy.
Suicidios
de cardos
corren
el patio
se
riza durmiendo
mi
gato negro.
La
soledad me ama
más
que a su estampa
vuela
y reposa
mi
fiel añoranza,
reverdecer
mi ilusión,
socavar
con sucesos,
así como
besos
de
este azar
que
no siempre
se
pinta negro.
Acuchillar
esta realidad
con
mi suerte de seguir vivo
para
tomar con mi esfuerzo
lo
que no me dan.
IX
Surco
de noche
ya
se retira
sonando
el día
y
sus rosas heladas
de
invierno,
iris
matutino
clamado
en
este fiel olivo,
surca
mi sangre
entre
verticales filos,
mi
gris vencido del alba
serena,
más
desnuda
que
la transparencia
que
el azul afila.
Se
clava este verde
militar
de ciprés
como
cuchillo enervado,
y
su canto
en
estos sigilos de chopo,
cargo
mi revolver
naciente
del verso
por
un sol de plumas
cae
fusilado el aliento,
algo
que clavar
al
firmamento
héroe
del norte
de
mi silencio.
Fantasmas
del
imperio perdido
su
bandera del tiempo
dormido.
Fúlgidos
nervios
cabalgan
los acres
de
esta trinchera
donde
mantengo alerta.
Jauría de
sienes hendidas,
con
fauces somnolientas
quise
ser siempre
con
esta mente,
profundicé el
idioma
de
la flor,
hablé con
la tierra,
aún
guarda mis abrojos
sembrados.
Entre
brotes verdes,
impacientados,
aguardan
el bravo
crepitar
de la tormenta,
y
sus besos azules.
Ahonda
esta vida
silos
del demonio,
simientes
oscuras
de
malas yerbas.
En
este campo yermo
crece
mi ilusión
que
no me siembren
el
dolor,
seré
como la flor
soñaré con
las piedras,
reiré con
abejas,
jugaré con
el viento
como
la vida grita.
Ahora
que la mañana
consume
los suspiros
ahogados,
ahora
que el cielo
luce
sus corceles dorados.
Es
por esta pizarra
que
me habla el río
me
habla qué más
que
ser agua.
Deslices
anudados
entre
corajes florecientes.
El
CASTELLANO
Mármoles
florecidos comunión
Redención
sagrada:
Cuando
los ángeles
desertan a morir,
en
los ojos de otros ojos
estás
buscándome,
me
despierto;
los
dioses celebran
un
silencio sepulcral.
Colores
me evocan de la nada,
ruido
cómplice
aborda
como
navío
tiznado al 2025
senderos
del mar de tierra
que
abre mi lengua en tu guarida de boca.
Melodiosa
suerte de la máquina
de tu cuerpo,
tonos
sobrios, vespertinos
absorben
la mirada como filo inexpugnable.
Absorto
cae el tiempo en tu sangrada candente
azada
dispuesta, es tu verbo un franquear de desvelos,
que
respiran estrellas fratricidas.
Es
un solo cuarteado en siglas,
los
soplos resplandecen vibran al son de nueva grama.
Sombras
inmobles cuentan de tu respiro
infranqueable,
por jóvenes
tapiales
de
tu inexorable, florido, grandioso desvelo
de
metales,
cobres
anidan campanas de media noche
aguardando
el surgir de lo sepultado.
No
frena la sintonía de
tu saliva, una,
ensueños
duermen llamando se cumplan los anhelos,
cuando
los ángeles
desertan a morir
tu
mirada se enciende, abismos silenciosos se prenden,
tu
voz se hace palabra.
Me
sigues te sigo cariño
de ternura dispuesto,
luz
enraíza
tu alma, efímera
en mi mano,
vuelve
a mí una
paz que ni los nichos toleran.
contratiempo
por fuelle,
magarzas
de otoño,
corona
de reyes en primavera,
etéreas
hojas a solas peregrinas,
dejando
embriones por verso,
capataz
de siembra única,
al
compás
liberando golondrinas,
punto
de Sol a ciegas,
es
mi mente surcando brumas grises
que
me acercaron.
Vagido
indeleble,
fúlgido
yo destellaba tu sien sin marca,
caliente
al arrimo de mi ser,
valedera
fuga sin ocaso,
un
caracol en un verso montado, arrastrando:
sacado
del pecho
como
heraldo sin desquicia semblanza,
corriente
arrastrando cadenas de errores,
fruto
de libertad
y
conciencia sellada a ciegas.
Comiendo
raíces
por hechos
en
fruto divino insoslayable,
frío de
noche
bañando
la casa de lo eterno
llamada
Diosa de tu entraña
mi
musa bella.
El
Castellano
Resurge
el añil:
Florece
agua ignota,
azoga
tus blancos corceles
de
rocío
sereno
sé
bruma gris de abrevaderos
juega
con mis mariposas serenas
de
los vientos, fragua mi sentir
en
tus venas rocosidades,
bebe
mi sed como un desnudo ayer,
entre
flores del paraninfo yerto,
augura
mi suerte entre tus vellosidades
colmadas
de savia joven,
un
reverdecer anhelado
que
tantas espumas aguarda,
madre
de mi blanco chopo,
tu
cristal luciente;
Cuántas
eras yo he conocido
tantas
vidas más
longevas
que
la mía,
osadía
pulcra de espadas azules,
cuchillos
calizos de cerros
castizas
fuentes
en
ramblas del terreno,
rieras
terrunas al sosiego
de
vid y centeno,
hablase
yo entonces
de
un sol que desgasta
de
acincelados bosques
de
espliego y atochas de esparto
del
grillo solariego
que
abre el sendero,
baja
vida tus espumas verdes
de
paz y sosiego,
vence
tu paz sepulcral
al
fervor de mi vana sombra
que
no te puede,
háblame
tus hojas
bailando,
jugando con el viento,
de
este otoño
que no llega,
ni
su bruma honrosa desciende.
Tráeme
tu febril aleteo de estambres
clava
la simiente esquiva
que
raje la tierra,
contigo
el resurgir de las estaciones,
pariendo
el desnacer
de
toda muerte en color
de
simiente.
El
Castellano
Río de
encinas:
Manadero
de silencio,
sepulcral
de enjutos,
ojos
complacientes,
sien
de verde amarre,
sin
febril cumbre,
entre
llanos que avelan,
su
coraje
entre
espigas del mañana,
por
este río
grande
de
encinas sorteado,
clava
el paisaje,
que
su tierra nace
en
retina pasajera
al
fervor
de
nichos que caminan,
conjuro
de sierra labrada
por
espartos de savia y fuego,
de
estío
navegante,
su
perenne edad sin hombre,
calma
sin vicio
ni
manso aletargo
donde
verdecía
mi
estridente simiente,
mi
noble Castilla
vestida
de encina,
que
el monte hace santidad
de
alacranes,
entraña sí
de
esa mi madre
porque
soy de tierra,
lustrales
fríos
olvidados,
en
copa de sed,
pardo,
noble, antaño
azul,
de
torcaz mensajera negra,
entre
córvida
espera,
hablaré sin
mí con
el Sol,
y
que mi pueblo
me
guarde el solitario sueño,
por
el que místico
encaro
la vida
porque
yo siembro la mía.
El
Castellano
Trenzado
del terreno:
Abro
de mí, la
rigurosa sombra
acogedora
de mi blanco almendro
fresco
dosel que presta almazaras
llenas
de olivos,
hermana
del negro hilo
cuándo
mi jardín
florido.
Rasguña
con tembloroso sigilo
de
savia dulce su arroyuelo.
Blanca
luna que me reflecta
en
los sabios bosques,
que
sus mieles Himeto me concede,
colinas
serenas me aguardan,
y
en las prósperas
perviertes,
apacibles
bellezas
parirán
tus ojos;
Lágrimas
sobre mis tibias cenizas
de
aquel que duelen y sigue
porque
son del poeta que te ama.
Derecho,
en espumas trenzo
vaporosos
ríos
de mi sangre,
vernal
lozanía
que
aún
gozo
como
luce la flor sepulcral.
Ceñida
cabeza tuya
de
las rosas más
vivas,
¿Quién
cauto te hará
cortesana?
Raudos
Lapitas no hay futuro mejor,
el
viento me pulirá su
acento,
bien
funesto que considero
que
me sembraron
de
la bronca hendidura
que
no sucumbe ni se hiende,
Baco
enseña
haciendo danzar Ninfas,
aguzaban
sus canciones,
pobre
labriego este que nunca se dio,
pilares
auras según lo
pidan tus liras,
¡Oh
Calíope!
Musa
de mi lenta melodía,
tráeme
la fronda verdecida
de
tus mantos vestidos
de
Ferento la sola campiña.
Sin
feroz hija hambre,
yo
providente augur
de
todo lo que amo;
al
escondite del alacrán
no
proclamo,
por
doquiera me dirija la suerte,
veo
la oscura tempestad que anuncia
que
yo estoy bailando en la luz
para
poder bailar en la oscuridad,
Galatea
la corneja no me espantes
que
mi buena remembra.
alma
présaga
de lluvias
que
a la flor incitan,
yo
que en pulido ribarzo
quiero
prender a Ninfas de flores
absorbentes
de miradas
y
de fugaces estrellas.
Amor
tan torpe
¡Oh
mis castos Dioses!
soy
yo humilde
un
ser hermano de la tierra
que
no permite
ni
a víbora
ni culebra
le
retiemble
la
paz diáfana
hallada.
El
Castellano
Florecido mármol:
Días
oscuros en la plaza del Sol,
abrirse pudiera entre rayos regentados
matices insoslayados, fauces brillantes,
y candados de luces, humilde haz,
purpúreo
al tacto, suave nube rígida
impalpable entre ocasos azules,
y leones grises,
con tacto terciopelo
una vida de amor eterno,
ola infame viene crispando
metales y fuentes, soberanos eclipses
que el viento nocturno navega y juega;
soledad atónita
entre enjambres de gentes,
confiante sentirse bajo el Sol humilde,
espumas de ángulos
fugaces,
me palpita amplio con serena voz
desangelada, la vida del hielo,
helor entre escarchas,
y su vorágine
de cementerio.
serpear entre raíces
ahogadas,
afluidas esperanzas unidas
en el trasiego.
con el viento te digo
que no te olvido ni muerto,
no surcaré sus
vetustas alas
ni enterraré mis
ilusiones
en sus jardines de albas
y hiedras voraces.
Entre ortigas que abren insomnios
fugaces colaterales
donde exista el acero y ala de pecho,
dormiré en
los siglos de tus ojos,
entre turbios cipreses con sabor a luna,
entre la grama reposaré
mi razón,
despertando habitando mis granates
huéspedes
de mi corazón.
El Castellano
Sigilo de sobriedad:
Fauces amarillas
el humo de su tabaco seco
cuelga de su blanca sien.
Bocas de agudos filos
nada por todo.
Tomaba su café
de grano recién
molido.
Como si goteara del árbol
del insomnio.
Era un hombre chapado de antaños,
dormía
cuando tenía
sueño,
comía
cuando tenía
hambre,
amaba más
las flores de su jardín
que a las personas,
la amargura no conocía
si no se hubiese casado con ella,
su bigote recto comía
por él,
era apuesto
pero le asustaba mirarse al espejo
y contemplar que el tiempo
podía más
que él,
de diálogo
era más
parco que una tabla
agarrada bajo yunque,
no amaba el dinero
que sólo
empleaba en gastarlo
en necesidades básicas
hablaba con sus flores,
lo extraño
que le respondían
en su cabeza,
consecuencia de la soledad avanzada,
seguía la
ley del ojo por ojo
si le daban amor devolvía
lo mismo,
en cuanto a odio este le temía.
Le gustaba sentarse en su mecedora
en su jardín y
acercar comida
a córvidos
negros como azabache
y obserbarles ,
era pleno, hacía
honor a su vida
amando lo sencillo
cogiendo su armonía en
una mano
con su cigarrillo
que blanqueaba ya su bigote.
El Castellano
II
Lámina
del cielo
tu gris en estiaje
ángel
del cielo teje
macabra sinfonía
lluvia se derrama aplomada
por su guiño de
ala,
por venas cavas, su quitina,
estrechas vías
consumidas
en atroz entrega
del mensaje del cielo,
sangre de tierra en zigzag,
río de
caudal
por arterias de arañas,
por acariciar la flor del iris,
un barco y una vela
un puerto y una quimera,
una vida de aciaga solar siembra,
verso saciado cabalga
el colchón etéreo
del aire,
hasta anclarse en valse,
sueña el
viento ser capturado,
atrápalo
en tu mano
y en la otra derrámate
como gota,
precipita tu esencia bebe del cáliz
la yaga de nuestro vino,
infinito remansado en cuña
de estambre,
es un ojo de tierra,
es una espera,
una inmortal fáuce,
la canción
con la que bailan las flores,
un cariño de
flamígera
estrella,
un armazón
dorado de escarabajo,
una casa de caracol,
ven, ven conmigo soy aullido,
una entrega de cuarzo llorado,
un cuchillo de silex afilado,
en el trillar del campo,
soy mis venas naciendo en un charco,
un sorbo y soy fuego en tu mano,
gimo
y corro el vasto templo
de mi perdida religión,
viendo el devenir venir
cruzarse, deshacerse, alzarse
para acabar siendo tierra
del inerte azar profuso,
mi tinta se bebe un rayo solar
en patita de un caballito del diablo,
mi vaga libélula
de mi suerte,
para que siempre viva
esta hormíga
león
siendo mi cosecha más
que tus besos,
más
que tus rayos de sol,
siendo yo del camino y el camino ser de mí,
irisada vida en son de mis tambores
de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.
El Castellano
III
Seco y duro, seco y umbrío,
corría el
linde quieto
por la arboleda despejada
daban las tres y treinta
de la madrugada que se marcha
por oscuro diván de
la sombra,
un espejo tímido
sonaba,
el reloj paraba,
con un grito de estrella,
su alcoba fría en
la que despertaba,
no quedaba viento de palabra,
ni pensamiento agil que en eco no quedara,
lanzó
aquel espejo contra el suelo,
y rápidamente
sangró un
borbotón de
sombras,
se abría la
noche y sus quimeras despiertas,
brotaba de su ceniza de pulmón,
el irisado que la oscuridad clama,
quedando para siempre
su alcoba fría y
vacía,
sombra de aquel que sonaba una noche
que ya escapa.
El Castellano
IV
Fantasma del tiempo:
Indivisible fulgor ostentado
resquicio opaco de la luz
con sabor a fase de luna.
Invierno de los ojos veloz
en una gota de llama de vela
fuego del fuego creado ensimismado
quiero arder lo malo de la maldad
cuando sin sombra ataca
el humor de la sangre existente
si voz tiene cuál
fuese dicho ente
hablándote
desde la arteria
donde el cuerpo helado busca
y te busca verdad sin pestañeo
ni apellido
sin venas surca la ola tibia y oscura
que nació sin
viento ni mareada razón
de océano
de versos
camino sin recorrido en yerto color
fulgente de la estación
sin mente
entresijo de la mecedora
que sensación
sola la mueve
con indicio de que la oscuridad me puede
fuerzas que escapan
a la razón
del entendimiento
resguardo de luz que por verla doblega
a la insensata dicha escondida
que grita y se engrilla en aquella orilla
distante, que une y divide
ignorantes y sumisos bordes
de lo que existe por soñarlo
suspiro ese suspiro del hastío
y estío de
mi río
escapándose
a mi legible saber
un vencedor encontrado
círculo
perfecto del equilibrio
en la locura nacido
en la frialdad del respiro mecido
yo te tuve, te sostuve
en la risa que dio llanto
en el llanto que dio risa
sin motivo ni razón
encausada
allí
donde la emoción
era transparente
ni necesitaba conciencia para ser
solamente armonía
que nadie te describe
porque fui yo quien te tuve
brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte
frío
recuerdo de honrarte tan malamente
sin saber describirte
indiferente si vuelvo a encontrarte
porque eres lo más
inusual,
te buscan y imposible de encontrar te vuelves
de la suerte llamada casualidad viniste.
Vengo del nacido sin nombre
del que hace lumbre del alarde del hombre
del espíritu
parásito
engendrado
y el veneno de mi sangre
te llegó a
donde el camino se abre
a infinitas escaleras interminables
donde el surrealista se raya la mente
que del caso cuelga el Sol en cruz
en la pared del diáfano
enervado calmo cuarto
marcando las marcas de los arañazos
de su luz
que en negro dio su astenia quietud
horarios de su ser perdidos
en un atardecer que ya fue
en el azabache de mi bolsillo
sus sombras que recorren mi pasillo
me entretienen para ser fusiladas
al encender la luz,
no puedo creer el encontrarte aquí
inerte arte del único
poema que vale
por no tener nada comparable
beso mis sueños
que el oscuro espíritu
por no tener color arde
no quiero darte a entender
ni que seas adjetivo ni valoración
solo lo inerte de lanzarte al río
y donde llegues
o lo creativo de guardarte en una caja
y enterrarte en el jardín,
para que te crezcan malvas,
es interesante que no llegues a materia
sólo a
eternidad de quien te leerá
en mis sucesivas muertes,
ténue
destello, elaborado albor
nacido del rayo de sol,
y la noche que ya calló
en las pestañas
del amor
milenarios son los espejos de los astros
que dictan y laten en caricia
esa fría
cuchilla que se clava
dándote
finalidad y fin.
FIN
Miguel Esteban Martínez
García a
19-02-2015
Pseudónimo:
El Castellano
V
Te busqué voz:
Todo
me lleva al cauce,
que
te dibuja displicente
allí
donde la muerte
se
siente imaginada
puesto
que ni la belleza simple
la
piensa, ni imagina
ya
que es de la enfermedad invento
no
la voy a dar creativo alimento.
Inspiración
lejana,
para
encontrar la esencia de su ser
eterna
eres ni muerte te veo
fuente
nocturna, o diurna
o
ninguna, surges a amplia voz
a
latidos no puedo contenerte
y
el que no sabe
ya
está viviendo
de ello,
el
mundo nos es ajeno,
calma
de tu calma invernada,
diáfana
quietud
de
tu silencio sembrado,
en
el barbecho de mi pecho,
regadío
del olvido
que
a imposible crece
para
letra ser
y
beber la sidra de tu piel,
que
ni la manzana prohibida
Eva
la pudo morder,
iridiscente
canto sin ser canto,
voy
buscando belleza
habrá que
darle ritmo
a
lo inerte de la suerte,
aljibe
donde encontrarte
bebiéndote
en el tejo
de
alabada montaña
perdida,
que
en sus arroyos y arrullos
me
tumbé a
mirarte,
me
nació del
helecho un curvo hecho,
con
boca gris me dijo:
-Lucha
que todo ser vivo tiene un motivo,
sólo
le faltó
decir
que
del barro fui creado
mi
tejo amado enamorado de la nube,
soñando
su imposible beso
viéndola
única
porque todas son iguales,
menos
cuando la atmósfera
se cabrea,
manantial
de los manantiales
los
ríos
del cielo
donde
en espejo se hace eterno
para
regar los campos que Castilla
dibujó a
vid y Encina.
El
Castellano
VI
Mecha de oscuridad:
Vengo que vuelvo
de un silencio, profundo,
de un vacío
completo,
traigo para sembrar
un ascua melífera,
del seno las arduas estrellas
que llevo
que cuelgan de mis ojos cual arañas,
una vid de vida
en seno esta anublada, azul
escarcha,
todo colmaba el ímpetu
de suspirar
sin brasa diestra,
ni compás
ambivalente,
sobre estos treinta años
que
y que no me sostienen,
porque aún no
me hicieron nacer,
sobre los lustres que ya no son,
anudando galaxias
y su cobre perpetuado de sólida
luz
inmaterial,
electrificas mi mirada
como aljibe rebosante de ilusión
líquida,
toda esta sed que vive el pasado,
y en bruma encegada,
muestra
que tiende tu rosa helada,
embebida de pétalos
de espectrales
sábanas
purísimas,
nací en
vez primera sin terminar,
y no fui ni abeja ni vencejo,
para poderte acompañar,
era de un eral sujeto,
como membrillo de un árbol
sin escuela,
y pera de chopo milenario,
todo cruzaba mi relente
y acabé
tendido
en mi osadía de
seco tajo
llamándose
gloria
para acabar conociéndote.
Como dije en primera vez:
Mecha de luz:
Vuelvo de tu vacío
repleto,
anidando
cobre de galaxias,
desde
luego aún no
hace treinta años
que
nací allí;
en
vez primera sin terminar,
vida
húmeda
y animosa,
alzado
a luces de alba sin acabar,
vino
tu silencio conmigo sin ti,
como
alto arbusto fragoroso,
me
paseó mi
jardín
como
un mordisco
y
un beso sonoro deslizando
que
suyo me jabra hendiendo la tierra,
una
boca de metal de pala,
que
abre zanja.
Tu
alma de recto augurio,
o
ave como futuro de hibernación,
ave
nocturna
en
tablilla de azabache,
como
puro origen inmiscuído,
nulidad
insobornable,
traición de
hechizo
y
nota de caligrafía
desangelada,
mudez
última
de relámpago,
pluma
de mi ojo abierto,
soledad
infinita de mi despierto,
como
fe sin cargos
rueda
mi vertiente,
siempre
relevada por dios sollozo,
palanca
usé con
la puerta de Plutón,
Alcé el
márgen
de
rebelión
sanguínea
de los dioses,
cielo
asido el vil manifiesto de relámpago
surqué,
gloria vespertina de héroe,
Cocitus
cantando su aire
de
oscuridad iluminada
clavando
negras riveras, hundiendo
y
desplazando los montes;
lago
Estigio me alimenta el latido,
y
mi férrea
sangre
directa
a superar lo inabarcable,
tu
rama vestigiosa de plata corté
del
cóncavo
bosque en tu acre,
creció en
su lugar segunda rama,
de
titanio,
que
conseguí
cercenar rotundo
y
hoy llevo clavadas sus hojas,
en
dos talones fundidos,
columna
y cadera,
con
todas sus espinas de titanio
sujetando
cada diente mío.
Bajar
al Averno es sencillo,
subir
arriba los aires en altos cielos,
nadie
pudo;
yo
allí voy
a mitad camino.
El
Castellano
Förüq
er-lobo bohemio
ESPASMO
REBELDE OBRA COMPLETA:
I
Espasmo rebelde
que abría sobre aguas ungidas
de lino y un espasmo de cobre
sonaba sobre un aleteo
efímero que batía
en alas una turquesa
mariposa febril de la col.
Haz tu propia sepultura dijo,
sobre un trabajo
que versaba sus pechos
de dama.
Acuérdate de al infierno,
subrayarlo,
como quintales de luz,
desplazaban los cerros,
y toneladas de nubes
cubrían,
al sopor de una densa
bruma cegada,
que todo colmaba,
era un invierno vestido por el otoño,
y deshojado por el verano cursado,
abedules que bailaban
su luz última,
henchida y ardorosa,
gotea que hereda
el fresno mi futil,
parca mirada,
brillo de espina
entre escaramujo reborde,
e incuestionable flor de difunto,
de cada estación;
hielo en ojos
y estrella fugaz retuerta,
ser visible sin luz ni rayo solar,
se hacía casi tarea incomprensible,
como lanzada de olvido,
y mordaz lodazal herido,
era mi dolor en mis ojos,
como lobos aullando afónicos
que su luna no contesta
ni su temple,
ni su llanto,
más no quería como dolor
cambiar ni sublimar,
sin dejar constatar,
que sin él,
nada en existencia,
valiese,
héroe de caracol sonoro hueco,
luz sin desespero
ni honda, profunda espada,
de piedra alborotada,
cómo murciélagos amigos he
acabado así colgado de una raíz salvaje,
heridora sin cascabeles,
ni viborillas causadas,
prismático azar
de nueve monedas,
nueve haciendas,
nueve madres metáfora,
nueve rosas en cruces,
09049494
Y sus tormentos todos,
cosidos,
quién remienda
su ala si es de bronce,
niña en voz de colmillos
de algún dibujo,
ninfas luminiscentes, brillaban
como tosca mirada deseosa,
Artemisa ya dejaba puridad
entre nieves del campo
y su sangre de musgo
incubada,
perdón sin patrón,
ni voz ni amplio nervio,
miga como un soldado
nadando como pan en agua,
irrevocable , gélido imparable
abría mi marcha un lebrel
tras cerviz asustadiza
como sin fin de perdigones
abatidos y traidos
en galgas fauces
vestía mi niña amapola,
unos breves versos inmutables,
forma relajante en bisagra,
que debía saltar para sonar,
y abrirse el portón verdadero
de una flamígera, llameante
hondanada insumisa
repleta de brea relucida
era sólo mi sangre,
como rebanada en miel férrea
granate de rubí excelso
que porto.
Era mi rubor,
un cuento de otra estepa.
Förüq castellano Er-lobo bohemio Esteban a 7-7-2020
II
Querría yo la palabra noble
cercenar
en porciones tangibles
a mis insensatos ojos,
fiel de escarchas secuaces
y a los élitreos flamantes
abordar mis llantos de escamas,
repletar mi vacío oscuro,
colmarlo en repleto color,
con olor a fresca sangre yerta,
vítreo abor,
mercenario sentido
asesinando viles hechos
en nobles impulsos
sin mayor sentencia,
postrera ni redimida azarosa,
hoy no era día cualquiera
ni tampoco se podría colgar
la luz del astro en uvas tendidas
a la espera.
Era un día hábil que de mi deseo
se podría hacer cátedra,
oblícuamente
dominó el ara mi averno;
notas de cuchillo tintineaban raspando,
una botella seca de anís,
caía una tarde de tormenta,
sobre Paraíso
sin vals ni su sombra sin quicio,
un agujero en letargo que no cubría
ya el cielo incendiado.
Ni el terreno abría inflamando sus campanas
de caléndulas, maravillas,
ni las hojas tempranas
aguzaban atisbo de aplauso o de viento,
sonrisas en flores tenues
en escamas afligía
III
Noche aciaga:
Letal beleño,
de horas sediento,
abre esponjada la oscura tierra,
un canto de hadas se puede escuchar,
entre floridos años que acogen,
y destellean el no ser
por hórridas tinieblas,
que mi alma colmaba su silencio
que cantaba enarenada
su viola de centella,
surco esparcía
pretil gesto de lluvia en lazada,
desterrar mi pena a tierra de nada,
era rizar zozobra,
como se lía peonza
para bailar trompo,
pintada de lúgubre lamento,
mi tristura era,
hondo torno
de pulido estruendo,
y profundo mar de reflejo,
sin delirio retuerto,
avanzo por la acequia olvidada,
rastro sigo
de mi sangre en cultivo,
horadar sepulcro sin piedra
ni alma yacente, tarea no era,
tarea no era,
al compás del rayo que ama por
y para siempre,
siendo más que miel de chispa
más que infortunio
dulce, desaconsejado,
y melosa su tierrica bella
le acogía trayéndole de su ala,
guiño armado,
y nube pariendo,
un designio,
que energía es eterna
como cincelar su huella.
Förüq castellano er-lobo bohemio Esteban
a 10-07-2020
IV
Era renacer en este valle,
satinada dicha en esquema
como augurio bien nacido,
pozo de ilusiones,
aljibe de mentiras,
y falsas alegrías;
bien pintada la cima,
la pirámide y ojo
que no entendía de onírico color,
compás sin extremo
sin arquetipo
sin paradigma escondido,
era volver a empezar
y nacer sabiendo,
todo As de todo juego,
pintar la noche con tu sabor,
dormir la tormenta sin despedir
sin relegar al sol,
abre el signo los tiempos,
sin espada,
sí con un azadón.
Empiezo.
Siega sin aventar espigas sin caricias
ni despedida, flama arde mi llama,
pintará, abanderará
un auge y su tela,
escama sin horizonte
que mi desnacer
quede presente;
hoy y siempre,
vendrá mi parda, honrada
sierpe,
azar de nueve alas
vida sin corazón sin alarde,
era una procesionaria,
una cama,
y una sábana,
un túnel y una caverna
quizá era mi calavera,
crujen esbozos
carmines al beso nunca dado,
o primero igual al último
con lo que unidad, repleta
todos son igual,
acabar para volver a besar,
plata, oh argenta dicha
planteada,
abre mi sangre escarlata,
cruje esta humilde siembra,
plata
ilumina mi senda,
hoy para siempre
que no se teja ni pulimente mi esquela,
que yo nací, viví, amo, amé, vivo
y lo volveré a hacer
para volverme a sembrar,
y tu cariño alumbrar,
plata, tu cobre te habla,
bailo sobre una bala,
mis líneas de historia
dictarán,
pudo, quiso, llegó, y al mundo
exclamó,
huella, envejecer, irse en aplauso,
ni ríase el esqueleto,
sólo queda envejecer e irse,
trascender en campo llano,
vida sin ortiga ni amaranto,
que mi destino,
que ni pesares,
cambio
por se rehinche
mi eterno presente,
como fue arriba,
fue mi suerte,
como izquierda corazón,
a derecha fuerza
pariendo el centro consumado,
espiral de equilibrio.
Flor, flor al mundo una razón,
en ti suerte, obtuve salvación,
y solución para condena predilecta,
nueva como vieja,
volver a condenarme
a plena elección.
Förüq castellano er-lobo bohemio Esteban a 11-07-2020
V
Errante solar,
la postrera
la vana sombra
viene a mi blanco día,
ahuyentar,
esótropo avance,
qué será,
un escarniado esqueleto,
por cuanto mi amor,
en dicha me coronó
me condenó
a la tierra más oscura,
al más límpido destello,
de un porvenir incierto,
polvo en ceniza aparente
enamorado más hallen tus ojos rectos,
más allá de un final,
de un comienzo causado,
cabalgaré el llano
y su cima lisonjera,
por cuando rudo
mi destino me erigió.
De los tiempos,
los campos me han mordido,
sin saber,
cuan los ayes
salud y mis floridos
años míos,
malandrines han vestido,
sin ayer hoy nació cansado,
ay, silencio
del mediano poso,
tumba del fúnebre depósito,
dolor cante,
que la próvida
la razón de vida no engaña,
solícito olvido,
mi aura suena.
Ay nueve presas,
de belleza sin rival,
Cabalgar sin caballo es igual,
fondo de un abismático placer,
sin dibujar,
negrura vente al lado,
al relucir condecoroso,
al gran limbo misterioso,
tinieblas por luces alumbradas.
Se pinte todo indiscernible.
Förüq castellano er-lobo bohemio a 14-07-2020
VI
Entre azucenas tardías,
recordado,
pronunciada tú
de la dura tierra,
valor, hermosura,
nunca en ti sola,
cual amante
mi viola trepa tu bella figura,
desceñido dolor,
de razón perdida,
noche oh beso,
beso tu figura;
clavel y cítara,
y estos dolientes ojos,
son grave,
son del viento,
son de tormenta
son de trueno,
violáceo surgir
claro oscuro de gloria,
sígueme,
hacia el ojo de tierra
hacia la ventura
que nunca llora,
esta noche nada será igual,
hendido bajo rayo,
será una deidad sin nombre,
será flor tu belleza,
hoy por hoy
amo y te beso,
gozo y subrayo,
pulcra tu lira abrazo,
verdor entre fuentes,
campos de color sostenido,
fiel regorjeo
fiel atinar de aurora
entre rizos entre carrizos,
rayos y caballos solares
que relinchan tus cabellos,
venga que marcha
mi honda escuela
del sepulcro,
del honorable
del ávido desvarío
por el que deshago
y vuelta en espiral
vuelvo a desandar.
Förüq castellano er-lobo bohemio a 15-07-2020
VII
Auno sones,
en desierto fractal,
no viene
la amada fúnebre sombra,
ni su mortecina
blanca llaga,
desierto embalse
de recuerdos ahogados,
linde despierto,
de vanidades amarillas,
y rosas de trapo,
rescatarme pueda
esta tristeza lisonjera
que envuelve alma mía,
soledad sin resquicio
a salvo no ocupado,
tristura sin letargo
dulce, vago
tomo amancillado,
arte en vil reflejo
en mi alma donde yago,
espino amarillo
y en espina me demoro,
corriendo fuera de la línea,
hacedor de suspiro
azumbre siempre seremos
nunca en mitad un vaso vino,
noche tus luces breves
de faroles dormidos,
viene que serpea
tu halo de plata,
un ciprés alto como tu luna;
venza como cuchillo verde,
a alzar mi ruego,
un silo que guarda
estrellas como simientes,
siento,
siento mordida mi sábana,
una espectral caricia en manecita helada,
sus ojos
vil sentencia indescriptible,
como turquesa fundida
forjándose de los mares;
de azur profundo,
femeninos ojos
de fantasma recién alumbrada,
dudando de la eterna duda,
de su no existir,
no tener cuerpo,
ni esencia tangible,
sin nada vivo que la piensa,
recuerdo su feroz, tímida
silueta en umbrío cuarto mío,
desceñida sombra,
sin candelabro,
ni luz que no fuera de luna,
recuerdos ahogados,
sueños fueron,
en el café de la mañana,
vine temblando,
azogando regio su corolario,
fugaz quietud escarlata,
púrpura al tacto,
violácea sonrisa estameña
en vítrea, solaz
profunda calma,
ya era eterna.
Förüq castellano er-lobo bohemio a 16-07-2020
VIII
Renuevo esta mi sangre yerta,
para servirte mi dulce dama,
bajo níveo nogal,
allá bajo su fronda suave
y denso selvaje
que auras allá quema,
bajo hórrida, tupida sombra,
servirte a las puertas
de adorado averno
beoda sed en brindis
de nueva, flagrante condena,
dioses del inframundo canten,
allá donde excelsitud
de tu aurea sonrisa entabla,
y a mis miedos sólo arredra,
bullicio entre ramas
saborear dulces trinos cantores,
que la vida entona;
se amurallan las horas,
se quede la frágil vida,
que honroso te siembro,
escuálida y temblorosa,
fuegos y dichas apacienta,
entre este brindis áspero,
de amimosas delicias,
mi sangre fugaz, honrada te sirvo,
pa' ser rama para ser de caudal tu savia,
fausto, aterido soplo,
de horrores no regalaba
ni flauta ni prenda a favonio
arrebataba,
mis estrellas sin temor,
piadoso de nublados ojos,
espíritu de leyes rotas,
caos antiguo
que desvelado, no huye,
ni mi risueña sien
relega en acto
a no seguir queriéndote
ferviente.
Förüq castellano er-lobo bohemio a 17-07-2020
IX
Viva, inviolada,
fugaz de Pléyades insumisa,
viva sobre un lecho de hielo,
fundada en seno de magarzas,
desbullada y centrada,
al pie de Orion,
entre flores y cachorros
de cuchillo calizo,
húmedos trinos
que olían a poesía,
dispersa como bulbo partido
y brindis de memoria perfecta,
privilegio sí,
en cesto sin hartazgo,
su libertad,
sabor de puro verbo,
me incubaran los rifles del cerro,
y mi voz patatas engendrara.
Oh augurio impío,
sonaba la bisagra como chicharra
apoteósica,
mi danza efímera entre
caminillos de hormigas
y tapial del cementerio
de Fuente de la Higuera,
ecos de entre traineras
y hojas de olmos regios,
bajaba confortante el ruido,
cazador de silencio,
de la mañana
ya henchida,
hechos entre helechos,
y amarillas mariposas,
carril húmedo
inpronunciable,
corazón brotado en blando suelo,
mojado, reacio a secarse
y no aventar flores,
pequeña, simple
su ilusión perduraba.
Hasta por momentos
olvidó que era guijarro,
no, mi severo corazón.
Allí plantado.
Förüq castellano er-lobo bohemio a 18-07-2020
Solitario bogo,
aterido soplo de la montaña,
pastor de tus astros,
torres de nidos de tu saliva,
perfilada tu sombra me acompasa,
mi sayal remiendo
entre sedas
de moreras de ensueño,
olvidos me trepan por enredaderas,
tarde en la tarde mi esperanza vive,
si soñase
volaría a
tu vera.
Sol este de oro
ciñe mi
álamo
negro
y su esmeralda araña,
cumbre te nombra
en la saeta mi oscura golondrina azabache,
traerte conmigo siempre
eternidad risueña,
melosa
sangre de mis dioses.
Señora
tú de
silencios
y sepulcrales vértigos,
no amansa mi fosa
la dulce azada de metal soporífera,
carne y cuerpo
mi rigidez de pluma,
lírico
trasnochar.
Claro cristal entre paisajes,
ceniza de recuerdo
es ella, recuerda,
aire desnudo fama de estrella
inviolada,
mi musa bella,
un azar flamígero
que no pido ni alumbro,
no espera
ni las aguas de tiempo inmenso,
jamás
complacen.
Ay día,
rosario terco,
deja ya la gloria,
grandeza en amor
se llamó
belleza,
lastimada mi carne desvelada.
Gusano soy
que hila su capullo,
tejiendo desde sentir interior,
mi vida en serenatas blancas
levantaré,
su fronda,
inabarcable vergel primoroso,
cuenta mi linaje
alas ignoradas de mi pecho.
No podrán
tapar en vida
mi silencio que aflora.
El Castellano
Terca mi sangre,
tiempo del frío río
inmenso, todo dado en espinas
su rivera,
por ciega neblina bajo
con tabaco precoz,
pienso,
todo he soñado
para el letal lecho del olvido.
Mi temor sorprendido
alega que no existe;
vida o belleza,
ala o metal cansado,
gloria de grandeza, ¿Dónde?
Mi tabaco de neblina
ahonda, penetra y surca
la esmaltada silueta de tu figura,
por mi caricia ruda
y el agua afligida,
admirarte yo cual fugaz garuma,
anisado vive el cielo,
nuestra blanca estrella
mineral candente
refulge su luz desnuda,
por vespertino son
de todo lo que tiembla
como abanico de mi pluma.
El Castellano
El Principio estaba en la Colina.
Un hecho,
claridad de brea encendida,
o transparencia de pez de cristal.
Timón
enfurecido
que tormenta iracunda tizna,
Cuervo en el alma
mi ser alzo, prendo,
mi idea luce
cual hollín de
azabache tuviera,
gragea mi voz un crascitar
de mi señor
Baco,
persona de garabato nombro a sombra latiente,
acaso opacidad de materia cuidase,
sacrificador mi tiento.
Sonetada su parda sepultura.
Falte mi ley, sonará
la albilla.
Diablo aguador mi buen Luciente;
cordobán,
recuerdo de soleta,
no me faltará
maceta,
Parnaso que ya cae asaetado,
cisnes negros,
de Apolo,
cuidados como vellón
descendía su
grajo.
Musario monte yo he sembrado.
Yo, pensamiento y porfía
guardo,
me los retiemble
el Sol lucido,
ninguno estribe
mi mesura,
Señora,
valerme quiera,
ni peligroso
el tiempo Bárbaro
se me pareciera.
Förüq
Insondable, la luz
de tu impalpable seña,
guiño áureo
al latido,
insubordinado, labrado
en madero de este hierro,
ya dejó de
ser infamia tornasola
en ascua de piel borrosa.
Ensueño
alado te alzo
mi musa en estridencia recta,
develada, reveladora senda
dictas que afliges voluptuosa
cuan cerilla arrostra mi alma,
rebulle tu sueño
alado
de golondrina azabache,
no perturba mi paso
tu luminoso azar descorajinado,
en sones del capataz del brillo primero.
Arde no se colma mi vaso,
al cantoral
fraguo férreo
lazo,
indivisible alianza, comunión
de ambos argentos astros,
como entrelazan alba y ocaso,
pura seda mi correr
de atleta precipitado,
arrostró
mi piedra espectral,
tu brisa ya nunca más
fría.
Alumbró mi
sien
el fractal de frágil
leño.
Y desveló que
todo es y fue
más
que un sueño.
Enmudecida siembra tu garganta
lamo la tierra boca a boca,
tu raiz´salvaje
me toca,
como verde planta a tu corazón
invoca,
silvestre y musical nuestra rosa azul canta,
henchido de tu voz voy
mi doncella escarlata.
El Castellano
Oración a
la misa del alba,
revuela una golondrina,
esquiva los ramajes
acenizados del fresno,
abre monótona
brisa
una caricia de tierra
por el musario cerro,
carrascas afilan allí
sus flores de piedra
para dar sus bellotas,
ya escondida la luna de seda,
aumenta un zorzal su trino,
sube entre rayos de sol
la espuma de un desnudo álamo,
a su raíz un
precoz mamón
sonríe al
iris de nueva luz,
un grillo chirría su
nota
en melancolía
por nuevo cierzo,
la encina secular
no pierde atisbo de rigor
en follaje,
como nervudo verde
que no llora,
la retama grita al esparto
que su amarillo impera,
plegaria entre verdades del monte
un nuevo esplendor
canta la paz sepulcral del campo,
como luminaria entre río
reverdecido
en tapiz de terruño
arado,
aria dolida en arrebol
de sollozo verde,
lento abre su retoño
la tierra.
Entre vid de nueva espera.
El Castellano
Quiero mantener
mi suerte segura,
como hondas imágenes
en frío
lacustre.
Agua de
labriego sordo.
Eco en árbol
de sigiloso azar.
Hombre al menos
en terrazgo seguro
al pie de bandoneón,
clavando cigarra
a su escarcha afligida,
manos trabajen
la melodía
a tu voz morena.
Primor en viento
de mi sepulcral prestancia,
tierra o ceniza
eternal mármol
turbado
de vida atada a tu vida
y perseverante esencia.
Árbol
de luz y acento,
revuelo a tu son
el mundo no trasplante.
dulces sueños
sones flamígeros
te aguarden
en su seno.
Suelo en miel
de nota obscura,
guerra, oh gran momento,
rizar mis ascuas al viento,
hoja que tu filial enmarca,
verdecido mamón
yesco,
invadido por substancia
de tu irisada voz en letra fraguada.
Resonancia de altivos lares,
fecundos...
Llevo verdecida mi sangre,
Asaltando el trigo mis ojos,
palabra con sonido
eterna herida
resuena que sigo en ti
como aromo de flor
y curva pitanza corva,
redimido a la abeja
el avispero ya no zigzaguea,
abre cariño tu
senda,
nácar
dispuesto y frágil
al candor de mi cóncava
vena.
Para cosechar mi pena, mi cruz
y mi condena.
El Castellano
Rostro beso de vieja herida
Solitario bogo,
aterido soplo de la montaña,
pastor de tus astros,
torres de nidos de tu saliva,
perfilada tu sombra me acompasa,
mi sayal remiendo
entre sedas
de moreras de ensueño,
olvidos me trepan por enredaderas,
tarde en la tarde mi esperanza vive,
si soñase
volaría a
tu vera.
Sol este de oro
ciñe mi
álamo
negro
y su esmeralda araña,
cumbre te nombra
en la saeta mi oscura golondrina azabache,
traerte conmigo siempre
eternidad risueña,
melosa
sangre de mis dioses.
Señora
tú de
silencios
y sepulcrales vértigos,
no amansa mi fosa
la dulce azada de metal soporífera,
carne y cuerpo
mi rigidez de pluma,
lírico
trasnochar.
Claro cristal entre paisajes,
ceniza de recuerdo
es ella, recuerda,
aire desnudo fama de estrella
inviolada,
mi musa bella,
un azar flamígero
que no pido ni alumbro,
no espera
ni las aguas de tiempo inmenso,
jamás
complacen.
Ay día,
rosario terco,
deja ya la gloria,
grandeza en amor
se llamó
belleza,
lastimada mi carne desvelada.
Gusano soy
que hila su capullo,
tejiendo desde sentir interior,
mi vida en serenatas blancas
levantaré,
su fronda,
inabarcable vergel primoroso,
cuenta mi linaje
alas ignoradas de mi pecho.
No podrán
tapar en vida
mi silencio que aflora.
El Castellano
Al
grillo:
I
Clareando su lividez
por sotos vastos, reales, relumbrados
De mi río es
avidez.
Soliviando el sembrado.
Dirige, este mi grillo renombrado.
II
Es un tejado, él
llora.
La acequia desnuda de molinete;
un cimiento que aflora.
Grieta, tiempo replete.
Sauce abatido, colchón
al jinete.
III
Entre blanda alma sube,
entre un arpa estacional él,
aflige,
lluvia a primera nube.
Nota en cúspide
inflige.
Entre caracoles sonoros rige.
IV
Grillo único
aunado, uno,
le pidió un
gran deseo, renegando,
a manantial de fauno.
No aminorar cantando
tras acople, todo sonó
silbando.
V
Solar afán,
entrega,
llegas que dictas tu no pertenencia;
tu arraigo de gallega,
hermana negra ciencia,
traes que cobijas mi sola conciencia.
VI
Mi grillo luce nuevo
su primavera luciente socava,
lira estrella relevo.
El centígrado
cava
que tu lustre entre musas ya no era grava.
VII
Era un patio la sombra,
Vena que era acequia reverberando.
El grillo, desescombra
las arañas
dictando.
Oraba como besaba alegando.
VIII
Vengo, avancé mi
peral,
con mi grillo en mi bolsillo, cantando.
No divisé
umbrío
eral,
viva vid, entonando,
mi secuela estaba ya, recta reinando.
IX
Blande regia Oscuridad.
Ahondaba que saltaba, silenciosa
el ímpetu
en soledad,
resplandor de enojosa,
y quizá
matrimonio en lacrimosa.
Bonus rima y métrica
libre o blanca:
En unión
con su oscuro astro,
blandía a
la séptima
sílaba,
luna que busqué por
sombra y abismo
en esquela.
Era un disparo y azogué
lo que el cosmos me negaba.
Fui dichoso, me enaltecía
mi soledad pulcra arrebolada.
Espejaba ella el vestido a mi mujer verdadera.
No brillaba mi sola desquicia,
era lugar y tiempo suficiente;
para ser de la tierra enhiesta espiga.
Ella mi única
amapola
Reina del jardín de
Hipsípila.
Un soto y un llano;
desperté del
bolsillo su oro trasnochado.
Blándeme
Oscuridad,
en tu acero y ala de pecho.
Que canten azabaches
tu magia del cinco
labrado este año.
Afortunado avanzo mi pulso
por candelabro este mayo.
Mi cenit por rectitud
del alma mía.
Un último
acorde y me encontré
en la pluma tu arpa,
mi Ninfa que obligas no fenezca
el grillo que me da frenesí.
El Castellano
III
Primero
de la guardia nocturna,
destino
desvencijado
con
honores, sus colmillos sus comensales,
he
abierto la noche
en
dos mitades,
una
por sacrificar
si
arde mi esfera,
resolución
del tres habla,
el
muerto vivo baila
su
sepultura,
venimos
de la urna de arcilla,
la
tierra devora lo que es de ella,
bronce
a mis falanges
quién
blande mi alma,
soy
militar el abismo mi sangre,
a
mí la
legión de
Luz
en
Guardia
Förüq vampiro
castellano,
su
final tiene sed
viene
a por usted,
no
conozco el miedo, yo soy el miedo,
aquí mi
falcata saboreará su
cuello,
la
muerte es mi mujer
oscuridad,
soy
yo el que ha venido a por su sangre,
deme
su hálito
de humor sanguinoso,
el
hambre de la caza he visto reverber en mi colmillo,
ha
llegado a su final
su
hoja se ha completado, debo apagar la luz.
Förüq el
castellano
Oscuro
haz, luz sembrada:
Larga sombra me abarca,
larga sombra me abraza,
larga sombra que me envuelve
yo quisiera meterla en un mundo más bello,
yo quisiera librarla de hielos que aguardan,
quisiera retornar a un mundo que era negro
sumergirme más
profundo que los mares
y encontrar mis verdades,
yo quisiera fundirme fraguas de hierro
ser justicia izada de ser en luz intensa
pero ya no siento nada,
asolada mi estirpe con nombre agujereado,
yo camino descalzo sin miedo ni quietud,
sin estos clavos que me impusieron
camino lejos, lejos sin mi nombre
por si despierta mi azada
con la que sepultar al Miguel Esteban
que no nació
todavía,
por si una dicha me aguarda,
no osarán en
buscar portentos
a esta larga sombra que avanza,
no cambio sus males
solo servirla flores silvestres
así
enamorada torne princesa de profundidades
hada dueña de
la sombra,
hada fiel de embeleso en umbrales
por tragar esta mi tierra
que me avanza la despedida,
cuántos
pájaros
volaron
para ser único
pájaro
enfundado en trino,
rajado, ultrajado,
cuantas notas se escucharon
hasta ser estrofa de agua
por todos los que estuvieron,
al acecho yerto de esta sombra mía,
que no posee medida,
solo una senda deshaciendo lo trazado,
al firme astro alzo mi perplejo
por toda oscuridad que fusiló
mi partida,
me apodero de este jardín
de mi sangre sembrado,
para latir en espejo asomado,
y que viva siempre siempre
esta sombra fría,
vacía,
llena en soledades,
completa sin tapiales, hueca de mi carne,
despeñada
en vivencias soterradas,
que yo alzaré
para sembrar en ella
esta vida que yo le debo a ella,
para que viva siempre mi luz
tejida con ella,
hasta erizarla
y que me responda
cuando nombre a la belleza.
Que sin ella queda sin aliento.
El Castellano
I IX
Verdecida mi sangre
en son de mis latidos
de alto suelo,
oígo la agreste reverberancia,
al pie de solaz viento
mi sentido.
En sones de férrea fragua
afilo mi metal primordial.
Canto a sus manos
de terrazgo quieto,
insubordinado.
Atadas sienes
cruzan tus ríos soberanos;
vegetal extasía
y cumbre en tu nombre
de perenne morada.
Vástaga palabra herida
de sonido disuelto.
Voz etérea
viviendo mi secuencia,
metamorfosea cual bronce
de hoz sin tiempo
resuena suave el hálito
desertor.
Soledad vigorosa
de voz difunta
sin morir mi pena.
Fragor redimido suena el martillo,
agua, tu risa y la suegra y nuera.
He de amarte
aunque tu hipnotismo dictes.
Ni olvido a primer vuelo,
perderte puede,
en la eternidad del corazón
y su cielo de soporífera muerte.
Perfilas camino a encontrar mi aljaba
y diriges su certera flecha primigenia,
por mi ardiente vena
danzo, danza mi lobo.
La áspera prisión de mi cordura,
cual amor con espejo,
siempre dura.
Cautivo mi soga enroscas,
calor sin ojos
como luz sin verte es niebla
y lejos paz, azul, nervio silente
ardua premura,
noche mi cruz
sonriendo amplia
mi condena.
El Castellano y Leannán-Sídhe a 12-12-2018
FINAL
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