lunes, 13 de septiembre de 2021

Áurea de alba

 





I
A ese mar
donde va el río
del primer resplandor,
que no sólo es resplandor, 
de muerte,
si no de vida
donde puja la garra y el alma .
Ese río que arroja
mi pena para validar.
Viaje de piedra,
duradero como su calma,
siguiera el gemido
unas alas de libélula.


II
Repetido, pensaba en su bosque,
de hayas sin sapiencia,
y sombríos azares
dignos del embeleso.
Su piel escuché
como gruta infranqueable.
Sin orilla ni viento azul.
Un solo cuerpo buscando
dualidad de esencia,
miraba sus fulgores,
inusitados sin osar 
moverlos.
Sí, eran como árboles
inquebrantables.


III
Bañados por una luna brilladora,
no podía disolver
obstante la belleza de mares
su boca y palabra
como esmeralda
puedo amar.
Piedra remota 
encendida
de rúbrica combativa.
Mi corazón de agua
ya no era cristal.
Aún congelado...
Era simiente estelar.



Miguel Esteban Martínez García


I

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realeza de estrella