lunes, 14 de noviembre de 2022

Tu agua ciega (sangre) Nuevas entregas









I.TU AGUA CIEGA (SANGRE)

 

Afilo hasta pulir el filo

de tu sonrisa yacente,

entre mi pecho de piedra;

sonríe a tu agua que no se piensa,

ataraxia momentánea

en sangre esquiva verde,

plomo largo de idea batiente,

cesando terco y fructuoso aljibe

donde se almidona la sed de tu cicuta,

surco cielos extensos

de golondrinas cromáticas,

esperando ponerlas nombre.

Acantonado se estría mi respiro,

cromo que abre el tiempo,

por nubes de besos de zinc,

acrisolado mejor extasiado

el vértigo en lienzo

sin melodía ocre.

Desnaceré

y no acabaré de irme

sin regentar

tus reflejos muslos férreos

en musgo de caricia anhelante,

de abrir la noche

dentro de tu párpado cerrado,

abierto a dulce relámpago

de mi color áureo.

Albino se ciñe mi sino

preguntando si un alba

me oscureció el cabello,

acaso sueño,

perpetuidad de constelaciones

y raudas estelas

que guardo en mis bolsillos,

ninfa, pléyade, musa

de acuartelados suspiros

entona tu arpa notas de agua,

abiertas al iris.

Abeja de esta mi escritura dicta,

tejer la celda,

y el polen será la letra,

cuál la reina oscura

que quiera miel de flor sonrojada

que espera,

tibieza en sueño de metal,

hematíe sanguíneo

que tu surco devela

y avanza en punta de lanza.

Llamada prosa a 23-08-2018


A 14-11-2022

A una bella, se vencen los sones

los himnos que suspira la tarde

sobre grana trigo y soledades de girasol,

la voz en plegaria semejanza quiere

con el gorjeo de un zorzal,

dentro de tu pupila azul

descansa el sueño mi tamborileo

suave como grave.

Voy por el susurro de la secreta mano,

tu párpado de sueño leve, amortecido,

vence plegarias e inspiraciones

fragantes, de tu aroma primas,

de esencia más sonrojada,

y barquitos de tela sobre el vino,

de manzana, claro, de suspirar hondo,

perplejo...


II

Delicia, oh, espíritu de fuego terso,

tu sola boca,

midiera distancias entre sueño

y placer tangible, lo siento mi ama

doncella amapola, distancia ninguna,

amor, que dices que la noche

callada me ama

auuuuuuuuu, auuuuuuuuuu, auuge

lobo de día, cuervo de noche

que en sueños siempre vive

en libertad,

una noche bajé a la ciudad,

fui a encontrar tu nota

sin final, nutrida de lágrimas

y fuego denso, labios en caverna,

yo, que a veces no duermo,

sé tú más feliz que yo...


III

Mi bella en juventud

que honores y albores consagren,

como lustros llevo encendidos,

en tu busca y captura

de andariegos siglos

y tu mirada vivaz de golondrina,

avanzo por reflejas piernas

 gemelas, oh, adormidera del desierto.

Este cielo turquesa nuestro,

cae asaetado, con diablo aguador,

en soleta, no me faltará maceta

oh rosa furtiva de occidente;

no olvides mi nombre

como rosa sin espina ni cruz,

¿Acaso es logia?




El castellano er lobo bohemio Esteban

 

El Castellano

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