miércoles, 23 de noviembre de 2022

EL ACUERDO







I
Desconcierta la plomiza cicatriz luminosa,
pesa mi suelo más que la doliente faz
contra el suelo mordiente que abate
pesa más el mundo que nada
ha cambiado rechinando sus dientes
de ladrillo.
Misma opacidad de materia trato
oh sombra misma.
Navegando azares y durmientes,
dueles como fotografía tuya
llevó el río sus corrientes,
oh alma de almendra
que germina mi dicha campesina,
rápida al fragor sangre en pecho
mis manos vivas conocen
de la avispa y su fraude en tacto
todos llevamos dentro.

II
Oh viento partido de deseo y vil gemido
en aras un libro en jardín lisonjero,
oh de la espada húmeda,
y su voz humánimal,
acero en espalda quién desea,
si bastase, voy con coraza
en hierro en pecho encumbrada,
el acuerdo, voy por el primero,
no negar nunca que eres parte
de mí, como dicha o alegría,
traspuesta.
Segundo trato, 
no tendré novia,
no tendré amigos dejen testimonios difuntos,
tengo Musa, parte y eje
que vive mi letra, y ella es violín entona.

III
Tercer acuerdo,
respetar ser parte, cúmulo,
de libertad en auge,
esperando que mi simiente,
otorgue una planta, esta planta
otorgue una flor,
y la flor otorgue simiente nuevamente.
En intento perpetuo,
un margen simbiótico despliegue,
lustros completos como granates besos.



Förüq Miguel Esteban Martínez García

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realeza de estrella