sábado, 19 de noviembre de 2022

Beso de agua ignota



Beso de agua ignota:

I

Modulas tu consistente
clamorosa felicidad,
de oscura nota
que suena la noche
en tus ojos,
indescifrable relámpago percibido
en anterior registro,
paisaje latente tu dicha
por mí acompañada.
Dulce acorde
que cae a chorro
por las venas
de opacidad de materia.
Rizas que embebes
el descansar de la flor.
Símil.
Pupila cristalina en rocío
sobre papel de luna.
silencio sobre polvo de memoria,
oscura cauta luz
de muerte
entre los besos,
escaleras y espejos carnales.
Límites de anhelo
ojalá los vistiese,
sangrando ríos
de escamas inefables.
Entre el crepúsculo más sonrojado.


JUNIO Hace seis años:
II
Descuelgo en tus alas
mi impetuoso servir
a tu cantar.
Me adueño de aquel néctar
desvelo de tu silueta.
Donde derrama el sueño
enarbolado de mi calma
que atrapa
clamor de fulgores.
Entre tus pupilas
que musitan quédate siempre.
Descampado de ilusiones
donde naces
y mi interior floreces.
Oh flor de embeleso,
cristal de tu aliento,
corren puras tus aguas
en los suspiros
donde no encuentro olvido.
Sólo reflejos de tus ojos
a cada hora que se cuela
en mi ventana.
Quiero perderme
en tu inspiración,
clavar un firmamento
con tu sabor,
ser viento que te lleva
lo que siento,
ser piel de esencia
en tu cuerpo,
rayo que rompe el silencio.
Para tus ojos
quizás solo poeta enamorado,
letra en tu cariño,
jardín en tus recuerdos,
quizás sólo quiera ser yo
en tu sonrisa
Camino tu cielo sin prisa,
me dibujo óleo
de tu aliento.
Un nudo de tu destino,
una gota de luz
que acampa tu alma.
Quiero ser un latir
en tu mirada.

III
Corre el beso,
se afila el verso.
Desafío a este silencio.
Cierro mis ojos
y dentro te veo,
sólo sueño y tu destello
se vuelve maravilla
en sus pétalos iridiscentes.
En tus pupilas
se disuelve mi vida,
vida.
Te bebes mis nervios
y entre jardines noctámbulos
amanezco.
Surcando tu cabello azabache,
vendiendo mis mañanas
por el ayer a tu lado
acurrucado.
Efímero el segundo
descansa en tu parpadeo.
Cruzando el río de mi adentro te veo,
dando vida al dulce tormento,
ese que me tiene pintándote
de ternura un firmamento,
del color de tu alma pura.
De tus labios tomo la dulzura,
remolino de cariño
te vas volviendo,
cuando tu cuerpo manantial secreto
observa como el agua
y la poesía
hacen el amor etéreo.


El Castellano y Leannán Sídhe




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realeza de estrella