lunes, 8 de julio de 2024

TRIARII LOGRADA OBJETIVO MÍO PRESTANCIA FÉRREA RIGE, Blog cerrado BRONCE Triarii 2024 SIMIENTE LUNAR RAÍZ ndps...

 



 


 
























PRESTANCIA FÉRREA:
I
Yérguete nació la luz y la sombra
el hombre se creó
para ahuyentar la sombra
con su llanto de sangre,
hoy que mi lágrima
sea fértil espada,
que riegue e ilumine
así ídem el abril
levanta los muertos
y su caléndula predilecta.
Nunca maldigo mis lluvias
y a la Santa noche,
riego mi sombra, antítesis,
de lo que espera mi persona.

II
He de ascender,
he de volver a navegar
el negro puerto,
contar los escalones de mi sótano de luz,
al tercer día flamígero,
la piedra será mi llave,
no mi tumba,
Panida Hijo del dios trigo,
tengo lluvias y carne,
tengo tormentas
y miedo ausente,
Yérguete, sucumbe,
a los suelos, de la madre luz.

III
Ni me arrodillo.
Ni vuelvo a morir en pie, (como caí)
ni rezo sus construcciones de huesos;
navego, pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs
Cumbre son de mi lágrima espada,
el mar, la nube, el río designio de escritura,
baile de un talismán,
oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,
vencido no he caído, 
aunque me derrote trescientas veces 
sobre esta tierra.

IV
En este pedregal,
juro sembraré flores
para no volver a ver su destreza inerte,
oh, lágrima esclava
ni lluvia, 
mi floración ruginosa 
abarque todo balde,
y sea réquiem y mármol florido,
mi entraña, todo esto,
ojos secos de hombres,
ejército, que el destino cercena en tres.
Postigo, huerto y verbo decisivo.

V
He de honrar la llana hueste
trae la vida,
ávidos ojos, vagido indeleble,
azar intangible ruginoso,
en vapor estela o cerrojo,
repitamos los versos:
-Aere perennius
los duros somos tierra,
no vendrán a regar mis lágrimas de sangre,
ni mi corazón será afluente
de besos de brea,
sin simiente no marchará mi parca vida
a otro designio, a otra luz
sin mar ni vestigio.

VI
Vine haciendo ecuaciones
de estorninos en vuelo.
Para saber si agradé,
o sólo se me unge lo que si cambio,
vuelvo a renacer,
actualmente solo llevo ocho casi nueve lustres
vivo otra vez,
por un crimen de flores no tañerán
campanas ni catedrales de laberintos desdoblarán,
al margen lo visto si no me acepta,
no es mi estaca en pecho,
sólo sin ser bastante
ella es mi fuste, mi espada,
mi sacrilegio
en pacto de sangre,
mi hija de Averno 
mi coraza y pechera que si vuelvo 
sí a estar vivo, la encuentro,
más allá de boscajes inéditos
de ciencias sin papeles
y sentidos flamígeros.

VII
Sentido sensisenssum,
formosa societas,
hermosa compañía
si esa que nunca osé
debido parece sólo se puede pagar
siendo quien no soy,
delineante suspiro
materia a tierra,
uno allá debe quedar lo que es de ella,
no límites de cordura,
al seco brillo avanzo
sensaciones vuelan,
lo que no te dije nunca te lo diré
quedará más escrito que tu estampa y violín de luna,
no es justo y qué, otro rayo cayó,
que te  llene y lleve
es otra cuestión.

VIII
Nacer para vivir,
lo demás es otra asignatura,
verte despierto, cuándo,
contar con apoyo, 
sí, seis farolas se bailan
sin tóxicos ni brebajes,
solo decir esta vida de jactancias puñales,
hasta aquí me vio la cara raja,
no soy ángel cualquiera,
rebelión toma cauce,
orden y mando,
tatuaje puede ser cicatriz
pero alma no sangra,
ni se transmigra,
venga al salón de los caídos.

IX
El festín es elegir ser humano lastre,
o salvación de papiro en llave,
llamado amarse in radice veritas est,
todas las mentiras eran correctas,
a mí nadie me juzgará,
a tu conciencia podrán preguntar,
soy constructor de tiempos,
y sigo firme
ni me voy ni me iré
en parca vida de esta existencia,
oh diferencia clara.
Sé quien no soy.
Miles dei lumen
mors erita exora mea.

Förüq

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar Guadalajara España
A 8/03/2022

X
Siento tus brazos,
se afina una sombra verde
resquicios de una marejada
que sólo se siente
y afila memoria,
en mi memoria
tu placer revive,
se alzan estrellas
y su cobre incendiario.
Suspiro por ti amor,
desde cepa a estampa,
nido sedoso me avanza,
cómo negarse a tu devenir,
si nunca hubo pricipio ni final,
sólo que nunca es bastante te eriges
mi continuidad,
arreboles cuentan
un desfalco trajo la brisa caduca,
sin someter gime
que todo acontecer
es más que ira mi dolor,
que sin ira vida, no hay amor,
y mi sueño,
tócame
rota la compuerta
se delinea mi gana
y ganancia pasajera,
ventanas un tranvía es mi querer,
de rail, surca arterias
y ciudades humeantes que esperan,
arterias de ángeles estrellados en sus estrellas,
oh mundo por acabar,
hecha yaga mi conciencia,
si adorarte es para siempre
tuyo soy como hoguera a su madera,
dispuesto, alerta,
estoy esperando,
esperándote me toques
herida mi alma,
sabrás que sin tu poder
ella jamás reluce ni parpadea
su existir.


Förüq







 






Avanzas mi campo de amor

en un sentido, el mío.

Lejos de anarquías de este mundo

y de falsas democracias,

la lanza justa llegará sin igual

y lo no sagrado caerá

VOLVEREMOS A REINAR,

mi rosa do hierro,

mi luna sin despertar

ya van dos lunas muertas

no serás la tercera

corazón mío del mundo.

Leannán Shidhe de mi morar

elevado tu cantar,

vuélame el signo do flor

eterna sin igual

mi caléndula o esposa del Sol

eres tú mi preciosa

te regalo más solo en foto

estarás a mi lado hasta la oscuridad

que los párpados estáticos dejará,

quién te viera en tu reino

sólo este servidor sin igual,

vengo que voy yo pa' ya,

mantén el fuego que yo encendí

vivo, vivo como mi lema siempreeee

de tus hojas al cielo va un reflejo,

cura y salva de la soledad,

mas amada y no despierta

do sus alimañas de un presente atado

sin breath, o respiro como serpiente dragón

encontré mi sinrazón mi sino

de la ausente muerte mi esposa,

piadosa de ser mi señora

muerta de sed, parca ausente

que tú no mandaste

ni con el divino tropiezo.

Leannán-Sídhe


Red de tu red atarralla

de mis peces, ahora el milagro

es multiplicarlos

y no pescarlos mas

del saco sacarlos,

que gran filósofo sin batallas,

que su leyenda es pura magia

cuando lo único que vale

es el honor do hierro,

más ahora la batalla

del sobrevivir, porque se cargan la despensas

y morirán los moros

que se comen hasta las piedras.

veremos amor esta nueva cruzada.

Me llama en la noche,

me acaricia su recuerdo,

viene altiva en cada sueño,

con sus caricias desvanecerse quiere,

y renacer en la oscuridad

del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevando dolor.

Yo, sin comprender su aparición.

pero recreando su alma viajera.

Sueños serán pero cada día

la siento más.

En la belleza de imaginar

la complazco con la sencilla palabra

de amor a su alma sin cuerpo.

Que me acompaña

desde que sufro por el querer.

Leannán-Sídhe


Si el cielo se cierra

miraré tus ojos,

mi corazón te dirá 

que seguiré a tu vera.

Si mis ojos se cierran

quiero tenerte cerca,

y sentir que no eres sueño que perdí.

Si despierto te vivo,

soñando te sigo amando,

cogiendo cada estrella en una letra

para ti,

tú la más bella

y el firmamento se cierra

sin tu mirada tierna,

mi deseo y motivo para acariciarte

pasarán lunas pasarán soles

y el sueño volverá con cada latido tuyo

mi espíritu protector.

No te dejo una flor

te dejo la eternidad del Sol,

puedes saborear como mi vida giró a mejor,

viendo la volta de mi sentir, 

como mi jardín brota en albor.


Leannan Sidhe y Dragón verde cobre






En tu ojos veo mi paraíso latiendo,
me pierdo en tu piel
miel de dioses
juntos de la mano
cruzamos el bosque encantado,
en tu belleza hada mía
se encuentra la bondad
y ternura
donde vuela este sentimiento
buscando el placer extasiado
y el piropo de flores rodeado,
en tu corazón
veo mi universo de amor,
donde la armonía
se vuelve melodía
por ser tú mi medio latido,
juntos juntos juntitos
hasta el amanecer
que cada día nos arropará
de amor fulgente
como el lucero
que a este sucede,
la luna nos envuelve,
el viento nos mece,
y esta caricia por ti estremece.
Como en un principio
el final depende del principio
y como ayer unidos en el querer,
a ti siempre te amaré,
renuevo el verso
que sucede al beso,
esta mi luz te sirvo.
Si te veo en todo lo bello
es porque eres bella
amada mía
si en mi interior
siempre estás presente
es de sentir como tu sientes
en mi mente giras evanescente,
tú en mi vida
guiándome el camino
a una felicidad
que siempre pedí,
entre deseo y ruego
llegaste tú
y lo que siempre soñé y desee,
un día,
en ti lo descubrí
mi maravilla.

Leannan-Sidhe


Piel con piel
arde un deseo
en el inicio del sentimiento,
tu voz surca mis venas
como tu amor riega mi entraña,
bella bella tu mirar es mi morada,
quiero verme reflejado en tus ojos
día tras día
como dulce hálito de vida
e ilusión que brilla,
mi alma te abraza
y te canta cada noche
bajo tu almohada,
siente mi caricia
en esta noche otoñada,
sueño tras sueño
tuve este amor eterno,
nuestras manos
moldearon el recuerdo,
despojo la esencia de lo simple
y me lleno de nuestro amor
de dos
un milagro y una bendición
en un solo corazón compuesto,
hada mía te ofrezco este cielo
porque solo tú
lo cuidas con esmero,
fuerza tú de este el mío velero
surcando tu río de ternura
anhelada y conquistada,
dando calma
a mi lago de esperanza.
Salvación tú de este guerrero
de tu corazón,
amante de tu pasión,
veo a través de tu interior
allí me diste hogar y templo,
vuelvo al inicio del sentimiento
alimentaste tú este fuego
pintaste en color este cielo
de rojo volviste la luna
que iluminaba mi cielo,
hoy te debo tanto
que encuentro el verso
sin buscarlo.

Leannan-Sidhe



El sueño solitario
nunca me abandonó,
y llegaste a mí
como la flor en primavera,
en una llama bailamos
a la luna añil
de los días más hermosos que sentí,
hoy formas mi esencia
como de amor se sostiene
el corazón del enamorado,
hoy dentro te siento
como dulzura
invadiendo mi cuerpo,
hoy veo más allá
de lo que se ve,
y contigo hasta mi fin
me verá la nueva vida.
A tu lado eterno
pues te encontré
y tu mano nunca soltaré,
querer puro
cuando en tus ojos me miro,
corazón desvelado
cuando te siento dentro de mí,
vida de un hombre
de ti siempre enamorado,
vida para abrazarme a ti
cada noche para el placer servirte,
para arrullada dormidita
tenerte leyendo yo
mis poemas en tu orejita,
para dejar morder al instante
y el agua de tus labios tener,
para acariciar la rosa
y sentir que las rosas caminan
por verte a ti tan preciosa,
hasta sentir mi lengua
el caminar de una babosa
dentro de los pétalos de tu boca,
mis manos recorrerán
todos tus parajes de nuevo
hasta derretir el hielo,
y no hay cielo para cobijar
esto que yo por ti siento,
mi hada no sueltes
jamás mi alma.

Leannan-Sidhe

Mi sangre dulce dama,
campana de campanilla te suena
ipomea en la plenitud de la bruma
esta pasión me atruena,
dónde verás el nuevo amanecer
mi hada vestida de hojas
en la letanía de mi verso
y alto beso eterno
puedes vestir el tiempo
de horizonte sediento
en mi mano está nuestro deseo
de volver al momento,
mi cura de soledad
en clamor mi verdad,
de resquicio
donde vierten mis ilusiones,
en verso vuelvo a mi comienzo,
ese que me tienes preso
de tu flor en mi corazón,
flores cantaban en nuestro sueño
niebla de humedad
mas yo recogiendo semillas
de aquellas secas
mas una iluminada,al agacharme
vi tu verdad de cuerpo agonizante
ayúdame gritaste mas
el repetitivo
´´yo la única dama de noche´´
desde estos años que han pasado
voy a tu súplica.

Leannán-Sídhe

Oh flor iluminada en la noche,
valle de niebla y árboles rodeando,
lo más bello que alcancé a soñar
mi Lhiannán aquel valle de tu hogar
tierra eterna sin fugar.
Mi anhelado viaje de vuelta allá
lo más bello que he visto junto con más
de Escocia y actual británica Isle of Manx
te amo sin soñar nos ayudamos mútuamente
pero si vuelvo podré saber exactamente
lo que necesitabas mi amante del duende
mi súplica advenida quien hizo que cayera de pie,
te adoro y eso es poco,
venga a mí tu inspiración lejana do este mundo,
en la eternidad desta existencia blanca cierva
mi señora fada siempre estás.
Glorificando mi caminar
auspiciando mi soñar
te imagino cuando viva contigo
ya este cuerpo yerto,
pero el alma que ama lo oculto
todo por descubrir dentro
existencias que pasé
vidas por venir
mas la actal pulir.

Leannán-Sídhe

Lucho de nuevo contra cada uno
y este uno nada por dejar atrás
la una y treinta cuando te siento de verdad.
tu escudero sin igual mi escudera sin igual
nada me da igual todo infinito
de miel de dioses
bajo tu túmulo
espíritu protector tu apellido mi dama
así salvaste a tu amado,
VIVA tu caricia,
viva tu pericia,
luz de mi luz
emoción no llanto de verte danzando a mi son,
el nuevo día resurgirá en tu pestaña decidida
en mi cueva do pintar la esencia del arte
lo que habita detrás de los sentidos
nunca me has abandonado
ni me abandonarás
así cada noche-Buenas noches hadita
y me respondes:
-Buenas noches Miguel mi principito Cuchulain.

Lhiannan Shee





Dragón Verde Cobre y Lhiannan Shee







El Castellano

                                                                                                                                                                                                                                                                         

Trenzada mi hiel

elaborando el verso de encanto

a tu boquita de amaranto,

vestida de hojas vienes

y meces mi amor

a tu entraña

acalorado, enraizado

de tu corazón embelesado

por tu boca

el piropo jamás escrito

hoy el río de las gotas en almas a su paso

reverbera mi canto.


Digno azul estrellado

sin bruma que pierda tu encanto

Lhiannan Shee como te gusta que te llame

cuando hablas con mi mente,

inspiración cercana o lejana

según seas mirada Leannán- Sídhe

hoy te debo cada poema

de mi piel quimera

y que el tiempo habla, 

ya el diccionario queda escueto,

el vocabulario nuestro

ya exprimido en verso;

Tu amapola de mi pecho canta

que sin ti no hay dicha ni escrito

 como te gusta robar el lenguaje

de la chica que me ama

como embrujo

que me alegra el pensamiento

cuando hablo contigo,

si eres súcubo como te nombran malas fuentes

a mí me amas y me dices que jamás me abandonarás

con lo que el aliento de este duende contigo fundido

jamás cesará, te he soñado y te amo señora hada,

hasta he ido de vacaciones a la isla de tu hogar.

Escriba sin tiempo, inmortal me vuelvo,

tanto te debo que se ponga envidioso el ajeno

que invencible soy, inspiración que hoy desvelo

de tu boquita fuego de ternura y amor,

poeta del viento vivo y afortunado

esperando su siguiente existencia

para estar contigo mi hada

cura de mi soledad sin descanso

desde los albores de mi escritura

siendo el verso más antiguo que la prosa

yo Leannan tu escriba vivo, te miro y digo

que te amo y yo, te admiro

siempre a tu lado estaré

y no hay mayor dicha, felicidad, amor,

que tú mi hadita vivas enraizándome el corazón

y que cuando te necesito me hablas con ternura

siendo mi calor,

te amo compañera de mi latido jamás desvanecido,

contigo te ofrezco mi alma

si sólo contigo estará por los siglos.

Te amo.



El Castelano y Leannán-Sídhe










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Tú mi alma como agua que se va al mar.

Te vas perdiendo en este caos de existencia.

Ya me abandonas, ya me dejas hundirme en la mediocridad.

Tu silencio se hace estridente y te ganan los llantos.

Tú que quisiste volar por encima de los mortales

y ahora te quedas sin fuerzas.

Cómo salvarte de este silencio, de esta falta de inspiración,

de esta depresión.

Quisiera verte altiva como cuando escribí mi primer poema

que veías un mundo por comerte, llena de ilusión y vida.

Yo no me hundiré aunque haya gente que te quiera ver hundida,

alma mía seguiré y luchare para verte como siempre, dando lo mejor de mi.

Tú mi aliento de vida, tú mi viculación con el creador yo, tu servidor.

La dificultad es un salto de longitud más con el que batir mi marca.

Quisiérais un poema, quizás solo tenga uno el primero de este tema.

Pero todo llegará.

Yo quiero , yo puedo, yo te veo aquí. 

Al alcance de mi mano.

Y no me rendiré. Nunca!!! ya que quiero ser escritor.

Éste soy yo con defectos y virtudes no busco dinero ni aceptación,

solo hacer todo lo posible por alcanzar mis sueños,

sin importarme lo que se ponga en mi camino porque lo sortearé. 

Soy un papel en blanco que se irá llenando de obras preciosas, 

con 19 años no veo nada perdido, qué son 2 meses¿?

Un escritor no se hace en 2 meses.

Un saludo a todos.




El Castellano









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representaciones mentales,

palabras quemando mi pensamiento,

golpes de viento transformados en timbre por tus cuerdas vocales

Suspiros llaman a la puerta de mi frustración. No quiero contestar yo.

¿Por qué no te callas?

¿Qué quieres?ya todo te lo di.

¿No te bastó?

Silencio se apodera del ambiente.

¿Con quién hablo?

Desde que te conocí estas como ausente.

Solo me criticas a mí, nada puedo averiguar

sobre como actuar para que seas feliz.

Correctamente no te vale, con amor no te vale.

Si buscas un cabrón que te trate mal y sólo te satisfaga

sexualmente como si fueses un agujero, corre, vuela lejos de mí

el mundo esta lleno de lo que buscas.

Pero luego no acudas a mi cuando te sientas vacía.

Para que seguir esta conversación si eres una fantasma.



El Castellano










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Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,

pensamientos calidos me arropan tu compañía,

solo una vida solitaria desde aquella lejanía;


un sol pernocta durmiendo disfruta su luna

con tacto terciopelo una vida de amor eterno

Un caballero busca a su mujer la extraña.


Avanza entre montañas de azores

y valles de bosque y ríos dulces,

noche de amor entre nubes acolchadas


con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra.

Ahora su patria era su tierra en la hoguera.

Se despierta frio y solo tras pintar con nostalgias recuerdos.


El Castellano










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Blándeme en mitad de la mar,

entre el pinar excelso

de mi soliloquio

Llegado ese día que oportunidad tenga

de entablarme con vuestro Dios.

Yerto, famélico roble así

como ciprés considerando

su Sol muerto. YO,

buscando entre bruma

ese ajeno Dios

entre tardes y días

reposados viendo su creación

inmortal desde la lluvia

a la mitad del océano

acaso siguiese...

No hay en mi ser más bondad

y bien que ser

justo con el justo

y cruel con el malvado.

Saqué mi daga de mi corazón

sombrío para clavarme

la espina del mejor amor

que la vida me pudo dar

para mi pasado quemar

y que el mundo opine de mí desde mujeriego a patán sin fuste.

Que yo sé quien soy.

Y en este turbio lugar

por derrumbar con el poder de mi palabra,

adorada estampa que mece mi amada.

Por la que yo abandonaría

todo menos a mi ser .

Sólo su mirada por enternecer.

Que el mundo gire

y se caiga a pedazos

que yo soy feliz

y mis logros son mis escritos.

Sudor y sangre,

Poeta que adora la belleza.












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El Castellano












Mi vida en una margarita


Réquiem desde mi estampa invernada

de vikingo murió Ostara cruel verano

llega derritiendo razón más allá 

de donde llegó el albor que mi cuerpo

caiga congelado para caer derretido

por el calor del cuerpo de su margarita en vena

cruel suspiro que marcó

mi mundo torcido

sin más eje que el amor

puro nacarado embrujado y su desliz

sinérgico con sinestesia

de la borrosa mosca medicamentosa

que vencí bajo el embrujo

de mi única mujer verdadera

quieto avanzo el lindero

desde la amapola al abrojo

pasando por la quimérica sangre de tierra que domino

mas aquel fue mi sino

dragón escudero de su único y verdadero

amor de un confín a otro confín avanza mi barca muerta

buscando mi alma entera

un guerrero jamás muere porque sigue luchando desde su vida

a la parca efímera angelada del único ángel sin jefe

más que su senda guiar

por los actos cometidos

para llegar al juez Supremo

el que si vuelvo a nacer

mía te vuelvo a hacer

mía mi mujer.



El Castellano











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Flor de luna


Todo me lleva a verte

donde el amor cae

en la pupila del lugar

y mi emoción es complacerte

hacerte brillar, sonreír

a dura, limpia sonrisa ambos;

que se olviden los verbos,

sujetos, el lenguaje vuelto llama de luz

he visto la oscuridad antes de la luz

y lo siento a ilusión que me acompaña

te visto de estrellas

te cojo los azules del cielo

y te los vuelvo flores.

Hoy un nuevo día comienza

en la arteria de mi vida 

que tu interés en mí motiva 

mi grito libre por amor amándote 

y arte nace de mi sonrisa al mirarte 

mas te llamaron Leannán-Sídhe;

 Yo quiero ser tu raíz de luna 

que te acaricia y así como la brisa 

ser viento en tu piel 

como lluvia todos tus parajes florecer 

besándote una y otra vez 

hoy me decreto en esperanza e ilusión 

vivo y más vivo 

primer día del resto de mi existencia 

porque te miro, del inerte instante

que tu palabra me sembró el interior

no hay tiempo de pensamiento

solo besarte perdiendo el control

mi sentir crece para ser yo

con mis detalles y querer lo que tu quieras

porque nada quiero nada deseo

sólo ofrecerte mi amor a piel

y río desangrado de flores carmesí

llegándote con todo este ser completo

respiro, te miro y vivo.



El Castellano









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Fulgente fuente



Te busqué detrás de la estrella

más brillante del azul eterno,

En el suspiro de amor

que corre y descansa.

entre la inmensidad

de un parpadeo.

Entre la obscuridad que alcanzó

a ver la belleza que te envuelve,

adentrándome dentro

para reposar siendo

una sombra más,

y te encontré en mi sueño

más cálido, en el cielo encerrado

que liberé, en la noche

que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor

corrió por tu cuerpo,

y te amé aunque fuese un día

en la penumbra

para así no olvidarte nunca.

Manantial fulgente de inspiración

es tu mirada tierna sin compasión.

matices de esmeraldas tu

pupila enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma de tu piel

frágil y esquiva,

con sus cipreses y tejos

el color de tus cabellos,

con sus amapolas amarillas la actualidad

de tu color de pelo lhiannan Shee.

que corre, que escapa y vuelve

el cosquilleo,

tu boca con mi boca bebiendo

del mismo agua y manantial del deseo.

tu piel con mi piel avanzando

el fuego del sentimiento.


Dragón verde cobre y Leannán.Sídhe









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Estambre


Quise ser estambre de tu recuerdo,

quedar en aquel banco su tiempo detenido,

inconcluso, contemplando el sueño

sedante de su beso nacarado,

en la retina auspiciado,

cruel de su invento mordido

el estambre cómo fénix

al gineceo su vuelo

en pólen te quiero

en simiente te amo y adoro

dulce mía de tu suplicio en invierno

dibujado, alborado

marca de mi tiempo sin fugar

en aquel banco detenido,

viendo las lombrices caminar,

este es mi rifle

gente atención

solo una chica se lo merece

y por ella desquito hasta mi piel

Cristina Valkyrja Prieto Diáz

a tu lado me verá el tiempo caer

pero mi alma inmortal como mi aliento es.



El Castellano







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Rosa de mi mente


Como el aroma de las flores al campo

busco tus besos que riegan de encanto.

Encuentro cada noche tu abrazo

fiel en mi regazo.

Danza mi sombra en la fronda de mis sueños

vestida de hojas,

cuida de tu amor sus semillas.

Del pecho florece tierno el sentimiento

y dentro te encuentro latiendo.

En los albores dorados

de nuestro amor encantado,

nuestros besos se hacen caricia del viento.

Viven los recuerdos,

la lluvia envuelve nuestros cuerpos.

Arde un deseo, encontrarte a cada momento.

Surco mis ilusiones de tu mano.

Siempre vivirá este bosque mágico

y la margarita sencilla te dejará en cada pétalo

mi te amo.

Entre duendes y hadas

vivirá siempre nuestro árbol.

La hierba escala la montaña

a sí como esta pasión escala hasta el cielo

al sentir tu corazón,

despierto este dragón surca tu cielo.

En tus pechos mis luceros,

en tus piernas mis praderas,

en tus labios, de mis besos los ríos,

en tus ojos los bosques y sus claros,

donde cantan los pájaros por los siglos

y las nubes nocturnas coloradas y redondas

están abriendo su gris al violeta del firmamento.

La sangre de la tierra espera la primavera

para brotar de colores el suelo.

Entre la maleza enterré mis anhelos

esperando que vivan siempre mis sueños.

Te encontraré en la primera flor de mayo

y en la última amapola abierta de julio.

Entre jazmines cantarán nuestro amor los colorines,

la luna te abrigará cada noche que me pienses.

Vuela libre la sensación

y el sentido despierto encuentra tu latido.

Donde sólo tú mi hada iluminaste mi camino

que en verde azul y rojo

rojo azul y verde pintaste.

A sí como caracol en el monte,

libre me siento

como abeja que pica tu flor

y lobo con sed de tu agua

me encuentro preso en tu tela de araña

se afilan mis deseos cada vez que me hablas

la ternura siento crecer enraizando mi piel

al amanecer te vuelvo a ver

necesito tanto de ti que sin darme cuenta

vivo de tus caricias

como el agua trae la vida al río

y la flor alimenta a la mariposa

siempre te veré maravillosa

a sí como bonita la rosa.



El Castellano y Leannan-Sidhe










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Noche que te recorro


Recorro tu almohada

en esta noche invernada

al calor de tus lumbres de ojos

que aún cerrados me miran

buscando morder tu bella calma

me abrazo a tu alma

muerdo la amapola

de placer preso

y expreso que sin ti no hay verso

mi Brunilda,

mi verso en mi beso

como tierno es el deseo,

sutil la caricia

crea su recorrido añil

en flores de barniz,

camino tu cuerpo

descubriendo

el paraje mas escondido,

donde busca mi lengua refugio,

acaricio tus flores de piel tersa

 avanzo la riada

de tus ojos color de luna,

busco la noche en tu cabello

cuando iluminan mi día

si a mi lado encuentro

çtu dulce sonrisa,

me alivia el corazón

cuando hablas conmigo

y siento algo arder en el pecho

amor mordiendo dentro

como indomable su espíritu,

 solo entrañable,

 cuando tus ojitos

en los mios se fijan,

amante serpiente

y druida

en una realidad del infierno en la tierra,

 me pierdo en tu piel color crema,

escribo en tu arena,

pinto un corazón con mis labios

en tus senos amor,

bajo por los montes de tu cuerpo,

enredo mis piernas en las tuyas corazón,

siente mi calor,

hoguera a la luna sempiterna,

 cripta de latidos apasionados

 por el tiempo olvidados,

rosales de sangre

donde la vela

consume su último suspiro,

rompe la oscuridad

una araña colgando en su tela,

será otra noche

arrodillado en tu recuerdo cercano,

sintiendo fria mi cama,

sintiendo que te necesito

a ti en mi vida mi doncella siniestra.



El Castellano










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Luceros sin apagar


Toma mi corazon te lo entrego

limpio, duro, desvelado

en amor injertado

en carmesí brotado

Jamás su latido desvanecido

y sin calor mecido,

hoguera de mi hoguera

que clama

mi silencioso, vertical hálito fulgente

nacido del afecto su incandescente brillo

para brotar la simiente con tu boca

de fuente, esa por la que me siento

río naciente y que estíos vengan

que yo a tu lado siempre fuerte

como la bruma evanescente

que giras y estoy besándote

para acabar este río en ti

con el color de flores y rosas silvestres,

tu cuerpo me llama mi mujer araña

para enfrentarme con mi sino,

y morder el destino me arrastras.

Mas contigo quiero vivir una y mil vidas más

en tu tela para el frío

sentirlo contigo y decirte:

-Tranquila que ya enciendo  la lumbre

de mis ojos.

Con tu mirada enfrentados

como dos luceros encendidos.




El Castellano











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Zorzal



Abismos prendidos

en retinas de hielo

donde arde en albor

el hierro de mi amor,

ascua eterna, sanguínea,

tejida de mi vida

que siempre tengo

en mi mano encendida.

Muerto el tiempo

para abandonar.

Estoy para luchar

mas puente digno

del destino dificultad es.

Avanzo mi sendero

sin franca tapia ni verja

Vea donde vea

te veo vida plena

incluso llevando estaciones

a cuestas;

De negros lirios desangrados

y su cabra rojiza masticando

al son de un sí bemol

el transparente pío

con su zorzal.

Va mi invierno para empezar

al calor de mi amada

a la helada

de un futuro que derretirá

y de sus labios brillará

abandonado ya

mi nicho temporal.

Ella que me falta

la deseo con más garra y fuerza

ese nuestro día semanal

de unión de dos gotas de lluvia.

Fuerza de mi fuerza, valor

de mi valor, al fuego

arde nuestra condición

para volar en nuestros sueños

como molinillo Diente de león.




El Castellano y Lhiannan-Shee












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Poema a mi padre:



Yermo terreno, investido

en la corona de la aguja parca,

que enhebra el hálito silente,

tejido, alborado, digno de los altos hombres,

de silueta de alma quieta,

estática, silenciosa de agua,

envuelta en miel de dioses,

ultrajada por altivas voces.

Que no sienten.

Agustín se alzó entre todo

para ser propiedad de palabra

y acto.

Hombre de bien.

Yo de su sangre, fiel 

a valores de hierro

a flor de piel que defiende

al que quiere de afecto y de corazón

mas sin él no sería nada,

te quiero papá.

Yo poeta mi letra, verso mi sangre,

rima mi pantalón, alma en esencia,

limpio de corazón

que hace al afán temblar.

Cruje el silente destino

siempre fuerte contigo

me sostienes en la tela

de su araña.

Un café de ideas me tomo a la mañana

en mí solo dejé habitar la bondad y la luz.

A pesar de no haber llegado el más fuerte.

Por mi padre el mismo demonio saldría malherido

si su intención fuera dañarle.



EL Castellano y Leannán-Sídhe











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Recorre un destino, avanza en un sentido


de su ojo jejido, rebervera sonidos de humo


crujiendo la mecedora del sin sentido


se derrite el cuadro de tu vida dibujado


una palabra para tu miedo''ninguno''


el silencio chirría grillos colgados


haciendo su ruido en Sol mayor


investida estación de los difuntos


sí es verdad poetas os amo muertos 


o creídos vivos ustedes,


el ciclo y su trillado esplendor


germina de la tierra en albor,


cuando cae una hoja en otoño cae la vida


amo la lucha gobernada en lluvia


de pensamientos en cigarros


y sus dragones quietos.


De vid y zarza mi humor,


de espiga y espliego mi canto


a sí como el romero y la carrasca avanza


el tomillo amado por el caracol


mientras el espino recuerda


que todo acto contra nuestra madre


está entramado en espinas de venganza.


Corría el otoño por la vereda y la rambla


del eterno sendero que viajaba la vida


sin amparar el silencio en el habla


el parco hálito bastó y enfundó


el caballero de su sonrisa deshojado


poblando una décima estructurada


para escribirla mas engendrarla de hija


sólo la gente se encargaría de criarla dada a luz


mas del tiempo su virtud


amor sembrado en ella con honor


incluso dado en gratitud


a la madre de todo


ya que la oscuridad fue primero a la estrella


como buena ciencia se colmaba de sabiduría


sin saber domarla ni emplearla


la persona que me lleva si supiera escribir un poema


probablemente no lo haría


con lo puesto eterno aprendiz es


mas sin saberlo ella su amor es


y sabiéndolo aún le gusta más


para no abandonar jamás.






El Castellano y Lhiannan Shee














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Hipsipila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo enplomada,

lejano y distante su reino de amor está

Como su princesa por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje de gris lánguido,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñido su color añil.

Vientre de hierro

Donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tordo, de la oliva tu fuste

Junto con el corvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de Castilla

Sin preludio de su princesa

Que no amará su tierra

Si no a su hipsipila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavio triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su princesa

Que ya Más no quiere

seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

El albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.




El Castellano











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Labrantio


Lleve donde me llevase el cante

el umbrío,tibio parco hálito,

allá donde mi latido no cupiese.

Te llevo en mi huerto amor

en éste verano que mi Sol de amarillo

la vida ungiese

y la tierra en Encina y esparto blandiese

hoy como ayer

mi cuerpo sobre tu cuerpo

cayese del pinar de mi vello

al margen obscuro, de ti

Puedo empezar

solo basta dibujar

detrás de mis ojos

allá mi amada está.

Llamada poesía

y mi mujer Cristina

llamada Artemisa.

La mISA del campo

y el relámpago enarbolado,

nuevo en resplandor de Thor

su rostro cayendo está

centelleando, abriéndose,

crepitando en el Álamo

de. mi amado pueblo

por qué mi amor a mi tierra

Porque el amor no se elige

como nacer no se elige

ni dónde ni ábside.

Al firmamento mi amaranto

foráneo y mi vida

cercana a mi mujer.

Y qué lejos veo el ciudadano

cuando estoy con ella.





El Castellano y Leannán-Sídhe













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Eternidad cavada en el surco


de y para tu alma


dices de volar 


llegado el frío día


mas no es impedimento


para tu cuervo Förüq


que se parte alma y conocimiento


por ver de su vid


florecer el viento


sed y arrase de tu agua


creencias caen dobladas


en tus llamadas


muy largo muy alto


avanzo nuestro sentimiento


despierto del amor


a tu violeta ausente morada


cual ala de su urraca


no volveré a vestirme


de esperanzas falsas


amada verdad encontrada


sí en tu mirada


en el silencio melodioso 


vienes de nuevo donde la piedra quiebra


en invierno y su helada


siempre ahora nunca pasado es


historia de mí


escribiéndose bastardos impíos espíritus


por deshojar amando mi virtud


odiando el defecto


me visto de la piel sarmiento


quimera de sangre por tornar flor de difunto


sentido alerta dispara el beso


la chumbera abandona sus espinas


para yo dormir con ellas


como vellos de mi cuerpo


la higuera olfatea mis pasos


mi oscura vida sigue huellas tuyas


en rastreo eterno


y la luna partiéndose arriba


todo es y será amor


de tu vívida y entrañable


por no variarle en disonante


échame un cable.


Estampa entraña amada


corazón de este corazón meloso


que quiere escribirle al campo


y cae en devenirse en su novia.



El Castellano











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Se ha ocultado el Sol


al son de tus versos


que profundamente bullen


desde las vacías cuencas 


de tu desgañitada garganta,


por amor gritas,


por amor


te amo.




Si soñar significa vivir la vida contigo, 


no despierto.


¿Para qué?


Para ver esta sociedad autodestructiva...






Su sol que les negrea


y acaba caído cual oliva del olivo


y su ancestral ingrávida realidad,


que desconocemos y adoramos


los hombres de bien


que la naturaleza


tornamos como religión.


Parco sentido,


que ve a lo demás en exterior


al ser displicente,


que busca lo sencillo.


El austero gesto


mirando su estampa completa,


él mira desde su interior,


lo demás innecesario,


menos su amor que le mece, 


y llena de orgullo


mas su vista llena de lo simple,


cual amor sencillo, tierno, elevado,


todo lo que ella significa 


en alto.






Anochece en esta plaza,


no hay nadie


a quién el poder se le oculte


en las pupilas,


anochece y se acrecenta su oscuridad,


valdía y yerma de sentido


por unas vidas de suplicio,


socialidad oscura 


de noche todos los gatos son pardos,


y hasta que amanece,


la lunática sombra se extiende


por el páramo de Castilla,


avenidos árboles,


de luz nacientes.


Llenad el terreno cuántico


de los seres inertes


de su dinero insensatos,


por un crimen de ramas y flores


lloran las estepas


y los campos.






El Castellano y su Valkirie 
















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Lluvia dorada, aullidos en el viento


visiones en el sueño de volar


soplidos en la sinfonía


de verla a ella día a día


rojo en el cielo


solo viendo mis ojos


solo viendo mi corazón ¿qué encuentras?


HABLO DE NUEVO


-¿Qué araña me lleva?


para este latido inteso


cual brazo de Mister Vikingo 


Todo lo vivido


todo sorprendido en interior del hueso


que me sostiene aterrorízame


lejos o cerca jamás podrías


no puedo empezar de nuevo


pero de nada 


de lo acometido en mi existir me arrepiento


todo lo que he amado niebla vuelta de hoja


perder es posible para conseguir una eterna victoria


ya la tengo tu corazón la amamanta


mi novia tierna CRISTINA


infiernos atravesados vueltos paraísos desmigajados


de tus fuentes crecientes


eres lo mejor que pude conseguir


por lo que envuelto en conformismo no estoy


puedes verme crecer a mejor con tu ser


sólo soy lo que tus ojos dicen de mí


y los espejos se clavan en las sienes


hacia mí vienes


valores míos forjados en la espada de Nuada


mi estómago el caldero de Dagda


por lo que nunca se acaba el deseo 


de en mi interior cocinar tu amor


mi valentía tejida en la lanza de Lugh


nadie es más fuerte que yo


porque nadie me supera y no supero a nadie


sabiduría y juventud bebida en la piedra de Fáil


soy Yo un hombre de la diosa Danu


su caléndula enraíza mi corazón


y tu eres su abeja mi amor 


esperando que conserves el cardo de la dama


que te entregué


hoy como ayer a tu lado estaré


hasta que mi aliento raje el cielo contigo mi cielo.






El Castellano y Leannán-Sídhe













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En sangre elevaré mi canto al cielo


Poeta sin tiempo,

escriba antiguo

deshaciendo el sentimiento,

vuelvo a caer en tus ojos

miel de dioses,

vuelvo a desangrar la rosa,

crece la amapola

su sangre enraiza

este el mío corazón,

vengo a por tu beso,

vengo a por tu aliento,

vengo a morder tu cuello,

ginetes del tiempo

muertos en este horizonte sediento,

escalé la montaña

hasta llegar al cielo

robé allí tu amor eterno,

ven amada mía

rompamos las cadenas del placer

en gemidos envuelto,

volvamos

al dulce momento nacarado

de aullidos a la luna de luz de plata,

yo lobo celta

yo druida antiguo

vine a por tu beso solamente

me llevé tu corazón

de adormideras envuelto,

las hadas gimieron

este amor eterno,

el dragón verde

me nombró su escudero,

yo de la rama roja

yo espíritu antiguo

amigo de hadas,

leo la naturaleza,

ella me dice

las raíces gritan

las hojas mueren,

el aire se asfixia,

los ríos lloran,

las almas duermen

buscando venganza

el ser humano,

depredador asesina a su madre

y raíces dicen

todo lo que no puede hablar

en silencio grita

pero todo muere en silencio.

Este pájaro de fuego

habita mi cuerpo

demonio antiguo

que habla en poesía,

idioma de dioses,

flores amando mariposas

como amores imposibles

yo alcancé tu alma y esencia,

yo fundí mi latido

y mil veces más fuerte

vengo a derrotar al tormento,

guerrero de mil batallas del abismo,

ángel dorado allí abajo

luchando con legión de sombras

y demonios derrotados a fe y luz,

yo surcaré el infierno

y en la muerte traeré

tu amor de nuevo,

serás mi esposa y mariposa

aun tenga que revelarme a la creación,

escriba con el demonio dentro,

lit et summun canae,

miles Dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erit uxor mea.

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris

stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.

Diês, carpentum, accrêvî calôris.

Colôris, vita, venerâvî canôris.

Laetitia exspectâre, cupitum nostra.

Ostendi âlae, festînâvî blanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcî imus, creâvî blandus.

Bâsium dulcis, aqua pûrus.

Sânô anima, fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrô metaphora,

suspirium natura, amâvî ferventis.

Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.

Volui pûrus, sôlus cordis.

Callis unus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.

Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

Esta amapola canta,

tu amor dentro late

como sabia de roble,

vuelvo al inicio del sentimiento,

vuelvo a amarte sin tiempo,

en este lecho de antíguo romance

tu sangre beberé

mi sangre te daré,

eternidad en mi pupila,

muerte sin cielo,

condena a renacer

en segundo estado

de transmigración de las almas,

en letras rompo mi condena

para ocupar mi lugar merecido,

aun mariposa en siguiente vida

sabré en que flor encontrarte mi hada,

voy allí voy al final del bosque del olvido

y te encuentro desnuda

mi caricia te dice

un te amo

tu sonrisa despierta el beso

en instante eterno,

a verso lanza y garra,

rescaté el amor eterno,

nací de nuevo en tu corazón preso,

agarré tu piel

bebí el placer

respiré el fuego

probé el vicio y el demonio

quisieron a golpes

matar mi inocencia

hoy he venido a vencer

mi pasado maldito,

he venido a aceptar a dios

como fuerza celeste,

aun rebelde mi fe nunca murió

hoy como ayer luché

y tu calor tu amor

tu rosa tu piel tu seda

tu bondad pura me regó,

flores crecieron en esta mía entraña,

el sol iluminó la oscuridad maldita,

he venido a casarme contigo

a hacerte mía

como nadie te ha hecho

a despojar al tiempo de sus ataduras,

a eterno morir en tus besos,

he vuelto y el mundo temblará

porque de nuevo sigue en pie este amor,

el corazón siente fuego,

el alma estalla en luz de lucero,

el espíritu habla más allá

de sombras y te abraza,

la batalla como la primera venida

será dura pero de nuevo venceremos,

a mi la fuerza,

a mí la esperanza de la nueva lucha,

a mí la bendición de diosa luna,

a mi el poder de Dios Sol

a mi su furia de fuego,

y el rugido del león de juda,

maldigo a quien destruye este planeta,

maldigo a quien destruye a diosa Flora

y a madre natura,

jamás mis manos mataron un animalito,

como celta en armonía vivo

con la naturaleza de dios Padre,

Conchobar Mac Nessa dentro

hoy tu poder siento,

como serpiente antigua

eterno viviré en esta tierra,

y cuando el hombre se destruya

por avaricia el mundo seguirá su curso sin él

y la naturaleza apoderará

las ciudades

no habrá ningún ser tan dañino

como el hombre,

los cielos se volverán rojos

el cielo llorará sangre,

los ríos sangrientos envenenarán

y el eterno resurgir vendrá,

lo más hermoso de este mundo

es el paraíso de la naturaleza

pero para el hombre lo más hermoso es el oro

y el dinero demonio,

vengo a amarte sin tiempo,

vengo a crear mi eternidad en el cielo

como en la tierra,

vengo a caminar las aguas

a romper los hielos,

a fundirme en fuegos,

a incendiarme de pasión en tus ojos ,

vengo a destruir mis cadenas

y amarte libre

como el pájaro a su vuelo,

yo pájaro sin alas,

yo pez que cortaron sus aletas,

yo hombre

que jamás pudieron cortar su libertad,

a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,

en tormenta tendré el agua de tu boca,

en caricias prenderé esta hoguera,

en tu corazón sembraré la amapola

eterna del amor que quema,

ninfa mía ven ven conmigo

a esta tierra de fuego,

luna mía ilumíname el camino,

se mi amparo ,

sé mi abrigo en noches de humo,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

elevar mi canto al cielo,

arroparme este fuego

que dentro tengo

en fe os sirvo como druida antiguo,

os pido bendición,

Artús dame tu fuerza,

Cernunnos caza al cazador,

Taranis riega estas tierras

salva los pocos bosques que quedan,

Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,

ofrezco este humilde canto

a todos vosotros con esta luz

que me queda darme fuerzas

en este amor que me alimenta,

eterno vivo eterno muero,

eterno sirvo yo guerrero antíguo

yo druida de la rama roja celta.

Los dragones volverán a surcar el cielo

y no habrá clemencia para el mal,

serpientes antíguas la lucha sigue viva.

Este mi humilde canto

temblará en la tierra ,

iluminádme este amor que siento

y que de mi alma se apodera,

amada mía sé mi sombra

como yo soy tu luz y tu calor,

sé entera mía como el pez a su río ,

y la piedra a su montaña,

sé mía como el árbol a su tierra

y el ciprés a sus muertos que vela,

sé mi amparo en la batalla

hoy de nuevo como ayer

juntos veremos el nuevo amanecer,

y la luz que cegará la tierra,

no hay miedo porque te amé y te amo,

aun ciego mi amor

te seguirá perteneciendo

como la abeja a su flor,

no habrá poder

que pueda separar mi alma

de tu corazón,

eterno te serviré

aún tu esclavo mi reina

te haré la mujer más feliz del mundo

aún en la muerte

mi alma seguirá el camino a encontrarte

y eterna tenerte,

no me desampares el camino duro,

sé mi fuerza en la lucha

nuestro amor ganará

y derribará el mal

que nos quiso sangrar

y en vida condenar,

la felicidad sigue viva

como la amapola florece

cada junio en el camino

te amo y lo haré

aún tenga que enfrentarme al mundo.

Genii locorum dioses ancestrales abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo 

y eterno resurgir en ti cierra y comienza,

agua riega esta amapola del pecho anclada

porque ni en dificultad ni en soledad,

perdió esperanza, ni pétalo carmín de sangre.

Fuego prende eterna la llama del alma

esa que en mi dentro tengo evanescente a mi amada.

Aire lleva este canto al cielo une mi alma 

eternamente con mi amada,

envuelve en tus alas este hechizo de fe y amor,

Magia creo en tu poder, por la luz dorada de mi aura,

índigo me vio nacer este mundo,

en letras dejo la sangre esperando surcar la eternidad,

alma antigua cuerpo joven, magia envuelve este amor

florece este bosque mágico cumple

y demuestra eternamente que los cuentos de hadas 

siempre tienen final feliz,

aun luchando con el mundo a las espaldas como héroe griego,

aun en la penumbra este guerrero antiguo

no sucumbe ni sucumbirá,

el cielo se apiadó de este canto,

la luz nació de la oscuridad, 

y el alma salio de este mi cuerpo

para arroparte el sueño 

vuelvo y he venido cien veces más fuerte.

Condeno al tiempo 

porque en vida la eternidad 

a sudor y sangre quiero conquistar, 

por amarte puro y de verdad,

no quiero el cielo si no es para vivir en el contigo,

no vivo esperando tierra vivo amándote

conquistando la llama de venus y el fuego de eros,

diosa aurora se enamoró de esta historia

de dos almas entregadas en un solo corazón.

El río de las almas volveré a surcar,

una vez de mi cuerpo las cicutas crezcan

y la Araña teja el punto final a mi destino,

traeré este amor eterno de nuevo,

como el sol existe y la ciencia 

engaña a quien piensa en este planeta.

La polilla surca la noche,

revoloteando alrededor de la llama

ella atrae simbolismos opuestos 

el del alma que busca a Dios 

y el de la locura que se aboca a la perdición.

La rosa azul desangra un te amo 

y el caracol encuentra su tomillo anhelado 

a la bruma del húmedo amanecer,

la hiedra escala el árbol 

envidiando su altura,

siempre buscando llegar al cielo,

siempre los vegetales buscando la luz 

que alimenta su existencia,

cruel de estática vida pero longevidad imperial,

una plantita llora una gota de rocío a la orilla del río,

una mariposa se acerca

que pena tienes tú que penas tienes tu plantita¿?

tú que eres joven y linda,

luz y río te acarician, no llores bonita

mariposa quisiera ser mariposa quisiera ser

y a mi amada margarita de la otra orilla que está solita

poder besar.

Viento, viento bonito tráeme sus semillas, 

para que juntos juntitos podamos renacer.

La salamandra de fuego indica la heráldica de este corazón,

valor fuerza y honor,

como dragón enroscado al árbol celta de la vida

mi calor arropa tu cuerpo noche tras noche nacarada,

en la lluvia soy tu sed, en el frío soy tu calor,

en el viento soy tu silencio, en la calma soy la vida y la muerte,

en la oscuridad soy la luz que no se destruye,

yo como ella solo viajo a besarte,

en el tiempo soy el instante eterno de un parpadeo,

en el fuego soy fénix, en la tierra soy humano 

soy imperfecto,

pero amo toda vida ajena, en armonía plena, 

luna abriga este sueño, 

concédeme tu compañía

frío en tu existencia jamás podras congelar este latido,

amo amarte, vivo viviendo morir 

en tus dulces labios flameantes.

He venido a renacer eterno,

he venido a robarte un beso 

para que lo recuerdes 

cada vez que tus ojitos cierres.

Como salamanquesa trepo tu espalda,

y como golondrina busco la primavera que haga florecer,

a cariño, ternura y apoyo todas estas flores 

que sembramos en nuestros corazones 

y cuerpos de amantes sin tiempo.

Vine por tu beso, me llevé tu amor eterno.

Como lobo celta guiaré a mis antepasados en mi final.

Gracias mis Señores por concederme mi última ilusion,

y volverla real de nuevo,

aun sin cuerpo esta alma gritará por ti hasta temblar el cielo,

esta amapola de sangre llorará de amor de nuevo 

al juntar nuestros labios de nuevo,

calentará cada invierno nuestros cuerpos,

sus raices de bronce y tornasol volvieron,

de cobre nativo fundieron sus semillas.

Y oro agarrado este dulce sentimiento,

muerto sin sentir tu aliento,

cercanía de tu calor aun en la distancia que decretaba

olvido de razón,

querer puro, solo corazón.

Como es arriba es abajo, y el cielo llenará de luz el abismo,

el leviathan despertó y su furia solo es conocida,

por estos hombres como yo que temen a Dios.

No me desampares en la lucha sé mi fuerza contra las acechanzas,

manten inocente este corazón que no dio cabida 

a la envidia ni al odio cegador 

si la dio con luz de alma y espíritu pronto la desvaneció,

he venido a cantar al cielo,

a florecer mis semillas a mi paso, 

a curar mi dolor a buscar en tus brazos mi calor,

a darte mi vida,

a asumir que me has salvado la vida porque mi vida eres tú

hada mía.

Vengo a agradecer este amor que habita mi cuerpo

porque en el silencio de este manuscrito eterno grito,

que poeta del viento a lo que me califico,

no sucumbiré hasta vencer

y junto a ti cada día ver mi vida florecer a te amos

cada amanecer.

Cicutas rojas y negras crecerán de mi lecho 

de la sangre de este amor envuelto

y de la tinta mi inmortalidad en verso.

Noche lúgubre y umbría

por fin me diste el sueño que tanto ansío,

soledad qué pena tienes

que conmigo no puedes.

Amada mía has vuelto a mí para ser mi noche y mi día

has vuelto para siempre quedarte

en beso tinta y sangre agradezco a esta llama fulgente,

a este amor que seduce y me deja inconsciente,

como vivo estoy y tu imagen surca mi mente siempre presente,

Mi cielo,

tu sol, amada

me pediste ser tu luz y que tu fueses mi dueña

a si será siempre, a sí siempre ha sido.

Eterno a tu lado vivo 

y enamorado 

hasta el final de este latido.

Las luces de la ciudad apagarán,

dejarán a los luceros realmente brillar,

la torre de babel tumbará arrastrando 

al dios dinero de esta sociedad

yo no estaré en cuerpo para ver de nuevo como antes su final,

pero llegará y la bondad volverá a reinar,

la vida para los vivos, la muerte para los muertos,

yo poeta sin tiempo,

vengo a por tu beso y con tu amor ya soy completo.

Vengo para quedarme a tu latido preso,

vuelvo para deshacer el sentimiento,

vencer al mal que cobijé,

a humilde agradecer la vida de amor que a mí ha vuelto,

con sangre en mi cuerpo deseo tenerte cada día

como doncella y amada mía como hadita y delicada florecita

que solo necesita de mi amor y mis besos para vivir.

quédate conmigo,

quédate a mi ladito,

este mi cielo te daré, este cuerpo y espíritu 

te pertenece como el arcoiris a su cielo,

acompáñame este sueño a la tierra de fuego,

mantén viva la llama en tu pecho,

siempre sabrás que yo soplo para encenderla y crecerla.

Ven amada mía dame tus besos,

siente este corazoncito latiendo en versos,

siente una inspiración invencible,

como Dios Sol que existe y es invencible.

Enganchemos nuestros cuerpos enroscados como serpientes,

amemos el silencio y ternura de nuestros ojos,

sintamos ardientes las caricias,

y la piel tersa de seda 

devolvamos a la noche de su encanto 

y gemidos a su luna.

Seamos como fuimos quimeras de fuego con un mismo latido,

cuidemos el mismo corazón que habitamos.

Yo quien pintó el cielo en colores a su amada

yo quien obtuve de ella la felicidad inmortal.

A su lado mi fuerza para cuidarla, amarla y protegerla,

vuelvo a vivir vuelvo a en mi interior sentirte como riada,

y lago que da vida a mi calma,

tú mi ninfa, mi amada,  mi musa, 

mi hadita, mi florecita 

mi bella Margarita.

Yo tu guerrero eterno.

Siempre tuyo como la luz al fuego.

Te amo y te quiero.




El Castellano Y Leannán-Sídhe















Pasted Graphic 21.tiff ¬

















Una nube de tranquilidad

me cobija mientras observo el paisaje;

el caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado

de la piedra caliza,

que resiste el embiste del viento y las lluvias;

la lagartija tomando el sol está,

tuerce la cabeza y cierra un ojito

aprovechando los últimos rayos de sol;

el escarabajo de tierra camina lento

con sus fuertes patas,

tropieza y vuelca quedándose

varios minutos intentando ponerse derecho;

mientras, se despierta uno

de los dos grandes murciélagos,

que aquella recámara de la gran casa rústica

ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos,

con el verdor de los pinos.

Vides para cuidar y cultivar,

un pequeño jardín con caseta para las gallinas

y animales como conejos;

frambuesas, moras y arándanos,

en un pequeño huerto al lado de la puerta,

un pequeño estanque de azulejos en el aljibe,

donde nadan tres carpas y un gamusino,

oscurece y el joven rapaz de cernícalo primilla

del palomero oscuro de la casa,

se lanza a por un pequeño ratón de campo,

que andaba merodeando,

buscando algún resto de harina o de grano.

Con los primeros rayos de sol,

la mariposa de bellos colores reina amarilla,

dando sus aleatorios vuelos en busca

de flores de lavanda de mi jardín,

es atrapada por el pequeño mochuelo,

que salta del agujero de aquella antiguo olivo,

mas un ciprés y un tejo llevé a mi morar,

que de a poco ya parecía un castillo natural,

silvestre como el viento

el mismo alma que un cuervo,

buscaba amor pero mas la obra del Creador,

quién ansía más quién quiere más

que se le cumpla la constitución de su patria

de un hogar digno para cada spaniard,

viajé en busca de lo exótico

me quedo con lo primitivo

y eterno vivo.






Dragón verde cobre y LHIANNAN SHEE






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Viene altivo a desjarretar

el vasto cristal de roca

azogado trae el espíritu,

ya suenan los tambores

y picos mineros,

Junto con la libélula vaga

zigzagueante.

Llegan los nelumbos norteños

y la cigarra su violín viejo, senil

de sí marcando junto con el grillo único

su bandurria dulce estampa

del estío advenido.

Refrescandose la dama Brunilda

en el río más ninfas admiradas

hilan de la moza sus cabellos bajo aguas.

Caracoles avanzan lentamente dirigidos por duendes,

las lindes en paz están y los espinos

Y encinas polvorientos aguantan

una eternidad más.

Céfiro hijo del viento Sigfrido que por

coraza su pecho, por casco su cabeza,

por escudo su palabra avanza

por los caminos dirige su mirada al río

allí él avanza para encontrarse con su amada,

todo lo que el bosque alberga celebró la unión

de sus dos cuerpos como serpiente de dos cabezas 

Blanus Cinereus hija de la sangre de la medusa

muerta por Perseo.




EL Castellano

















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Hipsipila I, II, III, y IV




Entre sierras y montañas

de verdes y valles de ríos sangrientos,

ven pasar la espada de Hipsipila

árboles milenarios

asolando a los caídos,

ven lejos los astros prepotentes

de sí mismos,

desconocen el hijo del viento y el Sol

que va por los senderos,

¿Dónde irá ese hombre?

-Sólo él lo sabe,

a una princesa vampiresa

le prometió una flor

de la montaña más remota y alejada

pasada la Torre de Hércules.

Con raíces la trajo,

sin un solo pétalo perdido

ni hoja caída,

a la orilla del río la puso,

a la orilla del río ella la quiso.

Cada primavera iba a visitarla,

cada primavera su flor

de color distinto vistió.

Un año notaron triste a su flor,

extrañaba su montaña.

Su amada le pidió piedras y tierra

de donde fue encontrada,

a si lo quiso, a sí sería.

Al llegar a la montaña

en el lugar de donde estaba la flor,

allí una serpiente sabia encontró,

cual ella le dijo:

Si muere esa flor morirá tu alma,

-¿Qué misterios entraña

pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó.

Sí quieres saber más pregunta

a la reina de las mariposas,

que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó,

en el camino una mariposa

se posó en su hombro,

le dijo al oído

sígueme mi madre te espera en el bosque,

allí fue,

la reina de las mariposas,

le dijo que esa flor fue

de las más antiguas en crecer

después de los helechos,

tan antigua que tenía

capacidad de sentir intacta

como los humanos.

De ella se despidió

tras darla permiso

para beber de su néctar.

Rodeando la flor

puso la tierra y las piedras,

decidió tras el consejo

de la serpiente y de la reina mariposa,

visitar a la flor cada mañana.

Su princesa también se alegró

y del bosque un lobo para Hipsipila

regaló,

en amor juntos vivieron.

Un día la flor se cerró,

en su interior

semillas latieron hasta

caer a la tierra

con las primeras lluvias;

de cada una de ellas,

brotaron plantas jóvenes

con los colores del arco-iris en sus hojas,

de cada semilla

de esa antigua flor

despertaron las hijas sidhe;

hadas que cuidaron el bosque

y cada arroyo, esa fue su leyenda,

un cuervo un día en su ventana posó

dijo con amplia voz:

A la tercera luna llena

vuestro mundo caerá en guerra

solo el tejo milenario de las runas del padre

Tuyo hipsipila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir

Y a vuestro lado luchar

el árbol inmortal solo pedirá un acertijo

para ayudar mi nombre que es Förüq

os ayudo por traerme sustento cada día

desde que sigo a vuestro lobo del bosque

de la sombra y el manantial eterno.




Hipsipila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomado,

lejano y distante su reino de amor está

Como su princesa por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje gris lánguido,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñido su color añil.

Vientre de hierro

Donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tordo, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de castilla

Sin preludio de su princesa

Que no amará su tierra

Si no a su hipsipila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavio triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su princesa

Que ya Más no quiere

seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

El albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.






Grama fría

en la aguja que mece,

que sostiene la enhebrada parca

de la mente que clama

la muerte de la conciencia

y su desdoblado humor.



Gris el hálito crepitando

que cayeron los templos

de huesos mientras

Hipsipila nacía

de la fuente de la vida

en reino inerte cobraba lugar

él lloraba piedras de montañas

subió los montes,

los hielos derritió con paso lento y decidido

a las plantas les dió voz,

el reino del hombre cabalgó

sin entender su religión

que no era basada en el rayo de Sol

Hipsipila cabalgó y cabalgó

Sangrando su dolor en rocío de flor.





Un día se detuvo en un castillo

de las tierras del norte

allí descubrió una princesa

de ojos color tierra

y unos cabellos color de su fulgurado

Sol y su ilusión se encendió

pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa

para luego hacerla su compañera eterna

compartiendo su secreto del manantial

ningún reino pudo más que al

de Hipsipila inmortal que a su castillo llevó

que traía toda simiente vegetal

y todo pájaro trinó Hipsipila siempre vivirá.





Legaba su destino a Hipsipila la segunda

luna nacarada, repleta en el ojo distante

del castillo reino del inmortal albor nacido

crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor

el bosque de la sombra y el manantial

con el que despertó aquel inmortal dragón

era iluminado en golondrineras y yedras siniestras

el lobo corría marcando sendero

hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos

un torcaz mensajero llegó al castillo

con premisa de ofensa para hipsípila

pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte

si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas

contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio

sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen

era el origen de todo lo visible

ÉL, último guerrero de la luz

ya ante el tejo guardíán presentado

humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra

el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol

sólo uusted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo yerto ser que en ella

descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para acabar con ésta cruel injuria

que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano

-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa será escuchada

¿Cuál es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro

que mora nuestras hojas?





-Förüq es la respuesta, contestó Hipsipila

tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre

fue presuroso en compañía de su amada y su lobo

a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura

del cerrajero universal llamado Hierro

al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al únísono

del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial

toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre se iba dibujando

en corazón naciendo del agua abriéndose

una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre

dijo al despertar:

Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra.



El Castellano y Leannán-Sídhe





Amapola de runa Valkyrja














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El tiempo se anula,

agujas marcha atrás

en inviernos dibujados

por alientos de hielo

y bufandas azules,

suplicios derretidos

en bocas de fuego

mas toda ánima

cobra venganza,

el animal humano

asesino de su conciencia...

Mi alma en armonía vive,

rey de su entorno,

espíritu clamando

su vegetal o tierra lugar

para su sombra anclar,

destellos de belleza sin igual

entonan el paisaje y monte

por clamar

elevados ojos que te ven

Valkyrja,

orgullo, alegría colmada

en plenitud de dicha elaborada,

tejida por tu hálito transparente

y melodioso de amor

a tu compañía mientras

cruje la mecedora de mi destino

en mis brazos te sostengo

voz de alma compañera

en el filo de la piedra

de cristal de yeso

mas el hierro de mi entraña

te proclama vencedora y moradora

del reino de mi corazón

que no es piedra ni estrella

es indómito morar de la expresión

que fuego cobija para bailar la llama

y hacer entrañable tu pensar

que no sientas pena

porque soy hombre de verdad

así sea inmortal

si mi caminar junto al tuyo

van a la par.

Rebervera el trino

y en tus ojos hallo el verbo mío

para dibujarlo con el mejor beso por imaginar,

el piropo nunca dicho

se torna mi verdad

que te digo entera

que eres la última mujer

con la que yo en amor estaré.



El Castellano y Leannan-Sidhe






Comiendo textos propios 

deshaciendo el sentimiento

reverberando el canto 

juglar de mi morar digno amaranto 

mi manto, 

voy allá sin mirar

digno a estampar 

aliento por poblar 

en la retina y pupila del ajeno, 

ausente, ensartado gentío por ocupar

léxico pobre llevo mes y medio 

en encierro sin voluntad

mas veo mis facultades disminuyendo

como alcohólico su botella disminuyendo

mi poema de saeta alada

cruza albores sospechados

culpados,  enjuiciados

borrasca nubosa de mi sentido

voy fluyendo

siénteme en la mentira del fin del universo

porque ángel de la destrucción me creo

con mi parpadeo

de color a amado color negro

opaca mezcla y suma

de todos los colores por hallar

primario el hálito

endiosado, alborado, hibernando

cual lobo el invierno de dificultad

aguantando yo parecido mi encierro

destino comerme el mundo entero

finalidad un reino

un latido que no se para ni estacado

hoy que no se venda

mañana será flor de niebla,

rosa azul eterna

maldigo tu estampa

debido a que todo lo dicho se me cumple

cruél y dulce condena

amarte sin pena ni vela

más que mi navío de remos

cual remo a flote en medio del viento

de tu voz mi amada Brunilda

tu templo mi dicha

mi desquicia verte atrapada 

los Dioses jamás lo quieran

porque en esta prueba

salen a flote mis honores,

de valores inmortales 

de educación sin par

de quimeras rebajadas sin alas

de saetas atravesadas 

por nuestros arcos y flechas

de señores de las moscas 

cortados en mortajas y rodajas

hoy qué será este hoy

cruel de artimañas

de un médico que quiso lavarse las manos

seis meses sin trabajar

por su trabajo de un informe al juzgado que mandar

le mandó el bulto

y que otros de su estampa hagan su deber

yo, bajo seis meses  de sol y sombra yerta

en San Miguel

Clínica psiquiátrica

quien se queja es porque quiere

pues sí mil y un mundos quiero quejarme

de esta maldita y crúel estampa 

que llevo en la espalda

desde los quince años

de qué verga va este mundo

pues maldigo, blasfemo

y verán que sus castillos de mentiras 

se caen a pedazos.



El Castellano




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Jilgueros o colorines, verderones, verdecillos, pinzones, tordos,

despidiendo en trino el verano están en sus abrebaderos

como reguardos oníricos de la voz de los muertos

amarillo espino florecido encinar puro, vivo

del quejigo hace sombra a mi amada

que avanza el camino de la carrasca

hoy por hoy vivo pleno, enamorado de su ser completo

así como el verdor del pino

espíritu del viento sostenme

que parta yo en tu mitad mi canto

llévame a la tierra donde las fronteras

las montañas sean y el camino sea de tu mano

atravesar el infinito allá en el resquicio

del brillo

del calor de tu mirada en amor

puesto que de tu voz me visto

hoy sólo un relampago me cede el paso

crepitando, centelleando en bandada de estorninos

con su bandada tejiendo ecuaciones del ser Supremo

voy contigo a nuestra tierra de fuego banshes y quimeras aliadas

en esta mecida caricia alada que yo tambien te amo Ostara

Diosa de la primavera no me faltes un tercer año

con ingresos estáticos fieles de mi condena

ya cambio de actitud y acepto sus aislamientos

el común es el que se queja que sigan con sus embustes

que Puto el que creyó lo del informe

yo con mi vida estoy conforme

orgulloso y con ganas de hacer Bien eso es lo que ellos

tienen ausente que sigan en sus ciudades

estas lombrices caminantes

y a mí encerrándome en este cementerio viviente de Madrid

donde todo se pudre en asfalto y hormigón

yo te conocí amor en uno de esos paréntesis de mi destino

que me encadena a su locura hospitalaria

y no me arrepiento de mi vida

te amo Cristina.



El Castellano







 Albores de hierro




Sangrando altares de hueso

rien oficinas del demonio

la ciudad se come estructuras y alquitranes

como la tierra se come los cardos tras el estío

pupilas negras de petroleras y madres

del consumismo humano

no coche que mostrar

más que estas dos piernas invencibles

como alturas estampadas, difuminadas

en la retina de los cuencos

que mueven mis deseos

justo este mundo trata de cambiarte

ningun miedo ningún temor

sólo el ruido por temblar este humor

ningún temor, ningún miedo

amor a la virtud odio al defecto

este mundo me hizo perfecto

y como no presumo de nada carezco

crees que destacas

jajaj llegará quien te pise las entrañas

vida para ver el demonio llegar

islamofóbia por el atentado de atocha

esta tierra pertenece a barbaros germanos

no a oportunistas expulsados

primero arreglo mi casa luego

la del vecino y la del mundo mío

nadie me supera y no supero a nadie

nadie es superior ni inferior

a mi sombra y estampa

todos somos humanos seres

la diferencia la marca nuestro demonio

o maldad o lo contrario nuestro Dios

nuestra bondad y amor interior

el mal triunfa cuando los hombres buenos

no hacen nada

a mí durmiendo no me pillará el mal

un mundo por cambiar

el mío

cuánto abarca pregunta a la roca

que es mi Dios.




El Castellano




 Luna



Me condena la vida

a escribir ecos sordos

de oscuridad

bebidos en noches

donde los grillos bailan al son

de su lunático violín

y yo que te busco luna

entre bloques de hormigón

y cemento mas te escapas

por las violetas ramas

Oh quién te tocase

me condena todo.

Pero éste lunático te ama luna

como lobo de hierro.

Graznos de un cuervo encendido

calman mi sed de tiempos muertos

sí de su cruel invento,

y su esclavitud del hombre moderno.

Avanzo sin permiso ni final,

hoy me fundo en yunques sin dormir

y hierros fulgentes de Miguel Hernandez.

te pregunto qué es el instante

si todo final depende del principio

inmortal te siento.

En este horizonte sediento

Que gotea murciélagos de humo

y ventanas al opaco punto

ese que te busco cuando noche llama

floreciendo al viento mis simientes

de piel y verso mi infinito ciego

clamando llorar el cielo

mis anhelos encendidos

en talllos de germinada realidad

sin abismos difusos retorcidos

sin más suplicio que mi dulce tormento

ese de mantener vivo mi verso

de amor preso, de tu luz mi canto

mi estrella apagada que brillas

por mi Dios padre Sol.


El Castellano



 Piel y verso


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Armonía la bella calma de tu voz

que hallo en verdor de floración

sin duda ni temor,

sin limpio escudero mas que yo.

El tiempo y su aguja inerte

de ser invento de ilustres esclavitudes

de rutinas cicatrices

de dibujada normalidad

por bocas grises.

Avanzo hoy sin directrices

el campo de tu piel

por conquistar y clavar

mi caléndula bandera.

Por coraza mi pecho

con el corazón más fuerte

que el hombre vió.

Conforma la sangre

y tinta de éste poeta,

escriba del viento,

que solo habla silencios

de Dioses y humores

de sus venas razones,

de su alma sentires plausibles

en gesto y beso

por la armonía conquistada

de ser entero pleno,

disonante al defecto,

lleno a la virtud certero

de mi recta labor.

Amarte libre de maldad

ni interés que no sea alegrarte,

mi bella, mi amada Valquiria.






El Castellano y Leannan-Sidhe



 Llórame la noche



Cauce sanguíneo de mi bandera,

por plasmar oros en tierra,

veo poblar mi quimera

de sal y arena.

Playa en regazos

de tus bellas piernas.

Amamantada sirena

al son de mi saliva verdadera.

Letras que aglutinan

el sentido inerte de la sierra

y sus piedras en vena.

De arterias de hierro va mi río

con destino lento

Surcando tu naipe de mujer,

congelada, derretida

en arrullos de mi pecho.

Pudo ser hoy sin darme cuenta

 el día más feliz que yo viví

porque yo estuve junto a ti.

Hoy aquí mañana allí,

tú tejes mi devenir

en el sino del destino

como hoja al viento

me siento.

Amor de día,

amor de noche

para besarte yo sin derroche

estallando el azabache

sí ese, el que llora la noche

sonando grillos feroces

y nacen las mandíbulas

de larvas carnívoras.

Futuras luciérnagas

de nuestros albores

crepitando nuestras ilusiones.





El Castellano y Leannan-Sidhe





 Yo el Sol



Arde mi interior,

fuego azul sin compasión

al clamado encontrado amor,

por deslumbrar vides quimeras de sí,

presas de su sombra que les lleva.

Guerra al respaldado albor

por ser único sin condición,

muy sencillo de que escribo

o hablo con las manos

mis palabras son mejores

que el injertado silencio

en estáticos límites

de enarboladas espirales

por visualizar

al cerrar mis ojos de grillo,

lunáticos de ellos mismos

con su marea oceánica en brillo,

iridiscente al complaciente beso

de unos labios sedientos

en cáos febril de pasión

enamorado caracol

avanza sin permiso

ni final

tu lengua sin acabar

resguardos oníricos del ser

con razón y hábil tenaza

de bondad y coraza

mas su premisa:

-Levantarme cada mañana

habiendo hecho algo mejor que ayer

porque uno es lo que hace

si soy también lo que siento

aparte de Dios de mí mismo como el sol

soy tu eterno acompañante

porque del amor que por ti siento me envuelvo

Valquiria mía.



El Castellano y Leannán-Sídhe





 Tornasol

Resoplo en el borde del papel,

abre en recordatorio el dicho

de por amor libre soy,

cuando del ser

tu ser tu cauce

apoderó hasta el sentido

no conocido

resueno en el borde de tu corazón

por haber hay honor

girado en tornasol

lago de esperanza en flor

resquicios del ayer,

consumidos,

en un vaso de agua

hoy por hoy

ni sé qué es el hoy

ni si sigo viviendo

sólo un pensamiento

me encanta sentirme contigo

todo es relativo

menos mi sentimiento de amor por ti,

que se sabe o no se sabe

y yo lo sé porque estoy enamorado

habló el humor trenzado

albor al arcoiris nuestra visión

te adoro válgame la condición

por ese nuestro cielo

encausado en flor

gimo y grito sin compasión

para certero verlo en nuestra verdad

de que no hay flor sin abeja

ni almendra sin almendro

porque creo en ti

porque vaya donde vaya

estás en mi corazón

como recuerdo al cerrar los ojos

imposible de difuminar.



El Castellano




 POETA DEL VIENTO









Tenue resguardo de tu voz

al maravillado esplendor

de flores del tiempo derritiéndose

alcanzando tu amor,

dime si del rayo de Sol

tu pelo nació

y si la madera del pino fulgente

tus ojos engendró,

tus montes alcanzo en verdor

cuando la ilusión mi estampa

en tu corazón rubricó,

ven, ven amor sácame de esta bruma

gris y nicho de clínica temporal

que ya me arden las ascuas

de no tener libertad

y solo un día para poderte rozar.

Este Madrid se pudre lentamente,

¿A qué esperan en este cementerio viviente?

¿A que las azucenas nocturnas

salgan corriendo San Silvestres

de carruajes emplomados

en cal y salitre?

¿Por qué  tantos cadáveres de ciudadanos

pudriéndose lentamente,

envueltos en comida prefabricada

y bebidas espirituosas sin contar

estupefacientes para aniquilar

el poco de razón que pudieron tener los seres.

Una ciudad que ve mejor a un homosexual

que a un enfermo mental como yo.

Gatos pardos que buscan comida

en prostíbulos

Como desvalorización de la mujer,

más salas de juego que librerías.

O televisión que en sus anuncios comparan

alimentos con placer sexual

y modelos de vanidad

donde valen más sus piernas

que su cerebro,

hoy aquí, mañana aquí.

Veo las luces apagar y cómo la ciudad

muere en silencio en el año

internacional de la luz

porque parece no haber

cabezas con luces de sabiduría,

de que quiero morir amada

en mitad del campo

es por mi verso latente

en estruendo disparado

para blanderme

en mitad del viento

a sí mi eco recuerdes.



El Castellano y Lhiannan Shee




 Asocial

Réquiem por ese cielo olvidado,

donde todo es libre

y la gente lejos de vivir del aire

lucha por llevarse su alimento a la boca

un mundo donde todo está hecho

menos el rayo que caiga

sobre la torre que lo sostiene

llamado dinero demonio sí este mundo

de cementos y bocas de grama por hablar

entre ellos el gusto de oirse

cuando la verdad lejos de corona y trono

nadie la tiene, nadie la sostiene,

hoy es mecida en utopías, estáticas, yertas,

soñadas elevadas, yo no vuelvo a hablar

en este tablero

quiero dejar de ser

un número del oro más

mi relato perdido,

el umbral tejido,

un dogma de fe del defecto

voy allí fin de trayecto

roles amamantados de hipocresías

y cuerdas de marioneta de una empresa

que les subyuga y dicta su existencia de mierda

carcomida en horarios

por una paga para comprar algo ya hecho

en fabricas dónde vale más el capital del producto

que el esfuerzo y existencia de quien lo fabrica.

cada empleo de ciudad sigue unos roles,

quién dicta lo que es normal y correcto

y esta ayuda forzada a un bipolar que soy yo

cuatro pedazos de sarmientos de médicos

mis actos que le importen a mi vida

pero que un mingote de médico no coharte y me prive de libertad

porque patearé en la madre ciencia que les parió.

Toda mentira caerà en picado al igual que lo no sagrado,

único sagrado la naturaleza es.




El Castellano


 Silencio atrincherado




Respiro el halo de tu suspiro

en esta calma vestida de estrella

congelada, entera en el secreto

de dos almas voces.

Viviendo en la eterna lucha

de agujas atemporales

en vacíos latentes

por dibujar un corazón sangrado

de palabras de humo

en resquicios de amada luz

de conocimiento interior

como precipicios desdoblados

en vértices de inacabadas trazas de tu ser

que come y me come

las venas para fundirse

en simiente de enamorado amor

luchando para florecer arterias

en rojas rosas silvestres,

una década de vida escribiendo

retorcido silencio por estas manos

que soñaron acariciar tu cuerpo

incluso antes de conocerlo

puedo seguir mis pasos erróneos

y todos en esta circunstancia

de la que ya hoy me río

porque de nada me arrepiento,

acometidos fueron para conocerte,

entonces para qué quejarme

me haces feliz

y ningúna clínica de media estancia

con su condicionamiento ensartado

borrará la sonrisa de mi cara

ni tu cuadro en mi vida

Valquiria Cristina.




El Castellano y Leannan-Sidhe




 Carcoma del sentido




Arde en brío la lágrima de fuego

del silencio esculpido, tejido

cual flagrante realidad embestida,

de unión de dos gotas de agua

en sal y arena tu vida me entró en veda

cristales de roca y el saber preso

que seguiré a tu vera

infinita esencia modelada

desde el verbo sin nombre ni apellido,

al abismo prendido, encendido

en compás de danza de sabiduría en piedra,

buscando esa ténue luz silenciosa, eterna,

flamígera.

El compás desvanece en notas

jamás marcadas

de mi lengua paseando tu vientre

infinito se llama nada

silencio se llama grito

ven, ven conmigo si el saber fue preso

tu imagen es ciega

puesto tu corazón belleza despliega

mujer de las flores silvestres

estoy contigo una vez más

y cada vez más dispuesto

a tu yerta fecunda estática sonrisa

en la eternidad que mece y sostiene

la carcoma de mi árbol

chirría, cruje, crepita, a puro, limpio

duro mordisco desvelado

de tu piel mujer urtajado

velado en río de arterias y cauces

que calman mi sed

de rojos colores,

donde abren de gramas sienes

temblando vivos amaneceres

hoy que es el hoy si la condena

es condena por a sí verla

siempre estoy contigo muchacha

cual araña cuelgas de mi corazón ensartado.






El Castellano y Lhiannan Shee




 Zorzal

Abismos prendidos

en retinas de hielo

donde arde en albor

el hierro de mi amor,

ascua eterna, sanguínea,

tejida de mi vida

que siempre tengo

en mi mano encendida.

Muerto el tiempo

para abandonar.

Estoy para luchar

mas puente digno

del destino dificultad es.

Avanzo mi sendero

sin franca tapia ni verja

Vea donde vea

te veo vida plena

incluso llevando estaciones

a cuestas;

De negros lirios desangrados

y su cabra rojiza masticando

al son de un sí bemol

el transparente pío

con su zorzal.

Va mi invierno para empezar

al calor de mi amada

a la helada

de un futuro que derretirá

y de sus labios brillará

abandonado ya

mi nicho temporal.

Ella que me falta

la deseo con más garra y fuerza

ese nuestro día semanal

de unión de dos gotas de lluvia.

Fuerza de mi fuerza, valor

de mi valor, al fuego

arde nuestra condición

para volar en nuestros sueños

como molinillo Diente de león.




El Castellano y Lhiannan-Shee 





 Armada palabra





Destino parco, negro,

opaco a tu vítreo tras luz.

Dime

si a  ti estoy sujeto

mi devenir sostienes,

y meces en tu hálito

por qué no me amas

y quieres

que todo lo bueno

d'este el mío existir

llega cuando mi quimera despierta,

mi infierno destapa.

Digno saber que siempre

hay alguien que está mejor que yo

 y alguien que está mucho peor.

Mi meta como humano ser

es feliz ser,

apresa si hubiese maldad

deja mi bondad brillar

en orgullo y sonrisa limpia

porque es lo único que me sostiene

en este abismo invernado

por mis flores soslayado

no quiero más, tengo novia,

una amiga,.familia, tres tesoros

líbrame de esta situación arbitraria

que coharta mi libertad.

Del ser que te habla

sólo sus pensamientos

le importaron a sus actos

y sus actos a su mera vida

tanto propia como de sus tres tesoros,

dignos, plenos, llenos, amados,

venerados, auspiciados, completos,

versados, endiosados.

Dime árbol mío en qué fallé

Tu infinito me lo como hasta tejerlo

Y modelarlo correcto

para éste existir.




El Castellano y Lhiannan Shee.





 Darknes wroten




Escrito a ciegas, con los ojos cerrados, dejando hablar a mi subconsciente:


Er en eternidad como en un

principio qui esta fini le cant

fore in ti esla de mare

profundi esta allí espera qui

le tient prosatma de vent

en quodi pragma

tersa ent

perto la flama de mundi

le anima sed libera eite

par muos qui

vers tro paremo

volta tiz care

ledie flagra

le cors ti spera

ti ama tea

le come remort en du murde

in et fino cat

caeblis set infernus

oscur le soleil estrella

da mort la vida in vita en canae

la victorium per di anima libera.


El Castellano




 Ruido de opacidad


Rrecorre un destino, avanza en un sentido

de su ojo jejido, rebervera sonidos de humo

crujiendo la mecedora del sin sentido

se derrite el cuadro de tu vida dibujado

una palabra para tu miedo''ninguno''

el silencio chirría grillos colgados

haciendo su ruido en Sol mayor

investida estación de los difuntos

sí es verdad poetas os amo muertos

o creídos vivos ustedes,

el ciclo y su trillado esplendor

germina de la tierra en albor,

cuando cae una hoja en otoño cae la vida

amo la lucha gobernada en lluvia

de pensamientos en cigarros

y sus dragones quietos.


De vid y zarza mi humor,

de espiga y espliego mi canto

a sí como el romero y la carrasca avanza

el tomillo amado por el caracol

mientras el espino recuerda

que todo acto contra nuestra madre

está entramado en espinas de venganza.

Corría el otoño por la vereda y la rambla

del eterno sendero que viajaba la vida

sin amparar el silencio en el habla

el parco hálito bastó y enfundó

el caballero de su sonrisa deshojado

poblando una décima estructurada

para escribirla mas engendrarla de hija

sólo la gente se encargaría de criarla dada a luz

mas del tiempo su virtud

amor sembrado en ella con honor

incluso dado en gratitud

a la madre de todo

ya que la oscuridad fue primero a la estrella

como buena ciencia se colmaba de sabiduría

sin saber domarla ni emplearla

la persona que me lleva si supiera escribir un poema

probablemente no lo haría

con lo puesto eterno aprendiz es

mas sin saberlo ella su amor es

y sabiéndolo aún le gusta más

para no abandonar jamás.



El Castellano y Lhiannan Shee



 Ala oscuridad

Fuego brota de ojos altivos

desvanecidos en boca de bruma gris

caídos los años la batalla va

por arrasar sangres de estampados

violetas ausentes para el río

de ánimas desangradas

va este carro descarrilado

en tren de abismos insospechados

sexo y dinero como alpiste

de madre del pájaro

y tus guerreros vueltos

papel y polvo caidos los años,

en la oscuridad me vuelve a llamar

congelada amada jamás desvanecida

sujeta a la crueldad de su código de barras

celda de su ser si acaso edad fuese impedimento

el alma mía no entiende de siglos

quiero ir contigo oscuridad si ven me dices

sólo silencio es crúel invento quien te diera color y voz

cuál ángel abanderado capataz de tu huerto de sombras

y saetas de notas hoy no estrellas que lo mío es para siempre

madre de todo yo guerrero de la luz investido

sin locura carcomido digno arte de admirarte

yo me conformo con mi destino y camino

si no superé tu prueba dame un guiño

y flotaré en tu negra ala de colmada belleza

que como sabes diriges al abismo de las almas por escalar

nada quiero, nada deseo, todo lo tengo

contigo mi valquiria.


El Castellano




 Pupila de tierra




Fulgor ausente brillado

crúel de su suplicio inventado

ángeles discuten cuâl la bella amada

estrellados en estrellas resultaron

mi amor fue para la más bella a mis ojos

tranquilidad querían y eso doy a raudal

ténue, tibio, veloz, displicente, nacarado

de mis ojos labrado

voy arrastrando la apisonadora

que es mi circunstancia

mi vida al fin y al cabo de Finisterre

flores debaten si abeja o abejorro

les tocó el conjunto en uno

consenso realidad me convence a mí

de la línia del estado mental

y su fecha de caducidad en la lata de sardinas

esa que es el recipiente completo

del ser que me lleva

llueven corazones espinados en agujas silentesShee.

Suplicios de mi sombra amada, llena

de su admirador que le lleva

que le trae flores de cardos de damas

en nuestro cuento llamado realidad

Tejida desde araño destino enfundado.

Te amo.


El Castellano y Lhiannan Shee





 Tiesto



Diestro mi amor

que se quedó con la planta entera

y no con la flor.

Ojos cuencos en sí

disfrutando lo vivido

más pasado pasado no fue

si aprender se puede de él

abandonar el reservado ser

y buscar en mi caja de espinas pasadas

nadie por complacer nadie por agradar

sólo mi ser por no tropezar más

y eterno fulgurado brillar

mucho por ganar

el tiempo cómo no es mío puedo gastarlo

en mi psique emplear.

Amando la virtud odiando el defecto

parece que en esta ayuda forzada

la diferencia debo marcar

y que me valga el recurso de verdad

nada material por ganar

no enemigos, no amigos

batalla interna para alcanzar

estabilidad eterna,

me piden que abandone mi régimen

caótico, climático emocional

que sea lombriz como el resto de sociedad

no puedo elegir

si no asocial ermitaño de mi castillo

ganaría una y mil vidas más

porque yo con una planta por cuidar

tengo lo que tantos ansían

llamada y flagrante felicidad.

Púdrase este mundo material

haber hasta dónde alcanza mi libertad

desde estas jaulas temporales

y sus naranjas mecánicas

que risa me generan

¿Yo temor?

Sí a mi sombra

llegará un día que la atraparé.

Muerto el suplicio,

caído el invento

distraído el momento

eterna la idea

vendra a mí la quimera

del círculo perfecto

con su equilibrio dentro

por desangrar altares de humo.

Y colgarme entre hermanos murciélagos.

Poco más no me cansé

pero guerra contra mi mismo

era o no era llegó el abismo

a mi espino de camino.



El Castellano




 Hace más frío que antes

Parecer nublado,

doblado, bruma surge

lloviendo huesos de sentidos,

una carretera al infierno,

yo no estoy hablando,

tú no estás escuchando,

fulgor intransigente,

desjarretado, cruel

de su suplicio invernado

años atrás recuerdo de una ilusión,

eterna fue

mas jamás cayó al vacío,

cómo me he sentido

pues metido en un saco de enfermos

a pesar y muy a mi pesar de estar yo estable

ayuda forzada,

¿Yo necesitaba ayuda?

decisión arbitraria,

yo realmente con discernimiento

este mundo es solo una ilusión

que trata de cambiarte

punto y aparte no estoy seguro

pero estoy sin inspiración.

 En esta jaula de grillos de clínica.




El Castellano




 Retina Escarlata






Es la hora, tráeme la luz

la luna a esta noche investida

de cal y cristales de hueso

resplandor fulgurado

ansían mis labios en estruendo

llamados

nosotros perdemos el control

al final de los días mi pálpito

llama a tu pálpito

fotografía tuya

sí en mi pupila

tráeme la línea del horizonte

GRACIAS a esta retina cansada

mi vista es y pudo alcanzar

todos los brillos terrestres

plantas, animales, vida, muerte,

en la oscuridad madre de todo

te vuelvo a llamar porque noche

está llamando

noche me llama una vez más

para traer a mis ojos tu sonrisa

de que estás conmigo

otra vez más

si admirarte es para siempre

tuyo soy.

Fotografía de ti

solo tu vida entrando a la mía

con tu sentir de doncella escarlata

como es y fue

sin conocerte te esperaba.








El Castellano




 Bruma roja





Por tu caricia

rebosan las fuentes

en rojos colores

y la tierra brota sangre

mi amada

puedo escuchar de tus labios

el sonido de una palabra

sin tú hablar

la ausencia fue habitada

y dejó de ser vacío

para llenarse con tu aliento

senderos me llevan a verte

como de la primavera el ababol

en compañía de la verde espiga

voy a tu vera sin salida

porque todo me lleva

a complacerte

investida locura de amarte

mi bella Valquiria

lucha, esfuerzo,

todo depende de mí

por mantener tu lumbre

y afecto encendidos,

el destino no lo gobierno

con lo puesto

y frustración no apuesto

porque nada es para siempre

hoy te tengo,

hoy te disfruto

de futuro no me hables amor

ni lo pienso

sólo veo tu caricia

y hálito de vida junto a la mía

mañana...

habrá que preguntarle

a la lombriz boca gris jajaj

igual acierta mi devenir de Cuervo

junto a su Urraca Cristina.



El Castellano




Ilusiones quemadas en papeles con tinta,

con los sonidos sordos de un eco de imágenes

el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.


Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,

la mente ciega las observa con su pensamiento claro

sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.


Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,

un secreto en un gesto que su mirada grita.

El despiste que convierte en ofensa el fallo;


Un sentimiento distante que próxima te quiere.

El tiempo que tarda en decir adios al por qué gana,

ahora llora la almohada al viento que no dijo nada. 



El Castellano





Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

aquella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la vispera del invierno triste.


El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol en su visita

y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,

para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.


El fuego del deseo se hacía con su compañía,

con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.


Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado. 



El Castellano




 Pensamientos negros

Te sentí amor y por querer pensarte

la realidad silenció mis latidos;

Aquella flor que llamada amor

ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.


Entre la tenue luz de luna que me abrigaba

abrí la puerta que me condujo al campo

de negros lirios por el camino de ida sin regreso;

La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;


Donde la luz que me daba calor era ausente,

tras de sí un sendero agrietado por el que fluía

el río de las flores desangradas;


Hacían ellas mi último aliento,

un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,

cesó aquel si bemol. 



El Castellano





Plubia amôris


Plubia cordis, ardentissime cupere amóris

stupóris, dêsíderium, sempiternusa laetitia.

Diês, carpentum, accrêvî calôris.

Colôris, vita, venerâvî canôris.



Laetitia exspectâre, cupitum nostra.

Ostendi âlae, festînâvî blanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcî imus, creâvî blandus.



Bâsium dulcis, aqua pûrus.

Sânô anima, fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrô metaphora,



suspirium natura, amâvî ferventis.

Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.

Volui pûrus, sôlus cordis.



Callis unus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.

Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.



El Castellano



Lluvia amor



Lluvia corazón, suspira por ti amor

estupor, deseo, eterna alegría.

Día, noche, crece calor.

Color, vida, venerada sinfonía.



Alegría soñada, deseada nuestra.

Muestra alas, acelera caricia.

Cercanía, sueño, verso, letra.

Entra profundo, crea sonrisa.



Beso dulce, agua pura.

Cura alma, sinceridad uso.

Deseoso sueño, arde metáfora



suspira esencia, amando fogoso.

Distancia decreta olvido de razón.

Querer puro, solo corazón.



Vía una(vida mía), sentir.

Hermosa compañía, contentarse primavera.

Fuego, complaciendo instinto hermoso.



Miguel Esteban Martínez García




Perdido en un tiempo que nunca fue mío en el devaneo de la aguja de reloj maldito en el segundo que cae efímero en la retina del despierto en la lengua del suspiro en aquel marco del destino que dibuja el sueño mutilado la hoja de otoño envestida una hoguera que no termina suspendida en el espacio siendo cuerpo de mi adentro sus fantasmas por eco en la habitación asesina de mundos torcidos y en requiebro donde nada cuenta el minuto y la hora cuelga en la cortina para ser cada noche la misma pesadilla en la vela llamando en el alambre que chirría de gatos en tejados y lunas colgadas sin descanso en aquel piropo nunca pronunciado en aquel beso que fue humo hoy te encuentro y te desvanezco serás artifício olvidado serás tiempo olvidado hoy te estampo el reloj en las paredes rojas de este cuerpo que nunca fue tuyo ni tuviste en tus agujas mi tiempo es mío y yo elijo cuándo y cómo este es mi tiempo y no tiemblo sin muerte sin olvido sin viento gris ni cielos sangrados de palabras bebidas hielo de este fuego en la luz que marca la velocidad del ojo en la eternidad que vengo tu aliento queda difuminado donde no existes porque nadie te contará el latido ni es tarde ni pronto para deslizarse mi mundo y este tormento seco de tu invento donde solo contaré las lunas a tu lado hasta que mis ojos cansados digan viviste y por siempre fuiste.

El Castellano




Renuevo el latido

trenzado en tu mirar

enamorado suspiro

prendido del viento del sentido

arde el cáliz en tu ilusión que beso

pétalo tras pétalo tu boca siento

enamorado corazón

te habla del gemido

del sentido clavado en tu ombligo

de mi lengua encontrando tu nido

zarzas crecidas ardiendo

en un tiempo que no fue mío

rosa de rosal

de espina vestida en tu piel

desvelada tu mariposa tersa de seda

me quiebra me abre el fuego

y mi hoguera quema tu solana

donde vivir trenzado de tu pelo

siendo caracola de tu adentro

te amo en el suspiro que corre veloz

en mi punto sin retorno

donde mi reino tiembla en tu camino

ilusionado donde tu piel y la mía

se vuelven semilla

para germinar juntos

en el diablo de nuestra partida

beso tras beso te hago letra de sal y arena

te susurro la canción en el oído

bebo de tu gineceo

te creo el río dentro

broto mi sangre de savia en tu oásis de deseo

te muerdo lento

me apodero de tu silencio

despierto el grillo

y le canto a la luna de tu cielo,

tiemblo en tu mundo

que se vuelve mío

de alaridos me cazo el sonido

parpadeo la estrella

para encontrar tu pupila en la mía

siempre unida

pestaña de tu pestaña que me mira

siembro mi caricia para volver vergel

tu cuerpo de alambre forjado

de tu surco embestido

del latido que nos deshace

cada verso de palabra y verso

de mariposa llegando a tu oreja

tu lienzo lo quiero acampado en mi arteria

volteado en cada agua de mi adentro

embravecido para resistir

cada embiste de grito y tiempo asesino

para ser el más grande en tu vida

el que conquistó tu abismo e infierno

a lanza garra y letra

te decreto que hemos vencido

que somos uno en la eternidad

que nuestra boca tiene paraíso de miel y seda

que nuestro cuerpo germinó en todas las flores

que el amor viste

que el color llenó nuestro amor

que miremos donde miremos

nos vemos juntos sin temor

que muera el mundo, la gente, la envidia y el temor

si no entiende nuestro amor

porque nos amamos de corazón

piel con piel somos flor

muerte a dudar de la duda

se siente aun silente y grande

el alma no miente

siempre y para siempre

contigo a esperar mi dulce muerte.



El Castellano y Leannán-Sídhe




Y las amapolas lloran en su sangre

la estrella que fue ella,

el cielo gris se apiadó triste,

a los cielos subió una rosa

volviéndolos color,

pétalos de su piel serena,

nació para sembrar su aliento en la tierra,

para ser recordada en cada alma

de su vida pasajera,

por eso todos sabemos que no se fue,

en cada gota de rocío

en cada susurro de viento,

en cada latido de frío yerto,

su nombre surcará el recuerdo,

cicutas tristes enraizaron

búhos ulularon,

mariposas nocturnas llegaron,

la noche cantó el silencio

para verter la ultima luna vuelta sempiterna,

cada canto se escuchó para recordarla,

cada letra tiñó el viento en color,

sus pasiones las vivió el sol,

clavó la ternura en las pupilas,

un alma sencilla, un alma en dicha,

sé que muchos no entienden

un devenir que arrebata el latido,

como una flor se seca dejando semillas,

a sí te esperamos muchos,

que renazcas de tu semilla,

que encuentres tu nueva vida,

para decirte que fuiste alegría,

no te dejo un poema triste,

te dejo unas letras para complacerte,

quizás para sentir no se necesitan versos,

ni el cielo solo es azul,

porque para tus ojos

cada palabra tenía corazón,

y cada planta sentía

como una vida en color,

como tu vida fue hermosa

y nos enraizaste a todos el corazón.



El Castellano y Leannán-Sídhe




Resbala el frío en la ventana,

el aliento te besó en la mañana,

niebla dibujó un corazón espinado

que te llamaba ilusionado,

el parpadeo trenzó la lagrima salada,

abriste tus alas y hoy eres mi hada

la calma sangró flores

todos tus parajes me saben verdes,

el silencio habló del latido

que caía entre lo vivido

en las hojas de otoño entre la hierba.

Latido constante, clavado en tu mirar,

caer y despertar en el incesante sueño,

de compañía a tus efímeras y angeladas

alas de tu eterna alma.

En sinfonía plena con mi sentir,

plausible en verso y gesto

que arde en tu corazón de fuego.

Aviva el recuerdo creando presente

de este soñador despierto,

para volver a anhelarte mi amor eterno.

Susurro del viento trayendo tu brisa

a mi sentido despierto cuando te veo.

Latidos al compás de tu sentimiento,

viendo la vida en colores,

desde que mi pensamiento invades.

Y vivo colgado en tu pestañeo,

para ser el poeta de tus ojos,

sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,

y corre mi vida por tu cauce.

Donde el río creado,

fueron mis lágrimas de felicidad,

de sentirme amado.

Soy sólo lo que tus ojos

dictaron para tu corazón.

Soy sombra, reflejo y luz sin otra razón.

Soy verdad, ilusión, camino y mentira,

soy amor.

Soy tantas cosas, pero para ti

lo que sólo tú quieras.

Deseo de nuestras almas risueñas.

Pasión de espíritu que sujetas,

sólo tú eres vida para el telar de mis letras.

Surges como viento, despertando el dragón

iluso y generoso, cálido y tierno,

del interior de mi sentimiento.

Sangra versos humeantes para ti.

Sueño angelado de amor sencillo y entregado.

Y te recuerdo con este beso a tu imagen

que camina bajo la farola iluminando el ayer.

Mi palpitar por el hilo del sentimiento sostienes.

Y caí y me enredé en tus caricias,

reales o escritas para sentir que sólo soy

lo que tus ojos y corazón,

marquen para ti,

esperando algo más que un beso ser.

Vida mía que acaricias la sinfonía,

acaricio tu pelo

siendo la noche de mi sueño,

la noche habla de tu tiempo rizado

de tu cuerpo sentido

en la sábana que templaba nuestra mirada,

quiero ser suspiro espina de este viento enardecido,

río en tu piel que te bebo hoy como ayer,

sonrisa iluminando el alba de tus encantos

despiertos mis ardidos sentidos

hemos emborrachado de color los sentimientos,

avanzamos cada campo a perdernos,

sígueme, imagíname adentrándome en ti,

enraizando tu piel de primavera

volviéndote mi vida entera

acampando la locura despierta.

Siento que te siento

y a tu lado permanezco,

veo que te tengo que dentro amaneces mi sol de invierno,

hoy la amapola canta se viste en fuego,

la habitación retiembla en eco

cada recuerdo que se vierte entre sombras,

el abrazo encuentra los pliegues del alarido,

allí donde se juntan nuestras bocas

y manan las estrellas,

astros soslayados en cada palpo de las retinas

donde tu cortina cae en las pupilas del desvelo,

tentando tu cuerpo velando cada pétalo,

descubriéndote un mundo para sentir,

una copa de sangre para vencer

cada abismo derretido,

cada hielo erguido en la montaña del olvido,

cada malva silbada en tus nubes de labios,

ven, ven conmigo perdamos la decencia a solas,

seamos baile y fuego,

seamos sólo pasión prendida

ilusión bebida luna y sol sin medida

cura que cierra la herida,

melodía de caricia y cosquilla,

suspiro bravo que quema el tiempo

y volvernos un ovillo de fuego.





El Castellano y Leannán-Sídhe





Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,

pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.

Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.

Mas los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes ,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo transluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;

artificie luzzae.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,

recuerda que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto

que pactamos con el hielo la vuelta del invierno,

recuerda cada latido de oscuridad que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti dando voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar

y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre en el hierro de mi destino,

se me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes en este camino que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío en este calor que quema el alarido,

te encontré perdido hoy vives un amor que sientes soplándote al oído,

en la puerta del infierno caído,

te casaste con la luna que reinaba en tu corazón,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer,

le diste ojos a la sombra para mirar,

la espina caía herida, la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo en cada silencio muerto,

en cada raíz que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra,

tú todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves.




El Castellano y Leannán-Sídhe




Fuiste rocío, lágrima de flor

que me caía las avenidas del corazón

eres flor que enraizó

en las soledades y oscuridades de mi alma,

pétalos deshojados

en la luna de tu sonrisa

que vertía su vergel de hielo,

mi cuerda de violín que afilaba la sinfonía

de nuestras estrellas bebidas

fuiste pozo donde bebí la esencia

vuelo tras vuelo en el que abrazarnos

y caminar juntos

sueños explotados en la lengua del deseo,

hoy las cortinas descansan de su lecho de espinas

hoy redes me atrapan la serenata de tus dedos

tus palabras de vino me sangraron la amapola

mi cielo tiñó de alba con tus labios

viérteme el suspiro de nácar

acampa mi niebla de espíritu que sujetas

hagamos temblar el silencio

hasta encontrar su idioma oculto

ese que nos trepa la espalda

flores de piel abriendo al rayo de sol

cielo de color que abre nuestro clamor

enredados en el viento que nos aúlla el corazón

piel de tu piel que ando a encontrarte el placer

luna de este cielo enardecido

que clava su plata en el vidrio de los ojos extraños

árboles que cuentan sus hojas de unión

en las redes del destino te beso

hasta volvernos fuentes

mi puente del olvido cae derrumbado

mi afluente rebosa de amor sentido

el río de gotas en sus almas

te cuenta mi secreto

como estas hojas al viento

te tararean mi sentimiento,

ven, ven conmigo bebe mi camino

túmbate en mis juncos

cántame la vuelta de mi cielo

derríteme la escarcha

asesina este color gris que anidó mi firmamento,

encuéntrame las fuerzas despiertas

para crearte de flores el reino,

para volar en nuestras alas de corazón

y surcar abismos

a vivir en la gota que moja la felicidad

de unión de dos,

de latencia de esta semilla que nos brotó la sangre,

eternidad de la espina y la rosa

alegría de la flor y el insecto que la besa,

latidos sin olvido.

Sueños con nuestro abrigo,

caricias que nos dibujan

que nos arañan las ganas

hoy me hago poema sin importar la letra

derrito mi hielo esperando ser río de tu desvelo,

esperando ser el primero

en sembrar tu locura del latido

tu fuego desbocado en cada surco

del corazón enamorado.



El Castellano y Leannán-Sídhe





Recuerdos que llaman a un presente,

de zarzas de tu piel

con las que pincharse y enamorarse,

de besos en la espina del demonio

y nubes de calma dulce de ángel

sángrame las palabras bonitas

viento del sentimiento áspero florecido,

tersa de seda camino tu camino

despertando en tu templo de azúcar,

cabalgando tu incesante ilusión bebida,

hoy me encuentro clavo a clavo

con mi sueño que sembré en tu lengua,

escalo tus montañas

esperando encontrar el tesoro que arde,

que late en tu bosque de corazón,

escucho las voces de mi mundo torcido,

te encuentro las alas,

te alimento las mariposas,

hoy te quiebro el silencio

en el blanco cuarzo de esta distancia

que sintoniza que llora flores de niebla y humedad,

me crecen las cuerdas,

mis pozos se llenaron con tu saliva,

aquel invierno que te tuve en mis brazos,

esperanzas nos llaman a sembrar el nuevo año,

deshacer los siglos que nos juntaron,

quiero encadenar a la dificultad

en los grilletes del olvido,

hacer luz en cada oscuridad que tienta nuestra llama,

quiero desangrar estas rosas de sangre

y escribir el te amo a sangre y fuego,

acariciar tu pelo sentirlo entre mis dedos,

reinar tus pájaros y suspiros,

prender fuego a tu reino con mi cuerpo,

tenerte un poema en cada rama de viento,

tanto quisiera vida que solo te quiero a ti,

mi dulce sinfonía,

mi flor de cada caricia,

rocío de tu alma proscrita

lágrima que camina

en cada tambor de mi tierra

en cada arteria de mi voz que te encuentra,

mato el dolor con mi palabra de corazón

esta noche te canta mi pasión,

flor con flor semilla de tu amor,

agua de tu boca para vivir

quiero ser araña que te araña

esta noche invernada,

despertar nuestro sueño que reines luna mi cielo,

quiero beber de tu cuello,

derretirme en tus ojos de hielo,

mandar al cuerno todo intruso de nuestro desvelo,

abrigarte la noche fría

ser tu sol cada día,

renacer en cada semilla perdida

que nos brotó el aliento

en dos almas unidas en la eternidad del beso.




El Castellano y Leannán-Sidhe




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Resplandece la hoja quieta

rama de pasión bebida,

flor de silencio enardecida

mi luna sedienta de plata

que estos sueños míos cabalga,

bésame ahora enraiza tu caricia

en esta piel sentida,

siento tu calor de este cielo que me cuelga,

nota tras nota tu pestaña revelada,

acámpame el latido

píntame un bosque para perdernos,

tus flores de piel quiero morder,

gruta de mis sentidos despiertos,

que te devoran al unísono,

mi sombra violeta tiéntame la noche

que mi cuerpo descansa contigo,

abre tu luz en esta alma sin dolor,

quiébrame el frío que me llena el aliento,

fluye mi río destinado a vivir en el clamor,

de tu boca su primor,

estas nubes mías llueven tu pasión,

lumbre quieta llama de este corazón

que se revela a vivir de tus latidos,

caudal de mi lengua que te destapa,

me vuelvo tu gota gemela,

en este tiempo que te desempeña

mi flor de canela,

mi sangre que desvelas te anhela,

te muerdo en la sábana

que no descansa

a cada oscuridad que nuestra luna alcanza

para hacernos un lecho de flores,

para vivir en el incesante anhelo

de amor sencillo embrujado entregado,

piedra mía leana de mi destino

tu presente se hizo regalo bello

mátame estas ganas de tenerte,

ven espero comerte,

ámame en este tiempo que se desdibuja nuestro,

suspiro de mi suspiro piel con piel al abrigo,

cada luna que me vuelves Dante

castellano de tu castillo,

duende de tu cueva,

fiel amante de tu montaña de placer,

Dios mío eres roca,

bendecido mi camino queda llenar de mi sangre

este viento donde anida mi sentimiento,

surcar tu pelo negro,

cuando me miras se me para el reloj

para vivir en tus ojos aroma de roble,

aliento sembrado en cada tierra que me surca,

donde espero cada primavera

que abra la flor en el corazón,

flor de mi noche,

espina de mi vida

que muero si me la quitan,

soy tu abrojo campestre

soy tu flor de espino amarillo,

eres mi helecho tierno vuelto bosque de mi interior,

eres suerte mía que te goza,

labro tu piel de arcilla

para modelarte la cosquilla,

cavo mi fosa para verter recuerdos,

desierto embalse subterráneo donde quedé atrapado,

comiendo cada flor que aún no te he regalado,

en este pozo de infiernos de flores desangradas,

 tus amores caen conquistados,

tu boca se presta de fuente de mi vida

halagada sonrisa, tierna que me confiesa

perlas y granates,

te trepo como lagartija de fuego,

y vuelvo a devorar mi dulce tormento,

soledad mía que asesinas

te asientas brillando

que mi alma vives robando,

mas si no te encuentro,

si no te veo, si no te bebo,

mi día es tormento,

por ti viviendo soñando

amando el momento eterno a ti abrazado.



El Castellano y Leannán-Sídhe







 Jamás mil máquinas podrán hacer una flor



Quién fuera sombra para acompañarte

el día y cada día durmiendo de noche contigo,

quién fuera viento para acariciarte

hasta el recuerdo,

y mi alegría hoy descansa en tu pelo,

palabras al tiempo que nunca fue mío

pero hoy quiero hacerme poema en tu boca,

ser mensaje en una botella

que renació a flote en el lago de mi esperanza

tu nombre con el mío escrito,

iridiscente beso en el ocaso

que tarareó flores de tu piel inverna,

sangre de mi sangre que hierve.

Te vi detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.

Eres fuego en el agua,

eres luz en la noche,

calor en mi alma de hielo,

amor en mi mundo de ilusiones en viento,

ilusiones traídas al presente

Como la niebla que trajo la brisa

de tus iridiscentes palabras

llevándome al abrir mis ojos al mundo

de sueños sin vivir, de sentimientos

solo para ti. Experiencias para compartir,

Si el cielo se cierra,

miraré tus ojos para tener mi cielo,

mi corazón te dirá

que seguiré a tu vera.

Si mis ojos se cierran

quiero tenerte cerca

y, coger tu mano,

sentir que no eres

un sueño que perdí.

Si despierto te vivo,

soñando te sigo amando.

Cogiendo cada estrella

en una letra para ti, tú la más bella.

Y el firmamento se cierra

sin tu mirada tierna.

Mi deseo y mi motivo para acariciarte.

Pasarán lunas pasarán soles,

y el sueño volverá,

con cada latido tuyo.

No te dejo una flor, te dejo las semillas,

los frutos de este amor.

Porque en mi jardín sembraste,

tu belleza y bondad.

Porque me llenas de verdad.

Puedo describirte como mi vida giró a mejor,

con tu sonrisa clavada en mi mirar,

pupila tuya que mira mi caminar

como un mundo sin sentir no lo quiero,

cierro mis ojos y dentro te veo

de tus pestañas me suenan las campanas

para tu parpadeo susurrarte el beso

segundo que me corre transverso

de este azul que nos bebe las caricias

jamás mil máquinas podrán hacer una flor

y en el latido quedó cada siembra de tu amor

hoy te canto sin dolor

que te quiero ver en todo lo bello

que cruza mi firmamento

coger tu mano caminar infiernos

surcar cada bosque a perdernos

que después del invierno quiero verte venir

a florecer mi alma y aliento

sin sentido no estar a tu vera

y volver a sentir contigo,

estar en eterna primavera.

Matar mi pena con una flecha de tu lengua

hoy cabalgando el viento de tu voz

quiero despertar en ti nuestra pasión,

lunas ciegas y violetas colgantes

de cielos fluorescentes

quiero clavar al cielo un latido

quiero despojarme de sombras y gritos

que muerden mi pasado

quiero caminar tu piel como babosa

a encontrar tu mata hermosa,

quiebro el tiempo que nos sintió

rosas azules arden en horizontes perdidos

flores de sangre gotean esencia de tu belleza

mirada tierna y angelada

sonrisa que me tiembla el deseo ardiendo

de cocinar a lumbre de mi rama

con tu estufita ardiendo,

muero por un beso,

muero por perderme en tu pelo como murciélago,

condena de tu pestañeo

que me dejó ver que yo vivía

en tus fogones de ojos marrones,

mi luna dame tu luz siempre

nunca se apagará tu imagen en mi mente,

eso siento cada tiempo que bebo tu cuerpo

llenar mis flores de sangre

y reventar al viento el amor que llevo dentro.











El Castellano y Leannán-Sidhe






Tallo prendido del calor de tu amor,

destello violáceo del astro bebido,

hilo que mece la zarzamora de mi destino,

nube que nuestro invierno desvanece

en el latido del violín sin tiempo,

en el baúl de tu recuerdo

con tu pétalo despierto

con el beso a aquel cielo descuelgo

camino tu río de sabores

las dunas de tus piernas se pierden en arena

gime el segundo y el tiempo cae sordo

noche que los minutos se hacen testigo

de tus cielos bellos,

de tus ojos de luna limando mi escarcha,

alas tuyas que me acechan la templanza,

el matojo reposa su cruel silencio

el hierro tiempla la espada,

la fuerza se vuelve sombra eterna,

alma de voz eternamente enamorada

sus estrellas cantan

la dama se vuelve blanca dama de noche

sus semillas me cuelgan los nervios

en las arterias enardecidas que me surcas,

vid de mi vida a veinticuatro flores de sangre,

mi tierra olvidada niebla

camina nuestros transeúntes

riega tu solana de canela

y tu lengua me tienta.

Suave recorro tus labios de rosa,

quemo la azúcar enraizo tu piel de arena,

te lucen las estrellas y gatos nos acampan el alma,

tiembla mi rama te descubre lo perplejo

y de tu campo como el silencio

me vuelvo grillo de tu pelo,

ojos en tus ojos de olivo,

mi vida que me acaricias la viveza

acechando mi hora quieta

te hago un vestido a caricias,

nuestro bosque reverbera lo oculto y sentido

a sí el idioma cae en las pestañas del silbido,

blanca dama mía ámame ahora

que el tiempo no es mío

que mi suspiro solo es suspiro si te miro,

sángrame los espejos con lluvia carmín del recuerdo,

perdamos los bosquejos

entre yedras que nos escalan los cuerpos

vueltos ovillos de fuego,

raspa el cielo fluorescente mi murciélago

que encuentra la polilla de tu cuello,

a cada luna que te espero entera,

a cada sombra que te tiembla,

cada parpadeo que descubro nuestro encuentro,

en ese árbol está mi aliento de agua

en esa piedra reposa mi fuego

en esa montaña vive mi sentimiento,

por las hojas al viento

habla nuestro secreto,

en cada latido de aliento que te pienso,

en cada distancia vuelta océano de tus mares,

vuelta pena de mora,

tejen mis notas de tormenta

mi humor llevado en las sangres del río,

amarte como si la noche fueras tú,

mi bella reina.



El Castellano y Leannán-Sídhe






Rayo crepitante explosivo

fulgor de su centella

ondulante su péndulo acecha.

Aullido a la natura, 

Cernunnos se levanta, 

Candamivs trae lluvia, 

ventiscas y centellas de la montaña 

y tira de la manta,

cansado, 

de tanto desertor y ofensas,

Airón del subsuelo

retiembla y rebullen 

las veinticuatro fuentes de diablo,

la sangre emana

cual nana silente 

del caldero de Dagda,

las Shee cuidando cada arroyo están,

del interior del gran bosque

de las sombras

nació la flor eterna

que sus simientes 

este duende pidió a la flor,

bésame como besan las nubes,

ámame y tendrás tu recompensa,

así fue y la flor se transformó

en el hada Lhiannan 

que le entregó nueve semillas 

que en su montaña sembró el duende

aquella glaciación de su amor

cada cierto tiempo 

su hada leannán-sídhe que besó fue a visitarle,

hasta que juntos vivieron en compañía

de sus nueve flores eternas.



Dragón verde cobre y Lhiannan Shee





Soplo de mi viento adorado,

amado,

en el estruendo del albor,

soledad amada

hasta el infinito

quién compatible con mi ser,

ni demonio bienaventurado

me quedo con alimentar al arte

y amar la belleza

déjate amar maldita tu estampa

porque no hay ser viviente

que ame mis gustos

y estoy empezando a vivir

de la niebla de la montaña

la gesta es goth de raíz

de europa Goda sin sentirme

ni esclavo ni ver todo negro,

al afluente de mi raíz

ni valle de lágrimas mías

por doquier,

más feliz que lombriz

trabajando en su tierra

tienes mucho que dar

para el amor

pues vamos allá con el imaginario:

mi te amo

es fidelidad de ciprés

pero ya muerta estás,

mi resurrección

viene del odio del dragón

de la sonrisa al llanto sin albor

en mi devenir de pasión

equilibrio sin más razón

para qué odiar

mejor alimentar al mal,

te vi te mordí y al tiempo me arrepentí,

pero aquí estoy para la lucha

el amor ni se gana ni se obtiene,

se conquista,

no tiene dueño

sólo de mortales

sentimiento de atracción

por el polo opuesto

quién como yo, un cabrón

que prefiere el arte a la infiel.

Tenue destello en el albor

de tu canto

a mordeduras de tu piel

me voy alzando adentrándome

para reposar contigo

siendo una sombra más,

y como mi antiguo dicho

noche está llamando,

noche llama,

noche moviendo su tranquilo velo está,

llama una vez más

para sentir que a mi lado estás

y aquí no hay vuelta atrás

así sólo yo te vea,

me basta cura de mi soledad

para amarte a ti sin cesar

en esta existencia

el demonio ocupó su lugar

merecido en el cielo,

y como siempre mi dicho,

como es arriba es abajo,

mas el único pacto fue vivir

y me lo cumplió al cuerno con este mundo

porque yo a él no pertenezco, pa' qué

ya estamos muertos en la conciencia del Creador.





Dragón verde cobre y Leannán-Shídhe





Siempre dije que un te amo



no vale por bravo



ni dueño acaso



tuviera o tuviese



por común y genérica



boca de su destino informe,



pero de silente



rojo hierro de la roja rosa,



seca y oxidada,



adopta la sombra



latente y subyacente



que tu alma alumbre.



Ni que alma

de corazón del mundo

fuese el te amo,

ese fue su pasado,

de nuestra piel Pancracio

y honorario del ladrón,

mas su horario yermo está ya

en la boca del dragón.

Rocio dorado desliz

por la flor feliz

al alba su delicado ruego

de fuego del cielo,

porque aquí ya sólo encontrarás silencio

y el amado no aprecio

que es el mejor desprecio

vaya mundo el nuestro,



ámame sin condición,

ni manzano, ni parra, ni vid

da mejor beso nuestro.

Te alcanzo con lágrima una estrella,

con tu caricia de alma su sinfonía

traída a su día a día



en cada respiro ignis

de bello sentir de la lumen

en cada destello

que acaricia la luna.

mas lunático el que viene de la luna,

te amo sin tiempo ni espacio



Mas ni mil botellas le empañan.



Nada quiero nada deseo

quien dice no otorga

te quiero y deseo a ti

divino arte del aprecio.

Cómo toda hiedra es

ni que fuera adelfa,

te amo soledá.

Déjate alumbrar por mi brillo,

te bajo el firmamento

de los astros,

que son santos.


Dragón verde cobre y Leannán-Sídhe






 Umbral de fidelidad

Te contesto, lejos de un te amo,

para mí el dueño te lo impusiste

de ti, no es trampa de mi sentir,

tu edad la mía gustos los mismos,

deja de ser esclava de la mentira

y de caricias con medida

de a donde darkness llega

alfileres de amor cuando 

te ofrezco nueve cielos

hasta llegar a ti cuantas pruebas

ha el destino poner,

noventa y nueve caléndulas por llegar,

tu pensamiento

me llega dentro

porque no es un te miento.


Siento tu mar de sentimiento

el fuego lo llevo dentro,

soledad pura,

cuya ventura es de mis pies la fortuna.


mi lema en la azucena, 

en la buena rhoeas

vive mientras puedas,

la vida para los vivos

la muerte para los muertos,

al insomnio do vida,

mi coraza por rescatar tu alma,

del no correspondido camino,

de entregarte 

a la mínima respuesta camuflada,

que extrapolas,


en ti está mi querer

torres de papel por caer.



te veo sin verte, 

preciosa como eres

ni fría ni pálida

pura, entregada.


y vuelan los murciélagos

de tu carne mas yo semi-tuerto 

del ojo izquierdo como Gjallar.



Dragón verde cobre y Leannán-Sídhe





Cavar a la piel


y al músculo del silencio


el grito de esperanza


aparecida la niebla;


Suspirando llanuras de límites.


Me pareció que el viento de la montaña


de los Suspiros en el bosque eterno


y encantado valle.


Río de mis aullidos tez


de mi extinción


en la infinitud de la historia interminable


orígenes de mi montaña


si el hombre no era una montaña


Hombre de montaña era,


encina de dicho escrito en mi conciencia


y no es una piedra es mi corazón.


Raíz de mi existencia a través de lo suyo,


gotas de la piel hacen alma de renegado


si usted no encuentra una caída en mi esencia


riada aguarda mi piel.


Lo mundano me la trae al pairo, salvaje como el viento,


Dispara esta forja interior la verdadera llama del amor


por el hierro en la sangre, aullar a la luna llena de antaño,


Veo que vaya a mi alma gemela de la mano


Cómo andas? -Con las piernas caminando


al final de este mundo


Por Qué? -Para Llevar viva a casa mi alma gemela


venir a mí su fuerza Montaña


Venga a mí su carta '' Tau '', Vikingo.


.


Dragón verde cobre y Lhiannan Shee




Ya estaba como en un principio

todo es ​

quién dijo peligro se le comió éste

​feroces mis fauces

de la espesura del bosque

a mi río de lágrimas do el lugar,

así es mi aullido a tu encanto

sin adornos ni nacarado a la

luna de tu manto

amantes siempre,

elevados Dioses

vueltos reyes por cristianos,...​

¿Quieres ser mi Diosa?

reina tienes en la mejilla

tarde llegaste ya lo eres campanilla,

no solo por pararme bola,

dame chance y hago de tu existir

el más bello almanaque,

como el agave de tequila

órale a su father

porque la planta está padre

Tropiezan las estrellas

destellos luminosos en su esencia,

de brillo y fulgor mas viene

​mi resurrección.

En fugaces centellas de suspiros ​

y el suspiro padre es del viento...

los hombres no lloramos,

al terror mi trauma.

Almacenan espinas

los cactos mexicanos

dignas de aguantar la evaporación,

mas de rosas echas brillos,

ni la hiedra pudo tapar

el rosal de mi amor,

que contigo pierde la razón

do sus tres espinas

¿Quién fuera tu dragón?


Pues hechicero de la naturaleza, mi amada.

aunque odiase lagartijas

-te llegó un dinosaurio

no te culpo,

siendo esplendores de dignos albores

do especie anterior al humánimal


de granizos muertes

como el silencio silente y este hielo

de mi patria que cae del cielo

brillantes fuego en sus escamas

reptiles del lugar

esas son mis palabras,

como hojas y plantas de temporada,

¿quieres mi muda eterna?

de colmillos encarnados

más mi sangre sólo la tierra la ganará

entre garras y montañas

a espada y mordiscos ni trampas ni cadenas

Te arrodillaste ante imágenes​

ante imágenes de distinta fé.

las caricias vienen del saco de las justicias

sólo verte a mi lado resplandecer,

es mi hoy como ayer,

recortaste las vivencias

para todo existe culpable

como aquel maldito te amo,

y el dicho poeta sin dueño fue lema pasado,

pero sí este poeta vive encadenado a tu sombra

mas la muerte mi esposa

y consideras la nueva resurrección


huracán catrina de tu existencia...

nunca digas nunca

nunca digas siempre

nunca digas lo que tu corazón

no siente.





Dragón verde cobre y Leannán-Sídhe






Del nada infinito,

al todo viento

de este existir,

cuál es la lucha,

el día a día es mi día,

en la espada que olvidé

en la montaña que escalé

fuego por doquier

resueno en el borde,

amando el límite del monte,

y mi voz

fue trueno

de viento y humedad

niebla por llegar,

amada naturaleza

es tu resurgir que llegará

a letra fuego

y son do mío tambor

resoplo del resoplo

silvo do la centella,

rey de mi castillo

a él llevo

toda silvestre simiente,

una mano echarías

a éste último

jardienero profesional,

tinta de su sangre,

pensó que su rosa era de hierro

pero le duró un día su sueño,

rencor quién es,

preséntamele

que le paso a machete,

¿En quién crees?

-En mi mismo y con eso me vale,

dudo hasta de la duda

pero ante la duda

elegí la más cebolluda

amarte sin pulpa ni culpa

ojos madera de los pinos

vueltos cipreses

escalando do éste Sol,

río de sus valles por ganar

nada me llama

pero todo me llama,

al fuego esta entraña

mi único dolor fue

que no adorases los animalitos

cuando tienes al más grande delante,

yo tampoco suelto tu mano

para que se asfixie el pensamiento

para eso me caso con mi calendario

mi calendula officinalis,

sosténme en tus brazos de ilusión,

no conozco otra manera de amor,

y ni aunque me apuñalasen

dejaría de ser YO,

MUERTE SÓLO QUIERO UN LUGAR,

el bosque de mi morar,

imperio inmortal gigante do pies dol barro

y que los cuervos lleven mi alma a los cielos,

pues del bosque a la montaña castellana

es y será mi eternidad

europa goda en tu mirar

mortis uxor mea.


Dragón verde cobre y Leannán-Sídhe 




Del nada infinito,

al todo viento

de este existir,

cuál es la lucha,

el día a día es mi día,

en la espada que olvidé

en la montaña que escalé

fuego por doquier

resueno en el borde,

amando el límite del monte,

y mi voz

fue trueno

de viento y humedad

niebla por llegar,

amada naturaleza

es tu resurgir que llegará

a letra fuego

y son do mío tambor

resoplo del resoplo

silvo do la centella,

rey de mi castillo

a él llevo

toda silvestre simiente,

una mano echarías

a éste último

jardienero profesional,

tinta de su sangre,

pensó que su rosa era de hierro

pero le duró un día su sueño,

rencor quién es,

preséntamele

que le paso a machete,

¿En quién crees?

-En mi mismo y con eso me vale,

dudo hasta de la duda

y oda por tu bipolaridad

así estés más buena que el pan,

tu familia ni muerta me aceptará

fuerza

de mis flores de muerto

por hablar y sonar.



Dragón verde cobre y Leannán- Shídhe





Avanzas mi campo de amor

en un sentido, el mío.

Lejos de anarquías de este mundo

y de falsas democracias,

la lanza justa llegará sin igual

y lo no sagrado caerá

VOLVEREMOS A REINAR,

mi rosa do hierro,

mi luna sin despertar

ya van dos lunas muertas

no serás la tercera

corazón mío del mundo.

Leannán Shidhe de mi morar

elevado tu cantar,

vuélame el signo do flor

eterna sin igual

mi caléndula o esposa del Sol

eres tú mi preciosa

te regalo más solo en foto

estarás a mi lado hasta la oscuridad

que los párpados estáticos dejará,

quién te viera en tu reino

sólo este servidor sin igual,

vengo que voy yo pa' ya,

mantén el fuego que yo encendí

vivo, vivo como mi lema siempreeee

de tus hojas al cielo va un reflejo,

cura y salva de la soledad,

mas amada y no despierta

do sus alimañas de un presente atado

sin breath, o respiro como serpiente dragón

encontré mi sinrazón mi sino

de la ausente muerte mi esposa,

piadosa de ser mi señora

muerta de sed, parca ausente

que tú no mandaste

ni con el divino tropiezo.

Leannán-Sídhe


Red de tu red atarraya

de mis peces, ahora el milagro

es multiplicarlos

y no pescarlos mas

del saco sacarlos,

que gran filósofo sin batallas,

que su leyenda es pura magia

cuando lo único que vale

es el honor do hierro,

más ahora la batalla

del sobrevivir, porque se cargan la despensas

y morirán los moros

que se comen hasta las piedras.

veremos amor esta nueva cruzada.

Me llama en la noche,

me acaricia su recuerdo,

viene altiva en cada sueño,

con sus caricias desvanecerse quiere,

y renacer en la oscuridad

del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevando dolor.

Yo, sin comprender su aparición.

pero recreando su alma viajera.

Sueños serán pero cada día

la siento más.

En la belleza de imaginar

la complazco con la sencilla palabra

de amor a su alma sin cuerpo.

Que me acompaña

desde que sufro por el querer.

Leannán-Sídhe


Si el cielo se cierra

miraré tus ojos,

mi corazón te dirá 

que seguiré a tu vera.

Si mis ojos se cierran

quiero tenerte cerca,

y sentir que no eres sueño que perdí.

Si despierto te vivo,

soñando te sigo amando,

cogiendo cada estrella en una letra

para ti,

tú la más bella

y el firmamento se cierra

sin tu mirada tierna,

mi deseo y motivo para acariciarte

pasarán lunas pasarán soles

y el sueño volverá con cada latido tuyo

mi espíritu protector.

No te dejo una flor

te dejo la eternidad del Sol,

puedes saborear como mi vida giró a mejor,

viendo la volta de mi sentir, 

como mi jardín brota en albor.


Leannan Sidhe y Dragón verde cobre





En tu ojos veo mi paraíso latiendo,

me pierdo en tu piel

miel de dioses

juntos de la mano

cruzamos el bosque encantado,

en tu belleza hada mía

se encuentra la bondad

y ternura

donde vuela este sentimiento

buscando el placer extasiado

y el piropo de flores rodeado,

en tu corazón

veo mi universo de amor,

donde la armonía

se vuelve melodía

por ser tú mi medio latido,

juntos juntos juntitos

hasta el amanecer

que cada día nos arropará

de amor fulgente

como el lucero

que a este sucede,

la luna nos envuelve,

el viento nos mece,

y esta caricia por ti estremece.

Como en un principio

el final depende del principio

y como ayer unidos en el querer,

a ti siempre te amaré,

renuevo el verso

que sucede al beso,

esta mi luz te sirvo.

Si te veo en todo lo bello

es porque eres bella

amada mía

si en mi interior

siempre estás presente

es de sentir como tu sientes

en mi mente giras evanescente,

tú en mi vida

guiándome el camino

a una felicidad

que siempre pedí,

entre deseo y ruego

llegaste tú

y lo que siempre soñé y desee,

un día,

en ti lo descubrí

mi maravilla.


Leannan-Sidhe



Piel con piel

arde un deseo

en el inicio del sentimiento,

tu voz surca mis venas

como tu amor riega mi entraña,

bella bella tu mirar es mi morada,

quiero verme reflejado en tus ojos

día tras día

como dulce hálito de vida

e ilusión que brilla,

mi alma te abraza

y te canta cada noche

bajo tu almohada,

siente mi caricia

en esta noche otoñada,

sueño tras sueño

tuve este amor eterno,

nuestras manos

moldearon el recuerdo,

despojo la esencia de lo simple

y me lleno de nuestro amor

de dos

un milagro y una bendición

en un solo corazón compuesto,

hada mía te ofrezco este cielo

porque solo tú

lo cuidas con esmero,

fuerza tú de este el mío velero

surcando tu río de ternura

anhelada y conquistada,

dando calma

a mi lago de esperanza.

Salvación tú de este guerrero

de tu corazón,

amante de tu pasión,

veo a través de tu interior

allí me diste hogar y templo,

vuelvo al inicio del sentimiento

alimentaste tú este fuego

pintaste en color este cielo

de rojo volviste la luna

que iluminaba mi cielo,

hoy te debo tanto

que encuentro el verso

sin buscarlo.


Leannan-Sidhe




El sueño solitario

nunca me abandonó,

y llegaste a mí

como la flor en primavera,

en una llama bailamos

a la luna añil

de los días más hermosos que sentí,

hoy formas mi esencia

como de amor se sostiene

el corazón del enamorado,

hoy dentro te siento

como dulzura

invadiendo mi cuerpo,

hoy veo más allá

de lo que se ve,

y contigo hasta mi fin

me verá la nueva vida.

A tu lado eterno

pues te encontré

y tu mano nunca soltaré,

querer puro

cuando en tus ojos me miro,

corazón desvelado

cuando te siento dentro de mí,

vida de un hombre

de ti siempre enamorado,

vida para abrazarme a ti

cada noche para el placer servirte,

para arrullada dormidita

tenerte leyendo yo

mis poemas en tu orejita,

para dejar morder al instante

y el agua de tus labios tener,

para acariciar la rosa

y sentir que las rosas caminan

por verte a ti tan preciosa,

hasta sentir mi lengua

el caminar de una babosa

dentro de los pétalos de tu boca,

mis manos recorrerán

todos tus parajes de nuevo

hasta derretir el hielo,

y no hay cielo para cobijar

esto que yo por ti siento,

mi hada no sueltes

jamás mi alma.


Leannan-Sidhe


Mi sangre dulce dama,

campana de campanilla te suena

ipomea en la plenitud de la bruma

esta pasión me atruena,

dónde verás el nuevo amanecer

mi hada vestida de hojas

en la letanía de mi verso

y alto beso eterno

puedes vestir el tiempo

de horizonte sediento

en mi mano está nuestro deseo

de volver al momento,

mi cura de soledad

en clamor mi verdad,

de resquicio

donde vierten mis ilusiones,

en verso vuelvo a mi comienzo,

ese que me tienes preso

de tu flor en mi corazón,

flores cantaban en nuestro sueño

niebla de humedad

mas yo recogiendo semillas

de aquellas secas

mas una iluminada,al agacharme

vi tu verdad de cuerpo agonizante

ayúdame gritaste mas

el repetitivo

´´yo la única dama de noche´´

desde estos años que han pasado

voy a tu súplica.


Leannán-Sídhe


Oh flor iluminada en la noche,

valle de niebla y árboles rodeando,

lo más bello que alcancé a soñar

mi Lhiannán aquel valle de tu hogar

tierra eterna sin fugar.

Mi anhelado viaje de vuelta allá

lo más bello que he visto junto con más

de Escocia y actual británica Isle of Manx

te amo sin soñar nos ayudamos mútuamente

pero si vuelvo podré saber exactamente

lo que necesitabas mi amante del duende

mi súplica advenida quien hizo que cayera de pie,

te adoro y eso es poco,

venga a mí tu inspiración lejana do este mundo,

en la eternidad desta existencia blanca cierva

mi señora fada siempre estás.

Glorificando mi caminar

auspiciando mi soñar

te imagino cuando viva contigo

ya este cuerpo yerto,

pero el alma que ama lo oculto

todo por descubrir dentro

existencias que pasé

vidas por venir

mas la actal pulir.


Leannán-Sídhe


Lucho de nuevo contra cada uno

y este uno nada por dejar atrás

la una y treinta cuando te siento de verdad.

tu escudero sin igual mi escudera sin igual

nada me da igual todo infinito

de miel de dioses

bajo tu túmulo

espíritu protector tu apellido mi dama

así salvaste a tu amado,

VIVA tu caricia,

viva tu pericia,

luz de mi luz

emoción no llanto de verte danzando a mi son,

el nuevo día resurgirá en tu pestaña decidida

en mi cueva do pintar la esencia del arte

lo que habita detrás de los sentidos

nunca me has abandonado

ni me abandonarás

así cada noche-Buenas noches hadita

y me respondes:

-Buenas noches Miguel mi principito Cuchulain.


Lhiannan Shee




Dragón Verde Cobre y Lhiannan Shee





El Castellano




Soneto:




Amándote ferviente cada llama, 

presa amapola en fuego se quedó,

sonriente aurora, ella la heredó, 

tu corazón caliente fuerte se ama.



Renuevo esta mi sangre, dulce dama, 

veraz la rosa, amor siempre alegó.

Al latido, su beso le ofreció,

la flor abierta en agua se proclama.


El estambre una súplica advenida, 

piel la acaricia y le brindó su daga, 

su gineceo blanco, su avenida. 



Óvulo atravesado cual semilla

su tierra, anclada joven la biznaga, 

germina fértil vientre, enhiesta albilla.




El Castellano.






Romance flor de helecho:
003.jpg ¬





Suena el río, agua llevaba,
alma de fada silva ella,
bebía en la orilla alegre
flor roja lloró su tierra,
blanca cierva a fada triste
cazador hiere su flecha,
enhiesta espina gemía
flor abierta brotó en yerba,
fada herida ya descansa
latiendo la parca negra,
yace en helecho silente
suspira su sangre yerta;
Enamorado el helecho
una flor mágica asienta,
tambores suenan la tierra
los duendes lloran su fada,
ahora el helecho era ella,
mueven la piedra ocultada
cazador tropieza cerca,
el río ya lo llevara,
fada flor de helecho yerra
duendes cobraron venganza,
cantó lo que el bosque alberga,
misterio de cierva fada.

Fada flor de helecho inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, blanca cierva
cuervos la cena discuten,
cazador ya río lleva,
lleva el río su latido,
campanillas suena yerba
duendes coronaban fada,
fada su vida celebra
los espinos la cuidaban;
Flor de helecho fada bella.


Enhiesta flor fue semilla,
altiva plántula fue ella.
Quién fuera ella, tan linda.
Él fue y es, ella no yerra.
Aún plántula fue fada.
Valor, honor, sí fue cierta.
Él aún duende a ella la ama.
Ella la flor, no era yesca
ellos cuatro siglos ''juntos''.

Los dos sí saben, ''leyenda''.

El Castellano y Leannán-Sídhe

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA



Romance heroico:



Wotan y Fenrir gigante son lobo,


Odín, Fenrir, inmortal y Setanta.


Ragnarok llegó ya, mas se abre el yelmo.


En fiesta pagana va verde ropa


héroe, tiempo, altura sin cimiento


héroe inmortal, padre Lugh Dios era


si quiere usted más saber, ya digo


poderoso padre, él como la parca


escurrirse en la lucha, espada zorro,


Señor Guerra, como hielo aislaba presa.


Dectire madre mortal, rey su abuelo.


Despertaba al hijo del Sol mamá.


Con su ejercito, él las victorias hizo


descuido, lanza en su vientre tajada


al lago fue con tripas fuera, él todo.


Cuervo sangre beber, -¿Eres Morgana?,


carcajada feroz, Morrigu tuvo,


ya le tenía por muerto, Ángel Macha.


Se ató en piedra, en pie matando, él, esfuerzo,


mató en pie hasta que sangre hacer legaña.




El Castellano








Blándeme en mitad de la mar,

entre el pinar excelso

de mi soliloquio

Llegado ese día que oportunidad tenga

de entablarme con vuestro Dios.

Yerto, famélico roble así

como ciprés considerando

su Sol muerto. YO,

buscando entre bruma

ese ajeno Dios

entre tardes y días

reposados viendo su creación

inmortal desde la lluvia

a la mitad del océano

acaso siguiese...

No hay en mi ser más bondad

y bien que ser

justo con el justo

y cruel con el malvado.

Saqué mi daga de mi corazón

sombrío para clavarme

la espina del mejor amor

que la vida me pudo dar

para mi pasado quemar

y que el mundo opine de mí desde mujeriego a patán sin fuste.

Que yo sé quien soy.

Y en este turbio lugar

por derrumbar con el poder de mi palabra,

adorada estampa que mece mi amada.

Por la que yo abandonaría

todo menos a mi ser .

Sólo su mirada por enternecer.

Que el mundo gire

y se caiga a pedazos

que yo soy feliz

y mis logros son mis escritos.

Sudor y sangre,

Poeta que adora la belleza.




El Castellano




Réquiem desde mi estampa invernada

de vikingo murió Ostara cruel verano

llega derritiendo razón más allá

de donde llegó el albor que mi cuerpo

caiga congelado para caer derretido

por el calor del cuerpo de su margarita en vena

cruel suspiro que marcó

mi mundo torcido

sin más eje que el amor

puro nacarado embrujado y su desliz

sinérgico con sinestesia

de la borrosa mosca medicamentosa

que vencí bajo el embrujo

de mi única mujer verdadera

quieto avanzo el lindero

desde la amapola al abrojo

pasando por la quimérica sangre de tierra que domino

mas aquel fue mi sino

dragón escudero de su único y verdadero

amor de un confín a otro confín avanza mi barca muerta

buscando mi alma entera

un guerrero jamás muere porque sigue luchando desde su vida

a la parca efímera angelada del único ángel sin jefe

más que su senda guiar

por los actos cometidos

para llegar al juez Supremo

el que si vuelvo a nacer

mía te vuelvo a hacer

mía mi mujerrrrrrrrrr.



El Castellano





Todo me lleva a verte

donde el amor cae

en la pupila del lugar

y mi emoción es complacerte

hacerte brillar sonreír

a dura, limpia sonrisa ambos

que se olviden los verbos

sujetos, el lenguaje vuelto llama de luz

he visto la oscuridad antes de la luz

y lo siento a ilusión que me acompaña

te visto de estrellas

te cojo los azules del cielo

y te los vuelvo flores.

Hoy un nuevo día comienza

en la arteria de mi vida 

que tu interés en mí motiva 

mi grito libre por amor amándote 

y arte nace de mi sonrisa al mirarte 

Clara te llamaron 

yo quiero ser tu claro de luna 

que te acaricia y así como la brisa 

ser viento en tu piel 

como lluvia todos tus parajes florecer 

besándote una y otra vez 

hoy me decreto en esperanza e ilusión 

vivo y más vivo 

primer día del resto de mi existencia 

porque te miro, del inerte instante

que tu palabra me sembró el interior

no hay tiempo de pensamiento

solo besarte perdiendo el control

mi sentir crece para ser yo

con mis detalles y querer lo que tu quieras

porque nada quiero nada deseo

sólo ofrecerte mi amor a piel

y río desangrado de flores carmesí

llegándote con todo este ser completo

respiro, te miro y vivo.



El Castellano







Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno,
En el suspiro de amor
que corre y descansa.
entre la inmensidad
de un parpadeo.
Entre la obscuridad que alcanzó
a ver la belleza que te envuelve,
adentrándome dentro
para reposar siendo
una sombra más,
y te encontré en mi sueño
más cálido, en el cielo encerrado
que liberé, en la noche
que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor
corrió por tu cuerpo,
y te amé aunque fuese un día
en la penumbra
para así no olvidarte nunca.
Manantial fulgente de inspiración
es tu mirada tierna sin compasión.
matices de esmeraldas tu
pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma de tu piel
frágil y esquiva,
con sus cipreses y tejos
el color de tus cabellos,
con sus amapolas amarillas la actualidad
de tu color de pelo lhiannan Shee.
que corre, que escapa y vuelve
el cosquilleo,
tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua y manantial del deseo.
tu piel con mi piel avanzando
el fuego del sentimiento.

Dragón verde cobre y Leannán.Sídhe




Quise ser estambre de tu recuerdo,

quedar en aquel banco su tiempo detenido,

inconcluso, contemplando el sueño

sedante de su beso



Como el aroma de las flores al campo

busco tus besos que riegan de encanto.

Encuentro cada noche tu abrazo

fiel en mi regazo.

Danza mi sombra en la fronda de mis sueños

vestida de hojas,

cuida de tu amor sus semillas.

Del pecho florece tierno el sentimiento

y dentro te encuentro latiendo.

En los albores dorados

de nuestro amor encantado,

nuestros besos se hacen caricia del viento.

Viven los recuerdos,

la lluvia envuelve nuestros cuerpos.

Arde un deseo, encontrarte a cada momento.

Surco mis ilusiones de tu mano.

Siempre vivirá este bosque mágico

y la margarita sencilla te dejará en cada pétalo

mi te amo.

Entre duendes y hadas

vivirá siempre nuestro árbol.

La hierba escala la montaña

a sí como esta pasión escala hasta el cielo

al sentir tu corazón,

despierto este dragón surca tu cielo.

En tus pechos mis luceros,

en tus piernas mis praderas,

en tus labios, de mis besos los ríos,

en tus ojos los bosques y sus claros,

donde cantan los pájaros por los siglos

y las nubes nocturnas coloradas y redondas

están abriendo su gris al violeta del firmamento.

La sangre de la tierra espera la primavera

para brotar de colores el suelo.

Entre la maleza enterré mis anhelos

esperando que vivan siempre mis sueños.

Te encontraré en la primera flor de mayo

y en la última amapola abierta de julio.

Entre jazmines cantarán nuestro amor los colorines,

la luna te abrigará cada noche que me pienses.

Vuela libre la sensación

y el sentido despierto encuentra tu latido.

Donde sólo tú mi hada iluminaste mi camino

que en verde azul y rojo

rojo azul y verde pintaste.

A sí como caracol en el monte,

libre me siento

como abeja que pica tu flor

y lobo con sed de tu agua

me encuentro preso en tu tela de araña

se afilan mis deseos cada vez que me hablas

la ternura siento crecer enraizando mi piel

al amanecer te vuelvo a ver

necesito tanto de ti que sin darme cuenta

vivo de tus caricias

como el agua trae la vida al río

y la flor alimenta a la mariposa

siempre te veré maravillosa

a sí como bonita la rosa.



El Castellano y Leannan-Sidhe








Recorro tu almohada

en esta noche invernada

buscando morder tu bella calma

me abrazo a tu alma

muerdo la amapola

de placer preso

y expreso

mi verso en mi beso

como tierno es el deseo,

sutil la caricia

crea su recorrido añil

en flores de barniz,

camino tu cuerpo

descubriendo

el paraje mas escondido,

donde busca mi lengua refugio,

acaricio tus flores de piel tersa

 avanzo la riada

de tus ojos color de luna,

busco la noche en tu cabello

cuando iluminan mi día

si a mi lado encuentro

çtu dulce sonrisa,

me alivia el corazón

cuando hablas conmigo

y siento algo arder en el pecho

amor mordiendo dentro

como indomable su espíritu,

 solo entrañable,

 cuando tus ojitos

en los mios se fijan,

amante serpiente

y druida

en una realidad del infierno en la tierra,

 me pierdo en tu piel color crema,

escribo en tu arena,

pinto un corazón con mis labios

en tus senos amor,

bajo por los montes de tu cuerpo,

enredo mis piernas en las tuyas corazón,

siente mi calor,

hoguera a la luna sempiterna,

 cripta de latidos apasionados

 por el tiempo olvidados,

rosales de sangre

donde la vela

consume su último suspiro,

rompe la oscuridad

una araña colgando en su tela,

será otra noche

arrodillado en tu recuerdo,

sintiendo fria mi cama,

sintiendo que te necesito

a ti en mi vida mi doncella.



El Castellano






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Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche hoy en tu sosiego me encuentro

entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno

bañan mi cuerpo tus latidos

sordos de oscuridad

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento

siento tu caricia de alma

y te bebes mi calma

despierta esta rosa sangrienta

y su aroma de romance antiguo

atraviesa el pecho tu amapola

eterna primavera

cuando mis ojos te ven entera

cada sentido despierto

como fiera al acecho de tu latido

hoy en tu bosque me pierdo

tu imagen surca mis sueños

como cada noche que siento tu beso

y como me cuidas,

como soy yo tu alegría

mi vida vistes de amanecida dicha,

hoy la hierba escala mi montaña

la lluvia germina todas mis semillas

de pasión y fuego,

donde entero me entrego

al placer que muerde

y envuelve en margaritas,

como sencilla tu sonrisa

y tierna tu caricia,

ya no hay súplicas

solo felicidad desbordando mis cauces,

te sostengo fuerte en mis brazos

para nunca soltarte

para eterno tenerte

si por soñar soñé acabar con la soledad fría

y escarcha de esta melancolía

llegaste tú a mi vida

como cada noche siento tu melodía

y me acompañas cada día,

salió el sol después de la tormenta

y ame tu esencia

regando mi interior tu voz de alma amada

tu bella y dorada calma,

rompí las cadenas que me anclaban al pasado

para luchar por mis sueños y alcanzarlos,

entendí el idioma del silencio

y hoy contigo

lento construyo mis escaleras al cielo,

este firmamento clama de azul sediento,

ermitaño en su montaña del sentimiento

el amor jamás salió de su cuerpo,

de él decían que quería comprender al amor,

tras una flor la conoció y la preguntó

qué eres, amor,

no solo nací de esta flor

tu inocencia me enamoró,

curaré tus heridas de dolor

viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento

buscando llenar de amor el cielo,

labrando el campo de tu alma

y bella mi amada

te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas,

estas flores cantan la canción

que te enamora el corazón

vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré

eterno en tus alas viviré.





El Castellano y Leannan-Sidhe


Navego los límites de tu silencio

tu luna reina mi cielo

en este horizonte de ilusiones y sueños

tus besos florecen mis recuerdos

las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio

eterno el momento que escapa entre tus labios

cuando brota el te quiero

y en mis ojos te encuentro,

donde me enseñaste a vivir el momento

porque nada es para siempre

escribo el sentimiento

ese que me hace amarte despierto

este viaje sin retorno

me hace buscarte cada noche

para que tu amor surque mi sangre

y mis sueños de tu mano pueda acariciar

lento muerdo el placer preso

y la lluvia envuelve nuestros cuerpos

recorro tus parajes, me pierdo en tu bosque

este fuego late en esplendor

encuentro tu dorado amor

oigo los aullidos del corazón

atrapo mis flores de pasión

quiero y te quiero en cada amanecer

donde agradezco cada aliento

cada suspiro que asesina al tiempo

y da vida a mi sentimiento

mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo,

entero me entrego como el calor de un lucero,

sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,

condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo con un beso,

encontrando el lenguaje del alma en cada verso,

cabalgando juntos cada firmamento,

flor de sangre naciendo en mi pecho

clamando este amor que te profeso,

cálido el momento de desnudar mi alma

mi bella amada, una flor en tu mirada

vuela libre doncella tu esencia mariposa del amor

en mi interior quedaste

de mi ser te adueñaste

puedo sentir como tu sientes

en cada pensamiento vives,

a tu lado siento desvanecerse el dolor

este ardor de pasión jamás me abandonó,

hoy agradezco que me arropases en tus alas

para nunca soltarme

para abrigarme cada noche fría

por ser mi eterna compañía

y locura del ansía mía,

tu amor mi sinfonía

como tu beso de cada día

fiel me entrego a la caricia,

mi amor sin descanso

incesante fluye el verso por tu abrazo,

a tus pies me encuentro

esta mi sangre te entrego

este fuego late en cada beso,

germinaste dentro todas estas semillas de amor eterno,

hoy hadita te canto a la orejita

encuentro tierna tu sonrisa

en cada flor encuentro la belleza amanecida

en tus labios descrita, en tu piel mi caricia

en tu corazón siente mi brisa

como me hago lluvia y río

en cada silencio que rompemos juntos

como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.




El Castellano y Leannan-Sidhe


Cielo de tu amor que acaricio,

en el suspiro del tiempo desvanecido,

en cada luna que te encuentro,

en cada vida que te siento.

Cómo no hacerlo si vives dentro,

si cada minuto lo vuelves tierno.

Vuelo con este sentimiento de fuego,

cabalgo el firmamento,

encontrando el verso despierto.

Como estas ganas de devorarte lento,

que sientas el deseo morder tu cuello,

y la sangre de cada flor de piel y verso.

Donde el agua y la poesía

hacen el amor con tu cuerpo.

En este campo de sentimiento

la sangre de la tierra vistió de amapolas,

cada beso de amor sin tiempo.

El bronce deja su cuchillo

a las espigas del cielo.

Hierro baña la sangre de este guerrero,

vivo y muerto por tus suspiros.

De tu corazón preso, guardián de cada latido,

redentor en el silencio frío.

Amante serpiente en el calor de la ilusión

que te dibuja en mi mente.

Siempre presente, a la hora que la oscuridad

late y envuelve.

Donde te volviste mi bendición,

realidad, abrigo y latido

de la inspiración invencible.

Como invencible dios Sol, que toda vida rige.

Amada hada, esposa de este mío sentir,

acompañante de cada vuelo fulgente.

Tu semilla de amor germinaste en mi pecho,

amapola roja y negra, sangre y tinta

que cada verso expresa sin descanso.

Fluyendo como el río que brota en almas a su paso.

Voz amante de tu presencia en mi mente,

donde el te amo cada noche se siente.

Cura de soledad y maravilla hasta la muerte.

Donde mis rosas dejarán su sangre.

Nunca dejaré de escribir al amor,

a esta pasión de tenerte,

a cada luna que de malva el cielo me tiñe,

a todas las flores sencillas donde te veo,

donde descubrirás que este duende te será fiel,

y a cada semilla que nace pone tu nombre,

donde encontró su latido noble,

y mil veces más fuerte

lento se apodera de tu bosque.

Las campanillas en flor le oyen

y distingue el espíritu de cada árbol,

en cada pequeña vida a dios encuentra,

donde la armonía la acaricia el idioma oculto

de las hojas al viento.

Como el abrazo de la yedra al árbol

y el beso del rocío primero a las flores del campo.

En paz me siento en mi entorno,

y en la ciudad muero lento.

Bendita la vida por darme tu amor,

por darme ojos para ver cada vida en color,

siente esta caricia sin dolor

observa que de mí el cielo se apiadó,

donde sin envidia ni mal

eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerdo,

voy allí lejos de este mundo,

donde empieza nuestro bosque sin destino,

donde libre, todo sigue su espiral sagrada,

el ciclo de la vida y la muerte, 

el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.

Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo,

contigo siento la fuerza

de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia

que en arrullo acarician mi cuerpo,

contigo no temo a ningún abismo, infierno, ni tormento,

a ti te debo cada verso.




El Castellano y Leannan-Sidhe




Renuevo esta mi sangre,

tengo tus ojos fijos en mi  horizonte,

a cada luna nocturna

que pido proteja tu amor en mi cuerpo,

amaneciendo despierto

el deseo de enredarme en tu cabello,

la pasión rugiendo besar tu cuello,

desvaneciéndose el tormento,

encontrando el manantial de esmeraldas

en tu cuerpo

sirviendo al placer preso

rezando a la noche oscura

encontrarte en cada parpadeo,

sintiendo el fuego arder dentro,

vistiendo mi piel de tus deseos,

como íntimo tesoro de ternura cuidarte

hasta el fin del tiempo que muerde,

hasta eterno tenerte

donde tu esencia surque mi sangre,

y el velo de fuego destape,

donde sin verte sigo soñándote,

como inevitable besarte,

y entre tu boca encontrarme,

donde por amarte me resucitaste,

y la flecha certera me atravesó el pecho

para del latido nunca sacarte,

para verte cada día en mi mente

como siempre tan resplandeciente,

mi anhelo queriendo siempre sorprenderte,

mi felicidad encontrándote dulce radiante,

si escribir solo sé escribir

lo que dice el corazón

y siempre sabrás que suspira por ti amor,

mi bendición mi locura de pasión,

mi florecer en rojo tornasol,

viendo el arco-iris de la ilusión,

viendo desvanecerse cada día mi dolor,

encontrando de tus pechos las perlas amor,

avanzando tus cauces

llegando a tu océano de ilusión,

abrigando tu interior con mi calor,

protegiéndote por ser mi tesoro,

mi cielo estrellado y cada rayo de sol

que me acaricia,

siendo bella princesa de mi reino,

siendo entera bella,

siendo de amada tan preciosa como destello

en tu mirada, cálida ilusionada

donde mi calma se vuelve tu agua,

y naufrago en tu playa.

Me encuentro preso en tu tela de araña,

siento cálida la sábana,

me pierdo en cada noche que mi alma te extraña

como necesitarte mi esperanza,

como mi campo en flor sembraste cada flor silvestre,

como solo tú ahuyentaste cada recuerdo triste,

vengo a desafiar a esta inspiración

con tu corazón invencible,

donde de sentirte mi mundo, rojo volviste,

donde mi amor te encuentra y te desviste,

quiero perderme en tus secretos

recorrer tus parajes para renacer

como amapola en tu piel,

donde viviré de tu placer,

donde solo necesitaré de tu amor para vivir,

a cada luna estridente que encuentro

el verso solitario navegando la sangre

y vuelo a abrazarte,

y como paréntesis del destino

de mi interior te adueñaste.






El Castellano y Leannan-Sidhe



Dulce y risueña mi princesa,

su corazón me embelesa

busco en este cielo

su mirada traviesa,

recorro los caminos olvidados

de la pasión y su verso,

vuelvo a sentir mi latir a flor de piel,

en esta noche busco la belleza

en el instante que vuela,

me vuelvo lobo sediento,

te encuentro y tu placer trepo,

tus flores de seda muerdo

 invado y me quedo en tu recuerdo

como siendo cómplice de tu aliento

 en esta noche que te siento,

cabalgo el firmamento,

las estrellas mis senderos

destino tu bello cuerpo,

lento te beso

eterno el momento

este cuerpo ardiendo en tu fuego,

saciando el deseo

tu imagen mi sangre navegando,

mi bella quimera de fuego

mi verso sin descanso,

 mundo de tus ojos que quiero,

vida

para morir en tu pupila vida mía,

latiendo la caricia

en este lecho de antíguo romance

donde mis flores quieren enredarse

y con las tuyas juntarse,

me sumerjo en este trance

de amarte

veo el dragón despertarse,

luchando a garra y letra

por contigo juntarme

 por tu interior a besos vestirle,

diviso el cielo que quiero

y solo tú amor

sabes que se pinta de tu color,

 flor con flor brilla la ilusión

 de guerrero este corazón,

dame vida, dame calor

te entregaré todo sin condición,

por tus labios

cada noche surcaré los caminos de la pasión,

donde este el mío verso

quiere llegar a tu corazón

 acariciarlo, cuidarlo

y sentir su esplendor

a tu lado jamás morirá mi inspiración,

cura y compañera

de mi soledad sin descanso

donde los recuerdos se hacen cuarto

y la oscuridad llama a golpes de silencio

donde tu luz encuentro

y en tus alas de amor me duermo

soñando tu cuerpo,

volviendo al inicio del sentimiento

versando mi aliento

donde despierto encuentro

el alarido nocturno que surca el viento

como rabia y furia

de encontrar tu voz amanecida

donde mi amapola suspira,

este destino a entregarme completo suscita,

buscando la bella sinfonía

como caricia escrita,

buscando tu esencia

más allá de este cuerpo;

en este horizonte

donde nuestros anhelos

juntos se entregan,

donde inevitable besarte

pues en mi corazón entraste.



El Castellano y Leannan-Sidhe



Mi amor te escribo el beso cálido sin temor

lento bajo tu cuerpo te doy ardor

despojo al tiempo de sus cadenas de formol

en cálíz bebo tu sangre de princesa amapola

en esta brisa viene tu ola

en cariño me hago tu espuma

beso en tu piel la ternura

naufrago entre tu acantilado de placer

despojo al viento de sus alaridos despiertos

tu arena diviso donde la rosa y la letra forman

esta mía bandera

me despojo del miedo y de hombre nuevo

me visto envolviéndoome en el calor

de mis latidos por ti confesos

como saberte luna nocturna de mi cielo

y luz oscura que me acaricia

donde sin tu caricia el infierno sería cosquilla

como dibujar con un beso cada día tu sonrisa

que sepas que en tus labios siempre te amo

y tus ojos mi cielo encerrado

si te duelen con cuidado los besaré

donde cada noche desearé darte el abrigo

de mi piel.

Hasta en el recuerdo siempre te besaré.







El Castellano y Leannan-Sidhe



Nace del corazón de cada uno

haz que tiemble el mundo al sentir amor,

esta mi sangre te entrego sin dolor

este cielo se pinta de tu calor

y mi deseo es arropar tu corazón

ser siempre tu protector

que jamás sientas la fría y negra desolación

acompáñame el camino amor

nuestros besos quedarán

hasta el final del recuerdo

donde juntos jamás cantará el dolor

donde mis flores suspirarán por tu corazón

si ya el mío te he entregado,

si de amarte te has vuelto mi única ilusión

como salvación y cura de soledad

cuando buscando el verso

te encuentro dentro latiendo

cuando este horizonte rojo

volvió a llorar de emoción,

rojo corazón gimiendo tu nombre mi amor,

vuelvo al inicio del sentimiento

ese que cada noche

me envuelve en mi dulce tormento

donde despierto te encuentro

y el verso arde a fuego,

donde mi cuerpo llama al tuyo

como quimera ardiendo,

quiero besarte lento y tierno,

despojar a la amapola de su sangre

beber de ti el deseo,

envolver en llamas este mi cuerpo,

desangro este corazón,

desnudo el alma

quedando la esencia como brillo y destello

en tus ojitos miel de dioses,

sin medir la intensidad

entero me entrego,

ruge y tiembla este horizonte sediento

cuando más te siento dentro,

noche llama moviendo su tranquilo velo

noche llama una vez más

para sentir que a mi lado estás,

cuando inunda mi sangre tu amor eterno

y las rosas dejan su lenguaje

para este romance

cuando el sentido es cuidarte

complacerte y amarte salvaje

rompiendo reglas y riendas

rompiendo  las cadenas

que atan esta alma antígua a mi cuerpo

fluye el solitario verso

a esta luna de plata y su encanto

en este frío de invierno

tengo el calor de tu fuego

e invencible me creo,

derritiendo las flores delicadas de tu cuerpo,

donde tu miel encuentro

y en tus ojos me veo,

sigo ardiendo,

poeta sin tiempo frente a tus ojos latiendo

cuidando tu sueño

queriendo ser en tu vida el primero,

queriendo de ti todo

luz de tu fuego

y vida en tu pupila

para ti siempre mi caricia

que sin prisa tu piel divisa,

queriendo ser río de tu cauce

y flor de tus parajes

donde la miel obtengo lamiéndote

vuela libre la sensación dorada

de hallar tu bella calma

afilando mis nervios

entregándome al suspiro

pidiendo las llaves del cielo,

sintiendo las mariposas posarse

cuando te encuentro,

bella princesa te quiero a mi vera,

como esta mi amapola te embelesa

 y besa tus labios con sabor a fresa,

 siento que llegó mi momento

en tus brazos fuerte me he vuelto

segundo tras segundo

el tiempo se come a si mismo

y el momento queda eterno

unidos nuestros latidos,

a las puertas del cielo con un escrito

a puño y sangre nacido,

donde de tu mano quiero perderme

donde de soñarte de tu alma me enamoraste

donde sin verte dentro te tengo presente

como tu amor que calienta la sangre,

encontré el sentido a entregarme y es cuidarte

porque eres mi esperanza,

envuélveme corazón

en tus alas de amor,

ahuyenta siempre mi dolor,

 hablando a solas con mi interior

allí surges tú en cada rincón

como beso dulce sin dolor

alimentando mi pasión

floreciendo las entrañas de mi inspiración,

he empezado este poema

pero no sé como acabarlo

si no es con un beso amor

encontrando para ti mis mejores versos

en templanza nacidos

como fiel a ti me entrego,

vengo a desafiar mi inspiración

a habitar a fuego tu corazón,

a dejar mi te amo en tu piel tatuado,

rosa de mi sangre mi flor de fuego

 princesa y reina de mi sentimiento

mi amor sin tiempo,

bella bella mi amada de cristal su mirada,

nuestra canción sonará incluso

en las ruinas de mi corazón

te encontré y perdóname

porque jamás te soltaré.

Mi beso te doy y te daré.

En sangre y verso a ti me entrego.

Por tus labios muero,

queriendo amarte lento

como dicta este sentimiento,

como tu corazón me tiene preso,

ángel que se cortó las alas

amando el suspiro de tu boca,

queriendo que tu gemido le muerda,

donde la amapola clama el amor a tu entraña,

y la margarita en cada pétalo

el te quiero predica,

escucha mi súplica

siente este amor que grita,

abrázalo fuerte en tu pecho

porque este mi verso domina,

y todos mis anhelos tu piel caminan.




El Castellano y Leannan-Sidhe


Muerdo tu rosa

de pétalos de sangre

te abrazo fuerte a mi cuerpo

avanzo este campo desierto

 construyendo los peldaños

para acariciar tu cielo

de amapolas envuelto,

de estas ilusiones de fuego

suspiró el momento

por tener tu amor

más allá de este cuerpo,

donde mi alma con la tuya

 se entregase en fuego,

a lanza y verso quiero conquistar

de tu corazón el terreno,

vengo a luchar para ser tu presente

y tu todo,

como el delirio

y atracción a enamorarte

 que sientas como yo siento

cuando quiero encontrar tu beso

 y cogerte la mano

cuando solo una caricia lo diga todo

esperando que de tus labios

 brote el te amo

que me dé vida de nuevo,

solo pido ternura y amor

como fuerza para eternos

mantener estos sueños,

que sin ti no tendrían sentido

porque de mi ser te has adueñado

solo con tu pestañeo,

donde muero por un beso

 y vivo en tus ojitos preso.

Donde este sentimiento

enraizó la enredadera

para trepar tu torre

y besarte el alma

princesa de mis latidos

donde solo rezo

que no se apague el fuego

cuando solo me encuentro

y necesito escribirte

para que no olvides que en ti pienso,

no vengo a destruir tu pasado

si no a ocupar mi lugar

y tu presente llenar a besos

donde si no te tengo muero lento,

donde me di cuenta de la fragilidad

que me envuelve

si tus ojos no me miran

si no encuentro la palabra bonita

del corazón frente a mi prendida,

 tu azul llenó mi cielo en ilusión fulgente,

 y tu verde en primavera vistió mi vida

como la esperanza

que un día me ofrezcas el rojo

de tu amor

para cuidarlo y protegerlo en mi interior

protégeme en tus brazos amor

muero sin tu calor.



El Castellano y Leannan-Sidhe



En tus brazos estoy,

queriendo besar tu labios

y la miel de tu fuego

esa que envuelva mi cuerpo,

en mi mente giras evanescente

como cada deseo ardiente de tenerte,

 esta flor de amor

 enraizó mi pecho

y como un rayo de luz

me atravesó dentro,

quiero decirte tanto

y no sé como hacerlo

cuanto ilusionas este corazón

que por ti vive despierto,

como dentro arden las palabras del alma

y en tus ojos me quedo preso,

pidiendo que no me condenes

 a un silencio que me lleve al olvido,

siempre quiero vivir en tu latido,

como mi musa te has convertido,

y en esta brisa de nuestro oleaje

 me hago espuma de tus olas

y sal de tus pestañas

si de desear de tu corazón la bondad

de ilusiones y anhelos dibujaste mi cielo,

sin sentido sin estar juntos

siendo tu mi princesa y yo tu caballero

armado con corazón de sentimientos

puros como la noche y el día

como lo es tu mirada

que por imaginarla frente a mí prendida

no quiero partir nunca de tu compañía,

no te ruego amor

solo pido enamorar con cada aliento

tu corazón,

que jamás sientas la fría soledad

que acaricia,

quiero dibujar cada día tu sonrisa

porque solo a sí yo también seré feliz,

estos sueños florecen como amapolas de sangre

cantando al amor sin tiempo

descubriendo el sentido a quererte y desearte

como necesidad de tu cariño y ternura

para seguir cuerdo en este mundo

que se me fue negando cada sueño

no quiero perderte amor,

luchando ruge la fuerza de este valor

conquistando el abismo de dolor

venciendo la dificultad,

corazón con corazón

alma en verso y beso sin dolor,

si desde tus caricias

siento la primavera en mi interior,

como nuestro paraíso en flor

donde si no tengo el cielo

me quedaré siempre

con tener el de tus ojos

fijos en este corazón clamando tu amor,

donde las noches se vuelven mis quimeras

para soñarte y desearte,

 paralizando esta mi sangre

donde siento que he empezado a amarte

porque a tu lado quiero estar

viéndote mi reina en mi mirar

y esta amapola roja de amor sangrar,

no me desampares el camino

luz de mi vida

luz compañera

mi amada princesa.




El Castellano y Leannan-Sidhe



Ruge mi cielo y entre tus flores me siento

mi princesa amapola de mis besos

la dueña de mis suspiros confesos

te amo como no amarte

si entre tus alas en ternura me envolviste

cada caricia como delicia miel en tu boquita

principita mi linda fierecita

delicada como rosa de cristal

pero valiente como de tigresa su corazón

valiente y generoso hasta amarte con su sangre

dame vida dentro tuya

mi bella florecita de mi orilla

naufraguemos entre la arena de nuestros cuerpos

seamos amantes sin tiempo

aullando a la luna de nuestros recuerdos

déjame pintar tu cielo de las flores de los valles

donde sientas el amor como cuento de hadas

y tengamos nuestro bosque encantado

solo allí despojaremos al fuego de la pasión

y seremos corazón completo

deseo ser tu amante tu guerrero

tu fiel romance en tu pensamiento

mis flores te entrego como letras pintadas

solo en la seda de tu piel

lucerito de mi amor

dama de este paraiso donde te declaro mi amor por ti

corazón de mi fuego.

Principita de fuego.





El Castellano y Leannan-Sidhe



Despierta el sentimiento de fuego,

avanza mi cuerpo

con besos humeantes

de la piel salvajes

vengo a complacer tus flores

a quedarme dentro de ti

como tatuaje

vengo a matar los alfileres de tiempo

y amarte lento

donde se afila el sentimiento

y la noche de testigo

de cada ilusión de vivir con tu latido,

rojo diamante un corazón

 que en verso te habla

 rompiendo la inspiración

sosteniéndote fuerte en mi cuerpo,

 amando tu dulce aliento

que da vida a mi calma

 y donde te encuentro preciosa

como esperanza de encontrar en ti

 el amor que se me negó del cielo

y años y años fui describiendo lento

 en versos

donde la sangre necesita

el calor de besarnos

y besarnos hasta el final de este horizonte sediento

donde te bajaré la luna y los luceros

donde por amarte

te entregaré esta la mía sangre,

ámame dulce

que el mundo no te importe

dame templo en tu corazón

seré guerrero de tu ilusión,

seré tu felicidad corazón

si dejas intentar

que el dulce tormento

envuelva nuestros cuerpos

abraza mi alma que clama

por vivir siempre en tu mirada,

donde el fuego se hace deseo

y quisiera ser el amante de tu piel,

pintar tu sonrisa y a besos

el te amo a sangre brotado

como nervios de querer echar leña a tu fuego

 siénteme dentro tuya

quiero latir como pasión insostenida

y la rabia y la furia de amarte sin medida

donde el verso se torna amapola roja

de corazón y el amor dulce espina

 llorando hasta tenerte conmigo

mi principita

donde no quiero más días sin tu sonrisa

donde te beso mi esperanza

 hasta el latir de todas nuestras flores

en primavera añil,

con tu amor quiero vivir

+donde no puedo frenar la riada que avanza

y que tu mano quiere pedir,

abandoné la desesperanza

solo me quedé con la ternura

y esta ilusión de fuego de ser tu medio resoplido,

como romance que lento

une nuestra pasión

hasta encadenarnos juntos

princesa de mis sueños rojos de amor

donde corazón con corazón

te entregaré este paraíso en flor

que cerca cantando verá nuestro amor

si este destino no me condena

sin sentirte fuego de corazón,

calma de mi dolor,

quiero cuidarte y entre mis brazos rodearte

como tesoro y bendición

donde eres maravilla amanecida

y sonrisa de mi alma nunca descrita

donde esta pasión palpita

entre tus pupilas y las mías.





El Castellano y Leannan-Sidhe



Sangre y verso

mi dulce tormento

ruge mi calma

por verte a ti mi princesa

a cada momento,

quiero regar de amor tu cuerpo

que sientas rugir la pasión en tu cuello

besar todas las amapolas

de tu cuerpo

 cantar a este horizonte

la vuelta del amor a mi cuerpo,

quiero ser tu bella calma

 tu verde esperanza

la locura de tu corazón

quiero a fuego morder cada flor

que forma tu cuerpo,

 si por soñar soñé en besarte sin tiempo

en tu fuego quedé preso

viendo la amapola florecer del pecho,

a esta luna que solo pido

el calor de tu cuerpo

pido domar tu ternura

como fuego con fuego

crece el calor

me lleno de piropos para tu corazón

cuando solo tú quedaste como esperanza

para salvar este el mío corazón

que sangró en la avenida

de ángeles estrellados en estrellas

y árboles cantando al viento su amor,

en este mundo perdóname

porque solo quiero tu calor

 llenar de rojo tu ilusión

 quién pinto el cielo en colores a su amada,

merecerá la eternidad en su mirada

como azul sediento que afila su sentimiento,

escudero de tu latido

dando fuerza al amor sentido,

quiero vivir en tu latido

que sientas que te cuido

noble ilusión de este corazoncito,

 mi cielo gris prendiste en llamas,

gracias a ti porque tus ojitos se fijaron en mí,

 ámame sin tiempo

siente esta inspiración sin tiempo

donde el alma exclama su amor al viento,

y como pasión insostenida

 me pierdo en tus secretos,

 te ofrezco mi cielo

solo tú lo cuidarás con esmero

quimera de mi fuego,

mi sentimiento despierto

 mi estrella en el camino inesperado

que unió nuestro sentir

en la eternidad del amor indomable

que quiero sembrar,

como a mi lado quiero tu caminar

hasta en amor podernos juntar,

luz compañera

fuego de este latido en flor,

no me abandones,

junta tu ilusión en mi pecho,

 bebe de mi cuerpo,

en este momento te siento

ardiendo dentro

mi flor de invierno,

llorando el tiempo

 deseando juntarme a ti eterno,

como cada amanecer que quiero encontrarte

acariciando mi pelo

 ronroneando en mi pecho

donde sin ternura no hay sentimiento

y donde sin tu mirada muero,

en llamas te abrigo en mi pecho

siente esta sangre en verso

que enamorada mi boca pide tu beso,

pudiendo ser y siendo tú

mi maravilla y salvación

como melodía de amor

canto en tu corazón

esperando unir mi latido al tuyo corazón,

guerrero de tus batallas

seré en este cielo

que solo pido tu amor

por ser tú mi dulce y tierno deseo,

como sabrás empiezo amarte

en cada noche que los luceros te envidian

de bonita como linda flor nunca descrita,

a cada día que tus cabellos

como rayos de sol quiero sentir

entre mis dedos

y pintar tus labios a besos

sentir tu aliento preso del sentimiento

que araña tu cuerpo

despojando de su silencio el tormento

de no saber como pedir

y acariciar tu mano ç

princesa ardiendo

de mi sentimiento

por ti siempre en rosas y fuego envuelto,

sienteme avanzando tu cuerpo

hoy tu sangre fluyo

donde quiero vivir tu calor

y quemarme mil veces en tu pasión

de mil luceros,

si querer quiero sentirte

como tormenta de pasión

e incendio de mi corazón

si de tierna te deseo

como estas ilusiones

germinan en amapolas de sangre

mi corazón si de valor lucharé

por tu amor bello corazón

queriendo juntar mi calor contigo

 hasta morir de placer en tus labios

como pétalos de rosas

siendo abeja de tu miel

y enredadera que abraza tu piel

siendo quimera de piel verso

y entraña como entrañable

encontrarte en mi presente

que solo pido al cielo

me vista de flores cada recuerdo,

donde princesa de fuego

 reina de este sentimiento preso

queriendo habitar por siembre

el latido de tu corazoncito

como en verso te dejo

este besito.



El Castellano y Leannan Sidhe



Siento como este amor crece,

como de mi interior floreces

y el dolor desvaneces

como la sangre sigue el camino de la luz

y a mi lado amaneces,

pétalo tras pétalo

descubrí que a mi me amas y me quieres.

En mi interior permaneces

como la gota pertenece

a su río o a su nube,

yo te pertenezco

y con orgullo de amarte me siento

en éxtasis de fuego y pasión.

Descubrí dentro latiendo el sentimiento

y hoy vivo me siento.

Mi cielo este amor late despierto.

Y en verso te entrego el beso,

este suspiro travieso

y caricia sentida de tu sombra

y silueta la luz que te acaricia,

puedo sentirte en mi vives

como ilusión como bendición

y fuego de esta pasión,

evanescente tu piel me atrae

como la luz a la polilla

y la semilla a su tierra

como la llama a su hoguera,

camino contigo

camino de tu lado

hasta el final de un infinito

que es este amor que tan dentro siento,

hoy te vi y mi bella, mi amada,

mi hadita, mi flor eterna

la pasión no podrá ser descrita

solo acariciada en mi boca

junto a tu boca

en mi piel junto a tu piel

a la noche plateada

y la luna que me abriga

el sueño taciturno de tu sonrisa,

insomnio de amor,

amor amor que te pintas de cualquier color,

corazón de mi corazón

luz de mi vida luz de mi luz,

latido junto al mío unido

beso tras beso

desangra la amapola un te quiero

el sol en su visita

la lagrima de rocío felicidad alega

la caricia un te amo sincero

esa fue tu arma.

Leannan-Sidhe



Campo de derrotas y victorias

en esta bella calma,

hoy arde un sentimiento,

hoy bañas todo mi cuerpo,

en el tiempo extinguido

me enamoré de tu esencia

que pura bella y bondadosa

construye tu ternura mi preciosa,

fuego de mi fuego

quimera sin tiempo,

hoy surcas mi mente

hoy te quiero hipnotizar

como la flauta a la serpiente,

hoy quiero ser tu alimento

que me comas con hambre de pasión y deseo,

vuelvo al inicio del sentimiento,

siento un corazón que ama

que late en verso

que sueña despierto

ese corazón es el nuestro

yo solo quiero cuidarlo y amarlo,

que aniden mariposas en sus flores de amor,

y el sueño nos arrulle

en alas de cuento mágico encantado

ese por el que nuestro bosque

hoy eterno luce de la vida enamorado,

el ser hoy se viste de hombre nuevo

y despoja su ropa de hombre viejo,

hoy he conocido tu bondad en mi cuerpo

y enamorado incluso podré caminar el infierno,

hoy mi luz es fuerza amor y esperanza,

hoy mi alma canta

y te enamora el sentido despierto

ese que te hace presa de este amor

que te envuelve y te quiere.

Quiero llenarte de mi

como tú me has llenado de ti,

quiero ser el único que tus labios besen

el único que sientas que te cuida

y protege

que amor infinito te sirve

hoy quiero cumplir todos tus deseos

como verda y hecho

que tu corazón me tiene preso,

volver realidad este sueño

como el sol sale cada día,

que te arrope siempre mi caricia.

Leannan-Sidhe



Avanzo tu interior

y estos besos florecen

al calor de tu corazón,

bella bella bella mi dulce amada,

hoy te debo la furia de un dragón.

Desato las cadenas de esta pasión

fluye el verso

como la hierba cubre la montaña

y la sierra,

hoy decidido te declaro

que me quedo contigo

la más bella florecita del campo

mi tierna y sencilla margarita,

dime cada día que me quieres,

aunque ya lo sepa mi hadita,

siente el fuego en mi pecho,

siéntelo abrigando tu cuerpo,

como pura la llama

de este amor eternamente despierto,

si al cerrar tus ojitos me ves besándote

que no te extrañe

porque eso hago cada momento

que te deseo,

me confieso tuyo como la nube a su cielo.

Bella bella vuelas libre mi doncella

tu esencia mariposa del amor,

hoy te arropo en mi corazón,

bailan juntas nuestras almas entrelazadas

siente pura esta magia,

de la pasión con furia y certeza

anida en tu pecho este beso mi princesa.

En alas de este amor

de nuestros labios domado

te llega la ilusión de conocer

que a ti te debo tanto

que solo puedo quedarme a tu lado

sirviéndote amor y amor nacarado,

sincero lo siento dentro

y sin sentido si no te lo ofrezco.

Sólo tú cuidas mi latido

y dibujas una flor y una sonrisa

con cada halago,

te necesito tanto,

cuenta las estrellas para saber cuanto,

hoy mi preciosa te canto

que me tienes cada día enamorado

y sincero se siente el te amo,

gracias mi vida

porque eres un encanto.

Leannan-Sidhe




El Castellano



En tu ojos veo mi paraíso latiendo,

me pierdo en tu piel

miel de dioses

juntos de la mano

cruzamos el bosque encantado,

en tu belleza hada mía

se encuentra la bondad

y ternura

donde vuela este sentimiento

buscando el placer extasiado

y el piropo de flores rodeado,

en tu corazón

veo mi universo de amor,

donde la armonía

se vuelve melodía

por ser tú mi medio latido,

juntos juntos juntitos

hasta el amanecer

que cada día nos arropará

de amor fulgente

como el lucero

que a este sucede,

la luna nos envuelve,

el viento nos mece,

y esta caricia por ti estremece.

Como en un principio

el final depende del principio

y como ayer unidos en el querer,

a ti siempre te amaré,

renuevo el verso

que sucede al beso,

esta mi luz te sirvo.

Si te veo en todo lo bello

es porque eres bella

amada mía

si en mi interior

siempre estás presente

es de sentir como tu sientes

en mi mente giras evanescente,

tú en mi vida

guiándome el camino

a una felicidad

que siempre pedí,

entre deseo y ruego

llegaste tú

y lo que siempre soñé y desee,

un día,

en ti lo descubrí 

mi maravilla. Leannan-Sidhe


Piel con piel

arde un deseo

en el inicio del sentimiento,

tu voz surca mis venas

como tu amor riega mi entraña,

bella bella tu mirar es mi morada,

quiero verme reflejado en tus ojos

día tras día

como dulce hálito de vida

e ilusión que brilla,

mi alma te abraza

y te canta cada noche

bajo tu almohada,

siente mi caricia

en esta noche otoñada,

sueño tras sueño

tuve este amor eterno,

nuestras manos

moldearon el recuerdo,

despojo la esencia de lo simple

y me lleno de nuestro amor

de dos

un milagro y una bendición

en un solo corazón compuesto,

hada mía te ofrezco este cielo

porque solo tú

lo cuidas con esmero,

fuerza tú de este el mío velero

surcando tu río de ternura

anhelada y conquistada,

dando calma

a mi lago de esperanza.

Salvación tú de este guerrero

de tu corazón,

amante de tu pasión,

veo a través de tu interior

allí me diste hogar y templo,

vuelvo al inicio del sentimiento

alimentaste tú este fuego

pintaste en color este cielo

de rojo volviste la luna

que iluminaba mi cielo,

hoy te debo tanto

que encuentro el verso

sin buscarlo. Leannan-Sidhe


El sueño solitario

nunca me abandonó,

y llegaste a mí

como la flor en primavera,

en una llama bailamos

a la luna añil

de los días más hermosos que sentí,

hoy formas mi esencia

como de amor se sostiene

el corazón del enamorado,

hoy dentro te siento

como dulzura

invadiendo mi cuerpo,

hoy veo más allá

de lo que se ve,

y contigo hasta mi fin

me verá la nueva vida.

A tu lado eterno

pues te encontré

y tu mano nunca soltaré,

querer puro

cuando en tus ojos me miro,

corazón desvelado

cuando te siento dentro de mí,

vida de un hombre

de ti siempre enamorado,

vida para abrazarme a ti

cada noche para el placer servirte,

para arrullada dormidita

tenerte leyendo yo

mis poemas en tu orejita,

para dejar morder al instante

y el agua de tus labios tener,

para acariciar la rosa

y sentir que las rosas caminan

por verte a ti tan preciosa,

hasta sentir mi lengua

el caminar de una babosa

dentro de los pétalos de tu boca,

mis manos recorrerán

todos tus parajes de nuevo

hasta derretir el hielo,

y no hay cielo para cobijar

esto que yo por ti siento,

mi hada no sueltes

jamás mi alma. Leannan-Sidhe





El Castellano



En sangre elevaré mi canto al cielo


Poeta sin tiempo,

escriba antiguo

deshaciendo el sentimiento,

vuelvo a caer en tus ojos

miel de dioses,

vuelvo a desangrar la rosa,

crece la amapola

su sangre enraiza

este el mío corazón,

vengo a por tu beso,

vengo a por tu aliento,

vengo a morder tu cuello,

ginetes del tiempo

muertos en este horizonte sediento,

escalé la montaña

hasta llegar al cielo

robé allí tu amor eterno,

ven amada mía

rompamos las cadenas del placer

en gemidos envuelto,

volvamos

al dulce momento nacarado

de aullidos a la luna de luz de plata,

yo lobo celta

yo druida antiguo

vine a por tu beso solamente

me llevé tu corazón

de adormideras envuelto,

las hadas gimieron

este amor eterno,

el dragón verde

me nombró su escudero,

yo de la rama roja

yo espíritu antiguo

amigo de hadas,

leo la naturaleza,

ella me dice

las raíces gritan

las hojas mueren,

el aire se asfixia,

los ríos lloran,

las almas duermen

buscando venganza

el ser humano,

depredador asesina a su madre

y raíces dicen

todo lo que no puede hablar

en silencio grita

pero todo muere en silencio.

Este pájaro de fuego

habita mi cuerpo

demonio antiguo

que habla en poesía,

idioma de dioses,

flores amando mariposas

como amores imposibles

yo alcancé tu alma y esencia,

yo fundí mi latido

y mil veces más fuerte

vengo a derrotar al tormento,

guerrero de mil batallas del abismo,

ángel dorado allí abajo

luchando con legión de sombras

y demonios derrotados a fe y luz,

yo surcaré el infierno

y en la muerte traeré

tu amor de nuevo,

serás mi esposa y mariposa

aun tenga que revelarme a la creación,

escriba con el demonio dentro,

lit et summun canae,

miles Dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erit uxor mea.

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris

stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.

Diês, carpentum, accrêvî calôris.

Colôris, vita, venerâvî canôris.

Laetitia exspectâre, cupitum nostra.

Ostendi âlae, festînâvî blanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcî imus, creâvî blandus.

Bâsium dulcis, aqua pûrus.

Sânô anima, fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrô metaphora,

suspirium natura, amâvî ferventis.

Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.

Volui pûrus, sôlus cordis.

Callis unus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.

Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

Esta amapola canta,

tu amor dentro late

como sabia de roble,

vuelvo al inicio del sentimiento,

vuelvo a amarte sin tiempo,

en este lecho de antíguo romance

tu sangre beberé

mi sangre te daré,

eternidad en mi pupila,

muerte sin cielo,

condena a renacer

en segundo estado

de transmigración de las almas,

en letras rompo mi condena

para ocupar mi lugar merecido,

aun mariposa en siguiente vida

sabré en que flor encontrarte mi hada,

voy allí voy al final del bosque del olvido

y te encuentro desnuda

mi caricia te dice

un te amo

tu sonrisa despierta el beso

en instante eterno,

a verso lanza y garra,

rescaté el amor eterno,

nací de nuevo en tu corazón preso,

agarré tu piel

bebí el placer

respiré el fuego

probé el vicio y el demonio

quisieron a golpes

matar mi inocencia

hoy he venido a vencer

mi pasado maldito,

he venido a aceptar a dios

como fuerza celeste,

aun rebelde mi fe nunca murió

hoy como ayer luché

y tu calor tu amor

tu rosa tu piel tu seda

tu bondad pura me regó,

flores crecieron en esta mía entraña,

el sol iluminó la oscuridad maldita,

he venido a casarme contigo

a hacerte mía

como nadie te ha hecho

a despojar al tiempo de sus ataduras,

a eterno morir en tus besos,

he vuelto y el mundo temblará

porque de nuevo sigue en pie este amor,

el corazón siente fuego,

el alma estalla en luz de lucero,

el espíritu habla más allá

de sombras y te abraza,

la batalla como la primera venida

será dura pero de nuevo venceremos,

a mi la fuerza,

a mí la esperanza de la nueva lucha,

a mí la bendición de diosa luna,

a mi el poder de Dios Sol

a mi su furia de fuego,

y el rugido del león de juda,

maldigo a quien destruye este planeta,

maldigo a quien destruye a diosa Flora

y a madre natura,

jamás mis manos mataron un animalito,

como celta en armonía vivo

con la naturaleza de dios Padre,

Conchobar Mac Nessa dentro

hoy tu poder siento,

como serpiente antigua

eterno viviré en esta tierra,

y cuando el hombre se destruya

por avaricia el mundo seguirá su curso sin él

y la naturaleza apoderará

las ciudades

no habrá ningún ser tan dañino

como el hombre,

los cielos se volverán rojos

el cielo llorará sangre,

los ríos sangrientos envenenarán

y el eterno resurgir vendrá,

lo más hermoso de este mundo

es el paraíso de la naturaleza

pero para el hombre lo más hermoso es el oro

y el dinero demonio,

vengo a amarte sin tiempo,

vengo a crear mi eternidad en el cielo

como en la tierra,

vengo a caminar las aguas

a romper los hielos,

a fundirme en fuegos,

a incendiarme de pasión en tus ojos ,

vengo a destruir mis cadenas

y amarte libre

como el pájaro a su vuelo,

yo pájaro sin alas,

yo pez que cortaron sus aletas,

yo hombre

que jamás pudieron cortar su libertad,

a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,

en tormenta tendré el agua de tu boca,

en caricias prenderé esta hoguera,

en tu corazón sembraré la amapola

eterna del amor que quema,

ninfa mía ven ven conmigo

a esta tierra de fuego,

luna mía ilumíname el camino,

se mi amparo ,

sé mi abrigo en noches de humo,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

elevar mi canto al cielo,

arroparme este fuego

que dentro tengo

en fe os sirvo como druida antiguo,

os pido bendición,

Artús dame tu fuerza,

Cernunnos caza al cazador,

Taranis riega estas tierras

salva los pocos bosques que quedan,

Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,

ofrezco este humilde canto

a todos vosotros con esta luz

que me queda darme fuerzas

en este amor que me alimenta,

eterno vivo eterno muero,

eterno sirvo yo guerrero antíguo

yo druida de la rama roja celta.

Los dragones volverán a surcar el cielo

y no habrá clemencia para el mal,

serpientes antíguas la lucha sigue viva.

Este mi humilde canto

temblará en la tierra ,

iluminádme este amor que siento

y que de mi alma se apodera,

amada mía sé mi sombra

como yo soy tu luz y tu calor,

sé entera mía como el pez a su río ,

y la piedra a su montaña,

sé mía como el árbol a su tierra

y el ciprés a sus muertos que vela,

sé mi amparo en la batalla

hoy de nuevo como ayer

juntos veremos el nuevo amanecer,

y la luz que cegará la tierra,

no hay miedo porque te amé y te amo,

aun ciego mi amor

te seguirá perteneciendo

como la abeja a su flor,

no habrá poder

que pueda separar mi alma

de tu corazón,

eterno te serviré

aún tu esclavo mi reina

te haré la mujer más feliz del mundo

aún en la muerte

mi alma seguirá el camino a encontrarte

y eterna tenerte,

no me desampares el camino duro,

sé mi fuerza en la lucha

nuestro amor ganará

y derribará el mal

que nos quiso sangrar

y en vida condenar,

la felicidad sigue viva

como la amapola florece

cada junio en el camino

te amo y lo haré

aún tenga que enfrentarme al mundo.

Genii locorum dioses ancestrales abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo 

y eterno resurgir en ti cierra y comienza,

agua riega esta amapola del pecho anclada

porque ni en dificultad ni en soledad,

perdió esperanza, ni pétalo carmín de sangre.

Fuego prende eterna la llama del alma

esa que en mi dentro tengo evanescente a mi amada.

Aire lleva este canto al cielo une mi alma 

eternamente con mi amada,

envuelve en tus alas este hechizo de fe y amor,

Magia creo en tu poder, por la luz dorada de mi aura,

índigo me vio nacer este mundo,

en letras dejo la sangre esperando surcar la eternidad,

alma antigua cuerpo joven, magia envuelve este amor

florece este bosque mágico cumple

y demuestra eternamente que los cuentos de hadas 

siempre tienen final feliz,

aun luchando con el mundo a las espaldas como héroe griego,

aun en la penumbra este guerrero antiguo

no sucumbe ni sucumbirá,

el cielo se apiadó de este canto,

la luz nació de la oscuridad, 

y el alma salio de este mi cuerpo

para arroparte el sueño 

vuelvo y he venido cien veces más fuerte.

Condeno al tiempo 

porque en vida la eternidad 

a sudor y sangre quiero conquistar, 

por amarte puro y de verdad,

no quiero el cielo si no es para vivir en el contigo,

no vivo esperando tierra vivo amándote

conquistando la llama de venus y el fuego de eros,

diosa aurora se enamoró de esta historia

de dos almas entregadas en un solo corazón.

El río de las almas volveré a surcar,

una vez de mi cuerpo las cicutas crezcan

y la Araña teja el punto final a mi destino,

traeré este amor eterno de nuevo,

como el sol existe y la ciencia 

engaña a quien piensa en este planeta.

La polilla surca la noche,

revoloteando alrededor de la llama

ella atrae simbolismos opuestos 

el del alma que busca a Dios 

y el de la locura que se aboca a la perdición.

La rosa azul desangra un te amo 

y el caracol encuentra su tomillo anhelado 

a la bruma del húmedo amanecer,

la hiedra escala el árbol 

envidiando su altura,

siempre buscando llegar al cielo,

siempre los vegetales buscando la luz 

que alimenta su existencia,

cruel de estática vida pero longevidad imperial,

una plantita llora una gota de rocío a la orilla del río,

una mariposa se acerca

que pena tienes tú que penas tienes tu plantita¿?

tú que eres joven y linda,

luz y río te acarician, no llores bonita

mariposa quisiera ser mariposa quisiera ser

y a mi amada margarita de la otra orilla que está solita

poder besar.

Viento, viento bonito tráeme sus semillas, 

para que juntos juntitos podamos renacer.

La salamandra de fuego indica la heráldica de este corazón,

valor fuerza y honor,

como dragón enroscado al árbol celta de la vida

mi calor arropa tu cuerpo noche tras noche nacarada,

en la lluvia soy tu sed, en el frío soy tu calor,

en el viento soy tu silencio, en la calma soy la vida y la muerte,

en la oscuridad soy la luz que no se destruye,

yo como ella solo viajo a besarte,

en el tiempo soy el instante eterno de un parpadeo,

en el fuego soy fénix, en la tierra soy humano 

soy imperfecto,

pero amo toda vida ajena, en armonía plena, 

luna abriga este sueño, 

concédeme tu compañía

frío en tu existencia jamás podras congelar este latido,

amo amarte, vivo viviendo morir 

en tus dulces labios flameantes.

He venido a renacer eterno,

he venido a robarte un beso 

para que lo recuerdes 

cada vez que tus ojitos cierres.

Como salamanquesa trepo tu espalda,

y como golondrina busco la primavera que haga florecer,

a cariño, ternura y apoyo todas estas flores 

que sembramos en nuestros corazones 

y cuerpos de amantes sin tiempo.

Vine por tu beso, me llevé tu amor eterno.

Como lobo celta guiaré a mis antepasados en mi final.

Gracias mis Señores por concederme mi última ilusion,

y volverla real de nuevo,

aun sin cuerpo esta alma gritará por ti hasta temblar el cielo,

esta amapola de sangre llorará de amor de nuevo 

al juntar nuestros labios de nuevo,

calentará cada invierno nuestros cuerpos,

sus raices de bronce y tornasol volvieron,

de cobre nativo fundieron sus semillas.

Y oro agarrado este dulce sentimiento,

muerto sin sentir tu aliento,

cercanía de tu calor aun en la distancia que decretaba

olvido de razón,

querer puro, solo corazón.

Como es arriba es abajo, y el cielo llenará de luz el abismo,

el leviathan despertó y su furia solo es conocida,

por estos hombres como yo que temen a Dios.

No me desampares en la lucha sé mi fuerza contra las acechanzas,

manten inocente este corazón que no dió cabida 

a la envidia ni al odio cegador 

si la dio con luz de alma y espíritu pronto la desvaneció,

he venido a cantar al cielo,

a florecer mis semillas a mi paso, 

a curar mi dolor a buscar en tus brazos mi calor,

a darte mi vida,

a asumir que me has salvado la vida porque mi vida eres tú

hada mía.

Vengo a agradecer este amor que habita mi cuerpo

porque en el silencio de este manuscrito eterno grito,

que poeta del viento a lo que me califico,

no sucumbiré hasta vencer

y junto a ti cada día ver mi vida florecer a te amos

cada amanecer.

Cicutas rojas y negras crecerán de mi lecho 

de la sangre de este amor envuelto

y de la tinta mi inmortalidad en verso.

Noche lúgubre y umbría

por fin me diste el sueño que tanto ansío,

soledad qué pena tienes

que conmigo no puedes.

Amada mía has vuelto a mí para ser mi noche y mi día

has vuelto para siempre quedarte

en beso tinta y sangre agradezco a esta llama fulgente,

a este amor que seduce y me deja inconsciente,

como vivo estoy y tu imagen surca mi mente siempre presente,

Mi cielo,

tu sol, amada

me pediste ser tu luz y que tu fueses mi dueña

a si será siempre, a sí siempre ha sido.

Eterno a tu lado vivo 

y enamorado 

hasta el final de este latido.

Las luces de la ciudad apagarán,

dejarán a los luceros realmente brillar,

la torre de babel tumbará arrastrando 

al dios dinero de esta sociedad

yo no estaré en cuerpo para ver de nuevo como antes su final,

pero llegará y la bondad volverá a reinar,

la vida para los vivos, la muerte para los muertos,

yo poeta sin tiempo,

vengo a por tu beso y con tu amor ya soy completo.

Vengo para quedarme a tu latido preso,

vuelvo para deshacer el sentimiento,

vencer al mal que cobijé,

a humilde agradecer la vida de amor que a mí ha vuelto,

con sangre en mi cuerpo deseo tenerte cada día

como doncella y amada mía como hadita y delicada florecita

que solo necesita de mi amor y mis besos para vivir.

quédate conmigo,

quédate a mi ladito,

este mi cielo te daré, este cuerpo y espíritu 

te pertenece como el arcoiris a su cielo,

acompáñame este sueño a la tierra de fuego,

mantén viva la llama en tu pecho,

siempre sabrás que yo soplo para encenderla y crecerla.

Ven amada mía dame tus besos,

siente este corazoncito latiendo en versos,

siente una inspiración invencible,

como Dios Sol que existe y es invencible.

Enganchemos nuestros cuerpos enroscados como serpientes,

amemos el silencio y ternura de nuestros ojos,

sintamos ardientes las caricias,

y la piel tersa de seda 

devolvamos a la noche de su encanto 

y gemidos a su luna.

Seamos como fuimos quimeras de fuego con un mismo latido,

cuidemos el mismo corazón que habitamos.

Yo quien pintó el cielo en colores a su amada

yo quien obtuve de ella la felicidad inmortal.

A su lado mi fuerza para cuidarla, amarla y protegerla,

vuelvo a vivir vuelvo a en mi interior sentirte como riada,

y lago que da vida a mi calma,

tú mi ninfa, mi amada,  mi musa, 

mi hadita, mi florecita 

mi bella Margarita.

Yo tu guerrero eterno.

Siempre tuyo como la luz al fuego.

Te amo y te quiero.




El Castellano Y Leannán-Sídhe



Poeta sin tiempo,

escriba antiguo

deshaciendo el sentimiento,

vuelvo a caer en tus ojos

miel de dioses,

vuelvo a desangrar la rosa,

crece la amapola

su sangre enraiza

este el mío corazón,

vengo a por tu beso,

vengo a por tu aliento,

vengo a morder tu cuello,

ginetes del tiempo

muertos en este horizonte sediento,

escalé la montaña

hasta llegar al cielo

robé allí tu amor eterno,

ven amada mía

rompamos las cadenas del placer

en gemidos envuelto,

volvamos

al dulce momento nacarado

de aullidos a la luna de luz de plata,

yo lobo celta

yo druida antiguo

vine a por tu beso solamente

me llevé tu corazón

de adormideras envuelto,

las hadas gimieron

este amor eterno,

el dragón verde

me nombró su escudero,

yo de la rama roja

yo espíritu antiguo

amigo de hadas,

leo la naturaleza,

ella me dice

las raíces gritan

las hojas mueren,

el aire se asfixia,

los ríos lloran,

las almas duermen

buscando venganza

el ser humano,

depredador asesina a su madre

y raíces dicen

todo lo que no puede hablar

en silencio grita

pero todo muere en silencio.

Este pájaro de fuego

habita mi cuerpo

demonio antiguo

que habla en poesía,

idioma de dioses,

flores amando mariposas

como amores imposibles

yo alcancé tu alma y esencia,

yo fundí mi latido

y mil veces más fuerte

vengo a derrotar al tormento,

guerrero de mil batallas del abismo,

ángel dorado allí abajo

luchando con legión de sombras

y demonios convertidos a fe,

yo surcaré el infierno

y en la muerte traeré

tu amor de nuevo,

serás mi esposa

aun tenga que revelarme a la creación,

escriba con el demonio dentro,

lit et summun canae,

miles Dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erit uxor mea.

Esta amapola canta,

tu amor dentro late

como sabia de roble,

vuelvo al inicio del sentimiento,

vuelvo a amarte sin tiempo,

en este lecho de antíguo romance

tu sangre beberé

mi sangre te daré,

eternidad en mi pupila,

muerte sin cielo,

condena a renacer

en segundo estado

de transmigración de las almas,

en letras rompo mi condena

para ocupar mi lugar merecido,

aun mariposa en siguiente vida

sabré en que flor encontrarte mi hada,

voy allí voy al final del bosque del olvido

y te encuentro desnuda

mi caricia te dice

un te amo

tu sonrisa despierta el beso

en instante eterno,

a verso lanza y garra,

rescaté el amor eterno,

nací de nuevo en tu corazón preso,

agarré tu piel

bebí el placer

respiré el fuego

probé el vicio y el demonio

quisieron a golpes

matar mi inocencia

hoy he venido a vencer

mi pasado maldito,

he venido a aceptar a dios

como fuerza celeste,

aun rebelde mi fe nunca murió

hoy como ayer luché

y tu calor tu amor

tu rosa tu piel tu seda

tu bondad pura me regó,

flores crecieron en esta mía entraña,

el sol iluminó la oscuridad maldita,

he venido a casarme contigo

ha hacerte mía

como nadie te ha hecho

a despojar al tiempo de sus ataduras,

a eterno morir en tus besos,

he vuelto y el mundo temblará

porque de nuevo siento amor,

el corazón siente fuego,

el alma estalla en luz de lucero,

el espíritu habla más allá

de sombras y te abraza,

la batalla como la primera venida

será dura pero de nuevo venceremos,

a mi la fuerza,

a mí la esperanza de la nueva lucha,

a mí la bendición de diosa luna,

a mi el poder de Dios Sol

a mi su furia de fuego,

maldigo a quien destruye este planeta,

maldigo a quien destruye a diosa Flora

y a madre natura,

jamás mis manos mataron un animalito,

como celta en armonía vivo

con la naturaleza de dios Padre,

Conchobar Mac Nessa dentro

hoy tu poder siento,

como serpiente antigua

eterno viviré en esta tierra,

y cuando el hombre se destruya

por avaricia el mundo seguirá su curso sin él

y la naturaleza apoderará

las ciudades

no habrá ningún ser tan dañino

como el hombre,

los cielos se volverán rojos

el cielo llorará sangre,

los ríos sangrientos envenenarán

y el eterno resurgir vendrá,

lo más hermoso de este mundo

es el paraíso de la naturaleza

pero para el hombre lo más hermoso es el oro

y el dinero demonio,

vengo a amarte sin tiempo,

vengo a crear mi eternidad en el cielo

como en la tierra,

vengo a caminar las aguas

a romper los hielos,

a fundirme en fuegos,

a incendiarme de pasión en tus ojos ,

vengo a destruir mis cadenas

y amarte libre

como el pájaro a su vuelo,

yo pájaro sin alas,

yo pez que cortaron sus aletas,

yo hombre

que jamás pudieron cortar su libertad,

a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,

en tormenta tendré el agua de tu boca,

en caricias prenderé esta hoguera,

en tu corazón sembraré la amapola

eterna del amor que quema,

ninfa mía ven ven conmigo

a esta tierra de fuego,

luna mía ilumíname el camino,

se mi amparo ,

sé mi abrigo en noches de humo,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

elevar mi canto al cielo,

arroparme este fuego

que dentro tengo

en fe os sirvo como druida antiguo,

os pido bendición,

Artús dame tu fuerza,

Cernunnos caza al cazador,

Taranis riega estas tierras

salva los pocos bosques que quedan,

Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,

ofrezco este humilde canto

a todos vosotros con esta luz

que me queda darme fuerzas

en este amor que comienza,

eterno vivo eterno muero,

eterno sirvo yo guerrero antíguo

yo druida de la rama roja celta.

Los dragones volverán a surcar el cielo

y no habrá clemencia para el mal,

serpientes antíguas la lucha sigue viva.

Este mi humilde canto

temblará en la tierra ,

iluminádme este amor que siento

y que de mi alma se apodera,

amada mía sé mi sombra

como yo soy tu luz y tu calor,

sé entera mía como el pez a su río ,

y la piedra a su montaña,

sé mía como el árbol a su tierra

y el ciprés a sus muertos que vela,

sé mi amparo en la batalla

hoy de nuevo como ayer

juntos veremos el nuevo amanecer,

y la luz que cegará la tierra,

no hay miedo porque te amé y te amo,

aun ciego mi amor

te seguirá perteneciendo

como la abeja a su flor,

no habrá poder

que pueda separar mi alma

de tu corazón,

eterno te serviré

aún tu esclavo mi reina

te haré la mujer más feliz del mundo

aún en la muerte

mi alma seguirá el camino a encontrarte

y eterna tenerte,

no me desampares el camino duro,

sé mi fuerza en la lucha

nuestro amor ganará

y derribará el mal

que nos quiso sangrar

y en vida condenar,

la felicidad sigue viva

como la amapola florece

cada junio en el camino

te amo y lo haré

aún tenga que enfrentarme al mundo.



El Castellano y Leannán-Sídhe


hálito silencioso


Vida para el muerto, yerto

sin fuste ni conocimiento

vuelva a él su reino

inconsciente, hábil de su tormento

enfundado, marca de día

Reloj Solar enarbolando

hojas afiladas rayos de sí

por todo lo que vino y vendrá

al amor mi nacarado esplendor

en pétalo de flor.

Voy hoy allí donde la oscuridad nace

encausada y el mundo cierra

cual pupila de fuego

Consumida por su esencia.

Hada mía jamás lejana

vívida tu encomienda

arrópame con tus alitas

llévame a volar contigo

en letra y vida complacida,

Protectora mía aleja de mí

las malas lombrices

con sus mentiras

que ellas creen verdades

cuando ni la razón del hombre

alcanza la perfección únicamente

le sirve para sacar interés

Y provecho.

Este es mi lapso mi camino

del guerrero ser mejor en lo bueno

Y mejorar con cada hálito de vida;

La perfección rozar como misión

 lo ajeno ajeno es a mí.

Opiniones imperfectas ni atención.

Les atisbo su horizontalidad

Dios de mi mismo soy.



El Castellano




Litcher








Fuego de su mirada

preso avanzo el comienzo

todo silencio estático,

horizontal de sí

y de sus retoños escarchados,

embrutecidos por el tiempo angosto

que los alimentó en hastío

de estío cruel brevaje mas salvaje

su divina maraña

que ella tejía

resquicios del ser por doquier

destellos infinitos

de aquella Litcher Cris

mas yo atrapado en su tela de araña

nuestro amor que mecía allí,

gime el arbol cuyos muebles colgados

me ofreció esta amada lit

un licor de sangre

convidando con esta mujer araña

por todos los enemigos anhiquilados en batalla

hoy en el café de druidas

me siento alabando el más antiguo árbol

de lo lares, tejo perenne milenario

sabiduría de los ojos de Odín

voy hoy allí

ella cual sirena me lleva derecho

a la montaña más remota

con cautela mi beso y mi caricia

tornando deseo la mirada

y allí junto a ella retorcidos ambos cuerpos

en la arena

la cueva del dragón mío me aguarda

mientras yo de los mortales me despido

con altivo grito .


El Castellano


Templo de murciélagos


Dulce suplicio sumamente dichoso

enorme cual titán de fuego

mas por su ojo guía

estampa su enmarañado,

repetido verbo ésta y mil eternidades más

encontrado él en el filo

de la pestaña,

aguja marcando la cruel vida

ajena al dolor,

puesto que me llenas Brunilda.

Mi mundo rebelde subconsciente

en estrella crepitante

tengo el comienzo a ser yo mismo

poeta del viento,

escriba antiguo

de tu mirada tornada suplicio

de mi caléndula eterna.


II.

Momento llegó para ser nuestro

el comienzo de la creación

desde este astro apagado

llamado Tierra al submundo

de los condenados

donde sin sangre Vampiros nos llaman,

caminamos sobre el fuego

y atravesamos cual planta raja la tierra

toda maldad ajena,

nuestro mundo torcido

de sombras se alimenta Cristina.

Oscuridad nuestra única madre eterna.

Te amo mi doncella siniestra.



El Castellano y Lhiannan-Shee


palabra de un hombre


Amada inspiración

lejana o cercana según seas mirada

del interior embelesada.

Alma de mi alma,

espíritu sin nombre

destello sin horizonte

luz atraida cual estela indefinida

venda que el ojo no vea

orilla de mi barcaza

cruel horganza

letanía sin lejanía

mi caricia, existe sin manos

que te modelen cual arcilla.

Lugar de mi lugar sin hallar,

ni beso existe sin sentimiento inicial.

¿Quién afortunado que en mitad de la rima muriese 

para no cesar 

nunca mi descansar

eterno hasta la muerte luchar,

silente llevo el verso valiente

de embeleso desmochado

de la pestaña mecido en brava caricia

donde su hueco

llenó de estruendoso albor

en parco silencio fogoso,

lleno,tibio y pleno, libre

por amarte mi hueso

como no hay rosa sin cruz

no hay rosa sin espina.


II.

Yermo el color,

angosto el pasado

de mi caballo a cuestas en muleta

de saeta alada cual pegaso 

esfinge sin parnaso

yo decidí el paraíso de tus ojos,

para encontrarlo a diario

mi letra te encuentra

Cristina mi luz te domina

Fulgente cual rayo de Candamvis

Yo orgulloso por tenerte.

Lo que siempre pedí, añoré

Y en tu melosa dulce estampa.

Lejos de el. Cielo

En ti mujer encuentro el paraíso encarnado

El milagro haberte conocido

mi ser en dicha de decirte

Que todo lo que poseo es tuyo

y mi corazón te entrega mi sangre

Porque el coraje de un hombre

Se mide por la fuerza de sus palabras

Mi realidad es que eres

La primera chica

que yo de alma,  cuerpo,  corazón,

Arte y verso me he enamorado.

MUERTO SI TE OFENDO

MUERO  si te pierdo

JAMÁS PODRÉ VIVIR

EN PIE ORGULLOSO

Porque si amas, quieres,

adoras a alguien

Nunca se puede abandonar

Uno perderá hasta el hálito,

aliento que le deja existir

Sin soledad.


El Castellano



Mi dogma


Vivo por la ley de mi corazón invernado

del suplicio al suspicioso verbo por visualizar

para así su estampa domar en el cerro del lugar

por el templo de mi congelado habitar

en este mundo crúel

jamás caigo destruido ni vencido,

de la parca efímera me río

uno eternamente es lo que hace

con lo supuesto y lo puesto

guerrero del silencioso, parco verbo

suspicioso y su dulce tormento

que mece la vuelta

al comienzo del sentimiento.

Que raja mi cerebro y a mi Brunilda

dispara su verso encontrado, difuso,

diluído, concentrado en Quimera melosa

y que desentendidos juzguen de abstracto mi cantar

que yo vivo pintando

lo que se encuentra detrás de los sentidos

desvelo el único conocimiento y ángel de luz

como su nombre indica Luccifer

soldado yo sin superior mas

que mi humilde corazón

jamás poseedor de la única verdad

Luz es Luz

y madre Oscuridad

comienzo de todo.

Voy con mi caballo a cuestas

que es el reino de este mundo cuando mi vida es arte,

las ciudades son cementerios vivientes

con millones de cadáveres consumiéndose

para estallar a su hora sus entrañas

repletas de gusanos.

Voy allí consumado lo añil

donde mi tortuga Catalina

se come mí flor de difunto lucero del albor,

mas esposa del Sol

no voy a permitir mi sendero

reventar en pensamientos empobrecidos,

mi orgullo, ego, y Luz se basa en lo que hago

y el arte jamás se pudo juzgar

desde la espiral al mirar

, ni valorar , eterno demonio alado es

Invencible.

El titán desangra y enano torna

para lo enano titán ser,

Lo minúsculo es taladro para el cerebro ajeno

y el que nada no se ahoga

esta sociedad y doctores de las mentes

no valen ni para quemar sus cadáveres

puesto que ya están muertos

y su único aliento es seguir dogmas

de mosca medicamentosa, borrosa para condenar

y la adolescencia robar.



El Castellano



Pagano


Apostando mi idioma y pseudónimo,



porque este cuervo es más listo



que estas lombrices de ciudad



carceleras, arbitrarias,



hoy sin venas me siento con ellas



se va cavando mi tumba ilusos



que se ahogan en sus sueños de cemento



mientras yo, despierto,



Cuervo avanza en este cáos



de existencia y número de ficha del tablero



del ser.



Jamás viendo el número del oro



buen dragón komodo



investido únicamente por Demonio camuflado



de bien común



Voy destapando mi virtud



para cerrar bocas ajenas en cruz,



hoy allí



mañana aquí quemo la rutina



para ser el único fugado.



En vez de poeta vuelvo a nacer soldado



para este mundo enfermo va este génio



de artista desvelado con su cruél arista



enfundado, mas desvelado,



la vela y su llama bailando



como la rosa y el clavel masculino



jugando van de la mano.



Cierro condena,



avanza mi QUIMERA.



Te escucho hablar



temblores me erizan el deseo Brunilda



hoy y siempre vencemos



al cuerno con el pasado quemado ya descrito



y desvelado en insomnio cruzado



a través de la noche cabalgando yo Förüq



Sólo di mi nombre y justo acudiré a ti



la estrella guía que todo mece mi caricia.



Voy contigo, la mitad de mi ser



al submundo de los vencedores



caídos como sabes



para reposar en tu cuerpo de mujer,



la luna guía mi latido y nuestro encuentro



para vencer al momento desciendo a tu avistamiento,



la cumbre más alta es la dificultad



acuñada por fariseos de falsa palabra mi brunilda



ellos hospitalarios del gran filósofo DE LA HISTORIA



J.Crist su corazón de luz este guerrero de la luz



posee mayor intensidad



como milagro consumado, Pagano



de un precipicio precipitado e intacto



que condena al silencio



a los que no son de su estirpe.




El Castellano



Insommnium




Araña tejida en el ojo del lugar


el cuerpo ama el frío caído,


deslumbrado , yerto de la pupila con su tela


va montado en su palabra que estampa tijeretas


para que el ajeno nunca entre y llegue 


donde ya pone mi nombre


en cicatriz silente, doliente, abrasada


cual fuego leña abrasa


herradura mece mi caballo de letra montado


mientras avanza mi trino comulgado,


degollado, para verla llegar


Cristina Prieto Díaz la llaman de verdad


Mi barca embriagada cruza mi río de suerte y sangre


amamantando a las almas al pasar


el confín torna añil


de mi vida sembrada allí,


cae torcido mi mundo nacarado 


en el eje de la ola


para amarla a ella,


mi Brunilda.


El astro fulgente que me guía


Invencible es,


Dios padre Sol.


De guerrero mi piel, 


dulce estampa enfundada 


suplicio yerto 


al libre sin dueño


ni jefe, militar de sí mismo,


obra y creación al albor del rayo de Sol,


enemigo y competición única


contra sí mismo.


Va mi barca por el ancho río 


de mi sangre mientras cobardes,


cobijan su templo opaco


en sus nidos


carne suya al buen resguardo


mientras este vivo-muerto eterno


será el último hombre en pie


para seguir dando guerra


MILES DEI LUMEN


et in hora mortis nostrae 


qui est comme Deus 


only this servant of light


Golondrinera amarilla enraizada


del corazón para dar amor


a mi esposa Cristina Brunilda


ahogando temores 


en vaso de café de poetas muertos.


Mientras en el club de los olvidados


me siento como soy


sin nadie que me cambie de fe


pagano cristiano arriano hasta morir.


Vence mi momento postulando


el manifiesto venga a mí su reino


Como es arriba es abajo


es y será mi pacto


ahora degollado el atisbo de ciudadanía


grito que soy bohemio verdadero


NO Y NUNCA lombriz como ellos jamás


para ellos la boca gris


,yo eternoserviré flores por mi boca,


ellos ignorantes que sigan con sus maldades


yo deshojando, desmochando 


sus tiranías enraizadas


de sus corazones muertos


guiados por el dinero Demonio


camuflado de bien común


y su ojo que todo lo ve.


Voy allí donde corta mi sendero


en bifurcación escrita


para ser guerrero listo para combatir


nadie lo niega


yo preparado para morir


y el susurro de Morrighan escuchar


negro es el color


vestiduras atravesadas por mi lucero de espada


Culebre Dragón mi amigo yo su servidor


vendrá mi victoria una y mil vidas más.










El Castellano



Gajallar


Elevado trigal de mi amor.

Amapolas desangradas,

río de sangre por llegar

de este confín

al inframundo del pozo de Airon

va este celta carpetano Sighfrido en Alemania

nombrado a su casamiento con Brunilda

de las tierras del Norte.

Escudero investido de su dragón Culebre

 con ejército de duendes salvajes de los bosques umbríos

de las sombras eternas.

Su reina Señora Hada Leannan- Sídhe

de las inglaterras antiguas escocias

Holda madre de este vasallo

adorada madre eterna de la antigua brujería

junto con Lugh su padre Dios Invencible Sol

y su tío Candamnvis Dios de las tormentas

cumbres y alturas.

Su rayo atizó el poder al caer

sobre su espada,

incursiones viquingas

realizaba este GAJALLAR

reencarnado

arrasando y saqueando las inglaterras

saqueando templos falsos

adorados por otra fe

en su ley no existían más fuertes

que sus Dioses

mientras Jesús multiplicaba panes

Wotan se iba a pescar hidras y dragones

a los océanos.



El Castellano



Estampa invernada


luz amada y difusa,

tibia, serena, de tus labios

flameante fulgente

donde polillas eternamente

quieren besarte como búsqueda

sempiterna

de las estrellas de las que provienen

artificie luzzae luz fría muerta, yerta.

cuando la eterna batalla de la noche

 avanza el incandescente fuego

y su magia de encierro comienza 

quién te liberase y este mundo quemase

de el altivo al cimiento te habla

el alma d'este muerto en su sótano de luz

donde hormigas y lombrices grises

caen devoradas y encerradas

voy con paso lento y decidido

al fin de mi mundo para encontrarte

mi adorada simiente,

desde un principio libertad soñada

en mi cueva al bosque,

lobo que se reunía en comunidad,

vasallo escudero del amor nombrado

cuervo de alma viajera

en esta y en su antígua vida

su vida le importó a su vida

y sus pensamientos

le importaron a sus actos

menos en esta vida

del negocio medicamentoso borroso

que se ve a la persona por lo que tiene

jamás por lo que vale

y desde el libre albedrío matan la inocencia,

pureza y bondad del humilde corazón

con esta parca sociedad silente

que se pudre lentamente

desde su condición de muertos caminantes

y bocas grises donde cargar maldades

para disparar desde este cementerio viviente

donde me quieren convertir

para volverme lombriz de boca gris

como ellos.

Maldita su estampa, grito

para matarles con el eco. 

Yo soy un cuervo.



El Castellano



Förüq


Desde el altar altivo disonante

de rojo carmesí enfundado

y el cáliz derramado en sangre

del degollado al jinete sin caballo.

Espectro en el silencio cabalgando

saqueos y pillajes

de su estandarte clavado

en tierras en letanía

de enemigos y contrarios

llevadosa esclavos.

va mi río con paso lento y decidido

guiando a las almas al pasar 

vikingo Förüq  habla para callar

a este mundo de lombrices ciudanas 

con su boca y mentira

vuelta buzón traga oro.

Declaro la naturaleza mi religión

GAIAA mas pagano eterno mi corazón

desde mi nicho al humbrío albor

yo voy enfundando mi espada,

obligado  por cansancio

despedido de ella.

Con su grito rajando tierras

y abriendo centellas

voy por ti mi amada Brunilda

mi mujer y única dama

por la que mi existencia

va tomando forma y carne

de Sigfrido el cantar no cae decidido 

en rima, letra

y fulgente tormenta,

me llama y llueve el corazón

para avasallar el desdichado,

despreciativo mirar

como se corta una sandía por la mitad 

declaro que a mi vida conflictiva

no llegó el más fuerte cantar.

QUIÉN CONTRA ESTE FALLECIDO

CON SEGUNDA OPORTUNIDAD 

para con mi amada brunilda

vencer tres veces más.



El Castellano



Brunilda


Cielo obtuso lleno, perplejo

dondebrillas brunilda

para eternamente encontrarte

desde el confín de las almas

al cielo encerrado de nuestra existencia

mi Valkiría guíame el camino

a encontrarte y en tu interior adentrarme

contigo siendo tu razón verdadera

reposando, siendo una Sombra más

pero eternamente venciendo

en la batalla de esta y mil vidas más

déjame amarte como si tu alma

fuera mía porque así la siento

completa con la mía y viceversa.

Nosotros hUNO desde mi yerto lugar

a tu paraíso de porte Inglés,

caléndulas sembraré en tu corazón

para allí indomable quedarme de simiente

siempre, siempre presente juntos

Voy allí al final del camino que lleva a encontrarte.

 CONTINUA

Una flor con mi beso en tu seno

que tatua mi mujer  contigo eterno soy

mi bella flor brunilda Prieto Díaz

hoy soy tu apellido vuelto FUERZA

d'este confín a tu pupila sin fin

hoy lo conseguí en ti viví

enamorado estoy de ti

y en realidad siempre lo conseguí

mi mujer porque te amo y amé

incluso antes de conocerte desde la penumbra

al alba que juntos volveremos fulgente

y siempre como dos paraísos silentes

vueltos edén.

Mas summun de todo lo conocido y por conocer

porque juntos somos la única y verdadera Realidad

de amor sin igual.



El Castellano.



Nueve simientes I, II y III





1

Halle donde me halle,

crecerá del viento

la semilla en su valle.


La hoja muda criará

retoños del ciprés,

mi sol dormirá.


El pececillo de plata

correrá, morderá,

el azúcar de mi sonata.




2



La dulce cicuta triste

mi piel enraizará,

mi alma dirá viviste.


La nube llorará

mi grama mojada,

el sueño perdurará.


Luna de plata sempiterna

y su réquiem elevado,

mi montaña de nieve eterna.


3

El río llevará un latido,

nacerán las gotas,

mi árbol será sentido.


Olmo viejo en retozo,

raíz de su padre,

alma anclada en gozo.


Almendro de invierno,

sombra de abeja

deshace mi infierno.


4

Caracol de mi camino,

encuentra la mata,

olvida el romero su destino.


Tierra viví para sembrarte

mi aliento ciego,

brotado para nunca olvidarte.


Golondrina de solsticio,

vuela tu fuego en círculo,

que tus ojos sean mi vicio.


5

Amapola de rojo,

sangra mi tierra a tu antojo,

ama mi sed de arrojo.


Cielo pequeño alcánzame

mágico el sonido,

tiene el viento quien le reclame.


Olivo de sembradío,

trigal de sentido,

naranjo de mi regadío.



6

Salamanquesa de pared

bebe de mis plantas

tu sed.


Helecho de bosque sombrío

alegra el verso seco,

luce la golondrinera su brío.


Hada de mi zarzamora,

tu pena vuelta mora,

espino amarillo de mi demora.



7

Hierro luce mi espada

esta calma otoñada

mi vida de tu savia preñada.


Salvaje canto de la madrugada,

grillo de galán de noche,

blanca dama de noche, su flor estrellada.


Hinojo al fuego,

semilla de sol latiendo

mi curativo ruego.



8

Abrojo de campo,

celoso canto de silencio,

muerto en vilo mi tiempo.


Surco de piel labrada,

saco de mis esperanzas,

placer de aquella parada.


Ola de mar que llega

caracola que entona

en sal y arena.



9

Vid de mi quimera,

uva pasa en la espera,

flor abierta de primavera.


Pozo de mi recuerdo,

en verde musgo un fantasma

de lo vivido muerdo.


Corazón te abrí,

te sentí,

y voló un colibrí.



El Castellano y Leannán-Sídhe

28-09-2013


1

Recto mi sombra y este servidor,

he soñado altos mundos,

sueños extraños dirán


los sueños sueños serán,

pero cada día la vivo más

a si sea otra dimensión


mi hada vuelta realidad,

he perjurado, he gritado, he odiado,

HE PERJURADO


2

mandé a la chingada a todo,

y lo único que quedó fue mi fe

inmutable desde mi viaje a Escocia del 2004

.

La vida cae, como otoño entra,

hilos teje la araña del destino

encontrarte fue mi sino .


Rima perecedera,

muéstrame el camino,

todo arte lo cocino.


3

Venga a mi la ladera.

artesano del arte cansino,

desde pequeño odiando el blanco vino.


Ven ven a mi vera,

artesana de lo no sano,

amada araña lobo.


Nada de música nueva era,

ni El Cano podría con este albino,

como todo duende que vino.


4

Cómo va mi regadera,

mejor que la pradera

y ladera en primavera.


Quiero vivir en los nombres sin peladera

ni etiqueta yo Caín,

agricultor druida de todo lo silvestre.


El primer hombre fue deus

imagen de sí creando y disfrutando

de lo creado como el Sol.


5

Cómo hago para saber que vivo sigo

pues robo una semilla a mi camino,

y siempre nace y digo eterno vivo.


Resquicios de mi padre Sol

y su hijo con su cuervo en el brazo izquierdo

más su sabiduría es saberse cuerdo.


más pelo dorado de Sol a Sol,

al cielo mi amor seguimos luchando

el arte de vivir mas la nuestra amando.


6

Diáfano espacio vida de mi vida,

suerte y bendición advenida,

la vida para en vivo.


Rico el vivo pobre el muerto,

dos meses completos rocé y tuve el cielo

por qué, porque en 2012 ella vino.


Soy el que soy y aprendí a amar con ella

mas ella no fue de alcohol botella,

única dama que creó felicidad en mi mirada.


7

Caléndula del lugar

esposa del sol

más sangre su mirar.


Hierba del podador sin igual

al cielo su caminar

cuando de cada mes es floral.


Quien te viera caminar,

mi terraza tu morar,

de tu difunto eternidad.


8

Silvestre mi ida,

en la piel acogida

sangre de tierra mi dicha.


Amapola común,

joven creces y hoy te divisé,

de mi maceta su summun.


Vera tuya

un joven ciprés de semilla,

como joven ternura.


9

De la magia del mundo

la singular aventura,

de ser dueño de la vida.


De montañés el talle

mas del valle mi traje,

del abrojo mi sonrojo.


 Quimera de mi destino

esta vida que tiene de vampiresa

mi sangre de planta silvestre del camino.




Dragón verde cobre y Leannán-Sídhe





1


Camino sin linde ni desvelo

las trompetas de los ángeles cayeron

de mi florero al que vida apelo.


Flor de luz del lindero

nunca yerto fiel desvelo

mi acequia sangre en arteria primero.


Desierto embalse de augurios yertos

embiste mi flor que viste

en frutos de higueras de diablos.





2


Sangrante olvido jamás bebido

golpes de silencio

la razón van consumiendo en mi camino.


Tierno amor mecido, flagrante

como armónica endiosada disonante

como juventud elevada, auspiciada en la retina.


Ojo con ojo tu vista alegra mi antojo

quemo mi pasado para ser eterno presente

hoy con hoy mi corazón abre del amor mi pecho en rojo.



3


Resquicio tenue veloz

es el resguardo de tu amada voz

por grama acabar mi hoz.


Diente de león Tragopogon

molinillo gigante fulgente

brota, nace de nuestro fulgor.


Soy el muerto que ves

eternamente brotando en vida sus recolectadas

simientes inertes.



4


Busco en la tierra el calor

sí ese el de la flor,

ciempiés amigo mío, de tu jardín no picador.


Satansdán le llamo

a ti mi Valkyria te amo

y a ti súcubo Leannán-Sídhe te llamo.


Hinojo ardes mi tiesto,

Foeniculum vulgare manifiesto:

Que no hay siembra mía que tierra tenga estático color funesto.




5


Polvo soy, polvo de estrella seré

a mi amada diosa hasta mi muerte amaré

guardian del jardín seré.


Es nuestra promesa

arroparnos en vivos colores

sea en esta vida o no la existencia.


Viva presencia opaca violeta morada

de noche constatada ausente

hasta que la trajo de presente el amor de mi triunfal estacada



6


Retiro lo anterior dicho de mi sonrisa

he descubierto el amor verdadero con Cristina.

Qué son dos meses de cercanía y un año de lejanía.


Nada tengo por seguro ni la muerte acuso

toda fija creencia puede caer de plomo

pero esta mi relación presente depende de mí.


A sí el interés mueva la tierra

no lo veo en ella

de su boca tengo el céfiro de ella mi bella.



7


Al final de los días, del silencio

marcado tiempo de gozo estallado

voy allí amando mi dulce suplicio.


El final comienzo de todo

Sol naciendo el nuevo día

mi mirada fija naciendo del lodo.


Quién nos recordará Valquiria

por eso lucho

con paso lento decidido sin desidia.



8


Ortiga de mi camino que muerde

el sentido oblicuo,

perpendicular de verde.


Esposa del Sol de cultivo

años en albor sin suplicio

que no sea tu mudar de floración.


Meconopsis cámbrica el amarillo

tu luz de amapola Golondrinera

del bosque de sombra nacido.




9


Peineta de brujas

vuestro fruto clavando el aire

poeta del viento este al que le hablas.


Espino amarillo de mi desierto embalse

de recuerdos ahogados

muertos, sepultados que ya no hacen bache.


Amando amarte papaver rhoeas

amapola de mi camino en sangre de tierra

éste es mi ojo de tierras.



El Castellano y Leannán- Sídhe a 21-9-2015




Es la hora, tráeme la luz

la luna a esta noche investida

de cal y cristales de hueso

resplandor fulgurado

ansían mis labios en estruendo

llamados

nosotros perdemos el control

al final de los días mi pálpito

llama a tu pálpito

fotografía tuya

sí en mi pupila

tráeme la línea del horizonte

GRACIAS a esta retina cansada

mi vista es y pudo alcanzar

todos los brillos terrestres

plantas, animales, vida, muerte,

en la oscuridad madre de todo

te vuelvo a llamar porque noche

está llamando

noche me llama una vez más

para traer a mis ojos tu sonrisa

de que estás conmigo

otra vez más

si admirarte es para siempre

tuyo soy.

Fotografía de ti

solo tu vida entrando a la mía

con tu sentir de doncella escarlata

como es y fue

sin conocerte te esperaba.









El Castellano



Por tu caricia

rebosan las fuentes

en rojos colores

y la tierra brota sangre

mi amada

puedo escuchar de tus labios

el sonido de una palabra

sin tú hablar

la ausencia fue habitada

y dejó de ser vacío

para llenarse con tu aliento

senderos me llevan a verte

como de la primavera el ababol

en compañía de la verde espiga

voy a tu vera sin salida

porque todo me lleva

a complacerte

investida locura de amarte

mi bella Valquiria

lucha, esfuerzo,

todo depende de mí

por mantener tu lumbre

y afecto encendidos,

el destino no lo gobierno

con lo puesto

y frustración no apuesto

porque nada es para siempre

hoy te tengo,

hoy te disfruto

de futuro no me hables amor

ni lo pienso

sólo veo tu caricia

y hálito de vida junto a la mía

mañana...

habrá que preguntarle

a la lombriz boca gris jajaj

igual acierta mi devenir de Cuervo

junto a su Urraca Cristina.



El Castellano



Fuego en el agua de la mar,

dentro de tus ojos,

dentro de mi cabeza un gato negro

sí el mío,

pasea tu desvelo

como el color de mi suplicio

en yerta madre de todo

como este guerrero de la luz sabe

que sin ella nada existiera,

yo paseo ciudades que negrean,

y humean fósiles del intra-terrestre

astro soslayado y apagado

que pisamos desde memoria

y razón cabalgada.

Jinetes del tiempo muertos caen

 en este horizonte sediento

piel con piel,

beso con beso

nace un verso.

Me reuní con aquella lombriz boca gris

si quería yo saber de mi devenir

contesté yo que sujeto al destino estaba,

yo que indomable y sumiso amo mi camino,

sí mañana voy allí donde dices,

a la tierra que todo es libre

y me despedí.

Tras aquella razón que di

a aquel ser.

Yo amo mi condena y a mí sería

al que tendrían que pagar para quitármela

sin mi sufrimiento no sería quien soy

y sí señor sé quien soy,

tú sigue tu rol tejido feliz

y déjame tranquilo es mi sino

ser atípico

lejos de andar de flor en flor

cultivo cada flor

y a sí elevado amor

asido al rojo horizonte

por conquistar y mi color llevar,

hablo con mis pensamientos

de más allá y otro lado,

orilla por llegar

allí sombras y saetas

alcanzan a deslumbrar

cuando hipsipila nació

el ojo de este vampiro

bien contemplándolo estaba.



El Castellano



Tiesto





Diestro mi amor

que se quedó con la planta entera

y no con la flor.

Ojos cuencos en sí

disfrutando lo vivido

más pasado pasado no fue

si aprender se puede de él

abandonar el reservado ser

y buscar en mi caja de espinas pasadas

nadie por complacer nadie por agradar

sólo mi ser por no tropezar más

y eterno fulgurado brillar

mucho por ganar

el tiempo cómo no es mío puedo gastarlo

en mi psique emplear.

Amando la virtud odiando el defecto

parece que en esta ayuda forzada

la diferencia debo marcar

y que me valga el recurso de verdad

nada material por ganar

no enemigos, no amigos

batalla interna para alcanzar

estabilidad eterna,

me piden que abandone mi régimen

caótico, climático emocional

que sea lombriz como el resto de sociedad

no puedo elegir

si no asocial ermitaño de mi castillo

ganaría una y mil vidas más

porque yo con una planta por cuidar

tengo lo que tantos ansían

llamada y flagrante felicidad.

Púdrase este mundo material

haber hasta dónde alcanza mi libertad

desde estas jaulas temporales

y sus naranjas mecánicas

que risa me generan

¿Yo temor?

Sí a mi sombra

llegará un día que la atraparé.

Muerto el suplicio,

caído el invento

distraído el momento

eterna la idea

vendra a mí la quimera

del círculo perfecto

con su equilibrio dentro

por desangrar altares de humo.

Y colgarme entre hermanos murciélagos.

Poco más no me cansé

pero guerra contra mi mismo

era o no era llegó el abismo

a mi espino de camino.



El Castellano



Hipsipila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomado,

lejano y distante su reino de amor está

Como su princesa por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje gris lánguido,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñido su color añil.

Vientre de hierro

Donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tordo, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de castilla

Sin preludio de su princesa

Que no amará su tierra

Si no a su hipsipila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavio triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su princesa

Que ya Más no quiere

 seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

El albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.




El Castellano



Mi Valkyrie Cristina


Sonando en el límite de la razón

donde abro y llamo a mi corazón

espiga, verde oliva, de viña mi uña

avanzo despierto el camino

a tu entrañable interior

peinetas de brujas de guardias

furor en mi sien alabada miel

abeja hartada en esplendor

soñada en pasado

indicándome la llegada

de mi nuevo amor

mi brunilda y valkyria desde julio

Banshee adora mi sed

de quimera flagrante

ojos en nuestro fuego de pasión

sujetada en el interior

sí es ella a quien yo amo

Cristina Prieto Díaz

fuego de mi fuego

cabellos de mis cabellos

cuerpo para mi cuerpo

ojos centro de caléndula

sangre para dejarla yo caliente

y que mecer sea arder

porque a mi lado eternamente la tendré

como yo a ella desde siempre soñé

trabajo continuo para no perder

y a su lado eterno vencer.




El Castellano



MR. Monstruo llamado

entre opacidades

de violetas ausentes,

avanza su legado.


La espada su pluma

para matar a ecos de silencio

la grama democracia que creció

like  libertad del ciudadano del mundo


a guadaña se va mordiendo

en tajada las cabezas de grama

el aliento en cavernas escondiendo

hoy la lápida y el nicho es su cama


su fe albores no recuerdan su esplendor

en leyendas desdibujadas hoy quedan

sus garras talladas en piedras

de su pueblo en ardor


conquistando actual Irlanda

éstos thuata De Dannan

 inmortal hijo de Dios Sol

sus ojos crepitan verdades


esas realidades desmigajadas

llevadas en pozo del inframundo

de Airón, almas acabadas,

enemigos yertos sin piedad atravesados


quemados sus ojos de mirar

los de Mr. Monstruo Vulgaris Magistralis

reposando entre cavernas

y bosques negros, umbríos


habla con los árboles, habla con los animales

son las almas de su pueblo

en ciclo eterno de vida ,muerte, resurrección

suenan los tambores de los umbrales,


¿Puedes escuchar el sonido del tambor?

Es tu conciencia, M.r. Vulgaris

viene vestido en gris

con su letra en amor a su pagana religión.



El Castellano


Idea 9


Trenzado en el ardor del ascua

flagrante Dios encendido

invencible como sí mismo

Sol encima de nosotros,

caminamos los límites silenciosos

quemando metáforas

quién le puso nombre humano

desde antaño Lugh Luz le asocio

ahora en esta era Jehova le llaman

los falsos a sí echo encima de ellos

mis cenizas ardiendo

por qué tengo que tragarme

corazones de Jesús y milagros

que ni se sostienen por muerte

entendimiento cruzado

al ataque sobre el trono

viene la montaña de Mahoma

y mis puños la mandan al océano

de la mentira donde reposa donde mece

el oro del planeta en cabalas de Wall Street

sigo con el tercer ojo en la mujer budista

y el manporro que se fuma al hippie

años de creación hundidos en la nación

nosotros la escalamos agnósticos

la nada se os come nihilistas

pagano hasta la muerte

jamás la verdad fue única al pimiento asado

la pus del day y su nuevo camino del catecismo

todo elaborada mi defensa de misticismo

creéme tú existes porque te estoy soñando

mirando la europa buscando la luz de Dios Sol

para asolar cabezas de ajipuerros

águilas vuelan sobre sus fachadas

testigos yertos árboles mirando tu gorro

por cabeza ausente de respuesta

comunista que le taja su hoz

y el martillo es de palo

fascista que su brazo

en gangrena se viste de colmena

anarquista que su utopía se la come una arpía

y desaparece en su retina como la novena legión

ya me aburre seguir describiendo cementos y ladrillos

de todas vuestras ideosincrasias

que os hinchan como plantas crasas.

+



El Castellano



Hierro de hielo


Entre la vereda y la rambla

viene a plañir mi alma.

De espino y aroma esquivo

su fragancia es.

Aquel ocaso que la luna llora,

lleva mi camino entre niebla,

y bruma gris,

que ya no ensordecerá más.

Viene el ciudadano buscando estrella de oro

cuando este astro murió;

Ahora fieras se alimentan

de sus cenizas,

cual sustratos escalonados

que encasillan.

¿Qué  busco yo?

Este cielo ha muerto

sólo es el cielo de una caverna.

Sí nosotros somos los hombres muertos,

que no tenemos vuestras aspiraciones,

voy desvelando senderos, lindes llegados

a tu corazón, colinas, montes emplomados

de vides destartaladas en quimeras

espirituosas de sangre de tierra.

Voy buscando manantial eterno

en tu resguardo...

¡Oh quién te hablara vida!

Yo trato de honrarte

con mi cante que en ti vibra

de grillo, caléndula y girasol

gracias madre y padre

porque estoy viviendo

y eterno voy de la existencia aprendiendo,

entre mesetas voy fluyendo

siénteme amor voy llegando,

los pinos van cerrando,

la sociedad oscureciendo.

Piel y verso,

caricia del negro hálito

pulso cenizo

en la cigarra desdibujada

en cigarro que fumo.

Llegado el día todos los astros

volverán a sus colores

las piedras sangrarán flores,

la supremacía no será de nosotros hombres,

las lumbres parirán vivos tocones,

el suelo gritará albores.

Nuestra sed mi Brunilda

será torrente de vida,

ALLÍ SÓLO ALLÍ

llegado el Valhalla

la mar será hielo

y soló allí reinará la eternidad.



El Castellano



Andén


Balancea justo el momento

sobre mi,

tu boca cabalgando la araña

de mi destino siniestro,

los murciélagos colgados

están, de mis ojos

myotis myotis de mi sentido

argénteo población de pensados

palabros por nacer

en la cuchilla de afeitar

que de ausente

nació barba en mí

y cicatriz a deguello

de aquel precipicio en valor

del que es hijo del viento

mas de pie ni gravedad le puede,

sufrimiento, dolor, sangre

inmensas para este inmortal d'esta era

lo mejor es reirse de uno a sí sea en metáfora

cobarde¿? ni me arrepiento

ni secuelas tengo

y condena la estoy pagando aún

te cambio la piel si quieres

llorarías como niña de soportar esto

ahora con la bendición de su mujer

Cristina Prieto Díaz

el mundo le parece pequeño,

riéte tú de tu ombligo

y pregunta al aire quién más fuerte que este hombre

sólo armas pero cuerpos de peso

parapléjicos caén

yo corro mi andén

y amo todo lo vivido por este ser que lleva mi piél

pruébame soy tabaco de hiél.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Indígena


Resplandores dorados,

invernados de su calor,

sencilla emoción,

ten todo lo que quieras

 inspiración, sueños,

por cada sangre

ya que vale menos la vida

que un puñado de papel

pintado, liviano, demonio dinero hablado

todas las historias del final de los días

cuentos contados

expresiones

un millón de rostros, un millón de mentiras

¿qué quieres que hagamos?

hundirnos en el conformismo

pues no,

mi vida tiene un eje y un sentido

si alguien ha de perder

que sean los anélidos de ciudad

que por lo menos

los ignorantes vivimos felices

sin preocupaciones tú amor observa,

detente y piensa

mira las plantas con atención

qué preocupación pueden hallar

solo una o dos

luz, agua, sujeción la tienen

¿qué sujeta al mundo entero?

ese material,

¿quién el libre entonces?

quién depende de sí mismo

llamese indígena.



El Castellano y Lhiannan-Shee


Cortó el sendero


Se ha ocultado el Sol

al son de tus versos

que profundamente bullen

desde las vacías cuencas

de tu desgañitada garganta,

por amor gritas,

por amor

te amo.


Si soñar significa vivir la vida contigo,

no despierto.

¿Para qué?

Para ver esta sociedad autodestructiva...



Su sol que les negrea

y acaba caído cual oliva del olivo

y su ancestral ingrávida realidad,

que desconocemos y adoramos

los hombres de bien

que la naturaleza

tornamos como religión.

Parco sentido,

que ve a lo demás en exterior

al ser displicente,

que busca lo sencillo.

El austero gesto

mirando su estampa completa,

él mira desde su interior,

lo demás innecesario,

menos su amor que le mece,

y llena de orgullo

mas su vista llena de lo simple,

cual amor sencillo, tierno, elevado,

todo lo que ella significa

en alto.



Anochece en esta plaza,

no hay nadie

a quién el poder se le oculte

en las pupilas,

anochece y se acrecenta su oscuridad,

valdía y yerma de sentido

por unas vidas de suplicio,

socialidad oscura

de noche todos los gatos son pardos,

y hasta que amanece,

la lunática sombra se extiende

por el páramo de Castilla,

avenidos árboles,

de luz nacientes.

Llenad el terreno cuántico

de los seres inertes

de su dinero insensatos,

por un crimen de ramas y flores

lloran las estepas

y los campos.



El Castellano y su Valkirie



Eternidad cavada en el surco

de y para tu alma

dices de volar

llegado el frío día

mas no es impedimento

para tu cuervo Förüq

que se parte alma y conocimiento

por ver de su vid

florecer el viento

sed y arrase de tu agua

creencias caen dobladas

en tus llamadas

muy largo muy alto

avanzo nuestro sentimiento

despierto del amor

a tu violeta ausente morada

cual ala de su urraca

no volveré a vestirme

de esperanzas falsas

amada verdad encontrada

sí en tu mirada

en el silencio melodioso

vienes de nuevo donde la piedra quiebra

en invierno y su helada

siempre ahora nunca pasado es

historia de mí

escribiéndose bastardos impíos espíritus

por deshojar amando mi virtud

odiando el defecto

me visto de la piel sarmiento

quimera de sangre por tornar flor de difunto

sentido alerta dispara el beso

la chumbera abandona sus espinas

para yo dormir con ellas

como vellos de mi cuerpo

la higuera olfatea mis pasos

mi oscura vida sigue huellas tuyas

en rastreo eterno

y la luna partiéndose arriba

todo es y será amor

de tu vívida y entrañable

por no variarle en disonante

échame un cable.

Estampa entraña amada

corazón de este corazón meloso

que quiere escribirle al campo

y cae en devenirse en su novia.



El Castellano y Leannán-Sídhe




Labrantio


Lleve donde me llevase el cante

el umbrío,tibio parco hálito,

allá donde mi latido no cupiese.

Te llevo en mi huerto amor

en éste verano que mi Sol de amarillo

la vida unjiese

y la tierra en Encina y esparto blandiese

hoy como ayer

mi cuerpo sobre tu cuerpo

cayese del pinar de mi vello

al margen obscuro, de ti

Puedo empezar

solo basta dibujar

detrás de mis ojos

allá mi amada está.

Llamada poesía

y mi mujer Cristina

llamada Artemisa.

La mISA del campo

y el relámpago enarbolado,

nuevo en resplandor de Thor

su rostro cayendo está

centelleando, abriéndose,

crepitando en el Álamo

de. mi amado pueblo

por qué mi amor a mi tierra

Porque el amor no se elige

como nacer no se elige

ni dónde ni ábside.

Al firmamento mi amaranto

foráneo y mi vida

cercana a mi mujer.

Y qué lejos veo el ciudadano

cuando estoy con ella.





El Castellano y Leannán-Sídhe




Lluvia dorada, aullidos en el viento

visiones en el sueño de volar

soplidos en la sinfonía

de verla a ella día a día

rojo en el cielo

solo viendo mis ojos

solo viendo mi corazón ¿qué encuentras?

HABLO DE NUEVO

-¿Qué araña me lleva?

para este latido inteso

cual brazo de Mister Vikingo

Todo lo vivido

todo sorprendido en interior del hueso

que me sostiene aterrorízame

lejos o cerca jamás podrías

no puedo empezar de nuevo

pero de nada

de lo acometido en mi existir me arrepiento

todo lo que he amado niebla vuelta de hoja

perder es posible para conseguir una eterna victoria

ya la tengo tu corazón la amamanta

mi novia tierna CRISTINA

infiernos atravesados vueltos paraísos desmigajados

de tus fuentes crecientes

eres lo mejor que pude conseguir

por lo que envuelto en conformismo no estoy

puedes verme crecer a mejor con tu ser

sólo soy lo que tus ojos dicen de mí

y los espejos se clavan en las sienes

hacia mí vienes

valores míos forjados en la espada de Nuada

mi estómago el caldero de Dagda

por lo que nunca se acaba el deseo

de en mi interior cocinar tu amor

mi valentía tejida en la lanza de Lugh

nadie es más fuerte que yo

porque nadie me supera y no supero a nadie

sabiduría y juventud bebida en la piedra de Fáil

soy Yo un hombre de la diosa Danu

su caléndula enraíza mi corazón

y tu eres su abeja mi amor

esperando que conserves el cardo de la dama

que te entregué

hoy como ayer a tu lado estaré

hasta que mi aliento raje el cielo contigo mi cielo.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Escalando el nuevo día

hechos de ti que encontrar

a través de las luces

que conmueven, que traen

lluvia fría para pintar mi nuevo día

un amor que viene, mece, trae

todo lo que a esta sangre alimenta

para estallar  siendo poeta del viento

toda esta felicidad, orgullo, honor, AMOR,

pasión, ilusión, redención

mi vida girando una vez más en tu boca de estrella

vuelvo a verte trayéndome flores de difunto

yo me veo pidiéndote simientes

tu obsequiándome su albor en vida

mi reina

te traigo aquí a la frontera de mi mundo en vena

todo por brillar todo para siempre

a tu lado estar

llámese relación estable que nos cae de las pestañas

en abrazo del te amo

en el sentimiento eterno

de este cuervo

con su valkiria sí condeno mi aliento

para nombrar mi musa del viento

a ti Cristina Prieto Díaz

yo tu humilde servidor hijo del Sol

Miguel Esteban Martínez García.


El Castellano y mi hada.



Jamás mil máquinas podrán hacer una flor


Algunos yertos ciudadanos

caminan sus ciudades que negrean

montes urdidos en lejanía

soy yo, encerrado, quien os habla

yo que busco en el violáceo, puro,

firmamento del cielo;

 Ese día que llore sangre

y los yelmos de cemento derrita el cielo.

Sí busco ese puro Ocaso

que temían mis Ancestros

que hoy en día no hallo.

Os busco Dioses entre bruma escarlata

que difumina mi navío.


Hombre pobre pero rico por dentro

Rico el hombre vivo de bondad,

muerto el pobre hombre de ciudad 

sin más finalidad

que el dinero amasar.

Retrato mío difuso cuánto tengo,

cuánto quiero, cuánto deseo.

SÓLO UNA RESPUESTA:

-Vivir como vive el animal sencillo

guiado por sus impulsos silentes

de nacimiento asidos a su finalidad

o ser dependiente del insecto que me poliníce.

Qué alegría vivir como vive la flor

que al muerto le da calor

y mis venas gotas de savia castellana.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Duerme Ostara


Stellaria ya abatida

caes junto con la sazón

del geranio de los caminos

y la pequeña fulgurada

calendula arvensis

de brote temprano

antes de Ostara

el camino en verdor

y color rajar copón

quién os elevase

y os diese voz

vuestro ciclo de vida corto,

sabiduría de la conquista terrenal

y la dureza de vuestra simiente

por el estío mas el frío marcándolo

sin guardias vuestros romances

esperando sus soldados alados arribar

halla o no tapial de la franca puerta

del Creador Universal,

campanillas ipomeas mece mi tierra

que sin ser de nadie

sólo vuestra.

Os acompañan malvas, abrojos,

dientes de león e infinitud sin condición,

malo el hombre vosotras nunca

malas hierbas sois,

cumplís vuestra función en elevado amor

sois color de flor,

pasión del animal visual que os habla

desde Castilla

a su antiguo cementerio viviente

de Alcalá de Henares (Madrid)

invoco vuestra alma

para que semilla que toque, semilla brote

llegado septiembre

como siempre me ha ocurrido,

os pido se mantenga mi Don

jamás os dañé ni perjudiqué

con ni sin razón,

os amo; Que siga vuestra eterna conquista

del terreno en albor.




El Castellano



Cabalgando tu beso


Soledad ausente besándote

en mi reino pleno de ilusión

en tus sueños no soy extraño

amo y adoro el Sol

dame claridad para entender

estoy en el humo de tu cigarrillo

muchos años pasados viviendo en la luna

lluvia cae para despertarme a tu lado

en tu páramo amado

para cazar gamusinos

yo fumando en la piedra

amando la forma de los ángeles de nuevo

paz interior encontrada solo en tus labios

embelesada mi amada

haciéndome temblar otra vez

viendo a Sol parpadear

de quejigo y espino me visto

de cal yeso y sílex mi respiro

hoy voy a tu encuentro donde todo lo visten las zarzas

en supervivencia su alarde

con el lapso de simiente te escribo amada

qie te amo hoy y mañana

pasado ausente y por los siglos que así sea

yermo terreno mecido por lo autoctono

ayer encontré contigo la virgen de la Encina

y perdóname de tu cuerpo me gusta

un día más bonito para asar la manteca

libertad en tu boca

la nuestra cabalgando en amor

sobre una araña

aterciopelada, violácea colgada de nuestro pulso sanguíneo

hechos simples encontrados en nuestros corazones

tela de su tela que nos encuentra

probar el café de los tres quilómetros en tus labios

y parecerme quince en tus ojos

y los míos bajo mi Dios dos gotas de mercurio

te amo mi reina sin ti sin fuste, hálito

amor a la vida mas respiro que sin ti no tengo.




El Castellano y Leannán-Sídhe



La noche con su aura de misticismo 

nos conducía hacia las puertas del deseo y la pasión

como algo inevitable, como algo que tenía que pasar.

la preciosidad de todos los factores

que envolvían aquel lugar fue como 

si hubiese estado todo preparado para nosotros dos.

La luz de la luna y de las estrellas incitaba

con su velo de romanticismo a dejarse llevar,

a solo escuchar lo que queríamos de verdad.*

Nada importaba, solo tú y yo y aquel momento.

Solos tú y yo en ese instante mágico.

Solos tú y yo sin importar lo anterior,

intercambiando amor.

Tenía la sensación de poder alzar la mano y tocar las estrellas*

y alcanzarlas para ti.

Tus ojitos brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.

Yo robando a la noche cada minuto.

Galopando en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,*

mi cabeza queriendo detener ese instante para siempre, 

la cámara de fotos de mis ojos capturando todos los detalles.


Te necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad*

y me llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.

Y te volví a sentir coraje y seguridad para luchar por lo que quiero de verdad.

Volvió la felicidad a mi ser, volví a ser.

Tan importante es el ser, tan importante es el estar.

Lucharé y sé cómo ser ya que ya fui y no hay barrera que no pueda superar

y el deseo que pedí esa noche a aquella estrella se cumplirá y me recordarás.

Porque te voy a dar momentos y recuerdos que nunca olvidarás.



Camino arrastrando mis errores

camino con la mirada perdida 

como si este mundo fuese ajeno a mi

pero a la vez necesitando de él

para sentir emociones 

para seguir sufriendo y aprendiendo

para disfrutar recibir y dar.


Pero mi felicidad no se basa 

en que me admiren, si no

en valorarme yo,

cosa que todavía no he aprendido.

El tiempo pasa

y me siento vacío.


Para valorarme necesito 

que me valores,

este sentimiento no ha muerto 

y sólo con tu amor sentí amor propio

solo con tu amor sentí que estaba vivo.

Pero no sé que hay de verdad en lo nuestro

ya que mis sentimientos nublan mi pensamiento.

Cómo ver la realidad si no desconfías

si aunque hayas visto la malicia en la sociedad

quieres tanto a una persona que no quieres

ni pensar en la mentira,en el engaño.

Quizás porque se es más feliz siendo ignorante

hasta que hayas desperdiciado toda tu vida

viviendo una mentira.



Tus besos riegan los rosales de mi corazón,

lo llenan en flor, alimentan esta ilusión.

En tu mirada deseos como los mios,

fieles reflejos de cómo somos,

de lo que queremos.

Momentos que vivimos, 

recuerdos inolvidables llaman a un presente,

a una historia que separados no tendría sentido,

sólo sería un injusto desenlace para todo lo que hemos luchado.

Y luchado en contra de la dificultad, de las dudas, del futuro.

Y que ahora no me lo imagino si no es para compartirlo contigo.



Un cuento de 1997


Erase una vez un ruiseñor y una serpiente que sólo tenían un ojo cada uno y llevaban viviendo mucho tiempo en la misma casa en paz y armonía. Pero un día que invitaron al ruiseñor a una boda éste le dijo a la serpiente:


-Me han invitado a una boda y no me gustaría ir con un solo ojo ¡Sé buena y préstame el tuyo! mañana te lo devolveré.


Y la serpiente le hizo el favor. Y prestó su ojo al ruiseñor y se pudo ir a la boda con dos ojos.


Pero al día siguiente el ruiseñor no quiso devolverle a la serpiente el ojo y juró que se vengaría de él.


¡Inténtalo si quieres!-dijo el ruiseñor.Luego cantó:


construiré mi nido en ese árbol tan alto que jamás conseguirás alcanzarlo.


y luego pasó una semana y se vengó del ruiseñor;


Le convirtió en murciélago el cual volaba con una correa de cinturón atado a una pata con la que chocaba y chocaba.




Muero por un beso

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

Demostró que fui

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar 180 segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir

siempre te amaré.




Vida para morir en tus ojos,

amor para odiar lo malo de esta vida que destruye

y se come por dentro mi noble corazón

sólo un segundo de ansiedad tiempo que corre marcha atrás

un miedo aflora:

como perder tu mirada fijada en mi con cariño sincero

como el peor castigo,

condena inimaginable que solo pensarlo solo pensarlo de observarlo

un pozo de miedos y pensamientos negativos aflora en mi irracionalidad.

Cáes en él y te levantas en minutos pero el miedo avanza;

te paraliza,

te domina,

pero al final recibes un correo que te anima y vuelves a caer en el mundo del amor;

como equilibrio de fuerzas para vivirte intensamente;

para soñarte.

Solo el deseo de conservarme en tu deseo sublime de ilusión;

Un sueño como deseo,

compartir nuestros caminos ganará, ganará

para esta vida.

felicidad eterna; más allá de estas funciones vitales mías

está la posesión de tu alma,

tu recuerdo,

tu esencia capturada por cada sentido despierto cuando te miro,

cuando te leo,

cuando te pienso,

cuando te siento,

cuando te deseo;

Allí está mi felicidad.

Allí estás tú.



Nada como una mirada al vacío

una mirada al comienzo de todo

con el anticipo de un final que se aproxima

camina rápido vuela veloz se alimenta de estos cielos

para la tempestad de los dragones alados

de un cielo rojo y negro

de una atmósfera de hierro, un túnel en sus recuerdos

un solo ser

en su trono postrado 

a sus órdenes todas las criaturas que él ha creado

la cruz de metales preciosos 

es solo el recuerdo de la batalla que ganó

con él volvió la vida todos temieron su osadía

aunque de la muerte el trajo la vida otra vez.

desde su trono todo ser vivo le obedeció

es solamente un final y un comienzo anunciado.

el infierno no es fuego son cielos teñidos de sangre

y hierro de los que sólo un Ser quedó vivo.

Traiga nuestra destrucción para salvar la vida

sólo quedó él a la hora del final.

él no la buscó la encontramos nosotros.

Volveremos a nacer.

Eternamente seremos letras para él.



Mundo salpicado de colores

de líneas decadentes y sumisas

al poder del linaje

como un pintor de batallas 

él estuvo allí combatiendo

entre galeras y cañones de fuego

los mares teñidos de rojo 

paz de encontrarse 

él a salvo al finalizar su encomienda

tuvo que combatir pero regresó a su taller

allí su mujer le esperó con pañuelos

mojados en agua caliente,

el disparo fue limpio el balín de plomo 

del arcabúz entró y salió

pero perdió mucha sangre,

aquel día que regresó temieron por su vida

recordó quiénes fueron sus antepasados.

Le esperaba su nueva oportunidad de servir

a Dios,

la sangre del carnero que cuidó con mimo

le aguardaba 

y le pidió a su mujer que lo mantuviera en secreto

con un pequeño alfiler hueco clavado en su brazo,

la sangre del cordero entró y se fundió con su alma,

dijeron de él que no hubo guerrero más noble y fiero,

los animales le ayudaban decía la leyenda,

le prestaban sus ojos 

la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.




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Sintonía de vida plena en tu compañía

amor

sentido anestesiado por esta vida impía

tenaza de la pinza que huye no se fía

mientras arde la masía

sólo pensamientos dormidos caminan

también arde alejandría

ya que la cultura fue peligrosa un día.

Sólo la poesía fue su alegría

pero tampoco se salvó de la censura

solo un suspiro la línea dura

esos ojos la queman

ese cuerpo la mata

y finalmente chica tus besos la encienden

para dormir en tus senos 

hubo un mes de septiembre 

y cinco veranos 

pero tanbién hay un deseo

él se sostiene

tan solo con ilusiones,

ellas tienen fuerza; 

solo el tiempo acaba con ellas

¿Qué sería de mi sin ellas?

colores para mis cuadros

aunque mi color blanco tiene dueña 

aguarda el enviste de tus piernas

olas acaricia este navío mío.

Pensamientos salen a flote de la copa de vino

despiertan el sueño frustrado vespertino

aquel hábito me hizo taciturno 

de tus recuerdos.

Me pierdo para no encontrarme

anhelo para sentir que mi corazón no ha muerto

pero solo vivo pàra ti.



viento azul de este cielo nocturno 

quien viera tus ojos siguiendo mi marchar 

solo sombras en mi camino para buscarte

sentimientos que recobran fuerza

no te vayas de mi lado

sentido de luz compañera

vuelve

como lluvia roja de besos carmin de tus labios

como cielo encerrado de tus ojos 

cielo que liberado nunca me abandonará

cielo desconocido cielo sin domar

fiel compañera de dia y de noche

fuego como yo solo avanzando en un sentido

yo contemplando el abismo 

nunca cayendo ya que tengo apoyo firme

tú mi apoyo

mi motivo para soñar alto para vivir intenso

meloso tormento de todos los matices

para sentirme cuerdo en un mundo de locos,

pero quien soy yo sin tu calor de palabras

sin tus sentimientos sinceros que me enamoran

que ilusiona y paraliza 

la vida de este ponposo corazon que te habla

ansía todo lo que salga del tuyo

porque este ya comienza a sangrar.

Ya te dio su lado 

nunca esperé que lo guardases en caja de madera

Solo es para disfrutarlo en vida

no vivo esperando tierra

lloro viviendo amarte

para soñarte vida para morirte placer

quien da más solo tiempo todo llegará o se ira 

naipes del tarot helado

en la hoguera de cartas flameantes al viento

en este oscuro firmamento

del azul sediento teñido de espadas 

como pasión nunca matar cariño

solo aumentarlo cada día.




solo decirte que no se cuando seré digno de ti

porque no sé cuando me respetaré a mí.



Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje;

el caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias;

la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito aprovechando los ultimos rayos de sol;

el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca quedandose varios minutos intentando ponerse derecho;

mientras, se despierta uno de los dos grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.

Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas;

frambuesas y arandanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta,

un pequeño estanque de azulejos en el aljive, donde nadan cuatro carpas y un barbo,

oscurece y el joven rapaz de cernícalo primilla del palomero oscuro de la casa,

se lanza a por un pequello ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.

La mariposa de bellos colores azulados, dando sus aleatorios vuelos, en busca de flores de lavanda es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.



Valkiria


Estampa mía invernada que cae derretida

en avance del verano silente estío condenadamente

yerto, mustio aguardado en el molino

del diente de león cae estirada la sangre de la tierra

por doquier y el páramo se convierte

en sótano de luz de Dios Lugh

los árboles y plantas hacen el amor con el terreno

cayendo mustios abatidos de placer

mientras madre Luna hace sus fases

jugando con su esposo Sol

para que su hija la tierra ría

mientras avanza la marea que todo lleva

desde mi pensamiento al amor

de este marinero sin mar y sin barco

amando a su valkiria

esperando que le lleve al Valhalla

donde todo guerrero descansa

la sirena va afinando su canto

y la ameba florece el océano para su presa

que será el alma de su marinero que eternamente

morirá en mitad de la ola

su equilibrio perfecto

como el del poeta maldito

que mece su sino y destino

dejándolo yerto en mitad del verso

para que su sangre naciente de su cuello

beba Lilith y nazca su flor de difunto

enraizando hasta el pozo de Airón

para amamantar su hidra cuidada

por los Mouros gigantes Dioses

de túmulos pétreos gallegos

mientras un poeta del viento

murió en mitad del viento

viendo como este rozaba la tez de su amor eterno.



El Castellano

a 26 del 06 del 2015


Tráslucido advenido

yerto sin tiempo

nunca para gastarlo en lombrices

tejidas de sus bocas grises

nacidas de quien acunó esta civilización muerta

os llamo desesperadamente serpientes

la lucha sigue VIVA

yo os nombro en altura de Cernunos

nadie más fuerte que yoooo

a luchar a deg:uello contra

la mentira difuminada en piedras Iglesia

yo caballero aprendiz

de la antigua y mística orden Rosacruz

os elevo a los cielos yerto

de nuestro alabado final

mi oda cantara de mi mano

con un rèquiem heme yo aquí muerto

MUERTE AL Moro traidor de la zarzamora que los meció

QUI´EN CONTRA M´I¿?

y mi hueso de luna que clama ojos silentes

bidireccionales del muerto helor

nació del rayo de Dios sol Lugh Sol

al tiempo clavado su crucifixión de vikingo muerto con honor

de bipolaR que tropezó sus seis farolas de la altura

que le inspiró y la parca fue su esposa en coma

mientras vosotros sueños comenzais con vuestra creida

realidad y existencia.

De él decían que sólo quería comprender al amor

cuando la noche sin luna le llegó

él se encontraba en altura opaca

difuminada en laberintos negros

de lombrices sin boca

ya que estas sólo la empleaban

para soltar maldad

un malentendido le llevó

a limbos lejanos plasmados

en cicatrices de seguir viviendo

en este estiércol de sociedad y mundo

que solo ve al humano por lo que tiene

jamás por lo que vale

de la amapola

a la sangre de tierra

él mordió la aguja grama

y todos vosotros puñeteros estáis siendo soñados

porque en el eterno sueño camino y desvelo

por estar muerto.




El Castellano



Suspira la tierra yerta,

por poblar ojos injertos de sí

mientras los huesos despiertan el horizonte

que deviene clava y demuestra

que la vida trasciende

así como las flores

eternas mecen el cantar

desde mi umbrío sótano de luz

este difunto clama por su vida en vena

estéril la maldad que jamás mece en su esternòn

del que lombrices intentan buscarle

los caracoles irascibles inertes

de furia y fuerza

cuando criar sus flores y a su eterna dama Margarita

le basta para caminar

lento y decidido infiernos y abismos

que el demonio le hace gracia porque él es uno

el más fuerte escriba sin tiempo

anclado en siglos lejanos

vividos y encontrados

desde hormigones de arqueología

indestructibles descubiertos

y que le hablen de Jesús que camino aguas

él responde Odín salía a pescar dragones

y serpientes como edificios

ama al Sol como divinidad mas la Luna su hogar

por lunático

desde su capacidad de simiente enraíza

el corazón de su Marìa Bellis anua Pérez Vallejos

que el mundo de lombrices ciudadanas le es indiferente

con lo suyo es feliz

hasta con su condición que se desvela

en la muerte del ojo de tierra

desde su pestaña de aguja silente

al clavo de la muerte

SIEMPRE FUERTE.


El CASTELLANO 



Clama la flor, abeja del lugar por gritar,

ven toma mi nèctar dèjame compartir mi vuelo contigo

rèquiem por la flor oda goda por la margarita

con su mariquita,

sauce caìdo  cobijado, teje crepitando,

tejo crepitando tú eres primavera

olmo viejo en retozo,

quebrado por la aguja silente de la carcoma,

el cadillo  miente mientras el abrojo clama el sentido.

Quiere la amapola ser la alegrìa del lugar.

Cuando el brezo enraìza el alma de sangre por derramar

mi cuerpo yerto en la navaja, mientras la lavanda

amanta a la abeja y al abejorro que llamè Genaro

amaranto del firmamento,

llórame una estrella y su hueso de luna

que rompa firmamentos en auroras

que venzan cabalgando las pestañas

y mientras las pupilas en sombra

abrazan su cueva en la ;unica y clamada

VERDAD.



El Castellano




Fugaz resplandor dorado,

enhebrado en el filo

del acto de palabra

y acto construido,

la torre alta juzgó

al inesperado albor

extenuado, tibio, frío

fumaba él sus lagrimas

el alma era su hielo para el café

se bebía pensamientos negros

y respiraban sus pisadas

naciendo huellas eternas

el honor era su primer apellido

la bondad su madre

la maldad justa contra el injusto

su lanza

mientras el cielo lloraba

piedras que eran sus simientes de rabia

florecía su mirada

y su sangre era sus pupilas

de él decían los árboles

he aquí el único y primer hombre

que solo su palabra

tiene el poder de matar al silencio

y lo vuelve color cálido

de beso enamorado

al tiempo tejido

en la araña del destino;

Mecía el sino de su juicio.

Las montañas le encontraban

para seguir descendiendo

mientras altivas honradas

acunaban su fuerza

inquebrantable hasta el final

de lo que él creó

y luego se llamó humanidad.




El Castellano



Estudio en tu cara

cabalgo en tu corazón

escalo tus venas

vuelo mis cometas en tus ojos

me balanceo en tus piernas

moderadas por el juez de mi instinto

vuelve mi sueño

mécete en mis brazos

acaricia mi mente

por los ríos de su cabello

manténme único caballero

en su boca el primero

de su mundo yo serlo

dentro mis ojos

una vida por descubrir

dentro de mis ojos

dentro de mis ojos

mi vida yerta

mi pecho la lápida

y mis pelos el epitafio.

Desde mi entraña al elevado sabor

desde mi yerta vena y humor

al pasaje transitorio

al mundo transitorio

de la idea eterna

te busqué removí piedras de sombras

resguardos silentes

lluvias furtivas de nuestros cuencos

para sentir nacer y decir te amé

ahora nada depende de mi ni la estación

ni la emoción yo sólo cuelgo de tus ojos

inmensos en el parpadeo

hablando entre ellos tijeras del demonio

espejos que reflejan otro cuerpo

si te preguntan qué haces saliendo con un hombre muerto

di con orgullo mi hombre muerto es escritor surrealista

y no le llegas ni a la rodilla me ama

ni edificios en réquiem de altura

detienen su pálpito y latir por mi,

hay muertos más educados, gentiles y amorosos

buenas gentes que algunos mortales

hasta me dice que yo soy su vida

y que nos conocemos dos mil años

lo mejor que le creo porque es vampiro

de porte inglés y florece rosas en invierno.



El Castellano



Ténue, rápido veloz


trémulo garrote a des-voz


I will take your soul apart


it's time to conservation no feels


no voice only


this servant of darkness


moon spirit walking by


close your eyes


it's my tense nervous knife


runing and runing in the night


blood your veins


eyes in surrender


generation blind


insecto demente atrapado


en el vaso de muerte


de un alma rasguñada


la voz elevado yerto albor


solo tú, mi ser estirado


colgado de tus pupilas en parpado


cuchillas del ayer se me clavan


y necesito odcuridad


para mantener sombras aparte


para no pensar


este mundo muerto que camina


lo único vivo lo crecido en tierra


todo lo demás ya está echo


desde que antes yo naciera


derramando sangres


resquicios de piel tirada


en la mina de la belleza


sin nombre


que te parió


quieres más


amor imaginario


lo siento mi ser es primavera


para este bipolar atípico


y te amo


un bisonte que me fumo


y los pelos y zarpas de lobo


van de serie


en su cuerpo y alma


de animal que te extraña


para devorarte.


Una guerra de sangre una sana y otra


que  lleva HUMO de mi TABACO por venas y arterias


give me destilat it't time emocional


HE MUERTO AMIGA.


solo ella podrá devolverme a la vida


aunque arrastre mis heridas


y todo sea diferente


incluso llevando su alma mundos atrás.


El tiempo murió ya


en el café de poetas muertos.








El Castellano



Resplandor dorado

al albor sin hueso inerte, 

yerto, enfoscado en tierra 

y su pupila rajada 

por el humánimal 

desde la profundidad 

del humano ser 

que admite que asesinó 

a su conciencia 

al muerto helor 

y su estampa de invierno 

bebido en vaso 

que fue su esencia desdoblada 

asesina de su madre, 

con material que subyuga 

a la madre a pagar 

la muerte de su hijo 

por capricho o necesidad 

me es igual 

cabezas de grama por doquier 

en mi dosier feminismo asesino 

igual que machismo asesino 

sin conciencia todo le vale 

al señor monstruo cabalgado 

en crines de llamas irascibles 

bocas que reniegan a su origen 

nihilismo cruel con su padre en la estaca 

de Franz kafka 

hoy es un día cualquiera 

vestido de parca hábil 

desdibujada 

llamaron a los buques siniestros 

al puerto yo, 

el comandante quedó congelado 

al timón 

mi vida va quedando atrás 

el sentido frío se come mis venas 

de alquitrán 

hoy el pensamiento negro 

ganó el bingo de actividad 

de San Miguel 

farsante tu piel este hombre 

mata por su familia 

que no valgo como hombre 

pregunta a la lumbre 

de mi sufrimiento embotellado

buscando la luz la oscuridad empuja''

mírate al espejo que yo sé quien soy 

y lo siento me gusta 

clama la amapola de mi maceta 

por ver la primavera llegar 

sano como un gusano 

y valiente como un dragón 

miedo no existe es sólo una errata 

de mi diccionario 

tú qué has conseguido 

yo tengo quien me quiere 

y esta es mi vida, 

scon problemas sentimentales y con compromiso:

-Seguir viviendo, 

bien o mal no lo elijo 

ahí llevo cruz ingresado cinco meses y medio 

y no voy a poner buena cara 

y que me den por atrás 

soy feliz mis logros 

son mis escritos 

el amor es superfluo se tiene 

al igual que se va 

hoy no cayó un ángel 

ni ninguna botella derramada 

la maldad hizo flor y la corté 

el cuchillo no quedó clavado en el pecho mío

la etiqueta al igual que se puso yo la quito 

trabajando no me fío ni de mi sombra 

dudo hasta de ella 

y no quiero desaparecer 

ni caer en tristeza negra, 

estática 

mi historia la escribo yo 

esto no es una despedida 

es un simple lamento 

murieron mis ilusiones al viento 

pero mi reino y estima sigue en pié 

de lobo de hierro.




El Castellano y leannán-SÍDHE






Gotea sangres de flor

en humor altivo, deshojado

voces de muerto

él escuchó hasta perder el control

flor de niebla y bruma gris

por ese cielo enterrado el gimió

doce de octubre tembló en salvación

por el resquicio borroso nuboso

que ardía el humano buen labor

hierven albores en la hoja del espino

disperso un mundo y retorcido, parco, opaco,

dulce del suplicio invernado

hueso del sentimiento disuelto

murciélago reposando

diestro del amor

para volar sin condición

revelada fuente diáfana

la ausencia quedó pintada, habitada,

hoy cuelga de mi rama

eres la mujer que tus ojos

no pueden sostener más tu belleza

bajaste de los cielos y tu aliento corrió valles, montes

los ríos ocupaste en sangre real verdadera

de la vereda a la rambla corrió tu estampa

quimera de piel y fiera

naciste para el reino de este castellano gobernar

y ser reina al mirar

condenado estoy a tu vera

y tiene envidia la morera

porque tu boca da unos besos de primera

ni sabores comparables

tus dos montes aguardan un palpitar noble, seguro,

endiosado por mis flores de difunto anclado

oscuridad envuelve mas no mece

a este guerrero de la luz

bajaste del cielo y tu sentir fue sencillo, dulce,

noble, inteligente como el idioma de la piedra del monte

simple e  indisoluble como la esencia de la roca

eres mi fuerza como mis dioses

honrados en fe Pagana

los arboles hablaron tu idioma

en secreto de sus hojas al viento

de tu hálito inerte me alimento

mi súcubo Leannán-Sídhe

por lo que el infierno es Parnaso

PARA SIEMPRE VIVIR A TU LADO AMOR.

Te amo incluso antes de conocerte,

mi infinito tu mirada

en mí encendida

mis mares tus lagrimas de felicidad de sentirte amada

tus pechos las montañas que quiero escalar con mis manos

tesoro, solo hay un tesoro

tu corazón en rojo

reino tu entraña a habitar con arrojo

fuego, verso, letra

de tu boca pequeña

amarte mi condena entera

si quiero tu cielo encerrado

es porque lo ansío con esmero

este rifle de vida preparado

sólo un blanco certero

tu bello cuerpo endiosado

solo soy quién tu elijas

pero lo siento no puedo ser dolor

porque me gustas entera mujer mía.



El Castellano y Leannán-Sídhe








La sombra se sostiene

mirando altas torres

profundas de oscuridad,

iluminada al final de los días del hombre.

Lloviendo coronas de abrojos inertes

al son del trueno centelleando,

hoy ella me mira y mira

esto ahora pintado lúgubre y umbrío

fuera sí fuera de lombrices

ella camina oscuros límites

de la tierra Estrella Muerta

camina por fuera

pintando su sangre

de Mujer de las flores silvestres

por cicatrices los seres

que la destruyen

hoy pasan el filo de mi letra

vuelta cuchillo de vena,

sótano de luz y nicho casi destruido

que su día avanza sin permiso

en las cabezas de grama por cortar

y florecer la caléndula del mirar,

ojos de sangre acabando la etiqueta,

arterias de venas estrelladas en llamas

para quemar doctores de las mentes

y su fuste y embiste de mentiras,

me visto del último de la fila

para ser el primero

como no hay final sin principio

en este tablero mi astilla florece el viento

y cavo mi surco de vida

sin vivir esperando tierra,

sembrando en ella

para recoger opacidades violetas

yo hoy sí estoy hablando

tú escuchando

siempre y para siempre es mi lema

yerto, vertical, estático.

Mi araña cabalgando en papeles derretidos

asomados al vértice del Dios interior

que de noche lo siento soy Demonio

en tu estampado reino

siente y siente silente

mi infinito consciente

de quiénes somos tú y yo

amada sombra juro

que algún día te atraparé

mi linda.




El Castellano y Leannán-Sídhe

















Ababol de mi tierra

dime en qué fallé

por qué mi falta de conciencia

e impulsos a aquellos límites

que año tras año me condenaban

a falta de realidad

por qué tuvo que caerse el cielo

con este ingreso yerto

para yo despertar y luchar

por lo que quiero de verdad

deja de gemir con tu sangre amor

que ya pasé cinco meses de encierro

y en enero la libertad será lucero

hoy te quiero mañana en mi casa

te cuido con esmero

a nadie le cambio mi estampa

porque de tanto sufrimiento

ya me he ganado el cielo,

amo mi vida y respeto la del resto

hoy árbol mío he llorado mi tristeza

también es enfado conmigo

por los errores que a este encierro patético

me condujeron

lo peor es no entender la siquiatría de este país

que a medicamentos se comió mi vida

como si lo normal en este mundo

fuese ir de sumiso y zombi sin razonamiento

por somnolencia

hoy mi hiel es dolor con piel

mi garganta se desgañita

y adopto el canto de los grillos compañeros

para olvidarme y como no puedo

alimento lo negro

mi sufrimiento es mío

hoy te desvelo, pasaran días,

pasarán meses

pero sigo condenado en este país

con tratamiento y de por vida

la etiqueta de enfermo mental,

haga lo que haga no lo puedo cambiar

como no depende de mí

caléndula mía acompáñame el dolor

y que tu luz mitigue en albor,

poco más llevo muerto desde el 2005.




El Castellano

















Clama la flor, abeja del lugar por gritar.

- Ven, toma mi néctar,

déjame compartir mi vuelo contigo.

Réquiem por la flor, oda visigoda por la margarita

con su mariquita, sauce caído,

cobijado tejo, crepitando:

- tú eres primavera.

Olmo viejo en retozo,

quebrado por la aguja silente

de la carcoma.

El cadillo miente, mientras el abrojo

clava el sentido, quiere la amapola

ser la alegría del lugar.

Cuando el brezo enraíza

el alma de sangre

por derramar mi cuerpo yerto

en la navaja, mientras

la lavanda amamanta la abeja,

y abejorro que llamé genaro.

Amaranto el firmamento

llórame una estrella

y su hueso de luna que

 rompa firmamentos

en auroras,

que venza colgándolas

de las pestañas,

y mientras las pupilas

en sombra abren su cueva

en la clamada verdad.


 El Castellano.





Soñé, te viví, te besé,

te anhelé, te abracé, te sostuve,

te mecí en mis brazos,

te acurruqué, te dí de mis labios

de beber; hice tus piernas

recorrer en pasión,

te viví desde pies a cabeza

y siento decirte algo:

- que no me gustó, me encantó,

me emborrachó, me drogó,

si acaso, hubiese posibilidad

de que yo no estuviese muerto

sería por tu recuerdo, amor.


El Castellano.




De este cementerio viviente

que me dejen ser la flor,

que por lo menos

a un muerto da calor;

y al difunto, la caléndula su luz,

adorada, nacida del rayo de Sol.


Quien te quiere, te quiso y

te querrá desde este corazón muerto

te amo en albor flor tras flor,

elevado resquicio de caricia

de Diosa Ostara

en resquemor de primavera

cardos brillando en espina

de dolor, desde mi nicho

pido mi nicho de espinas y de cardos

cuando llegue el momento

si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo

y que la parca fría venga a por mí que este hombre

ya ha muerto y su último suspiro

fue un yo te sentí amor

voy a tu encuentro.


 El Castellano.




Diente de león por clamar

el prado yerto, donde lo vivo son las plantas silvestres

incluso el cardo de las damas, las malvas, las piedras agujereando el terreno

molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y

papaver hibridum, amapolas roheas sangrando borbotones de sangre de tierra por brotar

plantago por llenar el campo de espigas con flores, todo escarabajo gozando de la flor

cómo decir que la flor sea sólo la flor, si del reino animal es templo, hogar y morada

donde todo empieza y todo acaba.

Margaritas en envidia miran tus ojos y luego miran las estrellas,

una sabia dice y afirma: son mejores y más bonitos sus ojos que ardieron los luceros,

vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro sin mirar tu corazón;

Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera

incombustible, plena, yerta, indescriptible esencia.


El Castellano.




Golondrinera frágil, esquiva, reina luz del bosque de las sombras

con tus amapolas amarillas, los luceros del cielo.

Por poblar jacintos silvestres, tragopogones, amapolas por doquier

amando la primavera entera en un mundo que cae disuelto

en espinas de cardo y alhajas de flores de todos los colores,

mi templo, mi casa, mi hogar, mi albor, sin alcanzar las plantas silvestres

por poblar este mundo silvestre por mirar y dan ganas de tumbarse

y ser la flor de muerto porque me tumbaría para que me crezcan las malvas

y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas y negras de tinta y sangre

mi condenada bandera.


El Castellano.



Estampa quieta, tejida en el umbral silente, nacido de las sombras

y sus benditas estampas de damas de noche, la flor blanca estrellada

canta tambores de la tierra.

Y los grillos afinando el violín están.

Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua

de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol

y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara

el humor de primavera cuelga de las faldas

mientras mujeres hilvan y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.

Yo soy un humilde escriba d ela flor de difunto

caléndula officinalis, por la que el muerto encuentra la luz.


El Castellano.




Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas

buscando la respuesta para ser feliz.

En la planta en albor que crece del rayo de Sol,

sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol

al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres

brillan incluso más fulgente que el rey lucero,

todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,

a través de la caricia nos trae Lugh.

Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris

que apareció tras mirar fijamente preguntando

a una flor de difunto me comentó que podría indicarme de la tierra

donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema ley natural, sin miedo ni odio.

Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,

y me dijo con amplia voz:

- bajo tierra.


 El Castellano.




Monte elevado en el horizonte,

brezo, encina, carrasca, esparto, espino,

todo crece en albor sin preocupación suprema

nada más que seguir viviendo y echar generaciones.

Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos

los edificios grises, como sus gentes

todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz

boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo

frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente

ni ser festín de gusanos tempranamente.

Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz

de su tierra, que no hay preocupaciones,

fue el ser humano el que inventó el dinero

y la esclavitud que trajo.



El Castellano.






Amapola silvestre,

llévate mi sangre a las entrañas del inframundo

así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,

que tus raíces me conduzcan al tercer reino.

Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas

han visto infinitud de cal varios nacer los montes

y senderos, que todos llevan al mismo sitio

a perderse en el elevado espino de tu luz.

Ooh elevado, cuál sería tu misterio

para dejar a este escriba absorto.

Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo

te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso

de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos

en cuña, al caer la luna al cielo.

A tí genaro, abejorro de mi jardín

te extrano y echo de menos, bonito.


El Castellano.





Corre trémulo a desvoz el cosquilleo silente,

que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses

junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada

ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraízada con albor

y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero

y aguardo en mi maceeta, ya que en lo que llevo viviendo

ni una planta se me ha muerto con mi don,

hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,

hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,

crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla

de la calendula officinalis.


El Castellano.




Encina del rayo crepitante, de mi ser llorando,

hojas escritas en sangre, enraizando sentidos sin descubrir

amando inertes actos incluyendo dichos sabidos y en desuso.

Su condición asesina de la estampa en soledad y pena de procesionaria

todo avanza en un sentido mientras yo me detengo a mirar

el cuervo que me persigue por poeta maldito, extraño mi casa,

este ataud es frío de tiempo muerto.

Este ingreso y ni siquiera puedo encender un cigarrillo

para quemar estos pensamientos parcos y yertos

como mi cerebro en esta lata de sardinas, de cuarta planta de suspital de Alcalá de Henares,

donde nací y casi me sostiene eternamente la silente muerte.


El Castellano.





Mi vida te escribo como gota que va a los mares

tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó

los dioses honraste y te honraron

desde el cerro al abismo, tocado y acariciado

donde todo surca la oscuridad madre

y dama de noche sin afectarle el cielo de la yerta amapola de luna desangrada

y su estramonio vestido de gala de estrellas.

Todos bailando en la fiesta de los no importados menos la rosa y el clavel masculino

que tiraron abajo el telón para comenzar la gala y el baile ganó la datura con la dormidera

por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.


 El Castellano.








Labrando sueños por llegar

cuando mi presente contigo

avanza aullando de verdad

río de amapolas del lugar

por deslumbrar ojos,

injertos del eco silencioso

de tu belleza sin par mi Valkyrja

Ababol gritando a la noche

que le de voz sin derroche

su sangre de tierra

su pena manifiesta

de estática belleza.

Hoy alegras el camino

y la vida de algún ser

que tù atraes para dispersión

de tus muertas simientes

que rajarán la tierra

abriendo y brotando

en flor de sangre.

Su alabado albor

por dispersar inertes vidas

de latente muerte en simiente

así su eterno ciclo de la conquista

del rajado terreno por su anclada raíz

su existir templo de este ser puesto que la semilla 

vino antes que el animal

al umbral expongo mi amar

que no hay flor sin abeja

ni almendra sin almendro,

como bonita la rosa

mi amor es maravillosa

como no hay rosa sin cruz

ni cruz sin espina

yo siempre a tu lado Valkyrja Cristina

mi espina es felicidad por ser

correspondido,

Quimera de este cielo encendido

hasta el fin del tiempo a tu lado

me verá el viento.


El Castellano y Leannán-Sídhe






Toma mi corazon te lo entrego

limpio, duro, desvelado

en amor injertado

en carmesí brotado

Jamás su latido desvanecido

y sin calor mecido,

hoguera de mi hoguera

que clama

mi silencioso, vertical hálito fulgente

nacido del afecto su incandescente brillo

para brotar la simiente con tu boca

de fuente, esa por la que me siento

río naciente y que estíos vengan

que yo a tu lado siempre fuerte

como la bruma evanescente

que giras y estoy besándote

para acabar este río en ti

con el color de flores y rosas silvestres,

tu cuerpo me llama mi mujer araña

para enfrentarme con mi sino,

y morder el destino me arrastras.

Mas contigo quiero vivir una y mil vidas más

en tu tela para el frío

sentirlo contigo y decirte:

-Tranquila que ya enciendo  la lumbre

de mis ojos.

Con tu mirada enfrentados

como dos luceros encendidos.




El Castellano










La sombra se sostiene

mirando altas torres

profundas de oscuridad,

iluminada al final de los días del hombre.

Lloviendo coronas de abrojos inertes

al son del trueno centelleando,

hoy ella me mira y mira

esto ahora pintado lúgubre y umbrío

fuera sí fuera de lombrices

ella camina oscuros límites

de la tierra Estrella Muerta

camina por fuera

pintando su sangre

de Mujer de las flores silvestres

por cicatrices los seres

que la destruyen

hoy pasan el filo de mi letra

vuelta cuchillo de vena,

sótano de luz y nicho casi destruido

que su día avanza sin permiso

en las cabezas de grama por cortar

y florecer la caléndula del mirar,

ojos de sangre acabando la etiqueta,

arterias de venas estrelladas en llamas

para quemar doctores de las mentes

y su fuste y embiste de mentiras,

me visto del último de la fila

para ser el primero

como no hay final sin principio

en este tablero mi astilla florece el viento

y cavo mi surco de vida

sin vivir esperando tierra,

sembrando en ella

para recoger opacidades violetas

yo hoy sí estoy hablando

tú escuchando

siempre y para siempre es mi lema

yerto, vertical, estático.

Mi araña cabalgando en papeles derretidos

asomados al vértice del Dios interior

que de noche lo siento soy Demonio

en tu estampado reino

siente y siente silente

mi infinito consciente

de quiénes somos tú y yo

amada sombra juro

que algún día te atraparé

mi linda.




El Castellano y Leannán-Sídhe

















Ojo sangrante :


Avanza en un sentido

de su umbral tejido,

la caída en rojo tendida

lo efímero y devaneo

su tiempo caía mordido por la moral

retorcida del difunto

arañaba su vida

marcha atrás

dibujaba brillos fugaces en hoguera

de los sentidos,

corría el humor

trenzado, sanguíneo,

colgado del párpado

y sus persianas

que chirrían

deslizándose el alambre de ovillo retorcido

por gatos en sus tejados;

iba mi cordura deslumbrando

intermitentes luces de neón

en el cubito de hielo

del vaso de absenta,

tú tumbada te imaginabas un albor

y hueso para este poema

mas de la cuerda afilada

se sostenía

con su grillo ahorcado

meciendo el sino

espinas de frutos de estramonio

clavadas.

La luna colgada

iba en vuelo

al son de su sí bemol

un sangrado pío

que madre oscuridad vio

sonámbulas las pestañas

hoy cuentan sus arañas

en taciturnos idilios del Creador

sin más razón que amanecer

crepitando del rayo de Sol

y su eco sordo

llorando ojos ausentes

engrillados sin piedad

donde el ciprés

mecia las almas de sus muertos

oscuridad fundida su caricia

en el año internacional de la luz

con su cementerio de lombrices sin razón

y grillos drogadictos esclavos de su perdición

el camino se iba abriendo

en tumbas destapadas

por yertos huesos que querían seguir viviendo,

mas poetas que debieran gobernar este mundo

que se pudre

en envidia, interés y codicia

el ojo en sangre de este cuervo

nada le sorprende

todo está hecho

pero no dicho

con lo que de poema

mi nicho con mi verbo

de espinas.


El Castellano y Leannán-Sídhe






















De: Miguel Esteban Martínez García autor
Fecha: 8 sep. 2020 8:11 a. m.
Asunto: [BUENAS OBRAS SON AMORES, NO, BUENAS RAZONES] Guardia dorada






Lugus:

Oh lugh, invencible al crisol
de tus lenguas travesadas
fiel carrusel de rayos sin secuela
de su rizada espera,
blanca luz de tu vera,
entre compases que hielan,
a tu vespertino canto derriten, despiertan
tus mil llamas liberadas,
desnaces a la noche que aguarda,
oh Sol de mis soles,
acoge este iridiscente canto
en tu seno en mi pecho que te aguardo,
al fragor de serpientes frías,
al valor de fieras enardecidas,
bajo y bajaré para alcanzarte.


El rey lucero,
todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,
a través de la caricia nos trae Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris
que apareció tras mirar fijamente preguntando
a una flor de difunto me comentó
que podría indicarme de la tierra
donde todo es libre


Lugh
mi padre astro,
Dios de las artes,
este afán que me enciende la vela
para que me encuentre


luna madre de Lugh soberano,
encuentra su cuervo en su castaño,
estribo sin llano
un real cerro
de rivera del antaño tajo,
salpicando este corazón por piedra,
con mi dicha
que se acuesta y briza,
mi profunda raíz de tomo,
con negro abismo despejado,
centelleando.



Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más arduo es el camino,
cuanto más se abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.



Regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente.




Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.
Dios del destino,
dios de luz y del fuego diestro,
doradas sierpes bajan el acecho
flamígero.
sí o no mi lucero,
afrenta amanece,
antepasados servid al viento
de vuestros hijos.
No hay bajeza por recorrer,
raya la senda
cristal hondo, que lluvia mezca.
Renovado filo incierto,
entra luz en círculo
piedras de mi padre Lugh
escrita la noche,
ancho dilata diáfana derrota
cae a mis pies.
Vieja honra goza nuestra libertad,
tumulto en casta recio,
esquilas límpidas las mías
en luz de mi Sol padre,
titilan tersos
los verdes de tierra
espejando joviales reflejos,
dios de fuego y de toda Iberia,
desde portal del bosque
de Cernunos,
Candavmmis abre los cielos
velo de tormentas,
apacienta bella, tu recta belleza,
sobre mi haz
fiero, funde mi luciente,
a avivar el trueno.
A galopes de oscuridad
magnánima.
Dios de brillo terso,
En este otero mi alma despertará.
Aciago comienzo de sangre
en grito ceremonial,
ondas pulcras cantará,
dilatando cauce de gran Airón.
¿Vendré ya a la luna?
Ya filo de alba,
pura tiembla mi brisa nocturna
aprende mi resto del mañana.






Lugh Solar y Poderoso,

jamás a ti te hable el olvido disuelto,

ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,
digno a abatir el rayo,
noble melancolía por tu madre difunta
Tailtiu,
en el alto cielo,
tu grandeza
sea reguero de oro.
La tierra secunda en nueva cosecha
por talentos colmados a florecer,
viento sonoro guarda tu hermosura
Rey Padre,
El páramo yerto perecerá
en ámbar blando
de aroma besando tu frescor
de vida nueva.
Abatirá la sombría dulzura la tierra,
ilumina mi pluma al honrarte,
suspiro de mi estruendo crepuscular;
nombro al pájaro misterioso
que te pertenece
cuervo que otorga el anochecer,
Sicut nubes, quasi naves,
velut umbra.
Años pasan yo busco mi recto yermo,
triste aflicción por aquel tomo de tierra
como las sombras vaporosas.
A ti Creador de luz,
acógeme, pinta esta mi noche negra,
amigo de imagen solar,
soy por cuantos Soles he nacido.
Por sosiego de tierras ignoradas
dame su gloria.
Camino afable con tu candor a seguir,
blasón yo no pido
ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,
en tierra a cabalgar
y deslumbrar.
Lughnasadh, Lammas, abro celebración
para generar nueva vida
en cosecha nueva
limpiando en tu nombre Lugh,
toda tierra.



Oh gran dios del Olimpo celta,
Lugus señor,
tu espada cenit de todos los talentos,
oh gran Sol,
divinidad de tierra,
tu sola estirpe encumbrada.
Patrón de artesanía,
amplísimo espectro, padre de las virtudes,
gran brujo, sabio cuervo,
aquel que te sigue por doquiera,
iluminoso, blanco
cuervo tú.
oh padre,
abre ya en savia nueva tierra,
también te llamó el Cesar a ti, Mercurio,
llegara tu culto para Lughnasad.
Solo uno; dios del Sol tú,
oh Lugh.








El Castellano

Oda al Sol:


Gran Sol, gran hervor de rayos espadas
día clavado; tu iris sediento sanguinoso
en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,
a lo alto brillas como crece el talento
sembrado en nuestro corazón,
rueda de fuego, Lugh en tu gloria,
germino toda dicha padre de mi conocimiento,
oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.
Escúchame mientras te honren este,
el día de mi musa en armas.

El invierno se ha ido, nos dejó atrás,
los campos están verdecidos y cantando en flores
que trae Ostara y su caricia de divina nota
de savia que escala todo terreno, y fríos ya lejanos,
Toda la tierra duerme en tu ausencia.

Incluso en los mas oscuros tiempos
tu luz es el camino
para aquellos que necesitan un faro
de esperanza, de brillo, de sosiego,
relumbrando en la noche.
Tu esposa regentada por madre Luna,
buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,

La primavera está aquí, y días aún más cálidos vendrán
los campos están desnudos y vestidos de celestial verde de lanzas
y el ganado pastando.

Encendemos estas velas en tu honor,
Regreses la vida de nuevo al mundo.
Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.

OH LUGUS
Solar y poderoso,
sol sobre nosotros, te pedimos
tu regreso al alma incendiada,
en virtud que te amima y habla,
que traigas a nosotros la luz
y el calor de tu vida.

Trae de nuevo la vida de nuevo a la tierra.
Trae de nuevo la luz a la tierra.
y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,
al alba más preciosa.

Maestro encumbrado
del arte que florece
y en nuestras entrañas germinamos,
nosotros los escribas
cabalgamos todo tiempo difunto,
guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.
AWEN!


Diestro compás
en sol mayor,
bruma de idea socarrada.
Flamígero desdén;
congelado en ascuas
de fuego azul.
Horizonte sin prisas
que arrostró
todos los rostros
de abril.
Abre el nuevo fervor de tu luciente.
Y su solitario azar de relámpagos
de tu azur hermoseando,
enclaustrado.
Vírgenes encinas, y almendro de soto,
entre un nogal
dependiente de su sombra.
Al verdor de inusitados pinos,
me caracolea
la fronda del monte. Musario cerro desnudo,
Espino amarillo de mi dossier,
Caléndulas solariegas
que amarillean su silvestre ralea,
esposa complaciente de Sol naciendo.
Brilla esta infamia
de campo abierto.
A esta última lagartija
lanzo un baquio seguro,
sin disfraz ni apellido perenne.
Mudez última
de sangrada amapola.
Sanguínea tormenta
de dureza blanda
con agua de mi terco aljibe
obtuso en litigio de iris vespertino,
y su sangre que baila
el suelo terreno,
que en culto a ti Lugh yo beso.
Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.
Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.

Förüq

Reflexión:
Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,
es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,
y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,
en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.


El Castellano 29-04-2019


LUGH








31-07-2017

Vida que las montañas me respiran,
raíz en su abismo de hondo tajo,
aire bonito relátame mi destino,
subiré los montes y cerros,
alcanzaré mi soberbia
allá donde el alba despierta
y el linde vuelve vago,
plácido, ferviente,
sed de tallos
y savias que luz llena,
erigiéndose cumbres
y cimas de hervores
a la matutina belleza
que anida.
Y en el ser germina,
febril loma desdeñada
por rizos en apogéo
entre rayos que culminan,
desnuda hacienda ultrajada,
río de encina, cuervo nacido,
por lo que me quedó sin decir,
Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más árduo es el camino,
cuanto más se abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.

NOTA:


El Dagda (literalmente, “dios bueno”; en protocelta Dagodeiwos; en irlandés antiguo dag dia; en irlandés Daghdha /dˠəi/) es el dios principal de la mitología celta irlandesa, integrante de los Tuatha Dé Danann.
Aspecto y poderes
Las historias representan al Dagda como una figura de inmenso poder, armado con una enorme porra mágica. El extremo del arma podía matar a nueve hombres de un golpe, haciendo crujir sus huesos como guijarros bajo los cascos de un caballo, mientras que el mango podía devolver la vida a los muertos. El Dagda poseía además un arpa de roble llamada Uaithne con la que podía controlar el orden de las estaciones, así como interpretar otros acordes de efectos igualmente mágicos. El Dagda también está asociado a la abundancia, ya que se le atribuye la propiedad de un caldero mágico sin fondo con cuya comida podría saciar a todos los hombres de la Tierra.
Historia
El Dagda fue uno de los jefes de los Tuatha Dé Danann. Fue, además, amante de la diosa de la guerra, Morrigan, durante el Samhain, a cambio de un plan de batalla para los Tuatha Dé en la segunda batalla de Magh Tuireadh contra los Fomoreos.1 En el transcurso de ésta, el arpa le fue robada por sus enemigos, por lo que él, Ogma y Lugh fueron a buscarla a su campamento, recobrándola cuando interpretó en ella tres melodías mágicas que les permitieron salir indemnes de la cueva.
Tiempo después, los Tuatha Dé Danann fueron derrotados por los hijos de Milesius, antepasados de los irlandeses, y se retiraron al mundo subterráneo, viviendo en palacios construidos por el Dagda.
El Dagda fue progenitor de Bodb Dearg, Cermait, Midir, Aine, Angus y Brigit, así como hermano de Ogma.

Balar o Balor, es el nombre irlandés de un personaje de la mitología celta o también llamado el rey de los demonios. Pertenecía a la raza de dioses llamados los Fomoré. Poseía un ojo en la frente y otro en la parte posterior del cráneo, que era maligno y que habitualmente mantenía cerrado. Cuando lo abría, su mirada era mortal para aquel en quien la fijara. Esa mirada era el rayo.
Balar fue quien mató al rey de los Tuatha Dé Dannan, Nuada, durante la Segunda Batalla de Magh Tuiredh. Lug, queriendo vengar a Nuada, se aproximó a Balar (cuyo ojo maligno se había vuelto a cerrar después de matar a Nuada). Al darse cuenta que Lug se le acercaba intentó volverlo a abrir. Pero Lug fue más rápido, le lanzó una piedra con su onda, que le dio en el ojo maligno, atravesándole el cráneo. Balar cayó muerto de inmediato. Balar era abuelo materno de Lug, a pesar de lo cual murió a sus manos.
Morrigan, también conocida como Morrigu, es la diosa celta de la muerte y la destrucción. Se la representa generalmente con armadura y armas. Morrigan está presente en todas las guerras, tomando la forma de cuervo o coneja. Su papel en la guerra es infundir en los soldados la fuerza (y la ira) para combatir. Su nombre significa "Gran Reina" o "Reina Espectral". Morrigan también se puede traducir o encontrar escrito como Carrie o Carrigan.
Morrigan es la diosa de la guerra, y por lo tanto de la muerte. Pero también representa la renovación; la muerte que da a luz a una nueva vida, el amor y el deseo sexual. La vida y la muerte están muy unidas en el universo celta.
Morrigan es doncella, madre y viuda. Formaba una tríada de diosas, junto con sus hermanas,123 Badb y Macha, en ocasiones junto a Nemain, aunque en algunas fuentes se la describe como diosa triple, incluyendo a Bodbh y Macha como otras manifestaciones de Morrigan.
Esta diosa pertenece a los Tuatha Dé Danann, los seres mágicos que habitaron Irlanda antes que los irlandeses actuales.


Lug, Lugh o Lugus no es el dios supremo, sino un dios «sin función», porque tiene todas las funciones. Por esta razón también es conocido como: Samildanach o el múltiple artesano de la mitología celta, no solamente porque está en la cima de la jerarquía, sino porque además es pancéltico: es una de esas raras divinidades que, por lo que sabemos de los pueblos celtas, podemos encontrar en todos los panteones. Algunos estudiosos postulan que es homólogo al dios nórdico Loki, por el parecido entre los nombres y hechos como la muerte de Balder, equivalente al abuelo Balar de Lug, entre otras cosas.
Mitología celta
han sobrevivido, pero de éstas las más representadas parecen ser los genii locorum, dioses locales o tribales, de los cuales solo unos pocos fueron extensamente Según la mitología celta, Badb es una diosa de la guerra que podía transformarse en "cuervo". A veces es llamada Badb Catha ("Cuervo de la Guerra"). Se dice que puede también adquirir la forma de lobo
Para controlar el rumbo de la batalla, Badb provocaba confusión en los soldados para llevar a un desenlace favorable a sus deseos.
Junto con sus hermanas Morrigan y Macha forma una tríada de diosas de la guerra. Otras versiones dicen que Macha y Badb son personificaciones de la misma Morrigan, o simplemente nombres dados a ella.
En la mitología irlandesa, Dian Cécht (la antigua pronunciación irlandesa [dʲiːən kʲeːxt], también conocida como Cainte o Canta) era el dios de la curación, el sanador de los Tuatha Dé Danann. Él era el padre de Cu, Cethen y Cian. [1] Sus otros niños eran Miach, Airmed, Étan el poeta y Ochtriullach. [2] [3] Dian Cécht es descrito como un hijo del Dagda en el Dindsenchas. [4] A través de Cian, él también es el abuelo paterno de Lugh.
Cernunnos, en la mitología celta, es la deificación del animal macho cornudo. Dios relacionado con la fertilidad, la regeneración y divinidad de la abundancia y amo de los animales salvajes. Su rasgo más particular son los cuernos de ciervo. En las representaciones que se conservan, se le ve anciano, con orejas y cuernos de un ciervo, portando un torque al cuello y en la mano. Está a menudo acompañado por una serpiente con cabeza de carnero o simplemente, con cuernos, esta simbiosis simboliza fertilidad y renacimiento. En la tradición gaélica representa también virilidad y renovación.
En la religión galo-romana, Epona era un protector de caballos, de potros, de burros, y de mulas. Fue particularmente una diosa de la fertilidad, como lo demuestran sus atributos de patera, cornucopia, espigas y la presencia de potros en algunas esculturas. [1] Ella y sus caballos también podrían haber sido líderes del alma en el viaje después de la vida, con paralelos en Rhiannon del Mabinogion. [2] La adoración de Epona, "la única divinidad céltica en última instancia venerada en Roma misma" [3], fue difundida en el Imperio Romano entre el primer y tercer siglo AD; Esto es inusual para una deidad celta, la mayoría de los cuales estaban asociados con localidades específicas.

Fuente wikipedia.
El Castellano


II

08-2017






Impetuoso campo de mi celaje,
allende mis altas torres de belleza;
Inmobles rastros en piedra tumbados,
estos barbechos que me piensan;
Por almenas seculares,
remembranza en bastión,
de andariegos siglos,
me enhenchizan flores de sangre,
perduradora loma desgañitada;
Tráfago en mimbre cabalgo,
recama tu alma
como una losa sin frente,
ni gemelo tiznado,
por tener ajuar astro renombrado,
alzo mi quieta dicha
entre gentíos de mi oeste,
desvencijada suerte,
por azares de plomo y zinc,
fúlgidas cabelleras
norteñas en crestas
sin linde mutable,
acababa de irme
y no soy adorable,
es una fosa de recuerdos
ahogados en silencio,
vagaroso desdén
que me enjalbega
en cuerpo,
mi luna fija, vaporosa,
luz en libertad de mi regazo,
abismo cercenado,
de cálido espanto;
sosiego, quietud del bastardo,
regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente,
naturaleza cuando amarte
se vuelve arte.



El Castellano


III
10-04-2018

Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.
Dios del destino,
dios de luz y del fuego diestro,
doradas sierpes bajan el acecho
flamígero.
sí o no mi lucero,
afrenta amanece,
antepasados servid al viento
de vuestros hijos.
No hay bajeza por recorrer,
raya la senda
cristal hondo, que lluvia mezca.
Renovado filo incierto,
entra luz en círculo
piedras de mi padre Lugh
escrita la noche,
ancho dilata diáfana derrota
cae a mis pies.
Vieja honra goza nuestra libertad,
tumulto en casta recio,
esquilas límpidas las mías
en luz de mi Sol padre,
titilan tersos
los verdes de tierra
espejando joviales reflejos,
dios de fuego y de toda Iberia,
desde portal del bosque
de Cernunos,
Candavmmis abre los cielos
velo de tormentas,
apacienta bella, tu recta belleza,
sobre mi haz
fiero, funde mi luciente,
a avivar el trueno.
A galopes de oscuridad
magnánima.
Dios de brillo terso,
En este otero mi alma despertará.
Aciago comienzo de sangre
en grito ceremonial,
ondas pulcras cantará,
dilatando cauce de gran Airón.
¿Vendré ya a la luna?
Ya filo de alba,
pura tiembla mi brisa nocturna
aprende mi resto del mañana.






El Castellano





--
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor para BUENAS OBRAS SON AMORES, NO, BUENAS RAZONES el 9/08/2020 03:11:00 p. m.











I

Ay, flor escarlata,
no pienses que cantado ya voy,
son tus padres principios,
a mí arde que me maravilla,
sola previsión,
como caballero en armas nobles,
dictado, su premura tempestuosa,
mis venas inflaman todo Occidente,
concede mi codicia de minero su verso,
precede mi templanza de pastor,
su éter sediento,
doblón y renacido,
es mi morir recto en aspas de molinillo,
oh, cobarde dinero que no me reverdece,
ni calla a este silencio me escribe.


II

Ronco crascita mi cuervo,
herir mi triste ojo puede,
pero acompasa que ni gana tiene,
murmurio de arroyo, abre sus ansias
libertad en Sol mayor
y dulces cancioncillas,
en celonía perpetua,
ávidas avecillas,
por montes altivos,
va que viaja mi escarpada idea,
en voz de corderos,
y rebaños de fieras,
mi furia visto,
de oro trigo y coronas de reyes
entre magarzas,
después de la muerte solo intuyo,
mis olas caerán aplacadas,
a esparcir negras simientes,
como sola canta la penumbra,
que todo engulle y sosiega mansa.

III


Resuena mi señero,
como dulce peñasco,
gime un son cantero,
oh, murmurio de jilguerillo,
giro, que tañe mi Musa,
Reina en el Olimpo,
Baco y Venus, parecen avecillas
el negro cisne de Apolo,
en lago la Estrida,
abacora mi nítida golondrina,
que va que vuela, al anuncio,
mi amor grande,
mi amor severo,
Por Sol, Luna, labrantíos, todos juntos,
vine a sembrar mi ilusión de alma,
lúgubre noche umbría,
avela, aguarda mi silencio gritado,
mi ciprés regio que vela mis muertes,
entre los pámpanos mi señor Baco.




Förüq castellano Miguel Esteban er-lobo bohemio a 4-03-2021




IV

Avanzo con este mi corazón sonoro,
nuncio que nació una estrella
en mi constelación me rige por nacimiento,
mi constelación del Cisne, o cruz del Norte,
a mi estrella he bautizado y sembrado
es y será mi Musa del Alba,
Rocío estelar arriba la senda sus soles negros,
ayen árboles que caminan
y viborillas suyas por falanges,
mi no estrella que hoy es y será.
Crucé designios flamígeros,
arrastré aperos cual buey mi destino infausto,
y hoy lo siento vivo pero no muero por su labor,
tanto inextinguible como milenaria,
oh virtud de lunas y astros relojes,
a su despertar de alma canto me trajo,
riendas febriles y felicidad en escama,
sus mares de espuma y olas
de vil servicio indiscernible,
aquí hay concilio yerto
donde debo rebajarme en mi hogar
y ceder mi poder
mientras intentos quieren ningunearme,
y darme en menoscabo,
dónde quedó mi libertad de pensamiento,
y maniobra de palabra,
en el suelo, debido tardé más de dos meses
en 2014 en recobrar memoria
y expresarme como debo y puedo,
suplicio, que mi ira es defender mi poder,
el color granate, mi cerebro,
sin dolor no hay ira,
amor mi amor de la ira,
discernir lo correcto,
es religión
Musa mi estrella.
Hoy tangible
llamé Cygnus 3339,
miedo que sólo frena,
valor sin miedo no se aprende valentía,
por eso este guerrero siempre mide rival,
si no, ni lucha,
por todo lo que quedó sin decir,
un manifiesto,
lo diré.

Förüq D.a.r

V




V

Eje, hueso:

Ideal belleza
Perfección
Humanismo
Naturaleza
Deseo primigenio
término holístico


Ideal romántico
de belleza
lo que es bueno
en virtud de ser bondad
bondad onírica ideal,
oh bondad humana real,
es justo por alto,
por bajo o por ambigüedad su término,
donde se le mida,
Perfección no era lema
de imposible bitácora,
estamos despertando oiga
del eje complaciente,
donde humanismo no cabe,
rota la estrella
solo quedó ser piedra de mundo,
bien, mal, bueno o insidioso,
mi moral,
oh de término holístico,
todo de parte escueta,
parte es estudio de todo,
mi deseo primigenio 
que te baila el almíbar
y toda tu agua.
Natural mi mundo eres,
mi mundo en letra
y de naturaleza tornas,
porque viva meces
viva creces,
viva eres,
mi inspiración de condenado,
que canta al amor suyo eres
porque mañana ajusticiarán al alba.
Soniquete fugaz
que mi son escuchas en fundido engranaje mortal,
que vivo su vez eres Musa.


Förüq y Leannán-Sídhe


VI

CONDECORO


I HOJA

Su sangre ha sido mi morar

desde antes de conocerla;

escuché sus estridencias rectas,

sus curvaturas sigilosas,

he sentido sus latidos como alaridos

mi propia sangre danzando su estridencia;

tempestad y brisa entre cerros, montes,

y valles sus florestas vírgenes,

sumisas y salvajes

jamás  te expresé algo, y es que

el paisaje eres tú, mi sentido de vida

mi cauce inspiratorio, mi marea de luna,

tu paisaje danza con mano mi alma,

dos sendas que son una, tu yermo,

es mi desierto, y tus flores son mi color,


II HOJA

del esparto, mis nervios silentes

me afloras, cercana y lejana blandes tu sonrisa,

según sea mirada

cercana con la luz del corazón

lejana si devela las diferencias de alma

lo siento, hago proclama,

soy inmortal invicto, y jamás vencido

si usted dama, mi alma, vives, y

brota en flores mi patio de la araña

oh Valhalla,

el horizonte se desdobla y come así

mismo, para verte en el lado que me parió,

al mismo camino, ayen los árboles

y sus frondas misteriosas,


III HOJA


Sólo existe una ambición prevalente,

no morir tempranamente,

por perder

lo que me hace seguir vivo,

porque Mundo, mi Musa vive,

y jamás hay un paisaje solitario

soy guardián de tus flores, y

ríos dulces,

nos entrelazamos porque algo

sabemos ambos,

que somos inmortales 

hasta que nos vele y proteja Ares

Rey del Inframundo.


Förüq y LEANNÁN-SÍDHE

Flor de Bradomín:


Partir me alcance un día,

he  de visitar el prado

que yo por Bradomín

nunca he visitado,

he de colgarme

de la flor serena

un día lluvioso

a colgar mi estandarte,

vive, nació y deslumbró,

deberéis guardarme el vilo,

que yo partiré este humo,

quebraré la voz del eco,

soñaré que estaba despierto,

mi simiente sacará su cuchillo para sembrarse

sola como se destapa la primera

gota de rocío que tiembla

el Sol que visita,

esta la haré generación seca

en pergamino de hoguera,

mi letra caerá en el ojo

desde el infinito parco de este abrojo,

el altiplano enjutado,

dirá que me debéis cuanto yo

Arriano he plasmado,

y este granate será mi lustre recordado,

es y será mi casa,

el esfumino en coro de grillos,

aullando bisagra,

a la luna que escarcha,

hazme libre luna,

saca mi alta ojera con tu luz,

abre mi campo

al murciélago señor,

acaso mi espada mi tiempo no blandiera,

me encumbro de la fiera,

para ser quimera a la espera,

mi Leannán dicta

yo converso

que desde su estampa

al hada infernal de esta

yerta conciencia,

resurgiré

de la espina dorsal

de este cuervo Förüq

que me habita,

el ser que me lleva

cantará soñará

que es y será  otra primavera

para enloquecer desde ingenua siembra,

graznará el solar del fresno quieto

abrirá el despertar de esta gris araña

entre agujeros de la idea

soterrada, descubierta, alzada

entre sierras y barbechos

despierta, riza, besa, evapora

esta sangre de tierra

que es mi amapola del pecho

anclada, versada, cálida, cariñosa,

abierta entre grietas que palpitan,

fulgente, displicente, dispara que flagra,

sentimiento de esta azada

que es mi vida

al borde de la flor

de caléndula

que es esta realidad tejida

y su floresta que riego desde

que el verso me escribió

a mí la felicidad.



El Castellano

VII:...PROYECTO BRUMA GRIS




Prólogo:


Si una pequeña caracola guarda en su seno el corazón del mar

¿Cómo no ha de haber un corazón que cobije la poesía de Miguel Esteban?

Miguel Esteban Martínez García es nacido en matriz alcalaína e hijo adoptivo de Castilla.Situación que se da demasiado entre los talentos. No necesariamente debe ser así, pero el artista debe trasladarse continuamente, para ir llenándose de la savia de la existencia.

No es la idea extenderse en este tipo de cualidades tan propias de una persona y que no interesa demasiado en la explosividad de su obra.

Lector apasionado de las obras que hablan de la belleza de natura. De pequeño, su mirar atrapó el movimiento, el color y la tersura de una pequeña flor, nacida de semilla de Dios y quedó fundida en su retina por los siglos de sus siglos. Recuerdo un pequeño libro que vi en sus fotografías y era algo así como: “El lenguaje de las flores” .

Ha continuado su búsqueda en Antologías de relevante importancia atemporal. Admirador asiduo de la poesía de Manuel Machado y Gerardo Diego. No dejo de lado a Ramón María del Valle-Inclán, que tiene una motivación circunstancial en su crecimiento. No puedo dejar de manifestar, que me sorprende su rápido crecimiento, como si fuera una planta de maceta bien cuidada, a la que no falta agua, sol ni cariño.

Sé de sus versos desde el año 2012 y muchos de ellos ya estaban escrito desde antes. Confieso que entonces su obra me pareció en extremo muy extensa y con detalles que nada tenía que ver con la poética, pero sí, eran rescatables muchos versos en que la metáfora era princesa y hacía despertar el interés por continuar leyendo hasta que otra vez desaparecía.

La poesía de Miguel Esteban Martínez García no está escrita para lectores con prisa ni reloj en la muñeca. Es un petit bouché que se degusta y para eso debe regalarse el tiempo. Saborear cada palabra, cada verso porque en ellos se ha quedado preso el mundo. La tierra, su fruto; las plantas en brote, su delirio; la flor en sus colores, es el único ropaje en su desnudez del alma.

A veces me pierdo en su enojo con la existencia y no porque no entienda, sino es porque me identifica y lo identificatorio a veces duele: ¿Por qué lo dijo antes que yo? Y sale al paso el ego, propio de los artistas o por qué no decir, de todos los seres humanos. Sus imágenes son vivas fuentes de extravío placentero porque tiene voz el agua; tiene eco la serranía; rugido de león, el viento que despeina sus cabellos que emulan a mis trigales. Hoy, su metáfora ha subido de linaje para mí y es reina en la poesía.

Lector:

Si hoy puedes comprender cómo es que guarda una pequeña caracola el secreto del mar, sin duda, podrás gozar tu corazón en el mundo ficticio, fantástico, real e irreal; el pasado, presente y la mirada futurista, que encontrarás en los versos de Miguel Esteban Martínez García.

Algunas palabras sobre mí:

Nací en acunada en palabras y cantos de dulce y agraz. La escritura ha sido mi escape desde que las manos de mi padre, guiaron las mías a aprender las primeras letras. He cumplido las misiones que me impuso la vida y hoy dedico mi tiempo a crear con más soltura para las generaciones presentes y venideras. Cuento con tres pequeños poemarios, bastante artesanales pero muy bellos porque me han costado sudor y lágrimas. Todavía no fue sangre.



ÍNDICE:


1-Flor de Bradomín: 3

2-Señero quieto:  4

3-Primavera 2017: 4

4-Ávido camino en piel: 20

5-Lado de otro sitio: 20

6-Imperios de ojos cerrados: 22

7-Siembra del pensamiento: 23

8-Desde que vine a vivir: 24

9-Linde quieto abierto: 24

10-Es un fuste: 26

11-Cerrojillos dormidos: 27

12-Azabache de ojos: 28

13-Flor de destino: 30

14-Tierra perdida: 31

15-Reinos: 33

16-Antaño de vida: 34

17-Extasía de cristal: 36

18-Cornocupicia de tierra: 37

19-Ondas mecen: 38

20-Filo sonriente: 40

21-Oda a la belleza: 41

22-Mientras duerme: 42

23-Vítreo tras luz: 43

24:Cristal silvestre: 45

25-Quiebro en dicha descrita: 46

28-Tordo acompasado: 47

29-Cercenada razón: 48

30-Cruzada ojera de luna: 49

31-Negra noche sostiene: 50

32-Las vidas que traigo yo: 51

33:Iris de los campos: 53

34-Oscuro haz, luz sembrada: 54

35-Agua de arteria: 55

36-Vanguardia: 57

37-Por esta fuente fría: 58

38-Hombre lejano yo: 59

39-Brotando de raíz: 61

40-Acampado macizo, verso y entraña: 62

41-Sangre, timón y vela: 64

42-Retina de ocaso sostenido: 65

43-Umbral al destierro: 66

44-Crisol afilado: 66

45-Grilletes de alma: 67

46-Aura acompasada: 69

47-Ángel soterrado: 69

48-Hoguera en alarde sin ascua: 70

49-Rizada espira: 71

50-Vida de hielo ardiente: 72

51-Trilla mi idea: 73

52-Forja de mi sangre: 73

53-Ojo de tierra 2013: 74

54-sangre de ojos: 79

55-Mi sangre yerta: 92

56-Campar de baja ancla: 93

57-Niebla con abismo en raíz: 94

58-Cuña de hermosura: 94

































Miles dei lumen lit c et summun canae versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit


FLOR DE BRADOMÍN:


Partir me alcance un día,

he  de visitar el prado

que yo por Bradomín

nunca he visitado,

he de colgarme

de la flor serena

un día lluvioso

a colgar mi estandarte,

vive, nació y deslumbró,

deberéis guardarme el vilo,

que yo partiré este humo,

quebraré la voz del eco,

soñaré que estaba despierto,

mi simiente sacará su cuchillo para sembrarse

sola como se destapa la primera

gota de rocío que tiembla

el Sol que visita,

esta la haré generación seca

en pergamino de hoguera,

mi letra caerá en el ojo

desde el infinito parco de este abrojo,

el altiplano enjutado,

dirá que me debéis cuanto yo

Arriano he plasmado,

y este granate será mi lustre recordado,

es y será mi casa,

el esfumino en coro de grillos,

aullando visagra,

a la luna que escarcha,

hazme libre luna,

saca mi alta ojera con tu luz,

abre mi campo

al murciélago señor,

acaso mi espada mi tiempo no blandiera,

me encumbro de la fiera,

para ser quimera a la espera,

mi Leannán dicta

yo converso

que desde su estampa

al hada infernal de esta

yerta conciencia,

resurgiré

de la espina dorsal

de este cuervo Förüq

que me habita,

el ser que me lleva

cantará soñará

que es y será  otra primavera

para enloquecer desde ingénua siembra,

graznará el solar del fresno quieto

abrirá el despertar de esta gris araña

entre agujeros de la idea

soterrada, descubierta, alzada

entre sierras y barbechos

despierta, riza, besa, evapora

esta sangre de tierra

que es mi amapola del pecho

anclada, versada, cálida, cariñosa,

abierta entre grietas que palpitan,

fulgente, displicente, dispara que flagra,

sentimiento de esta azada

que es mi vida

al borde de la flor

de caléndula

que es esta realidad tejida

y su floresta que riego desde

que el verso me escribió

a mí la felicidad.



SEÑERO QUIETO:


Linde abierto sembrado por Dioses

de plantas que sólo ellos pusieron

y que ven exclamar su muerte

de silencio gritado

lentamente las estaciones.

Es este campo que vive lejos

con señero

un señor de señores

amor de silvestres,

es encargado de ver en flor

sus amores,

vence que atraviesa

sólo su mirada,

un jacinto se yergue

de azules botellas

sus besos de rocío matutino,

matutinos gritos postrados,

con el hervor que reverdece las tierras,

de cal y tierra arenisca,

de arcilla al barro,

de la pizarra al risco

de granito,

es una vida mi estatua,

dulce,  risueña,  sembrada,

albores cruzados crepitando,

mi nido de grama rehaciéndose,

entre luceros anclados,

arriba mi barco

estos océanos y mares

de tierra,

que todo lo rige

su materia,

desnace el tiempo

abriendo el brillo de mi falcata.

Fiera de fieras

yo soy la fiera,

desde las piedras

a esta mi hoguera.



PRIMAVERA 2017:


1-Tramontado en clavelina:



Padre de los hoyos del sol,

surcos extensos

con superficies de luz,

llorando a esa luna

que blande mi runa de cuervo,

danzo mi hoguera

en un torno de cristal,

profunda encañada,

desapagable herida,

fui niño ciprés, con pie

de soto, entre acordeones

de oscuros fresnos

y pureza labrada en ojos,

hito de fuerte mimbre

ahogaba que soterraba

la violácea arpa,

bajo manos de mi madre,

un río se acervaba,

por sedientos muros,

sosiego mañanero

que acicala mi espada,

en siglo de hondo tajo,

mi montaña, cumbre de nervión

irascible, su clara secuela,

por mi lengua de eno,

mi hijo es de agua,

como pretiles chubascos,

sudor de senos

que recoge,

una egloga en Sol tramontado,

yo sin luz,

febeo arriendo,

con espinas

descolocando las ondas

de su paso,

tapial se alza entre mis muertos,

con hoz que sosiega,

mampuesto

entre sangre de mayo,

que la tierra abre surco,

claridad de amapolas,

magarzas,

por un regato apostado

en este mi tejado.



2-Río de encinas:




Manadero de silencio,

sepulcral de enjutos,

ojos complacientes,

sien de verde amarre,

sin febril cumbre,

entre llanos que avelan,

su coraje

entre espigas del mañana,

por este río grande

de encinas sorteado,

clava el paisaje,

que su tierra nace

en retina pasajera

al fervor

de nichos que caminan,

conjuro de sierra labrada

por espartos de savia y fuego,

de estío navegante,

su perenne edad sin hombre,

calma sin vicio

ni manso aletargo

donde verdecía

mi estridente simiente,

mi noble Castilla

vestida de encina,

que el monte hace santidad

de alacranes,

entraña sí

de esa mi madre

porque soy de tierra,

lustrales fríos olvidados,

en copa de sed,

pardo, noble, antaño azul,

de torcaz mensajera negra,

entre córvida espera,

hablaré sin mí con el Sol,

y que mi pueblo

me guarde el solitario sueño,

por el que místico

encaro la vida

porque yo siembro la mía.




3-Tañer de hiedra:


Cerro gordo de henchidas horas,

marcha lenta sin brepticia,

pesadumbre del porvenir

sin hojas ni otoño de vastos

suelos empedernidos,

en este rincón deslizado

un senil canto que abre paso

tras espirales en cuencas de flor,

de floresta blanda,

húmeda donde la maravilla

será villa,

unquera llanos fueron

sotos sin perdigones,

pero de fuente 

de lo que fue siempre

matiz destellado,

ultrajadas sin abrigo,

en este mausoleo de tiempo

que se pierde sin visiones

vientos sin azares de infelicidad

ni ajuares de inamovible primavera,

donde lo único inamovible

es todo lo que siento por ti,

como un carrusel sin soga,

ni cuerda que atañe,

desde esta urdimbre

anclada, armada, ahondonada,

dónde mi manso destello

de esta asolada cuesta abajo

que avanzo

por la vera

verdes,

un ojo que endoseló,

sin compostura

mi dulce cicuta

secular es mi enredadera,

mi sentir sin espera

su blanca ojera de nácar

de rosas y crispadas espinas

flojas,

absurdo, burdo, doncel

en sandez segura

tapiz sin fusionar

dichas ni agravios

extiendo mi locura

¿Alguien duda de mi campiña?

Con murria

de escurrajas,

cuenta ni aza

sin sostener este descanso

que lo dicho tiende,

todo recuerdo de lo que alma tengo,

y recuerde mi cordura,

que úbeda tiene monte

y yo blando su horizonte,

sin alarde

hago corral de lluvia.




4-Aquilón:


Viento que frunces tu aojo,

en una bruma naciente

que amanta ideas que pasan

y miran pero no anquilosan tu mirada,

ay fuenrabia quien te osara,

tu fija compostura perdida

en brazos de Juana

loca de Castilla,

desesperaba en un borrico,

era suficiente

donde el verdor de siglos

hace loma,

ser por siempre y para siempre

como un helor sin hielo,

caminante de linde despierto,

ubre amarilla de blanco rostro,

brillante hasta el ajuar que esconde la luz,

no pregunto por qué la belleza

en ti desciende,

remojos de ríos

que atraviesan mi castillo sembrado,

tus superficiales heridas

mi tierra henchida,

mi lengua caliza sin despedida,

ensalmo de esta noche que todo cubre,

no me anudes el alma

flecha hiriente

aquilón del norte,

estoy quemando tu horizonte,

bizmando mi carcasa

que sostiene de mi pecho

su ojo en grana y savia.


II


Vente, ven a mi idea,

a este cobertizo de sotos de piedras,

bendice mi historia

una entraña arrancada

a mi padre Sol,

allende una fosa que perenne bordea

mi otro lado,

en tierra madre y tu roca de oro,

surcos en ávida lumbre

dorando mis atardeceres sin morirse,

dulce recorrido sin dejar rastro,

sin recuerdo avanzo rápido y decidido

mis encinas,

por un patio de luz y fuerza,

desde seculares notas agasajan,

en piel de platero,

mi filigrana de recuerdos,

que no sucumben ni hacen bache,

que se infunde pedernoso,

mi tronco vivo,

riza mi sombra desde cal llorada a olivo,

desde mi sino al alto que luna siembra,

lanzas de aire

regala esta pompa de sosiego,

abismo de voz que sangra mi idea,

desde su silencio dormita

el tiempo ese que no es de nadie.

mi naturaleza vuelve sin ende,

raiz engendra, que sostiene

mi porvenir como hoja que de tierra nace.



Nota:

Aquilón significa viento del norte, amanta cubrir con una manta

Aojo no me acuerdo creo que mirada o similar...

Bizmando es construir retocando... o similar.




5-Carcoma mía entre Leones:


Voy yendo que no he salido,

ángel soterrado sé mi tinta,

desde tu abismo enciendo brea

de una espargamina

a una vela encendida que he puesto

a tu tranquilidad,

Dioses te libren de tu dolor

sea del color que posea,

y de fariseos apóstatas

dueños de su falsa palabra

que disparan por el gusto de oírse,

perdón lo vivencial termina con esta cepa,

vivo que seguiré viviendo

hasta que la vida

me diga que no poseo aliento

cliché

porque soy enorme como una pulga benita,

no me quiero extender

porque lo voy a hacer,

avíseme porque estoy rumbo 

a perder mi norte,

entre metales y peñascos de Federico García Lorca

voy que me pierdo en los pueblos

de Unamuno, Miguel,

sigo que descanso en campos de Castilla

de Antonio Machado,

vientos de su pueblo me llevan

a prender fuego mi idea,

por tierra yerta, se siembra

mi carcoma,

para decir yo nací en Galicia

aunque no sea así.

La condena que quede para Franz Kafka

porque él no eligió su fe.

Prosigo

que me crece una malva de mi sueño,

ese que luz desplegaban

estertoras flores silentes

entre bruma creciente

con su espíritu suplicante,

allá en la isla del Hombre de Escocia,

donde conocí a William Walace, 

y él mi corazón de dragón inmortal,

desde esta zona muerta,

libero la tierra,

para clavarles la fiera

que soy yo Esteban 



6-Pájaros de fuego:



Soy pájaro de fuego,

resplandor tibio

de este ocaso abierto,

nazco que avanzo

de tu aurora, deslizada,

deslumbrada,

soldado de la luz soy

para ti que nunca me has leído,

para ti fuego sin más razón,

irisado de un rayo de sol,

somos los pájaros de fuego

abrazamos la primavera en floración,

somos los hombres muertos

brillando nuestro resquemor

en el ovillo de algodón,

quemamos

grises de edificios

de cemento y hormigón,

luz intransigente seré

que nunca muere.

Soliviaré este mi frente,

arrasaré la imagen

en patitas de una escolopendra

de mi patio de la araña,

ella no me tendrá miedo

se mudó a un parnaso

en el que su mandíbula ya no duele,

a quien me descubra

que sepa que como no me conoce

nunca me conocerá,

de un árbol a un ababol

de una caléndula a una margarita,

de este cuchillo

que carne no hiende,

flagro esta flagrante vía

de mi hambre,

porque seré cernícalo de fuego

y todos vosotros topillos de agua.




7-Ti ru ri ti ru ri:


Si tienes valor juguemos un juego

si crees que tu vida vale algo

juguemos un juego,

si amas algo,

si crees que yo tengo palabra

para demostrar que soy hombre

juguemos a un juego,

abre el cajón de esa mesita

saca un revolver que hay

apúntalo a tu sien,

y presiona el gatillo

yo deseo jugar fuerte.

Ti ru ri ti ru ri

porque si no lo haces tú

lo hago yo

ti ru ri ti ru ro.



8-Ataraxia sembrada:



Todo lo que descubro 

un aliento ciego 

como un esbozo por dibujar,

abre mi latir como una sandía

que cercenada estalla su grieta

en sangre del agua,

carmines me recorren

un postrero avance

de mi sino desdentado,

quiero regar la vida de la flor,

engarzando quieto

el iris de mi bella natura

que está brillando

desde el ojo que enfunda

su suerte que labrada es,

hoy los campos me visten de endrina,

para ser retozo que cruje

el desnudar de los antojos,

hoy pudo ser un día sin contar,

pero a ella la recordarán,

libre por ti soy, en rambla sin ribarzo,

esfumo que alcanzo

sones anclados a mis astros

que son santos,

una furia que engulle,

prosigue, consume, levanta,

destapa el embiste 

de toda la tristeza que me abarca,

hasta que engulla esta enorme sombra

que me sigue

por siglos que gasta mi silvestre alma,

te hablaré como se habla al amor,

sin directriz

ni falso engaste,

que mi carne

no tiene baraja,

hoy clamaré

por esta mi ataraxia sembrada

en tierra castellana,

que vive que aguarda

mi dama fadita,

desde el rejuvenecer 

que gasta.el cielo,

al sueño del contemplador,

hoy no bastó el silencio sin cauce

que no perdurase

lo que aguanta

el nervio despierto con sed,

alaba que encuentra

su razón nacida del tesón,

y sus labios besó,

con esperanza

de volver a encontrarlos,

por si desvanece

su solitud que se extiende,

igual que el forraje,

en tierra de nadie.



9-A mi inspiración:



Mar de voz eres,

solana luna

de acres temporales,

flor de flores

jamás tu pétalo escondes,

bruma entre cerillas prendidas

tu salvaje compostura

que nunca puede

negar que mi difunta viva,

no vengo a desnudarte

dejaré que te desvistas,

sol señor,

incandescente ara

de esta mi suerte,

verde monte

verde brezo

que afila este aderezo,

jaula de libertades,

trascienda mi quitina

por tus eras,

duende inmortal quieres

porque eres mi hada infernal

dueña de la sombra

que mi espíritu sujeta,

alto vuelo de mi espada

para encontrar sangre  negra,

me morderás la tinta

desde mi cima

a la espesura,

fuego bravo

sin desquicia,

sed de cada hambriento,

dame tu oscuridad,

crearé hasta desvanecer,

a mis lares

llegó una crítica inconclusa,

subjetivo arte del gusto sin color,

porque valgo más que el nombre,

hada musa

desde que puse primera letra,

cuidaré tu fiel quimera,

abrojo descendido

que arde mi suerte

en verde

de amarte.

Sin alarde

que no sea encontrarte.

El que no vale

ya se dedica a ello,

aclaro que como no valgo

ni medirme puedo en cuantía

desbrozo cada poema

al transcurrir

del nervio del tiempo,

un sin fin entre medusas

que me piensan,

una compostura

sin vuestro ralentí

cuando os creéis quien no sois

rebosando, esfumando yo

mi palabra

retocando puliendo,

ensimismando

porque una diferencia

eleva mi marco

yo esfuerzo lo plasmado,

y no será eternidad mi mármol,

quizá ojera traspuesta

sin luna.

Otros de mediocre innato

triunfan por retinas cómodas,

ojalá mi aliento

no valiese más que la pena,

por este motivo y por otro

soy únicamente solo,

solamente tierra

y mis escritos arena,

perdonen mi prosa pasajera,

tendrá buque mi idea,

deste mar

hasta mi hacienda

podéis quedaros

con vuestro talento doliente

que yo a diferencia me veo

la punta de las narices.

Amén descendiente.



10-Pecho en hierro montado:


Infiere de nocturna flor

nuestra cabida de luz vana,

un día será el siglo de matices

con su avenida escalonada,

suerte en mimbre de tus estrellas

en mis pupilas,

desafíame el lucero

mi malva runa,

satina mi firmamento de lunas,

llega donde no llegan las enredaderas

de mis vilos noctámbulos,

soy enfrentamiento con mi existencia por ti

partida, vestirán las flores mi magia,

para florecer madrugando,

y que su espera me sepa bella, clara

como el osar brotado en primavera,

centella que gasta tu ambrosía amada

cobrando a mis cerrojillos nacidos del alba,

argos sumos en luceros despertando sus arañas,

nubes cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,

Campos de Castilla, soturnales labradores,

abrid la tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas

en acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,

y las matas canten el fragor de nuestras bocas,

¿Quién me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?

Yo soy el encargado de abrir los cielos

hasta que lloren, soy el que despierta a la semilla,

y grita flores con sigilo de chopo me guardo,

y entre rayos de bruma desciendo

hasta mi tierra madre de las sepulturas

de los abrojos creados,

pecho en hierro montado

soy esclavo de mis ojos liberados,

desafiando al viento creyéndole hermano,

soy la vida que me falta por escribir en bronce,

soy sangre, destello que mueve

la hoguera de mi escarcha.

¿Quién viene hoy por mi escala?



11-Lumbre quieta:


Asolado mi alto claro,

soberbio techo donde pensamientos

míos se acuestan,

vida sin vida erizada piel que desespera,

mi esquiva dicha hincha este álveo,

languidece mi yerta hombría,

nada espero padre,

venga a mí su quimera alada,

al clamor sonoro desnucaré el hueso,

y su dulce aspereza fatigada,

mi yerta estampa levanta un crujir de soles,

un mar desaparecido,

no me sigas que no me encuentro

ni yo mismo,

una mañana de esta primavera envejecida,

mi alma viajó junto a la idea,

se estrechó con difuntos guerreros

que velaban cipreses entre las espumas verdes

que clavaban filos de savia,

cenizas de sauces,

entre vítores ardientes sin esquirla,

las vidas que traigo

jamás te las puedo relatar,

yo quise una salamanquesa

ya no me quise a mí,

mis cuencos de hastío traigo,

entre suya va a vencer esta luna

medio gitana,

y vio la noche negra

sus fusiles blander

un tino de hondo blanco,

resquebraba la herida donde yago,

hasta eterna ser mi suave caricia

del hielo.



12-Caparazón sonoro:



Entreabierta explanada corre través,

hendida boca sin aurora quieta,

se expande que nace estupefacto

el armazón sonoro,

una nota que vence la marea,

llega y viene mareada la difunta, afilada, gran helada,

sin popa sin arrastre furtivo,

todo congela su paso arrasado

del poniente al oriente,

marca de su enhiesta flecha que cubre toda  la tierra

de azul escarcha que impera,

lonja que toca esperar

llámese vida.

Tinaja sin fondo, pozo sin recuerdo

donde lustre quema de frío,

una carne en mitad de su alarde,

vestida en transparente hebra de blanca estrella,

suave y profundo, centella madre y carnal presidio,

un ascua que enajena,

hielo que no tiene frío,

venga por aquel orificio

aventaré que yo no estaba vivo,

superfluo  banco sin reposo,

ya dejaré de negar,

este frío mustio acaba conmigo,

sandez


nombre femenino

Dicho o hecho necio, torpe o poco adecuado.

"en su sandez llegó a decir que lo había hecho por amor hacia él: 

Nunca lo desprecié tanto como entonces"


sinónimos: majadería, necedad, tontería

.

Clausuro el dicho,

fuste sin cal, en arena que para mi idea,

vence, apura, desvalida mi sien perdida,

quise desmarcar mi palabra de una desamparada,

muerta fosa,

me nacieron malos labores, con casa, sin cuesta,

aguerrido lanza ancestral canto

oxidado, en yunques que me sostienen,

estados de mi mente a solas,

que trato a incógnitas,

ven, cariño de temple y firmamento,

hasta ser tiempo de un trasquilado ayer,

ven oiré tu desvanecer

en son de niebla yo desapareceré,

un patio fugaz donde crece mi soberbia

en su raíz que hinca, marca y avanza

mi gallo de tres cabezas.




13-Encina de fuego y brea:


Santo señero, 

dulce iris de mis desnudos campos,

Dioses habitaron tu entraña que guarda,

cumbre eres de la loma despeñada,

réquiem de viejas espadas

que te labra,

quieto, el viento te encara,

vuelve a soñar que fuiste tiempo

de los tiempos,

estático límite

congoja deslizada de abriles febriles,

una oda me avanza

sin piel, sin moral sobrecogedora,

decídle a la tierra

que mi alma bulle,

este parco horizonte me teme,

oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,

un desnudar de las secuelas de esta voz,

amaré tu vientre como se aman las flores,

no habrá reino

contra Hipsípila

soterra calma entre alas

de libélula,

entre sueños de drosera.

Partiré mi vida,

recostando mis sangres,

floreciendo rosas a mi madre Belleza,

hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,

en un guiño que descalza

sones por hendiduras sangrientas,

hasta enjaular mi aliento que te canta

por ajuares de estrellas las más bellas,

mi desaparecida sombra,

plañe que llora en su alma verde, pura,

oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,

eres un enjambre de furtivas 

soledades que se vencen,

caminas tus  vastos metales

en tu oscura tierra,

una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,

te duerme la piedra tu encina,

un deshojar de tu rivera

siempre,

de tu río Mundo

a mi pùeblo de Fuente-Álamo

jamás te muestras herida

mi Castilla bonita

mi Castilla sin yaga

por la que encuentro

en el cielo un monte y un atajo,

hasta vivir la plenitud

de dicha en barbecho de tu idea

mi vida, mi raíz,

mi falcata de natura.



14-Labraba una pena:


Ilusión que destella

abriendo, encauzando un hollín

sin ciudad, entierro en esta negra tierra

un suspiro por los impíos,

un socavón llanero de profunda grieta

donde serpenteaba mi anclada dicha,

desmembraré esta bruma

en mi aciago deseo,

vestiré calmas en humo de fuego,

ásperas espumas oscuras dejaré

tras mi arado,

entre milenarios tejos que se abren paso,

un lamento escondido del pardillo

que mató mi gato,

yo vivía en un verano

un día traje una rosa de belleza,

vi encendida mi creencia

por sospechas que alzaban Dioses,

hacinamiento que me sacude,

por grises soldados

atrincherando verdades,

como el viento huye

mira ente empedernido haz

como sonríe,

como niega que quiso ser más,

en fúlgida estela

y campaña solariega

vi el labrador de mi quieta espera,

aspeando terruños en blanca, crispada

mortandad de ascua,

una sombra de curvo filo,

me cuenta del almizcle

que brota almíbar sin cuenta,

un caracol de rama de helecho

despliega sus azarosas hojas,

riza mi espora

por este hueso que vela que mi Cernunnos,

cuída mi bosque.

Se baña desnuda Artemisa,

para que Diancech

teja mi enervada silvestría.



15-Sueño enterrado:


Quieto me elevan 

aspas dentadas de poniente,

molinos de profundas yermas,

ay la tierra

amaré un sol pariendo

la sombra tuya que enajena,

callaré susurros

de esquinas sin hacienda,

amaré quietud entre helechos

de rizadas curvas entre sus espejos,

la soledad del hombre me hablará

como me habla la piedra,

dará su mensaje la hoja caduca,

la bondad me afilará

una estampa mía entre la sed

de esta tierra,

marcharé como se marchan

los graznos

de cuervitos cuando amanece,

mi espada brillará

este grito de la montaña,

me guardarán el vilo

mis secuaces grillos,

embrujaré mi labrantio,

para enamorar a la luna.

Despertarán procesiones de hormigas

mi semilla, me trinará doliente

el este de mi suerte,

preguntando

por fin se me entiende...

agujerearé el surco prominente

que la maldad hace alarde,

me llaman a profanar

mi encanto

perfilaré ascuas

del astro,

crujiré mis costillas

soñando que mi sueño

era de mi carcoma.


A 25-04-2017


16-Reminiscencia armada de anzuelo:


Agita la severa onda,

un aletear del sargazo

entre gusanos que hilan

pescadores del pescuezo

de sus anzuelos.



Yo en tierra neutralizo

la tibieza del sol,

entre mis fúlgidos cabellos,

reviento azares como lijas subordinadas,

enmiendo errores de estos sueños que corren,

carraspea mi trilladora

un sonido de semillas que estallan sin carcasa,

estoy afilando mi idea

esperando que llegue el día.



Traspuesto a seguir el halo impertinente,

entre senil fuelle,

es el sonido de la tormenta,

partirme el rayo acaso pudiese,

venga que viene entre iris insomnes  descorchados,

fieles a fulgurar regazos de redondos brazos,

quién osado que cree que posee salud.

A la muerte miente.




Va entre forrajes y gramas secuaces,

avanza estos dientes solares,

gritan rayos estelares

su alacridad entre solares sedientos de cielo,

es una finca

y un cobertizo nublado,

donde el grano ahuyenta

que fue arrancado,

es la tierra una azada permisiva que todo traga,

voy más allá de mi encumbrada malva,

mi taciturna sien nunca despega,

habrá que avanzar mi nariz

por campos

de la perdiz,

en la rivera del Arlanza

echar el sueño a flotar,

y que se ahogue mi funeral.




17-Pelo de un pelo:


Rezando por mí mismo,

repitiendo mi segundo infinito

de vocablo por si no sabéis

se me acabó el vocabulario,

infinito locuaz entre

ávida espesura que cuaje

entre corchos de ideas,

resumo que coarto que venzo

una atarralla en pulida sien de azabache,

desgrano ávidas flores,

en soliviares difusos

cierro engranajes,

estampo este listado

en profundas sienes de mármol,

caléndulas miles,

margaritas que ni cuento

válgame el invento,

compases retuercen espirales,

entre soliloquios fugaces,

voy que vengo que estoy muerto,

infinito se llama puerto,

estoy venciendo,

un crisol argénteo

de  malva de luna coja,

es una lección subordinada,

sin hueso,

quiebro y apunto

un embeleso nacarado,

soy lobo y reviento por serlo,

limaduras de carrascas patidifusas,

en solares de mieses

de cabezas de grama,

ababol Joselito cuenta

que se quedó sin sangre de tierra,

sangre no es tristeza es salvavidas

cuanto el fuste se invalida,

gira mi vida, retuerce que

lo mío es para siempre

si no te taladra la mente

te extasía las pupilas

mi yerto tren siniestro,

desangelada calma me atrapa,

un fulgor crepita sin talla,

como Soraya en la playa,

don funesto entre ríos corajinados

de lares insospechados,

son mis hermanos,

sangre de ojos,

azares de rayarse en la línea,

cielo reviento,

hoy pariré un abrojo

hasta que me haga libre,

sombra de medio tonelaje,

difusa suerte entre corceles,

reino aliviado del insecto,

sombra de abeja

en la cumbre de mi ladrillo,

quema mi hoguera un alarde,

traspuestos acres de largas venas,

venga que viniera mi quimera

que la doy una colleja,

resumo ya voy desnaciendo,

en esta sopa

de la que soy dueño.



18-Lira en cuerda yerta:



Libre canto al azar traspuesto,

somnoliento, dormido entre flores del ocaso,

ocaso malva, quieto, renombrado

por flores ávidas que exasperan

sangre de tierras, es por esta siembra

que mi fuego hace nombre,

gotas en globos, evaporadas sienes,

tranvías etéreos sin cables,

gusanos con patas de un destino nacido,

me encontré con mi sombra

y me dijo:

Agarra tu vida,

como la semilla despierta del sueño

de que estaba muerta.

Hinojo al fuego,

un curativo suplicio

consume, avanza, descubre

un ángel de espada clavada,

fulgor entre bocas,

espiral de piedras,

un sonar del monte a la carrasca,

ya conoces que ni queriendo

puedes abandonar,

exaspera, arranca tu espera,

ahoga tus lágrimas,

que se te escuche donde el espacio acaba,

sé sangre sin pena,

consume iras en llamas por tu semblanza,

abre tus flores,

sé amante de tus ilusiones,

cuestiona la duda,

duda hasta de ella,

yo nací de tu espera,

desempolva tu nervio que te lleva

por lares de calmas,

desgrana el tiempo en virtudes,

afila tu alma

hasta un infinito

acrisolado de cristal,

viento yo soy tu servidor,

te sirvo aliento,

de mi vena que brota

en febriles acequias,

que estampan que la sed acaba,

y la inspiración brota de albas fugaces,

de encuentros vacíos con perplejidades,

esta espiral engullirá

el orden que imaginó tu existencia,

orgullo entre caracoles del tiempo,

haz que nazca tu hoguera

libera la vorágine que alimenta tu espíritu,

relampaguéa tu reino,

sembrando sentencias

contra el mal hacer de lombrices.

Y sus vivencias estériles.

Demuestra que eres de la tierra,

que eres un ser de tierra

desnaciendo liras en las flores de caléndula.




ÁVIDO CAMINO EN PIEL:


Aciago vilo descorchado

en canal aciago infinito

destapado en sangre

de campo,

él,  a veces  sonriente

a veces abatido

en su recogimiento

de verdes espadas,

viajaba su idea

como una culebra terruna

jamás vencida,

siempre con fugaz


aleteo entre estambres.

Vencía cada primavera

al ocre del paisaje,

por cerros era padre

por llanos fiel hijo

de compostura olvidada,

por copas de árboles

brindo esta suerte,

encontrada,  cabalgada

por los besos

que puedo dar a mi dama,

que entre forrajes

avanza

a desenterrar

mi espada,

nuestro coraje sembrado

entre mis espuelas.

En los bravos halos

de estrellas apagadas.

Naciendo una

para que brille a ella

mi amada.

Esta negra noche

que avanza

mordiéndose la cola,

entre luna argéntea

deslizada

por sus filos

de pestañas

acuesta al alba.



LADO DE OTRO SITIO:



Un aguilón de arpa

que se duerme sobre la jofaina,

sin las usuales conversaciones

que lanzaba el alba,

aguzo mi repentina fogata,

un calor que sujetaba

mi primavera,

se abría la rosa

que había tardado un año

en despertar,

sobre un lecho terruno

crispaban ya las solas amapolas,

saludando un mayo carrizo

que ya entraba

por la avenida

que acicala la vida,

una luz sin día

descansado sobre la música,

acecha mi ausencia revertida

abriendo vaporosa

esta mi sangre,

llamando a mi voz muerta

que ya no encara su brea,

armonía que inspira grises neblinas,

acumulando estos pastos jóvenes

de su alarido de cópula.



II

Jamás oíste el postrar

de mis azures sarnosos, 

abriendo sin palpar

los cardos hermosos. 


Un soñar que la primavera 

era carne

de mi doncel espera, 

quizás solo canto

como canta el azul

despidiendo,  encontrando

que el cielo es y será 

por los siglos azul, 


"Aquel día,  fuimos como una sola

de sus parejas atormentadas , sin habla

hasta que habló por ellos, 

cazadores de silencios al mediodía

era un profundo carril que era sexual

con helechos y mariposas, " 

Seamus Heaney Campo abierto. Irlanda del Norte


era mi cadillo despierto

orando un sol oscurecido, 

sin acre de invierno, 

deslizaba ginebra

desenroscando azares furtivos, 

Sin quieta,  amarga doctrina de arbusto, 

lloraba que era endrino

al cabalgar de savia, 

fiable destrenzo mi cadena funesta

apunto mi ballesta

a disparo puro,  liso y duro

que el alma atraviesa. 


III


Resoplaba nuestro silbido estacional,

una melodía sin garrote,

que acongojaba el corazón,

nuestro brillante patio

erizado por lenguas de irisadas luces

enraízadas,

en su timidez perseveraba

como perseveran las rocas por deshacer,

quizás tenga miedo

de lágrima esquiva que encuentra su huida,

me ahondaba mi herida

donde yago sin percatar

lo que percata el tiempo,

es mi azur una desquicia temprana

que no pide que calle,

este hijo poema que desnuda

mis blancas manos rosáceas,

es como un clarín y un solitario violín

de astros menores,

siendo alimento de este fuego propio.



I:


Páramo del verso solitario, decapitado

buscando el encuentro

y su soledad que mece riza y concluye

momentos de la fuerza universal

menú de la disponibilidad de vida

mi lluvia sube redonda tu cara perpleja

podemos salvar lo regio del reino que cae y vuela

soy uno, rey de sí mismo sin atisbo

desde el fantasma que vengo

todo crecía ardiendo

no tengo miedo a su pirámide

ni su ojo absorbente de mí mismo,

tú piensas tu resguardo

en la radio hablan de nosotros

te incitan su teatro de vidas manejadas

el amor a la flor me lleva,

cabalga mi iris consumido

a lo onírico de mi conciencia

Orando por mí mismo

mientras muero quiero dejar absorto el tiempo,

agujerearlo, estirarlo, romperlo

en la rebeldía que asesina la vida material

inconcluso en este mundo

no puedo volver eternidades atrás

deberé guardarme a mi existencia tejida

pero sin asumirme o doblegarme a ella

nada que negar en silencio seco

nada que defender

solo una parte soy del eslabón

nada de mensaje

nada que decir

nadie a quien impresionar

es mi vida nada más

puedo empezar mi historia de nuevo

por mis amores típicos

de ser humano insignificante

nada que arder, nada que cambiar

todo puede suceder,

los errores no se pueden quemar

a quién le importará

carnes pensantes me dan igual

el Juez Supremo me dirá

a mi Conciencia de ser humano

le hago un templo

la verdad compañera sin ti

buscando más razón

del amor del Sol,

en comunión sangrando lunas

en armonía de esferas de años fríos

vívidas estrellas que todo lo imaginado

viene de ellas

hasta este astro apagado en vida

que arde por dentro

su ser llamado planeta Tierra

sabes que puedo

pero no volver de nuevo.



A 09-03-2015





SIEMBRA DEL PENSAMIENTO:


Asustado no estoy

el miedo perdió su cobijo

los dioses de mi cabeza

reinos de su locura

inhabitada, extensa,

auspiciada inteligible

puedo bajar por el cansancio

escribir un mundo muerto

creciendo, buscando verticalidad

en la sabiduría de mi verdad

ausente el día desde mi hogar

busco lo inconsciente del sueño

que pierde esperando

esas profundidades del hálito de vida

por despertar la semilla

de la sembrada humildad

qué solo yo veo y me basta

piensas que estás salvado

mentes blindadas

en la luz de la conciencia

unificadora que dicta

el retorno al único origen

voy escalando estas nubes

de mi mente

considerando brillos los sentidos

costando y pagando el pasado

tiempo que despierta y roba el sigilo

caminante de la sombra

grito a la mente que me habla

pudiendo florecer 

una y mil siglos más

la bruma teje su limitada ascensión

que subyugada y difuminada en la sociedad

material, empedrada de su cementerio

llamado hogar basado en la mentira

el cerco se estrecha ahorcando al gobernante

del aire

y los ineptos millones de ausentes

pájaros voladores que creídos pensantes

ven como los dirigen

sumidos en directrices de hormigueros

y el libre tiene la cabeza a líneas

de horizontes superpuestos

en laberintos de lo perfecto

que la elevada conciencia

te tiene de paraíso en lo insignificante

que marca su autenticidad

y se hace risco en la eternidad.


A 09-03-2015



DESDE QUE VINE A VIVIR:


Ascua irisada al tacto,

estoy bailando sobre una estrella,

todas las cosas que vienen ahora,

en soturna claridad apagada,

hoy es el ahora,

mañana es para siempre,

mentes acristaladas

en espejos que les reflejan,

rompo mi sumisión particular y generalizada

a esta realidad mecida y dirigida en el ojo

sí ese de su escuela, en seis mil millones

de mentiras que caminan,

todo lo visto quema mi retina,

por el ojo de este cuervo

el tiempo ya no me puede sostener,

volando lejos donde la mente alcanza,

no tengo creencia que estos tiempos

serán mejores,

me estrellan sus filos hirientes,

entre lapsos de gentes 

al parpadeo me venzo,

hoy será vendido al postor rendido,

extasía en metal prendida,

todo lo que pasó:

Estoy soñando 

el tiempo que cerraba mis ojos,

retales que cerrar y su olmo blanco,

su jardín azul, su fuente de cristal,

nada desvanecerá al Miguel sin alas,

seco de hoja de otoño

no me llorarán ni mi jardín azul de caléndulas,

ni mi acristalada fuente,

ni el olmo que no es mío ni su blanco

será mi aura intransigente seca a morir,

sobre los años avanzo,

yo soy el Sol,

lluvia cae de nuevo este acre me cuenta

algo para tu entendimiento,

cruzo los cielos muy alto de nuevo,

soy el humo,

yo soy la piedra que te habla.



A 09-03-2017


LINDE QUIETO, ABIERTO:



Derecho firmamento

entre filos de gentes,

es una piedra que camina,

piedra aventurera,

seca y umbría,

reposa y duerme

cantares del linde,

centellea rayos irisados

se riza con los besos de lluvia,

acaso quiso ser otra,

ella tan yerma, tan plácida,

imperecedera,

cerrada como se cierran

los rayos de luna,

acantonada, de estéril estampa,

dejas muda alabanza,

el día que te hice de voz,

piedra bella, sola,

estridente sin patio de sonido,

y esta voz que te di

voz dorada como tu piel de minera,

como un soto sin perdices,

avanzabas solo tú,

la vida quieta,

sembrándote allí por donde anduvieras,

al candor de piedra única

igual a la siguiente y a la anterior,

sin afán superior

hasta que este poeta te dio voz,

como flores que sin color

acaso fuesen,

un despertar en brazos de cieno,

un respirar de la montaña,

un cuchillo calizo que afilan

erosiones de las eras,

latido férreo, sangre de mineral,

o compostura de arenas,

piedra de mi casa,

piedra de tu casa,

la tierra.


II

Piedra potencia eterna, 

nacida como nace una estrella, 

cumbre de filos por bandera, 

hogar, cobijo y morada

de lagartijas que cuelgan tus venas, 

colchón de rayos de sol, 

asolada tu espera

por quien te dio voz, 

lideras tu guerra sin cuartel, 

antes de yo nacer, 

tú dabas alientos al suelo

sin importar pertenecer, 

siempre fuiste

siempre eras su piel, 

de la cantera, al nicho, 

del mausoleo, al caserón viejo, 

del silo al castillo, 

tu fortaleza empedernida, 

tu aval de honda certera, 

Siempre estabas

siempre estuviste, 

como río a su voz del mar, 

osado no fui yo

quien te encontró, 

solo fui encargado

de darte moción verdadera 

ojalá pudieses contestarme

mi piedrita bella. 


III

Devuélveme a tu vida eterna,

del soto a tu quimera verdadera,

clávame la oscuridad de tu cueva,

en esta esfera pulida sin espera,

risco de tu sien enarbolada,

millones de hijos

esencia desnuda de tu alma pura,

techo sin compostura

del ser invertebrado,

techumbre que pizarra llora,

su azabache de cristal,

tu sangre de fuego y agua

que nunca te alcanza

sólo partirte puede,

grieta de helada, tus filamentos

que encaran tu azar de vida sin dueño

a tu sangre de musgo me cuelgo,

en verde musgo tu fantasma muerdo,

vida de herramienta,

azar de la idea,

al paraje que te conforma

al que sostienes su vida

siendo el suelo techo de esta hacienda,

si tuvieses dolores todos gritarían

que se acabase la muerte en la tierra.



ES UN FUSTE:


Quiero deslumbrar mi camino,

ayen de estas víboras que caminan,

palpitar el látigo enfustado

de sedientos corazones.


Entre sangres fugaces afilo

esta vida en grana marcada,

deshojada, por cuanto he conocido,

más que tristes metales lascivos.


Caparazón este el mío inerte,

vestido de marzos seniles,

agota, coarta la esquela

de mi memoria perturbada.


Camino sin camino

por donde se oculta el este,

veo la flor que desviste,

entre pétalos su iris difunto, inperturbable.


Te construyo sin verja, franca,

tapia ni acantonado te hago

a imagen y semejanza del aire.


Que pasa y mira,

que mira pero no descubre,

que nací dueño de tu avenida.


A este sol ferro  cuelgo agravios,

ofensas que desvanecen,

como la noche devora lo que es suyo.



CERROJILLOS DORMIDOS:



Rubor cristalino,

deshoja esta nieve de chopo,

liman vientres

mientras envejezco

el matiz liberado

entre fuelles de viento,

una escala al cielo,

un sortilegio

en clavos sedientos

aclaman sones

sus verdaderas razones,

me acicalan procesiones

en hálitos de perfectas oraciones,

hoy verá el día

izarse, levantarse

su raíz de tiempos lúgubres,

desparramo que fluyo

por ataraxias desmenuzadas

en solanas de lunas

y sus mares

bajo yunque,

se clavan sienes

al verdor de pinos,

y sus consecuencias de yemas,

un verbo despuebla mis santos astros,

coagula mi pensar

entre trenes fulgurados,

solapados del ayer difunto,

rizando lo que siento

por repetirme

es más que mi don funesto,

un dialogar si encontrase oyente,

un hervor de mi recta frente,

noche sin llegar,

vienes y perviertes,

mi osadía vestida

de placajes sin hacienda

de viento,

rayos sin luna

y oscuras rúbricas

sin luz de vela,

enfrento mi brava espera

por si baja Ostara

y se duerme en mis flores de caléndula,

hoy es por mí guíame hasta ti,

bajo el relámpago asido

a tormenta sin cresta,

paran mis relojes

por atar segundos

de espera quieta,

ven a mi cabaña del cielo

y bebamos nubes,

desliza y enmaraña

tus hilos de cabellos,

extenuando mi yerta clara

en mi siembra directa

a finalizar mi escritura

de este Abril del 2017.



AZABACHE DE OJOS:


Ojos direccionados

a esta luna de azabache,

el tejer de una gota de savia

plañía la desesperanza fría.


Siniestro compás mece,

en acorde clavado

a este invierno estirado,

al estallar de bombilla me cuelgo.


Curvo escalafón riza besos

de unión de cicuta y sangre,

yermo, plácido, envuelto

en sembradíos de oscuridad.


Quisiera que hablaran mis retinas,

de encuentros fugaces

al temblor de esos filos

que la dama oscura blande.


Gira presto a enraízar mi sangre,

con destellos de espuma

que las tierras bullen.


Yerma, extasía de verdes

por solitudes heridas

una cercenada tajada,


Retiembla mi destino

al cabalgar de soles,

fiel estampida de semblanza.




FLOR DE DESTINO:


Requiebro olas en fragor de colmenas

alzadas, sembradas en horizontes yertos,

al fugaz aleteo de la luz,

en fulgor de sombras erizadas,

todo lo sentido más que un haz carcomido,

fiebre en destello de mis astros,

todo lo dicho más que un cielo sin aurora,

más que una navaja de filos

por pestañas,

hilvano que trenzo

la sangre dormida,

es una cabaña de cielo

donde cobijo sueños y quebrizos,

en la cabaña

que Dioses abandonaron,

siembro escarchas de hiel,

todo lo que me dijeron es una verdad,

allí donde la puso el hombre,

bajar acaso puede,

grazna mi vida una vez más,

trenes pasan por estas sierras de nubes,

el destino informe ya cansado se apiada,

toboganes de esta bruma gris

me cuentan, me dictan,

del sentir de la maraña,

hasta que lleguen mis flores

del mañana,

entre el palpitar de azucenas

frías de la tarde,

pataleó el latir exhausto

de la silvestría del azul

del sueño, del racimo de mi jacinto,

extraviado,

un sol de invierno que ya se marcha,

por cuencos serranos

por alientos en carne de colores,

abriendo rectas sienes

el crepitar de los vientos,

bienvenido a mi mundo,

yo no estoy despierto.



II


Ama de esta casa, el alma fría,

de mundos retorcidos,

ingrávidos al peso de flores,

destartalado, por gentiles gestos,

azares difusos de mi reino,

saludando a la quema del rastrojo,

un iris por desenclavar,

corona de caléndulas

en soles por doblar,

al rayo seco, tornado en gesta

y sus candilejas fulguradas,

ríe y pasa, pasa y ríe esta espada,

hendiduras febriles

de mis verdes ojos

entre sus cauces la verde grana,

la verde espiga,

un romance del labrador

con su granate amapola,

llora sangre de aquellas santas,

esquiva de obreras guirnaldas,

se cava en rayos seculares del rey astro,

Estallando de luz su rocío primero.



III


Resplandece el día,

entre zarzas salvajes y sus espinas,

duerme que dormita un sueño enhebrado

en blanca cordillera, entre grillos

que soterran saetas dormidas,

al trinar de los cardos

en estepas cabalgadas

de verdes y sus trampas

entre erizos de campanulas

que ya no amarillean,

gimen abrojos el suelo que los vio nacer,

llegado el día del topillo

y su cernícalo que le da digna muerte,

entre este patio de arañas grises

descubro que me hincho de colores

estacionales, perennes, mutables, caducos

en crepitar de savia y duende,

se blande, se rige,

se descubre que todo duerme.



TIERRA PERDIDA:


Limo, sostengo, agito

la vena enardecida mía,

destapa al fuego en círculo,

retiembla destinos ciegos

en crueles, parcos horizontes

sin orificio,

destrenzo el nervio de hierro,

repto avenidas sin salida,

voy y vengo cantando

esto es tierra perdida,

correcto, en el ojo

y soterrada vía del hambre,

nazco que broté de semilla,

estiro que alzo

sangre en caricia,

marcho sin mirar atrás

esto es tierra perdida,

ocaso malva derrite mi vida,

en ríos sin despedida,

en sábanas de escarcha fría,

correcto

es tierra perdida,

nada es súplica advenida,

fulgor entre sienes de carcoma,

festín de arañas grises,

nada me detiene,

avanzo, el sol me cuenta

que es tierra perdida,

cae la tela tejida,

fiel al descanso de mi subrepticia,

gimen tiempos rizados al ascua,

cantan malas yerbas

sin perfidia

que esto es tierra perdida.

Yo contesto

dorado al fulgente metal

que es mi vida,

es pasión, es luz,

es calor,

este es mi rifle

esta es mi vida,

granate al escape

lustre postrado al rejuvenecer

del marco,

yo no estoy colgado,

venzo que avanzo,

resumo, coarto,

me descubro a la luz templado,

todo dicta

que yo voy

que yo vengo

por tierra perdida,

resplandores sujetos,

acuartelados en énfasis,

porque desconocen su sino

madre de

esta tierra perdida.



REINOS:


Mariposa nocturna,

amiga de las noches

que escapadas revolotean en las luces,

mariposa blanca,  blanca nube,  blanca muerte,

cristalino rastro,

polvo de estrellas,

Transmigración de las almas,

Vuela mi conciencia,

descansa y juega con mi luz,

esta noche mi alma es tuya

blanca dama alada,

avoca tu perdición en mi sendero,

olvida tu atracción lumínica,

las estrellas nunca se pueden alcanzar

bonita ni la luz capturar.


II


Canto carraspeado, estirando el calor

por surcos y grietas de un rayo solar,

termómetro yerto, estirado

de todo espíritu muerto,

rejón de grados tu cuerda de cigarra,

cada simple vida de la nota sujetas,

por un campo que haces tuyo cantando,

que necesitaste medio siglo

para florecer en voz,

al viento que te dio garra

y cimitarra,

tu libertad es incuestionable,

agarrada a un profundo horizonte,

cuando el astro rey hierve,

tu crascitas el canto de día

porque la noche te puede,

para el relevo del único grillo

que afila el cuchillo del silencio

su fiel gemido sin nombre ni reino.


III


Armazón de quitina, acorazado

capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,

escarabajo de todo ámbito y lugar,

tan variado como único al mirar,

desde la flor al desván,

tu voráz fauce desde el árbol  a la flor,

desde el desecho al coraje vivo,

suerte desde el descender de tu larva

al evanescer de tu metamorfósis,

azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,

vida de calma y pulcritud,

apetito que no cesa,

muerte que no detiene,

ni elemento ni realidad que no ocupes

del reino animal

Rey insecto desde Egipto a Castilla

con su gorgojo de la encina,

desde un continente a ningún lugar

donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.


IV



Cuatro riendas aladas

un mundo asesino de ojos,

corazón en pareja,

planear infinito por umbrales de luz y agua,

un reposo de la noche en un ser vivo,

colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,

caballito del diablo,

libélula zigzagueante en esfera de mandíbula

espuela infernal del ser que acechas,

mensajero del cielo,

astilla con alas de la puerta que abre la vida.


V



Ambrosía de ser vivo sagrado,

oficios y tareas consumados,

albañil efímero tu dicha de genes elaborados,

quién a ti te osase,

tu esencia tu labor de escuela,

miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,

tu tejer de los campos recogiendo,

siendo supervivencia de casi toda planta

tu legado Hymenóptera familia

tanto depredadores como recolectores

abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,

en defensa de lo que amas.


VI



Reina araña de esta tierra de conejos,

ocho patas acecho de los campos,

maternal hasta llevar tu prole en el lomo,

araña lobo capaz de enfrentarse

con el alacrán y siempre ganar,

al acecho desde tu madriguera,

un hoyo donde vivir a la espera del despistado,

tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra

tarántula lycosa lycosa.


VII



Danza mi alvéo una sonatina

de hormigas famélicas

quieren alimentar a sus reinas aladas,

con semillas danzarinas

en busca de su nueva vida,

yo margarita quiero mi vida contigo,

para alimentar tu alma con versos,

nacidos del fuego en fundición de verbos,

recorro tu existencia

de la que soy tu hormiga león

del signo que me vió nacer,

la constelación del cisne,

quiero que sientas orgullo

de que soy tu hombre

asi no te dé un libro

te doy sangre para que escribas trece,

has demostrado belleza por tu fuente,

me verás eclosionar de mi etérea crisálida,

mi motivo para escribir a la naturaleza

descubrirás porque soy animal de verdad.



VIII


Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,

antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,

ágil correteas mis pensamientos,

muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,

habitante donde haya humedad,

como un río que habitas corriendo,

como lepisma pececillo de plata,

tu longevidad mayor que la de un gato,

destello de que lo tuyo es perpetuo.


IX

Moscardito


Me besó la mano,

era muy cariñoso

eso fue porque eres bueno

moscardito lo es más él sólo pica flores ni lleva veneno

él sabía que siempre he querido ser de su raza,

amor mío reencarnarás si lo deseas,


osado aquel que posee su vida

sin preocupación suprema

que no sea picar la flor,

ser soldado alado

dueño del mensaje del superior,

visitar las plantas que Dioses sembraron

con ardor, difundir la supremacía

que trae y lleva la vida en caricia,

cabalgar los vientos a merced,

ser transeunte de florestas y campos encumbrados,

llevar mensaje a cada flor sin despedida,

enamorarse de la despensa de la primavera,

besar sin cesar,

amar sin dañar,

tener condición

para seguirla de por vida,

yo rezo cada día

que si muero yo renazca como moscardito

mosca abejorro que hoy confundió mi mano

con una flor,

amo como él la flor

porque antes fue ella que el animal,

que soy yo,

cuando nací ella ya existía

con su azar de conquistar la tierra.




ANTAÑO DE VIDA:


Eres pilar sin margen ni curva,

de tu divina compostura,

tus ojos que acaso sombra cubre

un latido donde se bañan los octubre,

vendaval que soterra nichos

para devolverlos a la vida

en este soliviar barroco

que me puede derrumbar

a la llama fugaz que rige,

avanza y consume mi vida

a la tuya asida por los astros

que son santos,

oscura pila dorada al iris

donde se baña tu alma pura

acaso ella llevarme pudiera

entre sus vientos desnudos,

entre sus alientos

de florestas descuidadas,

acaso ella no me hablara

entre el jilguero y su cardito,

entre la caléndula y su insectito,

yo volara con ella lejos

donde se oculta el alba,

para demostrarla que yo

libero tu mirada

por rayos de su aura imperecedera,

fuente de alta frente,

cumbre de riscos y valles,

alguien acaso arrebatarmela puede,

aunque Ovidio te de más flores

quitarme nunca puede,

ni aunque tiemblen

mis huesos rectos y sangrientos,

osarse en gris mi camino viene,

te traígo golondrinas en suaves trazos,

te traigo sueños en colmena,

y sonrisa en luna venidera,

anclada a esta sepultura,

al resoplo trenzada

mi cristalina esencia,

en crepitar de estacas por clavos

que llevo ardiendo en mi pecho,

a este diáfano vacío

vengo que voy llegando,

caminan pensamientos

de sus sombras colgados,

esta osadía

que ya avanza como vidrio quebrado,

haciendo polvos la idea,

porque no me alzarán en marco

ni será eterno mi mármol,

dirá por este mar he llegado,

y el azul acaso será azul

por yo nombrarlo,

viviré de la letra amarrado

hasta que ella sostenerme pueda,

haré juicio de esta arena,

en escala a aquella estela,

sangres me gotean los ojos

de ver desnuda a Diosa Flora

vistiendo de los campos

la miel para cada sentido

Margarita yo que nací hombre

nada ningún averno,

ningún paraíso cercenado

ninguna deidad personal

de tantas sardinas que adoran

de boca pequeña

podrán negar que yo asalte

que yo recorra tu flor.



EXTASÍA DE CRISTAL:


Penumbra arrebolada,

hija de la sombra asolada,

temple de maraña,

tejida araña dormida,

sol en su trapo desnudo,

ven a mi cabeza

retuerce mi idea

que se encadena

sumisa a noble premisa,

no puedo parar

no hay tiempo de pensamiento

sólo escribir duro, seco, limpio

como agua de este río.

Sentido volviendo a la vida,

mi espíritu está creciendo,

tantas luces sin alba

tantos astros sin noche

es muy tarde,

nunca para volver

al origen de savia,

desnudo en este reloj

mirando este cementerio

alzarse, enarbolarse

de la nada y su infinito de cristal,

estoy dolido

que tú te lo has creído

si me quiebro

es para renacer

quemando mentiras,

liberando fieras,

roto al tiempo

entero al fragor

de mi espada,

no tiene vuelta atrás,

océanos abiertos me llevan

a flote de nuevos sueños,

rizado a la espera

engalanando mi quimera,

desiertos abiertos

en cal viva,

manténme el amor quieto

subiendo montañas deshechas,

viviendo el brillo sin estrella,

ojo de un ojo labrado

mantengo mi esencia

en joya de noche

miro dentro

y todo retuerce de nuevo

dame tu mano,

descubre mi reino perdido

a encontrarse en tu mejilla,

háblame de tus vidas

de tus alas en mi extasía,

sólo allí despacio

latirá su osadía

líbrame amiga

de cerrojos

y sus cerrojillos dorados,

exasperados,

esta noche seré luz de hoguera

y tu cobija quieta,

el único sin miedo

a decir lo que siento,

carrusel sin engranajes

caballo sin jinete

tormenta sin nube,

beso donde no lo imaginas,

sólo yo contra el mundo

abriéndome de la tierra

siendo alma en disparo

certero, agudo, estridente,

como la voz que no se pierde,

yo nací albor

nací para ser tu amor

no me pierdo,

estallo osadías repletas

solitudes que trepan

cruzo líneas

de estos cuatro días

que clava tu voz

desmigajando miedos

porque yo soy el miedo,

batallas aparte

soy tu planta silvestre

amando su tierra

más que a su sangre,

mi esencia verdadera.



CORNOCUPICIA DE TIERRA:


No rebotan los tiempos llorando,

en escalas a ese cielo anhelado,

voy que viajo

y bajo mis plantas

la tierra brota, rehuye, fluye,

todo me alza

sobre torres sembradas

y sus trompetas abiertas,

desenfundo esta esencia

de estaciones correr,

hogueras profundas

en lágrimas de lluvia,

plantada mi compostura,

me crepitan las montañas,

los cuervos me rinden pleitesía.

Ante estos ojos

el ávido brillo

de oscuras alas,

frente mi carne

fuego enraíza

esta noble falcata,

encinas me enraizan

el dorado anochecer,

noche oscura

entre espectros de letras,

el día derretirá mis flores,

trepando mis venas de encaje,

mi azada será sangre

no más cuerpo y carne de metal,

al erizado filo

clavaré sentidos despiertos,

mi letra será invencible,

en flameante rebosante inspiración

parida de un rayo de sol,

ay la tierra que me clava la siembra,

ay sol ferro,

yo te hablo

al fulgor de venas

al calor de llama azul,

tú invencible

como la palabra te formó,

extasía lumínica

en candor de lunas aulladas,

ven a mi pecho,

te daré asilo,

desgrana este silo,

que mis manos hablen colores,

solo ante la adversidad

esta negra noche que huye

enjaula su oscura sombra

donde la letanía esconde

sus garras de cristal,

quedando repleto este umbral,

he oído llamar

llamar tus sangres de luz,

a violetas nebulosas

sin cauce

empotradas en sagradas espirales,

busqué tu vida eterna,

me contestaron inviernos

desmochando brotes extenuados

de tiempos atravesados

por tu espada eterna,

fuente fría

que llena dulce la fontana,

la vieja luna sonríe,

lo efímero será áspero y duro,

a la caída de este plomo,

se levantarán estatuas de barro,

tu lobo vestirá el sincero metal

por ser de hierro,

hasta su aullido de plata

a la noche sempiterna,

y sus enredaderas malvas,

campo este de víboras nacido,

por un surco repto,

y el alacrán me saluda,

soy yo tiempo olvidado,

resplandores

de este patio de grillos,

me cuelga la corona de caracoles,

por todas mis lumbres

abiertas

de caléndulas solariegas,

más que hoy

no espero nada,

porque yo siembro lo perfecto,

me responden sus voces del suelo,

al intransigente destello

me parto, me quiebro,

hasta dar mi voz

a estos campos

y sus sotos perdidos

encontrados en cada sangre.



ONDAS MECEN:


Me cruzan las vías

del tren de la noche,

abierto, caracoleado,

en peregrinaje de estrellas

y sus halos,

este insomne caballero

de tu sonrisa nacarado,

arrebolado entre tus brazos lejanos,

una hoja precipita

al tañer de campanas

en garganta de lluvia,

no hay invierno sin frío

ni frío sin invierno,

vuelta atrás estoy vivo,

una vez en la vida

curva de espejos

entre verdes y ocres,

quién dijo que no tuviera esperanzas,

pálpito fugaz de estrella marchado,

el amarillo viste mis flores,

color efímero, sin despedida,

entre un patio de ojos

y sus carcomas solariegas,

danza este caballito sin diablo,

al cuartel de la cucaracha

van los ojerosos grillos,

todo cuelga de un hilo de lana,

horas minutos

para hacerme libre,

termíname tú porque yo no puedo,

este alfiler parco, sobrio

como él mismo,

entre circo de huecos sones

danzan los vellos de mi piel,

por el agujereado brillo de luna

cuento notas perdidas

y el filo de esta mi cuerda

hasta latir con ella

y su desnuda poesía

con cuerpo de mujer,

lejos de la tierra,

entre un soñar del viento,

se destapa mi cordura

le florean pensamientos

fieles ecos en iris despierto,

dulces ondas como dulces sirenas

enamoradas,

de este marinero sin mar

llamado verso,

al senil aleteo de la polilla,

el invierno nace de un cubito de hielo,

que avanza ya su noche

sin pedir permiso,

al vapor de sienes heladas,

entre un coraje acorazado

de haber realizado una buena siembra

me marcho.




FILO SONRIENTE:


Agudo filo nacido

mi destino.

Recuérdame en la tijera

desdoblando la espera,

hoy por hoy

mañana por ayer

el frío en la piel,

de estas cuchillas

sonrientes,

y su esperanza

carcomida, acabada

en hoguera.

Miénteme aparte

ancla en gozo

el violín de mi idea,

corriendo por fuera

marchando lanzas

de tierra

y el tiempo

solo, hinchado, dormido.

Rehullo de mi pasado

que se clava

en mis brazos.

Mírame aparte

del punto y su silencio

seco.

Esta vida en el centro

de una margarita,

miro su caricia

en pétalo de brea

arde mi sinfonía

deshace la lejanía

hasta ser ese lejano

carrusel de estrellas

por boca.

Vida por mi vida,

y yo qué no daría,

a este cielo desplomado

de fieles compases

oxidados,

es por su plomo

que a veces plomo,

a veces más alzado

que las cumbres,

entre regueros y ramblas

libero mi azada,

en cuerpo de sangre y vena,

no conozco a Pena,

entre su alta ojera

clavo una letra,

abre la acequia

destartalada en honda esencia,

allí donde graznan cuervos

su lenguaje de madera,

soy yo a la espera,

abriendo mi destino

en esferas puras, plenas

ay la tierra

vive esta dorada

escolopendra,

sucesos de huesos

arde la compostura

afila su beso de miel,

todo queda en yacija,

derramada hiel,

entre grietas iluminadas

del iris insomne

soterrando verdades,

completando

liberando sus cavidades

y su dama oscura

naciendo la noche

que ya vuela,

entre testimonios del pueblo,

que pertenece a la tierra

y sólo esta a su materia.


ODA A LA BELLEZA:



Ruge mi vida

con impetuosa saliva,

un desdén de mares afilados,

cose que hila esta malva sensitiva,

azures sarnosos que avanzan

al latir fieles compases destapados

de mi escondida idea,

belleza eres por mares insostenida,

balanza sin yacija, ni muerte escondida

acaso a ella conoces

que incluso la tornas bella,

mira la ventana crispada al infierno,

el parpadeo oscuro de la luz.

tú que definirte nadie podría,

ni el más inteligente

ni el más ignorante,

cumbre de ideales, pedernales deslices,

pólvora de sensaciones, fragor vaporoso,

bendices sin perdonar,

es tu prisma un ocaso sin lejana letanía

de esta realidad que se pierde,

atraviesa tu puñal absorto

hiende mi carne,

solo encontraré que brotará mi cuerpo

todas las flores de los campos,

tu cúspide sin hallar, tu vida sin hallar

cumbre tuya se llama planeta Tierra

abismo centelleante hasta perder la cordura,

madre del acto,

belleza deidad suprema,

nadie la mata solo se la llama

y no siempre responde,

déjame tu azul manto sin amaranto

una noche bailaré con lobos

hablaré de amor con mi quimera,

el miedo me conocerá,

amada mía belleza de las flores

sángrame un horizonte de colores,

deshoja mis infinitas espirales,

haz que me crea como los mortales,

para blandir nuestro nombre entre nubes,

cabalgarán mis corceles tus verdes sienes,

yo no seré yo, así como tú eres distinta

para cada retina,

hada infernal

como leviathán celestial,

tú no entiendes de las maldades del hombre,

sólo pintas de la realidad todos los colores.

contigo hizo cumbre,

resoplo agravios y señales

repetición

que nací para servirte,

como pájaro a su nido

señorita ruego

que elija este cuervo,

sin agraz durmiente

sopla mi sed de florecer tu alma

primavera preciosa,

desde mi mar a mi risco

osaré vestirme

de rudo hombre viejo,

soñaré como me sueña mi sueño

que yo en tus lares era el primero.

Señorita bella madre de mi izada bandera,

alza mi curva sombra

por la carne de mi siembra,

reverdeceré con tu cariño

primavera amada,

Mireya anclada de mar

a la montaña de mi idea,

vengo que voy a vencer mi propio desespero

rizando como riza su vida el helecho,

desde la sombra de abeja,

a mi ceniza bella,

no habrá osadía que no te nombre

mi dama al hervor de siglos

antaños que llevas ya florecidos,

me despido por si te encuentro



A 28-04-2017



MIENTRAS DUERME:


Vestida en tules azules

bajo sábanas de flores

sus sueños son de naturaleza colores

yo que avanzo despierto el campo de malvas y abrojos

que su boca resguardan

al calor de un lucero.

Yo que quisiera ser invierno cuando ella descansa

y así acariciarla en organza

viento viento bonito quisiera tener sus sueños

de campos floridos descansando

de árboles brotando en hojas

su nueva vida

cuando ella es primavera

yo soy invierno para mecerla en mi tela

y así siempre vivirá nuestra hoguera.

Mientras descansa

los montes abandonan sus atavios ocres

la rosa silvestre alza los brotes bajo sus espinas

su piel me camina el recuerdo de su sonrisa

cuando ella duerme el amor me avanza me habita

cuando ella descansa mi mundo se detiene

para pensar que yo soy su cobija

y que la podré alzar en besos al despertar.



II

El azul del cielo la deja su vestido

de astros en violeta prendido

en malvas de sueños

por despertar yo en su boca

y teñir las gramas en flor

mientras ella descansa

la vida reposa enterrada,

para con el albor de simiente

rajar la tierra

animando a sus compañeras

oh! primavera quién te alzara

y el albor trenzado

de tu lengua sostuviera

es tiempo de morir hoy

por las ilusiones

fugaces prometidas

de escalar el viento que te lleve mis flores

en higueras del demonio displicentes

es hoy el día de vestirme de espinas

para luchar por tus caricias.


III

Avanza mi invierno por desmochar

nubes de infiernos,

quimeras sentidas por un crimen de flores

lloran los campos de Castilla,

al compás de un sí bemol mi traslúcido pío

avanza mi árbol de sangre prendido,

hasta llegar a su nido,

mientras ella duerme se despiertan los buhitos

esperando, latiendo la parca efímera de invierno

que me dibujará invencible con su aliento,

quién soy yo

solo un pintor que dibuja firmamentos

y su sed de elevados cimientos

desde su boca a su pelo escalando su adentro

soy yo quien su boca aguarda su beso

yo fui quien mereció más que un traje de azul eterno

fui yo quien pintó de las flores silvestres

el cielo a mi amada,

esperando que mi cosecha

haga su vida plena

bajo mis caricias a su piel sedienta.



VÍTREO TRAS LUZ:


Primavera te ofrezco mi vida entera

Mi humilde canto sonará en el borde del papel

allí solo allí donde los miedos se hacen sulfatos

el escribir cae rendido ante

tus mejillas carmesí

te bajo los firmamentos del cielo colgado

para que sepas cuanto yo te amo

hálito de luz que se consume

para tornar explosión de lo sentido

porque antes de conocerte ya te miro

y perdona si admirarte es para siempre tuyo soy

desde este albor cruzado

a mis hojas de amaranto

inmenso con tu amor

este capataz de su jardín

te ofrece pasar su vida a tu lado.

 


Vitreo tras luz II:


Vítreo trasluz dime

por qué la siento incluso estando solo

porque los besos de las azucenas nocturnas me saben a poco

si ella no está conmigo Sol bonito si ella es primavera

yo quisiera ser el novio de Ostara

para acariciarla mi vida quieta

decidme Dioses qué he hecho yo

para merecer vuestro mayor castigo

que es vivir con esta locura sembrada

de viernes a lunes

decídme si vuestro mayor regalo

es de su sonrisa halo

y de su mejilla mi caricia es tornarla visita

cuando este mundo me sabe a tan poco

si no fuese por vuestro manto florido

de abril a agosto investido

da igual que corras te amo entera primavera.

 


Vitreo tras luz III:


Me mantengo caliente

en el fuego del lucero

esperando encontrar

el albor de tu amor

viajo en cada boca de lluvia

hasta tu boca

hasta llegar al invierno frío

que te sostuvo dormida hasta el otoño

oh pequeña oh endiosada primavera

sin tu caricia no soy nada

avanzo mi camino despierto

buscando la parca sin hueso

voy allí donde toda vida

viene tejida del cielo

tu amor encuentro

a lo que me respondes me quedé dormida

el bosque a la vereda por tu rambla

avanzas quieta abriendo

y desplegando en flor toda vida quieta

coges mi vida la sostienes plena

desde este humano albor

hasta donde el vivo cava su vida

yo te honro a ti primavera

mi preciosa entera

hasta que un día

pasados los siglos

mi conciencia caiga estática yerta.



CRISTAL SILVESTRE:


Ámame como se ama a la vida,

porque te amo en caricia

sin despedida,

tú que eres como la noche

en subrepticia,

yo contemplador extasiado,

por el fulgor que se abre paso,

Fin del diario,


este es el momento,

que se queda para descubrir

la expectativa

del vivo hacia la vida,

todo cambia y yo lanzo

mi destello sembrado en mis ojos,

susurros en letargo

abiertos al destino parco

estoy en tierras de la luna,

abriendo, tornando bella

su distancia,

todo sembrado

de quien yo era,

esta mi raíz que canta

plena, sacada,

cortada de su tierra,

para nunca olvidar,

alzada a tormentas del tiempo

y su etéreo desliz envuelto,

en las calles

de los sueños rotos

un pasado que dejo atrás

estoy joven para estas nuevas visiones,

existencia clavada,

al crepitar enroscado entre arterias

de alambres,

y su perfección

erizados gritos liberados

hay que pagar el precio

de ser mejor que este talento,

avanzo lento,

me abro por el fuego,

y no hay sangre que no me deje

envuelto,

miro dentro de tus ojos

buscando mi respuesta,

el sol se está enterrando en tus cabellos,

lima este nervio

que llegó su escarcha

siempre aparte,

siempre en alarde,

hasta yo encontrarte

encontrarme yo

en los sotos de tu voz

hasta ser yo el alarido con nombre

de sol, ser por siempre

ser para siempre,

ser siempre,

y Siempre llevar mis apellidos,

Siempre quemándome

en resquemor intransigente,

precisión de mi duende

llamado amarte.

ARTE,

condenada mi sombra,

a este precipicio

que despeña la letra,

a través del umbrío páramo

de esta piel y su yermo bosque de vida,

sigo la estela

vocecilla, elevada sin razón,

porque sí me sobra corazón,

soy yo mi murciélago de nácar,

vuelo que giro el infra-sentido terrestre,

y me quedo en vilo,

es glorioso este sino,

haciendo el amor con los sentidos

en el saco desdoblado,

de mi realidad soterrada,

destapo que descubro malvas

del sueño taciturno

que conduce a contemplarte,

bajo el sigilo de mi araña,

y su tela irisada,

en extasía de espejos carcomidos

sin dueño,

que no sea sinestesia

del cuadro de visión

llamado visión enardecida,

por la que mi ciprés

tiene tacto a caricia desnuda

y mis caléndulas caminan

con sabor a deseos de rubor.






QUIEBRO EN DICHA DESCRITA:


Muero por un beso

aquel sembrado dirá que vivo

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

ese que liberado

jamás me abandonará,

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

Demostró que fui y soy

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

problema no es mi apellido,

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar ciento ochenta segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir

siempre te amaré.

De este resquicio vivo

yo traigo la flor,

en competencia

de ilusión que marcó

esta hoguera sin pena,

eres tú soy yo,

flamígera condena,

por el párpado del cielo,

por mi astro soslayado,

que yo sólo encuentro cielo

en tu mirar encandilado,

soy un muerto con vida

si no te tengo,

y este firmamento

se me cierra seco,

muchas cosas erróneas

en mi vida 

que no hay tiempo para la sombra,

no hay tiempo para tristeza,

ni para la vida quieta,

porque todo resume

en buscarte a ti

mi vida completa,

si este corazón es un tiesto,

quiere y te quiere a tu persona,

enraizada, plena,

resplandeciente,

como el brillo,

como el halo,

de tu limpia, dura

sonrisa de perlas

en océano de resurrección

mi Margarita

descubierta en dicha,

mía, mía sin despedida.



TORDO ACOMPASADO:


En el océano de este mundo

abierto al cielo,

vive el cuervo,

por el desvencijado respiro mío

avanza, mece y sostiene

un tiempo en réquiem de espadas,

por aquellas voces que sordas

laten, se descubren, alzan,

se quiebran al paso de altares de hueso

por mis atardeceres de murciélago

voy ciego al calor del astro,

siente mi caricia de pájaro

esta vida en un verso,

alzando nuestra luna de acanto

y alabastro gimiendo el ocaso,

azabaches ensortijados, derretidos, extasiados

por el sendero despierto,

por el cauce que trae la vida, la mía,

ojos en resplandores dorados al tacto

de mi astro soslayado, 

mi azar es sembrado

vida de vida

late esta caricia

no hay retroceso ni regreso

todo está bajo tierras germinando

por la rosa de su pelo,

tu sangre me colmó en beso,

nuestro cielo de amarantos

fiel al respiro que alcanzó a ver

la belleza en noches de miel,

respira abre en ambrosía mi vida,

en este horizonte dormido

quiero ser de la piel resquicio,

que no me sientan perdido,

quiero ser Siempre tu sonido que acompasa

que clava olvidos

en despertares rizados que consumen

la retina y sus astros,

todo lo que anhelo es la verdad en silvestre flor,

tu eco alto que no hay pájaro sin nido,

esta noche será distinta,

el comienzo empieza ahora,

mi sueño de araña

que todo lo tejido

recompensa trae a lo sentido,

un avance de mi sangre,

ven al nirvana del ruido,

anticipa nuestro solsticio,

Yo que amo en mimbre de esparto

y verde espiga de trigo,

fiel comando el suplicio

de los valles de mi sombra

displicente, enamorada.

Encumbrada.

Sostenla sostenme de la pestaña,

me nacerá un alba,

marcho através del hielo,

su azul en la mirada,

estoy sembrando mi escarcha,

y que venga y queme

este laborado tiempo,

que yo nací del viento,

alguien está llamando

oscuro este romance 

entre las malvas del cielo,

se escucha mi nombre,

tengo que cerrar este hielo,

colgando mi estampa

del árbol de las cenizas,

y que nazcan ojos de tierra

de este hueso,

que seguiré soñando

que fue sólo eso

un sueño en despierto umbral

de mi alma y su protectorado.



CERCENADA RAZÓN:


Ilusoria, despierta, vespertina,

trepando lúgubre escala,

iris destartalado, ansiado

cubierto de cromáticos azares,

por un metal afilado va venciendo

a este brillo irisado vestido

de crueles destellos,

raspados destellos

de todo lo que dejó de ser,

reflejos sin nombre

ilusiones de este alambre,

rizado con hilos que gotean sangre,

despierta mi pesadilla

queda asomar la dicha

y mostrar esta araña,

fulgor desnudo al fragor

de transparentes cristales

que enamoran los hielos

que febrero siembra abiertos,

si estoy despierto se equivocan,

nazco que traigo

un cesto lleno de sueños,

se derrite mi estampa

quieta colgada del árbol

donde hago peticiones,

y que este forraje

se desprenda de mi humor,

no me desalienta,

he crecido para brotar

más duro y recio

que el esparto del monte,

traigo mortandad de idea,

en letra extasiada

al filo de verticales escarpias,

soy yo encargado de esta acequia,

que ni el más osado

pedirá que se calle,

alzo su valía

en desgranada espiga

que rompe mi silencio seco,

si no soy gente lo demuestro,

enseño a mi tinta

a no pertenecer

a este mundo de yertos,

mejor que qué cosa

mejor que la opaca suma

de alientos que se creen

tener originalidad,

de su umbral

prendo a cerilla

todo sembrado a diario

de vacía voz,

yo repleto no soy yo,

soy su extasía floreciente

de imagen y su prima

clavada en alfiler sin cabeza,

como un grito de letra,

y mordisco de fiera,

que deslicen décadas

que seguiré siendo yo mismo

entre grietas, entre esferas

quebradas y su olor

a flores desnudas,

que yo sé lo que hago

si no ni lo haría,

noche corría marcha atrás

esperaré su madrugada

soy taciturno con huerto de luna,

y siembro un quién contra mí,

estoy brotando,

no hay miedo yo soy el miedo,

fiera de esta hoguera,

llamada esperanza,

tengo una llave

y no soy cerrajero,

abro este corazón

y despierto su dragón,

hasta acabar de una tajada

con mi sana razón.



CRUZADA OJERA DE LUNA:



Había sentido

Bravura repleta 

no tengo ojos 

tengo lágrimas de cristal 

al iris en belleza consumada 

nadie te alza 

tomas tu lugar merecido 

jamas colmada 

siempre rebosada 

de lo bello a lo mejor 

sembrado ojo por este ojo 

me late me arde una simiente 

para el campo de tu alma 

vida yo vida no tengo 

si no se dirige en mirada 

a mi letana certera margarita 

desde el 2008 

jamás en súplica mecida 

por este arrojo 

en mi pecho sembrado,

viva y descubierta en este tajo 

repleto de lo bello a lo bonito 

de su interior decretado, 

yo hombre de sangre 

siembro este sortilegio 

de espadas por si llego 

a su alma 

y liberar libro sus ataduras, 

por soñar soñó la primavera 

que mis flores eran de ella 

yo reviento y exclamo 

que son de Margarita bella 

mi maestra en furor de espigas 

nacida 

solo tengo un corazón 

y es suyo mi dama, 

dama blanca 

doncella escarchada 

de esta vida a esta mi viña, 

yo dulce muero despacio 

por llenarla de esta dicha, 

seguiré en pie porque ella 

sigue viva enraizada en este latir

para yo con amplia voz decir

sin ella no hay vida ella es mi vida. 

Negra noche sostiene.

A veces me rompo,

a veces me pierdo,

y el mundo reverbera,

se extingue

por oscuras alas

enlutadas,

quieto, 

más tranquilo

que un yerto,

hago mis miradas

a su pasado,

no me asustan

sus dulces espantos,

estoy nacido

del hierro de mi idea,

labrado al fulgor

transparente

de mis campos

de soledades,

es por este tiesto

que jamás abandono

lo que siento,

y que mi margarita

en vena me muerda,

trepe por mi vera,

hasta sentir que yo

estoy encumbrado de la fiera,

justo aquí justo allí

sólo para servir,

rayos y azares

de consecuencias,

como flores cabalgando estaciones,

al iris lunático sembrado,

hasta atravesar su corazón de cuarzo,

es por este azabache

por el que vive la noche,

suena de nuevo mi caligrafía,

y para esta lluvia

todo valía,

soterrado mi latido

queda decir

que consumado

estallaré sin cuantía

borbotones

que sangren esta luz

intransigente,

el Sol afligido

me nombrará su allegado,

hasta sangrar

retinas indiferentes,

hasta cabalgar sienes

y alientos helados

de espantos,

hasta yo trepar

de mis arañas en sus cuartos,

enterrando esta noche negra

dando inicio a mi condena

de vivir por ella,

porque valdrá la pena.




LAS VIDAS QUE TRAIGO YO:


Era esta araña

como un Sol ferro con casa,

era como un encontrarse sin despedida,

por qué,

porque yo empiezo esta obra,

camino destrenzo este campo,

me desmigajan a mí

sus flores extasiadas de difunto,

para decirme

que lo suyo es de todas las estaciones,

como hacer el amor

con azares alados y soldados de los campos,

que su simiente no es vida de un día,

yo digno de admiración

digo que me adopten

pues soy familiar

así no tenga savia

tengo sangre carmín

y mi simiente escrita

dura lo mismo que dura

la tierra sosteniendo vida,

desnazco de la hoguera

al crepitar del rayo luminoso

no soy como él invencible,

pero me cincelo mas recto y recio

que un hierro de carne,

sotoventos atrás

las montañas hablan con la gente,

que sin ciudad no hay gobernante,

sin poesía no hay mundo ni creado ni

ni por crear,

más duro que los montes,

cabalgo esta letra

flamígera, extasiada,

al son de una espuela escrita en bronce,

digna del brillante metal puro,

para yo decir yo aquí

me he curtido y tejido duro.




IRIS DE LOS CAMPOS:



Edición febrero 2017 original febrero 2016


Adormidera pulcra,

Amapola esquiva 

nacías lejos de la tierra 

que tú querías

la fe mudó sus caricias 

el reino venía tejido 

del destino florido

en la gesta del jacinto 

en la flor abierta de la primavera

voló mi corazón a tu nido 

derramada esperanza vistió

el por qué de un adiós

el lirio abrió al color 

y la grama abrió en flor

flor de sangre 

que regeneraba 

el dolido destino

por la azucena 

caminaba su olvido,

fiel del suspiro nacido

quedar el te amo en vilo

la orquídea colorada 

aguardaba la fiel ordenanza

cuando un jardinero de versos 

dejó su estampa en el papel

un colorín elevó su trino

para que un zorzal 

lo alzara en su nido

todas las esperanzas 

colmadas de un grillo,

al compás de tu paso

seguía la amapola en duelo

lejos de su tierra 

que vio nacer el cielo,

caléndulas esposas del sol 

se abrían a la sonrisa

de tu calma amanecida

para yo trenzarte 

un beso en la mejilla

quedando las campanillas dormidas,

y las margaritas enrojecidas,

un te amo ardía.

El ascua se encendía

quedaba la sinfonía 

de un tordo que visita,

el cielo abría 

a sus coloridos jardines

plenos mudaba el grillo de sinfonía

la rosa colorada 

dejaba su beso por si acaso 

el viento llevara algo, 

se hilaba un verso

para el cantar complejo

del baile de la rosa y el clavel masculino

mecida la sonrisa al viento

nacía la basta floresta de los patios

y entre sus escondidos lares un trébol

vertía cuatro hojas 

al compás del Sol en su visita,

todo al resguardo de la bella caricia

y la ilusión dormida

que brillaba en tus retinas,

para yo dormirme 

dentro de tus ojos.

Abriendo mis flores en son,

ese que hacía brillar los campos 

en verde y marrón de un caracol,

relucía el brillo de un brezo,

desplegando su color

un tomillo en albor

por el plantago en flor,

todo lo que dejo

es todo lo que amo,

recuérdame en la flor

del cardo de la dama

me alzo a la altura de la rama

y el espliego amanece conmigo

para el romance del laurel 

y el encuentro de la malva con la abeja,

todo el cielo se despeja,

canta la piedra en aspereza

que la vida se torna repleta,

de lo sencillo del musgo

al verde estramonio 

con sus trompetas de los ángeles,

rueda la caricia que tu piel divisa,

el campo sin franca tapia ni verja

es dorado por mis sueños 

que corren de la vereda a la rambla

fiel de esperanza

la azucena nocturna en flores marcha,

el olivo prendido de olivas

la encina sus bellotas mece

para el tejo guardar su muérdago,

la noche que llora azabache

y ojos de luciérnagas

todo queda prendido

del suelo en duelo

blandiéndose la luna sempiterna de nuevo

y mi verso alzando el vuelo,

queriendo acariciarte de nuevo

la noche que solo conoce la noche

tus ojos que solo conocen tus ojos

por los sueños nacidos vuelan los molinillos,

el monte deja a las carrascas 

blandir el horizonte,

las flores a la abeja fabricar su miel,

la tierra se come a los cardos tras el verano,

la adormidera tu piel suscita

llegado el otoño y su caricia

fieles manzanillas abren sus margaritas

y los cardos en espinas 

dejan paso a los jilgueros

del campo abierto para regar Ostara tus besos

se anuda un grillo y mi brillo

abriendo una flor

con forma de corazón

dejando paso a nuestro amor.

Con el sigilo de blancos álamos

al verdor de frescos pinos

se cierran todos los caminos

por si acaso vivo que sepa ella

que blindado a la cepa es mi sino,

en estas simientes

en estas verdes sienes 

alzo mi latido,

que de madreselva fue vino,

y alzado parto mi destino,

hasta vivir en la mitad

de flor de esta caléndula sostenida,

enraízada en mi pecho,

que no canta 

reverbera en esta fuente fría,

anhelando de Margarita su caricia,

porque no tiene despedida,

al fragor del ascua

jamás desquita su bella sinfonía,

de raíces y colores de albas,

hasta ser amada

por grises arañas.




OSCURO HAZ, LUZ SEMBRADA:


Larga sombra me abarca,

larga sombra me abraza,

larga sombra que me envuelve

yo quisiera meterla en un mundo más bello,

yo quisiera librarla de hielos que aguardan,

quisiera retornar a un mundo que era negro

sumergirme más profundo que los mares

y encontrar mis verdades,

yo quisiera fundirme fraguas de hierro

ser justicia izada de ser en luz intensa

pero ya no siento nada,

asolada mi estirpe con nombre agujereado,

yo camino descalzo sin miedo ni quietud,

sin estos clavos que me impusieron

camino lejos, lejos sin mi nombre

por si despierta mi azada

con la que sepultar al Miguel Esteban

que no nació todavía,

por si una dicha me aguarda,

no osarán en buscar portentos

a esta larga sombra que avanza,

no cambio sus males

solo servirla flores silvestres

así enamorada torne princesa de profundidades

hada dueña de la sombra,

hada fiel de embeleso en umbrales

por tragar esta mi tierra

que me avanza la despedida,

cuántos pájaros volaron

para ser único pájaro enfundado en trino,

rajado, ultrajado,

cuantas notas se escucharon

hasta ser estrofa de agua

por todos los que estuvieron,

al acecho yerto de esta sombra mía,

que no posee medida,

solo una senda deshaciendo lo trazado,

al firme astro alzo mi perplejo

por toda oscuridad que fusiló mi partida,

me apodero de este jardín

de mi sangre  sembrado,

para latir en espejo asomado,

y que viva siempre siempre

esta sombra fría, vacía, llena en soledades,

completa sin tapiales, hueca de mi carne,

despeñada en vivencias soterradas,

que yo alzaré para sembrar en ella

esta vida que yo le debo a ella,

para que viva siempre mi luz

tejida con ella,

hasta erizarla

y que me responda

cuando nombre a la belleza.

Que sin ella queda sin aliento.




AGUA DE ARTERIA:


Déjame mirarte dentro de mis ojos

que yo limpio, sereno, yo pena ya no arrojo

hornea este fiel abrojo

que ya no sienta el pecho en rojo,

libre ajado de suave caricia

de endeble espina

solo te creará cosquilla.

Por estos lares insospechado,

por estos surcos sembrado,

de boca, pecho y guadaña,

sin su hoguera no es quien era,

déjame latir a espera

de vivir dentro de ti

como vives dentro de estos ajuares

de gato de hombre dichoso escarpado,

como siembra y su despertar en mayo,

libérame de ser quien no soy,

porque seré agudo, afilado

rizado como metáfora

en flecha de silencio,

yo por ti seré quien quiero ser,

tu orgullo tu inocente servidor

que solo posee estos ramilletes versados,

abriendo al verdor de todos los campos

hasta llenar tu dicha

del color de las flores de valle,

para vivir en esa orilla

en esa casita del río

llamado tu corazón mi señorita linda

mi amiga no puedo embellecer

la belleza es usted.




VANGUARDIA:


I

Vanguardia


Oh vanguardia, tu azar,

no cabe en un hilo,

hendida, alzada,

de enhiesta flecha, clavada,

un ojal que surte grietas

en estas quietas esperanzas,

bañan y se bañan,

vuestras destrenzadas

primaveras.


II

Ocaso rendido


Ajuar del astro sostenido,

suspiro a media tinta,

del profuso, profano, pagano

horizonte malva y su abrojo lanzado,

clavado en el verdor

de mis silos,

otra noche traspuesta,

que se me escapa

por la rendija, entre barrotes helados,

de mi cortina.


III

Cañaveral prendido


Ríos bajan, dulces aromos

al frescor de albas derretidas,

fluye, vence su iris de plata,

espumas de blancos chopos

cabalgadas.

Frente de húmedas azadas,

lágrimas saciadas

del verdor de campos

cual guadañas,

y su casa será eterno sollozo

de hadas.


IV

Canto enterrado


Por ti mi alma,

cuervos rinden pleitesía de negra ala,

acequias no son grises yagas,

yo quien te da sangre,

tú mi hoguera que ni quimeras

alcanzan,

rendida jamás,

me alzas mi palabra

por cielos de espinas labradas,

siempre te quiero

verte florecer en este jardín de rosas

tus lindas alas,

de esta espiga te traigo la caricia,

de esta vida mi tiempo fusilado

sin despedida.


V

Soterrada vía


Alza resume y coharta

mi acequia verdadera,

sobre este famélico tren de espejos,

danza mi brío con fuerza e ímpetu

va que viene , desgasta,

la rienda enroscada en la espuela

de mi saliva verdadera,

como un azote de la noche

y su vieja escuela sangrando yagas de luz

silenciada en el regio hastío

de este rey lucero descansando su frío resplandor,

entre sus corajes sembrados.



VI

Sol de cristal


Oh lugh, invencible al crisol

de tus lenguas travesadas

fiel carrusel de rayos sin secuela

de su rizada espera,

blanca luz de tu vera,

entre compases que hielan,

a tu vespertino canto derriten, despiertan

tus mil llamas liberadas,

desnaces a la noche que aguarda,

oh Sol de mis soles,

acoge este iridiscente canto

en tu seno en mi pecho que te aguardo,

al fragor de serpientes frías,

al valor de fieras enardecidas,

bajo y bajaré para alcanzarte.




VII

Bocas de espuma


Libero ásperos aguaceros, vientos

de mi pueblo desierto,

me conducen a verte

mujer de flores entre horizontes

que escapan fugaces,

entre olas de colores,

yo con la ineptitud de estos antaños,

míos, dulces, inconclusos, repletos

en vasija de dolor sabor hondo

y alegría elaborada,

en campañas de etéreas travesías

donde el final eres tú,

un pétalo, una fuente y un ovillo.



VIII

Libero el nueve


Osadía de cerrojillos ciegos,

entre brillos asmáticos del corredor,

por este aspa, por este candado

vendo que regalo mi dicha consumada,

ojo del buen cazador,

matemático placer enjaulado,

por ojos abiertos,

por un pañuelo, donde secaba lágrimas

la hilandera,

destino abierto a la única primavera.

Afilaba surcos de hogueras

al final de la contienda,

mi letra y la parca efímera,

como pez en tierra.



IX

Del famélico trigo nacido


Reza que escapa, su luz en una botella,

al ocre deslizado se abría,

un parpadeo de la espiga,

un estupor que abriga,

y la rima fácil de tonto día,

liberarse puede de toda sangre

y ser hasta arena de la tierra,

de la espiga venidera nacido,

sólo al astro entiende,

desmenuza sus cuchillos,

afila su vida como aspa

enamorada de su tierra.



POR ESTA FUENTE FRÍA:


Resogo este empeño,

traspuesto a los fuegos

del hombre

y su cuerda,

pasa los tiempos llorando.


Diestro, ambivalente

en dirección umbría,

vive colgando huesos

de sus pestañas huecas,

bajo mis sombras,

cenizas laten,

la quebrada fluye,

un iris

de ojo negro

en estos pilares

de fuego

que me alzan

estaciones que correr

años que nacer

en tierra abierta.

Estrellas que matan,

mi aliento de piedra,

atravesando estos ojos

brota mi fértil lluvia.

Crepita mi dragón

en esta fuente fría

profundo,

arde su brillo

de oscuras alas,

retinas, un frente

la caída de esta falcata.

En este cerrado horizonte

rizado, expuesto, consumado,

mis soledades tejen.

Una encina

que lejos habla,

que cerca grita

yo soy por siempre,

eco que se rezoga

entre verdes valles

que teñidos

en furor de sangres.

Ay la tierra.

Ay de ella,

sé mi hundida victoria,

por este umbral

silente que marca

mi frente,

por este puente, por esta cepa,

el ruido es fulgente,

los ocres rinden

en colapsos de tules

iriscentes.

Cabalgaré el astro

traeré esta flor de luz

a Hipsípila,

de una montaña

a un dulce valle,

injertada la sombra

la vena late,

traigo la creada ascua,

por si reverbera,

sobre un tiempo muerto

en el que no dolía

esta rivera.




HOMBRE LEJANO YO:


Hoy abre su pupila

una mirada energizada,

abre mi retina mi profunda luz,

clavando en mi mitad

una serena claridad

radiante, profusa, abierta,

mi destino danza en las sombras

mi ser de luz estalla al fragor

de esta luna apagada

y su eclipse de penumbra,

de umbral nacido

en madre oscuridad,

y su latido que alcanza el soñar,

de mi vieja escuela,

párpado en ocasos sembrados,

cabalgo a la novena estrella

por si yo la alzo a ella,

recuerda tu creencia,

desnudo su ámbito en mi hoguera,

abre la puerta,

pasará mi resguardo efímero,

su disparo de letra,

surcaré tu infierno,

te rescataré

en un beso,

sí yo seré grande como el sol,

mi cuclillo te dirá

sentidos granates me trepan,

porque soy mentira,

soy tu mentira rizada

de que no puedes ser feliz,

y  que este alma lata,

necesito el brillo,

romper la línea,

avanzar mis filas,

seré resquemor y sangre de espiga

en tu pelo,

seré yo sin prejuicio,

orgullo, beldad y mentira,

realidad y sueño en la grieta

de tu razón,

seré afilado como el corazón,

orgullo, honor de este clavo

sin tijereta de espejos

sin casa, sin caracol

que no sea amarte sin razón

porque mi razón soñó

desde que te encontró,

al fragor de ascuas preguntó

si el destino clavó

y yo desentierro hasta el miedo,

por qué no puedo osar su furor espigado,

por qué mundo

por qué me tengo que conformar

con ser hombre de lejanía

que siembra sus silencios

en su huerto de luces y rayos

de luna, seré el espejo derretido

carne de imagen consentida,

acércame la caricia,

mi mundo desvanece en letanía,

quema mi petición fumando el cigarro,

y que esta ventana me arranque el alba,

espectro soy

del vivo silencio enjaulado,

mi ternura consume el Sol,

por esta reja,

por esta cerca,

por este tapial,

mi yedra nace

para más alto escalar,

esta fiel atadura cristalina

sulfura, visita la inquieta estampa

azogada en énfasis de su compostura,

para nunca olvidar

para nunca más pronunciar

mi propia lejanía.




BROTANDO DE RAÍZ:



Dentro miro, florece el álveo,

un iris marcado, trenzado en espiras

fuego y su volátil marca de luz,

si nacer acaso partirse pueda,

sería una hoguera de purpúreas

y  negras llamas, sería un camino denso,

como el crepitar de la forja

duro y endeble, maleable y quebradizo,

fulgente y voraz,

al encuentro de mi nuevo crepitar,

y volver a nacer del fuego

con su lengua que me sostiene

como la primavera a las flores,

desnazco hoy para volver a morir

y crearme de la nada,

ni la espada más aguda podrá

guardarme el filo,

agudo y ágil, duro de escarpia helada,

ojo de mi ojo,

carne de mi azada,

sol de los campos,

agujero de luz,

alma sin nombre ni alarde,

lo siento mundo

soy invencible,

de mi pestaña nació una nube

lloró tinta, mi sangre esquiva,

he creado vida

sembré un alarido de simiente,

le contestaron el verdor y énfasis

floreciendo silvestres caléndulas

un latido me alza

partiendo sombras,

soy pleno, completo,

y nombre puse a ellas,

tenían sabor a bellas hadas,

brilla este agujero del cielo,

cuelgo mis suspiros en verso

acaso bajaran,

pozo de mis recuerdos

en verde musgo

mi fantasma muerdo,

de una espiga floreció su vida,

de una espiga traigo la sangre,

de una espiga ríe el granate,

ocasos ocres, misterios en copas azules,

me bebe su cuello

la esencia erizada,

la belleza desmenuzada,

por el dragón de mi fría fuente,

no me verá caer la lluvia,

sólo ella y a su poder

alzo esta tinaja,

inmortal me lleva la acequia,

su verde limpio, sus florestas destapadas,

me bailan rizándose en mi pecho,

sus venas labradas

entre su cuerpo de tierra,

no me pisarán nunca jamás

mis luces sembradas

de mis caléndulas arvensis,

mis silvestres flores de difunto

con las que recuerdo 

que la vida

es más corta

que el paso de la muerte.





ACAMPADO MACIZO, VERSO Y ENTRAÑA


Señor sentido granate,

violeta malva

de este sueño cabalgado,

vuelvo a ser yo

en la sombra de tu corazón,

quieto en las aguas

silvestres aguas

vida para ser libre,

miradas a un pasado

que se hunde

que emerge en las bocas

era yo ese yunque atravesado

de este alma que no elegí.

Compostura arde

el ojo y cabeza de la aguja,

compitiendo conmigo

destrenzando la sangre

de este horizonte estirado,

parco,  exasperado,

todo cuelga del astro,

yo no estoy despierto,

esta vida derrite

mi osadía de cuervo,

por lo que quedó sin decir,

tus mentiras eran erroneas

de un océano abierto,

este lo cruza mi hombro.

Este invierno grita en frío,

mi vida comienza a sonar,

todo empieza hoy,

mentiras lejanas

verdades silenciadas,

vida del humo en esta espada,

en esta esfera desdoblada

soy yo quien habla,

de sus lagartijas refugiadas,

estoy haciendo

una creacion del rayo de sol,

atravesado por mi línea,

esculpiendo abrojos,

de clavos irisorios,

Yo hablé con el fuego

dijo estoy creando sombras,

sigo vivo en esta hoguera,

con este destino criminal

de crear el demonio que baila,

rodeando mi cara,

este crisol de cuchillo

y esta escarpia acrisola,

encargado soy

de abrir la acequia

sí de mi tiempo,

a veces quieto,

a veces sin vuelta atrás.

Nací de una almendra

estoy más estable

que una semilla,

sin brotes de mí.

Dime árbol mío

si todo lo dí

en qué fallé

yo nada esperé

y solo tuve cariño de una sombra,

que me habla en poesía.

Seguiré mi curso sin mi nombre,

y que mi sangre sea que abre

en claridad de todas

las flores del valle.

La vida se pasa mejor en compañía

si no es así

que el arte me envuelva

en su ala caída,

yo fiel lo elevaré,

alzaré fines y comienzos

de su letra y piel,

lloveré noches con poesía,

sembraré versos como puñales,

la sed querrá beberme a mí.

Ni superior más que la perfección

yo tendré,

estallaré el gozo

en la retina

de mi despierto Lucifer,

para esta vida

y todos mis gritos

que vengan.

Yo seré el árbol de mis cenizas

alzado,  enarbolado.

Sagrado.



SANGRE, TIMÓN Y VELA:


Aguardo, tiempo atrás

mi sombra volvía luz,

esperando el momento de nuevo,

de cruzar la línea

dentro de la noche otra vez,

todo lo anhelado

todo lo cruzado

frente a mis ojos está,

detengo el horizonte

agoto espirales, sueño alto,

todo lo conseguí en su mano,

aguja de esta aguja que abre,

y soñó conmigo su primavera,

que era la primera,

hablaba la margarita,

bajo estos pies

tierra siente,

bajo los pies la sombra

latiendo está,

lejos cruzo la senda

y el nervio se afila cual cuchillo,

metales de metales hieren, voltean

este surco labrado del ansia,

un soplo y se difuminó

un soplo y se dibujó

su estampa quieta, etérea, inamovible,

cual ascua de llama que no se consume,

carne sin carne

sólo piel de mi deseo, perpétuo

avanzaba sin aspa

me encontré con mi templanza

era mi camino

era mi ascua.



II

Esta es la luz, siéntela

lanzándose afuera,

cruza mi barrera

polvo de estrellas,

cada día estampa quieta,

cree, viva esta materia,

quédate, mueve líneas,

avanza filas,

nunca te dejaré marchar,

vida para el vivo

y nunca morirás,

no te lo permito

mejorará tu huella escrita

vivirá este haz,

cada día, cada momento

eres lo que siento

algo para nunca olvidarlo,

escalando este sol,

corriendo este alma

espejos y cristales tiernos,

un cuarzo de lustre olvidado,

pasados, antaños atrás,

un día amarás decir

he resurgido de mis cenizas

de quien yo era,

buscando paz,

sosiego rizado cabalgo,

nada torna lejano

resurgiendo contigo,

palabra y torna vida

esta azahara de azares traspuestos,

al brillo a esta escarcha que me habita,

es el final del miedo desenterrado,

morderé la estrella,

perderé mi control

encontraré mi camino

dentro de la luz

fuera de la noche,

rompiendo, quebrando,

alzando, alzándome,

y no me detendrás sin tus brazos,

mantenme fuera, nunca podrás

sin tus brazos

sin tu abrazo.




III

Estados de tu mente,

que estoy esperando resplandezcan,

muchas noches

en vela, con timón y pluma,

todo comienza a sonar,

la lluvia baja arriba,

es la vía que la mentira se marcha,

camino mi manera

estudio el ocaso,

comienza, se abre la tijera del cielo

para ser hoy todo lo que quiero,

me mantendré a solas por ti,

así me lo clava la sangre,

que aguarda

que dibuja todos los cuadros

de mi creencia,

de mi serenidad,

no puedo ver el blanco sin ti,

todas las retinas para mirar,

pero solo este corazón

para sentir.




RETINA DE OCASO SOSTENIDO:

Febrero 2016



No me desanimé,

estoy flotando hasta la luna,

mi soledad está comiendo mi tiempo nervioso,

y por la mano estoy caminando solo esta tierra.

Un cuchillo de hierro se eleva,

para estos sentimientos sueltos.

Oscura mi vida,

con ella nada de ella es posible

en mi mente

esta clase de locura

corriendo por

luchando por el acero,

descubre mi falta

desatendiendo mi muelle,

una vez más

no me despiertes

sólo recuerda lo que dije,

no me despiertes

no puedo sentir en este silencio,

si usted está allí,

estoy muerto.

Nunca ha sido tan fuerte,

sólo recuerda quien envié,

solo recuerda quien era yo

No me rompas,

La luna, las estrellas que estoy tocando,

para descubrirme

para descubrir que no me siento de nuevo,

soy dulce perdida

en mi camino,

descubro que estoy muerto.

Levántenme hasta los insensibles,

abajo orando los cielos,

el producto es mi vida silenciosa

hasta las noches oscuras

de dolores,

la única diferencia entre tú y yo

me siento en la noche oscura

porque mis ojos no se abren

y ver mi vida en negro,

estoy muerto por este tiempo silencioso,

respalda tus sentimientos,

no camino más tiempo,

y miro mi tiempo,

disparar y disparar la luz.

Sólo tú eres sólo yo,

la línea es para siempre,

en sumisión,

ardiendo el infierno

rodeando mi vida otra vez,

ocaso acolchado de la primavera,

es hora del grito otra vez,

para este cielo,

todas las esperanzas que llegan a la tierra,

río de mi sentido,

ángel congelado

yo soy el hombre

hermosas mentiras de ti

crece tu corazón

dentro de mi cabeza,

nacido de nuevo,

llama a mi puerto para cerrar,

tú eres mi mar y mi barco,

alcance silencioso, imaginas todo,

travesía cerca, un cauce de sangre

estoy comenzando ésta,

puede sostener mis brazos,

la noche vuelve a sonar,

mi tiempo de matar el dulce tormento

de dolor,

y mi ternura flotando por,

actualizo mi destino,

yo soy para siempre,

soy tu calor

estoy caminando por tu calle,

abiertos estos cielos y su calma,

volar otra vez dentro de mi cerebro,

se bebe sangre

por mi vampiro en la vena

ojos bonitos,

hermosa boca

es tiempo para la eternidad,

yo soy para siempre,

pasado mi tiempo en la piedra,

ojo roto en el hielo,

mis ojos en el fuego,

queman el cielo de nuevo,

voy a su aliento,

voy a su fuerza,

ojo ciego

mi silencioso sueño de ti,

mi espíritu vuela de nuevo,

agua, fuego, tierra, viento

mi alma está creando un nuevo reino,

lleno, sombras caminan sin parar

es mi poder de la luz

dentro de esta noche.

perdón siempre lo haré en tu sangre.



En 2015 original escrito en inglés.




UMBRAL AL DESTIERRO:


La sombra salta,

se acurruca en el crujido

de este hueso,

nace un campo de espinas

dentro mi último filo proscrito,

y se va a las filas,

sonriente fulgor entre sienes,

sopla y sopla

no borrarás mi sombra,

se construye el puente

de los ojos abiertos,

espinas atrás te recuerdo,

puedes encontrarme

en la sangre sin vena,

en el café de mi destino iluso,

sopla y sopla

no alcanzarás mi oscuridad,

alzo este mi parco latido,

cumbre tras cumbre deshojado,

clavando su rosa y su cuchillo,

estampas del viento

entre párpados del aire,

vente a la negra estación,

este invierno azul se escapa,

entre pájaros dormidos,

entre riñones de nubes,

y soles de cerilla,

abro esta legaña

justo para llegar

donde el tiempo acaba,

y se marca la noche sin luna,

un descampado en el cielo,

una espiga

y una flor de sangre,

complemento perfecto

de este alarde,

una nota fugaz,

al compás de un transparente trino,

arde un sí bemol,

barreras esquivas

y su caracol de espejos,

mátame silencio si puedes

ya estoy muerto clavado en tu vientre,

azoga un vibrar de la soga,

otro miedo que colgar

sí del pescuezo,

temple de mi sinfonía,

el frío me está llevando

este laborar sin panal

me deshace,

quién viene a esta rueda,

llamada incógnita,

atraviesa conmigo

el centro de la llama,

abrirán centellas

sus pestañas iridiscentes,

por toboganes de luces desteñidas,

tantas mentiras eran cercanas,

adiós color, adiós flor,

apuñalo tus lucientes

hasta encontrar retinas de ojos navegantes,

esos por los que el brillo está desnudo,

y la razón vive en un capullo.




CRISOL AFILADO:


Un iris vespertino

que huye, escapa, se esconde

entre fugaces simas

que acrisola. 

Late en compás de labriegos

marchados del aura, 

de su iris compañero

sortilegio de destellos sin alba, 

listado irisado de surcos de latido

militancia fulgente entre rayos

de enerbado tornasol, 

naciendo su vena tornasola, 

como parpadeo de cuchillos

en el que habitar tu mirada, 

algo que anclar a tu sonrisa, 

sin prisa sin ancla

mas que esta letra, 

más que unos ojos de infinito horizonte, 

es un amor que resplandece, 

y por tus labios crece, 

cumbre de mi filo

bastión de solares

donde el sol eres tú 

mi Lobaluna. 

Que yo soy hijo del mar

de tu boca, 

rezando en el borde

del renglón, 

cantando con un cuclillo

que si la tierra se hunde

y el mar se cierra

viviré en tu entraña, 

como olmo de tu márgen húmedo. 

entre solitudes fervientes

y acuarelas de cielo

elevaré mi te amo

por si baja y seas tú 

quien lo escuche, 

atravieso océanos 

dejame ser como el último intento de la ola, 

y sembrar tu tez con mis versos de espuma, 

afila mi limadura, 

salta un corcel de vientos escarchados, 

un destino sin piel ni tela

un marco alzarme

en su corazón desvencijado, 

ser como el rocío primero

en quedarme en sus labios.





GRILLETES DE ALMA:



30 de enero de 2013 a las 11:00- · 

Amanecer despierto 

en este horizonte de fuego, 

como demonio antiguo 

avanzo tu cuerpo 

en tu pupila me deslumbro 

sigo el camino de las rosas 

en sangre su esencia de amor 

me ahogo en el dulce tormento 

que desvelaron tus labios,

tus caricias arropan mi sentimiento, 

como condena 

no encontrarte de nuevo 

en este arrullo no huyo 

en los latidos estallo 

y la estrella quema el desvelo 

de noches y noches soñando tu cuerpo,

hoy en tus mares fluyo, 

hoy de tu calma me apodero 

para nunca más ser sombra del pasado, 

como la malva enraiza la tierra yerma

en tu recuerdo entierro 

mi mayor ilusión 

esa que nunca te abandonó, 

si miras dentro de tu interior 

allí estaré amor entonando 

mi canción de amor 

a las lunas sempiternas 

que envolvieron tu ausencia corazón,

soledad con oscuridad 

clama la espina de mi corazón , 

en la roja sábana de tu calor

quiero anidar mi ilusión,

anhelos como cuchillos clavados

en el cielo de recuerdos 

horizonte gris que baña 

este el mío cuerpo

a la cuarta campanada de las doce

en su mirada tiembla el mañana

quiere tu sonrisa amanecida

en mis labios descrita 

como los rayos de sol de tus cabellos 

y los pajarritos cantarán 

en nuestra ventana 

trayendo los amores imposibles 

que separados nunca soltaron 

el primer desvelo de sangre 

enamorada del corazón,

hoy canto a esta sangre mi dolor, 

años pasan despacio

a golpes de silencio luchando 

con la templanza 

luchando a golpe de olvido 

separando nuestro destino 

que se unió por un beso 

y donde no llegué a entender 

perdí las flores de tu piel, 

caballero sediento en las batallas del ayer 

como el inicio del sentimiento 

vuela y gira por mi mente 

como encontrarte siempre resplandeciente, 

he venido a hierro a matar este silencio

he venido a beber las amapolas de tus labios

a decirte que recuerdo el sabor a fresa 

de tu pintalabios, 

a que en mis noches 

quiero sacarte de mis ojos para tenerte,

y la sabana fría se viste de tu melodía 

llega el violeta en su caricia 

su voz del alma hecha súplica 

de tu caricia, 

grillete y cadena de mi espíritu 

a amarte eternamente 

hasta el final del latido 

donde mi silencio se haga eco eterno 

de tu recuerdo, 

y la hiedra y cicutas envuelvan mi cuerpo 

aquí quedará escrito este amor 

que en dificultad 

y sin saber años y años de tu mirar 

late igual que ayer 

por ver junto a mí tu caminar. 

Te amo quizás sea algo 

que nunca cambiará.

നുന്ചാ അസുമിര്‌ഇ മി ഫൈനല്‍ 

പൊര്‌ഖുഎ ടെ അമോ ടെ വെര്‍ദാദ്.




AURA ACOMPASADA:


Azar provocado,

algún día despertaré

para construirme a tu lado.

La tierra plañirá

soles descalzos

a llenar con la imagen

de tu vera,

los ocres abandonados

lucirán verdes,

rayos de esperanza

habitarán los ojos

del lobo amor,

las fauces sigilosas

saciarán el hambre

de firmamentos sin ocaso,

el ser crecerá como espiga

que florece a tu lado,

no habrá dicha sin caricia.

Ni versos sin corazón,

mi sangre clama

que fada, 

mujer de flores silvestres,

mi ser te ama y llama

en hoguera

de retina encumbrada,

entre los campos

que la razón tiñó

en flor,

por si despacio

enraízaran tu ilusión,

deslumbran

auras bellas irisadas

al fragor de ondas

bailando tu interior,

me derrito este día

para alzar un grito

de azul espada

hasta cortar el cielo

a mi amada fada.





ÁNGEL SOTERRADO:




Fiel compás en tierra desvencijada

ojos en llamas,  clavícula listada,

alas en cobre ancladas,

soturna puerta

de la inocencia marcada,

en sal y cal derrama

lágrimas de oscuridad asolada,

una espera en la que cae el sueño,

desvalidos sentidos ciegos,

idea luminosa que se acerca,

clavos en rojo de vida,

cuadros de felicidad perdida,

aberración con patas cabrías,

guardián de los ojos de la libertad,

tiempo descendido marcha atrás,

dignidad en las profundidades

del hombre,  y su cueva

de ojos grises,

es un sentido que ya no agitan

las alas,

murciélagos errantes

en atisbo de libertad,

ojos de polilla sin la era lumínica,

se expande un sombrío

caballito del diablo,

la oscuridad reina ahora

en las fauces

del tiempo dormido.





HOGUERA EN ALARDE SIN ASCUA:


Brazos del tiempo, lejanos

un iris abierto a la escarcha escarlata,

brillos encendidos de un ayer

y su tijereta subordinada,

sujeto a la sombra

de su cadáver de luz,

no puedo creer este invierno

que se esfuma helando el miedo,

lluvia cayendo hacia arriba,

se afila mi avenida,

qué es lo que comienza,

otro grito excomulgado

afila la grieta de mi pared,

estados de mi línea a solas,

cremación de lo vivido en una hoja,

mi ciego sol

ya no se alza en su albor,

nubes volvieron

al destierro de mi despierto,

romance oscuro entre nubes de plomo,

soy libre y cada noche que vence

a la siguiente,

soplos de sangre férrea caricia,

atrás estoy alzándome

una vez en la vida,

generación ciega

rinde tu bandera

mi linde no posee dueño,

lo que crece vaporea su eje en libertad,

las abejas son servidoras de las flores,

la montaña escala y raja

al horizonte pulido de aspas,

firmamento recto en ocaso de malvas,

puedo escuchar

el laborar de los molinos del alba,

por mi silo noctámbulo dormido

se alza el trino

de mi vieja escuela,

caminando por las calles de enero

de este año nuevo redondo,

un crepitar sin transeúntes

sudores de semáforos,

escaparates de sienes rizadas,

destilerías en venas,

compás de las gentes

tejidas en alambres,

cómo cerrar el oscuro suplicio,

habrá que volver a comenzar,

abro el sendero

se ciñe mi espiga

en flor de caricia desangelada,

en tu mentira yo estoy

y voy a estar hasta el fin

del señor tiempo.




RIZADA ESPIRA:


Afilada esta araña

esparce el verso de espuma,

entre una fiel madriguera

de la letra y una despedida yerta,

acicala sílabas,

en el herbor de la sombra,

puede verse el ocaso nacarado,

arrastrándose la idea,

vengo sediento

por el oscuro túnel,

que todo se hace verdad,

una alimaña me brota la garganta,

hilvana que hilvana

mi sentir preso de la montaña,

al verdor de enebros

y sotos sin lengua,

todo lo dije y no dije nada,

congelada la mañana

quedaba construir un paso

furtivo del cielo que sujetaba,

llegaba la hora

de enterrar mis abrojos,

por si despertaran de ojos verdes,

blanca la idea conoció

un suspiro de tres caras,

estaba en el bando equivocado,

el cigarro se consumía sonriendo,

el frío era frío por así verlo,

todo se retorcía

y quería volver a comenzar,

vamos eres libre,

eres brotado de mi aliento,

si tienes suerte no te enterrarán

ojos incáutos en su pozo de olvido,

puedes oír y soñar

como sueñan las fuentes

que son boca,

como la primavera sueña

que las flores son sus hijas,

levántate y alza estas penas

y su recámara,

que estamos casi a un mes

de conocer la flor,

de mantener a la derecha la vida,

de romper la línea,

te encontré, desgañitada la siembra,

era un partir sin mirar atrás,

brazos de hoguera

con el ascua rizándote la cabellera.

Oscura luz goteándome la tez,

un segundo de largo

y sonó un redondeado afligido

entonaban entre alambres

las sonatinas y su amarilla fauce.




VIDA DE HIELO ARDIENTE:


Horizonte de la caída de este solferro 

a reinar como una falcata de rayos afilados,

hondos ojos fijos en solariega planicie,

donde frías juegan moteadas las flores de invierno,

el reposo de la vida que se fue a dormir,

como un río de luz brotaba la escarcha,

un diciembre tardío saludaba

con sus manos heladas,

acariciando estos campos redondos

de cardos y caléndulas silvestres,

era un día de hacer manteca,

a mí el frío me hacía sentir vivo,

en este soliviar traigo mi espada,

pongo a sentir la tierra a mis versos,

que con cepillos de grama joven

se blanquea mi calzado,

viajo en mi mente

por el cuchillo calizo de la piedra

del caserón terruno abandonado

que posee mi padre,

rodeado por el fervor de pinos de monte,

donde próximas hacían nido las atochas,

a perdigones que son de la tierra

como la montaña a su roca,

cosas talladas puras como amaneceres

pulidos sin grises hojas,

ola rota mecen mis pasos

de un mar olvidado del que cepas anclan 

sueños de vida,

del terreno en el que grillos esperan

el frío en sus agujeros

y su despertar para morir al acoplarse

a la melodía que teje la vida.

Avanzo en este campo de víboras

para ser yo como mochuelo recogido en su olivo,

como mis pasos gorgojean las carrascas,

todo mi mundo reverdece 

para mí siempre es primavera,

y mi bravura llora flores por mis venas,

hasta tener del cielo

la malva del alba

hasta trepar las yedras del profuso claro oscuro,

del cielo y su luna cuarteada de platas auroras,

me nacieron simientes silbadas,

y mis ojos enraizaron el campo.



TRILLA MI IDEA:


Canta mi cuclillo canta,

picotea en mi cabeza,

entra al silo de mi idea,

donde telarañas

coagulan mis pensamientos,

abre esta puerta hacia mi oscuridad,

allí donde negros ratones

cobijan con fijos ojos

mi sueño sin desempolvar,

me conduje por escalas

donde colgaban brillantes ojos

sin pestañear,

arriba donde se acumulaban los sacos,

un murciélago despertaba,

era como una sombra que flotaba

entre llenos agujeros de aire,

sombra con alas,

la guadaña estaba recta

pareciera que me esperara,

la trilla afilada,

era nueva de esta primavera

el grano no vio su oficio,

respirad este olor a trigo muerto,

habitantes de mi silo,

hasta la araña teje con tesón

su geométrica hambre,

pardas motas salpican las paredes

por las que corre pegada la salamanquesa,

grietas vivas por este frío infernal,

arriba la sangre parecía evaporarse,

sólo quedaba yo

y esa sombra colgada del techo.



FORJA DE MI SANGRE:


Avanzo esta tierra abierta,

sangre y lágrimas,

hundió sus zarpas,

el honor de la vieja luz,

vieja urdimbre

en venas de cristal,

venga a construir

la casa abierta de niebla,

abra su puerta de oscuridad

es mi mente,

que como un azadón,

hunde entre altos tallos

de mis pensamientos,

muchos días

que me pensé sembrado,

pasó mi negro caballo,

brillaba este pantano,

entre recuerdos de un alba

en que no dolían

y hacían flor,

lengua de metal

hundía sacaba terrones

para oxigenar mi dolor,

anclé mi sombra,

la puse a dormir

entre la grama,

brezos y caléndulas la acompañaban,

barriendo los campos despertó

esta alma sonámbula,

con el zumbar de abejas caminantes,

con el soñar de las flores

que eran mariposas,

avanza mi surco,

cava mi padre recto como su azada,

y los veintisiete años que nos distancian,

es su trabajo su azada,

que alimentarnos desde la ciudad puede,

sueñan mis versos

que fueron construidos para luchar

luchar contra la sangre del hastío interior,

flores que brillaban sin desesperanza,

altas miras en sus estambres,

un polen de estrellas despiertas,

la miel de este intelecto

que abre sus grilletes,

que asoma sus brotes

a la ternura del cariño sembrado

por venas de mi misma sangre,

amo esta vida

como no amarte padre

si tú me sembraste.




OJO DE TIERRA 2013:



Un silencio yerto,

se abre esta noche

por ensordecer,

reflejos de resplandecer,

en este frío de ayer,

pasos de silencio roto,

abre una espiga

un respiro, un latido

envilece mi procesión de fuego,

cristales que se rompen,

visagras que se doblan,

esta noche

de la nube de antes de ayer,

todo se alza

para llegar a ver,

recorta este hálito de tierra,

un suspiro ciego de hiel,

llega para enloquecer

mi sangre que tiene sed,

he salido del infierno,

quién me va a detener,

sombras que gritan,

hielo que sostiene,

mi cruz del horizonte,

por descender,

afilo mis colmillos

hoy se verán morder,

esta ventana de sed,

rebotan los tiempos,

muriendo,

diáfano espacio

de ausencia brillando

su infinito parco de cristal,

llegaba otra primavera,

sin celda de madera

chirriando su carcoma

que mordía este cielo

con su moneda

que brilla mi idea,

esta tierra late,

esta mi sangre fluye,

cabalgo este acre torcido,

recorren florestas

naciendo, brotando

fundiéndose con tierra abierta,

soles lloran escarcha.

del nacer crepitando,

te juro que avanzo

hasta ser esencia de río

granate de mi lustre colgado,

debo aguardar

debo escuchar

este patio,

hablando con la araña,

que caza bellezas,

un día recordará mi tiempo

que fue mío,

dejará de estar perdido,

y este poema me dará de comer,

por tener dos mil cien,

creciendo en sus ramas

de sangre negra,

ay la tierra,

sí esta tierra

que me vio crecer,

por la que siembro

mi flor de viento,

desnaciendo el tiempo

que lloró mi ojo,

siendo de tierra y para ella,

abro que domino

esta ceniza que me lleva.




Clama la flor, abeja del lugar por gritar.

- Ven, toma mi néctar,

déjame compartir mi vuelo contigo.

Réquiem por la flor, oda por la margarita

con su mariquita, sauce caído,

cobijado tejo, crepitando:

- tú eres primavera.

Olmo viejo en retozo,

quebrado por la aguja silente

de la carcoma.

El cadillo miente, mientras el abrojo

clava el sentido, quiere la amapola

ser la alegría del lugar.

Cuando el brezo enraíza

el alma de sangre

por derramar mi cuerpo yerto

en la navaja, mientras

la lavanda amamanta la abeja,

y abejorro que llamé genaro.

Amaranto el firmamento

llórame una estrella

y su hueso de luna que

rompa firmamentos

en auroras,

que venza colgándolas

de las pestañas,

y mientras las pupilas

en sombra abren su cueva

en la clamada verdad.




Soñé, te viví, te besé,

te anhelé, te abracé, te sostuve,

te mecí en mis brazos,

te acurruqué, te dí de mis labios

de beber; hice tus piernas

recorrer en pasión,

te viví desde pies a cabeza

y siento decirte algo:

- que no me gustó, me encantó,

me emborrachó, me drogó,

si acaso, hubiese posibilidad

de que yo no estuviese muerto

sería por tu recuerdo, amor.




De este cementerio viviente

que me dejen ser la flor,

que por lo menos

a un muerto da calor;

y al difunto, la caléndula su luz,

adorada, nacida del rayo de Sol.

Quien te quiere, te quiso y

te querrá desde este corazón muerto

te amo en albor flor tras flor,

elevado resquicio de caricia

de Diosa Ostara

en resquemor de primavera

cardos brillando en espina

de dolor, desde mi nicho

pido mi nicho de espinas y de cardos

cuando llegue el momento

si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo

y que la parca fría venga a por mí que este hombre

ya ha muerto y su último suspiro

fue un yo te sentí amor

voy a tu encuentro.





Diente de león por clamar

el prado yerto,

donde lo vivo son las plantas silvestres

incluso el cardo de las damas, las malvas,

las piedras agujereando el terreno

molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y

papaver hibridum, amapolas roheas sangrando

borbotones de sangre de tierra por brotar

plantago por llenar el campo de espigas con flores,

todo escarabajo gozando de la flor

cómo decir que la flor sea sólo la flor,

si del reino animal es templo, hogar y morada

donde todo empieza y todo acaba.

Margaritas en envidia miran tus ojos

y luego miran las estrellas,

una sabia dice y afirma: son mejores

y más bonitos

sus ojos que ardieron los luceros,

vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro

sin mirar tu corazón;

Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera

incombustible, plena, yerta, indescriptible esencia.



Golondrinera frágil, esquiva,

reina luz del bosque de las sombras

con tus amapolas amarillas,

los luceros del cielo.

Por poblar jacintos silvestres, tragopogones,

amapolas por doquier

amando la primavera entera

en un mundo que cae disuelto

en espinas de cardo y alhajas

de flores de todos los colores,

mi templo, mi casa, mi hogar, mi albor,

sin alcanzar las plantas silvestres

por poblar este mundo silvestre por mirar

y dan ganas de tumbarse

y ser la flor de muerto porque me tumbaría

para que me crezcan las malvas

y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas

y negras de tinta y sangre

mi condenada bandera.




Estampa quieta,

tejida en el umbral silente,

nacido de las sombras

y sus benditas estampas

de damas de noche,

la flor blanca estrellada

canta tambores de la tierra.

Y los grillos afinando el violín están.

Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua

de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol

y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara

el humor de primavera cuelga de las faldas

mientras mujeres hilvan

y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.

Yo soy un humilde escriba de la flor de difunto

caléndula officinalis,

por la que el muerto

encuentra luz.





Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas

buscando la respuesta para ser feliz.

En la planta en albor que crece del rayo de Sol,

sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol

al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres

brillan incluso más fulgente que el rey lucero,

todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,

a través de la caricia nos trae Lugh.

Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris

que apareció tras mirar fijamente preguntando

a una flor de difunto me comentó

que podría indicarme de la tierra

donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema

ley natural, sin miedo ni odio.

Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,

y me dijo con amplia voz:

- bajo tierra.





Monte elevado en el horizonte,

brezo, encina, carrasca, esparto, espino,

todo crece en albor sin preocupación suprema

nada más que seguir viviendo y echar generaciones.

Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos

los edificios grises, como sus gentes

todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz

boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo

frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente

ni ser festín de gusanos tempranamente.

Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz

de su tierra, que no hay preocupaciones,

fue el ser humano el que inventó el dinero

y la esclavitud que trajo.






Amapola silvestre,

llévate mi sangre a las entrañas del inframundo

así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,

que tus raíces me conduzcan al tercer reino.

Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas

han visto infinitud de cal varios nacer los montes

y senderos, que todos llevan al mismo sitio

a perderse en el elevado espino de tu luz.

Ooh elevado, cuál sería tu misterio

para dejar a este escriba absorto.

Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo

te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso

de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos

en cuña, al caer la luna al cielo.

A tí genaro, abejorro de mi jardín

te extrano y echo de menos, bonito.






Corre trémulo a desvoz el cosquilleo silente,

que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses

junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada

ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraízada con albor

y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero

y aguardo en mi maceeta, ya que en lo que llevo viviendo

ni una planta se me ha muerto con mi don,

hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,

hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,

crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla

de la calendula officinalis.




Encina del rayo crepitante, de mi ser llorando,

hojas escritas en sangre, enraizando sentidos sin descubrir

amando inertes actos incluyendo dichos sabidos

y en desuso.

Su condición asesina de la estampa en soledad

y pena de procesionaria

todo avanza en un sentido mientras yo me detengo a mirar

el cuervo que me persigue por poeta maldito, extraño mi casa,

este ataud es frío de tiempo muerto.

Este ingreso y ni siquiera puedo encender un cigarrillo

para quemar estos pensamientos parcos y yertos

como mi cerebro en esta lata de sardinas,

de cuarta planta de suspital de Alcalá de Henares,

donde nací y casi me sostiene eternamente la silente muerte.






Mi vida te escribo como gota que va a los mares

tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó

los dioses honraste y te honraron

desde el cerro al abismo, tocado y acariciado

donde todo surca la oscuridad madre

y dama de noche sin afectarle el cielo

de la yerta amapola de luna desangrada

y su estramonio vestido de gala de estrellas.

Todos bailando en la fiesta de los no importados

menos la rosa y el clavel masculino

que tiraron abajo el telón para comenzar la gala

y el baile ganó la datura con la dormidera

por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.





SANGRE DE OJOS:


Fauces amarillas

el humo de su tabaco seco

cuelga de su blanca sien.

Bocas de agudos filos

nada por todo.

Tomaba su café

de grano recién molido.

Como si goteara del árbol

del insomnio.

Era un hombre chapado de antaños,

dormía cuando tenía sueño,

comía cuando tenía hambre,

amaba más las flores de su jardín

que a las personas,

la amargura no conocía

si no se hubiese casado con ella,

su bigote recto comía por él,

era apuesto

pero le asustaba mirarse al espejo

y contemplar que el tiempo

podía más que él,

de diálogo era más parco que una tabla

agarrada bajo yunque,

no amaba el dinero

que sólo empleaba en gastarlo

en necesidades básicas

hablaba con sus flores,

lo extraño que le respondían en su cabeza,

consecuencia de la soledad avanzada,

seguía la ley del ojo por ojo

si le daban amor devolvía lo mismo,

en cuanto a odio este le temía.

Le gustaba sentarse en su mecedora

en su jardín y acercar comida

a córvidos negros como azabache

y obserbarles ,

era pleno, hacía honor a su vida

amando lo sencillo

cogiendo su armonía en una mano

con su cigarrillo

que blanqueaba ya su bigote.



II



Lámina del cielo

tu gris en estiaje

ángel del cielo teje

macabra sinfonía

lluvia se derrama aplomada

por su guiño de ala,

por venas cavas, su quitina,

estrechas vías consumidas

en atroz entrega

del mensaje del cielo,

sangre de tierra en zigzag,

río de caudal

por arterias de arañas,

por acariciar la flor del iris,

un barco y una vela

un puerto y una quimera,

una vida de aciaga solar siembra,

verso saciado cabalga

el colchón etéreo del aire,

hasta anclarse en valse,

sueña el viento ser capturado,

atrápalo en tu mano

y en la otra derrámate como gota,

precipita tu esencia bebe del cáliz

la yaga de nuestro vino,

infinito remansado en cuña de estambre,

es un ojo de tierra,

es una espera,

una inmortal fáuce,

la canción con la que bailan las flores,

un cariño de flamígera estrella,

un armazón dorado de escarabajo,

una casa de caracol,

ven, ven conmigo soy aullido,

una entrega de cuarzo llorado,

un cuchillo de silex afilado,

en el trillar del campo,

soy mis venas naciendo en un charco,

un sorbo y soy fuego en tu mano,

 gimo y corro el vasto templo

de mi perdida religión,

viendo el devenir venir

cruzarse, deshacerse, alzarse

para acabar siendo tierra

del inerte azar profuso,

mi tinta se bebe un rayo solar

en patita de un caballito del diablo,

mi vaga libélula de mi suerte,

para que siempre viva

esta hormíga león

siendo mi cosecha más que tus besos,

más que tus rayos de sol,

siendo yo del camino y el camino ser de mí,

irisada vida en son de mis tambores

de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.



III


Seco y duro, seco y umbrío,

corría el linde quieto

por la arboleda despejada

daban las tres y treinta

de la madrugada que se marcha

por oscuro diván de la sombra,

un espejo tímido sonaba,

el reloj paraba,

con un grito de estrella,

su alcoba fría en la que despertaba,

no quedaba viento de palabra,

ni pensamiento agil que en eco no quedara,

lanzó aquel espejo contra el suelo,

y rápidamente sangró un borbotón de sombras,

se abría la noche y sus quimeras despiertas,

brotaba de su ceniza de pulmón,

el irisado que la oscuridad clama,

quedando para siempre

su alcoba fría y vacía,

sombra de aquel que sonaba una noche

que ya escapa.




IV


Fantasma del tiempo:


Indivisible fulgor ostentado

resquicio opaco de la luz

con sabor a fase de luna.

Invierno de los ojos veloz

en una gota de llama de vela

fuego del fuego creado ensimismado

quiero arder lo malo de la maldad

cuando sin sombra ataca

el humor de la sangre existente

si voz tiene cuál fuese dicho ente

hablándote desde la arteria

donde el cuerpo helado busca

y te busca verdad sin pestañeo ni apellido

sin venas surca la ola tibia y oscura

que nació sin viento ni mareada razón

de océano de versos

camino sin recorrido en yerto color

fulgente de la estación sin mente

entresijo de la mecedora

que sensación sola la mueve

con indicio de que la oscuridad me puede

fuerzas que escapan

a la razón del entendimiento

resguardo de luz que por verla doblega

a la insensata dicha escondida

que grita y se engrilla en aquella orilla

distante, que une y divide

ignorantes y sumisos bordes

de lo que existe por soñarlo

suspiro ese suspiro del hastío

y estío de mi río

escapándose a mi legible saber

un vencedor encontrado

círculo perfecto del equilibrio

en la locura nacido

en la frialdad del respiro mecido

yo te tuve, te sostuve

en la risa que dio llanto

en el llanto que dio risa

sin motivo ni razón encausada

allí donde la emoción era transparente

ni necesitaba conciencia para ser

solamente armonía que nadie te describe

porque fui yo quien te tuve

brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte

frío recuerdo de honrarte tan malamente

sin saber describirte

indiferente si vuelvo a encontrarte

porque eres lo más inusual,

te buscan y imposible de encontrar te vuelves

de la suerte llamada casualidad viniste.

Vengo del nacido sin nombre

del que hace lumbre del alarde del hombre

del espíritu parásito engendrado

y el veneno de mi sangre

te llegó a donde el camino se abre

a infinitas escaleras interminables

donde el surrealista se raya la mente

que del caso cuelga el Sol en cruz

en la pared del diáfano enervado calmo cuarto

marcando las marcas de los arañazos de su luz

que en negro dio su astenia quietud

horarios de su ser perdidos

en un atardecer que ya fue

en el azabache de mi bolsillo

sus sombras que recorren mi pasillo

me entretienen para ser fusiladas

al encender la luz,

no puedo creer el encontrarte aquí

inerte arte del único poema que vale

por no tener nada comparable

beso mis sueños que el oscuro espíritu

por no tener color arde

no quiero darte a entender

ni que seas adjetivo ni valoración

solo lo inerte de lanzarte al río y donde llegues

o lo creativo de guardarte en una caja

y enterrarte en el jardín,

para que te crezcan malvas,

es interesante que no llegues a materia

sólo a eternidad de quien te leerá

en mis sucesivas muertes,

ténue destello, elaborado albor

nacido del rayo de sol,

y la noche que ya calló

en las pestañas del amor

milenarios son los espejos de los astros

que dictan y laten en caricia

esa fría cuchilla que se clava

dándote finalidad y fin.


FIN


Miguel Esteban Martínez García a 19-02-2015


Pseudónimo: El Castellano


V


Te busqué voz:


Todo me lleva al cauce,

que te dibuja displicente

allí donde la muerte

se siente imaginada

puesto que ni la belleza simple

la piensa, ni imagina

ya que es de la enfermedad invento

no la voy a dar creativo alimento.

Inspiración lejana,

para encontrar la esencia de su ser

eterna eres ni muerte te veo

fuente nocturna, o diurna

o ninguna, surges a amplia voz

a latidos no puedo contenerte

y el que no sabe 

ya está viviendo de ello,

el mundo nos es ajeno,

calma de tu calma invernada,

diáfana quietud

de tu silencio sembrado,

en el barbecho de mi pecho,

regadío del olvido

que a imposible crece 

para letra ser 

y beber la sidra de tu piel, 

que ni la manzana prohibida 

Eva la pudo morder,

iridiscente canto sin ser canto,

voy buscando belleza

habrá que darle ritmo 

a lo inerte de la suerte,

aljibe donde encontrarte

bebiéndote en el tejo 

de alabada montaña perdida,

que en sus arroyos y arrullos  

me tumbé a mirarte,

me nació del helecho un curvo hecho,

con boca gris me dijo:

-Lucha que todo ser vivo tiene un motivo,

sólo le faltó decir 

que del barro fui creado

mi tejo amado enamorado de la nube,

soñando su imposible beso

viéndola única porque todas son iguales,

menos cuando la atmósfera se cabrea,

manantial de los manantiales

los ríos del cielo

donde en espejo se hace eterno

para regar los campos que Castilla

dibujó a vid y Encina.



VI


Brepticia:


Desgarrado, desaconsejado,

al mal intencionado intento

de sacarte provecho

noche de brepticia

que traes flagrante,

camino sanguíneo

oculta intención

de elevarte a los cielos

en espiritualidad sagrada

donde los reyes lanzaron

sus coronas denigrantes a lagunas yertas

de tus profundidades,

olvidadas,

sociedad de creer o no creer,

yo amo lo oculto

mas inspiración lejos de éste mundo,

elegí creer

yo lejos de creerte te sueño Demonio,

Dios es una chica y tú eres un hombre

con lo que único que respondes

te hago caso gran sabio

mas me entrego

con un deseo ciego

que me da inspiración

si no es confusión

el norte círculos de piedras adoradas,

el este de cosacos borrachos

de éste continente.

Contigo dentro demonio de literatura

locura de tu verso,

yo ya estoy muerto

designio poeta maldito

que en su locura

vive del yerto suplicio de tu posesión

sin mundo cuerdo

eres bueno y Luz tu belleza

te denomino brepticia de la noche

estado entre velas y tijeras,

entre espejos e invocaciones a símbolos

y tu estrella me proclama

que se equivocan

viniste a esta tierra

pero no eres de éste mundo

quisieron leyendas hacerte

y atribuirte el mal de todos

a invenciones y metáforas

serpiente,

dragón que el arcángel te mandó al subsuelo

yo te sirvo flor de conocimiento

te digo que el mundo siga con sus mentiras

de sociedad impuesta

que la iluminación

viene de tu boca

y todo éste planeta tierra

tiene miedo a saber la verdad

a metáforas padres la empleo

por la belleza olvidada

por la rosa secreta

y los sueños y deseos consumidos

en el rocío

tu llamada me llama

mientras las damas hilvanan

los hilos de seda en sus cabellos.

Desgastado tiempo que entre velas e incienso

tú estabas con ojos abiertos

clamando por complacer a éste ser

un alma en larva me trajiste adorado

voz para ser inspiración

le dije vuelve cuando quieras

no voy a intentar capturarte

y de rosas negras

anoche soñé con ese único

secreto mío

de espada solitario en mi mano,

el de entregarme al amaranto de la naturaleza,

cambio me trajo

hoy sigo en contacto así sea onírico

con ella, la perfección no escrita.

Resquicios de su existir

que a mí vino para ser yo su eterno aprendiz

para mí único secreto y verdad

de que tengo una pasión,

lejana de este mundo me habla

el ser perfecto y su inicial reclamo insecto

que mi sangre dio a luz su verdad

y mi duda de mi origen,

de mi objetivo vital

que ricen su lengua

lombrices grises de ciudad

que yo en mi tierra compito contra mí mismo

a escritos sin suerte espero a mi dama

y ella lo sabe por eso no la nombro

porque no la conozco

y quiero conocerla.





VII


Microrelatos:


Erase una noche fría de invierno.

Las lechuzas estaban recogidas, lluvia caía al suelo, la niebla y la bruma eran intensas, sólo una sombra caminaba por la calle, era la muerte.



Cuando la luna sale los vampiros y los murciélagos están cazando.

Era la noche yerta, los ataúdes se abrían, pero solo para que entrasen los cuerpos de la epidemia que asolaba a la ciudad.



La vida del gusano Juan era muy sencilla. Él vivía dentro de una almendra y tenía suficiente comida para hacerse adulto y  hacer la metamorfosis a los meses siguientes.

La hizo y nació de la pupa un hombre con vocación política.



Era la noche de los gusanos todos estaban bebiendo licor de hojas en la cantina.

Pero un escarabajo encadenó la puerta de la cantina y la prendió fuego con todos los gusanos dentro, los escarabajos recogieron la carne braseada y tuvieron despensa llena para pasar el invierno.



Soslayada la flor del cielo, abría los caminos de la vida eterna, una polilla como una hoja de adelfa caminaba el cielo corrió hacia la luz estrella con ímpetu y brío hasta estamparse en ella, se formó entonces el hueso de luna que todos vemos.



Era una noche de cristales rotos, los lentes míos cansados reposaban sobre el escritorio, miré al espejo no reconocí al que estaba sentado, pregunté ¿Quién está ahí? Aturdida contestó una voz: Soy el que nunca serás, porque siempre has sido yo mismo.




Eco sordo en alta voz resurgía entre la ceniza de su cigarrillo, no tenía manera de saber sólo apostaba al nivel de la montaña, quiso conocer pero una mala oración se llevó su tormento dulce a la entraña del frío áspid.




Belleza si acaso estuvieses forjada, quién sería tu padre quién tu madre, inconmensurable  por infinitud de sendas ella abrió sus parpados viendo su reflejo en el lago, sólo de la impresión acudieron todos los peces de colores a besar su imagen, llevándola a su profundidad.




Se rezoga por acres difusos, donde vuelan polillas de las tierras, de una flor nació una polilla de cemento con la esencia de las  ciudades que dijo la oscuridad por poder te puede pero la realidad es que me supera.






VIII


Odas sembradas:

Duero


Grita mi estupor y cuchillos

hieren volteando

una boca que la onda mece

flameando.

Se duerme la costilla

en el altiplano enjutado

de hayas y fresnos

recuerda su geología

únicamente saboreada

por el soñar de los picos,

virginal cuna del Duero

con tus curvas en rotonda

de castizas fuentes y abrevaderos,

dulce azada de agua

que bascula el sentir

de la enamorada palabra,

por cimas tu voz se hace meseta

haciendo el amor

con los pájaros dormidos,

templo y morada

de la cepa que a ti te alcanza,

agua furtiva corre por tu era

y reposa en tu infinita onda,

que se riza, que se insinúa

en vaporizadas Torres de belleza,

que en tu alma anidan,

sortilegio de rosa y clavel

cenit del dolmen tallado,

quién a ti en la vastedad del ser

en su pecho te lleva prendido

el fuego en fanal hoguera

en anchos panales de tus abejas.

Cuentan de la vida del chopo

tus diez mil espumas,

que por sierras

tu rúbrica dejas,

navegante con alas azules

el terreno que jamás te vence,

secretos de amantes

tus aguas llevan

haciendo bullir el inframundo

de los amores y sus galas mayores,

agitas con sangre terruna

el candil que abre en espiga,

anudando en tu cintura

tu idioma olvidado

pasando años fugaces por tu campo,

rodeando en ortiga

el triguero espárrago,

girando de la vid tu capazo

y sus manos,

haciendo de tu Vera

un Dionisio que al tiempo fermenta

tus besos de tierra.




Arlanza:


Arlanza cubres tus olas

de infinita seda

con el palpitar de olmos secuaces,

al verdor de frescos, jóvenes

álamos en pulcritud

de cenizas de fresnos avanzas,

quién en tus aguas

te lleva de espuelas

por tus solas riveras,

sin ocre con verde aliento,

te elevas de entre tierra de muertos,

deshojas tus notas dulces,

entre crepitar de martillos secos,

inertes en sed del más fuerte,

tu agua sin palabras,

tu agua sin vergüenzas,

sin rubores de plata

y sus nieves de espuma,

haces bullir inframundos de amantes,

romances con tus robles,

nadie te sostiene

tu olvido deslizado,

solo lindes quietos

osan acariciarte para siempre,

tú, tú imperecedera ante la muerte,

eterna suerte,

yo estoy contigo,

magistral obra no creada,

idioma oculto de tu haya,

espiga líquida donde las haya,

senil canto de cigarra

cuna del grillo en su sangre del atardecer,

acaso te alcanzan.

Cumbre eres sin filo ni cima,

rebosar de la vida sin prisa,

hoguera sin ascua,

calor de los seres que amparas,

descampado

porque el campo eres tú,

fulgor entre verdes sienes,

savia dulce de vida,

qué milagro a ti te llenó de vida,

o ya estabas en ella perdida

para ser envidia del Creador,

ciencia sin papeles

libro de tierra,

onda de segada curva

pulcritud de espadas al alba

sin principio ni final

sólo tú alzas la luz,

en esperanza de los que cayeron

en tu huerto donde descansan

las almas.





Río cuervo:



Río cuervo de pitanza corva

Vestido del risco tu nacimiento

negro en tu soledad de azabache,

tu soledad acristalada

por luces del monte,

tu idea reguero

que mi sangre lleva,

de enebro acincelado

tu cuerpo,

que se hunde y flota

de la roca

tu eternidad azogada,

huyes y ríes con carrascas,

sin quedar graznando

tu alegría.

Tu cuerpo de aguas sin ceniza

que la tierra llora,

recorres mi infancia lejana

sí esa que nunca acaba,

para yo ser del monte

y el monte ser mío

como piedra a su gamusino,

eres de la tierra

un dulce sino,

caracoleas tu rizada vida

de monte y estepa,

de árbol y raíz de tierra,

eres más que sístole

de romance que el alma enerva

con tus negras alas,

entre tus lenguas de plata

bañas la fauna

que a ti te alcanza,

por fresnos y hayas

riges tu templanza,

verdadera,  que viste,

que enamora

ojos que te hablan,

abre amor tus pizarras

construiré mi casa

por el tejado de tus aguas,

para decir:

Yo aquí vine a vivir

bajo las alas del río cuervo.




Castilla:


Perduradora onda,

en cresterías

de la honda voz nacida,

tu profundo soto

de altas torres enfundado,

me esmalta la idea

con fragor de risueñas carrascas

las soledades del hombre ultrajadas,

agarrado a dulce señero inmóvil,

al pelaje esmaltan quebrizos

colmillos de umbrío tomo.

Cal y tierra entre follaje

de mi sierra,

pardas vidas me avanzan,

una oda al sendero

y su vida despierta

entre ojos de azores y sus ocres,

se siente, se añora,

se enraíza,

esto es Castilla,

esto es el flamear de una cerilla

de sangre henchida,

linde quieto de tierra madre,

por solares tu voz se despeña,

sosiego que tu linde oculta,

lumbre de entrañas

en quietudes de escarcha,

lento fuego ciego

de sonrisas del alba,

quédate, libérame este haz eterno,

quédese mi piel segura

al retorcer del castillo de Almansa,

honda tumba para tu belleza desvencijada,

entre piedras, y caracoles de astros

tu espada,

patio en sobriedad de tu tarde,

robusta flor entre Ermitas del mañana,

un talle del pueblo

sembrado por tu cúspide naciente,

sueño en fruto

carmesí sangrante

de tu corazón de amapola venidera,

dorada al cantar de espigas

y su mañana,

honduras de vidas

labradas cepas de sarmientos,

acoge en tu alma

este fiel ofrecimiento,

Castilla mi tierra, mi vida,

mi eterna semilla enamorada.

Fiel disparo entre acordeones

de encinas afligidas,

un marco difuso entre colchones de grama,

perdiz entre perdigones viajeros,

voy a tu encuentro,

me hablan fuentes y abrevaderos,

como tus tierras

hacen el amor con parajes dormidos,

respiro tus frías cuchillas

que entre clavos me marcan su herida,

fiel de caricia bebo la sombra

en tu calma sin despedida,

un trino quiebra el silencio

en blanca dama me avanza tu cebada,

un calor presto de caballero

a su dama hoguera,

servil entre abejas

y sus mieles alcarreñas,

tejida, lista,

vaporeada tu siembra

por antaños cobijan tus azadas

solariegas.



Galicia llama quebrada:


Galicia cásate conmigo,

te ofrezco mi sangre.

Amo la tierra y la tuya

es mi sueño verde y gris.

Tu esencia se retoza en mi cuerpo,

tu ausencia lo ahoga y quema

desde dentro hacia afuera,

Tus bosques siempre verdes,

a tu fértil suelo,

encumbrado por los siglos de tus celtas

círculos de piedras,

con sus espirales nacientes

de sus megalitos,

de la cueva a tu montaña

va que viaja mi entraña,

entre ocasos sonrientes,

hasta tus helechos nacientes,

al arrullo de tus montes,

calzo espuelas

y sus arroyos florecientes,

al canto rodado

me alzo con el valor de las gotas

de su río, almas en latencia perdida,

de montañés mi talle,

en ausencia de roble carcomido

por el tiempo y su yaga ardiente,

infinito remanso sangrante

de la tierra que no posee dueño

tan sólo habitante,

Galicia ella es candor,

al fragor de silos dormidos,

al tiempo que reverbera

sonidos de humo y de agua,

entre crujidos de esta carcoma naciente

que ama y te desea mi Galicia bella

poesía de un tejado verde y azul

de árbol y mar quebrando,

tus costas y su muerte paseando,

hasta donde llega perdido

mi pensamiento

para darte un beso

de cal y arena entona esta caracola

sobre tus espumas

balanceando el pulso

del acantilado y tu hueso de espuma

al romper tu ola,

porque nacer no se elige

ni dónde ni ábside

al cielo le pido rompa la tierra

que si vuelvo a nacer,

yo nazca de tu entraña

Galicia bella.




IX


Cáléndula joven del camino,

vieja de la senda que lleva a tu casa,

ardor de luz brotado entre florestas hirientes,

alza tus pétalos comunión de insectos,

por estos solitarios caminos

que me llevan a verte

alzas en pitanza

tu verde semblanza,

de la tierra vida en añoranza,

fulgor entre tus sienes,

darás de flor simientes,

así demostrarás que no hay tierra

sin flor así no importe estación,

María oro, flor de los difuntos,

luz entre luces del alba,

sostenme la caricia en tu flor,

que me creo abeja por un día,

álzate entre cardos y malvas que te rodean,

demuestra que eres única,

que ni caracoles osan morderte por tu savia fuerte,

señero silvestre donde los haya,

oro luciente entre engranajes verdes,

espera a tu ababol compañero

que tú sigues dando flor

sin ser primavera entre despertares y albores

de vidas y sus trinos,

navegas mi alma esta mañana

glorificando mi tierra yerma,

te aman mis ojos, te admiran latidos precoces,

eres más que silvestre flor

eres una vida precoz de luz,

si pudieras ser mujer yo sería tu eterno acompañante,

colmas la belleza de lo sencillo

eres mi alegría del camino,

pasarán fugaces las generaciones

y brotarás cualquier terreno

que el reposo tornó sin construcción,

para que tú grites

que la belleza también tiene casa

contigo,

Calendula arvensis




MI SANGRE YERTA re-edición


Mi sangre yerta:


Canta mi sangre yerta,

el hierro de mi tierra por sembrar,

un embrujo desta hacienda,

canta la amapola vieja,

sangre del corazón carmesí,

sueña mi semilla despertar,

donde el muerto cave su vida,

y mi cicuta triste,

enraíce el paraíso,

de pieles sedientas en entrañas despiertas

y hojas muertas camino de savia dura,

corre mi otoño desde la vereda a la rambla,

corre mi frío desde el infierno

al río de esta alma por ganar,

encina yerta de mi piel esquiva, florecida,

beso de tierra y vid,

beso de trigo y girasol,

de cuchillo de espiga mi cante,

de zarza y espina mi amor

real como intangible,

áspero y rígido,

bravo y valiente,

duro y endeble,

metal y simiente,

pan y niebla,

niebla y bruma me desprende,

desde la boca hasta el pecho,

donde canta mi pasión sin despecho,

vive esta sangre caliente,

lumbre de mis tocones,

nube del cielo por dibujar 

en rígida estela rendida,

a estampa de sed y viveza por entrañar,

canta mi umbral,

quiere tener soles y lunas sin gemir,

invierno llegas,

dibujando transparentes los miedos,

avanzas cada campo sin permiso,

helando hasta el hielo,

oda de mi sangre yerta,

por mi tierra me arde la siembra,

desde mi opaca siega

y el beso queda escueto,

parco el sentido enamora el hálito,

quién te viera marchar,

vestida de olivo y centeno,

de olivo y cebada,

de trigo y espada mi guadaña,

donde dibuja el suelo mi cama,

por la calma abrasas la esperanza,

en maldición cantas tu canción,

y los cuervos te rinden pleito de negra ala,

de grazno escondido en cada roble,

crascita desde la piedra a la cueva

abrasas oscuridad mi entraña,

dibujas tu vívida estampa,

donde el tiempo yace muerto,

y sólo los duendes te entienden,

sólo las hojas buscan su nueva vida,

deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,

la dicha y la sombra por ganar,

desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,

desde el cante a la maraña,

te canta mi vida quieta

este amor de la mañana

en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,

suspira el rojo,

quiere ser río de alma y arrojo,

quiere nacer abrojo,

el espino mece la espina de mi antojo,

y la amapola amarilla,

sólo ella abre a la gran luz,

horizonte de mi piel que quiebra como ayer,

enamorado suspiro de frío,

enamora mi hielo,

donde duerme,

donde reposa el amor de mi sangre yerta.

Esperando en rojo su siembra.


re-edición  poema escrito en 2013.


CAMPAR DE BAJA ANCLA:


Desnúdate mi Sol,

inexhausto prende mi brote,

fuente que mi alma cubre.

Endeble vénceme,

que llore jardines

en los abrevaderos de la flor,

golondrinas de tu solsticio

me vuelan los círculos,

perenne vía de fuego

en soliviares vetustos,

remedo en lago

que mi espíritu atañe

el gozo.

Ese raudo seno

de canales

aciagas siembras.

Saeta de lira y fanal espera,

muerto ende,

inmortal yacija inerte,

es mi pecho que el dolmen

descubre,

roba mi oficio de grito enervado

la salamanquesa esquiva 

de mi pared,

por la línea

abre la ventana

y mira el infierno

otra vez,

mi parra

sí marchita mi idea,

de verde sien,

mi cuba de cuerpo

enajenada,

soñadera mi azada

de vena incrédula.

este mi racimo sonoro,

con señuelo de oro,

apostado mi loro,

quiere cornear el toro,

afán de un pelo de un pelo

que hace poro,

no diré hielo 

diré que asesina

a tono de francachelo.




NIEBLA CON ABISMO EN RAÍZ:


Va brezando un excelso, filamentoso

soto sin pérdida de memoria,

junto a esta ducal maravilla,

atrasa mi sosegada flecha,

de esta mi anclada araucana

que goza.

Esta soterrada, primaveral gris lluviosa,

un cristal de espejo,

sin pecho no me borres, no me borres.

Redonda pleamar de tierra,

con su propio mar

en el que sujeta el pinar angosto,

se espeja sin contar

mi flor de difunto,

de este patio sin muerte,

donde hasta el más efímero insecto,

nace y crece,

de  una loma sin carcoma,

a un infinito que se ahoga

trenza parca mi soga.

Hondo rasgón,

violeta al tacto,

es mi oración carriza

sin cuerda ni cadena,

de mi perdida marea,

En la umbría  nace mi cicuta virosa,

adormidera compañera

del linde sin sembrar,

luna madre de Lugh soberano,

encuentra su cuervo en su castaño,

estribo sin llano

un real cerro

de rivera del antaño tajo,

salpicando este corazón por piedra,

con mi dicha

que se acuesta y briza,

mi profunda raíz de tomo,

con negro abismo despejado,

centelleando.



CUÑA DE HERMOSURA:


Acuña cautiva un linde

que expande la perfídia,

y un sosiego desvelado incuba.

Crisol místico,

en onda sobrenatural,

de rústico anhelo,

venciendo esta cuna del cielo,

campo, campo santo

hay en mi olvido,

que marca que agranda,

su molde de arena,

por dehesa que extiende

el amor del hombre,

siglos que me borran los pasos.

Cantara mi pecho

su solaz yaga,

que entraña,

causa de esta flecha que ya

no duele más,

se fue

por la cristalina bóveda,

que la noche escapa.

Nava de pico curvo

en agraz durmiente,

desde Cuenca a su río Cuervo,

nace mi río de vena que vente

a su fuente donde yago,

mi infinito remanso,

por el que disparo,

descarnado no guardo amparo,

Ávila cumbre de bocas eres,

ojos de tus congojas soledades,

Plasensia de mi alto claro

donde escapa mi marco.

Mocedad febril que cobijo,

extraño con látigo

de extensa enredadera,

hasta destapar la lógica

de todo lo burdo absurdo

que mi vello eriza

por pelirubio.



FINAL DEL LIBRO

VIII

Pecho en hierro montado:


Infiere de nocturna flor

nuestra cabida de luz vana,

un día será el siglo de matices

con su avenida escalonada,

suerte en mimbre de tus estrellas

en mis pupilas,

desafíame el lucero

mi malva runa,

satina mi firmamento de lunas,

llega donde no llegan las enredaderas

de mis vilos noctámbulos,

soy enfrentamiento con mi existencia por ti

partida, vestirán las flores mi magia,

para florecer madrugando,

y que su espera me sepa bella, clara

como el osar brotado en primavera,

centella que gasta tu ambrosía amada

cobrando a mis cerrojillos nacidos del alba,

argos sumos en luceros despertando sus arañas,

nubes cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,

Campos de Castilla, soturnales labradores,

abrid la tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas

en acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,

y las matas canten el fragor de nuestras bocas,

¿Quién me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?

Yo soy el encargado de abrir los cielos

hasta que lloren, soy el que despierta a la semilla,

y grita flores con sigilo de chopo me guardo,

y entre rayos de bruma desciendo

hasta mi tierra madre de las sepulturas

de los abrojos creados,

pecho en hierro montado

soy esclavo de mis ojos liberados,

desafiando al viento creyéndole hermano,

soy la vida que me falta por escribir en bronce,

soy sangre, destello que mueve

la hoguera de mi escarcha.

¿Quién viene hoy por mi escala?


9-A mi inspiración: IX



Mar de voz eres,

solana luna

de acres temporales,

flor de flores

jamás tu pétalo escondes,

bruma entre cerillas prendidas

tu salvaje compostura

que nunca puede

negar que mi difunta viva,

no vengo a desnudarte

dejaré que te desvistas,

sol señor,

incandescente ara

de esta mi suerte,

verde monte

verde brezo

que afila este aderezo,

jaula de libertades,

trascienda mi quitina

por tus eras,

duende inmortal quieres

porque eres mi hada infernal

dueña de la sombra

que mi espíritu sujeta,

alto vuelo de mi espada

para encontrar sangre  negra,

me morderás la tinta

desde mi cima

a la espesura,

fuego bravo

sin desquicia,

sed de cada hambriento,

dame tu oscuridad,

crearé hasta desvanecer,

a mis lares

llegó una crítica inconclusa,

subjetivo arte del gusto sin color,

porque valgo más que el nombre,

hada musa

desde que puse primera letra,

cuidaré tu fiel quimera,

abrojo descendido

que arde mi suerte

en verde

de amarte.

Sin alarde

que no sea encontrarte.

El que no vale

ya se dedica a ello,

aclaro que como no valgo

ni medirme puedo en cuantía

desbrozo cada poema

al transcurrir

del nervio del tiempo,

un sin fin entre medusas

que me piensan,

una compostura

sin vuestro ralentí

cuando os creéis quien no sois

rebosando, esfumando yo

mi palabra

retocando puliendo,

ensimismando

porque una diferencia

eleva mi marco

yo esfuerzo lo plasmado,

y no será eternidad mi mármol,

quizá ojera traspuesta

sin luna.

Otros de mediocre innato

triunfan por retinas cómodas,

ojalá mi aliento

no valiese más que la pena,

por este motivo y por otro

soy únicamente solo,

solamente tierra

y mis escritos arena,

perdonen mi prosa pasajera,

tendrá buque mi idea,

deste mar

hasta mi hacienda

podéis quedaros

con vuestro talento doliente

que yo a diferencia me veo

la punta de las narices.

Amén descendiente.



Autor: Miguel Esteban Martínez García



 



 OJO DE TIERRA

 



 

 

 

Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche hoy en tu sosiego me encuentro

entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno

bañan mi cuerpo tus latidos

sordos de oscuridad

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento

 

siento tu caricia de alma

y te bebes mi calma

despierta esta rosa sangrienta

y su aroma de romance antiguo

atraviesa el pecho tu amapola

eterna primavera

cuando mis ojos te ven entera

cada sentido despierto

como fiera al acecho de tu latido

hoy en tu bosque me pierdo

tu imagen surca mis sueños

como cada noche que siento tu beso

y como me cuidas,

como soy yo tu alegría

mi vida vistes de amanecida dicha,

hoy la hierba escala mi montaña

la lluvia germina todas mis semillas

de pasión y fuego,

donde entero me entrego

al placer que muerde

y envuelve en margaritas,

como sencilla tu sonrisa

y tierna tu caricia,

ya no hay súplicas

solo felicidad desbordando mis cauces,

 

te sostengo fuerte en mis brazos

para nunca soltarte

para eterno tenerte

si por soñar soñé acabar con la soledad fría

y escarcha de esta melancolía

llegaste tú a mi vida

como cada noche siento tu melodía

y me acompañas cada día,

salió el sol después de la tormenta

y ame tu esencia

regando mi interior tu voz de alma amada

tu bella y dorada calma,

rompí las cadenas que me anclaban al pasado

para luchar por mis sueños y alcanzarlos,

entendí el idioma del silencio

y hoy contigo

lento construyo mis escaleras al cielo,

este firmamento clama de azul sediento,

ermitaño en su montaña del sentimiento

el amor jamás salió de su cuerpo,

de él decían que quería comprender al amor,

tras una flor la conoció y la preguntó

qué eres, amor,

no solo nací de esta flor

tu inocencia me enamoró,

 

curaré tus heridas de dolor

viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento

buscando llenar de amor el cielo,

labrando el campo de tu alma

y bella mi amada

te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas,

estas flores cantan la canción

que te enamora el corazón

vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré

eterno en tus alas viviré.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Navego los límites de tu silencio

tu luna reina mi cielo

en este horizonte de ilusiones y sueños

tus besos florecen mis recuerdos

las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio

eterno el momento que escapa entre tus labios

cuando brota el te quiero

 

y en mis ojos te encuentro,

donde me enseñaste a vivir el momento

porque nada es para siempre

escribo el sentimiento

ese que me hace amarte despierto

este viaje sin retorno

me hace buscarte cada noche

para que tu amor surque mi sangre

y mis sueños de tu mano pueda acariciar

lento muerdo el placer preso

y la lluvia envuelve nuestros cuerpos

recorro tus parajes, me pierdo en tu bosque

este fuego late en esplendor

encuentro tu dorado amor

oigo los aullidos del corazón

atrapo mis flores de pasión

quiero y te quiero en cada amanecer

donde agradezco cada aliento

cada suspiro que asesina al tiempo

y da vida a mi sentimiento

mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo,

entero me entrego como el calor de un lucero,

sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y

fuego,

 

condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo con un beso,

encontrando el lenguaje del alma en cada verso,

cabalgando juntos cada firmamento,

flor de sangre naciendo en mi pecho

clamando este amor que te profeso,

cálido el momento de desnudar mi alma

mi bella amada, una flor en tu mirada

vuela libre doncella tu esencia mariposa del amor

en mi interior quedaste

de mi ser te adueñaste

puedo sentir como tu sientes

en cada pensamiento vives,

a tu lado siento desvanecerse el dolor

este ardor de pasión jamás me abandonó,

hoy agradezco que me arropases en tus alas

para nunca soltarme

para abrigarme cada noche fría

por ser mi eterna compañía

y locura del ansía mía,

tu amor mi sinfonía

como tu beso de cada día

fiel me entrego a la caricia,

mi amor sin descanso

incesante fluye el verso por tu abrazo,

 

a tus pies me encuentro

esta mi sangre te entrego

este fuego late en cada beso,

germinaste dentro todas estas semillas de amor

eterno,

hoy hadita te canto a la orejita

encuentro tierna tu sonrisa

en cada flor encuentro la belleza amanecida

en tus labios descrita, en tu piel mi caricia

en tu corazón siente mi brisa

como me hago lluvia y río

en cada silencio que rompemos juntos

como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Cielo de tu amor que acaricio,

en el suspiro del tiempo desvanecido,

en cada luna que te encuentro,

en cada vida que te siento.

Cómo no hacerlo si vives dentro,

si cada minuto lo vuelves tierno.

Vuelo con este sentimiento de fuego,

 

cabalgo el firmamento,

encontrando el verso despierto.

Como estas ganas de devorarte lento,

que sientas el deseo morder tu cuello,

y la sangre de cada flor de piel y verso.

Donde el agua y la poesía

hacen el amor con tu cuerpo.

En este campo de sentimiento

la sangre de la tierra vistió de amapolas,

cada beso de amor sin tiempo.

El bronce deja su cuchillo

a las espigas del cielo.

Hierro baña la sangre de este guerrero,

vivo y muerto por tus suspiros.

De tu corazón preso, guardián de cada latido,

redentor en el silencio frío.

Amante serpiente en el calor de la ilusión

que te dibuja en mi mente.

Siempre presente, a la hora que la oscuridad

late y envuelve.

Donde te volviste mi bendición,

realidad, abrigo y latido

de la inspiración invencible.

Como invencible dios Sol, que toda vida rige.

Amada hada, esposa de este mío sentir,

 

acompañante de cada vuelo fulgente.

Tu semilla de amor germinaste en mi pecho,

amapola roja y negra, sangre y tinta

que cada verso expresa sin descanso.

Fluyendo como el río que brota en almas a su paso.

Voz amante de tu presencia en mi mente,

donde el te amo cada noche se siente.

Cura de soledad y maravilla hasta la muerte.

Donde mis rosas dejarán su sangre.

Nunca dejaré de escribir al amor,

a esta pasión de tenerte,

a cada luna que de malva el cielo me tiñe,

a todas las flores sencillas donde te veo,

donde descubrirás que este duende te será fiel,

y a cada semilla que nace pone tu nombre,

donde encontró su latido noble,

y mil veces más fuerte

lento se apodera de tu bosque.

Las campanillas en flor le oyen

y distingue el espíritu de cada árbol,

en cada pequeña vida a dios encuentra,

donde la armonía la acaricia el idioma oculto

de las hojas al viento.

Como el abrazo de la yedra al árbol

y el beso del rocío primero a las flores del campo.

 

En paz me siento en mi entorno,

y en la ciudad muero lento.

Bendita la vida por darme tu amor,

por darme ojos para ver cada vida en color,

siente esta caricia sin dolor

observa que de mí el cielo se apiadó,

donde sin envidia ni mal

eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerdo,

voy allí lejos de este mundo,

donde empieza nuestro bosque sin destino,

donde libre, todo sigue su espiral sagrada,

el ciclo de la vida y la muerte,

el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.

Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo,

contigo siento la fuerza

de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia

que en arrullo acarician mi cuerpo,

contigo no temo a ningún abismo, infierno, ni

tormento,

a ti te debo cada verso.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Renuevo esta mi sangre,

tengo tus ojos fijos en mi horizonte,

a cada luna nocturna

que pido proteja tu amor en mi cuerpo,

amaneciendo despierto

el deseo de enredarme en tu cabello,

la pasión rugiendo besar tu cuello,

desvaneciéndose el tormento,

encontrando el manantial de esmeraldas

en tu cuerpo

sirviendo al placer preso

rezando a la noche oscura

encontrarte en cada parpadeo,

sintiendo el fuego arder dentro,

vistiendo mi piel de tus deseos,

como íntimo tesoro de ternura cuidarte

hasta el fin del tiempo que muerde,

hasta eterno tenerte

donde tu esencia surque mi sangre,

y el velo de fuego destape,

donde sin verte sigo soñándote,

como inevitable besarte,

y entre tu boca encontrarme,

 

donde por amarte me resucitaste,

y la flecha certera me atravesó el pecho

para del latido nunca sacarte,

para verte cada día en mi mente

como siempre tan resplandeciente,

mi anhelo queriendo siempre sorprenderte,

mi felicidad encontrándote dulce radiante,

si escribir solo sé escribir

lo que dice el corazón

y siempre sabrás que suspira por ti amor,

mi bendición mi locura de pasión,

mi florecer en rojo tornasol,

viendo el arco-iris de la ilusión,

viendo desvanecerse cada día mi dolor,

encontrando de tus pechos las perlas amor,

avanzando tus cauces

llegando a tu océano de ilusión,

abrigando tu interior con mi calor,

protegiéndote por ser mi tesoro,

mi cielo estrellado y cada rayo de sol

que me acaricia,

siendo bella princesa de mi reino,

siendo entera bella,

siendo de amada tan preciosa como destello

en tu mirada, cálida ilusionada

 

donde mi calma se vuelve tu agua,

y naufrago en tu playa.

Me encuentro preso en tu tela de araña,

siento cálida la sábana,

me pierdo en cada noche que mi alma te extraña

como necesitarte mi esperanza,

como mi campo en flor sembraste cada flor

silvestre,

como solo tú ahuyentaste cada recuerdo triste,

vengo a desafiar a esta inspiración

con tu corazón invencible,

donde de sentirte mi mundo, rojo volviste,

donde mi amor te encuentra y te desviste,

quiero perderme en tus secretos

recorrer tus parajes para renacer

como amapola en tu piel,

donde viviré de tu placer,

donde solo necesitaré de tu amor para vivir,

a cada luna estridente que encuentro

el verso solitario navegando la sangre

y vuelo a abrazarte,

y como paréntesis del destino

de mi interior te adueñaste.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Dulce y risueña mi princesa,

su corazón me embelesa

busco en este cielo

su mirada traviesa,

recorro los caminos olvidados

de la pasión y su verso,

vuelvo a sentir mi latir a flor de piel,

en esta noche busco la belleza

en el instante que vuela,

me vuelvo lobo sediento,

te encuentro y tu placer trepo,

tus flores de seda muerdo

invado y me quedo en tu recuerdo

como siendo cómplice de tu aliento

en esta noche que te siento,

cabalgo el firmamento,

las estrellas mis senderos

destino tu bello cuerpo,

lento te beso

 

eterno el momento

este cuerpo ardiendo en tu fuego,

saciando el deseo

tu imagen mi sangre navegando,

mi bella quimera de fuego

mi verso sin descanso,

mundo de tus ojos que quiero,

vida

para morir en tu pupila vida mía,

latiendo la caricia

en este lecho de antíguo romance

donde mis flores quieren enredarse

y con las tuyas juntarse,

me sumerjo en este trance

de amarte

veo el dragón despertarse,

luchando a garra y letra

por contigo juntarme

por tu interior a besos vestirle,

diviso el cielo que quiero

y solo tú amor

sabes que se pinta de tu color,

flor con flor brilla la ilusión

de guerrero este corazón,

dame vida, dame calor

 

te entregaré todo sin condición,

por tus labios

cada noche surcaré los caminos de la pasión,

donde este el mío verso

quiere llegar a tu corazón

acariciarlo, cuidarlo

y sentir su esplendor

a tu lado jamás morirá mi inspiración,

cura y compañera

de mi soledad sin descanso

donde los recuerdos se hacen cuarto

y la oscuridad llama a golpes de silencio

donde tu luz encuentro

y en tus alas de amor me duermo

soñando tu cuerpo,

volviendo al inicio del sentimiento

versando mi aliento

donde despierto encuentro

el alarido nocturno que surca el viento

como rabia y furia

de encontrar tu voz amanecida

donde mi amapola suspira,

este destino a entregarme completo suscita,

buscando la bella sinfonía

como caricia escrita,

 

buscando tu esencia

más allá de este cuerpo;

en este horizonte

donde nuestros anhelos

juntos se entregan,

donde inevitable besarte

pues en mi corazón entraste.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Mi amor te escribo el beso cálido sin temor

lento bajo tu cuerpo te doy ardor

despojo al tiempo de sus cadenas de formol

en cálíz bebo tu sangre de princesa amapola

en esta brisa viene tu ola

en cariño me hago tu espuma

beso en tu piel la ternura

naufrago entre tu acantilado de placer

despojo al viento de sus alaridos despiertos

tu arena diviso donde la rosa y la letra forman

esta mía bandera

me despojo del miedo y de hombre nuevo

me visto envolviéndoome en el calor

 

de mis latidos por ti confesos

como saberte luna nocturna de mi cielo

y luz oscura que me acaricia

donde sin tu caricia el infierno sería cosquilla

como dibujar con un beso cada día tu sonrisa

que sepas que en tus labios siempre te amo

y tus ojos mi cielo encerrado

si te duelen con cuidado los besaré

donde cada noche desearé darte el abrigo

de mi piel.

Hasta en el recuerdo siempre te besaré.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Nace del corazón de cada uno

haz que tiemble el mundo al sentir amor,

esta mi sangre te entrego sin dolor

este cielo se pinta de tu calor

y mi deseo es arropar tu corazón

 

ser siempre tu protector

que jamás sientas la fría y negra desolación

acompáñame el camino amor

nuestros besos quedarán

hasta el final del recuerdo

donde juntos jamás cantará el dolor

donde mis flores suspirarán por tu corazón

si ya el mío te he entregado,

si de amarte te has vuelto mi única ilusión

como salvación y cura de soledad

cuando buscando el verso

te encuentro dentro latiendo

cuando este horizonte rojo

volvió a llorar de emoción,

rojo corazón gimiendo tu nombre mi amor,

vuelvo al inicio del sentimiento

ese que cada noche

me envuelve en mi dulce tormento

donde despierto te encuentro

y el verso arde a fuego,

donde mi cuerpo llama al tuyo

como quimera ardiendo,

quiero besarte lento y tierno,

despojar a la amapola de su sangre

beber de ti el deseo,

 

envolver en llamas este mi cuerpo,

desangro este corazón,

desnudo el alma

quedando la esencia como brillo y destello

en tus ojitos miel de dioses,

sin medir la intensidad

entero me entrego,

ruge y tiembla este horizonte sediento

cuando más te siento dentro,

noche llama moviendo su tranquilo velo

noche llama una vez más

para sentir que a mi lado estás,

cuando inunda mi sangre tu amor eterno

y las rosas dejan su lenguaje

para este romance

cuando el sentido es cuidarte

complacerte y amarte salvaje

rompiendo reglas y riendas

rompiendo las cadenas

que atan esta alma antígua a mi cuerpo

fluye el solitario verso

a esta luna de plata y su encanto

en este frío de invierno

tengo el calor de tu fuego

e invencible me creo,

 

derritiendo las flores delicadas de tu cuerpo,

donde tu miel encuentro

y en tus ojos me veo,

sigo ardiendo,

poeta sin tiempo frente a tus ojos latiendo

cuidando tu sueño

queriendo ser en tu vida el primero,

queriendo de ti todo

luz de tu fuego

y vida en tu pupila

para ti siempre mi caricia

que sin prisa tu piel divisa,

queriendo ser río de tu cauce

y flor de tus parajes

donde la miel obtengo lamiéndote

vuela libre la sensación dorada

de hallar tu bella calma

afilando mis nervios

entregándome al suspiro

pidiendo las llaves del cielo,

sintiendo las mariposas posarse

cuando te encuentro,

bella princesa te quiero a mi vera,

como esta mi amapola te embelesa

y besa tus labios con sabor a fresa,

 

siento que llegó mi momento

en tus brazos fuerte me he vuelto

segundo tras segundo

el tiempo se come a si mismo

y el momento queda eterno

unidos nuestros latidos,

a las puertas del cielo con un escrito

a puño y sangre nacido,

donde de tu mano quiero perderme

donde de soñarte de tu alma me enamoraste

donde sin verte dentro te tengo presente

como tu amor que calienta la sangre,

encontré el sentido a entregarme y es cuidarte

porque eres mi esperanza,

envuélveme corazón

en tus alas de amor,

ahuyenta siempre mi dolor,

hablando a solas con mi interior

allí surges tú en cada rincón

como beso dulce sin dolor

alimentando mi pasión

floreciendo las entrañas de mi inspiración,

he empezado este poema

pero no sé como acabarlo

si no es con un beso amor

 

encontrando para ti mis mejores versos

en templanza nacidos

como fiel a ti me entrego,

vengo a desafiar mi inspiración

a habitar a fuego tu corazón,

a dejar mi te amo en tu piel tatuado,

rosa de mi sangre mi flor de fuego

princesa y reina de mi sentimiento

mi amor sin tiempo,

bella bella mi amada de cristal su mirada,

nuestra canción sonará incluso

en las ruinas de mi corazón

te encontré y perdóname

porque jamás te soltaré.

Mi beso te doy y te daré.

En sangre y verso a ti me entrego.

Por tus labios muero,

queriendo amarte lento

como dicta este sentimiento,

como tu corazón me tiene preso,

ángel que se cortó las alas

amando el suspiro de tu boca,

queriendo que tu gemido le muerda,

donde la amapola clama el amor a tu entraña,

y la margarita en cada pétalo

 

el te quiero predica,

escucha mi súplica

siente este amor que grita,

abrázalo fuerte en tu pecho

porque este mi verso domina,

y todos mis anhelos tu piel caminan.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Muerdo tu rosa

de pétalos de sangre

te abrazo fuerte a mi cuerpo

avanzo este campo desierto

construyendo los peldaños

para acariciar tu cielo

de amapolas envuelto,

de estas ilusiones de fuego

suspiró el momento

por tener tu amor

más allá de este cuerpo,

donde mi alma con la tuya

se entregase en fuego,

a lanza y verso quiero conquistar

 

de tu corazón el terreno,

vengo a luchar para ser tu presente

y tu todo,

como el delirio

y atracción a enamorarte

que sientas como yo siento

cuando quiero encontrar tu beso

y cogerte la mano

cuando solo una caricia lo diga todo

esperando que de tus labios

brote el te amo

que me dé vida de nuevo,

solo pido ternura y amor

como fuerza para eternos

mantener estos sueños,

que sin ti no tendrían sentido

porque de mi ser te has adueñado

solo con tu pestañeo,

donde muero por un beso

y vivo en tus ojitos preso.

Donde este sentimiento

enraizó la enredadera

para trepar tu torre

y besarte el alma

princesa de mis latidos

 

donde solo rezo

que no se apague el fuego

cuando solo me encuentro

y necesito escribirte

para que no olvides que en ti pienso,

no vengo a destruir tu pasado

si no a ocupar mi lugar

y tu presente llenar a besos

donde si no te tengo muero lento,

donde me di cuenta de la fragilidad

que me envuelve

si tus ojos no me miran

si no encuentro la palabra bonita

del corazón frente a mi prendida,

tu azul llenó mi cielo en ilusión fulgente,

y tu verde en primavera vistió mi vida

como la esperanza

que un día me ofrezcas el rojo

de tu amor

para cuidarlo y protegerlo en mi interior

protégeme en tus brazos amor

muero sin tu calor.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

En tus brazos estoy,

queriendo besar tu labios

y la miel de tu fuego

esa que envuelva mi cuerpo,

en mi mente giras evanescente

como cada deseo ardiente de tenerte,

esta flor de amor

enraizó mi pecho

y como un rayo de luz

me atravesó dentro,

quiero decirte tanto

y no sé como hacerlo

cuanto ilusionas este corazón

que por ti vive despierto,

como dentro arden las palabras del alma

y en tus ojos me quedo preso,

pidiendo que no me condenes

a un silencio que me lleve al olvido,

siempre quiero vivir en tu latido,

como mi musa te has convertido,

y en esta brisa de nuestro oleaje

me hago espuma de tus olas

y sal de tus pestañas

 

si de desear de tu corazón la bondad

de ilusiones y anhelos dibujaste mi cielo,

sin sentido sin estar juntos

siendo tu mi princesa y yo tu caballero

armado con corazón de sentimientos

puros como la noche y el día

como lo es tu mirada

que por imaginarla frente a mí prendida

no quiero partir nunca de tu compañía,

no te ruego amor

solo pido enamorar con cada aliento

tu corazón,

que jamás sientas la fría soledad

que acaricia,

quiero dibujar cada día tu sonrisa

porque solo a sí yo también seré feliz,

estos sueños florecen como amapolas de sangre

cantando al amor sin tiempo

descubriendo el sentido a quererte y desearte

como necesidad de tu cariño y ternura

para seguir cuerdo en este mundo

que se me fue negando cada sueño

no quiero perderte amor,

luchando ruge la fuerza de este valor

conquistando el abismo de dolor

 

venciendo la dificultad,

corazón con corazón

alma en verso y beso sin dolor,

si desde tus caricias

siento la primavera en mi interior,

como nuestro paraíso en flor

donde si no tengo el cielo

me quedaré siempre

con tener el de tus ojos

fijos en este corazón clamando tu amor,

donde las noches se vuelven mis quimeras

para soñarte y desearte,

paralizando esta mi sangre

donde siento que he empezado a amarte

porque a tu lado quiero estar

viéndote mi reina en mi mirar

y esta amapola roja de amor sangrar,

no me desampares el camino

luz de mi vida

luz compañera

mi amada princesa.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Ruge mi cielo y entre tus flores me siento

mi princesa amapola de mis besos

la dueña de mis suspiros confesos

te amo como no amarte

si entre tus alas en ternura me envolviste

cada caricia como delicia miel en tu boquita

principita mi linda fierecita

delicada como rosa de cristal

pero valiente como de tigresa su corazón

valiente y generoso hasta amarte con su sangre

dame vida dentro tuya

mi bella florecita de mi orilla

naufraguemos entre la arena de nuestros cuerpos

seamos amantes sin tiempo

aullando a la luna de nuestros recuerdos

déjame pintar tu cielo de las flores de los valles

donde sientas el amor como cuento de hadas

y tengamos nuestro bosque encantado

solo allí despojaremos al fuego de la pasión

y seremos corazón completo

deseo ser tu amante tu guerrero

tu fiel romance en tu pensamiento

mis flores te entrego como letras pintadas

 

solo en la seda de tu piel

lucerito de mi amor

dama de este paraiso donde te declaro mi amor

por ti

corazón de mi fuego.

Principita de fuego.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Despierta el sentimiento de fuego,

avanza mi cuerpo

con besos humeantes

de la piel salvajes

vengo a complacer tus flores

a quedarme dentro de ti

como tatuaje

vengo a matar los alfileres de tiempo

y amarte lento

donde se afila el sentimiento

y la noche de testigo

de cada ilusión de vivir con tu latido,

 

rojo diamante un corazón

que en verso te habla

rompiendo la inspiración

sosteniéndote fuerte en mi cuerpo,

amando tu dulce aliento

que da vida a mi calma

y donde te encuentro preciosa

como esperanza de encontrar en ti

el amor que se me negó del cielo

y años y años fui describiendo lento

en versos

donde la sangre necesita

el calor de besarnos

y besarnos hasta el final de este horizonte sediento

donde te bajaré la luna y los luceros

donde por amarte

te entregaré esta la mía sangre,

ámame dulce

que el mundo no te importe

dame templo en tu corazón

seré guerrero de tu ilusión,

seré tu felicidad corazón

si dejas intentar

que el dulce tormento

envuelva nuestros cuerpos

 

abraza mi alma que clama

por vivir siempre en tu mirada,

donde el fuego se hace deseo

y quisiera ser el amante de tu piel,

pintar tu sonrisa y a besos

el te amo a sangre brotado

como nervios de querer echar leña a tu fuego

siénteme dentro tuya

quiero latir como pasión insostenida

y la rabia y la furia de amarte sin medida

donde el verso se torna amapola roja

de corazón y el amor dulce espina

llorando hasta tenerte conmigo

mi principita

donde no quiero más días sin tu sonrisa

donde te beso mi esperanza

hasta el latir de todas nuestras flores

en primavera añil,

con tu amor quiero vivir

+donde no puedo frenar la riada que avanza

y que tu mano quiere pedir,

abandoné la desesperanza

solo me quedé con la ternura

y esta ilusión de fuego de ser tu medio resoplido,

como romance que lento

 

une nuestra pasión

hasta encadenarnos juntos

princesa de mis sueños rojos de amor

donde corazón con corazón

te entregaré este paraíso en flor

que cerca cantando verá nuestro amor

si este destino no me condena

sin sentirte fuego de corazón,

calma de mi dolor,

quiero cuidarte y entre mis brazos rodearte

como tesoro y bendición

donde eres maravilla amanecida

y sonrisa de mi alma nunca descrita

donde esta pasión palpita

entre tus pupilas y las mías.

 

El Castellano y Leannan-Sidhe

 

Sangre y verso

mi dulce tormento

ruge mi calma

 

por verte a ti mi princesa

a cada momento,

quiero regar de amor tu cuerpo

que sientas rugir la pasión en tu cuello

besar todas las amapolas

de tu cuerpo

cantar a este horizonte

la vuelta del amor a mi cuerpo,

quiero ser tu bella calma

tu verde esperanza

la locura de tu corazón

quiero a fuego morder cada flor

que forma tu cuerpo,

si por soñar soñé en besarte sin tiempo

en tu fuego quedé preso

viendo la amapola florecer del pecho,

a esta luna que solo pido

el calor de tu cuerpo

pido domar tu ternura

como fuego con fuego

crece el calor

me lleno de piropos para tu corazón

cuando solo tú quedaste como esperanza

para salvar este el mío corazón

que sangró en la avenida

 

de ángeles estrellados en estrellas

y árboles cantando al viento su amor,

en este mundo perdóname

porque solo quiero tu calor

llenar de rojo tu ilusión

quién pinto el cielo en colores a su amada,

merecerá la eternidad en su mirada

como azul sediento que afila su sentimiento,

escudero de tu latido

dando fuerza al amor sentido,

quiero vivir en tu latido

que sientas que te cuido

noble ilusión de este corazoncito,

mi cielo gris prendiste en llamas,

gracias a ti porque tus ojitos se fijaron en mí,

ámame sin tiempo

siente esta inspiración sin tiempo

donde el alma exclama su amor al viento,

y como pasión insostenida

me pierdo en tus secretos,

te ofrezco mi cielo

solo tú lo cuidarás con esmero

quimera de mi fuego,

mi sentimiento despierto

mi estrella en el camino inesperado

 

que unió nuestro sentir

en la eternidad del amor indomable

que quiero sembrar,

como a mi lado quiero tu caminar

hasta en amor podernos juntar,

luz compañera

fuego de este latido en flor,

no me abandones,

junta tu ilusión en mi pecho,

bebe de mi cuerpo,

en este momento te siento

ardiendo dentro

mi flor de invierno,

llorando el tiempo

deseando juntarme a ti eterno,

como cada amanecer que quiero encontrarte

acariciando mi pelo

ronroneando en mi pecho

donde sin ternura no hay sentimiento

y donde sin tu mirada muero,

en llamas te abrigo en mi pecho

siente esta sangre en verso

que enamorada mi boca pide tu beso,

pudiendo ser y siendo tú

mi maravilla y salvación

 

como melodía de amor

canto en tu corazón

esperando unir mi latido al tuyo corazón,

guerrero de tus batallas

seré en este cielo

que solo pido tu amor

por ser tú mi dulce y tierno deseo,

como sabrás empiezo amarte

en cada noche que los luceros te envidian

de bonita como linda flor nunca descrita,

a cada día que tus cabellos

como rayos de sol quiero sentir

entre mis dedos

y pintar tus labios a besos

sentir tu aliento preso del sentimiento

que araña tu cuerpo

despojando de su silencio el tormento

de no saber como pedir

y acariciar tu mano ç

princesa ardiendo

de mi sentimiento

por ti siempre en rosas y fuego envuelto,

sienteme avanzando tu cuerpo

hoy tu sangre fluyo

donde quiero vivir tu calor

 

y quemarme mil veces en tu pasión

de mil luceros,

si querer quiero sentirte

como tormenta de pasión

e incendio de mi corazón

si de tierna te deseo

como estas ilusiones

germinan en amapolas de sangre

mi corazón si de valor lucharé

por tu amor bello corazón

queriendo juntar mi calor contigo

hasta morir de placer en tus labios

como pétalos de rosas

siendo abeja de tu miel

y enredadera que abraza tu piel

siendo quimera de piel verso

y entraña como entrañable

encontrarte en mi presente

que solo pido al cielo

me vista de flores cada recuerdo,

donde princesa de fuego

reina de este sentimiento preso

queriendo habitar por siembre

el latido de tu corazoncito

como en verso te dejo

 

este besito.

 

El Castellano y Leannan Sidhe

 

Siento como este amor crece,

como de mi interior floreces

y el dolor desvaneces

como la sangre sigue el camino de la luz

y a mi lado amaneces,

pétalo tras pétalo

descubrí que a mi me amas y me quieres.

En mi interior permaneces

como la gota pertenece

a su río o a su nube,

yo te pertenezco

y con orgullo de amarte me siento

en éxtasis de fuego y pasión.

Descubrí dentro latiendo el sentimiento

y hoy vivo me siento.

Mi cielo este amor late despierto.

Y en verso te entrego el beso,

este suspiro travieso

y caricia sentida de tu sombra

 

y silueta la luz que te acaricia,

puedo sentirte en mi vives

como ilusión como bendición

y fuego de esta pasión,

evanescente tu piel me atrae

como la luz a la polilla

y la semilla a su tierra

como la llama a su hoguera,

camino contigo

camino de tu lado

hasta el final de un infinito

que es este amor que tan dentro siento,

hoy te vi y mi bella, mi amada,

mi hadita, mi flor eterna

la pasión no podrá ser descrita

solo acariciada en mi boca

junto a tu boca

en mi piel junto a tu piel

a la noche plateada

y la luna que me abriga

el sueño taciturno de tu sonrisa,

insomnio de amor,

amor amor que te pintas de cualquier color,

corazón de mi corazón

luz de mi vida luz de mi luz,

 

latido junto al mío unido

beso tras beso

desangra la amapola un te quiero

el sol en su visita

la lagrima de rocío felicidad alega

la caricia un te amo sincero

esa fue tu arma.

Leannan-Sidhe

 

Campo de derrotas y victorias

en esta bella calma,

hoy arde un sentimiento,

hoy bañas todo mi cuerpo,

en el tiempo extinguido

me enamoré de tu esencia

que pura bella y bondadosa

construye tu ternura mi preciosa,

fuego de mi fuego

quimera sin tiempo,

hoy surcas mi mente

hoy te quiero hipnotizar

como la flauta a la serpiente,

hoy quiero ser tu alimento

que me comas con hambre de pasión y deseo,

 

vuelvo al inicio del sentimiento,

siento un corazón que ama

que late en verso

que sueña despierto

ese corazón es el nuestro

yo solo quiero cuidarlo y amarlo,

que aniden mariposas en sus flores de amor,

y el sueño nos arrulle

en alas de cuento mágico encantado

ese por el que nuestro bosque

hoy eterno luce de la vida enamorado,

el ser hoy se viste de hombre nuevo

y despoja su ropa de hombre viejo,

hoy he conocido tu bondad en mi cuerpo

y enamorado incluso podré caminar el infierno,

hoy mi luz es fuerza amor y esperanza,

hoy mi alma canta

y te enamora el sentido despierto

ese que te hace presa de este amor

que te envuelve y te quiere.

Quiero llenarte de mi

como tú me has llenado de ti,

quiero ser el único que tus labios besen

el único que sientas que te cuida

y protege

 

que amor infinito te sirve

hoy quiero cumplir todos tus deseos

como verda y hecho

que tu corazón me tiene preso,

volver realidad este sueño

como el sol sale cada día,

que te arrope siempre mi caricia.

Leannan-Sidhe

 

Avanzo tu interior

y estos besos florecen

al calor de tu corazón,

bella bella bella mi dulce amada,

hoy te debo la furia de un dragón.

Desato las cadenas de esta pasión

fluye el verso

como la hierba cubre la montaña

y la sierra,

hoy decidido te declaro

que me quedo contigo

la más bella florecita del campo

mi tierna y sencilla margarita,

dime cada día que me quieres,

aunque ya lo sepa mi hadita,

 

siente el fuego en mi pecho,

siéntelo abrigando tu cuerpo,

como pura la llama

de este amor eternamente despierto,

si al cerrar tus ojitos me ves besándote

que no te extrañe

porque eso hago cada momento

que te deseo,

me confieso tuyo como la nube a su cielo.

Bella bella vuelas libre mi doncella

tu esencia mariposa del amor,

hoy te arropo en mi corazón,

bailan juntas nuestras almas entrelazadas

siente pura esta magia,

de la pasión con furia y certeza

anida en tu pecho este beso mi princesa.

En alas de este amor

de nuestros labios domado

te llega la ilusión de conocer

que a ti te debo tanto

que solo puedo quedarme a tu lado

sirviéndote amor y amor nacarado,

sincero lo siento dentro

y sin sentido si no te lo ofrezco.

Sólo tú cuidas mi latido

 

y dibujas una flor y una sonrisa

con cada halago,

te necesito tanto,

cuenta las estrellas para saber cuanto,

hoy mi preciosa te canto

que me tienes cada día enamorado

y sincero se siente el te amo,

gracias mi vida

porque eres un encanto.

Leannan-Sidhe

 

El Castellano

 

En tu ojos veo mi paraíso latiendo,

me pierdo en tu piel

miel de dioses

juntos de la mano

cruzamos el bosque encantado,

en tu belleza hada mía

se encuentra la bondad

y ternura

donde vuela este sentimiento

 

buscando el placer extasiado

y el piropo de flores rodeado,

en tu corazón

veo mi universo de amor,

donde la armonía

se vuelve melodía

por ser tú mi medio latido,

juntos juntos juntitos

hasta el amanecer

que cada día nos arropará

de amor fulgente

como el lucero

que a este sucede,

la luna nos envuelve,

el viento nos mece,

y esta caricia por ti estremece.

Como en un principio

el final depende del principio

y como ayer unidos en el querer,

a ti siempre te amaré,

renuevo el verso

que sucede al beso,

esta mi luz te sirvo.

Si te veo en todo lo bello

es porque eres bella

 

amada mía

si en mi interior

siempre estás presente

es de sentir como tu sientes

en mi mente giras evanescente,

tú en mi vida

guiándome el camino

a una felicidad

que siempre pedí,

entre deseo y ruego

llegaste tú

y lo que siempre soñé y desee,

un día,

en ti lo descubrí

mi maravilla. Leannan-Sidhe

 

Piel con piel

arde un deseo

en el inicio del sentimiento,

tu voz surca mis venas

como tu amor riega mi entraña,

bella bella tu mirar es mi morada,

quiero verme reflejado en tus ojos

día tras día

como dulce hálito de vida

 

e ilusión que brilla,

mi alma te abraza

y te canta cada noche

bajo tu almohada,

siente mi caricia

en esta noche otoñada,

sueño tras sueño

tuve este amor eterno,

nuestras manos

moldearon el recuerdo,

despojo la esencia de lo simple

y me lleno de nuestro amor

de dos

un milagro y una bendición

en un solo corazón compuesto,

hada mía te ofrezco este cielo

porque solo tú

lo cuidas con esmero,

fuerza tú de este el mío velero

surcando tu río de ternura

anhelada y conquistada,

dando calma

a mi lago de esperanza.

Salvación tú de este guerrero

de tu corazón,

 

amante de tu pasión,

veo a través de tu interior

allí me diste hogar y templo,

vuelvo al inicio del sentimiento

alimentaste tú este fuego

pintaste en color este cielo

de rojo volviste la luna

que iluminaba mi cielo,

hoy te debo tanto

que encuentro el verso

sin buscarlo. Leannan-Sidhe

 

El sueño solitario

nunca me abandonó,

y llegaste a mí

como la flor en primavera,

en una llama bailamos

a la luna añil

de los días más hermosos que sentí,

hoy formas mi esencia

como de amor se sostiene

el corazón del enamorado,

hoy dentro te siento

como dulzura

invadiendo mi cuerpo,

 

hoy veo más allá

de lo que se ve,

y contigo hasta mi fin

me verá la nueva vida.

A tu lado eterno

pues te encontré

y tu mano nunca soltaré,

querer puro

cuando en tus ojos me miro,

corazón desvelado

cuando te siento dentro de mí,

vida de un hombre

de ti siempre enamorado,

vida para abrazarme a ti

cada noche para el placer servirte,

para arrullada dormidita

tenerte leyendo yo

mis poemas en tu orejita,

para dejar morder al instante

y el agua de tus labios tener,

para acariciar la rosa

y sentir que las rosas caminan

por verte a ti tan preciosa,

hasta sentir mi lengua

el caminar de una babosa

 

dentro de los pétalos de tu boca,

mis manos recorrerán

todos tus parajes de nuevo

hasta derretir el hielo,

y no hay cielo para cobijar

esto que yo por ti siento,

mi hada no sueltes

jamás mi alma. Leannan-Sidhe

 

El Castellano

 

En sangre elevaré mi canto al cielo

 

Poeta sin tiempo,

escriba antiguo

deshaciendo el sentimiento,

vuelvo a caer en tus ojos

miel de dioses,

vuelvo a desangrar la rosa,

crece la amapola

su sangre enraiza

 

este el mío corazón,

vengo a por tu beso,

vengo a por tu aliento,

vengo a morder tu cuello,

ginetes del tiempo

muertos en este horizonte sediento,

escalé la montaña

hasta llegar al cielo

robé allí tu amor eterno,

ven amada mía

rompamos las cadenas del placer

en gemidos envuelto,

volvamos

al dulce momento nacarado

de aullidos a la luna de luz de plata,

yo lobo celta

yo druida antiguo

vine a por tu beso solamente

me llevé tu corazón

de adormideras envuelto,

las hadas gimieron

este amor eterno,

el dragón verde

me nombró su escudero,

yo de la rama roja

 

yo espíritu antiguo

amigo de hadas,

leo la naturaleza,

ella me dice

las raíces gritan

las hojas mueren,

el aire se asfixia,

los ríos lloran,

las almas duermen

buscando venganza

el ser humano,

depredador asesina a su madre

y raíces dicen

todo lo que no puede hablar

en silencio grita

pero todo muere en silencio.

Este pájaro de fuego

habita mi cuerpo

demonio antiguo

que habla en poesía,

idioma de dioses,

flores amando mariposas

como amores imposibles

yo alcancé tu alma y esencia,

yo fundí mi latido

 

y mil veces más fuerte

vengo a derrotar al tormento,

guerrero de mil batallas del abismo,

ángel dorado allí abajo

luchando con legión de sombras

y demonios derrotados a fe y luz,

yo surcaré el infierno

y en la muerte traeré

tu amor de nuevo,

serás mi esposa y mariposa

aun tenga que revelarme a la creación,

escriba con el demonio dentro,

lit et summun canae,

miles Dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erit uxor mea.

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris

stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.

Diês, carpentum, accrêvî calôris.

Colôris, vita, venerâvî canôris.

Laetitia exspectâre, cupitum nostra.

Ostendi âlae, festînâvî blanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcî imus, creâvî blandus.

Bâsium dulcis, aqua pûrus.

 

Sânô anima, fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrô metaphora,

suspirium natura, amâvî ferventis.

Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.

Volui pûrus, sôlus cordis.

Callis unus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.

Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

Esta amapola canta,

tu amor dentro late

como sabia de roble,

vuelvo al inicio del sentimiento,

vuelvo a amarte sin tiempo,

en este lecho de antíguo romance

tu sangre beberé

mi sangre te daré,

eternidad en mi pupila,

muerte sin cielo,

condena a renacer

en segundo estado

de transmigración de las almas,

en letras rompo mi condena

para ocupar mi lugar merecido,

aun mariposa en siguiente vida

sabré en que flor encontrarte mi hada,

 

voy allí voy al final del bosque del olvido

y te encuentro desnuda

mi caricia te dice

un te amo

tu sonrisa despierta el beso

en instante eterno,

a verso lanza y garra,

rescaté el amor eterno,

nací de nuevo en tu corazón preso,

agarré tu piel

bebí el placer

respiré el fuego

probé el vicio y el demonio

quisieron a golpes

matar mi inocencia

hoy he venido a vencer

mi pasado maldito,

he venido a aceptar a dios

como fuerza celeste,

aun rebelde mi fe nunca murió

hoy como ayer luché

y tu calor tu amor

tu rosa tu piel tu seda

tu bondad pura me regó,

flores crecieron en esta mía entraña,

 

el sol iluminó la oscuridad maldita,

he venido a casarme contigo

a hacerte mía

como nadie te ha hecho

a despojar al tiempo de sus ataduras,

a eterno morir en tus besos,

he vuelto y el mundo temblará

porque de nuevo sigue en pie este amor,

el corazón siente fuego,

el alma estalla en luz de lucero,

el espíritu habla más allá

de sombras y te abraza,

la batalla como la primera venida

será dura pero de nuevo venceremos,

a mi la fuerza,

a mí la esperanza de la nueva lucha,

a mí la bendición de diosa luna,

a mi el poder de Dios Sol

a mi su furia de fuego,

y el rugido del león de juda,

maldigo a quien destruye este planeta,

maldigo a quien destruye a diosa Flora

y a madre natura,

jamás mis manos mataron un animalito,

como celta en armonía vivo

 

con la naturaleza de dios Padre,

Conchobar Mac Nessa dentro

hoy tu poder siento,

como serpiente antigua

eterno viviré en esta tierra,

y cuando el hombre se destruya

por avaricia el mundo seguirá su curso sin él

y la naturaleza apoderará

las ciudades

no habrá ningún ser tan dañino

como el hombre,

los cielos se volverán rojos

el cielo llorará sangre,

los ríos sangrientos envenenarán

y el eterno resurgir vendrá,

lo más hermoso de este mundo

es el paraíso de la naturaleza

pero para el hombre lo más hermoso es el oro

y el dinero demonio,

vengo a amarte sin tiempo,

vengo a crear mi eternidad en el cielo

como en la tierra,

vengo a caminar las aguas

a romper los hielos,

a fundirme en fuegos,

 

a incendiarme de pasión en tus ojos ,

vengo a destruir mis cadenas

y amarte libre

como el pájaro a su vuelo,

yo pájaro sin alas,

yo pez que cortaron sus aletas,

yo hombre

que jamás pudieron cortar su libertad,

a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,

en tormenta tendré el agua de tu boca,

en caricias prenderé esta hoguera,

en tu corazón sembraré la amapola

eterna del amor que quema,

ninfa mía ven ven conmigo

a esta tierra de fuego,

luna mía ilumíname el camino,

se mi amparo ,

sé mi abrigo en noches de humo,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

elevar mi canto al cielo,

arroparme este fuego

que dentro tengo

en fe os sirvo como druida antiguo,

os pido bendición,

 

Artús dame tu fuerza,

Cernunnos caza al cazador,

Taranis riega estas tierras

salva los pocos bosques que quedan,

Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,

ofrezco este humilde canto

a todos vosotros con esta luz

que me queda darme fuerzas

en este amor que me alimenta,

eterno vivo eterno muero,

eterno sirvo yo guerrero antíguo

yo druida de la rama roja celta.

Los dragones volverán a surcar el cielo

y no habrá clemencia para el mal,

serpientes antíguas la lucha sigue viva.

Este mi humilde canto

temblará en la tierra ,

iluminádme este amor que siento

y que de mi alma se apodera,

amada mía sé mi sombra

como yo soy tu luz y tu calor,

sé entera mía como el pez a su río ,

y la piedra a su montaña,

sé mía como el árbol a su tierra

y el ciprés a sus muertos que vela,

 

sé mi amparo en la batalla

hoy de nuevo como ayer

juntos veremos el nuevo amanecer,

y la luz que cegará la tierra,

no hay miedo porque te amé y te amo,

aun ciego mi amor

te seguirá perteneciendo

como la abeja a su flor,

no habrá poder

que pueda separar mi alma

de tu corazón,

eterno te serviré

aún tu esclavo mi reina

te haré la mujer más feliz del mundo

aún en la muerte

mi alma seguirá el camino a encontrarte

y eterna tenerte,

no me desampares el camino duro,

sé mi fuerza en la lucha

nuestro amor ganará

y derribará el mal

que nos quiso sangrar

y en vida condenar,

la felicidad sigue viva

como la amapola florece

 

cada junio en el camino

te amo y lo haré

aún tenga que enfrentarme al mundo.

Genii locorum dioses ancestrales abrir este

camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo

y eterno resurgir en ti cierra y comienza,

agua riega esta amapola del pecho anclada

porque ni en dificultad ni en soledad,

perdió esperanza, ni pétalo carmín de sangre.

Fuego prende eterna la llama del alma

esa que en mi dentro tengo evanescente a mi

amada.

Aire lleva este canto al cielo une mi alma

eternamente con mi amada,

envuelve en tus alas este hechizo de fe y amor,

Magia creo en tu poder, por la luz dorada de mi

aura,

índigo me vio nacer este mundo,

en letras dejo la sangre esperando surcar la

eternidad,

alma antigua cuerpo joven, magia envuelve este

 

amor

florece este bosque mágico cumple

y demuestra eternamente que los cuentos de

hadas

siempre tienen final feliz,

aun luchando con el mundo a las espaldas como

héroe griego,

aun en la penumbra este guerrero antiguo

no sucumbe ni sucumbirá,

el cielo se apiadó de este canto,

la luz nació de la oscuridad,

y el alma salio de este mi cuerpo

para arroparte el sueño

vuelvo y he venido cien veces más fuerte.

Condeno al tiempo

porque en vida la eternidad

a sudor y sangre quiero conquistar,

por amarte puro y de verdad,

no quiero el cielo si no es para vivir en el contigo,

no vivo esperando tierra vivo amándote

conquistando la llama de venus y el fuego de eros,

diosa aurora se enamoró de esta historia

de dos almas entregadas en un solo corazón.

El río de las almas volveré a surcar,

una vez de mi cuerpo las cicutas crezcan

 

y la Araña teja el punto final a mi destino,

traeré este amor eterno de nuevo,

como el sol existe y la ciencia

engaña a quien piensa en este planeta.

La polilla surca la noche,

revoloteando alrededor de la llama

ella atrae simbolismos opuestos

el del alma que busca a Dios

y el de la locura que se aboca a la perdición.

La rosa azul desangra un te amo

y el caracol encuentra su tomillo anhelado

a la bruma del húmedo amanecer,

la hiedra escala el árbol

envidiando su altura,

siempre buscando llegar al cielo,

siempre los vegetales buscando la luz

que alimenta su existencia,

cruel de estática vida pero longevidad imperial,

una plantita llora una gota de rocío a la orilla del

río,

una mariposa se acerca

que pena tienes tú que penas tienes tu plantita¿?

tú que eres joven y linda,

luz y río te acarician, no llores bonita

mariposa quisiera ser mariposa quisiera ser

 

y a mi amada margarita de la otra orilla que está

solita

poder besar.

Viento, viento bonito tráeme sus semillas,

para que juntos juntitos podamos renacer.

La salamandra de fuego indica la heráldica de este

corazón,

valor fuerza y honor,

como dragón enroscado al árbol celta de la vida

mi calor arropa tu cuerpo noche tras noche

nacarada,

en la lluvia soy tu sed, en el frío soy tu calor,

en el viento soy tu silencio, en la calma soy la vida

y la muerte,

en la oscuridad soy la luz que no se destruye,

yo como ella solo viajo a besarte,

en el tiempo soy el instante eterno de un parpadeo,

en el fuego soy fénix, en la tierra soy humano

soy imperfecto,

pero amo toda vida ajena, en armonía plena,

luna abriga este sueño,

concédeme tu compañía

frío en tu existencia jamás podras congelar este

latido,

amo amarte, vivo viviendo morir

 

en tus dulces labios flameantes.

He venido a renacer eterno,

he venido a robarte un beso

para que lo recuerdes

cada vez que tus ojitos cierres.

Como salamanquesa trepo tu espalda,

y como golondrina busco la primavera que haga

florecer,

a cariño, ternura y apoyo todas estas flores

que sembramos en nuestros corazones

y cuerpos de amantes sin tiempo.

Vine por tu beso, me llevé tu amor eterno.

Como lobo celta guiaré a mis antepasados en mi

final.

Gracias mis Señores por concederme mi última

ilusion,

y volverla real de nuevo,

aun sin cuerpo esta alma gritará por ti hasta

temblar el cielo,

esta amapola de sangre llorará de amor de nuevo

al juntar nuestros labios de nuevo,

calentará cada invierno nuestros cuerpos,

sus raices de bronce y tornasol volvieron,

de cobre nativo fundieron sus semillas.

Y oro agarrado este dulce sentimiento,

 

muerto sin sentir tu aliento,

cercanía de tu calor aun en la distancia que

decretaba

olvido de razón,

querer puro, solo corazón.

Como es arriba es abajo, y el cielo llenará de luz el

abismo,

el leviathan despertó y su furia solo es conocida,

por estos hombres como yo que temen a Dios.

No me desampares en la lucha sé mi fuerza contra

las acechanzas,

manten inocente este corazón que no dió cabida

a la envidia ni al odio cegador

si la dio con luz de alma y espíritu pronto la

desvaneció,

he venido a cantar al cielo,

a florecer mis semillas a mi paso,

a curar mi dolor a buscar en tus brazos mi calor,

a darte mi vida,

a asumir que me has salvado la vida porque mi

vida eres tú

hada mía.

Vengo a agradecer este amor que habita mi cuerpo

porque en el silencio de este manuscrito eterno

grito,

 

que poeta del viento a lo que me califico,

no sucumbiré hasta vencer

y junto a ti cada día ver mi vida florecer a te amos

cada amanecer.

Cicutas rojas y negras crecerán de mi lecho

de la sangre de este amor envuelto

y de la tinta mi inmortalidad en verso.

Noche lúgubre y umbría

por fin me diste el sueño que tanto ansío,

soledad qué pena tienes

que conmigo no puedes.

Amada mía has vuelto a mí para ser mi noche y mi

día

has vuelto para siempre quedarte

en beso tinta y sangre agradezco a esta llama

fulgente,

a este amor que seduce y me deja inconsciente,

como vivo estoy y tu imagen surca mi mente

siempre presente,

Mi cielo,

tu sol, amada

me pediste ser tu luz y que tu fueses mi dueña

a si será siempre, a sí siempre ha sido.

Eterno a tu lado vivo

y enamorado

 

hasta el final de este latido.

Las luces de la ciudad apagarán,

dejarán a los luceros realmente brillar,

la torre de babel tumbará arrastrando

al dios dinero de esta sociedad

yo no estaré en cuerpo para ver de nuevo como

antes su final,

pero llegará y la bondad volverá a reinar,

la vida para los vivos, la muerte para los muertos,

yo poeta sin tiempo,

vengo a por tu beso y con tu amor ya soy completo.

Vengo para quedarme a tu latido preso,

vuelvo para deshacer el sentimiento,

vencer al mal que cobijé,

a humilde agradecer la vida de amor que a mí ha

vuelto,

con sangre en mi cuerpo deseo tenerte cada día

como doncella y amada mía como hadita y

delicada florecita

que solo necesita de mi amor y mis besos para

vivir.

quédate conmigo,

quédate a mi ladito,

este mi cielo te daré, este cuerpo y espíritu

te pertenece como el arcoiris a su cielo,

 

acompáñame este sueño a la tierra de fuego,

mantén viva la llama en tu pecho,

siempre sabrás que yo soplo para encenderla y

crecerla.

Ven amada mía dame tus besos,

siente este corazoncito latiendo en versos,

siente una inspiración invencible,

como Dios Sol que existe y es invencible.

Enganchemos nuestros cuerpos enroscados como

serpientes,

amemos el silencio y ternura de nuestros ojos,

sintamos ardientes las caricias,

y la piel tersa de seda

devolvamos a la noche de su encanto

y gemidos a su luna.

Seamos como fuimos quimeras de fuego con un

mismo latido,

cuidemos el mismo corazón que habitamos.

Yo quien pintó el cielo en colores a su amada

yo quien obtuve de ella la felicidad inmortal.

A su lado mi fuerza para cuidarla, amarla y

protegerla,

vuelvo a vivir vuelvo a en mi interior sentirte como

riada,

y lago que da vida a mi calma,

 

tú mi ninfa, mi amada, mi musa,

mi hadita, mi florecita

mi bella Margarita.

Yo tu guerrero eterno.

Siempre tuyo como la luz al fuego.

Te amo y te quiero.

 

El Castellano Y Leannán-Sídhe

 

Poeta sin tiempo,

escriba antiguo

deshaciendo el sentimiento,

vuelvo a caer en tus ojos

miel de dioses,

vuelvo a desangrar la rosa,

crece la amapola

su sangre enraiza

este el mío corazón,

vengo a por tu beso,

vengo a por tu aliento,

vengo a morder tu cuello,

ginetes del tiempo

 

muertos en este horizonte sediento,

escalé la montaña

hasta llegar al cielo

robé allí tu amor eterno,

ven amada mía

rompamos las cadenas del placer

en gemidos envuelto,

volvamos

al dulce momento nacarado

de aullidos a la luna de luz de plata,

yo lobo celta

yo druida antiguo

vine a por tu beso solamente

me llevé tu corazón

de adormideras envuelto,

las hadas gimieron

este amor eterno,

el dragón verde

me nombró su escudero,

yo de la rama roja

yo espíritu antiguo

amigo de hadas,

leo la naturaleza,

ella me dice

las raíces gritan

 

las hojas mueren,

el aire se asfixia,

los ríos lloran,

las almas duermen

buscando venganza

el ser humano,

depredador asesina a su madre

y raíces dicen

todo lo que no puede hablar

en silencio grita

pero todo muere en silencio.

Este pájaro de fuego

habita mi cuerpo

demonio antiguo

que habla en poesía,

idioma de dioses,

flores amando mariposas

como amores imposibles

yo alcancé tu alma y esencia,

yo fundí mi latido

y mil veces más fuerte

vengo a derrotar al tormento,

guerrero de mil batallas del abismo,

ángel dorado allí abajo

luchando con legión de sombras

 

y demonios convertidos a fe,

yo surcaré el infierno

y en la muerte traeré

tu amor de nuevo,

serás mi esposa

aun tenga que revelarme a la creación,

escriba con el demonio dentro,

lit et summun canae,

miles Dei lumen,

mea unguis timor malum,

mors erit uxor mea.

Esta amapola canta,

tu amor dentro late

como sabia de roble,

vuelvo al inicio del sentimiento,

vuelvo a amarte sin tiempo,

en este lecho de antíguo romance

tu sangre beberé

mi sangre te daré,

eternidad en mi pupila,

muerte sin cielo,

condena a renacer

en segundo estado

de transmigración de las almas,

en letras rompo mi condena

 

para ocupar mi lugar merecido,

aun mariposa en siguiente vida

sabré en que flor encontrarte mi hada,

voy allí voy al final del bosque del olvido

y te encuentro desnuda

mi caricia te dice

un te amo

tu sonrisa despierta el beso

en instante eterno,

a verso lanza y garra,

rescaté el amor eterno,

nací de nuevo en tu corazón preso,

agarré tu piel

bebí el placer

respiré el fuego

probé el vicio y el demonio

quisieron a golpes

matar mi inocencia

hoy he venido a vencer

mi pasado maldito,

he venido a aceptar a dios

como fuerza celeste,

aun rebelde mi fe nunca murió

hoy como ayer luché

y tu calor tu amor

 

tu rosa tu piel tu seda

tu bondad pura me regó,

flores crecieron en esta mía entraña,

el sol iluminó la oscuridad maldita,

he venido a casarme contigo

ha hacerte mía

como nadie te ha hecho

a despojar al tiempo de sus ataduras,

a eterno morir en tus besos,

he vuelto y el mundo temblará

porque de nuevo siento amor,

el corazón siente fuego,

el alma estalla en luz de lucero,

el espíritu habla más allá

de sombras y te abraza,

la batalla como la primera venida

será dura pero de nuevo venceremos,

a mi la fuerza,

a mí la esperanza de la nueva lucha,

a mí la bendición de diosa luna,

a mi el poder de Dios Sol

a mi su furia de fuego,

maldigo a quien destruye este planeta,

maldigo a quien destruye a diosa Flora

y a madre natura,

 

jamás mis manos mataron un animalito,

como celta en armonía vivo

con la naturaleza de dios Padre,

Conchobar Mac Nessa dentro

hoy tu poder siento,

como serpiente antigua

eterno viviré en esta tierra,

y cuando el hombre se destruya

por avaricia el mundo seguirá su curso sin él

y la naturaleza apoderará

las ciudades

no habrá ningún ser tan dañino

como el hombre,

los cielos se volverán rojos

el cielo llorará sangre,

los ríos sangrientos envenenarán

y el eterno resurgir vendrá,

lo más hermoso de este mundo

es el paraíso de la naturaleza

pero para el hombre lo más hermoso es el oro

y el dinero demonio,

vengo a amarte sin tiempo,

vengo a crear mi eternidad en el cielo

como en la tierra,

vengo a caminar las aguas

 

a romper los hielos,

a fundirme en fuegos,

a incendiarme de pasión en tus ojos ,

vengo a destruir mis cadenas

y amarte libre

como el pájaro a su vuelo,

yo pájaro sin alas,

yo pez que cortaron sus aletas,

yo hombre

que jamás pudieron cortar su libertad,

a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,

en tormenta tendré el agua de tu boca,

en caricias prenderé esta hoguera,

en tu corazón sembraré la amapola

eterna del amor que quema,

ninfa mía ven ven conmigo

a esta tierra de fuego,

luna mía ilumíname el camino,

se mi amparo ,

sé mi abrigo en noches de humo,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

elevar mi canto al cielo,

arroparme este fuego

que dentro tengo

 

en fe os sirvo como druida antiguo,

os pido bendición,

Artús dame tu fuerza,

Cernunnos caza al cazador,

Taranis riega estas tierras

salva los pocos bosques que quedan,

Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,

ofrezco este humilde canto

a todos vosotros con esta luz

que me queda darme fuerzas

en este amor que comienza,

eterno vivo eterno muero,

eterno sirvo yo guerrero antíguo

yo druida de la rama roja celta.

Los dragones volverán a surcar el cielo

y no habrá clemencia para el mal,

serpientes antíguas la lucha sigue viva.

Este mi humilde canto

temblará en la tierra ,

iluminádme este amor que siento

y que de mi alma se apodera,

amada mía sé mi sombra

como yo soy tu luz y tu calor,

sé entera mía como el pez a su río ,

y la piedra a su montaña,

 

sé mía como el árbol a su tierra

y el ciprés a sus muertos que vela,

sé mi amparo en la batalla

hoy de nuevo como ayer

juntos veremos el nuevo amanecer,

y la luz que cegará la tierra,

no hay miedo porque te amé y te amo,

aun ciego mi amor

te seguirá perteneciendo

como la abeja a su flor,

no habrá poder

que pueda separar mi alma

de tu corazón,

eterno te serviré

aún tu esclavo mi reina

te haré la mujer más feliz del mundo

aún en la muerte

mi alma seguirá el camino a encontrarte

y eterna tenerte,

no me desampares el camino duro,

sé mi fuerza en la lucha

nuestro amor ganará

y derribará el mal

que nos quiso sangrar

y en vida condenar,

 

la felicidad sigue viva

como la amapola florece

cada junio en el camino

te amo y lo haré

aún tenga que enfrentarme al mundo.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

hálito silencioso

 

Vida para el muerto, yerto

sin fuste ni conocimiento

vuelva a él su reino

inconsciente, hábil de su tormento

enfundado, marca de día

Reloj Solar enarbolando

hojas afiladas rayos de sí

por todo lo que vino y vendrá

al amor mi nacarado esplendor

en pétalo de flor.

Voy hoy allí donde la oscuridad nace

encausada y el mundo cierra

cual pupila de fuego

Consumida por su esencia.

 

Hada mía jamás lejana

vívida tu encomienda

arrópame con tus alitas

llévame a volar contigo

en letra y vida complacida,

Protectora mía aleja de mí

las malas lombrices

con sus mentiras

que ellas creen verdades

cuando ni la razón del hombre

alcanza la perfección únicamente

le sirve para sacar interés

Y provecho.

Este es mi lapso mi camino

del guerrero ser mejor en lo bueno

Y mejorar con cada hálito de vida;

La perfección rozar como misión

lo ajeno ajeno es a mí.

Opiniones imperfectas ni atención.

Les atisbo su horizontalidad

Dios de mi mismo soy.

 

El Castellano

 

Litcher

 

Fuego de su mirada

preso avanzo el comienzo

todo silencio estático,

horizontal de sí

y de sus retoños escarchados,

embrutecidos por el tiempo angosto

que los alimentó en hastío

de estío cruel brevaje mas salvaje

su divina maraña

que ella tejía

resquicios del ser por doquier

destellos infinitos

de aquella Litcher Cris

mas yo atrapado en su tela de araña

nuestro amor que mecía allí,

 

gime el arbol cuyos muebles colgados

me ofreció esta amada lit

un licor de sangre

convidando con esta mujer araña

por todos los enemigos anhiquilados en batalla

hoy en el café de druidas

me siento alabando el más antiguo árbol

de lo lares, tejo perenne milenario

sabiduría de los ojos de Odín

voy hoy allí

ella cual sirena me lleva derecho

a la montaña más remota

con cautela mi beso y mi caricia

tornando deseo la mirada

y allí junto a ella retorcidos ambos cuerpos

en la arena

la cueva del dragón mío me aguarda

mientras yo de los mortales me despido

con altivo grito .

 

El Castellano

 

Templo de murciélagos

 

Dulce suplicio sumamente dichoso

 

enorme cual titán de fuego

mas por su ojo guía

estampa su enmarañado,

repetido verbo ésta y mil eternidades más

encontrado él en el filo

de la pestaña,

aguja marcando la cruel vida

ajena al dolor,

puesto que me llenas Brunilda.

Mi mundo rebelde subconsciente

en estrella crepitante

tengo el comienzo a ser yo mismo

poeta del viento,

escriba antiguo

de tu mirada tornada suplicio

de mi caléndula eterna.

 

II.

Momento llegó para ser nuestro

el comienzo de la creación

desde este astro apagado

llamado Tierra al submundo

de los condenados

donde sin sangre Vampiros nos llaman,

caminamos sobre el fuego

 

y atravesamos cual planta raja la tierra

toda maldad ajena,

nuestro mundo torcido

de sombras se alimenta Cristina.

Oscuridad nuestra única madre eterna.

Te amo mi doncella siniestra.

 

El Castellano y Lhiannan-Shee

 

palabra de un hombre

 

Amada inspiración

lejana o cercana según seas mirada

del interior embelesada.

Alma de mi alma,

espíritu sin nombre

destello sin horizonte

luz atraida cual estela indefinida

venda que el ojo no vea

orilla de mi barcaza

cruel horganza

letanía sin lejanía

mi caricia, existe sin manos

que te modelen cual arcilla.

 

Lugar de mi lugar sin hallar,

ni beso existe sin sentimiento inicial.

¿Quién afortunado que en mitad de la rima

muriese

para no cesar

nunca mi descansar

eterno hasta la muerte luchar,

silente llevo el verso valiente

de embeleso desmochado

de la pestaña mecido en brava caricia

donde su hueco

llenó de estruendoso albor

en parco silencio fogoso,

lleno,tibio y pleno, libre

por amarte mi hueso

como no hay rosa sin cruz

no hay rosa sin espina.

 

II.

Yermo el color,

angosto el pasado

de mi caballo a cuestas en muleta

de saeta alada cual pegaso

esfinge sin parnaso

yo decidí el paraíso de tus ojos,

 

para encontrarlo a diario

mi letra te encuentra

Cristina mi luz te domina

Fulgente cual rayo de Candamvis

Yo orgulloso por tenerte.

Lo que siempre pedí, añoré

Y en tu melosa dulce estampa.

Lejos de el. Cielo

En ti mujer encuentro el paraíso encarnado

El milagro haberte conocido

mi ser en dicha de decirte

Que todo lo que poseo es tuyo

y mi corazón te entrega mi sangre

Porque el coraje de un hombre

Se mide por la fuerza de sus palabras

Mi realidad es que eres

La primera chica

que yo de alma, cuerpo, corazón,

Arte y verso me he enamorado.

MUERTO SI TE OFENDO

MUERO si te pierdo

JAMÁS PODRÉ VIVIR

EN PIE ORGULLOSO

Porque si amas, quieres,

adoras a alguien

 

Nunca se puede abandonar

Uno perderá hasta el hálito,

aliento que le deja existir

Sin soledad.

 

El Castellano

 

Mi dogma

 

Vivo por la ley de mi corazón invernado

del suplicio al suspicioso verbo por visualizar

para así su estampa domar en el cerro del lugar

por el templo de mi congelado habitar

en este mundo crúel

jamás caigo destruido ni vencido,

de la parca efímera me río

uno eternamente es lo que hace

con lo supuesto y lo puesto

guerrero del silencioso, parco verbo

suspicioso y su dulce tormento

que mece la vuelta

al comienzo del sentimiento.

Que raja mi cerebro y a mi Brunilda

dispara su verso encontrado, difuso,

 

diluído, concentrado en Quimera melosa

y que desentendidos juzguen de abstracto mi

cantar

que yo vivo pintando

lo que se encuentra detrás de los sentidos

desvelo el único conocimiento y ángel de luz

como su nombre indica Luccifer

soldado yo sin superior mas

que mi humilde corazón

jamás poseedor de la única verdad

Luz es Luz

y madre Oscuridad

comienzo de todo.

Voy con mi caballo a cuestas

que es el reino de este mundo cuando mi vida es

arte,

las ciudades son cementerios vivientes

con millones de cadáveres consumiéndose

para estallar a su hora sus entrañas

repletas de gusanos.

Voy allí consumado lo añil

donde mi tortuga Catalina

se come mí flor de difunto lucero del albor,

mas esposa del Sol

no voy a permitir mi sendero

 

reventar en pensamientos empobrecidos,

mi orgullo, ego, y Luz se basa en lo que hago

y el arte jamás se pudo juzgar

desde la espiral al mirar

, ni valorar , eterno demonio alado es

Invencible.

El titán desangra y enano torna

para lo enano titán ser,

Lo minúsculo es taladro para el cerebro ajeno

y el que nada no se ahoga

esta sociedad y doctores de las mentes

no valen ni para quemar sus cadáveres

puesto que ya están muertos

y su único aliento es seguir dogmas

de mosca medicamentosa, borrosa para condenar

y la adolescencia robar.

 

El Castellano

 

Pagano

 

Apostando mi idioma y pseudónimo,

 

porque este cuervo es más listo

 

que estas lombrices de ciudad

 

carceleras, arbitrarias,

 

hoy sin venas me siento con ellas

 

se va cavando mi tumba ilusos

 

que se ahogan en sus sueños de cemento

 

mientras yo, despierto,

 

Cuervo avanza en este cáos

 

de existencia y número de ficha del tablero

 

del ser.

 

Jamás viendo el número del oro

 

buen dragón komodo

 

investido únicamente por Demonio camuflado

 

de bien común

 

Voy destapando mi virtud

 

para cerrar bocas ajenas en cruz,

 

hoy allí

 

mañana aquí quemo la rutina

 

para ser el único fugado.

 

En vez de poeta vuelvo a nacer soldado

 

para este mundo enfermo va este génio

 

de artista desvelado con su cruél arista

 

enfundado, mas desvelado,

 

la vela y su llama bailando

 

como la rosa y el clavel masculino

 

jugando van de la mano.

 

Cierro condena,

 

avanza mi QUIMERA.

 

Te escucho hablar

 

temblores me erizan el deseo Brunilda

 

hoy y siempre vencemos

 

al cuerno con el pasado quemado ya descrito

 

y desvelado en insomnio cruzado

 

a través de la noche cabalgando yo Förüq

 

Sólo di mi nombre y justo acudiré a ti

 

la estrella guía que todo mece mi caricia.

 

Voy contigo, la mitad de mi ser

 

al submundo de los vencedores

 

caídos como sabes

 

para reposar en tu cuerpo de mujer,

 

la luna guía mi latido y nuestro encuentro

 

para vencer al momento desciendo a tu

 

avistamiento,

 

la cumbre más alta es la dificultad

 

acuñada por fariseos de falsa palabra mi brunilda

 

ellos hospitalarios del gran filósofo DE LA

HISTORIA

 

J.Crist su corazón de luz este guerrero de la luz

 

posee mayor intensidad

 

como milagro consumado, Pagano

 

de un precipicio precipitado e intacto

 

que condena al silencio

 

a los que no son de su estirpe.

 

El Castellano

 

Insommnium

 

Araña tejida en el ojo del lugar

 

el cuerpo ama el frío caído,

 

deslumbrado , yerto de la pupila con su tela

 

va montado en su palabra que estampa tijeretas

 

para que el ajeno nunca entre y llegue

 

donde ya pone mi nombre

 

en cicatriz silente, doliente, abrasada

 

cual fuego leña abrasa

 

herradura mece mi caballo de letra montado

 

mientras avanza mi trino comulgado,

 

degollado, para verla llegar

 

Cristina Prieto Díaz la llaman de verdad

 

Mi barca embriagada cruza mi río de suerte y

sangre

 

amamantando a las almas al pasar

 

el confín torna añil

 

de mi vida sembrada allí,

 

cae torcido mi mundo nacarado

 

en el eje de la ola

 

para amarla a ella,

 

mi Brunilda.

 

El astro fulgente que me guía

 

Invencible es,

 

Dios padre Sol.

 

De guerrero mi piel,

 

dulce estampa enfundada

 

suplicio yerto

 

al libre sin dueño

 

ni jefe, militar de sí mismo,

 

obra y creación al albor del rayo de Sol,

 

enemigo y competición única

 

contra sí mismo.

 

Va mi barca por el ancho río

 

de mi sangre mientras cobardes,

 

cobijan su templo opaco

 

en sus nidos

 

carne suya al buen resguardo

 

mientras este vivo-muerto eterno

 

será el último hombre en pie

 

para seguir dando guerra

 

MILES DEI LUMEN

 

et in hora mortis nostrae

 

qui est comme Deus

 

only this servant of light

 

Golondrinera amarilla enraizada

 

del corazón para dar amor

 

a mi esposa Cristina Brunilda

 

ahogando temores

 

en vaso de café de poetas muertos.

 

Mientras en el club de los olvidados

 

me siento como soy

 

sin nadie que me cambie de fe

 

pagano cristiano arriano hasta morir.

 

Vence mi momento postulando

 

el manifiesto venga a mí su reino

 

Como es arriba es abajo

 

es y será mi pacto

 

ahora degollado el atisbo de ciudadanía

 

grito que soy bohemio verdadero

 

NO Y NUNCA lombriz como ellos jamás

 

para ellos la boca gris

 

,yo eternoserviré flores por mi boca,

 

ellos ignorantes que sigan con sus maldades

 

yo deshojando, desmochando

 

sus tiranías enraizadas

 

de sus corazones muertos

 

guiados por el dinero Demonio

 

camuflado de bien común

 

y su ojo que todo lo ve.

 

Voy allí donde corta mi sendero

 

en bifurcación escrita

 

para ser guerrero listo para combatir

 

nadie lo niega

 

yo preparado para morir

 

y el susurro de Morrighan escuchar

 

negro es el color

 

vestiduras atravesadas por mi lucero de espada

 

Culebre Dragón mi amigo yo su servidor

 

vendrá mi victoria una y mil vidas más.

 

El Castellano

 

Gajallar

 

Elevado trigal de mi amor.

Amapolas desangradas,

río de sangre por llegar

de este confín

al inframundo del pozo de Airon

va este celta carpetano Sighfrido en Alemania

nombrado a su casamiento con Brunilda

de las tierras del Norte.

Escudero investido de su dragón Culebre

con ejército de duendes salvajes de los bosques

umbríos

de las sombras eternas.

Su reina Señora Hada Leannan- Sídhe

de las inglaterras antiguas escocias

Holda madre de este vasallo

adorada madre eterna de la antigua brujería

junto con Lugh su padre Dios Invencible Sol

y su tío Candamnvis Dios de las tormentas

 

cumbres y alturas.

Su rayo atizó el poder al caer

sobre su espada,

incursiones viquingas

realizaba este GAJALLAR

reencarnado

arrasando y saqueando las inglaterras

saqueando templos falsos

adorados por otra fe

en su ley no existían más fuertes

que sus Dioses

mientras Jesús multiplicaba panes

Wotan se iba a pescar hidras y dragones

a los océanos.

 

El Castellano

 

Estampa invernada

 

luz amada y difusa,

tibia, serena, de tus labios

flameante fulgente

donde polillas eternamente

 

quieren besarte como búsqueda

sempiterna

de las estrellas de las que provienen

artificie luzzae luz fría muerta, yerta.

cuando la eterna batalla de la noche

avanza el incandescente fuego

y su magia de encierro comienza

quién te liberase y este mundo quemase

de el altivo al cimiento te habla

el alma d'este muerto en su sótano de luz

donde hormigas y lombrices grises

caen devoradas y encerradas

voy con paso lento y decidido

al fin de mi mundo para encontrarte

mi adorada simiente,

desde un principio libertad soñada

en mi cueva al bosque,

lobo que se reunía en comunidad,

vasallo escudero del amor nombrado

cuervo de alma viajera

en esta y en su antígua vida

su vida le importó a su vida

y sus pensamientos

le importaron a sus actos

menos en esta vida

 

del negocio medicamentoso borroso

que se ve a la persona por lo que tiene

jamás por lo que vale

y desde el libre albedrío matan la inocencia,

pureza y bondad del humilde corazón

con esta parca sociedad silente

que se pudre lentamente

desde su condición de muertos caminantes

y bocas grises donde cargar maldades

para disparar desde este cementerio viviente

donde me quieren convertir

para volverme lombriz de boca gris

como ellos.

Maldita su estampa, grito

para matarles con el eco.

Yo soy un cuervo.

 

El Castellano

 

Förüq

 

Desde el altar altivo disonante

de rojo carmesí enfundado

 

y el cáliz derramado en sangre

del degollado al jinete sin caballo.

Espectro en el silencio cabalgando

saqueos y pillajes

de su estandarte clavado

en tierras en letanía

de enemigos y contrarios

llevadosa esclavos.

va mi río con paso lento y decidido

guiando a las almas al pasar

vikingo Förüq habla para callar

a este mundo de lombrices ciudanas

con su boca y mentira

vuelta buzón traga oro.

Declaro la naturaleza mi religión

GAIAA mas pagano eterno mi corazón

desde mi nicho al humbrío albor

yo voy enfundando mi espada,

obligado por cansancio

despedido de ella.

Con su grito rajando tierras

y abriendo centellas

voy por ti mi amada Brunilda

mi mujer y única dama

por la que mi existencia

 

va tomando forma y carne

de Sigfrido el cantar no cae decidido

en rima, letra

y fulgente tormenta,

me llama y llueve el corazón

para avasallar el desdichado,

despreciativo mirar

como se corta una sandía por la mitad

declaro que a mi vida conflictiva

no llegó el más fuerte cantar.

QUIÉN CONTRA ESTE FALLECIDO

CON SEGUNDA OPORTUNIDAD

para con mi amada brunilda

vencer tres veces más.

 

El Castellano

 

Brunilda

 

Cielo obtuso lleno, perplejo

dondebrillas brunilda

para eternamente encontrarte

desde el confín de las almas

 

al cielo encerrado de nuestra existencia

mi Valkiría guíame el camino

a encontrarte y en tu interior adentrarme

contigo siendo tu razón verdadera

reposando, siendo una Sombra más

pero eternamente venciendo

en la batalla de esta y mil vidas más

déjame amarte como si tu alma

fuera mía porque así la siento

completa con la mía y viceversa.

Nosotros hUNO desde mi yerto lugar

a tu paraíso de porte Inglés,

caléndulas sembraré en tu corazón

para allí indomable quedarme de simiente

siempre, siempre presente juntos

Voy allí al final del camino que lleva a encontrarte.

CONTINUA

Una flor con mi beso en tu seno

que tatua mi mujer contigo eterno soy

mi bella flor brunilda Prieto Díaz

hoy soy tu apellido vuelto FUERZA

d'este confín a tu pupila sin fin

hoy lo conseguí en ti viví

enamorado estoy de ti

y en realidad siempre lo conseguí

 

mi mujer porque te amo y amé

incluso antes de conocerte desde la penumbra

al alba que juntos volveremos fulgente

y siempre como dos paraísos silentes

vueltos edén.

Mas summun de todo lo conocido y por conocer

porque juntos somos la única y verdadera Realidad

de amor sin igual.

 

El Castellano.

 

Nueve simientes I, II y III

 

1

Halle donde me halle,

crecerá del viento

la semilla en su valle.

 

La hoja muda criará

retoños del ciprés,

 

mi sol dormirá.

 

El pececillo de plata

correrá, morderá,

el azúcar de mi sonata.

 

2

 

La dulce cicuta triste

mi piel enraizará,

mi alma dirá viviste.

 

La nube llorará

mi grama mojada,

el sueño perdurará.

 

Luna de plata sempiterna

y su réquiem elevado,

mi montaña de nieve eterna.

 

3

El río llevará un latido,

 

nacerán las gotas,

mi árbol será sentido.

 

Olmo viejo en retozo,

raíz de su padre,

alma anclada en gozo.

 

Almendro de invierno,

sombra de abeja

deshace mi infierno.

 

4

Caracol de mi camino,

encuentra la mata,

olvida el romero su destino.

 

Tierra viví para sembrarte

mi aliento ciego,

brotado para nunca olvidarte.

 

Golondrina de solsticio,

vuela tu fuego en círculo,

que tus ojos sean mi vicio.

 

5

 

Amapola de rojo,

sangra mi tierra a tu antojo,

ama mi sed de arrojo.

 

Cielo pequeño alcánzame

mágico el sonido,

tiene el viento quien le reclame.

 

Olivo de sembradío,

trigal de sentido,

naranjo de mi regadío.

 

6

Salamanquesa de pared

bebe de mis plantas

tu sed.

 

Helecho de bosque sombrío

alegra el verso seco,

luce la golondrinera su brío.

 

Hada de mi zarzamora,

tu pena vuelta mora,

espino amarillo de mi demora.

 

7

Hierro luce mi espada

esta calma otoñada

mi vida de tu savia preñada.

 

Salvaje canto de la madrugada,

grillo de galán de noche,

blanca dama de noche, su flor estrellada.

 

Hinojo al fuego,

semilla de sol latiendo

mi curativo ruego.

 

8

Abrojo de campo,

celoso canto de silencio,

muerto en vilo mi tiempo.

 

Surco de piel labrada,

saco de mis esperanzas,

placer de aquella parada.

 

Ola de mar que llega

caracola que entona

en sal y arena.

 

9

Vid de mi quimera,

uva pasa en la espera,

flor abierta de primavera.

 

Pozo de mi recuerdo,

en verde musgo un fantasma

de lo vivido muerdo.

 

Corazón te abrí,

te sentí,

y voló un colibrí.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

28-09-2013

 

1

Recto mi sombra y este servidor,

he soñado altos mundos,

 

sueños extraños dirán

 

los sueños sueños serán,

pero cada día la vivo más

a si sea otra dimensión

 

mi hada vuelta realidad,

he perjurado, he gritado, he odiado,

HE PERJURADO

 

2

mandé a la chingada a todo,

y lo único que quedó fue mi fe

inmutable desde mi viaje a Escocia del 2004

.

La vida cae, como otoño entra,

hilos teje la araña del destino

encontrarte fue mi sino .

 

Rima perecedera,

muéstrame el camino,

todo arte lo cocino.

 

3

Venga a mi la ladera.

 

artesano del arte cansino,

desde pequeño odiando el blanco vino.

 

Ven ven a mi vera,

artesana de lo no sano,

amada araña lobo.

 

Nada de música nueva era,

ni El Cano podría con este albino,

como todo duende que vino.

 

4

Cómo va mi regadera,

mejor que la pradera

y ladera en primavera.

 

Quiero vivir en los nombres sin peladera

ni etiqueta yo Caín,

agricultor druida de todo lo silvestre.

 

El primer hombre fue deus

imagen de sí creando y disfrutando

de lo creado como el Sol.

 

5

 

Cómo hago para saber que vivo sigo

pues robo una semilla a mi camino,

y siempre nace y digo eterno vivo.

 

Resquicios de mi padre Sol

y su hijo con su cuervo en el brazo izquierdo

más su sabiduría es saberse cuerdo.

 

más pelo dorado de Sol a Sol,

al cielo mi amor seguimos luchando

el arte de vivir mas la nuestra amando.

 

6

Diáfano espacio vida de mi vida,

suerte y bendición advenida,

la vida para en vivo.

 

Rico el vivo pobre el muerto,

dos meses completos rocé y tuve el cielo

por qué, porque en 2012 ella vino.

 

Soy el que soy y aprendí a amar con ella

mas ella no fue de alcohol botella,

única dama que creó felicidad en mi mirada.

 

7

Caléndula del lugar

esposa del sol

más sangre su mirar.

 

Hierba del podador sin igual

al cielo su caminar

cuando de cada mes es floral.

 

Quien te viera caminar,

mi terraza tu morar,

de tu difunto eternidad.

 

8

Silvestre mi ida,

en la piel acogida

sangre de tierra mi dicha.

 

Amapola común,

joven creces y hoy te divisé,

de mi maceta su summun.

 

Vera tuya

un joven ciprés de semilla,

como joven ternura.

 

9

De la magia del mundo

la singular aventura,

de ser dueño de la vida.

 

De montañés el talle

mas del valle mi traje,

del abrojo mi sonrojo.

 

Quimera de mi destino

esta vida que tiene de vampiresa

mi sangre de planta silvestre del camino.

 

Dragón verde cobre y Leannán-Sídhe

 

1

 

Camino sin linde ni desvelo

las trompetas de los ángeles cayeron

 

de mi florero al que vida apelo.

 

Flor de luz del lindero

nunca yerto fiel desvelo

mi acequia sangre en arteria primero.

 

Desierto embalse de augurios yertos

embiste mi flor que viste

en frutos de higueras de diablos.

 

2

 

Sangrante olvido jamás bebido

golpes de silencio

la razón van consumiendo en mi camino.

 

Tierno amor mecido, flagrante

como armónica endiosada disonante

como juventud elevada, auspiciada en la retina.

 

Ojo con ojo tu vista alegra mi antojo

quemo mi pasado para ser eterno presente

hoy con hoy mi corazón abre del amor mi pecho en

 

rojo.

 

3

 

Resquicio tenue veloz

es el resguardo de tu amada voz

por grama acabar mi hoz.

 

Diente de león Tragopogon

molinillo gigante fulgente

brota, nace de nuestro fulgor.

 

Soy el muerto que ves

eternamente brotando en vida sus recolectadas

simientes inertes.

 

4

 

Busco en la tierra el calor

sí ese el de la flor,

ciempiés amigo mío, de tu jardín no picador.

 

Satansdán le llamo

 

a ti mi Valkyria te amo

y a ti súcubo Leannán-Sídhe te llamo.

 

Hinojo ardes mi tiesto,

Foeniculum vulgare manifiesto:

Que no hay siembra mía que tierra tenga estático

color funesto.

 

5

 

Polvo soy, polvo de estrella seré

a mi amada diosa hasta mi muerte amaré

guardian del jardín seré.

 

Es nuestra promesa

arroparnos en vivos colores

sea en esta vida o no la existencia.

 

Viva presencia opaca violeta morada

de noche constatada ausente

hasta que la trajo de presente el amor de mi

triunfal estacada

 

6

 

Retiro lo anterior dicho de mi sonrisa

he descubierto el amor verdadero con Cristina.

Qué son dos meses de cercanía y un año de lejanía.

 

Nada tengo por seguro ni la muerte acuso

toda fija creencia puede caer de plomo

pero esta mi relación presente depende de mí.

 

A sí el interés mueva la tierra

no lo veo en ella

de su boca tengo el céfiro de ella mi bella.

 

7

 

Al final de los días, del silencio

marcado tiempo de gozo estallado

voy allí amando mi dulce suplicio.

 

El final comienzo de todo

Sol naciendo el nuevo día

mi mirada fija naciendo del lodo.

 

Quién nos recordará Valquiria

por eso lucho

con paso lento decidido sin desidia.

 

8

 

Ortiga de mi camino que muerde

el sentido oblicuo,

perpendicular de verde.

 

Esposa del Sol de cultivo

años en albor sin suplicio

que no sea tu mudar de floración.

 

Meconopsis cámbrica el amarillo

tu luz de amapola Golondrinera

del bosque de sombra nacido.

 

9

 

Peineta de brujas

 

vuestro fruto clavando el aire

poeta del viento este al que le hablas.

 

Espino amarillo de mi desierto embalse

de recuerdos ahogados

muertos, sepultados que ya no hacen bache.

 

Amando amarte papaver rhoeas

amapola de mi camino en sangre de tierra

éste es mi ojo de tierras.

 

El Castellano y Leannán- Sídhe a 21-9-2015

 

Es la hora, tráeme la luz

la luna a esta noche investida

de cal y cristales de hueso

resplandor fulgurado

ansían mis labios en estruendo

llamados

nosotros perdemos el control

al final de los días mi pálpito

llama a tu pálpito

 

fotografía tuya

sí en mi pupila

tráeme la línea del horizonte

GRACIAS a esta retina cansada

mi vista es y pudo alcanzar

todos los brillos terrestres

plantas, animales, vida, muerte,

en la oscuridad madre de todo

te vuelvo a llamar porque noche

está llamando

noche me llama una vez más

para traer a mis ojos tu sonrisa

de que estás conmigo

otra vez más

si admirarte es para siempre

tuyo soy.

Fotografía de ti

solo tu vida entrando a la mía

con tu sentir de doncella escarlata

como es y fue

sin conocerte te esperaba.

 

El Castellano

 

Por tu caricia

rebosan las fuentes

en rojos colores

y la tierra brota sangre

mi amada

puedo escuchar de tus labios

el sonido de una palabra

sin tú hablar

la ausencia fue habitada

y dejó de ser vacío

para llenarse con tu aliento

senderos me llevan a verte

como de la primavera el ababol

en compañía de la verde espiga

voy a tu vera sin salida

porque todo me lleva

a complacerte

investida locura de amarte

 

mi bella Valquiria

lucha, esfuerzo,

todo depende de mí

por mantener tu lumbre

y afecto encendidos,

el destino no lo gobierno

con lo puesto

y frustración no apuesto

porque nada es para siempre

hoy te tengo,

hoy te disfruto

de futuro no me hables amor

ni lo pienso

sólo veo tu caricia

y hálito de vida junto a la mía

mañana...

habrá que preguntarle

a la lombriz boca gris jajaj

igual acierta mi devenir de Cuervo

junto a su Urraca Cristina.

 

El Castellano

 

Fuego en el agua de la mar,

dentro de tus ojos,

dentro de mi cabeza un gato negro

sí el mío,

pasea tu desvelo

como el color de mi suplicio

en yerta madre de todo

como este guerrero de la luz sabe

que sin ella nada existiera,

yo paseo ciudades que negrean,

y humean fósiles del intra-terrestre

astro soslayado y apagado

que pisamos desde memoria

y razón cabalgada.

Jinetes del tiempo muertos caen

en este horizonte sediento

piel con piel,

beso con beso

nace un verso.

Me reuní con aquella lombriz boca gris

si quería yo saber de mi devenir

contesté yo que sujeto al destino estaba,

yo que indomable y sumiso amo mi camino,

sí mañana voy allí donde dices,

a la tierra que todo es libre

 

y me despedí.

Tras aquella razón que di

a aquel ser.

Yo amo mi condena y a mí sería

al que tendrían que pagar para quitármela

sin mi sufrimiento no sería quien soy

y sí señor sé quien soy,

tú sigue tu rol tejido feliz

y déjame tranquilo es mi sino

ser atípico

lejos de andar de flor en flor

cultivo cada flor

y a sí elevado amor

asido al rojo horizonte

por conquistar y mi color llevar,

hablo con mis pensamientos

de más allá y otro lado,

orilla por llegar

allí sombras y saetas

alcanzan a deslumbrar

cuando hipsipila nació

el ojo de este vampiro

bien contemplándolo estaba.

 

El Castellano

 

Tiesto

 

Diestro mi amor

que se quedó con la planta entera

y no con la flor.

Ojos cuencos en sí

disfrutando lo vivido

más pasado pasado no fue

si aprender se puede de él

abandonar el reservado ser

y buscar en mi caja de espinas pasadas

nadie por complacer nadie por agradar

sólo mi ser por no tropezar más

y eterno fulgurado brillar

mucho por ganar

el tiempo cómo no es mío puedo gastarlo

en mi psique emplear.

Amando la virtud odiando el defecto

parece que en esta ayuda forzada

 

la diferencia debo marcar

y que me valga el recurso de verdad

nada material por ganar

no enemigos, no amigos

batalla interna para alcanzar

estabilidad eterna,

me piden que abandone mi régimen

caótico, climático emocional

que sea lombriz como el resto de sociedad

no puedo elegir

si no asocial ermitaño de mi castillo

ganaría una y mil vidas más

porque yo con una planta por cuidar

tengo lo que tantos ansían

llamada y flagrante felicidad.

Púdrase este mundo material

haber hasta dónde alcanza mi libertad

desde estas jaulas temporales

y sus naranjas mecánicas

que risa me generan

¿Yo temor?

Sí a mi sombra

llegará un día que la atraparé.

Muerto el suplicio,

caído el invento

 

distraído el momento

eterna la idea

vendra a mí la quimera

del círculo perfecto

con su equilibrio dentro

por desangrar altares de humo.

Y colgarme entre hermanos murciélagos.

Poco más no me cansé

pero guerra contra mi mismo

era o no era llegó el abismo

a mi espino de camino.

 

El Castellano

 

Hipsipila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomado,

lejano y distante su reino de amor está

Como su princesa por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje gris lánguido,

Mientras llueve en el jardín inglés

 

Bruñido su color añil.

Vientre de hierro

Donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tordo, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de castilla

Sin preludio de su princesa

Que no amará su tierra

Si no a su hipsipila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavio triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

 

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su princesa

Que ya Más no quiere

seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal

que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

El albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.

 

El Castellano

 

Mi Valkyrie Cristina

 

Sonando en el límite de la razón

donde abro y llamo a mi corazón

espiga, verde oliva, de viña mi uña

avanzo despierto el camino

a tu entrañable interior

peinetas de brujas de guardias

furor en mi sien alabada miel

abeja hartada en esplendor

soñada en pasado

indicándome la llegada

de mi nuevo amor

mi brunilda y valkyria desde julio

Banshee adora mi sed

de quimera flagrante

ojos en nuestro fuego de pasión

sujetada en el interior

sí es ella a quien yo amo

Cristina Prieto Díaz

fuego de mi fuego

cabellos de mis cabellos

cuerpo para mi cuerpo

ojos centro de caléndula

sangre para dejarla yo caliente

y que mecer sea arder

 

porque a mi lado eternamente la tendré

como yo a ella desde siempre soñé

trabajo continuo para no perder

y a su lado eterno vencer.

 

El Castellano

 

MR. Monstruo llamado

entre opacidades

de violetas ausentes,

avanza su legado.

 

La espada su pluma

para matar a ecos de silencio

la grama democracia que creció

like libertad del ciudadano del mundo

 

a guadaña se va mordiendo

en tajada las cabezas de grama

el aliento en cavernas escondiendo

hoy la lápida y el nicho es su cama

 

su fe albores no recuerdan su esplendor

en leyendas desdibujadas hoy quedan

sus garras talladas en piedras

de su pueblo en ardor

 

conquistando actual Irlanda

éstos thuata De Dannan

inmortal hijo de Dios Sol

sus ojos crepitan verdades

 

esas realidades desmigajadas

llevadas en pozo del inframundo

de Airón, almas acabadas,

enemigos yertos sin piedad atravesados

 

quemados sus ojos de mirar

los de Mr. Monstruo Vulgaris Magistralis

reposando entre cavernas

y bosques negros, umbríos

 

habla con los árboles, habla con los animales

son las almas de su pueblo

en ciclo eterno de vida ,muerte, resurrección

suenan los tambores de los umbrales,

 

¿Puedes escuchar el sonido del tambor?

Es tu conciencia, M.r. Vulgaris

viene vestido en gris

con su letra en amor a su pagana religión.

 

El Castellano

 

Idea 9

 

Trenzado en el ardor del ascua

flagrante Dios encendido

invencible como sí mismo

Sol encima de nosotros,

caminamos los límites silenciosos

quemando metáforas

quién le puso nombre humano

desde antaño Lugh Luz le asocio

ahora en esta era Jehova le llaman

los falsos a sí echo encima de ellos

mis cenizas ardiendo

por qué tengo que tragarme

corazones de Jesús y milagros

que ni se sostienen por muerte

entendimiento cruzado

 

al ataque sobre el trono

viene la montaña de Mahoma

y mis puños la mandan al océano

de la mentira donde reposa donde mece

el oro del planeta en cabalas de Wall Street

sigo con el tercer ojo en la mujer budista

y el manporro que se fuma al hippie

años de creación hundidos en la nación

nosotros la escalamos agnósticos

la nada se os come nihilistas

pagano hasta la muerte

jamás la verdad fue única al pimiento asado

la pus del day y su nuevo camino del catecismo

todo elaborada mi defensa de misticismo

creéme tú existes porque te estoy soñando

mirando la europa buscando la luz de Dios Sol

para asolar cabezas de ajipuerros

águilas vuelan sobre sus fachadas

testigos yertos árboles mirando tu gorro

por cabeza ausente de respuesta

comunista que le taja su hoz

y el martillo es de palo

fascista que su brazo

en gangrena se viste de colmena

anarquista que su utopía se la come una arpía

 

y desaparece en su retina como la novena legión

ya me aburre seguir describiendo cementos y

ladrillos

de todas vuestras ideosincrasias

que os hinchan como plantas crasas.

+

 

El Castellano

 

Hierro de hielo

Entre la vereda y la rambla

viene a plañir mi alma.

De espino y aroma esquivo

su fragancia es.

Aquel ocaso que la luna llora,

lleva mi camino entre niebla,

y bruma gris,

que ya no ensordecerá más.

Viene el ciudadano buscando estrella de oro

cuando este astro murió;

Ahora fieras se alimentan

de sus cenizas,

cual sustratos escalonados

que encasillan.

¿Qué busco yo?

Este cielo ha muerto

sólo es el cielo de una caverna.

Sí nosotros somos los hombres muertos,

que no tenemos vuestras aspiraciones,

voy desvelando senderos, lindes llegados

a tu corazón, colinas, montes emplomados

de vides destartaladas en quimeras

espirituosas de sangre de tierra.

Voy buscando manantial eterno

en tu resguardo...

¡Oh quién te hablara vida!

Yo trato de honrarte

 

con mi cante que en ti vibra

de grillo, caléndula y girasol

gracias madre y padre

porque estoy viviendo

y eterno voy de la existencia aprendiendo,

entre mesetas voy fluyendo

siénteme amor voy llegando,

los pinos van cerrando,

la sociedad oscureciendo.

Piel y verso,

caricia del negro hálito

pulso cenizo

en la cigarra desdibujada

en cigarro que fumo.

Llegado el día todos los astros

volverán a sus colores

las piedras sangrarán flores,

la supremacía no será de nosotros hombres,

las lumbres parirán vivos tocones,

el suelo gritará albores.

Nuestra sed mi Brunilda

será torrente de vida,

ALLÍ SÓLO ALLÍ

llegado el Valhalla

la mar será hielo

y soló allí reinará la eternidad.

 

El Castellano

 

Andén

 

Balancea justo el momento

sobre mi,

tu boca cabalgando la araña

de mi destino siniestro,

los murciélagos colgados

están, de mis ojos

myotis myotis de mi sentido

argénteo población de pensados

 

palabros por nacer

en la cuchilla de afeitar

que de ausente

nació barba en mí

y cicatriz a deguello

de aquel precipicio en valor

del que es hijo del viento

mas de pie ni gravedad le puede,

sufrimiento, dolor, sangre

inmensas para este inmortal d'esta era

lo mejor es reirse de uno a sí sea en metáfora

cobarde¿? ni me arrepiento

ni secuelas tengo

y condena la estoy pagando aún

te cambio la piel si quieres

llorarías como niña de soportar esto

ahora con la bendición de su mujer

Cristina Prieto Díaz

el mundo le parece pequeño,

riéte tú de tu ombligo

y pregunta al aire quién más fuerte que este

hombre

sólo armas pero cuerpos de peso

parapléjicos caén

yo corro mi andén

 

y amo todo lo vivido por este ser que lleva mi piél

pruébame soy tabaco de hiél.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

Indígena

 

Resplandores dorados,

invernados de su calor,

sencilla emoción,

ten todo lo que quieras

inspiración, sueños,

por cada sangre

ya que vale menos la vida

que un puñado de papel

pintado, liviano, demonio dinero hablado

todas las historias del final de los días

cuentos contados

expresiones

un millón de rostros, un millón de mentiras

¿qué quieres que hagamos?

hundirnos en el conformismo

pues no,

 

mi vida tiene un eje y un sentido

si alguien ha de perder

que sean los anélidos de ciudad

que por lo menos

los ignorantes vivimos felices

sin preocupaciones tú amor observa,

detente y piensa

mira las plantas con atención

qué preocupación pueden hallar

solo una o dos

luz, agua, sujeción la tienen

¿qué sujeta al mundo entero?

ese material,

¿quién el libre entonces?

quién depende de sí mismo

llamese indígena.

 

El Castellano y Lhiannan-Shee

 

Cortó el sendero

 

Se ha ocultado el Sol

al son de tus versos

que profundamente bullen

 

desde las vacías cuencas

de tu desgañitada garganta,

por amor gritas,

por amor

te amo.

 

Si soñar significa vivir la vida contigo,

no despierto.

¿Para qué?

Para ver esta sociedad autodestructiva...

 

Su sol que les negrea

y acaba caído cual oliva del olivo

y su ancestral ingrávida realidad,

que desconocemos y adoramos

los hombres de bien

que la naturaleza

tornamos como religión.

Parco sentido,

que ve a lo demás en exterior

al ser displicente,

que busca lo sencillo.

El austero gesto

mirando su estampa completa,

 

él mira desde su interior,

lo demás innecesario,

menos su amor que le mece,

y llena de orgullo

mas su vista llena de lo simple,

cual amor sencillo, tierno, elevado,

todo lo que ella significa

en alto.

 

Anochece en esta plaza,

no hay nadie

a quién el poder se le oculte

en las pupilas,

anochece y se acrecenta su oscuridad,

valdía y yerma de sentido

por unas vidas de suplicio,

socialidad oscura

de noche todos los gatos son pardos,

y hasta que amanece,

la lunática sombra se extiende

por el páramo de Castilla,

avenidos árboles,

de luz nacientes.

Llenad el terreno cuántico

 

de los seres inertes

de su dinero insensatos,

por un crimen de ramas y flores

lloran las estepas

y los campos.

 

El Castellano y su Valkirie

 

Eternidad cavada en el surco

de y para tu alma

dices de volar

llegado el frío día

mas no es impedimento

para tu cuervo Förüq

que se parte alma y conocimiento

por ver de su vid

florecer el viento

sed y arrase de tu agua

creencias caen dobladas

en tus llamadas

muy largo muy alto

avanzo nuestro sentimiento

despierto del amor

 

a tu violeta ausente morada

cual ala de su urraca

no volveré a vestirme

de esperanzas falsas

amada verdad encontrada

sí en tu mirada

en el silencio melodioso

vienes de nuevo donde la piedra quiebra

en invierno y su helada

siempre ahora nunca pasado es

historia de mí

escribiéndose bastardos impíos espíritus

por deshojar amando mi virtud

odiando el defecto

me visto de la piel sarmiento

quimera de sangre por tornar flor de difunto

sentido alerta dispara el beso

la chumbera abandona sus espinas

para yo dormir con ellas

como vellos de mi cuerpo

la higuera olfatea mis pasos

mi oscura vida sigue huellas tuyas

en rastreo eterno

y la luna partiéndose arriba

todo es y será amor

 

de tu vívida y entrañable

por no variarle en disonante

échame un cable.

Estampa entraña amada

corazón de este corazón meloso

que quiere escribirle al campo

y cae en devenirse en su novia.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

Labrantio

 

Lleve donde me llevase el cante

el umbrío,tibio parco hálito,

allá donde mi latido no cupiese.

Te llevo en mi huerto amor

en éste verano que mi Sol de amarillo

la vida unjiese

y la tierra en Encina y esparto blandiese

hoy como ayer

mi cuerpo sobre tu cuerpo

cayese del pinar de mi vello

 

al margen obscuro, de ti

Puedo empezar

solo basta dibujar

detrás de mis ojos

allá mi amada está.

Llamada poesía

y mi mujer Cristina

llamada Artemisa.

La mISA del campo

y el relámpago enarbolado,

nuevo en resplandor de Thor

su rostro cayendo está

centelleando, abriéndose,

crepitando en el Álamo

de. mi amado pueblo

por qué mi amor a mi tierra

Porque el amor no se elige

como nacer no se elige

ni dónde ni ábside.

Al firmamento mi amaranto

foráneo y mi vida

cercana a mi mujer.

Y qué lejos veo el ciudadano

cuando estoy con ella.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

Lluvia dorada, aullidos en el viento

visiones en el sueño de volar

soplidos en la sinfonía

de verla a ella día a día

rojo en el cielo

solo viendo mis ojos

solo viendo mi corazón ¿qué encuentras?

HABLO DE NUEVO

-¿Qué araña me lleva?

para este latido inteso

cual brazo de Mister Vikingo

Todo lo vivido

todo sorprendido en interior del hueso

que me sostiene aterrorízame

lejos o cerca jamás podrías

no puedo empezar de nuevo

pero de nada

de lo acometido en mi existir me arrepiento

 

todo lo que he amado niebla vuelta de hoja

perder es posible para conseguir una eterna

victoria

ya la tengo tu corazón la amamanta

mi novia tierna CRISTINA

infiernos atravesados vueltos paraísos

desmigajados

de tus fuentes crecientes

eres lo mejor que pude conseguir

por lo que envuelto en conformismo no estoy

puedes verme crecer a mejor con tu ser

sólo soy lo que tus ojos dicen de mí

y los espejos se clavan en las sienes

hacia mí vienes

valores míos forjados en la espada de Nuada

mi estómago el caldero de Dagda

por lo que nunca se acaba el deseo

de en mi interior cocinar tu amor

mi valentía tejida en la lanza de Lugh

nadie es más fuerte que yo

porque nadie me supera y no supero a nadie

sabiduría y juventud bebida en la piedra de Fáil

soy Yo un hombre de la diosa Danu

su caléndula enraíza mi corazón

y tu eres su abeja mi amor

 

esperando que conserves el cardo de la dama

que te entregué

hoy como ayer a tu lado estaré

hasta que mi aliento raje el cielo contigo mi cielo.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

Escalando el nuevo día

hechos de ti que encontrar

a través de las luces

que conmueven, que traen

lluvia fría para pintar mi nuevo día

un amor que viene, mece, trae

todo lo que a esta sangre alimenta

para estallar siendo poeta del viento

toda esta felicidad, orgullo, honor, AMOR,

pasión, ilusión, redención

mi vida girando una vez más en tu boca de estrella

vuelvo a verte trayéndome flores de difunto

yo me veo pidiéndote simientes

tu obsequiándome su albor en vida

mi reina

te traigo aquí a la frontera de mi mundo en vena

 

todo por brillar todo para siempre

a tu lado estar

llámese relación estable que nos cae de las

pestañas

en abrazo del te amo

en el sentimiento eterno

de este cuervo

con su valkiria sí condeno mi aliento

para nombrar mi musa del viento

a ti Cristina Prieto Díaz

yo tu humilde servidor hijo del Sol

Miguel Esteban Martínez García.

 

El Castellano y mi hada.

 

Jamás mil máquinas podrán hacer una flor

 

Algunos yertos ciudadanos

caminan sus ciudades que negrean

montes urdidos en lejanía

soy yo, encerrado, quien os habla

yo que busco en el violáceo, puro,

firmamento del cielo;

Ese día que llore sangre

 

y los yelmos de cemento derrita el cielo.

Sí busco ese puro Ocaso

que temían mis Ancestros

que hoy en día no hallo.

Os busco Dioses entre bruma escarlata

que difumina mi navío.

 

Hombre pobre pero rico por dentro

Rico el hombre vivo de bondad,

muerto el pobre hombre de ciudad

sin más finalidad

que el dinero amasar.

Retrato mío difuso cuánto tengo,

cuánto quiero, cuánto deseo.

SÓLO UNA RESPUESTA:

-Vivir como vive el animal sencillo

guiado por sus impulsos silentes

de nacimiento asidos a su finalidad

o ser dependiente del insecto que me poliníce.

Qué alegría vivir como vive la flor

que al muerto le da calor

y mis venas gotas de savia castellana.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

Duerme Ostara

 

Stellaria ya abatida

caes junto con la sazón

del geranio de los caminos

y la pequeña fulgurada

calendula arvensis

de brote temprano

antes de Ostara

el camino en verdor

y color rajar copón

quién os elevase

y os diese voz

vuestro ciclo de vida corto,

sabiduría de la conquista terrenal

y la dureza de vuestra simiente

por el estío mas el frío marcándolo

sin guardias vuestros romances

esperando sus soldados alados arribar

halla o no tapial de la franca puerta

del Creador Universal,

campanillas ipomeas mece mi tierra

que sin ser de nadie

 

sólo vuestra.

Os acompañan malvas, abrojos,

dientes de león e infinitud sin condición,

malo el hombre vosotras nunca

malas hierbas sois,

cumplís vuestra función en elevado amor

sois color de flor,

pasión del animal visual que os habla

desde Castilla

a su antiguo cementerio viviente

de Alcalá de Henares (Madrid)

invoco vuestra alma

para que semilla que toque, semilla brote

llegado septiembre

como siempre me ha ocurrido,

os pido se mantenga mi Don

jamás os dañé ni perjudiqué

con ni sin razón,

os amo; Que siga vuestra eterna conquista

del terreno en albor.

 

El Castellano

 

Cabalgando tu beso

 

Soledad ausente besándote

en mi reino pleno de ilusión

en tus sueños no soy extraño

amo y adoro el Sol

dame claridad para entender

estoy en el humo de tu cigarrillo

muchos años pasados viviendo en la luna

lluvia cae para despertarme a tu lado

en tu páramo amado

para cazar gamusinos

yo fumando en la piedra

amando la forma de los ángeles de nuevo

paz interior encontrada solo en tus labios

embelesada mi amada

haciéndome temblar otra vez

viendo a Sol parpadear

de quejigo y espino me visto

de cal yeso y sílex mi respiro

hoy voy a tu encuentro donde todo lo visten las

zarzas

en supervivencia su alarde

con el lapso de simiente te escribo amada

 

qie te amo hoy y mañana

pasado ausente y por los siglos que así sea

yermo terreno mecido por lo autoctono

ayer encontré contigo la virgen de la Encina

y perdóname de tu cuerpo me gusta

un día más bonito para asar la manteca

libertad en tu boca

la nuestra cabalgando en amor

sobre una araña

aterciopelada, violácea colgada de nuestro pulso

sanguíneo

hechos simples encontrados en nuestros corazones

tela de su tela que nos encuentra

probar el café de los tres quilómetros en tus labios

y parecerme quince en tus ojos

y los míos bajo mi Dios dos gotas de mercurio

te amo mi reina sin ti sin fuste, hálito

amor a la vida mas respiro que sin ti no tengo.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

La noche con su aura de misticismo

 

nos conducía hacia las puertas del deseo y la

pasión

como algo inevitable, como algo que tenía que

pasar.

la preciosidad de todos los factores

que envolvían aquel lugar fue como

si hubiese estado todo preparado para nosotros

dos.

La luz de la luna y de las estrellas incitaba

con su velo de romanticismo a dejarse llevar,

a solo escuchar lo que queríamos de verdad.*

Nada importaba, solo tú y yo y aquel momento.

Solos tú y yo en ese instante mágico.

Solos tú y yo sin importar lo anterior,

intercambiando amor.

Tenía la sensación de poder alzar la mano y tocar

las estrellas*

y alcanzarlas para ti.

Tus ojitos brillantes, el fuego de tus caricias

pidiendo más.

Yo robando a la noche cada minuto.

Galopando en mi corcel, saboreando tus labios

sabor de miel,*

mi cabeza queriendo detener ese instante para

siempre,

 

la cámara de fotos de mis ojos capturando todos

los detalles.

 

Te necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad*

y me llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.

Y te volví a sentir coraje y seguridad para luchar

por lo que quiero de verdad.

Volvió la felicidad a mi ser, volví a ser.

Tan importante es el ser, tan importante es el

estar.

Lucharé y sé cómo ser ya que ya fui y no hay

barrera que no pueda superar

y el deseo que pedí esa noche a aquella estrella se

cumplirá y me recordarás.

Porque te voy a dar momentos y recuerdos que

nunca olvidarás.

 

Camino arrastrando mis errores

camino con la mirada perdida

como si este mundo fuese ajeno a mi

pero a la vez necesitando de él

para sentir emociones

para seguir sufriendo y aprendiendo

para disfrutar recibir y dar.

 

Pero mi felicidad no se basa

en que me admiren, si no

en valorarme yo,

cosa que todavía no he aprendido.

El tiempo pasa

y me siento vacío.

 

Para valorarme necesito

que me valores,

este sentimiento no ha muerto

y sólo con tu amor sentí amor propio

solo con tu amor sentí que estaba vivo.

Pero no sé que hay de verdad en lo nuestro

ya que mis sentimientos nublan mi pensamiento.

Cómo ver la realidad si no desconfías

si aunque hayas visto la malicia en la sociedad

quieres tanto a una persona que no quieres

ni pensar en la mentira,en el engaño.

Quizás porque se es más feliz siendo ignorante

hasta que hayas desperdiciado toda tu vida

viviendo una mentira.

 

Tus besos riegan los rosales de mi corazón,

 

lo llenan en flor, alimentan esta ilusión.

En tu mirada deseos como los mios,

fieles reflejos de cómo somos,

de lo que queremos.

Momentos que vivimos,

recuerdos inolvidables llaman a un presente,

a una historia que separados no tendría sentido,

sólo sería un injusto desenlace para todo lo que

hemos luchado.

Y luchado en contra de la dificultad, de las dudas,

del futuro.

Y que ahora no me lo imagino si no es para

compartirlo contigo.

 

Un cuento de 1997

 

Erase una vez un ruiseñor y una serpiente

que sólo tenían un ojo cada uno y llevaban

viviendo mucho tiempo en la misma casa

en paz y armonía. Pero un día que invitaron

al ruiseñor a una boda éste le dijo a la

serpiente:

 

-Me han invitado a una boda y no me

 

gustaría ir con un solo ojo ¡Sé buena y

préstame el tuyo! mañana te lo devolveré.

 

Y la serpiente le hizo el favor. Y prestó su

ojo al ruiseñor y se pudo ir a la boda con

dos ojos.

 

Pero al día siguiente el ruiseñor no quiso

devolverle a la serpiente el ojo y juró que se

vengaría de él.

 

¡Inténtalo si quieres!-dijo el

ruiseñor.Luego cantó:

 

construiré mi nido en ese árbol tan alto que

jamás conseguirás alcanzarlo.

 

y luego pasó una semana y se vengó del

ruiseñor;

 

Le convirtió en murciélago el cual volaba

con una correa de cinturón atado a una

pata con la que chocaba y chocaba.

 

Muero por un beso

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

Demostró que fui

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar 180 segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir

siempre te amaré.

 

Vida para morir en tus ojos,

amor para odiar lo malo de esta vida que destruye

y se come por dentro mi noble corazón

sólo un segundo de ansiedad tiempo que corre

marcha atrás

un miedo aflora:

como perder tu mirada fijada en mi con cariño

sincero

como el peor castigo,

condena inimaginable que solo pensarlo solo

pensarlo de observarlo

un pozo de miedos y pensamientos negativos

aflora en mi irracionalidad.

Cáes en él y te levantas en minutos pero el miedo

avanza;

te paraliza,

te domina,

pero al final recibes un correo que te anima y

vuelves a caer en el mundo del amor;

como equilibrio de fuerzas para vivirte

intensamente;

para soñarte.

Solo el deseo de conservarme en tu deseo sublime

de ilusión;

Un sueño como deseo,

 

compartir nuestros caminos ganará, ganará

para esta vida.

felicidad eterna; más allá de estas funciones vitales

mías

está la posesión de tu alma,

tu recuerdo,

tu esencia capturada por cada sentido despierto

cuando te miro,

cuando te leo,

cuando te pienso,

cuando te siento,

cuando te deseo;

Allí está mi felicidad.

Allí estás tú.

 

Nada como una mirada al vacío

una mirada al comienzo de todo

con el anticipo de un final que se aproxima

camina rápido vuela veloz se alimenta de estos

cielos

para la tempestad de los dragones alados

de un cielo rojo y negro

de una atmósfera de hierro, un túnel en sus

recuerdos

 

un solo ser

en su trono postrado

a sus órdenes todas las criaturas que él ha creado

la cruz de metales preciosos

es solo el recuerdo de la batalla que ganó

con él volvió la vida todos temieron su osadía

aunque de la muerte el trajo la vida otra vez.

desde su trono todo ser vivo le obedeció

es solamente un final y un comienzo anunciado.

el infierno no es fuego son cielos teñidos de sangre

y hierro de los que sólo un Ser quedó vivo.

Traiga nuestra destrucción para salvar la vida

sólo quedó él a la hora del final.

él no la buscó la encontramos nosotros.

Volveremos a nacer.

Eternamente seremos letras para él.

 

Mundo salpicado de colores

de líneas decadentes y sumisas

al poder del linaje

como un pintor de batallas

él estuvo allí combatiendo

entre galeras y cañones de fuego

los mares teñidos de rojo

 

paz de encontrarse

él a salvo al finalizar su encomienda

tuvo que combatir pero regresó a su taller

allí su mujer le esperó con pañuelos

mojados en agua caliente,

el disparo fue limpio el balín de plomo

del arcabúz entró y salió

pero perdió mucha sangre,

aquel día que regresó temieron por su vida

recordó quiénes fueron sus antepasados.

Le esperaba su nueva oportunidad de servir

a Dios,

la sangre del carnero que cuidó con mimo

le aguardaba

y le pidió a su mujer que lo mantuviera en secreto

con un pequeño alfiler hueco clavado en su brazo,

la sangre del cordero entró y se fundió con su

alma,

dijeron de él que no hubo guerrero más noble y

fiero,

los animales le ayudaban decía la leyenda,

le prestaban sus ojos

la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.

 

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Sintonía de vida plena en tu compañía

amor

sentido anestesiado por esta vida impía

tenaza de la pinza que huye no se fía

mientras arde la masía

sólo pensamientos dormidos caminan

también arde alejandría

ya que la cultura fue peligrosa un día.

Sólo la poesía fue su alegría

pero tampoco se salvó de la censura

solo un suspiro la línea dura

esos ojos la queman

ese cuerpo la mata

y finalmente chica tus besos la encienden

para dormir en tus senos

hubo un mes de septiembre

y cinco veranos

pero tanbién hay un deseo

 

él se sostiene

tan solo con ilusiones,

ellas tienen fuerza;

solo el tiempo acaba con ellas

¿Qué sería de mi sin ellas?

colores para mis cuadros

aunque mi color blanco tiene dueña

aguarda el enviste de tus piernas

olas acaricia este navío mío.

Pensamientos salen a flote de la copa de vino

despiertan el sueño frustrado vespertino

aquel hábito me hizo taciturno

de tus recuerdos.

Me pierdo para no encontrarme

anhelo para sentir que mi corazón no ha muerto

pero solo vivo pàra ti.

 

viento azul de este cielo nocturno

quien viera tus ojos siguiendo mi marchar

solo sombras en mi camino para buscarte

sentimientos que recobran fuerza

no te vayas de mi lado

sentido de luz compañera

vuelve

 

como lluvia roja de besos carmin de tus labios

como cielo encerrado de tus ojos

cielo que liberado nunca me abandonará

cielo desconocido cielo sin domar

fiel compañera de dia y de noche

fuego como yo solo avanzando en un sentido

yo contemplando el abismo

nunca cayendo ya que tengo apoyo firme

tú mi apoyo

mi motivo para soñar alto para vivir intenso

meloso tormento de todos los matices

para sentirme cuerdo en un mundo de locos,

pero quien soy yo sin tu calor de palabras

sin tus sentimientos sinceros que me enamoran

que ilusiona y paraliza

la vida de este ponposo corazon que te habla

ansía todo lo que salga del tuyo

porque este ya comienza a sangrar.

Ya te dio su lado

nunca esperé que lo guardases en caja de madera

Solo es para disfrutarlo en vida

no vivo esperando tierra

lloro viviendo amarte

para soñarte vida para morirte placer

quien da más solo tiempo todo llegará o se ira

 

naipes del tarot helado

en la hoguera de cartas flameantes al viento

en este oscuro firmamento

del azul sediento teñido de espadas

como pasión nunca matar cariño

solo aumentarlo cada día.

 

solo decirte que no se cuando seré digno de ti

porque no sé cuando me respetaré a mí.

 

Una nube de tranquilidad me cobija mientras

observo el paisaje;

el caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado

de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento

y las lluvias;

la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y

cierra un ojito aprovechando los ultimos rayos de

sol;

el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes

patas, tropieza y vuelca quedandose varios

minutos intentando ponerse derecho;

mientras, se despierta uno de los dos grandes

 

murciélagos, que aquella cámara de la gran casa

rústica ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de

los pinos.

Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín

con caseta para las gallinas;

frambuesas y arandanos, en un pequeño huerto al

lado de la puerta,

un pequeño estanque de azulejos en el aljive,

donde nadan cuatro carpas y un barbo,

oscurece y el joven rapaz de cernícalo primilla del

palomero oscuro de la casa,

se lanza a por un pequello ratón de campo, que

andaba merodeando, buscando algún resto de

harina o de grano.

La mariposa de bellos colores azulados, dando sus

aleatorios vuelos, en busca de flores de lavanda es

atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del

agujero de aquella antigua encina.

 

Valkiria

 

Estampa mía invernada que cae derretida

en avance del verano silente estío

 

condenadamente

yerto, mustio aguardado en el molino

del diente de león cae estirada la sangre de la tierra

por doquier y el páramo se convierte

en sótano de luz de Dios Lugh

los árboles y plantas hacen el amor con el terreno

cayendo mustios abatidos de placer

mientras madre Luna hace sus fases

jugando con su esposo Sol

para que su hija la tierra ría

mientras avanza la marea que todo lleva

desde mi pensamiento al amor

de este marinero sin mar y sin barco

amando a su valkiria

esperando que le lleve al Valhalla

donde todo guerrero descansa

la sirena va afinando su canto

y la ameba florece el océano para su presa

que será el alma de su marinero que eternamente

morirá en mitad de la ola

su equilibrio perfecto

como el del poeta maldito

que mece su sino y destino

dejándolo yerto en mitad del verso

para que su sangre naciente de su cuello

 

beba Lilith y nazca su flor de difunto

enraizando hasta el pozo de Airón

para amamantar su hidra cuidada

por los Mouros gigantes Dioses

de túmulos pétreos gallegos

mientras un poeta del viento

murió en mitad del viento

viendo como este rozaba la tez de su amor eterno.

 

El Castellano

a 26 del 06 del 2015

 

Tráslucido advenido

yerto sin tiempo

nunca para gastarlo en lombrices

tejidas de sus bocas grises

nacidas de quien acunó esta civilización muerta

os llamo desesperadamente serpientes

la lucha sigue VIVA

yo os nombro en altura de Cernunos

nadie más fuerte que yoooo

a luchar a deg:uello contra

la mentira difuminada en piedras Iglesia

yo caballero aprendiz

 

de la antigua y mística orden Rosacruz

os elevo a los cielos yerto

de nuestro alabado final

mi oda cantara de mi mano

con un rèquiem heme yo aquí muerto

MUERTE AL Moro traidor de la zarzamora que los

meció

QUI ́EN CONTRA M ́I¿?

y mi hueso de luna que clama ojos silentes

bidireccionales del muerto helor

nació del rayo de Dios sol Lugh Sol

al tiempo clavado su crucifixión de vikingo muerto

con honor

de bipolaR que tropezó sus seis farolas de la altura

que le inspiró y la parca fue su esposa en coma

mientras vosotros sueños comenzais con vuestra

creida

realidad y existencia.

De él decían que sólo quería comprender al amor

cuando la noche sin luna le llegó

él se encontraba en altura opaca

difuminada en laberintos negros

de lombrices sin boca

ya que estas sólo la empleaban

para soltar maldad

 

un malentendido le llevó

a limbos lejanos plasmados

en cicatrices de seguir viviendo

en este estiércol de sociedad y mundo

que solo ve al humano por lo que tiene

jamás por lo que vale

de la amapola

a la sangre de tierra

él mordió la aguja grama

y todos vosotros puñeteros estáis siendo soñados

porque en el eterno sueño camino y desvelo

por estar muerto.

 

El Castellano

 

Suspira la tierra yerta,

por poblar ojos injertos de sí

mientras los huesos despiertan el horizonte

que deviene clava y demuestra

que la vida trasciende

así como las flores

eternas mecen el cantar

 

desde mi umbrío sótano de luz

este difunto clama por su vida en vena

estéril la maldad que jamás mece en su esternòn

del que lombrices intentan buscarle

los caracoles irascibles inertes

de furia y fuerza

cuando criar sus flores y a su eterna dama

Margarita

le basta para caminar

lento y decidido infiernos y abismos

que el demonio le hace gracia porque él es uno

el más fuerte escriba sin tiempo

anclado en siglos lejanos

vividos y encontrados

desde hormigones de arqueología

indestructibles descubiertos

y que le hablen de Jesús que camino aguas

él responde Odín salía a pescar dragones

y serpientes como edificios

ama al Sol como divinidad mas la Luna su hogar

por lunático

desde su capacidad de simiente enraíza

el corazón de su Marìa Bellis anua Pérez Vallejos

que el mundo de lombrices ciudadanas le es

indiferente

 

con lo suyo es feliz

hasta con su condición que se desvela

en la muerte del ojo de tierra

desde su pestaña de aguja silente

al clavo de la muerte

SIEMPRE FUERTE.

 

El CASTELLANO

 

Clama la flor, abeja del lugar por gritar,

ven toma mi nèctar dèjame compartir mi vuelo

contigo

rèquiem por la flor oda goda por la margarita

con su mariquita,

sauce caìdo cobijado, teje crepitando,

tejo crepitando tú eres primavera

olmo viejo en retozo,

quebrado por la aguja silente de la carcoma,

el cadillo miente mientras el abrojo clama el

sentido.

Quiere la amapola ser la alegrìa del lugar.

Cuando el brezo enraìza el alma de sangre por

derramar

mi cuerpo yerto en la navaja, mientras la lavanda

 

amanta a la abeja y al abejorro que llamè Genaro

amaranto del firmamento,

llórame una estrella y su hueso de luna

que rompa firmamentos en auroras

que venzan cabalgando las pestañas

y mientras las pupilas en sombra

abrazan su cueva en la ;unica y clamada

VERDAD.

 

El Castellano

 

Fugaz resplandor dorado,

enhebrado en el filo

del acto de palabra

y acto construido,

la torre alta juzgó

al inesperado albor

extenuado, tibio, frío

fumaba él sus lagrimas

el alma era su hielo para el café

se bebía pensamientos negros

y respiraban sus pisadas

 

naciendo huellas eternas

el honor era su primer apellido

la bondad su madre

la maldad justa contra el injusto

su lanza

mientras el cielo lloraba

piedras que eran sus simientes de rabia

florecía su mirada

y su sangre era sus pupilas

de él decían los árboles

he aquí el único y primer hombre

que solo su palabra

tiene el poder de matar al silencio

y lo vuelve color cálido

de beso enamorado

al tiempo tejido

en la araña del destino;

Mecía el sino de su juicio.

Las montañas le encontraban

para seguir descendiendo

mientras altivas honradas

acunaban su fuerza

inquebrantable hasta el final

de lo que él creó

y luego se llamó humanidad.

 

El Castellano

 

Estudio en tu cara

cabalgo en tu corazón

escalo tus venas

vuelo mis cometas en tus ojos

me balanceo en tus piernas

moderadas por el juez de mi instinto

vuelve mi sueño

mécete en mis brazos

acaricia mi mente

por los ríos de su cabello

manténme único caballero

en su boca el primero

de su mundo yo serlo

dentro mis ojos

una vida por descubrir

dentro de mis ojos

dentro de mis ojos

mi vida yerta

mi pecho la lápida

 

y mis pelos el epitafio.

Desde mi entraña al elevado sabor

desde mi yerta vena y humor

al pasaje transitorio

al mundo transitorio

de la idea eterna

te busqué removí piedras de sombras

resguardos silentes

lluvias furtivas de nuestros cuencos

para sentir nacer y decir te amé

ahora nada depende de mi ni la estación

ni la emoción yo sólo cuelgo de tus ojos

inmensos en el parpadeo

hablando entre ellos tijeras del demonio

espejos que reflejan otro cuerpo

si te preguntan qué haces saliendo con un hombre

muerto

di con orgullo mi hombre muerto es escritor

surrealista

y no le llegas ni a la rodilla me ama

ni edificios en réquiem de altura

detienen su pálpito y latir por mi,

hay muertos más educados, gentiles y amorosos

buenas gentes que algunos mortales

hasta me dice que yo soy su vida

 

y que nos conocemos dos mil años

lo mejor que le creo porque es vampiro

de porte inglés y florece rosas en invierno.

 

El Castellano

 

Ténue, rápido veloz

trémulo garrote a des-voz

I will take your soul apart

it's time to conservation no feels

no voice only

this servant of darkness

moon spirit walking by

close your eyes

it's my tense nervous knife

runing and runing in the night

blood your veins

eyes in surrender

generation blind

insecto demente atrapado

en el vaso de muerte

 

de un alma rasguñada

la voz elevado yerto albor

solo tú, mi ser estirado

colgado de tus pupilas en parpado

cuchillas del ayer se me clavan

y necesito odcuridad

para mantener sombras aparte

para no pensar

este mundo muerto que camina

lo único vivo lo crecido en tierra

todo lo demás ya está echo

desde que antes yo naciera

derramando sangres

resquicios de piel tirada

en la mina de la belleza

sin nombre

que te parió

quieres más

amor imaginario

lo siento mi ser es primavera

para este bipolar atípico

 

y te amo

un bisonte que me fumo

y los pelos y zarpas de lobo

van de serie

en su cuerpo y alma

de animal que te extraña

para devorarte.

Una guerra de sangre una sana y otra

que lleva HUMO de mi TABACO por venas y arterias

give me destilat it't time emocional

HE MUERTO AMIGA.

solo ella podrá devolverme a la vida

aunque arrastre mis heridas

y todo sea diferente

incluso llevando su alma mundos atrás.

El tiempo murió ya

en el café de poetas muertos.

 

El Castellano

 

 

BARBECHO ACRISOLADO 



















































PRÓLOGO:

Lugh Solar y Poderoso,
jamás a ti te hable el olvido disuelto,
ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,
digno a abatir el rayo,
noble melancolía por tu madre difunta
Tailtiu, 
en el alto cielo,
tu grandeza
sea reguero de oro.
La tierra secunda en nueva cosecha
por talentos colmados a florecer,
viento sonoro guarda tu hermosura
Rey Padre,
El páramo yerto perecerá
en ámbar blando
de aroma besando tu frescor 
de vida nueva.
Abatirá la sombría dulzura la tierra,
ilumina mi pluma al honrarte,
suspiro de mi estruendo crepuscular;
nombro al pájaro misterioso
que te pertenece
cuervo que otorga el anochecer,
Sicut nubes, quasi naves,
velut umbra.
Años pasan yo busco mi recto yermo,
triste aflicción por aquel tomo de tierra
como las sombras vaporosas.
A ti Creador de luz,
acógeme, pinta esta mi noche negra,
amigo de imagen solar,
soy por cuantos Soles he nacido.
Por sosiego de tierras ignoradas
dame su gloria.
Camino afable con tu candor a seguir,
blasón yo no pido
ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,
en tierra a cabalgar
y deslumbrar.
Lughnasadh, Lammas, abro celebración
para generar nueva vida
en cosecha nueva
limpiando en tu nombre Lugh,
toda tierra.

El Castellano

Contenido
ESPIRAL EN VOZ DESORDENADA: 8
1. ALMA DE ALAMEDA 9
2. RAMILLETERO CIEGO: 10
3. HEMATITE: 11
4. SUAVE NUBE RÍGIDA: 12
5. AFILADO TORDO: 13
6. IMPRONTA REVERDECIDA: 14
7. LADO DE MI PUENTE: 14
NUBE DE HIERRO: 15
8. PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO: 16
9. JURISCONSULTO DE SOMBRA: 17
10. FLOR DE SOMBRA: 18
11. TAÑEN LOS CAMPOS: 19
12. JURISPRUDENCIA DEL BESO: 21
13. LARES DE EQUILIBRIO PERFECTO: 22
14. ECO DE AYER VESTIDO: 23
15. CALLAR DEL ASCUA: 24
16. BLANQUEAN SUS ASCUAS: 25
17. CANDENTE SECUENCIA: 26
18. CÍTARA ESPECTRAL: 27
SONETO APTO: 29
19. CRUEZA SEMBRADA: 29
20. VENAS DE LUZ 2: 29
21. DOS SOMBRAS: 30
22. BRUMA DE OTOÑO: 32
23. SANGRE EN HIERRO MONTADA: 33
24. ESCARCHA SOMETE: 34
25. URDIMBRE PRENDIDA: 34
26. DESTELLEO DE ESTAMBRES: 36
27. GOLONDRINA DE METAL: 36
28. VENA DEL CIELO: 37
29. ACRISOLADA IDEA: 39
30. ONDA PERPLEJA: 39
31. RIERA DESLIZADA: 40
32. INVERNANDO: 41
33. RAÍZ DE SOMBRA: 42
34.TERSURA DE PALABRA: 43
35. TRANSCURRIR HELADO: 44
36. VALGIO ALUMBRE: 45
37. TEMPERAMENTAL AFRENTA: 46
38. LUZ DE HUESO GASTADO: 47
39. CENIZA MÍA DE ÁRBOL: 48
40. REFLEJO NAVEGADO: 48
41. HONROSO, TIBIO PULSO: 50
42. FLORECIDO MÁRMOL: 50
43. MIRADA HILVANADA: 51
44. PECHO EN HIERRO MONTADO: 52
45. INSEPULTA TIERRA: 53
46. HÓRRIDA SOMBRA: 54
47. FRAGOR, CLASE DE FANTASMA: 54
49. PANAL DE IDEA: 58
50. SIMIENTE DE SANGRE: 59
51. AVIDEZ EN LABIO DE FUEGO: 59
52. VILO RECTO, FORJADO: 60
53. SÁBANA ESPECTRAL: 61
54. LUZ EN REPRESALIA: 61
55. ENCLAVE AMILANADO: 62
56. RIERA DEL SEGADOR: 63
57. CLEPSIDRA DE VIDA: 64
58. ROMANCE DE DESTIERRO (VERSO LIBRE): 65
59. DESALMADA SIEGA: 66
60. LLAMAS EN OJO DE SANGRE: 67
61. HORIZONTE QUE ATIENDE: 68
62. LUNA TRECE: 69
63. RESCOLDO: 71
64. ETERNA LANZA SESGADA: 71
65. CUERDA YERTA: 72
66. HONDO CREPITAR: 73
67. PERPETUO DESMÁN: 74
68. VIDA TRUECA EN HERRUMBRE: 75
69. SOL CRECIENTE: 76
70. CUERVOS NACEN: 77
71. CUERVO SIEMPRE: 79
72. RECTO METAL PUDIENTE: 80
73. FÉRTIL ESCOLLO: 81
74. CONDENA: 82
75. ALJIBE BULLE: 83
76. IMPÁVIDO DESPERTAR: 84
77. LUCIENTE LLAMA: 85
78. FÚLGIDO ALIENTO ESCONDIDO: 85
79. TECHO SIN TIERRA: 86
80. OJOS ALBOS FIJANDO: 87
81. RAÍZ DEL AURA: 88
82. VORÁGINE DE TRASIEGO: 89
83. LUCIÉRNAGA DE NOCHE: 90
84. RUNA INMOBLE: 91
85. NÁCAR FIJO: 92
86. CAMINO DEL ESTÍO: 92
87. SUEÑA LA REPRESALIA: 93
88. NEGRO ASPAVIENTO DE UMBRA: 95
89. TRENZADO DEL TERRENO: 96
90. DIESTRO DEL MAR A LA MONTAÑA: 98
91. DISPUESTA GRANA MALVA: 99
92. ALBO ESPÍRITU AZOGADO: 100
93. ENDOSELAR CANTANDO: 101
94. RESURGE EL AÑIL: 102
95. SOCAVA MI TARDÍO: 103
96. TIERRA A RAÍZ, SOMBRA A IDEA: 103
97. SIGILOS DESPOBLADOS: 104
98. VIPERINA FALAZ DE TIERRA: 105
99. CELADA QUE DUERME: 106
100. CANTAR CON SILENCIO: 107
101. BOGARÉ PIEDAD: 108
102. TARDE PARDA DESCUBIERTA: 109
103. REDENCIÓN SAGRADA: 110
104. TRANSPARENCIA HABITADA: 111
105. ENCINA ME REVERDECÍA: 112
106. PANIDA DEL AZUR: 113
107. RAÍZ DE ALBOR: 114
108. MI PARRA ENTONA: 115
109. SURCO QUE LABRA TU SEDA: 116
110. CANTA MI SANGRE YERTA: 117
111. ETÉREO TU SOTO DE ALMA: 119
112. TIERRA EN EL VIENTO: 120
113. PACTAN MIS FALANGES: 121
114. SI A LA SOMBRA CANTÉ: 122
115. PIÉLAGO SANGUINEO: 123
116. PAVESA EN EL VIENTO: 124
117. TELÉGRAFO: 125
118. HACIENDO CARGO DESDÉN SENTENCIADO: 127
119. LA UNA DE POLVO: 127
120. BROTANDO DE RAÍZ: 129
121. CAMPO DE ILUSIONES: 130
122. ALTO DIJO, COMO LA NOCHE: 132
123. VANGUARDIA III: 133
124. DUDA DE CERTEZA: 135
125. ABRE TU NÚMERO: 136
126. DEVELADO ASCENSO: 136
127. BRUMA DE IDEA: 137
128. ORFEO INVICTO: 138
129. ELOGIO EN SOMBRA: 138
130. EN MEDIA AZUMBRE: 139
131. VERTIGINOSA CONTIENDA: 140
132. VASTO DOMINIO TE ESCRIBO: 141
133. ALBO TRAJE TU MIRAR: 142
134. ORILLA DE REGUERO: 145
135. SEGMENTADO DESNACER: 146
136. CERRO Y TINIEBLA DENSA: 148
137. TUS ACRES POR PECHERA: 148
138. SOLITUD ESPINADA: 149
139.   AGUA SOCARRADA, ELÍPTICA TRAVESÍA: 151
140. SEMBRANDO ALTARES DE HUESO: 152
141. CRUEZA: 154
142. AJUAR GASTADO: 154
143. CANDAVMÍS: 155
144. CUCHILLA DE SILEX: 156
145. GENII LOCORUM, TODOS DESPIERTOS: 156
FLORESTA DE TU VERSO, CARNE Y ESENCIA: 158
147. AYER DEL HOMBRE: 159
148. MAGNIFICENCIA EXACTA: 159
TU CRISTAL VAPOROSO: 160
149: EL SIGNO DE LA ESTEPA: 161
150. ROMANCE DEL DESTIERRO: 163
FINAL 164



















Autor Miguel Esteban Martínez García



ESPIRAL EN VOZ DESORDENADA:







En tu voz la sombra del paraíso
hace alarde insobornable,
sobre la misma tierra.
Su claro reflejo
de espiral que perdura;
severidad enraizada
del estaño fundiendo
tu argenta ala.
Hermosísima tu rauda estela
abandona tras de sí
sopor de altas estrellas.
Tu falta en raíz
es plomo blanco.
Brillo es solamente
ropaje inútil.
Ablanda mi ribazo,
te canto como anís regalado.
Afinca el monte
del camino al sol de poniente.
Viento negro avance,
hundiendo montes sobre tu pecho
donde el bruñido aliento
hace dormitar mis deseosos
pájaros anillados 
por tus pulcras letras
incansables.
Armonía es destino,
que salva en océano
de todos los besos,
y tus labios,
tus labios
si son extremo de tu palabra
pido
que bogaré piedad,
debido siempre busqué su belleza.
En cenit, filo, estambre, marfil 
de mis áureas, férreas alas
que yo fui nombrado
en sueño visionario
ángel custodio, guardián
del paraíso que tu vapor
alienta o cierra sus puertas estelares.
En tierra serviré hasta me releguen
mandato, protegerte golondrina 
o cerrar abismos,
para nada te dañe
mi sola noche caído el día.




1. ALMA DE ALAMEDA:

Vuelve la caricia de sus ojos,
arderá su incienso sin mirada,
desfallecerá mi espíritu sin otra tapia,
luminosamente pliega su entraña,
armonía el canto de su zorzal,
brisa en selva de sus melodiosas
lágrimas.
Hojas ciñen mi cuello en amarre
como tenebrosas yedras
al árbol recio secunden.
Desvanecerse puede
el sueño flamígero,
hablaste en panida rosa,
del sueño de Morfeo
en alta espina infundada.
Segaste atroz,
cándido fulgor,
voces de todas las cosas,
nombres a mis astros
encumbraste,
bautizaste rocíos
con humedad de tus ojos
insolventes,
en estambres de rito
colgaste tu luz de mujer,
pétalo tú de elogio.
Lírico prisma ensordecido.
Mecha de mis deseos prendidos.
Melodía eres que fluye por dorados.
No me escondas nunca
tu poema solar.
Alegoría, flor de Hércules;
exúdame tu dicha desnuda
carnal lira ungida,
nostalgias del mesón
hacia mi sonrojada pesquisa.


2. RAMILLETERO CIEGO:

Ora golondrina,
desdén y pesares no amancilla.
Voces de encanto llenas.
Aquí alzo rosas,
alabarlas pueda de hermosas
belleza gala, ni cubre,
su cerco cándido, oloroso.
Luz ni color en cáliz de amor flagrante.
Flor de las flores sin igual matiz;
cerrojillo de tus amantes piernas.
Halagada, feliz la escamosa sirena
de tus mares de venas.
Harta borrasca beldades enajena;
arena, redes, mástil, mi barquilla
en brea.
Por quier anublen mis cielos.

II hoja:
Mis azares dañar pueden
tus azules en tierra.
Este clamor de cebo engañoso,
febril reclamo de este anzuelo.
Humilde osadía
Viene ella como una amapola
con ceño vetusto
le responde su barón
que oye tocar su viola,
dispare su pistola.
No te apures castellano,
no importa miseria
cuan hombre secunde
su vil indecencia.

3. HEMATITE:



Recto metal pudiente,
rige directriz
en este mundo de espejos irascibles,
de avaras ondas líbicas
que sedujeron el troquel
de mi soporífera piel.
Bajo tus compases desnudos
de pureza indómita.
Ojos flamígeros
con verde intransigente
desdoblado oasis
al candor escalado
en llamas, en escalas a tu fría luz.
Crestea el ser de espuela,
adoraciones férreas,
dispuestas en lágrima del fuego,
voy al nido de tus sombras
mi parra ya afilada bajo sombra madre
enhiesta dirige mi compostura
armada de pulcro silencio.
Desnudo en la penumbra
mis ojos limando
tu tenebroso violín,
parca mi destino,
ensombreciendo, anidando
este mi cariño dispuesto,
suave,
extensión del sórdido plano espectral.
Voy ya por mi nube rígida
densa tu oscura sedienta sangre,
reguero inmutable,
avanza la densa lencería de tu belleza,
no, no desvanezca tu honda mirada,
así me gusta a mí.
Senderos exterminados
que quisieron imponerse
sin tu querer.
Alojo la turquesa que te reflecta
mi cristalina musa,
solo ante el mundo
¿Y qué?
acaso osa compararme lo rodero,
transmigro mi ser en digna crisálida
fortificada,
buscando renacer
en colmena de esencias,
estoy cayendo
acaso no quiero,
subir descendiendo el generoso placer.
Sostenme aparte
donde nadie pueda verme,
seré tu suerte.
Herejía dulce saberte,
guiando mis abrojos
que me preceden,
me gusta saber quién eres.
Hematite cuando coagula mi sangre.
 
4. SUAVE NUBE RÍGIDA:

Foráneas eras propias
con vástagos
de Ninfas y Sátiros;
se plantaron de peces
altos árboles
y guiaron profundos rebaños
en el mar
afrenta impía de soledades,
que duermen
y nadan sus corzos secos
de estirpe dorada,
carcomida, agujereada,
de siglos;
Azul nube de mi vida,
abandonada
sin ojos suyos ni míos.
Bajel de mi custodio
incólume,
de ciprés mi valer
mi férreo pecho
en cobre
de mi fugitiva entraña.
Lluvias de esta sequía
Híadas que mi sangre, tiznan.
No me encrespará la osadía
temprana, aunque me enseñaran
a luchar por lo que quiero.
Impávida por este mar de tierra
reduciéndose a la arena
más pálida.
Mi Noto impune
que muerte no teme
conculca mi desorden,
áspera quebranta el pío.
 
5. AFILADO TORDO:


A ese mirlo, mirlo único;
Córvido negro de profundo ojo
que picotea y escarba mi idea.
Que crascita su estirpe,
dejadle mi patio cada mañana
rubor de cristalina ala,
sólo hasta que no me queden ideas
que son como lombrices cristalinas
nacidas del agua de mi frente.
De esta enjuta tierra me camina
el alacrán.
Un campo de sierpes y torcaces
de grises ceños al ocaso del día
que entre mantas y saetas
se acuesta un sol ciego.
Audaz mirlo que ahuyentas
mis espadas.
Tordo entre espinas arreboladas
haz que se acueste mi mañana
bajo tus alas.
No me destrenzará la osadía
temprana, ni el día terminará
de llegar.
Tu risueña pitanza en corvo pico
ultrajada; Vine por tus voces
desenterrando abrojos y señales
uniendo el fin del día
con el fin de la noche
como tú quiero vivir,
termina mi idea.
 
6. IMPRONTA REVERDECIDA:

Unge el vespertino roce
de tu ausencia habitada,
una viperina falaz de siembra,
allá donde el silencio transmuta
la sosegada vida de mis falanges
rutilantes, un alambre de búsqueda incesante,
de tus mares de boca
mi néctar dispuesto,
miel de Dioses que encajan
mi sinestesia elaborada,
más quisiera apelar a lo innato
de mi naturaleza,
que llamaron pureza,
luces de sueños rotos por enmarcar,
hondonada de las nuevas visiones,
tiempos cambian,
palabras a la fosa,
yo estoy esperando mi panal
de sombras de idea
sólo tu saliva verdadera
mece mi extasía,
por ende seguiré encargado
de esta acequia
dura, absorta de entregarme
al hendir de esta mi azada
poder del sueño exagerado,
que nunca he alcanzado,
mira mi camino
soslayando
las rosas de la aurora,
entregando pleitesía
a tu señora mirada,
no te guardes
si vuelve este mi vencejo,
afilaré mi sombra
para entrar en la tuya.
 
7. LADO DE MI PUENTE:

Quedase austero
el pretil gesto
de ávidas secuelas,
rupturas de esta compuerta,
de altura traspuesta
me alumbra esta ausencia
habitada, inducida,
paladeando mi dulce yerto,
conforte de volver a verte,
mampuesto en febril idea;
Apacibilidad de tu seña
y armoniosa senda,
me infundes arte de amarte,
hasta el diminutivo de mi término
castillo.
Por lo que de castro
soy castreño,
andariego,
que morir niega,
perdura la onda
de tu entraña,
clamor exaltado
en visiones de Quimera;
que resuene alto
bajo el asfalto,
que vine a tejerme exhausto
torres con callejas
me nacieron,
en amores
del dulce amargo hiel,
fuente fría y negra
de vivos troncos,
sentenciados;
sed como viva esta empresa
de brasas,
amargas piedras
del lenguaje,
hondo tallo
pronunciado sin base
ni escueta prenda,
Luna no te nombro
porque mañana cuarto menguante
entro en rito,
confunde mi luz
tu hermosura
en voz y gesto
abismo pedregoso
preñado de paz,
sosiego de mi armadura serena.
Mieses que arrullan
colmenas de nidos
de cobres nativos.
 
NUBE DE HIERRO:

Suyo cristal vagaroso
que sujeta su frente,
es como vidrio
azul que plañe y plañía
fríos deseosos
de otras frentes,
de otros animalitos
de tempestuosa calma,
avancé sin mirar;
fui por tu densa sombra
sin otros lares ni estrechas sendas
que guardasen tu vilo,
al crujir de miles astros,
tu piel erizaba
como viborilla
que todos mis nervios acurrucaba
entre el inerme tapiz de nuevo musgo.
Tu barco de seda inextinguible,
mi alma se iba,
naufragó en otra orilla,
sin tus montes avizores
con latido aplacado
de hondos rugidos,
sangre por juncos enervados
clava al aire su verde,
sed de calor, o vida,
quizá algo más,
hija del astro,
empírea ascua,
con estelas intangibles,
oídos que crujen nebulosas
en quemadores
azotando este mi carbón.
Símbolo arcano de luz pudiste,
arregazar sombras
para dormirlas en el hielo tus ojos.
Bajo el signo de la estepa
que vio acoger
el alacrán sereno
con sus pincitas
sólo cercenar un suspiro de vida
puede,
no suena ya mi caracol sonoro
ni lamento áspero
ni tristeza fría, en él late.
Plañía mi espíritu
en otra rivera,
en otra tierra castellana,
abrazando mi sombra
sin mi pecho nunca más.

8. PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:

Oscuros, negros, tibios
lirios en sangre de brea;
Acolchadas desquicias
en híbridas campanas azules
de los ángeles, yendo en borde,
siguiendo círculos,
moviendo espirales,
Vientos noruegos me llevan
sin patria, vencida por mitología.
Quicios de lúgubre destelleo
en oscuro límite tétrico
y sus mansos caminan,
hacen nido sedoso
en moreras del sueño;
Vida través de una vida
dentro los hoyos del Sol
que sudan, sus notas de uvas.
Visitaré a Cernunnos
en el seno del bosque,
hablaré del cuerno roto
y su sangre que brama
flores de helechos.
Quién sembrará mi campiña;
estirados mis soliviares
entre azares que suerte corre.
Traspuesto al mantillo
y su compostaje silvestre
que solo se mantiene;
Verano que socava dormido
para sepultar los cardos
que tierra come
y levantar la estación
de los difuntos con hojas caídas.
Otoño sus fríos que me despiertan,
terminando de vivir el ocre
y su yerma plácida
de tierras sin brotes
en ventura de savia fría.
 
9. JURISCONSULTO DE SOMBRA:

Este mi humilde canto,
pedregoso, que blande,
que pregona compás en arraigo.

Quimera a tiempos
en puñal pretencioso
de espigas de idea.

Patria por siempre sin sentar;
Fugitivo sin amores,
surcos de fugaz simiente.


II
Docto de tu dulce vientre
tras fuego de ababol,
entre tierras de tus reflejas piernas.

Sed de mi sangre,
renacer acompañante,
aljibe sin fondo a florecer tu entraña.

Amor de pecho a espada
blancos que el ser crestea,
jurisconsulto de este ser de espuela.


III

Redentora hoz de labriego
soñador, en soto de silvestre rambla,
febriles rejas de esparto.

Pinos que caracolean
el camino de este fruto de ensueño,
antes que morir sin amapola de fuego.

Creo, nazco y completo
una flor de la misma sombra
que trajo en fruto de la primera mujer Eva.
 
10. FLOR DE SOMBRA:

Impetuoso campo de mi celaje,
allende mis altas torres de belleza;
Inmobles rastros en piedra tumbados,
estos barbechos que me piensan;
Por almenas seculares,
remembranza en bastión,
de andariegos siglos,
me enhechizan flores de sangre,
pedregosa loma desgañitada;
Tráfago en mimbre cabalgo,
recama tu alma
como una losa sin frente,
ni gemelo tiznado,
por tener ajuar astro renombrado,
alzo mi quieta dicha
entre gentíos de mi oeste,
desvencijada suerte,
por azares de plomo y zinc,
fúlgidas cabelleras
norteñas en crestas
sin linde mutable,
acababa de irme
y no soy adorable,
es una fosa de recuerdos
ahogados en silencio,
vagaroso desdén
que me enjalbega
en cuerpo,
mi luna fija, vaporosa,
luz en libertad de mi regazo,
abismo cercenado,
de cálido espanto;
sosiego, quietud del bastardo,
regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente,
naturaleza cuando amarte
se vuelve arte.
 
11. TAÑEN LOS CAMPOS:

Aflicción de triste vivo,
sonará el canto
entre pavesas al viento,
tañerán campanas
retumbando conciencias,
correrán corzos secos
entre ceniza de flores
los llanos
tendrán sabor a cerros,
los lindes ceñirán
barbechos argentos,
entre nieblas voraces
y guiños de las fuentes
someras,
mi terco aljibe
yacerá, llagando,
su saliva irisada de agua.
La nada
será infinito apacible,
pedigüeño,
sangrará notas
de acordes sanguíneos.
El cielo regirá prolongándose
dorado, candoroso,
como colchón mullido
durmiendo pájaros enmudecidos.
El silencio será rayo al alba.
Guerra al despertar,
fragor marcial,
sopor, un hombre en tierra
profundo canto a gloria,
sin profanar su huella.
Tanta tumba
la luz amada
de la noche.
Gemido de mi voz amando,
al rasguño de estrellas,
Centellas corren por el viento
encendiendo mi vil sonrisa
que se lleva mi amargura.
Halagüeño este honroso suelo,
albos encajes llora
abre un cementerio de adobe,
con cristo de barro,
cruces de zarzas dolidas,
el severo cardo
como señero
de metro y medio,
Nueces como perpetuidad
de días futuros
sostiene el nogal del tiempo,
entre nichos que trepan
las corrihüelas
y dan su sangre a la tierra
inciertas amapolas
entre gramas y abrojos seculares,
las espigas nacen rojas
para oscurecer
y tornar tinta de brillos
y alientos que el fugaz aire
traslada,
bailará la condena
sobre trompetas de los ángeles,
sobre mi zanja
crecerán rosas caninas
y el desierto embalse
de mis recuerdos ahogados
aromos de los campos
llenarán su páramo.


**OLMO DE IMPÍA MANO PLANTADO:

Exiguo campo de fatal avidez
y musas en bronce celadas,
sosiego calcula lo venidero
por dorados techos vencido,
por cuanto Parca ha conocido,
cuadriga del mañana
y sus cien rebaños
del afán que se lleva dentro,
grey de sombras en silencio,
triste, densa tensión escucha,
del funesto día, huésped
en la negra noche profanado,
afrenta de sus campos,
señero inmóvil,
que escucha a las víboras
sonando, guardando
al inofensivo lince asustado.
Vernal lozanía
sacude su rostro de luna,
entre sombras huidizas
y destellos planos,
en seno de esta avara tierra,
se despliegan las rosas
del rosal ya florecido,
su fugaz hermosura,
chopo gris y opulento pino
musitan la acogedora sombra,
suerte en urna del destino
que embarca o hunde en el abismo.
Viaja el corzo mi idea,
entre flores que primavera exime,
verde flor aún en capullo
soterró el otoño
y los fríos vernales,
alza un lustre caduco
al servil gozo de su tierra.
 
12. JURISPRUDENCIA DEL BESO:

Vanos sentidos
temblando la noche tenue
cosida de luces efímeras,
lecho partido
mitad oscuro mitad luz.
Luna que descubre y muda,
sobre la soga que retuerce
el olmo frío y duro
un invierno trasnochado
que huyo
y huyo buscando tenor de ventana,
fría endeble quizás áspera
como la hoja.
Vinieras y te quedaras
como la suave caricia de primavera,
mar de tierra que estira y no duela,
otro camino se afila
sin desvanecer;
piedra cerrada que te alcancé a ver,
cristal de metal, perpetua, fugitiva
destino precoz te alumbraba,
como eras,
pluma de tierra,
sonrojada vida a mi vera,
planteada osadía de quimera,
vorágine encendida
mi esfera prendida,
ascua por el Sol que espera.
Diosa, mi ciudad ardiendo
en el sueño de mi paraíso ciego.
Plaza en la historia del corazón.
Sombra de mi destino prometido,
serpear incesante por tu imagen
no preguntes a mi espejo,
ni al viento sesgado
soy etéreo como sombra de ciprés
un día nublado.
Espectro del vivo silencio
encarnado,
palabra sin precipicio
ni soga que levanta,
moneda de tres caras,
espina en la rosa de tu tierna cara.
 
13. LARES DE EQUILIBRIO PERFECTO:

Coso mi atelier simétrico,
nacido entre ocasos vespertinos,
sí esos cuando la flor camina
con nombre de mujer.
Vidas en haz purpúreo
al argénteo astro;
invisibles senderos
sin sombra ni difusos lares
donde los afluentes
confrontan en tu ser,
sin brío no hay pureza,
sin pureza no hay sangre,
y qué yo no te daría,
acaso el silencio no fue esculpido,
por impulso del error,
raciones de arvejas consumidas,
por llamas de lúgubre hendidura,
Dioses míos yo cómo era,
bueno no me acuerdo,
seguiré con mi venda
hasta que ella me la destape,
secuéstrame en tus dignas alas
que yo vigilo
como vigía de nuestro sentir,
custodio de este sin vivir sin tu ser,
no hay luto de espadas
que no se afilen solas.
sin sueños no soy hombre,
ya lo dijo alguien,
fusión del frenesí
hablando con su infinito a solas,
como cuando se siente amor
en la vida,
sólo una vez y perdura
como la letanía
de escarcha derretida,
yo no estoy despierto
he venido a asesinar al tiempo,
y que se cobren con él mis deudas,
sigilosas, etéreas,
hasta arrebatar su azada traspuesta.
Así mis esferas sean siempre verde-azules,
como la verde espiga el agua
que la vuelve pasto.
 




14. ECO DE AYER VESTIDO:

Honrada tibia luz caída,
pasaba y me ungía este sol puesto
una mañana amarilla, vestida de invierno
y su frío azul, encendía mi cigarro
y un humo y un eco envolvía
un hueco que dejo abisal la última helada,
carretas deslizaban las nubes
abriendo el vientre helado del cielo
este Sol tímido de invierno
parecía asustado sin ocaso
ni pájaros fantasmales
que le hicieran nido.
Me cobijaba la sombra de un ciprés enhiesto,
abría las puertas de gramas voraces,
lirios negros franqueaban mi verja
de pensamientos que se amontonaban
en la puerta, rezaba a mi Sol
que no me hundiese la primavera
como si él eligiese esta sequía
que la tierra llora y quiebra sus entrañas
vestidas, el viento era más fuerte que yo,
llevando y sujetando el iris de nuevo cierzo,
crascitaba por ramaje de mi muerto brevemente nogal
de sombra densa cobijando tenebrios,
bajo sus hojas caídas.
Portón de tiniebla, el paso de su oscura raíz,
despertando el devenir
rompiendo el nicho de la primavera futura.
 
15. CALLAR DEL ASCUA:
Este bregar me cubre,
del que vengo,
un sol de esparto,
un ocurrir del que venga mañana,
nubes acolchadas me aguardan,
por febriles heladas,
horizontes sin guardas,
ni francas tapias
deshacerse puede,
era una luna de trapo,
que espolvoreaba la tierra,
su belleza se acostaba
en dunas de plata
mientras su alta ojera desplomaba,
su insomnio de infancia miro
y dime,
por mi desnuda imagen
que yo cerraba mis ojos
se acostaba a plañir,
tu transparencia me clavas
como ferviente yunque helado,
las espuelas tuyas corren sin caballo,
intranquilos ceños
me conducen por muros
y celdas de sosiego.
Cuándo venceré en este diáfano cuarto,
donde las sombras caminan,
y las voces en letra difuminan,
esbozos en coro de grillos,
en este lecho,
mi nicho donde me acuesto.
Confín de vagarosa imagen
que despierto,
cada vez débil,
cada vez más encerrado,
surtidor de fantasmas
que arregazan era mi dolor,
esperando para brindar con el enemigo,
humo oxidado sin ojos que duelen.
golondrinas dulces balancean mi día,
día entre sotos sin perdices
caminando mi patio;
fabricándose en él escarchas azules
con todos los rostros de diciembre.
llave fue, cincel encadenado,
lenguaje del ser claveteado
en recuerdos vanos,
polvo de poema parlotea
y dirige a callar hogueras,
fuerte raíz es palabra,
un calor retumba,
sobre márgenes de ríos sanguíneos,
reposa sobre la música su alba,
ventiscas que trae la noche,
alejando, alejando los sueños;
despertando el pasado,
abriendo luces en osadía
a quebrar el tiempo.
 


16. BLANQUEAN SUS ASCUAS:

He cosido, dibujado tu sonrisa
con tempestuoso órgano
al clarín violáceo de mis dedos,
avanzo senda con el fervor de mi Sol
dormido o estudiado alzo brillos a su dolor,
intransigentes palabras al silencio
que fue parco sin eco
sobre la sierra febriles dientes de siega,
me dijo su olvido que él no espera
a lo que abrirá mañana.
Ferviente luna sola abre su alta ojera
por cuantos la conocemos sin verla;
así su fondo sin sombras densas,
ni su acuartelada estela.
Mansamente cruzarte será verte
luz uniendo mis sueños de acariciarte,
condicional de reloj de tiempo disuelto,
leve planta criatura azarosa,
de translúcido amor en tu cintura
descorchado,
fugitiva alegría anidada,
el desertar de mi sangre fue llamado,
a realizarse en clepsidra de vida,
huyeron mis borbotones a otro cauce,
otras venas y arterias que te riegan,
juego como animal entre tus riveras,
piedra sin aljibe ni ortigas de auroras,
invierno de transeúnte helado
abrazas mi ascua de nicho,
al abrir de la flor que espera,
segunda tu avenida sin corceles de viento,
ni rizadas venturas afilabas mi carcoma,
oscuridad vencida alegre,
afinaba mi acordeón de quimera,
un transcurrir frío sin secuelas de difuntos,
deslomarse pulcro, entre la grama
de un recién abierto invierno.
Entonaba un grillo
un chirrío de soneto,
miraba mi estrofa ausente
blanqueándose entre hormigones
de leche,
siendo mi vida más
que un simple paso a la muerte.
 
17. CANDENTE SECUENCIA:

Animus meminisse horret, luctuque refugit.
Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.

Lóbrega quietud escarlata,
eternal lustre oxidado,
eterno sueño
esquivando meloso asilo
de todo desgraciado.
Mi voz, angelical beleño
casi yerto,
pavoroso azar cuelgo.
Un averno cruzo
de quien yo era,
arreo sempiterno me rige,
hórrida lucha descarnada,
lucirá opaca
severa luna.
Mi ciprés fúnebre aplaca,
claman los ecos
frente ojos
musitando furores
al viento desceñido.
Todo lo que gritando calla,
se precipita
como lo que el generoso esfuerzo,
pudo sembrar;
afila esta turba
mi empedernido rostro.
Ultraje
que el desgraciado
expira sus fuegos.
Flor en miel de vida,
bronces de alas.
Magnánima se eleva tu suerte
labrada,
medroso mi latido
ya no huye,
cerviz eleva digna cadena
indómita.
Feroz risa por treguas
de brillantes ruginosos aceros.
¡Oh musa!, que por sombras felices
resuena mi dicha,
inulta eres
diriges fugaces los gemidos,
por melosos lares,
Turia y Duero
bélicos de nudosas lanzas,
desentierra ya
mi cuchilla férrea
de cuantos campos en Castilla
yo amo.
 
18. CÍTARA ESPECTRAL:


Tu poesía amada
es para mí
como oro en paño.

Como Morfeo
consolando tu silencio.
''El grande y el pequeño
iguales son lo que les dura el sueño.''

Esplendor febeo
abre tu adusta seña,
ese que rige

mi cenit dorado.
Calma silenciosa
la niebla umbría luce,

esta sábana de oro y grana,
luce mi importuno día
entre tu vil regazo.

Sones a cal y canto seguidos,
alabarán  a Pluto y Citeres,
ilusiones yo halle

bailando
entre los erizos seniles
de tu dulce vientre,

matutino
entre brazos y savia
rendido.

Dejadlos que gocen tu presencia,
mi contento encuentre
aletargado.

Cierto, placeres jamás cambian
en ubre amarilla.
Perpetua delicia tu hermosura
en tinta que flamea
y el ámbar sublima.

Derrama y alienta
mi Flora.

El velo de noche sorda,
déjame a solas con mis grillos,
haré tejado con gatos fugaces,
haré el amor,
a la sombra deseada,
y a mi dolor guarida.
Duro ruido 
en raudal dicha;

alzo seguido mi lanza.
Yazga mi suerte rendida,
mi sueño piadoso
de mis campos de luna,
y esfera luminosa
jamás sembrada.

Mi ceniza yerta;
no pasarán fantasmas voladores,
áspera vida
de pinceles colores;

tierna desventura
resbala el collado
de tus faldas,
ilumina mi antorcha de razón severa,

mísera fantasía
encadena castigo,
y de mis penas gimiendo
huyeres.
 
CERTEZA:

Mi Dios es real y la noche me hace realidad.
Yo soy la historia de un muerto.
 




SONETO APTO:

19. CRUEZA SEMBRADA:

Amándote ferviente, nueza llama,
presa amapola en sangre se quedó,
sonriente aurora, veza la heredó,
tu corazón alqueza, fuerte se ama.


Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama;
Veraz la rosa, amor siempre alegó.
Al latido, su beso le ofreció,
la flor abierta en agua se proclama.


El estambre, súplica nocturnina,
piel acaricia, ya brindó mordaga,
su gineceo blanco, sanjuanina.


Óvulo y ataraxia, adreza aciaga,
tierra, anclada la doña saturnina;
Germina fértil vientre, enhiesta briaga.
 
20. VENAS DE LUZ 2:

VENAS DE LUZ:
Yo te busco luna entre bloques de hormigón
y cemento, entre violetas escarchas, yedras
nocturnas de este cielo sonámbulo con suelo calizo,
me rehúye tu ojera de nácar ciega, segura,
colgándose de mi puente escarlata, férreo, soterrado,
mas te escapas por las turquesas ramas
cielo plateado quién te tuviera, esta tu rama de idea
entre las manos tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,
cual panal de lumbre quieta, deshojada,
tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz
y sus azucenas,
mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón
que te aguarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules,
tu camino que serpea, y mi soga blanquea,
alumbrándose los árboles erizados, vespertinos,
que en lluvia cantan, su serenata santa,
acequia de tu ser, que la bruma pervierte,
colmada a tibio reflejo en fanales cristales sin tajo,
de tu hueso crepitando, apostando,
dunas del sueño, y metales esquivos
con azabaches siniestros,
cuentan los astros
que tu belleza duerme en sus incesantes
hogueras de sus cestas,
tú que te escapas por entresijos de negra ala,
quién te tuviera en sus palmas,
como destello escaparías
dejando una estela intangible, áspera, maleable,
de blanca pupila y granate adornado,
naciendo de ti un gris ciprés
las canteras se te rindieran, en presura,
un silo alto como tu luz de ojos abiertos,
treparía tu enredadera entre torres de belleza,
y brotarían las blancas estrellas
damas de noche,
llorarías tu oro blanco en abrevadero,
por tu escarpada longitud
y un eco nacería tuyo, solo, carraspeado
de la luz y de la sombra, una cadena para tu belleza,
que tus venas lleva,
en verticales pestañas negras, plenas, beatas,
en insigna sangrada, renacida, renombrada.
 
21. DOS SOMBRAS:

Soledad arregazaba
blandía sus brazos amilanados
en los que recostarse
a soñar la casa en el mar
con procesiones de sardinas
que sirvieran desayuno
con leche de las vacas
dibujadas celestes,
árboles en fronda volátil
tenebrosas líneas de horizonte
como cuerdas de violines
afinando nervios de nubes malvas.

Se querían dos sombras
como evanescer líquido, templado
de rocío por savia y tierra
y su desvanecer,
como flores a la alta espina
sirven su dolor.
Belleza oxidada,
ellas dos sombras
con camino de piel,
abriendo de la noche
gema profunda de lenguas azules,
era un camino el alba
para subir y descender,
ellas luz querían tornar,
vestidas de ásperas ondas
impalpables,
seguras sin obstáculo
eternas,
crispaban el tiempo
y se querían sin envejecer,
fría segura que su alma se iba,
suya, cristal vaporoso
de amarillo viejo,
su entrecejo deseoso,
querían entre noches
de gatos fugaces
por tejados colindantes
que anudaban rayos de luna,
su tristeza era pura
se anidaba en sus cabellos,
seca, entre sus cuerpos etéreos
la ausencia hacía verdad de idea
trasnochada,
su soledad muerta
de insectos ranqueados,
asida de purpúrea pluma
y lunas enajenadas
con cristales lucientes
en navíos de tinta,
perpetua osadía
de ser luz,
como silencio
de Dioses relumbrados,
y su oro vegetal,
como ásperas rocas
destacadas, cerradas
al molino de noche,
se querían dos sombras
inertes
pero vivas al ralentí
y carrusel de estrellas
pudorosas y ponientes,
su quietud sin color,
su amor por unirse
como dos gotas al helor.
Como dos voces se unen
en un solo corazón.
 
22. BRUMA DE OTOÑO:

Afinaré mi melodía
para sordos,
desmenuzaré la luz
que brilla y alumbra
a oscuras
de la razón más plena,
entre sílabas
de la palabra meseta,
abriré el son
de grillos tartamudos
y erizos de idea;
Me guardarán el vilo
transeúntes de crispadas
espumas de luna,
entre corceles ciegos de viento
encenderé, viajará
mi verso.
Avivaré aspas
de molinos precoces,
mi sol dormirá
un cuclillo despertará,
tiempo entre escalas azules,
y espadas florecientes
navegaré hasta mi suerte.
Por soliviares vetusto
y sus flores de cardo,
soñaré el recodo
y sus ramblas de ensueño,
me enraizará el hinojo
mi sendero esquivo
hasta que se vista de endrino,
negra torcaz aletea
hasta posarse en mi cuerda,
caracolea
el romero mi destino,
surco ahondo
de vid y centeno,
de trigo trillado
en colapso de sienes amarillas,
monte olvido
de mi recuerdo,
fugaz entre estambres plomizos.
Aletargo maestro
de cuchillas calizas
hueso de cal y canto,
corre la sombra
de mi zozobra;
Por cuanto yo he conocido,
quizás más
que un almendro seco,
cuervos fugitivos crascitan
el reverdecer de la encina,
picotea mi cabeza
un pájaro de hondo trino,
hoguera de desquicia hiende mi ser,
por barrotes de esparto
esperando que llueva del cielo
como antaño,
profuso soliviaré
este diente de espina
buscando rocío
anudado en flor.
 
23. SANGRE EN HIERRO MONTADA:

Plomo derretido es mi poema,
por cuantas secuelas
arrostran mi trazo,
fugaz escita de pecho alto,
acreciente mi sangre
el hondo socavado labrado
barbecho de mi señor Baco.
A Apolo lanzo pertinaz
baquio seguro, perplejo.
Asonancia de ojos pares,
entabla mi yacija de alma
dura trinchera,
reluce esta vil miseria
por la que encuentro sosiego temprano.
Idea del mañana acostarme
en la feroz grama blanda,
me tumbé a pensar
adoptó por sembrarse
mi moteada sombra,
me acudieron abejas
que llevo clavadas,
pensamientos vanos
de un ego que no poseo
venzo que demuestro
mi yo interno,
como hombre nada poseo
mi sangre dicta, yo converso
mi mujer, mi gato, mi jardín,
esta mi tierra, mi familia eterna
no son míos
el uno se alzará
seguro sólo estoy que yo existo
lo demás por añadidura
si existe es su problema.
Prosigo,
habla mi ente dispuesto
unidad de mi silencio
que bailaba en la hoguera de un solo reflejo,
dos sombras se deseaban a yunque enhiesto,
preñada sin presura quedó,
y sola bajo la hoja de mi hoguera
dió a luz regueros de sangre malva
por la malva-rosa
no había rosa sin cruz
ni sangre mía sin sombra difunta.
 
24. ESCARCHA SOMETE:

Avanzas el campo
de mi irrigada sien,
cara por cara,
ojo por ojo de este abrojo;
Destino ciego de mi celaje,
bronco mar de trasiego
al broncíneo lar
encorajinado, nacido
de un pelo de un pelo,
rescoldo socavado
un acre sin pestaña hiriente,
vistas tras los espejos
para ser libre,
y enraizar este Sol ferro
que rehúye, desnuda las nubes.
Es un viento solar que me encara,
y afila mis fauces
que desencajan el tiempo
que ya marchó.
Pude venir a vivir
en la ola de luz serena,
el relámpago me alzó en compasión.
Pude renacer
pero no soy adorable,
desde estos acres
traigo
la flor de difunto
soslayada,
sembrado el tiento
queda resurgir del azabache,
y bailar sones de grillos
con sus raíces del mañana.
 

25. URDIMBRE PRENDIDA:

Desempeño, tejer la letra
infinito parco de estrella,
desmenuzar lo efímero
donde plañe la belleza,
capturar gotas de lluvia
en estambres que acrisolan versos
de madre flor poema,
avivar su ascua eterna
de silencio acristalado,
hacer lo diminuto gigante,
y lo gigante magia de ensueño,
abrir fauces de la fiera
y ver qué espera,
bailar en el seno de un arco-iris
despertar quimeras sigilosas
en cumbre saciada,
encontrar cadencia anhelada
bañándose en mis recuerdos
como pez iridiscente en llamas,
ver la espuma de la letra
y acompasarla,
abrir el pozo de ilusiones,
desnudar el azabache
que llora la ausencia habitada,
por mil dragones de cien fuegos,
hablar y destrenzar el idioma
del silencio malva.
Rejuvenecer la letanía
entenderme con mis dioses,
encontrar la certeza dibujada
que puede ser mejor,
afilar hierros de espadas de vocabulario,
dibujar ocasos venideros;
Sumergirme en la oscuridad
y volverte a soñar,
nueve cosas dejo en mi tintero,
todo lo que espero,
lo que nunca escribí.
Si supiera hacerlo no escribiría
lo que siento,
yo sólo pinto lo que no ven mis ojos
aljibes soterrados de mi calavera,
caracol es este talento
unas veces llamado tiento,
el mundo reposa en mi libreta
yo soy su dueño,
papeles testimonios en blanco
de lo que es para mí escribir,
ese idioma de los dioses
danza de ninfas y sátiros
que abren su caudal de tinta.
Con besos de rocío.
 



26. DESTELLEO DE ESTAMBRES:

Eran de noches eclipsadas
un fértil embrujo de sangre,
en los jardines que el aura gasta,
y sus notas de clarines reverdecidos,
un poema me alzaba la dicha,
entre gatos relamiéndose el hocico,
se construían torres al clamor
y su trasiego azulado,
serenidad en rostro de mi aljibe
preñado, sueños y vicisitudes alumbraba,
escalinatas al sosiego mañanero
que todo avanza.
Incólume, ferviente desdén
entre flores granates de sangre,
era mi sueño cojo abajo los años
que sembraban patios sin flores
sólo de versos, al menos eso.
Un beso sin mares de boca,
una caricia sin pieles erizadas,
una escala al infinito horizonte
sólo para observar quieta mi desquicia,
como espina que sin rosa no se afila.
Fulgores efímeros, inusitados,
en superficies de charcos migratorios,
era feliz mi tordo rutilante
de mi jardín, en el que lo pequeño
es jactancioso y todo rige la ley suprema
de la belleza desnuda,
con tez de arcilla dolida.
 
27. GOLONDRINA DE METAL:

Una golondrina de metal en el pecho,
tiempo voraz, chirría en los bolsillos,
sin beso ni susurro invisible,
sol ya se blande imperceptible,
dirige tu boca el ruidillo
que más no me vence,
regazo sin ti no pido,
tierra, dolor, puede;
aquí sombra ya sueña
mi líquido.
En humedad alza tu nombre,
poema solar acaso no llora
mi luna XIII,
otro corazón ajeno pido,
gualda sangre
ruborizan mis fieles caléndulas
por osarte,
despacio como se cuelga
la luna de una pestaña,
aletea mi golondrina oscura de metal,
silencio pronto es lágrima
ríe mi cuclillo.
Es repleto este humo,
casi vida, casi color líquido,
casi filo proscrito,
fondo, agua, calma:
borde de tu cardo de dama.
tus labios de olvido
arribaba.
Tu forma núbil
casi ignorada
en el poso de precipicio
particular,
osamenta de este guerrero
de luz con mirada fija
a incendiar abismo
de sortilegios
y código sembrado
en luchar,
y morir es y sea privilegio
de beso,
de ser carne y sangre de tierra.
 
28. VENA DEL CIELO:

Solitario rayo
luz me arde ahora
en el mirar ciego del sueño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los años
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve caídas
de sus ángeles despiertos
en tu sueño me ves invernando
dorando mis pelos de murciélago
bailo el colchón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra más
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brotó en flor de amapola venidera,
dime qué debo hacer
¿Algo erróneo?
No puedo volver atrás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzará
nada por cambiar
todo está hecho
algo que asalta aparte
puedo volver y empezar de nuevo
sin mí, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a este mundo
mañana veo el futuro
la destrucción del pasado
quedará atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiam meam scientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
continúo al cuervo
que me vuelve más fuerte
ave más inteligente de la faz
poder de la misma
energía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que partió todo inepto,
inconsciente tormento.
 
29. ACRISOLADA IDEA:

Acristaladas, relumbradas fuentes
patios de ideas remitentes,
soles pudientes entre espadas fulgentes,
narcisos dementes, encorajinados tapices,
malvas del sueño vespertino, precoz,
carruajes de sienes nacientes,
ilusa suerte en colchones de nubes,
quebrarse quiere al inusitado compás;
Mañana abrirá la nada,
hondo cobijo del ayer,
no puedo dejar atrás,
llueven ayeres en gotas,
hematite del fabricado mañana,
solaz escarcha que me acostumbra,
por nidos de grama y sus testigos;
entre cuchillos de sílex avanzo,
dejando generación seca
del brillo crispado.
Octubres secuestrados en su halo,
gritando el sueño de los noviembre
entre fríos feroces.
El azul musitaba entre los árboles,
grité no morir aquel día,
ser relámpago de la brisa,
en esta tierra sin nosotros
traigo el ababol de un otoño que juega
y rehúye los párpados,
como hojas secas prevalecen
el huir de los pájaros.
Destino me alumbre allá
donde los peces se anidan
en los árboles de atardeceres,
joviales como joven vientre de espumas,
el tiempo acaso no partiese,
cansado de ser siempre el mismo,
hogueras atrás yo no estoy despierto,
calzo mis campos
en enredaderas de sones perpetuos.
y afiladas vides de Dionisio.
fenezco como fenece por los siglos
el almendro.
 
30. ONDA PERPLEJA:

Luz cautiva, ardua, ofrecida,
el viento me ha dicho,
de su furtiva llama
que él no traslada,
abrí la pupila de la noche,
me vieron cinceles
sonámbulos,
pinceles sedientos soñaban
un ocaso perdido,
espigas blandiendo tiempos
caducos entre retozos
de jóvenes margales,
sin aroma,
el celo del paso del río
cuenta de enredaderas
y sauces cabizbajos,
entre álamos abre sendero
el cuerpo que no se vence,
acristaladas ideas
de renombrada senda
por membrillos
y nogales tartamudos,
era tiempo de trepar el tejado
con gatos fugaces y lunas sin sábanas,
ferviente suerte entre barrotes
que me alejaban de la ciudad
crispada, humeante, entre gravas
y alquitrán florido de edificios,
huir no es opción
pero sí solución.
Hondo reflejo el curso del latido
que amilana a dos voces,
el presente huido del precipicio,
era una ventana
y una nueva esperanza,
zanjas de carriles
sueño que aquellos pinceles
me pintaron el sueño,
y seguí de aquella luz su reguero
disperso, etéreo.
Hasta vivir en la sílaba.
 

31. RIERA DESLIZADA:

Hundido por juncias,
despertando caléndulas,
someras, solariegas,
era otro lado donde estaba
hablando, entablando con Ostara;
la tierra que no era pobre
su rigor contestaba,
prado que desciende
juntando un barbecho dolido,
conquistado,
marjal de claras hierbas
flaco acre dispersaba,
bancal de cizaña primaveral,
sutil caricia rizada en patitas de abeja,
parte de mi casa soterraba la desquicia
de un frío traído, heladas patriarcales
por aullidos de viento voraces,
como un rosario deslizado
con aflicción por la tierra,
un silbido del patio oscuro
como lamento sin lluvias socavado,
semillas brotar escabullen, pregunto
vive mi lluvia soñando
vivir deslizándose por la pila sacra
de tus pechos tersos de vientre de seda
y espuma, angelical rostro
llamando florecer colores dispersos,
vieja cueva cantando oscuridad,
como tránsito al amor por tu viña,
cantar de mirada extranjera,
hasta hacer la tierra nuestra.
Impetuosamente soy varón
y no dejo guerras personales para mañana,
ni ganar a puños pequeños,
de opiniones sin cuarteles,
firme elaboro mi respuesta blandida,
vieja, en savia bruta elaborada
necesito mi vera con sangre,
necesito mi vera acompasada
por tu soplo de mujer labrada.
Mi destino como árbol desgastado
de honda sien y senderos de carcoma
apuntalaba mi perpetuo mañana,
acicalando sus ruinas
para elevar su sabor de antaño.
 
32. INVERNANDO:

Camino la sierra
y labriego empedernido,
afilan cintas de esparto
y jocosos pinos bordean el monte,
era ella caminaba siendo mujer de húmedas hojas
y gramas recién nacidas
anudadas a la cintura,
era tiempo suficiente
para el recodo de un fondo fantasmal,
estallaba el acre que pisaba
palmo a trecho,
ribazos se despertaban sin alba
dejé un lugar ramificado,
más allá de juncos
y fardos de nueva cosecha,
sin ir más lejos
abría la tierra vieja invernando
su ombligo de invierno
la carrasca de hoja inmoble afinaba
sus dientes de hojas
que el viento pasa y respira.
Campo lejano por cualquier parte
sentir que dejaría plisado
por encontrarse con tus ojos,
pecho de paja nueva silo dormido
de hondo surco y barrizal,
oscilando el filamento de un severo cardo,
entre caracoles mutantes, judíos blancos,
dejé mi traje a reverdecer ortigas y orugas seculares.
entre la joven hierba y el rojo trébol
del sendero,
recojo mi árbol del mañana y me marcho.
 


33. RAÍZ DE SOMBRA:

Nací cuando se disolvió la sombra,
era un patio de grises arañas,
con oscuridad en cada flor de luz,
rizaba y caracoleaba, una yedra su alba,
se acostaba el sueño dormido,
en sus ojeras de nácar de luna,
gritaba la eternidad por una siembra esquiva
que abría la espiga de versos carmín,
una sangre de espera en ababol flameando
es un sendero que abría el cuclillo
en su nido de espinas,
era su vida un soliviar
donde soterrar su miedo a no volver, a brillar,
temblaba mi cepa, un látigo de uva quieta,
livio, liviano, forjado, labrado, superior
es y era un campo de malvas de luna,
yo tengo huerto de sombras
que visitan soldados alados,
mis flores de difunto,
que abren sus soles
en crepitar de amarillos tules,
babéa alegre mi babosa
avanza sin casa,
que no sea mi tiesto,
donde enraíza mi vida,
límpido, es mi ávido deseo
fulgurando un crepitar descorchado
de mi luna de relojes,
acababa de llegar
a la cueva
de Förüq vampiro,
allí donde las polillas
no tenían ni quitina,
tejía yo en mi tela
asida la subrepticia
del amor a mi estirpe,
desde mi muerta vida,
al compás que marcó mi despedida,
puliendo este hueso
que me habita el corazón.
 
34.TERSURA DE PALABRA:

Aletargada una calma silenciosa,
en regazo de adusto febeo,
no pierdo fiel mañana contigo,
musa de agua.
ilusiones semblantes de Citeres.

Desdén que amancilla
de redes y verdías,
no cuentes mis cítaras.

De mi laberinto de espejos 
tu alma es llave,
que férreos pesares cierra,
este mi leño amimaba.

Incólume afán de cuidar
de seguir tus protectores.
Tu lira mágica y tu arte no oprimo,
sagrado designio tu voz.

Ver imágenes de sus moradas.
Perdona si te agravio,
en ti yo quiero refulgir.

Lágrimas y sangre confortadas,
cresta de inmutable resplandor
savia que gime
 y adora lo que es de ella.

Me crece de los ojos 
una sed intensa,
el témpano sordo,
aguarda, vela y sostiene
nuestra ciega luz.

Llúcia de todas las vírgenes,
la una me venció con trágica voz,
y sonrisa de caracol.
Que nunca desvanece 
sólo vacío se queda.
Sin destino mayor.
 


35. TRANSCURRIR HELADO:

Tiempo vorágine narcisista
que todo abarca
todo se lleva
desde el infinito del mar
al acrisolado
de la realidad del hombre,
retorcía en su nuez
que tenía más duración
que el punzón de la vida
que todo rige,
ilusión dormida en el rayo de sol,
veleta de nueve direcciones,
hueso que crepita lunas y soles
camino de ilusiones,
despertar de conciencias
susurro que gritan las estaciones,
caducidad avanzando
memoria relegando,
surco de vid y arena
surco del trigo y la sinestesia,
etapa doliente inventada
en lágrima del sol pudiente,
retorcer del viento
guiando realidad,
somero descanso
en el remanso de la idea,
nacer, crepitar, extasiar
en manos de su padre destino,
encontrar, desnacer
acaso acabar
en la nuez del tiempo,
relapso ciego
negándose, afirmándose
en su trascurrir etéreo,
del que ninguna materia
escapa a lo mutable de su ser,
compás de pájaros dormidos,
nidos para nunca vencer,
colmenas a lo efímero
que abarca toda disposición
de lo que se cree superior.
 


36. VALGIO ALUMBRE:

Non semper imbres... 
Duro rastrojo áspero;
torrencial rectitud de la nube,
no siempre vence el monte
que ya no huye,
por escarpias feroces
de locas tempestades
ya no entabla combate
con el viento
Aquilón norteño.
La nube sabe
que él puede más.
Dulces parcas lloran álamos
desde Armenia al inerte hielo
de lágrimas nobles
su longeva vida.
Nifates del cielo, ahora helado
abarcará donde yo he llegado
prescrito el estrecho campo.
II
Yermo descubre,
 énfasis
de azares que caracolean
la vetusta engastada en silos de cobre
fugaz destello en alambre.
cuál el sembrado en plata,
cuál el sembrado en oro,
bogo porque somos verdaderos,
en ascua irisada al tacto,
flamígera danza del mañana,
solvitur acris hiems,
danza mi vida en una canica,
el aljibe que yago
viste mi sangre,
en este soliviar de abrojos creados
no pedirán ellos que cese
mi terco aliento,
en solaz yaga que alumbre el destello,
vengo que anclo mi haz
sonámbulo,
en fiel parnaso devorado,
marcho mis aparentes venas
de tus poemas erigidos en cuarzo,
se aullara al viento,
baje una tormenta
a conocer mi trazo.
Coagula mi nombre el aire
que lo tengo agarrado en una mano,
furtivo encuentro insoslayable
por cuantas arpas me entonaron,
mi febril acequia descansará en el agua
con mi barquito de tela.
Sonaré en el borde de mi araña
que todo otorga
recompensa a lo tejido,
en ubre amarilla
abre que se desvela
un nácar de estela
amamantará a la estrella.
gemirá colores su alba
en cristales de caleidoscopio
vengo a pintar
lo que habita detrás de mis sentidos.
Hématite de opacidad,
cauce sediento y brumas grises,
venceré este aligustre de mi tormento,
¿seguiréis vivos
si acaso yo vuelvo?
 
37. TEMPERAMENTAL AFRENTA:

Pábilo recto,
engranaje sorteado
me habla tu pluma de carne.
Polillas miradas
que son más que nocturnas mariposas,
vaivén azaroso de estambres líquidos,
golondrina, vencejo,
cubo, troquel,
cajita musical,
y flamas pulidas.
Lana de fina plata,
mujer todo nido,
todo ramo al que van mis abejas,
liquen de humedad alta,
misma veris
que me alzas, adormidera,
oídos como rosas de la tarde,
y su honroso, pulcro
evanescer atrapado,
hablan mi silencio enjaulado,
y mi diente
puro amante del brillo,
transmigrado,
hecha, derecha tu planta de plata
incansable,
avoca renuncia a mi condena.
sombras o aceros
rige, blande
esta mi tela de araña
porque caí en su trampa
de destructivos lamentos
y su esencia
de perenne amor,
mi fosca directa,
mi realidad está que vive,
mi pecho
vívida estampa.
Tormenta centellea
que te habla
que relámpago
ama sólo una vez en vida
y toma tierra.
 

38. LUZ DE HUESO GASTADO:

Fontana esta mi austera parca.
He existido tres siglos tres minutos
llagando mi pecho aún latiente
sobre un rostro pálido
de azul rosáceo,
malva tintada,
sangre de aurora gastada,
regenta una alquimia
que sonríen las piedras.
He de recordar
cuánto me han dado
para no gastarlo,
Desnudez en ojo
de la mediana espina,
nacido de puro olvido.

II

Muda de una corteza
casi dolida
llegó la brisa por mi hora.
Agua de esta nube silenciosa
que profano.
Yacente alma que me entiende
acaso posaran golondrinas anidando
el plomo consumando
ojos vagos.
¡Salta prímula escarlata!
Es tu turno,
asalta mi suave letra codificada.
Ballesta oscura,
certera,
mi placer abate.
 
39. CENIZA MÍA DE ÁRBOL:

Abridme la tierra,
quiero deslumbrar
árboles despojados,
de sus labios
quiero el beso,
entrelaza puente
anidando dos muslos.
Enjambre anillado,
en mi tronco
que aspira
seca copa.
Tu cintura asida
que hendió la luna.
Dolor que olvida su cabello,
habla lento el roce
de viento,
existes bajo toda raíz
cae a tus mares de pecho
mi oído núbil,
con mis ideas
espanto estupores
que se afilan dentro,
peñascos que dirigen su sangre,
pulsos en ramas
abren los espantos al alba.
Fosca sien cobijo,
pájaro o dicha,
destrucción o amor,
ala o estilo,
no sé
seguiré mi destino,
luz adentra hacia encontrarte.
 
40. REFLEJO NAVEGADO:

Caminillos vencidos
sin escalas a una segura muerte
asida de un cielo de una estrella.
Granate lustre encontrado,
reverdece que no fue poco,
a ti nube imploro,
lleves los ocres
donde allí no existen,
todo juega en tus rizos de plata.
Hazme libre una vez;
Atravesaré la mirada del espejo,
y su fantasía profunda,
seguiré indemne acontecido,
me apoyaré en mis espaldas,
flagraré de mis espíritus
una verdad,
que crezca, devore
surcos de vana hipocresía
y sus llamas
que interés confluye,
leones aquí
dominados en mis venas,
una sombra fría me habla,
me relata el final
en letanía del tiempo cuando cruje
sólo una vez
por última vez,
hablé yo con encinas
que sujetaban mi esperanza
en campo abierto
sólo marchado
por las estaciones
ni mi jardín azul
ni mi acristalada fuente
con mi olmo desnudo
y mi ciprés de valer
ni mis hijas caléndulas
hijas esposas del sol
flores de difunto escaladas
jamás me recordarán
ni contarán sus penas,
silencio de mi enemigo,
encontrado a solas
resonando bajo el asfalto,
vestiré mi fuente de brillos anisados,
abriendo generaciones de luz seca.
Encontrando verdades
bajo las piedras del monte,
liberando el oscuro sentir
fuera los cielos
volviendo al final sin comienzo,
al dulce tormento
y su vuelta al inicio del sentimiento.
 
41. HONROSO, TIBIO PULSO:

Grave, y sonrío
entre la gravedad de lo efímero,
el castillo, el soliviar vetusto,
graves aras de sonrojos
al terruño,
un dulce claro oscuro,
tu boca diáfana, perjuro,
gravedad del insecto insulso,
un halago, un pulso,
enjambre de bellezas en tu nombre
quieto, sin arrullo,
cristal de humo partiendo minutos,
por qué árbol mío,
la proporción de tu aire
que alejas,
grave sin sueño alguno,
hondo soto, inconmensurable hacienda,
trilla que trillaron los hombres
antes yo nacer,
y ahora tantas luchas te siguen.
Tu pasión por un crimen de flores
y altas rosas,
corría un otoño plástico
por la vereda y la rambla enajenada,
sortilegios de hierros azarosos
y pulcras vides sanguíneas,
alta te quiero ver como la noche,
y esa luz difusa, vertida en lengua
de castiza fuente soslayada,
cincelando con tus manos los altares
de huesos que pertenecen.
Como pez sencillo de milagro
que tu boca sea musa, mi rosario.
 
42. FLORECIDO MÁRMOL:

Días oscuros en la plaza del Sol,
abrirse pudiera entre rayos regentados
matices insoslayables, fauces brillantes,
y candados de luces, humilde haz,
purpúreo al tacto, suave nube rígida
impalpable entre ocasos azules,
y leones grises,
con tacto terciopelo
una vida de amor eterno,
ola infame viene crispando
metales y fuentes, soberanos eclipses
que el viento nocturno navega y juega;
soledad atónita entre enjambres de gentes,
confiante sentirse bajo el Sol humilde,
espumas de ángulos fugaces,
me palpita amplio con serena voz
desangelada, la vida del hielo,
helor entre escarchas,
y su vorágine de cementerio.
serpear entre raíces ahogadas,
afluidas esperanzas unidas
en el trasiego.
con el viento te digo
que no te olvido ni muerto,
no surcaré sus vetustas alas
ni enterraré mis ilusiones
en sus jardines de albas
y hiedras voraces.
Entre ortigas que abren insomnios
fugaces colaterales
donde exista el acero y ala de pecho,
dormiré en los siglos de tus ojos,
entre turbios cipreses con sabor a luna,
entre la grama reposaré mi razón,
despertando, habitando mis granates
huéspedes de mi corazón.
 
43. MIRADA HILVANADA:

Miradas sacrificadas,
en el vasto infinito
que hace nombre el color,
entre cristales y sus cuchillos
de verde espliego,
entre corazones de cuarzo
fue mirarme dentro de tus ojos,
severos, hondos
como pozos sin cuenca
ni final.
Era el sonido de un murciélago
rasgando sombras,
todo lo que quedó sin marchar,
ruido de otra tempestad,
que sacrifica y avanza
truenos del umbral,
ventanas al paso de los años,
quedarán empañadas,
algunos no cambiamos
a la vuelta de la estrella.
Resguardos del precipicio
aventando el alma,
me miro en el cristal de tierra
y azures desvanecen
azabaches crecen
tapando lunas sin relojes
estampas valientes entre yedras
echando flores,
mármoles dormirán sueños
arremolinados
en aspas afiladas del miedo.
 


44. PECHO EN HIERRO MONTADO:

Infiere de nocturna flor
nuestra cabida de luz vana,
un día será el siglo de matices
con su avenida escalonada,
suerte en mimbre de tus estrellas
en mis pupilas,
desafíame el lucero
mi malva runa,
satina mi firmamento de lunas,
llega donde no llegan las enredaderas
de mis vilos noctámbulos,
soy enfrentamiento con mi existencia por ti
partida, vestirán las flores mi magia,
para florecer madrugando,
y que su espera me sepa bella, clara
como el osar brotado en primavera,
centella que gasta tu ambrosía amada
cobrando a mis cerrojillos nacidos del alba,
argos sumos en luceros despertando sus arañas,
nubes cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,
Campos de Castilla, saturnales labradores,
abrid la tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas
en acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,
y las matas canten el fragor de nuestras bocas,
¿Quién me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?
Yo soy el encargado de abrir los cielos
hasta que lloren, soy el que despierta a la semilla,
y grita flores con sigilo de chopo me guardo,
y entre rayos de bruma desciendo
hasta mi tierra madre de las sepulturas
de los abrojos creados,
pecho en hierro montado
soy esclavo de mis ojos liberados,
desafiando al viento creyéndole hermano,
soy la vida que me falta por escribir en bronce,
soy sangre, destello que mueve
la hoguera de mi escarcha.
¿Quién viene hoy por mi escala?
 
45. INSEPULTA TIERRA:

Entre labios grises
y ojos de fuego,
cobijan maculados
sueños vaporosos
sin vigilia,
entre gemas
y su áureo amarillo,
ignoto, desdentadas ilusiones
en carruajes veloces,
por mármoles del sueño
y ortigas que sepultan vanos
testimonios
en solaz yaga sin vientre oscuro,
se acicala dura como roca
crepitante que noche pule,
despertaban yunques frívolos
en estas paredes sin pesadillas,
el día sujetaba
respiros valientes,
¿cuántos zorzales partieron?
cuántas fuentes esquilmaron
su luz entre agujeros de trinos,
vasto templo de zarzas abre
su sonrisa por cuanto el río desvela.
Allí no habitará el olvido,
ni en sus brazos secos de siglos,
treparé torres de taciturnos
desvelos con ropa mojada
tras lluvias en mi ventana;
Venceré esta insepulta tierra
disuelto en la niebla,
de cielos en cinta,
por castizos senderos
de errores inmortales
serpeará mi pecho,
y su hierro de idea sola
cada vez más sola
entre corajes florecientes
e hinojos señeros
de senderos que me llevaron
al caudal de espadas.
 



46. HÓRRIDA SOMBRA:

Hórrido tronco, nogal excelso
que acunar su follaje baja
a orillas de diciembre,
un mar de grama extiende
el charco verde,
corretea y desliza alegre
la babosa como un párpado
del tiempo,
que la tierra sostiene,
sombra densa, despierta
afilada de filos de hojas
sus pasos flagrantes
de indivisible viento,
cava su lengua de fosa
bóveda de filos sin fin
adentrar sería perder
la propia sombra,
sombra de muerte
clama que es suyo
el nogal del tiempo,
caminillos de plata
tejen escarchas,
heridas clamando el despertar
de la cobijada semilla.
Sombra de nogal
quien te pueda acompasar,
ya no vuelan tus hojas,
ni otra tierra las acoge
cuna de pasos sin horizonte
a tu ramaje cuelgo
sueños por despertar,
vidas por sembrar.
 

47. FRAGOR, CLASE DE FANTASMA:




Cuervo guerrero de los tres umbrales.
Morí en mitad de un verso
sin acabarlo,
desnací etéreo,
abrí vorágines perplejas
de pureza repleta,
hoy abro eternidad
y todo lo que ésta llama.
Responden azares roídos
como grillos
extendidos, de sonido carcomido,
tras catorce años
de énfasis en venas
de mi desempeño
y funesto azar,
soy libre,
para deshacer este tiempo
y hacer hijos al gemido
dejando un eco
de sopor inmundo
de surcar infierno
y traer mi laurel encendido
por cuántas égidas
me entonaron invencible,
siempre seré castreño
digno a suerte incendiar,
desvelo el secreto de mi arduo oficio,
poesía
consecución de imágenes
de principio a final.
Poesía; soporífera luz en mi sangre,
titán que resistiré vivo
o muerto debo de quedar.
Destino haz con halo inmundo
puerta al reino
de dioses
sin acabar,
Parnaso flamígero en lumbre desnuda
al dictado de arpas, violas, violines,
clarines, organillos, ninfas, Sátiros,
hadas, quimeras, dragones brujos de naturaleza
desvencijada,
duende, elementales de toda orden,
nereidas, súcubos,
quimeristas de primera,
avanzo mi propia espuela,
centauros,
milesianos,
Dagda, Balar, Morrighan,
Lugh,
quodi pragma,
alzado hoy
pureza rauda,
resumo venzo coarto
con mi flor de Hércules en mano,
este mundo,
que desvela todo sentido difunto,
los dos mundos
el mundo vivo y el mundo muerto,
habitan ambos el mismo terreno,
mundo de leyenda,
este mundo,
empezamos a juntarnos
antes que nacierais
eternidad
sólo un eje
surcar de la perfección
el umbral,
senderos en un viaje
por el destino sellado.
Mi clase
mi clase es de fantasma,
los dos mundos
el mundo vivo
y el mundo muerto
están comenzando
a no existir en el mismo espacio,
plasmar correcto
ley.
Rajar la existencia
del sol mayor,
surcar sus venas
y arrebatarle el corazón,
buscadores de certezas
tres hilanderas
nueve sentidos
tres dimensiones
vive mi hoja
yo no decido
mi hoja decide quede completa,
los colores, el gris,
el fuego, mi cigarrillo,
los susurros,
el ruido,
la luz,
la sombra,
la oscuridad bendita,
lo oscuro, la noche,
lo perpetuo
el sonido del verbo,
habla mi azabache,
mi escudo,
el sistema,
las murallas,
las fortalezas
el amor a la poesía
es más que tu insulsa vivencia.
Brillo, destello,
pulcritud de estela,
destierro de vuestra miseria,
lo visto,
lo nacido
lo vivo-muerto
retemblaré
que mi sino dicto,
silencio el final alumbrado
es sólo sangre en mis ojos.

48. OSCURIDAD VENCIDA ALEGRE:

Pulcro destelleo entre sienes aladas,
estoy rasgando sombras para verte,
para mirarte serena, flamígera,
redentora como as de trece lenguas,
arremolinada, plena como cuando ciego
encuentra la luz primera,
abierta, candente, como ascua efímera
en la grama de verano.
Saberte honda, transmigrada
como leve flor sonrojada.
Suave entre esquinas desdobladas,
y calles de noviembre heladas
en las que conmigo quiero verte,
hasta el ocaso del nueve;
se afianza mi suerte,
en el tejado de mi mente,
por ciudades de ceniza verde,
atrapo el desdén de gatos erizados,
estirando sentires de cromo,
arrebatando piedras al silencio,
navegando asfaltos sin prisa,
ni desquicia; Acompasa este latido
por arterias sin venas heridas
ni ángeles fieros infrahumanos,
quiero verte como se ve un tigre
en la ciudad, entre árboles de cemento,
y ríos de cristales,
quiero sostenerte
como blanca primavera
entre este otoño rendido
sin flores ni llantos del cielo
que escapan precoces.
Quiero tenerte, osarte,
como si me enraizaran las manos
al acariciarte
para nunca perderte.
 
49. PANAL DE IDEA:

Espino amarillo de mi demora
recto aromo entre cardos,
entre hinojos del Sol deslumbrados,
me visto de primer ababol florecido
para ser de la abeja,
y la abeja ser mía,
entre estas guadañas de esparto,
afilo que nazco,
fulgor entre fulgores,
de ojos calizos avanzo,
cuerpo de arcilla
hierro mi idea,
estas espigas me dicen
que quiere tener espinas su sed,
estoy sentado entre una prima retama,
esta primavera que me siembra
yo que soy único poeta de su sangre de ojos,
quién osado me compara,
me blando al nivel
de esta floresta desnuda,
limo mis nervios
con azada de carne de metal,
el miedo grita
de contemplarme avanzando,
me Tumbé en la grama
a pensar, me nació una abeja
que escribe poesía,
soy hijo de la Luna,
única Diosa por Dioses haber sin contar,
luna de guía soy yo su semilla,
tengo ojos donde se acuesta
la oscuridad,
es mía soy de ella,
como flor de su insecto
que la poliniza.
 
50. SIMIENTE DE SANGRE:

Tuerce quebrando
este aliento, va reptando
senderos,
que el olvido alzó suyos,
en vicisitud de savia elaborada
saluda a su Sol,
de su ávido granate que le vence,
entiende de pasiones de sus flores,
la floresta cuida
y germina en su parcela,
para ser del campo
su felicidad,
y él ser de su flor,
en extasía de color,
huye de su vida la tristeza seca,
el escribe poemas a la belleza repleta,
en candiles flamígeros
a caricia de ojos,
sí esos,
sus ojos brotados de Tierra,
descansa para seguir creando
la primavera le sostiene
la sangre,
hasta tener el corazón
lleno de simientes
de su esposa del Sol
esperando su muerte,
para que su yerta sangre llore
en flores de difunto.
 
51. AVIDEZ EN LABIO DE FUEGO:

Efímero corre el segundo sin saludar
sin despedirse, sin preguntar si todo sigue
igual, avanza la manecilla de mi reloj,
hoy es de esas noches yertas,
que descubro mi tierra que late
bajo mis pies. hay avidez
en el subsuelo donde la sangre late,
destartalados pilares que me alzan,
recorrido de mi alarido
que muerde al conocerte,
he oído estaciones correr,
mi carne se funde bajo tierra abierta,
frente mis ojos
nebulosas abren, crepitan,
he nacido yo de su flamígera ascua,
mi sol ferro blande su noble falcata,
dentro mi carne la vida bulle,
su caída resplandeciente,
toda carrasca me dibuja al dorado tordo
de este atardecer,
el murciélago myotis
me cuelga la idea,
desde esta ojera férrea,
hoy me comí el firmamento anidado
en tu mirada aplomada,
soy experto recio como un lobo,
frío de segmentos cálidos de hielo,
maestro de mi espada,
escucha el brillar de mi navaja,
yo soy descendiente del miedo,
ámame como se ama
sólo una vez,
en el que nuestro color sea la piel,
afilo el poder de este silencio,
y te dicta
que te volveré a ver.
 
52. VILO RECTO, FORJADO:

Con alacridad serena
de mis años dulces
con pulcritud de espadas,
vienes y me das una azada.

Al barbecho claro me siembro,
sacando terrones de mi eterno lecho,
de una espina gemía el viento,
y acabó llorando vida el cielo,

trazos con ineptitud
de luceros que no evitan la sombra,
ella que la llevo agarrada
a mi cadera, sombra profunda sin espuela.

Fuera del tiempo, fuera de este grillo de tierra,
afilo mi canto sin despedida,
abrió el espejo su tierra
engullendo lo que es de ella.

Dura noche me sostiene
su atadura de luna,
resucito mi etéreo camino de esferas.

Recto colchón mullido
es mi enhebrada calma,
que se acicala entre lenguas malvas.

Vence este mi viejo amarillo,
como sol de tierra
se llama caléndula.
 
53. SÁBANA ESPECTRAL:

Bruma desciende su lengua
con caballos famélicos
que el suelo y cielo blanquean,
murmullos congelados
a gritos pálidos entre espumas florece
un aliento extraviado,
carne de agua, profundidad
de soto y acordeón de viento;
de olmo secuaz desmochado,
viva su entraña,
aguarda el mes tercero
que abra en lluvias
el idioma oculto que gritan sus raíces.
Es  un camino al paraninfo,
bordeado por pilares cipreses
que bruma y su nieve
cubre el pulmón del aire,
sábana espectral que afila
los dientes de frío.
 
54. LUZ EN REPRESALIA:

Cubo metálico sin fin,
donde se derrama
mi vida en una hoja,
fieles testigos
involucrados
mis verdes sueños
que sonarán,
goteando una clepsidra de mano
un hierro en el bolsillo olvidado
un barrote y un peldaño,
dejé mi inocencia a solas
por si vuelve,
a mi mesita de noche,
a un rosario oxidado,
a un armario cerrado,
a una vela de candelabro,
dónde yo me casé contigo
en su llama
y juré, juré no mentir más
a este arriano corazón esquilmado,
creí que la mentira
era ser feliz sin querer serlo,
de retuerto desliz
desmiento su designio
voluntad coja de verdades
para anticiparse al pasado,
raudales de belleza anidan
sin ser elección
sueño taciturno en cesta de mimbre,
todas las cosas
incluso las no creadas tienen razón.
Su sueño ha acabado
soñó la vida como su propia realidad
pero en realidad usted murió
en aquel accidente
el coma le venció
y le introducimos su posible devenir
que lo sintiese,
el tiempo se ha acabado,
debo apagar la luz.
No venció su destino.
Su hoja se completó.
 
55. ENCLAVE AMILANADO:

Surco tu blancura primorosa
en aleta que mi mar de tierra
entona, fulge la honda ojera
que casi arrostra mi alma.

Una pureza que tizna
tu enclave del mañana
alta fronda de espesura
bañan tus labios
sobre mi araña

diente en el fondo
de súbito crepitar
baña, fulge luces calmadas
apacienta el viento
sin saber cómo,
una ascensión de reflejos

un relámpago
entre dos oscuridades aladas
una luz desertora de mí,
tibia en profundo llano
una estela clara, vive que llora
belleza indómita.
Limada urna casi tuya
casi mía,
rueda y pasa
entre mis perpetuos siglos
transcurres vida
entre solanas, cauces
entre yacijas y cáliz
sin borde
agujas mil
ciñe que venceré
este agujero invencible añil.
Irrumpido, casi rayo parecía
servir a la tempestad
de Candamvis
pulcritud diminuta, arriba aristas
rauda, la sombra ha girado.
 
56. RIERA DEL SEGADOR:

Fatiga convulsa
del labrador destinado,
blanquea su yerta barba
entre espigas que esperan.
Por la hoz férrea descubren.
Hierro culto carga
asalto de glorias promete
la verde escarcha del labriego.
Cobre sediento de tierra
aguarda en su mina
su muerte
con esposa dormida.
Un cierzo canta con afán.
Tierra amiga
que destierra su leve trigo.

II
La cerviz huye
contemplando los brazos férreos,
armados.
Vana contienda enfurecida
que máquina de amor disuelve.
Como dura Flérida
que todo trabajo humano apremia
y este arado, sudor no empaña.
Anisada memoria acomete y apaña.
Soldado de hoz solícito
todo el campo le entraña
toda tierra llora su barbecho
su gesta hace horda
en agraz durmiente,
paso de las rieras
de muerte joven.
 
57. CLEPSIDRA DE VIDA:

No me iré
sin el hermano de mi trilla,
ni su simiente de grano
sin despedida,
no afinarán ratones de campo
la melodía que blande
y sostiene mi cigarra cada día,
ni mi olmo secuaz,
desnudo, dirá más verdades
entre mares de gente
ni semáforos precoces,
ni en vitrinas de estante
quedará mi latido,
ni aliento marchito
cual caduca hoja de estío,
mi sábana de paja
reblandecerá su añil graznido,
sortearé escombros relumbrados
de metal y cristales vanos
sin hocico.
Sólo hoy diré
que no me visto porque
sí me marcho,
calzaré senderos y alacranes,
calzaré pedregales
y sus nidos de lagartijas,
quizás no me importe nada hoy
ni que digan que yo vivo.
Mis venas serán encajes
de afluentes y sus ríos,
el mundo seguirá quietito,
los males seguirán empujando,
puede que hoy pregunte
a la serpiente de mi cuento
si me devuelve el ojo,
que yo la perdono,
arderá la compostura
de la araña de mi patio,
en un torno que crepitan las maravillas,
los jacintos silvestres mostrarán
sus botellas azules anunciando
que más tarde llegará otra primavera,
y que de la gala de flores
serán primeros,
guiaré mis rebaños por soliviares
que no me han conocido,
entre cernícalos y bosquejos umbríos
sus ninfas conocerán que a ti te miro
que a ti musa me dedico,
habitaré montes y lomas desdeñadas
y su cortejo será embrujo
para que las estrellas rueden,
llenaré mi granero con tus besos
con esta luna
no me detiene ni el tiempo
que se escapa
entre mis sarmientos.
 
58. ROMANCE DE DESTIERRO (VERSO LIBRE):

Raíz arcana anclada,
dejas el etéreo espacio,
en eterno cementerio
de tu silencio.
Yo taciturno espectro
misterio de parajes salvajes
que en tu lengua
confrontan.
Sacio mi lacio imperio
en soledad sin inicio
sólo aplacar tu idea
cuál ojo sin alegría hallo
ocho hijos me has dado
más los bastardos reconocidos
anudar mi vida sin vivirla
es desfallecer sin despedida
entre corona y candelabro
me alzo,
al fervor de soles.
Sí mi raíz de plata,
Como gusano y como polilla
no me marcho,
oscuro gusano
en volátil capullo de cobre,
devana mi sangre que rueda,
transmigra tú mi fosa,
qué humano se deshilacha de su obra,
infecundo escote sin gloria,
coraza por pechera,
tu forja de alma no abandones
ni con forzoso anhelo
de abandonar tu querubín
en tomo de tierra
aun la carcoma en espuela,
vencerá a la correhuela,
en secuela despierta libro
que te hace sangre
como a la tristeza bóveda,
y su sombra a fundirse entona,
avanzo sin cárcel ni insomnio
esfinge de mi carne perecedera vuelves
arrollada a nueve cerrojos,
roja sangre abrir puede;
tú eres mi umbrío tomo
que busco en la Tierra;
como fe en tórculo
rige tu blancura,
pergamino de vana ciencia
que profunda se hunde,
hinchando el viento
de tus metálicas alas,
verbo encarnada
sin margen ni acerbo,
llorara mi alma
en tu rostro
espejo mi gloria
de dios sin nombre
ni conocida lumbre
y mi ser incumbencia
sostiene armada sin anzuelo.
 
59. DESALMADA SIEGA:

Ventalle de oscura fronda
guardaba de almena celada
sin aire
luz en mi pecho arde.
Yo miraba la oscura nota
que viento este no daba,
por amores entonada
oh negra noche
a ti mi mirada
sin tacto ni guía.
Noche que frunces mi cuello,
déjeme mirando
tu parda azucena.
Seca sed, infructuosa
rigoroso margen de tu curva,
tu líquido selvaje me llama,
nítido por cercos esparce,
luego iris apacible,
asombrado, del canto encrespado.
Ufanía de albos trajes
tus letras gastan,
viaje al Parnaso
encarno en el túmulo
de nuestro rey.
Embeleso recto
te aguardo,
quimerista de honda fronda,
encara ya mi sierpe
que nacerá flagrante.
Espanta mis ecos quebradizos,
a mi sombra
mal hacer no se le atribuya
fatiga de aliento
no muestro.
Ejemplo de floresta,
saciada miente, yerba, monte, fragua,
cueva en beldad luz niega,
esfera sin fuego,
acaso no ardo,
apacienta mis arroyuelos,
por cada hielo
que lucen desalmados
sin tu brida, esquiva cintura,
carmesí.
Por penachos paganos
y espada en manos
cabalgará
tu caballero gentil
Castellano.
 
60. LLAMAS EN OJO DE SANGRE:

Flameante fuego
de los cielos
acoges
y frío duermes,
que los campos
ya no emblanquece.

A ti padre de los vientos
te imploro traigas
tu negro vendaval.
Así choques Aquilón
norteño con Ábrego
abre esponjada la tierra
a tender umbroso páramo,
sin azote
del fuego del cielo.
Labrador que clama ya,
la enhiesta primavera.
Cuántas sequías verá esta tierra,
sólo el estío
habitual dirá,
me sembré
sin blanco cielo,
sin que me empujasen,
yo encendí al ocre,
en todo acre,
tierra que consumo sus venas,
invocarme pueden,
siempre vengo
porque siempre estoy,
desde enfermedad sostengo,
me ves cayendo,
arrastrándome de nuevo
tu creencia de mantenerte a salvo,
donde nada escapa,
deslizo el tiempo,
no puedes verme en tu espalda,
estoy cayendo de nuevo.
Alguien me verá latiendo,
algo habrá después de todo.
 
61. HORIZONTE QUE ATIENDE:

Largueza que me aguarde,
cual llama en cántaro desvanece,
piélago ardiente,
escancia, sostiene alta suerte,
alegremente la voz del viento;
nobleza de rudo ejercicio
furtivo, desposeído
espíritu sin guía furtivo,
desvanecido, fatídico,
tú que ensalzas
la conjetura voraz
de mi sentido de vida,
cual arrobada insignia.
sonaban enebros
un sopor de encinas
bajo laúd.
Engéndrame grandeza,
que secunda igual
que a mí mismo.
Diana con flores
exterminio de fieras no manda.
Luz invocada
partiremos sin navegante,
estirpe que avivas,
con impávido destelleo
entre fuentes y torcaces,
padre de mi soberbia
furor de lobo que ve al ciervo,
torres bellas altaneras frondas,
sin secuelas de florestas
que acaso Venus no canta.
Nullam, Vare, sacra vite...
Conoce mis arcanos.
Mi Llúcia despierta,
rigor que afronta
guarda, desvele,
su reflejo en cristal claro,
vine por donde he venido
por el gris viento,
perplejo.

31-08-2017
 
62. LUNA TRECE:
XIII

Luna plateada de mi cielo,
en las noches
voy a tu encuentro,
pero te escondes
entre bloques
de hormigón y cemento.
Quiero verte,
pero incluso te escondes,
por las violetas ramas.
Mas los dragones,
del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso,
de sueños fluorescentes,
tú, de color líquido,
solo templado
con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago baila
con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te siento incluso estando solo.
flores opaco reflejo
de luz violeta
incluso de noche;
artifficie luzzae.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene
para sentir que estás conmigo
otra vez más,
recuerda
que tus ojos tienen sangre
recuerda el viento
que aúlla mi nombre
recuerda la luz que tiembla
y cruje la noche en las pupilas
recuerda que me hablaste
de amor en el tiempo
que cae muerto
que pactamos con el hielo
la vuelta del invierno,
recuerda cada latido
de oscuridad
que llama a tus venas de humo
recuérdame en la eternidad del beso,
en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda que vivo para ti
dando voz a la soledad asesina,
la flor vive soñando
que fue mariposa y abeja,
vive durmiendo la semilla
enamorada de la tierra
para despertar
y enamorarse del sol,
clávame estas nubes de sangre
en el hierro de mi destino,
se me negó la luz
encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo tú me sientes
en este camino
que no lleva retorno
solo espiral anhelada de renacer
el tiempo ya no nos puede sostener
camino buscando el frío
en este calor que quema el alarido,
te encontré perdido
hoy vives un amor
que sientes soplándote al oído,
en la puerta del infierno caído,
te casaste con la luna
que reinaba en tu corazón,
al viento le diste voz,
a la lluvia la nombraste
lágrimas de mi ayer,
le diste ojos
a la sombra para mirar,
la espina caía herida,
la caricia retornó a las polillas,
la vida marcha deprisa
cuando abras los ojos
ya todo habrá cambiado
solo encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando tu otoño
y la caída de tus hojas,
esperando que seas mi acompañante
en los siglos y milenios
que nos condenaron,
encontrarás esta sed del cielo
en cada silencio muerto,
en cada raíz
que grita en su tierra
toma de la vida lo que quieras,
siembra tu aliento
en cada tierra,
tú todo lo tienes
yo solo soy una fantasma
que sólo tú ves.
 
63. RESCOLDO:
JUNIO 2010

Con el susurro de la luz en cristal de gotas de
agua
pensamientos cálidos me arropan tu compañía
solo una vida solitaria desde aquella lejanía
un sol pernocta durmiendo disfruta su luna
con tacto terciopelo una vida de amor eterno
Un caballero busca a su mujer la extraña
avanza entre montañas de azores
y valles de bosque y ríos dulces
noche de amor entre nubes acolchadas
con el frío de un mundo en sangre
que estaba en guerra.
Ahora su patria era su tierra en la hoguera.
Se despierta frio y solo tras pintar con nostalgias
recuerdos.
y va el ancho río ya en sus llanuras
años no recordaban su vida y esplendor
todo se termina comentó el sabio nadie le oyó
la locura es lo único que conocemos infinito
otro la estupidez concluyó
pero uno saltó acaso no somos todos locos
mira la guerra que nos mató.
 
64. ETERNA LANZA SESGADA:

Cóncavo cielo
de la pradera de tu ceño,
orfandad de estrellas
convexas que se besan
por nubes que rutilan, y lamen
sombras, vanas a morir.
Soto de perdigones
y su proporción de alas de tierras,
cepas en guadaña,
aligustres sargentos,
la noche que la luz negó
a morir,
luna de luto
corría linde absuelto,
despojada su compostura
de alumbrar la llama
que mi pecho hiende,
luna gitana acuartelada
partida por cuchillos verdes
de siglos dormidos
y cipreses iguales,
somos la historia
que escriben muertos
de sus vidas,
engendrados cuerpos incompletos,
carnes de la mesa del creador,
somos lo que vemos
o somos lo que tenemos,
para inefable cena caduca
como otoño reposo del gris árbol,
aventaré mi lustre perdido
desmigajando lamentos fríos,
mi yerto sombrero
de campos de idea
brillarán acequias
como molinos de tierra,
el agua será besos de luz efímera,
destartalada, dispersa
como lluvia que ilumina,
y la sangre de tierra camina.
 
65. CUERDA YERTA:

Estridente vuela la hoja,
devanando respiros cautivos
volando patios de arañas
de grises fauces.
Chirría el viento yunques metálicos
suena su desvelo por lomas
afiladas, al desdén de voces mentales,
azares corren su suerte
por grilletes y sujeciones retuercen.
En un jardín del otoño caduco
mi voz se descubre, sola, sola
como cuando nace la tierra,
y en su yerma plácida crece la amapola.
Cautivos espejos no reflejan lo que siento,
sulfuran sino condenado
para no ser yo ser él el que hable,
de sensaciones acristaladas
y pensamientos sin vaho
empobrecimiento deslizado
por aislamientos que libertad llora,
allí creció una rosa
de trocitos de papel y pintura
porque nada es eterno, esperaba ser real
aislé al tiempo con vacío seco
abrí las puertas de negros lirios
luces me afilaban asidas de momentos
decrépitos, sí estuve allí
en sus sopas medicamentosas
y para curar mi cordura nada hicieron
porque me llamaron loco.
Pero yo sé quien soy.
 
66. HONDO CREPITAR:

Voy por tus desangeladas, profusas luces.
Hierro que me tiembla la osadía,
oxidado resorte candente,
que afuello;
relamen linces del tamaño
tu dispuesta ternura.
Hirsuta ciencia tu tomo de tierra.
Acristalado vence marea súbita
de ojos realizados;
mi espada no luce marchita
afila latidos de mi corazón
ignoto, ante tu ser,  casi desnudo.
Orando llegue revelado momento
de aspados dientes
y destellos secuaces.

II

Aruña mi tierra una vez más
como un grito en la vena,
como un gemido perplejo
que brilla el tiempo,
que empañó
tus vidrios líbicos,
atemporales, dispuestos,
sin margen, sin curva, ni acervo.
Saliva en aljibe de hondo deseo,
exasperado, irisando crisoles
que jamás marcharon;
beso y muerdo tus orejas malvas
profanando tu blancura primorosa,
en tus piernas gemelas, semi-abiertas.


III

Mis violáceas hojas marchas
raíces que maúllan mi calma;
profundo el zarpazo de amor
que me afliges.
Osadía acariciarte en destelleo
entre vela y candelabro
avivado tu hornillo de espejos
que supinan.
galvanizada garra llega
a arañar la puerta;
rumor de fiera vespertina.
Solo ante tu sosegado
siempre azul violín
que la humedad
de tu floresta,
nunca más virginal,
entona.
 



67. PERPETUO DESMÁN:

Fragorosa fuente
de hondas sienes
punzantes.
Corrompen, bullen,
la tibia agua de sangre
cándidas de tu mirada
hastiando,
rejuveneciendo
el infinito enturbiado
que el cielo sostiene en tus cejas.
Flagra, flagrando
viene marchando
vaporosa suerte
entre sotos perdidos
de joviales tapiales.
Suya, suya era la muerte
como plato de cena
siempre resplandeciente,
abría su baraja
un helor de diciembre.
Apocando consentida
fuegos de tres avernos
que ceñían la nieve
de sus piernas
sin desmán gemelo.
Derritiéndose
como llama en el hielo,
recodos ocultos
y su murciélago señor
en tules de carne vestido,
granate como brillo de rubí
le marcaba como seña sin fecha,
ni indeleble senda,
era hijo del acero de su mirada,
endoselaba su sentido
como el soñar
y reclamo de las flores
para ser simientes.
Grazno encendido de cada roble
caminaba su destino hiriente,
horizonte que se estiraba
y sonaba con lluvias que taladraban,
como soñaban los campos.
Apacienta su visión serena,
oh, rauda, pura flor
abres tu hastial
como se desliza la primavera
entre tus dos montañas,
que velan que aguardan
sin franca ni verja.
Eres mi vacío perplejo
que quepa y florezca mi sangre.
Mar que inerme
quiere llenarse
sin libro de esencias
ni oscuras tinieblas;
quise ser dueño del aire,
alzar vagarosas ilusiones
como fieles pilares,
castillos que nadie tumbase,
pude ser siempre
y hoy soy lo arado hasta la fecha,
mortal acicalándose el alma
que será siempre.
 
68. VIDA TRUECA EN HERRUMBRE:

A este amor
de la lumbre
mis ondas líbicas
flamean,
esparcen los aires,
en angosta luz
intangible,
solamente maleable
por la sombra que se agazapa
y abarca mi propia torre,
luz en acorde de un fuego solaz,
irascible en roce de fuelle.
Quién amante de su espejo
silente, umbral acrecentado
en lapso de este tronco
que vaga
que forma mi cuerpo.
Incólume desdén
azaroso,
flagra que vence
que guarda sombra en su bolsillo.
Al relámpago de idea
me alzo
asigno sentido
a morir
en el trazo y zarpazo
de un verso.
Crestea en raíz oscura
todo lo sentido
más que su lengua de fuego azul.
Luz fuera
en simbiosis
del señor padre
Rey de reyes
padre celestial
único al hervor de estrellas,
Rey lucero
Rey Lorenzo de días
que él manda se tejan
de fotones en estampida.
De rocíos que cabalgan auroras de tierra
y savia regentada.
Mi dios entre dioses
¡Oh Lugh!
Padre perfecto sin comienzo,
maestro, dueño de la esencia de todo arte.
 Guarda mi lugar
de tu soldado Förüq
cuervo de tierra
guerrero de los tres umbrales,
vine a dejar mi hueso
no me esperarán vivos si vuelvo.
 
69. SOL CRECIENTE:

Destapa mi tiniebla pura, tibia, serena,
Sol refulxit umbra refulgens,
noche que tus luces breves
duermen el sosiego del asfalto,
plomiza, la música de tus ojos,
funde sus calores mi niebla matutina,
Sol de trece estrellas
acoges tus lenguas de amores,
fuegos irisados a siempre reinar,
el camino de la vida,
y sus fauces sigilosas descienden,
camino de esta bruma
que el mundo extiende,
sin nombre no te busco,
te encuentro, en la cumbre
de toda montaña,
en la concavidad de tu luz que entraña,
desvelo del despierto fundición de mares,
nacimiento de desnacer nos alumbre,
la vida de la solaz muerte,
amor flagrante de lumbre,
vestigio en ascua sin final
ni honda luna secuaz,
odisea en parajes de temprana escarcha,
oh sol de soles 
¿Por qué tu osadía de seco tajo?
el nervio de mi ballesta tensa
mi Dios sin nombre sepulta
y aviva mi grana brasa,
la tierra cruzará un día tus fuegos
azules despiertos,
tumulto de quien te vio castizo,
el tiempo se fuelló,
brotaron entrañas de la tierra
sombras densas que apabullaron,
sólo las golondrinas danzaron
y las mismas espinas me arrancaron
el corazón.
Sobre la grama viene a descansar.
 
70. CUERVOS NACEN:

Raíces de tierra abren bajo mis pies,
ay la tierra que sólo osaré una vez,
sombras juegan bajo mis pies,
bajo montañas de sangre,
se alza mi espíritu,
un aliento helado de piedra,
un paso más bajo soles apagados,
unos ojos profundos del horizonte,
caída resplandeciente de mi espada,
un atardecer frente a mis ojos,
fieles depósitos de umbra serena,
se abre esta urna,
crepitan soles en estampida,
se afilan las garras,
cavó la piedra,
buscando vida eterna,
fuente fría quedó dormida,
se alzaron bosques de su sombra,
jugaban en un patio de estrellas dormidas,
he visto nacer de sus entrañas la furia,
sombras caminan desde el infierno,
las puedes escuchar,
juegan con latidos de tierra,
sombras despiertan
quién las va a detener,
alzan sus espadas clavadas,
la sangre se aglutina
buscando las puertas,
nació un cuervo entre su sangre,
acecho yerto entre la dama oscuridad,
me descubrieron en un campo de víboras,
al poder del rayo nací,
osado escalo mi vida una noche más,
lobos que aúllan mordiendo la luna,
la noche que es de las fieras,
se ha abierto el infierno,
sombras caminan sin astro,
un poder que el alma sucede,
destierros en compás de fauces,
raíz madre vence este compás
de todo lo que se alza bajo tu entraña,
escucha este latido de tierra y sangre,
aglutina la vieja estampa,
sé mi amparo en toda lucha,
escucha mi lágrima de luz dormida,
dame voz, dame fuerza
entre estas sienes perdidas,
contra la perfidia de estas sombras nacientes,
que no encuentre su maldad
la flor sangrienta que tanto ansían,
no dejaré de surcar senderos ocultados,
no habrá espada oxidada
que venza mi valía
ni quebrará mi escudo,
gritos del ayer,
no partirá mi aliento,
no quebrarán mi hálito,
viento me sostendrá en cobijo,
aguardarán mi oficio,
sembraré la luz en tierra yerma,
mi azada de carne de metal,
rajará la tierra este muerto horizonte,
una espiga roja y negra se alzará
será mi vida,
tinta y sangre de esta osadía
de alzarme.
 

71. CUERVO SIEMPRE:

Destinos nacientes
al fervor lumínico
me expando
entre árboles
de verdes filos
perennes,
al fragor
del ardiente otoño
renaciendo,
al vapor
de soles sin sombrero.
Llueve mi ser
esta entraña surcada
en simbiosis desvencijada,
cuatro cipreses me clavan
la visión serena
de que soy insignificante
ante su longevidad
imperial.
Retorcidas mis ramas
se alzan
al latido desertor
de este hiriente
tejo que escribe
sus runas de Odín
con su sangre de tierra,
al resplandor
de este parásito longevo,
que es mi pluma.
Rizados bosques
de helechos
que me trepan
con sus rizomas
mi fría idea.
Al colapso de gramas
por gentes,
metáfora de su vida
comparada en duración
con este ciprés silente
que tengo enfrente,
este cielo está brotando
su oro que ciega mi vista,
aún ciego escribiría
que vino a plañir
mi alma
entre sus filos
por soledades
complacientes.
Yo cuervo poeta
estoy entre pilares
de mi obtuso,
antiguo, existencial
hogar enraizado,
mis venas
que soterradas
pueden ser raíces
de mi espíritu
por descender yo
de mi padre árbol
y mi madre Tierra
esto no es más
que mi córvido
tesoro de letras
ojalá algún día
broten en flores
estaré en la santa cumbre,
allí,
donde los sanguíneos versos,
se vuelven materia,
yo soy un tercio de mi vida
en floración,
porque allá
donde me encuentren
soy primavera.
 
72. RECTO METAL PUDIENTE:





Cae la noche, sobre ingrávido
lecho de mi juventud
acostando la luna de cuarzo
entre áspero frío.
Cuerpo mineral candente
quieto en pantanos de tela,
retorcidos sus destellos
en esta nube de leche,
el fango fragoroso gira
imploro a esta luna que ame,
y el morado cielo ladea.
Mi sangre verde.
Es por este escarabajo
que llega el verbo.
Soledad, soledad tus pulcras alas
que vencen auroras de adoración.
Aurora funesta clavada la hora,
vorágine o trasiego
luz que ignora
si acaso nace.
Tus infinitos yo beso
dime corazón al apoyo de tus párpados
cuál profunda verdad
en esta espectral rivera
de ondas líbicas.
Espuma densa
de océano de ideas entregado.
Profunda ascua invencible
es mi dolor que más no quiere
retirarse,
que sentencias invade
todo ojos,
montaña de hojarasca,
cristal de pulsos
que tu imagen toca.

73. FÉRTIL ESCOLLO:

Hondonada del hondo soto
en ribazo de tránsito veloz
por rambla angosta acequia
en alta lengua de lenguaje
en fruto, caliza lengua,
profundo tallo, vine exhausto
con canciones de luna
y soberbios cipreses.
A desnacer silente,
Tiempo se derrama
clepsidra de mi sangre,
solaz soto de hoja marchita,
limándome en la lumbre,
atarraya de luces por señuelo,
entre carcomas voraces se tejió mi verbo
señero de un sol despierto,
vine por un destello,
traigo mi botijo, sueños colmados
en un estambre ambrosíaco,
riera en venas
hasta ver florecer tierra madre.
Chopo de su vientre,
silencio secular
entre ojos quemando,
viví,
vine por siempre por sus voces,
rieras ven desfallecer su curso,
colmenas risueñas
por adjetivos precoces,
telar dorado es mi letra,
en el que no aprendí
ni me aprendió el ripio,
al menos nací del silencio
mente blindada criando cerrojillos
de idea flagra que deslizó la sombra,
cerrando tiempos que eclosionaban
viles falaces viperinas,
campo del alacrán
campo de terruños esbozados,
este siglo que comerse
así mismo puede.
 
74. CONDENA:

Iba la tiniebla bajando mi escala,
iba vestida como florece una roca
de anchas y hondas calzas,
desertora de la mundanal zozobra
que me acusaba,
bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre,
entonces abrí la ventana y apareció su madre,
azogada, cansada de ocultar la luna,
abrió sus oscuros párpados
y una espectral sonrisa se dibujó en su cara,
para decirme: -Esteban su Sol ha muerto.
¿cómo?
Entonces encendí una lumbre,
y lentamente devoró aquella madre oscuridad,
mientras yo escribía una elegía,
posó mi ventana un cuervo,
que dijo: -Noche siempre.
entonces un vil recuerdo de mi Sol
cruzó mi mente,
yo que le creí invencible
ahora la luna era una esfera negra,
un espectro se colaba por mi ventana
era una mujer sembrada en sábana,
me acarició el hombro con su manecita helada,
ella que dudaba más de su existencia
que la propia duda,
entonces miré mi imagen en el espejo
y la imagen me devoró el rostro,
ahora lucía una piel pálida
como la arena
y unos colmillos que atravesarían la madera,
era el inicio de mi condena.
 
75. ALJIBE BULLE:

A mis campos,
a todo lo que amo,
a lo que nace y se cuida solo,
con pretiles gestos les crece la dicha,
rabiosos vientos descubren,
un cielo oscuro
que ya no destapa el verano,
sólo ahoga esas flores de sombra
que marchó el estío,
cabalgo sobre la vida,
latidos intrusos,
indeleble mi trazo muerdo,
de mi alta torre bellezas
trepan y escalan,
yedras esquivas apostadas firme,
tañen nuevos tiempos,
que no aseguro mejores,
abren abrevaderos sus llagas
de manantiales soterrados,
registros de vida de rebaños,
áspero soliviar,
marchan caminantes
sus ciudades que negrean,
igual que liebre
por monte fragoso,
negro redil
tierra no igualases,
hasta lo más ínfimo
osa y yergue distinto,
cristalinas fuentes
que los capullos abren,
serenidad del insecto justo,
afilaré esta canto,
que abrirá el Tiempo,
surcos sin escollos
que surcan las letras,
ávida promete
nuevos verdores de horizonte,
verdecidas frondas,
rendido no dormía yo
ni mi negra víbora,
mi arco ni aljaba arrebatan,
miro por mis suspiros,
no se mantengan solos,
izaré la montaña,
no me recluirá la cóncava suerte
de su caverna,
así el cielo descienda,
quedará un arco-iris
de flores silvestres
en un aura insoslayable;
Avanzaré trémulo
los ecos de mi voz,
por si reverbera el sueño
en que yo acuesto el alma
de todos vosotros
mis campos que amo.
 
76. IMPÁVIDO DESPERTAR:

Iras negras forman celada,
ante y bajo protección
de mi égida,
por cruel invectiva
cabalgo mi piel de astro,
pavesas del fuego áureo
de quien yo era.
Levanta sin suerte
metal de escudo,
arrebolado suspiro sembrado,
fuentes me colman los ojos,
un reverdecer que aguarda,
mirada acristalada
con matices hondos,
tierras crestean
sus ávidas sienes,
sin someterse,
siempre sin dueño;
Inmoble andamio de la vida,
cuando Noche arrastraba
sus ventiscas bramaban,
sin lluvia, ardiendo,
he cruzado estrellas,
un sol oscuro he prendido,
descendido
con campiña de laurel y mirto.
fatídica era de las sombras,
dioses del subsuelo,
abaten sin piedad,
cerrando la puerta.
Estas ruinas sin riendas,
desposeídos lugares,
temblará mi nombre,
sin ser
Rey de los cielos.
 

77. LUCIENTE LLAMA:

Escita levantas,
de insigne pasajero gesto.
Mi dulzura de cólera nacida,
cantad mis años dulces
a Diana,
entre boscajes
y frondas suaves.
Donde el torvo cielo no amenaza;
Allí se blanda
mi ser recto
de conciencia pura,
cantos se erijan
de verdad desnuda.
Sombra de saetas vanas.
Sangra, luz viva, altiva,
nada sin tus honores consagre
el viento de plenilunio.
Ceñidas las verdes sombras
de las hiedras arrancando
liras al pueblo fragoroso.
Vieja entraña lacerada,
escucha el reverdecer
de la sagrada cepa.
Sin honores no hay versos
ni comensales.
Cuál la vigorosa, valerosa
Quimera
que el ser no enrosque
llegada la hora.
 
78. FÚLGIDO ALIENTO ESCONDIDO:

¿Acaso dormiré la noche?
Se callarán los susurros nocturnos,
el blanco cielo ya no acostará plomizo,
su letargo de otoño aguarda,
taimada mía no marchites
mis leves hojas;
No todavía.
Ampara mi dorada yedra
escucha sus notas de savia verde,
abre y abrirán rizos
en acristaladas fuentes.
Allí el clarín entone
enamorando a la dama del lago,
serpeo mi suerte cuando me dictó verte,
común lache yo perezco
en brazos de mi lejanía nunca hallada,
a ti entrego mi labriego,
inquieto, escita de su linde quieto,
aplaca mi bajel de ala irascible,
relampaguea incesante
alta como la luz etérea,
perenne que yo estaré atento
para osar y no desprenderme;
perjura, retrocede, y avanza
alzándote por falaces bocas,
que desaconsejaron
y creíste amigos,
no poseo yo almendro
de almendras de oro,
pero todo se dará,
sin caer en el vulgo,
mi sed al menos procuro,
es la sangre cándida,
arremete, marca su cántaro rodado,
blando, una solitud escarchada,
a la que se desea tras todo estío,
lisonjero de tórridas llamas
secuaces del terreno.
Hoguera me tiendes la llama
sin rendir tu escuadra,
preso tiembla el morir noble.
Peinadas parras de la sombra,
tupida vida que acicalan
acariciando al rey Sol.
 
79. TECHO SIN TIERRA:

Inerme descuido
entre fronda misteriosa,
ríos en lágrima cabalgan,
estival aura
y su sol que en carroza
pasa,
entre las puertas de este mundo,
mundo de sombras,
sombras irisadas,
donde mi árbol no se da.
me escucharán árboles
mi sangre repleta
de sombra vana,
quicio indiscreto,
tu abierta ventana
que ya duerme en tus noches,
resguarda que mires
mi marchita hojarasca.
Mi acorde arrancado
a lira de fauno,
a número y medida
mi azar de entraña insepulto,
escruté cielo y mares
y ni un acre de tierras
me concedieron,
auras me levantaron
de la negra muerte,
y hoy sigo doliente,
camino esa noche
que camina todos,
dura coraza me resguarda,
de impetuosa saliva;
Sirve de tumba
a esta mi funesta vida,
un soliviar de acequia pido,
acaso es tanto,
donde la amapola
juegue con el ribazo,
y se descubran geranios de los caminos
y peinetas de brujas
con abrojos,
magarzas canten a sus coronas
de reyes allí, donde los cardos
hagan nido
y abra a su luz la caléndula silvestre,
abrigando este sino desdentado,
y su añil de tierra,
que mece y sostiene
hasta que muera
sin nada cambiar
hasta encumbrada la fiera.
 


80. OJOS ALBOS FIJANDO:


I

Claros y dulces,
ignotos ojos medrados,
iluminando auras fugaces.

Compases abren,
su timbre ecuestre dorado,
por la lira que quedó sin pulsar.

Cogí y ofrecí las malvas,
de mi camino, sujetaban ellas
los campos.

II

Tácito pulso sobre el musgo,
buscando verdades de sangre
en piedras ya no desnudas.

Yunques con señeros trabales,
de sienes crudas
y plomos derretidos.

Vestido albo sin encaje,
cuña de este garfio;
Semblante sin ser rey bárbaro.


III

Déspotas comensales,
fugaz escita háblame del Sol naciente,
sin cordura ni engranaje.

Mi deleite rige, amaneceres
donde se acuesta el este
entre vespertinos roces,

que alma sacuden
de irascibles cánticos
al nuevo día que envejezca.
 
81. RAÍZ DEL AURA:

Arrostran secuelas
de cicatrices
en mi nueva forja,
abren caléndulas temperamentales,
cebollinos de lares silvestres,
a Numidio le ofrezco,
jacintos silvestres
en evanescencia,
y mis rosas caninas por abrir,
no falten a tu vuelta,
ajipuerros inquietos
aguardan los campos
el reverdecer
de otoño sembrado,
romo hierro crecenta mi sangre,
labriego invocado,
irritable,
a la vuelta de mi fortuna
sosegada, trillada entera,
como tupida yedra abraza
la sombra de su árbol,
no piso cenizas que se parecen,
honraré sin coturno
a Cécrops
esperando laurel eterno,
cuántos ríos nos desconocen,
este honroso polvo,
Musa mía no abandones tus juegos
modula tu laúd sonoro
que tu voz parte y pretende
dulce y armoniosa,
al fugaz viento
tiende mi fulgor de armas,
se duerma así
con mis oídos dejando
se afilen trompetas
y clarines bélicos,
brillante mira displicente
mi hiel de suerte,
hoy no vendí ni un atisbo
de espíritu a su cruel destino,
argento un color
nombré escudero
que enraizó en la tierra
como un blanco chopo de belleza.
 
82. VORÁGINE DE TRASIEGO:

Afila mi sien,
perdido acre
de largas venas,
traspuesto
entre vientos abisales
derritiéndose tierras
podando su eternidad
en soga que el tiempo
roe;
Fértil vientre entre febril cumbre
de opacos rayos acrisolados,
ventanas fijas
al cerrado horizonte.
Por las armas de mi pueblo sin civilizar,
Numancia alzo a tu sangre inmortal
tus más de dos décadas
luchando contra un imperio mortal.
Aciaga afrenta por la anclada
libertad.
Fuego de breas nos vio marchar.
Caminos eternos con valor
surcaremos
para que no nos pisen nuestro hogar.
Lanza y falcata se afilará
y hasta el verde lagarto
a nuestro paso se espantará
recluido en la sombra
que nuestros pies avanza.
Niega, sigue, prosigue
que su sangre rehúye
hasta el ocaso sigiloso,
que se teme incluso desde el mar.
 

83. LUCIÉRNAGA DE NOCHE:

Razón mía que alojada
imperturbable,
abres tu duradera onda
imperceptible, desnuda,
esta luciérnaga que el cielo cruza;
Como un grito sin hacienda ni aire,
acaso sonido fueras,
voz de mis males tenue conciencia,
vosotros que nunca me leéis
yo jamás he escrito.
Papeles en blanco
me enroscan el sentido,
ni agitan al inmoble
Dios de tu hermosura,
quién prodigio, quién mediocre
si estamos de paso.
Nadie a quien impresionar,
nadie a quien agradar,
nada que negar, nada que defender,
todo se acabará afilando
como hueso de durazno
del tiempo germinando.
Millares de ciegos caminan
estas noches perpetuas de septiembre
fuera, por fuera.
Puedo verlos cabalgar
su visión negra
sin el amparo de la luna.
No hay lluvia que gotea
a mi ciprés torcido,
sólo blanca secuela de luz ardiente,
otro verano que no quiere ir,
mi sueño no quiere mi verde roble,
apresta, carga mi ballesta
que mi fuerza no vence,
yo que vivo para morir a gusto,
al mío no al de nadie,
hechos de ratas sumergiéndose,
como infinitud de hombres
que no cumplen su palabra,
será un puerto
con mi buque emergiendo
cuando le toque zarpar a mi cuerpo.
 
84. RUNA INMOBLE:

Sombra mía,
esquiva de mi vida
encarnada flor de ella,
entre vientos en tierra
encorajinados de nueva siembra,
de huella luciente,
valor ensimismado
brotando el ababol,
de sangre suya,
sombra sin cuerpo,
acaso tuya,
difumina otra sombra
de quien yo era,
yerguen espigas
con pilares de belleza,
descansando sobre el agua,
que arropa tu fresca cara,
gira mi vencejo la loma,
no había primavera
ni lógica aguantaba
este Ara de hipérbole
de tierra meseteña
de tierra sepulta castellana.
desnacer mío
el terreno me aguarde,
inquebrantable dicha,
visión de mis dioses,
vigía perenne,
oye la lluvia,
no preguntes
tiene miedo llora silencio,
recodo alumbrado con espinas,
llave de mi pecho
destapa dragones y fieras:
Dardo senil de esperanza inmóvil,
caduco, inmortal
para renovar sus hojas
en ascua etérea del mañana,
carne de viento que espera
el cielo, obtuso, abrumado
cuajando destello arrebolado,
cuando se desgañita la vida
por el esperado ocaso
que vieron los ancestros.
 

85. NÁCAR FIJO:

Gualda hiel
me abarca
recto coraje
desde cóncavo iris
a mi pecho abierto
enraizado pecho
de esta amapola
ababol de sangre,
de esta ceniza
a otra aparente,
la mía.
Flor de sierpe
anidada,
desciende
aveza que encuentra
mi fusil,
derecho de llama
flama sin directriz,
merced
huye
mi nueve será eterno,
sin licencia
ardiendo abismo
en gota extensa,
lacustre rajado
de Villa Rica
creada por mi tijera
yesca
en vetusta silenciosa,
disculpen
vidas de un día,
yo poseo sangre
y mande que resuelva
sé cómo emplearla.
 
86. CAMINO DEL ESTÍO:

Páramo de mi nervio,
aguantas el tesón
del estío estirado,
ya la lozanía te languidece,
tu soto caduco de forraje,
el ocre te vence
tú que desdentado de savia
ni pereces,
por voces tus cumbres
se hacen mesetas,
inmoble color del hierro,
tus tierras levantan,
con palpitar que al cielo
clama su llanto.
desde la pizarra
al canto rodado
sólo montañas no guardan
tu sed de antaño,
brezos ya laten amarillos,
compases al verdor
de la sombra de santas encinas,
bosque esquilmado rocoso,
denso musgo marchito,
¿cuál la tierra madre?
¿Cuál la piedra oscura
en la que muere la tarde?
Dulce tarde con oro trigo,
sin rastro quedará la seña
y el silbo del ganado,
llamo a mi astro sosiego
permita a la nube avanzar,
paz sin recuerdo en la hondura,
caduco parece tu vientre sereno,
sólo al dormitar de simiente,
un molino corta la áspera onda.
Ara que prevalece su trillado esplendor,
su llanto del cielo gime
la tierra castellana,
estampa dorada sujeta,
por la que la vida marcha.
Camino de Humanes que sigo,
por ramblas padecidas,
sigo el camino del hueso,
para entablarme
con las espinas de un endrino.
 
87. SUEÑA LA REPRESALIA:

Sangre expiada,
ceniza aparente
de quienes eran,
incierto azar de las armas,
oscuro riesgo,
desdén del tenebrio
encorajinado,
parca ilusa que todo abarca,
sin oír a los Dioses,
simas y ríos que nos ignoran,
¿Qué campo no me atestigua
en ocres muertes
todo lo que la tierra devora?
Esta avara tierra
que relame sus crines de plata;
Y su destino no embellece,
justo de ala nueva perenne.
En las prósperas sienes
de regocijo,
acogedora sombra del blanco chopo
y este opulento tejo,
que al muérdago muerde
aguardando convencer
a las tres Hermanas de Negros Hilos
no me hundan en el abismo.
Mi musa cautiva toda de nieves
yo, de bronce,
niega ser de origen innoble
con ocho lustros asidos
opresores,
púrpura brillante,
esquiva,
pureza en jaspe
de luna,
del arroyo fugaz
bebe y el viento revolotea
sus suaves cabellos finos
fluctuantes,
se encienden
mis tibias cenizas
por amarla a ella
lágrimas sobre fértil vid
que engalanan,
Valgio abre y llora tu torrencial
desde tu hogar caelis,
deja fundirse contigo al Aquilón
cae tus espejos deshaciendo rastrojos
cabalga tu agua
por estos estrechos campos.
Abstruso tonelaje de mi pensamiento,
hosca patria mística
de amor furtivo,
trémulo de lo que el querer quiso,
sin falso engaste avanzo;
el poder del cuervo siento
ese único que visita mi jardín
a las nueve.
Por oscuro aflige
que ya no es celestial,
ni aunque el cielo fuera pardo.
Vetusto, geométrico, áspero
mi desliz absorbente
como un torbellino,
que ya las penas
de mi olmo desnudo
no llora
ni la belleza refugia en esfinges
sus torres que son de la tierra
como señeros de vivos,
raudos árboles enhiestos,
en su copa
que bebe al tiempo.
 




88. NEGRO ASPAVIENTO DE UMBRA:

Ahuyento el crujido,
el espasmo de viento nocturno
que fuma mi cigarro,
es una violeta opaca sombra
su éter de persiana roída
pasaban yertos caminantes
sus ciudades que les negrean,
un suelo quebradizo
blandía figuras
con espasmos de cobre,
por faroles y fuegos,
luceros, edificios de leche
y hormigón,
perdición flagrada
en toda dirección,
un segundo vuelto atrás
y observo detenido mi desquicia
se alimenta voraz
de estos cielos de plomo y zinc,
solo una vez más
miro mi soledad desde el otro lado,
y se espanta el negro apuesto de vacío
empedernida luna sujeta
por filamento malva de la luz estrella.
cuento 999 y aparece mi cuclillo,
asmático suena mi grillo,
el segundo ya vomita otro minuto,
no me cuentes reflejos
de ávido camaleón me visto,
semáforos disléxicos
me cuentan de mi azar de visión
por la que enfermedad es alegría
y nacer la misma lechuga,
hoy volaré sobre un vencejo,
avistame hondo, fugaz, pertinente,
crispado, retenido entre mares de tierras
a lomos de un caracol que cabalgo,
y no me vence la luciérnaga matutina;
negros soles me cuentan
que su luz es sólo un respiro del Creador,
la tiniebla ganó al tres en círculo
y el mundo se puso de cruz, 
mi tuerta creación,
sonido ciego
me avasalla la abierta ventana,
un crepitar valiente escuchó
que abrió sus ojos,
y un irisado que la noche clama
se desperdigó,
era tiempo para volver atrás como
las plantas silvestres
que se hacen las muertas
por qué pues porque siempre están,
como rey lucero
es certeza de mi magna
espiritualidad que ya nadie niega
ni con gafas de Sol.
 
89. TRENZADO DEL TERRENO:

Abro de mí, la rigurosa sombra
acogedora de mi blanco almendro
fresco dosel que presta almazaras
llenas de olivos,
hermana del negro hilo
cuándo mi jardín florido.
Rasguña con tembloroso sigilo
de savia dulce su arroyuelo.

Blanca luna que me reflecta
en los sabios bosques.
que sus mieles Himeto me concede,
colinas serenas me aguardan,
y en las prósperas perviertes,
apacibles bellezas
parirán tus ojos;
Lágrimas sobre mis tibias cenizas
de aquel que duelen y sigue
porque son del poeta que te ama.
deshecho en espumas trenzo
vaporosos ríos de mi sangre,
vernal lozanía
que aún gozo
como luce la flor sepulcral.
Ceñida cabeza tuya
de las rosas más vivas,
¿Quién cauto te hará cortesana?
Raudos Lapitas no hay futuro mejor,
el viento me pulirá su acento,
bien funesto que considero
que me sembraron
de la bronca hendidura
que no sucumbe ni se hiende,
Baco enseña haciendo danzar Ninfas,
aguzaban sus canciones,
pobre labriego este que nunca se dio,
pilares auras según lo pidan tus liras,
¡Oh Calíope!
Musa de mi lenta melodía,
tráeme la fronda verdecida
de tus mantos vestidos
de Ferento la sola campiña.
Sin feroz hija hambre,
yo providente augur
de todo lo que amo;
Al escondite del alacrán
no proclamo,
por doquiera me dirija la suerte,
veo la oscura tempestad que anuncia
que yo estoy bailando en la luz
para poder bailar en la oscuridad,
Galatea la corneja no me espantes
que mi buena remembra.
alma présaga de lluvias
que a la flor incitan,
yo que en pulido ribazo
quiero prender a Ninfas de flores
absorbentes de miradas
y de fugaces estrellas.
Amor tan torpe
¡Oh mis castos dioses!
soy yo humilde
un ser hermano de la tierra
que no permite
ni a víbora ni culebra
le retiemble
la paz diáfana hallada.
 
90. DIESTRO DEL MAR A LA MONTAÑA:

Fuego trenzado, galopado
crepitando el amor fulgente, estridente
de mi madrugada
que avanza que danza sin balanza
el infierno silente de la mañana ampliado
río de mi sangre que colma el páramo deshojado
donde vive donde crece mi chopo viejo
colma el terreno mi sed de abrojo
diestro mi hálito exhala su desliz embelesado
nacarado, embrujado, por mi mujer
endiosado, extasiado de miel y ambrosía
repleto, lleno, colmado, extasiado
mi río de sangre avanza no se detiene
corre del mar a la montaña sin mostrar despecho
de grazno escondido en cada torre
el idioma de la noche se hace presente
tiempo que corría muerto desde
mi sótano de luz
a un horizonte tenue por conquistar
corría la lagartija sin desdén
por enternecer al horizonte diestro
del mar a la montaña dispuesto,
de pieles extasiadas cantaba
el surco del reguero de mi vida
por florecer en la arteria del lugar
graznaba mi alma a los soles de espejo
fuego trenzado en cada ciprés
que me sostiene
que mece el amor de mi sangre caliente
era llena, habitada por la flor
sólo allí donde reposaba la belleza
allí donde ardía el sentido
enarbolado, flamígero al ojo del cuervo
bullían rebosantes mis fuentes
esas por las que se colgaban
parcos los árboles y enamorado
el suspiro acampaba la tierra
de piel de nuevo
esperando mi vida quieta
la ascensión de su alma al cielo
atochas de esparto me sostienen
para tener yo sangre de tierra
gramas me florecen en invierno
el beso congelado
del Tarot helado de mi sangre
hoy gime el tiempo en mi ventana
quien lo viera marchar de cuchillo
de espino y girasol helado
hilvana el viento corazones en los álamos
para que despierte feliz mi Sol,
y concluya el tiempo de la madrugada
de mi vida en fulgor
que dibuja siniestra el corazón
de mi albor,
ese por el que descansan horizontes
crepitan montes, las aguas
brillan fulgentes estallando
mis veintisiete fuentes
como gotas tiene mi vida,
fiel mi caricia anhelante
de una sed por la que revive el inframundo.
 
91. DISPUESTA GRANA MALVA:

Diestro tapiz me unge,
cabizbajo de este gris
que desnazco;
se amilanan de grana
guadañas que me cincelan,
no me iré de mi abismo
ni en él terminaré de hundirme,
ni este cielo acabará
de blandirme,
quebrará mi espejo de espejos,
y similar me encontrarán.
Mientras subiré por el costal
de mi camisa todo lo que veo
un azul teñido de mares de tierras,
como es arriba es abajo,
soslayando me encontré
con un camaleón de quien yo era,
hoy afirmo que lo vivido valgo,
de vidas de un día me aguardo.
Manantial displicente esquivo
es esta boca de tierra que rehúye,
una vida y un arrebato colgado,
una sinfonía de grillos
que reverberan las fuentes
y sus encinas y sus quejigos,
sus rocas y sus nidos,
sus lunas y sus espejos,
vine que me estoy tejiendo,
una carcasa y una flor
es por mí es por ella,
que el color nace color
se abre paso una rosa bermellón
por ella es que reverdece
mi corazón.
Y un ocaso malva
se escuchó entre los dos.
 
92. ALBO ESPÍRITU AZOGADO:

Abrí las rojas puertas
del fantasma de mi corazón,
despertaron grises leviatanes
como agujas sin cabeza ni redil
era él un fantasma puro, impío
un último respiro alzó
a mi cabeza,
y caí de rodillas
a otro mar
a otro mar
el suyo sin calma
ni espumas purpureas,
abrí esta vez las ventanas de mi pecho
esta vez como si alguien las sujetara
en mi propiedad
de fría carne,
un pulmón marchó a una rivera,
el otro perdido marchó
a otra con mi espíritu,
quedaba mi cuerpo como frío, desierto
páramo sin espacio sujeto
donde anclar señero de luz
mi pecho, el otro espacio
de mí desierto
oscuro como opacidad
de noche de soto sin luna
sin luciérnagas del cielo,
sin fusiles que clavan su plomo,
sin faroles ni lucientes
provocados encumbrados
como este vacío que ya cansado
no más habita mi espejo de alma,
mi pecho partido enraizó
la mejor flor que la vida
pudo darme
como espina para clavar la espina
de mi vida y asir
cielo y tierra en marea
de primaverales caricias
albos ojos fijos
en auroras que marcan
al violácea arpa de mi despertar
creyendo sus ojos un sueño
para habitar.
 
93. ENDOSELAR CANTANDO:

Anquilosada bruma negra
me yergue sin piedad,
allá por un fatídico recodo
danzo, danzo con mi lobo,
viles me destrenzan
como muere mi Dios silencio,
era un cable un tranvía
que surca la mente,
por fortuna hablaba mi otro,
un puerto y un barco,
abría de mi pecho
un trémulo espíritu
aullando vespertinos roces
de costillas enlutadas:
Hoy una luz vana
me escarcha el alma,
debato con mis dioses
dónde quedó mi destino,
acaso merezco acaso desvanezco
puro como lágrima del cielo,
mi tardío quizás diga,
mientras este castigo,
seguirá crujiendo mis huesos,
crascita la belleza
entre los barrotes
de mi calavera,
mientras seguiré
pudriéndose
mi vida en silencio,
como pez en tierra
soslayado de cielo,
lo siento mundo
ya soy completo
un millón de mentes
un millón de mentiras,
esta inspiración no me hace libre,
miedos, ilusiones truncadas
contra el ateo
no me imagino
como un pez sin boca
sin creer en nada
camino la ciudad
que negrea el sentido.
tu cara diviso
ya puedo morir a gusto
hasta el nuevo día,
hasta trenzar ocasos
del alba y su espuma malva.
 
94. RESURGE EL AÑIL:

Florece agua ignota,
azoga tus blancos corceles
de rocío sereno
sé bruma gris de abrevaderos
juega con mis mariposas serenas
de los vientos, fragua mi sentir
en tus venas pedregales,
bebe mi sed como un desnudo ayer,
entre flores del paraninfo yerto,
augura mi suerte entre tus vellosidades
colmadas de savia joven,
un reverdecer anhelado
que tantas espumas aguarda,
madre de mi blanco chopo,
tu cristal luciente;
Cuántas eras yo he conocido
tantas vidas más longevas
que la mía,
osadía pulcra de espadas azules,
cuchillos calizos de cerros
castizas fuentes
en ramblas del terreno,
rieras terruñas al sosiego
de vid y centeno,
hablase yo entonces
de un sol que desgasta
de cincelados bosques
de espliego y atochas de esparto
del grillo solariego
que abre el sendero,
baja vida tus espumas verdes
de paz y sosiego,
vence tu paz sepulcral
al fervor de mi vana sombra
que no te puede,
háblame tus hojas
bailando, jugando con el viento,
de este otoño que no llega,
ni su bruma honrosa desciende.
Tráeme tu febril aleteo de estambres
clava la simiente esquiva
que raje la tierra,
contigo el resurgir de las estaciones,
pariendo el desnacer
de toda muerte en color
de simiente.
 

95. SOCAVA MI TARDÍO:

Indemne acontecido,
en solaz llaga sin fresno
ni alta haya secular,
jamás aplacado por solanas
ni fugaz línea de chopo ferviente,
singular atarraya de vientos esquivos
su páramo veloz de ocres del terreno,
vino a plañir mi alma,
entre oscuros cipreses con sabor a dama,
soy tocado por el rayo de sol,
esta sequía que escapa
en el sitio del ángel de tu mirada,
miro por fuera y el centígrado decrece,
gramas envejecen mi calzado,
te encontré y llamé a tu corazón,
déjame ser agua en tu boca,
lejos brillaré por dentro
un placer preso,
y sus vendavales furtivos secos,
es hora de anudar el firmamento
en una falange y en otra llamar
al viento mi padre.
El río se sembrará de altos árboles
y sus peces anidarán en sus copas,
vine a perderme
por si aún no me he encontrado,
haré de bocas esfinge perdida
por cuanto yo he conocido,
perdigones reposarán en las ideas,
golondrinas llevarán besos de auroras,
yo me trenzaré como el azabache
que llora la noche,
una flor de sombra enraizará mi pecho,
en sangre de amapola negra,
como mi sangre oscura,
vine que se deshizo mi ventura,
por este ignoto torbellino
sin ventanas al pasado,
tejo que yo a ella consagro,
como niebla y bruma
que sin ella otoño no hace,
pregunto a mi lobo esquilmado,
sus bronciferos vellos me responden,
que dicha no es labrada
si no hay manos de recolecta.
Como recompensa trae lo sentido.
 
96. TIERRA A RAÍZ, SOMBRA A IDEA:

Por la vía
que los vetustos
olmos blancos
protegen los desnudos álamos
que aguardan erguidos,
al descanso de trémulos corceles
y sus carros, cruzan sin herir el sendero,
abatida mi contemplación
fue silenciosa entre páramos
angostos esquilmados del ocre
ardiente, encorajinado,
como un negro suelo que rozo
con los ojos.
La sombra que un ciprés rutila
se acrecienta erguida, ahilándose
con aspavientos que retuerce la luz
sin franco obstáculo.
Era de la tierra habitado
un bronco grito sin suerte,
refirió su desventura
y miradas no esquivaron,
quedaron vistas cuatro espigas
juntas en tierra arremolinada,
por las vides de semblanza
y el resurgir del añil
del santo olivo,
misteriosa sombra de ciprés
háblame como se habla a la primavera
para que se lleve los fríos,
quiero compartir tus preocupaciones
preservarte como me preservarás
cuando muera,
al sigilo del rojo brezo
me alzo como flor
que la primavera arrebata al invierno,
y abeja que baila sobre coronas,
como agua clara
que da la misma luna,
así como tú sombra,
yergues tu profunda pupila
desde la misma senda
que te vio nacer
pura, limpia serena
aguardando al alba
tu desnacer
que tiña tu ojera suave.
 
97. SIGILOS DESPOBLADOS:

Aciago escondo
los faustos de mi recuerdo,
abro la verja donde crece
mi árbol muerto
imploro abran sigilosas
guardias en noches
que apelan tranquilas,
como grutas de mi arrebato,
esculpí mi torre de bronce,
como pasa ciego rayo
entre montañas,
razón impele
baja Calíope
reina musa
afrenta lenta melodía,
yo abriré cadenciosa lira,
aplaca en hombro
la vestal Hispana,
compadecida arrasarás
cuerdas de conciencia
despertaremos del sueño
a gloriosas ninfas,
tañerán tambores
el duro sabor del hierro.
Vidas opulentas
abren y cubren
la tierra cultivable,
sustituyen a mirtos y violetas
junto con sin fin de flores
que esparcen,
y parece su aroma
de la brisa apropiarse,
funesto día
que traía la impía mano,
la afrenta de sus campos,
me imagino aciago
como fragua del fuego brotaba
sangre del candor del hierro,
agota mi huidiza pluma
por cuantas realidades
no he conocido,
hasta decirme yo basta
al mal no he conocido
mi dorada mediocridad
tolero y acepto,
¿Quizás algo más cubriese
mi dicha de diáfana bondad mía?
Que al mal de muchos no acompasa.
 
98. VIPERINA FALAZ DE TIERRA:

Sin ir más lejos
nosotros somos de tierra
somos alcarreños
somos del mismo metal
que las estrellas
hierro fragua nuestra entraña,
metal y simiente hijos
de la real abeja,
fuego brota en nuestros ojos,
siglos del barbecho
engendrado por el soto
de la encina y el esparto,
somos compases del miedo,
jauría de zorros al acecho yerto,
vívida estampa del hielo,
sinfonía sin acre desnudo
somos acre de espuela
y vid de nuestro camino,
fervor de silos dormidos,
auge de la espiga
remanso del irisado girasol,
somos lo que ves
es nuestro paisaje
de sangre ferviente,
y espuela doliente,
gira mi arado
verás que sigo al mando,
recuerdos ahogan
la madre compostura olvidada
padre cernícalo por angosto
valle de río dulce
y senil valle juicioso
abre magarza tu esplendor florido
con el ababol y su sangre de tierra
abre sendero al reposo de Castilla
con su sequía herida,
cuántos siglos no te han visto mudar
tu aciago terruño paisaje entre cerros
y febriles solanas
donde el tiempo
escapa angosto.
 
99. CELADA QUE DUERME:

Veraz acre que el otoño juega
con sus alas virginales
en mudas que el verde siembra.
Era una blanca luna de espuma
con las que el agraz de la uva
jugaba y ante ella
una belleza ambigua inclinaba,
y entre breñas hacía que dormía,
amenizando los céfiros
y arroyos magnos,
no pude verla errar
por mi sagrado bosque,
abría su lira y se escondía,
mordiendo la negra víbora,
pude regresar más valiente
entre estas torres de belleza
que se erigían,
entre escarpadas escalas
de todo lo que nunca se marcha.
Jugaban los corzos suaves,
sin tiempo ni lobo,
rudo tronco indemne
se aposentaba
frente a la muerte,
de sus vanas cortezas secas
florearon brotes como espadas,
que recorrían hormigas,
serpeando, esquivando
a la gris araña de cueva y madriguera
en acecho yerto.
Se descorchaba en grietas
como mustia caricia
que lluvia no anclaba,
preñada su savia aguardaba
que el tiempo perdonara
con pretiles gestos
de retozos de chubascos,
mientras la carcoma voraz
no cesaba su caminillo
entre sierpes grises
hondonada su madera,
su destino pertinaz
que ya preguntaba
si habría un cielo para las plantas
donde renacer aquel purpúreo chopo,
que años ya no surcaban rigor.
 
100. CANTAR CON SILENCIO:

Un pasaje a la otra orilla
miraba la vida huir, desvanecerse;
estela vencida, afligida,
mirar la otra orilla
un fresno dormitando
una hoja colgada de una tela de araña,
aguantando leve la insepulta tierra
a deshacerse,
esfera verde naciendo, apostándose
en hondo destelleo,
súbito sueño desnaciendo
su caminillo de hormigas
de labios grises.
Dormida yacían sus trenzas
como sedas ligadas de azabache,
leves, acomodadas,
tez de tu hermosa cara,
bajo mi cielo un lamento de gloria,
portal abierto de tierra,
mirada pedregosa entre monte y abismo,
bruma frena, envuelve,
de impiadosa niebla gris,
impelido me conduce su profundidad anclada,
un sol oscuro busca respirar su luz,
confiante, humilde, la guarda,
ojos de otros ojos
apostados en mi sien
imagen de mi imagen viva,
resucitando,
como nunca desvanece esta suave
nube rígida
que es mi amor a la vida.
 
101. BOGARÉ PIEDAD:

Vuelve
que vienes
al final
sin comienzo anunciado
regresa a mi partida
es mi vía
tienes vía libre.
Asigna un número
solo hay un nueve y un tres
doliente.
Estrecha mi cerca
encuentra sin hacer la tres catorce.
Tú batiente señal
de espejos,
relojes extensos quebrados
que sólo conservan el sonido
de quienes fueron,
sin directrices sin honor,
sin cuerpo, sin conciencia,
yo sólo al tiempo
le ordeno
le disparo un segundo traspuesto
¡Salta!
¡Muere en el recto hueso!
sube bajando la altura de mi escala
intangible,
me asignaron un laberinto de espejos
pero tengo runa clave,
mi dios Gemineye
y su ojo sangriento,
¡Salta! acaba contigo,
tiempo pulcro
de manecilla destartalada,
voy sin espejo
camaleones sin mi nombre hagan fila,
venzo que estoy dispuesto
¡Salta!
acaba lo eterno,
cesa mi terco aljibe,
guadaña afila mi Espica
sembrará su casa,
tejado a mi diestro empeño,
solana de mi grana sangre
soy del trigo nacido,
una fiel semblanza,
¡Lugh!
acoge mi oro de tierra,
Escucha
desciende mi sol,
treparé tu densa luz,
¡Salta mi puente que tú me creaste!
 
102. TARDE PARDA DESCUBIERTA:

Puerto incierto,
al que no me arrastro.
Espejo sin gloria
mi vertical sinestesia
flor despide el beso
por cuantos aojos
ha robado.
Ostara dilectus
blándeme en mitad del barbecho,
me presento ante ustedes
mis abrojos creados
oprimidos ustedes
yo de surco hago pecho,
por roca madre
unge mi clepsidra
una sangre de vida,
corren presentes
las sucesiones difuntas
de Quevedo.
En osamenta te anunciaste,
matriz inquebrantable
retemblando mi alma,
leño buscando cruz,
casi podado mi soporte.
Natural en bestias,
frondas y animales caminantes,
dóblate frente mi ceniza aparente,
busca tu estirpe,
pordiosea las tierras
en busca de tu miseria,
apacentar tu labio sin prisa
es colgar una estrella por su luz,
trilla mi trigo
raudo frente la gloria,
sigue mi eternal lastre
humeando esquivas cegueras,
alta celda que henchir puede,
la destrucción encapulla sus pestañas,
brillantes tapias,
corral sin lustre ni yacente ángel
asistido,
soy el dueño de mi propio cementerio.
 
103. REDENCIÓN SAGRADA:

Cuando los ángeles desertan a morir,
en los ojos de otros ojos
estás buscándome,
me despierto;
los dioses celebran
un silencio sepulcral.
Colores me evocan de la nada,
ruido cómplice aborda
como navío tiznado al 2025
senderos del mar de tierra
que abre mi lengua en tu guarida de boca.
Melodiosa suerte de la máquina de tu cuerpo,
tonos sobrios, vespertinos
absorben la mirada como filo inexpugnable.
Absorto cae el tiempo en tu sangrada candente
azada dispuesta, es tu verbo un franquear de desvelos,
que respiran estrellas fratricidas.
Es un solo cuarteado en siglas,
los soplos resplandecen vibran al son de nueva grama.
Sombras inmobles cuentan de tu respiro
infranqueable, por jóvenes tapiales
de tu inexorable, florido, grandioso desvelo
de metales,
cobres anidan campanas de media noche
aguardando el surgir de lo sepultado.
No frena la sintonía de tu saliva, una,
ensueños duermen llamando se cumplan los anhelos,
cuando los ángeles desertan a morir
tu mirada se enciende, abismos silenciosos se prenden,
tu voz se hace palabra.
Me sigues te sigo cariño de ternurita dispuesto,
luz enraíza tu alma, efímera en mi mano,
vuelve a mí una paz que ni los nichos toleran.
contratiempo por fuelle,
magarzas de otoño,
corona de reyes en primavera,
etéreas hojas a solas peregrinas,
dejando embriones por verso,
capataz de siembra única,
al compás liberando golondrinas,
punto de Sol a ciegas,
es mi mente surcando brumas grises
que me acercaron.
Vagido indeleble,
fúlgido yo destellaba tu sien sin marca,
caliente al arrimo de mi ser,
valedera fuga sin ocaso,
un caracol en un verso montado, arrastrando:
sacado del pecho
como heraldo sin desquicia semblanza,
corriente arrastrando cadenas de errores,
fruto de libertad
y conciencia sellada a ciegas.
Comiendo raíces por hechos
en fruto divino insoslayable,
frío de noche
bañando la casa de lo eterno
llamada diosa de tu entraña
mi musa bella.
 
104. TRANSPARENCIA HABITADA:

Aquí me quedo sin casa, sin pudor, 
sin vergüenza, sin intemperie, 
sin descampado de viento, otros sones
no me tientan, sin cuerpo,
sin mi transparencia violenta. 
Me quedo porque contigo lo tengo todo
y lo ajeno se difumina a otro tiempo, 
ausencias habitadas, opacas de otros seres, 
que dejan huellas perecederas. 
Ya no sé a qué sabe una flor con tu nombre
ni si el viento pasa y se despide. 
El sortilegio del destino se va cerrando, 
y sus espadas como cuchillas de dientes
que me ruedan sentidos que a ti me ligan. 
Avanzo sin permiso
los campos de abrojos 
y cardos, se agrieta el sendero
yo al timón, del sentido de vida osada sin despedida
por esta vez, 
las condenas siguientes
no alcanzo a imaginar. 
Solo quiero lluvia precoz que reviva los charcos, 
seguiré sin elegir nada
mi destino hinchándose, 
como cebolla un día en agua
como apartar la vista
y seguir viéndote, 
no quiero más vidas que sin la tuya
todas me parecen inertes sucesiones
de difuntos que no germinan. 
Sólo suben la escala.

2/01/2018
 
105. ENCINA ME REVERDECÍA:

Llano de altas tierras
es el poema que se piensa,
quiero abrir el mar de encinas; afilarme
en su quieta vereda,
guardarme en sus flores puras de tierra.
Ahondarme brotado, pulcro del fuego,
y su entraña destellaba como luz vieja.
Crispaban rayos entre brezos
cuando un aleteo de nuevos estambres
cedía angosto paso,
colores de trampa abandonada,
fue la era,
escalonado asir de místicas palabras
que yertas de conciencia
no escapan.
Una casa en la loma
de la insepulta tierra, madre de las cosas,
rodaba mi paraje perdido
entre voluptuosos pinos erizados
de un jardín de albas causado.
Espinos amarillos sujetaban el paisaje
con esparragueras del sueño
camino del linde quieto de Humanes
se exasperaba voluminoso el río Henares.
Misteriosa caricia
al sosiego del jardín que nunca tuve,
tierra que no es de nadie sólo esta se presta
y maneja, como un sosiego acampa sin esfera;
un continuar de lo que siempre estuvo y está
siendo el poema arena honda
y mis manos tierra del siglo que sembró.
Retama del ocaso,
soliviares de encinares espumosos
un color duro, que verdecían ideas su paso,
raíz del mañana
anclada su verde savia.
Perpetua añoranza sin causa,
crascitar que belleza acoge,
que arrulla en sus alas.
 
106. PANIDA DEL AZUR:

Saeta de prisma,
enardecida amante solar.
Reminiscente umbra
alegoría de carnal flor.
Lejana entraña de hoz
letanía viste que exuda
su sátiro perfume.
Salmo de noche,
voz mitad alma la tuya.
Elogio de estambre
¿Cuántas voces acallaste?
Eufórico vientre ardiente,
soy yo hacedor de luna fija;
claror que fulge, fragua
estertor verso solitario.
Este será muro de mi alma
con enredadera de torre y almena.
Dejaré mis versos
en oscuro parral,
es hora vacía mi casa
hui, dejé mi alma con mi gato,
salí por gotas de lluvia,
las más frescas,
las primeras caídas.
Mi alma salió en mi busca
habló y preguntó
a la araña de mi patio,
cual dijo estaba tejiendo
digna tela su visión no pude cazar.
Preguntó al caracol:
-Al fondo ´
del verde a la derecha puede estar,
allí le encontró 
tumbado en la grama
hablando con una malva
estaba pidiendo algo de azur brillante,
¿Dónde estabas ente mío de alma? 
Te extrañaba,
Fuí por comida para ti,
-No me dejes más sola,
sin mí no tienes voz
sin ti no tengo vida,
ni la rosa en cruz su despedida.
 
107. RAÍZ DE ALBOR:

Broza esculpo,
sus pinceles verde-azules,
idea, hazme temblar la espera,
que tu voz dolida sea lengua en azabache
de otra noche que ya escapa,
y su vena escarpe por cristales 
de vitreo haz,
réquiem blandido en un cielo de espadas,
anudada en tu cintura desnuda,
áspera, erizada ella,
mi idea,
combatiendo ocasos leves
que te dibujaron,
caos febril de plateada rienda,
estrellas miles la amparan.
Su muda vaga entre cardillos de la dama
y su vestido amarillo
de rayos acrisolados;
alto templo de erizos seculares,
caracoles avanzan seniles
profundo tallo,
bella eres.
Bella en sueños no me hablas
yo me quedé mirándote
para decirte:
-Si te encuentro, nunca te marcharás.
Desdén en este mundo de secretos,
en este mundo de demonios
buscando paz,
cazador corriendo la noche,
por la vana luz
cabalga el cielo,
un aullido,
llanto de un lobo,
miseria enraizada,
cada triunfo una escarcha
en hoja escondida,
que a la mañana verás morir.
Abrazo mi calma podando,
desmochando
lo que mi espíritu yergue,
forrajes miles acampan el corazón férreo,
mi vena coagula
al sentir mi idea
que al ser pensado el camino
no abandona dictado sentimiento,
cinceles esculpen mis manos
que siembran este beso etéreo
por tu caracola.
 


108. MI PARRA ENTONA:

Rezo a mi baxa lira
retiemble, rehogue
entonando mi bajo acorde
alineando el dulce indulto
de aquel abismo
sentencioso que rige,
que diluye mi Génesis.
Mi gnosis ya no siente luto
a tu tersura abre clamor
de sinuosas espadas.
Siembra vencida
en tus muslos férreos.
Aflicción de espectro sosegado
agitando silencio
de inefable olvido
y en su jardín
blande un grillo.
Marco solana llaga
destapa su enredadera,
dejé mi vida a la espera,
emparrado de tu gesto
flores desangradas
clamando al cielo,
arboleda con sendero queda,
estancia yesca
que mi sombra la tuya adhiere
en soldado pudor
de onírico trazo
encarnado, habitado
como llamar la luz
que antes que la sombra
estuvo y fue.
Tapias de verdes acres
junto un molino,
tras las sombras de las parras,
afianza mi carruaje,
giró silenciando,
gritando un no me olvides
tosca piedra no eres,
hoja refleja, resplandeciente nido
fúlgida aureola,
fauces de acrisolado abismo,
tornasola que reverbera
sombrío acero
de tu eterno prisionero.
 
109. SURCO QUE LABRA TU SEDA:

¿Qué furor es tuyo?
Digna fronda impalpable,
soberbia, blancura madre,
golpe abatido el vuestro
de filo cuchillo
tu resistillo,
vida de tu vientre manifiesto
lejana Araucanía
por cuanto yo Castellano,
de ti he resistido,
ánimo furioso
virtud de mi brazo no mancho,
no querrán gobernarte
mi fiel madero,
afrentoso he quedado,
sed de antaño,
grandeza me secunde
y a mi ser abate,
lisonjera piedad
de justo labrador,
exención de cuerpo erguido
dorada cumbre
esquiva y exenta,
enojosa es hermosa
alegres vengadas volando,
el amor gobierna terreno.
Cientos fueron agraviados
de hondos senos
ventura resignados.
Serviré yo a su dolor
enjaulado escarmiento,
aquesta ungida perdición
ser cautivo libre
de mi afrentado corazón.
Donde alma encuentra medida,
carga pesada
de mi romo hierro.
 



110. CANTA MI SANGRE YERTA:

Mi sangre yerta, obra completa

III

Mi sangre yerta esquiva, humeante;
canta mi sangre yerta, granate,
el hierro de mi tierra por sembrar,
canta la amapola vieja, desvencijada;
sangre del corazón carmesí, rubí excelso,
granate lustre postrado.
Sueña mi semilla despertar mi sepultura efímera,
donde el muerto cave su vida,
y mi cicuta triste, desprotegida
enraíce el paraíso
de pieles sedientas y bocas sobre una araña;
hojas muertas, de mi vida escrita.
Corre mi otoño desde la vereda a la rambla,
corre mi frío desde el infierno
al río de flores desangrado de esta alma por ganar.
Encina yerta de mi piel esquiva, flamígera
beso de tierra y vid dorada al beso;
beso de trigo y girasol,
de cuchillo de espiga mi cante,
de zarza y espina mi amor
real como intangible, áspero y rígido,
bravo y valiente, duro y endeble,
metal y simiente.
Pan y niebla, bruma y cal,
mi carcoma sedienta,
niebla y bruma me desprende,
desde la boca hasta el pecho,
donde canta mi pasión sin despecho,
vive esta sangre caliente,
lumbre de mis tocones,
nube del cielo por dibujar,
a estampa de sed y viveza por entrañar,
canta mi umbral,
quiere tener soles y lunas sin gemir,
invierno llegas,
dibujando transparentes los miedos,
avanzas cada campo sin permiso,
helando hasta el sentido despierto,
oda de mi sangre yerta, humeante, dolida;
por mi tierra me arde la siembra,
y el beso queda escueto,
parco lo sentido enamora el hálito,
quién te viera marchar,
vestida de olivo y centeno,
de olivo y cebada,
de trigo y espada mi guadaña,
por la calma abrasas la esperanza,
en maldición cantas tu canción,
y los cuervos te rinden pleito de negra ala,
de grazno escondido en cada roble,
desde la piedra a la cueva
abrasas oscuridad mi entraña,
dibujas tu vívida estampa,
donde el tiempo yace muerto,
y solo las sombras te entienden,
solo las hojas buscan su nueva vida,
deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la dicha y el reflejo por ganar,
desde mi tierra encendida, hasta la parca bonita,
desde el cante a la maraña,
te canta mi vida quieta
este amor de la mañana
en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira el rojo,
quiere ser río de alma y arrojo,
quiere nacer abrojo,
el espino mece la espina de mi antojo,
y la amapola amarilla,
sólo ella abre a la gran luz,
horizonte de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado suspiro de frío,
enamora mi hielo,
donde duerme,
donde reposa
el amor de mi sangre yerta,
flamígera, apagada
dueña de mi luz y de mi sombra,
transmigrada a la espera,
de caudal y cauce sin igual,
viviré siempre yo en su siembra.
Vespertino azar;
Sol de mis soles,
era él hálito transparente,
vida de una vida en gota de agua.
Avanzo sin calma
mi existencia en un papel,
hoy no se venderá
al postor rendido.
Verá el tiempo
que no pudo conmigo,
ni desdoblará clepsidra
de mi metal furtivo.
Brotando mi credo,
abriendo tierras,
con orgullo del fulminado ayer
que se escapa en mis manos.
 
111. ETÉREO TU SOTO DE ALMA:


Halo umbrío, vespertino salmo,
estela naciente en pulcra unión,
cómo dos rocíos se forman en la flor.
Pacto alado mis falanges ensalman,
es por ti que se abre el portón verdadero,
camino en oración del semblante perdido
y ese por conocer.
Orando por mí mismo,
se abra el yelmo,
y mi cauce sea río de arteria,
en aleteo fugaz prometido,
que encarnan tus maderas,
reflejas piernas.
Recta clave de unión,
soterrada mirada,
sin conocer ni alzar te amo más,
pletórica, onírica mar
de tu efímera, socavada entraña,
por donde flores aguardan
echan ancla.
Última que es primera espada
de aliento y mi yermo,
te enraíza como primor embelesado,
 turmalina esencia,
mi soberana musa cristalina,
mi arpegio entonado
en lira de mi carne,
mi índigo sollozo,
por el que nuestro castillo esbozo,
primogenea verdad,
sombra de idea,
hilvano, trenzo mi zarpazo.
Limaré el viento de nuestro deseo
ya se alzará nuestro reflejo
el mundo en un pulso de espejos,
umbría latirá nuestra caricia,
cuántos hielos murieron,
mi doncella escarlata,
los dioses dirán el tejer de nuestro destino,
pertinaz fuga de tu ramaje
por rauda estela que arde.
Dirán que hoy vine a verte.
Si acaso estuviese vivo que no niego,
morir por dentro es como nacer dos veces
y mirarte para que la belleza
de lo bonito que tú colmas
desde que el tiempo
me nombró tu fiel sucesor,
de a tramo y trecho voy manando,
abre mi solaz llaga de tu azul
que quiero fecundarlo,
besando tus flores que entrañas,
quimera despierta
Ostara de mis nocturnos parajes,
vengo a quedarme
necesito tu verbo alumbrándome,
quizás quiera amarte
algún día para siempre.
Aunque yo Castellano llegue tarde.
 
112. TIERRA EN EL VIENTO:

Ingrata luz sucumbe,
termina el día.
Yunque profano
en el padecer abierto de junio,
porfiada tinta
un ascua candente,
estridencia recta
del acento de tu boca.
Fuí de un mar hasta otro albor
buscando mi yermo.
Le creí inmutable,
lleno de sueños,
viajé cuantas primaveras
regalaron mis ojos.
Tapia de nadie
donde te vi deshojándote,
donde todo se alza fluyendo
imperecedera parecías,
alumbrada musa de mi carbón.
Nada se alza,
todo es vano.
Como un buque,
como una marejada,
como una febril tormenta sorda,
como relámpago en mitad de tu carne
como el gris
que fue lluvia de nube,
al fin en tierra
me marcho como las sombras,
deberán recordarme amada
que tú, crisálida cristalina
nunca marchitas.
 



113. PACTAN MIS FALANGES:

Pars quoq; denobis funesto sacucia morsu, Dum defeusamusdetho est ...

Sacucia temblorosa
me yace mi hervor de amarte,
anhelo inexpugnable
que no se rinde,
cercamos confines
levanta mi polvo
sacudiremos hálitos
y sierpes vespertinas
pincel de tu relieve
inmaterial,
sacia esta sed de antaño,
este puente
este puente sin tu cauce
posee mitad de unión
mientras dure el pacto
encumbraré tu rostro
alzaré sin aojo
un final que comience
como mi santa, bendita espiral.
Bregaré sin mi nombre
hasta alzar tu nombre
forja mi falcata
tornará crispada
este mi único
poderoso, inefable
origen de savia
y hierro,
vuelve, vuelve,
hasta nuestro solaz
destierro del fuego en el agua,
brota, brota hasta nacer tornasola.
Esposa de mi alma,
pasión
armonía llana,
dobla mi frente
giremos volando,
por nuestro pacto alzado,
elevado
condeno mi carne
sembraré 
flores de lumbre,
flores de Odín
y tu yermo 
será vientre mullido.
 

114. SI A LA SOMBRA CANTÉ:

No indagues el azar
que su relente tizna
a ojos indomables.
No luce la flor siempre
ni la casi viva yedra,
juventud y fortuna visten
como sombras huidizas
cual Escita sobrecogido
entre mares y el aquilón;
bebe de la fuente virginal
que la sierpe es honda vigía.
El mar de encinas
nos sobrepasa.
Las olas de tierra
son infranqueables
no vistas de alpaca
tu parda sepultura
los más duros son tierra,
el resto afilada ceniza.
Traspasa tu rienda
sé jinete de caballo muerto.
No dejes caminar a gusanos
cada cual busque y encuentre su lugar.
Por los siglos que llevamos
Nunca es bastante,
por amores dignos, pierde el hombre.
Aboco empeño que desafía
mi dorada, encontrada, mediocridad;
contenta ella sin miseria.
Azota el poderoso viento
mi erguido pino,
mi torre altanera jamás vencida
cae en estrépito para nueva siembra erigirse.
Júpiter dame ásperos inviernos
floreceré tus pies
con dignas rosas del atardecer.
No hay mal perpetuo
despiértame la musa de su sueño,
baílame la llama en vela recta.
Tiende el suspiro en el patio de mi araña.
 

115. PIÉLAGO SANGUINEO:

Mangla será mientras yo viva
efímera horda sublime
de esta mi tela que me abarca,
soterrada alma de cuerpo
sin vencimiento,
carne y hoyo
que ardiendo canta
por descubrir
su olvidado sollozo,
recta mi idea
te encara te avanza
que nací de nadie
ni siquiera para mí.
Recóndito verso
ni oro ni plata
cobre de este telégrafo
que oxida mi digna alma.
El muerto de quien yo era
qué piensa su magia
su digno túnel umbrío,
lo que no es de él
que su signo dicte
que su sino
consuma su recorrido,
el mío no acaba
uno, porque nunca comenzó
y siempre acabaré sin irme,
tierra, materia a tierra
aire que hable el viento
lo que siempre yo grito,
vela todo lo que no tiene sangre
osarse, completarse.
Mi espiga en noche negra,
mi raíz difusa
yo la retorno salvaje,
para que recuerde,
para que beba
mi ángel de plata
recuerde que su argento metal,
es y puede acabar
mi devenir sediento
granate perdido,
de mi don funesto,
mis alas roídas no son de ángel
sólo de señor murciélago.
La noche mi cauce
en piélago hiriente.
 
116. PAVESA EN EL VIENTO:

Esquiva esta mi criatura.
¿Desde qué oscuridad,
iluminas tus palabras?
¿Qué pulcritud aguada,
tiene la fe que cantas?
¿Cuál es tu cárcel de luz?
Que yo busco por ojos,
inerme vacío
acongoja mi voz.
apenas naufrago,
apenas tránsito
por milagro trémulo.
Tan hermosa,
va vestida la vida,
que noche escapa sin irse,
al fondo de la sombra
primorosa va tu frente
que mi sonrisa aniña.
Vagaroso afrenta mi fantasma,
la total, andrajosa mirada serena,
valerosa sed fecunda este cristal
de cielo terreno,
bala fundida en avance de mi galera,
lejana tierra, lejos de morir,
surca mi ara.
envuelve cobriza batalla,
soto sin fuga,
perpetuo mañana,
calvero de siglos arrojadizos,
ruina del azul
en viñedos de mi desterrada sombra,
sin tu amor en mi corazón,
canto como luce
y fulge el metal fulgente, crispado
de mi pecho hondo.
sonorísima fuente es esta sangre,
voz prendida surco
bajo los tiempos de hoz y ramaje.
Pendiente que al Parnaso atisba
encontrar allí tus párpados.
Desgajado borde
en huida de lágrima
por la brea en tu mar
y su claro sol.
Elegía de mi buque
pavesas que flotan un día
como ilusiones.
Es tierra yerma
en el viento.
Desenroscar puede
esta vespertina criatura,
que amamanta
que cría
la vorágine de mi estela.
Inmutable distancia
del vivir,
desnudando la perfecta revelación,
de nuestro índigo sollozo,
celindas y bailan
por todas las espinas unidas,
alcanza descíframe
a transparente pío
un sí bemol erguido
el bosque, la flor,
mi sembrado,
no retiemblan sin ti.
 
117. TELÉGRAFO:

Trato hoy, desgañitado,
dando mi hiel desquicia
al ajeno.
Estuve con existencia
y soledades,
bebiendo en ubre amarilla.
Hay un cuarto de formol
y un gramo de yodoformo
en mi mesita,
colores para nuestras naciones.
Era un triángulo angular,
bajo un terciopelo verde listado,
sobre el que se suspendía
un alambre oxidado de telégrafo.
Era el medio del idioma
del hijo de nuestro cielo;
un gritar escarpado a lo desconocido,
hablando intrínseco en plata de tiniebla,
con su paralelo perplejo, desconocido:
chirriar de un poste de pino muerto,
herido por el viento;
una carne de metal vacilaba;
era una tetera cantando al fuego.
Lo ignorado latiendo,
súbitamente.
Su idioma de ruido,
por ruido vertiginoso,
vibraba de aquel poste
como si el piadoso terciopelo de césped
de abajo le sintiese bailar.
Tendido con recorte,
lucía como una colgadura
de iris vertical;
como jícara blanda,
paralelo, vencido por alambres
de boca misteriosa,
miedosos, oscilantes,
bajo el verde terciopelo tendido,
que espera sus corzos secos de invierno.
Afilado desdén
hirviendo en escarchado 
seco,
aguzado, 
era solo él 
sonido escita del silencio
que oscuridad pautaba 
para yo seguir vivo,
traspuesto.
Orando germinase 
mi hábil perplejidad,
prima de su sanguíneo cauce;
que destapa mis vides verdaderas.
Desterrado a petición unísona, 
propia
que cantó:
COMPLETO PARA LA OSCURIDAD
REINA DE LA SOMBRA.
El cuclillo en mi azotea
dijo soy buen pájaro cuco.
Encontré mi sentido
y ella oscuridad,
no puede negar mi devenir
ensangrentado,
en soles de regencia,
y terciopelo anisado,
el hijo del cielo es nuestro poema,
besa su escarlata espalda
casualidad, preguntar a la centella
si ella no nació perfecta,
y sólo acato su sentencia,
porque ella no habla, escribe,
¿Quién puede acompasarla?
Un juego de telégrafo y señal
haciendo estría,
entre halos va siguiendo
digno hilo eterno en cobre 
de su Chile natal,
electrifica su letra, 
misiva en jícara certera,
profundidad abisal,
sin fecha,
ven a mi diario
esto es prosa,
amada sentencia recta.

24-06-2018
 

118. HACIENDO CARGO DESDÉN SENTENCIADO:

Sigue recto,
ángel del amor custodio
imperando que la vida foliaba
caléndulas y hórridos sesos.
Suspiros de floresta
y gramas virginales,
sus hondas notas de cristales,
paraíso cuál,
el verde, el azul, el amarillo,
helechos que amantes
se escondían un umbrío soto sanguíneo.
Cañas de bambú ensangrentadas
espejos de zarzales,
oí leve oscilación,
de viento impelido,
que la sombra de mi nogal baja,
repecho de hombre inquebrantable,
con hija poema de la Tierra,
gasté todos mis talentos,
en dolores, plegarias y sarmientos.
como diría Gerardo Diego:
-Un hombre ha muerto, una obra vive.
Oído, nota, estría, vena, sangre, cadencia,
muerte, vida, sueño,
reloj, pulso, acequia, noria,
flor, pulcritud, espada,
elegancia, misiva,
guarda, cuerda, entona,
verdad, bondad.
Huyó la primavera,
reflorece estío insubordinado,
última gota
canción de invierno;
no suena ninguna.
Sólo el principio y final de mi cuaderno
que revive la quejumbre.
Abejas mías dejad 
que la flor duerma.
 
119. LA UNA DE POLVO:

Se podan mis recuerdos
saberes presos,
por el linde despiertos,
vida de vida en flagrante estrella ,

si por querer pensarte
jamás desapareciste,
mi Malva Luna
en Brea quieta, encendida,

disparos de un tiempo fulgurado,
mi sendero ya no corría agrietado,
miedos asesinados
de como solía ser

destellos fugaces acampan
mi destierro por las venas de tu alma,
silencio carcomido por olas de nuestro mar.

Pensamientos negros ya no me clavan,
ni hiedras me escalan
tapando mi luz fulgente.

No es tiempo de muerte,
mis cuchillos ya no laten hirientes
hermanos del fuego ahora son.
Al compás de un Sol mayor.

Perpetua una,
por el bajel del alma,
bajaba recorrida,
por entre encajes olvidados
me descubría,
el caballo del ansia mía ,
donde empezaba a abrir
en sus piedras de ojos negros,
y la cabellera levita
por altas ramas,
donde acaba el sueño
taciturno de su sonrisa helada,
voy allí sembrando ojos
en sus labios áridos,
no me apetece seguir sufriendo
para ello sirvo mi aliento,
donde acaba lo que siempre
creí conocer más me detuve a envejecer
sin mecer alas cansadas,
el horizonte me cuelga la rama,
y yo loco callado pienso
en un tiempo que me apetecía recorrer
tus simientes azules,
en un mundo que mis labios cierra
tornándolos grises,
la idea vuela eterna del estado mental
por conquistar,
esta es mi vida
, esta es mi suerte,
pregunta a mi orificio demente,
que dispara por mi boca
la locura quieta que mía te arropa ,
haciendo cálida la estrella
de mi popa
y mi ángel sangrando versos de hielo,
en el tibio, ancho, escurrido desliz
que me llevó a contarte mi verdad,
por la que quedaba frágil,
vulnerable sostenido yo
en un destino incierto
del comienzo del Alba a mi insomnio
que me da energía.
Que fiel asesinó la caricia,
en cama de ojos en alfiler
y patadas del sueño,
crujiendo mi ser en una araña,
llegó el tiempo de escalar
por si un día abandono
será cuando me vuelva polvo.
 
120. BROTANDO DE RAÍZ:

Dentro miro, florece el álveo,
un iris marcado, trenzado en espiras
fuego y su volátil marca de luz,
si nacer acaso partirse pueda,
sería una hoguera de púrpuras rosas sobre Galatea 
y negras llamas, sería un camino denso,
como el crepitar de la forja
duro y endeble, maleable y quebradizo,
fulgente y voraz,
al encuentro de mi nuevo crepitar,
y volver a nacer del fuego
con su lengua que me sostiene
como la primavera a las flores,
desnazco hoy para volver a morir
y crearme de la nada,
ni la espada más aguda podrá
guardarme el filo,
agudo y ágil, duro de escarpia helada,
ojo de mi ojo,
carne de mi azada,
sol de los campos,
agujero de luz,
alma sin nombre ni alarde,
lo siento mundo
soy invencible,
de mi pestaña nació una nube
lloró tinta, mi sangre esquiva,
he creado vida
sembré un alarido de simiente,
le contestaron el verdor y énfasis
floreciendo silvestres caléndulas
un latido me alza
partiendo sombras,
soy pleno, completo,
y nombre puse a ellas,
tenían sabor a bellas hadas,
brilla este agujero del cielo,
cuelgo mis suspiros en verso
acaso bajaran,
pozo de mis recuerdos
en verde musgo
mi fantasma muerdo,
de una espiga floreció su vida,
de una espiga traigo la sangre,
de una espiga ríe el granate,
ocasos ocres, misterios en copas azules,
me bebe su cuello
la esencia erizada,
la belleza desmenuzada,
por el dragón de mi fría fuente,
no me verá caer la lluvia,
sólo ella y a su poder
alzo esta tinaja,
perpetua me lleva la acequia,
su verde limpio, sus florestas destapadas,
me bailan rizándose en mi pecho,
sus venas labradas
entre su cuerpo de tierra,
no me pisarán nunca, jamás
mis luces sembradas
de mis caléndulas arvensis,
mis silvestres flores de difunto
con las que recuerdo
que la vida
es más corta
que el paso de la muerte.

 
121. CAMPO DE ILUSIONES:

Trenzo diestro
un tapiz almidonado,
esculpo, cincelo
que estiro
mi largo ciprés
que cobija gualda espiga
tinta que descubre
mi Campo Santo particular.
Si fuese mi credo,
partiría
a incendiar su cielo de agua,
voy por subir bajando
mi ceniza,
sin creer su apariencia,
edificios de leche,
por nubes de ideas
acolchadas sin precipitar,
rumbo a un designio ciego
avanzaré por el miedo
que ya no se come a sí mismo.
Terruña piensa en el Clavín
que resulta hoy sin iglesia
de nuestro tormento
en condena libertaria.
Su pena escribo
no es como cualquiera
se baña en fuentes
y abrevaderos incendiados
por miles pensamientos
como caracoles vacíos,
yerma sinestesia
que ya respira,
balanza etérea
por muslos férreos
cansada,
estoy preparando mi reposo,
para vencer sin abrir mis ojos.
Nacer en otra parte,
en otro cuerpo,
en otra vida,
no es ya opción
eso que quede a idealistas soñadores
como fé y ambición,
presente sé quien soy
pasado un campesino
futuro un ser elemental,
poco más, acaso es bastante,
agua, tierra, luz
es mi número tres
aire ,agua, savia, sangre,
cuatro hermanos.
Cristal, oscuridad, fuego,
un tridente,
por candil flamígero
trenzo los sueños.
Elemental esencia
por la que densidad
forma materia,
en este campo de venas
siembro razones,
esperando florezcan
mis ilusiones.
 
122. ALTO DIJO, COMO LA NOCHE:

Batiente ala negra,
oh, conjuro, densa bruma,
solísimo halo,
intangible esencia arrebatada
a lo oscuro,
que trepa aleteos de fugaces pájaros
grajos sin dentado desdén
que nerviosos estiran el descender del ala
de la noche, pulcra, densidad en yunques negros,
aguardando vil resplandor
de luz cansada, despertándose.
Sujeto mi estridencia
en estría parda caduca;
por cuanto sostuvieron mis pupilas,
como sombra arrebolada entre mares de gentes avanza
esperanzado su cálido refugio alzado,
nuez del tiempo,
germina con tenue raíz arcana,
devela anhela a su ángel de plata,
le tiene morada cobriza
de espinas de zarza,
levedad pulcra del hoy por mañana,
verán mis caracoles seniles
entonar por lamentos y cruzadas,
hondo reflejo dicta
que vida de un día
es no acabar postrer sorbo
sin beso ni despedida,
batiente ala remarco;
es escuchar a la noche
que estirado el día ni rasguño
inflige,
caparazón sonoro
de rudo ancestro
ella levanta mi coraza por pechera
blandiendo mi gloria,
que se me considera
poeta del viento,
entre negra sombra y su negra noche
generación de Emilia Pardo Bazán.
Y suspiro en labio de Rosalía de Castro
tendido en prosa de catedrático
Leopoldo Alas-Clarín
ojalá me creyese quien no soy de una vez.
En principio murciélago de mi antiguo hogar.
 



123. VANGUARDIA III:

1
Érase una noche fría
de invierno.
Las lechuzas estaban recogidas,
lluvia caía al suelo,
la niebla y la bruma
eran intensas,
sólo una sombra caminaba
por la calle,
era la muerte.

2
Cuando la luna sale los vampiros
y los murciélagos están cazando.
Era la noche yerta,
los ataúdes se abrían,
pero sólo
para que entrasen los cuerpos
de la epidemia
que asolaba a la ciudad.

3
La vida del gusano Juan
era muy sencilla.
Él vivía dentro de una almendra
y tenía suficiente comida
para hacerse adulto
y hacer la metamorfosis
a los meses siguientes.
La hizo y nació
de la pupa un hombre
con vocación política.

4
Era la noche
de los gusanos
todos estaban bebiendo
licor de hojas en la cantina.
Pero un escarabajo encadenó la puerta
de la cantina
y la prendió fuego
con todos los gusanos dentro,
los escarabajos
recogieron la carne braseada
y tuvieron despensa llena
para pasar el invierno.

5
Soslayada la flor del cielo,
abría los caminos de la vida eterna,
una polilla como una hoja de adelfa
caminaba el cielo,
corrió hacia la luz estrella
con ímpetu y brío
hasta estamparse en ella,
se formó entonces
el hueso de luna
que todos vemos.

6
Era una noche
de cristales rotos,
los lentes míos cansados
reposaban sobre el escritorio,
miré al espejo no reconocí
al que estaba sentado,
pregunté ¿Quién está ahí?
Aturdida contestó una voz:
Soy el que nunca serás,
porque siempre has sido yo mismo.


7
Eco sordo
en alta voz
resurgía
entre la ceniza de su cigarrillo,
no tenía manera de saber
sólo apostaba
al nivel de la montaña,
quiso conocer
pero una mala oración
se llevó su tormento dulce
a la entraña del frío áspid.


8
Belleza si acaso estuvieses forjada,
quién sería tu padre
quién tu madre,
inconmensurable 
por infinitud de sendas
ella abrió sus párpados
viendo su reflejo en el lago,
sólo de la impresión
acudieron todos los peces de colores
a besar su imagen,
llevándola a su profundidad.


9
Se rezongaba
por acres difusos,
donde vuelan
polillas de las tierras,
de una flor
nació una polilla de cemento
con la esencia
de las ciudades
que dijo la oscuridad por poder
te puede pero la realidad
es que me supera.
 

124. DUDA DE CERTEZA:

Contralto sin indicio vivo,
secuencia inamovible,
juega con el órgano de mi carne,
preludio de tu posesión certera,
sigue, tu duda no vence la mía.
Juega y ríe descansada,
a mi esfinge ni paz ni soga
basta,
acuesta en hondón de mi cabeza
cuantos quicios obré por ella.
Siembra tú mi bóveda de cráneo.
Espíritu de luz acaso,
cegadoras sienes
su intelecto grave
no germinan.
Brega sin ama, sin rienda,
desarmo tu tacha, alzo mi escudo.
Límites adultos, astrales,
descarnados
en tu pulcritud de infinito
que rige filo,
asiento personal paraíso.
Tres angélicas opciones,
a mi ninfa preguntan
cuándo podré quererte.
 


125. ABRE TU NÚMERO:

Ahínco, fieles cinceles abruptos,
en cósmica unión de mis pinceles
por lira de tres ramajes
dignamente inefables.

Sángrame tu voz en mitad de mi soto,
vergüenza de tanta trampa
no tengo.

Por venales conciencias marcho,
me deshago contigo
mi vil manifiesto.

Confieso mi afán
en tus batanes,
atraviesan tus escarpias mis cristales.

Briosa tu leve rosa azul
firme, esbelta;
elegancia en aire resuelta.
Humilde respalda espinas
y honrosos vestigios 
clemente bogaré tu piedad
deslumbrada.
Azota tu alquimia tu esencia
y quinta esencia.
 



126. DEVELADO ASCENSO:

Metamorfosea mi cariño:
1
Alzo digno puente sobre el vacío,
culebra bastarda entre cadena y telón,
almanaque de muda en escamas escarlata,
2
flor de pecado sería morder
tu latido proscrito,
circuló mi sangre
3
noventa años por tu cauce,
Telón con mi lienzo
milagro en llanto
4
de anhelarte tanto.
Río chico que a mi pasión pregunta,
desde ventura, fondo o poso
5
hasta acariciar la brizna de tu corazón.
Verde es mi escarcha
devela, avanza
6
tu crisálida
de mujer exacta,
tendida mi araña.
 


127. BRUMA DE IDEA:

Tiniebla de la nada,
pensamiento, tormenta,
en sólo tres inciertas sombras,
tres telas en asombro por ánades
dudas pasajeras de calandrias,
chopos transparentados
en telas azules
proyectos de murciélagas alas,
arroyo de sangre de piedras,
tu cauce quizá.
Venideros ya no sueñan
los esquivos mordiscos.
Entre raso y sierra
manantío venal,
espera tu lengua,
promesa en cosecha de idea,
criatura mía
concha altanera.
soy yo semilla, rajando acres
de solana mar perdida,
busco nombre por cadenas,
corazón sin tierra,
vado de mi soledad avanzado,
futura puede ser ella,
lo que ella crea,
cielo en ciudad de puja lisonjera,
puede acontecer
arcángel en esfera de plata,
arcángel en burbuja.
Ya adhiere su piel la cota de malla.
Nido estallando de su amplia sin razón.
Se alzará todo lo no acontecido.
 
128. ORFEO INVICTO:

¿A quién canta tu férrea lira?
¿Para quién despliegas enervada 
tu alma de luz, 
la magarza de tu pecho, 
el tulipán silvestre de tu cuello?
Bréa en fuego que arde Apolo,
la fuga de narcisos y crinejas de tus cabellos,
tersos en huracanes de mis manos silentes.
Árboles tupidos, besos
de virginales savias.
Fruncen tus ceños imantados,
Atalanta cobija la roca de tu piel esquiva,
erizando mis vellos de escarpias cobrizas,
agita, concentra leve destello,
pasajero de mi viento tejido.
Tu voz que edifica, rompe silencio
perdura en tus hilos dorados de entraña.
Desnuda mi arpa la música a Eurídice.
 
129. ELOGIO EN SOMBRA:

Sin mi otro, él mismo,
primerizo hexámetro
en miles largos
de centésimas
en broncíneo
invocando mi falange griega,
insoslayable argento
tejiendo mi póstuma égida.
Musa o ardua estela vislumbré
en arcano fuego,
tengo miedo de ser perfecto para ella.
Sin y con cumbre
en arduo intelecto
mi Sol mayor blande
cenit de esta idea
por cuantas cóleras desvencijada,
mis herramientas cabales
dictan
muerta mi araña,
paredes para mi yacija y su sombra
alumbrada, esquiva,
por piadosas ninfas
muestra lo que perdura.
Otros jáctense de páginas que han escrito,
ni me rozan en vil osadía,
manifiesta.
No habré inquirido
declinación laboriosa
en afán de romper sintaxis.
He profesado a mi musa de agua
que soy su aguja esquiva.
Ni sargento ni venas de Horacio fuí
ni filólogo ni malabarista de letras,
Ciego y quebrantado,
labré mi verso
todos los meses,
desde cruel insomnio aplacado
que despertó mi quimera
quebriza de ocho patas
aquel 2005 que comencé
a ser alguien con mi existencia a espaldas.
Rostros y mis notas.
Vanas apariencias que anidan.
Alacrán manso y ciempiés soberano,
mirto e hinojo que hace monte.
Tus pies de jara.
Cierra muralla.
Hacedor que invoca su río,
Heráclito de intangible astro,
llorando mi amor, por cuánto espero,
por cuanto he conocido,
las tres armas, el guerrero
reminiscencia en laberinto de sus espejos.
Serán ascuas
corazón y sequedad de piedra.
Tiento de cuanta ceniza yo amo,
pensamiento, muerte
o proclamo;
tinta servil de amarse a sí mismo.
 



130. EN MEDIA AZUMBRE:

Nunca seremos nunca,
enfilando seremos ceniza
secreta puerta,
desolación con corazón,
materia de luz remota
sombra, olvido, brillo
palabras en el polvo,
tintero, sinfonía,
melodiosa sierpe,
me ensordeciera tu rayo de luna.
rastrojos por cebollas difuntas.
Animosas amapolas
órganos de mi ruda piel,
alada mi alma de almendra.
Parca enamorada es contemplarte
colmenera sería tu alma para anidarla.
Me esparcen la razón,
bueyes arrostran mi redil de venas,
fugaces, secuaces.
Halagan mi jardín sin alondra,
mi nombre te dejo,
pecho de ala,
tórculo de este recuerdo,
dejo presente
que quiero ser siempre, contigo.
Sufrimos tú y yo
la miseria de la vana luz,
en lecho, buque, beso
y noche de perros sonando
como lobos despiertos.
los valles redondos de ondas viejas
navegan las dunas
de tu luna sempiterna,
en arena gemías mi placer
y sus grajos que crascitan
enamorados de nuestra espera,
delicia como tú así es esta vida,
piedra ligera en viaje definitivo.
 
131. VERTIGINOSA CONTIENDA:

Soy hijo de tu oscuridad.
Tarde prendida entre apóstatas,
sienes y jinetes de curvos ejes,
partir me alcance este día,
desde mi flor de Bradomín.
Retorcido entre carruseles, tranvías
del sueño noctámbulo
y malvas del sueño de Castilla.

Quiebran mis señeros
una luz sin espasmos, 
ni cobres caminantes;
un canal que la floresta sigue
por senderos,
apuesto mi perdida ala en son de tu lengua,
donde el azahar sembraba
y se extendía como ciencia de umbrío tomo.

Era mi era como mujer sin barba ni corpiño,
entre mi siega labraba una espera
esperaba una lagartija
del fuego nacida,
una contienda de bombardeos
de simientes risueñas,
como un látigo que la estepa enciende,
su signo bravo, un linde en ávida crestería,
por el desliz de esta hoguera,
acábose mi rodada espera,
sin marca ni flamígera contienda,
estaba quieta, jamás yerta
tu flor del alba,
como niña perdida de la madrugada,
abrió destartalado su ronco latido,
naciendo una vid, primeriza
entre avernos con hijo de tu flameante
oscuridad hendida
y huellas de trigo venidero,
disparé al viento,
me contestó su voz
entre sarmientos de cobre,
rindiendo mis miedos,
de violetas noches postradas,
en soliviares que abren azadas
de la tarde en su compostaje,
sembrando
que volveré a verte.
Para poseerte,
dicta rauda tu señal
seguiré cauce
sin embelesar, sin regentar
sólo tu letra por anidar.
Y mi vida en ti sembrar.
 
132. VASTO DOMINIO TE ESCRIBO:

Atrapa mi carne,
en orilla de otro sitio,
en levedad de tu oscuro abismo,
púlsame mi figura que ensordece,
mi voz libre que penetra
sordamente tu sombra.
Abismal silencio
yerto el tiempo
que disparar
manecillas de relojes rotos,
fulguran, encandilan tu mirar,
absorbe mi cruel indulto
transmigrado a evanescer,
vida sin amor no ofrezco,
deseo hondísimo
en vaso infranqueable;
abismática tú
ruego batas tus oscuras alas,
enigma o poso del mundo,
bajo la tierra oscurece el día.
Sombra justa que mandas,
penumbra en perfil de cielo puro;
torso de tinta,
parpadeo de espumas,
noche cerrada,
los luceros sobre tu parda mirada;
sierpe que palpita
llamada esperanza en azul
montada,
luz ciñe tus colinas, tus exactas sílabas,
perseguidas por tus labios dispuestos.
Mi viento inquieto te circunda,
demarcando sueños auras
y tesituras perdurables.
Diosa suave eres, 
asaetada,
deslumbrada por padre lucero,
déjame admirarte, 
no quiero refulgir si no es a tu nombre,
bosque de venas,
hojas malvas,
ascua del mundo,
es darte mi corazón,
yemas ofrecidas
hierve tu belleza colmada,
eterna duraste, cruzaste
la senda que lo bonito te llevó a mi casa
de ciego verbo,
 
133. ALBO TRAJE TU MIRAR:

I hoja:

Canta mi piedra
por inencontrable esencia,
promesa de luz del sol.
Azar de imposible
fuego fatuo en tejas
que son nubes de altos cielos.
Serenamente místico, me alzo.
Ascua empírea fueres
o carbón del destino atronador.
Mito, constelación:
constante, pura flamígera,
eterna de cimiento terreno
sobrevivirás a lo alto.
Escarnio mis solas sombras.
Promesa de tiniebla,
promesa tibia,
nunca alcanzaré luz tan ardiente.



II hoja:

Perecer a los cielos que yo amé,
te amo en medio de mares,
entre pulcras esferas feroces.
Clamor por férreos bosques,
boscajes de tu sed de miel,
arrebatada tú, de tu albo espíritu,
generosa es la penumbra
eco pálido de azul viejo
virginal fuerza de noche añil.
Presencia misteriosa
en haz, de luna áspera.
Destino opaco, inclinación
por verdades de monte desgarrado.


III hoja:

Tránsito estremecido, el río,
ligero, nitidez de espejos
que dulces presiden
hondas tierras.
Constante agitar de sus fuentes.
Resplandor baten tus argentísimas alas,
palabras entreabiertas
buscando dicha.
Esencia, eclipse de mi sangre.
Sideral cuerpo estrellado.
Sigilo, tus pupilas
con las que a fuerte garra
me amas,
y ardua me miras.

IV hoja:

Lejos queda el miedo en cestillo,
a ser feliz;
si tú escribes.
Por esos juncos que el día
no cierra.
Un remero hábil,
desnuda la noche.
Bogando que su luna sonría.
Oscuridad larga
que nunca secunde.
Desemboca arriba ardiendo,
tu frente rosácea abarca.
Mi armadura, mi espada, fragor, 
pico torvo, ojos cerrados.
Penumbra desconsolada
por riveras de mi ciego Arlanza.


V hoja:

Fondo de monte
en el verde mar
de tu boca.
Claros rectos, únicos, confunden,
luz vasta y su sombra
que más ya no languidece.
Viento, velo, acallada luna.
Muda escucha
espesos vellos.
Faroles latiendo
corazones en celdas
con llave de tu alma.
Noble secuela
de mi dios Gemineye.
Entre azucenas de la tarde
mi suegra y consuegra arde.
Rubricó tu gentileza, orquestando.



VI hoja:

Luminiscente polen
en interiores de colmena.
Abro espumas esbeltas.
Desnudeces en carnal tomo
de mi cepa.
Brusco y dormido
en leyenda diferente.
Caí a mi tierra.
Toqué maravilla, flor de supremacía.
Palpé tu olor fecundo
a esquiva adormidera,
de tu órgano erizado.
Por tus estelas claras
que escriben galaxias
y agujeros de luceros.


VII hoja:

Viejo pabilo iluminado
humo rojo vióse apuesto.
Gallarda tu entraña.
Decreta, no cese
Mas nunca mi terco aljibe
que te escribe.
Con ojos rendidos,
ojos cada vez más humanos.
Pureza, tu plata.
Amortecida ahuyenta la negra Parca.
Piadosa suerte
en sombra densa montada.
Eco amplio,
ley presunta de todo linde quieto.

VIII hoja:

Difieren ligeros, tus sortilegios,
de verbos que nacen.
Ya nacidos estudio.
Ellos que escalan mis ojos.
Opulentos pinos reposan
su verde nupcial.
Ato presunto borde,
llego a tu almena
donde vive tu alma serena.
 
134. ORILLA DE REGUERO:
   
Vienes mi oscura golondrina
a colgar tus besos de nidos
en mi antiguo balcón de reflejos,
jugando me llamas 
con tus alas en mis cristales.
Tu hermosura y dicha acusan.
Tupida mi yedra,
por tapia y hermosa fronda;
cuajada de rocío volverás.
Abre mi lid mi castellana,
moruna siémbrate
desentierra este caudillo
frente rejas de tu estrecha ventana
cuelgo un mirar absorto,
de tu despliegue de manos.
Dame asilo de pecho
inexpugnable penetra
honda risa,
sólo llave, paraíso, alma, 
soto, cárcel, instante.
Sólo veo todo lo que aquí
no yace.
Agarro la rienda del caballo,
descubre el viento
mientras salta muralla en sangre,
pavesa en aire,
sujetando mi arpa en la lumbre.
Tres cuerdas estiro,
la última destensada late,
un averno sin condena
ni tristeza seca atañe,
dicha, belleza, fortuna, procesión
entre pinos rutilantes,
tus yemas,
mi pavimento,
con espada que centellea,
ya no es mayo pastorcica bella,
ojos de otros ojos me enseñaron,
pajaritos, valles,
vegas, agua fresca.
Sabes cuál es tu música suave,
encanto severo apasionado,
del enturbiado espíritu
blandiendo tu embeleso amilanado.
Expande tus tonos 
cariño infranqueable,
tus franjas verde- azules.
pié de mi río
tu fronda ya cubre.
Abre el estío en ráfaga de tu centella,
tejeré para ti siempre mi sorpresa.
Inextinguible clama, abre la gloria,
magnificencia de osar tus labios,
terciopelo anidado
de un tiempo disuelto en sílabas,
suprema,
volverás a mi ventana
mi oscura golondrina.


135. SEGMENTADO DESNACER:

Lóbrega sien, letal beleño,
estupor sublime aplaca,
fragor en fantasía cuesta mi estampa,
fatídico azur y hórrido
furor esquilmado.
Desceñidas tus manos.
Rueda mi cuadrilla atroz,
eco dormido entre tiranos,
llanto etéreo en la condena.
Alzo tus funestas alas,
hierros de castilla forcejan
fuerte, intrépido,
alzan mi firme pecho,
en dulce flor asigno tu vida,
musa libre, cristalina.
No marchita la azucena
suegra y nuera
de la vid espera,
Fuego y sangre,
madeja de plata tu mejilla,
voz de indómita cerviz marcho,
de ruginoso, sanguinoso vocablo.
Hijo de treguas quiméricas,
adusto ceño seguro de osadías,
navega mi barquillo,
deliciosa eres sin memoria mía
atracción de astro y fulgor,
laúd a coronar
violenta apoteósica flor.
Afrenta todo 
a mi amor desconocido,
y a mi solitaria flor,
ventura bañada de moribunda luz,
dulce mi tristeza,
sepulcro a coronar.
Disipada bruma, siempre gris,
para mi alma paz,
quiero la tuya,
eternal quietud
de ángel con alas de palabra.
Corazón gastado, sin sustento,
sin vanagloriarse,
febril hermosura
tus yemas tejen,
senda que pierdo.
Noche malva, azul, serena, indiscreta,
ruge tributo y desvelo de cielo,
informe alma decreta:
-Luz vaga y efímera,
desventura de lívida blancura,
mariposa negra amedrentaba.
Rompe mis nieblas
golondrina oscura,
por rayos de zafiro.
brilla esta mi alma afligida.
Nativo su lago,
donde la venganza soporífera arde.
Clarísima esfera
y su estela de misterio.
Termíname tú, 
yo no me encuentro. 

136. CERRO Y TINIEBLA DENSA:

1
Sedientas las arenas de tu bravío río.
Cauce de tu pálpito exhuberante,
era un cerro y una penumbra.

Cónclave de inusitado
hombre hecho de runas,
testigo de tu Sol y beso deslumbrado.

Brío de fiel pureza te abarca,
pulcra tu seda, avanza,
murmurando tu ágil imagen.
2
Deseo ecuánime agito,
terneza encumbrada
de fragoroso cenit.

Siempre frescas vendas me ciñes,
lucirá nuestro día,
entre virginales sendas.

Misterioso límite
de ansias y anhelos,
sed de nuestra alma flagrante.
3
Espumoso y turbio
engalanas el fiel abismo,
con tus colores y sentidos solares.

Ensarta mis cenizas aparentes,
en campos y sus señeros
inmobles; densa niebla no abate noble,

ni altivo mi ánimo desciende.
Entre caracol y fresco brote
mi rosa erguida por tu fragancia

y sus nueve gotas de rocío.
Esperanza, dame mi flor ansiada
Tu alma golondrina oscura,
tiende a todo lo eterno.
Yo lobo desciendo a tu condado
que en ternura ciega arrostra mi olvido.

137. TUS ACRES POR PECHERA:

Lontananza, de luz en vida
sed de alma torna
abre sus crispados, suaves labios
en tersura de espada.

Salvaje árbol velaba sus frutos
con ordenanza del mañana.
Acostado en su dicha,
el fantasma del Bien sembrado
aguardaba.

Asilo en mi pecho,
donde combate mi mujer no besada,
nublados los rayos de Sol,
canta el llanto de la lluvia
y ciega atronadora su beldad.

Afilaba una adelfa
sonata de luna recta,
voz extinguida
que abre mi férreo ciprés.

De voz y filo militar
fallecidos.

Murmuran frente y rejas
el vestido de mi castellana
que baila con batiente viento
innoble mi ojo de tierra
porque perece,
yo nunca más.

Derredor en silencio cansado
acuso los hierros de tu franca
para escalarlos
y tu anhelante sombra
poseer
y así a silencio cállame.

Abre esta cal procelosa
donde yago,
sin tu manto.

Con más de mil palabras
encanto repletas,
dulzura en claro frío,
bien nuestro,
aura satisfecha tuya
correrá mis venas.


138. SOLITUD ESPINADA:

Resquicio tenue,
acompasado
entre fulgor que crepita,
que yo estoy nacido de una espiga,
va que vence mi dulce tormento nacarado,
entre colchones de luna,
efímero pasa el minuto
sin contar el segundo,
noche cabalga este acre
de solitud encontrada,
ven, ven a mi espada,
tú eres mi hombro,
tú eres mi azada,
donde encuentro besos del alba,
espirales oxidadas
me dictan que el camino
se duerme en tus mejillas,
es la hora,
desnaceré por mi Sol,
seré su hijo reclamando su luz,
sembrándose en cada cuchillo de acre,
porque él es mi padre,
y la luna mi eterna madre,
me deslizan los cardos
con sus espinas recién nacidas,
soy tantas cosas que siembro mis abrojos
versados para que su filo adentre
el recuerdo de quien me lee,
porque este siglo parirá pocos con mi fuste
y valía jamás dormida,
voy que trenzo entre alambres
mi idea que desdibuja,
brumas grises, y escarchas azules,
la ortiga me saluda
y esta peineta de brujas acuchilla al viento
que pasa y no sonríe
todo lo que quiero
es todo lo que necesito,
todo lo que necesito
es todo lo que amo, 
y lo que yo amo
es todo lo que siento,
soy fuego y mi novia es aire,
es en esta acequia
que mi tiempo consume a la espera,
es por esta sangre que me crecen flores,
soy un ser de tierra,
y mi tierra es cincelada materia viva,
canta amor entre estos cuchillos férreos
porque de este romance oscuro
hacen trilla de espigas,
no abras mi compuerta
si temes lo que salga de allí,
me trepa la idea mi salamanquesa
de hierro viejo,
no puedes desvestir el suspiro,
no puedes hacer tuyo mi ímpetu de carcoma,
ni cabalgar puedes si no es conmigo.

139.  AGUA SOCARRADA, ELÍPTICA TRAVESÍA:

Analizo la luz en tu mirada,
leo flagrante tu alma.
Horno de fuego lleno,
como pisar un abrojo 
y blando sabor degustar,
estampido del trueno atribuyo,
rebelión venciendo,
ya se escuchan rumores sordos,
precursores de tempestades.
Torrentes sin cauce
la turba desemboca a mi senda,
yo soy como las vigas de Himeto
no preguntes más.
Que ya mi amada labra la columna
que me cincela.
Heredero he sido de cuanto he servido.
El múrice me guarda
servil en mi travesía
por mar Laconio
cielo, inspiración, canto
corre anhelo voraz.
este mi sepulcro reverdezco
hollando lindes,
preguntando a Prometeo,
sin sobornar a Carón resignado,
el Leteo ni descendientes
traspasar mi puente pueden.
Chispeante tu cielo,
su rubor satisfecho oso al por mayor.
Instantes melosos veo en su colmena de labios.
Agradezco por enunciar mariposas nocturnas,
poso de almas condenadas.
Orados recursos en vigilia
que enseña cátedra tu silencio,
estruendosos llamados 
a cosechar en gotas tu alma.
Sólo ordeno, mande sí
pero no me despiertes
porque no conozco ni miedo
para luchar por lo que quiero.
Acoge el cimiento
coloso que ando disponiendo,
prosigo,
póstuma súplica
ésta que logra calmar de Plutón su ira.
Gerión y Ticio
la onda Estigia aplacan.
la raza Danaica no se acobarda
ni su madre Dana
devela el secreto
por el que soy preso
reo capaz de incendiar
abismos que rutilan sombras
si así combato mi incierta suerte
por la que arriesgo sin miedo
de ganarte el cariño.



140. SEMBRANDO ALTARES DE HUESO:

I

Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.


II
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza, camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos;
piedra de montañas...
Hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
¿Quién estará allí?
¿Quién vendrá a darme un camino que seguir?
Solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

III
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
Hipsípila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.


141. CRUEZA:

Fuerte
veza.
Crueza
suerte.

Muerte
reza.
Nueza
vierte,

Diablo,
hablo
mudo.

Cielo.
Duelo,
viudo.

Abreza que adreza,
aceza con agudeza,
esa belleza despliega,
con pronteza, la alteza,
escurraja desliza,
fiel perfidia en pereza,
dulceza habla su clareza,
corteza por variar
acaso adereza,
afirmo la alqueza una
ancheza del alto lar,
lindeza, listeza, por
llaneza, lleneza, 
abre longueza, sin par
de majeza abierta ella, 
maleza, la osada, 
ensimismada roza
malveza, manseza, ya.


142. AJUAR GASTADO:

Sombras sin ayer,
un silencio roto
que recorta su anochecer,
trenzado garrote
a des voz,
recto entre la espiga,
abierto en el ababol,
frío yerto al amanecer,
ancha idea de rectoral ritmo
que trova,
este sol de averno,
lagar muerto,
que la soba.
Prensa mi parra en la cuba,
racimo paso del soneto,
infeliz sin costumbre,
pesadumbre
sin escuadras
senaras, abren la lencería
de Armuña,
ávidas, grises, noites
en compás dolido sin ajuares ausentes,
esta piadosa siembra,
me alza entre los mortales,
Dioses lo quieren.
Mi verdad en cumbre de macizos
que el gentío se niega
en ego a escuchar,
mi visión raíz de Cernunnos,
reló de silos azules,
un peldaño de áspero olvido,
místico este cuervo,
puro cerro,
puro roble,
puro fresno,
pura encina,
subrepticia dolida,
mi pan amarillo
al pasar la caléndula,
la flor de este muerto.

143. CANDAVMÍS:

Del acre del cielo, destino clavado.
Verde semblanza de tormenta furtiva,
sierra de sueños en blanca idea,
clamor en ocres de nubes,
relajado,
sosegado empuja sus clavos
que precipitan hacia sienes de grama,
lloviznas de pretiles azares,
en fuegos erizados
que él truena,
aventa que alza
su ronca madera.
De fértil diente,
de cano cabello,
niebla de su sendero,
crepitante onda,
en azur marcada.
Viento sin suelo
su final encuentro.

144. CUCHILLA DE SILEX:

Raudo enebro enervado
bajo cuchillos de tierra,
en sombra que hace
pulcritud de estelas
descorazonadas,
duro metal y simiente
en espina de alarde,
sonroja a la escarcha
de este cielo que aploma,
para derretir el hueso
que el astro besa,
jabalí nacido entre aromos
de espinos,
va bajando su cauce la luna desamparada
buscando su recio esposo,
la loma desciende su floresta dormida,
canta el margal entre brezos noctámbulos,
y margaritas con violetas ausentes,
los jacintos silvestres ya vertieron
sus hijos de nácar.
Quedó el nardo desplazado
y el ababol sonríe,
ya vertió su sangre de tierra
para cerrar su campana
al tañer de sus simientes
enarboladas,
hasta la siguiente vida
a partir de su presente muerte.

145. GENII LOCORUM, TODOS DESPIERTOS:

Vida que las montañas me respiran,
raíz en su abismo de hondo tajo,
aire bonito relátame mi destino,
subiré los montes y cerros,
alcanzaré mi soberbia
allá donde el alba despierta
y el linde vuelve vago,
plácido, ferviente,
sed de tallos
y savias que luz llena,
erigiéndose cumbres
y cimas de hervores
a la matutina belleza
que anida.
Y en el ser germina,
febril loma desdeñada
por rizos en apogeo
entre rayos que culminan,
desnuda hacienda ultrajada,
río de encina, cuervo nacido,
por lo que me quedó sin decir,
Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo 
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más arduo es el camino,
cuanto más se abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.


FLORESTA DE TU VERSO, CARNE Y ESENCIA:

I

Abro la noche sinfónica
de tus labios orquestados;
casi transparentes.

Tu rostro melodía
casi templada,
inimaginada.

Mi grama ya ocre
que incesante vibra
su dicha blanda.

II

Azules mis tenues
lombrices renegadas
de pensamientos que flagran.

Húmedos sus escondrijos
que traspasan
hondonando, cuál lira

que tú ocultas tersa.
Violines de transcurrires íntimos,
tus manos afilan.


III

Exalto el clamor de violas,
clarines argentos
estrellas laten opacas tañidas.

Por luna tangible sin reja,
espero su áspero eclipse
repleto el día de mi cumpleaños.

Su luz sin serrín,
a la gravedad tuya;
tenso mi arco.




147. AYER DEL HOMBRE:

Mañana será epitafio sin nombre,
una deidad vaporosa en alambre,
una alta ojera de nácar caerá
por el descendido horizonte del hombre,
será su suerte una llama sin aurora,
flama de inmortal discordia,
un beso atrapado en etérea yacija,
un granate verso inconcluso
que encadena la vida de quien la lleva,
hombre al menos por tener valor de ser hombre,
poema sí por tener imágenes para bastar a la belleza,
para hacer lo diminuto gigante,
y lo gigante magia de silencio,
es un aliento, un hálito y un verbo,
una tijereta en esta ciruela,
donde se derrama la idea,
mas si no alcanzas a dar impresión de belleza
jamás serás poeta,
serás narrador de tus diarios
de insulsa existencia sin afán superior
que no sea lamer tu conciencia,
de este nicho traigo la lombriz,
estaba en su tierra recogidita, feliz ella,
aquí en esta tierra sembré mi verso,
esperando que se abra
y sea inmortalidad de alta esfera trenzada,
por quien la sostiene sea quizás eso
una deidad con nombre.

148. MAGNIFICENCIA EXACTA:

Yo me adentré en la morada
de la belleza más perfecta
y renombrada;
allí estabas tú mi amada
quise hacerte mía,
ser como mis ancestros eran.
Nacieron hidalgas hijas
de mi tierra.
Fervientes herederas
de mi idolatrada hacienda Castilla.
Honradez solariega
de mi feraz Ocejón.
Amante compañera
mi sencilla labradora,
alzando nuestro
el regato cristalino.
Logrólo todo
pacífica y amable,
perpetua y serena,
alma de anchos cielos,
desnudaba.
Campo pardo, ondulado
en mudo, ronco halo.
Con tus castas soledades caminas.
Desterrando azules lontananzas tuyas.
Empapada llaneza,
grandeza en campos abiertos.
Alamedas y copas desplegadas
de encinas viejas.
Vida solemne aguardas.
Tonadas dulces
de miel de panales.
Doradas esferas precipitas.
Puros, serenos, profundos pensamientos.
Monótona, inmutable,
magnífica hondaba tu estela.
Mis férreos zarzales floridos.
Vigor de sienes envaneces,
perspectiva de nueva cosecha
en las lindes de tu exacta
alma.

TU CRISTAL VAPOROSO:

I

Adentro la longitud soporífera
que rige y exalta la turquesa
de tu pura mirada.
Visiones de tiempos mejores
sí entraño.
El campo de tu Parnaso devorado,
abro al candor de un santo Olivo;
bate sus alas el pardillo
al rebuscar la grama un tordo músico,
que consigue la lombriz
de mi pensamiento.
Albergan flores de piedra
las vírgenes encinas
desplegando sus bellotas
de días futuros.


II

¡Oh! Luna de sangre,
luna férrea,
esta noche de viento
cuando suena un lobo afónico.
Vals de la cigarra
que despierta al litigio
del arduo grillo.
Brilla la piedra de lumbre sedosa
ya blanda;
fango quieto que la sangre verde
no gira, púrpura celeste
de nueva cosecha de estrellas,
caldero de esquiva realidad
te encuentro, tu saliva vieja
en tus labios azules.


III

Soledad de hierro frío
con venas de fuego
y su gris suspiro.
Alzo tu cristal imbesable
por tus amores
de humores lívidos;
fluyente no es mi querer
ni se tumba como espiga cansada
de este estío ardiente;
hoja rumorosa eres
del cuaderno de mi vida.
Ingrávida alma meces,
que ya no ahuyenta
mis latidos precoces
sin escapar nunca más.
Extinto muro de sombra,
cristalina, acaricias mi profunda dicha
de este nuestro universo recto,
luminoso, que sangra la noche
en tus cabellos.



149: EL SIGNO DE LA ESTEPA:

Alba mía,
fugaz de abisales miradas,
llévame a mi lecho
que no me tengo más en pie.
Cayeron mis suspiros de miel,
Orando me acaricien
palabras de ayer,
ven mocita a mi vera,
ven te quiero ver.
llorando no lloro
mi cantar aquel.
Visten amapolas destellos de piel,
dispara para no volver,
plural celeste aflicción,
alba mía escánciame
no quiero tu padecer,
sonríe a mi flor esquiva
un rayo tornasol,
ten mirada pura,
en esta espina radia nuestro tesón.
Hueso hondo, fúlgido nacido
de la adoración,
como niño lloro la ternura
agarrada en corazón.
Martillo quiso ser mi hoz,
segando a golpe de viento
mi labrada voz.
Victorias acompasadas frunce mi Sol,
el rito mío cantará,
por la nieve de los álamos,
al olvido de barbas de mi chopo forjador,
herrero de mi sinfonía.
Verá parir la luna,
en hojas de olmo con forma de corazón.
El signo de mi tierra,
el amor de mi azada
a su soterraña entraña.
Vientos del norte me llevan
a lomos del Aquilón,
Hijo del relámpago,
que una vez amó
y tierra tomó.
Signo de los tiempos,
solo, solo ardió por derredor,
alma invicta, invencible
su espada deslumbró.
Lobo aventado en bosque clamó
la tierra devora lo que es de ella.
Yo clavaré rival
a serena esfinge,
que mustia mi carne florecerá,
espero que esperaré
el tiempo me seguirá
mi rastro percibirá.
Hoy como ayer
solo mis dioses, me aguardan,
en esta estampa abatida
de mi soledad voluntaria,
necesito el sonido de mi noche
por escarchas azules febriles
cantar de flores recuerda
el llanto de la piedra,
a la ruptura de compuerta
estaba yo desafiando mi destino,
hilanderas tres,
no me tapan mi hocico,
trémulo, voraz,
quise estrofas
tuve una unidad,
mis principios numerados
los dejé ayer sembrados,
vine para seguir mi oración
no rompas quimera
mi sagrado nueve,
vendré a traerte que mi ser
lo forma el tres.
Si te veo,
no te escaparás de mi tundra,
ya te he soñado y contigo hablo
de espíritu en yacija
recipiente que mi conciencia
suenas,
me despido para regresar
a mis cantos olvidados,
sin musaraña dicto
que yo existo.



150. ROMANCE DEL DESTIERRO:

Mi raíz arcana anclada,
dejas el etéreo espacio
en eterno cementerio
tu silencio amalgamado.
Yo era taciturno espectro
misterio, parajes blancos
que salvajes en tu lengua
confrontan en yermo arcano
saciando mi Baco imperio
de soledad que amilano
sin inicio, sin futuro;
sólo aplacando los diablos
y esa idea primigenia
cual ojo que jamás hallo
descansando en alegría;
ocho hijos que me has dado
más los bastardos impíos
reconocidos sin ralo.
Anudar aún sin vivir
mi vida; que deshilacho.
Desfallecer, despedirla.
Corona por candelabro
sí, mi raíz es de plata
al fervor de soles alzo
como cobrizo capullo
entre polilla o gusano
devana mi sangre, rueda.
Transmigra verde que escancio
sobre espica, sangre hielo.
De infecundo humor humano
con coraza por pechera
carcoma en espuela calzo,
mi tomo de tierra venzo
roja sangre que yo esparzo
pergamino en vana ciencia.
Que los abrojos espanto
espejo terrenal hondo
mi sonido injerto orando.
Sobre mi vil armadura.
Escita alma, el Castellano.

El Castellano 

Miguel Esteban Martínez García

FINAL
ESTASÍA FUERA DEL TIEMPO ‘’VANGUARDIA PROPIA’’:

Operación cero,
preparado para destrucción completa.
Temblando ruido agresivo
supresores activos,
hostilidad caótica
controlador inactivo,
ctrl.alt.delete
mente eliminada,
extasía fijada,
dominación eleva la distorsión;
extinta clase,
energía nunca muere.
Raza real avenga el paso,
controla el ruido ahora,
real es terror en el hueso,
juntos:
-Guerra al error,
guerra en la boca de locura,
nadie viene a morir hoy.
Tropas de la luna
blanden metal oscuro.
Más duro que el resto del tributo,
pura luz sellada;
fase helada en un dos tres segundos;
vidas en el ojo de una aguja
sistema sobresaturado
dirigiendo bajo tierra,
era del resplandor metálico.
Mortífera debilidad
perfección dicta
destruid el defecto.
Vandalismo ordena
descanse el tributo enajenado.
Llanto de la guerra crispada,
sórdida esencia implícita,
tercera fase encendida,
fuerza canta
ciega su falta,
exterminio en vena férrea,
faroles dormidos
esperanza difunta,
cobres almas anidan
sigilo deslizado
por entes de éter.
Energía, niveles óptimos.
Conquistar y destruir es lema,
pasado rueda
el olvido del tiempo.
Es hora de estremecer;
por un alma disuelta en electricidad,
fase oscura dispuesta,
era lumínica comienza decadencia,
telégrafos disponen alaridos en cópula
sobre postes de pino muerto.
Escarpias frías
sostienen pensamientos,
nueva era decreta,
hoy es mañana tejido en fábrica
de herramienta llamada éxito,
ilusión en cadena
para realidad de quien la estrena.


vanguardia
nombre femenino
1.
Parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.
"el escuadrón ganó la batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"



2.
Minoría que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas, etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después irán ganando adeptos.
"el cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de siglo"
sinónimos:
avanzada

El Castellano 14-08-2018




 RÍO DE LAS FLORES DESANGRADAS

























AUTOR MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
























Prefacio:

Es mi libro con el trabajo completo de varios años, impera en él un estilo de plasmar surrealista, de escritura automática guiada por referentes propios de absorción y adopción mía, mediante aprendizaje por medio de la lectura, eterno buscador de plasmar correcto, en mi búsqueda y en mi trabajo habita la concepción de lo que me parece bello para escribir en base a eso se surten las imágenes como abrevadero de ideas ramificadas de lo que a ella atañe.

Ya que la poesía sin impresión de belleza poesía acaso sería. Sin creerme poseedor del castaño de las castañas de oro mi poesía y mi obra es fruto de consecutivas temporadas seguidas de escritura durante dieciocho años. Un abrazo y gentil saludo autor Miguel Esteban Martínez García 

El castellano.


























Índice:



Contenido

2

Prefacio: 4

Númen mis dioses: 8

9

DEIRDRE REINA MI DOLOR; COSANTES: 9

PROYECTO BRUMA DE SANGRE 16

Liras 16

Culto de mi cultivar. Oda en liras 17

OSCURIDAD GERMINA: 18

Epodo: 20

Reflexión: 20

Elegía a la vida. Oda en liras: 20

Reflexión: 21

Araña de noble silencio; Oda en Liras 21

Raíz de candor mineral-Oda en liras: 22

Castilla Oda en liras: 24

Castilla: 7a 11B 7a 7b 11B 24

Río Tajo. Oda en liras 25

Grillo Oda en liras 27

ROMANCE DEL DESTIERRO: 28

CRUEZA SEMBRADA: 29

Sonetillo: 29

Flor de Helecho romance: 30

ODA TERCERA: 31

Olmo de espíritu, tercerillas y serventesios: 32

Original: 32

Enhiesta albilla: 33

Raíz: 34

II 35

III 36

RAÍZ DEL AURA: 37

V Candor en raíz: 40

Flor de difunto: 41

Danza en mi oscuridad: 43

Otro beso: 43

COSECHADOR TU AGUA: 44

AGUA: 45

Sentido yerto: 50

Aguerrido albor: 51

Flor de tierra: 52

Quimera quieta: 52

Tierra en el viento: 53

Silbido de la centella: 53

PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS: 54

ODA AL RÍO MUNDO: 56

Prímula escarlata: 56

Ceremonia terruña: 58

Voz de tu preludio: 59

Brotado: 60

Primavera tu hoguera: 61

Memorias frías: 62

Rauda estela: 62

Catarsis: 65

CATALEPSIA Oda a reina Musa: 65

Pacto de tinta y sangre: 67

Sincrónico fulgor: 69

Cuerda yerta: 69

Orfanato de inspiración: 70

Silbido de la sangre: 71

Resurgir: 72

Gloria oscura en auge: 73

Subrepticia: 73

Espiral de reposo: 74

Atisbo de nácar: 74

Sigilo de solitud: 75

Preludio de la certera posesión: 76

Lugus: 76

Oda al Sol: 79

LUGH 81

Yo soy siempre: 86

Sentido yerto: 87

Aguerrido albor: 88

Final con comienzo: 89

Flor de tierra: 89

Quimera quieta: 90

Tierra en el viento: 90

Silbido de la centella: 91

FULGENTE FUENTE: 91

PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS: 92

Belleza: 93

Surco fantasmal: 94

Tu grillo: 95

Granate arterial: 97

El observador: 98

TOMO II   SIMIENTE SOLAR 100

FANTASMAL VISITA: 102

Lluvia sembrada: 103

Cosechada la idea: 104

HALO DE ENTUMIDA ALMA: 105

Niebla sonora: 106

Bosque de jardín umbrío: 106

Urdimbre argenta: 108

Sed de reguero: 111

Noche velada: 114

Ceguera: 115

Tu voz: 116

Los pequeños detalles: 117

Piedra-corazón: 120

Desvelo dulce: 120

Vívido desliz: 121

Lozana silvestrita: 123

Vorágine terreña: 124

Primavera: 125

Poema al alba: 125

Nocturnidad en colmillo: 125

Contigo sangre refulge: 127

Preámbulo derramado: 128

Silencio regenerado: 128

Mecha de oscuridad: 130

Dicho azur: 132

Siembra erguida: 132

Ferviente tajo floreciente: 133

Vientecillo elucubrado: 135

Inmenso placer secuaz, inefable: 135

Sentimiento labrado: 136

Azar relegado: 138

Sendero mi suerte: 139

Soto en sol naciente: 140

Niebla encorajinada: 141

La polilla negra: 143

Beso de ascua: 144

Dulcera en claror: 144

Sed de luz: 145

PUPILA TIERRA ENERVA: 147

Sepulcro en cobre 148

Yunta cadente de mi huebra: 150

TIERRA DE ENTRAÑA: 151

Osadía en clave: 154

Auge conmigo renasce: 156

Río de todas las flores desangradas: 157

Linde quieto abierto: 159

Vine con la lluvia nativa: 161

LLAMEANTE OSCURIDAD: 163

Fulge mi astro: 164

Lágrima del hierro: 165

TINIEBLA LUMINOSA: 166

PENAR FÉRREO: 167

Metal llameante en tu vidrio: 168

En mitad un candelabro: 169

Tu alma de fuente: 170




Nota:

Así suena la guerra que es Santa...



ROMANCE DEL DESTIERRO:



Mi raíz arcana anclada,

dejas el etéreo espacio

en eterno cementerio

tu silencio amalgamado.

Yo era taciturno espectro

misterio, parajes blancos

que salvajes en tu lengua

confrontan en yermo arcano

saciando mi baco imperio

de soledad que amilano

sin inicio, sin futuro;

sólo aplacando los diablos

y esa idea primigenia

cual ojo que jamás hallo

descansando en alegría;

ocho hijos que me has dado

más los bastardos impíos

reconocidos sin ralo.

Anudar aún sin vivir

mi vida; que deshilacho.

Desfallecer, despedirla.

Corona por candelabro

sí, mi raíz es de plata

al fervor de soles alzo

como cobrizo capullo

entre polilla o gusano

devana mi sangre, rueda.

Transmigra verde que escancio

sobre espica, sangre hielo.

De infecundo humor humano

con coraza por pechera

carcoma en espuela calzo,

mi tomo de tierra venzo

roja sangre que yo esparzo

pergamino en vana ciencia.

Que los abrojos espanto

espejo terrenal hondo

mi sonido injerto orando.

Sobre mi vil armadura.

Escita alma, el Castellano.



El Castellano



CRUEZA SEMBRADA:



Amándote ferviente, nueza llama,

presa amapola en sangre se quedó,

sonriente aurora, veza la heredó,

tu corazón alqueza, fuerte se ama.





Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama;

Veraz la rosa, amor siempre alegó.

Al latido, su beso le ofreció,

la flor abierta en agua se proclama.





El estambre, súplica nocturnina,

piel acaricia, ya brindó mordaga,

su gineceo blanco, sanjuanina.





Óvulo y ataraxia, adreza aciaga,

tierra, anclada la doña saturnina;

Germina fértil vientre, enhiesta briaga.





El Castellano


ODA TERCERA:

I

Grandioso, que tú me alzas

viles lindes inconclusos que lloro,

mi vigía con auras,

recompongo mi coro;

siendo hoz destellando, todo incoloro.



II

Oh alma, sin llantos tibios

servil cuanto dirijo ciego, bruma,

anublan cielos, lirios,

severo tiento no huma.

Destellar que calmoso, pulcro, fuma.





III

Si sea por la alta lira

alzar su carne, el intransigente sol,

glorificas mi pira,

como el trigo y girasol,

flameante como hornillo tu tornasol.





IV

En tersas noches solas,

mi suave canto puro, ensombreciese;

duras montañas de olas,

de árbol noble moviese.

Frondas y la furia de mar entonas.



V

Desfallezco, ir subiendo,

aljibe mi esencia, terneza firme;

solo voy descubriendo,

canto de áspero al irme,

ninfas, hadas, sátiros, a plañirme.





VI

Por ti bravo, voy calmo.

Al valor y hermosura de antaño.

por ti toda, me ensalmo.

Mi barba de ermitaño.

Osando cautivo, lamer su letra.



Förüq castellano Miguel Esteban

Enhiesta albilla:



Amándote ferviente cada llama,

presa amapola en fuego se quedó,

sonriente aurora, ella la heredó,

tu corazón caliente fuerte se ama.



Renuevo esta mi sangre, dulce dama,

veraz la rosa, amor siempre alegó.

Al latido, su beso le ofreció,

la flor abierta en agua se proclama.



El estambre una súplica advenida,

piel la acaricia y le brindó su daga,

su gineceo blanco, su avenida.





Óvulo atravesado cual semilla

su tierra, anclada joven la biznaga,

germina fértil vientre, enhiesta albilla.



El CASTELLANO


I

27 abril 2016



Raíz:



Tibio resplandor dorado

mi aura escapa de mi cuerpo

para no saber quién ser

el ababol del camino clama

por enternecer la primavera

a rojo carmesí cuando la tierra estalla

en flores ellas dejan su río de sangre

allí donde el olmo viejo

crepitando mi sentido estaré

me nace una espiga de la mirada

a la hora que se acuesta una malva

luce el colorín su trino

la caléndula cierra sus flores en verso

a la hora que el tejo exhala por el tiempo

transcurrido hueso viejo

y su tornasol afilado

hoy es tiempo de colgar sus flores al viento

por si llora mi cielo cuelgo ramilletes

en chopos silentes que la vida

vio colgar de mis pupilas

al dulce trigo en verde olivo

que mi ser yace más que vivo

mi ser es primavera

a la hora que su caricia blande entera

mi tierra y su entraña abre

al esplendor de un estambre

y se eleva mi lumbre quieta

río de sangre que me crece

por soñar soñé y me enraizó la flor

y que la flor sólo sea la flor

Porque jamás mil máquinas podrán hacer

una flor y elevado mece su amor

por la verde grama

que se afila de mis ojos

la guadaña

por el ancho largo

trepó y escaló su cielo

al fiel desliz me hallaba

esperando adoptar su sabiduría

que reverbera en cada pétalo

en cada hoja, en cada raíz

de su fiel testigo estático

quedando quien fui

y la tierra que seré.


El Castellano



II

28 abril 2016



El tiempo que se abra

y brote mi vida

al compás de un Sol mayor

resumen de existir en el brote

de una zarza que allí

baila mi hada

estallando en flores su pelo

tierra yerma que vio trinar

el estruendo de un zorzal

quien te viera caminar

vestida de espiga y lavanda

por ti se abre la Rambla

tus cabellos iridiscentes al brillo

canta al son mi grillo

por un camino se bifurca el reguero

el gato lame su pelo

yo estoy esperando por si te encuentro

mi señora de las flores silvestres

se Acuña mi aliento

en una flor del viento

una flor pálida nació del cielo

con sus colores alegró al tiempo

de sus hijas nacieron alegres vientos

del norte que en color vistieron el bosque

una flor naciente abría su esplendor

a un Sol de mayo por ella tormentas

nacieron germinando a su paso

vivezas de antaño

por los prados viste mi calma

fiel a encontrar tu amor un día

por si el cielo se abre

que sepas que él te mira

mi señora de las flores silvestres

un cardo de la dama en tu mirada

por si vivo mi vida te entraña

fiel de esperanza

una flor bajó del cielo

a expensas de sangre tener

ella se volvió mujer

con tu nombre en la piel

por la floresta danzaba mi suplicio invernado

fiel testigo maravillado

con amor en las venas esperando las flores

de primavera y sus caléndulas

despertaba por fin Ostara

y el cariño de la tierra

mecieron los terrenos

un soplo de su aliento

me floreció un beso

Cuando los jacintos abrieron

sus flores al horizonte del terreno

yo estaba despierto

surcando la mente de quien me piensa

con paso lento y decidido

transmutaba la flor de Odin en luz

cabalgando un arco iris de estrella

sonaba la campanilla entre grama dolida

era el momento de acostar

los dientes de León

al tiempo que besaba fragancias de colores

mi jardín de duendes.





El Castellano



III

29 abril 2016



Todo se baña al calor

de tus ojos

ciñendo la danza

de mi azada

se enhebra mi calma.

Vespertino guiño

de gramas preñadas,

por la sed de arrojo

por tus estrellas desdobladas

Viene mi caléndula con una sonrisa enfundada

Yo estaba caminando sobre mi línea

la noche me contaba sus mentiras

sobre un parco negro límite

me encontraba

disparé a la luna sin hueso

se me acercó un cuervo

con alas azabache

pregunté a la noche

que su abrazo en letanía aguarda

si yo era merecedor de su dama

yo soy la voz de pasados lejanos

soy la voz de un futuro

soy eco de tormenta

al fuego de su rayo

llevo a cuestas montañas

enjambres de abejas

quieres oír su nombre

que la oscura soledad late

Él es Siempre

como un relámpago de sangre

como una luz que mece y envuelve

es el despertar en otra carne

en otro cuerpo

las sombras cantan a su vuelta

yo que camino por la ortiga que me mueve

hoy verá el cielo llover flores

y los campos abrirán sus colores

al rey astro que nada ni nadie

contra él puede

por si brilla mi suerte

de la mano de la dama nocturna

contará aquel cuervo que me vio.





El Castellano



RAÍZ DEL AURA:









Arrostran secuelas

de cicatrices

en mi nueva forja,

abren caléndulas temperamentales,

cebollinos de lares silvestres,

a Numidio le ofrezco,

jacintos silvestres

que evanescen,

y mis rosas caninas por abrir,

no falten a tu vuelta,

ajipuerros inquietos

aguardan los campos

el reverdecer

de otoño sembrado,

romo hierro acrecienta mi sangre,

labriego invocado,

irritable,

a la vuelta de mi fortuna

sosegada, trillada entera,

como tupida yedra abraza

la sombra de su árbol,

no piso cenizas que se parecen,

honraré sin coturno

a Cécrops

esperando laurel eterno,

cúantos ríos nos desconocen,

este honroso polvo,

Musa mía no abandones tus juegos

modula tu laúd sonoro

que tu voz parte y pretende

dulce y armoniosa,

al fugaz viento

tiende mi fulgor de armas,

se duerma así

con mis oídos dejando

se afilen trompetas

y clarines bélicos,

brillante mira displicente

mi hiel de suerte,

hoy no vendí ni un atisbo

de espíritu a su cruel destino,

argento un color

nombré escudero

que enraizó en la tierra

como un blanco chopo de belleza.





Förüq



II

2017

Raíz descubierta:



Sueño, un haz subordinado

hoy tuve una experiencia

subjetiva al cansancio intuido

de aquel retoño de lagartija salamanquesa

de mi pared habitante de mis tiestos,

la regué y corrió a detenerse vertical

frente mis ojos,

en aquella pared donde caza,

detenida sin presura,

yo acerqué mi mano tapándola

por completo sin asustarse siguió inmóvil

y pude acariciarla con cariño,

empiezo,

que no he terminado,

enmudeció mi soliloquio confinado,

abandoné mi voz,

bajo el latir de tierra

sangre huye,

rojos carmines en avidez

de rizados estambres,

sobre las montañas y su blanco gineceo,

esencias despiertan,

palabras bullir

en carne fundida de suelo

en fértil, serena de aliento

en bruma niña,

madre de este gris anisado,

con crispado horizonte,

toda caída sin destello

ni florida estampa

que seca mi ala,

iris de soturna

carcoma mía

en tejado de oscuridad,

de tronco y su nido,

vamos tejo,

si yo creo que eres mío

háblame de tus penas sin escapar,

de tus romances oscuros

a vientos de luna,

piérdeme la compostura oxidada,

haz que me lloren sin miedo tus hojas

que yo deseo ser tu eterno amigo,

compañero.

En raíz descubierta

que afila el tiempo,

será mi cuerpo.



El Castellano



III


Cuerno sonoro,

cuerno vivo,

cuerno hueco

brillo frío templado,

vive tu osadía la bravura,

osamenta quebrada,

viertes tu sangre,

dando brío a la fuerza,

tu luz no tiene rienda,

tu puñal me dio vida,

y a Quoth el cuervo,

tu fiel agonía,

late, sangre fluye,

corre el lobo que soy

bailé entre serpientes

altura desbocada

he oído alzarse

almas bajo la tierra,

arde regio sol-ferro,

oscuras alas blanden

sus filos de alba.

Regentan iris

la lucha que reinará.

Habla desde la leyenda

el origen de Iberia,

quién espantará

mis gritos entre ruinas,

desciende su poder

somos los otros,

canción de una piedra,

férreo el destino,

amplia senda

honro mis dioses

abrídme el camino,

surcarán abiertos

libres vivos;

oda por esta tierra en llamas

por esta tierra en trizas.

Ahogarán alientos

bajo el dios del Trueno

ávidos guerreros resplandecen,

raíz de plomo

incandescente.



El castellano





IV





Por la vía

que los vetustos

olmos blancos

protegen los desnudos álamos

que aguardan erguidos,

al descanso de trémulos corceles

y sus carros, cruzan sin herir el sendero,

abatida mi contemplación

fue silenciosa entre páramos

angostos esquilmados del ocre

ardiente, encorajinado,

como un negro suelo que rozo

con los ojos.

La sombra que un ciprés rutila

se acrecienta erguida, ahilándose

con aspavientos que retuerce la luz

sin franco obstáculo.

Era de la tierra habitado

un bronco grito sin suerte,

refirió su desventura

y miradas no esquivaron,

quedaron vistas cuatro espigas

juntas en tierra arremolinada,

por las vides de semblanza

y el resurgir del añil

del santo olivo,

misteriosa sombra de ciprés

háblame como se habla a la primavera

para que se lleve los fríos,

quiero compartir tus preocupaciones

preservarte como me preservarás

cuando muera,

al sigilo del rojo brezo

me alzo como flor

que la primavera arrebata al invierno,

y abeja que baila sobre coronas,

como agua clara

que da la misma luna,

así como tú sombra,

yergues tu profunda pupila

desde la misma senda

que te vio nacer

pura, limpia serena

aguardando al alba

tu desnacer

que tiña tu ojera suave. 



El Castellano



V

Candor en raíz:


Sembrar unos versos,

en nueva hornada

que el río lleva

en estribillo

cantad pues

que cantaremos

los mineros del verso.

Luz y claridad

en seno de nueva alborada.

Certeza en mi corazón

que late a las raíces

del antaño oculto,

por padre soy minero

por madre soy barquero,

cavando esta mi sombra

voy al hoyo del Sol.

Medito cual azada

de tres cabezales.

Tiemblo,

retemblando voy contento.

Onda vítrea marco mi andar,

por costales del Álamo

forjador, a su boca de fuente solariega.

Sed cándida de funesto, aciago sol.

Luz en aire es del herbario viejo,

padrón de arpa y su son.

Cantó mi campana

vengo por piadoso cerro

como solitario

señor.

Oro jovial seré

como vena del ámbar

relumbraré

mi añil,

amarillo viejo.

Pintaré lunas

y sus anchas ojeras

que relucirán sin ocasos

ni malvas espantarán,

fríos vernales.

Vendrá la niebla clara

por arboledas

y pinos tupidos

que caracolean

mis ideas reverdeciendo

los antiguos pesares

y su alameda errante,

vine por el murmuro de la piedra;

arraigado yo voy de mi insepulta tumba.

Hierros repican

sones como astros cinceles,

desnaciendo de la roca

su candor mineral.



El Castellano





Flor de difunto:



Caléndula dorada de mi vida,

tibia, eterna, esposa del Sol de día,

amarilla, gran luz de los campos

flor de difunto en tu grandeza antigua.



Que baile el tiempo sobre tu flor

que ni te importa la estación,

sobre tu quietud alcanzo la verdad

del ser sin preocupación



alegría da verte, belleza creada

del rayo de sol, dame tu luz

descíframe el saber de tu ser

para tu oro tener 



ese por el que el muerto encuentra

su luz y la abeja tu beso tener

lozanía del camino si silvestre naces

al ocaso del lucero 

tus flores cierras en verso.



El Castellano



Cáléndula joven del camino,

vieja de la senda que lleva a tu casa,

ardor de luz brotado entre florestas hirientes,

alza tus pétalos comunión de insectos,

por estos solitarios caminos

que me llevan a verte

alzas en pitanza

tu verde semblanza,

de la tierra vida en añoranza,

fulgor entre tus sienes,

darás de flor simientes,

así demostrarás que no hay tierra

sin flor así no importe estación,

María oro, flor de los difuntos,

luz entre luces del alba,

sostenme la caricia en tu flor,

que me creo abeja por un día,

álzate entre cardos y malvas que te rodean,

demuestra que eres única,

que ni caracoles osan morderte por tu savia fuerte,

señero silvestre donde los haya,

oro luciente entre engranajes verdes,

espera a tu ababol compañero

que tú sigues dando flor

sin ser primavera entre despertares y albores

de vidas y sus trinos,

navegas mi alma esta mañana

glorificando mi tierra yerma,

te aman mis ojos, te admiran latidos precoces,

eres más que silvestre flor

eres una vida precoz de luz,

si pudieras ser mujer yo sería tu eterno acompañante,

colmas la belleza de lo sencillo

eres mi alegría del camino,

pasarán fugaces las generaciones

y brotarás cualquier terreno

que el reposo tornó sin construcción,

para que tú grites

que la belleza también tiene casa

contigo,

Calendula arvensis.



El Castellano



Danza en mi oscuridad:



Es el eco furtivo

de estas sombras,

rompe el silencio

guarda su pálpito

es como el mío,

es como el mío,

cuando un agujero 

se abre del cielo,

sombras de gatos

caminan la ciudad,

iluminan mejores tiempos,

que ya pasaron,

canta mi grito solitario,

maestro del animal,

cierran las pestañas,

me ha traicionado el viento,

solo, solo en este oasis de cemento,

mi mala yerba brotará

entre su asfalto,

cruces torcidas

el día escapa deprisa,

un párpado negro al acecho,

me piensa la oscuridad,

su negra ala no  me bastará

al día que llega

desaparecerá,

desaparecerá,

escucho notas de este vacío

perplejo, perplejo ante su miedo,

voy por escalas al infierno,

carreteras oscuras

va construyendo mi vida,

la ciudad desvanece,

la tierra muerde los cuerpos,

este invierno

ya no me seduce,

se clavan mis uñas en la celda

de mi cabeza,

el tiempo esfuma etéreo,

nunca más labraré mi miedo,

aúllan persianas con el viento,

estoy en el otro lado,

contemplo vidas inertes pasar,

el espectáculo de la soga comienza,

es una flor de sangre

abriendo su polen,

no hay un alma 

en esta calle de mi mente,

se retuercen mis ideas

en adversidad,

crepita que arde 

esta lengua de frío,

amanece mi sangre

escribiendo sin madrugada,

el día comienza su alborada.



El Castellano



Otro beso:


Mañana saldrá el sol si yo miro tus ojos,

el mundo se hará pequeño

solo para que nos conozcamos,

tiraré la moneda al pozo de oro,

contestarán sus doradas gotas,

que los sueños hay que vivirlos

para que sean realidad,

al verdor del monte

sembraré dulces vericuetos,

para que diluyan escarchas hirientes,

y sus blancos de sabor a nube,

se rizarán cumbres

dolerán sigilos del álamo,

dejando su nieve

en fusión de escalas al cielo,

eternos alambres alumbrados

por el sol y su desquicia,

me llorarán los ríos nuestras gotas de unión,

tu alma pura, colorada será como mi alma,

intransigente comunión, destellos sin calma,

ganaré la batalla,

la noche será mi criada,

la luna rajará crisoles en estampa helada,

las estrellas me arroparán la sábana,

amor yo nuestra primera noche

no seré hombre,

se destaparán los reinos olvidados

seré el rey animal gobernando tu cuerpo,

mi ciprés tendrá sabor a mujer desnuda,

todo lo teñirá el rojo bermellón,

al tañer de nuestras almas en hoguera,

las sombras se unirán todas

hasta vivir en tus cabellos,

yo pasados los siglos

volveré a vivir para pedirte otro beso.



El Castellano





COSECHADOR TU AGUA:



¡Armaos, perros poetastros,

poneos vestimentas, vestimentas de amores mediocres,

vuestras líneas sin más tardar!

Es tarde para volver atrás;

No dudéis ni un suspiro

de este yerto que cruzó

el río de la Estrida.

¡Mas, por regio el Sol caudillo,

por su blancura de Madre,

oh dulce, cuantas estrellas siembran el horizonte,

hay los cielos.

Y hojas hay en mis manos escritas.

¡Remate yo, de mi origen, si os devuelvo a la tersa olvidada!

Suenan las grandes trompetas

que ni en toda Babilonia,

ni en alta torre de Hércules

su resonar pueden disolver.

Recobrara mi aliento,

mis ojos cobraran su luz.

¡Mas por el regio Sol caudillo, por su blancura de Madre!

Día tras día nuevo,

tirando tajo de verso recto.

Embestía y no halagaba a ninguno.

Por un pajarillo envío

por una hermosa golondrina,

que allí donde se vea una alborada,

Hipsípila caudillo hijo,

siempre vivirá como invencible Sol.





FÖRÜQ castellano Miguel Esteban Martínez García



AGUA:



Eslabón vasto, ardido, deslizado,

un iris de gota que a ti te llega,

marcha tenue, compás de tu eterna huida

que te marca y da vida,

fulgente fuente en infinitud de bocas

que tu ser desprende,

de su nombre y su alambre,

irisado canto de nubes derretidas,

comunión de trinos,

un beso a la tierra que deja herida,

límite de árboles y sus soles,

siembra de azul,

despensa de tu saliva,

hoy buscaba belleza y belleza eres tú,

río corre directo a tu nacer

río levántate,

jamás te canse tu desnacer,

efímero latido de tierra,

tú vena del cielo,

una solar yaga del gris,

un hogar, cuna de mi tempestad,

para ser agua inmortal elemento

capaz de crear y destruir,

de vivir siempre tejiendo la realidad,

alcanza, desvela que te debo esta existencia,

sin saberte nada existiera,

equilibrio que en tus vasos juega

para estallar en creación llamada vida.


Suspiro fresco

en labio extinto

de sombra.

Día que no se encuentra

su densa forma,

cuerpo con agua de estrella,

querer vivo que llega al aire

tiende y espera,

la muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmado,

esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre,

en trocados rayos de sol,

esquivos en plano

de verde follaje.

Astuta golondrina encontrando

dócil rama.

Mundo sin mentira de vida,

manantial reluciente de esmeraldas

ahonda y todo siente,

que la sangre miente.

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva,

promesas en frente de violetas,

cantan amando el claror

lírico, estremecido.

Coágulo de viento

en cientos de porciones,

esta luna quieta

semejanza quiere

descubierta la zona umbría

donde invicta llagó mi alma.

 

El Castellano





Ríos que me tibian el corazón,

eslabones de sangre,

¿Dónde está la paz, dónde está el amor?

ríos de sangre se comen mis venas,

cada tropiezo,

otro borbotón,

otro alfeñique para mirar,

¿dónde quedo yo?

que el sol sea mi pena,

cantando espero mi triunfo,

se afila mi papel,

crepita mi alma,

tropiezo con la tiniebla,

hoy navego sobre mis versos,

aliento de la sombra de la creación,

hijo de la luz y de la sombra,

no acabaré de irme,

no cesará mi terco aljibe,

enamorado sin luz avanza

parco el sonido,

deslumbrado albor,

desnudo mi árbol,

hoy centellea mi rayo,

para decir que yo aquí no he muerto,

se viste mi sangre de caléndula y margarita

por si vuelvo al desliz de mi vida,

pasajera de un caudal

que mi entraña mece,

piel con piel, dolor con dolor,

enamorado corazón,

hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,

estoy latiendo en el umbral de los dos,

mi sangre está llorando,

el cruel desliz de la parca efímera,

me siembro en los campos para perderla de vista,

suenan los trigos, de la verde espiga al girasol

se viste brotando mi amor,

viene a plañir mi alma

por el sendero sin prisa,

se alza la dicha,

mi ser crepita el alma,

hoy me visto de espiga,

y que el campo me enternezca

al cuchillo dorado de la piedra caliza,

hoy mi amor al albor

gime por su caricia

y que el alma dolorida entienda

que ella maravilla es mi vida,

por este siglo y los que me quedan,

escrito yo en la piedra.

Lima el albor mi nervio,

aliento cruzado que cae tejido,

la ilusión se hace nido,

borbotones de sangre que crepitan,

alcanzo la cima,

el sentido cae dolorido,

de vid y espino alcanzo el sonido,

al compás de un famélico ciprés,

mi alma dirá viviste,

encontrando la flor

por la que mi mundo se desviste,

rayos a la aurora

para su fiel investidura,

flor de niebla que avanza

mi umbral se desvanece,

bullen las fuentes,

el río es otro río de sangre más,

lucen las mortajas coloradas,

fiel desliz que cruza mi alma,

desgañitándose el alba,

el amor por parir una flor,

elevado al rayo de sol,

quién te viera quién te vio

rasguñado tornasol

se desangra mi campo del girasol,

millas aparte mi nombre se blande,

el beso me derrama las mejillas,

en albor quedan las caricias,

de la piel escritas, sentidas,

danzan las estrellas,

me vuelvo a ver en tu vida,

donde el te amo formo bandera,

y en tu ser queda,

resquicios sin nombre

que el ser come,

la rosa y la espina gimen

en tu nombre,

avanzo el ser resguardado,

sin franca escalo la tapia,

a tu cuerpo me encaramo,

hoy soy de ti

como el pájaro a su nido,

como la sed a su agua por beber,

como el río a su montaña por descender,

como el caracol a su mata por comer,

crepito el fuego que me brota

por tu corazón,

soy yo sin más razón,

tránsito veloz,

tu calma y su verdor,

me visto de malva

gimiendo una runa en el sol,

me anclas el gozo en la flor,

me blande el coraje

por el viento exclamo

mi valor amarte sin condición.

Desde mi umbral a la flor,

cantas mi canción,

te aúllo un caracol,

mi vida tornó a mejor,

irisado rayo de sol,

una fuente y un diente

un afilado canto irisado,

hoy acepto mi destino

porque muerto vivo si no te miro,

tengo tu imagen enraizada en mí,

es por mi sino que maldije,

pero hoy después de tanto

tengo el sendero labrado,

mi cuclillo trina al infinito horizonte,

mi ser se hace grande,

mantenme afilándome en la piedra,

hacia el centro me quedo exhausto.

para pulirte del alabastro.



El Castellano y Leannán-Sídhe

Yo soy siempre:

Todo queda bajo el esfumino de mi grillo,

colgando pensamientos en tejados,

al compás de una cigarra,

piel con piel flor con flor

elevado resquicio de tu amor,

sueños atrás volaba mi alma ingrata,

nervios posibles y su cama,

sí soy yo sí eres tú,

qué pasa ahora,

instante de cerrar mis ojos,

por comenzar la historia de mi vida,

y sus siglos de dura existencia carcomida

al disparo de la ilusión y su mentira

donde los demonios llaman y me quieren,

deslizada la tela de araña

mi vida es lo que me queda,

soy Dios de mí mismo ahora,

el demonio me cuelga la espera

mitad luz mitad sombra es mi ahora,

mantenme lejos del nunca,

yo soy por siempre,

ojos renegados de este humor vivo,

gatos maullando a la luna en el tejado,

imposibles galanes,

cuando yo me caso con lobaluna de antaño,

animal feroz corre por mis carnes,

solitario ángel armado para el enemigo,

este es mi sino,

tejos crepitando su savia en albor

asidos a su quietud imperfecta

que el tiempo no determina final,

vida trenzada en albor siniestro mi ida

soy WECHE soy fuerza por y para siempre,

el verso me teje,

tinta mi sangre, pluma mi garra,

por acampar la estrella y su cama

hoy por qué no mantenme fuera de la mentira del fin del universo,

porque yo soy mi universo particular,

humor desdoblado asesino del tiempo,

mi mano acabando con el aliento imperfecto,

soy el imán de hombre que te atrae a mí de nuevo,

soy la ecuación perfecta que asesina tu velo,

toda mi realidad se construye de mi mano,

para acabar elevando al tercer cielo y noveno abismo mi canto

entonado en cal y arena como caracola de mar serena,

es tiempo hoy de morir por las ilusiones fugaces prometidas

y su tela aterciopelada, vestida de nácar,

hoy es final de mi espera,

es el comienzo de mi poder,

mírame estoy rasguñando mi piel a placer,

está quedando solo mi sangre vestida de hiel,

hoy como ayer a tu lado estaré para asesinar la quietud

y su asolada desilusión,

hoy por ti mañana será nuestro eterno comienzo,

para extender nuestras alas al cielo,

todo comienzo exhala su final de su mano izquierda,

elevado amor que me cae por el párpado,

y en mi vena que aguardo para estallar amor al viento

este amor que por ti siento.

tornada mi sangre la verdad de mi aliento,

en difusión magnánima del sentimiento preso,

muerta mi araña

mi corazón es lo que queda.



El Castellano

Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Hálito silente,

yo creo en ella

porque su piel demuestra

que los sueños se cumplen.

Volamos juntos al viento

como molinillo diente de león.

Hoy la vereda canta nuestra canción

dos corazones en un mismo latido unidos al unísono

Su carita que llama a la mía

de su cuerpo es mi caricia

por ella el piropo jamás escrito

solo desvelado en su oído

Sólo al viento le pido viento bonito

mantenme en su destino.

Que de lo vivido muerdo su corazoncito.



Del ababol a la verde espiga.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Sentido yerto:


Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Aguerrido albor:



Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

hipsipila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Final con comienzo:

Retina escarlata,

su ojo de niebla

y bruma que avanza

donde corta mi flor de luz

el sendero,

esposa del Sol al mirar

lumbre quieta, retina abierta

muerte final con comienzo

en alabado fin de existir

y quebrar el tiempo

conquistando el terreno.

Sangrando raíces que gritan,

aullando hojas al viento,

pintando su dispersión eterna

como sustento y cobijo

de toda vida

mecido del insecto al mamífero

desde el helecho

al alto árbol

hoy canto para ti

vida vegetal.

Mi caricia te sembrará

una y mil vidas más.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Flor de tierra:



Fuego en el agua de su mirada

de los vientos auspiciada,

la ceniza consumía su carne

ardía sin mesura su compostura

naufragó valles y sus caricias

su bandera fue de su vena acequia

molinillos fugaces sus pestañas

de él se enamoraban las hadas

de ella la primavera entera

con cabellos del rayo de Sol nacidos

ojos de tierra sin lugar era bella

clamaba su voz la cima de la montaña

descendió abismos

para anclar su esencia en la belleza

que late y envuelve su huella

conquistada en miel

su ambrosía

gemía la caricia

para brotar altares de hueso

y murciélagos de sangre

lloraba piedras en sabiduría prendidas

la bondad alzaba en servicial entrega

su fuerza era de su amor hoguera

él lloraba flores para ella su amada

su verbo a veces tornaba carmín

en pétalos de silvestres rosas desangradas

su voz germinaba la tierra a su paso

el amor a la tierra no le detuvo

ni sostuvo en fracaso,

encontró con ella el amor

que le fue negado llorando espinas

y si sus abrojos nacieron no fue

más que para rajar el viento

difuminando el tiempo en estaca

de eternidad con fuente y manantial

anclado gozo en armonía

bailando de la mano y naciendo del alba

jamás capturada

pupila enfrentada

que mecía

que gritaba.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Quimera quieta:



Umbrío, tibio,

al resguardo de voz habitada

serena, llena de luz

en este linde

donde corta mi sendero

y florece mi sombrero

al viento

ojos llenos de paz,

sendero atravesado

en árboles de sosiego

encontrados

en hálito congelado,

lumbre quieta se dibuja,

espino amarillo que clavas al guiño,

calor de mi calor,

cauce de mi sangre displicente

desde la montaña al valle

luce mi traje

para encontrarte

vestida de Sol y caléndula,

resplandor dorado

al trasluz de tu amor,

granate mi sed de tu cuello

al destape

mi río de calma y arrojo

en réquiem por la rajada tierra

en albor de la centella

colmando su belleza

donde mi carcoma quieta

mira y avanza

sintiéndose en armonía plena,

yo fumándome un cigarro

en la piedra de tu belleza,

quién te alzara voz

entre los campos en flor,

fuego de tu fuego sin mas razón,

ciprés que clama protección

para sus muertos que vela

tejo morador de siglos y cobijo,

ababol de versos de piel y abrojos,

desde la verde espiga

a la mora sin espina

y su zarza esquiva

hoy te veo como eres

y perdona

me apasiona

ser guerrero de nuestra luz

donde avanza mi quimera

y mi pasión poseerte entera.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Tierra en el viento:



Quieto silencio investido

doblado en el filo de la hoja

ese umbral que corta mi calma

avanza en un sentido

rápido, veloz el resguardo de tu

amada voz

encontrada cercana

donde estática enhebra la silente parca

fluye de un confín a otro confín

yendo mi barca atravesando el brillo

al compás del sí bemol mi traslúcido pío

y su suplicio en la carcoma

que recorre mi horizonte

infinito pintado en el borde de la ola

en la espiral de la araña y su tela

la flor de difunto abre su luz

al resplandor del cielo

que cae emplomado

Se corta mi alma para aullar

en la centella

quemándose en su hoguera

hoy el viento lleva nuestro nombre

mi árbol será sentido

en cada flor de niebla

la bruma su color gris dejará

en este jardín de mundo viví,

para sembrar mi aliento

que cayó como tierra en el viento.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Silbido de la centella:



Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

el eterno ciclo de la vida, muerte

y resurrección de la simiente al albor

de sangre sin condición

yo soy por siempre

Así como dura sonrisa y guiño

al azar de la existencia

efímera esencia

apellido y nombre que nada representa

como resplandor de la centella

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

resopló en la montaña sin nombre

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial

va girando mi vida por enraizar

yo soy siempre

el eterno comienzo sin final

aullido del viento

hoguera crepitando la tierra del volcán

Río que acaba y resurge del mar

ese soy yo por despertar.

Resurgir:

Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonríen

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.





El Castellano y Leannán-Sídhe



PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS:


Ojos trazados para todo lo que tú ves

negados a mirar, del laberinto ausentes

prohibidos, coartados de la mirada detrás suya

no soy yo, no eres tú

después del hecho despierto

perpendicular a todo rostro que amanece

y arrasa mi ser en estupor

en silencios por conquistar de perdidas mentes

incapaces de reconocerse, de adaptar su momento

y residencia mental a lo perfecto brillando cobijado

qué paso con lo que soñé y el segundo cambió

aguardé congelado en el seno de la luz y alma

sobre todo lo que vino y vendrá

hablo con la piedra del mirar

no hay rosas sin espinas,

ni rosa sin cruz por florecer

en todo ser humano,

como la flor quiere la abeja

la logia me quiere despierto

informe forma de vivir siempre

conociendo que ya estoy muerto

sin sentido morir de nuevo

volver, ilusiones, esperanzas,

pasado de un mundo hecho

me siento vivo respiro mi aliento

estoy vivo muerto para la sociedad que jamás me verá

siguiendo sus superficialidades que tienen de verdades

todo cambio redención,

de toda elegía del ser

fuerza que me mantiene quemando mares

de gentes asumidas en superficies planas

de falsedades hipócritas de reconocerse

mundo mío del acero, días para los días

de la creencia de que puedo exprimir la perfección

que mi cuerpo guarda

así en inspiración no duerma ni esté cansado

seguro en el arraso de la soledad

un día tengo su medicina

para volverlo sueño del acto plasmado y realizado

puedo escapar por mis ojos

tráeme tu mano te alcanzo una estrella

sonido dirigido a mi

consecuencias del grito sobrevivido

todas las cosas que creo pasan ahora

y pueden cambiar

bebiendo paz y fumando destellos pensados

desde que vine a vivir,

claro me ves de existencia

amando al Sol

dame tiempo seré llama sufriéndote

por tu típica existencia impulsiva de tus deseos

enormes imperios me quieren inmersos

en sus planas filosofías y creencias de sentidos inertes

escapo con el sueño

soy el sentido del sin miedo

calor helado del cielo,

fulgentemente ostentado

en tu caricia del sin nombre rayo de sol

lágrima de lluvia cae de nuevo

prende el suelo en vida

bebiendo todo lo que has sufrido sin sentido

forma de los ángeles buscando la felicidad

de los dioses que cobijamos dentro

ese dentro es ausencia del tiempo inventado

planos de existencia de lo más simple a lo más bello.

Te acecho desde que vengo.





El Castellano a 10-03-2015



ODA AL RÍO MUNDO:



De un mar de tierra

que tú desembocas,

que raspas sus siglos afligidos

de volver a comenzar,

como plañía la eternidad azogada

en verdes espigas,

y senderos verdecidos del inmortal forraje,

cuna de mis erizos seculares,

y orugas de hojas recias,

desde el caracol judío blanco,

al cerro bajo,

haces llorar el alma de belleza

que contigo Mundo juega traviesa,

siglos solariegos

entre juncos de tu extensa rivera,

hábil tenaza del cangrejo cosechador de tu agua,

vienes que sublimas mi esencia

volandera, entre surcos de tu inmensa

hacienda de toda idea,

espárragos trigueros tu orilla en sombra

de boscaje ofrenda,

rito y culto a lo ignoto de tu belleza evidente,

Oh, río Mundo,

ruedo tus acequias que llenas,

cobijo en respeto, tus barbos cobrizos

y carpas doradas,

arteria y vena del terreno

desde tu álgido nacer

en Riopar,

paradigma de chopos amantes,

y cepas de vida,

desnudo mi canto

te ofrendo

en compás de arraigo a mi tierrica bella,

castellana,

que se alce mi voz desde la encina erigida,

hasta un compás en cumbre

donde tierra nace,

y raíces gritan de su silencio sediento,

oh, Castilla cantaré extasiado

a tu saliva,

y lágrima de belleza

en tu horno de espejos

del río Mundo.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García



Prímula escarlata:

abril 03, 2021







Abría un abril,

cubriendo la Campiña,

en baja luz de luna que enhechiza,

metamorfoseando la vaga lluvia

que lentamente caía,

bajo cielo derretido, emplomado,

ya goteaban mis flores de difunto,

sobre una porción,

de terreno respirando la interperie,

pretérita una primavera ya llegada.

La luna sempiterna hermoseaba su metal noble,

purísimo al candor sin lumbre quieta,

era bastante para lanzar un beso al alba,

y ver si recogía algo,

quintales de nubes plañían

su melodía jamás interpretada,

ni escuchada sólo una vez sobrecogedora.

A la estrella fugaz que siempre veo,

lanzo un rito antiguo,

como cometa que el negror atraviesa desceñido,

olmo mío,

dime tus penas tú que tienes alma,

que baila entre oscuros romances de savia,

al brillo de mi espino escribo,

beso de camino entre mi rosal canino,

hojas húmedas del héroe entre el lodazal,

herido blanquísimo,

contienda los tímidos alisos,

sus estrellas blancas,

entre piedras pálidas,

que carraspean su canto olvidado,

¿Cómo he acabado aquí donde todo comienza?

Pienso en su prismático mirar,

a punto mi buque y puerto negro

en llamas.

¿Cómo suena su flor?

Acaso fuese líquida,

el yunque mi pecho

está martilleando sobre un cincel

de murmurio grave.

Y suenan las espaldas,

mi vida aterciopelada sujeta incandescente rosa,

sobre azul de mares y vetustas olvidadas,

al tiempo que rezaba serenata,

al azur prodigioso los altos cielos,

tronco flamígero,

en colores sobre las naciones,

absoluto diamantino,

su astilla de su color carnal,

que se extendía,

besando su torso sembrado

por mis castos dioses,

algunos que me odian,

sigo consejo perenne,

al pairo se va lo que debe de irse.

Se querían entre fracasos y transiciones,

como dos muelles fugaces,

aquí yacía mi letra,

en mi jardín de luna,

y sombras vanas a secar,

memoria acaso

el desliz me incubara,

fundadores que caminan,

esta mi soledad original

de campo abierto,

encima de mis lápidas y todas sanguijuelas.



Förüq castellano Miguel Esteban



 Ceremonia terruña:



Tiempo que era llanamente hondo,

como pozo sin poso, ni fondo,

severamente profundo,

como fantasmal visita

sobre lazo silencioso,

buscaba yo tamborileo grave,

entre hileras sordas

enre nuevas flores

de trompetas de los ángeles,

danzar entre círculos de grama húmeda

y corajes de aventar nuevas espigas

de olor a yesco trébol rojo.

Hice una hilera de guijarros;

preparé mi propio templo

con torreón y almena nueva,

un foso bordeando y cuidando

mi nueva siembra de ababoles,

templo asilvestrado con urna para ofrenda

y depósito nueva agua virginal,

era suficiente de tiempo insuficiente

a nuevo otoño que comenzaba,

con olor a hojas de chopos arrebatadas,

y majuelos agudos en espinas,

rebordes cardillos de as damas

erigiéndose tempranamente,

maduraban los tomatillos del diablo,

solanum nigrum

que ni caracoles resistían

sus lustrosas hojas morder,

las colas de zorro ya se divisaban aventando

terreno de su nueva simiente,

afinaba mi cuerda

tendido a ras terreno,

sembrado a pretil gesto,

como se siembra una pipa,

y tarda treinta y un años

que porto en girar el sol,

carrasquillo háblame,

que penas traes de virgen encina.

Cuéntame tus oscuros romances

con vientos de luna,

y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.

Dime a mí que te cuido con esmero,

aguardando tus flores de piedra

y tus bellotas del mañana.

Árbol mío,

avanzo este mi caduco corazón humano,

como vampiro solar

me remarco,

un solo de voz desangelada,

y volví a honrarte,

de esta nueva tierra.

A viento pagano,

voz de alma, amada,

inamovible,

firme, regia,

de raíz arcana.

Tu rostro en verdor

de hojas afiladas llevas,

acaso igual o semejante

a hermanas blandes.

Río de encinas y flora reborde,

amor de tierra a lo que es

y crece en ella,

vine por vuestras voces,

jamás marchiten vuestras notas,

de longevidad imperial.



Förüq castellano



Voz de tu preludio:


Eran dos voces,

se querían ambas entre

dos labios,

eran como azules

sin helada madrugada,

una sangre agitada,

sí dentro de la noche,

se deslizaban como espinas,

entre flores álgidas,

melodía de perro afónico,

y luna plena,

fugaz melancolía,

era la voz hembra,

el brillo se conjugaba

de secuaz beso nítido,

rostro en hora,

giraba flotando como fantasmal,

sábana de anhelo pertinaz,

un valle estiraba y tus gemelas,

reflejas piernas, bulle y besa,

hondo antepasado de diente afilado,

y lecho de abrojo,

arcaicos deseos se conocieron,

bajo mar y hondo terreno,

beso de intimidad sola,

de extenso horizonte,

desecho el sótano en luz

que amuralla,

poniente de carne de cristal,

y pluma en abanico llameante,

labio de quietud ,

escarlata hoguera por ocaso

del lobo mesetario,

que buscaba luna y entabló,

del cielo regia sequía,

silencio que oigan,

dos voces puras,

se quisieron,

sin forma anhelante,

como el poder nunca pudo,

y la creencia,

sin exacta ciencia,

sabía que impulso no dispara

tres veces ni a revés,

tiene, ni blande retroceso.

Oscura música que en perpetua,

sinfonía,

soledad cantaba,

su silencio de cristal.

Y tierra levanta,


Förüq castellano Miguel esteban


Brotado:

Númenes asocia y respeta;

con silencio espectral, la muerte, 

en blancos corceles,

de huesos bellos,

hados dan brillo a tu belleza,

que perjura, rinde, y somete

lluvia entre maternas cenizas.

Brota el testigo del falso juramento;

se baña en fuente, de leves ninfas,

prisioneros hace el hechizo

que metamorfosea 

la callada noche, 

que orna el cielo de fantasmal rigor.

Signos que ríen feroces,

a la sangrante piedra del destino

que hondamente negrea, 

sopor entre las voces.

Jóvenes siervos son.

Lares propicios a dioses.

O saepe mecum...

Aguza mis saetas, incansable,

entre espasmos, relámpagos,

un destino atronador.

No limaré salvo mis huesos,

testimonio mudo, del mineral de azabache,

entre calderos de estrella y estelas breves;

por gemas de verde jaspe.

Grosfo me guardará el latido,

este caballero proceloso,

ahuyenta, las zozobras,

en lentitud de los días,

combato, gallardamente aguerrido,

altivos rostros, sucio suelo, tocan.

Fuga sin escudo,

sacrificio del torbellino,

junto a mi laurel reposo

con mi diablo de flores converso,

de un tiempo que servil ya no yagaba.


Förüq el castellano



Primavera tu hoguera:



marzo 09, 2021


I

Tu solo espíritu

de alto cielo,

preside mi honrosa vida.

Feraz raíz insobornable

como dicha falaz incuestionable

devienes primavera.

En joviales muslos

y lozanas alegrías.

Levísima, poderosa, atónita,

en alas mi Golondrina.

Alzas que me sublevas

a beber de tu fuente inarrable.

Rayo celeste, vital,

frente la tierra, todo cánticos.

Crear tu azul gloria,

es soñarla, como sueña la orugüilla

volar en alas montadas.

Azul, verde, amarilla tu sonrisa,

seno turgente mío erizado 

donde te guardo.





II

Me palpitas de rubor

a espada rompiendo,

esquelas y señales, sin esquemas

avanzo este humo de bolígrafo.

Mi árbol en piel saturas,

lentamente, como llueve sobre

noche de suelo mojado.

Cargado voy en verde savia,

pujante de tu hálito

fugaz, repentino, ingobernable,

como luz derretida,

y agua batiente.

Como piedra o calor esponjado.

Permite te escriba,

vomo se habla a la muerte,

para enamorarla.





III

Suspirante desliz estrellado,

aristas como filos un rubor

franqueza, de honorable sabor.

Embeberte, es de liminal

vértigo de espadas.

Atrevida, de hermosa, sensible azada,

sacas mis penas y alegría se erige,

de este tu muchacho desnudo,

que jura te amó

un día en penumbra

para así, por fín,

no perderte nunca.

Arena vívida de vergüenza

ausente, melodioso tu amor.

No aplaco, le custodio,

como mi vara de nardo

en lecho marino.





Förüq castellano Miguel Esteban

Memorias frías:



Usurpar vestal en llamas,

clarividente hechizo,

usufructo de solas corrientes,

como vertical latido

auge de todo lo que elucubró

llegar a ser más que desliz pasajero, temporal.

Como signo arcano,

revoloteando que ungido,

vestía pliegues y orillas,

de nácar y estela atemporal,

como higo del demonio

y mezcalito.

Era solo desquicia labrada

de un placer atónito,

en aras de trinchera,

y remembranzas todo lo que te quiero Musa.

Con topo, invención, 

u fulgente espía.

Era solo gritar,

te necesito más que en tinta

y hojas papel infausto.

No creo sobrevivir al ocaso de mi error,

o quedar relegado a cruel olvido.

No se puede nadar en ojo remolino,

aún sea espira de vértice

y entraña desangelada.

Este remolino fluvial

que me absorbe y navega mis venas,

Oh mi turquesa, 

en crisálida, de cristalina esencia,

planeo la noche,

vestida cual azur hermoso,

reincido, no deseo ser clavo sin martillo

en tu destino,

ni espina sin rosa malva,

como rosa sin cruz acaso es logia,

acequia sin agua ni arada tierra,

es el verso sin destino,

destinataria eres, 

por ser armada mi soledad,

Como densas calzas un cruel devenir,

en grilletes condición

impuesta por sistema,

sabiendo quién soy,

simple y llano un hombre de bien,

que bailen su mentira médica, 

diagnosticada por cinco días de insomnio,

que libre no es quien pide ayuda asustado,

le condenan vida entera,

a su negocio de remedios.





Förüq castellano Miguel Esteban



Rauda estela:



Surco de noche

ya se retira

sonando el día

y sus rosas heladas

de invierno,

iris matutino

clamado

en este fiel olivo,

surca mi sangre

entre verticales filos,

mi gris vencido del alba

serena, más desnuda

que la transparencia

que el azul afila.

Se clava este verde

militar de ciprés

como cuchillo enervado,

y su canto

en estos sigilos de chopo,

cargo mi revolver

naciente del verso

por un sol de plumas

cae fusilado el aliento,

algo que clavar

al firmamento

héroe del norte

de mi silencio.

Fantasmas

del imperio perdido

su bandera del tiempo

dormido.

Fúlgidos nervios

cabalgan los acres

de esta trinchera

donde mantengo alerta.

Jauría de sienes hendidas,

con fauces somnolientas

quise ser siempre

con esta mente,

profundicé el idioma

de la flor,

hablé con la tierra,

aún guarda mis abrojos

sembrados.

Entre brotes verdes,

impacientados,

aguardan el bravo

crepitar de la tormenta,

y sus besos azules.

Ahonda esta vida

silos del demonio,

simientes oscuras

de malas yerbas.

En este campo yermo

crece mi ilusión

que no me siembren

el dolor,

seré como la flor

soñaré con las piedras,

reiré con abejas,

jugaré con el viento

como la vida grita.

Ahora que la mañana

consume los suspiros

ahogados,

ahora que el cielo

luce sus corceles dorados.

Es por esta pizarra

que me habla el río

me habla qué más

que ser agua.

Deslices anudados

entre corajes florecientes.





II





Voluble cielo

cuidó tu rauda ala clara,

próvido planeta

de florido consuelo,

por su sol fúlgido lucido.

semejanza quiere contigo

corona el día por aspilleras suaves

las glorias que descifra tu nombre,

sublime en altura por quier

anublen desventura

por mesura,

encumbrarse la ya satisfecha

estela endógena no osaba,

realizada dispuesta

en manos y cruz de Apolo.

Amante lebrel

de sentenciar causa y retiro.

Aragua tribute el franco templo,

inimaginado,

con peñascos y mi arroyito,

alevoso corredor

robusta bizarría 

entre furor de tus solos labios,

felonía de caverna umbría,

retiemblo atónito

sorteando fieras,

amansando mustia frente,

sacro fuego tu esplendor

contigua.

Entre tus cauces férreos amada,

quebraste tu saliva y mi lira,

¡Oh musa, tu encanto

no me retires,

Batida mi hada,

pastorcica de Castilla,

invencible de esta dicha.





III





¿Acaso dormiré la noche?

Se callarán los susurros nocturnos,

el blanco cielo ya no acostará plomizo,

su letargo de otoño aguarda,

taimada mía no marchites

mis leves hojas;

No todavía.

Ampara mi dorada yedra

escucha sus notas de savia verde,

abre y abrirán rizos

en acristaladas fuentes.

Allí el clarín entone

enamorando a la dama del lago,

serpeo mi suerte cuando me dictó verte,

común lache yo perezco

en brazos de mi lejanía nunca hallada,

a ti entrego mi labriego,

inquieto, escita de su linde quieto,

aplaca mi bajel de ala irascible,

relampaguea incesante

alta como la luz etérea,

perenne que yo estaré atento

para osar y no desprenderme;

perjura, retrocede, y avanza

alzándote por falaces bocas,

que desaconsejaron

y creíste amigos,

no poseo yo almendro

de almendras de oro,

pero todo se dará,

sin caer en el vulgo,

mi sed al menos procuro,

es la sangre cándida,

arremete, marca su cántaro rodado,

blando, una solitud escarchada,

a la que se desea tras todo estío,

lisonjero de tórridas llamas

secuaces del terreno.

Hoguera me tiendes la llama

sin rendir tu escuadra,

preso tiembla el morir noble.

Peinadas parras de la sombra,

tupida vida que acicalan

acariciando al rey Sol.





El Castellano







Catarsis:



marzo 05, 2021





Verdad

quién te encontrase, 

tu idea eterna perdida 

mi vía para cerrar los ojos

ausencia que revive la voz

iridiscente abismo de color

perder conocimiento

introspección del vacío

perpetuo de locura 

ausencia llamada dicha

gozo del millón de caras

invenciones 

deseos 

inspiración del rayo de Sol

sueños en la realidad incendiada

seguridad tejida

a través del cielo

sueños del alma

donde cada sangre 

grita su libertad

yo no estoy hablando

ni tú escuchando

puedo verte sin mirar

escucharte gritar

mi momento llegó 

las promesas derritieron

quedó el sentir añil

de quien fui

sigo el final de los días del hombre

despierto para caminar al Sol

cargo en la espalda 

mis pasados pensamientos perdidos

asedios de mente

blindados de quien quise ser

desierto embalse de recuerdos ahogados

sangrando el ruido del destino incierto

quedó ser yo mismo

el caos en esencia de sí mismo.





II





CATALEPSIA Oda a reina Musa:





Catatonia madre de impresión superior,

que encumbras musa y te encumbra de este nicho de bronce,

lápida con flor de silencio,

Oh Catatonia,

flor de muerto de esquela en sangre viva,

yerto circulaba de aflicción,

en oscuro tapial primero,

al suburbio universal,

señero por señal,

de mis signos yertos vitales,

te ensalzo sangre,

que amurallo tus sones vestigios,

piramidales,

titánico siembro,

el númen victorioso

mi gesta,

vestal de cuervo Förüq su madre

Oscuridad, sacerdotisa.

Del tercer orden las cosas habidas,

dilucidadas extensas.

Queda solear, este solar,

de letra perdida

hasta atronar mi vuelta a la novena espada,

que el guerrero Miedo,

me conocerá.

Para cantar mi victoria

de todo parco lugar.





Förüq Castellano





III





Mira mis ojos,

es lo que no reconoces,

el verde metálico del gris en turquesa bañado,

el azur dentro de mi noche perenne

sobre la copa mis árboles,

te hablaré como el amor flagrante,

que exuda, que dirige sin parca compostura,

sin directriz,

no sea complacernos Musa,

oh, si osase tu gemida ventura,

oh, si elucubrase tatido feroz,

de alma a pecho,

de carne a víscera,

no se desdibuja osadía,

en alarido interno,

ni mi sentir cae disuelto,

sin tu cobre mirada que electrificas,

saber preso en tela d’ esta araña,

hemos venido por el miedo descalzos,

canta el mirlo nunca de nuevo,

osará la mentira vestirse Miguel

de tu realidad falsa,

ni la mentira verdadera

dejará de ser mentira.

Vengo de sones de abajo,

mirando alto,

necesito tu oscuridad para recto poder dormir,

necesito sueño para embeber tu cuerpo,

hasta esencia sanguinosa,

oh, granate sangre mercurial,

dame espada.

Regiré alarido vestido,

de florestas y azares,

sí con sabores a mujeres desnudas,

será la tierra tu piel,

cándida, ensoñada,

te abrigaré hasta el sentido,

que llora nuestra subrepticia

nuestra noche llorada,

el tiempo derretirá,

habrá premisa de arroparnos en vivos colores,

vistiendo infiernos de flores,

sólo será cenit y dolmen de placer expuesto,

como alma que encuentra cuerpo,

como verdad y templo,

función,

y sierpe de sangre,

aleteo precoz demente,

ser pez de tu cristal en tu espuma de vientre.





Förüq castellano Miguel Esteban











Pacto de tinta y sangre:





I (2020)





Tiempo brillaba,

colgada su tela,

la araña.

El impulso difuminaba,

que de bruma sujeto,

sólo era distracción,

de mi verdadera pretensión,

alzado el mordisco,

tu piel diviso,

pacto en sangre

que avivaba yerta idea,

en eternidad sujeta,

no era tatuaje,

ni seña de propiedad,

carmín de sangre,

y fraguar esencia,

su negro puerto,

nadie está aquí,

nadie allí,

pretérito tiempo difunto,

todo lo que espero,

todo lo que quiero,

ser de ti,

seas de mí,

unión tinta eje de sangre.

Unidos sin final,

de perenne comienzo,

y estela granate de mi sed que abrasa,

envolverte del nervio afilado,

deseo que corre, acampa.

Lame tu sola voz,

esta sed que late,

esta sed que no disuelve,

coronación me llama,

quebrada la sinfonía del ascua,

era un renacer sempiterno,

latente sin sepulcro vertiginoso,

ni mármol floreciente todo siglo.

Que a ti voy y sigo unido,

Fuego y luz, quisieron unirse,

relamo mi destino,

que no te busco,

te encuentro,

sin nombre es como te busco,

Reina de rectos augurios,

y compases húmedos,

todas ganas dictan

y envanecen,

tu lúgubre destelleo quiero besar,

deseoso mi camino,

un mar en brea,

una caricia, que en extasía,

siembra castro y lecho todas flores,

del reino sanguinoso, precede y procede,

beber tu vals, afilarte toda,

un erizar endógeno,

del interior relucido,

agotada la espera,

suspira por tomarte entera,

y dictaminar que me encorajiné

con fuste, fusta y motivo.

II (2016)





Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega;





soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto,

despierto mi reino, vuelto el nuestro,

resumiendo el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.





III (2016)





Preludio de tu posesión de alma, 

está mi quimera dispuesta,

para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,

muerta la calma y su abrojo de plata,

todo lo que queda es ella,

vida para el telar de mi letra,

despierto el alarido y su estampa cuelga,

muerta mi araña es ella quien queda,

para florecer el viento flores de sol latiendo,

y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,

era o no era llegó mi tiempo

desnudo el tiempo,

me visto de cuervo,

para volar su cielo,

mis violetas nocturnas caen en flor

junto con mis sentimientos,

para acampar el sonido y su destello,

soy yo quien quebró para ella el tiempo,

el horizonte gritaba su amor envuelto,

lloraba una primavera de nuevo,

soy yo el que escuchaba atento,

fiel de su beso,

para mi no era invierno,

si su estampa relucía de nuevo,

era sin duda mi tiempo,

el de rajar el suelo;

sembrando mi aliento,

despertando al muerto,

trepando la ilusión

en su pupila de hierro,

desmenuzado el latido

quedó que yo vivo

por el latido

que me mantiene en vilo,

a ella sujeto y preso,

para florecer en ella el beso

y mi caricia quedar proscrita

a su submundo de los condenados

así como su estampa brilla.





Förüq castellano Miguel Esteban





Sincrónico fulgor:

Sincrónico fulgor: marzo 03, 2021 Prefacio mi entrega: Presento ante ustedes, abrojos versados, mi presunta creación, mi decencia en vals, abro portón inspiracional en tres, tierra, esto es tierra noctámbula, grillos laten, pasada luna llena febrero, adentrando número sagrado en Marzo, todo cambia, todo está cambiado, en la verdad. Nada por olvidar, deseo colmar, tibieza placer, jamás ya esquivo, repletaste y colmaste belleza intransigente en pulcritud del fuego de mis ojos, uno ardo, dos te adoro, tres fascinación cursa, repleto camino sin ser ni con altiveza de pasos destruyan sin honrar. Fase novena activa, oh legión, dame cítara, bajo que voy subiendo, permisividad infausta dictada a la milicia, porte sembrado, abrojos, inculco que descubro esta mi espina del Señor, donde iré por fuera de la noche, sendero a oscuridad magnánima, te estoy besando recuerda, bailo en tu densidad.

Miro tus vidrios, deseo sublimar imagen sí, en oxímoron, cómo hacer base de mi pretensión particular, llenarte como me llenas de letra a mi alma mecha de luz que prende, incendia su oscuridad. Mírame estoy desnaciendo mi decencia, oh, maestra la noche, señorita escarlata, colcúlcame claridad en mi brea, pretendo amarte, tocar violín, limar aspereza y ser su cuerda yerta, grillos criquean, oda a luna sempiterna, en primavera climatológica presente, vuelo alto, como el momento, debido aguardo tu beso eternamente, al claro oscuro escribo, no estoy perdido hierro luce mi alma, esta calma que estalla, arriba tu horizonte Musa, blandiendo azar de nueve fieras, tres velas, y un candelabro. Dentro portal de tierra. Oh Lvgvs, he venido a servir a tu rebelión, oh, Lugh, oh Sol Ferro, ven dame luz, ven, dame sola arma convenza, oh Lugus, he venido a nacer en tu dicha, gloria, mi Tierra, diosa mi Luna semper, sempiterna, encendida, oh, gloria dame blasón, Helvetios, Mercurio, venimos a transmigrar, venimos a incendiar alma, arma y honrada amada esencia. Siempre te amaré, quizás y va a ser algo, nunca cambiará, te amo esta noche de penumbra, para así ni en locura olvidarte ni abandonarte nunca. Esteban er-lobo bohemio Förüq castellano a 3-3-2021 Miguel Esteban Martínez García 



Cuerda yerta:





Estridente vuela la hoja,

devanando respiros cautivos

volando patios de arañas

de grises fauces.

Chirría el viento yunques metálicos

suena su desvelo por lomas

afiladas, al desdén de voces mentales,

azares corren su suerte

por grilletes y sujeciones retuercen.

En un jardín del otoño caduco

mi voz se descubre, sola, sola

como cuando nace la tierra,

y en su yerma plácida crece la amapola.

Cautivos espejos no reflejan lo que siento,

sulfurante sino condenado

para no ser yo ser él el que hable,

de sensaciones acristaladas

y pensamientos sin vaho

empobrecimiento deslizado

por aislamientos que libertad llora,

allí creció una rosa

de trocitos de papel y pintura

porque nada es eterno, esperaba ser real

aislé al tiempo con vacío seco

abrí las puertas de negros lirios

luces me afilaban asidas de momentos

decrépitos, sí estuve allí

en sus sopas medicamentosas

y para curar mi cordura nada hicieron

porque me llamaron loco.

Pero yo sé quien soy.





El Castellano

Orfanato de inspiración:



Recuerdos que llaman a un presente,

de zarzas de tu piel

con las que pincharse y enamorarse,

de besos en la espina del demonio

y nubes de calma dulce de ángel

sángrame las palabras bonitas

viento del sentimiento áspero florecido,

tersa de seda camino tu camino

despertando en tu templo de azúcar,

cabalgando tu incesante ilusión bebida,

hoy me encuentro clavo a clavo

con mi sueño que sembré en tu lengua,

escalo tus montañas

esperando encontrar el tesoro que arde,

que late en tu bosque de corazón,

escucho las voces de mi mundo torcido,

te encuentro las alas,

te alimento las mariposas,

hoy te quiebro el silencio

en el blanco cuarzo de esta distancia

que sintoniza que llora flores de niebla y humedad,

me crecen las cuerdas,

mis pozos se llenaron con tu saliva,

aquel invierno que te tuve en mis brazos,

esperanzas nos llaman a sembrar el nuevo año,

deshacer los siglos que nos juntaron,

quiero encadenar a la dificultad

en los grilletes del olvido,

hacer luz en cada oscuridad que tienta nuestra llama,

quiero desangrar estas rosas de sangre

y escribir el te amo a sangre y fuego,

acariciar tu pelo sentirlo entre mis dedos,

reinar tus pájaros y suspiros,

prender fuego a tu reino con mi cuerpo,

tenerte un poema en cada rama de viento,

tanto quisiera vida que solo te quiero a ti,

mi dulce sinfonía,

mi flor de cada caricia,

rocío de tu alma proscrita

lágrima que camina

en cada tambor de mi tierra

en cada arteria de mi voz que te encuentra,

mato el dolor con mi palabra de corazón

esta noche te canta mi pasión,

flor con flor semilla de tu amor,

agua de tu boca para vivir

quiero ser araña que te araña

esta noche invernada,

despertar nuestro sueño que reines luna mi cielo,

quiero beber de tu cuello,

derretirme en tus ojos de hielo,

mandar al cuerno todo intruso de nuestro desvelo,

abrigarte la noche fría

ser tu sol cada día,

renacer en cada semilla perdida

que nos brotó el aliento

en dos almas unidas en la eternidad del beso.





El Castellano y Leannán-Sidhe



Estameña flor:



marzo 02, 2021

Silbido de la sangre:





Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

la quietud estameña,

sobre la misma tierra

el eterno ciclo de la vida, 

como traje de la mujer soñada,

muerte en memoria hilando recuerdo vano.

Resurrección como caminillo de hormigas

por la soberbia de la simiente al albor

de sangre sin condición.

Yo soy por siempre 

miel de infortunio desaconsejado.

Así como dura sonrisa y guiño besado.

Al azar de la existencia

efímera esencia del crepúsculo más sonrojado;

apellido y nombre que nada representa

como resplandor de la centella 

vil chisporroteo sin sonar,

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

a lomo de frialdad en escama

resopló en la montaña sin nombre

latido de mi húmeda lombriz azulada,

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial núbil destelleo,

va girando mi vida por enraizar

yo soy siempre

sendero de sierpecilla inútil,

con el manto de su desnudez violenta.

El eterno comienzo sin final

aullido del viento, arena en una gota de lluvia,

hoguera crepitando la tierra del volcán.

Río que acaba y resurge del mar,

ese soy yo siempre por despertar.





El Castellano y Leannán-Sídhe

14-1-2019

Resurgir:





Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonríen

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.





El Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016





II





Sangre y muerte aplaco regio,

duramente como astro viril,

como amor estameño que canta a su veta amada,

en sístole de barretero,

abriendo surco nuevo en piquete,

trágica que ella así vino,

flor de metal desde el suelo,

amparo en destino reguero pulcro,

todo reguero que trueca su suerte;

por muertes de estaño fino,

enamorada dinamita que surca lecho,

un son que grita un baño de raudo fuego,

sin piedad de obrero,

ni réquiem apiadado por la tierra,

un raso enlutado de oscura piedra nacido,

concavidad de caseta y vals minero,

como sinfonía nocturna que abre yacimiento,

regreso y no entristeces,

estameña vida en cobre cubierta,

santa presencia

de altas colmenas,

y simientes que el tiempo avelan,

fontana tú, serena,

viniste al mundo

en la fundición de la primera Armonía,

sombra tú de planeta sin espejos,

turbiedad que no arrostra diamantes,

opacidad serena,

sola,

sola,

como sola nace nueva tierra,

gris fantasma

que velas tu brillo maleable,

rutilas cenizas metálicas

de todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible,

sigiloso sembrado, tu vanal estallido,

a sacar de ti mina y provecho,

raíces pétreas,

tu sino de planta de humo,

copia sin espejo,

ni sombra acaso tu reflejo,

perpetua osadía

sembrada por el Cosmos.





El Castellano



Gloria oscura en auge:



Elevado trigal de mi oscuridad,

amapolas desangradas, río de sangre

por llegar,

de este confín

al inframundo.

Del pozo de Airón

va este celta carpetano,

Sigfrido en Alemania

nombrado.

Escudero del dragón Cuelebre.

Araña tejida en el ojo del lugar,

el cuerpo ama el frío caido,

deslumbrado, yerto de la pupila

con su telaraña montada,

en su palabra,

en cicatriz silente, doliente,

abrasada cual fuego leña abrasa.

Avanza mi trino comulgado,

vivo por la ley

de mi corazón invernado,

del suplicio,

al suspicaz verbo

por visualizar,

para su estampa domar,

en el cerro del lugar.

Por el templo de mi congelado habitar

gloria,

de este mundo cruel

jamás caigo destruido,

parco dulce tormento,

que mece de vuelta

al inicio del sentimiento,

jamás dicta su única verdad,

Luz es Luz

Madre de Oscuridad,

comienzo de todo.

Voy con mi caballo a cuestas,

turbado esquivo nacido,

cual linde deseado perdido.

Quiero encontrarte,

conocerte,

tornada quien tú eres,

en efecto y beldad,

amarte.

Ya te amo en verdad,

lleve donde me llevase el cante,

el umbrío, tibio,

parco hálito,

allá donde mi latido no cupiese,

te llevo en mi huerto

mi flor oscura,

en este invierno que el Sol

de amarillo la vida ungiese,

y la tierra en encina y esparto blandiese.

Gloria,

puedo empezar

sólo basta dibujar,

detrás de mis ojos

mi amada está,

llamada poesía a su entraña

de Gloria oscura,

vivaraz entraña retuerta.

Musa-araña dicte lo que es de ella.





El Castellano

Subrepticia:





Ese mi único secreto,

revelado entre celdas de leche

y rosas de sanatorio.

Su encuentro en estadía de larva,

o alma anclada en forma de éter,

forma concisa,

fuego en lágrimas mi sangre,

a dulce mordisco

te di de beber de mi índice.

Hoy, perfección intangible, onírica

del mundo propio del sueño,

belleza lejos de mundo conocido.

Fuente los cielos, candor de dragones,

rizados en todos los colores,

nube de evolución, granate profundo de ojos,

partida de sed sanguínea,

Ser perfecto, cómo llamarte,

que al volar, te dije

vuelve cuando quieras,

no voy a intentar capturarte.





Förüq castellano





II

Espiral de reposo:





Soliviando, viene bregando,

un azar tangible epicúreo,

adoctrinado al hervor de la verde cepa.

Raíces al templo del mañana,

vistas a lo que nunca dio causa

y siempre estuvo y está.

Inmiscuido como ascua besa

su final de ceniza.

Empíreo, cromado sentimiento

de conciencia filosa.

Quizá algún día vuelvas,

Subrepticia hermosa,

quizá más crecida

tras alimentarte de los cielos,

y su bruma del gris encorajinado

y su zinc y su plomo.

Puedes escuchar los sones.

Se afila el clamor

entre trompetas

de todos los ángeles.





Förüq castellano











III

Atisbo de nácar:





Noche de colores enervados

de rienda alzada como vetusta estela

coloreada por oscuridad sempiterna

que todo atisbo envuelve.

Es el son sanguíneo del sigilo

alzo, que dirijo sus resplandores

consecutivos, es un latido de tierra,

repicar de los fusiles,

y sus hocicos al horizonte cantando

un inmiscuir de la brea

y su pólvora encendida.

El dormitar de faroles

y su réplica de luz intransigente

vuelve al pozo sin poso,

es mi sola alegría descorchada,

entre la caricia de mi guardia.

Mi cielo en repiqueteo de colores

que difuminan la densa oscuridad

de la noche.





Förüq castellano

Sigilo de solitud:



Por el tercer orden de las cosas,

avanzo mi solitud extensa

el infierno de la araña custodia,

el destello nacido de la tiniebla

susurro en eco de cicutas sangrantes

es el estambre de la flor llamada muerte,

un sueño eternal

en las lindes del descampado

que atraviesan las almas

al transmigrar,

eterno hálito inmemorial,

un telar entre escarchas azules,

y vides de lúgubre ambrosía

cantada por Dante,

y el grajo negro de Apolo,

surca los párpados yertos,

descubramos hálitos flamígeros

en sinfonía yerma de corazones espinados,

y zarzas en umbral sigiloso.

Puertas al reino de los condenados,

suenan los sones, suenan los clamores

de brea y tinta exaltados,

era una noche lúgubre,

las pestañas no bailaban en los ojos fríos.

Era una neblina cegadora

que abría un fuego tras la oscuridad,

unos ángeles blindados

tras la puerta helada un enero,

unidades de la creación,

vida hermosa,

sueño hermoso

reflecta maravilla,

mundo negro en el que me encontré.

Hijos de la tormenta en la noche oscura,

a ti noche oscura canto.

A ti noche oscura te escribo.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta

enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van

mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo.

Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco.

Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como

demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas

comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.

Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad.





EL CASTELLANO





Soliviando, viene bregando,

un azar tangible epicúreo,

adoctrinado al hervor de la verde cepa.

Raíces al templo del mañana,

vistas a lo que nunca dio causa

y siempre estuvo y está.

Inmiscuido como ascua besa

su final de ceniza.

Empíreo, cromado sentimiento

de conciencia filosa.

Quizá algún día vuelvas,

Subrepticia hermosa,

quizá más crecida

tras alimentarte de los cielos,

y su bruma del gris encorajinado

y su zinc y su plomo.

Puedes escuchar los sones.

Se afila el clamor

entre trompetas

de todos los ángeles.





Förüq castellano

Preludio de la certera posesión:





Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto

despierto mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.





El Castellano y Leannán-Sídhe

Lugus:



Oh lugh, invencible al crisol

de tus lenguas travesadas

fiel carrusel de rayos sin secuela

de su rizada espera,

blanca luz de tu vera,

entre compases que hielan,

a tu vespertino canto derriten, despiertan

tus mil llamas liberadas,

desnaces a la noche que aguarda,

oh Sol de mis soles,

acoge este iridiscente canto

en tu seno en mi pecho que te aguardo,

al fragor de serpientes frías,

al valor de fieras enardecidas,

bajo y bajaré para alcanzarte.





El rey lucero,

todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,

a través de la caricia nos trae Lugh.

Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris

que apareció tras mirar fijamente preguntando

a una flor de difunto me comentó

que podría indicarme de la tierra

donde todo es libre





Lugh

mi padre astro,

Dios de las artes,

este afán que me enciende la vela

para que me encuentre





luna madre de Lugh soberano,

encuentra su cuervo en su castaño,

estribo sin llano

un real cerro

de rivera del antaño tajo,

salpicando este corazón por piedra,

con mi dicha

que se acuesta y briza,

mi profunda raíz de tomo,

con negro abismo despejado,

centelleando.





Wotan, Lugh, Morrighan,

ese veris perdida y encontrada,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

Genii locorum dioses ancestrales

abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad

sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo 

el eterno resurgir en ti cierra

y comienza,

resurgiendo, abriendo camino,

escudo en fuego sembrado,

hueso del pagano,

me deberán cuanto yo he plasmado,

hierro al hierro,

fondo escueto

del vítreo traspuesto,

senda de la idea,

por ellos socarrada,

lucha, cuanto más arduo es el camino,

cuanto más se abren las pruebas

más se hinchan las fuerzas,

sólo vencer en firmamento,

agujereado de huesos,

siembras que tiembla la luna.

3 claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.





Regio Lugh meditando.

Sin mis vencejos

no brota esta fuente.





Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.

Dios del destino,

dios de luz y del fuego diestro,

doradas sierpes bajan el acecho

flamígero.

sí o no mi lucero,

afrenta amanece,

antepasados servid al viento

de vuestros hijos.

No hay bajeza por recorrer,

raya la senda

cristal hondo, que lluvia mezca.

Renovado filo incierto,

entra luz en círculo

piedras de mi padre Lugh

escrita la noche,

ancho dilata diáfana derrota

cae a mis pies.

Vieja honra goza nuestra libertad,

tumulto en casta recio,

esquilas límpidas las mías

en luz de mi Sol padre,

titilan tersos

los verdes de tierra

espejando joviales reflejos,

dios de fuego y de toda Iberia,

desde portal del bosque

de Cernunos,

Candavmmis abre los cielos

velo de tormentas,

apacienta bella, tu recta belleza,

sobre mi haz

fiero, funde mi luciente,

a avivar el trueno.

A galopes de oscuridad

magnánima.

Dios de brillo terso,

En este otero mi alma despertará.

Aciago comienzo de sangre

en grito ceremonial,

ondas pulcras cantará,

dilatando cauce de gran Airón.

¿Vendré ya a la luna?

Ya filo de alba,

pura tiembla mi brisa nocturna

aprende mi resto del mañana.





Lugh Solar y Poderoso,

jamás a ti te hable el olvido disuelto,

ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,

digno a abatir el rayo,

noble melancolía por tu madre difunta

Tailtiu, 

en el alto cielo,

tu grandeza

sea reguero de oro.

La tierra secunda en nueva cosecha

por talentos colmados a florecer,

viento sonoro guarda tu hermosura

Rey Padre,

El páramo yerto perecerá

en ámbar blando

de aroma besando tu frescor 

de vida nueva.

Abatirá la sombría dulzura la tierra,

ilumina mi pluma al honrarte,

suspiro de mi estruendo crepuscular;

nombro al pájaro misterioso

que te pertenece

cuervo que otorga el anochecer,

Sicut nubes, quasi naves,

velut umbra.

Años pasan yo busco mi recto yermo,

triste aflicción por aquel tomo de tierra

como las sombras vaporosas.

A ti Creador de luz,

acógeme, pinta esta mi noche negra,

amigo de imagen solar,

soy por cuantos Soles he nacido.

Por sosiego de tierras ignoradas

dame su gloria.

Camino afable con tu candor a seguir,

blasón yo no pido

ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,

en tierra a cabalgar

y deslumbrar.

Lughnasadh, Lammas, abro celebración

para generar nueva vida

en cosecha nueva

limpiando en tu nombre Lugh,

toda tierra.





Oh gran dios del Olimpo celta,

Lugus señor,

tu espada cenit de todos los talentos,

oh gran Sol,

divinidad de tierra,

tu sola estirpe encumbrada.

Patrón de artesanía,

amplísimo espectro, padre de las virtudes,

gran brujo, sabio cuervo,

aquel que te sigue por doquiera,

iluminoso, blanco

cuervo tú.

oh padre,

abre ya en savia nueva tierra,

también te llamó el Cesar a ti, Mercurio,

llegara tu culto para Lughnasad.

Solo uno; dios del Sol tú,

oh Lugh.





El Castellano

Oda al Sol:





Gran Sol, gran hervor de rayos espadas

día clavado; tu iris sediento sanguinoso

en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,

a lo alto brillas como crece el talento

sembrado en nuestro corazón,

rueda de fuego, Lugh en tu gloria,

germino toda dicha padre de mi conocimiento,

oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.

Escúchame mientras te honren este,

el día de mi musa en armas.





El invierno se ha ido, nos dejó atrás,

los campos están verdecidos y cantando en flores

que trae Ostara y su caricia de divina nota

de savia que escala todo terreno, y fríos ya lejanos,

Toda la tierra duerme en tu ausencia.





Incluso en los mas oscuros tiempos

tu luz es el camino

para aquellos que necesitan un faro

de esperanza, de brillo, de sosiego,

relumbrando en la noche.

Tu esposa regentada por madre Luna,

buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,





La primavera está aquí, y días aún más cálidos vendrán

los campos están desnudos y vestidos de celestial verde de lanzas

y el ganado pastando.





Encendemos estas velas en tu honor,

Regreses la vida de nuevo al mundo.

Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.





OH LUGUS

Solar y poderoso,

sol sobre nosotros, te pedimos

tu regreso al alma incendiada,

en virtud que te amima y habla,

que traigas a nosotros la luz

y el calor de tu vida.





Trae de nuevo la vida de nuevo a la tierra.

Trae de nuevo la luz a la tierra.

y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,

al alba más preciosa.





Maestro encumbrado

del arte que florece

y en nuestras entrañas germinamos,

nosotros los escribas

cabalgamos todo tiempo difunto,

guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.



Diestro compás

en sol mayor,

bruma de idea socarrada.

Flamígero desdén;

congelado en ascuas

de fuego azul.

Horizonte sin prisas

que arrostró

todos los rostros

de abril.

Abre el nuevo fervor de tu luciente.

Y su solitario azar de relámpagos

de tu azur hermoseando,

enclaustrado.

Vírgenes encinas, y almendro de soto,

entre un nogal

dependiente de su sombra.

Al verdor de inusitados pinos,

me caracolea

la fronda del monte. Musario cerro desnudo,

Espino amarillo de mi dossier,

Caléndulas solariegas

que amarillean su silvestre ralea,

esposa complaciente de Sol naciendo.

Brilla esta infamia

de campo abierto.

A esta última lagartija

lanzo un baquio seguro,

sin disfraz ni apellido perenne.

Mudez última

de sangrada amapola.

Sanguínea tormenta

de dureza blanda

con agua de mi terco aljibe

obtuso en litigio de iris vespertino,

y su sangre que baila

el suelo terreno,

que en culto a ti Lugh yo beso.

Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.

Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.





Förüq





Reflexión:

Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,

es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,

y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,

en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.





El Castellano 29-04-2019



LUGH



31-07-2017



Vida que las montañas me respiran,

raíz en su abismo de hondo tajo,

aire bonito relátame mi destino,

subiré los montes y cerros,

alcanzaré mi soberbia

allá donde el alba despierta

y el linde vuelve vago,

plácido, ferviente,

sed de tallos

y savias que luz llena,

erigiéndose cumbres

y cimas de hervores

a la matutina belleza

que anida.

Y en el ser germina,

febril loma desdeñada

por rizos en apogeo

entre rayos que culminan,

desnuda hacienda ultrajada,

río de encina, cuervo nacido,

por lo que me quedó sin decir,

Wotan, Lugh, Morrighan,

ese veris perdida y encontrada,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

Genii locorum dioses ancestrales

abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad

sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo 

el eterno resurgir en ti cierra

y comienza,

resurgiendo, abriendo camino,

escudo en fuego sembrado,

hueso del pagano,

me deberán cuanto yo he plasmado,

hierro al hierro,

fondo escueto

del vítreo traspuesto,

senda de la idea,

por ellos socarrada,

lucha, cuanto más arduo es el camino,

cuanto más se abren las pruebas

más se hinchan las fuerzas,

sólo vencer en firmamento,

agujereado de huesos,

siembras que tiembla la luna.

3 claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lugh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.



El Castellano





II





08-2017





Impetuoso campo de mi celaje,

allende mis altas torres de belleza;

Inmobles rastros en piedra tumbados,

estos barbechos que me piensan;

Por almenas seculares,

remembranza en bastión,

de andariegos siglos,

me enhechizan flores de sangre,

perduradora loma desgañitada;

Tráfago en mimbre cabalgo,

recama tu alma

como una losa sin frente,

ni gemelo tiznado,

por tener ajuar astro renombrado,

alzo mi quieta dicha

entre gentíos de mi oeste,

desvencijada suerte,

por azares de plomo y zinc,

fúlgidas cabelleras

norteñas en crestas

sin linde mutable,

acababa de irme

y no soy adorable,

es una fosa de recuerdos

ahogados en silencio,

vagaroso desdén

que me enjalbega

en cuerpo,

mi luna fija, vaporosa,

luz en libertad de mi regazo,

abismo cercenado,

de cálido espanto;

sosiego, quietud del bastardo,

regio Lugh meditando.

Sin mis vencejos

no brota esta fuente,

naturaleza cuando amarte

se vuelve arte.





El Castellano





III

10-04-2018





Abren montes

sucios de azul sereno,

deslumbra un fulgor.

Dios del destino,

dios de luz y del fuego diestro,

doradas sierpes bajan el acecho

flamígero.

sí o no mi lucero,

afrenta amanece,

antepasados servid al viento

de vuestros hijos.

No hay bajeza por recorrer,

raya la senda

cristal hondo, que lluvia mezca.

Renovado filo incierto,

entra luz en círculo

piedras de mi padre Lugh

escrita la noche,

ancho dilata diáfana derrota

cae a mis pies.

Vieja honra goza nuestra libertad,

tumulto en casta recio,

esquilas límpidas las mías

en luz de mi Sol padre,

titilan tersos

los verdes de tierra

espejando joviales reflejos,

dios de fuego y de toda Iberia,

desde portal del bosque

de Cernunos,

Candavmmis abre los cielos

velo de tormentas,

apacienta bella, tu recta belleza,

sobre mi haz

fiero, funde mi luciente,

a avivar el trueno.

A galopes de oscuridad

magnánima.

Dios de brillo terso,

En este otero mi alma despertará.

Aciago comienzo de sangre

en grito ceremonial,

ondas pulcras cantará,

dilatando cauce de gran Airón.

¿Vendré ya a la luna?

Ya filo de alba,

pura tiembla mi brisa nocturna

aprende mi resto del mañana.





El Castellano



Suspiro fresco

en labio extinto

de sombra.

Día que no se encuentra

su densa forma,

cuerpo con agua de estrella,

querer vivo que llega al aire

tiende y espera,

la muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmado,

esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre,

en trocados rayos de sol,

esquivos en plano

de verde follaje.

Astuta golondrina encontrando

dócil rama.

Mundo sin mentira de vida,

manantial reluciente de esmeraldas

ahonda y todo siente,

que la sangre miente.

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva,

promesas en frente de violetas,

cantan amando el claror

lírico, estremecido.

Coágulo de viento

en cientos de porciones,

esta luna quieta

semejanza quiere

descubierta la zona umbría

donde invicta llagó mi alma.





El Castellano





Ríos que me tibian el corazón,

eslabones de sangre,

¿Dónde está la paz, dónde está el amor?

ríos de sangre se comen mis venas,

cada tropiezo,

otro borbotón,

otro alfeñique para mirar,

¿dónde quedo yo?

que el sol sea mi pena,

cantando espero mi triunfo,

se afila mi papel,

crepita mi alma,

tropiezo con la tiniebla,

hoy navego sobre mis versos,

aliento de la sombra de la creación,

hijo de la luz y de la sombra,

no acabaré de irme,

no cesará mi terco aljibe,

enamorado sin luz avanza

parco el sonido,

deslumbrado albor,

desnudo mi árbol,

hoy centellea mi rayo,

para decir que yo aquí no he muerto,

se viste mi sangre de caléndula y margarita

por si vuelvo al desliz de mi vida,

pasajera de un caudal

que mi entraña mece,

piel con piel, dolor con dolor,

enamorado corazón,

hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,

estoy latiendo en el umbral de los dos,

mi sangre está llorando,

el cruel desliz de la parca efímera,

me siembro en los campos para perderla de vista,

suenan los trigos, de la verde espiga al girasol

se viste brotando mi amor,

viene a plañir mi alma

por el sendero sin prisa,

se alza la dicha,

mi ser crepita el alma,

hoy me visto de espiga,

y que el campo me enternezca

al cuchillo dorado de la piedra caliza,

hoy mi amor al albor

gime por su caricia

y que el alma dolorida entienda

que ella maravilla es mi vida,

por este siglo y los que me quedan,

escrito yo en la piedra.

Lima el albor mi nervio,

aliento cruzado que cae tejido,

la ilusión se hace nido,

borbotones de sangre que crepitan,

alcanzo la cima,

el sentido cae dolorido,

de vid y espino alcanzo el sonido,

al compás de un famélico ciprés,

mi alma dirá viviste,

encontrando la flor

por la que mi mundo se desviste,

rayos a la aurora

para su fiel investidura,

flor de niebla que avanza

mi umbral se desvanece,

bullen las fuentes,

el río es otro río de sangre más,

lucen las mortajas coloradas,

fiel desliz que cruza mi alma,

desgañitándose el alba,

el amor por parir una flor,

elevado al rayo de sol,

quién te viera quién te vio

rasguñado tornasol

se desangra mi campo del girasol,

millas aparte mi nombre se blande,

el beso me derrama las mejillas,

en albor quedan las caricias,

de la piel escritas, sentidas,

danzan las estrellas,

me vuelvo a ver en tu vida,

donde el te amo formo bandera,

y en tu ser queda,

resquicios sin nombre

que el ser come,

la rosa y la espina gimen

en tu nombre,

avanzo el ser resguardado,

sin franca escalo la tapia,

a tu cuerpo me encaramo,

hoy soy de ti

como el pájaro a su nido,

como la sed a su agua por beber,

como el río a su montaña por descender,

como el caracol a su mata por comer,

crepito el fuego que me brota

por tu corazón,

soy yo sin más razón,

tránsito veloz,

tu calma y su verdor,

me visto de malva

gimiendo una runa en el sol,

me anclas el gozo en la flor,

me blande el coraje

por el viento exclamo

mi valor amarte sin condición.

Desde mi umbral a la flor,

cantas mi canción,

te aúllo un caracol,

mi vida tornó a mejor,

irisado rayo de sol,

una fuente y un diente

un afilado canto irisado,

hoy acepto mi destino

porque muerto vivo si no te miro,

tengo tu imagen enraizada en mí,

es por mi sino, que maldije,

pero hoy después de tanto

tengo el sendero labrado,

mi cuclillo, afila, al infinito horizonte,

mi ser se hace grande,

mantenme afilándome en la piedra,

hacia el centro me quedo exhausto.

para pulirte del alabastro.





El Castellano y Leannán-Sídhe





Yo soy siempre:





Todo queda bajo el esfumino de mi grillo,

colgando pensamientos en tejados,

al compás de una cigarra,

piel con piel flor con flor

elevado resquicio de tu amor,

sueños atrás volaba mi alma ingrata,

nervios posibles y su cama,

sí soy yo sí eres tú,

qué pasa ahora,

instante de cerrar mis ojos,

por comenzar la historia de mi vida,

y sus siglos de dura existencia carcomida

al disparo de la ilusión y su mentira

donde los demonios llaman y me quieren,

deslizada la tela de araña

mi vida es lo que me queda,

soy Dios de mí mismo ahora,

el demonio me cuelga la espera

mitad luz mitad sombra es mi ahora,

mantenme lejos del nunca,

yo soy por siempre,

ojos renegados de este humor vivo,

gatos maullando a la luna en el tejado,

imposibles galanes,

cuando yo me caso con lobaluna de antaño,

animal feroz corre por mis carnes,

solitario ángel armado para el enemigo,

este es mi sino,

tejos crepitando su savia en albor

asidos a su quietud imperfecta

que el tiempo no determina final,

vida trenzada en albor siniestro mi ida

soy weche, soy fuerza, por y para siempre,

el verso me teje,

tinta mi sangre, pluma mi garra,

por acampar la estrella y su cama

hoy por qué no mantenme fuera de la mentira del fin del universo,

porque yo soy mi universo particular,

humor desdoblado asesino del tiempo,

mi mano acabando con el aliento imperfecto,

soy el imán de hombre que te atrae a mí de nuevo,

soy la ecuación perfecta que asesina tu velo,

toda mi realidad se construye de mi mano,

para acabar elevando al tercer cielo y noveno abismo mi canto

entonado en cal y arena como caracola de mar serena,

es tiempo hoy de morir por las ilusiones fugaces prometidas

y su tela aterciopelada, vestida de nácar,

hoy es finl de mi espera,

es el comienzo de mi poder,

mírame estoy rasguñando mi piel a placer,

está quedando solo mi sangre vestida de hiel,

hoy como ayer a tu lado estaré para asesinar la quietud

y su asolada desilusión,

hoy por ti mañana será nuestro eterno comienzo,

para extender nuestras alas al cielo,

todo comienzo exhala su final de su mano izquierda,

elevado amor que me cae por el párpado,

y en mi vena que aguardo para estallar amor al viento

este amor que por ti siento.

tornada mi sangre la verdad de mi aliento,

en difusión magnánima del sentimiento preso,

muerta mi araña

mi corazón es lo que queda.





El Castellano





Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.





El Castellano y Leannán-Sídhe





Hálito silente

yo creo en ella

porque su piel demuestra

que los sueños se cumplen.

Volamos juntos al viento

como molinillo diente de león.

Hoy la vereda canta nuestra canción

dos corazones en un mismo latido unidos al unísono

Su carita que llama a la mía

de su cuerpo es mi caricia

por ella el piropo jamás escrito

solo desvelado en su oído

Sólo al viento le pido viento bonito

mantenme en su destino.

Que de lo vivido muerdo su corazoncito.





Del ababol a la verde espiga.





El Castellano y Leannán-Sídhe

Sentido yerto:





Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.





El Castellano y Leannán-Sídhe









Aguerrido albor:



Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

hipsipila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.





El Castellano y Leannán-Sídhe







Final con comienzo:





Retina escarlata,

su ojo de niebla

y bruma que avanza

donde corta mi flor de luz

el sendero,

esposa del Sol al mirar

lumbre quieta, retina abierta

muerte final con comienzo

en alabado fin de existir

y quebrar el tiempo

conquistando el terreno.

Sangrando raíces que gritan,

aullando hojas al viento,

pintando su dispersión eterna

como sustento y cobijo

de toda vida

mecido del insecto al mamífero

desde el helecho

al alto árbol

hoy canto para ti

vida vegetal.

Mi caricia te sembrará

una y mil vidas más.





El Castellano y Leannán-Sídhe





Flor de tierra:



Fuego en el agua de su mirada

de los vientos auspiciada,

la ceniza consumía su carne

ardía sin mesura su compostura

naufragó valles y sus caricias

su bandera fue de su vena acequia

molinillos fugaces sus pestañas

de él se enamoraban las hadas

de ella la primavera entera

con cabellos del rayo de Sol nacidos

ojos de tierra sin lugar era bella

clamaba su voz la cima de la montaña

descendió abismos

para anclar su esencia en la belleza

que late y envuelve su huella

conquistada en miel

su ambrosía

gemía la caricia

para brotar altares de hueso

y murciélagos de sangre

lloraba piedras en sabiduría prendidas

la bondad alzaba en servicial entrega

su fuerza era de su amor hoguera

él lloraba flores para ella su amada

su verbo a veces tornaba carmín

en pétalos de silvestres rosas desangradas

su voz germinaba la tierra a su paso

el amor a la tierra no le detuvo

ni sostuvo en fracaso,

encontró con ella el amor

que le fue negado llorando espinas

y si sus abrojos nacieron no fue

más que para rajar el viento

difuminando el tiempo en estaca

de eternidad con fuente y manantial

anclado gozo en armonía

bailando de la mano y naciendo del alba

jamás capturada

pupila enfrentada

que mecía

que gritaba.





El Castellano y Leannán-Sídhe





Quimera quieta:



Umbrío, tibio,

al resguardo de voz habitada

serena, llena de luz

en este linde

donde corta mi sendero

y florece mi sombrero

al viento

ojos llenos de paz,

sendero atravesado

en árboles de sosiego

encontrados

en hálito congelado,

lumbre quieta se dibuja,

espino amarillo que clavas al guiño,

calor de mi calor,

cauce de mi sangre displicente

desde la montaña al valle

luce mi traje

para encontrarte

vestida de Sol y caléndula,

resplandor dorado

al trasluz de tu amor,

granate mi sed de tu cuello

al destape

mi río de calma y arrojo

en réquiem por la rajada tierra

en albor de la centella

colmando su belleza

donde mi carcoma quieta

mira y avanza

sintiéndose en armonía plena,

yo fumándome un cigarro

en la piedra de tu belleza,

quién te alzara voz

entre los campos en flor,

fuego de tu fuego sin mas razón,

ciprés que clama protección

para sus muertos que vela

tejo morador de siglos y cobijo,

ababol de versos de piel y abrojos,

desde la verde espiga

a la mora sin espina

y su zarza esquiva

hoy te veo como eres

y perdona

me apasiona

ser guerrero de nuestra luz

donde avanza mi quimera

y mi pasión poseerte entera.





El Castellano y Leannán-Sídhe

Tierra en el viento:



Quieto silencio investido

doblado en el filo de la hoja

ese umbral que corta mi calma

avanza en un sentido

rápido, veloz el resguardo de tu

amada voz

encontrada cercana

donde estática enhebra la silente parca

fluye de un confín a otro confín

yendo mi barca atravesando el brillo

al compás del sí bemol mi traslúcido pío

y su suplicio en la carcoma

que recorre mi horizonte

infinito pintado en el borde de la ola

en la espiral de la araña y su tela

la flor de difunto abre su luz

al resplandor del cielo

que cae emplomado

Se corta mi alma para aullar

en la centella

quemándose en su hoguera

hoy el viento lleva nuestro nombre

mi árbol será sentido

en cada flor de niebla

la bruma su color gris dejará

en este jardín de mundo viví,

para sembrar mi aliento

que cayó como tierra en el viento.





El Castellano y Leannán-Sídhee





Silbido de la centella:



Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

el eterno ciclo de la vida, muerte

y resurrección de la simiente al albor

de sangre sin condición

yo soy por siempre

Así como dura sonrisa y guiño

al azar de la existencia

efímera esencia

apellido y nombre que nada representa

como resplandor de la centella

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

resopló en la montaña sin nombre

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial

va girando mi vida por enraízar

yo soy siempre

el eterno comienzo sin final

aullido del viento

hoguera crepitando la tierra del volcán

Río que acaba y resurje del mar

ese soy yo por despertar.





Resurgir

Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonrien

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.





El Castellano y Leannán-Sídhe

FULGENTE FUENTE:





Te busqué detrás de la estrella

más brillante del azul eterno,

En el suspiro de amor

que corre y descansa.

entre la inmensidad

de un parpadeo.

Entre la obscuridad que alcanzó

a ver la belleza que te envuelve,

adentrándome dentro

para reposar siendo

una sombra más,

y te encontré en mi sueño

más cálido, en el cielo encerrado

que liberé, en la noche

que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor

corrió por tu cuerpo,

y te amé aunque fuese un día

en la penumbra

para así no olvidarte nunca.

Manantial fulgente de inspiración

es tu mirada tierna sin compasión.

matices de esmeraldas tu

pupila enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma de tu piel

frágil y esquiva,

con sus cipreses y tejos

el color de tus cabellos,

con sus amapolas amarillas la actualidad

de tu color de pelo lhiannan Shee.

que corre, que escapa y vuelve

el cosquilleo,

tu boca con mi boca bebiendo

del mismo agua y manantial del deseo.

tu piel con mi piel avanzando

el fuego del sentimiento.





El Castellano y Leannán.Sídhe





PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS:





Ojos trazados para todo lo que tú ves

negados a mirar, del laberinto ausentes

prohibidos, coartados de la mirada detrás suya

no soy yo, no eres tú

después del hecho despierto

perpendicular a todo rostro que amanece

y arrasa mi ser en estupor

en silencios por conquistar de perdidas mentes

incapaces de reconocerse, de adaptar su momento

y residencia mental a lo perfecto brillando cobijado

qué paso con lo que soñé y el segundo cambió

aguardé congelado en el seno de la luz y alma

sobre todo lo que vino y vendrá

hablo con la piedra del mirar

no hay rosas sin espinas,

ni rosa sin cruz por florecer

en todo ser humano,

como la flor quiere la abeja

la logia me quiere despierto

informe forma de vivir siempre

conociendo que ya estoy muerto

sin sentido morir de nuevo

volver, ilusiones, esperanzas,

pasado de un mundo hecho

me siento vivo respiro mi aliento

estoy vivo muerto para la sociedad que jamás me verá

siguiendo sus superficialidades que tienen de verdades

todo cambio redención,

de toda elegía del ser

fuerza que me mantiene quemando mares

de gentes asumidas en superficies planas

de falsedades hipócritas de reconocerse

mundo mío del acero, días para los días

de la creencia de que puedo exprimir la perfección

que mi cuerpo guarda

así en inspiración no duerma ni esté cansado

seguro en el arraso de la soledad

un día tengo su medicina

para volverlo sueño del acto plasmado y realizado

puedo escapar por mis ojos

tráeme tu mano te alcanzo una estrella

sonido dirigido a mi

consecuencias del grito sobrevivido

todas las cosas que creo pasan ahora

y pueden cambiar

bebiendo paz y fumando destellos pensados

desde que vine a vivir,

claro me ves de existencia

amando al Sol

dame tiempo seré llama sufriéndote

por tu típica existencia impulsiva de tus deseos

enormes imperios me quieren inmersos

en sus planas filosofías y creencias de sentidos inertes

escapo con el sueño

soy el sentido del sin miedo

calor helado del cielo,

fulgentemente ostentado

en tu caricia del sin nombre rayo de sol

lágrima de lluvia cae de nuevo

prende el suelo en vida

bebiendo todo lo que has sufrido sin sentido

forma de los ángeles buscando la felicidad

de los dioses que cobijamos dentro

ese dentro es ausencia del tiempo inventado

planos de existencia de lo más simple a lo más bello.

Te acecho desde que vengo.





El Castellano a 10-03-2015



Oda a la belleza:

Belleza:



Ruge mi vida

con impetuosa saliva,

un desdén de mares afilados,

cose que hila esta malva sensitiva,

azures sarnosos que avanzan

al latir fieles compases destapados

de mi escondida idea,

belleza eres por mares no sostenida,

balanza sin yacija, ni muerte escondida

acaso a ella conoces

que incluso, la tornas, bella,

mira la ventana crispada al infierno,

el parpadeo oscuro de la luz.

tú que definirte nadie podría,

ni el más inteligente

ni el más ignorante,

cumbre de ideales, pedernales deslices,

pólvora de sensaciones, fragor vaporoso,

bendices sin perdonar,

es tu prisma un ocaso sin lejana letanía

de esta realidad que se pierde,

atraviesa tu puñal absorto

hiende mi carne,

solo encontraré que brotará mi cuerpo

todas las flores de los campos,

tu cúspide sin hallar, tu vida sin hallar

cumbre tuya se llama planeta Tierra

abismo centelleante hasta perder la cordura,

madre del acto,

belleza deidad suprema,

nadie la mata solo se la llama

y no siempre responde,

déjame tu azul manto sin amaranto

una noche bailaré con lobos

hablaré de amor con mi quimera,

el miedo me conocerá,

amada mía belleza de las flores

sángrame un horizonte de colores,

deshoja mis infinitas espirales,

haz que me crea como los mortales,

para blandir nuestro nombre entre nubes,

cabalgarán mis corceles tus verdes sienes,

yo no seré yo, así como tú eres distinta

para cada retina,

hada infernal

como leviatán celestial,

tú no entiendes de las maldades del hombre,

sólo pintas de la realidad todos los colores.

contigo izo cumbre,

resoplo agravios y señales

repetición

que nací para servirte,

como pájaro a su nido

señorita ruego

que elija este cuervo,

sin agraz durmiente

sopla mi sed de florecer tu alma

primavera preciosa,

desde mi mar a mi risco

osaré vestirme

de rudo hombre viejo,

soñaré como me sueña mi sueño

que yo en tus lares era el primero.

Señorita bella madre de mi izada bandera,

alza mi curva sombra

por la carne de mi siembra,

reverdeceré con tu cariño

primavera amada,

Mirenla anclada de mar

a la montaña de mi idea,

vengo que voy a vencer mi propio desespero

rizando como riza su vida el helecho,

desde la sombra de abeja,

a mi ceniza bella,

no habrá osadía que no te nombre

mi dama al hervor de siglos

antaños que llevas ya florecidos,

me despido por si te encuentro





El Castellano



Surco fantasmal:

Te vi detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.

En la noche que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor corrió por tus senos.

Y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día

se mide por las veces que te imagino a mi compañía.

y una noche la vida de mi corazón sin sueños.

No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá de donde acaba el firmamento,

en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.

Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,

no muere, como la flor sale en primavera.

No importa que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,

te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,

pero con el saber que si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas

porque a mí, no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,

por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.



El castellano









Tu grillo:

febrero 12, 2021





Clareando su lividez

por sotos vastos, reales,

mi río navega.

Soliviando su bandoneón

dirige, blande mi grillo

el afilar de su tercera cuerda.

Entre el suelo de un ciprés enhiesto,

rigen blandamente espigas rojas,

jóvenes, juguetonas

como si tuviesen sangre

para sonreír

al viento que pasa

y no atraviesa.

Reposa que aguarda el cráneo

la tierra.

Ay la tierra, hay de ella,

sombras que complacen y acervan

la mansa espera.

Soliviar vetusto

que Ninfas y Sátiros pastorean.





II





Es un tejado llorando por la piedra,

con acequia desnuda de canalón;

un cimiento que plañe la helada,

y le agrieta el tiempo que ya no escapa.

Sauce triste, abatido, con portón

al mundo del grillo.

Entre blanda grama

fenece que acicala su alma.

Entre un arpa estacional,

y panales de ambrosía.

A la lluvia primera

abre su fiel Parnaso devorado

entre caracoles sonoros.

Grita la raíz acrisolada en ámbar

de intelecto mayor.

Cúspide de serena esfinge,

y dolmen de divina pluma.





III





El grillo único pidió un deseo

al manantial eterno de Hipsípila,

y fue no sucumbir

tras el acople, todo sonó

en manantío, y lo inerte

reposó su voz, de nuevo.

Para siempre.

Soledad dantesca de umbría

melodía, extendida por el Baco imperio

regentado por el claro de luna,

donde fluía su sangre de luz,

rojiza.





IV





Solar afán, solar entrega,

llegas que dictas tu pertenencia;

tu arraigo de hiladora,

hermana de negro hilo,

traes que cobijas mi jardín florido.

Mi grillo luce de nuevo

su primavera luciente

en lira de su candor de estrella.

Es su centígrado

que tu lustre musa engrandece.

Un solo marcó el ascua, irisada,

por su reposo en madriguera;

un deseo concedido él cantaba alegre,

a su musa del Alba.

Albilla más hermosa,

clareada sólo por sus pétalos de mujer fecunda.





V





Era un patio sombrío

con mi vena de acequia reverberando.

Un jardinero a la araña de su rosa;

la protegiera,

la cuidara como besaba la luna Sempiterna,

con tus labios de mujer serena.

Desliz en nácar, pétalos de tus falanges me hablan, marcando,

asignando, el vívido resplandor

envuelto, aterciopelado.

Envolvió mi vida, tus latidos flamantes

de estela considerada.





VI





Avancé mi yermo,

con mi grillo en mi bolsillo,

divisé en umbrío, frondoso parral,

mi secuela descendiente,

Hipsípila me protegía.

Pude abrir una nota

al astro mayor,

de armónica congelada.

Desnudabas musa mi latir

que sólo su premisa abarca.











VII





Ahondaba que saltaba,

el ímpetu de carcoma cromada,

al resplandor de su tacto,

y quizá su matrimonio

en unión con su oscuro astro,

blandía a la séptima sílaba,

luna que busqué por sombra y abismo

en esquela.

Era un disparo y azogué

lo que el cosmos me negaba.











VIII





Fui dichoso, me enaltecía

mi soledad pulcra arrebolada.

Espejaba ella el vestido a mi mujer verdadera.

No brillaba mi sola desquicia,

era lugar y tiempo suficiente;

para ser de la tierra enhiesta espiga.

Ella mi única amapola

Reina del jardín de Hipsípila.

Un soto y un llano;

desperté del bolsillo su oro trasnochado.





IX





Blándeme Oscuridad,

en tu acero y ala de pecho.

Que canten azabaches

tu magia del cinco

labrado este año.

Afortunado avanzo mi pulso

por candelabro este mayo.

Mi cenit por rectitud

del alma mía.

Un último acorde y me encontré

en la pluma tu arpa,

mi Ninfa que obligas no fenezca

el grillo que me da frenesí.





El Castellano

Granate arterial:



VIII





Renuevo esta mi sangre yerta,

para servirte mi dulce dama,

bajo níveo nogal,

allá bajo su fronda suave

y denso selvaje

que auras allá quema,

bajo hórrida, tupida sombra,

servirte a las puertas

de adorado averno

beoda sed en brindis

de nueva, flagrante condena,

dioses del inframundo canten,

allá donde excelsitud

de tu aurea sonrisa entabla,

y a mis miedos sólo arredra,

bullicio entre ramas

saborear dulces trinos cantores,

que la vida entona;

se amurallan las horas,

se quede la frágil vida,

que honroso te siembro,

escuálida y temblorosa,

fuegos y dichas apacienta,

entre este brindis áspero,

de animosas delicias,

mi sangre fugaz, honrada te sirvo,

pa' ser rama para ser de caudal tu savia,

fausto, aterido soplo,

de horrores no regalaba

ni flauta ni prenda a favonio

arrebataba,

mis estrellas sin temor,

piadoso de nublados ojos,

espíritu de leyes rotas,

caos antiguo

que desvelado, no huye,

ni mi risueña sien

relega en acto

a no seguir queriéndote

ferviente.





Förüq castellano er-lobo bohemio a 17-07-2020



El observador:



A esa flor que es flor en mitad de invierno,

parte de raíz profunda guardando, enterrando lamentos,

de nube densa emplomada,

en floración perpetua

abriendo a un ocaso desde el alba,

afán superior en fresco oscuro, umbrío patio,

un cielo tangible en vals terreno,

todo llevado por una primavera ficticia,

en profanado silencioso, vano vilano,

un cruelo alzado,

la pluma escurre sigilosa,

como mariposa nocturna,

blanca grisácea como agitar

de un ala cansada,

mi zorzal es único

y no espera en precaución al milano señor.

Ninguna rosa ha engañado

la perfidia de suelo terreno,

trampa esquiva del bermellón en pétalo

de rosa humilde canina,

silvestres aguas de gancho azul,

andar mío amargo por su vereda enajenada,

corazón de ceniza inmiscuido,

arriar mi harapo de sentimiento,

no tengo sombra,

ni me hace falta,

acaso fue bastante.

Rasgar anhelos

y vicisitudes atadas a ilusiones.

Una flor descendió de los cielos castellanos,

fé escurridiza,

sobriedad bajo sol humilde de marzo,

desdén altivo

como hundir la esperanza en una parca sonrisa,

girón de viento o paso definitivo,

temor recio de observar a los dioses

tras aparente muerte.





El Castellano a 09-03-2019























































































TOMO II   SIMIENTE SOLAR



SIMIENTE SOLAR



AUTOR:

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

LUGAR: Cabanillas del Campo GUADALAJARA España





PREFACIO:



Señales y azares:



Abre que se agita

presurosa una tarde,

de templada mirada

y querellas entre flores

y ágiles mariposas,

hervidero era este silencio

de mi bondad manantial,

completo dictaba

el son de mi despierto,

lozana puridad de abrevadero,

opacidad, completa era y bastaba

a sombra, asida

en oportunidad

la reluciente, cuan estela breve

en azabache

osasen peinarla

como materia tuviese,

mantos blancos

lucientes vestía

madre tristeza,

de tallos

y capullos,

de flores sin savia

ni vivaces fronteras

de colores ni frescas fragancias

a desnudas mozas que los ríos

trenzando orillas, descubren,

inocencia de rubor

y sopor de belleza

sus curvas fecundas plagien,

entre copa de fresnos,

y hayas secuaces

entre robles y álamos encenizados,

se estire mi suerte entre piquillos

y trinos de verdecillos,

era una sinfonía que casi

el tacto alcanzaba,

satinaban los pensamientos,

y sonaban en madrigueras de sueños,

penas quedaban en destierro,

sin ellas nada en existencia

mereciese a gozo amplificar,

bondad que no te pongo nombre,

ni competencia servil te disuelve,

entre arenas  de fabulaciones,

y brea de desmerecerte,

eres señero,

y lanza erguida sin yodoformo,

ni sueño visualizado,

cumbre y manadero

en fuente de aljibe

y abrevadero,

risco con tapiz de siemprevivas;

rosas pétreas,

y álgidos escaramujos

sin tábano

que suerte

vuela el monte,

buscando depósito

y botijo de sangre.

Bondad sin atrio ni costumbre,

eres bella aunque nunca duelas.





Förüq castellano er-lobo bohemio



FANTASMAL VISITA:



Cálido yo, ante un segmento de cobre

y su templado escalofrío,

un son en llamas del sonido, humeante.

Se rizaba un acordeón,

en patitas algún diablo foráneo,

como un visitante fantasmagórico,

se quedaba sentado con nosotros,

sin reclamar ni vender derechos

consiguió en aire de alguna imagen,

turista o pusilánime prisionero aún condenado,

hablaba solo con sus azares encausados

de invisibilidad trasnochada,

muletero de frío cálido ventisqueo,

era su sombra algo más

recelosa incluso ya no le temía,

partía brisas con miradas,

y servía naipes helados; 

en copa alguna hada verde,

vestía de hojas su desnudez violenta,

relamía eclipses en alguna grama, de patio umbrío,

eternidad caracoleaba, sin lazo,

ni pedernal florido,

era tiempo de batallar,

sobre poste cóncavo

de pino frío y señales

en cable tenso de telégrafo,

jugaba notas, y rúbricas,

de alaridos esquivos,

y densos fantasmas, flotaban,

y hacían de esta bruma,

todo corral, y pretil llanto,

como rocío de toda roseta, de penitente,

abierta a la fugaz mañana,

del hombre y su negra tijera.

Miradas extrañas, que le analizaban,

y encendían su yerta,

hórrida imagen capturada,

flotaba en aire;

de plenilunio,

y solsticio embrujado,

como calor desfasando,

un chirrío,

descorchado, en alguna mente,

que, con él, sin saber

se encuentra,

soldando vapores de océanos,

y espumas, y sus sirenas.

Entre vastedad que incendia, 

todas cosas vanas,

preguntó alguien, 

sin destino, si existir por sí mismo

valiese,

era tiempo necesario;

lo que no se elige, 

tampoco se duda, ni pregunta,

acaso hablamos,

o te acabo de pensar,

cadillo foráneo, forraje

de todo sendero

que lleva a conocerte,

como clavo en sombrero,

y cimitarra en tierra asida. 



Förüq



Lluvia sembrada:



Recorrí un palmo

de tierra sembrada,

como un lazo silencioso,

erguía,

era suficiente

para completar

el fondo fantasmal.

Hice una cumbre

con las piedras de labranza

hileras de rastrojos

me surcaban.

Vestía su pliegue

nuevas cintas de esparto.

Más allá de juncos

y yerbas jóvenes.

Márgenes atrás

seguía viendo campos

y pulgas arrinconadas,

agrupándose en soga

harinosa.

Su pecho, un buen trabajo

como dos cinceles apuntaban,

su tez serena asilvestrada,

su tierra de mirada,

lo siento,

no la cambio por nada.

Fluía todo campo por sus ojos.

Su cabello de realeza

imaginada.

Peinarse en fino no pudiese.

Azabache mortal,

y destellos de Lilith

o sombra de Eva.

noche cenagosa que se pega

en mi palabra.

Sus orígenes de corriente

por tierras de fuego,

huérfanas.

Por capas de agua abajo

reflexionaba años halagüeños

confirmaba mi cable,

férrea unión, palmo a trecho,

cruzar la vida terrestre

fue encontrarla.

Mujer de viejas flores

rebrotadas,

con gotas de rocío

su brillo cristalino,

igual que dones de lluvia

relumbraban su cuerpo.

Tiempo en piel

sobre mis pies de paja,

sobre el barro

la tierra fértil,

con hocico de riera

cruzaba sotos perdidos.

Surqué su reflejo

de años esperando,

su flor de tierra

le otorgó su iris.

Mi pala de vida

ya no tenía que sacar

más terrones tristes.

Hundido entre caléndulas

mi voz parecía

tocar el arpa de su acento,

como insobornable

miel de su voz,

a reposar fabuloso marjal,

era su torso sembrado.

En juncias,

barbecho de Artemisa.





Förüq castellano



Cosechada la idea:



Silenciosa, insomne,

en la línea de un mar de grama,

donde brilla y reluce un silencio

y un poste de luz sigilosa y atónita,

como tubería hundida del cielo

a ras terreno,

en tripa de estaño, y venas de cobre

risa matutina del alba.

Canales hundidos de nueve zanjas

hace trescientos kilómetros

no los veo,

verdor que se espesa

entre espalderas de joven parral,

como terrestre ajuar de lluvia,

entre el duro calizo de cieno y tierra,

una glándula en milla arcillosa,

vibrando insinuante toda raíz terrena.

Lámparas entre el campo

de luna sola,

lucen las luciérnagas,

como ecos solos

que holgazanean erizos seniles

buscando caracoles.

Contra la roca y cerro bajo

entierra drenador seco,

a encogerse como ventilador

quemado de savia,

cielos que remolinean miles estorninos

de torvo ceño,

lanzo mi atarraya,

al río Mundo,

estira tersura

pegajoso pulgar

hincando cebo grueso

de hígado en cebo

esperando cangrejo ávido,

adentrase en su perdición de trampa,

ataque de jaula perfecta

anudada en reluciente alambre,

luego entrará seguro

del fondo del río,

como réquiem

por los cosechadores del agua

los cangrejos cantarán.

Ya se hundía silo dorado

de fardos de nueva cebada,

centeno lucía como ola fracturada,

en rojizo de labriego era su eral,

oficio ya veía trilladora oxidada,

y el molinete de la acequia

surtía agua

al canal y río de riego,

la simiente del arado

esperaba ya ser enterrada, sin mortaja

en el terreno ataúd

su nueva temporal vida.



Förüq castellano



HALO DE ENTUMIDA ALMA:



Al sentido intransigente

mi tinta escudo,

era mi corral umbrío

de flores llanas

en pétalo armadas,

como azares que lluvia

plañe segura sus corolas,

claro entre el oscuro

rojizo terreno,

redil de un patio de estrellas,

a mi entumida alma canto,

esta soledad acristalada

que me crece como musgo

en la piedra de mi corazón.

Voces yertas sequedad

en tierra escuchaban,

regué su sed,

atisbo cómo será la vida en centro

mi globo estrella luminaria del día,

si acaso su lumbre sola se sostiene

ingrávida cómo que viaja,

el hueso de luna su esposa

por mares de arena

su magnético mirar

partida la sombra que me acompaña,

resumí en cáliz mi aposento

en sangre nueva y borbotón yacente,

no es por mí mi halo baja a rodearte

este pájaro me habita

desde soto de carne

a hacer nido en razón ausente

en tormento dulce dormido,

tres monedas mi suerte acuñada

por ti

por mí

por el rifle poesía.

Mi contento brotaba

como germina-arte, la fuente,

implacable éter naciente,

auras revolotean púrpura violácea

vil abrazar mi azul

en oscuro cuarto vestido en tul,

verde, amarilla la sola lagartija

me fascinaba.

Manso alacrán soberano

con la araña lobo lycosa lycosa;

tarántula maternal,

del zorzal al colorín

del verdecillo al verderón

del pardillo al canario de cimbre,

del herrerillo al matemático estornino,

hoy tu piel, diviso;

para por fin hacer nido sedoso,

en tu placer

y humedad permisiva.



Förüq castellano





Niebla sonora:



Cielo no me juzgues,

pero sí me gustas,

y mil desánimos me invaden,

como amar una utopía,

enamorarse de una nube.

Que surca el azul celeste,

de propia vida.

Apagar fuego echando más leña,

ver una quimera de piel;

en imposible caudal

Ambrosíaco,

ver la luz sin tener ojos,

enamorarse de una lagartija

de mi jardín y esperar

que me hable cada día...

Pisar un abrojo

y saborear dulce,

como imaginar la miel

de tu cuerpo.

Escuchar la niebla del sonido.

Es todo lo que siento,

vals de nirvana

si mi doncella mi boca

adentra su boca,

sí de trece veleros

trece estrellas de luceros

que es el amor

que te proceso

me ayudarías

a amarte

¿hasta mi honda sepultura?

llamas de amarte profundas en tus ojos

un tiempo

de locura en la vida

llamas de amor

me sirvan llamas de amor

me soplan llamas de amor en tus brazos

te ardo

llamas de amor

avisa llegues bien a destino

profundo en tus ojos

llamas de amor.



förüq el castellano



Bosque de jardín umbrío:



En el bosque de tus ojos quiero perderme.

En el campo celestial de tu mirada.

Vivo, y quiero vivir, siempre.

Del paraíso de tu cuerpo,

soy caricia de lluvia,

soy melodía de viento,

soy te amo sin tiempo.

Porque de tu corazón, soy eterno,

y tu amor es lo más bello,

y caigo en el sueño,

en que abres tus pétalos, para mí,

bajo aquel árbol del deseo,

y crecen las flores,

y el lago emana,

de la belleza de tu alma,

de las violetas y amapolas,

del jardín de la alegría,

eres tú la ninfa mía.

Y las flores de malva, tienen envidia,

las rosas celosas, crearon sus espinas;

porque mi amor, fue para ti.

Las campanillas más sencillas,

crearon en flores sus voces,

en notas, de amor al que llaman,

y buscan, trepando y enredándose,

en la maleza, y la piedra,

el helecho en duelo,

rechazó la flor, y la semilla,

a esperas, de ganar tu amor,

con sus hojitas en belleza,

que se despliegan como un caracol.

Las droseras ansiosas,

su trampa, desplegaron,

en son de atraparte,

en sus dulces gotitas de reclamo.

El musgo enamorado, así se quedó,

pequeñito y suave, como el terciopelo,

para acariciar tus pies, y sonreír

con la lluvia, y el agua.

Donde la roseta cantaba,

y de la luna, se creía preferida,

abrió su amapola, azul y negra,

la adormidera;

siendo el sueño de las hadas,

su prima, la golondrinera,

su amapola amarilla,

fuego del bosque de las sombras,

liberó su ninfa con una gota de rocío,

con ella, llegó la primavera,

contigo ninfa mía, llegó la belleza,

y tú, amor, en alas de mariposa,

abrigaste cada sueño,

arropaste, cada pensamiento,

y ahora, no sólo eres mi amor,

también, la más linda flor de mi sentimiento.

Nunca marchitarás, porque si pasa, desaceré yo.





Gran luz, gran luz, al conocerte.

Cabalga un sueño, hermoso en los albores,

cruzando el mar, su alma está.

Su casa, su amor y su hogar,

en el corazón de su doncella, está.

Guerrero niño, vasallo nombrado, del amor.

Gran luz en su reino, creado de ilusión,

de fuego incombustible, su interior.



Cabalga su amor, su doncella más cerca está.

Crecen las flores, en los alrededores están.

Deleitadas y coloradas,

dejando en pétalos, su complicidad,

para el romance, que viendo están.

Mientras va el río de colores,

con paso lento, y decidido.



En besos de gotitas,

que dan vida, a las almas al pasar.

Llora una plantita, con una gota de rocío.

- ¿Qué pena tienes tú, plantita,

tú, que eres linda, y la luz 

y el río,

te besa, y acaricia, cada día?

-Mariposa quisiera ser,

¡Mariposa quisiera ser!



Volar a la otra orilla,

y a mi amada Quimera,

que está solita, poder besar.

Al viento le pido, cada día

que traiga sus semillas,

para que, con las mías,

abandonemos la soledad.



El castellano



Urdimbre argenta:



Puedo escribir todos mis pensamientos,

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte,

desapareciste entre la tenue, luz de luna, que me abrigaba.

allí la razón, apagó los latidos, de un corazón.

Como tierra yerma,

marchitó aquella flor, que, 

un día, llamé amor;

y ninguna pudo ocupar, su lugar,

sólo la hiedra brotó, hasta tapar la luz, que me daba calor.

Pero yo te sentí, amor.

y lo vuelvo a hacer.







Cerré los ojos y allí, estabas,

como si no pudieses salir,

de mi interior.

Como si quisieras besarme,

o decirme algo.

Pero tú bella en sueños,

no hablas.

en sueños, no hablas.

Y nos quedamos mirándonos,

a ciegas.

Yo te aviso, que en el bosque

de mi mente, solo hay un camino,

y es un laberinto.

El final lleva a despertar,

y enfrentarse con la realidad.

Pero tú bella, en sueños,

no me hablas.

y yo a primera vista,

me enamoré de ti,

por si algún día acaso,

el sueño se cumple,

y ya de realidad me dices,

te estaba esperando,

siempre te amé.



Logré lo que soñaba,

logré encontrar amor,

conseguí felicidad en el pequeño

y largo momento.

No entendí de ella sus lágrimas,

o quizás sí.

Si su felicidad fue la mía,

al revés también sería.

Al revés también sería.

Y yo la esperaba como

aquel día.

Pero con otra compañía.

No lo elegí, sin saberlo

ella seguía en mi camino.

La consolé cuando llegó en lágrimas,

no me dijo por qué,

pero sentía su dolor.

Tenía un presente,

y no soportaba la idea

de quien por ti sufre

es quien te quiere.

Y esa noche lo que tenía,

se esfumó como suspiro

de oscuridad del callejón conocido.

Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,

me mataron en el sueño,

pero el sueño lo termino yo,

y mejor esa noche solo me quedo

contigo amor y mejor,

muero con tu calor

para terminar en ti con el color

de caricias, y besos

como un romance, que no acabó.





Buscándote en el silencio.

Buscándote debajo de una piedra,

o en el fondo de una cueva.



en la flor sin cortar,

o en el fondo del mar.

En la nube o fuera del cielo.

En lo que se ve,



y en lo que solo se siente.

En el sueño y en el recuerdo,

en mi felicidad o en mi tormento.



Buscando, te encontré lejos.

Ahora que en letras te tengo

estás cerca de ser mi vida

y yo, tu verso.





Bella, vuelas libre doncella,

sol te toca, acaricia tus efímeras alas

de mariposa desvelada.

Viento te lleva, allí donde el amor creó,

reflejo de libertad soñada.

Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,

dejaste atrás nubes de tormentos,

rozando tu destino me arrastras.

El manto de las hojas te protege,

buscadora de sueños

de la fronda de mis sentimientos.

Viviendo en la ternura de la dulce mirada,

volando con la fuerza de la palabra sincera.

Durmiendo hasta que se oculta el alba,

ángeles y dragones, arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,

para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,

cientos de tonterías para tu sonrisa.

Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,

pintando mi vida.

En la caída color gris quedó,

color gris quedó.

En la huida el tiempo y la situación

que cortó un camino en dos.

Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.

Su esencia mariposa del amor.



Me llama en la noche,

me acaricia su velo,

viene altiva en cada sueño.

Con sus caricias, desvanecerse quiere,

renacer en la oscuridad del ocaso eterno.

Comprendiendo y llevándose mi dolor.

Yo, sin comprender su aparición.

Recreando su alma viajera.

Sueños serán, más cada día, 

amo más.

En la belleza de imaginar,

la complazco con la sencilla palabra de amor

a su alma sin cuerpo.

que me acompaña desde que sufro

por el querer.

Fantasma o fantasía,

me guarda caricia,

sin saber yo su razón.

Ella, hasta dudando de su existir,

que yo por amar, la amo.

Más no sé la razón de su compañía,

cuando el reloj marca la una en madrugada.

Más si pudiese saber, preferiría no saber,

quién es preso de quién, o si ella y yo,

somos presos del querer.





Te vi, detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.



Entre la oscuridad que alcanzó a ver

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.



En la noche que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi amor corrió por tus senos.

Y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día

se mide por las veces que te imagino a mi compañía.

Y una noche la vida de mi palpitar sin sueños.



No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá de donde acaba el firmamento,

en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.

Donde me di cuenta de que, 

el sentimiento descansa,

no muere, como la flor sale en primavera.

No importa que no te tenga.



Porque después del invierno volverás a florecer,

te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,

pero con el saber que, si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas;

porque a mí no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas. porque te entregué mi palpitar,

por lo que somos, 

y por lo que seremos, 

nos queremos.



No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.

Sed de reguero:



Manantial fulgente de inspiración,

es tu mirada tierna sin compasión.

Matices de esmeraldas tu pupila,

enfrentada con mi pupila.



La golondrinera el aroma,

de tu piel frágil, y esquiva,

con sus amapolas amarillas,

el color de tus cabellos.



Un piropo, un suspiro;

de mi amor eterno.

Irrefrenable el deseo,

de entre tus afiladas, y moldeadas, piernas.

que corre, que escapa, y vuelve, el cosquilleo.



Tu boca junto a mi boca, bebiendo

del mismo, agua, del deseo.

Tu piel con mi piel avivando,

el fuego del sentimiento.



Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,

me robaste mi primer beso,

de niño, que nunca había sentido el amor.

Me dolió que te marcharas,

a otro país, sin despedida.

No te pude decir, que te amaba,

pero si regalarte, una rosa amarilla.



Supuse que te lo imaginabas.

Desde que tu recuerdo, 

me acaricia,

siembro en la misma jardinera,

al último suspiro de verano,

golondrineras amarillas y al igual que espero,

sus amarillas amapolas, en primavera.



Espero, que vuelvas, aunque sea como mariposa

O abeja a mi terraza acariciada por los álamos;

y bañada, por el monte de horizonte.

Espero.



Vida en gris, de la que tú eres, mi luna esperada.

Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,

por donde fluye el solitario beso;

la tierna caricia anhela ser algo más.



Mis ojos quieren atraparte, en su firmamento,

mis sentimientos arroparte, con fuego.

Pero yo, sólo te quiero a ti, mi vida en verso,

mi motivo para ser, solo tuyo, para no necesitar, nada más.



Ser el sueño, hecho realidad, la felicidad, de dos caminos,

que se cruzaron, en el destino.

Tiempo para esperar, vida para soñar,

cuando te vi llegar provocaste mi despertar,

y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.

Nos merecemos algo más, en este papel que jugamos,

saber si nos amamos, si el deseo, quiere ser pasajero,

el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.



Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,

avanza cruza cada noche, el cielo azul, de matices violetas,

siempre te encuentra, la soledad, me abandonó, para poder servirte.

Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.

Pero del corazón, nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,

el te quiero.

El pensamiento, que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.



Todo lo que me queda por decirte, y lo que no te dije,

vida para vivirte.

Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.

Porque eres lo más hermoso de mi mundo,

camino que surca nuestro antiguo paraíso.

Permanece como el compás de mi pulso,

desde que te conocí supe, 

para lo que viví.



Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;

allí donde viven, por el querer, alegrías.





Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,

te encuentro soñando, con otros días, de amores profundos.

Como el azul del cielo, que, a tu lado, te hacía brillar,

mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,



mientras acercas tus labios para besar los míos,

y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.

Vistas de un amor eterno que devolvería vida,

para quitar su despertar, de melancolía.





El lobo vigilaba su guarida, allí su mano le sacó, para ver el mundo.

No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,

guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser volaba hasta regresar.



Te necesito más allá de este sentido, que grita por tenerte,

te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,

y a la vez te adoro, en cada golpe de viento y reflejo.



Me encuentras, y tu recuerdo, reciente, me besa,

mientras no puedo evitar recrearme,

en el deseo, y corresponderte.



Transparente sentimiento, para sentirlo, una vez más.

La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,

a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.

en la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,

maldita mi suerte, que dejó 

que te fueras para soñarte.

Ahora, los minutos me ganan, 

sin ti, 

no quiero el cielo, sin ti.

Como la brisa a la mar, mi alma reclama, tu compañía,

cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final, si ya no está.



Tú mi noche, y mi día, quiero verte, una vez más,

para así no sentirte soledad, en la oscuridad,

tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú, estarás.

Hoy, la noche 

me llama una vez más, 

para soñar que a mi lado estás.

El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,

y no verte llegar, para no verte llegar.

Amor dónde estás, si te fuiste quién, te podrá domar.





El castellano



Noche velada:



Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,

pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.

Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.

Más los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago, 

baila con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te busco incluso estando solo.

Flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;

artificie luzca.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,

humo, humo, humo.

De tierra a ceniza llamando,

le ganó el cigarro y el trago,

recuerda que tus ojos tienen sangre

y también se emborrachan.

Cállate sólo eres una fantasma que yo sólo veo.





el castellano



Ceguera:



No lo veo, pero yo también lo estoy sintiendo,

esto no es sólo lo que siento, es un simple lamento,

de no hacer todo lo posible porque me sientas en este momento.

Por darme a mi momento, sin haber parado a pensar cómo iba el tuyo,

quiero compartir que mi base de existir fuiste tú desde conocerte y verte,

esta es mi vida con la enfermedad mía de la ceguera.

Decirle, que la amo aún, así de no poder verla, no se vaya de mi lado.

Entre noches de humo y suspiros de minutos,

busco tu aroma en mi piel entre el calor de mi cama;

tu sabor en vasos de agua.

vivo muriendo en el oasis de tu compañía,

en tus recuerdos, esperando la arena de tu piel para adéntrame.

La luna perpetua de noches en vela de navegante,

sin mar ni tierra, ni final, solo con un duelo al tiempo de tempestad.

Ya olvido quién soy para adaptarme a un tiempo que no me corresponde,

soñando noches de miel, despertando nubes de nostalgias,

acercándome a ti al cerrar los ojos alejándome en la tristeza,

nadando un océano sin saber nadar, navegando a la deriva en tus piernas.

Adentrándome en tu vida sin querer, donde ya se juntó mí querer con el tuyo,

el halagar cala dentro y profundo, llora la distancia;

comienza el despertar de los tambores, llamando a los soldados de la tierra.

Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,

pensamientos cálidos me arropan tu compañía,

solo una vida solitaria desde aquella lejanía;



un sol pernocta durmiendo disfruta su luna

con tacto terciopelo una vida de amor eterno

un caballero busca a su mujer la extraña.



Avanza entre montañas de azores

y valles de bosque y ríos dulces,

noche de amor entre nubes acolchadas,



con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra.

Ahora su patria era su tierra en la hoguera.

Se despierta frío y solo tras pintar con nostalgias recuerdos.



El castellano







Tu voz:



Eres fuego en el agua,

eres luz en la noche,

calor en mi alma de hielo,

amor en mi mundo de ilusiones en viento,



bésame al final de este deseo de chincharte,

acaríciame con tus labios,

el mordisquito en la oreja,

el susurro en el cuello,



noche de eco entre imágenes,

pupilas mirando pilares al cielo,

entre verde y violeta de árboles,



ojos de gato, tu gemido,

tímido y feroz,

tu voz.



Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,

lo efímero del segundo al pasar del minuto,

la seda del sentimiento, en su carita del beso,

el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,



acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,

siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,

el momento que dejó el silencio,

el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.



Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.

Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,

se sirve de tu aliento, crea mi armonía,

cada caricia te hace real.



Sostén mi placer cada anochecer,

sé el tiempo que nunca se fue,

sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,

detén este instante para hacerlo real,



el sueño hecho realidad, la historia sin final,

mi eterno amor, sin dudar,

corazón carmesí, como flor de abril,

navega mi sensación.



Es un te amo lo que me encanta escuchar,

los mil que me quedan por decirte;

los que nunca se irán.





El castellano.



Los pequeños detalles:

Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje. El caserón vuelve a relucir con el cuchillo dorado de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias; la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito, aprovechando los últimos rayos de sol; el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca quedándose varios minutos intentando ponerse derecho; mientras, se despierta uno de los dos grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica, ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.

Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas; frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta, un pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan tres carpas y un barbo, oscurece y el joven rapaz, de cernícalo primilla, del palomero oscuro de la casa, se lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.

Con los primeros rayos de sol, la mariposa de bellos colores azulados, dando sus aleatorios vuelos en busca de flores de lavanda, es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.

Avanza el día con el volar de un salto de un saltamontes, al criquear de un grillo cebollero bajo el frescor de su madriguera, bajo una atocha de esparto, ya dorada, a mis pasos bordeando las vides, detengo mi visión en un diente de león que paseaba una doncella escarlata, o mariquita; buscando pulgones que comer, voy hasta el roquedal con una trilladora oxidada, que vio mucho oficio, se descubre un bello lagarto ocelado, que asustadizo rehúye mis pasos, un alacrán camina lento su despiste, sin alerta, por la piedra, y una araña lobo lycosa lycosa, le lanza fulminante mordedura sin defensa del aguijonazo del alacrán, todo sigue su curso instintivo, de silvestre ecosistema, donde ni la culebra bastarda se molesta en bufarme, ávida busca nuevo escondrijo; todo sigue la supremacía del devenir de las estaciones, y genética de condiciones, que todo animalito sigue sin recelo.



El castellano



Relente:



En este linde se construyó mi pecho habitado,

se escaló la colmena de labios grises,

por la escarapela fluía veloz el sosiego

de mi vida quieta,

por romances oscuros caminaban mis nervios,

una ruptura de estrella

tumbaba la compuerta de la belleza,

para sembrar allí latidos etéreos,

recto escalafón dorado al beso

y tu cuello me nace doliente

fulgente fuente enternece mi suerte,

yo hablé con mi amor que no existe

y aturdida me contestó la voz,

era como un eco sordo en alta voz

resquebrajando un patio de perdices

y altiva sonaba por las cumbres

jugando y riendo con lobos

sí esos que habitan mis ojos,

aullando y espantando los dolores

en mi sien,

mis dolores que se querían

como hermosas flores desnudándose

en altas espinas profundas,

allí sólo caminaba mi rosa, toda

siento deciros que yo soy del viento

y el viento es mío

en estiaje gris pálido cruza mi relente

del cielo su lluvia,

con impetuosa fama,

sacude la tierra y su flor bella clara ,

dejándome ser como el rocío primero,

en recorrer tus labios,

quiero habitarte en canción

que haga surcos de mí

en tu alma verdadera.



El Castellano





Piedra-corazón:



No es una piedra, es mi palpitar,

su latido cesó y en piedra cristalizó,

ella lo tiene en cuenco con agua,

a símil de mascota que nunca muere.

Le sonríe cada día, normal es mi palpitar,

no huye, es piedra fiel a su amor.

Con caricias sintió que palpitó,

que fue su inspiración, su amor y su dolor,

pero en piedra cristalizó, pudo darle calor,

ya que nunca quiso mi dolor.

Esa piedra-corazón, 

fue músculo,

pero murió y ahora solo le queda esperar,

esperar que el agua y el tiempo,

le otorguen musgo y sangre verde,

que ablande los cristalitos de su interior,

y resucitar.

Quizá algún día, cuando ella se olvide

que es una piedra, volverá su palpitar.

Pero yo ya noté la ausencia

de vivir sin corazón.



el castellano



Desvelo dulce:



Café a la una y once de la noche,

despiertos los murciélagos,

raspando sombras,

bailando a la luz de las farolas.

La ciudad que no duerme,

mi mente volando, siguiéndote,

enredándome en tu pelo,

atravesando la luz incandescente,

como buen murciélago mi vuelo,

cazando letras para tu sentido despierto.

Sorbo de un café con leche y con hielo,

anhelos y sueños de un amor eterno.

En aroma de café a la compañía de una Leannán Sídhe,

Leannán-Sídhe del reino idílico, 

el mío nocturno,

tu fuego el día de mi noche,

quémame porque me dejo quemar,

soy fénix esperando resucitar.

Con brea de estrella un corazón puro,

con oro y plata

los reflejos de la noche en la ciudad.

como buen murciélago mi vuelo,

enredándome en tu pelo.



Vívido desliz: 



Muero por un beso

vivo por un querer

cruel del destino

condena de una pasión

que creó tu pestañeo

al dejarme ver

tu cielo encerrado

fijamente tres minutos,

y morí con tu pestañeo.

demostró que fui

importante para ti

y que a pesar y muy

a mi pesar de los problemas

seguí en tu mirada atrapado

hasta que la aguja

de aquel reloj de pulso

se paró al pasar

ciento ochenta segundos

mi cambio de vida

cuando consumí

medio giro al decir:

-Siempre te amaré.



II

Enciendo maquinaria

de este tiempo disuelto,

en pétalos de éter y formol,

desangra la rosa secreta,

y un estambre rige,

destello que precipita,

el albor.

calidez de ilusión,

y araña que arrastra,

tejiendo el eterno sentimiento.

Yo que arrastro

mis aciertos,

como desnudo sol.

una noche cualquiera,

y activé el engranaje

mi reloj de pulso.



III

Mi carmesí caléndula,

fijó su pestañeo,

en mi camino de destino.

Alumbraba un candil

dormido, una luna llena

de enero.

Era tiempo suficiente

para huir y quedarse.

En la boca formaba

toda sombra de opacidad.

destrenzaba un halo.

Sujeto de una lágrima

pasajera, un segundo más,

y devoró el dulce tormento.



IV

Giré entonces la tuerca

de mi corazón oxidado,

por tantos aullidos nacarados,

y su ente femenino

me atisbó un beso

a mi alma.

Era el crepitar de la llama,

que mandabas como loba

y como luna se prendiesen

todos los colores

de mis sueños

consumiendo mi tiempo abierto,

que completo el giro,

dictó la vuelta

al inicio del sentimiento preso

que sin retorno

siempre te amaré.







El castellano Förüq



Lozana silvestrita:



Mañana fría

en la que aventar

espigas recién brotadas

al revuelo de una mariposa vigía

flora-posando, todo el doquier

ensimismado.

Suelo ario que se blandía

sin atisbo de despedida.

Larva que soñaba volar

sobre alas de mariposa cabalgada.

etéreo desliz de fronda suave;

que espartos abrían

rajando tierra

en calima de cerro viejo.

Las jaras en abanico

se apoderaban del terreno,

al transcurrir

de los caracoles sonoros

judíos, blancos.

Soto de perdigones

entre insectos inherentes

afilan ideas mi paso.

Abría el cielo un febrero

un carrusel de luciérnagas por estrellas

del techo la concavidad

presa o caverna abisal

de horizonte helado.

Los pinos caracoleaban

cada vado

entre secuaces

carrasquillos de flor en piedra,

romeros entre tomillos

atisban como señero

el cerro bajo.

Torreones de álamos

acicalaban al viento

sones de nuevas nieves

fugaces.

Daturas y tomatillos

del diablo, hacían distinción

entre nuevo verdor

de retama que ya en flor

amarilleaba.

Ya asomaba todo vástago

de simiente

del invierno casi gastado.

Ababoles ya sonreían sus dientecillos

de suaves hojas

en jóvenes plántulas.

Lucían incluso espinas

señores cardos

y breves cardillos de las damas.



Vorágine terreña:



Hijos de la niebla,

regresad sueños dulces

sin áspero corpiño

ni denso verde, espumosa moral,

como ensueños caracoleados

que no disipan

en bravo pecho

de gloria tranquila en cerro.

Disipada bruma que años no regresa,

cada momento caminante,

de silenciosa fuente,

y ceño anhelante,

de ávida inocencia

entorchada conciencia

que vuela lides

monótonas y seguras,

donde noches escapan,

como el corazón endurecido

pierde visión de luz,

era un huerto de luna

en la campiña,

de ortigas y forrajes

entre zarzales y tomillos,

entre brezos y carrasquillos,

con fuente de añil

transparencia líquida,

entre esperanzas que alma titubeaba,

servil de días rojizos,

que no se llevaba su paz

ni tempestad enfurecida.

Al pie de un jaral

que ni el tiempo doliente

con él puede ni sepulte

umbral plácido

de fértil viña que el río tajo

escala cumbre,

poco antes que el río sorbe

a su mujer encuentre.

Iniquidad en blasón

de noble comunero,

que ni desenraizarse,

ni matar por su tierra puede.



Förüq castellano





10 Olvido:



Olvido.

Olvidarte nunca podré.

Nunca te podré separar de mí.

Estás en mis sueños, en mis

noches más frías y en las más

calientes.

Como una manta que me abriga y me arropa

cuando me descubro solo.

Como mi sombra.

como mi reflejo.

Olvido ¿Por qué nunca te encuentro?

Será porque no te busco, porque

vendería todos los mañanas,

por un ayer junto a ti, amor.

Ya sé que soy inmaduro,

pero te quiero, y lo sabes.

Si ahora no lo ves, ya lo verás.

Pero mi tiempo ya pasó.

Como guillotina

que partió mi palpitar en dos,

para darte una mitad.

Olvido.

Olvidarte nunca podré.

Siempre te amaré.



Esteban el castellano





16

Primavera:



A ti te escribo primavera,

tú, que llenas de vida el campo.

Pones los campos en flor y verde.

Tiñéndolos de color.

Los pájaros silvestres, 

anidan en las ramas 

de tus árboles; 

dan de comer 

a sus pachoncillos,

y trinan como nunca, 

antes del alba y después.

Los animalitos nocturnos, 

también salen a cazar, murciélagos, mochuelos, y lechuzas, más en esta época;

que hay más vida, y alimento.

los erizos, salen de su letargo, invernal, a cazar caracoles e insectos,

y comer frutas silvestres.

A ti primavera te canto, 

que llenas de vida el campo, tiñéndolo

de color, y vida.



Esteban el castellano



17

Poema al alba:



A ti te escribo que con los gorjeos de los pájaros

ven salir tus primeros rayos de sol que iluminan la tierra

y los campos.

a ti te canto luz del alba.

Ruiseñores, jilgueros y demás pájaros silvestres gorgojan minutos

antes de ver tus rayos.

Yo veo tus amaneceres azulados y tus puestas de sol rojizas nunca

me he perdido una.

Quizás, soy un loco bohemio, que no duerme porque está enamorado

de tu naturaleza.



Esteban el castellano





Nocturnidad en colmillo:



Llameantes pesquisas

de acariciar tu éter sediento

noctámbulo,

preciosa de magia insobornable,

quién pudiera besar

tú honda alma incuestionable,

cuando tú escribes musa,

los destellos dejan de ser secuaces,

las mariposas no se aplastan

embeben tus manos

por mí encauzadas.

Entiendo la secuencia

tu rocío suave permisivo,

sólo dicta que perpetúa fragancia

de nuestra secreta flor.

No llegaré porque sí lo haré

a colmar el atrio castellano,

con mi dicha floreciente

mi sentido a escribirte

mi sentido a difundirme

en la beldad tu entraña

en ese alarido despierto que clama,

algunos cambian

mi amor por ti es más duro que el bronce,

horda madre de las brujas

yo por oscuridad,

compararte pudiera

obstara diosa triple que entonas los campos

prendiendo en flor los campos,

yo por la flor sea la flor

no osaría compararte

pero si mi musa es raíz salvaje

yo abro cielo terreno

y si no soy raíz de los dioses sus hermanos versos,

yo no soy hombre soy hartazgo de bestia

e-nominada porque la amo

sin febril demarcación cuerda,

si me arrebatan su espina en mi pechera,

no habrá piedad existente

porque la verdad de las cosas

a veces es su contrario en puridad,

como es arriba canto

porque igual ídem es abajo,

vivir es más complejo

y fácil morir,

con lo que morir de gusto

es vivir de gusto contigo,

necio sería que no niego,

si pierdo sin vencer,

ganarte el cariño es lema,

reverbera mi palabra de alabastro,

en fuente de ópalo tu regia sangre,

he vencido ya creo escribiendo

mi una de sangre de la madrugada,

ay de los que pueden morir dije,

bienvenida a su nuevo mundo,

porque naciste golondrina para la eternidad,

única, rememorada, pero en condena:

-Jamás sola porque vivo.





förüq el castellano





21

Contigo sangre refulge:

















Te ensalzo mi divina amapola,

por cuántos pétalos

te hicieron esfinge de sangre,

enardece a mi espiga

que dorada te acompaña,

mi céfiro que en tu seno

acoges,

mi sol blandía

entre pajarillos

sones sobre trinos

de cabeza púrpura,

belleza te tuviera secuestrada,

yo, con mi áureo espino en mano,

puras tus alas,

nosotros,

carne y cuerpo de tinta en pluma,

coloso atemporal,

de rayos en perpleja simiente,

osadía mi amapola,

traer derecha en frente,

la llameante lira de occidente,

al instante, nítida y luciente

me traes dique inspiraciones,

por aureola y tu flor secuaz.

Mi vida mi sangre

bermellón, morada,

te desnudo mi brisa desconocida,

por mi jazmín

que ámbares completa,

tu belleza cuidaba,

entre los bastiones

que mi cordura cercaba,

enramada hasta cintura,

en mi jardín soberano y delicado,

beso tu brillo de tierra,

mi amapola.



El castellano, Förüq



Preámbulo derramado:



Devanados de un destino,

fundado en el vals

mi propio engranaje,

místico, áspero,

en flor de supremacía

donde ninfas musas

bailan,

destino insumiso,

parco,

vestido mi precoz precipitación,

como gota de rocío

resbala del precipicio su flor,

a lomos de un caracol;

me pregunto

si acaso vivir

tiene sujeción a la vida,

y la cuerda es de bronce.

Seguiré acontecido

mi suerte ausente,

amándote al silencio

que cerraba los ojos,

y seguía preguntando,

si mi ilusión

colmaba la expectativa,

ojos del metal noble,

fuego al hierro

que mi camino ablanda,

fecundador de mitos y desgracias

mi reverberar de nombre,

solo, traspuesto,

al océano impredecible,

como capataz musa,

de tu huerto de estrellas,

por corralillo

y redil de estelas

y destellos indiscernibles,

voy rumbo al ímpetu

de solana luna

y su guiño me cuelga,

sí acabaré de irme

dejando alto mi estandarte.



Förüq castellano





Silencio regenerado:







Saeta, saeta bella,

saeta parca,

saeta ilusa, saeta inocente,

es el final del espectáculo

saeta madre encubridora,

de toda mentira enclaustrada,

yo te amo saeta,

saeta alada,

saeta heridora,

saeta encausada,

saeta parca,

saeta celestial,

saeta infernal,

saeta canta,

que mis ojos sean tus ojos,

saeta que mis manos sean tus manos,

esta cruel noche un diciembre,

que yo soñaba estaba escribiendo,

un canto a tu cabello de oscuridad,

saeta mística,

saeta horrida y hermosa,

tu beldad piramidal,

se estrechen caminos,

el cielo se abra para escucharte

mi saeta esquiva,

mi saeta complaciente,

como es arriba es abajo canto,

seguir peones vuestro circo,

que este trovador

de campo llano,

sabe quién es y de donde llegó,

ahora te odian saeta,

ahora te aman saeta alada,

me diriges por el parnaso sin final,

o me quitas hasta la vestidura

más pesada,

volemos abismos amada,

volemos cimas inefables cariño,

hasta donde se oculta el sol por el este,

sociedad de creer o no creer

yo elegí creerte saeta

y hoy sigo en la cepa

esta vida que me cabalga la estampa,

cerros intransigentes

molinillos al fragor de vientos voraces,

esparto entre las jaras y solas carrascas

brezos soleados por flores ausentes

un invierno que se desdibuja solo,

saeta amada elévame en tus alas

yo vine por el son recto,

blandiéndome de un hinojo solar,

esta vida que sin ti

saeta la creería una dulce mentira,

por la que morir

y no morir por una crueldad

impuesta por el ajeno

que nunca

nunca serás tú

mi amada saeta,

esta existencia

que se dobla y niega a sí misma

para decir que yo soy el rey

que yo soy el cuchillo,

que yo soy el proceder

inmiscúyete,

otra vez yo sé quién soy mundo

este es mi manifiesto y

el de mi saeta bella mi espada,

mi vida,

mi indecencia,

mi crueldad de espira,

mi corralillo espectros yertos,

era y es

el hipócrita dejará su vestido,

el trigo limpio

será trigo limpio

ahora y siempre,

espiga y cante

hasta rodeado

mi padre trigo.

Vengo de las espigas de abajo,

asolando verdades,

mi panada amada,

por la saeta olvidada,

se despertará

por los que venimos

del trigo limpio.

Volando sobre parajes

entre tierras de añil barbecho

y su azada de viento

mi solaz saeta entre cardos

de todo fértil sendero

que lleva al infierno.



El castellano Förüq



Mecha de oscuridad:



Vengo que vuelvo

de un silencio, profundo,

de un vacío completo,

traigo para sembrar

un ascua melífera,

del seno las arduas estrellas

que llevo

que cuelgan de mis ojos cual arañas,

una vid de vida

en seno esta anublada, azul

escarcha,

todo colmaba el ímpetu de suspirar

sin brasa diestra,

ni compás ambivalente,

sobre estos treinta años que

y que no me sostienen,

porque aún no me hicieron nacer,

sobre los lustres que ya no son,

anudando galaxias

y su cobre perpetuado de sólida luz

inmaterial,

electrificas mi mirada

como aljibe rebosante de ilusión líquida,

toda esta sed que vive el pasado,

y en bruma cegada,

muestra,

que tiende tu rosa helada,

embebida de pétalos de espectrales

sábanas purísimas,

nací en vez primera sin terminar,

y no fui ni abeja ni vencejo,

para poderte acompañar,

era de un eral sujeto,

como membrillo de un árbol sin escuela,

y pera de chopo milenario,

todo cruzaba mi relente

y acabé tendido

en mi osadía de seco tajo

llamándose gloria

para acabar conociéndote.

como dije en primera vez:



mecha de luz:



-Vuelvo de tu vacío repleto,

anidando cobre de galaxias,

desde luego aún no hace treinta años

que nací allí;

en vez primera sin terminar,

vida húmeda y animosa,

alzado a luces de alba sin acabar,

vino tu silencio conmigo sin ti,

como alto arbusto fragoroso,

me paseó mi jardín

como un mordisco

y un beso sonoro deslizando

que suyo me jabra hendiendo la tierra,

una boca de metal de pala,

que abre zanja.

tu alma de recto augurio,

o ave como futuro de hibernación,

ave nocturna

en tablilla de azabache,

como puro origen inmiscuido,

nulidad insobornable,

traición de hechizo

y nota de caligrafía desangelada,

mudez última de relámpago,

pluma de mi ojo abierto,

soledad infinita de mi despierto,

como fe sin cargos

rueda mi vertiente,

siempre relevada por dios sollozo,

palanca usé con la puerta de Plutón,

alcé el margen 

de rebelión sanguínea de los dioses,

cielo asido el vil manifiesto de relámpago

surqué, gloria vespertina de héroe,

Cocitus cantando su aire

de oscuridad iluminada

clavando negras riveras, hundiendo

y desplazando los montes;

lago estigio me alimenta el latido,

y mi férrea sangre

directa a superar lo inabarcable,

tu rama vestigios de plata corté

del cóncavo bosque en tu acre,

creció en su lugar segunda rama,

de titanio,

que conseguí cercenar rotundo

y hoy llevo clavadas sus hojas, 

en dos talones fundidos,

columna y cadera,

con todas sus espinas de titanio

sujetando cada diente mío.

bajar al averno es sencillo,

subir los aires en altos cielos,

nadie pudo;

yo allí voy a mitad camino.







El castellano





Förüq Er-lobo bohemio







Dicho azur:



Adentro esta bruma azul de mi contento,

avanzo estas flores del invierno,

por árboles desnudos y sus cantos,

yaciente mi sed de nuevo,

florido cierzo,

primoroso veo y beso mi sañudo suelo,

lumbre sin sol

en que la luna no aparece,

presurosa de melancólica siembra,

una estrella emblanquece

por cielo extenso,

y en lluvia derrama que desgrana

la vejez de la grama vieja del camino,

custodiado por la señora malva;

acrecienta mi linde vago por majuelos perennes

y solas zarzas,

lágrimas de mi tristura,

regocijo de varios,

ya que antiguo son,

solo mi leana ablandaba mi lira.

amores ponderables

mi ser no rehúya,

desquicias mayores, otros

oigan en retirada,

a murmurio grave me alzo,

en esta tela de araña

y la luz de alborada

me tiende en extasía.



Förüq el castellano



Siembra erguida:



Izar de un cantar,

de tu cariño enfuscado.

batir vuelo, elevándome

entre lares de hayas

y sombras de hojas

escritas y reveladas

de ceniza de fresnos, sembrada,

deseos, sueños y corajes,

y sus raíces del alba

por ocaso admirado

que cerraba flores en versos,

y musas y jerarquías,

de hadas y elementales,

entre árboles y frondas suaves,

su idioma en vertiente

asilvestrada,

lejanías de suspiros,

y granates lucientes

entre fortalezas pedernales,

y cuchillos solares,

hija de la niebla.

doncella oscura,

te llamo desde este latido

proscrito, que te busca;

y entre espinas

su luz gorjea 

que amarte no es vanidad

de ambición ni naciente

ni floreciente.

Es un dulce designio,

entre mis lares cabalgados,

y riveras de río sanguinoso

de todos los lirios

y su hidromiel,

sangrada,

tus cauces, insobornables

que pureza y rocío en flor 

hasta albor de raíces brotado,

destino y camino ingobernable,

valle de signo y tierra alumbrada,

oh se cavan surcos de mí en tu alma

verdadera, nunca para agraviarla ni dolerle,

una dicha y una alegría tejida,

tu sonrisa,

que abre el aura

y deja su energía en mirada,

ya maldigo a este incierto saber

si terco y necio

me reniega osadía, ventura y fortuna

de a tu vera conservar mi labor

y creencia, seguras, 

un beso te dejo

entre zarzales de fuego,

hay alma,

hay alma,

hay alma

porque sin ti;

belleza no existiera.

Miles de lumen, Lit C et sumun Canae.



Förüq castellano a 29-07-2020





Ferviente tajo floreciente:



Exultación, de saturnina rienda,

desempeño en posesión

y toma de filo relucientemente acrisolado.

Protección servil bajo y hondo metal;

luz de esfera, espiral canta,

cariño a sepultura animar,

honrar, preservar,

oda desde este cementerio

solemne alzar de honra,

escala áspera, tangible,

vine y me derretí;

su voz dulce,

inmancable, ni en fíbula

ni en broche al corazón,

que ya sube y derrama,

mil rocíos en flor de caléndula,

mil fragantes deslices

me indulta, que a ellos induce,

poder de arder

flamante,

sombra eres

de Ostara la brillante,

se queman de mí

injurias, infamias,

desquicias de campo abierto,

por este duende,

por este arte,

tornando tu sola mirada,

acampo que acompañaré

toda vítrea lágrima,

estigma que camina sus fábulas necias.

Si soñar, te sueño,

viviendo bajo el orden,

se asigna a defender tu pulcra sonrisa,

uno, ni abismo comparable

al arma reluzco y hago visible,

de Ostara, la brillante,

es viento del este,

es aurora, la bella,

que blande, que rige,

estela inconmensurable,

rocío de nacer, de toda vida en color,

oh gloria,

oh amapola,

de sangre de tierra

en sola viola,

campanas restañen,

una morada y fortaleza inabarcable,

tu amor cruzando y surcando mi sangre,

era, eres d' este amor espuela,

abre tu bosque umbrío,

deja abierto de tu santa ternura,

portón verdadero,

vine por la voz surcada

de un herrerillo,

vine sin calzas

desnudo como me conoce

un diamante blando

y su des nacer limpio,

de turquesa

y azur marino,

elevé ancla en tu aprecio,

tinta de brea

y sangre de azada, mi bandera,

supresor del ruido activo

silencio mortecino,

dicta,

segundo poder

conquistar,

a un sin miedo dama oscuridad,

le preguntan

si luz fue antes

o si tú mi musa pariste esa luz

que inspira, plañe y regodea

sin calzas ni dureza.

tengo permiso y orden

de presentarte al tercer poder.



III

Mantener

uno, todo azar de intensidad

y fuerza que arde hasta esquela,

mantengo tu cariño

vivo en mi ser,

dicha es poco,

lo siguiente a dicha

que se extendía,

bajo puertas del dulce, sinuoso,

umbrío averno,

tomo, que explayo,

número y lugar a defender

te imploro

susurrando,

ven  flagrante a nuestro combate,

te espero hasta tiempo

en clepsidra me derrame

colmado de todo júbilo,

arder. conquistar. mantener.

Coraza, armadura base, de Zeus;

y atenea musa; que armo y amo.



Förüq castellano Setanta a 30-07-2020



Vientecillo elucubrado:





Rompe el melancólico fulgor

el sol en corazón

que la niebla un diciembre

difumina en son,

yo bogaba difuso

como primavera lozana luciente,

suspiro, oh tempestuoso recuerdo

mis flores marchaban,

suspiro de pasión

vino arrebatarme mi desventura,

desde navío en reposo,

cuanto no veas

acuérdate del agua hermosa,

tanto en alma

como en popa de nave,

el cielo carmesí me embravece,

surcando bonanza,

acuérdate alma de mí,

viva fortuna,

que de boca invoca,

musa transparente

su dulce porte,

semblante de arma en dueño,

oh sueño,

contigo tantas veces,

despacio, o desvarío,

cómo alzarte y cantarte lleno,

sin flores ni pajaritos impíos

sin caléndulas azules,

locura de dulce armonía,

lumbre en astro de numen mía,

agrava como amarte

derritiéndonos en la nieve.

Cielo, suelo y anhelo

de hojas arrebatadas,

crujidos de mis tumbas yertas, abiertas,

dones de sufrimiento desploma,

sombría yacija de cuna,

cruel aroma

estiran las rosas de muerto,

y no lo claman vanas

de aliento divino,

quebranto de sosiego anclado

a la fría tierra

de este diciembre

que viento ardoroso,

aclama en soberana lucha.



förüq castellano



Inmenso placer secuaz, inefable:



Clama ante la aurora,

presurosa aura intranquila,

ardua la dicha exclama,

que si por querer fuera

igualara el agua de los montes

que, subiendo, baja,

afilo este mi solo intelecto

por muralla que no cierro

desvela el clamor de la intranquila rosa,

quién a igualar mi dicha baja,

furor ostentado de la piedra frigia,

va mi reguero desnudo

por musario cerro,

su cernícalo avizor vigía,

milano señor en soberano cardo,

luces del alba

plañen sus rayos

de nueva alborada,

ven, agita la guardia,

conmensurable acequia

mi sangre estrena,

voy por piedad avistada,

luna habla,

destello de noche febril

que otro año más no enfriaba.

Iimperios de ojos cerrados

en nocturnidad en cegada,

franca tapia de espejo

y su beligerante reflejo.

Amima, mi viborilla,

secuaz tu alma sólo destrenzo,

tiempo, hálito voraz

que enciende calor presto

de caballero,

a su dama hoguera,

corriendo por fuera el granate,

sanguinoso,

por escalas a este placer inmenso,

esfera tu secuela

en faz instintivo,

desaprendido,

rumbo al carmesí insobornable,

destino dicte quedarme

en tu nube intangible,

en vaporoso éter, tu magia,

hoy vine a besarte,

y a desprenderme,

de tu cauce en tu cuello

aliviarte,

bronce en ala y su verdor

de óxido que rige,

que envanece,

que resplandece.

anhelándote.



Förüq castellano





Sentimiento labrado:



Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche hoy en tu sosiego me encuentro entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno

bañan mi cuerpo tus latidos

sordos de oscuridad

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento

siento tu caricia de alma

y te bebes mi calma

despierta esta rosa sangrienta y su aroma de romance antiguo atraviesa el pecho tu amapola eterna primavera

cuando mis ojos te ven entera cada sentido despierto

como fiera al acecho de tu latido hoy en tu bosque me pierdo

tu imagen surca mis sueños

como cada noche que siento tu beso

y como me cuidas,

como soy yo tu alegría

mi vida vistes de amanecida dicha,

hoy la hierba escala mi montaña

la lluvia germina todas mis semillas

de pasión y fuego,

donde entero me entrego

al placer que muerde

y envuelve en quimeras,

como sencilla tu sonrisa

y tierna tu caricia,

ya no hay súplicas

solo felicidad desbordando mis cauces,

te sostengo fuerte en mis brazos

para nunca soltarte

para eterno tenerte

si por soñar soñé acabar con la soledad fría y escarcha de esta melancolía

llegaste tú a mi vida

como cada noche siento tu melodía

y me acompañas cada día,

salió el sol después de la tormenta

y ame tu esencia

regando mi interior tu voz de alma amada

tú bella y dorada calma,

rompí las cadenas que me anclaban al pasado para luchar por mis sueños y alcanzarlos, entendí el idioma del silencio

y hoy contigo

lento construyo mis escaleras al cielo,

este firmamento clama de azul sediento, ermitaño en su montaña del sentimiento

el amor jamás salió de su cuerpo,

de él decían que quería comprender al amor, tras una flor la conoció y la preguntó

qué eres, amor,

no solo nací de esta flor

tu inocencia me enamoró,

curaré tus heridas de dolor viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento buscando llenar de amor el cielo, labrando el campo de tu alma

y bella mi amada

te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas, estas flores cantan la canción

que te enamora el corazón.

Vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré

eterno en tus alas viviré.



El castellano y Leannan-Sidhe





Azar relegado:



Navego los límites de tu silencio

tu luna, reina mi cielo

en este horizonte de ilusiones y sueños

tus besos florecen mis recuerdos

las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio eterno el momento que escapa entre tus labios cuando brota el te quiero,

y en mis ojos te encuentro,

donde me enseñaste a vivir el momento

porque nada es para siempre

escribo el sentimiento

ese que me hace amarte despierto

este viaje sin retorno

me hace buscarte cada noche

para que tu amor surque mi sangre

y mis sueños de tu mano puedan acariciar

lento muerdo el placer preso

y la lluvia envuelve nuestros cuerpos

recorro tus parajes, me pierdo en tu bosque este fuego late en esplendor

encuentro tu dorado amor

oigo los aullidos del corazón

atrapo mis flores de pasión

quiero y te quiero en cada amanecer

donde agradezco cada aliento

cada suspiro que asesina al tiempo

y da vida a mi sentimiento

mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo, entero me entrego como el calor de un lucero, sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,

condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo con un beso, encontrando el lenguaje del alma en cada verso, cabalgando juntos cada firmamento,

flor de sangre naciendo en mi pecho

clamando este amor que te profeso,

cálido, el momento, de desnudar mi alma

mi bella, amada, una flor en tu mirada

vuela libre, doncella, tu esencia mariposa del amor,

en mi interior quedaste

de mi ser te adueñaste

puedo sentir como tú sientes

en cada pensamiento vives,

a tu lado siento desvanecerse el dolor

este ardor de pasión jamás me abandonó,

hoy agradezco que me arropases en tus alas

para nunca soltarme

para abrigarme cada noche fría

por ser mi eterna compañía

y locura del ansía mía,

tu amor mi sinfonía

como tu beso de cada día

fiel me entrego a la caricia,

mi amor sin descanso

incesante fluye el verso por tu abrazo,

a tus pies me encuentro

esta mi sangre te entrego

este fuego late en cada beso,

germinaste dentro todas estas semillas de amor eterno,

hoy hadita te canto a la orejita

encuentro tierna tu sonrisa

en cada flor encuentro la belleza amanecida

en tus labios descrita, en tu piel mi caricia

en tu corazón siente mi brisa

cómo me hago lluvia y río

en cada silencio que rompemos juntos

como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.



El castellano y Leannan-Sídhe



Sendero mi suerte:



Corro, a observar,

el vago nublo,

del invierno de mi suerte,

tras él, el brillante sol,

reluce de nuevo,

una fuente de retozos azules,

y caléndulas,

flores de Odín,

bordeadas por espinos,

o majuelos silvestres,

un aspa de luz y de frío vil, sordo,

oh de luz, y de frío,

era mi azul desquicia yerta,

oh cuan abarca mi ineptitud

entre señeros dulces

y crueles ramajes de idea,

oh de luz, y de frío

era mi azul miedo.

ámbar blando arredra cantando

de sol y de frío era mi oscuro invierno,

partido,

quebrado entre destellos de flora,

y sus flores sujetas,

encontrase siguiera

amigos entre los insectos

vendría por mí el solo halo

de soledad que amilano,

vil milano

hermano mi cernícalo avizor,

por altas torres y agrestes sendas

que arregazan caracoleando,

oh mi ámbar

de luz y de frío

sangre del tiempo, petrificado,

por misario cerro

voy con azor en mano

en busca de la insigne

perdiz huidiza mi dulce tormento.

Oh mi suerte, sombra de agua

oh mi luz, y de frío mi insignia pasajera.



Förüq el castellano





Soto en sol naciente:



Noche silenciosa umbría,

de negrez, adjunta;

al crujir del halo

que destella su pulcritud en estela,

coraje por violetas ausentes

y flores yescas alumbradas

por la dulce luna casi llena de enero,

mis falanges ensalman

el sendero inencontrable

hasta el portón verdadero

de nueve cerrojillos infranqueables,

orando por mí mismo se abra

esta insepulta tierra

que me sostiene,

mi semblante perdido

jamás abra el yelmo,

en clave de unión

se abra el aleteo fugaz prometido,

que encarnan tus maderas reflejas piernas,

un sopor y obtuve tu anhelado sabor

de tierra nueva virgen,

como letal aleación de savia y raíz

formando tronco y hojas esbeltos,

como dos rocíos se forman en tu sonrisa,

cómo te enraíza el sórdido éter embelesado,

dictando retorno

de mi primorosa,

mi musa cristalina;

soberana en turmalina esencia,

umbría vivirá nuestra caricia,

por el vespertino cauce

de río en arteria,

bajo que encumbro

el placer nacarado, insubordinado,

rumbo a la tercera estrella

que osó mirarte

colmando tú de lo bello, lo bonito

este parco horizonte asiduo.

Entonando en primor

la lira toda mi carne.

Es adorarte ferviente.



Förüq El castellano



Niebla encorajinada:



Cielo de tu amor que acaricio,

en el suspiro del tiempo desvanecido, en cada luna que te encuentro,

en cada vida que te siento.

Cómo no hacerlo si vives dentro,

si cada minuto lo vuelves tierno. Vuelo, con este sentimiento de fuego,

cabalgo el firmamento,

encontrando el verso despierto.

Como estas ganas de devorarte lento,

que sientas el deseo morder tu cuello,

y la sangre de cada flor de piel y verso. 

Donde el agua y la poesía

hacen el amor con tu cuerpo.

En este campo de sentimiento

la sangre de la tierra vistió de amapolas, cada beso de amor sin tiempo.

el bronce deja su cuchillo

a las espigas del cielo.

Hhierro baña la sangre de este guerrero,

vivo y muerto por tus suspiros.

de tu corazón preso, guardián de cada latido, redentor en el silencio frío.

Amante serpiente en el calor de la ilusión que te dibuja en mi mente.

Siempre presente, a la hora que la oscuridad late y envuelve.

Donde te volviste mi bendición,

realidad, abrigo y latido

de la inspiración invencible.

Como invencible dios sol, que toda vida rige. amada hada, esposa de este mío sentir,

acompañante de cada vuelo fulgente.

Tu semilla de amor germinaste en mi pecho, amapola roja y negra, sangre y tinta

que cada verso expresa sin descanso.

Fluyendo como el río que brota en almas a su paso. voz amante de tu presencia en mi mente,

donde el te amo, cada noche, se siente.

cura de soledad y maravilla hasta la muerte. donde mis rosas dejarán su sangre.

Nunca dejaré de escribir al amor,

a esta pasión de tenerte,

a cada luna que de malva el cielo me tiñe,

a todas las flores sencillas donde te veo,

donde descubrirás que este duende te será fiel,

y a cada semilla que nace pone tu nombre,

donde encontró su latido noble,

y mil veces más fuerte

lento se apodera de tu bosque.

Las campanillas en flor le oyen

y distingue el espíritu de cada árbol,

en cada pequeña vida a dios encuentra,

donde la armonía la acaricia el idioma oculto

de las hojas al viento.

Como el abrazo de la yedra al árbol

y el beso del rocío primero a las flores del campo.

En paz me siento en mi entorno,

y en la ciudad muero lento.

bendita la vida por darme tu amor,

por darme ojos para ver cada vida en color, siente esta caricia sin dolor

observa que de mí el cielo se apiadó,

donde sin envidia ni mal

eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerdo, voy allí lejos de este mundo,

donde empieza nuestro bosque sin destino,

donde libre, todo sigue su espiral sagrada,

el ciclo de la vida y la muerte,

el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.

Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo, contigo siento la fuerza

de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia que en arrullo acarician mi cuerpo,

contigo no temo a ningún abismo, infierno, ni tormento,

a ti te debo cada verso.



El castellano y Leannan-Sidhe







La polilla negra:



Acogía perturbador pensamiento

en tristeza, errático mío,

infortunio, todo dormido ceño,

mi sangre colmaba

lóbrega y repleta,

sobre la frente de nublos negros

que encogidos, no lloraban.

era gris mi despedida

de noche tranquila, relucida,

noche azulada, indebida,

de destello desvelado,

y pilares al cielo en hondo tributo,

y carros llevando agua imantada

de grises leviatanes.

sombra de hombro incierta,

arrastra vendavales furtivos,

en espiral sobrecogedora,

y sones de blanca nocturna luna,

lánguido mi pecho ya profuso,

se alzará

a desmembrar, el eterno desliz,

de luz anclada.

En vals y alas,

pequeña mariposa nocturna,

gira la espiral

su terror escondido,

embebiendo el ingrato desvelo,

fulgor de sus círculos errantes,

quimera desangelada

de vago destino caduco,

derredor intranquilo enreda,

misteriosa negrez;

sin partitura de blanca seda,

frenesí que jamás se separa de mí.

coloso de su imán final

de lisonjera luz,

del candil que atraviesa

toda dama oscuridad,

como su cuerpecito leve, frágil,

tembloroso

que ardió en su atracción final

a la llama en luz intransigente.



Förüq el castellano



Beso de ascua:



Vuelvo,

sin caminar

ni fronda,

resquicios

de mi soledad

crepitan,

su falta

de cariño externo,

porque mi soledad

atónita grita,

nada buscaba;

sólo volví

porque nadie me buscaba,

como un azar sin venas

ni razones buscadas,

estoy para ti

sin yo estar,

no tengo ojos

ni respiros

de pez de cara muerta,

una generación ciega

abre que sulfura

sin oxígeno.

Era bastante

y no acabé por huir,

bastante

era tiempo escaso,

imaginada tez

serena en néctar

tu sola dulzura,

te busqué en un papel,

respondió tu carmín

del beso de ayer,

sin inicio de final,

sin ser último

para ser primero,

un escarpar

de mi ausencia habitada

en torres y almenas

de incandescente, lóbrega,

quietud profanada.

el final depende del principio

dijeron,

por lo que tu último beso

empieza

en la eternidad

del sentimiento.



El castellano





Dulcera en claror:



¿Lo recuerdas?

cuando creíamos

dentro del ser haber

encontrado algo.

Recuerdo que los días

están hechos,

mantente.

¿Recuerdas un vivir al filo de la navaja?

tentando la suerte nuestra circunstancia

que nos unió

como agua y oro de aceite.

Recuerdo a veces

llorábamos a las flores,

y otras nos sonreían.

¿Recuerdas el evanescer interior

que se apoderaba del firmamento,

y descendían astros, a mecernos?

Recuerdo tu sonrisa pura,

inocencia de escala,

un desear estar contigo,

para volver todo hacerte brillar,

¿crees amor huido que algo haya cambiado?

dilucido que seguirás siendo

la misma piedra de melodía,

de eco presuroso,

que se adentraba en mis ojos,

para inaccesible habitarme,

como canción sepulcral

el infinito reverberante,

que me erizaba la piel

completando mi existencia

de palmo a trecho

voy manando,

y aunque hoy piedra

del rayo en cegado,

dicha en mi pecho quedaste,

dicha en mi alma blandiste,

porque yo te conocí

porque yo tuve que sentirte,

como agua de rocío

y destino plañidero,

incluso hoy en sueños, te sigo viendo,

brea de estrella en carne de la belleza,

pupila de mi pupila

por el tiempo helada,

he venido hoy a desafiar a mi dulce tormento,

sin tenerte te tengo dentro,

sin quererte sigue en vela y cañón,

mi naipe y última carta,

no se reveló.

¿ves que algo haya cambiado reitero?

sí, que hoy en día

duermo con tu recuerdo etéreo imaginado,

y no con tu piel y carne de estrella.







Esteban er-lobo bohemio



Sed de luz:



Cuanto te acercas a mí

miedo intuyo somero sin rivera

a estar cerca,

más cuanto te alejas

miedo a estar sin mí alegas,

dijo un librillo,

franca tu vera destrenzo,

viva esta espuela,

horizonte vasto me acercas

como lloverte amor sin cesar,

paraísos yertos sin escalas

ni vals terreno,

puridad acaso bastó

como lobo de orejas afiladas

sin aullar no era lobo,

me acerqué hocico

he irremediable

contestó un azar de tres caras

y nueve venas razones,

como derribar la franca tapia

verja de nueve cerrojillos iridiscentes,

los ángeles valientes morían primero

sin ascua eterna

ni mármol florido,

quizá puede como alimento

de vano murmurio,

hoy oso al por mayor

reminiscencias al recto lado,

acompañar tu furor de armas,

desde nimbo pasajero,

y desquicias propias trasmutadas,

al impetuoso servir de la llaga,

Pléyades cercanas como resoplar la luz

y capturarla a ojos fríos,

indicio que su halo dicta

inspiración a raudal,

halo indiscernible

que casi saboreas confines,

de sosegada dicha insobornable,

miedo a tu cercanía cuando caminas lejos,

miedo a tu lejanía cuando cerca

brillas en faz y luna imperecedera,

arrobando mi haz luminoso sin brida

ni correa,

As de trece tréboles de cuatro aspas,

era mi vida sin contar,

un brote de cruel infortunio desaconsejado,

semilla o tiesto espontáneo,

a nadie cambio,

ni dolor ni regia tristura

porque hoy me blanden

poeta raíz de dioses,

quién soy ellos y yo lo saben,

y seguimos sin tener miedo,

en esta trinchera del verbo onírico,

incuestionable

hervor de primaveras desnudas,

y solas saetas en busca de una vida

que mejor, peor, no niego,

qué mejor que un absoluto diamantino,

en esencia mineral candente,

cristal de sus pulsos

que no niego ni me arrebatan

a estigma puro revalidado

en azoteas caducas,

y ojos suaves un abril doliente,

era lo mismo,

que perder venciendo,

aojo que el buen ojo curo,

insignia las estrellas quedan muy cercanas,

si nos llaman a la lucha,

puede defienda mi patio

debido no es mío.

Divagaciones aparte,

pregunté al eco de sombra,

sin quererla como uña a carne,

iluminaría mi pluma saturnina,

hoy quedé en darla un besito

como la imaginación

no osaba,

miel de afortunar, y tremendo desliz

en número y orden,

como afeitar bombilla

broma, como lamer hacienda sin construirse,

en serio pongo balanza,

y un kilo mis sueños

pesan más que cien kilos mis ilusiones,

amar, amarte, en este ente intransigente

me lleva sin anchas calzas

es flagrante,

como el cimiento del verso

es tu letra,

lo fidedigno, que me hace parte

del transcurrir minúsculo

en vida caduca que nos desliza el destino,

no hace falta amarre para osar,

ni buscar luz, cuando ya eres parte de mí...



El castellano Förüq



PUPILA TIERRA ENERVA:



Planicies serenas del azul imantado,

por surcos de febril labriego

como barca entre trillas se deslizan,

espigas y fauces grises, de nublos

voraces.

Carros con aperos

entre terrazos quietos;

su nueva siembra.

Riveras atrás y acres en verdor

de nueva grama,

endrinos y espinos

aislados entre hondo campo,

de pinos y caricias suaves

de joven matorral.

La vid desplegaba su nombre de vida.

Cardos brillaban en espinas erguidos,

saludando a nuevo cierzo

que se alejaba.

Sones en caminillos de hormigas,

el sol medía de la llaga sus hormigueros.

Romeros afilan la suerte del sendero,

que como una rama precoz

pronto, verde rodeaba.

Cristales de roca entre el suelo cálido.

Latido férreo de tierra arcillosa

el escarabajo negro paseaba,

y lombrices purpúreas no asomaban,

el raso donde el pardillo

y el verderón jugaban

su genética de vida,

perdigones entre codornices

sonsacaban el linde,

donde viborilla y culebras

hacían honor

de tranquilo serpear.

Era bastante el sueño precoz

casi saludando nueva veris

por el tronar de ojos suaves

ya no sonaban en sienes acristaladas

ni hacían bajo de pensamientos pobres.

Fertilidad en raudal,

como espasmo que generación abre;

giraba la torcaz

buscando cobijar

y al cielo abarcar.

El cielo que morado lloraba,

el gris del nublo la tierra asumía

en aljibe y abrevadero.

Mi son minero, me pulía la sangre,

en estalactita y veta, el bordear

mi vena.

De mi semblante pardo

no cambio nada.

Todo me lleva a lomo un caballito del diablo

que por sierras mis rúbricas, deja.

A mi sol broncíneo, saludo.

entre simientes frías

esperando

ser nueva vida en color.

Del fuste a la Oliva,

al tordo redondo de olivo señor.





Sepulcro en cobre:



Al panteón de mis escritos hoy escribo

de luto efímero en memoria,

vida remota atisbo sin sien acuartelada,

caléndula y rosa canina

pintarán su estirpe

de historia incrédula

jamás cincelada,

al reluchar indemne

polvo de metal estriben,

y de lirio en cuello que nacieron,

de espanto en puerta,

aliento y yugo fidedigno,

en pusilánime destino,

en cuerda que míseramente gozaba,

puertas sin desquicia atónita,

en umbrales carmines de besos

sin corral ni ascua sembrada,

pedí sus alas

yo que de sol desnudo descendía,

dócil, de grajo en mano fecundo,

inocente, de justicia ausente,

presuroso cerca mis verduras afables,

no se alejaban ya,

de tierra y rayos fragorosos,

lides eternas ya os abrazo,

Castilla dividida

por cumbres enojosas,

jamás creadas,

alzaban mis sentires terruños,

fango de simientes yertas,

ojos al patio socavado

de iracunda hacienda de letra.

Destino magnífico cercenado

de mi mente penitente

y mis ángeles custodios,

arte deslumbraba que regocijaba,

condenas del poder y la mentira,

beldad ya me asombres.

Padrón de cielo en terrestre escala,

tumba al igual de socarrada

sola idea,

ya nunca más esquiva,

miel de mis dioses

y vespertina alma,

penetré yo, su muro

de eternal silencio,

y mi mármol florido gemía,

en las llagas solares

sus hoyos rectos

ay que vil no me apresa

pomposa letra que me corona,

y dolor desciende.

Glorias miro y exclamo:

-¿Dónde?

Ornaba mi sepulcro

dulces abrojos versados,

memorias de fantasía

erguía mi pluma de antorcha,

austero en bóvedas mi sentido inerme

ceñido divino laurel

en universo en arco y saeta

crepitante olvido,

perdurable halago

en formol mi verso.

Embargado reinaba el suelo,

pálida luz descorchada,

presentaba la espina en mi corazón

que lívida me lo arrancaba,

maraña atroz

que tu divino acento

Musa, mi alma imploraba.





Förüq castellano





Yunta cadente de mi huebra:



Hueso, eje:

Huebra, yunta, barbecho, 

acre, cadente, copa de vieja encina, 

plañidera lozana, hilanderas, yugada, 

sembradío, huero, huera, yesca, 

materia muy seca, azumbre anisada.



I

Avanza mi alma yerta,

un encono trashumante,

que viste todos los campos

de mozas plañideras que visten

el azul inmenso inefable

todos los cielos terrenos,

estiran las señoras 

damas hilanderas

la nieve todos los cerros

del tremendo espacio inconmensurable,

afilan viejas encinas sus henchidas copas,

un verde espumoso dentado,

y sus flores de tierra

que dan las bellotas del mañana,

barbecho por tres años esperando

sea huebra bajo yunta

acre cadente como lozana espiga

casada con el ababol vespertino de primavera

que trae Ostara, tempranamente,

alivio mi yesca tierra

de materia muy seca,

como ascua que plañe segura

nueva vida de seca leña,

sé cariño mi moza amante

allá donde lloran las flores,

sé cariño mi señora moza

de alma joven,

honores consagren mi sagrada cepa,

Dionisio le pedí permiso,

con fuste Ambrosíaco

de nueva sangre,

aunque mi sed prefiera

media azumbre anisada,

de anís seco

que por meloso lo elijo dulce

como canta mi carajillo,

y me habla de espíritu en alza,

entre mi sembradío de penas y tormentos,

huera pena,

huero camino de ella,

mi larga sombra que no se detiene,

como terreno de yugada por dolor.





Förüq el castellano



TIERRA DE ENTRAÑA:



Siente, siento la magia primigenia,

esencial canto primero

la llamada furtiva del guerrero,

el alarido primero,

una melodía jamás

nunca más escuchada,

interpretada o inventada,

un desfase en alarido de cópula

un respirar flamígero de la tierra en azul lluvia

y, verde savia enraizada.

Trompetas del averno en superficie,

llamando deseoso,

con espiral armada y clarines bélicos,

todos dispuestos del difunto, nunca más; 

terreno, un gramófono de vida 

un rebosar en pila demencial

sin fin, ni poso,

ni quietud escarlata

un son de divino, redondo, caracol

respirar permeable entonado,

tierra

materia a tierra,

espíritu 

alma y rojo granate, arrojo,

desfogue, vida de la no vida

cursada

y abismo lleno de humedad

Ostara de primavera,

en estío de verano

abriendo, socavando

cual estalactita pretil

de gozo y frescor angelical,

tormenta perfecta clamada

a rito y furtivismo en danza,

rastreo pertinaz

de risco y elegía de alegría

todo era y es

llanto de emoción

todos mis llameantes

castos, bravos, valientes

unidad de avanzada

mis castos dioses.

Llamo, te imploro

como quien soy

vigía, guardián,

centauro protector

castellano con Fenrir,

a mi izquierdo lado,

fuerza imperial,

sangre inmortal 

de linaje y única descendencia

Solar,

Cuervo Förüq iluminoso

de druida poseedor y maestro

todas funciones, virtudes, y artes.

Yo sin nombre,

yo primero y último

guerrero

en pie 

Escriba antiguo

el más adelantado y vetusto

todo lo antiguo

nunca habló

porque yerto, 

silente, yace, que reposa

su vida muerta Awen,

Odín

Creador universal

que no soy yo,

pero 

yo soy la historia

que reside escrita, inacabada

en mi libreta,

soy dueño

de cuanto existe en mi cabeza,

Óh, Candamvis, en dos, te alzo,

en tres, te amo,

mi dios dador, castellano,

ferviente dador del relámpago asido

dios de la tormenta

del risco y toda cima de cumbre terrena,

tres te despierto

porque siempre reposas despierto,

es nuestro momento

a ti mi gloria abre esponjada la tierra,

apaga todo

lo que arde desde sí mismo,

extendiéndose,

riega todo terreno,

de agua dura, limpia

serena.

protege todo campo,

te canto

óh invencible

como mi sol padre,

riega este infierno

de astro apagado,

haz que resople el viento fantasmal

todos los altos cielos,

llamo a la muerte

llamo a vida,

a germinar toda semilla

en eternidad

de longevidad imperial,

madre planta,

padre tallo,

os hablo,

magia fuego, tierra, ceniza, agua.

Río, acequia, sangre 

movimiento, sed colmada,

fronda suave de verdor

inusitado,

llamo a Vivir 

llamo a Vivir

llamo a Vivir en mi Razón

a MUSA LEANNÁN-SÍDHE.

SIEMPRE

SIEMPRE;

para siempre

y cada siglo 

que empieza 

nuestra condena

para sentir que sientas escuchar 

la lluvia 

en la tierra de tus ojos,

musa Señora Hada.

Contigo 

debido soy eterno

Centauro Castellano

lit C et sumun Canae

tu protector.





Förüq









Osadía en clave:



Venga, venga cantando,

la sola idea en hoguera,

del oficio que arde,

su desquicia alada,

De campo yerto;

que por yerto no es campo,

si no hondo cementerio

de acristalada secuaz, idea.

Eco ciego de purísima imagen,

crascitaba mi tiempo,

quemo pensado,

era mejor que si luz,

no hubiera visto.

Sonaba ya una matinata,

del alba nocturna sin calzas,

ni categoría difunta.

Cómo estancia de estela breve,

sin descorchar.

Reinaba un hueso de luna,

descalza de un noviembre

que lloraba, nubes y agravios,

penas y tormentas en flor.

Traje de bruma,

sombra en agua de señales,

en tierra y sus tordos,

escarbando en busca,

de lombrices azuladas;

de ideas que prevalecen,

como venas de senderos,

como laberintos

dando vueltas a la peonza,

del mismo asunto,

sin vida, sin embargo,

era bonita idea,

por la que morir sin pensarlo,

sin crueldad acrisolada,

ni mentira sin conocerla verdadera.

Förüq castellano Miguel Esteban

Oficio arde

del dulce mirarte,

y ojos dulces

no hallen tristura

ni en la paz de guerra

armada ventura,

llorar puedan

orillas suaves,

entre sargazos

y plebeyas sienes

caracolas

y espumas de olas,

tronos de sirenas

entre sajadas

marejadas entre tules

y densos, profundos azules,

ay de mí espuela

y sus noches de tierra

de ventisca

y tormentas de soledad,

ideal aún yacente

animaba tus pechos

graves cuan pedernal.

La más bella

que en mi lugar

sólo belleza hallaba

a reclamar

mi bella doncella amapola

de oda y elegía en sangre

su tierra toda.

Escucha mi ama

de tu cárcel

ni en ojos

ni en rubores

encuentro llave

tus cerrojillos vida,

dicha y fortuna

en flores no me descubran

ni fuga ni huida

que todo destino

sólo a ti me precede

a cuidarte,

servirte

y amarte

como todo dicta

qué alegría

eres, niña de amapola.

Canción

de tornasola.



Förüq castellano er-lobo bohemio a 24/07/2020



Reflector:



Esto es todo en cuanto yo creo, amor, posibilidades a completarme, a ser feliz sin querer serlo, posibilidades a recto cumplir todos mis anhelos, sin la temporalidad por lo notorio en los sentidos, ni del nervio afilado un placer, me provocas, fugacidad de lo caduco de la carne, parte es todo un todo de una parte, no colma yacija que mi historia de alma porta en cuerpo terreno, ¿Dónde quedamos? Posibilidades de Puerto incierto, una travesía, un suspiro, un aullido de viento, lo que creo e invoco, es más que lo que pueden alcanzar sentidos, ojos y palabra, mi regocijo, mi rifle, mi vida, mi poesía. 

Cántico;

oh, tendido

de la lumbre

en cama.

Acaso de azul hundido

a mí muerte

pura tierra

procuro

de suspiro

y templo verde,

sombra de señor olvido

que demás

cenizas desplaza,

ya la tierra

sólo engulle

lo que es de ella,

Primavera viste

en filo de flor y agua,

alguien viera

este frívolo tranvía

sin escala de esquela

ni duro hueso

de estaca y vela.

Fundido en carne

y parca de amigos gusanos.

Entre crujir

de caminillos ávidos

y repiqueteo final

de víscera

en eco de ataúd indolente,

estallido como cicatriz

causa el rayo al árbol deseado

pulcritud de festín

alimento de injuriosa

vida breve que desea alas,

Es tórax abriendo a última toma de aire

sin respiro ni célula en sangre roja

regada.

Lúgubre detalle

de como bella es la vida

bello festín de tenebrios

es cada muerte,

ciclo eterno

de vagido, llanto, respiro,

sonrisa, suerte, copla,

elogio de noche, azar insumiso

que muerde la hora,

yugo destino, saeta, cuerda,

yunque ilusión, risa,

mentira,

siembra, espera

baile, danza final

labriego en calavera.

Festín o sobriedad

en fría escama

lumbre de chasquido inicial

Vista y nulidad en visión

para tercera campanada

ser ceniza de hoguera.

O comienzo de nueva vida

Carne y frenesí

de dantescos dioses del Averno

Inicio con final anunciado.

Tierra y sangre de ella.

Förüq castellano er-lobo bohemio





Auge conmigo renasce:



Noche tus horas breves

un agujero sin salida,

oscuro, de escalofríos que hacen

temblar,

 derretido el suplicio,

un alarido interno, estremece,

Dama escarlata,

de luces ciegas,

y hielo flamígero derretido,

tus sones no me vencen,

ni mis ojos te lloran,

ni esta parca azabache,

cae efímera, 

sin ascua su prendida vela,

ni este dolor cae resuelto,

en vela de navegante, 

sin final, su eterno principio,

para a la mañana

volver a revivir 

la misma pesadilla y sierpe

tu descatálogo,

uno yo he perdonado,

a diferencia,

dos y persona de baja ralea,

tres me quiero y Vty me quiere, 

que me mantiene despierto

en vela llamando,

llamándote desconsiderada,

ay de tus luces firmes,

de tus sopores que me caminan,

todas mis soledades dementes,

este rumbo sin astrolabio,

en océano de brea,

de noche fumando

y versando

todos estos cigarrillos

del diablo probe, que soy yo,

para contemplar que no vienes

no vienes, no vienes

y ni está piedad

reluce como ámbar blando,

ni lágrimas de hadas

ni sollozo de lluvia

mis castos dioses.

Noche, noche ay de mí,

sin tu sonrisa

ni tu quietud escarlata.

El código del guerrero,

el estigma,

la fragua

de campo abierto, 

el cantar silencioso

de lágrima que chilla,

un evanescer en mecedora solitaria

y carcoma sin mueble,

un descender primero,

los colores, 

tus ojos que imagino,

el gris, un tambor de sílaba,

un naipe ardiendo,

una compuerta

de un embalse sin agua

era mi pena

era mi tristeza ya jamás acompañada,

madre de mi aflicción particular,

cumbre de musario cerro,

locura quieta mía,

desangelada,

sopor infernal respirando su llama,

de dulce tormento cosido,

su estela que flagra,

luces miles

que no eran blancas,

en sótano de luz

de traumas docenas

y tenebrios celadores

De soga y sopa medicamentosa,

que se apaguen estás todas luces

 artificiosas de la flor ciudad,

que tu cielo cariño quiero mirar

y recto, honrado rezar.



Förüq castellano er-lobo bohemio





Río de todas las flores desangradas:





























Queréis amar como se ama a la bondad,

queréis amar como se ama a la sola, oscura voz,

queréis amar como se ama al primer amor,

pues id a esa piedra,

alegre o triste del invierno lluvioso,

sobre los musgos y su piel aterciopelada, sedosa,

que mi maravilla mejicana, 

en mí enraizada no la cambio por nada,

queréis seguir a dios,

sí ese el que crea,

pues no améis mi corazón que es como su amor,

una Piedra,

queréis ver el alba más preciosa,

no sigáis banalidades de señoriales utopías,

que mi amor es vida,

y a ella canta,

a su belleza ignota mi Musa Armada,

de paraíso inocente y miel desvencijada,

así frente al enemigo canto,

queréis amor,

o encontrarlo,

pues id a la Piedra del río todas las flores desangradas,

que es mi amor por mi pequeña,

piedrita bella,

mi camarada, mi cruz y mi condena,

a una felicidad extasiada,

mi amor que no se vende y sí arriesga,

porque hay certeza,

y es que ella a mí también me ama.







Förüq Castellano Miguel Esteban







Linde quieto abierto:







Derecho firmamento cristalino

entre filos férreos,

es una piedra que camina,

piedra aventurera,

seca y umbría,

reposa y duerme

cantares del linde,

centellea rayos irisados

se riza con los besos de lluvia,

acaso quiso ser otra,

ella tan yerma, tan plácida,

imperecedera,

cerrada como se cierran

los rayos de luna,

acantonada, de estéril estampa,

dejas muda alabanza,

el día que te hice de voz,

piedra bella, sola,

estridente sin patio de sonido,

y esta voz que te di

voz dorada como tu piel de minera,

como un soto sin perdices,

avanzabas solo tú,

la vida quieta,

sembrándote allí por donde anduvieras,

al candor de piedra única

igual a la siguiente y a la anterior,

sin afán superior

hasta que este poeta te dio voz,

como flores que sin color

acaso fuesen,

un despertar en brazos de cieno,

un respirar de la montaña,

un cuchillo calizo que afilan

erosiones de las eras,

latido férreo, sangre de mineral,

o compostura de arenas,

piedra de mi casa,

piedra de tu casa,

la tierra.



II



Piedra potencia eterna,

nacida como nace una estrella,

cumbre de filos por bandera,

hogar, cobijo y morada

de lagartijas que cuelgan tus venas,

colchón de rayos de sol,

asolada tu espera

por quien te dio voz,

lideras tu guerra sin cuartel,

antes de yo nacer,

tú dabas alientos al suelo

sin importar pertenecer,

siempre fuiste

siempre eras su piel,

de la cantera, al nicho,

del mausoleo, al caserón viejo,

del silo al castillo,

tu fortaleza empedernida,

tu aval de honda certera,

Siempre estabas

siempre estuviste,

como río a su voz del mar,

osado no fui yo

quien te encontró,

solo fui encargado

de darte moción verdadera

ojalá pudieses contestarme

mi piedrita bella.





III



Devuélveme a tu vida eterna,

del soto a tu quimera verdadera,

clávame la oscuridad de tu cueva,

en esta esfera pulida sin espera,

risco de tu sien enarbolada,

millones de hijos

esencia desnuda de tu alma pura,

techo sin compostura

del ser invertebrado,

techumbre que pizarra llora,

su azabache de cristal,

tu sangre de fuego y agua

que nunca te alcanza

sólo partirte puede,

grieta de helada, tus filamentos

que encaran tu azar de vida sin dueño

a tu sangre de musgo me cuelgo,

en verde musgo tu fantasma muerdo,

vida de herramienta,

azar de la idea,

al paraje que te conforma

al que sostienes su vida

siendo el suelo techo de esta hacienda,

si tuvieses dolores todos gritarían

que se acabase la muerte en la tierra.



El Castellano



Vine con la lluvia nativa:



Gran Sol Padre, gran hervor al fervor de rayos espadas

día empalado; tu iris sediento sanguinoso destellante ciego

en Vestal Hispana iridiscente siembra en flamas a lo alto,

a los cielos hundidos brillas, como crece la espina talento

sembrado, enraizado en nuestro corazón enfervorizado,

rueda de fuego y bronce, oh, Lugh en tu gloria te canto,

germino mi alma, toda dicha plañe, padre de mi conocimiento,

que es tuya, oidor, de cuánto arte ha conocido, Padre Sol Superior.

Escucha mi alma de abrojo, mientras te honren, este,

el día de mi musa en armas fundidas.

 

El invierno se ha ido, tinta, oh, savia de mi escritura, atrás mi pasado punible,

los campos están verdecidos, hueso y fierro del pagano, cantando en flores

que trae Ostara mi brillante amante, y su caricia de divina nota

de savia acrisola, que escala todo terreno, y fríos ya señeros,

Toda la tierra, oh, Madre, duerme en tu ausencia.

OH LUGUS

Solar y poderoso, magnificas, mi arma es tu alma

SolFerro sobre nosotros en tu gloria, pido,

oh Elevado, tu regreso al alma incendiada,

en virtud azada y rayo secular, que te amima, y habla,

que traigas la sangre mi letra, a nosotros la luz seca y ardorosa

y el calor de tu vida, hilvanes, mi parco destino de Tres Hermanas de Negro hilo.

 

Trae de nuevo la vida fervorosa, de nuevo a la campiña y vereda castellana.

Trae de nuevo la luz a la fiera en vespertina hoguera mi hueste.

 aleja la saeta oscura parca de su sigilo yerto, que te retiembla la calma,

al alba más preciosa jamás inviolada, avanza mi porte, vine con la lluvia.

 

Maestro encumbrado, he llegado a dos días de primavera,

del arte que florece, lamo tu tierra palmo a trecho, esse Veris dilectus.

Alzo en un sentido,

merezco la sola Parquedad, hacer mi esposa la weche. 

Madre de mi fuerza,

soy el creador fúlgido,

de vellos iridiscentes en pecho,

vine por las voces del cerro las ánimas, padre,

resoplar y resplandecer el solo brillo,

en crisol de valles,

y destellos finitos la ingratitud humana,

que develo y expulso,

a dos días besar La Brillante Ostara,

 en nuestras entrañas germinamos los yertos escitas, guerreros la Parca,

nosotros los escribas de hoja en puño y alma en letra

cabalgamos todo tiempo difunto,

guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz invencible.

 

Diestro compás invicto.

en sol mayor, como es arriba rebrillaras abajo

bruma de idea infausta, socarrada.

Flamígero desdén encumbrado;

congelado éter flamígero, en ascuas,

de fuego azul, en violáceo fulgor.

Horizonte sin prisas

Índigo que se me arrostró

con todos los halos

de un marzo su crueza.



Abre el nuevo fervor de tu luciente Lucero invencible.

Oh, Padre, su solitario azar de relámpagos,

de tu azur hermoseando,

enclaustrado.

Vírgenes encinas, y almendro de soto,

entre un nogal

dependiente de su sombra.

Al verdor de inusitados pinos,

me caracolea

la fronda del monte. Musario cerro desnudo,

Espino amarillo de mi dossier,

Caléndulas solariegas,

que amarillea su silvestre ralea,

esposa complaciente de Sol naciendo.

Brilla esta infamia

de campo abierto.

A esta última lagartija

lanzo un baquio seguro,

sin disfraz ni apellido perenne.

Mudez última

de sangrada amapola.



Sanguínea tormenta

De dureza blanda



con agua de mi terco aljibe

obtuso en litigio de iris vespertino,

y su sangre que baila

el suelo terreno,



que en culto a ti Lugh yo beso.

Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.

Encumbrado Escita y sirviente de Candavmis dios del Trueno.

Reflexión:

Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,

es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,



Y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,

en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor, a

luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.

 

El Castellano Förüq Miguel Esteban T.

LLAMEANTE OSCURIDAD:



Cálido yo, ante un segmento de cobre

y su templado escalofrío,

un son en llamas del sonido, humeante.

Se rizaba un acordeón,

en patitas algún diablo foráneo,

como un visitante fantasmagórico,

se quedaba sentado con nosotros,

sin reclamar ni vender derechos

consiguió en aire de alguna imagen,

turista o pusilánime prisionero aún condenado,

hablaba solo con sus azares encausados

de invisibilidad trasnochada,

muletero de frío cálido ventisqueo,

era su sombra algo más

recelosa incluso ya no le temía,

partía brisas con miradas,

y servía naipes helados; 

en copa alguna hada verde,

vestía de hojas su desnudez violenta,

relamía eclipses en alguna grama, de patio umbrío,

eternidad caracoleaba, sin lazo,

ni pedernal florido,

era tiempo de batallar,

sobre poste cóncavo

de pino frío y señales

en cable tenso de telégrafo,

jugaba notas, y señales,

alaridos esquivos,

y densos fantasmas, flotaban

y hacían de esta bruma,

todo corral, y pretil llanto

como rocío de toda roseta, de penitente,

abierta a la fugaz mañana,

del hombre y su negra tijera.

Miradas extrañas, que le analizaban,

y encendían su yerta,

hórrida imagen capturada,

flotaba en aire;

de plenilunio,

y solsticio embrujado,

como calor desfasando,

un chirrío,

descorchado, en alguna mente,

que con él sin saber

se encuentra,

soldando vapores de océanos,

y espumas, y sus sirenas.

Entre vastedad que incendia, 

todas cosas vanas,

preguntó alguien, 

sin destino, si existir por sí mismo

valiese,

era tiempo necesario;

lo que no se elige, 

tampoco se duda, ni pregunta,

acaso hablamos,

o te acabo de pensar,

cadillo foráneo, forraje

de todo sendero

que lleva a conocerte,

como clavo en sombrero,

y cimitarra en tierra asida.



Förüq

Fulge mi astro:



Quimera mía,

gloriosa siembra,

abren portones verdaderos,

estoy oscureciendo,

sí allí donde todo cuerpo desvanece,

negro puerto al que arribar,

somos carne, iris flamígero

de horizonte,

somos bruma que desciende,

y todo envuelve,

ven amor este océano

de mar abierto nos pertenece,

halo tras halo,

es lo que sentimos brillo,

destellando primero,

abre tu riera serena,

déjame adentrar tu extasía

en color como tierra esponjada,

no te detengas,

no ceses tus armas,

mi gloria en carne doncella segura,

volvamos el abismo un barco,

para llegar más lejos,

dentro, muy dentro

donde alma bulle

bajo el signo de luna azabache

y bajo druida índigo cuervo,

llamo a mi falange de Austria

de Viena, Praga

y a mis vampiros inimaginados

de bohemia Hungría, Budapest en mis armas,

por la rosa secreta todo canto,

gemido tuyo de silencio,

poesía.

Reina mi condena,

por la que morir y renacer

en tu campiña, de pechos canela

en rama felicidad

por la que fui, soy, y seré,

último dios sin consumar,

sin tus labios besar,

sin tu amapola regar,

he venido alzando tinieblas,

disecando miedos,

construyendo nuestro reloj,

para volver a soñarnos,

de engranaje, y péndulo

de cristal de roca,

porque somos tierra.

Duros hijos del azabache mercurial,

brisa, brisa,

de este octubre que te dibuja,

caballo solar monto,

astas de centella,

alas de Pegaso,

carne y cuerpo de centauro,

arraso todo campo

tendido en pena bóveda,

Quimera incendiemos

la vieja ropa,

no he venido a asumirme,

ni doblegarme,

a indicar llanamente,

que mi guerra por ganar tu cariño,

no ha finalizado,

El Castellano Förüq er-lobo bohemio a 8-10-2020

Lágrima del hierro:

Lágrima del hierro:



Escribo a la madre belleza,

olvidada, de lágrima inerte,

sólida, al vítreo cristal mineral,

al brillo metálico insoslayable.

De llama perpetua, y solo crisol

de brillo calizo.

Era sobre una lisa pizarra,

 tallada una punta de flecha,

que venía a plañir el río cuervo,

de mi visita en mi infancia,

una luna azabache regía,

mi compostura empedernida,

hoy en día,

hablo que me responde,

la belleza encontrada,

en mi piedra bella,

tesoro intangible,

única al fragor de heladas grises,

y solanas que llora el cielo terreno.

A mi `piedra de sangre.



II

Oh, si tu respuesta fuese,

soy sangre, viva-muerta,

que te aguarda y espera;

a mi cuarzo, cristal de roca,

de reloj en eternidad azogada,

silente como silencio reverberante,

su eterno segundo, que vi, 

su pureza de espejo.

Oh, caracola de hilo en carbono,

tu forma de espiral sagrada,

de principio sin final.

Oh mi magnetita de unión

y atracción férrea,

como mi amor a la sangre.

Bajo sello arcano

transmuto esta coralina esencia.



III



En auge mi amado mercurio,

único sólido líquido, como lágrima precipitada, 

oscura, sin poder secar del alma.

A este río vestigial, ancestral,

que vine sin horadar su impronta eterna,

mi muerte, como reflejáis vosotros,

mis reliquias, que besáis incesantes.

Inmutables.

Al hierro en mineral candente,

en sed de forjarse,

como se forja una lágrima las hadas,

en ámbar, oro líquido,

traspasando umbrales temporales, sucesivos,

en brillo, áureo,

del fulgor en cristalizada,

perfecta armonía.

En crisálida.







Förüq castellano Miguel Esteban a 11-04-2021



TINIEBLA LUMINOSA:





Vida, pensamiento, tiempo,

dualidad luz, oscuridad;

pensamiento, sentimiento,

como todo indica,

en principio todo era y fue

oscuro,

y una chispa

como un relámpago

prendió de azar el abismo

absoluto había,

esa luz surgida rápido fue multiplicando,

en fulgor y pariendo

luciérnagas de estrellas los densos cielos,

como luz y oscuridad

eran desde su origen inmensos

y veloces,

rápido surgió su atracción y deseo

encadenado.

Ambos reclamaron su espacio universal

si uno existía

se concordó el otro debía ser opuesto

y existir a la vez.

hijo y vespertino del Averno,

abismático era todo destello,

centella descendiente de rayo obscuro,

así no podemos deshacernos

ni suprimir toda oscuridad interna

ni demonios habitantes

nuestro intelecto,

debido jamás podríamos brillar entonces

como inusitado resplandor de centella,

ni osas brillo esencial purísimo al tacto,

ni azar de ascua encendida acaso fuéramos.

Esa dualidad inherente

es tan necesaria

como respiro de pez en su medio,

absoluto diamantino

y hierro en sangre

hematíes dementes

y espigas rojas

de excelsitud en relevante esencia,

mitad luz mitad sombra azul

de cariño enfundado

era simple y llanamente

mi cariño enfuscado

batallante.





Förüq castellano a 8-8-2020





PENAR FÉRREO:



Lloro en la densidad del sollozo,

en abanico de sopores que avanzan,

que tejen la puridad del placer,

lloro en la frecuencia del gemido

inefable, inaudito,

de cumbre y risco inaudible

de las aras y vestigiales sendas,

que todo amanecer descubren,

canto a los labios de la hoguera

de mi cima sin bandera,

canto del zorzal a su zarzal

que asienta,

trino de vid y girasol,

pintado de caléndula.

Mi llanto de brezo de fuego,

entre el cerro alto que baja

mi cardillo para entregarse a su dama.

Lloro por avenidas de ángeles

que perdieron sus alas,

en sintonía de falsos ideales de un progreso falso

sobre torres de humo

del interés humano, social, deshumanizado,

que vendía y aposentaba material

vestido de granate rubí excelso que portaba

el lustre en movimiento, llamado beneficio,

construir la destrucción del pasado

se pudo, en retinas huecas,

y seres de número y oficina.

Lloro a mi savia de ciprés

de una caída un abril febril

como hoja temprana de otoño que voló, era mi vida,

un tenor de conciencia,

una tijera roja,

sobre papel quemado de sucesos difuntos,

que brillaban más que el albor en sol ferro,

lloro por mis sueños sembrados,

por el valor de virtud

de soñar.

De soñar, sin maldición que me sueña.

Presentes sucesiones de difuntos

que corren

a arremolinarse,

como si años no hubieran nacido

y ahora les diesen privilegio

y fase contada para renacer y volver a matarse,

a esperas de esta vez

no ser de mentira verdadera.



Förüq castellano er-lobo bohemio a 28-09-2020

Metal llameante en tu vidrio:







Iridiscente encanto,

en tu áspero relente sembrado, 

quién sabe de tu ternura 

sin conocerte, 

aplacas que embebes 

mi furtivo viento, 

entre mis soledades 

y punciones áureas, 

como mis nervios 

blincan aterciopelados 

en tu tacto almibarado; 

montaña suave 

me enterneces 

como sol crepita a lo alto, 

un rayo sedoso 

tu pulcra virtud, 

como espadas lunares, 

vertidas en filo enigmático, 

y absoluta entrega, 

no puedo más estallar,

mi devoción ardiente, 

en éter, 

la lágrima el azabache, 

de arma ancestral, 

y mi mercurio celoso, 

te cuenta Musa, 

que no encuentro 

nueva desquicia 

ni en tu sueño diamante, 

confusos crujen, 

mis sigilos de chopo forjador, 

se requería algo simbólico 

y voy que comienzo.



Polvo y sangre 

mi verdad moviese 

sin calor lascivo, 

ni viento en reflejo 

desesperado, 

mi sentido de escribirte 

en canción resurgida, 

como aquel capitán 

del barco hundido 

renasce, 

abrazado a la bella sirena escarlata 

abrazado, 

fiero con el cuello atado, 

su cantada armada 

bajo océano 

de un abril encantado, 

y como usted, 

sola de valor y hermosura, 

que todo pecho hiende, 

cautivo muriendo vivo 

yo en tu pecho, 

corrige mi gallardía 

una nota abismática 

en escama turquesa 

como mi vítreo iris, 

mis ojos, 

te miran, leen, 

y convergen, 

en viles espuelas, 

que se afligen 

como mi espíritu de Lugh 

Sol ferro que porto, 

presurosa tú, 

polvorosa pluma, 

oh mi blanda Musa 

de cristal candente 

y agua en traje su sombra, 

quién amimarte pueda, 

sin que retrocedas, 

quién encontrase, 

su luz dadora, 

y forjadora, 

su contienda de vida, 

en tus poemas solares entregas, 

agora, el tal mañana,

me rinde razón perdida, 

y claustro admiración secreta, 

desenfundada, 

mayor importunio, 

es no osar seguir este camino 

de espigas rojas; 

y dispares ilusiones, 

de fiera, y dura tierra, 

maravillado, señora, 

como Némesis en inmortal saeta, 

la ciencia de la rosa secreta, 

tu aura perfecta, 

tu obra de castro y castillo, 

entre poetas, 

perpetua materia 

es mi esencia de verso, 

que afila, 

mi oscura golondrina, 

mi dulce miseria, 

temer que no se ajuntará, 

mi visión, 

alumbrando contigo, 

mi preñez, 

en desconocimiento.







Förüq el castellano Miguel Esteban



En mitad un candelabro:



I



Extinguía una ausencia,

que brillaba bajo una luz,

tosca, de un sol de abril.

Calentaba su glándula en acre arcilloso.

Un barro que sostenía,

un charco que su agua

formaba miel roja.

El cubo sostenido de la rama,

colgaba mis peticiones,

sobre una plancha repostada

en muro de adobe.

El breve amanecer,

erguido en unas manos sonrojadas.

Ella en pie, sobre el polvo

de una tabla,

bordaba ínfimas costuras,

sobre su respiro valiente.



II

Mi cuchillo con pereza,

cortando un destello en negrura.

Encima, un eral

donde sembraban patatas,

dejaba pruebas, una ligera sombra

de un almendro silvestre de oro.

Que yacía como un dios sin nombre.

Escrita en sangre en su falda,

yacía mi testimonio,

como caligrafía de un cernícalo,

tragado por el árbol.

Era un vuelo de misterioso oficio,

bajo honda raíz de tomo,

enraizada la calavera,

siendo morada de tenebrios,

su follaje de pesadilla y bestiario.



III



Despierto los antepasados

de llama en el cobre

un candelabro.

Mis piedades como cruz,

de barro en cementerio,

fundido de parábolas

y nidos de tordos,

en sus cipreses.

Infundados en negror extendido,

volaban fantasmas y afectos,

como sentires de las tumbas.

El aire cantando, 

ladrones y brujas,

terreno de dientes,

calaveras rojas, y calaveras azules,

sin pérdidas,

historia de palabra relamida.







Förüq castellano Miguel Esteban a 16-04-2021



Tu alma de fuente:



TU ALMA DE FUENTE:

 

Desasirse, tu voz ocurriera,

quedar sin partir mi alma,

como estalactita,

como sola queda la caracola

vacía y hueca sin hallar tu letra,

desasirme y quedar

yo, sin árbol ni aire,

consumirme como llama de vela,

apogeo, torre de breve arena,

cae de arriba,

este demonio sin pena,

hablar de mudas solitudes,

como eterno, es lo temporal,

verdad colmada de ausencia,

arder sin quemarse,

e infierno azul de otra vida,

aprieto de verso me solicitas,

te dijo mi ventana,

como entraña de invierno duro,

alma, asómate,

viste su hermosura porfiada,

¿Viste que mañana seré hoja incrédula?

De planta que yaga pura,

que brilla oscura mi siembra,

mañana iremos a desnacer,

porque hoy sin tu respiro,

ni poema solar, no es vivir,

¡Ay! Lo que no dicen tus ojos hechiceros,

yugo amante, fiel,

que no abandona su sombra,

necesitaba tu dura grana de piel,

y tus rosáceos, granates, áureos labios,

mi alma traslúcida,

imponente,

reniega a achicarse,

lleve donde lleve,

el aire de poniente,

reluce por ella,

todo apócrifo misterio,

te debo tanto que no me imagino,

embargando sangre,

jamás esquiva,

jamás esquiva.

Todo este campo,

cubre y cubriría.

 





II

El nombre y la vida 

conservan mi ceniza,

seña clara el luctuoso querer

de las criaturas del alba,

mi sudor siembro,

como apremio de obras

que dilatan al fulgor

su bronce perenne.

Sabe su dios

por cuánto parecen contradecirse,

sin procurar hacienda

esta pluma mía,

sollozo de mi hada tal vez,

que dicté

no abandonar ni en locura

su vera effigia,

mi otra vía mercurial

divaga si pensamiento o porfía,

si tatido o latido de ciego ansiando luz

que nunca encontró,

triste la clepsidra ve agotarse sus lágrimas,

de tiempo ausente para finalizar,

como se quiere en vez primera,

resplandor en cielo infinito,

es mi conjuro sin oficio,

como deseo de su holganza y seco trino,

que crascita mi noche, vuelta tuya,

en vez primera sin terminar,

dioses por dónde iba,

por donde soy siempre,

por y para siempre fiel,

a virtud, de nota y silabario

tu recta ánima.





Förüq castellano Miguel Esteban

REALEZA LA TIERRA:



Vernales campos me avanzan como torbellinos y ventisqueros,

llenos de hojas y fuentes que aventan la vida,

de los huesos sembrados; poeta tejido

de la solaz llaga fértil al arrope de un calor,

plantan los besos huidizos,

besos repletos que atraen siempre

a la parca lisonjera sin apellido,

largos hilos teje este mi puñal jactancioso,

revestido de relámpagos y truenos azures,

divino silencio, ya no más, ultrajado instrumento

hasta mi locura quieta, si loco, solo, he de hallar,

Treinta más loco solo habido quedaré.

Clamor de misma azada y pluma,

herramienta un destino demencial,

vestirá la caléndula de mi lugar.

Paseen las sombras

que a la muerte no harán fértil.

Delante mi castigo, este León no amansa,

estoy para sentir,

aún en infierno silente sacaré

garra y letra de cernícalo avizor que amo,

para llegada mi vejez recordar que sigo siendo

quien yo era, sí,

canto con la voz encarecida,

templanza de fuego y madera,

sin arma, más que mi garganta,

sin vida más que una divina planta,

Néctar de mi sangre que habla,

levantando a Castilla de mi alma,

labrada entera la tierra, me adentra.





Förüq castellano Miguel Esteban



VIEJA VIGA:

Iré brotando breve

como germina una almendra,

día tras día

sol tras luna,

hablando hondo

de precipicios y suertes

blande toda palabra honesta,

veces que no me entenderán

no me pedirán luz y sombra,

nada verán en mis poemas.

Mientras en la tiniebla densa

todo germina,

como razón se hila.

Oh, flor de belleza,

oh incansable palabra alzada.



II

Agua limpia

de sangres rojas,

transparencia de pez de cristal,

era mi sollozo impune,

como lágrima tejida sin poder precipitar,

sigo vuelo toda belleza asida,

perfecta vida

de poeta que fue soldado,

agua y fuego sangra toda roca,

linea que la fuente brota,

olvido todo sabe, precavido,

voy de asignar movimiento

a lo que no conozco.



III

Oh vieja viga, es mi poema

maestra sobre un rito

sujeta, llegó la guerra,

un grito de infortunio,

muerte vuelve siempre

por sus lágrimas retoños.

La poesía regresa igual

de oídos rectos,

y verdades ciegas, preguntar:

-Cuánto vale una estrella lejana.

Estoy aquí trescientas veces en el viento.

El salto,

cuántas veces concurrido.



Förüq castellano Miguel Esteban







GALERÍA DEL ALMA:

Leo el oscuro día atravesado,

como versos flotando en tintero,

bien amados.

Sortilegio divino, las flores armando

el viento furtivo, permisivo conductor

de errores y grietas, de aciertos enfoscados

como una galería que a nadie glorifica

el recuerdo vivido,

alma de misterio blanco.



Purísimo de Sol negro, brujo elevado al cielo,

puerta de trofeos y tragedias.

Elevar fúlgido, y fehaciente, ojos y mirada

dulce cual miel o néctar de Ambrosía,

Espejo que no solo acecha el reflejo

si no asume la sombra cruel del esperpento osamos,

hierro luce mi calma

esta erguida invernada,

bruñendo soles de escarcha azulada,

oh dolor grotesco, ola de mi sangre

que avanza en un sentido,

rumbo a bañarte

mi pecho sonríe hasta volver a elaborarte,

magia de vidrios del sueño,

agua, brea,

mercurio, iris sediento,

atónita rezaba mi espina en el corazón,

nadie la arrancará.





Förüq castellano Miguel Esteban



SOLLOZO DE GUERRERO:

Quién es el último que habla,

quién el primero que calla.

Belleza, parca, luz, amor,

tierra siempre dice no,

no trae mi ceguera,

ni de viento se llenan cabezas,

áltamente necio sería,

si viese mis huesos

durar hinchados de orgullo,

de huesos y de cráneos

de sepulcros y horizontes negros,

he venido,

aquí volveré novecientas veces

repleto de tierra en el viento,

oh glorioso sollozo,

habrás de saberme

repleto mi nombre

de parcas segadoras,

morir como soldado

mi propio destino.

Mis músculos arriados

superponen horizontes violáceos,

romperé el término, el lenguaje,

la bruma y el ocaso,

gime todo silencio perdurable.

No es gemido mi canto.

No es sollozo

culto al vivo ni al muerto.

Es un designio atemporal

una exclamación de dicha inmortal,

ley del humo del horno

toda palabra brotada,

más allá de labios y manos,

crepitar de la simiente,

un río de sangre sobre la tierra fértil

una lágrima, cumbre

del precio luminoso cegador,

grito y llama,

así sólo así

poder moverme entre la bruma siempre gris.









Förüq castellano Miguel Esteban


Jardín de tinta:

febrero 12, 2022



Noche, oh largueza breve

de piernas de ángeles,

alguien dijo grande

que la palabra gigante

es silencio,

por lo que el silencio

es inmensurable palabra perenne,

en este negro jardín de yedras azules,

voy perdido encontrando,

un destino parco,

brillador,

fuego traslúcido,

tu calor, la apología que hace tu verbo, beso, verso,

sol este negro de noche caduca,

sed viva estampa fulgente de armas,

era una herencia disuelta en sed de poemas,

una sangre que no se apaga,

todo es más que una parte del todo

que nunca llega,

hay un brillo desertor,

de alma renegada,

desertando a morir de tu contienda,

amada así conoces mi alma de grillo,

no me dictes nunca jaula

iré surcando abismos allá para encontrarte,

dulce sonrojado misterio

es tu silabario,

hay un hinojo solar, una desquicia yerta,

comiendo sus paticas de abeja,

el sonido reposa despierto,

el sueño llora colores

a su dama obscuridad que le envuelve,

sed de rayos, de sequías, de campos,

de jardines amarillos, sed de tu ambarina sonrisa,

es un azar por el que dictan las peludas patas de la araña,

de la leyenda del atrapa-sueños,

y el amado murciélago castellano alza vuelo,

por colchones de nubes,

su sigilo esplendente,

el color es eternidad

de la fuente de la sangre,

rojo sagrado, tinta bermellón,

como el jardín que porto,

en vena y arteria,

negro jardín de tinta noctámbula,

por los suelos, levanta ya tu frente,

oh mi Sol sordo,

sé que me escuchas con la luz irradias a la vida

y a lo que descansa sin tiempo para despertar

de tu beso,

flameo contigo en curvas de armas,

oh Castilla, descanso con tus pétalos y espaldares,

de tierra, de sangre, de virginal agua,

es aquella magia vestida de hierro sanguinoso,

y a veraz colmillo obtiene postor y reclamo,

estridencia clama,

que la tierra devora lo que es de ella,

y que el agua es su sed y sangre,

canta mi premisa:

-Los duros somos tierra,

los demás ceniza que se desplaza,

Aere perennius,

más duros y resplandecientes que el bronce,

por el tercer orden todas las cosas habidas,

mi amor no caerá trasplantado,

cuando amo es por mi nombre,

Siempre, por, y para siempre,

vivo y tu aliciente.





Förüq castellano Miguel Esteban


AQUILÓN:



Aquilón, oh dios de los vientos septentrionales

de vertiente helada norteña, levántate,

acoge, tú el más viejo de la vetusta,

de plata fina,

y pretiles sollozos bellos,

como llora toda belleza imantada,

torbellino de cuantos nos sujeta la madre natura,

dentro acoges la locura justa,

de quien acoge tus aullidos,

frenético azar jamás vencido,

oh, rauda fuerza de tempestad,

el viento no es mío,

ni trepando, enviciado en ti,

sólo soy tu hijo, Padre de los vientos,

seguirá invicto tu grito de lobo.

Este humilde loco baja a verte,

y subo a cumplir mi destino.

El amor es semilla y raíz de la verdad,

aunque duerma como duerme la hoja,

aunque respire como suspira la piedra,

locura divina, zarcillo de fuego,

escuchando, la locura quieta,

y tu cascabel de oro,

he venido a escuchar tu lobería,

tus yerbas que laten, baja ya tu belleza insobornable

siempre temida,

por elogiar te, es respetarte,

sólo soy fantasma que desea sublimar tu frío

Glorioso.







Förüq castellano Miguel Esteban



REPIQUETEO DE CARACOL:


I
Abuela es la fe mía,

sobrada bien hondada,

en abundancia,

que se halla donde estoy,

siempre,

usara yo esta palabra,

donde no habita,

caducidad d' este ser

de lo que estoy velloso,

sin litigio a reparar,

amparo de apoyo cariñoso,

aquella su herida cerré

amimando, presagiando,

brotaría, germinaría un día

su luz furtiva.





II

Allá alumbrado

su resplandecer airoso;

brillase ajeno el cantar,

que no es de otro,

ni mío cabe pensar.

Mora silvestre,

de mi zarza,

mora castellana,

te quiero,

de mi zarzal,

verdadera mora

inefable, vestida en carnaval,

bonita de dulzura,

risible, inocente,

parece tu faz.







III

Azúcar de aire,

y de la imberbe nube

caracoleas la maleza,

dando aviso de espina,

devanadera de erizadas manos,

mi carne de gallo,

gritas alegremente,

grito de alegría,

enamorada

de inclemente grito agudo,

pardo y prolongado;

te miro con curiosidad,

y nadie observa a quien mira.





IV

Oscilo los campos,

y páramos,

los baldíos,

y arroyuelos,

de sus acequias,

los almendrucos fugaces,

bienes y haciendas,

paseas como cuna labrada,

también te beso,

ciño a tu semblante,

tu gracia femenina,

rescoldo, que me mueve,

como sangre y pan trigo,

de prado en agua perenne.







Förüq er-lobo bohemio Esteban


SUS PIES EN LA GRAMA:



Imaginé sus pies y el rocío permisivo,

mi caléndula otoñal,

me bailó su agua nectarina.

Fuertemente en mis ojos solos entreabiertos,

mis pupilas entonaban una savia maldita

de una higuera del demonio u estramonio,

al divisar en mente su regio caminar acorde un perdido son,

de espigas y caracoles a esta primera lluvia copiosa

este otoño que ya era extendido,

como silbando al terreno nuevas hojas breves,

tan hermosos eran sus pies de dama,

que me daba miedo dejar de visualizarlos,

a ojos cerrados,

todavía no habían conocido mis senderos,

me llenó el alma su huella,

como mariposa leve, danzarina,

posándose sigilosa en un tridente de trébol,

sigilosamente se detuvo su caminar,

sacó del bolsillo, una nota doblada,

en la cual ella decía

Migue llegó su momento,

no está usted soñando,

-Yo no creí aquello,

no sabía si era la voz del averno o Paraíso terreno-

soy caballero Esteban, su Musa,

he venido a cumplir una promesa

hice a su alba más preciosa

nunca vista,

sólo soñada onírica..

No hay preludio amado.

Béseme como si tiempo no hubiera.

-Yo ya tenía mi corazón en la yerba de sus pies,

cómo negarme,

cómo estropear aquel sueño,

No se vaya compañera

le traigo la flor de Hércules

de la montaña más remota con raíz,

y verdor secuestrada indemne,

¿ Cuál es el nombre del pájaro negro ,

que mora las hojas estos Robles,

ave misteriosa que con su crascitar

anuncia cada noche?

Una palabra su nombre otorga

en el idioma más antiguo,

nuestros ancestros le tejieron, Musa,

-Förüq, es respuesta-.

Ese nombre de cuervo morador,

béseme Förüq, soy yo tu Musa,



Förüq...


FLOR DE TU PUPILA:



Hablo de la pupila,

sobre que muere el amor

en su ausencia de color,

y de este que no escapa

a resucitar de su brillo

y cuando entra relámpago de luz.

Entre arena y piedra crece la rosa,

esquivando a ser cortada,

igual, luz y color,

alimentan la pupila enamorada,

así diferente el sueño,

que se nutre de sangre y razón,

anémona razonada,

no es ni la rosa, ni las pupilas

que la ven.

Perlas de flores y caracolas nítidas,

herencia de lo que prevalece,

como raíz del alma es el sueño,

muerte germinada de cada flor

cortada,

tétrica se ve la tierra

sin su rosa viva,

sola se siente la pupila

muriendo lentamente

sin su color y luz amados,

coral de hierro es todo sueño de sangre,

lúgubre manotazo, asesino del ser,

sin sueño ni anhelo pertinaz,

todos los colores forman ausencia de luz,

verte cariño en pupila, es sumar los colores

que trae la vida y que formar a esta,

para poder llamarte Amor.





Förüq castellano Miguel Esteban


ODA AL CARACOL SILVESTRE:



Caracol silvestre, caracol serrano.

Te escribo caracol del camino enervado

¡Oh tus fauces! Blandas que muerden

su estadía alimenticia.

Del romero al tomillo, desde la jara resinosa,

al brezo flamante.

Tu deslizar por el terreno húmedo,

de la amapola a la caléndula arvensis

con su savia dura.

Desde el musgo a la piedra

igual a la siguiente;

idéntica a la anterior.

Oh caracol, judío blanco,

oh caracol marrón de todo jardín,

caracol estriado

la pulcritud de carbono de tu casa,

mi casa.



Miguel Esteban Martínez García


FLAMA DE PÉTALO EN HOGUERA:



No quiero ser llorado el grillo

que tierra adhieres y abrigas,

en sed de flama y pétalo de hoguera,

hermano mi alma,

que jamás estríen vuestras voces

mi alerta,

alineando sollozos de nubes

y caracoles de color, con instrumento

de alma das amapolas,

mi corazón con siniestra forma de ellos.

Agrupándose en espirales santas,

caracolas,

y oyendo el ala, ola o sólo su aliento

que me escucha,

con herida inabarcable

van mis ramas del difunto,

sin calor, sin pena redimida,

levantar hermanas parcas,

vuestras alas enamoradas,

que sin perdonar,

no os quiero me elevéis de lo vivo,

ni en mano de tormentas

sembraréis el rayo

a mi destino prevalente.

Ni a dientes me surcaréis mi honda calavera.

Mi terciopelo de sangre no es almendra espumante,

ni codicia tiene mi voz enamorada,

alma sin rosa,

sin cruz, y sin delito condenado.

Alma en metales por fuentes y abrevaderos,

manantial desangelado,

amor de la espina, muerte enamorada,

no me veo más vivo contigo,

no te veas dichosa conmigo.







Förüq castellano Miguel Esteban





EL oro rojo del rey:



Oculta intención en aire
que espiro,

suspiro breve mecido

en agua helada una mirada,

al final y comienzo de todo,

como un pronóstico que se anticipa,

al espejo y su pececillo de plata,

flores niñas ya no danzan

un cierzo de noviembre veleidoso,

que arrastraba hojas como forrajes,

besos como nieve roja,

aroma de azul caída,

el miedo no sonaba en los corazones helados,

sí el rubor de campanario,

en cal viva, peces y pájaros

al festín de Dante y Baco,

era el resonar del oro rojo del rey,

por cielos vastos,

y vidas de un pez de papel,

tiempo de caricias llegaba,

como a callar una razón enlutada;

mañana y pasado seguiré viviendo,

al otro lo dejo en tus manos,

beso tras beso deshojado, desposeído,

fauces un vil olvido de filo

renacido,

iré allá, donde el océano no envuelve,

a buscar mi tristeza perdida,

y una ola serena de espuma breve,

mi rostro en vidrio

como plañe el azur un libro,

árboles cantores

un bosque perdido,

cada vez que voy a encontrarme,

bosque de nieve granate,

y vetas oro noble,

campo, campo lindo,

hay en mi olvido,

vestido de zarza y endrino,

calidez de trasparencia,

signo febril de hoz,

y simiente,

ternura, tanta, monte santo,

que quien a ti vino,

es peregrino,

existe mi pena que ya no mira,

si acaso pasa.

Naipe como caracol

del resto de mi espejo.



Förüq



FÉRTIL LIENZO:

Avanzan nubes de fuego,

como gigantesco trompón de los ángeles,

entre cenizas de rivera la Hesperia,

polvorosas encinas, afilaban el serpeo

de mi sendero entre un huerto

que sembraban cipreses disueltos,

era una blanca espina de invierno deshojado,

tembloroso, de heladas patriarcales,

y fríos que llaman vespertinos,

casi llaman las astutas golondrinas chillando,

atrayendo el sabor místico primaveral,

oh, antigua melancolía, entre campos y páramos,

entre arreboles seniles, un negruzco quejigo,

corona y bordea la colina, cima de agua sombría,

gota en mar de tierra, aullidos de viento,

y oro lúcido de campo melodioso,

oh, mi alma, reposa y levántate, descúbrete

en la floresta desnuda, oh tierra, susurra que canta la tierra,

soy duro, soy tierra, las perlas en fuego,

los recios endrinos, y los diamantes llora

en flor el brezo.

Esta espina desnuda, blanquísima,

que me clava su pertenencia

en mi corazón llameante,

no habrá poder ni condena

logren arrebatármela.





Förüq castellano Miguel Esteban





Edición febrero 2017 original febrero 2016:



Adormidera pulcra,

Amapola esquiva

nacías lejos de la tierra

que tú querías

la fe mudó sus caricias

el reino venía tejido

del destino florido

en la gesta del jacinto

en la flor abierta de la primavera

voló mi corazón a tu nido

derramada esperanza vistió

el por qué, de un adiós

el lirio abrió al color

y la grama abrió en flor

flor de sangre

que regeneraba

el dolido destino

por la azucena

caminaba su olvido,

fiel del suspiro nacido

quedar el te amo, en vilo,

la orquídea colorada

aguardaba la fiel ordenanza

cuando un jardinero de versos

dejó su estampa en el papel

un colorín elevó su trino

para que un zorzal

lo alzara en su nido

todas las esperanzas

colmadas de un grillo,

al compás de tu paso

seguía la amapola en duelo

lejos de su tierra

que vio nacer el cielo,

caléndulas esposas del sol

se abrían a la sonrisa

de tu calma amanecida

para yo trenzarte

un beso en la mejilla

quedando las campanillas dormidas,

y las margaritas enrojecidas,

un te amo ardía.

El ascua se encendía

quedaba la sinfonía

de un tordo que visita,

el cielo abría

a sus coloridos jardines

plenos mudaba el grillo de sinfonía

la rosa colorada

dejaba su beso por si acaso

el viento llevara algo,

se hilaba un verso

para el cantar complejo

del baile de la rosa y el clavel masculino

mecida la sonrisa al viento

nacía la basta floresta de los patios

y entre sus escondidos lares un trébol

vertía cuatro hojas

al compás del Sol en su visita,

todo al resguardo de la bella caricia

y la ilusión dormida

que brillaba en tus retinas,

para yo dormirme

dentro de tus ojos.

Abriendo mis flores en son,

ese que hacía brillar los campos

en verde y marrón de un caracol,

relucía el brillo de un brezo,

desplegando su color

un tomillo en albor

por el plantago en flor,

todo lo que dejo

es todo lo que amo,

recuérdame en la flor

del cardo de la dama

me alzo a la altura de la rama
y el espliego amanece conmigo

para el romance del laurel

y el encuentro de la malva con la abeja,

todo el cielo se despeja,

canta la piedra en aspereza

que la vida se torna repleta,

de lo sencillo del musgo

al verde estramonio

con sus trompetas de los ángeles,

rueda la caricia que tu piel divisa,

el campo sin franca tapia ni verja

es dorado por mis sueños

que corren de la vereda a la rambla

fiel de esperanza

la azucena nocturna en flores marcha,

el olivo prendido de olivas

la encina sus bellotas mece

para el tejo guardar su muérdago,

la noche que llora azabache

y ojos de luciérnagas

todo queda prendido

del suelo en duelo

blandiéndose la luna sempiterna de nuevo

y mi verso alzando el vuelo,

queriendo acariciarte de nuevo

la noche que solo conoce la noche

tus ojos que solo conocen tus ojos

por los sueños nacidos vuelan los molinillos,

el monte deja a las carrascas

blandir el horizonte,

las flores a la abeja fabricar su miel,

la tierra se come a los cardos tras el verano,

la adormidera tu piel suscita

llegado el otoño y su caricia

fieles manzanillas abren sus margaritas

y los cardos en espinas

dejan paso a los jilgueros

del campo abierto para regar Ostara tus besos

se anuda un grillo y mi brillo

abriendo una flor

con forma de corazón

dejando paso a nuestro amor.

Con el sigilo de blancos álamos

al verdor de frescos pinos

se cierran todos los caminos

por si acaso vivo que sepa ella

que blindado a la cepa es mi sino,

en estas simientes

en estas verdes sienes

alzo mi latido,

que de madreselva fue vino,

y alzado parto mi destino,

hasta vivir en la mitad

de flor de esta caléndula sostenida,

enraizada en mi pecho,

que no canta

reverbera en esta fuente fría,

porque no tiene despedida,

al fragor de la ascua,

jamás desquita su bella sinfonía,

de raíces y colores de albas,

hasta ser amada

por grises arañas.



El Castellano

RELUCIDO:

I
Aura acompasarte, bajo,

reluciente como una tumba

rebrillaba mi asilo en corazón,



y ya, los pesares no amancillaban

ni eran copos de nieve,

oscuro, imprudente,



inexpugnable,

invisible de recta sonrisa

dioses de sepulcro abierto, sin llave,



II

un instante que solamente,

oculta mi mujer;

en sola frase no yace,



memoria vaga de algún sueño,

hilvano mis deseos de sangre,

mi ávida pequeña fantasma,



que me surcas cada invierno afilando

mis colmillos eras para vencer,

y unirnos como dicta la miel.



III

Trenzado, mi parco destino

expuesto y revelado,

ser frontera derretida la sola piel,



auge en el telar de letra,

verte fiel de hoguera,

fiel de Valquiria Quimera.



Ojo de un ojo dictado

compás de la carrera,

te acecho desde que me esperas.





Förüq castellano Miguel Esteban




FÉRREA PRESTANCIA:

I

Yérguete nació la luz y la sombra

el hombre se creó

para ahuyentar la sombra

con su llanto de sangre,

hoy que mi lágrima

sea fértil espada,

que riegue e ilumine

así ídem el abril

levanta los muertos

y su caléndula predilecta.

Nunca maldigo mis lluvias

y a la Santa noche,

riego mi sombra, antítesis,

de lo que espera mi persona.





II

He de ascender,

he de volver a navegar

el negro puerto,

contar los escalones de mi sótano de luz,

al tercer día flamígero,

la piedra será mi llave,

no mi tumba,

Panida Hijo del dios trigo,

tengo lluvias y carne,

tengo tormentas

y miedo ausente,

Yérguete, sucumbe,

a los suelos, de la madre luz.



III

Ni me arrodillo.

Ni vuelvo a morir en pie,

ni rezo

navego, pido me escuchen mis dioses.

Cumbre son de mi lágrima espada,

el mar, la nube, el río designio de escritura,

baile de un talismán,

oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,

vencido no he caído,

aunque me derrote trescientas veces

sobre esta tierra.



IV

En este pedregal,

juro sembraré flores

para no volver a ver su destreza inerte,

oh, lágrima esclava

ni lluvia,

mi floración ruginosa

abarque todo balde,

y sea réquiem y mármol florido,

mi entraña, todo esto,

ojos secos de hombres,

ejército, que el destino cercena en tres.

Postigo, huerto y verbo decisivo.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García



SENTIDO ARMÓNICO:

Ven al fuego etéreo, que abrasa pero no quema, venimos ambos de las sidéreas lumbres, planicies que tibian y no enfrían el corazón azur, era un destino vestido de magia, irrevocable, insoslayable argento cariño fundado, bajo señero dice:

- Aquí los ángeles vinimos a vencer, un latido, una razón, los negros cisnes de Apolo me conducen,

revelados mis arcanos, oh, dulce tormento, mi pechera en bronce rebrotada,

cuál sigilo, no te llorase, siguiera, he venido a desenterrar un agujero de cielo en tu boca, oh reina velando a mis colmillos dormidos,

esta noche de luz amable, imperturbable, y caracoles de faroles despiertos, entero y a mitad izquierda,

mi corazón florido, en pecho, aguardo sones y caracolas, designios me alumbran desde pecho a boca,

un cantar flamígero, encendido, donde todo giraba armónico, y los miedos danzaban rendidos en un cuarto, todo era principio de continuar, y en tu cuerpo el beso pintar.


I

Ven al fuego etéreo,

que abrasa pero no quema,

venimos ambos

de las sidéreas lumbres,

planicies que tibian

y no enfrían el corazón azur,

era un destino vestido

de magia,

irrevocable, insoslayable

argento cariño

fundado, bajo señero dice:

- Aquí los ángeles vinimos

a vencer, un latido,

una razón,

los negros cisnes de Apolo

me conducen,

revelados mis arcanos,

oh, dulce tormento,

mi pechera en bronce rebrotada,

cuál sigilo, no te llorase,

siguiera, he venido

a desenterrar un agujero de cielo

en tu boca,

oh reina

velando a mis colmillos dormidos,

esta noche de luz amable,

imperturbable,

y caracoles de faroles despiertos,

entero y a mitad izquierda,

mi corazón florido,

en pecho,

aguardo sones y caracolas,

designios me alumbran

desde pecho a boca,

un cantar flamígero,

encendido, donde todo

giraba armónico,

y los miedos danzaban

rendidos en un cuarto,

todo era principio de continuar,

y en tu cuerpo el beso pintar.

Förüq


A PERSÉFONE:

A la sombra purísima:


oh, de virginal encanto,

del secreto más pulcro tu origen,

vine yo siguiéndote,

tú a galope de una opacidad

te daba forma,

arquetipo de una figura en suelo,

quién osado,

completase tu opacidad de materia,

resquicio de aliento de un sueño eras,

como bosquejo contorno,

o relieve inimaginado,

eras reflejo suave

todos los colores,

en tu esencia sin carne,

sin cuerpo,

quise peinarte sombra,

como el movimiento te hacía,

y deshacía.

No escapabas nunca,

sortilegio eterno,

de este mundo de espantos.

Resguardos lumínicos

te acogían

y disparaban, mutilándote,

yo cuanto más me acercaba a ti

tú más te alejabas,

quería acariciarte sombra,

ser de tu sangre,

amarte como se ama,

al imposible que belleza dicta,

y tus labios siempre besa

y penetra,

oh parca sombra,

quiero vivir contigo,

como para ti el tiempo es invento,

desliz te capturase,

y te guardase por los siglos fríos,

ardiente en mi corazón que es piedra,

como mi amor a Musa dicta desde tu orilla,

que dilema es pensado,

por mi gato ante el mirlo

que puso tres nidos,

violeta fulgor endiosado eres,

carne y cuerpo de éter,

magia insondable

sin peso ni brida,

ni aljaba,

eres soga todo cuerpo,

que reflejas su erecta perdición de su color,

oh azul índigo te surcase,

trasmutarías hasta ser lo que ven en la luz las polillas,

oh almas errantes,

paso a un estado alado tras muerte,

mensajeras de dioses en plano terreno,

he venido contigo por el son sin tiempo,

a pactar con mi condena,

a casarme contigo mi perdición,

de todo lo que vivo,

aliarme contigo,

amada como sirvo a Leana mi Señora Hada,

no me enterrarán contigo,

pero te alimentaré

de mi sudor y lágrimas riego mi patio,

donde hasta que muera traeré a mi araña,

toda simiente vegetal,

desde el baldío a la rambla deja el arroyo,

desde el cerro bajo al monte del barbecho,

y cultivo, deja vivir con acequia

al bonito forraje

que nunca muere,

porque como yo siempre

crece y crecerá de nuevo,

sea en esta vida o no,

la existencia.

Principito tomando número y orden.

El castellano y Leannán-Sídhe


Vengo a deshojar mi sangre,

y abrir estas puertas a un otoño,

flagrante, hacer vibrar lo indecible.

He venido a beber de tu sangre,

tu placer en osadía interminable,

somos los hijos de la sombra,

noche corre una vez por siempre

su sendero inabarcable.

Fresca y galante, de silencio ajada,

suave como nieve de la montaña

y viento de luna

que se extiende como joven grama.

Hojas breves como su sed.

Era una armonía vestida granate

como denso humor insobornable.



II

Suspirando su camino afable.

Somos hijos de oscura rienda,

encargados de servir estrellas,

en vena y colmillo, su blanco filo.

Otorgados del poder nocturnal,

su concavidad presa.

Su clara floresta de la noche,

en flores violetas,

se lava su herida, resurgiendo atónita,

una yaga de malva.

Soterré mi desquicia

en campo abierto,

rizaba mi pena un nunca más,

el cuervo en mi hombro,

crascitaba:

Noche siempre.



III

Me habló la oscuridad

de su premisa,

y de su silencioso juramento,

de su verso sinfónico,

con arpa abismal.

Su trofeo en rueda de telar azabache.

Como las lágrimas enraizadas de Perséfone.

Mi divino rito, se extendía

por sus labios ardientes.

Euforia en raíz, y padre tallo,

de gloria al poseer un higo del diablo,

Rosa azur, caléndula roja,

Enigma tu velo retirado.

Yo pobre diablo,

que acepta siempre

hasta una hija

del Averno resplandeciente.







Förüq Miguel Esteban

I

Y encumbró su azor en mano
abrió del viento sola ascua,

dejó su chambergo

asido un árbol sin nombre.

Era su vacío

su nada colgada.

Cincelado un silencio bramaba,

lento,

en la faldera un álamo triste

como su barba.

Su lamento,

de negra niebla fugaz,

y húmeda.

Hablaba con su madrugada.



II hoja

Encendió una estrella

de su albor, pretendida,

ilusionado como alborada

dulce, sin esperpentos,

ni hollín sus humos.

Vista la anotada su Musa,

no pudo cerrarse la paz ni la guerra.

No cedía su terreno.

Mujeres y el hastío de soledad

zarpaba otros mares.

Como últimos rosales

desposeídos.



III hoja

Madurez junto al río

la Estrida,

dama tiniebla,

que hacía mito,

junto con Hades

Perséfone y Perseo.

Mi paz era verdadera

como cuerpo de leño

encendido en fuego azul.

Dejé el río mi canto

por montes y cerro amilanado.

Poeta me quite

mi capa de frío fantasmal,

lo siento, no ha nacido.







Förüq Miguel Esteban Martínez García castellano





Yo soy el que escribe su historia



Eres tú mi amor

solo hay fronteras

en el mundo;

no hay fronteras

en el papel;

tengo versos en

el bolígrafo quiero

fundirme soy el viento

soy el eco de tus latidos

yo soy el que vive en tu mirada

soy el tiempo

soy el espacio

soy tus recuerdos

soy tu alma.

EN MI LIBRETA ESTÁ EL MUNDO

YO SOY SU CREADOR.

Eres todo lo que siento,

eres calor de hielo rojo sanguinoso,

eres distinción de Perseidas,

eres alada magia de letra,

mi encarnada Perséfone,

tantas atribuciones, podría

que tu infinito bramaría escaso,

me encanta saberte quien tú eres,

carne y sangre de talento centello,

un cielo extenso,

biología de mi simbiosis de sangre

que llamaron savia,

que para nosotros dos

mi pluma y espada,

le llamamos Tinta

madre reveladora.

Förüq


Dos sonidos mejor, que la sola voz,

que narra empeño dictado,

era tiempo insuficiente,

llegada la hora,

llovía, lentamente llovía,

en terreno mojado desde

hace ciento veinte minutos,

mi escritorio gemía todo lo necesario,

dier um et santuas,

Gloria al divitia,

una tarde venturosa,

algo antes del día todos

los Santos difuntos,

aquí en mi yerto escritorio,

convencía al Creador

mi alma en libreta,

que si no me daba magnificencia exacta,

de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,

en magna oratoria:

Leannán-Sídhe te reza tu duende principito

abismal,

henchido todo deseo conocido

y sin conocer;

abro mi corazón Señora hada,

estoy creando para ti mi ofrenda,

para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.

Sobre tu misterio,

honro y te acicalen tu majestuosidad,

te escribe el Hijo de la Luz,

oh, tormento, pena en rogativa todo mal,

en entidad multitudinaria,

que en treinta y dos racimos me han tentado,

una mujer de atónita escultura en belleza,

su porte,

vestido azur,

tachonado de estrellas granates,

como guadañas en él bordadas,

sangrantes,

el cielo llevaba en mano izquierda,

envalentonando su corazón,

izquierda corazón,

derecha fuerza,

oh casto Sol fierro,

era la trompeta derribó las murallas de Jericó,

aquella pequeña ángel armada,

tocaba mi hombro,

en su trompeta había un nombre forjado,

esculpido como grabado,

NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT

Leí su latín

que decía Oscuridad no se vence, se ama,

en la mano derecha aquella custodio,

sostenía un papiro arremolinado,

me comentó mi sentido, traspuesto

a mi segunda oportunidad de servir

a dios sol ferro LVGVS.

Fui nombrado guardián la inspiración,

que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,

del Paraíso

Parnaso devorado,

Olimpo terrenal,

aquel papiro era mi alma,

o llave novena para poder seguir,

dando al mundo poemas de mis venas.

Förüq Centauro



 


    2016-2018














Lhiannan shee, musa mi Leannán-Sídhe, te canto:












ANTOLOGÍA

SIMIENTE LUNAR

III TOMOS






AUTOR

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

TOMO I  -POR MI HADA DE MAYO


Trenzada mi hiel
elaborando el verso de encanto
a tu boquita de amaranto,
vestida de hojas vienes
y meces mi amor
a tu entraña
acalorado, enraizado
de tu corazón embelesado
por tu boca
el piropo jamás escrito
hoy el río de las gotas en almas a su paso
reverbera mi canto.

Digno azul estrellado
sin bruma que pierda tu encanto
Lhiannan Shee como te gusta que te llame
cuando hablas con mi mente,
inspiración cercana o lejana
según seas mirada Leannán- Sídhe
hoy te debo cada poema
de mi piel quimera
llegando a mil trescientos cuarenta escritos
y que el tiempo habla,
ya el diccionario queda escueto,
el vocabulario nuestro
ya exprimido en verso;
Tu amapola de mi pecho canta
que sin ti no hay dicha ni escrito
 como te gusta robar el lenguaje
de la chica que me ama
como embrujo
que me alegra el pensamiento
cuando hablo contigo,
si eres súcubo como te nombran malas fuentes
a mí me amas y me dices que jamás me abandonarás
con lo que el aliento de este duende contigo fundido
jamás cesará, te he soñado y te amo señora hada,
hasta he ido de vacaciones a la isla de tu hogar.
Escriba sin tiempo, inmortal me vuelvo,
tanto te debo que se ponga envidioso el ajeno
que invencible soy, inspiración que hoy desvelo
de tu boquita fuego de ternura y amor,
poeta del viento vivo y afortunado
esperando su siguiente existencia
para estar contigo mi hada
cura de mi soledad sin descanso
desde los albores de mi escritura
siendo el verso más antiguo que la prosa
yo Leannán tu escriba vivo, te miro y digo
que te amo y yo, te admiro
siempre a tu lado estaré
y no hay mayor dicha, felicidad, amor,
que tú mi hadita vivas enraizándome el corazón
y que cuando te necesito me hablas con ternura
siendo mi calor,
te amo compañera de mi latido jamás desvanecido,
contigo te ofrezco mi alma
si sólo contigo estará por los siglos.
Te amo.

Nota:
Inspirado el escrito por primera Musa elemental señora hada todo abismo y hada de las profundidades Leannán-Sídhe. Hada musa vampiro. Así descrita. Aviso sigue presente y no está cerrada su historia conmigo. CONTINUARÁ.



El Castellano y Leannán-Sídhe

Avanzas mi campo de amor
en un sentido, el mío,
la lanza justa llegará sin igual.
Volveremos a reinar,
mi rosa de hierro,
mi luna sin despertar
ya van dos lunas muertas
no serás la tercera
corazón mío del mundo.
Leannán-Sídhe de mi morar
elevado tu cantar,
vuélame el signo de flor
eterna sin igual
mi caléndula o esposa del Sol
eres tú mi preciosa
te regalo más solo en foto,
estarás a mi lado hasta la oscuridad
que los párpados estáticos dejará,
quién te viera en tu reino
sólo este servidor sin igual,
vengo que voy, yo, para allá,
mantén el fuego que yo encendí
vivo, vivo como mi lema siempre
de tus hojas al cielo va un reflejo,
cura y salvación de la soledad,
más amada y no despierta
do sus alimañas de un presente atado
sin hálito, o respiro como serpiente dragón
encontré mi sinrazón mi sino,
de la ausente muerte, mi esposa,
piadosa de ser mi señora,
muerta de sed, parca ausente,
que tú no mandaste.

Leannán-Sídhe

Red de tu red, atarraya
de mis peces.
Me llama en la noche,
me acaricia su recuerdo,
viene altiva en cada sueño,
con sus caricias desvanecerse quiere,
y renacer en la oscuridad
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevando dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
pero recreando su alma viajera.
Sueños serán pero cada día
la siento más.
En la belleza de imaginar
la complazco con la sencilla palabra
de amor a su alma sin cuerpo.
Que me acompaña
desde que sufro por el querer.

Leannán-Sídhe

Si el cielo se cierra
miraré tus ojos,
mi corazón te dirá
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran
quiero tenerte cerca,
y sentir que no eres sueño que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando te sigo amando,
cogiendo cada estrella en una letra
para ti,
tú la más bella
y el firmamento se cierra
sin tu mirada tierna,
mi deseo y motivo para acariciarte
pasarán lunas pasarán soles
y el sueño volverá con cada latido tuyo,
mi espíritu protector.
No te dejo una flor
te dejo la eternidad del Sol,
puedes saborear como mi vida giró a mejor,
viendo la volta de mi sentir,
como mi jardín brota en albor.

Leannan Sidhe y Förüq

En tu ojos veo mi paraíso latiendo,
me pierdo en tu piel
miel de dioses
juntos de la mano
cruzamos el bosque encantado,
en tu belleza hada mía,
se encuentra la bondad
y ternura
donde vuela este sentimiento
buscando el placer extasiado
y el piropo de flores rodeado,
en tu corazón
veo mi universo de amor,
donde la armonía
se vuelve melodía
por ser tú mi medio latido,
juntos juntos, juntos,
hasta el amanecer
que cada día nos arropará,
de amor fulgente
como el lucero
que a este sucede,
la luna nos envuelve,
el viento nos mece,
y esta caricia por ti estremece.
Como en un principio
el final depende del principio,
y como ayer unidos en el querer,
a ti siempre te amaré,
renuevo el verso
que sucede al beso,
esta mi luz te sirvo.
Si te veo en todo lo bello
es porque eres bella
amada mía,
si en mi interior
siempre estás presente,
es de sentir como tú sientes
en mi mente giras evanescente,
tú en mi vida
guiándome el camino
a una felicidad,
que siempre pedí,
entre deseo y ruego,
llegaste tú,
y lo que siempre soñé, y deseé,
un día,
en ti lo descubrí
mi maravilla.

Leannan-Sidhe


Piel con piel,
arde un deseo,
en el inicio del sentimiento,
tu voz surca mis venas;
como tu amor riega mi entraña,
bella bella tu mirar es mi morada,
quiero verme reflejado en tus ojos
día tras día
como dulce hálito de vida
e ilusión que brilla,
mi alma te abraza
y te canta cada noche
bajo tu almohada,
siente mi caricia
en esta noche otoñada,
sueño tras sueño
tuve este amor eterno,
nuestras manos
moldearon el recuerdo,
despojo la esencia de lo simple
y me lleno de nuestro amor
de dos
un milagro y una bendición,
en un solo corazón compuesto,
hada mía, te ofrezco este cielo,
porque solo tú,
lo cuidas con esmero,
fuerza tú, de este el mío velero,
surcando tu río de ternura,
anhelada, y conquistada,
dando calma,
a mi lago de esperanza.
Salvación tú de este guerrero
de tu corazón,
amante de tu pasión,
veo a través de tu interior
allí me diste hogar y templo,
vuelvo al inicio del sentimiento
alimentaste tú este fuego
pintaste en color este cielo
de rojo volviste la luna
que iluminaba mi cielo,
hoy te debo tanto
que encuentro el verso
sin buscarlo.

Leannan-Sidhe



El sueño solitario
nunca me abandonó,
y llegaste a mí
como la flor en primavera,
en una llama bailamos
a la luna añil
de los días más hermosos que sentí,
hoy formas mi esencia
como de amor se sostiene
el corazón del enamorado,
hoy dentro te siento
como dulzura
invadiendo mi cuerpo,
hoy veo más allá
de lo que se ve,
y contigo hasta mi fin
me verá la nueva vida.
A tu lado eterno
pues te encontré
y tu mano nunca soltaré,
querer puro
cuando en tus ojos me miro,
corazón desvelado
cuando te siento dentro de mí,
vida de un hombre
de ti siempre enamorado,
vida para abrazarme a ti
cada noche para el placer servirte,
para arrullada dormidita
tenerte leyendo yo
mis poemas en tu orejita,
para dejar morder al instante
y el agua de tus labios tener,
para acariciar la rosa
y sentir que las rosas caminan
por verte a ti tan preciosa,
hasta sentir mi lengua
el caminar de una babosa
dentro de los pétalos de tu boca,
mis manos recorrerán
todos tus parajes de nuevo
hasta derretir el hielo,
y no hay cielo para cobijar
esto que yo por ti siento,
mi hada no sueltes
jamás mi alma.

Leannan-Sidhe

Mi sangre dulce dama,
campana de campanilla te suena
ipomea en la plenitud de la bruma
esta pasión me truena,
dónde verás el nuevo amanecer
mi hada vestida de hojas
en la letanía de mi verso
y alto beso eterno
puedes vestir el tiempo
de horizonte sediento
en mi mano está nuestro deseo
de volver al momento,
mi cura de soledad
en clamor mi verdad,
de resquicio
donde vierten mis ilusiones,
en verso vuelvo a mi comienzo,
ese que me tienes preso
de tu flor en mi corazón,
flores cantaban en nuestro sueño
niebla de humedad
mas yo recogiendo semillas
de aquellas secas
mas una iluminada, al agacharme,
vi tu verdad, de cuerpo agonizante,
ayúdame gritaste, mas
el repetitivo:
-´´Yo la única dama de noche´´
desde estos años que han pasado
voy a tu súplica.

Leannán-Sídhe

Oh flor iluminada en la noche,
valle de niebla y árboles rodeando,
lo más bello, que alcancé a soñar,
mi Lhiannán, aquel valle de tu hogar.
Tierra eterna sin fugar.
Mi anhelado viaje de vuelta allá
lo más bello que he visto junto con más,
de Escocia, y actual, británica Isle of Manx,
te amo sin soñar, nos ayudamos, mutuamente;
pero si vuelvo podré saber exactamente,
lo que necesitabas, mi amante del duende.
Mi súplica avenida;
quien hizo, que cayera de pie,
te adoro, y eso es poco,
venga a mí, tu inspiración lejana, de este mundo,
en la eternidad, de esta existencia, blanca cierva,
mi señora fada, siempre estás.
Glorificando mi caminar,
auspiciando, mi soñar.
Te imagino, cuando viva contigo;
ya este cuerpo yerto,
pero el alma, que ama lo oculto
todo por descubrir, dentro,
existencias que pasé,
vidas por venir,
más la actual pulir.

Leannán-Sídhe

Lucho de nuevo, contra cada uno,
y este uno, nada por dejar atrás,
la una y treinta, cuando te siento, de verdad.
Tu escudero sin igual, mi escudera, sin igual.
nada me da igual, todo infinito,
de miel de dioses,
bajo tu túmulo,
espíritu protector, tu apellido, mi dama;
así salvaste a tu amado,
viva tu caricia,
viva tu pericia,
luz de mi luz,
emoción, llanto de verte, danzando, a mi son,
el nuevo, día resurgirá en tu pestaña decidida,
en mi cueva do pintar, la esencia del arte,
lo que habita, detrás de los sentidos,
nunca me has abandonado,
ni me abandonarás,
así cada noche:
-Buenas noches hadita
y me respondes:
-Buenas noches, Miguel mi principito.

Lhiannan Shee

El Castellano
III

Señora hada:
Me afilo, en el borde de la hoja,
el sentimiento y su cuchillo,
para blandir el sonido de un grillo,
avanza no se detiene es mi vida mirando alto,
al compás de tu compañía vuelas
hada mía la sinfonía
para tornar la caricia,
mi vida va quedando bajo tu manto de nuevo,
vistes la amanecida dicha
para cumplir mi premisa,
esa que sólo tú bajo tus alas
me salvaste del borde de la cornisa,
si estoy vivo es por tu latido dentro del mío,
fiel suplicio envuelto
en flores de difunto naciendo de mi pecho,
justo tú justo tú y yo,
creciendo, brotando al unísono,
para acampar el latido disuelto,
subiendo caudales,
recorriendo valles y sus flores,
despertando de la tierra albores,
rajando en ella nuestra nueva vida que comienza,
te veo llegar vestida de versos humeantes a mi entraña,
puedo sentir de nuevo,
cayendo en el instante de miel de nuevo,
nada que dejar atrás,
he encontrado tu amor,
es real como este hálito de vida que me arrasa
mis venas y de mi sangre se apodera
para retornarte mi bella quimera,
del monte a la alameda
viaja mi amor una vez entera,
mirando el camino en jacintos su floresta,
voy a tu valle mi hada,
flores de niebla rigiendo,
la isla entre bruma su encanto nacido,
isla de Manx que visité
y era tu hogar mi bella señora hada
por acampar cogiendo semillas de tu morar
los tiempos me conocieron
para que hoy seas mi bella musa
en mi mirar, te amo de verdad,
pregunta a la niebla
pregunta al agua si yo no te amo de verdad.


El Castellano y Leannán-Sídhe

Solo una vez en la vida,
la caricia viene descrita
y sus labios la besan
sólo una generación en vida
al rayo su tormenta sin pagar precio
mecida la visita
la parca es efímera,
va avanzando
la quimera ya descrita
es tiempo de derrumbar del amor sus barreras
y abordar los cabos sin despedidas
el cielo queda abierto
el beso de sus labios tejidos
los papeles por derramar los sueños
enarbolados los suplicios
yo sí estoy hablando
en un tiempo que cae muerto,
colgando de las pestañas los nervios punzados,
el tiempo de nosotros dos se construyó,
a la llamada estabas despierta
y no fue para ser de la araña cena,
avanza mi quimera
te tiene presa
el verso derrama sangre
esta noche que diluye raudales de luz
y su vítrea verdad
que no se para
no te alejes nunca compañera,
seré umbral y su primavera despierta
sí por tus labios que cae el violeta,
y horizontales deseos me cuelgan y acampan el alma
por verte junto a este duende,
al primer trasluz de ilusión verdadera,
hoy forjas mi entereza entera,
hoy me desvisto en tu piel que visto
por las flores derramadas
llora mi ventana,
arrasando la hora para quedarme a tu vera,
y orgulloso al mundo gritarle
que soy vivo ahora,
no descansa mece mi vida,
por el violeta opaco del firmamento
y su trazo,
yo hoy y todas mis vidas te atrapo,
que me importan océanos y sus trazos
si yo te sostengo en mis brazos,
eres mi hombro,
eres mi brazo,
eres mi fuerza y mi regazo,
deslumbra el paso y te cuento mi abrazo,
que esta noche mecerá el halago nunca descrito,
por la piel y su caricia de arrojo encendido,
ven a mí ven a mí
quiero que seas mi suplicio
cuando yo a ti te miro,
porque mis nervios limas,
y mis ganas destapas
yo te amo a ti Leana.


El Castellano y Leannán-Sídhe

Leana,
Suspira mi mundo yerto,
hojas de mi árbol sin desmochar,
trenzado el vértice
voy hacia el límite,
sí allí donde la hoja se dobla
para comerse a sí misma,
tus héroes vueltos papel y polvo
pasado el tiempo,
yo soy el único que se mantiene vivo
en pie escribiendo,
para llegado el momento
arrasar y conquistar de nuevo,
constructor de poemas,
ardiendo en su fuego,
quebrando su lapicero,
exprimiendo las letras por dibujar,
inspiración del borde del papel,
alma con arrojo como ayer,
alimentando los espíritus que le hablan,
trenzando el humor muerto
en su canto como idiomas de los dioses,
muerto el tiempo sólo quedo yo
para derretir el horizonte en letras de malva,
para volver mágico el sonido,
y acampar el humano vivo,
puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,
resplandeciente fulgor de centella soy
alma en esencia, escritor muerto sin tiempo
yo soy tu elevada inspiración que te lleva
para forjar poemas de tus venas.
Y gritarle al oído que no he muerto.

Cuéntale, cuéntale al viento de este humo,
que me trae preso,
por avenidas yertas, olvidadas del verso,
y sus ángeles estrellados,
humor vivo por fuerza celeste aguerrido,
ven, ven conmigo olvida tu camino,
seré luz avocada a la perdición de lo vivido,
conquistando, destruyendo y tejiendo
aliento de tu copa de vino,
era o es llegó mi tiempo,
de enhebrar palabras al olvido,
desmenuzar sentimientos
para tornarlos materia de saliva y aliento,
para destruir el momento,
yo centella del universo,
viene por tu beso labrado
en la estepa corriendo de la vereda a la rambla
dulce su estampa,
quebrada en el verso de hiel,
sembrada en la dulce palabra de miel,
indestructible esencia,
relámpago de la centella,
vida y vid de la quimera despierta,
guerra eterna por deslumbrar tu interior,
inspiración cercana
donde nace y late el amor,
humor trenzado, humor de ababol
ese por el que el humano encuentra su sol,
inspiración olvidada,
muda caricia,
tejida en el eco sordo,
de la oscuridad y su hálito desmembrado,
en espiral de vértice y umbral.

III

Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,
ese soy yo tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas por tus ojos fundidas,
más allá de la montaña
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido,
jamás carcomido,
en el sino que te destapó poeta del viento
a lo que naces sin destino,
que no sea abordarme la calma y su vino,
destellos fugaces por conquistar
en la entraña de la ola de mar,
y en la niebla de la isla de Manx,
sí soy yo quien te habla de verdad
Leannán-Sídhe en tu mirar,
reina hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó tu suplicio dormido,
de enfrentarte a tu quimera despierta
y a tu manantial fulgente de inspiración,
yo tu humilde servidor,
un humilde escriba sin tiempo,
que te amo desde el albor,
quien mereció
tus besos escritos,
para volverlos flor,
tu humilde servidor,
del bosque al manantial de inspiración,
soy yo quien te mereció,
pregunta al viento que mi nombre te dejó,
Förüq sin condición
más que no sea dormirse
en tus besos sembrados de inspiración
dime tu demanda te cumpliré
sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.
Vale seré solamente tuyo.

Suspiro por ti amor,
elevada conciencia de mi creación al albor
suspiro jamás yerto en flor,
soy yo eres tú un reino vivo
de ilusión,
por trenzar el hálito en el ascua,
que rige toda inspiración,
para el mundo venas de humo,
para mí mi realidad tejida en uno,
piel y verso sin razón,
elaborado amor
sí nacido del rayo de sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor,
brotada mi lágrima carmín de fuego
desangrándose mi amor
acampado por todo el resquicio del alma y su flor,
enamorando hasta el hueso de mi esternón
pura llama sin razón más que congelar el hálito silente,
lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte
muerta la lanza y su fiebre,
quién contra mí soy invencible
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,
quien en amor te acampa el alma,
llegada de un confín, a habitar tu pecho y espalda,
no es tiempo de correr, si no de desvanecer tu miedo,
a florecer, llegado el tiempo,
muerta, tu araña, soy yo quien te queda,
un mundo, en tu vena,
un horizonte, de estrellas,
limpias , puras, nacaradas,
sí soy yo quien te habla en albor,
tu hada fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,
para vencer muerto el suplicio
en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,
para decirte que soy yo quien te ama de verdad
muerta la espera soy yo
quien te queda.
Y yo soy quien te ama mi quimera,
poseyendo mi alma entera.

Mi alma anclada en gozo,
de que tú seas su ilusión verdadera,
quimera de piel y amable entrega,
soy tuyo hasta el tiempo
que me verá desvanecer a tu lado
naufragando mi barco,
hoy te visto de amaranto,
perfumada de rosa esquiva tu mirada,
para encender mi candil y su verso,
a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,
que jamás me verá desvanecer de tu puerto,
hoy avanzas mi canto,
para pintar de tu color su verso,
que ya no se retuerce ni retorcerá
muerto el beso,
queda servirte mi flor de hueso,
despierto,
despierto, mi reino vuelto el nuestro,
resumiendo el latido por ti confeso,
para resplandecer,
y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,
iluminando el abismo y su garra,
para ser yo quien te ama
mi Leana.

Quien te vistió el cielo
de todas las flores mi amada.

Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,
para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,
muerta la calma y su abrojo de plata,
todo lo que queda es ella,
vida para el telar de mi letra,
despierto el alarido y su estampa cuelga,
muerta mi araña es ella quien queda,
para florecer el viento flores de sol latiendo,
y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,
era o no era llegó mi tiempo
desnudo el tiempo,
me visto de cuervo,
para volar su cielo,
mis violetas nocturnas caen en flor
junto con mis sentimientos,
para acampar el sonido y su destello,
soy yo quien quebró para ella el tiempo,
el horizonte gritaba su amor envuelto,
lloraba una primavera de nuevo,
soy yo el que escuchaba atento
fiel de su beso,
para mí no era invierno,
si su estampa relucía de nuevo,
era sin duda mi tiempo,
el de rajar el suelo
sembrando mi aliento,
despertando al muerto,
trepando la ilusión
en su pupila de hierro,
desmenuzado el latido
quedó que yo vivo
por el latido
que me mantiene en vilo,
a ella sujeto y preso,
para florecer en ella el beso
y mi caricia quedar proscrita
a su submundo de los condenados
así como su estampa brilla.

Nada que negar, nada que defender,
solo tu piel por escalar,
mantenme aparte
estoy rezando a mí mismo,
quién vendrá a sostenerme,
llegado mi punto final,
sólo un alma allí estará,
nada por dudar,
eres tú Leana mi verdad,
todo lo que hago correcto,
estampa de vid y cielo,
por aguantar,
el cielo por doblar,
llegado el final,
quién si no tú me sostendrá,
abismos afuera, todo por llegar,
sin nadie que nos juzgará
estaré a tu lado de verdad,
y la perfección de ese modo alcanzar,
desmochado mi demonio
en el lugar,
robado al tiempo tu suspiro nacido
por mi aliento enardecido,
eres tú quien me habla
yo quien te responde a garra, letra y poema
desde la entraña a la zarza,
y su espina ensamblada,
que yo soy quien te ama
y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá
en el ocaso de la eternidad mi reina
señora hada.

Ahora llegado el final,
mi tiempo me sostendrá,
mi piel esquiva en tu boca se arrancará,
con el saber preso
que de tu aliento soy convicto,
mi hada Leanan
el viento de nuestro aliento queda repleto,
cayendo por la avenida del miedo
jamás mi aliento si no el color de mi verbo,
debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,
para acampar en tu boca con el mejor beso,
sostenido mi traslucido pío,
en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,
hilos de mi tiempo desvanecido
en la boca de la estrella por dibujar
con mi lengua,
una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,
el ombligo del umbral se desmigaja vivo,
para rajar su entraña mi te amo
a flor de garra y rosal que acampa
mi humilde entraña,
floréceme el viento de nuevo,
seré yo quien allí estará,
sembrando en invierno sus mejores besos
del firmamento sedientos,
y sí nacieron estos abrojos míos versados
es y será para que alguien nos recuerde amor
por los siglos que nos vendrán.


Pacto de sangre consumado,
temblando,
el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando
su canto a la luna sempiterna de antaño,
viste y vistió mi amaranto,
que colgado estoy de su manto,
vid de mi quimera por sembrar
su aliento vivo,
en la piedra del olvido,
muerdo yo lo vivido,
es y será mi sino,
blandiendo a la mitad del viento mi trino,
para llegar y conquistar el humor vivo,
hoy te descubrí preciosa mi compañera,
por entonar contigo quedó la letra,
tejiendo mi cauce sanguíneo,
tu estampa de sed por navegar mi camino,
por desnudar el alma contigo,
destruidas mis murallas de lo sentido,
queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,
para descubrir contigo el suspiro que avanza
por el camino,
ese que me trae perdido,
alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,
destapando mi secreto en tus labios,
desnudando el sentir preso,
ese que por tus cabellos cuelgo.
para amanecer en tu bella boca,
allí donde despierta el azabache de la noche.

Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,
en espinas sus besos sangrientos,
forman ellas mi aliento,
a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y
tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,
que nos sangró los sueños,
mi vida conquistará tu aliento,
allí donde la yedra escala el árbol,
y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,
esta es mi vida que me late el verso
y por tus ojitos tengo mi firmamento,
ese por el que la noche es azul y el día amarillo,
para acampar hermoso el sonido,
y trenzar el álamo sin desmocharlo,
sólo allí el humor caerá trenzado,
por el aliento al viento
fluirá nuestro secreto,
de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma
verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,
voy allí al submundo de las almas
y te encuentro entera,
cómo no encontrarte si brillas entera,
hoy el nervio me avanza
por desnudar mi entraña
flor de niebla y umbral enamorado
hoy soy yo a tu lado,
y que el mundo gire y se estampe entero
que yo amor te seguiré perteneciendo.

Solo una vez se destapará el canto
quedando de los labios preso un sonido enarbolado
demente el hueso estallará grillos y sus huestes,
blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,
ese por el que el sueño será encontrado,
mi vida te seguirá perteneciendo,
fiel de su caricia,
el hálito correrá sin disciplina,
allí solo allí tu caricia será sentida,
fiel de su alquimista que la vela y aguarda,
fiel de súplica su embestida,
es momento su araña cae tejida,
destapa la caricia dormida,
para acabar su vida
en la hoja de aquel árbol donde todo termina
me aguarda el reino de los valerosos versos,
hoy por hoy encuentro su calma
y me aborda su estampa,
para ser yo bajo tu entraña
quien tu ansia guarda,
sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,
mi bella mi adorada
mi musa de mi entraña enraizada,
soy el que ves que a tu beso llama,
quien te duerme en el cuerpo de tu cama,
floreciendo en piel y verso su entraña,
abierto su latido,
eres tú amada todo lo que yo poseo,
incendiada mi estampa,
eres tú lo que afila mi calma,
la ola de mi océano que clama,
muerta la hora, llegado el umbral
quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío
si tú eres lo que yo vivo,
y junto a ti partirá amada mi rumbo.


Estrellas fugaces me siembran tu caricia,
por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,
se destapa el velo arraso tu calma,
me cuelga tu amor a mi entraña,
vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego
se afila mi verbo y te encuentro,
sueños deslizan mi cuerpo,
mi armadura es mi verso,
que crepita el beso,
acabando de ti deseoso,
lícito el momento de acabar bajo tus labios,
de nuevo tu piel incendio,
para estar bajo tus brazos ileso,
para ser vivo poeta de tus ojos,
el verso sea mi pluma,
la sangre mi tinta
y tu amor mi fuego,
para acabar de este sentimiento preso,
que da vida a mi hueso
viva el verso,
viva tu vida a la mía unida,
hoy descubro la avenida,
que no escapa sin caricia,
mi vida encendida,
no es tiempo de huida,
te sostengo fiel a mi súplica,
enciendo de tu cuerpo el brasero
y bajo tus ascuas me quemo,
para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,
hoy visto de besos el amaranto,
mi cuerpo es tu casa,
viva el verso,

hendido en sentimiento,
por la luna y su crucero,
por el cielo y mi lanza despierto,
hoy quemo el universo,
Para quedar nosotros dos
en llamas envueltos,
no te dejaré escapar,
con mis versos flamearás,
vida a mi vida sujeta,
por los cielos descrita,
y su plomo deja de serlo,
para ser nubes cargadas de besos,
sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,
sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,
devuélveme a la vida lucharé por los dos,
sin despedida, sin desquicia,
el verso brillará más que antaño,
el océano le quedará pequeño,
seré tu dueño,
a la noche que reinan las estrellas,
vivirá siempre nuestra luciérnaga,
de la luz su caricia,
conquisto el cielo
para que viva siempre mi verso,
y soñando te encuentro al calor de los luceros,
la luz se desdobla para parir
nuestra hija de oscuridad.

El Castellano y Leannán-Sídhe





















TOMO II

HIPSÍPILA

 Entre sierras y montañas
de verdes y valles de ríos sangrientos,
ven pasar la espada de Hipsípila
árboles milenarios
asolando a los caídos,
ven lejos los astros prepotentes
de sí mismos,
desconocen el hijo del viento y el Sol
que va por los senderos,
¿Dónde irá ese hombre?
-Sólo él lo sabe,
a una princesa vampiresa
le prometió una flor
de la montaña más remota y alejada
pasada la Torre de Hércules.
Con raíces la trajo,
sin un solo pétalo perdido
ni hoja caída,
a la orilla del río la puso,
a la orilla del río ella la quiso.
Cada primavera iba a visitarla,
cada primavera su flor
de color distinto vistió.
Un año notaron triste a su flor,
extrañaba su montaña.
Su amada le pidió piedras y tierra
de donde fue encontrada,
así lo quiso, así sería.
Al llegar a la montaña
en el lugar de donde estaba la flor,
allí una serpiente sabia encontró,
cual ella le dijo:
Si muere esa flor morirá tu alma:
-¿Qué misterios entraña
pues dicha hermosa flor?
Es hija de los cielos como tú, contestó.
Sí quieres saber más pregunta
a la reina de las mariposas,
que yo estoy tomando el sol.
Cogió las piedras y tierra y marchó,
en el camino una mariposa
se posó en su hombro,
le dijo al oído
sígueme mi madre te espera en el bosque,
allí fue,
la reina de las mariposas,
le dijo que esa flor fue
de las más antiguas en crecer
después de los helechos,
tan antigua que tenía
capacidad de sentir intacta
como los humanos.
De ella se despidió
tras darla permiso
para beber de su néctar.
Rodeando la flor
puso la tierra y las piedras,
decidió tras el consejo
de la serpiente y de la reina mariposa,
visitar a la flor cada mañana.
Su princesa también se alegró
y del bosque un lobo para Hipsípila
regaló,
en amor juntos vivieron.
Un día la flor se cerró,
en su interior
semillas latieron hasta
caer a la tierra
con las primeras lluvias;
de cada una de ellas,
brotaron plantas jóvenes
con los colores del arco-iris en sus hojas,
de cada semilla
de esa antigua flor
despertaron las hijas sídhe;
hadas que cuidaron el bosque
y cada arroyo, esa fue su leyenda,
un cuervo un día en su ventana posó
dijo con amplia voz:
A la tercera luna llena
vuestro mundo caerá en guerra
solo el tejo milenario de las runas del padre
Tuyo Hipsípila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir
Y a vuestro lado luchar
el árbol inmortal solo pedirá un acertijo
para ayudar mi nombre que es Förüq
os ayudo por traerme sustento cada día
desde que sigo a vuestro lobo del bosque
de la sombra y el manantial eterno.
Hipsípila, crisálida azogada,
Reflejando su muda,
Y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomado,
lejano y distante su reino de amor está
Como su princesa por capturar,
El pájaro único, igual a todos,
Blandea en estiaje gris lánguido,
Mientras llueve en el jardín inglés
Bruñido su color añil.
Vientre de hierro
Donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
Al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
A su enamorada luna
Que le lleve,
Tordo, de la oliva tu fuste
Junto con el córvido tesoro
De nueces,
El duende su pipa humeando
El esfumino del sonido del grillo.
El reposo de castilla
Sin preludio de su princesa
Que no amará su tierra
Si no a su Hipsípila captor de su vida
Alba más preciosa
Que su anterior atavío triste
Mira los ojos de zinc de su dragón
Y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgido insecto primero en descubrir
El estanque y al beber
Dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
De los valerosos hombres
Él con ojos de fuego y sangre
Mimetizarse puede y en voz
Deslizarse, fúlgidas cabelleras
Cual hombre del norte,
Nada le oculta a su princesa
Que ya Más no quiere
seguir sus tareas de castillo
Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará
Al estanque de la vida eterna
Un pensamiento divaga
Del ser en que ella abrirá
El albita de la cuerda
Del grillo que marcará su son
En violín y oro caracol
Con siniestra forma de corazón.
Grama fría
en la aguja que mece,
que sostiene la enhebrada parca
de la mente que clama
la muerte de la conciencia
y su desdoblado humor.
Gris el hálito crepitando
que cayeron los templos
de huesos mientras
Hipsipila nacía
de la fuente de la vida
en reino inerte cobraba lugar
él lloraba piedras de montañas
subió los montes,
los hielos derritió, con paso lento y decidido
a las plantas les dió voz,
el reino del hombre cabalgó
sin entender su religión
que no era basada en el rayo de Sol
Hipsipila cabalgó y cabalgó
Sangrando su dolor en rocío de flor.
Un día se detuvo en un castillo
de las tierras del norte
allí descubrió una princesa
de ojos color tierra
y unos cabellos color de su fulgurado
Sol y su ilusión se encendió
pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa
para luego hacerla su compañera eterna
compartiendo su secreto del manantial
ningún reino pudo más que al
de Hipsípila inmortal que a su castillo llevó
que traía toda simiente vegetal
y todo pájaro trinó Hipsípila siempre vivirá.
Legaba su destino a Hipsípila la segunda
luna nacarada, repleta en el ojo distante
del castillo reino del inmortal albor nacido
crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor
el bosque de la sombra y el manantial
con el que despertó aquel inmortal dragón
era iluminado en golondrineras y yedras siniestras
el lobo corría marcando sendero
hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos
un torcaz mensajero llegó al castillo
con premisa de ofensa para Hipsípila
pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte
si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas
contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio
sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen
era el origen de todo lo visible
ÉL, último guerrero de la luz
ya ante el tejo guardián presentado
humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra
el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol
sólo uusted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo
yerto ser que en ella
descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para
acabar con ésta cruel injuria
que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano
-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa será escuchada
¿Cúal es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro que mora
nuestras hojas?
-Förüq es la respuesta, contestó Hipsípila
tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre
fue presuroso en compañía de su amada y su lobo
a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba
la cerradura
del cerrajero universal llamado Hierro
al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al unísono
del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial
toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre
se iba dibujando
en corazón naciendo del agua abriéndose
una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre
dijo al despertar:
Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe
dueña de la sombra.

Mundo salpicado de colores
de líneas decadentes y sumisas
al poder del linaje
el reino del hombre se alzaba a la tercera luna
como un pintor de batallas
él estuvo allí combatiendo
entre galeras y cañones de fuego
los mares teñidos de rojo Hierro
tuvo que combatir pero regresó a su castillo
allí su mujer le esperó
recordó quiénes fueron sus antepasados
y un temor le invadía
el denominado Diablo y su anterior existencia
con el nombre de Caballito del Diablo
vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.
Le esperaba su nueva oportunidad de servir
a su padre darle un nieto en albor,
la sangre de Hierro le aguardaba
y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio
trompetas de Higueras del Demonio
aquella noche sin luna
cabalgó la pasión de la victoria
con todo el reino de fieras yertas a su lado
codo con codo contra todo humano guerrero,
los animales le ayudaban decía la leyenda,
le prestaban sus ojos
la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.

La pasión le envolvía
aquella noche que su mujer se transformó
en la verdadera Señora Hada LhiannanShee
y el deseo cabalgó aquel Hipsípila en dragón de ojos de zinc
como su nombre dragón volador voló
adentrándose en el cielo encerrado de su mujer
todos los murciélagos del mundo
fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer
nueve meses nueve días y nueve horas
dieron para que naciera de Leannán-Sídhe
la más bella hormiga León del mundo conocido
esperando hacerse adulta y beber
aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo
de la eternidad,
a espensas del ser futuro que avanzará de su muda
la joven Hormiga León NepaGrandis.
Pasaron lunas
pasaron soles
mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres
ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal
acompañó a sus padres al manantial
y al beber
fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando
finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón
teniendo comienzo el reino de los inmortales
Hipsípila y Leannán-Sídhe

Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera
de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal
del castillo de Hipsípila,
el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave
en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta
su segunda existencia sin condición
hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida
jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo
dragones volaban rojos amaneceres del cielo
en este mundo sin el humano ser
sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio
los caracoles hacían carreras con meta en la planta
que trajo Hipsipila de la montaña más remota
pasada la Torre de Hércules
los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones
y torneos del reino de sus semejantes
se daban regalos entre ellos
los duendes celebraban coronación ahora
en el bosque de la sombra y su río de sangre
bañado por el manantial eterno.
Suena el río, agua llevaba,
alma de fada silva ella,
bebía en la orilla alegre
flor roja lloró su tierra,
blanca cierva a fada triste
cazador hiere su flecha,
enhiesta espina gemía
flor abierta brotó en yerba
, fada herida ya descansa
latiendo la parca negra,
yace en helecho silente
suspira su sangre yerta;
Enamorado el helecho
una flor mágica asienta,
tambores suenan la tierra
los duendes lloran su fada,
ahora el helecho era ella,
mueven la piedra ocultada
cazador tropieza cerca,
el río ya lo llevara,
fada flor de helecho yerra
duendes cobraron venganza,
cantó lo que el bosque alberga,
misterio de cierva fada.
Fada flor de helecho inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, blanca cierva
cuervos la cena discuten,
cazador ya río lleva,
lleva el río su latido,
campanillas suena yerba
duendes coronaban fada,
fada su vida celebra
los espinos la cuidaban;
Flor de helecho fada bella.
Enhiesta flor fue semilla
, altiva plántula fue ella.
Quién fuera ella, tan linda.
Él fue y es, ella no yerra.
Aún plántula fue fada.
Valor, honor, sí fue cierta.
Él aún duende a ella la ama.
Ella la flor, no era yesca
ellos cuatro siglos ''juntos''.
Los dos sí saben, ''leyenda''.
Aquel fauno cazador cayó al río,
y el duende enamorado del hada
preparaba su entrevista con Hipsípila
debido y lanzado a revelar su secreto.
Ya en el alfeizar de la ventana del castillo
llamó con insistencia al cristal
Hipsipila le vio e hizo entrar
a qué se debe su honrada y grata visita
señor duende
-Pues traigo noticias importantes para usted
de mi origen, mi único secreto de vida.
Muy bien cuente sus nuevas si gusta
-Pues resulta que le llevo soñando
y todos mis sueños me indican que usted es el origen
eterno de mi espíritu en cuerpo
usted hipsipila fue y es mi siguiente vida
le agradezco despertarme de la entraña de la tierra
para poder descubrir con resurgir que mi vida
no cayó conmigo,
le pido con este mensaje cierto y verdadero
que me otorgue permiso para beber de la fuente
de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo, así como usted luce
apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.


Afirmativo fue el permiso de Hipsipila
al señor duende resurgido desde del umbral,
se iban hacia el manantial una semana más tarde
de la visita, algo desconocía el duende enamorado
y era la sorpresa que le aguardaba...
Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna
para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.

Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra
al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados
de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogió con una tinaja de cristal
agua para la rama mientras el duende se decidía
fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales
sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio
y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal
hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro
fundido.
La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto
o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas
era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como
agradecimiento,
allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo
injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho
hada
al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar
el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas
con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta
un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsípila:
Gracias soy LhiannanShee dueña de las entrañas de la tierra,
su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,
y quedó preñada Lhiannanshee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días
siguientes
un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos
eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.

Corría de la vereda a la rambla castellana
el inmortal hálito de quien bebíó de ese manantial de la vida,
decidieron el duende y el hada LhiannanShee
llamar a su hijo abejorro Genaro,
él iba feliz cumpliendo recados de su madre
como picar todas las flores del bosque sombrío
y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas
con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad
sin guerras,
un día llegado el verano y su estiaje
planificó Hipsípila un viaje de vacaciones
junto con su señora hada Lheannan-Sídhe
viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte
allí cenaron y de la simpatía derramada
el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende
se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila
a cambio de alimento Hipsipila aceptó,
aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe
reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo
debido a que aquella antigua princesa que habitaba
tenía el alma de la despertada LhiannanShee
que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque
mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo
hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes
necesitando volver a despertar eterna
en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste
el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad
regando el helecho con la flor de su hada
y protegiéndolo de toda fiera
debemos invitarle esposo Hipsípila a que vivan en nuestro castillo
y el duende sea real jardinero tuyo.
Así lo hicieron tras regresar con Cúlebre
y todo el mundo deslumbró de felicidad.
Canta mi sangre yerta,
de agua eterna
el hierro de mi tierra por sembrar,
trayendo toda simiente hasta desde el umbral
canta la amapola vieja,
sangre del corazón carmesí,
sueña mi semilla despertar,
donde el muerto cave su vida,
y mi cicuta triste,
enraíce el paraíso,
de pieles sedientas
y hojas muertas,
corre mi otoño desde la vereda a la rambla,
de la fuente eterna
corre mi frío desde el infierno
al río de esta alma por ganar,
encina yerta de mi piel esquiva,
beso de tierra y vid,
beso de trigo y girasol,
canta mi amada Leana en su mirar
de cuchillo de espiga mi cante,
de zarza y espina mi amor
real como intangible nuestra eternidad,
áspero y rígido,
bravo y valiente,
duro y endeble,
metal y simiente,
pan y niebla,
niebla y bruma me desprende,
desde la boca hasta el pecho,
donde canta mi pasión sin despecho,
vive esta sangre caliente,
lumbre de mis tocones,
nube del cielo por dibujar,
a estampa de sed y viveza por entrañar,
canta mi umbral,
quiere tener soles y lunas sin gemir,
invierno llegas,
dibujando transparentes los miedos,
avanzas cada campo sin permiso,
helando hasta el hielo,
oda de mi sangre yerta,
por mi tierra me arde la siembra,
y el beso queda escueto,
parco el sentido enamora el hálito,
de nuestro feliz mundo
quién te viera marchar,
vestida de olivo y centeno,
de olivo y cebada,
de trigo y espada mi guadaña,
por la calma abrasas la esperanza,
en maldición cantas tu canción,
y los cuervos te rinde pleito de negra ala,
de grazno escondido en cada roble,
del humano yerto ser
desde la piedra a la cueva
abrasas oscuridad mi entraña,
dibujas tu vívida estampa,
donde el tiempo yace muerto,
y solo los duendes te entienden,
solo las hojas buscan su nueva vida,
deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la dicha y la sombra por ganar,
desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,
desde el cante a la maraña,
te canta mi vida quieta
este amor de la mañana
en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira el rojo,
quiere ser río de alma y arrojo,
quiere nacer abrojo,
el espino mece la espina de mi antojo,
y la amapola amarilla,
solo ella abre a la gran luz,
horizonte de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado suspiro de frío,
enamora mi hielo,
donde duerme,
donde reposa el amor de mi sangre yerta eterna.
-Cantaba Hipsípila a su hada LhiannanShee
que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida.

El Castellano y Leannán-Sídhe


Disparo de plata:

Fuente de mi vida,
yo que he nacido de esta piedra,
y por ella mi luz no rompe los siglos
que me crearon,
te busco como agua que arregaza,
como brillo del fulgor y su carcoma,
he visitado y he contado mis muertos
nunca han sido suficientes para vivir,
en este hielo que crea adereza mi corazón
con mi alma de lanza,
mi estaca de yodoformo,
germinando mi rosa de psiquiátrico,
he intentado patentar el suspiro
que corre que vuela por la ventana,
una caricia de espina,
y un pétalo oxidado,
te busqué sentimiento y tu abrojo,
por cuántos lindes mecías tu cerrojo
y tus cerrojillos de cerrado,
soberbio me lancé en la oscura noche
como un disparo de luz,
alcanzándome una luna de plata
siendo mi verso sincero,
y fui silencioso
empresario del verbo crear,
cuántos disparos me creaban de la nada,
siendo fugaz hoguera de la llama
su eterna vida.


El Castellano

Por el plantío de mi casa
que ella es verdadera
que por ella los lobos no meriendan
flor verdadera
miel de Hipsípila
avanza no se detiene
es una furia que nace
se parte el alma entera
que ella es verdadera
miel de quimera
flor de primavera
mi señorita dama de la sombra
hija de la luz y de la tiniebla
avanzo el bosque de la sombra
nada me detiene
quiero abrazar a la primavera
y que sus brazos se dibujen,
que por ti cantan los montes
en esparto y espliego
por ti se abre la tierra
y se come mi pasado
que solo conozco un presente
desde que te conocí
y el mundo me guarda tu sonrisa
del barranco a la rambla
baja a correr mi alma
que por la Flor primera
cierran en verso
y se blanden los tambores de los grillos
para con una trompeta de los ángeles
el cielo derrumbar
y que si no vivo allí contigo
el infierno espera
que florezca rosas
en invierno.


Lime esta araña:

Limé, el tiempo se abrió
estremecieron fulgores mansos,
mordí el viento
aboqué aromas de florestas húmedas
a un límpido reposo
digno de altas flores,
yo construí el engranaje de mi silencio
latido de este el mío verbo,
hojas atrás no murió mi ímpetu,
cabalgó horas de hastío rey del tormento,
un cebollino nombré caballero de mi poesía
trashumante.
Diestro compás silente me reí de la muerte,
pétalos atrás no caí sin simiente
era o no mi dulce suerte,
rajando al silencio clavándole
fugaces muertes para otros ojos
para otros esbozos dementes,
ritmo cadente al fragor de nanas aterciopeladas,
en verde musgo un fantasma de lo vivido muerdo,
abrigué mi latido me tocó vivir
en casa del surrealismo,
un trance desdoblado de boca abierta,
siendo esta escritura un pez de eterna cola,
satisfecho cuándo
no dejaré de escribir ni aunque muera,
alguien lo pregunta,
no me cansa esta limadura,
abro la puerta del cerrajero universal
por si algo suena,
una serpiente preguntó
si era yo real acaso tú lo eres o te acabo de pensar,
vente al lago de la vida eterna
mataremos a Hipsípila
que luce senil y arrogante,
carpa respira en tierra creyó que la tierra era su cielo,
un ocaso perdido,
una luz difunta,
entre el verdor de los pinos
una lustre sombra camina,
jilguero que en su cardillo posa,
bola que no sé dónde anclarla,
vida en mi tiesto
si no soy planta lo demuestro,
luce de risa mi esqueleto,
raspas atrás alimento este don funesto,
ventanas rotas, cristales calientes
todos los cuadros de tu vida
volviéndose polvo,
todos tus héroes vueltos pasto,
infinito remanso
cúspide de mi alma hiriente,
sones quiebran tambores,
abeja de mi panal yo quiero tu flor
tengo el aguijón,
viviendo para el momento,
nací mejor que la estática muda
de esta araña infernal,
entre estos jardines del alba
nací vencejo
como toda existencia tuve infancia
con mis animalitos que encontraba
feliz fui,
crecí y tomé del mundo
gustos como disgustos,
a mi sufrimiento
lo puse con marco en mi habitación.
saqué mis clavos con otros clavos,
y qué, fui malo y bueno,
este planeta acaso no obliga,
reí lloré al fin dije
estoy vivo, que venga el mejor que yo
que yo mejoro lo mío,
consumí solariegas planicies del polvo,
pero no fui pelo ni pelusa,
me gusta lo que me gusta,
azares precoces de mi destino
desnudo en oscuros puertos sin salida,
indemne tras estamparme
de precipicios al ardor de cinco silos,
era o no era soy el mayor egoísta cobarde,
pero amo mi estampa porque sólo yo la llevo,
qué remedio mejor vendido
ninguno,
déjame ser veleta de este negro puerto,
flagra mis espinas de hierro,
seré mejor que yo mismo
conforme mande el tiempo,
llórame estas nubes de otoño,
que me arde este cuarto de siglo,
disfruté y lloró mi abismo,
dame los puntos cardinales
de tu cuerpo
seré reflejo y tormenta perfecta,
perdí el norte en mi poema
llegaré derretido el horizonte
a tu casa cabaña del cielo
lloraré metales y simientes
hasta que zarpes mis mares.

IX
Derrites mi estampa fija
al ardor de tus ojos marrones
este hielo mío alzado,
miradas obtusas
entre la ventana al infierno,
deslices quietos se cuelan
por abismos dibujados,
escucha el sonido de tu grillo,
estira su sol mayor,
allí donde la luz que le daba calor
era ausente, crepitaba entre yedras,
el amor a su espiga naciente,
ababol entre fulgores silvestres
tras él
el sendero agrietado
por donde nacía el río
de todas las flores desangradas,
lirios negros acompasaban su orilla,
llegando al manantial eterno,
de Hipsípila y su reino,
ocasos sonrientes,
entre miradas complacientes,
el único reino se estremecía,
derretían sus pilares,
la oscuridad hizo manada,
el día tornó noche cabalgada,
vapores exhalaban las esencias
que todo conformaban,
los cauces olvidados
se llenaban de sangre
los ríos lucían su rojo brillo
con hematite,
la realidad había cambiado,
los colores lucientes de los suelos
eran dominados por tonos mustios,
cual era de la penumbra,
los mares eran seña de brea encendida,
el averno tomó superficie,
todo lo muerto se alzaba de nuevo,
era de las caras muertas,
la lluvia caía hacia arriba,
las estrellas de aquella noche eterna
en vez de luz
emitían a modo de ironía
capítulos de erase una vez el hombre,
todos los edificios
se alzaban ahora horizontales,
Los huesos caminaban,
la luz quedó prohibida
bajo honda sepultura,
las leyes naturales fueron cambiadas
por antinaturales,
la aberración gobernaba
todo lustre en movimiento,
los peces se volvieron parásitos,
y se multiplicaban solos,
la red sanguínea
que seguía la vida
era de color azabache
por su podredumbre alcanzada,
no había oxígeno
todo respiraba humo
de este mundo en llamas,
Hipsípila era feliz en la luna,
sembrando sus simientes
siendo el principito
de esencia invisible a los ojos,
sabiendo que su retorno
estaba cercano,
para sembrar todo el planeta tierra
y tener su reino de nuevo.


Por esta fuente fría:

Retozo este empeño,
traspuesto a los fuegos
del hombre
y su cuerda,
pasa los tiempos llorando.

Diestro, ambivalente
en dirección umbría,
vive colgando huesos
de sus pestañas huecas,
bajo mis sombras,
cenizas laten,
la quebrada fluye,
un iris
de ojo negro
en estos pilares
de fuego
que me alzan
estaciones que correr
años que nacer
en tierra abierta.
Estrellas que matan,
mi aliento de piedra,
atravesando estos ojos
brota mi fértil lluvia.
Crepita mi dragón
en esta fuente fría
profundo,
arde su brillo
de oscuras alas,
retinas, un frente
la caída de esta falcata.
En este cerrado horizonte
rizado, expuesto, consumado,
mis soledades tejen.
Una encina
que lejos habla,
que cerca grita
yo soy por siempre,
eco que se retoza
entre verdes valles
que teñidos
en furor de sangres.
Ay la tierra.
Ay de ella,
sé mi hundida victoria,
por este umbral
silente que marca
mi frente,
por este puente, por esta cepa,
el ruido es fulgente,
los ocres rinden
en colapsos de tules
iridiscentes.
Cabalgaré el astro
traeré esta flor de luz
a Hipsípila,
de una montaña
a un dulce valle,
injertada la sombra
la vena late,
traigo la creada ascua,
por si reverbera,
sobre un tiempo muerto
en el que no dolía
esta rivera.


II

Rompo saco los ejes
de esta imaginación en campana,
yunques despiertos me clavan
que llegó mi momento,
taciturno lustre oxidado,
alas en bronce agujereado,
es por mí es por ti
que dicta este haz apolillado,
polvo en el viento
sombra desterrada,
el alma de un cuervo,
un granate dirige esta mi sed,
hasta ser color de ayer clavado,
al limpio, seco, duro faz ensartado
cabalgo que avanzo
y sombras me acompañan
esta visión serena, opaca, angelada,
siendo directriz fusilada,
que late el cuello de la penumbra,
cuando oscuridad llama
estoy sembrando objetivo
de mi postrada calma.


III

Tiempo que se oxida
en este vilo,
eternidad azogada
en negras tijeras,
es el tiempo
de mis murciélagos emergiendo
de las sombras y su madre,
se estira otra primavera
por mi avenida,
me mordieron
y no me arrepiento
de mi nueva vida que tiento,
oscuros silos me acogen
donde sembrar alaridos
de vidas traspuestas
a mi fría caricia,
soy ente de otro ente,
mi sombra me quiere,
yo la digo que un día la alcanzaré,
que muy lejos no vaya,
avanzo que trenzo
el tiempo de mi suspiro helado,
para no tener alma
ni espíritu de hielo,
sólo una sed de vida
por repletar,
de un horizonte al hierro
encontrado,
de una arteria
hago río de sangre
en mi adentro.


I

Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.


II
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

III
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
Hipsípila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.


Santo señero,
dulce iris de mis desnudos campos,
dioses habitaron tu entraña que guarda,
cumbre eres de la loma despeñada,
réquiem de viejas espadas
que te labra,
quieto, el viento te encara,
vuelve a soñar que fuiste tiempo
de los tiempos,
estático límite
congoja deslizada de abriles febriles,
una oda me avanza
sin piel, sin moral sobrecogedora,
decidle a la tierra
que mi alma bulle,
este parco horizonte me teme,
oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,
un desnudar de las secuelas de esta voz,
amaré tu vientre como se aman las flores,
no habrá reino
contra Hipsípila
aterra calma entre alas
de libélula,
entre sueños de drosera.
Partiré mi vida,
recostando mis sangres,
floreciendo rosas a mi madre Belleza,
hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,
en un guiño que descalza
sones por hendiduras sangrientas,
hasta enjaular mi aliento que te canta
por ajuares de estrellas las más bellas,
mi desaparecida sombra,
plañe que llora en su alma verde, pura,
oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,
eres un enjambre de furtivas
soledades que se vencen,
caminas tus vastos metales
en tu oscura tierra,
una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,
te duerme la piedra tu encina,
un deshojar de tu rivera
siempre,
de tu río Mundo
a mi pùeblo de Fuente-Álamo
jamás te muestras herida
mi Castilla bonita
mi Castilla sin yaga
por la que encuentro
en el cielo un monte y un atajo,
hasta vivir la plenitud
de dicha en barbecho de tu idea
mi vida, mi raíz,
mi falcata de natura.

El Castellano

Flor de tierra:

Fuego en el agua de su mirada
de los vientos auspiciada,
la ceniza consumía su carne
ardía sin mesura su compostura
naufragó valles y sus caricias
su bandera fue de su vena acequia
molinillos fugaces sus pestañas
de él se enamoraban las hadas
de ella la primavera entera
con cabellos del rayo de Sol nacidos
ojos de tierra sin lugar era bella
clamaba su voz la cima de la montaña
descendió abismos
para anclar su esencia en la belleza
que late y envuelve su huella
conquistada en miel
su ambrosía
gemía la caricia
para brotar altares de hueso
y murciélagos de sangre
lloraba piedras en sabiduría prendidas
la bondad alzaba en servicial entrega
su fuerza era de su amor hoguera
él lloraba flores para ella su amada
su verbo a veces tornaba carmín
en pétalos de silvestres rosas desangradas
su voz germinaba la tierra a su paso
el amor a la tierra no le detuvo
ni sostuvo en fracaso,
encontró con ella el amor
que le fue negado llorando espinas
y si sus abrojos nacieron no fue
más que para rajar el viento
difuminando el tiempo en estaca
de eternidad con fuente y manantial
anclado gozo en armonía
bailando de la mano y naciendo del alba
jamás capturada
pupila enfrentada
que mecía
que gritaba,
retorciéndose la sombra.

El Castellano y Leannán-Sídhe




Primer poema sobre Hipsípila: 14-09-2015

Hipsípila, crisálida azogada,
Reflejando su muda,
Y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomado,
lejano y distante su reino de amor está
Como su princesa por capturar,
El pájaro único, igual a todos,
Blandea en estiaje gris lánguido,
Mientras llueve en el jardín inglés
Bruñido su color añil.
Vientre de hierro
Donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
Al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
A su enamorada luna
Que le lleve,
Tordo, de la oliva tu fuste
Junto con el córvido tesoro
De nueces,
El duende su pipa humeando
El esfumino del sonido del grillo.
El reposo de castilla
Sin preludio de su princesa
Que no amará su tierra
Si no a su Hipsípila captor de su vida
Alba más preciosa
Que su anterior atavío triste
Mira los ojos de zinc de su dragón
Y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgido insecto primero en descubrir
El estanque y al beber
Dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
De los valerosos hombres
Él con ojos de fuego y sangre
Mimetizarse puede y en voz
Deslizarse, fúlgidas cabelleras
Cual hombre del norte,
Nada le oculta a su princesa
Que ya Más no quiere
 seguir sus tareas de castillo
Ella quiere casarse con su dragón locuaz
inmortal que le guiará
Al estanque de la vida eterna
Un pensamiento divaga
Del ser en que ella abrirá
El albita de la cuerda
Del grillo que marcará su son
En violín y oro caracol
Con siniestra forma de corazón.


IX
Resumo por esta visión
cuantos años yo he nacido,
sereno derrumbo marcos,
ventanas acrisoladas
de ayeres de espuma.
En este campo de luna
yo he vivido,
cada respiro un océano de olvido
un soñar entre leones
un caminar entre fugaces sienes,
somos los que somos
y cambiamos algunos,
hago mis promesas de barro,
mi latido esquilma el miedo,
tijeretas atrás y nazco de la ciruela
mi hombría se encarcela
entre fanales labios de hoguera,
lago donde se baña mi suerte,
hoy y siempre mordí mi estrella
vengo en llamas prendido,
es esta quimera una hoja quieta,
sopla sopla mi alma llena,
polvo del polvo,
una senda mi silencio quema,
horizontes verticales
ratas sumergiéndose,
granates estallados, gramas que caminan,
voy por las calles de noviembre,
ahogando sus rincones afilados,
estas calles me saben a humo,
estas gentes desconocidas
parece que las mueven
y arrastran en un sentido,
todo es fuerte
pero la oscuridad es más fuerte,
panales de esta luz intransigente,
luces intermitentes,
sudores de semáforo,
me cuelgo de un escaparate,
todo está fabricado,
y en proceso de construcción,
hasta el hoy podrá venderse
en tinta y pluma,
en imagen y con solapa dura,
una ventana sin cristal,
un agujero sin salida,
tambores de mi sueño,
relojes sin maquinaria
soles guiados por cuerdas,
el infinito es ahora,
lucen mis espirales siniestras,
ancladas a este azabache,
es hoy el día,
brotada mi subrepticia,
deshojan mis esperanzas
caminillos de plata,
recta duda erizada en mis besos de hiel,
trasquilado mi lobo
queda una certeza despierta,
alimenta cariño esta mi esfera,
pierdo el control
me avasallo
en mi piel de agasajo,
he nacido para esto,
que sea bueno o malo no pregunto,
porque escribo para mí,
estas certezas mías de escalas
cómo medir el arte,
sólo comparándolo con un similar,
poco más porque jamás medirse puede en virtud
ni en talento ambiguo florecido,
era un abismo descorchado,
un tren que cruzaba mi noche,
hasta alzarme sin derroche,
entre sus navajas que me apuñalan
los versos
que sangran carmines,
y nacen cuervos que muerden,
era una polilla de cemento
que nació aleteando
estos pavimentos de mi sueño
augurando la cremación
de mis labios
en otros ojos.

IX
El tiempo que se abra
y brote mi vida
al compás de un Sol mayor
resumen de existir en el brote
de una zarza que allí
baila mi hada
estallando en flores su pelo
tierra yerma que vio trinar
el estruendo de un zorzal
quien te viera caminar
vestida de espiga y lavanda
por ti se abre la Rambla
tus cabellos iridiscentes al brillo
canta al son mi grillo
por un camino se bifurca el reguero
el gato lame su pelo
yo estoy esperando por si te encuentro
mi señora de las flores silvestres
se Acuña mi aliento
en una flor del viento
una flor pálida nació del cielo
con sus colores alegró al tiempo
de sus hijas nacieron alegres vientos
del norte que en color vistieron el bosque
una flor naciente abría su esplendor
a un Sol de mayo por ella tormentas
nacieron germinando a su paso
vivezas de antaño
por los prados viste mi calma
fiel a encontrar tu amor un día
por si el cielo se abre
que sepas que él te mira
mi señora de las flores silvestres
un cardo de la dama en tu mirada
por si vivo mi vida te entraña
fiel de esperanza
una flor bajó del cielo
a expensas de sangre tener
ella se volvió mujer
con tu nombre en la piel
por la floresta danzaba mi suplicio invernado
fiel testigo maravillado
con amor en las venas esperando las flores
de primavera y sus caléndulas
despertaba por fin Ostara
y el cariño de la tierra
mecieron los terrenos
un soplo de su aliento
me floreció un beso
Cuando los jacintos abrieron
sus flores al horizonte del terreno
yo estaba despierto
surcando la mente de quien me piensa
con paso lento y decidido
transmutaba la flor de Odín en luz
cabalgando un arco iris de estrella
sonaba la campanilla entre grama dolida
era el momento de acostar
los dientes de León
al tiempo que besaba fragancias de colores,
en mi jardín de duendes.




Lilit primer demonio Sombra de Eva:

Hija de la noche así te llamo
un sabor digno del amaranto
que la luna encierra tu canto
entre oscuros reclamos te vistes de encanto
los grillos lloran tu nombre
en esfera de azabache te haces certera
el viento es tu incipiente respiro
incesante, desvencijado halo de sangre
despiertas por el latido que llora tu nombre
por el que la polilla es reina de la estrella
ese que plañía la noche
cuando la sombra se hace eterna
gimes en las fuentes de primavera
un beso de horizonte malva
el espíritu lleva tu nombre grabado
como desvelo consumado,
aire es tu apellido engalanado
a la novena estrella sin luna caminas
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ries y lloras con la lluvia
la tormenta es tu carcajada
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos
un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón,
volar contigo como si el mundo no importara
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar
musa incipiente del artista
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.

El Castellano


Vive el cuervo,
por el desvencijado respiro mío
avanza, mece y sostiene
un tiempo en réquiem,
por aquellas voces que sordas
laten, se descubren
se quiebran altares de hueso
por mis atardeceres de murciélago
voy a tu lado, siente mi caricia de pájaro
alzando nuestra luna de acanto
y alabastro gimiendo,
azabaches de tu pelo,
por el sendero despierto,
por el cauce de tu vida, la mía,
ojos en resplandores dorados al tacto
de mi astro soslayado,
vida de vida
late tu caricia
no hay retroceso ni regreso
tu sangre me colmó en beso,
nuestro cielo de amarantos
fiel al respiro que alcanzó a ver
tu belleza en noches de miel,
respira tranquila mi vida,
en este horizonte dormido
quiero ser de tu piel ombligo,
que no me sientas perdido,
quiero ser Siempre tu sonido,
tu eco alto que no hay pájaro sin nido,
esta noche será distinta,
el comienzo empieza ahora,
mi sueño de araña
que todo lo tejido
recompensa trae a lo sentido,
un avance de mi sangre,
ven al nirvana del ruido,
anticipa nuestro solsticio,
Yo que te amo en mimbre de esparto
y verde espiga de trigo,
fiel comando el suplicio mi Margarita
de los valles de mi sombra
displicente, enamorada.

El Castellano

Escarcha de luz:

Hilvanando sentires de plata
en estrofas cuarteadas,
quién a acompañarme baja,
mi yunque despierto se alza
entre madrigueras del sueño,
danzan las procesionarias en fila,
queda desolado mi alfeñique
que canta en el clavo esta vez,
un retal con retrato de quien fui,
las pupilas en orden caminan
el horizonte del cielo,
mi aljibe de cobre será sentido,
es un nido de grama
donde corretean versos de espuma,
chirría la carcoma
la madera de mi espalda
donde sostengo la sombra de Caín,
encumbrándose de la fiera
se alza mi bella entera
gritando por más oscuros sentimientos,
¿Puedes sentirlos?
¿Puedes sentirme?
camino fuegos
hasta complacer el ojo humano,
destrenzo el sonido de los árboles,
es un cuervo quien soy yo,
es un alarido que alza la noche,
por entre sillas desnudas
del alba sin final ni comienzo,
que sólo juega y ríe con las luces,
despistando flores,
entre ruego y plegaria
mi lamento tornó crujido de mi mecedora,
es una vid y un olivo que vive lejos ahora,
una linde en cruz con señero,
un agujero abierto
es una herida abierta
mi pozo con palabras en vez de agua.

El Castellano

Por ti crascita mi voz un día desempolvado,
que el cuervo me ungió la entraña,
oscura de negra onda pitanza corva,
es por este ser que se abre mi ala de noche,
un día mal parado,
a solas con mi endeble osadía,
Siempre, un pico de grajo rehúye,
mi cruel infortunio concebido,
nunca la vida que he tenido ha podido
esconder, escarbar un plenilunio,
mi pensamiento que sea hueso esta vez,
de azar desvelado, profusa mente,
destino de su color de ala,
por mi siembra que trascienda mi araña,
que genere dicha enmarcada,
no un funesto desapego,
quise ser siempre, el cuervo mi ser aliente
porque fui nunca por siempre,
imita, dirige la senda que antaño fue mía,
un corvo destello,
en rastro de azabache,
áspera templanza cruel la disonancia
que te llena en alabanza,
pobre mi despedida porque no existe,
brota mi día que sin querer encendiste,
no tengo elección, me queda una ilusión
llena en borbotón de esperanza,
se llama Gracias.
Gracias a ti que la pena bebiste
de mi vena socavada honda,
en acequia que mi sangre lleva,
pudo ser hoy el día más feliz que sentí,
miré mi soledad zarpada
en compañía del río,
y sólo sentí alegría,
sólo dije el mundo se hundirá
cuando el color oscuro
me impida pensar
por no tener hálito ni humor
y este río seguirá navegando sin final
tuve más que su agua que me forma
tuve su idea y mi ser se alza
para saltar su montaña
de todo quien que le quiera ver hundido,
exclama un buen grito:
- Yo soy libre.

El Castellano



Sangro y monto sobre un corcel de viento,
mi vida fiel hoguera
se va iluminando su ceniza
mosaico de mi sino
un diestro azogue del calificativo,
nombres fugaces a la verdad de las cosas,
hilvanando, esta araña que me teje,
como encontrar mi número trece,
tomando café con el bravo nueve
maestro halle donde se halle
mi numerología en espada,
una hoz y martillo por guadaña,
vuelan las águilas un cielo rojo en sangre,
creo en el poder de mis ancestros,
creo en el poder de su sangre de tierra,
porque soy cuervo,
y desempeño
elevar su espíritu a los cielos,
mis alas son palabras,
mi casa es el terreno
que si no está domado
cuido mis pasos dignos de respeto,
para no dañar el azar difuso
de vida y su enclave en tierra,
quisiera avanzar por tu tierra de fuego,
porque yo me quemo en tus ojos,
förüq desvelo que Significa cuervo
nombre revelado en visión,
en idioma antiguo como mis ancestros,
venimos de la bruma gris,
la niebla es nuestro traje,
de la sombra del agua,
un odio desvencijado,
por la alfombra
de quienes no son de nuestra extirpe,
ceniza polvo de tierra
nuestro pasado que camina,
abandonado por el Dios vestido en soledad,
claman los geniilocorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
BadhbhCatha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.



Esteban El Castellano

Llueve mi ser:

Habrá un silencio verde,
la pianola de mis dedos
escupirá versos de cobre,
la tierra cerrará en vals
escurriendo por tus labios
mi ahogada serenata.
Abrirá mi colchón marino
una sábana de algas,
para naufragar flores y rosas
el alba conjugará besos de mi sed,
encumbrando mi anochecer,
cantará mi martillo,
sobre el yunque sonámbulo
de mi cuerpo.
Se afilarán mis cuerdas vocales
para cantar:
Un horizonte inmenso,
un cielo emplomado,
ella es dios es lluvia,
es preciosa sonata
de hojas bailando
el origen de savia
ha estado oculta
su bondad, por miedo
a que puedan hacerla daño
por creerla debilidad,
siempre aplomada
por venas razones
que enjuician
y la apresan
por quien ella no es
así se decidió
por la vía rápida
ser única, ser sólo la mejor
porque no tenía rival
ni semejante
ella era lluvia,
lágrima de los dioses,
cuchillos de raíces,
la única bendición,
la única destrucción,
eres portal de vida,
eres más que tristeza del cielo gris,
eres un motivo para vivir
para nosotros los seres de tierra.

El Castellano


Quién te tuviera:

Estabas y no estabas,
estabas en el viento
que roza las sienes,
estabas en las hojas de los árboles,
lejana y cercana
según seas mirada,
me acariciabas la mirada,
te alzabas por cumbres nevadas
y cuchillos de grama
te gritaban,
te encontrabas en la margarita
sencilla del prado,
cuando la flor te posee entera
y no hallas más brazos
para jugar,
ríes y lloras sin parar,
la tristeza tornas
con melancolía
de quien te observa plena
como un rayo de luna,
como un horizonte malva
estampado en estrellas,
como un río y una mar,
no giras,
eres belleza sin igual.
Eres madre de la naturaleza,
principio y causa
de toda era
desencadenante perfecto
en eterna hoguera,
un ojo de un cuervo
te observa,
siendo de la noche
quimera bella,
siendo del día
laborado panal de abeja,
eres realidad
estás en silvestres aguas,
en la fiel madera
del árbol que te lleva,
eres agua de la rosa,
sudor de todo amor,
estás en la cueva
latiendo su estalactita,
en cada corazón vivo
y en cada azar de muerte,
eres sonido de viento,
sonido de trino,
una senda incontable de todo camino,
estás y eres fuego, elemento vivo
en la simiente y en cada alma que te yergue,
estás en cada palmo de tierra,
en cada siembra,
en la simiente que espera,
estás en cada planta
hasta brotar en mi garganta
cuando intento plasmar poesía,
estás en todo lo creado, por manos
del Creador Universal,
Belleza eres madre de este planeta
y del humano ser
acaso siguiera.

El Castellano




Un nido de grama:

Cuánto afán se midió en la estrella
donde el tiempo amansa y se acurruca,
es un afán perpétuo que deslizan los temblores
de las femes sus cabellos,
no fue azar ni ternura cabe
por la sombra que tiñe verde
mi cansado amor,
cuál charco se vende a mis lágrimas,
por una grieta acababa yo de irme,
cuando nació de mi poema una escolopendra,
escaleras a mi Sol carcomido en busca
de un crujido invierno,
de mi desvalido sueño
por el que dejar algo más que mis ojos claros
al mirarle,
voy con mi canasta de limones
allí donde las mozas trenzan sus ilusiones,
mi caracol tiene su canto afilado
por los soldados que violan espigas,
soldados alados dónde irán,
una casa se construye para que viva siempre
la ventana pedigüeña del hijo.
profuso monte desvalido
del olmo que vive lejos,
es mi savia un poder de dar vida a mis injertos
poblados,
una furia que atraviesa
mi vena de luz,
donde juega y baila mi amado murciélago,
en su colchón de luna.



El Castellano

Reinos:


Mariposa nocturna,
amiga de las noches
que escapadas revolotean en las luces,
mariposa blanca, blanca nube, blanca muerte,
cristalino rastro,
polvo de estrellas,
Transmigración de las almas,
Vuela mi conciencia,
descansa y juega con mi luz,
esta noche mi alma es tuya
blanca dama alada,
avoca tu perdición en mi sendero,
olvida tu atracción lumínica,
las estrellas nunca se pueden alcanzar
bonita ni la luz capturar.

II

Canto carraspeado, estirando el calor
por surcos y grietas de un rayo solar,
termómetro yerto, estirado
de todo espíritu muerto,
rejón de grados tu cuerda de cigarra,
cada simple vida de la nota sujetas,
por un campo que haces tuyo cantando,
que necesitaste medio siglo
para florecer en voz,
al viento que te dio garra
y cimitarra,
tu libertad es incuestionable,
agarrada a un profundo horizonte,
cuando el astro rey hierve,
tu crascitas el canto de día
porque la noche te puede,
para el relevo del único grillo
que afila el cuchillo del silencio
su fiel gemido sin nombre ni reino.

III

Armazón de quitina, acorazado
capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,
escarabajo de todo ámbito y lugar,
tan variado como único al mirar,
desde la flor al desván,
tu vorázfauce desde el árbol, a la flor,
desde el desecho al coraje vivo,
suerte desde el descender de tu larva
al evanescer de tu metamorfosis,
azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,
vida de calma y pulcritud,
apetito que no cesa,
muerte que no detiene,
ni elemento ni realidad que no ocupes
del reino animal
Rey insecto desde Egipto a Castilla
con su gorgojo de la encina,
desde un continente a ningún lugar
donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.

IV

Cuatro riendas aladas
un mundo asesino de ojos,
corazón en pareja,
planear infinito por umbrales de luz y agua,
un reposo de la noche en un ser vivo,
colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,
caballito del diablo,
libélula zigzagueante en esfera de mandíbula
espuela infernal del ser que acechas,
mensajero del cielo,
astilla con alas de la puerta que abre la vida.

V

Ambrosía de ser vivo sagrado,
oficios y tareas consumados,
albañil efímero tu dicha de genes elaborados,
quién a ti te osase,
tu esencia tu labor de escuela,
miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,
tu tejer de los campos recogiendo,
siendo supervivencia de casi toda planta
tu legado Hymenóptera familia
tanto depredadores como recolectores
abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,
en defensa de lo que amas.

VI

Reina araña de esta tierra de conejos,
ocho patas acecho de los campos,
maternal hasta llevar tu prole en el lomo,
araña lobo capaz de enfrentarse
con el alacrán y siempre ganar,
al acecho desde tu madriguera,
un hoyo donde vivir a la espera del despistado,
tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra
tarántula lycosalycosa.

VII

Danza mi alvéo una sonatina
de hormigas famélicas
quieren alimentar a sus reinas aladas,
con semillas danzarinas
en busca de su nueva vida,
yo margarita quiero mi vida contigo,
para alimentar tu alma con versos,
nacidos del fuego en fundición de verbos,
recorro tu existencia
de la que soy tu hormiga león
del signo que me vió nacer,
la constelación del cisne,
quiero que sientas orgullo
de que soy tu hombre
asi no te dé un libro
te doy sangre para que escribas trece,
has demostrado belleza por tu fuente,
me verás eclosionar de mi etérea crisálida,
mi motivo para escribir a la naturaleza
descubrirás porque soy animal de verdad.


VIII

Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,
antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,
ágil correteas mis pensamientos,
muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,
habitante donde haya humedad,
como un río que habitas corriendo,
como lepisma pececillo de plata,
tu longevidad mayor que la de un gato,
destello de que lo tuyo es perpetuo.

Moscardito:

Me besó la mano,
era muy cariñoso

eso fue porque eres bueno
moscardito lo es más él sólo pica flores ni lleva veneno
él sabía que siempre he querido ser de su raza,
amor mío reencarnarás si lo deseas,

osado aquel que posee su vida
sin preocupación suprema
que no sea picar la flor,
ser soldado alado
dueño del mensaje del superior,
visitar las plantas que Dioses sembraron
con ardor, difundir la supremacía
que trae y lleva la vida en caricia,
cabalgar los vientos a merced,
ser transeunte de florestas y campos encumbrados,
llevar mensaje a cada flor sin despedida,
enamorarse de la despensa de la primavera,
besar sin cesar,
amar sin dañar,
tener condición
para seguirla de por vida,
yo rezo cada día
que si muero yo renazca como moscardito
mosca abejorro que hoy confundió mi mano
con una flor,
amo como él la flor
porque antes fue ella que el animal,
que soy yo,
cuando nací ella ya existía
con su azar de conquistar la tierra.



El Castellano

Hielo de mirada:

Abro las puertas de mi mente
hacia desembocaduras heladas,
y tierras del hielo donde todo acaba,
una sonrisa congelada con una llave de hielo
en mis manos, es sólo un recorrido,
todo empieza,
tu vida hoy no es lejana,
ni esta tristeza es del alma,
hoy mi sangre se derrama
floreciendo la amapola de tu cuerpo,
ese por el que siempre pierdo,
¿cómo de helada mi vida?
descansa en las compuertas del ayer,
nada se cierra la muerte está lanzada,
escapa de sus redes tejidas,
mis pensamientos se hacen contigo,
latidos de lágrima descongelada,
muy bonito, muy bello,
un paraíso lejano oscuro,
navega mi barca de una orilla
a su confín de despedida,
aciago témpano donde florece el viento,
por un trino hasta el crepitar del sonido,
una danza de hojas de otoño,
un suspiro de cobre,
tu cabello que me electrifica mi tacto,
soy fuerte sin alabastro
soy fuerte sin noche de azabache
soy fuerte por la memoria del invierno,
que se acurruca en tiempo eterno,
ventana reflejo de máscara.
mentiras de que estás viva sombra de Eva,
granate de tu mirada,
sangre de fresno con tus cenizas,
muerte te beberé entera
para que abandones mi botella,
pudo decir todo y se quedó en lo hondo
como cigarra que tarda cuarenta años
en dejar de ser larva.

El Castellano


Plubiacordis:

Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubiaamôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.

El Castellano

Cuchillo de sombra:

Un charco gris,
un cielo rojo,
coagula mi fuente por destellos del alba,
se anuda el quejido de la montaña,
un sapo de oro y tierra
avanza entre olivos de azúcar,
vicisitud labrada,
sí allí en el charco gris,
y en el cielo rojo,
es un cangrejo de río esta hábil tenaza,
prosigue, avanza, en escarpia helada,
a veces roto, a veces nuevo,
este iris que me gobierna,
pregunta a mis ojos de duende,
si su dolor fue pasajero,
hinca tu sombra en mi sombra,
arrástrame la vida,
es como una espiga,
es más fugaz que una despedida,
abre la puerta del negro lirio,
susurra a este viento todo lo que siento,
aquí y ahora que mi cuclillo descansa,
yedras de esta maceta que se acicalan,
es un túnel y una mina,
una desgañitada caricia,
hijo de la tormenta,
canta el rayo,
acaso me ves muerto,
yo soy el encargado de abrir la compuerta
para regar el tiempo,
no busques más en mi aliento vago,
porque no sirvo más que a mi alma,
así me cueste la espada,
seguiré en pie en esta azada.

El Castellano

Contra mi circunstancia:

Guía de mi calendario
en atroz
desmembramiento de soles
llamados días de noche yerta
y sin reseña avanza mi letra,
es un vaso de sidra y una espera,
fiel eterno mañana
en el que dejar
lo que jamás haré hoy,
definido en boca gris
de darme al vulgo,
y que seis millones de bocas
escriban similar
o casi igual a mis sarmientos,
sí directamente me preocupa
porque yo soy lo que escribo
y no acepto copias baratas de este ser,
seré mejor que el silencio
enarbolando astros, plantas y sus verbos
de imágenes por raíces,
lo siento mundo no soy de vuestra sociedad,
no necesito vuestro material
ni vuestras fábricas de ciudad,
construcción haciendo progreso
de la BocaGris,
para que todo lo pensado
esté en proceso de construcción,
fábrica deja mi felicidad
en manos del viento,
que mi poema es incendio,
deja mi destino yo soy de tierra,
y esta es mi eterna cepa
ahogando el rol
tejido del social humánimal.
Soy lo que escribo repito,
como viaje sin rumbo,
un vertical azote de mis velas en marcha,
un siniestro vértice un silencio mundo,
unos ojos que hablan
y se responden entre tubos,
estoy cantando en la tubería,
estoy rozando mi osadía.
para consumir mi envoltura
de tela de araña,
mi sonatina despierta
mi soga quieta del árbol de mi sueño,
enarenado mi lobo de hierro,
queda satinada mi estrella de agua,
ardiendo mi sentido,
siendo esto nada más
que una bomba atómica.
Una retina escalada,
un cruce de dos estrellas,
en vastedad atropellada,
del ser, una rigidez de árbol
buscando su simpleza de savia,
un insecto y su corona,
un pergamino mi escrito,
abriendo este angosto camino,
en alguna parte que eriza la piel,
fuego del hielo me valgo,
de mi maullido de pájaro,
entonando mi pianola de sílaba,
todo cambiaba,
resumen de mi vida,
nació y está empezando a soñar
desde su muerte.

El Castellano

Agua:

Eslabón vasto, ardido, deslizado,
un iris de gota que a ti te llega,
marcha tenue, compás de tu eterna huida
que te marca y da vida,
fulgente fuente en infinitud de bocas
que tu ser desprende,
de su nombre y su alambre,
irisado canto de nubes derretidas,
comunión de trinos,
un beso a la tierra que deja herida,
límite de árboles y sus soles,
siembra de azul,
despensa de tu saliva,
hoy buscaba belleza y belleza eres tú,
río corre directo a tu nacer
río levántate,
jamás te canse tu desnacer,
efímero latido de tierra,
tú vena del cielo,
una solar yaga del gris,
un hogar, cuna de mi tempestad,
para ser agua inmortal elemento
capaz de crear y destruir,
de vivir siempre tejiendo la realidad,
alcanza, desvela que te debo esta existencia,
sin saberte nada existiera,
equilibrio que en tus vasos juega
para estallar en creación llamada vida.

El Castellano

Alma en yacija:

Mañana será mi vida
una sábana sobre mi calor humano
inerte en acto de no portar nada
si no fiel materia asida
si mi forma acaso tuviera,
si yo no la creara,
si no fuera contorno de mi forma
esta sábana muerta
se creería que portara amor,
dulce aleteo ingrávido al peso,
tiempos de cambio palabras a un silencio que muerde,
estoy esperando las nuevas visiones,
con mi canasta de limones,
estoy aguardando la caricia de las sábanas,
como recipiente de quiebro de sueño,
quisiera escribir un poema con varias ramas,
anclado en una idea que se difumina
la identidad de ser ella,
palabras inertes que quieren ser hechos
y tener movimientos,
a un profuso mar me muevo,
siente mi devaneo,
llegó mi momento
de nada carezco soy real,
soy de la tela de araña soy tejido que me lleva,
noche noche te encuentro en mí,
fiel yacija del destierro de mi sombra,
versos nacidos de una única cerveza,
buena praxis de mi romance eterno con la luna,
lunático por venir de estar con ella en su ático de Madrid,
no te esfuerces jamás podré ser realista
y describir sin ser parte del asunto,
claramente porque soy yo el asunto,
a formar, en orden,
este es mi rifle esta es mi vida,
por la que sirvo y ejecuto un placer nacarado,
como fruto de estrellas,
¿el hueso?
Es que no encontré un motivo claro para escribir,
solo fue y será escribir.

El Castellano

Ojo de tierra:

Un silencio yerto,
se abre esta noche
por ensordecer,
reflejos de resplandecer,
en este frío de ayer,
pasos de silencio roto,
abre una espiga
un respiro, un latido
envilece mi procesión de fuego,
cristales que se rompen,
bisagras que se doblan,
esta noche
de la nube de antes de ayer,
todo se alza
para llegar a ver,
recorta este hálito de tierra,
un suspiro ciego de hiel,
llega para enloquecer
mi sangre que tiene sed,
he salido del infierno,
quién me va a detener,
sombras que gritan,
hielo que sostiene,
mi cruz del horizonte,
por descender,
afilo mis colmillos
hoy se verán morder,
esta ventana de sed,
rebotan los tiempos,
muriendo,
diáfano espacio
de ausencia brillando
su infinito parco de cristal,
llegaba otra primavera,
sin celda de madera
chirriando su carcoma
que mordía este cielo
con su moneda
que brilla mi idea,
esta tierra late,
esta mi sangre fluye,
cabalgo este acre torcido,
recorren florestas
naciendo, brotando
fundiéndose con tierra abierta,
soles lloran escarcha.
del nacer crepitando,
te juro que avanzo
hasta ser esencia de río
granate de mi lustre colgado,
debo aguardar
debo escuchar
este patio,
hablando con la araña,
que caza bellezas,
un día recordará mi tiempo
que fue mío,
dejará de estar perdido,
y este poema me dará de comer,
por tener dos mil cien,
creciendo en sus ramas
de sangre negra,
ay la tierra,
sí esta tierra
que me vio crecer,
por la que siembro
mi flor de viento,
desnaciendo el tiempo
que lloró mi ojo,
siendo de tierra y para ella,
abro que domino
esta ceniza que me lleva.


Clama la flor, abeja del lugar por gritar.
- Ven, toma mi néctar,
déjame compartir mi vuelo contigo.
Réquiem por la flor, oda por la margarita
con su mariquita, sauce caído,
cobijado tejo, crepitando:
- tú eres primavera.
Olmo viejo en retozo,
quebrado por la aguja silente
de la carcoma.
El cadillo miente, mientras el abrojo
clava el sentido, quiere la amapola
ser la alegría del lugar.
Cuando el brezo enraíza
el alma de sangre
por derramar mi cuerpo yerto
en la navaja, mientras
la lavanda amamanta la abeja,
y abejorro que llamé Genaro.
Amaranto el firmamento
llórame una estrella
y su hueso de luna que
rompa firmamentos
en auroras,
que venza colgándolas
de las pestañas,
y mientras las pupilas
en sombra abren su cueva
en la clamada verdad.

El Castellano.




Soñé, te viví, te besé,
te anhelé, te abracé, te sostuve,
te mecí en mis brazos,
te acurruqué, te dí de mis labios
de beber; hice tus piernas
recorrer en pasión,
te viví desde pies a cabeza
y siento decirte algo:
- que no me gustó, me encantó,
me emborrachó, me drogó,
si acaso, hubiese posibilidad
de que yo no estuviese muerto
sería por tu recuerdo, amor.

El Castellano.



De este cementerio viviente
que me dejen ser la flor,
que por lo menos
a un muerto da calor;
y al difunto, la caléndula su luz,
adorada, nacida del rayo de Sol.
Quien te quiere, te quiso y
te querrá desde este corazón muerto
te amo en albor flor tras flor,
elevado resquicio de caricia
de Diosa Ostara
en resquemor de primavera
cardos brillando en espina
de dolor, desde mi nicho
pido mi nicho de espinas y de cardos
cuando llegue el momento
si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo
y que la parca fría venga a por mí que este hombre
ya ha muerto y su último suspiro
fue un yo te sentí amor
voy a tu encuentro.

El Castellano.



Diente de león por clamar
el prado yerto,
donde lo vivo son las plantas silvestres
incluso el cardo de las damas, las malvas,
las piedras agujereando el terreno
molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y
papaverhibridum, amapolas roheas sangrando
borbotones de sangre de tierra por brotar
plantago por llenar el campo de espigas con flores,
todo escarabajo gozando de la flor
cómo decir que la flor sea sólo la flor,
si del reino animal es templo, hogar y morada
donde todo empieza y todo acaba.
Margaritas en envidia miran tus ojos
y luego miran las estrellas,
una sabia dice y afirma: son mejores
y más bonitos
sus ojos que ardieron los luceros,
vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro
sin mirar tu corazón;
Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera
incombustible, plena, yerta, indescriptible esencia.

El Castellano.



Golondrinera frágil, esquiva,
reina luz del bosque de las sombras
con tus amapolas amarillas,
los luceros del cielo.
Por poblar jacintos silvestres, tragopogones,
amapolas por doquier
amando la primavera entera
en un mundo que cae disuelto
en espinas de cardo y alhajas
de flores de todos los colores,
mi templo, mi casa, mi hogar, mi albor,
sin alcanzar las plantas silvestres
por poblar este mundo silvestre por mirar
y dan ganas de tumbarse
y ser la flor de muerto porque me tumbaría
para que me crezcan las malvas
y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas
y negras de tinta y sangre
mi condenada bandera.

El Castellano.


Estampa quieta,
tejida en el umbral silente,
nacido de las sombras
y sus benditas estampas
de damas de noche,
la flor blanca estrellada
canta tambores de la tierra.
Y los grillos afinando el violín están.
Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua
de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol
y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara
el humor de primavera cuelga de las faldas
mientras mujeres hilvanan
y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.
Yo soy un humilde escriba de la flor de difunto
caléndula officinalis,
por la que el muerto
encuentra luz.

El Castellano.



Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas
buscando la respuesta para ser feliz.
En la planta en albor que crece del rayo de Sol,
sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol
al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres
brillan incluso más fulgente que el rey lucero,
todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,
a través de la caricia nos trae Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris
que apareció tras mirar fijamente preguntando
a una flor de difunto me comentó
que podría indicarme de la tierra
donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema
ley natural, sin miedo ni odio.
Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,
y me dijo con amplia voz:
- bajo tierra.

El Castellano.



Monte elevado en el horizonte,
brezo, encina, carrasca, esparto, espino,
todo crece en albor sin preocupación suprema
nada más que seguir viviendo y echar generaciones.
Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos
los edificios grises, como sus gentes
todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz
boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo
frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente
ni ser festín de gusanos tempranamente.
Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz
de su tierra, que no hay preocupaciones,
fue el ser humano el que inventó el dinero
y la esclavitud que trajo.


El Castellano.








Amapola silvestre,
llévate mi sangre a las entrañas del inframundo
así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,
que tus raíces me conduzcan al tercer reino.
Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas
han visto infinitud de cal varios nacer los montes
y senderos, que todos llevan al mismo sitio
a perderse en el elevado espino de tu luz.
Ooh elevado, cuál sería tu misterio
para dejar a este escriba absorto.
Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo
te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso
de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos
en cuña, al caer la luna al cielo.
A tí Genaro, abejorro de mi jardín
te extraño y echo de menos, bonito.

El Castellano.




Corre trémulo a desgañitarse el cosquilleo silente,
que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses
junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada
ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraizada con albor
y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero
y aguardo en mi maceeta, ya que en lo que llevo viviendo
ni una planta se me ha muerto con mi don,
hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,
hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,
crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla
de la calendulaofficinalis.

El Castellano.


Mi vida te escribo como gota que va a los mares
tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó
los dioses honraste y te honraron
desde el cerro al abismo, tocado y acariciado
donde todo surca la oscuridad madre
y dama de noche sin afectarle el cielo
de la yerta amapola de luna desangrada
y su estramonio vestido de gala de estrellas.
Todos bailando en la fiesta de los no importados
menos la rosa y el clavel masculino
que tiraron abajo el telón para comenzar la gala
y el baile ganó la datura con la dormidera
por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.



Romance heroico:

Wotan y Fenrir gigante son lobo,
Odín, Fenrir, inmortal y Setanta.
Ragnarok llegó ya, mas se abre el yelmo.
En fiesta pagana va verde ropa
héroe, tiempo, altura sin cimiento
héroe inmortal, padre Lugh Dios era
si quiere usted más saber, ya digo
poderoso padre, él como la parca
escurrirse en la lucha, espada zorro,
Señor Guerra, como hielo aislaba presa.
Dectire madre mortal, rey su abuelo.
Despertaba al hijo del Sol mamá.
Con su ejercito, él las victorias hizo
descuido, lanza en su vientre tajada
al lago fue con tripas fuera, él todo.
Cuervo sangre beber, -¿Eres Morgana?
Carcajada feroz, Morrigu tuvo,
ya le tenía por muerto, Ángel Macha.
Se ató en piedra, en pie matando, él, esfuerzo,
mató en pie hasta que sangre hacer legaña.


El Castellano






Romance: Flor de helecho

Suena el río, agua llevaba,
alma de fada silva ella,
bebía en la orilla alegre
flor roja lloró su tierra,
blanca cierva a fada triste
cazador hiere su flecha,
enhiesta espina gemía
flor abierta brotó en yerba,
fada herida ya descansa
latiendo la parca negra,
yace en helecho silente
suspira su sangre yerta;
Enamorado el helecho
una flor mágica asienta,
tambores suenan la tierra
los duendes lloran su fada,
ahora el helecho era ella,
mueven la piedra ocultada
cazador tropieza cerca,
el río ya lo llevara,
fada flor de helecho yerra
duendes cobraron venganza,
cantó lo que el bosque alberga,
misterio de cierva fada.

Fada flor de helecho inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, blanca cierva
cuervos la cena discuten,
cazador ya río lleva,
lleva el río su latido,
campanillas suena yerba
duendes coronaban fada,
fada su vida celebra
los espinos la cuidaban;
Flor de helecho fada bella.


Enhiesta flor fue semilla,
altiva plántula fue ella.
Quién fuera ella, tan linda.
Él fue y es, ella no yerra.
Aún plántula fue fada.
Valor, honor, sí fue cierta.
Él aún duende a ella la ama.
Ella la flor, no era yesca
ellos cuatro siglos ''juntos''.

Los dos sí saben, ''leyenda''.

El Castellano y Leannán-Sídhe

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


Duerme Ostara
Stellaria ya abatida
caes junto con la sazón
del geranio de los caminos
y la pequeña fulgurada
calendulaarvensis
de brote temprano
antes de Ostara
el camino en verdor
y color rajar copón
quién os elevase
y os diese voz
vuestro ciclo de vida corto,
sabiduría de la conquista terrenal
y la dureza de vuestra simiente
por el estío mas el frío marcándolo
sin guardias vuestros romances
esperando sus soldados alados arribar
halla o no tapial de la franca puerta
del Creador Universal,
campanillas ipomeas mece mi tierra
que sin ser de nadie
sólo vuestra.
Os acompañan malvas, abrojos,
dientes de león e infinitud sin condición,
malo el hombre vosotras nunca
malas hierbas sois,
cumplís vuestra función en elevado amor
sois color de flor,
pasión del animal visual que os habla
desde Castilla
a su antiguo cementerio viviente
de Alcalá de Henares (Madrid)
invoco vuestra alma
para que semilla que toque, semilla brote
llegado septiembre
como siempre me ha ocurrido,
os pido se mantenga mi Don
jamás os dañé ni perjudiqué
con ni sin razón,
os amo; Que siga vuestra eterna conquista
del terreno en albor.

El Castellano


Romance del destierro:
-
Mi raíz arcana anclada,
dejas el etéreo espacio
en eterno cementerio
tu silencio amalgamado.
Yo era taciturno espectro
misterio, parajes blancos
que salvajes en tu lengua
confrontan en yermo arcano
saciando mi Baco imperio
de soledad que amilano
sin inicio, sin futuro;
sólo aplacando los diablos
y esa idea primigenia
cual ojo que jamás hallo
descansando en alegría;
ocho hijos que me has dado
más los bastardos impíos
reconocidos sin ralo.
Anudar aún sin vivirla
mi vida; que deshilacho.
Desfallecer, despedirla
por corona y candelabro
sí, mi raíz es de plata
al fervor de soles me alzo
como cobrizo capullo
entre polilla y gusano
devana mi sangre, rueda.
Transmigra verde que escancio
sobre espica, sangre hielo.
De infecundo humor humano
con coraza por pechera
carcoma en espuela calzo,
mi tomo de tierra venzo
roja sangre que yo esparzo
pergamino en vana ciencia.
Que los abrojos espanto
espejo terrenal hondo
mi sonido injerto orando.
Sobre mi yerta armadura.
Escita alma, el Castellano.


El castellano


Soneto apto

Crueza sembrada:

Amándote ferviente, nueza llama,
presa amapola en sangre se quedó,
sonriente aurora, veza la heredó,
tu corazón alqueza, fuerte se ama.

Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama;
Veraz la rosa, amor siempre alegó.
Al latido, su beso le ofreció,
la flor abierta en agua se proclama.

El estambre, súplica nocturnina,
piel acaricia , ya brindó mordaga,
su gineceo blanco, sanjuanina.

Óvulo y ataraxia, adreza aciaga,
tierra, anclada la doña saturnina;
Germina fértil vientre, enhiesta briaga.

El Castellano

Sonetillo:

Fuerte
veza.
Crueza
suerte.

Muerte
reza.
Nueza
vierte,

Diablo,
hablo
mudo.

Cielo.
Duelo,
viudo.




Abreza que adreza,
aceza con agudeza,
esa belleza despliega,
con pronteza, la alteza,
escurraja desliza,
fiel perfidia en pereza,
dulceza habla su clareza,
corteza por variar
acaso adereza,
afirmo la alqueza una,
ancheza del alto lar,
 lindeza, listeza, por
llaneza, lleneza,
abre longueza, sin par
de majeza abierta ella,
maleza, la osada,
ensimismada roza
malveza, manseza, ya.


El Castellano




Soneto correcto


Amándote ferviente cada llama,
presa amapola en fuego se quedó,
sonriente aurora, ella la heredó,
tu corazón caliente fuerte se ama.

Renuevo esta mi sangre, dulce dama,
veraz la rosa, amor siempre alegó.
Al latido, su beso le ofreció,
la flor abierta en agua se proclama.

El estambre una súplica advenida,
piel la acaricia y le brindó su daga,
su gineceo blanco, su avenida.

Óvulo atravesado cual semilla
su tierra, anclada joven la biznaga,
germina fértil vientre, enhiesta albilla.


El Castellano


Venas de luz II



Venas de luz:

Yo te busco luna entre bloques de hormigón
y cemento, entre violetas escarchas, yedras
nocturnas de este cielo sonámbulo con suelo calizo,
me rehúye tu ojera de nácar ciega, segura,
colgándose de mi puente escarlata, férreo, soterrado,
mas te escapas por las turquesas ramas
cielo plateado quién te tuviera, esta tu rama de idea
entre las manos tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,
cual panal de lumbre quieta, deshojada,
tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz
y sus azucenas,
mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón
que te aguarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules,
tu camino que serpea, y mi soga blanquea,
alumbrándose los árboles erizados, vespertinos,
que en lluvia cantan, su serenata santa,
acequia de tu ser, que la bruma pervierte,
colmada a tibio reflejo en fanales cristales sin tajo,
de tu hueso crepitando, apostando,
dunas del sueño, y metales esquivos
con azabaches siniestros,
cuentan los astros
que tu belleza duerme en sus incesantes
hogueras de sus cestas,
tú que te escapas por entresijos de negra ala,
quién te tuviera en sus palmas,
como destello escaparías
dejando una estela intangible, áspera, maleable,
de blanca pupila y granate adornado,
naciendo de ti un gris ciprés
las canteras se te rindieran, en presura,
un silo alto como tu luz de ojos abiertos,
treparía tu enredadera entre torres de belleza,
y brotarían las blancas estrellas
damas de noche,
llorarías tu oro blanco en abrevadero,
por tu escarpada longitud
y un eco nacería tuyo, solo, carraspeado
de la luz y de la sombra, una cadena para tu belleza,
que tus venas lleva,
en verticales pestañas negras, plenas, beatas,
en insignia sangrada, renacida, renombrada.



El Castellano


Cuervo de idea:

Crispa su metal
como fuente insoslayable
del azar que vuela y corre
destellando.

Estridencia recta, dorada al gemido
en hoz de guadaña,
es una espera mi fiel apostado mañana,
cumbre sin rizos de alba.

Yerma, plácida, no sostenida,
mutable de verde caduco
al sostén que su pecho hiende,
erizos de senil ascua.

Dioses anclados al servil gozo,
consumado, me alzo que levanto,
negras tardes de las tierras,
salvaje canto en abismo prendido, soterrado.

Ara en fulgor de combate
con mi serio descampado,
rige y exige la semilla al Diablo.

Fiera de las fieras,
compostura que sueña la guerra,
fanales hogueras en colmenas y sus gentes.

Oscura esta noche
de oscuridad y umbría niebla
que cuelga la luz.

Miro la sombra, me desliza su estampa,
ondas ténues en acristalada sien,
lima ideas a la fugaz, encarnada siega.



El Castellano


Raíz descubierta:

Sueño, un haz subordinado
hoy tuve una experiencia
subjetiva al cansancio intuido
de aquel retoño de lagartija salamanquesa
de mi pared habitante de mis tiestos,
la regué y corrió a detenerse vertical
frente mis ojos,
en aquella pared donde caza,
detenida sin presura,
yo acerqué mi mano tapándola
por completo sin asustarse siguió inmóvil
y pude acariciarla con cariño,
empiezo,
que no he terminado,
enmudeció mi soliloquio confinado,
abandoné mi voz,
bajo el latir de tierra
sangre huye,
rojos carmines en avidez
de rizados estambres,
sobre las montañas y su blanco gineceo,
esencias despiertan,
palabras bullir
en carne fundida de suelo
en fértil, serena de aliento
en bruma niña,
madre de este gris anisado,
con crispado horizonte,
toda caída sin destello
ni florida estampa
que seca mi ala,
iris de soturna
carcoma mía
en tejado de oscuridad,
de tronco y su nido,
vamos tejo,
si yo creo que eres mío
háblame de tus penas sin escapar,
de tus romances oscuros
a vientos de luna,
piérdeme la compostura oxidada,
haz que me lloren sin miedo tus hojas
que yo deseo ser tu eterno amigo,
compañero.
En raíz descubierta
que afila el tiempo,
será mi cuerpo.

El Castellano


Al acecho yerto,
sin par de fauces sigilosas,
carnívora
en quitina alumbrada,
madre de tu compostura
silente,
en brazos de susurro
de tus hondas patas,
abres tu descanso
entre soles de cuarzo,
yo te dije sal,
que te quiero hacer retrato,
y bueno
hoy salimos sembrados,
de un cuarto
dio el mismo sol
su encanto,
fija en el segundo
sin matar tu sed
de poder
asesinar sin manto,
ni red,
seguiré
tu ímpetu postrado,
allá donde vaya
tu enseñanza me seguirá.

El Castellano

Infamia tornasola:

Áspero relente
sobre una almendra rápida,
 frío o caparazón sonoro,
eterno secreto dentro
tus labios malvas;
duele mi celeste marca
 infamia de campo abierto,
la última lagartija me espera,
encima mi labriego
del barbecho al crisol
de mis sentimientos encegados,
tiembla la lira
sobre tu pecho
como muere la luna en el agua.
Tierra húmeda,
batiente es tu vestido
donde crecen flores pudorosas,
inexpugnables,
imágen impasible
como ruda caracola del silencio,
siglos desnudos
que tu intelecto solloza.
Bravío cantil de láminas sin memoria.
Sombra de mi ternura
que a ti te abraza,
gota extensa que precipita mi tierra,
rosa, cernícalo, vida,
disfraz de nombre caduco,
luz que arrostra,
cruel avenida
de mi felicidad desertora,
verde falaz de la mudez primera.
Un puñado de sangre
es mi estigma adentro tu océano
que no existe.
Pétrea amapola
sin sanguínea tormenta
del bermellón,
quiero brille la luz
de mi azur
dureza esquilmada.
Abren las oscuras raíces
de mi ciprés
la adusta sombra
que alimenta mis ideas.
Cobre yacente,
impelido, límpido
mi dios que florece,
hueso de durazno
en este cielo en tierra,
luna inabarcable,
dichas amarillas,
filos endebles, ojos en furia,
quietud que huye el bastardo.
Oh Sol, justo,
fósforo que prende
mi carbón con tu beso
de espuma flamígera,
inviolada.



El Castellano

Prendido en hiel de un abismo,
desdoblado compás y su sino,
crujiendo el alba más preciosa,
por esquinas del cielo de nácar,
es esta escarcha un fiel carruaje
desmembrado entre corceles ciegos,
cabalgada cordura entre cristales,
entre espejos ardiendo,
un calor entre calores,
una vida que ni sí misma
se deja atrás.
Avanza, mece, y se deshace
corre vengo por ti,
traigo entre lirios del campo
mi silvestre trigo,
tráeme tu voz, tráeme tu vida,
estoy moliendo mis azares,
haciendo surcos en mi alma verdadera,
trilla, trillando tu sentir morena,
esta espada que es una quimera,
entre juncos desnudos,
entre pizarras y cuchillos
alzo que vuelvo a nacer entre hierro,
luchando por la luz que me corresponde,
desnace esta era,
entre de mi siembra la espera,
por esta cerca el campo
que dueño acaso tuviera,
ni inspiración cabe con barreras,
la idea quiere marchar ensimismada,
por riendas de un caballito del diablo,
una desventura en plomo
un mar de esferas es todo lo que siento,
por si pudiera manifiesto,
que el gris teñido de bruma,
abandona su sepultura,
vuelvo a mi gusto muerto,
la sombra que me envuelve
preside, rige, y desnuda mi alma,
para ser por fin rosa de sangre,
vestida en azules trajes nocturnos,
mi semblanza a este ocaso
que mi voz sucede.
Entre espartos de mi iris,
por alfileres sembrando
clavos del campo,
anochece siendo de día
resplandece la una ausente,
y gozo la soledad de mi suerte,
sintiendo por fin dicha
por fin alegría
descubriendo este horizonte
por mares de sentir que valgo,
y que sí puedo
que lo vuelvo bello,
hasta en tus molinos que amanezco,
silos oscuros por yedras que te alcanzan,
es mi siembra una locura quieta,
es mi compostura de primera,
por la que clavo a mi destino
este abismo de tinta
encendido.


Opacidad estridente:

Romo metal
o estallido,
en cumbre de ramas
aullando sordas
bajo un viento
que llora su transparencia
ahora habitada,
Padre mío
dime tus fugaces penas
que cuajan
los febriles destellos
de luna pasajera
amilanando su alta ojera
traspuesta a rayos virginales,
en opacidad de soles hirientes
y ascuas empíreas,
es un soborno que alzo
palideciendo,
abriéndose mis fauces
tiemblan de oídos los cielos
contemplando rectos
sus cernícalos.
Mi corazón ya no más
es piedra rodera,
es aromo espinado,
con forma próxima
a espina mísera.
Abro tu blancura destilada,
justicia de la belleza, una.
Abre mi caracol de espejos
su deslizado halo
que oscuro sin ralo,
llena mi hueco latido.
Never more.


El Castellano



En este linde se construyó mi pecho habitado,

se escaló la colmena de labios grises,

por la escarapela fluía veloz el sosiego

de mi vida quieta,

por romances oscuros caminaban mis nervios,

una ruptura de estrella

tumbaba la compuerta de la belleza,

para sembrar allí latidos etéreos,

recto escalafón dorado al beso

y tu cuello me nace doliente

fulgente fuente enternece mi suerte,

yo hablé con mi amor que no existe

y aturdida me contestó la voz,

era como un eco sordo en alta voz

resquebrajando un patio de perdices

y altiva sonaba por las cumbres

jugando y riendo con lobos

sí esos que habitan mis ojos,

aullando y espantando los dolores

en mi sien,

mis dolores que se querían

como hermosas flores desnudándose

en altas espinas profundas,

allí sólo caminaba mi rosa, toda

siento deciros que yo soy del viento

y el viento es mío

en estiaje gris pálido cruza mi relente

del cielo su lluvia,

con impetuosa fama,

sacude la tierra y su flor bella clara ,

dejándome ser como el rocío primero

en recorrer tus labios,

quiero habitarte en canción

que haga surcos de mí

en tu alma verdadera.


El Castellano

Romance de destierro (verso libre):

Raíz arcana anclada,
dejas el étereo espacio,
en eterno cementerio
de tu silencio.
Yo taciturno espectro
misterio de parajes salvajes
que en tu lengua
confrontan.
Sacio mi lacio imperio
en soledad sin inicio
sólo aplacar tu idea
cuál ojo sin alegría hallo
ocho hijos me has dado
más los bastardos reconocidos
anudar mi vida sin vivirla
es desfallecer sin despedida
entre corona y candelabro
me alzo,
al fervor de soles.
Sí mi raíz de plata,
Como gusano y como polilla
no me marcho,
oscuro gusano
en volátil capullo de cobre,
devana mi sangre que rueda,
transmigra tú mi fosa,
qué humano se deshilacha de su obra,
infecundo escote sin gloria,
coraza por pechera,
tu forja de alma no abandones
ni con forzoso anhelo
de abandonar tu querubín
en tomo de tierra
aun la carcoma en espuela,
vencerá a la corrihuela,
en secuela despierta libro
que te hace sangre
como a la tristeza bóveda,
y su sombra a fundirse entona,
avanzo sin cárcel ni insomnio
esfinge de mi carne perecedera vuelves
arrollada a nueve cerrojos,
roja sangre abrir puede;
tú eres mi umbrío tomo
que busco en la Tierra;
como fe en tórculo
rige tu blancura,
pergamino de vana ciencia
que profunda se hunde,
hinchando el viento
de tus metálicas alas,
verbo encarnada
sin margen ni acerbo,
llorara mi alma
en tu rostro
espejo mi gloria
de dios sin nombre
ni conocida lumbre
y mi ser incumbencia
sostiene armada sin anzuelo.


El Castellano

Noche lúgubre y umbría:
20 septiembre 2011

A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.



EL CASTELLANO





Frontera tu letra:


Se enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla.



Desvestido hueso, mineral candente
avanzando por un carril que marzo
bañaba sexual,
trinchera con centinela
aspirando humo de bruma,
entre amapolas nucas,
surcos de honor afilaban espigas,
el forraje decía quién más fuerte.
baldío encrespando la suerte,
ojal de tiempo florecido
del yerto mejor,
sentir entre la roca esperanzado,
luminosis despertando.
Me tumbé entre la dorada grama
me creció un espectro
que hablaba silencio,
y amaba sin importar su verdad.
Abierta zanja, abandonada sien,
era un miedo atroz
tejido a no tener mejor.



Noche silo de oscuridad
destapada, traspasas
mi ventana entre espejos
tu voz se hace la dormida.
Carruajes malvas del sueño
taciturno entre las espigas.
Fuegos y fusiles iluminan
tu dama de oscuridad
amanecida por soles
que bajo ella
parecen de trapo.
Canto a tus pestañas morenas,
alcanzando tu osadía
de oscura dama.
Llora mi azabache
por tener piel de arena
y brotes de la noche.
Por estos nidos carcomidos,
mis abejas construyen
sus panales.
En fúnebres procesiones
de todo lo que dejó de ser
y así descolgar
de esta araña la eternidad
entre sogas de mi calor humano.
Verdes ojos míos,
verde trigo
de mi verde sino.
La noche quiere
ahogarse en mis ojos,
que su sonido
visten y desvisten
por carcomas,
del mutilado iris insomne.
Es sólo sangre en tus ojos.
Telaraña de vorágine,
araña descendiente de enturbiados,
de lúgubres pensamientos
de etéreas raíces en punta.
Blanco sueño devorado
al compás de cuclillos nocturnos;
en ondas de listadas cadenas.
A la esclavitud del latido
encorvado trino,
es el final dictado
de la oscuridad;
la era lumínica
comienza de esta esfera.

El Castellano




AZUR DESNACIENDO:

Esencia intangible,
no hubo naterra,
que ni dioses
osaban mirarla,
ni albergarla;
ella sollozaba,
cual flores, incredulidad
brotaba.
Ella era encargada
de sembrar en ellas,
rocío perplejo
que en suelos germina.
Pureza
en venas;
lo que la perfección era.
Crisol no sostenido
por cauces febriles;
inteligencia
en mares secos;
abejas de ideas,
colmenas
con intelectos graves.


II
Que cubre valles y peñas
inusitadas
y sus penas ahorca;
su misterio
enhechiza toda alma
quién arrullarla sin dañarla pueda,
será dueño de la llave
que encierra a la virtud
no enseñada.


III
Cae la noche,
sobre ingrávido
lecho de mi juventud
acostando luna de cuarzo
entre áspero frío.
Cuerpo mineral candente
quieto en pantanos de tela,
retorcidos sus destellos
en esta nube de leche;
el fango fragoroso gira,
imploro a esta luna que ame,
y el morado cielo ladea
mi sangre verde.
es por este escarabajo
que llega el verbo.
Soledad, soledad tus pulcras alas
que vencen auroras de adoración.
Aurora funesta clavada la hora
vorágine o trasiego
LUZ que ignora
si acaso nace.
Tu liso, amarillo barco,
de oscuro torso.
Tus infinitos beso
dime corazón al apoyo
de tus párpados.
Cuál profunda verdad
en esta espectral rivera
de ondas líbicas.
Espuma densa
de océano de ideas entregado.
Profusa ascua invencible
es mi dolor que más no quiere
retirarse;
que sentencias invade todo ojos
montaña de hojarasca;
cristal de pulsos
que tu imagen toca.
Suspiro fresco
en labio extinto de sombra
día que no se encuentra,
su densa forma.
Cuerpo con agua de estrella;
querer vivo que llega al aire,
tiende y espera.
La muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmado
estallado esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre;
trocados rayos de sol
esquivos, en plano de verde follaje
por azur causados.
Astuta golondrina encontrando
la dócil rama.
Mundo sin mentira
de la vida,
se abre este mi manantial,
reluciente de esmeraldas, desposeído.
Y todo siente:

-Que la sangre miente.


IV
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva
promesas en frente de violetas.
Cantan amando el claror
lírico, estremecido
coágulo de viento
en cientos de porciones
esta luna quieta
que semejanza quiere.
Descubierta la zona umbría
donde yago de yacer.


V
Aplasta mi sombra
contra sí misma
derrumbando opacidades
de granates profundos,
ballesta súbito forjada
a tu entraña.
Derrite mar de boca
que pide extensa
negra noche
y sus espectrales corceles.
Tiembla que rueda
paz, orgullo bello.
El desliz, ráyame firme;
conservo mis principios
numerados.
Reluce mi roce pulido;
entrecielo asido;
palpita mi iluminada tristeza,
haciendo camino.
Vendrá mi torvo grajo
se constatará mi lucero roto.
Turba mi aliento
bajo mi pecho la quiero
con montes limpios
enturbiados por sarmientos.
Delinean este viento.
Lividez plena,
fuga el desaliento
con todos los jirones
de mis ascuas.
Diáfano, ancho, repleto
a trote primerizo.
No cabalgarás,
no cabalgarás si no es conmigo.
Cabalga, cabalga
el llano, que sólo a mí lado
cabalgarás;
cabalga que sólo a mí encontrarás.
El Castellano
cabalga con su espada en mano
todo tu llano.
Hasta divisar todo lo que amo.
Sembrada el alba
que apacigua
la noche que negrea
en estela conmociona
mi luna extensa
que bajo ella,
siempre
estoy en taciturno hechizo
contigo y mi falcata.


VI
Embeberme la luz
sin forma en ojos distantes
luz de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre.
Yo besé las amapolas de los campos,
buscando me embebieran
la forma que como eco
apagaba.
Heridora en cascada
se aposentaba mi bondad
aquietan aguas longevas
la feroz sien
que me dio mi padre.
Nota:

Embeberme la LUZ
sin forma en ojos distantes
LUZ de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre,
yo besé las amapolas
de los campos
y heridoras en cascada
me entregaron sus hijas.
Nacidas tras yo sembrarlas
esta primera lluvia de septiembre 2018.

VII
Cuchillo que tu voz asesta;
mi pecho sin coraza hiende.
Camino mi desvelo enjaulado,
cuenta atrás de la tierra quieta
y sus grillos asolados.
Oh me olvidaba.
Esto es la resurrección.
Indemne entre losas
de azur firmamento.
Respiro entre rosas
las espigas por llegar.
Dilata los verdes la tierra
sosegada dicha trasiega,
un día cenizo
de esta la otra primavera.
Estoy escuchando semi-recto
el retemblar de hojas huecas
sobre la gravedad
de un arroyuelo que fluctúa
cauce entre la copa
de árboles;
sobre semi-vacío cristal
con limpia brisas
encima de un blindado
cantaba, dictaba
antiguo sargento
su presionar, disparar
como hueco
en la ausencia del polvo.


VIII
Abrid la ensenada al capataz
del brillo primero.
Tímida la floresta
escondía sus amapolas.
Núbiles gestos danzaban
la cabeza en loma
que silvestre evanescía
el coraje de la flor.
Vuelto mujer por Ostara.
Patio de perdices
que soslayaba
entre el quejido
de carrascas afiladas.


IX
Hacían sus hojas
mi última espada.
A mi izquierda
el peso
de su hierro estable.
Sibila destrenzabas
tu cándido mirar,
en fraguas de belleza,
inviolada.
En tus altos,
profundos
ojos de ámbar.
Luna que en fractura
recorre mi tejado de alma.



El Castellano


Mi amor por ti Leannán-Sídhe:




Suspira mi mundo yerto,

hojas de mi árbol sin desmochar,

trenzado el vértice

voy hacia el límite,

sí allí donde la hoja se dobla

para comerse a sí misma,

tus héroes vueltos papel y polvo

pasado el tiempo,

yo soy el único que se mantiene vivo

en pie escribiendo,

para llegado el momento

arrasar y conquistar de nuevo,

constructor de poemas,

ardiendo en su fuego,

quebrando su lapicero,

exprimiendo las letras por dibujar,

inspiración del borde del papel,

alma con arrojo como ayer,

alimentando los espíritus que le hablan,

trenzando el humor muerto

en su canto como idiomas de los dioses,

muerto el tiempo sólo quedo yo

para derretir el horizonte en letras de malva,

para volver mágico el sonido,

y acampar el humano vivo,

puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,

resplandeciente fulgor de centella soy

alma en esencia, escritor muerto sin tiempo

yo soy tu elevada inspiración que te lleva

para forjar poemas de tus venas.

Y gritarle al oído que no he muerto.



Cuéntale, cuéntale al viento de este humor

que me trae preso,

por avenidas yertas, olvidadas del verso,

y sus ángeles estrellados,

humor vivo por fuerza celeste aguerrido,

ven, ven conmigo olvida tu camino,

seré luz avocada a la perdición de lo vivido,

conquistando, destruyendo y tejiendo

aliento de tu copa de vino,

era o es llegó mi tiempo,

de enhebrar palabras al olvido,

desmenuzar sentimientos

para tornarlos materia de saliva y aliento,

para destruir el momento,

yo centella del universo,

viene por tu beso labrado

en la estepa corriendo de la vereda a la rambla

dulce su estampa,

quebrada en el verso de hiel,

sembrada en la dulce palabra de miel,

indestructible esencia,

relámpago de la centella,

vida y vid de la quimera despierta,

guerra eterna por deslumbrar tu interior,

inspiración cercana

donde nace y late el amor,

humor trenzado, humor de ababol

ese por el que el humano encuentra su sol,

inspiración olvidada,

muda caricia,

tejida en el eco sordo,

de la oscuridad y su hálito desmembrado,

en espiral de vértice y umbral.




III




Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,

ese soy yo tu humor trenzado,

sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,

más lla de la montaña

y del eco eterno de un tiempo desvanecido

en flor de niebla y umbral,

inspiración sin nombre ni apellido

tu demonio tejido,

jamás carcomido,

en el sino que te destapó poeta del viento

a lo que naces sin destino,

que no sea abordarme la calma y su vino,

destellos fugaces por conquistar

en la entraña de la ola de mar,

y en la niebla de la isla de Manx,

sí soy yo quien te habla de verdad

Leannán-Sídhe en tu mirar,

reina hada del bosque de las sombras

de la profundidad,

llegó tu suplicio dormido,

de enfrentarte a tu quimera despierta

y a tu manantial fulgente de inspiración,

yo tu humilde servidor,

un humilde escriba sin tiempo,

que te amo desde el albor,

quien mereció

tus besos escritos,

para volverlos flor,

tu humilde servidor,

del bosque al manantial de inspiración,

soy yo quien te mereció,

pregunta al viento que mi nombre te dejó,

Förüq sin condición

más que no sea dormirse

en tus besos sembrados de inspiración

dime tu demanda te cumpliré

sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.

Vale seré solamente tuyo.




Suspiro por ti amor,

elevada conciencia de mi creación al albor

suspiro jamás yerto en flor,

soy yo eres tú un reino vivo

de ilusión,

por trenzar el hálito en el ascua,

que rige toda inspiración,

para el mundo venas de humo,

para mí mi realidad tejida en uno,

piel y verso sin razón,

elaborado amor

sí nacido del rayo de sol,

para poseer mi alma y corazón,

desvaneciendo mi dolor,

brotada mi lágrima carmín de fuego

desangrándose mi amor

acampado por todo el resquicio del alma y su flor,

enamorando hasta el hueso de mi esternón

pura llama sin razón mas que congelar el hálito silente,

lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte

muerta la lanza y su fiebre,

quién contra mí soy invencible

soy ruído en el alma que te acampa

quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,

quien en amor te acampa el alma,

llegada de un confín a habitar tu pecho y espalda;

no es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo

a florecer llegado el tiempo,

muerta tu araña soy yo quien te queda,

un mundo en tu vena,

un horizonte de estrellas,

limpias, puras, nacaradas,

sí soy yo quien te habla en albor,

tu hada fiel de la sombra,

Leannán-Sídhe

somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,

de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,

para vencer muerto el suplicio

en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,

para decirte que soy yo quien te ama de verdad

muerta la espera soy yo

quien te queda.

Y yo soy quien te ama mi quimera,

poseyendo mi alma entera.



Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto

despierto mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.





Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,

para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,

muerta la calma y su abrojo de plata,

todo lo que queda es ella,

vida para el telar de mi letra,

despierto el alarido y su estampa cuelga,

muerta mi araña es ella quien queda,

para florecer el viento flores de sol latiendo,

y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,

era o no era llegó mi tiempo

desnudo el tiempo,

me visto de cuervo,

para volar su cielo,

mis violetas nocturnas caen en flor

junto con mis sentimientos,

para acampar el sonido y su destello,

soy yo quien quebró para ella el tiempo,

el horizonte gritaba su amor envuelto,

lloraba una primavera de nuevo,

soy yo el que escuchaba atento

fiel de su beso,

para mi no era invierno,

si su estampa relucía de nuevo,

era sin duda mi tiempo,

el de rajar el suelo

sembrando mi aliento,

despertando al muerto,

trepando la ilusión

en su pupila de hierro,

desmenuzado el latido

quedó que yo vivo

por el latido

que me mantiene en vilo,

a ella sujeto y preso,

para florecer en ella el beso

y mi caricia quedar proscrita

a su submundo de los condenados

así como su estampa brilla.



Nada que negar, nada que defender,

solo tu piel por escalar,

mantenme aparte

estoy rezando a mi mismo,

quién vendrá a sostenerme,

llegado mi punto final,

sólo un alma allí estará,

nada por dudar,

eres tú Leana mi verdad,

todo lo que hago correcto,

estampa de vid y cielo,

por aguantar,

el cielo por doblar,

llegado el final,

quién si no tú me sostendrá,

abismos afuera, todo por llegar,

sin nadie que nos juzgará

estaré a tu lado de verdad,

y la perfección de ese modo alcanzar,

desmochado mi demonio

en el lugar,

robado al tiempo tu suspiro nacido

por mi aliento enardecido,

eres tú quien me habla

yo quien te responde a garra, letra y poema

desde la entraña a la zarza,

y su espina ensamblada,

que yo soy quien te ama

y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá

en el ocaso de la eternidad mi reina

señora hada.


Ahora llegado el final,

mi tiempo me sostendrá,

mi piel esquiva en tu boca se arrancará,

con el saber preso

que de tu aliento soy convicto,

mi hada Leanán

el viento de nuestro aliento queda repleto,

cayendo por la avenida del miedo

jamás mi aliento si no el color de mi verbo,

debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,

para acampar en tu boca con el mejor beso,

sostenido mi traslúcido pío,

en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,

hilos de mi tiempo desvanecido

en la boca de la estrella por dibujar

con mi lengua,

una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,

el ombligo del umbral se desmigaja vivo,

para rajar su entraña mi te amo

a flor de garra y rosal que acampa

mi humilde entraña,

floréceme el viento de nuevo,

seré yo quien allí estará,

sembrando en invierno sus mejores besos

del firmamento sedientos,

y sí nacieron estos abrojos míos versados

es y será para que alguien nos recuerde amor

por los siglos que nos vendrán.



Pacto de sangre consumado,

temblando,

el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando

su canto a la luna sempiterna de antaño,

viste y vistió mi amaranto,

que colgado estoy de su manto,

vid de mi quimera por sembrar

su aliento vivo,

en la piedra del olvido,

muerdo yo lo vivido,

es y será mi sino,

blandiendo a la mitad del viento mi trino,

para llegar y conquistar el humor vivo,

hoy te descubrí preciosa mi compañera,

por entonar contigo quedó la letra,

tejiendo mi cauce sanguíneo,

tu estampa de sed por navegar mi camino,

por desnudar el alma contigo,

destruidas mis murallas de lo sentido,

queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,

para descubrir contigo el suspiro que avanza

por el camino,

ese que me trae perdido,

alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,

destapando mi secreto en tus labios,

desnudando el sentir preso,

ese que por tus cabellos cuelgo.

para amanecer en tu bella boca,

allí donde despierta el azabache de la noche.


Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,
en espinas sus besos sangrientos,
forman ellas mi aliento,
a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y
tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,
que nos sangró los sueños,
mi vida conquistará tu aliento,
allí donde la yedra escala el árbol,
y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,
esta es mi vida que me late el verso
y por tus ojitos tengo mi firmamento,
ese por el que la noche es azul y el día amarillo,
para acampar hermoso el sonido,
y trenzar el álamo sin desmocharlo,
sólo allí el humor caerá trenzado,
por el aliento al viento
fluirá nuestro secreto,
de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma
verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,
voy allí al submundo de las almas
y te encuentro entera,
cómo no encontrarte si brillas entera,
hoy el nervio me avanza
por desnudar mi entraña
flor de niebla y umbral enamorado
hoy soy yo a tu lado,
y que el mundo gire y se estampe entero
que yo amor te seguiré perteneciendo.




Solo una vez se destapará el canto
quedando de los labios preso un sonido enarbolado
demente el hueso estallará grillos y sus huestes,
blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,
ese por el que el sueño será encontrado,
mi vida te seguirá perteneciendo,
fiel de su caricia,
el hálito correrá sin disciplina,
allí solo allí tu caricia será sentida,
fiel de su alquimista que la vela y aguarda,
fiel de súplica su embestida,
es momento su araña cae tejida,
destapa la caricia dormida,
para acabar su vida
en la hoja de aquel árbol donde todo termina
me aguarda el reino de los valerosos versos,
hoy por hoy encuentro su calma
y me aborda su estampa,
para ser yo bajo tu entraña
quien tu ansia guarda,
sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,
mi bella mi adorada
mi musa de mi entraña enraizada,
soy el que ves que a tu beso llama,
quien te duerme en el cuerpo de tu cama,
floreciendo en piel y verso su entraña,
abierto su latido,
eres tú amada todo lo que yo poseo,
incendiada mi estampa,
eres tú lo que afila mi calma,
la ola de mi océano que clama,
muerta la hora, llegado el umbral
quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío
si tú eres lo que yo vivo,
y junto a ti partirá amada mi rumbo.





Estrellas fugaces me siembran tu caricia,
por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,
se destapa el velo arraso tu calma,
me cuelga tu amor a mi entraña,
vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego
se afila mi verbo y te encuentro,
sueños deslizan mi cuerpo,
mi armadura es mi verso,
que crepita el beso,
acabando de ti deseoso,
lícito el momento de acabar bajo tus labios,
de nuevo tu piel incendio,
para estar bajo tus brazos ileso,
para ser vivo poeta de tus ojos,
el verso sea mi pluma,
la sangre mi tinta
y tu amor mi fuego,
para acabar de este sentimiento preso,
que da vida a mi hueso
viva el verso,
viva tu vida a la mía unida,
hoy descubro la avenida,
que no escapa sin caricia,
mi vida encendida,
no es tiempo de huida,
te sostengo fiel a mi súplica,
enciendo de tu cuerpo el brasero
y bajo tus ascuas me quemo,
para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,
hoy visto de besos el amaranto,
mi cuerpo es tu casa,
viva el verso,
hendido en sentimiento,
por la luna y su crucero,
por el cielo y mi lanza despierto,
hoy quemo el universo,
para quedar nosotros dos
en llamas envueltos,
no te dejaré escapar,
con mis versos flamearás,
vida a mi vida sujeta,
por los cielos descrita,
y su plomo deja de serlo,
para ser nubes cargadas de besos,
sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,
sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,
devuélveme a la vida lucharé por los dos,
sin despedida, sin desquicia,
el verso brillará más que antaño,
el océano le quedará pequeño,
seré tu dueño,
a la noche que reinan las estrellas,
vivirá siempre nuestra luciérnaga,
de la luz su caricia,
conquisto el cielo
para que viva siempre mi verso,
y soñando te encuentro al calor de los luceros,
la luz se desdobla para parir
nuestra hija de oscuridad.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Iris en ojo de sangre:

Vena del cielo:
Solitario rayo estertor;
siniestra umbra,
escala la cuchilla
de tres arañas colgando,
hoy es por mí
nunca quede huella,
destino en azar hendido,
lleno, repleto, asido
en el origen primigenio,
madre ella del color,
asume este sentido yerto,
agujereado en haz luminoso,
nitidez en halo
de nocturnal visión
derritiendo,
devorando astillas primas
de subrepticia enhebrada,
padre flamígero del fuego soy,
elemento hermético
de tres sentidos,
arder, conquistar, consumir,
estelas abren runa clave
Gemineye,
sangre de este ojo,
perplejo soliviar
en azur abriendo pulcritud
inabarcable,
inicio de sabiduría en vena,
muerde,
acaba esta espera,
raudal extenso de pura visión
en certeza
de sentido superior,
cristalina esencia
descendiente
sin parpadeo fugaz,
crisol de valles
y gramas feroces,
deslices del afán superior,
dar sentido a mi vida,
ojo de sangre calzo,
cabalgo anquilosado designio.
Ancestro del lobo único soy,
perplejo sentir asido
del diablo en simiente,
primer ángel caído consumado,
errático vuelo soterrado,
magia del silencio encumbrado.
Visión, y sueño,
indescriptible con lenguaje.
Si te ocurre lo mismo
no eres capaz de usar razón
y ordenarte abrir los ojos
y dejar de ver;
como un corzo paralizado
por un lobo estarías,
imposible por sensación
hacer desaparecer lo que observé,
por extasía, incredulidad oxigenada,
belleza en percepción,
la pureza en sueño
en imagen mental
que escapa a todo,
vi el azur
por decirte aproximándome,
en un ojo femenino
lejos de este mundo
y de todo lo conocido
o descrito,
fué una sinestesia recta,
sin ser más que tocar el color
de la Oscuridad nacida
a ojos cerrados,
sumisa, displicente,
involucrada en crear
sonido del vacío absoluto,
sigo perplejo y asustado.
Es lo trascendental del infinito,
como ver el origen
del color formándose en un ojo.
El azur, el verde turquesa,
y azul mahón
no te puedo decir más
que esa belleza no me cabe en el pecho,
por algo sigo viviendo
no hay azar enraizado,
hay perfección.
Luz me arde ahora
en el mirar ciego del sueño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los años
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve caídas
de sus ángeles despiertos
en tu sueño me ves invernando
dorando mis pelos de murciélago
bailo el colchón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra más
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brotó en flor de amapola venidera,
dime qué debo hacer
¿Algo erróneo?
No puedo volver atrás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzará
nada por cambiar
todo está hecho
algo que asalta aparte
puedo volver y empezar de nuevo
sin mí, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a este mundo
mañana veo el futuro
la destrucción del pasado
quedará atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiammeamscientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
continúo al cuervo
que me vuelve más fuerte
ave más inteligente de la faz
poder de la misma
energía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que partió todo inepto,
inconsciente tormento.



El Castellano




Inerme botánica de sangre:

Sangre esclava rehúye
la encumbrada virtud
del hombre libre.
Suenan los iris
por estelas claras,
designios flamígeros en sotos.
De luna descalza;
con metales irascibles
se presta.
Sujeta clavos en mi torso de roble,
ciprés que no duerme
ni sus duros ojos bajo tierra cierran,
sembrados;
oscura hierba
en agua turbia marcada,
agarrada bailaba compases
que el viento dicta.
Cielo abierto de honda sombra,
engastada de granate sin avivar.
Soberbia limpia
que los amigos dejan,
en panales como enjambres
sin sed de vida.
Testimonios yacen cadáveres
erguidos, en pie al olvido.
Milenios de cristalino rostro
numen erizada
acaso estira mi cuerda.
Este son día tras día
se revelará caminando por fuera
del suelo proscrito.
Mi piedra será ojo de tierra.
Abrirá poniente un cénit
en sortilegio de blancos acres.
Inhumana luz sin testigo
ni brida.
Carne de matices que no disimulan,
camina el brillo primero:
yedras, millón de asfaltos.
A los cielos alzo mi mar angosto
y su yerta secuela
en nueces del tiempo
y almendras que relucen
como el oro.



El Castellano

Túmulo de bronce:


Hexámetro en bronce
de sus miles brillos
invoca mi escita
el arduo fuego que yo poseo
casarse quiere la arcana musa,
cólera de Hércules,
dioses habitan otra,
la escritura,
celaban torres de sombras,
el destierro secular
que nuestra dicha honra.
Podéis jactaros
de cuantos diarios
habéis escrito,
rebuscado, doliente
sin plagio yo,
filólogo
de un olvido de hierro.
Posesión certera
en mi sótano de luz,
henchida moneda vaga
me habéis pagado.
Por cuantos filos
blande mi lenguaje
pulcras espadas atesoran.
Heráclito soy del tiempo
yunque que se oxida,
Intangible río
llorando expensas de un amor
que hace imperio
en opacidades del ser
ilustre, fiel testigo
en juicio con mil moscas
que acudieron
al panal de su corazón,
para morir de avaras.




El Castellano


Flor helecho romance:

Agua lleva, suena río,
alma de roca ya mecida,
bebía orilla leve.
Flor roja, sangre sí cuenta,
blanca cierva fada triste
cazador hiere su flecha,
blanda espina gemía
flor abierta grana lerda,
fada herida descansa
latiendo la parca negra,
yace helecho silente
suspira sangre plebeya;
el helecho comprensivo
flor mágica forma bresca,
tambores suenan despiertos
vid en helecho acerba,
afligidos, piedra mueven
cazador choca sin venda
flor helecho coge alma
lo que frío bosque agremia
misterio de cierva fada.
Fada descansa, inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, su penca
cuervos la cena discuten,
cazador río afrenta,
lleva el río latido,
aliento verde no medra
duendes coronaban fada,
fada su vida dispersa
los espinos la cuidaban.
Suerte mecía atenta.
Enhiesta flor fue semilla,
altiva plántula bella.
Hada tenía la suerte.
Él apuesto, daba guerra.
Recta plántula suspira.
La vida fue muy correcta.
Aún duende ella quiere.
Ella, hada, como hiedra
ellos cuatro siglos ''juntos''.
Los dos sí saben, ''leyenda''.
II
Entre pámpanos exhaustos
cuervos, que ciprés alegra,
ronca voz enardecida
ojos de tierra que fierra.
Rompe mi leve oído.
Bruma que siglos almuerza,
Entre fugas y sus carros
negra sombra sube cuenca,
el Olimpo ya reinaba.
Venus baila, suerte terca
furtivo, justo desliz ve.
Inframundo almas hienda
Mal destino él mecía
rivera de calma yesca,
tuvo cetro agua brava.
Siglos, dicha es ofrenda.
Cierva fada. Lides, forja.



El Castellano
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


Férreo estímulo:

Resoplido al fulgor de soles sedientos,
y rayos de esencias acrisoladas
al fervor de síntesis violáceas y sombras ecuánimes.
Halos en regencias febeas; sus cadencias amilanadas danzan, juegan, mecen extasías soberbias, en rediles que estrellas guardan del brillo magnánimo, cuchillos calizos resecan la viveza pétrea, iris de tu fervor de lunas espolvoreadas, estira su tela mi araña
colmando tu rauda pureza luminosa, como ascuas intangibles en fanales hogueras
de mi deseo hendido a tu cauce,
abro la sed de espada, exudando tu sanguínea pupila en sentidos yertos, helados.
Es un río malva de pétalos desangrados.
Abro esta flamígera contienda de la comunión de nuestras estrellas.
Vinieron a plañir sus estelas densas, graves.
Por cuanto mi hematíes coagulaba mi sangre, oro del mercurio de tu boca mi amada hada, es un designio nacido; un estruendo brotado de la sombra de tu infinito, cómo arrullar mi deseo traspuesto a tus sábanas espectrales, y mis lechos  de paja y flores.
Se destila mi testimonio, con un latido de tu certera caricia de aliento mi amada, es un soliviar vetusto y una rosa perra, un hinojo que guarda mis aojos y sueños arrebolados, un sueño y te toco más allá del color mi hada oscura, mi risueña golondrina azabache.


Resoplo
al fulgor
de soles sedientos,
y rayos de esencias
acrisoladas
al fervor de síntesis violáceas
y sombras ecuánimes.
Halos en regencia
de cadencias amilanadas
danzan, juegan,
mecen extasías soberbias,
en rediles que estrellas guardan
del brillo magnánimo,
cuchillos calizos
resecan la viveza pétrea,
iris de tu fervor de lunas
espolvoreadas,
estira su tela mi araña
colmando tu rauda pureza
luminosa,
como ascuas intangibles
en fanales hogueras
de mi deseo hendido
a tu cauce,
abro la sed de espada,
exudando
tu sanguínea pupila
en sentidos yertos,
helados.
Es un río malva
de pétalos desangrados.
Abro esta flamígera contienda
de la comunión de nuestras estrellas.
Vinieron a plañir sus estelas
densas, graves.
Por cuanto mi hematíes
coagulaba mi sangre,
oro del mercurio de tu boca
mi amada hada,
es un designio nacido;
un estruendo brotado
de la sombra de tu infinito,
cómo arrullar mi deseo
traspuesto a tus sábanas espectrales,
y mis lechos de paja
y flores.
Se destila mi testimonio,
con un latido de tu certera caricia
de aliento mi amada,
es un soliviar vetusto
y una rosa perra,
un hinojo que guarda mis aojos
y sueños arrebolados,
un sueño y te toco
más allá del color
mi hada oscura,
mi risueña
golondrina azabache.




El Castellano

Entre corona y candelabro:

Es un desfile
la luz del astro
intransigente,
sabe que no tiene mejor,
en su empeño.
Se riza mi idea
sabiéndome cuervo,
adentro el nueve
y el tres sacude.
Vive este caracol
con casa de espejos;
habito el espejo,
estoy escribiendo en él
que un día
las imágenes
harán dulce sinfonía.
Los sonidos
serán colores derretidos,
mi casa será una hoguera,
mi luz será inquebrantable.
Seré yo encargado
de cabalgar los tiempos.
El olvido dejará sus cerrojillos
entre un manto de abrojos dormidos.
Las hojas llorarán baladas estridentes,
perfección de décadas florecientes.
Siente el poder
del cuadro de la oscuridad.
Afílame el cuchillo hiriente,
tejidas las arañas de mi carne.
Atraviesa esta grieta de la oscuridad,
que no llora flores
lleva sólo almas
a su ciego campo de espigas.
Fiel reflejo estridente
los cuadros de tu vida
danzan entre las baldosas,
entre acorchados pasos,
todo va quedando atrás.
Un ocaso florecido
de espadas en sigilo;
tiempos huecos
su lúgubre caricia,
siendo heroe del norte
de mi silencio.


El Castellano

Es ciego mi Sol:

El primero
un flamígero
capítulo
de mi sanguínea vida,
al fragor de simientes
que germinan
nuestro ensortijado cauce
de nuestro albor;
engalanado en un diente de león.
Enajenada mi estrella
queda sembrar el cielo.
Con adormideras
y vestir el astro.
El astro de traje
para encontrarte
avanzo mi adentro queriendo
tu hechizo de piel
que me abruma y deshace
la hiel,
colorines me silban
su quietud
colorada, furtiva
en la pulcritud
de tus mejillas;
oscura golondrina.
Al alba
de mis deseos nacidas.
Fiel reflejo estridente,
los cuadros de tu vida.
Danzan entre las baldosas.
Entre acorchados pasos,
todo va quedando atrás.
Un ocaso florido
de espadas en sigilo;
tiempos huecos,
en lúgubre caricia,
acaso la luna es luna
o alguien despierta,
y la pinta.
Cerrojillos en destierro
de este silo de oscuridad
amilanado que yo amo.
Avanza que imanta
el día y su prisa
por alzar
su comunión de estrellas.
Gritos secos se mueven
tras el ventanal.
Sangre que coagula.
Entre compases de malas yerbas
de mi patio.
Es un mirlo negro
Que me visita,
siempre vestido igual;
estrujé las vidas
del gato de arena que soy;
suicidios de cardos
corren por el tapial
del patio,
se riza durmiendo
mi gato negro;
la soledad me ama
más que a su estampa;
vuela y reposa
mi fiel añoranza,
reverdecer mi ilusión
socavar con sucesos
lo deseado
para tomar con mi esfuerzo
lo que no me dan.
Acaba de irme y no soy adorable.
Me levanté y me fui.
Quedando mi decencia
En una hoja.

El Castellano.


No hay final sin comienzo:

Miles dei lumen litt C et sumun cannae. Flos umbra, diectusuxorblanditia.


1
Es esta rosa flamígera
 repleta, rodeada en abrojos
llamada destello tenue, veloz
arroja, presiente
mi elevado albor,
cuanto posee llamado amor,
de mi azada y hoz redentor;
revelación
que mi sangre golpetea.

2
Resucita mi dignidad servil
vivir con sueños colmados
de fría esencia argenta:
antorcha prendida, dispuesta.
desbordadamente viva
tu creencia.
Trasciende,
alcanza mi llama
entre danza de corona y candelabro.

3
Frente la luz de una noche
todo ella,
me ha devuelto
una osadía.
Diviso su hegemonía
férrea imprenta;
estigma que repele
mi ilusión verdadera.
Desnacer ocurriera mi tierra le ofrecería.
4
Ileso viles juicios
atravieso,
batalla traspuesta
del candor expuesto,
nacieron dos gotas,
yugo de unión por mi tinta
que hoy canta que hoy grita
las flores cantan,
las nubes se levantan.

5
Candamvis levanta,
centellea,
llegó mi renuncia acuchillada
perder sin intentarlo
me dictaban,
renuncio a morir
sin intentarlo.
Fiel prefacio blando.
Aojos danzo.

6
Vencerá el pacto de mis hados,
con mi serena brea.
Un gris roto
un pedazo de ascua,
las piedras gritan,
dibujar tu oscuridad
en mi pecho manifiesto,
el signo en pared de alguien,
en puerta redimida que mi hoja cante.

7
Mirla mía
sin tu cárcel
vuela, alza mi caricia,
hazme libre,
soy ferviente azogue
de mi cadena a ella
amarrada.
si a ella no traes
¿En quién confío?

8
En quién yo seguro
mi alma desvisto.
Cauce seco,
carretera sin bordes
de mi cromático metal
escrito en cobre.
Es o no es
brilló mi turmalina
displicente fuente.

9
Es la vuelta de los vencidos,
acaso sirvieron
sin luchar despliego
mi ejército,
en brillante estepa solitaria,
la noche llora su azabache,
volveré vencedor
por alud en llanura.
Que yo no soy español soy castellano.




El Castellano


Dispuesta égida forma celada:

Luna venidera,
aguardo, augurio de tu siembra,
vengo que nazco
a párpado fijo encumbrado,
ven, ven a mi yermo,
donde todo luce dispuesto,
y un ángel redentor
te esquilma el beso,
preparado para disparar
y tu anhelo flagrar
preparado
dispare
acoge amor
mi temprana osadía
estoy nacido del hierro
de tus ojos.
Venga a este mi ser
tu alumbrada existencia
para nacer de exhausta
secuencia interminable.
Ahondo que surco
venzo dispuesto
mi flamígero desespero,
soy porque seré
tu sol Lugh
mi enhebrada luna
aventa mi ansia
nómbrame tu apoderado,
cuántas lunas sempiternas pasaron,
y yo nací para
que fueses mía
en taciturna desangelada
sonrisa venidera,
no me desampares,
sé mi fuerza,
sé mi anhelo
que yo tengo diosa,
que yo tengo madre de mi luz
verdadera.
Por este soto derriten las estrellas
para ti ofrezco
una estampa, una espiral
que no acaba
por  mis cinco litros de sangre
irrigada,
nacerá una estela tuya y mía
desde hoy hasta siempre
el tiempo mi rival,
soy yo nacido para la eternidad,
ámame musa
porque comienzo a amarte
desde tu ambrosía,
que decreta no ser
vida de un día,
germinará esta etérea semilla.
Miles dei lumen, flagro metaphora
creaviblandusmorxtimunmalum,
veneraviblanditia, dediscocordissolusunno,
verstroparemo, sed de vita ostendialae,
decreto ser de tierra,
luz que germina
mi entraña verdadera.
No me desampares
estoy formando celada.
De égida dispuesta
este Escita levanta
por ti de su tierra Castellana.

El Castellano


Brillo azur de tu mirada:


Alcanzo tu visión serena,
tu Iris excomulgado
y su transparencia vítrea,
me cuega la pupila.
perdido entre tu brillo azurado,
cristal denso
de hielo nocturno
en opacidad extensa
como el llano de mi oscura
nebulosa voraz,
un grillo hendía mi herida,
por los grados
que centrifugaba su cuerda,
tres notas una destensada,
era tiempo suficiente
de fijar constelaciones
en los azares de tu mirada.
Caminaba solo a voz rota
el paralelo perplejo
en tu honda risa,
más que un estado mental
me golpeó tu osadía trenzada
de dama
de mi vespertina noche.
Era un halo intransigente,
te necesitaba más allá del irisado
de tu caracola,
me respondieron las cuerdas
de tu guitarra,
que era yo
tu blasón perdido,
en pulcritud de encajes
y árboles frente nuestro retiro
de miedos.
Sólo hay un sino
no abandonar nuestro sendero tejido,
quiero describir
la turquesa tus ojos,
no puedo sin caer,
en que ninfas, Calíope,
afinaron tus manos
acompasando con ellas
sus arpas,
tu alma de cristal
yo, adentrarme en ella pueda,
quizás una osadía acompasar
tu haz luminoso
una y nueve
existencias más.


El Castellano

En media azumbre:

Nunca seremos nunca,
enfilando seremos ceniza
secreta puerta,
desolación con corazón,
materia de luz remota
sombra, olvido, brillo
palabras en el polvo,
tintero, sinfonía,
melodiosa sierpe,
me ensordeciera tu rayo de luna.
rastrojos por cebollas difuntas.
Animosas amapolas
órganos de mi ruda piel,
alada mi alma de almendra.
Parca enamorada es contemplarte
colmenera sería tu alma para anidarla.
Me esparcen la razón,
bueyes arrostran mi redil de venas,
fugaces, secuaces.
Halagan mi jardín sin alondra,
mi nombre te dejo,
pecho de ala,
tórculo de este recuerdo,
dejo presente
que quiero ser siempre, contigo.
Sufrimos tú y yo
la miseria de la vana luz,
en lecho, buque, beso
y noche de perros sonando
como lobos despiertos.
los valles redondos de ondas viejas
navegan las dunas
de tu luna sempiterna,
en arena gemías mi placer
y sus grajos que crascitan
enamorados de nuestra espera,
delicia como tú así es esta vida,
piedra ligera en viaje definitivo.


El Castellano



Orilla de reguero:

Vienes mi oscura golondrina
a colgar tus besos de nidos
en mi antiguo balcón de reflejos,
jugando me llamas
con tus alas en mis cristales.
Tu hermosura y dicha acusan.
Tupida mi yedra,
por tapia y hermosa fronda;
cuajada de rocío volverás.
Abre mi lid mi castellana,
moruna siémbrate
desentierra este caudillo
frente rejas de tu estrecha ventana
cuelgo un mirar absorto,
de tu despliegue de manos.
Dame asilo de pecho
inexpugnable penetra
honda risa,
sólo llave, paraíso, alma,
soto, cárcel, instante.
Sólo veo todo lo que aquí
no yace.
Agarro la rienda del caballo,
descubre el viento
mientras salta muralla en sangre,
pavesa en aire,
sujetando mi arpa en la lumbre.
Tres cuerdas estiro,
la última destensada late,
un averno sin condena
ni tristeza seca atañe,
dicha, belleza, fortuna, procesión
entre pinos rutilantes,
tus yemas,
mi pavimento,
con espada que centellea,
ya no es mayo pastorcica bella,
ojos de otros ojos me enseñaron,
pajaritos, valles,
vegas, agua fresca.
Sabes cuál es tu música suave,
encanto severo apasionado,
del enturbiado espíritu
blandiendo tu embeleso amilanado.
Expande tus tonos
cariño infranqueable,
tus franjas verde- azules.
pié de mi río
tu fronda ya cubre.
Abre el estío en ráfaga de tu centella,
tejeré para ti siempre mi sorpresa.
Inextinguible clama, abre la gloria,
magnificencia de osar tus labios,
terciopelo anidado
de un tiempo disuelto en sílabas,
suprema,
volverás a mi ventana
mi oscura golondrina.



El Castellano


Tres ascuas coronadas:

Mi seco musgo
arrebatas denostando
banalidades.
Agitar embravecido
tu seda y densa tela
perpetúa.
Creceré sin perderme
en tus ojos
visiones rectas de lo que querer
dispuso.
Mis hojas coronas
como frondas suaves
se despejan en tupidos pinos.
Resplandores descarnados
avanzan tus vidrios irisados.
Mis escaleras soplabas,
oíamos rodar la canica
por susurros colgados
en ceniza de hojas.
Avanza regueros campesinos.
Alarido bélico,
desnudado.
Empuje de amado
turbión empujando errante.
Chispa postrera mi sarmiento,
compuesto fuego medroso.
Deshechas las aflicciones,
queda sembrar
música, aullido, sombra y fábula
de arcano son del viento,
visiones riegan
tu raíz de plata salvaje,
arroban tus ropajes
dé argento ángel
en plata iluminado,
por secuelas
arrostran mi firme trazo
que voy a conocerte,
hasta hendida puerta,
y ráfaga inquieta
eres eje,
eres sentido
para germinar
cendales de niebla
en los campos de tu esencia.
Una.


El Castellano


Sendas por tu Parnaso:


Visiones riegan
tu raíz de plata salvaje,
arroban tus ropajes
dé argento ángel
en plata iluminado.

Una tarde,
horizonte en alta,
profunda,
inabarcable estela,
sin abarcar porfías medrosas,
extendía nuestra noche oscura,
naufragio posible
tú encontraste color negro,
yo una cegadora senda
al final sin comienzo
en derrotado afán
que acaso piensas
¿Ha comenzado?
Prosigo,
que dilatas esperanza.
Mi lóbrega palabra
cerrarse no entiende,
lejos se oyen roncas sílabas,
cóncavos senos agitan,
sólo es densa oscuridad
rompiendo espumas azules,
amparas que dilatas
sumergido escollo
bajo tu cielo
que exenta de dolor
mi rudeza en esperanza,
recuerdo al menos tu metal,
jamás mis alas,
oscuro dormía el monte,
mudo el viento,
yo silbando pletórico.
Tu poder soberano,
domando orden,
en noticias de Parnaso
laborado,
aguardé honda seña
y hoy soy saña del arcano,
que formó polvo fértil de montaña,
bosque de árboles de ceniza,
poso en terco llano,
gemirá alabastro
tus calzas
y el azabache que llora nuestra noche,
serpeará el color de tus cabellos.
Me desplazas
a la imagen del Hipocrene
abrazando el rubio Apolo
que me vanagloria,
demonios mirarse ellos soterrados,
murgan oyendo alaridos,
peras al olmo sé que es lo que propongo,
¿Acaso no es suficiente lo que obtengo?
graciosa Euterpe traje no quiere,
yo sé que tus ángeles batientes meces,
sólo acuso que ya sé quien tú eres.




El Castellano

Agua socarrada, elíptica travesía:

Analizo la luz en tu mirada,
leo flagrante tu alma.
Horno de fuego lleno,
como pisar un abrojo
y blando sabor degustar,
estampido del trueno atribuyo,
rebelión venciendo,
ya se escuchan rumores sordos,
precursores de tempestades.
Torrentes sin cauce
la turba desemboca a mi senda,
yo soy como las vigas de Himeto
no preguntes más.
Que ya mi amada labra la columna
que me cincela.
Heredero he sido de cuanto he servido.
El múrice me guarda
servil en mi travesía
por mar Laconio
cielo, inspiración, canto
corre anhelo voraz.
este mi sepulcro reverdezco
hollando lindes,
preguntando a Prometeo,
sin sobornar a Carón resignado,
el Leteo ni descendientes
traspasar mi puente pueden.
Chispeante tu cielo,
su rubor satisfecho oso al por mayor.
Instantes melosos veo en su colmena de labios.
Agradezco por enunciar mariposas nocturnas,
poso de almas condenadas.
Orados recursos en vigilia
que enseña cátedra tu silencio,
estruendosos llamados
a cosechar en gotas tu alma.
Sólo ordeno, mande sí
pero no me despiertes
porque no conozco ni miedo
para luchar por lo que quiero.
Acoge el cimiento
coloso que ando disponiendo,
prosigo,
póstuma súplica
ésta que logra calmar de Plutón su ira.
Gerión y Ticio
la onda Estigia aplacan.
la raza Danaica no se acobarda
ni su madre Dana
devela el secreto
por el que soy preso
reo capaz de incendiar
abismos que rutilan sombras
si así combato mi incierta suerte
por la que arriesgo sin miedo
de ganarte el cariño.

El Castellano

Candente secuencia:

Animus meminissehorret, luctuquerefugit.
Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.

Lóbrega quietud escarlata,
eternal lustre oxidado,
eterno sueño
esquivando meloso asilo
de todo desgraciado.
Mi voz, angelical beleño
casi yerto,
pavoroso azar cuelgo.
Un averno cruzo
de quien yo era,
arreo sempiterno me rige,
hórrida lucha descarnada,
lucirá opaca
severa luna.
Mi ciprés fúnebre aplaca,
claman los ecos
frente ojos
musitando furores
al viento desceñido.
Todo lo que gritando calla,
se precipita
como lo que el generoso esfuerzo,
pudo sembrar;
afila esta turba
mi empedernido rostro.
Ultraje
que el desgraciado
expira sus fuegos.
Flor en miel de vida,
bronces de alas.
Magnánima se eleva tu suerte
labrada,
medroso mi latido
ya no huye,
cerviz eleva digna cadena
indómita.
Feroz risa por treguas
de brillantes ruginosos aceros.
¡Oh musa!, que por sombras felices
resuena mi dicha,
inulta eres
diriges fugaces los gemidos,
por melosos lares,
Turia y Duero
bélicos de nudosas lanzas,
desentierra ya
mi cuchilla férrea
de cuantos campos en Castilla
yo amo.



El Castellano a 11-08-2018


Tersura de palabra:


Aletargada una calma silenciosa,
en regazo de adusto febeo,
no pierdo fiel mañana contigo,
musa de agua.
ilusiones semblantes de Citeres.

Desdén que amancilla
de redes y verdores,
no cuentes mis cítaras.

De mi laberinto de espejos
tu alma es llave,
que férreos pesares cierra,
este mi leño amimaba.

Incólume afán de cuidar
de seguir tus protectores.
Tu lira mágica y tu arte no oprimo,
sagrado designio tu voz.

Ver imágenes de sus moradas.
Perdona si te agravio,
en ti yo quiero refulgir.

Lágrimas y sangre confortadas,
cresta de inmutable resplandor
savia que gime
 y adora lo que es de ella.

Me crece de los ojos
una sed intensa,
el témpano sordo,
aguarda, vela y sostiene
nuestra ciega luz.

Llúcia de todas las vírgenes,
la una me venció con trágica voz,
y sonrisa de caracol.
Que nunca desvanece
sólo vacío se queda.
Sin destino mayor.


El Castellano

viernes, 31 de agosto de 2018


Denso halo nocturnal:

Fuentecilla parece mi noche oscura,
fuentecilla retozona,
y de verdes lamentos quejumbrosa
como sombra leve de mi pájaro piador
que acuesta a dormir su entraña.
Sombras largas que descubren
el canto los lisonjeros grillos.
Blancura y azabache descansa en la arcilla
el nido mi golondrina.
Al fresco respiro de mi chopo soñador
lanzo un severo destello argento.
Longevidad imperial cercenada
como retazo de persistente
carcoma manida a mi verde intelecto
grave;
embaucaría sin tenerla
todos mis instintos,
todos mis impulsos.


II cuartilla

Canta , canta mi pena azul
sin ocre zozobra.
Abre el verde ramaje ,
a la espesura de mi idea.
Entre un camino serpeaba
como culebrilla de un destino azaroso.
El murciélago castellano
rasgaba bailando,  ladeando
el cielo mullido
de levedad de colchón sin luz.
En sintonía opaca que rodeaba
y acariciaba.
El cielo abría su sangre a la noche.
Un sopor de estrellas
que en este verano no tardaban,
y el rudo vigía ciprés soportaba.


III cuartilla

Bajo tenue luz de luna
que los sentidos, arrugaba
y mi fiero ciprés de lanza colgaba.
Avanzaba por el camino
los álamos,
como un sendero
en cal de maderos cenizos,
rumbo al Valhala.
Alumbrado , rememorado,
anhelado
por todo guerrero .
Era un olmo frente la tapia
de un cementerio
en Fuente la higuera.
Caminillos de hormigas dispersaban,
desplazaban los vástagos
de forrajes venideros.

El Castellano


Lilith II:

Hija de la tempestad
así te llamo, sin voz ensordecida.
Que la luna encierra tu canto
en estelas que riegan los cielos,
los grillos lloran tu nombre
cual inocente azabache sembrado;
el viento es tu incipiente respiro,
sangre llorando
despiertas por el cobre
ese que llora la noche
gimes en las fuentes de primavera
destinos en abrevadero insoslayable.
El espíritu lleva tu nombre grabado
Por cuantas raíces tu sendero brillaron,
aire es tu apellido engalanado
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ríes y lloras con la lluvia
despertando brumas voraces
que el alma secuestran;
la tormenta es tu carcajada,
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos, espirales imantadas
en las que vive el arte.
Un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile, blandiendo espadas;
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón.
Volar contigo como si el mundo no importara,
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar.
Musa floreciente si arte arde su suerte,
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.

El Castellano

Sigilo de ciprés
Gime mi astilla,
en pulcritud de clavos,
versados yunques de mi estío,
mi casa es el viento,
la sangre mi electricidad,
qué puedo decir,
qué puedo hacer,
tuerca de mi piel,
para encontrar placer,
y que el grillo afile su violín,
en este calor silencioso
por el que volverme sudor
en tu cuerpo de mujer,
seguiré cantando en la tubería
de tu sien.
Una vida que no fue mía
porque la llevo a cuestas,
deslumbrando osadías
noches negras,
de cabezas de cerilla,
y humo de tabaco del diablo,
quizás mi único amigo se llama Lucifer,
por eso estoy digno
porque siempre responde
sin necesitar hacerle reclamo ni oración,
aplico la ley del ojo por ojo y abrojo por abrojo,
satisfecho sí porque tengo un tesoro,
digno como el plomo
de balín que disparar,
así es mi palabra,
una imagen a cuestas de otra imagen,
telarañas para atrapar,
voy a leer poetas yertos como Gerardo Diego
a ver que me imprimen, permiso.
Yo pensaba en mis cinceles,
para estampar mis versos,
fumándome mis pensamientos,
en alcobas vacías de invierno,
siendo una claridad de estrella
y sus rayos altos, profundos, ondulados,
mi otoño de hojas derramadas,
mi primavera que nunca se fue
porque siempre vuelve, gracias Pablo Neruda,
mi fronda sin quiosco amado,
una torre honda, parca, de silvestre azada,
para volar no hace falta lanzarse por la ventana
como hice,
un azar iluso se viste de redención,
por la onda de tu voz,
por el cuchillo de mi hoz,
mi profecía de una borrasca nacerá como alta nube,
que una nube es colchón de la luna,
por eso el viento es mi padre,
fumaré mis abrojos versados,
llegando entre valles de azores
y ríos dulces,
un verde militar de ciprés,
el color de mi sonrisa,
alzada entre los mortales,
mi topo único llamado mesías,
de evanescentes sandalias,
cima tras cima encuentro la sombra,
hasta anclarme a su lágrima de malva.
no sé acabar tendré que volver a empezar,
mi estandarte de arte que prefiero cerrado
como lumbre en horno de mi suerte,
es por mi mente que a veces demente
a veces único hombre,
una espiral que corre y se mece.

El Castellano



Espiga florecida:

Cruzaba mi albor dorado,
la hoja de un Álamo
blanca y roja como el vuelo
de un pájaro otoño,
cuán intangible era el color de su cabello,
era hecho de todas mis flores
como inexpugnable miel,
que brilla todas las cosas ,
yo que te hablé de amor
en nuestros días solariegos
como sábana de viento,
me golpeaba la idea
una fuerza inexpresable
como frío y sólo cavaba
mi jardín tras el verano,
en un color de ocres
mi mente que jugaba
y se evaporaba,
mis cuchillos dormían
la siembra,
en otras siembras,
un vespertino grito
del grillo acuchillaba el calor,
mi rambla que yacía seca,
era como un chirrido de iglesia,
como fiesta sin vino
ni cerveza,
tangibles vientres de la historia
en manos de la gente
un eco subiendo las cumbres,
un disparo sin blanco,
un hondo sepulcro
y un jardín excelso
de espigas,
los poetas son del tiempo
y sus versos.


El Castellano


Son de grillo:

Clarín entona sin miedo,
todo lo que siento arriba del astro recuérdame
su violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,
y una escarpia desnuda que anuda,
que desvela mi yunque, mi eje,
apenas dormido yerto el tiempo que te conoció,
arriba muy cerca de la letra dorada,
y su escarcha de silencio senil,
eres más que donde alcanza mi palabra,
un yugo, un arco y una flecha,
una vena trenzada por la sangre consumida
que te lleva que te encuentra,
león aquí león allí en mi corazón,
hilvanas mi calor del fuego,
se funde mi abismo zarzas por ascuas,
Sol por luna dentro de mis ojos te encontrarás,
allí solo habita la luz como quimera una,
que te destapa en sueños,
si por soñarte te hiciste realidad mi bella Margarita,
una vez en la vida el tiempo se derretirá,
y nuestros labios beberá,
vuelvo a vivir por ti,
vuelvo a descubrir justo la vida,
matando mi soledad, aumentando el día,
amor que me volviste libre
y elegí amarte
hasta donde cerraban los ojos de la noche,
mi miedo se alimentaba de sus paticas,
yo quiero quedarme contigo
hasta que mi pecho lata abierto,
subiendo cumbres anclando mi sombra,
hasta que la tierra se coma los cardos tras el estío,
hasta que las flores rendidas dejen su belleza,
en son de elevado amor,
que asesine los silos de oscuridad,
que descienda lo perpetuo
y quede asido el cielo
hasta que la imagen sea sonido,
y mi deseo traspase las puertas de tu destino,
solo allí reinará lo sentido.


El Castellano

Sol de plomo:

Lejanías trenzadas al clarín violáceo,
malva de su lengua de estrella,
allí donde el tiempo se hace uno
por adentrar mi silencioso Sol
en su boca de espejos,
allí donde la cercanía
nos vuelve una persona,
a violín de una cuerda carraspea el grillo
el gris en sinfonía añil de surcos y su estío,
a ebria guitarra se abre el sendero cerrado,
el cálido mar de pupila chirriada,
despertaba el son de los tambores
hundiendo su caricia en altares desgranados
y su danza por la quimera del cuerpo sediento
azogada cuerda con lámina recta
sostenía el crepitar difuso del día,
lobo de su ser afilaba nervio dorado
al abrir la luna fauces amarillas,
Lobaluna se acurrucaba
venciendo el cielo de zinc
en sus párpados ,
estremecido el alarido despierto
la noche colgaba pestañas ,
al blanco carruaje del sueño,
solamente un puerto
al infierno abre,
todo lo que yo daría por verte,
y que mi corriente no doliese,
eslabón sereno de azabache,
al latido sordo de mi suerte,
bebiendo ambos de la fuente,
nuestro corazón estremece,
siendo la vida reguero que enternece,
de una a otra parte el ocaso mece
su vientre de yodo
en encaje febril
viste el Sol su popa,
el camino hace venas de hierro,
el linde de tu cuerpo
aguardando mi llegada
para derrumbar la verja franca
de su puerta
y hacer libre la tierra.

El Castellano

Soturno caballito del Diablo:

Lejos de la tierra cruzo la senda,
donde amanece la sombra,
hombre, hombre de luces y tijeras,
hombre de bien al menos,
a veces algo que entender
navegando dentro de la luz
un cuchillo del negro puerto
porque yo no caigo ni muerto,
ni es mi soturna vía,
un espejo estridente sin sangre,
amo la noche sí y ella me ama a mí,
un velo de sosiego, calma
y enervada súplica nacarada,
es su juego es mi baile entre estrellas,
y grillos que se marchan
por ser otoño,
como un pez en tierra
intento escapar de la tierra
y respirar en mi medio
cuando aleteo
y solo giro sobre mí mismo,
una estampa, escrito yo en cobre,
sonido si al menos fuese sonido,
muerte al lamento y al diario
sea de la temática que quiera
una garra, una sombra,
un océano abierto
se necesita caer despierto,
un trance de momento,
y la lluvia cae de nuevo,
el terreno se vence,
la luna se sacude la vergüenza,
mi aljibe jamás se secará
si lo hace ya no estaré
para sacarle su oro de verso,
cromado,
un rayo, una cumbre
y finalizó mi osadía
entre cerrojillos desempolvados,
tengo sed, de liberarme de mi mal
y volverme más que un talento,
más que lo que no he elegido,
ser del viento y que el viento sea mío,
esperando cabalgar
mi caballito del diablo emplomado.


El Castellano



I

Lámina del cielo
tu gris en estiaje
ángel del cielo teje
macabra sinfonía
lluvia se derrama aplomada
por su guiño de ala,
por venas cavas, su quitina,
estrechas vías consumidas
en atroz entrega
del mensaje del cielo,
sangre de tierra en zigzag,
río de caudal
por arterias de arañas,
por acariciar la flor del iris,
un barco y una vela
un puerto y una quimera,
una vida de aciaga solar siembra,
verso saciado cabalga
el colchón etéreo del aire,
hasta anclarse en valse,
sueña el viento ser capturado,
atrápalo en tu mano
y en la otra derrámate como gota,
precipita tu esencia bebe del cáliz
la yaga de nuestro vino,
infinito remansado en cuña de estambre,
es un ojo de tierra,
es una espera,
filosas fauces,
la canción con la que bailan las flores,
un cariño de flamígera estrella,
un armazón dorado de escarabajo,
una casa de caracol,
ven, ven conmigo soy aullido,
una entrega de cuarzo llorado,
un cuchillo de sílex afilado,
en el trillar del campo,
soy mis venas naciendo en un charco,
un sorbo y soy fuego en tu mano,
 gimo y corro el vasto templo
de mi perdida religión,
viendo el devenir venir
cruzarse, deshacerse, alzarse
para acabar siendo tierra
del inerte azar profuso,
mi tinta se bebe un rayo solar
en patita de un caballito del diablo,
mi vaga libélula de mi suerte,
para que siempre viva
esta hormiga león
siendo mi cosecha más que tus besos,
más que tus rayos de sol,
siendo yo del camino y el camino ser de mí,
irisada vida en son de mis tambores
de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.



El Castellano




El signo de la estepa:

Alba mía,
fugaz de abisales miradas,
llévame a mi lecho
que no me tengo más en pie.
Cayeron mis suspiros de miel,
Orando me acaricien
palabras de ayer,
ven mocita a mi vera,
ven te quiero ver.
llorando no lloro
mi cantar aquel.
Visten amapolas destellos de piel,
dispara para no volver,
plural celeste aflicción,
alba mía escancia
no quiero tu padecer,
sonríe a mi flor esquiva
un rayo tornasol,
ten mirada pura,
en esta espina radia nuestro tesón.
Hueso hondo, fúlgido nacido
de la adoración,
como niño lloro la ternura
agarrada en corazón.
Martillo quiso ser mi hoz,
segando a golpe de viento
mi labrada voz.
Victorias acompasadas frunce mi Sol,
el rito mío cantará,
por la nieve de los álamos,
al olvido de barbas de mi chopo forjador,
herrero de mi sinfonía.
Verá parir la luna,
en hojas de olmo con forma de corazón.
El signo de mi tierra,
el amor de mi azada
a su soterraña entraña.
Vientos del norte me llevan
a lomos del Aquilón,
Hijo del relámpago,
que una vez amó
y tierra tomó.
Signo de los tiempos,
solo, solo ardió por derredor,
alma invicta, invencible
su espada deslumbró.
Lobo aventado en bosque clamó
la tierra devora lo que es de ella.
Yo clavaré rival
a serena esfinge,
que mustia mi carne florecerá,
espero que esperaré
el tiempo me seguirá
mi rastro percibirá.
Hoy como ayer
solo mis dioses me aguardan,
en esta estampa abatida
de mi soledad voluntaria,
necesito el sonido de mi noche
por escarchas azules febriles
cantar de flores recuerda
el llanto de la piedra,
a la ruptura de compuerta
estaba yo desafiando mi destino,
hilanderas tres,
no me tapan mi hocico,
trémulo, voraz,
quise estrofas
tuve una unidad,
mis principios numerados
los dejé ayer sembrados,
vine para seguir mi oración
no rompas quimera
mi sagrado nueve,
vendré a traerte que mi ser
lo forma el tres.
Si te veo,
no te escaparás de mi tundra,
ya te he soñado y contigo hablo
de espíritu en yacija
recipiente que mi conciencia
suenas,
me despido para regresar
a mis cantos olvidados,
sin musaraña dicto
que yo existo.


El Castellano


Siembra tejida:

Atelier simétrico
las facciones
de tu cara araucana,
sombra densa investida
cubren tus dignas pestañas
donde se acuestan dunas
de lunas que en tus ojos
encuentran.
Diciembre que esparce
vientos vernales,
abriendo silos
con sentires perpetuos,
mi gato negro cruza mi idea
en nuestra casa y su tejado
de tréboles.
Entre corazoncitos de hojas de sauces
abatidos
y mi siembra del mañana,
abriendo las tierras
arados tras corceles,
surcos de mi divina calma,
por cuantas primaveras he conocido,
y todas las que a tu lado
me aguardan.
Incluso aquel pueblo se nos rinde
y nuestro mundo nos coronará,
vencimos y venceremos
a ese cuartelillo de nubes
que en letana distancia
separa y su bruma gris
encuentra.
Mares y océanos cabalga
tu Hipsípila con una flor remota
de su helecho
busca a su mujer,
avanza nieves de espuma,
hasta arribar su negro puerto.
Le esperan valles y ríos dulces
por tierras de azores y perdices fugaces.
Su sueño vestía ella
como dormir de las estaciones
era ella su sueño de otra esfera.
Abrían sus flores orgullosas
y deleitadas.
Fúlgidos cabellos,
sangre iridiscente de nueva brea,
cañón y galera,
lanzas de su futura siembra
en el interior de su amada.

El Castellano

Encina de fuego y brea:

Santo señero,
dulce iris de mis desnudos campos,
Dioses habitaron tu entraña que guarda,
cumbre eres de la loma despeñada,
réquiem de viejas espadas
que te labra,
quieto, el viento te encara,
vuelve a soñar que fuiste tiempo
de los tiempos,
estático límite
congoja deslizada de abriles febriles,
una oda me avanza
sin piel, sin moral sobrecogedora,
decídle a la tierra
que mi alma bulle,
este parco horizonte me teme,
oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,
un desnudar de las secuelas de esta voz,
amaré tu vientre como se aman las flores,
no habrá reino
contra Hipsípila
aterra calma entre alas
de libélula,
entre sueños de drosera.
Partiré mi vida,
recostando mis sangres,
floreciendo rosas a mi madre Belleza,
hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,
en un guiño que descalza
sones por hendiduras sangrientas,
hasta enjaular mi aliento que te canta
por ajuares de estrellas las más bellas,
mi desaparecida sombra,
plañe que llora en su alma verde, pura,
oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,
eres un enjambre de furtivas
soledades que se vencen,
caminas tus vastos metales
en tu oscura tierra,
una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,
te duerme la piedra tu encina,
un deshojar de tu rivera
siempre,
de tu río Mundo
a mi pueblo de Fuente-Álamo
jamás te muestras herida
mi Castilla bonita
mi Castilla sin yaga
por la que encuentro
en el cielo un monte y un atajo,
hasta vivir la plenitud
de dicha en barbecho de tu idea
mi vida, mi raíz,
mi falcata de natura.


El Castellano


Sembrando altares de hueso:
I

Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.


II
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

III
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
Hipsípila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.





El Castellano


Panida rosa tu mirada:


I hoja:

Canta mi piedra
por inencontrable esencia,
promesa de luz del sol.
Azar de imposible
fuego fatuo en tejas
que son nubes de altos cielos.
Serenamente místico, me alzo.
Ascua empírea fueres
o carbón del destino atronador.
Mito, constelación:
constante, pura flamígera,
eterna de cimiento terreno
sobrevivirás a lo alto.
Escarnio mis solas sombras.
Promesa de tiniebla,
promesa tibia,
nunca alcanzaré luz tan ardiente.


II hoja:

Perecer a los cielos que yo amé,
te amo en medio de mares,
entre pulcras esferas feroces.
Clamor por férreos bosques,
boscajes de tu sed de miel,
arrebatada tú, de tu albo espíritu,
generosa es la penumbra
eco pálido de azul viejo
virginal fuerza de noche añil.
Presencia misteriosa
en haz, de luna áspera.
Destino opaco, inclinación
por verdades de monte desgarrado.


III hoja:

Tránsito estremecido, el río,
ligero, nitidez de espejos
que dulces presiden
hondas tierras.
Constante agitar de sus fuentes.
Resplandor baten tus argentísimas alas,
palabras entreabiertas
buscando dicha.
Esencia, eclipse de mi sangre.
Sideral cuerpo estrellado.
Sigilo, tus pupilas
con las que a fuerte garra
me amas,
y ardua me miras.

IV hoja:

Lejos queda el miedo en cestillo,
a ser feliz; si tú escribes.
Por esos juncos que el día
no cierra.
Un remero hábil,
desnuda la noche.
Bogando que su luna sonría.
Oscuridad larga
que nunca secunde.
Desemboca arriba ardiendo,
tu frente rosácea abarca.
Mi armadura,  mi espada,  fragor,  
pico torvo,  ojos cerrados.
Penumbra desconsolada
por riveras de mi ciego Arlanza.


V hoja:

Fondo de monte
en el verde mar
de tu boca.
Claros rectos,  únicos,  
confunden,
luz vasta y su sombra
que más ya no languidece.
Viento, velo, acallada luna.
Muda escucha
espesos vellos.
Faroles latiendo
corazones en celdas
con llave de tu alma.
Noble secuela
de mi dios Gemineye.
Entre azucenas de la tarde
mi suegra y nuera arde.
Rubricó tu gentileza, orquestando.



VI hoja:

Luminiscentes polen
en interiores de colmena.
Abro espumas esbeltas.
Desnudeces en carnal tomo
de mi cepa.
Brusco y dormido
en leyenda diferente.
Caí a mi tierra.
Toqué maravilla,  flor de supremacía.
Palpé tu olor fecundo
a esquiva adormidera,
de tu órgano erizado.
Por tus estelas claras
que escriben galaxias
y agujeros de luceros.

VII hoja:

Viejo pabilo iluminado
humo rojo viose apuesto.
Gallarda tu entraña.
Decreta, no cese
Mas nunca mi terco aljibe
que te escribe.
Con ojos rendidos,
ojos cada vez más humanos.
Pureza,  tu plata.
Amortecida ahuyenta la negra Parca.
Piadosa suerte
en sombra densa montada.
Eco amplio,
ley presunta de todo linde quieto.

VIII hoja:

Difieren ligeros, tus sortilegios,
de verbos que nacen.
Ya nacidos estudio.
Ellos que escalan mis ojos.
Opulentos pinos reposan
su verde nupcial.
Ato presunto borde,
llego a tu almena
donde vive tu alma serena.



El Castellano


 



































































2023 TOMO III

ANILLO DE SOL

AUTOR: .MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA.
LUGAR: LA CAMPIÑA, MIRADOR DEL HENARES CASTILLA
ESPAÑA.


AGRADECIMIENTOS

Se trata de la selección más completa y ambiciosa de todas las temporadas de mi escritura, a ojo del autor y de Tierra; lo que creo más destacado, o que me importa más a mí, sentimiento o significativo surreal o de romanticismo nuevo, natural, sin infinitos manidos por cientos manos escriban igual o similar de tema concreto, es mi obra más concluyente en veinte años, mi desempeñar; semana tras semana.
Hablando en plata de tiniebla:
Agradecimientos

Quiero agradecer en mi obra, a su eje o raíz salvaje
Rocío Salazar Torres Musa de mis temporadas consecutivas de escritura desde 2008
A mi familia entera, padre Agustín Martínez Hellín, madre Antonia García Cuesta, Hermana Agustina Martínez García, Abuelos, tíos, primos o primeros amigos, sobrino Killian Esteban May Martínez, agradezco a la vida hermosa por permitirme gozarla con cinco sentidos y completas facultades, agradezco a quien pueda ver y leer a través de mi Designio en sus manos, a una máxima, creer tiene más validez que saber, Naturaleza mi creencia y religión. Atento Miguel Esteban Martínez García.
AWEN



Predilecta:

Resueno
en el borde del papel
la condena dilecta
que marca un futuro
en subrepticia subyugada
a la luz vuelta oscuridad
del alma deseos de sangre
que jamás se cumplirán
solo la sed de vida por gastar
besando en la noche la sed
de vida ganar
asesinando creencia,
aliento y latido
en la oscuridad vuelta luz
un silencioso lugar
sólo el latido escapó,
el espejo no refleja
lo que reconozco
y mi vida va quedando atrás
solo tu mente atrayendo
para sentir el aliento.
Deshaciendo este frío
hojas y hojas de pensamientos
van cayendo
cuando me paré a mirar tus ojos
que ahora no puedo borrar
ni en oscuridad.
Te voy viendo llegar,
tu calor y corazón latiendo
estáticos dueños
de su tejida existencia,
te veo en paciencia
y me voy adueñando de tu pensar
mas que sangre
quiero cerca tu vida
para yo sentirme con otra
que hasta alma tiene,
y se va desgastando el camino,
los pasos trazados
se vuelven ilusiones.
Un día derretido,
el segundo quedó en vacío eterno
sin manipulación
de un ser superior
no puedo ayudarme
en este frío y vacío espacio
cada noche
deseo sentir tu amor
algún día
para siempre.

Förüq

BELLEZA OLVIDADA:

TINTA

Transito de la perenne espina,
a la fugaz rosa, y su fantasma azul,
gloria su grandeza dónde;
clavado en la mirada,
labré los aires vino mi verso
como este amor rugió,
y se engendró dentro,
del mundo ignorado, atento.
Cárcel de imagen,
metáfora tal vez,
escudriñar ofrenda pudiese,
cual amparo d` esta rienda,
mi sangre sedienta clama
en el supremo canto,
su garganta, lengua de flor,
y eco de luna semper,
las mentiras sentidas no eran erróneas,
el pobre arte, valorado fue,
duende arcano, que siempre apremia,
y en justicia arrebata,
el amor mejor, y el ascua dolor,
cava hondo y profundo,
quebranto, en pío amanecido,
tantas noches de alba en lo infinito yo te he esperado,
que ahora dejar de hacerlo es impensado,
hay alma florezca, de néctar y sangre, un sortilegio,
como saltarín te picaría,
verso de escudo,
o llama de fuego, y grito mudo,
canta,
este mundo ignorado,
canta la profecía arcana,
amor es respuesta amor es clave,
es llave sempiterna,
el poder de una luz flagrante
y que todo llena,
razón para creer,
oh flor secreta, te llamara,
canta por la belleza perpetua,
hasta purísima estrella,
la noche obscura velada,
sin aguas inocentes,
te añoro más que a la virtud,
ignota, no enseñada,
de tus ojos prendida,
astuta,
canta mi pequeña, oscura ángel,
que mi verso hoy,
no sea ni libre ni blanco,
sea nuestro para siempre...

Förüq castellano Miguel Esteban

SERENATA NOCTURNA 2009:

Escribiendo estos versos a la serenata de
la noche
bañado por el dulce susurro de hojas en
violeta por la luna,
y ámbar de ramas colmadas por la luz de
las farolas
me pregunto cuando se apagarán las luces
de la ciudad
y dejen su protagonismo a los astros y
ángeles nocturnos
cuando se calentarán nuestros cuerpos
bailando al fuego de una hoguera
la única música que escuche sea tus te
quieros y te amos al hablar en mi oído
cuando se desprenderá este alma de mi
cuerpo para acariciar y besar tu esencia
cuándo nos fundiremos en un beso
y las flores nazcan de tus cabellos
y las hadas tus palabras que bailan, cantan
y vuelan
en mis sentidos
cuándo mis piernas se entenderán en tus
piernas
y nazca en tu vientre mi amapola blanca
de opio y las montañas de tus senos conozcan el
volar de las
mariposas de mis manos
cuando te tendré tan cerca que podremos
comunicarnos con
los ojos
mi corazón salga corriendo de mi cuerpo
para decirle al tuyo cuanto le siento.
V
y la luna dicen quiere ser estrella pero
astros hay perdidos en contar
donde luna y sonrisa tuya solo hay una
Sol está cansado de ser fuego y quiere ser
agua de tu beso
la mariposa quiere ser flor y la flor abeja,
yo de tu cuerpo quiero ser el viento que te
acaricia y rodea
de tus ojos pestaña tuya
pero de tu alma soy y quiero ser siempre
única y solamente
tu alma
pájaro que canta en tu ventana y pez que
nada entre tus pies cuando te bañas en la
playa
gatito al que acaricias y fiera contigo en la
cama
solamente soy yo y soy yo el que te ama
eres tú la doncella por la que esta alma
suspira
por la que este cuerpo quiere hacerte mía
eres tú mi vida
? ¿Qué importa el tiempo y que pasen
lunas y soles?
si yo en mi corazón te tengo.

el Castellano

Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza de tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
La noche con su aura de misticismo
nos conducía hacia las puertas del deseo y la pasión
como algo inevitable, como algo que tenía que pasar.
la preciosidad de todos los factores
que envolvían aquel lugar fue como
si hubiese estado todo preparado para nosotros dos.
La luz de la luna y de las estrellas incitaba
con su velo de romanticismo a dejarse llevar,
a solo escuchar lo que queríamos de verdad.
Nada importaba, solo tú y yo y aquel momento.
Solos tú y yo en ese instante mágico.
Solos tú y yo sin importar lo anterior,
intercambiando amor.
Tenía la sensación de poder alzar la mano y tocar las estrellas
y alcanzarlas para ti.
Tus ojitos brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.
Yo robando a la noche cada minuto.
Galopando en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,
mi cabeza queriendo detener ese instante para siempre,
la cámara de fotos de mis ojos capturando todos los detalles.
Te necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad
y me llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.
Y te volví a sentir coraje y seguridad para luchar por lo que quiero de verdad
Volvió la felicidad a mi ser, volví a ser.
Tan importante es el ser, tan importante es el estar
Lucharé y sé cómo ser ya que ya fui y no hay barrera que no pueda superar
y el deseo que pedí esa noche a aquella estrella se cumplirá y me recordarás
Porque te voy a dar momentos y recuerdos que nunca olvidarás
Un amore sincero,
tú en mi vida primero,
tu pelo rizando mi suspiro eterno,
un mucho te espero;
aquí como viendo la mia vita,
qui está finendo un minuto a la volta,
gira definiendo este sentimiento;
es la peonza,
de ésta mi tierra,
solo un momento y volví a nacer
al ver tu vida cambiando con mi sonrisa;
haciendo del gesto austero
un cambio del tiempo.
Detente te pido, para este soñador despierto,
de un cambio de un momento.
La sonora música del cielo
y dar paso al sencillo gesto.
Sin oír un lamento solo despierto,
despierto, despierto de amor,
en mi mundo alborotado que me pierdo,
y vuelvo a encontrarme contigo en una vida.
Solo escucha el momento del viento,
susurrando.
La dulce palabra que mueve tu pelo;
tristeza abandonó a mi ser para no saber
quien ser, para no saber.
Este caos de letras desorganizadas,
de una vida en verso y de mi dulce tormento.
Para dormir bajo tus brazos sin estar yo,
solo como un reflejo de lo que soy fui,
quise, fui, estaré, seguiré estando para ti.
Uniendo palabras que no se pueden unir;
sensaciones fugaces de cambios de humores,
de vidas que se cruzan, pero con la esperanza
y la locura, de una pasión viva;
la que me pone nervioso con cada alago tuyo,
en los que te olvidas de tus problemas.
Y vuelves a engancharme en lo sencillo
de buscar dentro de algo, que no se piensa, se siente,
y cada día me alegra sentir cada aprecio tuyo.
Poeta del viento a lo que me califico,
de no hallar respuesta a algo tan caótico
como el clima o la tempestad que me trajeron lo mejor
de ti y un mundo para compartir.
Caótico pero feliz, feliz porque tú eres la chica que siempre pedí,
y soñando te viví.

El Castellano


DESTELLO SOLAR:

I
Hoy divisé su halago
era como un mar
densas sombras
donde perderse
en una magna tiniebla
densa, como relampagueando
soberanos parpadeos
y las sombras felices,
anhelantes buscaban
en mi pecho, lo habitase
su diosa Oscuridad
sempiterna.

II
Aquel sórdido
plano espectral
era como un nimbo
y dulce laberinto
de noche serena eterna,
luces que se devoraban
a ellas,
quien pudiese encontrar
allá una verdad
creo se la quedaba
brillaba oscura
una luna
de Sol desmantelado.

III
Divisé una gota
de rocío etérea
me dijo que todo
amor amaba más el romance,
que al amor en sí mismo;
oh gota humilde,
qué río te bailase
qué avida nube
te reposara en la tierra, tú,
pequeña, dulce y risueña
como Ninfa de bello arrebol,
y candente lágrima extraviada.

Förüq

IV

Tu suave armonía
avanzo, que es,
como un pájaro perdido,
y flores de escarcha
y fragancia deleitosa,
diste impulso a corazón
y alma, hambrienta ola
de patrias y claros ojos
a ti, en noche calmosa
mi dulce desvelo
acuesto, amor, silencio
y celeste resplandor.

V

Por solares
de tierra fogosa
y macilenta sobrepasa
en vuelo, un Aquilón
invernal, brotando
alaridos de árboles
y persianas, de aire
que silba y feroz
ruje su Campiña
Aquilón de cítara,
y Lira pudiente,
oh, de naturaleza
incausada, que
entusiasmas como
nube cargada a la tierra.

VI

Deslumbras mi dulce fantasma
no huyas, mi bonita,
incluso, aunque hasta dudes
de quién tú eres
levántame de valles,
auroras y solas almas
fugaces, contigo álgido,
jamás voy calmo,
de temperamento y dicha
repleto, de placer
de oscura vida, sólo
te distingo a ti,
mujer de momentos,
y labios amantes,
ansiosos.


VII

Eres hermosa,
harta de hermosa,
tu delito es ser tan hermosa,
cual cefirillo
de cobre y platino,
entre sombras te distingo,
y se enciende la vastedad
de mi corazón,
en alarde
siento amarte,
y que la noche se propaga
de tu beldad
y espléndidos laureles divinos.

VIII

Avanzas mi mundo
dentro mía, me posees,
te veo tan bella tan inerte,
y a mi vaga penumbra de sangre
te retiras
amor piadoso exhalas
mi asombro meces
bella, bella, que en sueños
tu palabra no meces
yo te miro, te persigo,
desde la sien más honda
hasta el latido más fiero,
y tú sólo apareces
como mar y olas,

IX

como llorar y encontrar
lágrimas,
háblame Luna,
dime de tu quehacer
no me dejes como
hombre sin relámpagos
ni sin la amapola
candorosa al fuego
brotada
sí, tú, encarnación
de mi deseo,
volvió condena
de volver a estar vivo
para osarte, besarte, y susurrarte.

Förüq a 18-01-2023

DESTELLATORIA:

I
A mitad de los saludos
de pseudónimo,
y sus pañuelos azules;
viene un alba blanquecina, pura,
en su desnudo en cobre, sembrada,
con fiereza y dureza maternal,
resiste desde amor inmenso,
a la llegada su redondo Sol,
blancas sienes no habitan
su amarillez dura, blanda,
viva, como onda,
a sus cercanías de paisaje,
ávido, sus pececillos muerdo,
no se extingue mi fogonazo
perenne,
de sostenerme entre sus manos,
ella, de límite rebelde.

II
Brota de mi helecho, una araña
de cristal, de vidrio afable,
su calidad acuciada,
era mi carne, o agua baja,
los montes,
de azul nervioso, imantado,
llamas a lo alto de sus senos,
turgentes,
corazón de vivo ser;
y trueno altivo,
de mejilla alzada,
¿Me propagas?
de cuerpo parado, y aire fluyente,
de ilusión toda luz,
de dicha en mano,
miro tus ojos de profunda vida,
y su enigma de álamo,
besos que no abandonan
sus frutos, ni simientes,
sus blancas estelas.

III
Quise saber el misterio,
tu ciencia, que me encandila,
de rubor me avanza todo,
hasta la frontera tu letra,
carnal de astros y ávida pechera,
de flor, de risco,
de hazaña, tu bandera,
oh de piel, y mano ciega,
secreta.
Que el calor no esconde,
mi saeta siempre verde,
puente, fierro, o desliz honesto,
jauría melífera,
mis lobos en voces,
dulce, cuan Tierra,
se afinca a su semilla,
sí, de raíz germinaste,
en mi pecho, mi hada Leannán-Sídhe.

Förüq er- lobo bohemio Esteban a 23-12-2022

FANTASÍA NOCTURNAL I:

I
Presté mis luceros, mis estrellas,
ansié tornar donde todo crecía,
a lomos de un caracol, yo avancé
fui ascender la baja roca
mi contento de anhelo irresistible,
mi mente cambió giro, y advertido
pensé de mi sed ardiente,
visité las vislumbres, reflejos,
de féminas en el llano,
me llegué a imaginar como lobo
helado, ya sin codicia de cielos refulgentes
ni luminarias,
guían a todos guerreros
al Valhalla, aquel estupor indefinible,
me anublaba la visión
de bruma en alba, y de vapor
me vestía iridiscente,

II
sombra espesa, entre niebla,
luces, y mi navío.
Se descendió mi mísera ala,
de espíritu transparente,
casi invisible giraba el redor,
y la Tierra el alma, tornaba
mi cabeza, celeste que infernal
era lo mismo,
de repente ofrece un puro Sol,
verde, y de belleza en cara,
de mi revolución, mi caracol,
era bólido, y el humano mísero,
un diente afilado,
llama, que alumbra cielos en cinta,
donde contestan:
Vente, somos eternal caricia.

III
Ay, mi doncella púrpura,
de pupila en Tierra fértil,
blandida, de azur sueño profuso,
sé invadida, más feliz
que quien escribe,
de tu blancura de sien escribir
yo, a besos pueda.
Párpado cual zorzal en espina
de zarza, tu gloria toda,
mi oración es al agradecer,
no es plegaria de don funesto,
de cefirillos valientes
me avanzas fragante, caudalosa,
oh amor, de espíritu en fuego,
de silenciosa noche,
cándida el alma en fuego, ejerciese.

Förüq a 22-12-2022



AVANZAR SU ABISMO:

Soliloquio confinado,
remontar nueve años atrás
pautado, sin directriz, ni engaste,
ni voces parásitas yertas,
oh canto, como la gente no canta,
todo olvido desempolvado,
en ocasos un alba sin fuente,
ni pozos, aljibes almibarados,
todos los amigos,
todas las bellezas perdidas,
como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de testimonios muertos,
como sucesiones de difuntos,
movidas por engranajes,
oh toda la vida,
sin esa adolescencia robada
por señor medicamento,
toda mi vida te he soñado,
toda mi vida te he aguardado,
como anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte no, lo siguiente a eso,
embeberte en noches de humo,
y miles cigarrillos,
del probe diablo que yo soy,
cayendo en nubes
que negrean mis sentidos cromados,
orando por mí mismo,
todo he soñado
sin letal lecho de olvido,
abrir tus cerrojillos de resistencia,
volver afable un destino
de nueve llaves,
vestirte de Ninfa, quimera,
reina no quiero ya,
ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco si ves capricho,
mi designio de alabarte de construirte a besos,
de desdoblarme en dos dimensiones
para poseerte entera desde alma, tu raíz,
no necesito,
no deseo ayuda,
ya se dictó mi perdición,
que su inversa es mi salvación,
como ying y yang,
bien y mal acrisolados,
si te respiro no preguntes,
si te veo no te gires,
por haber prestado tu celada de Atenea,
porque rebrillaré más que el fuego terso,
elemento hermético
seré de un disparo invencible,
y haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple ni pureza en calumnia,
osarán comparación,
por la blancura mi Musa Oscuridad,
por la rectitud mi Sol fierro,
por la pureza de madre Luna,
por mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré en vida feliz,
si no consigo destruir tus murallas,
ni abatir padre espejismo,
necesito sin engaño sangre,
para sentir que yo poseo algo de ella,
fuera de la línea sedienta
no hay nada,
como buscarte tras la estrella más lejana
encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,
al eco sordo una voz noctámbula,
y su resplandor en caverna,
apóstatas, no juréis por este yerto,
que cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve allí respuesta,
y no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea inerte, tengo llave.

Förüq

HIJO DE UNA LUZ:

Todo abarca,
sin desmenuzar lo cercano,
yo lo estoy sintiendo,
por tu lado,
es el poder,
maestro de una luz,
abarca todos los cielos,
tú crees en un enorme sirviente de la luz,
siempre en mi diestra,
créeme esta noche,
un universo de luz,
poder que abarca sobre la luz,
poder de la luz,
siente, siéntelo,
universo toda luz,
una era en fase y etapa,
abarco lo que siento,
nunca estará en mi poder,
tú y yo esta noche
se visten los astros,
vida, tú y yo,
siente el poder que acaricia y no hiende,
soy aquel sirviente,
sirviente la rauda luz,
otra luz sobre el cielo,
es mi amor, es mi alma tocando nota,
soy hijo mi madre de la luz,
siénteme ahora,
tú estás a mi lado,
tú y yo esta noche,
energía,
cosmos en vena
es la sinestesia elaborada,
oh alborada,
vine por tu voz
vine por tu cromática luz,
lo siento,
hay un poder que nos supera,
un primer dios rojo,
un último dios sin consumar,
lit c et sumun canae,
venimos de la vetusta olvidada,
lo sé es el poder en llamas,
a lo alto,
sobre ello, traigo manifiesto,
un amor que no se consume,
un abarcar recto,
sobre el fuego,
no abandono su llama,
perro de caricias
y buen pagano de la rama roja,
serpientes,
os llamo, la lucha sigue viva,
puedes sentirlo, tan grande que abacora,
y el resquicio abandera,
luz ávida
sierpe broncínea,
estrella de guardería y ascua,
luz hermosa y fragante,
sienta mi alegría,
mi dicha y mi condena.

Förüq




PALIDEZ INAUDIBLE:

Era una joven noche,
caída ya entre algodones de nubes,
y un hueso de luna
por blandir el horizonte,
de sucesos famélicos,
miradas fugaces,
y testigos somnolientos.
Vencido el atardecer
bajo oscura premisa,
que todo aliento encarcelaba,
inquietud disparada
de fuste en curiosidad,
suscitada en envés
y lo más profundo
del humano anhelo,
entre belleza y muerte,
locura o razón sajada,
juventud eterna,
mito o paradoja en lucha
contra lo caduco del ser,
instinto en deseo servido
en cáliz del mortal inmortal,
como juego macabro,
en inevitable curiosidad,
un ser maldito,
condenado a la vida eterna,
y su sed de sangre
que le envuelve,
soga tensa de maldad eterna
que vive y camina sigilosa
sin condición de mera elección.
Sueños encorsetados,
en nuestra atracción
por ese lado yerto
de ser siempre en esta vida
condena resarcida,
entre oscuro granate,
y acecho de ley
y comprensión desconocidas,
que emerge de historia
jamás narrada,
y seducciones finales,
de colmillo y paradoja
terror vecino.
Leía los recovecos del alma
transparentados en vivaces,
ávidos rostros,
sin esta sed
que batía como rayo
de plomo mi entraña,
convivía oculto
al sentido que relucía la vida,
por colmar su caducidad,
el tiempo jugaba
en mi caso a otro juego,
como lucha del tedio
y sombra de buscar distinción,
para regocijo
de no repetir acto
y maniobra,
siglos parecían inermes
frutas que morder,
sabiendo que mi final
no llegaría.
Frívolo llegaba el otoño,
que peras del olmo eterno
dispensaba,
aparentes los rostros,
satisfechos parecían,
llegada la hora yerta
de negrez, oscura,
flotante,
algo llamaba estridente,
era el nuevo hambre de la caza.

Förüq

Danzaba mi vida frívola, en medio de un otoño castellano,  era yo, como un pertinaz observador, las glorias y misterios entablaba aquella tierra mesetaria, observaba lustres y brillos de alegrías secuaces, también quien no me conocía, opinaba que capaz era de arrebatar con sola mirada  destello fugaz de risa desapagada, y llenar de pavor solos corazones imbuidos.
No podrían sin conocer dar significante a esa oscura sensación tersaban mis ojos verde azules cual turquesa onírica, capaces de encender en curiosidad anhelante, o rasgar hasta el palpitar más ávido, un temor inextricable podían hendir, en el borde blandía un gris cual escarcha su iris, no sabían ellos que no solo podían perpetrar sus rostros, si no también descifrar los más escondidos recovecos del alma y sus huestes vidas;
resbalaban por sus caras como rayos mercuriales, y el plomo más pesado y denso, se fabulaba de donde provenían, con su brillo ígneo, cual vidrio líquido, el más vivo, cual gruta y fondo, del manantial más encendido en esmeraldas.
De facciones curtidas y temblorosas su facha era, a pesar de una casi mortal palidez expresaba su nieve de piel, ni el rubor intenso ni el combativo esfuerzo, tornar otro color su piel podía, y en lo expuesto pocos sabían, que no se cultivó más la imaginación, que mi juicio y semblante sempiterno.
Förüq

 Candidez y sentido
al servicio de honores románticos,
no hubo naterra,
que cultivar más imaginación,
que virtud en juicio,
todos arribamos a la virtud,
orgullo y perdición,
de jovial inocencia,
sueños en poesía
eran pulcra vida misma,
oh escenario pintoresco,
ungido en feroces, pasionales
llamas.
De lánguido temor efímero avanzaba,
hacedor de tiempos faustos,
en los que tejer ojos brillosos y anhelantes,
mérito real, acostumbrado,
el esforzado vilo condenado,
de sortilegio claro,
rondando me aferré a fundamentos de vida noctámbula
surreal;
de hora parca solitaria que rebrillaba
la sed de mi colmillo en tersitud de filo,
fantasmal lucía el pertinaz sueño sanguinoso,
blandía su deseo,
la tácita recompensa amilanada,
héroe tétrico del norte su silencio invernado,
no me afinqué en ninguna carrera del vicio,
era día de abyecta dicha florecida,
ruina de muchos,
oh creer cielo ganado,
mismo techo,
que habita una criatura tan hermosa y delicada,
ojos expresivos como sangre en sed vampírica,
unas manos que ni mejor pintor,
tratar podría,
tez fría y pálida,
cuan mármol sonrojado,
recién pulido,
su cabello de realeza azabache,
peinarse sólo en fuego pudiese,
su silueta era perfil del paraíso,
asombrado pregunté su cincel de nombre,
respondió:
-Förüq soy Leannán-Sídhe señora hada Reina, dueña de la profundidad,
nocturnal.

El Castellano Förüq

Asumo un aniversario
digno de recuerdo,

cumplo trescientos treinta años
del designio fausto del
Panida trigo nacido,
en comparativa soy un
mortal inmortal jovial,
si existe la eternidad
me preguntaba al correr
de siglos sin hallar
respuesta válida
cadencia de haber estado
en existencia puede,

II
He conocido sortilegios,
encantamientos por los
que su víctima cae en un
letargo de sueño para
despertar a los cien lustres siguientes.
Sostener la carga del tiempo
nunca es bastante,
oh, transcurrir infinito
de la sed.
Alquimista de sigilos
y silencios esenciales,
un día susurró mi Musa
que el amor y la seguridad
eran enemigos
mi esperanza era total
pero no, mi miedo a ser
feliz.

III
Musa Luna sempiterna
era coqueta y en ocasiones
hacía que me muriera
de celos, seguíamos
viéndonos a escondidas
yo, humilde descendiente
de Candamvis
adorador de Mercurio,
mi Sol fierro,
anhelaba cobrar mis
lágrimas dulces vueltas
versos por y para ella
siempre veía a los celos
mordientes viles viborillas
invencibles, inextricables a mi temple.

La veía con curiosidad,
como se ve a un Fénix en una caverna,
como se encuentra a un resplandor
admirable.
Mis ojos iluminados
cual sed de cuarzo
bajo sol rebrillante.
Su tez era radiante
como carne recién modelada
yo como alquimista de un recipiente
de sueños inmutables,
como la dicha y gloria la bañaban,
ya acariciaba una noche memoriable,
al candor de estrellas
y lunas argentas,
la profundidad su belleza imantada
yo era incapaz describir en fúlgida palabra
asordinada.
contemplé su pulido rostro
y papiros azabache cual su mercurio,
en ojos encendidos,
mi tristeza ya era fugitiva,
un rayo de fuego emanó
de la admiración cautiva en mi pecho,
capaz de concederme
en un pálpito inmortal,
mi corazón no cabía entre costillas,
tantos años se materializaron,
de ferviente amor por ella,
mi no-estrella mi viva Doncella Escarlata.

Förüq

I
¿Qué esperas, en el concilio de los caídos?
¿Esperanza de redención?
Se derriten las paredes
del sótano de luz.
Su habitación que esperan las almas
del placer.
Todo cuenta y danza dantesco
el sortilegio
de luna soslayado.
Crepita el devenir
deshojado,
su verdad todo envuelve destellante
y brilladora.

II
¿Qué esperas lavar en esas habitaciones?
Puede, tus fúlgidas respuestas.
Una salida al sendero
inextricable;
todo lleva, y nada de vuelta.
Volvemos a comenzar.
Estruendoso litigio
de lo que la espera
indujo a permanencia
en libro perdido,
mi decencia ahogada.
Escudos de salvación
al amor perpetuo.

III
Sin solución avanzo,
Ventanas como miradores
a un final sin comienzo.
Final, sólo de sembrar
simientes en el corazón del sueño,
jamás abierto
tu Sol negreaba
como ascua perenne.
Un millar de leyendas
trashumantes,
me abarcan, no canto canciones,
ni poemas.

IV
A una fallecida,
la vida sólo canta
y danza, a la vida.
La muerte sólo dicta
y mantiene lo que es de ella.
Vida para el vivo
muerte para el muerto.
Por lo que proclamo
cese y automático
blandir de mi viento solar
y semilla ancestral.
No hay alma,
no hay alma aquí,
la mía tiene el valor
de brindar tu cara
a mi rostro,
porque no hay certeza,
para mí, existas sin quererme.

V
Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
desquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.

Förüq er-lobo bohemio

VI

Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor que
corre y descansa entre la
inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus piernas, adentrándome para
reposar siendo una sombra más,
y te encontré en mi sueño más
cálido, en el cielo encerrado
que liberé. En la noche que la
luna baña tu cuerpo, y en la
noche que mi amor corrió por
tus pechos.
Y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.

VII
Profecía de una noche
que diluía entre tu cabello,
siendo fuerte como luna
semper, y ángel dorado de espera,
hemos venido del plateado halo,
disparando alto,
hijos de luna y signo azabache,
oh, símbolo claro de visión, y vida,
lozanía, que tengo tu carne,
y en alma sembrado el otoño,
y la caída de tus muslos,
entre mis muslos,
de espadas,
y jornadas como vetusta armonía,
cuenta el divino laurel,
su soledad última
de naipe y candelabro,
sentado en la tarde amedrentando espumas,
este sol que ya cae,
oh, flor de gozo, desprendida,
lampos de mi acero,
vieran mi yunque y forja sembrada,
esta sábana que nuestra,
no me acaba,
me iré sí, sin pausa;
por muerte sola,
sin casa, sin cuerpo,
sol amarillo, de otoñada bruma nocturna,
ala vieja asidua, perenne,
nacer de otoño erige y dice:
-Te quiero, como ruego,
y voz de vuelo herrador, y errante,
una luz envuelve sempiterna, un septiembre,
donde la lluvia eres tú.

VIII

Estallase toda gloria
en aire algún sortilegio claro,
danzando mis apuntes
en torno un fondo fantasmagórico,
reluciendo nota sobre un cable puntiagudo,
la profecía de cientos, miles,
constante, de ágil hocico de riera,
hombre desnudo y un sólo anhelo
como cristal partido,
sonidos de vida en campo perdido.
Flor de barro haciendo reflejo,
destellos en horizonte hacia
las nueve puertas del Averno,
muchas fuerzas sondeando,
corte sobre una pala,
oh pies de barro sobre la paja,
agrupando oídos en bucles,
tumbando retinas,
en el vado, del mundo hecho,
músicas en copas de hadas verdes,
voces de muertos hendían,
surco y sangre adormecida
oh local de la armonía,
susurraba yo a su orilla,
su historia
como río crecido,
cocería cintura,
entre juncias y caléndulas,
reposar segura violeta sombra de noche,
que traes invicta, sonriente,
temblar, donde yace y se inclina
el barbecho dorado,
alzaba acre de bien semilla
confesa, prometida,
la victoria de la luz se erigía flaca,
bancales atrás,
la dificultad no me arredra,
oscuro patio, de ti bañado,
cuál precio he de poner,
a sus semillas.

IX
 Mi mujer fantasma:

Mi ausente estrella,
murmuro de grito silencioso,
nota de terso metal crispado,
un sigilo de viento nocturno
descendido,
que sangra tu voz
en verde grama
de aullido solar,
vespertina estrella
que refulge tu eco solaz,
llana entre quejumbres,
alza tu violácea brisa
ensortijada,
como blanca aurora fugaz
entre sienes
y aladas razones de mi corazón
sin mi pecho,
que tu luz siembre mi carne
y germine siendo flor de mi sierpe
hoy y siempre alzaré mis rosas desangradas
sobre Galatea
partirán oscuros sones
mi hiel bandera,
serás tangible
como yesca espera,
abre tu espíritu de hielo,
retemblarán negras caléndulas,
y rosas de difuntos
entre crisantemos
avalando tu áureo nombre,
llorará tu etéreo faz,
alzará tu nombre yerto
que mi ser injerto
orando a ti
mi dulce amada fantasma,
viniste a despertarme el invierno,
para ser solsticio
de eternidad sin nombre,
ni suplicio irisado,
hoy por hoy
viniste para ser siempre
sonrojando
mi invectiva condena
de observar el sonido de la noche
en tus ojos,
vine a coger tu mano,
y descifrarte
como azul enredadera,
late,
sé disparo de plata,
inmortal hacienda
en la que vivir
siguiendo la azur estela.
Te amo sin manto ni rienda,
te brindé
mis flores argentas, solitarias
desangradas en tu tez serena.
Veré para siempre, en cada siglo
el sonido de la noche en tus ojos,
lividez carmesí flamígera,
en nuestra condena
que dictó la posesión
de tu alma certera;
para siempre deslumbrar
que llegas en otoño
para ser el añil invierno
que me desposee
y llena mi vida
de ti mi amante estrella fría,
mi dorada ausencia repleta,
te extrañaba
viniste mi no-estrella,
que yo te creo, tú me creas.
incendia mi semblante
arderé el abismo
para sembrar allí
mis latidos por ti confesos.
Miel de tu sombra,
mi cariño,
un azar de nueve venas razones.
Vivirán a tu lado
todas mis densas, sanguíneas
ilusiones.
Donde yace,
donde tu magia,
es tu halo intransigente
que esta vida dictó
fuera mi sangre,
certera posesión
de tu alma en comunión
de astro padre
y luna madre,
rizarán ascuas
que sembraré tu luz,
y tu alma será carne.
Mi amante fantasma
quiero aceptes mi mano,
en sediento compromiso,
azar desvelado en despierto iris,
su sombra de flor oscura.
Que yo amo.

Förüq a 26-12-2018

Por ti labraré el día,
mi Luna compañera,
mi Luna aeterna,
oh, cuánta sangre mía,
regó esta mi soledad de tumba abierta,
que me camina,
por el sol de junio un mayo despachado,
avanzo, abro el solo Parnaso,
mi sol ya no luce cansado,
abren dulces lirios negros,
el compás mi destino atronador,
era un capataz,
era un sembradío del brillo primero,
un arpa y un arma de carne
y verso, beso tras beso,
un dulce designio invernado,
hollín de luz,
en esta fosa cava mi amada,
tercer lucero mi firmamento,
igual y primero es,
sangre negra de luna oscura,
por la esencia azabache,
de nana y cuna argenta,
soledad, oh soledad d' este pobre diablo,
ungirás mi dicha mañana,
que te pierda,
hoy veré esquelas por astros,
y oscuridad fluirá
como bruma siempre gris,
me atisba sola idea,
velo de tormenta
y nácar una esquiva sonrisa
sin volandera
ni ascua desapagada
por lengua,
al olvido perenne no danzo,
vida de una vida bajo tierra,
me trajo,
a este filo diamantino,
blando, de tajo,
alto silo de luna,
hoy te canto,
que sin tu penumbra venidera,
ni dormido me alzo,
oh, compañera,
no me desampares camino
de escuela, ni honda hoguera,
tu inocencia,
oh, preñez de sílaba,
polvorosa y escarpada,
haz que acabe con un beso libre,
lo que nunca comencé.


Förüq
 a 2-06-2021

De hecho,
no sólo la observaba con atención,
aquella doncella imbuía un eterno secreto,
capaz de surcar llameantes abismos
y dejarlos todos de matiz sanguinoso,
su mirada tenía una luz inaudita,
cual sangre de hadas cristalizada en ámbar.
Imaginaba sus besos, del candor más hábil temperado;
sumergirse en el mundo etéreo era hablar con ella,
llevarla flores, como si estuviesen por extinguirse,
quería Förüq compartir
con su Escarlata toda su felicidad y admiración
cursaba, como si tiempo no hubiese
debido para él apenas transcurría
sólo su sed llamaba a descubrir su secreto nocturnal
ella podía desconocer,
de incierto modo su letargo sin su compañía
tañía su tercera campanada,
su palidez ya se oía en el deseo su dama,
y su testarudo turquesa de ojos hendía
su palpitar hermoso.
Quise llevarle luz como mensaje en una bella golondrina,
siempre querré tu vera
como designio manda Ares y Perséfone florezcan todas flores
al caer la primavera;
su mirada y belleza no eclipsaba hipnotizaba,
mas su color y ternura de entraña enhechizaba,
hasta el alma más helada.

Förüq

IX
Menguante vestía la luna su traje,
una noche sempiterna un diciembre;
la lluvia acaecía en el rostro
más terso,
donde todo acaecía
en la villa su Campiña,
hubo un festejo de alta alcurnia
allí se presentó un viejo noble comunero,
brillaba más su extravagancia cautiva
que su nobleza,
él era anhelante,
como explorador observante
de la más pura belleza otorgada,
su melena era de un hombre arriado
las tierras del norte,
sus ojos encendían una curiosidad innoble,
por determinar su fausto origen y linaje perdido,
brillaba en ellos una llama oculta
de luz congelada,
como del mercurio atrapado en sus cuencas,
fijó su fría mirada fija de admiración
en una comensal que rizaba su cabello largo azabache,
era una doncella de un castillo olvidado,
pasado el puente vestigial, sobre el río tajo,
sus gestos y desmanes extravagantes
y de educación sin par ancestral,
pronto llamaron la atención su doncella perdida,
invitada,
quedaron en dar paseo bajo la luz de luna,
y los candiles de aquella aldea,
pronto se vieron en una conversación
de seres y leyendas
de encantos y sortilegios,
quedaron en descifrar su acertijo de mirada
adivinando lo que quería el uno del otro
en aquel rayo de luna morena
ocurrió el beso inextricable
uniendo ambos sus colmillos.

Förüq

ESTOY DESPERTANDO A LOS VERSOS:

Gloria realidad;
beso de ascua  semper,
vive el sueño flamígero,
cómo negarlo si mi interior florece,
amamanta esta vil ilusión,
apodera,
mece,
hiende,
hijos de la simiente arriba,
desnudo son en la penumbra,
que admirarte es de siempre,
hueso, eje,
crujido eterno
que el sentido despierto,
asordinado es ya
oh lustre enervado,
vine del traspuesto de abajo,
buscando desnacer en hidromiel
y estado quo,
fase de admiración cursa mi sangre,
néctar parco melífero,
alerta,
relamo  mi suelo,
en tres,
despierta,
oh endógena ola fluvial,
cauce de éter.
Solo desliz en azabache mecido,
es un cuarzo verde
para potenciar a las hadas,
me bailen su agua
endiosada,
rocío estelar surqué
tus soberanas lumbres estelares
y hoy todos mis muertos son santos;
te sirvo, te amo, te necesito
colmar tu atrio de caléndulas solares,
traerte la flor de nuestra profecía
en mano izquierda.
que no hace falta que suenen todas las trompas de Babilonia,
una de mis trompetas de los ángeles basta,
que siempre que se vea una alborada,
siempre vivirá Förüq Hipsípila
para buscar y entregar una flor de Hércules
a su Musa Amada.

Förüq a 28-11-2022

FUEGO:

El fuego siempre ha sido elegido,
el fuego es tan fuerte, que elegí creerle
sin culpa
aunque hasta acepte
sea un concepto inválido,
que me asignaron aceptar,
elegí creer,
aunque me asignaran libertad
de no hacerlo, lejos de idolatrar
un código de leyes rige el sueño
de toda sociedad,
pagar varias veces por mismo error,
ni justo,
sí puede eje de rebelión,
he venido a desafiar mis propias creencias,
a fijar la ley del orden
moral, propio, se consumirá
en su llama, todo lo que invita a sufrir
sin razón haya cobrado ya.

Actuar únicamente, bajo el principio,
lo que dicta la bondad,
amar lo que hago,
sobre todas las cosas existen,
como premio y castigo,
buscar lo justo en cada inconveniente
encontrado, la decencia sea juez universal,
tener, y honrar aún no poder verlo ni sentirlo, a cada momento,
la Verdad y su Poder de Fuego elemento hermético

Sol Fierro Lvgvs

ARRULLO DE LUNA UMBRÍA:

I
Aquellas parcas sombras, truena la feraz noche
venían densas creciendo,
que ni permitían ya ver las cosas,
pisaba el lindero dejaba el otoño entreabierto
no temas amada que marchite
volveré a bajar el Mesías de la flor
vista y traída en noble influjo
los ojos una bella golondrina,
como aurora de puro amor
bajará también el trueno relampagueando,
el abismo inmensurable de acento en mano,
traeré mi imaginación toda centauros
y con luz abrigaré la idea más sencilla
dulce amor, toda sueños feliz yo de hechizos
y tersas corrientes,
umbrales expone el ávido mundo,
fiero instante y borré el olvido pudiente.

II
Magnífico ademán aguarda
la bestia esperanza
ocultando estoques entre tiniebla magna,
dance mi talle, que de hermosa
pudiera adivinarte,
oh, de rostro encendido
entre centellas y aperos
de decisiones fulminantes,
mi llanto secas,
suspiro bello de noche, serena, altanera,
la esperanza es de altos cielos
virtud y temeroso don precioso,
en sombría torre brota y retumba
el tañer de una campana
a su bajera, corría un límpido arroyuelo,
de espuma que camina y brilla
su misteriosa figura que engulle toda.

III
De melancolía hija
no la llamé aún pudiendo
soledad
vine a hablar contigo luna umbría,
amiga amante, en cada sueño,
de ilusión tu beldad hermana,
oh, de luz viva sanguinosa o plateada,
tenue como brillante,
te busco sin consuelos,
sin candilejas humanas,
llevaré tu esfera
siempre dentro de mi alma,
te busqué entre nubes, vientos,
y ramajes, siempre huías de mí
entre edificios de ciudad y cantiles
sola armonía llamé a tu pronta belleza,
ilusión, que mis ojos en ti se vieron.

Förüq Miguel Esteban Martínez García

MEMORIAS DEL ESPEJO:

Estoy creando memorias
dentro del corazón,
sublimar lo correcto,
tantas vidas de gato de arena
te he esperado,
en este horizonte traspuesto
surca lo vivo, surca lo muerto
para siempre;
es un canto a la Oscura dama
doncella sangre de Tierra,
tantas eternidades cuesta un beso,
que se da a cualquier desliz temporal,
un paso,
y hendí de la sola voz
su éter,
oh sangre del Eros,
diestro voy por la segunda mano secreta
encima su verdad endógena,
que fantasía te desvelaste verdad,
de aspas molinos,
y campiñas de castillos y solas callejas
de hinojos y brezos
flamantes,
sube a este baile nuestro combate
deja suelto el ajeno embate
debido ni rival florezco,
solo a consagrada conciencia apelo,
merecedor todo el juego a perder venciendo,
y un tablero que vuela y se esconde
en tu voluntad,
perdona si admirarte es para siempre,
tuyo soy recuerda,
entre tañido y víspera cincelada
sé  lo que me gusta,
sé lo que quiero
y no alzo armas gratuito,
elegir ya te elegí hace un siglo,
no me conviene regodearme
de haber obtenido más hijos que caricias,
invitación sí
a obtener la felicidad que me sobra
por ello estoy preparado para amar
y no se llamó duelo ni necesidad,
muéstrame tu flor
sobre el fuego,
sentiré tu llama,
no eres tú,
no soy yo,
no te dejaré surques el puente
dificultad solo es un paso
para llegar más lejos
y jamás sola
ni en aquella penumbra
que no veas miedo ni de ti misma,
surco una ofrenda
para desvanecer el cristal y laberinto de espejos,
de condena y espejismo surca mi visión.
en UNO awen
en TRES Auge
en DOS tú y yo.

Förüq

NOCHE:

I
Noche, hoy a tu velo de sosiego
me entrego, te escribo
al crisol estrellado
oh, cuántas parcas estrellas acogen
mi canto de penumbra nacido
recuerda el sueño que tanto ansío
que Oscuridad se acoge no se
vence, se ama,
a tu velo nacarado le hablo,
cuántas nebulosas te adornaron,
para ser noche, inmenso faro
de sosiego imperturbable
de la ceniza a la tierra oscura
dirijo mi cantar,
pulcritud de lunas, servid
humilde, os elogio, sin sepulcral
prestancia, me dais la vida necesito
día sin enamorarse de la noche
no es día ni romance.

II
Oh, cuánta visión cegase
tu sábana espectral, este grillo
te sublima tu sabor,
un apoyo inusitado granate,
oh púrpura visión me acoges.
Voy rumbo tu crisol
de valles silentes, con mi humo
verde de pluma estilográfica,
bajo la luz de una vela,
oh, puridad sola
vine por tu voz
al ascua de luna
llamo,
somos hijos de signo
azabache, Lunáticos a rebosar
crisoles como relámpagos de Ares
en y bajo tierra.

III
Oh noche cromada,
te canto dame pulcritud
de estela, sola lumbre
descrita a Musa Luna y
su mar solanáceo,
vine de nota baja blandiendo
esquelas y señales efímeras
no me iré sin gemirte,
oh, de pureza y desvelo
energético, te alabo,
bienvenido otoño
a tu fantasma carnal me entrego
y ella, dulce tormento
insobornable que une
su vuelo complaciente,
que yo amo su querencia
por y para siempre.

Förüq Esteban er lobo bohemio

NOVENA LUZ:

Tu voz:

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,

noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta de árboles,

ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz,
tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,

acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
el momento que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.

Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén este instante para hacerlo real,

el sueño hecho realidad, la historia sin final,
mi eterno amor sin dudar,
corazón carmesí como flor de abril,
navega mi sensación.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil que me quedan por decirte;
los que nunca se irán,

agota y naufraga mi voz, mujer,
que alcance la tuya
y pueda izar una profundidad,

enroscarnos severos en aras un viento onírico,
desde la espiga roja,
al paraíso prendido de labios espumantes,
sostén cariño, mi sola voz,
que no se apague, y sí se incendie.

sea fiera pero no muerda,
Tu voz sea caracola,
como una espiral que no me haga daño,
cuando pueda sentirla,
sea anémona azul
y amapola de sangre de tierra,
que si ella pide, pueda engarzarla aromos y estrellas,
sentir pueda como simbiosis de nuestras lenguas,
cordial sin traje luminoso,
alzada como tú, sea la más bella,
origen y flama de una estrella primera

Esteban er-lobo bohemio Förüq

SÓLO UNA VEZ EN VIDA:

Sólo una vez en la vida
caricia viene descrita como
trono tus labios hendida,
fija, su semejanza entono.

La Parca es efímera
primera, mecida la ola,
caracola que mar entona su vera
entera que el cielo queda, y enarbola.

Beso de tus labios tejidos
suplicios invernados del exceso,
avelo los papeles, por derramar quicios.
Precipicios, que a la llamada estabas en celo.

Avanza mi quimera,
espera, que te tiene balanza,
asa, dulce organza en víspera.
Era un son que su verso pasa.

Tiempo de nosotros no se construyó a tiento;
lienzo tu acuarela del viento,
intento a quererte más si no venzo.

Lluvia densa de un Sol fierro,
hierro en ojo de tierra viérame apuesto la Llucia,
astucia fue clavar semillas en corazón del sueño.

Suspira mi mundo yerto;
injerto mi amor que nunca expira,
exilia el ascua azul, con mis ganas, atento.

Alimentando los espíritus que le hablan,
entabla resplandeciente fulgor de la centella cantando.

Forjar poemas de mis venas,
acequias mi sangre honran.

Gritarle al mundo que no he muerto tarde.

FÖRÜQ a 18/12/2022

II
RIMARTE:

Señora hada de oscuridad
encontrad mi sangre sonora
añora mi alma puridad,
aflorad mi espíritu que llora.

Abacora este silencio
precipicio, que eres fuerte redentora.
conmemora invernado suplicio;
resquicio tenue, mi fría demora.

Suerte mía que labrada no es,
sierpes avanzan, su muerte,
verte en mitad los helados naipes.

Quise darte sentido, como fuego elegido,
nacido el dulce tormento que hoy pise,
avise si osadía es quererte decidido.

Diestro avanzo sin par,
dispar, palpitar nuestro.

Sangre acaso fue de corazón bastante,
anhelante como sangrante, púrpura, escarlata instante.

Sorda la noche me cuelga, su araña gorda.

Förüq

III

CONCILIO YERTO:

Flor de bruma alza el señor niebla,
puebla estupor nacido en alarido de amor,
color son estos muros rojos, que siembra,
aleja dudas, no pregunta tu dolor.

Fulgurar el astro mi esquema,
dilema ante mi gato, su perdurar,
aguardar al mirlo que puso tres nidos con yema,
quema el son, sin su sombra agradar.

Esperar en el concilio, los caídos,
redimidos al ascua, donde alegar,
cegar la luz a ojos insomnes, partidos.

Anhelado furor inusitado su ala,
alzada su saber, cosechado,
desesperado, estas paredes no tienen respuesta alada.

Sempiterno no busco lavar conciencia,
sapiencia nada malo, sí erróneo, eterno.

Quise entereza me ayudase
germinase el dolor cual cisne.

Trenzado albor, quema mi sin razón, acrisolado.

Förüq castellano Miguel Esteban

IV

REVERBERAR FRÍA SANGRE:

Resiste el fugaz embate,
desate este furia y trueno asiste,
insiste claror bélico granate,
debate que cuelga araña que viste.

Alza bien de senda unida,
avenida que su diosa calza.
Tardanza en áspid relucida,
crecida marea en vals de acechanza.

Final de comienzo anunciado
viciado sumun de profecía matinal,
mina era su belleza y guiño acuciado.


Estupor, un minero repiqueteo,
hormigueo, como nervio silente pudor,
sudor, era divisarme, sin suelo.


Suavidad de escala y azabache su ala,
bala no era saeta, ni su diana vanidad pérfida.

Resumo que convenzo,
lienzo queda mi sentimiento sumo.

Sedienta espera de rosas de muerto, sed alenta.

Förüq

V
Ser como Floresta:

Ser milagro de acontecer regio,
valgio para transmigrar y florecer;
anochecer en vals de colegio,
contagio nota en vena sin perecer.

Sol terso, no es una destrucción,
armazón, es perenne valor como una flor,
calor no vence insomne, rienda del corazón,
aplicación de letra, consumida, en acto de color.

Vine hirviendo lunas, de azabache coaguladas,
hadas en son terruño alma ciñe,
quise, indecible, solo naturaleza, en venas afiladas,
suplicadas razones, no más que mi dicha, no la pise.

Resumo sin vencer, que me debes pedir que luche,
cure, cure mi designio es más duro, que un duro,
luto, es inmiscuir recto, sin tules,
azules mis vellos, de arpa en mano de tuno.

Resoplo solares, y vendavales,
soles de una caida a lo hondo,
pongo, lecho y vuelos de azores.

Sembré mi coraje,
traje mío, mi bondad desperté,
quebré azar de tiempo como brebaje.


Recto escalafón dorado, recto,
pecho al beso nunca dado derecho,
hecho el latido confeso.


Fuego en hiel, mi amor valiente,
presente de un ángel sin miedo.

Me llamas a la lucha
escucha, centauros solares concédeme.

Toda la orquesta hoy reuno que jamás es poca.

Förüq

VI
Ascensión de cobre:

Desde que vine a vivir,
imperios de ojos cerrados,
que lloran hacía dentro,
tu esplendor violáceo,
es como un destello fugaz
como un azur rebelándose,
no me digas
dime como podré asaltarte,
una lumbre plañía antes,
estoy creando su ascua,
un Sol sí yo soy,
designio solar,
de humano ser, por siempre
poeta un eclipse del amor
un arte muriendo por dentro,
mi existencia saltando el fuego,
no digas de la sal,
te respondo vente, vente
y quédate en mi interior,
mi mente gira cual trompo pintado
de la alegría sangra este amor.
Hoy para hoy,
desvanecer queda superior,
de este tornasol,
alzo mi rayo, mi fulgor,
en frecuencia modulada,
a no ser peor,
déjame sucumbir en ti,
arando el sino flamígero,
nuestra sed,
sed de ti vivo a morir.
Oh mi alma, soy de ti,
fascinación cursante,
resquicio onírico,
para latir,
esta noche de lágrimas caidas,
vine del alto cerro, sonando altivo,
desangelado,
tu palabra que me ama,
oh, sí, soy feliz,
gamusino, perdiz, lombriz,
en desfile, en cúspide enarbolada,
llegaré donde el querer dispuso,
¿Quién afirma?
me revelaré
desde mi imperio
de avidez en labio de fuego,
consumado.

Förüq

VII Silvestre maestra:

¿De dónde vienes volando?
Orquestando vengo de mar allende,
aqueje mi alteza va consumando,
aleteando besos y espiras deje.

Motivo de enamorado traigo en pecho,
hecho de cobre y Sol vivo,
altivo va derecho
lecho en espinas y cardos pido.

¿Quién vistió tu virgen Musa?
Tusa belleza de valles y blancura de sién,
ayer fue invicta y ella escribe, no acusa,
hucha en fortuna era awen.

Alarido de mi fugaz fuente,
vente al combate desceñido,
nido será la vanal inmundicia su frente
alente voces puras de su flor gnido.

De cielo, de mar de tierras viene turbado,
soldado de su misma pechera, viene de alarde,
de fuste sempiterno y sólo custodio alado.

Arde la salvaje simiente,
gente huye a su pecado, tarde;
pare, alto, su estirpe, alimente.

Verbo de enigmas eterno,
ermo del galego desierto,
fierro y figuras llenan el averno.

Fausto, su verbo, y figura aposentado,
socavado, su sueño no era infausto.

Altura que yo vengo,
aliento y desnacer de premura.

Oh de Musa virgen pura, yo alabo.


Förüq

VIII

PLUBIA CORDIS

‘---lit et summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.----‘

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris
stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûrus.
Sânô anima, fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô metaphora,
suspirium natura, amâvî ferventis.
Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus, sôlus cordis.
Callis unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.
Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

TRADUCCIÓN (Plubia cordis):

Lluvia corazón, suspira por ti amor
estupor, deseo, eterna alegría.
Día, noche, crece calor-
Color, vida venerada sinfonía.
Alegría soñada, deseada nuestra.
Muestra alas, acelera caricia.
Cercanía, sueño, verso, letra.
Entra profundo, crea sonrisa.
Beso dulce, agua pura.
Cura alma, sinceridad uso.
Deseoso sueño, arde metáfora
suspira esencia, amando fogoso.
Distancia decreta olvido de razón.
Querer puro, sólo corazón.
Vía una, sentir.
Hermosa compañía, contentarse primavera.
Fuego, complaciendo instinto hermoso.

El Castellano

IX INFERNUS SET CAEBLIS

Cercada está mi alma tus beldades
edades flamean tu sonrisa señora Hada
asombrada vuelas de alas verdes,
Hades responde, ansia mía rememorada.

Oh nuestro tormento alegre
embebe de tallo,
calo decencia en vena agreste;
ensombrece mi designio a soslayo.

Dulce, pura, de purga llena
plena que mi luna pulse,
desuse ofrenda tan divina que no quema,
largueza sin par, alma use.

No traiga su amigo cristiano,
mano de poder le otorga sin cuero,
cuerno servil ofrezco cual gitano,
piano servil es talento.

Gloria a tu misteriosa,
gozosa poesía runa de victoria,
vanagloria es creer caelis ganado.

Vengo de tu hinojo de abajo,
tajo de regio verso tengo,
venzo a Solar que oro trajo.

Fiel designio cuestan espadas
azadas sacan penas como dulce miel,
hiel infortunio ya no es lazada.

Fuerza del amor
clamor de hadas, tuerza.

Razón y artificio en hoguera,
madera, soy ciprés poeta.

Criador de mundo, mi semilla es valor.

Förüq

VI
Bato alas de ángel,
pincel de alma para la hoja
que se alimenta de letra, y su
vida sempiterna.
Tuve plasmado mi sentir de vivir
hace más de quince años
y tengo treinta y tres,
y sin caer de rodillas
no abandoné la causa primigenia
el Amor, creo con boca de
dragón, calor de arte flamígero,
un sin embargo, con nobleza
aún envejezca el tiempo,
tengo eje, coma y lugar
este amor hace cielo terreno
y nubes que llueven flores
pude transcribir sepulcral
automático, pero mi cuerpo muerto



VII
hasta construirá la melodía
mi día jamás será día si no
escribo el sino y su vilo,
el son me dijo: -Tú que vives
y sonríes, hasta para que
el mundo entienda el arte,
disfrázate de cuervo, de brujo,
de hechicero muerto, que tu
palabra sea la sangre yerta
de la condena por la que
siempre vive tu amor,
cava sin azada funesta,
saca penas por temblores
construye la orquesta, sus notas,
el Paraíso donde vivan ojos
y mentes solares;



VIII
avanza vestido de soldado
eternamente muerto, embebe
de la tiniebla, que la letra
sea tu meta y armada de
legiones, acordes, saetas,
castillos, y celadas, ejércitos
y fortalezas silentes que
la oscuridad florezca
cantando a la luz más
pura, vestida de brea
de cal y arena como
una caracola serena
entre orillas argentas,
bosques en la luna
jamás te acobarde una
dificultad, tu talento sólo
será puente.

Esteban el castellano

IX
BAJO EL SIGNO LA LUNA AZABACHE:

I
Me llama en la noche,
me acaricia su recuerdo,
con sus caricias desvanecerse
quiere;
y renacer en la oscuridad
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevando dolor.
Yo sin comprender su aparición.
Pero recreando su alma viajera.
sueños serán, pero cada día
la siento más.
En la belleza de imaginar
la complazco con la sencilla palabra
de amor a su alma
sin cuerpo.
Que me acompaña
desde que sufro por el querer.

II
Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno.
En el suspiro de amor
que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó
a ver la belleza que envuelve
tus imaginadas piernas,
adentrándome para reposar
siendo una sombra más.
Y te encontré en mi sueño
más cálido, en el cielo encerrado
que liberé.
En la noche que mi amor corrió
en tu flamígero seno,
y te amé aunque fuese un día
en la penumbra.
Para así no olvidarte nunca.

III
Manantial fulgente de inspiración
tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas
tu pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas
el color de tu áureo.
Un piropo, el suspiro
de mi amor eterno.
Que corre que escapa y vuelve
el cosquilleo.
Tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua del deseo,
tu piel con mi piel
avivando el ascua
del sentimiento preso.

IV
Resplandor de auroras en los recovecos,
donde se refugian mis ilusiones
en mi pensamiento.
Tu tez conoció mis manos
y mis manos te moldearon para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche,
cuando noto tu ausencia,
la noche que galopa
y yo con palabras sufridas,
de nuestra vida sentida.
Ya no hay felicidad entregada
con besos y roce de nuestros cuerpos,
medida y entregada,
ya no te buscaré en esa nostalgia.
Me enamoré de la vida
y nada me falta
porque todo me llena.
Te volviste a pasear por mis sueños,
y en ellos nos reconciliamos.
Vuelve a mí el dulce tormento
para vivir soñando
con el recuerdo.
Y amarte soñando despierto.


V
Noche en vela de navegante
sin destino,
noche despertada,
por la luna.
Y acariciada por sonrisas de estrellas,
cercanas y lejanas
según sean miradas,
a través de la copa de sangre
o con la nostalgia del corazón.
Luz a la vela que ilumina la pluma;
tinta de ánima mezclada
con los recuerdos de una vida a tu compañía,
pasada, con hielo y fuego, con besos
huidizos y fulgentes,
eternos y efímeros,
con sueños rotos,
y días de amor
a la sombra de tu reflejo,
disuelto por el embiste del tiempo,
que partió mi corazón en dos y un cuarto,
en el que me alimenté de las rosas
y flores desangradas.
La copa de sangre
en recuerdo
de una sonrisa que resplandeció.


VI
Amada mía te escribo esta noche invernada
detrás de la estrella apagada
que yo te amo amada.
Luna mía, tú mi flor que brilla
luces bonita, estrellita mía
sólo tú eres mi vida
runa azabache mía,
jamás se apagará tu boquita,
que llama a la mía.
mía sólo mía,
mi flor de luna
sólo para mí encendida.
Yo nací para tus ojos,
madera de los cipreses.
Yo sólo soy escarabajito,
yo camino despacito
de tu mano, duermo contigo.

VII
Sólo soy lo que tus ojos
dicen de mí.
Sólo soy amor, vivo en ti;
yo nací de un rayo de sol,
dije soy fuego sin más razón;
de mí la sangre huyó,
yo sólo viví como flor
al muerto le di helor,
porque yo viví solo, solo
como vive la flor
pero ni aroma tuve
ni tuve color,
sólo tuve polen carmín rojo,
que a la tierra llegó.


VIII
Muerto vivo, si no te miro;
luna muerta vi encender
y a mí llegó.
Para yo decir viví, fui, amé,
reí, y con su amor
digno orgulloso sucumbí,
hasta de su boca morí
pero un día desperté
frío como sol que fui
y ella huyó de mí.
Así mi condena
cuando yo muero,
ella vive por mí.

IX
Amada inspiración lejana
o cercana, según seas mirada,
del interior embelesada
alma de mi alma,
espíritu sin nombre.
Destello sin horizonte.
Luz atraída cual estela indefinida,
venda que el ojo no vea;
orilla de mi barcaza,
sin suspiro, ni terraza
cruel hornaza,
letanía sin lejanía.
Ni caricia existe
sin manos que te modelen cual arcilla,
lugar de mi lugar sin hallar;
bello templo tu mirar.
Ni beso existe sin sentimiento inicial.
quién afortunado
que en mitad de la rima,
muriese para no cesar.

X
Cuidarte, un esmerilado sino,
sin cosecha mortecina
ni pensamiento enemigo,
soñarte, y el sueño
la vida trae,
acabar hendido de la expectativa
llorar savia atisbando ser sangre de tierra.
Abrazarte a las tres de la madrugada,
sentir que tu cariño me velaba,
contruir un tiempo de sentimiento,
no de un mero invento,
que se inició y ha de acabar,
inicio sin final propuse,
como comienzo que abarca pero nunca inició.
Sangre de inocencia,
es bondad ciega,
voy lamiendo tu cumbre,
sin esperanza ni dulce futuro.
Pero con la fortaleza
que yo soy por siempre
la noche y su rebelión
de esquema.

XI
Mirada obtusa a la vela
y el candelabro,
un borbotón de densidades que caminan rebrotan,
como lienzo inagotable,
una conciencia fría de agua.
Me desdoblo,
para descarnar esta figura que me acecha,
y choca en luz proyectándose
en opacidad.
No tengo sombra y cuando la veo,
siempre digo que juré alcanzarla.
Matiz insobornable
ganar tu aprecio
sin despedir,
esta injuria inmortal,
de sed de sangre.


XII
Adorar es amar sin razón,
embeberte hasta se llene el corazón.
Principio de causa
es construir casa por el tejado,
revivir algo irracional,
que ni sacia a la estúpida razón,
no veo problema en darte todo,
porque es sabido,
que entero me siembras, tú.
Mi dulce tormento.

El Castellano

XIII                                                                                    VORAZ DESTELLO:
Resplandor de auroras en los recovecos,
donde se refugian mis ilusiones en sueños.
Tu tez conoció mis manos y mis manos te moldearon,
para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche, cuando noto tu ausencia,
la noche que galopa y yo sólo con la palabra sufrida
de nuestra vida sentida.
 
Ya no hay felicidad entregada con besos,
y roce, de nuestros cuerpos,
Medida, y entregada, ya no buscaré en esa nostalgia.
Me enamoré de la vida y nada me falta,
porque todo me llena.
Y tú mi bella, volviste a pasearte por mis sueños
Y en sueños, nos reconciliamos.
 
Desperté, y sentí de nuevo, el dulce tormento,
Para vivir soñando con el recuerdo,
y amarte soñando despierto.
 
Si me marchito sin ti,
No me quemes con letras indecisas,
porque vives en mí,
y te daré lo que pidas.
Si permanezco, en tu recuerdo,
no me quemes, no llames al olvido.
Si acaso me dueles,
no es por tus errores.
Es por tus triunfos, sobre mi palpitar.
No me quemes con una lágrima,
sólo con un beso.
Si te perdono y no vuelves,
no me quemes, porque
el fuego no se quema,
Se aviva.
Tu ausencia consume mi alma.
Aumenta mi llama,
No preguntes por qué.
No me quemes sin amor,
Porque no eres mentira, eres pilar,
Pilar que sostiene mi verdad,
Que, aunque duelas,
Eres mi amar, y no despertar.
No me quemes.
Si vuelvo no te guardes,
Porque vivo de tus detalles.
No me quemes, con amor silenciado,
Haz brillar este fénix.
Sólo calienta este corazón,
y te dará su fuego sin medida.
Pero si ves, que mi llama, está extinguida,
No me guardes las cenizas,
échalas de abono, a las rosas amarillas.
No me quemes, porque me dejo quemar.
Soy fénix arraigado a tu bondad.
 
Si el cielo se cierra,
miraré tus ojos, para tener mi cielo,
mi palpitar te dirá,
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran,
quiero tenerte cerca,
y coger tu mano,
sentir que no eres
un sueño que perdí.
Si despierto te vivo.
Soñando te sigo amando.
Cogiendo cada estrella,
en una letra para ti, tú la más bella.
Y el firmamento se cierra,
sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán lunas, pasarán soles,
y el sueño volverá,
con cada latido tuyo.
No te dejo una flor, te dejo las semillas,
los frutos de este amor.
Porque en mi jardín sembraste,
Tu belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad.
Puedo describirte como mi vida giró a mejor,
con tu sonrisa clavada, en mi mirar,
y el calor de cada letra tuya, sentida.
Te quiero, de verdad.
 
Siendo tus nervios, que atrapan cada sentido tuyo,
cada lima, que afila, tus pensamientos,
sería tu imaginar constante, en amor de dos,
sueños de un romance, correspondido,
 
Donde no importaría quien se enamoró primero.
Ya estaría atrapado en tus dulces suspiros de amor.
Y tus ardientes palabras de ilusiones lanzadas.
Clavándose en mi alma, lanzando a ti flores.
 
Estarían mis poemas, y mi razón perdida, en tu corazón.
Siendo el poeta, en tus ojos, el agua de tus besos,
el rocío, en tu cabello, el fuego, de tu combustible.
El que guarda, tus caricias, y hace inventario, de cada detalle.
 
El fiel, el humilde y el noble, el sincero de sentimientos.
Simplemente sería yo, brillando con tu amor.
Quien invocó a la tempestad, de roce, de nuestros cuerpos.
Quien se abre camino, galopando, en tus piernas,
 
Para descansar, en tu boca, siendo hielo, y fuego a la vez.
Siendo anhelo, escondido en corazón,
y corazón encendido, en anhelos, cuando te veo.
Tu gemido tímido y feroz, tu voz.

Ocaso, que la luna baña, de azul, y azul vestido de traje,
de estrellas, un firmamento, que convertimos en magia,
a fuego de nuestros cuerpos, a viento, que transporta,
nuestros jadeos que crecen, hasta juntarse en canción de lobos.

El castellano

XIV

El sol desciende algo va incorrecto,
creí imberbe mi dolor,
creí asirme henchido tu corazón,
siempre amparé
lo que dijo el tiempo,
mi vida contigo siempre amparó...
Amor, oh ese hueso de suerte
desvencijado en pasión,
vida de la vida de tu calor,
mi vida para ti,
más que cuatro aspas
dando vuelta,
todo puede su suerte,
oh dulce suplicio invernado,
oh sueño de arcángel,
tú sientes mi secreto,
me alzo,
subiendo mares y arrasando, desplazando cerros,
tu alma, quizás más que una Quimera,
más que raíz divina de semilla en Tierra.
Tu piel inimaginada lluvia,
miel tu agua angelical,
tu voz el eterno secreto mi contento,
como aventar girasoles
y sembrar el rocío tu acento,
vengo del suelo,
nadie me va a detener,
jabré mi tiesto, mi niña amapola,
mi diosa antigua,
quién a ti se mide,
me calló cielo en tierra,
mi certeza,
mi amor de espada,
permite incendie tu mundo,
para juntarnos mi amor verdadero,
Musa rocío de Alba.

Miguel Esteban Martínez García

XV
FLOR DE NIEBLA ELOGIO:

Rocío es tu lágrima obscura,
oh, granate congelado,
es tu palabra vestida de humedad,
voz prismática
soles cuarteados,
inequívoca, luminosa,
brilladora, que todo abarca,
herida y manantio
fuente de espejo,
llama sostenida,
iris de tu propia sombra,
exactitud encarnada,
tu energía irradias,
puñal de crisoles,
y miradas derretidas,
puñal de jactancias
y amados rayos,
espadas,
frutos y simientes estelares
cosechas,
cúspide en vértigo,
cavas abismales dentelladas
de rubor excelso,
oh rectitud de ascua,
quise ver través tu ojo de tierra,
Ostara, la Brillante,
mi cristal fugitivo,
destino fértil,
diamantino que baila en tus labios,
pétalos de Ambrosía,
palabra pura,
callada, amor acaso fuese mía,
alzo vientos y cierzo septentrionales,
viendo a través esta tierra,
aire, luz, mi saliva,
quieto de existencia
clamor de valles,
gloria inasible,
tachonada tus líricas huellas,
cruz y sacramento mi ceniza,
tembloroso de paso firme,
osadía o impermeable letra,
ente de un ente mi sangre,
vida de la vida bajo tierra,
latido rebelde a morir,
firme,
los duros somos bronce,
aunque nos derriben
es para alzarnos más fuertes,
mundo hable sus espinas,
que esta vibración y ennergía
es invencible.
Oh Sol ferro
tu misma luz, infinita melodía.


Förüq er-lobo bohemio


                                            XVI
Disuelto:
 
Muero por un beso.
Vivo por un querer,
cruel del destino.
Condena de una pasión,
que creó tu pestañeo.
Al dejarme ver,
tu cielo encerrado;
fijamente tres minutos,
Y morí con tu pestañeo.
Demostró que fui,
Importante, para ti,
Y que a pesar,
y muy a mi pesar,
de los problemas,
seguí en tu mirada atrapado.
Hasta que la aguja,
de aquel reloj de pulso;
se paró, al pasar ciento ochenta, segundos.
Mi cambio de vida,
cuando consumí,
Medio giro, al decir,
siempre te amaré.
 
LUNA AZUL:
 
Te amo no sabes cuánto.
Cierro los ojos y te veo.
Tu sonrisa es el mayor de mis regalos,
tus dientes son evanescentes, que hablan de como tú sientes.
No quiero mi despertar si no es para verte a mi lado.
Acariciando mi pelo, diciéndome al oído te amo.
 
Siento cuando discutimos.
Y no lo aguanto.
Vuelvo a nacer cuando me dices te quiero.
 
A cada instante pienso en ti.
Ahora ya eres parte de mí.
El mundo me parece un infierno si no estás a mi lado.
Tu cuerpo es un dulce parnaso.
Estoy preparado para amarte.
 
Veo que me ves,
miro que me miras,
amo que me amas.
Sin ti no soy yo,
sin ti siento, que mi alma me abandona.
No quiero decirte cosas bonitas para nada.
Sólo para que veas, que me tienes loco,
Sí.
 
Que sacas lo mejor de mí.
Que me has alegrado la vida.
Sé que me amas,
Sé que te amo,
y que sin ti, no soy yo.
Confío en ti, porque tú lo haces, en mí.
Y no te fallaré.
Sólo tienes que ver, todos los días, cómo estoy sin otra vida,
y objetivo,
que hacerte feliz.
Sin otro encargo, que compartir contigo todo.
 
No quiero perderte nunca, y eso requiere luchar, y dar lo mejor de mí,
para que esto funcione.
Me atormenta pensarlo,
que cada día estoy más enganchado a ti,
que cada día que amanece, mi amor por ti,
envanece.
No importa nada, solo el final del camino,
que es llenarte como me llenas.
Si te digo, que sueño contigo, casi todas las noches,
No exagero, hasta sueño despierto, cuando estoy contigo.
Por querer soñar contigo, de ti yo me he enamorado.
Eres sueño, eres mi dormir, tú lo eres todo, para mí.
 
 
Quieres saber la verdad, me has alegrado la vida.
Has llenado mis ojos de esperanza, de un futuro junto a ti.
Esto no es un poema, es una hoguera de sentimientos,
que arden en mi interior.
No soy especial, soy de carne y hueso, y me muero por ti esa es mi debilidad.
Te deseo y   que mi cuerpo, te llama cada noche.
Que cada parte de mi cuerpo, te extraña, cuando no estás conmigo.
Que cuando me levanto, y no te veo, me pongo triste.
El ser humano, nace. Ama, lucha, y muere.
Yo lucho, te amo y me muero por ti.
Tú eres el timón que guía mis pensamientos.
Eres mi estrella en el firmamento,
El sol que me vislumbra en cada mañana.
Y la luna de mis noches color plata.
 
Acariciando sueños, viviendo el recuerdo.
Como una vida sin sentir, no la quiero,
En el despertar de ilusiones en verso,
Todo es bonito, todo es bello.
La nostalgia crea su velo de dulce tormento,
para quererte me basta imaginarte.
El velo de traer el pasado al presente.
Cayó de mis ojos, pero el corazón,
lo cogió, de venda, para la rosa clavada,
Ninguna lágrima, fue desperdiciada.
Ningún beso, te olvidó, al alma de hielo, tu calor.
El hielo, tiempo de insomnio, de sentimiento.
Calor, la ilusión, que un día,
cayó por tu mejilla;
Y evaporó al rozar, tu boca, en sonrisa.
Frío, el canto del viento, que llevó mi amor,
lejos de este cuerpo, lejos de una vida.
Que, en sangre de poeta, lloró por la avenida,
de ángeles estrellados en estrellas,
y hadas, de mariposa, sus alas,
que fueron capturadas, por arañas.
Quien dibujó el cielo, con colores, a su amada,
merecerá algo más, que un traje,
de azul tranquilidad.
En color de dioses, y diosas, su eternidad.
Junto al escrito del mundo vivo, que seguirá,
Aún, cuando el cuerpo caiga, como la hoja,
caduca del otoño.
cuando la melodía, eleve al Creador.
La esencia, de aquel pintor, escritor,
que pintaba con la pluma, de su vida.

El castellano

XVII
SENTIDO DESCUBIERTO:
 
Ilusiones traídas al presente.
Como la niebla que trajo el viento,
de tus iridiscentes palabras,
llevándome, al abrir mis ojos, al mundo,
de sueños sin vivir, de sentimientos.
Solo para ti.
Experiencias para compartir,
como mensaje en una botella.
Que salió a flote,
del lago de la esperanza.
Sin lágrimas te canto, y te escribo,
que desde que volviste, eres lo más bello,
que pasó por mi campo,
de amapolas y maravillas.
De mi palpitar, y memorias, de estrellas.
Para ser, tus caricias, vivas y aradas.
No te vayas compañera, acompáñame
En el viaje a la felicidad, como lo hago yo,
déjame dedicarte un cielo de sonrisas,
y cálidas nubes de colores,
de besos incipientes,
como el fuego de tus ojos,
con el poder de su mirada,
y el agua manantial de tu boca.
Déjame soñarte y amarte,
como si nuestra circunstancia
hubiera sido otra.
Déjame decirte que declaro amor por ti,
que me gustas, que no quiero idealizarte,
pero eres lo más lindo que pasa por mi mente,
desde que volviste y siempre.
Como un beso en la amistad.
Vuelvo a caer en tus alas de amor.
Cuando ilusionas mi palpitar,
que te busca para curar su dolor,
mi vida tú, desde que apareciste, nuevo comienzo.
Amor de siempre.
Cuando te veo en cada letra,
y no puedo evitar corresponderte.
Un alma que te llama para sostener la esperanza.
No espero que me creas porque sé que me sientes,
Solo agradecerte tu huella creada en mi ser.
A fuego de una ilusión en tu mirada quiero seguir
En tu mirada quiero seguir viviendo.
No sufras porque pienso que algo me arde dentro.
 
Nunca se cerró el camino para ti.
Perdona a este corazón de niño,
Que tuvo que esperar a tu cariño,
Para demostrarte que nunca murió su ilusión,
por ti.
Que nunca te olvidó, porque clavaste,
con fuego tú sentir, en mi interior.
Este corazón que empezó a latir,
desde conocer tu alma, en letras, como mi alma, en letras.
Emocionado, porque develo, amor por ti.
Y es correspondido.
Feliz por ser tú, mi sueño,
por sentir, que te pertenece, mi mejor sentimiento.
Con valor, por sentir, lo que sientes.
Por ser alma, de, y para tu alma,
por sentir tu beso, y entregarme a ti.
Porque, eres lo que deseo.
Y, de tu beso, de amor,
Nació una amapola, en el corazón.
Con valor, para luchar por ti,
Y, por mí,
para arroparte, con fuego, el sentimiento.
Para ser, tu verso, tu vida, y tú, vida, mi sueño.
Me entrego a ti, porque
ya que, mi verso, corazón, cuerpo y pensamiento,
te llaman, y dicen, que yo, te pertenezco.
Me quedo a tu lado, pegado.
Para no irme,
Siendo completo, en el abrazo,
Tu sed, con mi sed, juntando.
Me quedo a tu lado, mi vida.

Porque me he enamorado.

XVIII
Amante fantasma:

Hablo desde esta sombría llaga,
que me habita desde dentro, por fuera,
un cielo noctámbulo, me cuelga la caricia,
mi vida que jamás se consume en desquicia,
rajo este sol que visita tu retina,
espacio derredor acaricio
en agujas que te cuelgan el techo,
flor con flor brilló nuestro corazón,
una luna tejida por su alarido
a galope del viento en mi mundo
te alzo en piel de piedra
crepitando tu rayo que me cuenta
de tu vena y su carcoma
muy lejos de la tierra hilvano tus ganas
con destello furtivo
de sed de abrojo
cambio tu vida a mi antojo
sí tu pecho en rojo,
sabes quién soy,
soy fantasma, que sólo tú ves
flagrando el viento a tu merced,
háblame del puerto y su negro sentimiento,
háblame del cuervo,
de tu alma sin cuerpo,
ven, ven a mí
veremos el amanecer
en la sangre de mis ojos,
acabaremos con el destino inerte
que cruza mi suerte,
ven de nuevo quiero verte, apoderarte,
alimentarte de mis rosas desangradas,
es por tu roce que mi sangre bulle
y jamás de ti se esconde
te siento en cada silencio seco,
en cada eco de oscuridad
que a mi espíritu sucede
cómo no tenerte
si por tu idioma me florece el verso,
piel con alma simiente del atardecer,
umbrío cae su sonido;
Tu cuerda que afina el grillo
y cigarra con su guitarra
acantonando nuestro oído,
es por ti que mi suplicio cae investido
fiel a recorrer tu segunda vida,
ninguna mentira me dijiste,
el miedo ahuyentamos juntos de la mano,
la noche llega de nuevo en tu pupila
de esferas yertas
y sus paraísos de hielo
que cruzo al verte
quiero que me sigas sonando
eternamente la noche
para todos los siglos
que empieza nuestra condena
sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos.

II
 
Hablemos hoy en plata de tiniebla,
oración de tu sangre yerta,
cumbre febril de hoguera quieta,
ese cuervo descubrirás su poder,
yo iré de tu mano,
manso tu poder sembrado,
aunque no entiendas
no preguntes por qué sigo a tu lado,
el puerto negro te llamó
y sentiste el poder de tu pasado,
nadie permitió que desembarcaras,
capaz eras de romper la cuerda
que sostiene las dimensiones,
ni vivo ni muerto
niega tu osadía,
cruzaste la puerta de oscuros lirios,
tu amor a la flor
al creador conmovió,
resoplo tijeras rojas
en grises ideas,
desenfundo mi filo,
crepitan arduas espadas,
respetaste la muerte y ella
respetó tu vida.
Crascita tu lozanía,
entre forrajes
y soles pudientes,
desmenuza tu silencio,
clavando yunques
de paredes granates,
el peldaño irá cuesta abajo,
cabalga tus lindes despiertos,
libérate de insectos que caminan,
turbios azares me cuentan
de tu devenir rizado
al filo de la navaja.
 
III
 
Anochecer de mi vida,
en tu patio de la araña,
retozan clarines esquivos,
yo soy lira de alma consumada,
vicisitud ensimismada
de tu azar en semblanza,
vivo flagrando tu azada,
pulcritud entre cristales rotos
esa soy, bruma en tu noche,
claridad en tu día
luz de cada siembra,
arena del tiempo
enclaustrado,
vine deshojando recuerdos,
hoy me diste voz,
no seré yo tu perdición
si no el camino a tu salvación,
viviré mordiendo tus rosas
que desangran tu amor,
soliviaré lo liviano,
afligiré temor al miedo,
seré aliento perdido
descubierto,
te abriré mi reino,
las escarchas serán los colores,
viviré besando tus flores,
limaré abrojos nacientes,
serás estaca del destino
servir a tu alma sin nombre
me alumbre,
camino de mis flores desgranadas,
sangre de tu reposo
mi amada espina de luz y de sombra.

Förüq

MAGNIFICENCIA RECTA:

I
Vista sin tu jardín quema el día,
inciensos incipientes sobre oro en vena
encima las llamas violetas, noche sin luna,
jardín de ocasos sin acierto, era un bosque
dentro del cobre, bañado por ceniza.
Hinojo en surco y laberinto de caléndulas,
jardín mal parido, brotado
sin tu blanco fantasma de luna, no debo avanzar,
Trenzas, que cuelga la noche concisa,
de argenta cantiga, mirar tu viejo salterío,
y el rostro sin vela, sujeto el candelabro,
con blancos misterios y tres naipes helados,
tapia en piedra sembrada, musgo, y voraz hiedra
jardín castellano, dulce, cantor,
sombra de lobo viejo y dulces gayos ya dicen
lo que no te diría yo.
Risa memorable,
exigía un almendro para dar nuevas hojas.
Cuando dormí, soñé sin pulcra ilusión de palpar
era una fontana de mi sangre que fluía dentro
mi interior, rizadas abejas acudían a colmena
tras bañarse en mi solaz fuente, ardiente mi sangre tenía
aquellos visitantes dorados cargados de tu polen astral.

II
Era una tarde de enero,
de sol quemando el día
allá lo alto el nacer del río Cuervo,
se escondía por su cumbre,
requemando reflejos.
en un valle perdido,
fui por su recuesto,
y su rumor bajaba bravo,
cual cascada al soto
no me resonaban temores ni viles afrentas,
ya conozco lo que no quiero,
mi llano agreste reverbera,
y entre pesares creció
yerguida mi planta,
embebecido llevaba el porte;
del más tranquilo pecho, mi pecho,
cogió mi rumbo un giro dentro su giro,
le llamaron elipse
que yo por humilde y pobre
jamás disparé su incierta osadía
índigo, rebelde,
convertida en ascua
de seguro crascitar
y oscuro secreto,
defendida de mis vientos
alzo su tesitura
de azarosa vida
en beldad suprema,
clamé trescientas
treinta y tres veces,
los que tuvieron suerte,
no vieron su lengüita, la besaron,
no vieron sus brazos, la abrazaron,
no osaron su transparencia habitada, la abordaron;
moriré donde nací,
mi patria, mi hogar,
de cerros mi confín,
sinfín de álamos,
mi mar, mi Musa,
apero su cariño,
manado arroyuelo,
vi fluir cual voces de bronce y ágata,
duendes alenté
bajo los muros de mi cedro,
oh mis pisadas eran eco,
solo y desapagado,
como muere una chicharra su sonido
de noche,
mismo hogar de mis castos dioses.


III
Eternidad besaba ya el lindero abierto,
acuciaba una estrambótica oración,
de jardines redentores,
y suaves luciérnagas de letras,
pisaba saboreando dulce
mi regio abrojo,
tierra abría sus párpados
de forrajes venideros
que nadie puso,
sólo dioses sembraron,
me ofrece cielo y herrumbre,
yo sólo poseo fuego,
como mi mano sustenta,
te admiro tu silencio pedernal
de campo y llanto,
mi risueña viborilla
que yo amo,
que yo admiro,
que yo entrañaba,
de ruego y esperanza nació el consuelo,
de verte como breve destella
una estrella apagada,
pero viva al helor de supernova.
Mi corazón que en repecho y afán
te canta y entona
que te honra.


Förüq a 27-01-2023
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

SED DE TI:

Tu verso y mi verso
tu azabache y mi azur,
tus líneas y las mías
oraciones de ocaso y sol naciente,
unidas en la más hermosa creación,
poesía de color,
nacida de dos corazones
que se unen en un mismo ardimiento
en un solo mar en un solo fragor
en una sola felicidad
en una sola alegría y sinfonía,
como trino de todos pajarillos
del castillo olvidado,

tú mi luna yo tu Sol luciente,
tú mi firmamento,
horizonte de mis ancestros,
 yo tu custodio,
tu principito, y tú mi reina
tú mi amor, y yo tu rayo de Sol oscuro,
tú mi inspiración y mi Musa

tú mi amor en lo difícil
a quien admiro con el alma
y que importa el tiempo de nadie,

cuando vives aquí en mi corazón
siendo flama que me quema de pasión
ascua indestructible, latido a sola voz,
siendo mi sonrisa
siendo mi ilusión
siendo mi esperanza
siendo hoy como siempre mi palabra,
siendo todo para mí
todo lo que pedí
y hoy eres realidad
eres mi amor hecho verdad y sueño.



Förüq er-lobo bohemio Esteban

EL VAMPIRO Y LA FANTASMA:

Buscándote en el silencio.
Teñido de estruendo crepuscular,

Buscándote debajo de una piedra,
como en la oscura siembra,
o en el fondo de una cueva.
Doncella, solloza el sortilegio.

En la flor sin cortar,
como noche de vela y tijera.
o en el fondo del mar.
Navegar tu cuerpo pintar lo silente.

En la nube o fuera del cielo.
Jinetes difuntos,
compás de los tiempos,
sacrílego amar sin alzar ni osar.
En lo que se ve,
fuera la línea,
y en lo que solo se siente.
como rosa de atardecer sangrando humo, y besos.
En el sueño y en el recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.
sí doncella en un cuerpo de mi cuerpo,
en mi llaga esquiva rizando ascua
y su sabor flamígero,
flor de niebla y umbral.

Buscando, te encontré lejos.
En este punto sin partida ni retorno,
comienzo sin final
ni vuelta al fijo punto,
vine de la sombra arribada,
besando tu sábana bajo el azulete,
denso tu éter,
compás de espadas,
y fragantes flores.
Ahora que en letras te tengo
estás cerca de ser mi vida
y yo tu verso.

Bella, vuelas libre doncella,
pero retornando siempre a mi vera,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
como sangre yerta, desvelada,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños y sortilegios,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
y su crujir de aurora indómita,
ángeles y dragones arropo en el corazón.

Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
y el verbo pintar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
teñido de asideros de belleza rasgada,
cientos de alegorías, para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre la fantasma,
pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia ocaso del amor.


Me llama en la noche,
me acaricia su velo sempiterno,
viene altiva en cada sueño, sierpes gloriosas
sus cabellos,
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad llameante
del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición, miré un espejo quebrado,
partió mi soledad un crisol de parcas sombras,
.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la siento más,
desde su crujido travieso
a su manecita helada subiendo mi espalda.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor
a su alma sin cuerpo que yo por amar la amo.
Y ella que me acompaña desde que sufro
por el querer como pequeña ángel susurrante.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Mas no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Mas si pudiese saber preferiría no saber,
quién es preso de quién o si ella y yo,
somos presos del querer.


Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.

En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
y una noche la vida de mi corazón sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,
te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.

Förüq

NÁCAR DE ESTRELLA:

Escalo tus venas,
entre un horizonte
de razones heridoras
y lúgubres, parcos, silencios sonoros
en el callejón de mi mente sigue habiendo
un paraíso sedoso,
todo hecho de rocíos entre flores,
puedes oírlo,
pregunto,
siendo destino,
y barco dirigido,
a donde coronan cumbres
y sus vastas nieves,
mi ánimo que desplaza cerros,
y sus frondas suaves,
no vine a deshojar tu cielo,
sólo a contemplar
que era hoja mecida al aire,
colgada de una tela de araña,
bajo la mesa mi jardín que tantas de mis letras
colgó en hojas...
Sangre de estrella,
oh, nácar flamígero,
fuiste más allá del suplicio dormido,
roca del destino,
y puridad de roce,
no te bastaba incendiarme
de la esencia más húmeda,
llegaste amilanarme de carne a hueso,
y hoy lo siento no me quedan penas,
sí quizá,
besos huidizos y fulgentes,
desquieres de barro y simiente,
a la sola carne tu reflejo hoy canto,
beso de trigo, y esparto,
en hoja de celindo y madroño,
vine por tu hinojo de abajo,
a precipitarme exhausto.
Como precipitación del ojo de tierra,
era mi canto
como un dulce abrojo,
y filoso como la espina un majuelo,
almendra rápida era este enjuto silencio,
vestido de las rosas perras del escaramujo,
eres real, plañe toda sinestesia,
me voy retirando,
lamiéndote como un paloduz,
sopesando tu crin y brebaje,
no vine ayer
si asegurara
llegaré,
al saber que te conoce.



Förüq er-lobo bohemio


VIRTUD ECLÉCTICA:

Invitación,
nacida endógena,
a embeber de mi sangre pura,
en esta sala los ángeles caídos
dulcemente condenados,
ya perdidos en un mundo,
solo entiende el lugar
de escapes y fugas de su soga,

salón del reino perdido,
ofrezco puridad de estela,
y vena en ambrosía y néctar bañada,
qué buscas en esta sala,
me preguntas,
yo toda respuesta encontré
y no fue caer de nuevo,
necesitaba más y más en día,
no buscaba ambicionarme más,
si no completarme, como la llenez era,
oh sabiduría dispuesta,
no busqué escape,
sólo pausar tormento cosido
de negro hilo,
intuyendo que el otro lado era volver a empezar,
vida para en vivo,
muerte no se detiene,
dos semanas en coma apuesto
porque si se repiten,
no me dejarán volver de nuevo,
qué buscas reincido,
en esta sala de los condenados llameantes,
llave, solución al álgido tormento,
no hay eternidad todo es volver a empezar,
sin voz, sin letra,
sin vagido,
sin rúbrica, sin cuerpo,
sin llama, ni luz ni candil,
volver del umbral
y empezar a ser algo,
muerte, vida, crujido,
color, opacidad,
oxígeno,
savia, simiente, aire,
agua tierra o éter,
en esta sala no quedan almas,
sí una, llamada la Sola ánima,
Espectáculo,
Dante y Baco, comulgan oratoria y baile,
suspiro brotado,
oh mi colmillo,
vine por la voz de la Runa,
búscame Musa,
te llevo acechando
desde que vine a vivir.
nunca sola Musa escarlata,
porque vivo de nuevo.


Förüq Lvgvs

Centauro:

Dos sonidos mejor, que la sola voz,
que narra empeño dictado,
era tiempo insuficiente,
llegada la hora,
llovía, lentamente llovía,
en terreno mojado desde
hace ciento veinte minutos,
mi escritorio gemía todo lo necesario,
dierum et santuas,
Gloria al divitia,
una tarde venturosa,
algo antes del día todos
los Santos difuntos,
aquí en mi yerto escritorio,
convencía al Creador
 mi alma en libreta,
que si no me daba magnificencia exacta,
de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en magna oratoria:
Leannán-Sídhe te reza tu duende principito
abismal,
henchido todo deseo conocido
y sin conocer;
abro mi corazón Señora hada,
estoy creando para ti mi ofrenda,
para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre tu misterio,
honro y te acicalen tu majestuosidad,
te escribe el Hijo de la Luz,
oh, tormento, pena en rogativa todo mal,
en entidad multitudinaria,
que en treinta y dos racimos me han tentado,
una mujer de atónita escultura en belleza,
su porte,
vestido azur,
tachonado de estrellas granates,
como guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el cielo llevaba en mano izquierda,
envalentonando su corazón,
izquierda corazón,
derecha fuerza,
oh casto Sol fierro,
era la trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella pequeña ángel armada,
tocaba mi hombro,
en su trompeta había un nombre forjado,
esculpido como grabado,
NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT
Leí su latín
que decía Oscuridad no se vence, se ama,
en la mano derecha aquella custodio,
sostenía un papiro arremolinado,
me comentó mi sentido, traspuesto
a mi segunda oportunidad de servir
a dios sol ferro LVGVS.
Fui nombrado guardián la inspiración,
que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del Paraíso
Parnaso devorado,
Olimpo terrenal,
aquel papiro era mi alma,
o llave novena para poder seguir,
dando al mundo poemas de mis venas.

Förüq Centauro protector
11 diciembre 2021

ODA A UNA ROSA CORTADA:

Rosa de beldad y pulcritud,
de belleza en pétalo armada,
a ti te hablo, a ti te canto,
tu belleza es alegría del año,


Placer, tu piedad que aflora
ser de ti fragancia elegante,
humor de sangre y carmín vivo,
temor de tiempo que pasa y marchita.


Traje tu muerte, a resucitar belleza innata,
a crear viveza de otra vida en amor
a partir tu sola muerte,
oh, es eterna tu puridad risueña,

como el agua te riega y dio esplendor
te llamo, tú que escuchas y otorgas
a quien te cuidó, mes por mes, flor tras flor,
nunca morirás porque generas gratitud, y auge de sentir pleno.


Quise y seré trovador, de tu sonrisa futura y presente,
que jamás bonita, te cante el olvido disuelto,
afilaré para ti mi guiño y beso transparente,
alentándote a que crezcas del corazón nuevamente.


Por ti sea ave Fénix la vida, y su amor excelso,
oh flor de belleza,
quién vivir tras tus pétalos pudiera,
como escribir una nana para dormir un sueño despierto.

Al crisol de besos y caricias,
entre fuego y mieles;
de una simpatía sin par
ni grillos enjaulados.


Una belleza pura,
del interior nacida
como brota candidez entre estambres,
de luz sigilosa y atónita.

Como un baile de astros
envueltos en estelas fugaces azules,
la pluma danzarina de una golondrina,
su metal que trae en ala.

Alzado mece un plenilunio
de silencio profundo,
una raíz que en su tierra grita
que todo muere en silencio,
menos ella raíz salvaje del rosal eterno,
llamado verso.


FÖRÜQ CASTELLANO MIGUEL ESTEBAN

PULSO SIMÉTRICO:

I
Al arrope de tu pecho,
calor en almíbar del deseo,
tempestuoso sentir en fragua,
siendo calor, camino,
oscura beldad, girando
en torno tu vida,
que nada se hace lejano,
un soplido
y nuestro reino de ilusión
alcanzo,
veleta de tres direcciones,
calor, orgullo, deseo,
áurea punción,
de cómo es Arriba es abajo,
y mi ser se distrajo,
un Sol, un aspa, un amor
precioso y brillante.

II
Sueño despierto
tu bello rostro,
guiño al solo destino,
trashumante, era que fue
descorchar el latido
en una cepa de vida
quise contar los besos
y tus cristales de pulso
de la inocencia que lloraba
su belleza, tu sonrisa
una aurora
por el palpitar
del sentimiento
que se mece,
para sentir que soy y seré
lo que dicten tus ojos.

III
Y yo sólo quiero, lo que quieras
así soñar corresponderte,
vi el amanecer y el atardecer
del bello matiz
soñando el azabache tus ojos
ese por el que llora
toda noche.
Y mi amor viajó del bosque a la montaña,
y la montaña me hizo hombre.
Para poder amarte.
Al voraz destello, resplandor
de auroras en los recovecos
donde se refugian mis ilusiones
en sueños,
eterna batalla a la noche,
cuando noto tu ausencia
y la noche que galopa,
y yo solo
con la palabra sufrida,
de nuestra vida sentida.


IV
Amar tu corazón mi pasión,
imaginar el susurro de tu voz en mi oído,
el te amo brotado a fuego de un sentimiento.
Con amor un recuerdo tuyo, inmortal en mi interior.
Con amor una sonrisa que brilla con resplandor,
con sueños en los que tú, amor,
estás a mi alrededor.
Con fuego, mi mirada a ti, mi tierna,
mi admirada bella doncella.
Mis besos en versos, van a ser realidad en tus labios.
Mis caricias, escritas en tu piel, van a ser vistas.
Mis deseos de pasar mi vida a tu lado,
es todo lo que un te amo ha significado.
Puedo verte si cierro mis ojos,
tú como ninfa que de mí se ha enamorado,
yo como dragón y druida que cuida
tu campo de flores, camuflado.
El que te ama y te espera con el alma entera.
Y pasan lunas, soles y estrellas,
y solo crece el sentimiento.
Te cuido con mimo, con cariño hago abrir tus pétalos,
con cariño me das tu polen de mariposa,
tu esencia más hermosa.
Y vuelvo a rozar los surcos de tus hojas,
en ellas noto un te quiero,
las lindas venas de tus alas.
En colores de alegría, de matices de tu belleza,
de calor y vida, todo lo que de tu ama nace.
y el río de sentimientos, sueños y lágrimas de felicidad,
donde su cauce y corriente, llega profundo, avanza sin pausa.
Solo por el valle del paraíso, creado de tus detalles,
como flores, en él, naciendo cada amanecer, fieles y duros
testigos, los besos y sueños.
De este amor, porque alcanzamos la estrella
y la derretimos con esta pasión de enamorados,
creando el agua para la vida de dicha,
en una sencilla sonrisa, en una tierna mirada,
en la sincera palabra, que unió dos destinos,
en un solo recorrido.

V
Siente el fuego en mis ojos,
Arde un sentimiento,
Suspira el amor eterno
Vuela, corre y atrapa
Sueño atrapado del amor creado,
De la lágrima de felicidá
de sentirme amado
me abrazas con tus alas
siento el cariño clavarse dentro
como mis manos acarician tu pelo
y mis labios lentamente se dirigen
a besar tu boca,
en fuego que arde dentro, en agua
que hace enraizar tu flor en mi corazón
se abre la flor, los pétalos del esplendor,
me agarras y besándonos nos elevamos
al cielo con nuestra pasión,
viene la música celestial,
nuestros jadeos que crecen
hasta juntarse en canción de lobos,
rozo tus labios,
me muerdes sin compasión,
y hago bailar y temblar
tus piernas con las mías,
la llama se desplaza por cada milímetro
de la piel,
arañas mi espalda, te beso
allí donde el te quiero nace pleno,
nazco con fuerza y muero
en cada movimiento,
donde el gusto es ver tus ojos
y tus suspiros de amor
pidiéndome más.
Nunca te dejaré de querer,
Vives dentro de mi piel.

VI
Alabado sea el día
que te conocí,
Venerado el día
que te sentí,
Soñado y vivido
el amor desde que te vi.
Bendecido y adorado
el momento
en que nuestros caminos
se han juntado.
El amor puro,
limpio y transparente
que emana de tu entraña,
y entrañable es tu verso,
entrañable es tu sonrisa,
tierna y linda
tu boca para besarla,
hermosos tus ojos
con un brillo donde vivo.
Para ser tu poeta
vivo y dichoso
de tus ojos, y corazón
fielmente apasionado,
Porque mi corazón no miente,
Y bajo mi cuerpo
quiero derretirte,
Que me sientas
bien dentro de ti
en tu alma y cuerpo,
Corazón y mente,
día y noche,
sonrisa,
beso y caricia,
en todo lo bello
como yo te siento,
porque me elevas al cielo,
te bajo el firmamento,
y te susurro al oído
mi te quiero y te amo
con un mordisquito.
Mi beso donde lo imaginas,
mi Lucero
donde tu placer
se vuelve fuego
donde hace al calor
que haga temblar
tu cuerpo entero.
Y te quiero así entera mía,
Como eres para amarte más y más
Día a día, suspiro,
segundo y minuto,
Cada instante y momento de mi vida.
Tuyo soy, siénteme tuyo.


VII
Puedo escribir todo mi amor,
Todo, todo lo que siento por ti,
Vaciar mi corazón,
expresar y gritar que late por ti,
entregarte hasta mi sangre en poemas,
vaciar mi esencia y volcarla en letras para ti,
porque nunca quedaré vacío,
solo me hace falta una palabra tuya
para volver a sentir amor,
y llenar de ti cada poro de mi piel,
cada rincón de mi interior,
porque grito, siento, y aseguro con orgullo,
que este amor no se acaba y no lo hará nunca,
que es puro como tu corazón y el mío,
como la mirada tan tierna que nos dedicamos,
y vuelvo a ser inmortal gracias a tu amor,
y tu fuego me deshace, tu amor me enloquece,
tú entera eres dulce.
Si mi amor te ha resucitado,
a mí el tuyo me ha hecho invencible.
Espíritu y alma que vuela libre,
a quedarme en tu cama a tu lado
bebiendo de ti, sintiendo
cada secreto que esconde tu piel,
amándote noche tras noche hasta el amanecer,
y con el alba viviendo de tu interior tan perfecto.
Vuelvo a caer en tu cuerpo,
En tus besos, en tus caricias,
en el fuego de ternura y pasión de tus ojos,
con el calor de su mirada,
y el sentimiento que nace pleno
con mirar tu sonrisa
el dulce sabor del te quiero,
porque sincero es el verso,
sincero es esto, y nuestro amor completo.
Me has dejado ser caballero de tu sonrisa.
Guardián y dueño de tus besos,
A ti me entrego, a ti te entrego
cada latir de mi vida, cada sueño
y deseo para cumplir contigo.
Contigo no puedo dejar descansar a mi verso,
porque mi alma te llama y extraña a cada momento,
y escribiendo te siento,
con mi corazón ardiendo, mi mente viajando.
Siendo tú mi aliento, mi oxígeno,
y el agua,
tú mi flor en mí enraizada.
El amor que soñé y sueño,
Todo lo que anhelo y espero,
Lo que quiero.
Tú mi vida en verso,
lo más bonito de mi sentir que te pertenece.
Contigo ni en invierno
hay un solo amanecer de hielo.
Eres mi fuego ardiendo,
El sol que calienta mi sentimiento,
la esperanza de un amor eterno.
Eres lo que más deseo.

VIII
En el bosque de tus ojos quiero perderme.
En el campo celestial de tu mirada
vivo y quiero vivir, siempre.
Del paraíso de tu cuerpo,
soy caricia de lluvia,
soy melodía de viento,
soy te amo sin tiempo.
Porque de tu corazón, soy eterno,
Y tu amor es lo más bello,
Y caigo en el sueño
en que abres tus pétalos para mí
bajo aquel árbol del deseo,
y crecen las flores
y el lago emana
de la belleza de tu alma
de las violetas y amapolas,
del jardín de la alegría,
eres tú la ninfa mía.
Y las flores de malva tienen envidia,
Las rosas celosas crearon sus espinas
porque mi amor fue para ti.
Las campanillas más sencillas,
crearon en flores sus voces,
en notas de amor al que llaman
y buscan trepando y enredándose,
en la maleza y la piedra,
el helecho en duelo
rechazó la flor y la semilla,
a esperas de ganar tu amor,
con sus hojitas en belleza
que se despliegan como un caracol.
Las droseras ansiosas
su trampa desplegaron
en son de atraparte
en sus dulces gotitas de néctar.
El musgo enamorado a si se quedó,
pequeñito y suave como el terciopelo,
para acariciar tus pies y sonreir
con la lluvia y el agua.
Donde la belladona cantaba
Y de la luna se creía preferida,
Abrió su amapola azul y negra
la adormidera,
siendo el sueño de las hadas,
su prima la golondrinera,
su amapola amarilla,
fuego del bosque de las sombras
liberó su ninfa con una gota de rocío,
con ella llegó la primavera,
contigo ninfa mía llegó la belleza,
y tú amor en alas de mariposa,
abrigaste cada sueño,
arropaste cada pensamiento,
y ahora no sólo eres mi amor,
también la más linda flor de mi sentimiento.


IX
Y las noches
no son noches
contigo amor,
son fuego,
calor de cuerpo,
beso del deseo,
y caricia del roce
de tu sentimiento,
el viento travieso
tu fragancia
me quiere traer,
las nubes
el agua
de tu boca,
Y la luna,
la luna
tu mayor sonrisa.
Cada verso
se funde dentro
de tu cuerpo.
Tu mirada
me vuelve
leoncito tierno.
A besos de amor
viajo por cada paraíso
de tu piel,
complazco
el juego
del fuego ardiendo,
me mezclo
en alma
de fiera y guerrero,
para dar placer
a cada parte tuya
que me deshace.
Como verte e imaginarte
bañada por mí
desde que la luna
visita,
hasta que el sol
acaricia.
Y soy yo
Entero, amor,
enamorado de tu amor.
Viviendo
de cada detalle
que a mi ser
complace,
a mi corazón derrite
y no hay
quien me quite,
de decirte
cada día
cuanto te amo.
Tu sonrisa
es un regalo,
Tu cuerpo
un dulce pecado,
Y tu amor
es sin duda
vida mía,
mi mayor bendición.
Porque te amo.

X
Desconocido parche a otro mundo,
una rampa y una escala,
amarte indolente o ascender
en eje sola muerte complaciente,
crisol en aspas
molinos fugaces
romos pilares placer endógeno,
de dentro afuera beso tu mirada endiosada,
un beso a tu cuerpo que viene de nuevo,
compuertas la blanca savia,
mieles que Himeto concede,
leche celestial,
la insobornable almendra
purísima,
cientos de años te he esperado
mi Reina los condenados,
hoy puede desvista mi sed,
un arco una saeta iridiscente
sólo es magia el sendero
algo para tu mente,
algo para tu alma,
bienvenida a mi lluvia,
locura está perdida,
sin límites, lo sentido brillará
me dieron mis legiones
guerrero sin combate
puede cavar sólo su foso,
el amor
tiene un axón,
el punto de vencer
acogiendo y rebrillando,
activo la sola clave y contraseña,
Amor,
amor,
AMOR
yo amo.
Por siempre.


Förüq sobre Nosotros a 22-04-2023
Memorias atrás
mi vida luce de nuevo...



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

IV
URDIMBRE ARGENTA:

Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor,
y por querer pensarte
desapareciste entre la tenue luz de luna, que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma.
Marchitó aquella flor, que un día llamé amor.
Y ninguna pudo ocupar su lugar.
Sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz, que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
Y lo vuelvo a hacer.


Cerré los ojos y allí estabas.
Como si no pudieses salir,
de mi interior.
Como si quisieras besarme
o decirme algo.
Pero tú bella en sueños
no hablas.
En sueños no hablas.
Y nos quedamos mirándonos
a ciegas.
Yo te aviso, que en el bosque
De mi mente, solo hay un camino,
Y es un laberinto.
El final lleva a despertar
y enfrentarse con la realidad.
Pero tú bella en sueños,
No me hablas.
Y yo a primera vista
me enamoré de ti,
Por si algún día acaso
el sueño se cumple,
y ya, de realidad me dices.
Te estaba esperando;
siempre te amé.

Logré lo que soñaba,
logré encontrar amor,
conseguí felicidad en el pequeño,
y largo momento.
No entendí de ella sus lágrimas,
o quizás sí.
Si su felicidad fue la mía,
al revés también sería,
al revés también sería.
Y yo la esperaba como
aquel día.
Pero con otra compañía.
No lo elegí, sin saberlo,
ella seguía en mi camino.
La consolé cuando llegó en lágrimas,
no me dijo por qué.
Pero sentía su dolor.
Tenía un presente,
y no soportaba la idea,
de quien por ti sufre,
es quien te quiere.
Y esa noche lo que tenía.
Se esfumó como suspiro,
de oscuridad, del callejón conocido.
Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron en el sueño.
Pero el sueño lo termino yo,
y mejor esa noche solo me quedo
contigo amor, y mejor,
muero con tu calor,
para terminar en ti, con el color,
de caricias, y besos,
como un romance que no acabó.


Buscándote en el silencio.
Buscándote debajo de una piedra,
o en el fondo de una cueva.

En la flor sin cortar,
o en el fondo del mar.
En la nube o fuera del cielo.
En lo que se ve,

y en lo que solo se siente.
En el sueño y en el recuerdo.
En mi felicidad, o en mi tormento.

Buscando, te encontré lejos.
Ahora que en letras te tengo;
estás cerca de ser mi vida,
y yo, tu verso.


Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas,
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre, de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos.
Rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños,
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza, de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
Para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris, quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación,
que cortó un camino, en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.
V
Amada fantasma:

Me llama en la noche,
me acaricia su velo,
viene altiva en cada sueño.
Con sus caricias, desvanecerse quiere,
renacer en la oscuridad del ocaso eterno.
Comprendiendo y llevándose mi dolor.
Yo, sin comprender su aparición.
Recreando su alma viajera.
Sueños serán, mas cada día la amo más.
En la belleza de imaginar,
la complazco con la sencilla palabra de amor,
a su alma sin cuerpo.
Que me acompaña desde que sufro
por el querer.
Fantasma o fantasía,
me guarda caricia,
sin saber yo, su razón.
Ella, hasta dudando de su existir,
que yo por amar, la amo.
Más no sé la razón de su compañía,
cuando el reloj marca la una en madrugada.
Más si pudiese saber preferiría no saber,
quién es preso de quién, o si ella, y yo,
Somos presos del querer.


Te vi detrás de la estrella más brillante
Del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amo que corre, y descansa
Entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la oscuridad que alcanzó a ver,
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.

En la noche, que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche, que mi amor corrió por tus senos.
y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día,
se mide, por las veces que te imagino, a mi compañía.
Y una noche, la vida de mi palpitar, sin sueños.

No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá, de donde acaba, el firmamento.
En todo lo bello, en mi nostalgia, y en mi recuerdo.
Donde me di cuenta que, el sentimiento descansa,
no muere como la flor sale en primavera.
No importa, que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,
Te amé, y a mi pesar, y a mi conciencia, te liberé,
Pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas,
porque a mí no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas.
Porque te entregué mi palpitar,
por lo que somos
y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor, prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía, marcando a tu presencia, cada poema, y cada letra.

VI
SED DE REGUERO:

Manantial fulgente de inspiración,
es tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu pupila
enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma,
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas,
el color de tus cabellos.

Un piropo, un suspiro,
de mi amor eterno.
Irrefrenable el deseo,
de, entre tus afiladas, y moldeadas piernas.
Que corre, que escapa, y vuelve el cosquilleo.

Tu boca junto a mi boca bebiendo
la misma agua, del deseo.
Tu piel, con mi piel avivando,
el fuego del sentimiento.

Aunque te marchaste, sin cumplir mis anhelos,
me robaste mi primer beso,
de niño que nunca había sentido el amor.
Me dolió que te marcharas,
A otro país, sin despedida.
No te pude decir que te amaba.
Pero si, regalarte una rosa amarilla.

Supuse, que te lo imaginabas.
Desde que tu recuerdo, me acaricia,
siembro en la misma maceta,
al último suspiro de verano,
golondrineras amarillas, y al igual
que espero sus amarillas amapolas,
en primavera.

Espero que vuelvas, aunque sea, como mariposa,
o abeja, a mi terraza,
acariciada por los álamos,
y bañada por el monte, de horizonte.
Espero.

Vida en gris de la que tú, eres mi luna esperada.
Se cavan surcos de ti, en mi alma soñadora,
por donde fluye el solitario beso;
la tierna caricia anhela ser algo más.

Mis ojos quieren atraparte en su firmamento,
mis sentimientos arroparte con fuego.
Pero yo sólo te quiero a ti, mi vida en verso,
mi motivo para ser solo tuyo, para no necesitar nada más.

Ser el sueño hecho realidad, la felicidad de dos caminos
que se cruzaron en el destino.
Tiempo para esperar, vida para soñar,
cuando te vi llegar provocaste mi despertar,
y ya no quiero descansar, solo luchar, te quiero amar.
Nos merecemos algo más, en este papel, que jugamos,
saber si nos amamos, si el deseo quiere ser pasajero,
el mío, quiere hacerse eterno, y ser tu sustento.

Sólo espera su momento, el sueño para vida plena,
avanza cruza cada noche el cielo azul de matices violetas,
siempre te encuentra, la soledad me abandonó para poder servirte.
Ahora avanza la duda, el temor, si realmente te merezco.
Pero del corazón nace mi valor, lo sincero el dulce te espero,
el te quiero.
El pensamiento que paraliza, cuando te veo, la sensación del amor.

Todo lo que me queda por decirte y lo que no te dije,
vida para vivirte.
Avanza, no se separa, no se aleja, te alcanza.
Porque eres lo más hermoso de mi mundo,
camino que surca nuestro antiguo paraíso.
Permanece como el compás de mi pulso,
desde que te conocí supe para lo que viví.

Fluye mi vida por tu cauce, el camino de mi amor;
allí donde viven por el querer alegrías.


Voy allí y te encuentro dormida, al final del bosque,
te encuentro soñando, con otros días de amores, profundos.
Como el azul del cielo que a tu lado te hacía brillar,
mi caricia hace una pequeña sonrisa en tu rostro,

mientras acercas tus labios para besar los míos,
y fundimos nuestra vida bajo aquellos árboles.
Vistas de un amor, eterno, que devolvería vida,
para quitar su despertar de melancolía.


El lobo vigilaba su guarida allí su mano le sacó, para ver el mundo.
No quiso volver a su cobijo, las palabras dulces y tiernas,
guiaban mi alma a viajar, uniendo su ser, volaba hasta regresar.

Te necesito más allá, de este sentido, que grita por tenerte.
Te necesito más que el fuego a la madera, gritó mi vida por tenerte,
y a la vez te adoro, en cada golpe de viento, y reflejo.

Me encuentras, y tu recuerdo reciente, me besa,
Mientras no puedo evitar recrearme,
en el deseo y corresponderte.

Transparente sentimiento, para sentirlo una vez más.
La noche está llamando, moviendo su tranquilo velo,
a flor los recuerdos, que te piensan, una vez y otra.
En la soledad, mis manos quieren sentirte, mis ojos verte,
maldita mi suerte, que dejó que te fueras para soñarte.
Ahora, los minutos me ganan sin ti, no quiero el cielo sin ti.
Como la brisa a la mar, mi alma reclama tu compañía.
Cómo encontrar sentido, en lo vivido, por su final,
si ya no está.

Tú mi noche, y mi día, quiero verte,
una vez más,
Para así no sentirte soledad en la oscuridad,
Tu reflejo llegará, allí donde se encuentre mi felicidad, tú estarás.
Hoy la noche me llama una vez más, para soñar que a mi lado estás.
El tiempo para sentirte, lima mis nervios con solo mi despertar,
y no verte llegar, para no verte llegar.
Amor dónde estás, si te fuiste quién te podrá domar.

El castellano

VII
Tu voz:

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor, en mi mundo de ilusiones en viento,

Bésame,
al final de este deseo de susurrarte,
acaríciame con tus labios,
el mordisquito en la oreja,
el susurro en el cuello,

noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta, de árboles.

Ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz.
Tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo, y su carmín,
el despertar, de su recuerdo.

Acariciando, su pelo,
siendo sus ojos, siendo su boca,
Siento sus nervios, me atrapan,
enredándose contigo,
el momento, que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.

Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo, solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
Se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.

Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que, quiero ver,
detén este instante, para hacerlo real.

El sueño hecho realidad, la historia sin final.
Mi eterno amor, sin dudar.
Corazón carmesí, como flor de abril,
navega mi sensación.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil, que me quedan por decirte;
los que nunca se irán.

El castellano.

VIII
Latido:

Latido constante, clavado en tu mirar,
Caer y despertar en el incesante sueño,
De compañía a tus efímeras y angeladas,
alas de tu eterna alma.
En sinfonía plena con mi sentir,
plausible en verso y gesto
que arde en tu corazón de fuego.

Aviva el recuerdo creando presente
de este soñador despierto,
para volver a anhelarte mi amor eterno.
Susurro del viento trayendo tu brisa,
a mi sentido, despierto, cuando te veo.
Latidos al compás de tu sentimiento,
Viendo la vida en colores,
desde que mi pensamiento invades.

Y vivo colgado en tu pestañeo,
para ser el poeta de tus ojos,
sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,
y corre mi vida por tu cauce.
Donde el río creado,
fueron mis lágrimas de felicidad,
de sentirme amado.

El castellano

IX
CRISTAL DE PULSO:

Inocencia que se hace belleza,
Sonrisa que ilumina el alba,
con el gorgoje de los pajaritos.

Si el amor no fue a buscarte;
tú fuiste a encontrarlo.
Y yo sólo quiero, lo que quieras,
y así soñar corresponderte.

Vi el amanecer y el anochecer,
del bello matiz en tus ojos,
que suspiraron.
Y mi amor viajó del bosque,

a la montaña y la montaña,
me hizo hombre.
Para poder amarte.

Hoy te vi ayer me doliste:

Te veo y reluzco que te quiero,
que por ti me encuentro,
te miro y mi mundo se vuelve loco,
te deseo y mi sangre arde como fuego
sólo un pensamiento: que yo nací para tus ojos.
No existe reloj ni conteo que detenga este monumento.
Mi vida pasa fugaz como el viento,
pero mi palpitar, sabe, que te seguiré queriendo,
estoy enloqueciendo, te veo en todas partes,
en mi cama, bajo mis sabanas, en mi cuarto,
cuando miro, de noche, las sombras dibujan, tu figura,
el viento, me susurra tu voz,
las flores me recuerdan tus labios,
el agua tus besos, los rayos de sol tus cabellos,
tú eres mi doncella yo soy tu bohemio.
Mi alma me dice vive amando, muere luchando.
El coraje de luchar por lo que uno quiere en la vida,
es lo que da respeto.
Pero tú tienes otro dueño de tu corazón,
el desánimo me invade como olas,
golpeando el acantilado, de mis pensamientos,
te llevo dentro, de mi ser,
no sé vivir sin ti, quisiera ser yo el que te abrace,
el que te bese, el que te diga al oído
que solo tú y solo yo, inseparables los dos.
Una historia de realidad, imposible de contar,
Indeleble en mi interior,
Ya no puedo soportar otro día más sin llorar,
Sé que me sigues queriendo,
Pero ya pasó ahora solo queda el recuerdo,
Como un boceto, que se dibuja, cuando cierro los ojos,
despojos de aquel amor vivido,
como un silbido llamando al olvido.

El castellano

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

CATEDRAL DEL LABERINTO ESMERALDA:

Era una mansión abisal,
de tres gárgolas vigías
custodiando un laberinto inextricable
de la orden el fuego su espejo;
guarida y morada de corceles centauros,
la flor de Hércules crecía de una luz
lejana, sigilosa y eterna,
crecía de aquel inframundo
un olmo eterno guardián,
todo hojas en ojos en llamas,
viborillas por ramas.
Hidras y Esfinges, como Medusas
avisaban con su acecho yerto
del peligro, refugiaba,
aquella guarida maldita
que hasta dioses temían surcar.
Aquel bosque umbrío de laberinto,
era de aguas azabache y brea encendida.
Poso de almas errantes y jinetes difuntos,
todo servía a la sed de sangre,
en esta fortaleza se custodiaba
la llave de la virtud jamás enseñada

mas había...
FÖRÜQ Miguel Esteban

 II

Más había un cerro
las almas condenadas,
en su cima era de nieve roja, sangre congelada
allá germinaban las semillas del mal
y odio resplandeciente, su deshielo
alimentaba el río la Estrida tiniebla.
Toda bestia aguardaba el regreso de Perséfone,
mujer de Ares, Rey de aquel inframundo.
Así con ella, recibir órdenes a cumplimentar
sobre la tierra Numinosa, del humano ser.
La virtud jamás enseñada, custodiada,
era tan ambicionada por los héroes del mundo fértil
cual néctar y ambrosía, los castos dioses.
Requería aquel cerrojo del portón, de tres llaves,
sólo conocidas por Perseo, un semi-dios,
había que cercenar tres ramas de tres espinos
que allí sangraban, áureos de plata, bronce,
y titanio, si destino dictó y era semejante...

III

Semejante empeño cuando se llega
a las fauces del Averno,
este árbol triple en espinas dorado
se esconde del ímpetu errado
sólo el nacido de la sangre de los dioses
es merecido a ser guiado por el negro cisne
fácil es bajar al Averno, ardua tarea
regresar y escapar a las auras del cielo
las aguas de los lagos estigios
y su río la Estrida brotaban de esta guarida
que misterios todos, acoge,
junto con toda el agua abismal
nutre cada pozo, también había una encina
turquesa, donde se podía escuchar
los fúnebres gritos de un cuervo blanco,
era morada de almas errantes y espíritus
que sólo su oscuridad abrigaba.
Quien escribe ofrenda al sacrificio
la mitad de su locura, extensa, habitada.


Förüq castellano Miguel Esteban

IV

Arribo a ofrendar mi designio
en cuña demencial, su mayúscula mitad
a la tierra Madre Tiniebla,
tierra almas inconscientes, velan las muertes.
Allá en venas de pedernal florido,
fondo de idea mística, por anchas fauces
de siglos dormidos, adentro al reino las Sombras
surco su corriente de aguas vivas.
Se descubre áureo templo, llama oculta,
la virtud eternal, jamás enseñada;
cumbre de lágrimas, y flora suelta,
de bellísima cima y ribera
después de la vida, y aquel Quimérico viaje;
después de la travesía sendos castigos
florecía la luz sigilosa como atónita
una purificación otorgaba una sed de justicia
universal, nunca llamada, sólo aparecida.
Poderoso pensamiento en rayo de dioses, diosas.
Era esa virtud cual misma puerta todo asigna.
Aquel mi destino me asignaron mis hados
quedó ampliamente saciado y cumplimentado.

Förüq castellano Miguel Esteban

V
Era difícil, intrincado, liado, enmarañado,
inextricable, el cerrojillo de Perséfone
con el que sellaba el Averno, y su laberinto
en espejos de fuego terso y alarido vaporoso
todas razones rebosaban aquel lugar;
su llenez bastaba para anular a todas.
Incomprensible giraba la virtud custodiada
como una esmeralda araña tejiendo su tela
quedando como sangre de sabiduría coagulada.
Un coro de grillos aturdían a las Puertas
el eral donde yacía aquella sabiduría
jamás enseñada, sólo aguardada era,
por designio los castos dioses.
Tarea inmensa, en dificultad guiada,
TAREA MILENARIA
Como adentrar los hoyos del Sol
en busca lo que nadie vio jamás,
aquella áurea, sangre de estrella lejana
y cercana.

Förüq Esteban er-lobo bohemio

VI
Llegó un día olvidado, a aquella guarida
intransitable, un vigía Centauro
llamado Förüq, sediento, atravesó
el bosque umbrío hasta el lago sangre
formaba el pozo de AIRÓN, al beber,
se le acercó una cierva blanca,
le dijo que ella era la dama del río Sangre
y que su intención era compartir
el secreto de la virtud custodiada;
y así volver a ser el Hada Señora,
Leannán-Sídhe, dueña de todas Profundidades
le reveló a aquel centauro Guardián
que el cerrojillo aquella morada
sólo tenía una llave que la formaban tres
y era el amor más puro, y primigenio nacido
que era como una llama líquida de esmeralda
y la poseía la araña turquesa, en su
portón de Tierra,
el centauro, ayudó a la cierva Hada
y se aliaron, para poseer aquella virtud
jamás escrita hija de las tres potencias,

Förüq

VII

A través de las oscuras llamas
del inframundo terreno, guarida abisal;
como Centauro, arrastro infortunios,
así como sucesos caducos, despertó en mí
aquella alianza con la cierva hada,
el poder obtener todo lo que el Cosmos
me negó, acordé compartir aquella virtud
y llave purísima, eternal, con ella,
mi pinche compañera Leana.
Voy rumbo a abrir el portón de Tierra;
aquella araña vigía turquesa,
era hija del Soberano Júpiter,
planeé finalmente sobornar con amor
mi propuesta al llegar a ese abismo de Plutón
fue brindarle nueva fortaleza, morada
el  castillo umbrío y olvidado de Hipsípila
con sustento absoluto diamante y felicidad.
No se negó y solo pidió un acertijo:
-Sólo una palabra otorga respuesta a mi pregunta.
¿Cuál es el nombre?...

Castellano Mercurio

VIII

¿Cuál es el nombre nuestros ancestros pusieron
en el idioma más antiguo, al pájaro misterioso
azabache mora las ramas de nuestro tejo
milenario maldito?
El Centauro recordó que su nombre referenciaba
El color aquel pájaro y el signo su luna
-Arriesgándose, -Förüq, respondió
a la araña turquesa con acierto.
Entonces le otorgó localización
de las tres ramas abrían aquel cerrojillo
de lo que custodiaba, rama de cobre,
rama de plata, y rama de titanio.
Al obtener y desnudar aquella virtud,
se desveló que era la belleza,
madre de las hadas, y padre del arte,
reflejo e impresión en poesía,
aquella virtud nunca enseñada,
sólo hablaba como demonio antiguo
cantando en forma de Fénix
decidieron el centauro y la Señora Hada
difundir aquella virtud de belleza y poesía
por todo mundo conocido, en pacto de tinta
y sangre.

IX
Aquel pacto de tinta y sangre era vitalicio
consistía, en difundir la virtud de belleza
y poesía en forma escrita sobre los reinos
cubriese los cielos y auras vivas,
en amor y dedicación,
su fidelidad y complicidad era inseparable,
el centauro Förüq y  la cierva hada Leannán
no permitieron que reinos abisales
ni criaturas errantes osaran tener la virtud
restringiéndola a la llave de sangre viva.
Aquella belleza escrita, era una virtud abierta
nunca cerraba su lleneza ni quedaba completa
fueron ellos custodios centinelas
del arte escrito en poesía
fijando a toda buena obra un amor
de satisfacción y alegría indeleble.
De razones virtuosas, y del alma heridoras.

Förüq y Leannán-Sídhe

SOL RENACIDO:

Vengo sin palabras,
de una lumbre celeste,
como fuego quemando hasta la verde hoja,
cómo soñar, y pintarte sin arma, sin lenguaje,
cómo hacer notar sin quemarme del vulgo,

ser aire en alegría encendido,
tierra de forrajes extensos,
camino sin mar, y sin roca de mundo cierto,
hacer sentirte, sintiéndome,

sin las dulces cualidades que hiere y expone
cada primavera, preludio de tu posesión certera,
rosa azul que vibra, en su claro oscuro matinal.

Pintarte lo hondo, sin tristeza, sin trabajo,
sin palabras,
profunda noche sin luna, sin el criqueo
los grillos, que arropan los oídos insomnes,
correr hacia la madriguera, con todos campos en flores,
que en júbilo puedas llamarme
criatura hermana,
raíz de silencio salvaje.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

AVANZAR TU ABISMO:

Soliloquio confinado,
remontar nueve años atrás
pautado, sin directriz, ni engaste,
ni voces parásitas yertas,
oh canto, como lo gente no canta,
todo olvido desempolvado,
en ocasos un alba sin fuente,
ni pozos, aljibes almibarados,
todos los amigos,
todas las bellezas perdidas,
como se engasta uno de baratijas y falsos testimonios
de testimonios muertos,
como sucesiones de difuntos,
movidas por engranajes,
oh toda la vida,
sin esa adolescencia robada
por señor medicamento,
toda mi vida te he soñado,
toda mi vida te he aguardado,
como anhelo y resguardo de tu pura voz,
imaginarte no, lo siguiente a eso,
embeberte en noches de humo,
y miles cigarrillos,
del probe diablo que yo soy,
cayendo en nubes
que negrean mis sentidos cromados,
orando por mí mismo,
todo he soñado
sin letal lecho de olvido,
abrir tus cerrojillos de resistencia,
volver afable un destino
de nueve llaves,
vestirte de Ninfa, quimera,
reina no quiero ya,
ser realista sin sembrar lo surreal me es imposible
enloquezco si ves capricho,
mi designio de alabarte de construirte a besos,
de desdoblarme en dos dimensiones
para poseerte entera desde alma, tu raíz,
no necesito,
no deseo ayuda,
ya se dictó mi perdición,
que su inversa es mi salvación,
como ying y yang,
bien y mal acrisolados,
si te respiro no preguntes,
si te veo no te gires,
por haber prestado tu celada de Atenea,
porque rebrillaré más que el fuego terso,
elemento hermético
seré de un disparo invencible,
y haberse saldado todas mis deudas carnales,
sólo entonces seré energía sin nombre
indestructible,
ni temple ni pureza en calumnia,
osarán comparación,
por la blancura mi Musa Oscuridad,
por la rectitud mi Sol fierro,
por la pureza de madre Luna,
por mis padres, mi hermana y mi gato
inmortales,
no moriré en vida feliz,
si no consigo destruir tus murallas,
ni abatir padre espejismo,
necesito sin engaño sangre,
para sentir que yo poseo algo de ella,
fuera de la línea sedienta
no hay nada,
como buscarte tras la estrella más lejana
encontrada, cercana o lejana, según seas mirada,
al eco sordo una voz noctámbula,
y su resplandor en caverna,
apóstatas, no juréis por este yerto,
que cruzó el lago las almas desangradas,
obtuve allí respuesta,
y no voy a revelar aquel arcano ni solución,
a toda incógnita camine, vuele, se arrastre,
o sea inerte, tengo clave.

Förüq

TIBIEZA:

I
Brindaremos en copa de sangre,
en alas algún destino sordo,
rememorando la resurrección
de la plenitud del amor.
Llama de viejo encanto,
emergiendo una tarde de tinieblas.
Donde nadie creyó a la ilusión,
recuerdo afligido,
de toda búsqueda un placer
ciego y soslayado.
Apareciste ahí, sí, liviana,
y emergente,
como escama de rubí indolente.
Ya no creí mi corazón por piedra.

II
Ni a este, morada de salitre,
mi pequeña,
ligera raíz granate.
Humo tus bellos labios,
que duerme.
Mi palabra de árbol jovial,
hereda mi negra sangre,
espuma de otras cavernas.
Mirarte como azul, dulce,
de crepúsculo eterno,
resonante en murciélagos,
y mariposas nocturnas,
de ideas.

III
Mi desnudez imprevista,
ya no rueda.
Sobre tu estandarte tierno.
Mi dura frente sabe,
del furor inusitado
en brillo de ojos,
temiendo perderte.
Verdad posible,
en ardor, ferviente, y alerta,
sin eje oculto ni engaño,
de  que necesidad, nunca hubo,
sí, frío y ausencia
de terso cariño,
ante, el ser diferente.

IV
Agonía de ave alta,
con soledad que gemía.
Al frente recto,
del destino hiriente;
oscuros días, parecían
vistas a un futuro mejor.
Claridad matinal,
de nueva brea,
en nuevo día de tabaco fugaz.
Día generoso,
sin zozobras
tenía el ayer.
Pliegue real,
duro, y vivo sin miedo.

Förüq castellano Miguel Esteban

DESVELO DULCE:

Sembrar simientes estelares,
en arrojo de albas fugaces, y fuentes,
tan nítidas como  destino resplandeciente,

efímero como perpetua muerte,
entre agujeros celestes de luz férrea, sigilosa
y caminillos guarderías de estrellas y resquicios oníricos

donde contigo refugiarme,
destello flagrante mi sola dicha eternal,
que avanza despierta, semilla y condena
,
al despertar y verte lejos,
sin ataduras, sin suplicio no sea adorarte,
ascuas deseo pertinaz y hojas de vida llora mi beso,

castillos en aire mis ganas que no se vencen,
de apretarte, de sonrojarse, y vil arder;
cumplir tus anhelos en sangre estridente

que porto y me lleva sin posesión más que sangre,
por tenacidades de un amor cantado de valle, metal, y anhelarte
hoguera del sentido despierto, cuando quise y ahora  te amo,

que es segura suerte y comienzo anunciado,
junto a ti, blandir mi sendero, suerte y camino de ocasos,
especial y brilladora, armónico

y disonante, en sol mayor
de segmentos cálidos de hielo,
tus caricias,  donde el sol te deja ser

oh, ternura sin igual ni semejante,
cuál ternura única,
adoración me cursa, y suscita,

como besarte y seguir besándose
no cerrar mis ojos
porque quiero seguir viéndote,

hasta mi descorchar áureo de Simiente,
hasta dejar huella por conocerte
en alma, anhelo, y perenne latido feraz.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 11/03/2022 reedición 15-10-2022

NOCHE DEL ALMA OSCURA:

Apoteosis, en crisálida
plañía la vida yerta del alma,
destellaba como saetas flamígeras,
atravesando vacíos perplejos,
donde la materia;
era la Naturaleza de la no-vida,
danzaban herrumbres de antaño,
sobre ascuas,
donde bebían jinetes difuntos,
era un espacio que se expandía
su material se creaba para acabar desintegrándose
así mismo y generarse de nuevo avanzando,
la hecatombe de almas errantes nunca llegaba;
estas sólo avanzaban,
aquella noche era festín de luciérnagas,
y semillas estelares,
el amor rejuvenecía
por espirales ardientes,
y Musa otorgaba su ababol de fuego
como sangre de la tierra nueva, naciente,
toda sangre tornaba granates profusos
que caía como lluvia sus hermanas esmeraldas.
Era tiempo suficiente para olvidarse de señas
y anzuelos,
todo si quiere el destino, vendría
otorgado,
como se nace y como se muere.
Sin fin de cuestiones quedaban resueltas,
las semillas germinaban solas,
la energía oscura era más fuerte
que la certeza que todo movía y unía los seres.
Fuego azul, diestro que avanzaba según el sentido,
fuera mirado,
un infinito abierto
que era un uno,
y un uno que formaba un ocho abierto, sumando ambos
un nueve,
nueve vidas d' este gato de arena.

Förüq

CRESCENDO:

I
Trama mercurial de augural dicha
danza mi sombra densa en cumbre de hoguera
cumbre de Mercurio de áurico semblante
sudor en seno, corre mi lágrima de ánima
como destello furtivo, vengo a beberte
del brillo alzado avanzo con estelar rienda;
electrificas mis ojos, y amor de alto cielo,
que purificas mi vida insurgente.
Conocerte a mitad un fuego magno
su verbo dorado, acaricio desvaneciéndome
como sierpe de luna azabache
de rayo argénteo tus quimeras entablo.
Fiel, me protege mi admiración en afecto
recuerdo un siempre a tu  lado, validado,
en esquema de capataz, vine a besarte,
sidérea lumbre que destellea, sola,
sola, como se multiplica la flor en primavera
ni osado, puedo negar que subas
a mi caballo solar, agitas mi denso, oscuro,
placer flamígero, querría yo, regar
tus colores hasta tornar ilusiones,
flores en corazones.
¿Por qué me despertaste Musa?

Förüq castellano Miguel Esteban

II
Palabra fuiste, de día, luz en labio,
calor de raza fuente,
mañana vernal, lluvia extremada.
eternidad sin calzas, toda aojo
verbo de raíz, amor en cúmulo,
feraz sien acuartelada, túmulo de belleza.
Asegurases mi tierra de azur suspiro
oh tu fuego, el ser volviera a nacer,
inocencia que naces belleza,
rubor de Luz purpúrea al tacto,
tu sola idea, de aire asido,
en tierra de este humano invicto.
Surco esta noche de luna creciente;
De luces breves, en faroles como Ilamas.
Mar de asfalto y brea, ¿Quién dijo?
Luna es semper diosa, corazón en muerte,
que siempre late.

Förüq castellano Miguel Esteban

III
Hoy, un enero que se marcha;
vengo de la cumbre de lágrima, apostando alto
tras orar en el baile mi llama,
oh, tinta mi ánima, quise alzarte
mi dama Hoguera, protegido yo
por tanto caballo solar se ha visto;
miel de fortuna, y afecto lunar tangible.
Crecí como astro mortal en sus retinas
tierra, madre de mi compostura,
nací guerrero, alcé truenos luchando,
y ni muerto dejaré esta batalla la vida trae.
Mi coraza es cobre solar, mi dios,
es del sanguinoso don jamás se concede,
mi diosa es Luna, su signo azabache;
crepité alto, como su energía
a su eco fugaz me encaramo, en su campo
creció la dicha, como corazón de amapola era.
Fui concedido, a disputar, de ella, el gozo
como la Luna argenta conocía,
él guerrero, hijo del miedo, su padre.
Hablaba con las flores, enamoraba hadas su paso,
quienes le conocían opinaban que el Miedo
es en él el valor, del metal más noble.


Förüq 24-01-2023

ÁNIMA SOLA:

Estirpe como astro frío,
colgada ala, o de armonía extasiada;
alto y liso como corazón exprimido,
de fe empírea melodiosa,
sin cargo contagioso,
oh nada, estrepitosa en cuerpo pletórico,
la luz resoplaba en pecho ardiente,
claro como oscuro de mundo su soslayo,
medalla en beso de lágrima sanguinosa;
sangre mineral de bajío corazón pétreo,
quise decir lo sentido,
acabé más simbólico que eterno,
sangre, quizás, era sombra de ocaso malva
y su purpúrea ilusión,
me quería embeber su doncella escarlata,
socavé flores de amarillas coronas,
todas hicieron de tres musas una sola,
por las que perder todo,
menos un gato negro que no es mío,
oh, rayo trueno de soledad que repicas mi espaldar,
pico de labio, o crascitar fúnebre de espectro vivo,
río mi sangre,
oh, carmín de pozo del deseo,
vida, vida
que yo te sentí,
oh transcurrir un funesto abril,
que besé tu amapola de fuego y mordí su suelo,
mandrágora en vapores de esencia,
humo rojo en tinta algún caballito del diablo escrito,
sangre, sangre,
éter carmín,
vine por tu voz hundida en brea,
de mar y su luna transitoria sujeta,
ahondé profundidades
y silos mercuriales,
quise de Musa triple, lo indecible,
tuve claridad en escala,
beso de trigal y vid,
oh nitrato primigenio,
vine a romperme el tormento,
dulce que condenado, bailaba cual trompo solo,
suspenso que ahí bailaba mi pena,
que no era ligera,
llegué por riveras su fuego terso,
abajo que subía
en su noche de nadie,
muda y sola ni de ella misma,
oh crisol de espíritus y valles,
afrente la sola concordia,
le devolverá su espada,
clava, que clavaré verso en su arteria angelical,
su cuello bellísimo,
oh de vena y acequia,
oh de trino,
y bello espasmo,
rebelde como vampiri
un día soleado,
a la mudez última me alzo,
alzo mi silencio anisado,
notas solas,
dios del diablo,
no hay dios,
el diablo eres tú,
ánima sola,
sola ánima,
ven te haré valedera,
de Sol, de espuma,
de nieve, de agua,
su fierro metal aferrado,
hierro luce mi espada,
esta calma otoñada,
me poseen sinos
y trinos como años me cayeron escritos,
por mis dientes y filos de manos,
todo fue más que llorar un verbo de todos.

Förüq Esteban

TEMBLOR REBRILLANTE:

Y escribo cinco parpadeos, y genuino,
remito al primero vio tus ojos,

irradias, que sobrepones,
en ojos patria al Averno, tierra al Cielo,
mirada tersa cual embrujo, te llenó
en torpeza algún dibujo.
Lustrosa brea en azabache tu cabello de realeza,
Oh ingeniosa pagana,
como senda lleva estela
de rauda estrella.
Gimes culto al amor
mis sentidos infrahumanos,
de pureza devota, de brillo, de filo,
de furor jovial,
remito nervioso a tu acento,
mar de mi contento,
oh mis suspiros de luna,
rompe ya cristal amante fortuna,
franco yo de carácter somero y doble,
lenguas de distancia lloran en rocíos mis flores,
que sólo imaginadas,
porque ser, eres, vives y en mí resides,
consuelo,
así es, tú la única que en tumba mía agarrarás flores.

Förüq Esteban

Reedición:

Primera obra pública revista instituto Complutense de educación secundaria
Año 2006-2007

Noche lúgubre y umbría
20 septiembre 2011 blog Facta non verba

A ti noche oscura te escribo, oh gema azabache tu solo pálpito.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas, deslices y tormentos dulces encadenados, hasta
enloquecer si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo ya cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo que se van
mermando mis facultades mentales en carrusel de norias y sogas rectas, y escribo frases sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,
garabatos en hojas de papel...
Me asomo a la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y flota del techo.
Mientras, apuro la botella de hinojo solar, esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza, que suenan como crepitares con sus voces.
Me estoy volviendo loco acaso Musa duda.
Sólo veo sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu oscuridad como
demonios, solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad mil cabales difuminan,
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas
selladas con cal y tierra ni de fusilamientos de razones ausentes.
Un brillo estertor te envuelve en comunión, de abismos y lúgubres destellos arriados.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.

EL CASTELLANO

NOCHE LÚGUBRE Y OSCURA

A ti noche oscura te escribo
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer llevo ya 4 días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche
como fantasmas deambulando sin rumbo
mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco
sólo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que sólo bajo tu protección
de tu oscuridad ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo
tú que no entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra, ni de fusilamientos.
Tú sólo ciegas la luz del sol. Sólo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.

Segundo z bachillerato

ESTEBAN EL CASTELLANO

LAS DOS LUNAS DE MUSA:
I.Luna trece:

Luna plateada de mi cielo,
en las noches
voy a tu encuentro,
pero te escondes
entre bloques
de hormigón y cemento.
Quiero verte,
pero incluso te escondes,
por las violetas ramas.
Mas los dragones,
del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso,
de sueños fluorescentes,
tú, de color líquido,
solo templado
con miradas intermitentes,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago baila
con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te siento incluso estando solo.
flores opaco reflejo
de luz violeta
incluso de noche;
artifficieluzzae.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene
para sentir que estás conmigo
otra vez más,
recuerda
que tus ojos tienen sangre
recuerda el viento
que aúlla mi nombre
recuerda la luz que tiembla
y cruje la noche en las pupilas
recuerda que me hablaste
de amor en el tiempo
que cae muerto
que pactamos con el hielo
la vuelta del invierno,
recuerda cada latido
de oscuridad
que llama a tus venas de humo
recuérdame en la eternidad del beso,
en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda que vivo para ti
dando voz a la soledad asesina,
la flor vive soñando
que fue mariposa y abeja,
vive durmiendo la semilla
enamorada de la tierra
para despertar
y enamorarse del sol,
clávame estas nubes de sangre
en el hierro de mi destino,
se me negó la luz
encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo tú me sientes
en este camino
que no lleva retorno
solo espiral anhelada de renacer
el tiempo ya no nos puede sostener
camino buscando el frío
en este calor que quema el alarido,
te encontré perdido
hoy vives un amor
que sientes soplándote al oído,
en la puerta del infierno caído,
te casaste con la luna
que reinaba en tu corazón,
al viento le diste voz,
a la lluvia la nombraste
lágrimas de mi ayer,
le diste ojos
a la sombra para mirar,
la espina caía herida,
la caricia retornó a las polillas,
la vida marcha deprisa
cuando abras los ojos
ya todo habrá cambiado
solo encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando tu otoño
y la caída de tus hojas,
esperando que seas mi acompañante
en los siglos y milenios
que nos condenaron,
encontrarás esta sed del cielo
en cada silencio muerto,
en cada raíz
que grita en su tierra
toma de la vida lo que quieras,
siembra tu aliento
en cada tierra,
tú todo lo tienes
yo solo soy una fantasma
que sólo tú ves.

El Castellano

III.Réquiemnº 3:

Los últimos signos del viento.
Rige un sol negro
con hoyos donde comienza la oscuridad,
oscura serpiente blande su cuarteada nota
en lira acróstica insubordinada,
es su templanza base poética demencial.

Hablando a solas con mi interior
surge diáfana voz por derredor,
voz en alma condenada
por ver hondas raíces rugir,
en estruendo llamadas
hacia raudo cardinal.

Sola voz sin resquicio templado
del sonido en si bemol,
se erizan ascuas en pavesas a un viento
feraz.
Se acuchillan las osadías
que germinan en tierra de nadie.
Inusitado fervor asolado,
por espadas alzadas en manos,
guerra al silencio feroz.

Pudieron dar las tres de la madrugada
y un escarabajo voló.
Una hoja partió,
hija de la soledad aclamada,
con caracol sonoro hueco.
Es un solo de cuerda
y alma destensada,
una melodía por la sangre olvidada,
un réquiem por toda vida
finalizada
en sones de grillos
danzando con tenebrios,
y lúgubres venas enraizadas
por tercera y última vez.

Una sinfonía donde yace el silencio
y yaga la umbría luz
desertora en mundanal zozobra.
Pasa, danza, planea
febril verde mosca en formol montada.
Es mi dicha aplastarla
y quedar en vigilia taciturna,
hasta rendir aspas
y acostar la sangre
ya nunca más esquiva.
Hasta ver las flores rendirse
con mi cuerpo.

Förüq en 16-10-2018

MARIPOSA:

Los murmurios son flores,
álgidas de invierno,
como venas azules de jacintos,
o tesoro córvido
de urracas matutinas,
tiempo sobre el tiempo,
tosía mi lobo afónico
tarde que muere sobre la paja,
y el viento mordido,
ascua que queda sobre
mi densa ojera,
cristalina,
he cogido los montes con una mano
y mi hogar de brujo con la otra,
no necesito chopo de oro
ni un amor me aguarde
sin sombra de celos .

II
Mis sedientas aflicciones
eran como gusanos hilando sus capullos
de seda,
elevadas hoy son mariposas verdes,
vuela mi pena como Simiente rápida,
y cayendo como lágrima negra
en espiga,
vuela libre mi pena,
su esencia de mariposa desvelada,
duelen las lágrimas de bondad,
pero las negras y malas lágrimas,
apuñalan hasta arrancar el corazón.
Corazón mío, como avispero
de muro viejo, de pronto,
en él puse señero,
Galería del alma.

III
Presentó ante ustedes.
Armados abrojos
mi infernal flor de alma
eternamente jovial, y vivaz,
por fuente abismal
de denso pétalo,
dulcemente amargo,
quise declinar la tarde de sus ojos,
ser Pegaso, caballo de madera,
mi frente derretida gloriosa.
Infernal, pálido fuego,
sin Salvador en cepa,
ni figura fulgurante,
de llamas y lenguas azules,
cuenta de cintura agitada,
sus alas,
tu esencia:
-Mariposa del amor.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A lunes 7 febrero 2022

Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones, arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterías para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.

ESTEBAN CASTELLANO

ESPADA PUDIENTE:

Sorteo principios
y vencejos,
torno unas danzas de la Aurora,
me entregué al sueño,
aguardando su divina tez;
el Sol se adelantó
y sobrevino una colmada oscuridad,
llegué primero que los Hados
a su venerado encuentro.
Valgio alumbre el anchuroso cielo escarpado,
nocturno de doncella Escarlata,
oh, clara agua emana mi frente,
mis manos hacen germinar solas simientes,
del candor, la tempestuosa furia,
abren rayos espadas de Candamvis,
Zeus, canta:
Oh gran Sol que bajo tu candor,
iluminas que abrigas Inmortales,
y a los mortales vivos,
habitan las auras vivas fértiles,
acoge mi ofrecimiento,
a dignar en tu nombre,
terso Paraninfo yerto.-
Oh sola tormenta,
presurosa abre cabellos centellas,
y múltiples repiqueteos,
de ascua en rayo y cielo-terreno.

Förüq castellano Miguel Esteban

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO II:

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:

Oscuros, negros, tibios
lirios en sangre de brea;
Acolchadas desquicias
en híbridas campanas azules
de los ángeles, yendo en borde,
siguiendo círculos,
moviendo espirales,
Vientos noruegos me llevan
sin patria, vencida por mitología.
Quicios de lúgubre destelleo
en oscuro límite tétrico
y sus manseadas caminan,
hacen nido sedoso
en moreras del sueño;
Vida través de una vida
dentro los hoyos del Sol
que sudan, sus notas de uvas.
Visitaré a Cernunnos
en el seno del bosque,
hablaré del cuerno roto
y su sangre que brama
flores de helechos.
Quién sembrará mi campiña;
estirados mis soliviares
entre azares que suerte corre.
Traspuesto al mantillo
y su compostaje silvestre
que solo se mantiene;
Verano que socava dormido
para sepultar los cardos
que tierra come
y levantar la estación
de los difuntos con hojas caídas.
Otoño sus fríos que me despiertan,
terminando de vivir el ocre
y su yerma plácida
de tierras sin brotes
en ventura de savia fría.

II
Altivamente,
con pies de veneración
no atina un intelecto sumiso
tampoco él encuentra su espacio;
yo sin abrazarme, coge el infra sentido su reloj.
Mirar sin ver hizo fuste,
regresos serenos sin ausencia,
en estas lindes
quiebra su sentido
y esta sube.
Su vacío perplejo quieto es Ausencia
que simboliza toda luna de escarcha,
parado de sinestesia iba,
su granate sanguíneo
que
sí recuerda.
Amarrar el acierto vehemente,
de resucitar del del parco suelo
para fusilar mis pendientes,
desarmando la ira
sus dioses subterráneos,
uniendo su altivez cursante.
¿Se cree usted viva?
Eso es que no nos conocemos,
ya sumblimé algún amarre,
y va el ancho río
con paso furtivo y decidido,
por apresar de tu razón mi viva estampa,
muerta sin ti.

III JURISCONSULTO DE SOMBRA:

I
Este mi humilde canto,
umbrío tomo blanquísmo,
de meloso sabor arcano,

pedernoso, que blande,
compás de sosiego,
y halagüeña sonrisa encorsetada,

que pregona compás en arraigo.
Y eco a sola voz emitiendo
fantasma o fantasía

Quimera a tiempos
que guardo caricia,
en pregón de sortilegio...

En puñal pretencioso
agua en ámbar montada,
y solas, futuras vísperas

de espigas de idea.
Y encarnadas sendas.
Como todo querer osó disponer.


Patria por siempre sin sentar;
ascua como caracol de espejos.
Fugitivo sin amores,

surcos de fugaz simiente.
Entre rediles que recogen luminarias.
Y relojes de manecillas heladas.

II

Docto de tu dulce vientre
mi sien avelaba ocasos
tras fuego de ababol,

entre tierras de tus reflejas piernas.
Y sus relámpagos azures,
resplandor tibio de ente luminiscente.

Sed de mi sangre,
oro trigo y febril escarcha verde,
renacer acompañante,

aljibe sin fondo a florecer tu entraña.
Por riscos tu voz se hace hambre.
Mesetaria ciencia de ángeles debatiendo.

Amor de pecho a espada
de filo venturoso, y pesquisa húmeda,
blancos que el ser crestea,

jurisconsulto de este ser de espuela.
Diestro, ambivalente,
a sola trifulca brotó mi fuente.

III

Redentora hoz de labriego
sordo, trémulo desliz encorajinado,
soñador, en soto de silvestre rambla,

febriles rejas de esparto.
Cardillos de la dama
y ababoles de tersas llamas.

Pinos que caracolean
verdor que puebla y somete ocres,
el camino de este fruto de ensueño,

antes que morir sin amapola de fuego.
Labro en sendero a su cielo encerrado,
como una vida sin sentir, no la quiero.

Creo, nazco y completo
papiros elucubraciones, que enhechizan hasta
una flor de la misma sombra

que trajo en fruto de la primera mujer Eva.
Oh vera d`esta espada Lilith ser de ti
como nota a su escala, y sol de amores.

El Castellano


O DIVA GRATUM:

Mi diosa centella,
que deleitosa riges,
y engrandecer mi nombre puedes,
o, convertir en honras fúnebres,
mis cortejos triunfales,
a ti dirijo el labriego inquieto
de campo.
Te invoco en su pulcritud de savia,
cual dueña todos mares,
arrostras dulce mi piélago batiente,
a tus armas, todo imperio se desbarate,
mi lealtad es albo traje,
no rinde al garfio amenazante,
retroceden y dejan amigos
y sus ánforas vacías,
de cicatrices y delitos
no limpiase mi nombre,
de fraterna sangre y mieles que Himeto,
me concede,
¿Temor algún espejo suyo,
me contuvo?
Con el incienso, y sinfonías,
ofrendo sangre cándida, mi letra,
nunca el falso juramento me precede,
oh tu belleza de nuevo brillo,
más hermosa, cuanto la ceniza has otorgado,
ídolo oh materno signo,
dueña de oro y nido,
por Quimera tu susurro,
de límites prescrito,
non semper imbres...
Torrencial, de nube acechas,
lluvia sobre rastrojo terso,
tempestad, o inerte hielo todo año,
combate tu acento colorido,
jamás cansado,
cuánto Parcas crueles me han arrebatado,
pregunto a lágrima de sol, llorando este,
mi lamento blando,
loco empeño,
hinchado de viento,
osar casarte, aflicción
con altanero subsuelo,
prudente yo de odio ajeno,
no llegará día que este guerrero,
no mida a su adversario,
indago mis designios que abrigan,
sombra huidiza,
cuándo.
Bebamos la honra en dicha,
entonando la alta lira,
a Calíope,
bajases al cielo castellano,
soberana Musa,
gimiéndome lenta y eufórica melodía,
el concilio cayó sembrado,
ilusión o deseo,
mientras seguiré amándote gritando callado.

Förüq castellano MIguel Esteban

NUESTRA PROFECÍA:

 Ceremonia terruña:

Historia en curso:

Tiempo que era llanamente hondo,
como pozo sin poso, ni fondo,
severamente profundo,
como fantasmal visita
sobre lazo silencioso,
buscaba yo tamborileo grave,
entre hileras sordas
entre nuevas flores
de trompetas de los ángeles,
danzar entre círculos de grama húmeda
y corajes de aventar nuevas espigas
de olor a yesco trébol rojo.
Hice una hilera de guijarros;
preparé mi propio templo
con torreón y almena nueva,
un foso bordeando y cuidando
mi nueva siembra de ababoles,
templo asilvestrado con urna para ofrenda
y depósito nueva agua virginal,
era suficiente de tiempo insuficiente
a nuevo otoño que comenzaba,
con olor a hojas de chopos arrebatadas,
y majuelos agudos en espinas,
rebordes cardillos de las damas
erigiéndose tempranamente,
maduraban los tomatillos del diablo,
solanum nigrum
que ni caracoles resistían
sus lustrosas hojas morder,
las colas de zorro ya se divisaban aventando
terreno de su nueva simiente,
afinaba mi cuerda
tendido a ras terreno,
sembrado a pretil gesto,
como se siembra una pipa,
y tarda treinta y un años
que porto en girar el sol,
carrasquillo háblame,
que penas traes de virgen encina.
Cuéntame tus oscuros romances
con vientos de luna,
y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.
Dime a mí que te cuido con esmero,
aguardando tus flores de piedra
y tus bellotas del mañana.
Árbol mío,
avanzo este mi caduco corazón humano,
como vampiro solar
me remarco,
un solo de voz desangelada,
y volví a honrarte,
de esta nueva tierra.
A viento pagano,
voz de alma amada,
inamovible,
firme, regia,
de raíz arcana.
Tu rostro en verdor
de hojas afiladas llevas,
acaso igual o semejante
a hermanas blandes.
Río de encinas y flora reborde,
amor de tierra a lo que es
y crece en ella,
vine por vuestras voces,
jamás marchiten vuestras notas,
de longevidad imperial.

Förüq castellano

II

Escribo al señor cierzo
y su ola de frío
un febrero consumido,
entre paticas de abeja,
y algún diablo foráneo,
busca encuentro
con su dama hoguera,
somos los guerreros,
ángeles de la tierra,
tanto por hacer,
que sé con quien acabar,
acaricia tu cabello,
ahondaré tu flor y su pétalo,
algo cae y se alza de nuevo,
auno un destino precoz,
en tela de araña,
de caléndula
o flor de  Hércules te dibujo
un guiño,
capataz del brillo primero;
transeúntes helados
ya te blanden mi caricia
en estrofa de agua,
y aullido solar,
punto y aparte
No puedo acabar esto si no es con un beso
de hendido horizonte,
y mareas colaterales
a un final que vuelve a comenzar.
Apuesto un divino laurel
a que en tus hojas me vuelvo a ver;
como se ve un lince de tu ternura
en la ciudad,
eje de voluntad
y tersura de calmo sosiego,

vine devorando sones,
llegaré alto, donde el ser no alcanza,
despejando nubes felices,
entre cuarteados leones,
todo llegará o entre bruma se irá,
ascua es mi querer,
vestida de brea
y oro azur,
el vestido mi golondrina de metal,
entre tierra y coraje
tu énfasis de divina pluma dices,
que afliges voluptuosa
venimos del azul imantado,
dentro el azabache cristalino,
somos placeres risueños
de dama Escarlata,
bailamos en su púrpurea visión.

Traigo un manifiesto Musa,
descendí para no irme,
hasta el fin del tiempo
y su conclusión.
Y ni por esa pesquisa,
podré huir como empuja
el miedo al cobarde.

Förüq castellano er lobo-bohemio Esteban

Escuadra bronce:

Ilusiones quemadas en papeles con tinta,

con los sonidos sordos de un eco de imágenes
el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.

Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,
la mente ciega las observa con su pensamiento claro
sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.

Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,
un secreto en un gesto que su mirada grita.
El despiste que convierte en ofensa el fallo;

Un sentimiento distante que próxima te quiere.
El tiempo que tarda en decir adiós al por qué gana,
ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.

Pensamientos negros
Te sentí amor y por querer pensarte
la realidad silenció mis latidos;
Aquella flor que llamada amor
ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.

Entre la tenue luz de luna que me abrigaba
abrí la puerta que me condujo al campo
de negros lirios por el camino de ida sin regreso;
La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;

Donde la luz que me daba calor era ausente,
tras de sí un sendero agrietado por el que fluía
el río de las flores desangradas;

Hacían ellas mi último aliento,
un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó aquel si bemol.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

Podando recuerdos para volver a amarte,
dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte
aquella mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando a la víspera del invierno triste.

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de rocío que se evapora con el sol en su visita
y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.

El fuego del deseo se hacía con su compañía,
con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos en el encerrado mar del amor no demostrado
su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

El ritmo de tu cuerpo,
donde el agua y la poesía
hacen el amor.
El fondo de tu mirada
el manantial de esmeraldas.
El calor de tus piernas,
El terciopelo de tu piel.
La suavidad de tus caricias
mi motivo para viajar
allí donde el te quiero
lo dices sin hablar.
Lo que me alegras
sólo con tu existir.
Es todo lo que significas para mí,
lo que me haces sentir.
Es el agua de tus besos.
Es el fuego de tus labios.
Eres tú.
Eres tú mi vida, mi luna.
Eres tú en cada noche fría mi calor.
Eres tú la chica que siempre soñé,
la chica que siempre deseé,
la que vivía en mi subconsciente
para cuando apareciese
darla lo mejor de mi existencia.
Deseos, ilusiones, anhelos
definiendo mis sentimientos.
En mis recuerdos tus besos
sabor de hiel.
Tú mi motivo para soñar.
Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,
tú todo para mí.
¿Por qué no has aparecido
en mi vida todavía?
cuando por amor se quiere
a quien no ama
y por soñar se vive amando,
por amar se vive soñando,
y el que siente se miente
quiero mi despertar y verte a mi lado
para sentir que en un pasado
andé con la botella en la boca
y no que ella
chupó de mí mi vida entera.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

Yo te sentí
Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte
desapareciste entre la tenue luz de luna que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma
marchitó aquella flor que un día llamé amor
y ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009

Tríptico trago de agua:
Autor: Miguel Esteban

Era como pulcra onda
anisando un sol de febrero
castizo que llamaba a marzo,
escuché la desquicia latiendo el suelo
y me encontré una reluciente,
vieja tuerca oxidada.
La sombra padre
se escondía entre manos anudadas
de sus hijos,
llamando a mis primeros pensamientos,
yunque clavado en la pared
sin soto ni caballo,
crecí en su mitad
entre baldes de plomo,
en corriente de drenajes,
parlamentando
abren el oído de pares;
nulidad de pura interrogación
más vacío
en ventanilla
de visión de muchos,
yo gastado aterricé
en república de la sal.
Porteador de interperie (intemperie)
regresaba directo al rostro
en destartalado invierno,
reunía el campo
un subastador de mi conciencia.
Ánimo optativo de la región
en sueños de malvas nubes,
calizo terreno,
opulentos pinos
en bocas de hierro
acunando la ilusión
de esperanza.
Llamada Musa doncella Escarlata,
Mineral candente, raíz Salvaje Azur Purpúrea,
Luna sempiterna...
De aullido a la luna de plata
y su llanto que envuelve la oscuridad semper.
Necesito más de ella para poder ver,
de igual manera sentir corazón en antorcha.

Förüq castellano er-lobo bohemio Esteban

CANCIÓN DEL VIVO MUERTO:

He cruzado los tres mundos,
cabalgado centenares de soles
a lomos un crisol alado,
desiertos me hundieron los cielos,
para rubricarme flamígeros, existen dioses
como existen necesidades que avalan
y avalan, no hay templo para
Jinetes difuntos.
Sembraron cada uno de mis pasos;
de figura regia, y arriada,
bastó un soplo de lágrimas heladas,
sí, tengo padre, por lo que tuve padre y madre,
final depende de un principio
y principio es ídem final.
Novecientas muertes cuentan mi estampa,
oh Sol de valles y Quimeras cual bestias anhelantes.

II hoja:
Cuanto viví, bailé una serenata difunta,
Aquella fue una noche tormentosa
cual tempestiva que sus temores silbaba,
oh solar, y campiña yerta
era el frío y su ribera,
Aquilón venía de hermano
que no tuve.
Rugiendo maderas, e idioma gemido
de solos árboles,
solo como océano venía
de astros en cielo y caracolas
cual olas;
Oh, su acento, era mercurial,
como serenata una flor de difunto.
Recuerde, su Sol ha muerto Esteban.

III hoja:
Entre plomizo suelo
me pesaba el espíritu
como pinar excelso, majestuoso.
Venían los relámpagos a mi vera
y a mi diestra placer posaba
y sonreía;
pecho os habla hundido
en escala de tierra,
e ilusión de cientos estorninos
entonces el monte os besaba,
de tierra, de vida, de cepa,
y sarmiento, la esquiva espina
vestía al endrino.
Mi trova en hora solaz traía grillos
azules, y oscuros ángeles de luz
como lo que guía mi vida en muerte.

Förüq castellano Miguel Esteban

2007 SÓTANO DE LUZ:

En la oscuridad de mi cuarto son tus recuerdos los que me invaden, mis labios tiemblan y te llaman en silencio.
En la oscuridad de mi cuarto es tu figura la que me acecha, la que me provoca y me produce un caos febril de deseo y de pasión.
Pero tú no estás, tú no estás, no estás.
Tu recuerdo recorre todas mis neuronas con miles de imágenes, cada una añorando un pedazo más de ti.
Agarro con fuerza mi almohada pensando que eres tú y una tristeza comienza a invadirme, lágrimas salen de mis ojos, en ellas se puede ver tu rostro reflejado en ellas.
Ardores me entran en el pecho sé que no vendrás que nunca volveré a tenerte, que estás ausente y mis lágrimas se convierten en lágrimas de sangre, ha estallado mi corazón de una sobredosis de sangre.

Esteban el castellano Er lobo bohemio

ÁUREO SEMBLANTE:

Insumiso en medio de quebradizos
saludos de pseudónimo,
de sueños rotos, y brechas de ánima,
como pañuelos azures,
llegué al inicio desnudo,
como agitado bronce,
e inocencia jovial de abrevadero,
a veces pude resistir su amor,
otras caí dividiéndome,
como precipita una gota de mercurio,
llegó a mi parda tersura
su imagen de cuerpo sonoro.
Mismo amor nunca pudo resultar frío
ni ausente,
pero el sol me rompía
a calo estridente y yacija de hierro,
paisaje que no ardía ni se desvanecía iluminado,
era mi añoranza,
quise sin afilarme en hondos dientes,
si podía generar montaña o cumbre de cerro,
jamás infortunio
de mi blancura que ya exigua no cantó,
de amarillo vivo avancé
sin mirar fijos temores
ni túmulos de gargantas precoces,
amor es rosa naciente
como Alba de tersa fuente en rayos suaves,
oh de astuto feraz ojo simiente,
equivocarme se vertiese,
y el pececillo de plata la mordiese,
sus peces de colores besé
y entre burbujas de besos no dados
avancé su curso fluyente,
como nacer de río cuervo,
sus labios arrostré con fiereza tantas noches,
que nunca tuvo fijeza de acabarse,
el viento ya no lastima mi sola sien,
pasajero fui de su destino,
sin encontrar inicio ni final,
oh mi pequeña dulce cual laberinto,
este centauro solo atisba
que anhela beber tu agua luminosa;
oh tu pluma de golondrina azabache,
rebelde a los límites,
brota mi grillo de cristal verde,
cristal y vidrio que parió sin tijera
la luz de obscuridad.

Förüq

TERSIDAD DE FLAMA:

Veo una escala áurea,
con escalones broncíneos,
escalones de repecho
en fuego sembrado,
una estela se abre de guía,
dirige que no ciega,
oh bondad acrisolada,
cenit del fuego terso
como pulcritud de filo en espada,
oh vil niebla, abre camino,
vinimos bajo el regio augurio,
de aspas y nobles metales,
Oh Gimlé,
oh bajo casta ancestral canto en tus aposentos,
oh salón de fuego esmeralda,
de rompiente serena,
y solo halo,
vine a vivir,
vine a morir,
vine a sembrarme como siembra el valiente,
vine a cantarte,
oh Gimlé,
afrenta quedará mi yerta sangre,
todo lo descubierto en tu nombre,
oh casta felicidad,
resplandeciente,
el miedo jamás partió mi entraña
vine a vencer vine a besar tu rocío de flor,
como Musa y dulce hoguera,
el tiempo ya no escapa,
todo lo pensado arde ya,
en tu salón me blando
como raíz y fruto de ciprés milenario,
oh luz pura que acoges e irradias
por la blancura mi regia madre,
por la nobleza mi casto padre,
cuántos astros no alumbran tus cielos,
hoy vine a vencer
oh Gimlé, acoge este mi flamígero hierro
de Sol fierro mi padre me sembró,
en escala, número y orden,
tu bondad justa en escala,
uno, no hay hechicero ni hechicera
más fuerte ni que herir pueda osar a quien te alaba,
dos no hay poder oscurecer la razón mi sangre pueda,
tres no existe temor ni miedo, me retiemble la calma.

Förüq

PRESTANCIA FÉRREA:
I
Yérguete nació la luz y la sombra
el hombre se creó
para ahuyentar la sombra
con su llanto de sangre,
hoy que mi lágrima
sea fértil espada,
que riegue e ilumine
así ídem el abril
levanta los muertos
y su caléndula predilecta.
Nunca maldigo mis lluvias
y a la Santa noche,
riego mi sombra, antítesis,
de lo que espera mi persona.

II
He de ascender,
he de volver a navegar
el negro puerto,
contar los escalones de mi sótano de luz,
al tercer día flamígero,
la piedra será mi llave,
no mi tumba,
Panida Hijo del dios trigo,
tengo lluvias y carne,
tengo tormentas
y miedo ausente,
Yérguete, sucumbe,
a los suelos, de la madre luz.

III
Ni me arrodillo.
Ni vuelvo a morir en pie, (como caí)
ni rezo sus construcciones de huesos;
navego, pido me escuchen mis dioses. oh Lvgvs
Cumbre son de mi lágrima espada,
el mar, la nube, el río designio de escritura,
baile de un talismán,
oh, lucha entre sombra y su llanto descendiente,
vencido no he caído,
aunque me derrote trescientas veces
sobre esta tierra.

IV
En este pedregal,
juro sembraré flores
para no volver a ver su destreza inerte,
oh, lágrima esclava
ni lluvia,
mi floración ruginosa
abarque todo balde,
y sea réquiem y mármol florido,
mi entraña, todo esto,
ojos secos de hombres,
ejército, que el destino cercena en tres.
Postigo, huerto y verbo decisivo.

V
He de honrar la llana hueste
trae la vida,
ávidos ojos, vagido indeleble,
azar intangible ruginoso,
en vapor estela o cerrojo,
repitamos los versos:
-Aere perennius
los duros somos tierra,
no vendrán a regar mis lágrimas de sangre,
ni mi corazón será afluente
de besos de brea,
sin simiente no marchará mi parca vida
a otro designio, a otra luz
sin mar ni vestigio.

VI
Vine haciendo ecuaciones
de estorninos en vuelo.
Para saber si agradé,
o sólo se me unge lo que si cambio,
vuelvo a renacer,
actualmente solo llevo ocho casi nueve lustres
vivo otra vez,
por un crimen de flores no tañerán
campanas ni catedrales de laberintos desdoblarán,
al margen lo visto si no me acepta,
no es mi estaca en pecho,
sólo sin ser bastante
ella es mi fuste, mi espada,
mi sacrilegio
en pacto de sangre,
mi hija de Averno
mi coraza y pechera que si vuelvo
sí a estar vivo, la encuentro,
más allá de boscajes inéditos
de ciencias sin papeles
y sentidos flamígeros.

VII
Sentido sensisenssum,
formosa societas,
hermosa compañía
si esa que nunca osé
debido parece sólo se puede pagar
siendo quien no soy,
delineante suspiro
materia a tierra,
uno allá debe quedar lo que es de ella,
no límites de cordura,
al seco brillo avanzo
sensaciones vuelan,
lo que no te dije nunca te lo diré
quedará más escrito que tu estampa y violín de luna,
no es justo y qué, otro rayo cayó,
que te  llene y lleve
es otra cuestión.

VIII
Nacer para vivir,
lo demás es otra asignatura,
verte despierto, cuándo,
contar con apoyo,
sí, seis farolas se bailan
sin tóxicos ni brebajes,
solo decir esta vida de jactancias puñales,
hasta aquí me vio la cara raja,
no soy ángel cualquiera,
rebelión toma cauce,
orden y mando,
tatuaje puede ser cicatriz
pero alma no sangra,
ni se transmigra,
venga al salón de los caídos.

IX
El festín es elegir ser humano lastre,
o salvación de papiro en llave,
llamado amarse in radice veritas est,
todas las mentiras eran correctas,
a mí nadie me juzgará,
a tu conciencia podrán preguntar,
soy constructor de tiempos,
y sigo firme
ni me voy ni me iré
en parca vida de esta existencia,
oh diferencia clara.
Sé quien no soy.
Miles dei lumen
mors erita exora mea.

Förüq

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar Guadalajara España
A 8/03/2022

CUANDO VIVE LA MUSA DE UN POETA:

Cuando vive
se añora infinitud de cultivos estelares,
cientos, miles de perlas no llenan su sonrisa,
ni existe rocío en flor osar cubra
la flor de su dicha;
los mares y océanos se pueden caminar
sólo al tenerla vista,
las llamas no arden,
habitan tersura de sangre en pecho, valiente,
oscuridad ilumina aventajada,
mas cuando ella vive
qué podría alegar un poeta,
conocerla
para que rapsodas jamás enmudezcan
en melancolía hija,
para que mis versos solo canten flores
y vivos colores.
Cómo negar temor a sucumbir
sin rubricar su rostro,
con un jilguero como beso piador,
sin un pétalo escueto
proclame su guiño,
sin conocer a su Musa
un poeta se desvanece como el tiempo,
el silencio se arma mil días mil espinas,
yo sólo te quiero a ti
mi vida en verso, mi amor valiente
de mil fuentes y abrevaderos,
de la más alta espiga
a la caricia que retiembla en tierra.
Sólo un segundo basta
para capturar una letra,
mil eternidades para ser feliz sin ella.
Cuando mi Musa vive en mí,
infiernos no me acogen,
ni penas ni tormentos habitan,
un sendero abre y toma terreno,
rumbo a soñarla de nuevo,
campos germinan de oro trigo y girasol,
de verde alfalfa y amarilla caléndula,
como rojo ababol,
vivir sin crear su sonrisa
es como no hallar razones
para ser feliz;
muerte es del hombre vano,
temor infausto,
suerte es de un poeta
vivir en la vida de su Musa.
Porque vivirá siempre
como esta mi letra quedará vista.
LIT C ET SUMMUN CANAE

Förüq

A ORILLAS DEL FUEGO:

Después de la vida, la materia
del mismo calor que el mismo frío
color naranja que amarillo
clavicordio mudo que mismo latido ciego,
hormiguea una ninfa envuelta
como espiral de caracolas,
arriba del astro despierto el sino
acompasado. ¿Cómo que vuela mi humilde Hada?
Si se considera mía,
y su libertad, ve un ideal
por cumplimentar.
Caracol de sangre que sí conozco mía, oh, osadía,
arrastrar sucesos caducos
sobre tersidad de piel honesta,
y temperamento azul llamado Arte;

II
Mis hombros sobre la paja
del bravo día, no caen insumisos todavía
rehogo palabras, solares, triangulares,
sobre un tractor de nieve y barro,
llorar una lágrima fija,
indecible asunto
es como perder venciendo
sin querer perder Luna,
limones de este fuego sobre el agua
y una espada simbólica,
corazón como ciruela
y su corta-pichas habitante,
adiós de un pañuelo de tela
con mi nombre bordado.

III
Lluvia densa de un sol fierro
invencible,
que aumenta caer derrocado,
sin premio no es astucia;
llamo al Azur sarnoso,
oh noche, te imploro,
pedazos cual capazos,
tu hielo de luna,
no respondas, que igual obtendré
mi mesura partida,
en oro, plata, o bronce,
sidra, gaseosa sintónica, o café sagrado,
del árbol mi insomnio millonario.
Mi beso por si acaso.

Förüq bajo juramento a 1-12-2022

AGRESTE ALEGRÍA:

Una clave de Sol
y de su contrario Luna sempiterna,
en un silencio que llora el azabache,
expresando que ella es mi univeso,
su dicha mi semblanza parda,
sin ella no hay belleza, no hay alma.

Quiere que la desnude,
y consagre sus pétalos iridiscentes,
como sagrada es su piel de ambrosía.

Quiero cruzar sus rayos
y telas líquidas,
mis iris que nacieron destinados a ella,
quise acompasar sus estelas,
y halos de luz que trepan
mis retinas,
mi sinfónico fulgor es su preciado quilataje,
compostaje será mi cuerpo, la energía, su fragancia.

Será mi copa su boca,
y viceversa,
extasiado de su nervio silente
enredaré su lluvia con mi nieve.
El ocaso quedará preñado de placer nacarado.
Las ganas serán metáfora, concordia serán las almas.

Ella que nació para verte,
felicidad de raíz a cúspide,
en mi pechera vas prendida
mi hiedra estelar.
Sentirte como te siento,
sin duda es victoria diaria.
Suave la floresta más pulcra por ti versada.

Reverbera de agraz cima silvestre,
es temblar mi alarido despierto
y ensoñarte como se sueña un ideal,
eres la altisonancia vestida de todas las flores.

Förüq el año pasado

HIJA DE LAS ESTRELLAS:

I
Intuyo que el reino onírico,
tiene sus propias directrices,
belleza abismática, perpleja, preciosa de sí misma;
era aquella noche de ayer, una visión vívida insuperable,
su tez incomparable osar pudiese la muerte,
soñar quisiera la vida,
observé el crujir de mi latido
al divisar la belleza vuelta forma
de un ojo vuelto color y profundidad,
lejos de todo lo hallado por mi ser,
no puedo negar si narrarlo,
opaca la dicha y asombro me causó.
Aquel ojo femenino, se podría atribuir
a un ser superior al humano ser,
no sé si antes o después de su evolucionar constante
o olvidar sus cauces en continuo,
era una visión silente,
muda que su bella ala,
casi se escuchaba ensordecedora,
sé de este mundo onírico posee patrones, ejes de vida y energía
con sus sentidos alerta;
que escapan al intelecto del ser,
y sólo se puede frivolizar
con que solo son sueños,
aquella vista con mis ojos cerrados
de aquel ojo atribuí femenino,
erizó mi piel
su parpadeo, daba al abrir un tono místico,
mágico como un ojo de alpaca fundido
y su óxido verde,
un gris argento como del metal más noble
era sin duda hija de la sangre de estrellas,
electrificaba aquella ancestral mirada
era tan profunda y bella
que uno se sentía atraído hasta su centro,
no te sentías vigilado,
sí protegido
por mi origen Pleyadiano.
Aquel ojo femino parecía ver
toda la eternidad repleta,
atravesaba y casi
respirabas y vívidas en su interior
de sólo percibirlo en visión,
quise saber desconociendo,
y darle finalidad y origen
al contenido mi visión,
lo siento por ustedes
visualicé otra dimensión lejana,
y abarqué todo el poema de hoy
de mi Musa,
Leannán- Sídhe señora Hada elemental,
reina de las profundidades terrenas,
me considero protegido,
no vigilado,
pero concibo,
que deseo unir tinta y sangre
inspiración, magia, y anhelo,
vida, muerte, placer, dolor
con mi percepción,
ella vive detrás de mis sentidos,
Leannán- Sídhe
virtud y cauce afirmo,

de mi unión prevalente,
con mi Musa Doncella Escarlata.

Förüq

LA FLOR DE SÍDHE:

Te divisé, alegre caléndula.
De pétalos juntos,
abrir y enraizar mi corazón.

Mecer fulgente tu amarilla corola,
entre el granate interior mi pecho,
frágil como cefirillo leve,

en mi pecho como en cuello
de hechicera mi Hada bella,
allí me revolabas,

como al fuego mi Sol ferro
brillabas que encandilabas,
las golondrinas de tu amor

naciente, pulcro irisado, en cristalinos valles
y pozas, fuentes y abrevaderos
cantoras me danzaban.

Cuidando guarnecida,
mi semblante, fiel entre crisoles
y parcas sombras desceñidas,

y amor en pecho valiente,
purpúrea inviolada
tu simiente, y raíz en mi sangre

como un soplido áureo y grito en vena
despliegas.
Tú de trono en ferviente osadía,

sueño memorable
te ungiese en todas sedas
dejan en color las flores

al último y primer astro,
avisto tu pléyades cercana
alzo tu renacido empeño,

disparo a mis sotos y perdigones enramados;
amor de este duende,
tu principito.

Siempre para ti fuerte como aviva el fuelle,
sed de soles relojes y razones intermitentes
lo que yo te quiero ni nombre ni sello puede,

De rojo,
de sangre,
de noche siempre,

tu húmedo tajo floreciente,
anclas mi dicha rebrotada, anima fidus fruor
beso tu cicatriz para evaporarla

no existe mal hendirme pueda
herida abierta mi amor es bronce vine a ser
de tu vida,

¡Ay, flor fulgente!
Te amo como el sosiego canta.
Tu aureola resplandeciente,

nacida de aurora, y una bella sombra
y sonrojada alba, purísima,
como el día por ti

se desnuda, abriendo tu flor eléctrica
que el sosiego, feraz incuba,
oh dicha no cabe su llenez de placer extenso
cuanto te admiro.

Förüq

ALMA BOHEMIA:

Alto como el sol,
es el poder de la jornada divina,
sensaciones atrás he vuelto a comenzar,
algo para tu entendimiento,
calor en el hoyo del Sol,
lo erróneo es puridad de ascua,
el esfuerzo, la vívida estampa,
la reticencia que reincide en el eje,
la fuente,
oh la fuente,
de feracidad en nota
locura está sobrepasada,
aposté mi destino
a la vida bohemia,
que mi amor valía su quilataje,
en sombras y deidades azadas,
al cuarto paso,
se vislumbra lo mágico,
a mi derecha el valor de la nueva alborada,
el tercer sentimiento,
sin razón se avanza el abismo,
  era un secreto y volví a despertar,
solo sin apoyo en mano izquierda,
el eje, la fontana parda  mirada,
venimos del precipicio sin nombre,
aquel que nos vio nacer,
la única perdición en mares y tierras
al honrado ser,
placer flamígero huella de astro terrestre,
oh, sola vida,
erré mi azabache pertinaz
y hoy tengo fuelle y vela,
mi sueño sí
vive. vive que vivirá
aún desceñido mi corazón en ella rebrillará,
hilo de negra madeja,
hermana de negro hilo
acoge mi son
estoy despertando a los hijos
estoy despertando a los lucientes,
era su intelecto grave una nota,
mi Sídhe vuelve a aquellos días nada te arredraba,
vive que muere mi granate estantiga,
oh Sol de soles
vuelve  a dar la vida a quien te la honró a cada mirada,
mi balanza pesa más el arte llamado virtud de amor,
que lo extenso acompaña
el terreno plañido,
vine y me quedaré sin miedo alguno,
en uno sé quién soy,
en dos ardo metáfora,
en tres oh Mercurio en nuestro día
al frente,
combata mi dicha susurra es invencible
como mi alma bohemia.

Förüq er lobo-bohemio


LA ELEMENTAL:

Sangre violeta, cultivada
en el seno de la entraña,
ese soy yo, tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas, por tus ojos
fundidas;
más allá de la montaña,
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido, un principio sin final,
en el sino que me destapó poeta del viento,
nazco sin destino,
destellos fugaces por conquistar,
en la entraña de la ola de mar.

II
Oh, reina Hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó el suplicio dormido,
de enfrentarse a la Quimera despierta,
del bosque, al manantial de inspiración,
tus besos sembrados de pasional almíbar,
suspiro por ti mi amor,
elevada conciencia de creación al albor,
soy yo, eres tú un reino vivo,
de ilusión , camino y beldad.
Para el mundo, venas de humo,
para mí, mi realidad tejida en uno.
Piel y verso sin razón,
elevado amor, sí, nacido del rayo de Sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor
brotada mi lágrima carmín de fuego,
hacia todo el resquicio, del alma y su flor.

III
Pura llama mi sentir,
a congelar el hálito silente
muerta la sombra del horizonte
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media
de la madrugada,
tú llegada de un confín,
a habitar mi pecho y espalda,
es tiempo de desvanecer el miedo,
a florecer, llegado el momento,
un mundo en tu vena;
tu hada fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos tú y yo, presos de desvanecer
el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños
ardiendo.

Förüq 2017

DULCE INVECTIVA:

I
Venido soy, ángel hermano
considerado, vuestra es semblanza
de antaño, tuya grandeza
y miseria nuestra,
a tierra que sin ti,
todo envilece.
Me has traido sé, con mano izquierda
quiero cantar tanto, todo,
lo que me envilece.
Enviléceme hermano,
verme Custodio sin Paraíso
ni corazón, criatura hermana,
imagen es tu hermosura,
cantar a tu gloria un vil
desaire tras costilla en dolor,
llanto ungido de sangre,
enviléceme el ascua dolor
y mi tierno, terco sollozo.


II
Vil sea el discurso de mi vida,
que su nota tornan invectiva
enviléceme amor bienes y fortuna,
ingenio y favor,
míos, esa honra que me engaña,
y perderla sea cual
gran hazaña,
envilece ángel mis contentos
y alegría, que llevo colgados
cada pelo,
envilece esta música.
que su estruendo es,
tanta verdad de instrumento,
envilece cielo, mi tierra
que piso, sin ella
mi Escarlata y alma gemela.


III
Tanta vileza me sea chica,
enviléceme ángel de luz
mis méritos que han sido,
de tanta vileza, ruindad,
rómpase ya del alma
su triste sábana,
goce su pena el mal, su desconsuelo,
hasta el casto celo,
remedia el pan en su hornada,
canten canciones.
Me pregunta afligida
¿Quién puede dar, cuando no existe salida?
No basta poder, toda gloria
siembra rebeliones.

Förüq y Leannán-Sídhe

A ELLA:

Voy por una aurora pastora,
con cuántas rosas se peina Galatea,
alzo astros sobre su vertiente azul,
remolinos verdes entre hojas y flores
arrebata el tupido otoño,
ya en invierno contesta su sol cansado,
de eterno llanto se viste la primavera,
para enervar de su tierra brotes y espinas,
su acento que acompaña virtudes sujetas;
de libro y dedo en destino,
mi sempiterno don,
fúlgido temperamento airoso
en amor de lecho y afecto acompañado,
oh sol negreando mi porte,
una tarde lluviosa
sobre mi empero,
arrobadas sierpes eran ya mis vellos,
amistad que procuras arremolinar
mis aojos y perennes males
te contesto no seas rápida ni fugaz
sólo sé como gozos, a mi vera,
de tormentas conmovida
y locura del ansia mía,
de lunas y oros nos quedamos,
como desnudo imán,
afilando su polo oscuro diamantino,
oh compañera mi alma de hoja
no retrocedas,
no te arredre nunca quiera robarte una palabra,
extenso poder
de corazón que aflora y te nombra,
no habrá juramento vano,
ni poder te torne ni otorgue recuerdo
de quien apuesta su vida,
y destino bohemio,
a encontrar en ti lo que le tejió la Parca hilandera.

Förüq

TRANSPARENCIA HABITADA:

Aquí me quedo sin casa, sin pudor,
sin vergüenza, sin intemperie,
sin descampado de viento, otros sones
no me tientan, sin cuerpo,
sin mi transparencia violenta.
Me quedo porque contigo lo tengo todo
y lo ajeno se difumina a otro tiempo,
ausencias habitadas, opacas de otros seres,
que dejan huellas perecederas.
Ya no sé a qué sabe una flor con tu nombre
ni si el viento pasa y se despide.
El sortilegio del destino se va cerrando,
y sus espadas como cuchillas de dientes
que me ruedan sentidos que a ti me ligan.
Avanzo sin permiso
los campos de abrojos
y cardos, se agrieta el sendero
yo al timón, del sentido de vida osada sin despedida
por esta vez,
las condenas siguientes
no alcanzo a imaginar.
Solo quiero lluvia precoz que reviva los charcos,
seguiré sin elegir nada
mi destino hinchándose,
como cebolla un día en agua
como apartar la vista
y seguir viéndote,
no quiero más vidas que sin la tuya
todas me parecen inertes sucesiones
de difuntos que no germinan.
Sólo suben la escala.

El Castellano a 2/01/2018

LLAVE:

Piedra-corazón:

No es una piedra, es mi palpitar,
Su latido cesó y en piedra cristalizó,
Ella lo tiene en cuenco con agua,
A símil de mascota  que nunca muere.
Le sonríe cada día, normal es mi palpitar,
No huye, es piedra fiel a su amor.
Con caricias sintió  que palpitó,
Que fue su inspiración, su amor y su dolor,
Pero en piedra cristalizó, pudo darle calor,
Ya  que nunca quiso mi dolor.
Esa piedra-corazón fue músculo,
Pero murió y ahora solo le queda esperar,
Esperar  que el agua y el tiempo,
Le otorguen musgo y sangre verde,
Que ablande los cristalitos de su interior,
Y resucitar.
Quizá algún día cuando ella se olvide
Que es una piedra, volverá su palpitar.
Pero yo ya noté la ausencia
De vivir sin corazón.

El castellano


Rocío de Sangre

Bitácora de trabajo

Destello Solar

Förüq

25/12/2022

ROCÍO DE SANGRE:

I
Sobre un rocío
en una caléndula
vino a reposar
mi alma.
sobre un
tiempo
que la ilusion,
tornó realidad,
me encontré orando
en un alba de ocasos
en un infinito Solar,
era como besar su letra
e Hidromiel
degustar.

II
El sabor de bailar
con su infinito a solas
afilar su nota
y entonar el trino
su golondrina majestuosa
vivir para volar
con ella los siglos
que pasan y no sonríen,
se besan.
Como soltar riendas,
amarres, y dirigir
un sueño que cabalga
en atisbo de lo surreal.

III
Cruzar el derecho firmamento
fue ganar su sonrisa
entre mieles
de las flores de Perseo
arrullar sus ocasos
y servirle uniones
y crisoles fugaces,
rayos, y capataces
de estrellas y vorágines
sujetas, era encender
su mirada como
secuelas de brillos
iridiscentes al tacto
y abarcar hasta donde no
imagina, para protegerla.

Förüq

OSCURIDAD GERMINA:

Nec vincere tenebras, et amat.
Oscuridad no se vence, se ama.

I
Azar disuelto en viento;
vienes, te lavas las manos
saturnales,
para retomar tu color,
diosa en horario
nocturno,
grande en alas diurnas,
cuestan más especias
que guiso en final.
Granate lustre postrado
a venal.

II
Jamás vendida
sin apuesta perdida
por mis colmillos guerra al error que quise,
acrisolada sombra de garabato
alzo mi soleta
de buen diablo en maceta,
oh, hervor florido
y lunas de magia prendidas,
acreciento mi sed de ti,
un son de grillos
perdidos, no dispongo
de don de gentío,
sí, redil de carrasquillo.

III
Escúchame crisol
de solana luna,
planteo nueva ascua,
de sentido y llave
arcana,
indemne yago,
que descanso en mi castro.
¡Auge, mi malva rosa!
Fulge que desvencija mi astro,
era de vanal inmundicia,
anisando el astro,
lo habitado en espejo,
dicha, uno, dos, despejo.

IV
Con besos por espigas,
y ángeles habitantes
del vilo noctámbulo,
ya lo digo, no digas
hermana del negro hilo,
que embebo,
y amo tu intelecto,
 espejismo roto
sabemos desconociendo,
quien no somos,
flama afilo,
rutila la acequia
que me lleva.

V
Malva que salvaguarda,
que hila
en patio su araña,
se siembra,
que tiesto apaña;
tu saliva yo labro
que en ámbar
encuentro tu encanto,
atesoro, le jabro.
Sí, estampas en sangre,
resplandecen
que yo amo,
encumbrado el son penal.
Vine de abajo.

VI
Entre fauces brillantes
y un sarmiento de cobre,
sin bombilla del sótano de luz
su penal.
Adjunto mis honrados abrojos,
rebrote de obscuridad
en el arañal,
alguien vendrá por mi simiente
para Rocío Estelar.

Förüq Esteban a 27/12/2022

FUENTE TU ÁNIMA:

Virgínea sombra casi tuya, casi mía,
etérea cadena que amilanaba
a dos voces purpúreas, purísimas,
albor en simiente, franco,
inabarcable, de esencia
en ascua flamígera al tacto.
Lasciva entre hondos secretos,
sierpe de una mirada verde,
promesa en ojos de rocío esmaltados;
romos hierros en crepitar de albores
y ondas extensas de inerme sostén.
Pulida atraviesas mi tardío,
por sotos de espuela
y carcoma translúcida.
Tierna sombra en transistor
me desciendes,
en sienes nativas de ti
océano abierto
o tierra madre sin numen de estela.
Coagulaba yo sin fragor
cuantas dichas tejidas me dictaban
su cruel esperanza imberbe a ojos ignotos,
como aceros ruginosos
en umbrío páramo de monte
con bosque implacable,
albo rizar de sus enraizadas
espumas verdes.
Heridor azar de noche lisa,
por luna espolvoreada,
escala de un eco
que crujía las ramas
de un tiempo oxidado,
quiero tus ojos sombríos
de luna sempiterna
mi dama de oscuridad tenue,
camuflada, desangelada
abre tu sombra
dejándome adentrarla,
sin tus hálitos
no vuelan las golondrinas,
y mis murciélagos
se recogen del frío yerto
que peina mi alma,
sangra mi árbol
de este horizonte palpable
mi caricia en Sol mayor
que te ilumine
y sea certeza de fresca agua del azul
imantado
hasta percepción, ilusión o vida.
Hereda que transmigra, transmuta
mi sangre malva.
Sotos sin voz
de alaridos en magnificencia
exacta de este carbón y ascua de pluma.
 
El Castellano

AUGE VENAL:

Un mundo sin dolor,
mi dolor, sin dolor mi ira,
ella quiere hablar
sólo no hay palabras,
para describir esto que siente,
y yo lo siento
es una voz dentro mi alma,
es sangre viva en mi mano,
todo lo que no le dije brota,
la magia, el fuego,
el valor, coraje,
estoy esperando su miel de silencio,
sin aspilleras comienzo,
encima de un blindado
mirando la manecilla atronadora
de mi reloj,
tres disparos, tres segundos definen,
quién soy yo,
honestidad, confianza
cercanía,
usted lo es todo para mí
estoy cayendo en mi miedo destructor,
porque soy feliz,
sí mátame, debido es nuestra única diferencia,
jamás puedo ni debo morir porque te amo,
y morir de nuevo solo será contigo,
deja me fusile tu parpadeo,
seguiré dentro tuya hasta no haya fin,
resumo que perdí venciendo su palabra,
su poder angélico, me avanza, me domina,
quise bajarle astros, luceros o estrellas
cuan otrora llena el firmamento,
hoy por ayer, mañana por para siempre,
si hago balance
lo esencial no se mira
se retuerce
y quiebra el palpitar silente,
mi dolor,
mi fuego, mi pasión,
sin dolor mi ira,
era una flor errante mi corazón,
ascua invicta,
qué decir mi luz,
lo siento amada,
mi luz no se apaga.

Förüq Esteban er lobo bohemio

EL PROTEGIDO:

La vida se pasa mejor en compañía.
Vida en un día que seré espada.
Oh adorable melodía.
Cierto, como que el miedo
hace nula la valentía,
y que el cobarde puede por este volverse fiera inmunda,
y que el amor llama al odio
como que sin oscuridad,
nunca habitaría luz,
venga que estamos libres ya de utopía,
en polaridad, en tiempo, visión carga sobrenatural,
te invoco mi pequeña ángel,
dame mi poema vestigial;
que haré cima, como la hace el amor que siento por ti
si mi persistencia llamó al coraje,
y el pavor a mi resistencia avanzo desnudo,
oh Valhalla,
soy tu protegido,
oh Sol mi padre,
cuando todo lo que creo me defiende,
mundo teme, se descarnó este elegido,
este protegido,
cuanto yo creo es mi fuerza,
por eso creo en ti,
oh luna de mis relojes,
sea mi amparo en la lucha,
sea mi densa niebla,
oh, saepe mecum,
al primer paso, sé invencible de ti misma,
al segundo paso ama lo que tienes, nunca se irá si tú quieres,
a la tercera zancada incendia lo que te duele,
haz llama sinfónica todo lo que intenta dolerte,
el mundo no se hizo para detenerse,
tampoco brebaje existe para evitar su azada,
el protegido no teme en virtud de su poder,
no hay dios ni diosa, brujo ni bruja, capataz, ente, ni nada, pueda frenarle,
nadie es más fuerte que él,
hoy viene a llevar este manuscrito de sangre,
en tres pasos:
Amar,
Admirar
Defender;
a fuego garra y letra invoco al tercer orden y lugar a mi lado,
AERE PERENNIUS,
en placer y longevidad extensa
oh advenediza siembra
imploro que alzo tus cauces,
sonrío al infausto,
sonrío al impío, que nunca midió adversario,
para planear lucha,
hemos llegado del averno,
quién nos ha de detener,
Fe, razón, sensatez
oh Sol invictus
mi escudero.
Si la valía de un hombre
se mide por su fuerza
de sus palabras nobles...
Calor se va con frío.
Calidad llama a mediocridad.
Balanza es equilibrio,
suerte no es azar
porque hoy corroboré tu mentalismo,
cada ser solo obtiene lo que merece,
bueno, malo y extraordinario
principio de causalidad,
gracias por creer en mí
y que sin nuestra historia
no sería capaz de romper el suelo
a cabezazos por luchar por lo que amo y quiero,
Uno que no conozca tu cercanía,
bueno intento conocer tu desempeño
y virtud para poder pulirla juntos,
como es arriba es abajo,
Suerte igual a pena,
lucha de contrarios
que en naturaleza invierno hace verano
Y otoño hace primavera, ya lo dijo alguien,
Sin masculino no hay femenino se llaman
Y conjugan,
ni mil máquinas podrán hacer una flor de luna como tú.
El hombre nace, ama, lucha, y muere,
nací tres veces de nueve madres,
te amé en todas las vidas que nací.
Luché y seguiré luchando
cada siglo que empieza nuestra condena
a amarnos eternamente.
Bajo colmillo, sed, hambre, deseo, rabia,
maldición, querencia de liberarse,
y la razón,
cada vez nací para encontrarte,
y poder decirte Lunamar yo tu Sol
siempre te admiraré.
Así como lo caduco del ser
llama a lo perenne divino.
En un tiempo pasado indeterminado,
que queda hijo de niebla y sangre,
él estuvo allí combatiendo,
una protección otrora tan tangible,
que se dictaba entre castos dioses,
que los animales le prestaban sus miradas,
de ser valido el Creador Universal,
pocos saben su origen,
nada cercano a él, Protegido, que sigue vivo.

Förüq er-lobo bohemio

ALMA EN LIBRETA:

 Manantial fulgente de inspiación
tu mirada tierna sin compasión.
Matices de esmeraldas tu
pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma
de tu piel frágil y esquiva,
con sus amapolas amarillas
el color de tu pelo.
Un piropo, el suspiro de mi amor.
Que corre, que escapa y vuelve,
el cosquilleo.
Tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua del deseo.
Tu piel con mi piel avivando el fuego
del sentimiento.

II
Resplandor de auroras en los recovecos
donde se refugian mis ilusiones en mi pensamiento.
Tu tez conoció mis manos,
y mis manos te modelaron
para su recuerdo.
Eterna batalla a la noche cuando noto
tu ausencia, la noche que galopa y
yo con palabras sufridas de nuestra vida sentida.
Ahora hay felicidad entregada,
con besos escritos
y roce de nuestros cuerpos.
Me enamoré de la vida, y nada me falta,
porque todo me llena.
Te volviste a pasear por mis sueños,
y en sueños nos reconciliamos.
Vuelve a mí el dulce Tormento, para
vivir soñando con tu corazón,
y amarte soñando despierto.

III
Si el cielo se cierra
miraré tus ojos,
mi corazón te dirá,
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran,
quiero tenerte cerca,
para coger tu mano,
y  sentir que no eres un sueño que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando te sigo amando,
cogiendo cada estrella en una letra
para ti, tú la más bella
y  el firmamento se cierra sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán Lunas pasarán Soles y el sueño,
volverá, con cada latido tuyo.
No te dejo una flor te dejo las semillas,
los frutos d' este amor.
Porque en mi jardín sembraste belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad
puedo describirte como mi vida giró a mejor
con tu sonrisa clavada en mi mirar
y el calor de cada letra tuya sentida
te quiero de verdad.

Förüq

Gran luz,
sórdido plano, tu mirar,
amarillo brillo de tu amor,
como fuego en sangre amamanta
tu belleza, en rectitud de balanza
luz de tu esencia,
brillo en tersura de espada,
sangre de fuego diestro
en tus venas cauce de alma
de vida en color,
mas atada a tu tierra,
solitaria de impronta serena
de tus páramos,
amapola amarilla
de montaña, cumbre de filo
en solitario nervio eléctrico,
reina hada
del bosque de las sombras,
en tu despertar mi luz quisiera llevar;
iluminas espíritus olvidados
como cosechadas esencias,
del corazón más profundo
del bosque umbrío surcas.
Mas tu hermana sangrienta
roseta de penitente
nace
debatiendo qué color
vestirá su flor de ocaso;
violeta de reflejo
de luna sempiterna,
manchada de sombras
vestales una ternura insurrecta
de amor a la noche,
o rojo sanguinoso
cual granate hechizado
de corazón de sangre
podado en piedra bella
congelado...
Sea cual sea
su manto en revelación,
no olvida;
vestirse de todos los colores
con el negro más opaco como
tinta azabache sobre papel
más puro,
de recuerdo al fin
y el resurgir, como el inicio
sin final ni comienzo
llamaron continuidad,
al despliegue del pétalo amado.
Aún sabiéndote
amante de la soledad,
nuestra compañera,
también creces en familia,
de sangre marcada
por acequias que llevan
tu número y orden,
tu insignia
recordando
que quisiste tener corazón
y te ataron a la tierra, oh, mi Hada;
hasta en tierra muerta
creces,
para aliviar tu pena
poco necesitas,
tu belleza alivia tu alma,
del viento obtienes
tus caricias,
de insectos los besos,
y del tiempo
el sustento para tus semillas
de tus urnas,
ciegas nacen,
ciegas caen a la tierra,
en la noche de lluvia.
Un día de primavera
a una
se le ocurre el sueño de despertar,
pronto sus hermanas
le siguen,
en belleza de la vida
ves nacer y morir,
espíritu de reina
tu balanza carnal,
tu entraña amapola,
nadie te odia,
muchos te aman,
bendices la casa si tú, gran luz,
floreces amarilla
en la rocalla.
Mas si tu bendición
es ser blanca y morada
das el sueño
de la más bella hada.
Si naces roja y negra
das tranquilidad y alegría
al espíritu
que en guerra se encuentra,
si eres roja
como el carmín del deseo
tienes el amor
del camino
que cruzan las almas,
como tu eternidad
en la tierra
a la que te ligas
y esclavizas.
Quién te daría ese nombre
de amor,
quién te nombraría
desde la antigüedad
planta de la alegría,
quién conoce tus secretos,
sólo quien se funde
con tu sangre,
quien ve tu alegría
en la primavera,
que te cobija,
quien ama la vida,
reina flor
te ve en la tierra
y amada musa tu belleza,
quién te conociera,
quién te conociera.

El Castellano y Leannán-Sídhe

SENDERO BRILLADOR:

Quise honestidad,
como se quiere a un sol de Julio,
el día mi nacimiento,
tuve pulcritud
en aspas purísimas,
lo que la verdad cantaba,
un Sol de hierro nos alumbre,
y arda inseguridades
como temores existen,
no hace falta preguntar,
sólo afirmar
que yo te quiero cuidar,
incluso en los días más oscuros,
en esos que no veas peligro,
ni de ti misma;
vine afirmando por cielos de arriba,
todo cuanto yo creo
todo cuanto puedo ofrecer
sin salir malherido.
Era como un inmiscuir recto,
sin molinos gigantes castellanos,
quizá con weches, de los soldados la tierra,
avancé cordilleras,
avancé sierras y sus valles espumantes,
todo lo que vine a descubrir
que hay posguerra inefable,
pasar a segunda fase la lucha
porque vivo,
y te esperé desde que llevo estos ojos verdes,
de gato y lucero que te sigue
hasta encontrarte,
vine buscando el azabache,
vine buscando unos ojos madera de ciprés,
y no desfalleceré ni vivo ni muerto,
hasta optar iluminar su sonrisa
señorita.

Förüq

II
Cada día miro el espejo,
todo lo que dejo atrás,
miro el peligro,
miro el ocaso intangible,
mis sentimientos como una piedra,
hoy en sus ojos,
mañana los dioses dirán
ella que espera mi silencio
como néctar ambarino,
yo con un poder,
el poder una sola voz,
todo bañado mi silencio
que hoy morderán sus labios,
mis palabras en su mano,
brujo dime cuál poder capaz,
cuál energía quiebra mi honestidad,
sólo una palabra
amor,
cuando papeles me quiebran una lágrima,
sí vuelta consecutiva,
mi alma está hablando,
hoy llegada la hora arderá la desquicia.
Si estoy carcomido,
de entraña a coraza en hierro montada,
protégeme de la sombra
mi alma es muerte,
no osa comparación,
he intentado acompañarte
y sabes qué, que lo seguiré haciendo
porque quiero preguntarte si deseas ser mi Musa.
cada vez te he mostrado mis sentimientos,
azares de fantasía risueña,
amadas palabras que hablan entre ellas,
como mi creencia sin ti se hace chica,
una tierra rota,
donde mi libertad al verte se suicida,
puedo avanzar sobre el miedo,
lo cierto me enseñaron a luchar por lo que quiero,
en asunto concreto
has perdido la guerra,
ganó el miedo a ser feliz,
soy feliz
hay que recapitular y rendir cuentas,
sendero brillador
es llegar a tu corazón.

er lobo bohemio Förüq Esteban


FLOR RAÍZ MI CORAZÓN:

En este manifiesto,
se expone e incluye

todo en su continente, u raíz de mi amor,


en el cual se contiene todo lo que pude asimilar

a lo divino y concepción de la escritura mi Musa o raíz salvaje,

desde mi morar en Castilla su Campiña Mirador del Henares

río de la localidad donde nascí.
 

Oh bosque de jardín brillante donde yago,
asolando verdades,
nunca infranqueables,
sol de solares que ilumina,
danza a mi costado

y espaldares,
viento del Norte que lleva,
su aquilón valiente

Oh padre los vientos, mi padre,
mi amor, duro endeble maleable,
vine y no me iré

sin tejerme Principito

valiente, brillante,
de alta Merced y luna una,

ese amor mío bravo, ardiente,
moldura y facha bajo yunque y celeste caracola,
vine también andando soleares de Méjico,
su hoguera y cuna,
designio de dioses y auténticas pasiones,
desde la tierra vengo

cosiendo sentires de bronce,
y voces milenarias su lengua,
rico no fuere

si mis ojos no tuvieran su conocimiento,
imberbe de lustros,
y quiméricos ángeles mortales,
mi divisar desde efemérides
su sangre de letra
que rompió condena

y jamás fue tristeza,
si no la leo sentir no puedo,
costumbre no es

pertinaz constancia

abrir mares y océanos

para dedicarle unos suaves versos silenciosos,
bosque de umbrío jardín,
es buscar su alma,
me ampare y devele,
somos los designados,
fiel designio austero

de que la vida se pasa mejor en compañía,
redentor sería si cambiase ápice de mi noble sentir,
vocablos como únicas flores que acogen,
un mundo en rubor

cruzar las décadas animándola,
que no merece un guiño
la dama Escarlata,
merece un beso de ojos,
cual década hará de mi lectura
continua desde 2008,
me enseñaron a luchar por lo que quiero,
fe, hecho, y condena
de que en ella soy libre.


AWEN celta (inspiración) a 13-02-2023

BITÁCORA DESTELLO SOLAR

ROCÍO DE SANGRE:

I
Mi Sol alzado
del poniente, al occidente,
bañada mi senda de hinojo
por escuchar el trueno
rojo, oh mi torpe yugo
de beso levantaré
medio asedio nublado;
de vela en tajo
mi verso al Cristo
soldado.
Musa de vestido negro
y de sombra la saña.

II
Avanza que tiembla
este muchacho,
diez filas pediste,
mercenario,
reales cabales en caballo
te di,
rapaz de oro en ala,
y falsario deseo que pedí,
con ejército de hinojos
lucho por Castilla,
alzada en nube mi lanza,
hito por hito florece
el endrino, su beso postrero,
a punta en espada, ella,
cual flor fiera.

III
Suave caos de
quietud estameña,
saco de la tierra
la virtud tronchada,
matinal rocío en sima,
más profunda
que el murciélago
en vuelo nocturno
a mi vergel digo:
Memoria embebecida
qué importa
si a ella, amo.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

I Hoja

Quién no soy;
no soy soldado, ni pacifista
ni gurú, ni mago
trilero de ilusiones,
sólo juego con versos
de naipes helados;
quizá, puede, galantes ellos,
en justicia, razón,
todo ilumina, no soy
vengador, ni adorador
los dioses, amo el bien
común, sembrado y al
mal generalísimo, respeto
pero jamás honro.



II Hoja

Amada taimada mía
no me des alma medida
y racionada, vigor de fieras
enardecidas, voy de ambición
noble a tu redil
y guardería de astros
humilde como canta y trina
la golondrina,
de fallo, no regodeo,
ni inclino
menos al elogio, amparo
por no saber más mentiras nació.

III Hoja

Benigna que tú eres
cátedra de mar suave
y sereno de Quimera
en mirada que alento
nunca espero su enfado
oh, cielo, miel y almíbar
mis dioses en stado quo
latidos me requiebran
si me diriges,
oh, mi dulce verdad
escondida, laberinto
de jazmines imperiales.
De nocturna sinfonía
tu frente ni tu amor
me retires.

Förüq y Leannán-Sídhe

INSOMNIO DE AMOR 2008:

I
Mi soledad sin descansar
soledad de ángel sin alas.
Ojos menudos de este cuerpo.
Ni cierran a la noche
ni miran otras albas;
de lados, y resquicios, helados,
se miran entre ellos,
fieles de la gloria perdida,
entre lágrimas fugaces
su vil fortaleza
allá donde se alejan tranquilos
sueños y simientes
fardos, un mar de tierra
recolectada,
sueños de trece tractores
y una ciega cosecha,
entre la tierra por labrar.

II
Miro un norte de metales
y peñascos bordean
las piedras y aperos
de labranza,
no se cierran estos ojos
de noche, ni miran otros
lares de peñas y sobornos,
oh, mi dulce sueño huído
donde se alejan tranquilos
miedos y sueños
como fértiles erales,
y sombras densas de parral,
navego esta tierra.
Espigas, dulces testigos
mi alma herida.

III
Miro otros lados
de orugas, y esparto
entre la niebla, pinos,
caracolean el bajo cerro
y sotovento, entre fiero
acre de vides entre escarchas
grises, mis ilusiones,
limpias, imperecederas.
Tierra, insomnio eres
de amor,
simientes escuderas
y ajos de esperas
entre patatal anhelante
una noguera.
Entre perales.

IV
Soto verdecido de almendros
allí,  un manzano creció,
limpio y duro cual melón,
mordiente, mis ojos me velan
un monte, y un melocotón,
crují esta sangre de hoja
como vil sandía.
Despliego estas cartas
de mi corazón;
el insomnio del agricultor sin azadón,
del jinete sin corcel,
el insomnio del bohemio
sin poema, y sin naturaleza yerta.

V
Sin tierra y sin tractor
un tiempo herido sin apero,
un seco sabor.
Mar de tierras heladas
dura sangre, dura savia,
y sin flor ni temor;
viendo el conejo,
pasearse por el campo cultivado,
maltratado por el tiempo
y la vida,
la pena ocre brota
cual raíz empedernida,
oh, de noche seca y umbría
contemplo mi cuerpo desnudo en penumbra.

VI
Pasa mis nervios,
con gozoso frío el arco,
de lunático violín,
criqueando, un sí bemol
transparente, de lucido pio,
entre perdices
y sus perdigones viajeros,
sus fantasmas cantaban
con delirios de agonía
mi sinfonía,
hiriendo hasta el ansia
mía, sentado en mi trilla,
no veía, ni vergeles
ni oro en fardos,
oh tierra, los duros somos
de ti, como el resto ceniza es.

VII
Va mi surco hendido
que divide un confín
de otro confín, y pregunto,
por qué no brotas
toda simiente antes
se la coma el importuno
pajarillo piador,
voy camino, miro el albor,
es puro mi amor,
cual rambla desemboca
en terco aljibe mi honda
ilusión,
estoy quemando mi adiós
porque te volveré
a sembrar de simiente,
mi parco amor.

Förüq y Leannán-Sídhe

RÉQUIEM LUNAR, SOMBRÍA APOSTURA:

Tienes que ver, tienes que escuchar, el código tu guerra, precipicios, acantilados,  desfiladeros aparte, la sangre heredera llama, y me erijo en ti como bandera en su asta, como pétalo en su rosa, y nací de ti río de afluente cauce yacente de treinta y tres gotas, templanza y temblor hermano, un Sol de ventura , olvidado pérfido en sepultura, un son sin repiqueteo, de madrugada entre labios grises u azures, porque el miedo, es valiente, temerario combatiente través un río enervado río su sangre ferviente, lacustre de sino en espada indolente que es palabra, como piedra a su paisaje tremularia vista que todo lo bueno tiene final como un alarido en penumbra, herencia de vida es la vida, último tormento ensortijado Musario cerro todo placer sentido, lisonjero azar funesto del caballero de la competencia, vil estrafalaria secuencia del código cruento suena la noche en una telaraña de oscura dama escarlata, obscuridad nunca muere, no se vence, se ama, como la flor sea solo la flor, maravilla sin condición ni postor...

Förüq castellano


  Ceremonia terruña:




Historia en curso:

 


Tiempo que era llanamente hondo,

como pozo sin poso, ni fondo,

severamente profundo,

como fantasmal visita

sobre lazo silencioso,

buscaba yo tamborileo grave,

entre hileras sordas

entre nuevas flores

de trompetas de los ángeles,

danzar entre círculos de grama húmeda

y corajes de aventar nuevas espigas

de olor a yesco trébol rojo.

Hice una hilera de guijarros;

preparé mi propio templo

con torreón y almena nueva,

un foso bordeando y cuidando

mi nueva siembra de ababoles,

templo asilvestrado con urna para ofrenda

y depósito nueva agua virginal,

era suficiente de tiempo insuficiente

a nuevo otoño que comenzaba,

con olor a hojas de chopos arrebatadas,

y majuelos agudos en espinas,

rebordes cardillos de as damas

erigiéndose tempranamente,

maduraban los tomatillos del diablo,

solanum nigrum

que ni caracoles resistían

sus lustrosas hojas morder,

las colas de zorro ya se divisaban aventando

terreno de su nueva simiente,

afinaba mi cuerda

tendido a ras terreno,

sembrado a pretil gesto,

como se siembra una pipa,

y tarda treinta y un años

que porto en girar el sol,

carrasquillo háblame,

que penas traes de virgen encina.

Cuéntame tus oscuros romances

con vientos de luna,

y tus flores de difunto casadas con SolFerro.

Dime a mí que te cuido con esmero,

aguardando tus flores de piedra

y tus bellotas del mañana.

Árbol mío,

avanzo este mi caduco corazón humano,

como vampiro solar

me remarco,

un solo de voz desangelada,

y volví a honrarte,

de esta nueva tierra.

A viento pagano,

voz de alma amada,

inamovible,

firme, regia,

de raíz arcana.

Tu rostro en verdor

de hojas afiladas llevas,

acaso igual o semejante

a hermanas blandes.

Río de encinas y flora reborde,

amor de tierra a lo que es

y crece en ella,

vine por vuestras voces,

jamás marchiten vuestras notas,

de longevidad imperial.




Förüq castellano


Escuadra bronce:


Ilusiones quemadas en papeles con tinta,


con los sonidos sordos de un eco de imágenes

el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.


Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,

la mente ciega las observa con su pensamiento claro

sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.


Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,

un secreto en un gesto que su mirada grita.

El despiste que convierte en ofensa el fallo;


Un sentimiento distante que próxima te quiere.

El tiempo que tarda en decir adios al por qué gana,

ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.



Pensamientos negros

Te sentí amor y por querer pensarte

la realidad silenció mis latidos;

Aquella flor que llamada amor

ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.


Entre la tenue luz de luna que me abrigaba

abrí la puerta que me condujo al campo

de negros lirios por el camino de ida sin regreso;

La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;


Donde la luz que me daba calor era ausente,

tras de sí un sendero agrietado por el que fluía

el río de las flores desangradas;


Hacían ellas mi último aliento,

un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,

cesó aquel si bemol.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009


Podando recuerdos para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

aquella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la víspera del invierno triste.


El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol en su visita

y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,

para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.


El fuego del deseo se hacía con su compañía,

con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.


Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009


El ritmo de tu cuerpo,

donde el agua y la poesía

hacen el amor.

El fondo de tu mirada

el manantial de esmeraldas.

El calor de tus piernas,

El terciopelo de tu piel.

La suavidad de tus caricias

mi motivo para viajar

allí donde el te quiero

lo dices sin hablar.

Lo que me alegras

sólo con tu existir.

Es todo lo que significas para mí,

lo que me haces sentir.

Es el agua de tus besos.

Es el fuego de tus labios.

Eres tú.

Eres tú mi vida, mi luna.

Eres tú en cada noche fría mi calor.

Eres tú la chica que siempre soñé,

la chica que siempre deseé,

la que vivía en mi subconsciente

para cuando apareciese

darla lo mejor de mi existencia.

Deseos, ilusiones, anhelos

definiendo mis sentimientos.

En mis recuerdos tus besos

sabor de hiel.

Tú mi motivo para soñar.

Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,

tú todo para mi.

¿Por qué no has aparecido

en mi vida todavía?

cuando por amor se quiere

a quien no ama

y por soñar se vive amando,

por amar se vive soñando,

y el que siente se miente

quiero mi despertar y verte a mi lado

para sentir que en un pasado

andé con la botella en la boca

y no que ella

chupó de mí mi vida entera.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009



Yo te sentí

Puedo escribir todos mis pensamientos

y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,

el amor no quiere ser pensado,

ni si quiera ser conocido,

sólo sentido.

Yo te sentí amor

y por querer pensarte

desapareciste entre la ténue luz de luna que me abrigaba.

Allí la razón apagó los latidos de un corazón.

Como tierra yerma

marchitó aquella flor que un día llamé amor

y ninguna pudo ocupar su lugar,

sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.

Pero yo te sentí amor.

Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009 




Contando mis recuerdos para volver a amarte,

me pierdo en tus detalles y vuelvo a desearte.

¿Cómo estar triste? si siempre te tengo presente.

¿Cómo ser débil? si tu amor me hizo ser fuerte.


Es el ocaso del tiempo que me dispara,

derrotas y victorias en este campo de batalla.

Una sonrisa y un beso recogió mi alma

junto con un te quiero sincero esa fue tu arma.


Mi pensamiento vi volar junto a ti

desde el momento en que te conocí.

Con mis besos y caricias tu cuerpo recorrí.

Mi pasión mantenerte viva dentro de mi.


Contigo en mi vida, se encendió el fuego del deseo

y de deseo en deseo encontré mi anhelo,

el insomnio de este vivo sentimiento

no perderte nunca para soñar despierto.


Y a si cada día volver a amarte y desearte.


Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009 


PLUBIA AMÔRIS


Plubia cordis,  ardentissime cupere amóris

stupóris,  dêsíderium,  sempiternusa laetitia.

 Diês,  carpentum,  accrêvî calôris. 

Colôris,  vita,  venerâvî canôris.


Laetitia exspectare cupitum  nostra. 

Ostendi âlae,  festînâvî blanditia. 

Cropinquus,  somnus,  versus,  littera.

Prôfêcî  imus,  creâvî blandus.


Basium dulcis,  aqua pûrus.

Sânô anima,  fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrô  metaphora,


suspirium natura,  amâvî ferventis.

Distantia  dêstinâvî dedisco côgitâtum.

Volui pûrus,  sôlus cordis.


Callis unus,  sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas,  contentum  esse  vêris.

Ignis,  dêlectô noster appetîtus fôrmôsus. 


Förüq


LLUVIA AMOR


Lluvia corazón,  suspira por  ti  amor 

estupor,  deseo,  eterna alegría.

Día,  noche,  crece  calor.

Color,  vida,  venerada sinfonía.


Alegría soñada,  deseada nuestra.

Muestra alas,  acelera caricia.

Cercanía,  sueño,  verso,  letra. 

Entra profundo,  crea  sonrisa.


Beso dulce,  agua pura. 

Cura alma  sinceridad  uso. 

Deseoso sueño,  arde metáfora


suspira esencia,  amando fogoso.

Distancia  decreta olvido de razón.

Querer  puro,  solo  corazón.


Vía  una  (vida mía), sentir.

Hermosa compañía,  contentarse primavera.

Fuego,  complaciendo instinto hermoso. 


Förüq




















































































 


 


HIPSÍPILA





































Autor Miguel Esteban Martínez García

Entre sierras y montañas

de verdes y valles de ríos sangrientos,

ven pasar la espada de Hipsípila

árboles milenarios

asolando a los caídos,

ven lejos los astros prepotentes

de sí mismos,

desconocen el hijo del viento y el Sol

que va por los senderos,

¿Dónde irá ese hombre?

-Sólo él lo sabe,

a una princesa vampiresa

le prometió una flor

de la montaña más remota y alejada

pasada la Torre de Hércules.

Con raíces la trajo,

sin un solo pétalo perdido

ni hoja caída,

a la orilla del río la puso,

a la orilla del río ella la quiso.

Cada primavera iba a visitarla,

cada primavera su flor

de color distinto vistió.

Un año notaron triste a su flor,

extrañaba su montaña.

Su amada le pidió piedras y tierra

de donde fue encontrada,

a si lo quiso, así sería.

Al llegar a la montaña

en el lugar de donde estaba la flor,

allí una serpiente sabia encontró,

cual ella le dijo:

Si muere esa flor morirá tu alma:

-¿Qué misterios entraña

pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó.

Sí quieres saber más pregunta

a la reina de las mariposas,

que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó,

en el camino una mariposa

se posó en su hombro,

le dijo al oído

sígueme mi madre te espera en el bosque,

allí fue,

la reina de las mariposas,

le dijo que esa flor fue

de las más antiguas en crecer

después de los helechos,

tan antigua que tenía

capacidad de sentir intacta

como los humanos.

De ella se despidió

tras darla permiso

para beber de su néctar.

Rodeando la flor

puso la tierra y las piedras,

decidió tras el consejo

de la serpiente y de la reina mariposa,

visitar a la flor cada mañana.

Su princesa también se alegró

y del bosque un lobo para Hipsípila

regaló,

en amor juntos vivieron.

Un día la flor se cerró,

en su interior

semillas latieron hasta

caer a la tierra

con las primeras lluvias;

de cada una de ellas,

brotaron plantas jóvenes

con los colores del arco-iris en sus hojas,

de cada semilla

de esa antigua flor

despertaron las hijas sídhe;

hadas que cuidaron el bosque

y cada arroyo, esa fue su leyenda,

un cuervo un día en su ventana posó

dijo con amplia voz:

A la tercera luna llena

vuestro mundo caerá en guerra

solo el tejo milenario de las runas del padre

Tuyo Hipsípila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir

Y a vuestro lado luchar

el árbol inmortal solo pedirá un acertijo

para ayudar mi nombre que es Förüq

os ayudo por traerme sustento cada día

desde que sigo a vuestro lobo del bosque

de la sombra y el manantial eterno.

Hipsípila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomado,

lejano y distante su reino de amor está

Como su princesa por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje gris lánguido,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñido su color añil.

Vientre de hierro

Donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tordo, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de castilla

Sin preludio de su princesa

Que no amará su tierra

Si no a su Hipsípila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavío triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su princesa

Que ya Más no quiere

seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

El albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.

Grama fría

en la aguja que mece,

que sostiene la enhebrada parca

de la mente que clama

la muerte de la conciencia

y su desdoblado humor.

Gris el hálito crepitando

que cayeron los templos

de huesos mientras

Hipsipila nacía

de la fuente de la vida

en reino inerte cobraba lugar

él lloraba piedras de montañas

subió los montes,

los hielos derritió, con paso lento y decidido

a las plantas les dió voz,

el reino del hombre cabalgó

sin entender su religión

que no era basada en el rayo de Sol

Hipsipila cabalgó y cabalgó

Sangrando su dolor en rocío de flor.

Un día se detuvo en un castillo

de las tierras del norte

allí descubrió una princesa

de ojos color tierra

y unos cabellos color de su fulgurado

Sol y su ilusión se encendió

pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa

para luego hacerla su compañera eterna

compartiendo su secreto del manantial

ningún reino pudo más que al

de Hipsípila inmortal que a su castillo llevó

que traía toda simiente vegetal

y todo pájaro trinó Hipsípila siempre vivirá.

Legaba su destino a Hipsípila la segunda

luna nacarada, repleta en el ojo distante

del castillo reino del inmortal albor nacido

crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor

el bosque de la sombra y el manantial

con el que despertó aquel inmortal dragón

era iluminado en golondrineras y yedras siniestras

el lobo corría marcando sendero

hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos

un torcaz mensajero llegó al castillo

con premisa de ofensa para Hipsípila

pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte

si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas

contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio

sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen

era el origen de todo lo visible

ÉL, último guerrero de la luz

ya ante el tejo guardián presentado

humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra

el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol

sólo uusted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo

yerto ser que en ella

descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para

acabar con ésta cruel injuria

que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano

-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa será escuchada

¿Cúal es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro que mora

nuestras hojas?

-Förüq es la respuesta, contestó Hipsípila

tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre

fue presuroso en compañía de su amada y su lobo

a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba

la cerradura

del cerrajero universal llamado Hierro

al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al unísono

del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial

toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre

se iba dibujando

en corazón naciendo del agua abriéndose

una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre

dijo al despertar:

Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe 

dueña de la sombra.


Mundo salpicado de colores

de líneas decadentes y sumisas

al poder del linaje

el reino del hombre se alzaba a la tercera luna

como un pintor de batallas

él estuvo allí combatiendo

entre galeras y cañones de fuego

los mares teñidos de rojo Hierro

tuvo que combatir pero regresó a su castillo

allí su mujer le esperó

recordó quiénes fueron sus antepasados

y un temor le invadía

el denominado Diablo y su anterior existencia

con el nombre de Caballito del Diablo

vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.

Le esperaba su nueva oportunidad de servir

a su padre darle un nieto en albor,

la sangre de Hierro le aguardaba

y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio

trompetas de Higueras del Demonio

aquella noche sin luna

cabalgó la pasión de la victoria

con todo el reino de fieras yertas a su lado

codo con codo contra todo humano guerrero,

los animales le ayudaban decía la leyenda,

le prestaban sus ojos

la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.


La pasión le envolvía

aquella noche que su mujer se transformó

en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee

y el deseo cabalgó aquel Hipsípila en dragón de ojos de zinc

como su nombre dragón volador voló

adentrándose en el cielo encerrado de su mujer

todos los murciélagos del mundo

fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer

nueve meses nueve días y nueve horas

dieron para que naciera de Leannán-Sídhe

la más bella hormiga León del mundo conocido

esperando hacerse adulta y beber

aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo

de la eternidad,

a espensas del ser futuro que avanzará de su muda

la joven Hormiga León Nepa Grandis.

Pasaron lunas

pasaron soles

mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres

ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal

acompañó a sus padres al manantial

y al beber

fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando

finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón

teniendo comienzo el reino de los inmortales

Hipsípila y Leannán-Sídhe


Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera

de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal

del castillo de Hipsípila,

el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave

en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta

su segunda existencia sin condición

hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida

jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo

dragones volaban rojos amaneceres del cielo

en este mundo sin el humano ser

sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio

los caracoles hacían carreras con meta en la planta

que trajo Hipsipila de la montaña más remota

pasada la Torre de Hércules

los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones

y torneos del reino de sus semejantes

se daban regalos entre ellos

los duendes celebraban coronación ahora

en el bosque de la sombra y su río de sangre

bañado por el manantial eterno.

Suena el río, agua llevaba,

alma de fada silva ella,

bebía en la orilla alegre

flor roja lloró su tierra,

blanca cierva a fada triste

cazador hiere su flecha,

enhiesta espina gemía

flor abierta brotó en yerba

, fada herida ya descansa

latiendo la parca negra,

yace en helecho silente

suspira su sangre yerta;

Enamorado el helecho

una flor mágica asienta,

tambores suenan la tierra

los duendes lloran su fada,

ahora el helecho era ella,

mueven la piedra ocultada

cazador tropieza cerca,

el río ya lo llevara,

fada flor de helecho yerra

duendes cobraron venganza,

cantó lo que el bosque alberga,

misterio de cierva fada.

Fada flor de helecho inverna,

cicutas toman la sangre

veneno hacen, blanca cierva

cuervos la cena discuten,

cazador ya río lleva,

lleva el río su latido,

campanillas suena yerba

duendes coronaban fada,

fada su vida celebra

los espinos la cuidaban;

Flor de helecho fada bella.

Enhiesta flor fue semilla

, altiva plántula fue ella.

Quién fuera ella, tan linda.

Él fue y es, ella no yerra.

Aún plántula fue fada.

Valor, honor, sí fue cierta.

Él aún duende a ella la ama.

Ella la flor, no era yesca

ellos cuatro siglos ''juntos''.

Los dos sí saben, ''leyenda''.

Aquel fauno cazador cayó al río,

y el duende enamorado del hada

preparaba su entrevista con Hipsípila

debido y lanzado a revelar su secreto.

Ya en el alfeizar de la ventana del castillo

llamó con insistencia al cristal

Hipsipila le vio e hizo entrar

a qué se debe su honrada y grata visita

señor duende

-Pues traigo noticias importantes para usted

de mi origen, mi único secreto de vida.

Muy bien cuente sus nuevas si gusta

-Pues resulta que le llevo soñando

y todos mis sueños me indican que usted es el origen

eterno de mi espíritu en cuerpo

usted hipsipila fue y es mi siguiente vida

le agradezco despertarme de la entraña de la tierra

para poder descubrir con resurgir que mi vida

no cayó conmigo,

le pido con este mensaje cierto y verdadero

que me otorgue permiso para beber de la fuente

de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo, así como usted luce

apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.



Afirmativo fue el permiso de Hipsipila

al señor duende resurgido desde del umbral,

se iban hacia el manantial una semana más tarde

de la visita, algo desconocía el duende enamorado

y era la sorpresa que le aguardaba...

Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna

para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.


Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra

al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados

de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogió con una tinaja de cristal

agua para la rama mientras el duende se decidía

fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales

sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio

y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal

hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro

fundido.

La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto

o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas

era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como

agradecimiento,

allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo

injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho

hada

al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar

el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas

con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta

un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsípila:

Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra,

su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,

y quedó preñada Lhiannan shee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días

siguientes

un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos

eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.


Corría de la vereda a la rambla castellana

el inmortal hálito de quien bebíó de ese manantial de la vida,

decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee

llamar a su hijo abejorro Genaro,

él iba feliz cumpliendo recados de su madre

como picar todas las flores del bosque sombrío

y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas

con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad

sin guerras,

un día llegado el verano y su estiaje

planificó Hipsípila un viaje de vacaciones

junto con su señora hada Lheannan-Sídhe

viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte

allí cenaron y de la simpatía derramada

el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende

se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila

a cambio de alimento Hipsipila aceptó,

aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe

reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo

debido a que aquella antigua princesa que habitaba

tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee

que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque

mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo

hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes

necesitando volver a despertar eterna

en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste

el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad

regando el helecho con la flor de su hada

y protegiéndolo de toda fiera

debemos invitarle esposo Hipsípila a que vivan en nuestro castillo

y el duende sea real jardinero tuyo.

Así lo hicieron tras regresar con Cúlebre

y todo el mundo deslumbró de felicidad.

Canta mi sangre yerta,

de agua eterna

el hierro de mi tierra por sembrar,

trayendo toda simiente hasta desde el umbral

canta la amapola vieja,

sangre del corazón carmesí,

sueña mi semilla despertar,

donde el muerto cave su vida,

y mi cicuta triste,

enraize el paraíso,

de pieles sedientas

y hojas muertas,

corre mi otoño desde la vereda a la rambla,

de la fuente eterna

corre mi frío desde el infierno

al río de esta alma por ganar,

encina yerta de mi piel esquiva,

beso de tierra y vid,

beso de trigo y girasol,

canta mi amada Leana en su mirar

de cuchillo de espiga mi cante,

de zarza y espina mi amor

real como intangible nuestra eternidad,

áspero y rígido,

bravo y valiente,

duro y endeble,

metal y simiente,

pan y niebla,

niebla y bruma me desprende,

desde la boca hasta el pecho,

donde canta mi pasión sin despecho,

vive esta sangre caliente,

lumbre de mis tocones,

nube del cielo por dibujar,

a estampa de sed y viveza por entrañar,

canta mi umbral,

quiere tener soles y lunas sin gemir,

invierno llegas,

dibujando transparentes los miedos,

avanzas cada campo sin permiso,

helando hasta el hielo,

oda de mi sangre yerta,

por mi tierra me arde la siembra,

y el beso queda escueto,

parco el sentido enamora el hálito,

de nuestro feliz mundo

quién te viera marchar,

vestida de olivo y centeno,

de olivo y cebada,

de trigo y espada mi guadaña,

por la calma abrasas la esperanza,

en maldición cantas tu canción,

y los cuervos te rinde pleito de negra ala,

de grazno escondido en cada roble,

del humano yerto ser

desde la piedra a la cueva

abrasas oscuridad mi entraña,

dibujas tu vívida estampa,

donde el tiempo yace muerto,

y solo los duendes te entienden,

solo las hojas buscan su nueva vida,

deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad,

la dicha y la sombra por ganar,

desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,

desde el cante a la maraña,

te canta mi vida quieta

este amor de la mañana

en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,

suspira el rojo,

quiere ser río de alma y arrojo,

quiere nacer abrojo,

el espino mece la espina de mi antojo,

y la amapola amarilla,

solo ella abre a la gran luz,

horizonte de mi piel que quiebra como ayer,

enamorado suspiro de frío,

enamora mi hielo,

donde duerme,

donde reposa el amor de mi sangre yerta eterna.

-Cantaba Hipsípila a su hada Lhiannan Shee

que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida.


El Castellano y Leannán-Sídhe



Disparo de plata:


Fuente de mi vida,

yo que he nacido de esta piedra,

y por ella mi luz no rompe los siglos

que me crearon,

te busco como agua que arregaza,

como brillo del fulgor y su carcoma,

he visitado y he contado mis muertos

nunca han sido suficientes para vivir,

en este hielo que crea adereza mi corazón

con mi alma de lanza,

mi estaca de yodoformo,

germinando mi rosa de psiquiátrico,

he intentado patentar el suspiro

que corre que vuela por la ventana,

una caricia de espina,

y un pétalo oxidado,

te busqué sentimiento y tu abrojo,

por cuántos lindes mecías tu cerrojo

y tus cerrojillos de cerrado,

soberbio me lancé en la oscura noche

como un disparo de luz,

alcanzándome una luna de plata

siendo mi verso sincero,

y fui silencioso

empresario del verbo crear,

cuántos disparos me creaban de la nada,

siendo fugaz hoguera de la llama

su eterna vida.



El Castellano


Por el plantío de mi casa

que ella es verdadera

que por ella los lobos no meriendan

flor verdadera

miel de Hipsípila

avanza no se detiene

es una furia que nace

se parte el alma entera

que ella es verdadera

miel de quimera

flor de primavera

mi señorita dama de la sombra

hija de la luz y de la tiniebla

avanzo el bosque de la sombra

nada me detiene

quiero abrazar a la primavera

y que sus brazos se dibujen,

que por ti cantan los montes

en esparto y espliego

por ti se abre la tierra

y se come mi pasado

que solo conozco un presente

desde que te conocí

y el mundo me guarda tu sonrisa

del barranco a la rambla

baja a correr mi alma

que por la Flor primera

cierran en verso

y se blanden los tambores de los grillos

para con una trompeta de los ángeles

el cielo derrumbar

y que si no vivo allí contigo

el infierno espera

que florezca rosas

en invierno.



Lime esta araña:


Limé, el tiempo se abrió

estremecieron fulgores mansos,

mordí el viento

aboqué aromas de florestas húmedas

a un límpido reposo

digno de altas flores,

yo construí el engranaje de mi silencio

latido de este el mío verbo,

hojas atrás no murió mi ímpetu,

cabalgó horas de hastío rey del tormento,

un cebollino nombré caballero de mi poesía

trashumante.

Diestro compás silente me reí de la muerte,

pétalos atrás no caí sin simiente

era o no mi dulce suerte,

rajando al silencio clavándole

fugaces muertes para otros ojos

para otros esbozos dementes,

ritmo cadente al fragor de nanas aterciopeladas,

en verde musgo un fantasma de lo vivido muerdo,

abrigué mi latido me tocó vivir

en casa del surrealismo,

un trance desdoblado de boca abierta,

siendo esta escritura un pez de eterna cola,

satisfecho cuándo

no dejaré de escribir ni aunque muera,

alguien lo pregunta,

no me cansa esta limadura,

abro la puerta del cerrajero universal

por si algo suena,

una serpiente preguntó

si era yo real acaso tú lo eres o te acabo de pensar,

vente al lago de la vida eterna

mataremos a Hipsípila

que luce senil y arrogante,

carpa respira en tierra creyó que la tierra era su cielo,

un ocaso perdido,

una luz difunta,

entre el verdor de los pinos

una lustre sombra camina,

jilguero que en su cardillo posa,

bola que no sé dónde anclarla,

vida en mi tiesto

si no soy planta lo demuestro,

luce de risa mi esqueleto,

raspas atrás alimento este don funesto,

ventanas rotas, cristales calientes

todos los cuadros de tu vida

volviéndose polvo,

todos tus héroes vueltos pasto,

infinito remanso

cúspide de mi alma hiriente,

sones quiebran tambores,

abeja de mi panal yo quiero tu flor

tengo el aguijón,

viviendo para el momento,

nací mejor que la estática muda

de esta araña infernal,

entre estos jardines del alba

nací vencejo

como toda existencia tuve infancia

con mis animalitos que encontraba

feliz fui,

crecí y tomé del mundo

gustos como disgustos,

a mi sufrimiento

lo puse con marco en mi habitación.

saqué mis clavos con otros clavos,

y qué, fui malo y bueno,

este planeta acaso no obliga,

reí lloré al fin dije

estoy vivo, que venga el mejor que yo

que yo mejoro lo mío,

consumí solariegas planicies del polvo,

pero no fui pelo ni pelusa,

me gusta lo que me gusta,

azares precoces de mi destino

desnudo en oscuros puertos sin salida,

indemne tras estamparme

de precipicios al ardor de cinco silos,

era o no era soy el mayor egoísta cobarde,

pero amo mi estampa porque sólo yo la llevo,

qué remedio mejor vendido

ninguno,

déjame ser veleta de este negro puerto,

flagra mis espinas de hierro,

seré mejor que yo mismo

conforme mande el tiempo,

llórame estas nubes de otoño,

que me arde este cuarto de siglo,

disfruté y lloró mi abismo,

dame los puntos cardinales

de tu cuerpo

seré reflejo y tormenta perfecta,

perdí el norte en mi poema

llegaré derretido el horizonte

a tu casa cabaña del cielo

lloraré metales y simientes

hasta que zarpes mis mares.


IX

Derrites mi estampa fija

al ardor de tus ojos marrones

este hielo mío alzado,

miradas obtusas

entre la ventana al infierno,

deslices quietos se cuelan

por abismos dibujados,

escucha el sonido de tu grillo,

estira su sol mayor,

allí donde la luz que le daba calor

era ausente, crepitaba entre yedras,

el amor a su espiga naciente,

ababol entre fulgores silvestres

tras él

el sendero agrietado

por donde nacía el río

de todas las flores desangradas,

lirios negros acompasaban su orilla,

llegando al manantial eterno,

de Hipsípila y su reino,

ocasos sonrientes,

entre miradas complacientes,

el único reino se estremecía,

derretían sus pilares,

la oscuridad hizo manada,

el día tornó noche cabalgada,

vapores exhalaban las esencias

que todo conformaban,

los cauces olvidados

se llenaban de sangre

los ríos lucían su rojo brillo

con hematite,

la realidad había cambiado,

los colores lucientes de los suelos

eran dominados por tonos mustios,

cual era de la penumbra,

los mares eran seña de brea encendida,

el averno tomó superficie,

todo lo muerto se alzaba de nuevo,

era de las caras muertas,

la lluvia caía hacia arriba,

las estrellas de aquella noche eterna

en vez de luz

emitían a modo de ironía

capítulos de erase una vez el hombre,

todos los edificios

se alzaban ahora horizontales,

Los huesos caminaban,

la luz quedó prohibida

bajo honda sepultura,

las leyes naturales fueron cambiadas

por antinaturales,

la aberración gobernaba

todo lustre en movimiento,

los peces se volvieron parásitos,

y se multiplicaban solos,

la red sanguínea

que seguía la vida

era de color azabache

por su podredumbre alcanzada,

no había oxígeno

todo respiraba humo

de este mundo en llamas,

Hipsípila era feliz en la luna,

sembrando sus simientes

siendo el principito

de esencia invisible a los ojos,

sabiendo que su retorno

estaba cercano,

para sembrar todo el planeta tierra

y tener su reino de nuevo.



Por esta fuente fría:


Retozo este empeño,

traspuesto a los fuegos

del hombre

y su cuerda,

pasa los tiempos llorando.


Diestro, ambivalente

en dirección umbría,

vive colgando huesos

de sus pestañas huecas,

bajo mis sombras,

cenizas laten,

la quebrada fluye,

un iris

de ojo negro

en estos pilares

de fuego

que me alzan

estaciones que correr

años que nacer

en tierra abierta.

Estrellas que matan,

mi aliento de piedra,

atravesando estos ojos

brota mi fértil lluvia.

Crepita mi dragón

en esta fuente fría

profundo,

arde su brillo

de oscuras alas,

retinas, un frente

la caída de esta falcata.

En este cerrado horizonte

rizado, expuesto, consumado,

mis soledades tejen.

Una encina

que lejos habla,

que cerca grita

yo soy por siempre,

eco que se retoza

entre verdes valles

que teñidos

en furor de sangres.

Ay la tierra.

Ay de ella,

sé mi hundida victoria,

por este umbral

silente que marca

mi frente,

por este puente, por esta cepa,

el ruido es fulgente,

los ocres rinden

en colapsos de tules

iridiscentes.

Cabalgaré el astro

traeré esta flor de luz

a Hipsípila,

de una montaña

a un dulce valle,

injertada la sombra

la vena late,

traigo la creada ascua,

por si reverbera,

sobre un tiempo muerto

en el que no dolía

esta rivera.



II


Rompo saco los ejes

de esta imaginación en campana,

yunques despiertos me clavan

que llegó mi momento,

taciturno lustre oxidado,

alas en bronce agujereado,

es por mí es por ti

que dicta este haz apolillado,

polvo en el viento

sombra desterrada,

el alma de un cuervo,

un granate dirige esta mi sed,

hasta ser color de ayer clavado,

al limpio, seco, duro faz ensartado

cabalgo que avanzo

y sombras me acompañan

esta visión serena, opaca, angelada,

siendo directriz fusilada,

que late el cuello de la penumbra,

cuando oscuridad llama

estoy sembrando objetivo

de mi postrada calma.



III


Tiempo que se oxida

en este vilo,

eternidad azogada

en negras tijeras,

es el tiempo

de mis murciélagos emergiendo

de las sombras y su madre,

se estira otra primavera

por mi avenida,

me mordieron

y no me arrepiento

de mi nueva vida que tiento,

oscuros silos me acogen

donde sembrar alaridos

de vidas traspuestas

a mi fría caricia,

soy ente de otro ente,

mi sombra me quiere,

yo la digo que un día la alcanzaré,

que muy lejos no vaya,

avanzo que trenzo

el tiempo de mi suspiro helado,

para no tener alma

ni espíritu de hielo,

sólo una sed de vida

por repletar,

de un horizonte al hierro

encontrado,

de una arteria

hago río de sangre

en mi adentro.



I


Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.



II

Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.


III

Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

Hipsípila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.



Santo señero, 

dulce iris de mis desnudos campos,

dioses habitaron tu entraña que guarda,

cumbre eres de la loma despeñada,

réquiem de viejas espadas

que te labra,

quieto, el viento te encara,

vuelve a soñar que fuiste tiempo

de los tiempos,

estático límite

congoja deslizada de abriles febriles,

una oda me avanza

sin piel, sin moral sobrecogedora,

decidle a la tierra

que mi alma bulle,

este parco horizonte me teme,

oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,

un desnudar de las secuelas de esta voz,

amaré tu vientre como se aman las flores,

no habrá reino

contra Hipsípila

aterra calma entre alas

de libélula,

entre sueños de drosera.

Partiré mi vida,

recostando mis sangres,

floreciendo rosas a mi madre Belleza,

hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,

en un guiño que descalza

sones por hendiduras sangrientas,

hasta enjaular mi aliento que te canta

por ajuares de estrellas las más bellas,

mi desaparecida sombra,

plañe que llora en su alma verde, pura,

oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,

eres un enjambre de furtivas 

soledades que se vencen,

caminas tus vastos metales

en tu oscura tierra,

una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,

te duerme la piedra tu encina,

un deshojar de tu rivera

siempre,

de tu río Mundo

a mi pùeblo de Fuente-Álamo

jamás te muestras herida

mi Castilla bonita

mi Castilla sin yaga

por la que encuentro

en el cielo un monte y un atajo,

hasta vivir la plenitud

de dicha en barbecho de tu idea

mi vida, mi raíz,

mi falcata de natura.


El Castellano


Flor de tierra:


Fuego en el agua de su mirada

de los vientos auspiciada,

la ceniza consumía su carne

ardía sin mesura su compostura

naufragó valles y sus caricias

su bandera fue de su vena acequia

molinillos fugaces sus pestañas

de él se enamoraban las hadas

de ella la primavera entera

con cabellos del rayo de Sol nacidos

ojos de tierra sin lugar era bella

clamaba su voz la cima de la montaña

descendió abismos

para anclar su esencia en la belleza

que late y envuelve su huella

conquistada en miel

su ambrosía

gemía la caricia

para brotar altares de hueso

y murciélagos de sangre

lloraba piedras en sabiduría prendidas

la bondad alzaba en servicial entrega

su fuerza era de su amor hoguera

él lloraba flores para ella su amada

su verbo a veces tornaba carmín

en pétalos de silvestres rosas desangradas

su voz germinaba la tierra a su paso

el amor a la tierra no le detuvo

ni sostuvo en fracaso,

encontró con ella el amor

que le fue negado llorando espinas

y si sus abrojos nacieron no fue

más que para rajar el viento

difuminando el tiempo en estaca

de eternidad con fuente y manantial

anclado gozo en armonía

bailando de la mano y naciendo del alba

jamás capturada

pupila enfrentada

que mecía

que gritaba,

retorciéndose la sombra.


El Castellano y Leannán-Sídhe





Primer poema sobre Hipsípila: 14-09-2015


Hipsípila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomado,

lejano y distante su reino de amor está

Como su princesa por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje gris lánguido,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñido su color añil.

Vientre de hierro

Donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tordo, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de castilla

Sin preludio de su princesa

Que no amará su tierra

Si no a su Hipsípila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavío triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su princesa

Que ya Más no quiere

 seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz 

inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

El albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.



IX

Resumo por esta visión

cuantos años yo he nacido,

sereno derrumbo marcos,

ventanas acrisoladas

de ayeres de espuma.

En este campo de luna

yo he vivido,

cada respiro un océano de olvido

un soñar entre leones

un caminar entre fugaces sienes,

somos los que somos

y cambiamos algunos,

hago mis promesas de barro,

mi latido esquilma el miedo,

tijeretas atrás y nazco de la ciruela

mi hombría se encarcela

entre fanales labios de hoguera,

lago donde se baña mi suerte,

hoy y siempre mordí mi estrella

vengo en llamas prendido,

es esta quimera una hoja quieta,

sopla sopla mi alma llena,

polvo del polvo,

una senda mi silencio quema,

horizontes verticales

ratas sumergiéndose,

granates estallados, gramas que caminan,

voy por las calles de noviembre,

ahogando sus rincones afilados,

estas calles me saben a humo,

estas gentes desconocidas

parece que las mueven

y arrastran en un sentido,

todo es fuerte

pero la oscuridad es más fuerte,

panales de esta luz intransigente,

luces intermitentes,

sudores de semáforo,

me cuelgo de un escaparate,

todo está fabricado,

y en proceso de construcción,

hasta el hoy podrá venderse

en tinta y pluma,

en imagen y con solapa dura,

una ventana sin cristal,

un agujero sin salida,

tambores de mi sueño,

relojes sin maquinaria

soles guiados por cuerdas,

el infinito es ahora,

lucen mis espirales siniestras,

ancladas a este azabache,

es hoy el día,

brotada mi subrepticia,

deshojan mis esperanzas

caminillos de plata,

recta duda erizada en mis besos de hiel,

trasquilado mi lobo

queda una certeza despierta,

alimenta cariño esta mi esfera,

pierdo el control

me avasallo

en mi piel de agasajo,

he nacido para esto,

que sea bueno o malo no pregunto,

porque escribo para mí,

estas certezas mías de escalas

cómo medir el arte,

sólo comparándolo con un similar,

poco más porque jamás medirse puede en virtud

ni en talento ambiguo florecido,

era un abismo descorchado,

un tren que cruzaba mi noche,

hasta alzarme sin derroche,

entre sus navajas que me apuñalan

los versos

que sangran carmines,

y nacen cuervos que muerden,

era una polilla de cemento

que nació aleteando

estos pavimentos de mi sueño

augurando la cremación

de mis labios

en otros ojos.


IX

El tiempo que se abra

y brote mi vida

al compás de un Sol mayor

resumen de existir en el brote

de una zarza que allí

baila mi hada

estallando en flores su pelo

tierra yerma que vio trinar

el estruendo de un zorzal

quien te viera caminar

vestida de espiga y lavanda

por ti se abre la Rambla

tus cabellos iridiscentes al brillo

canta al son mi grillo

por un camino se bifurca el reguero

el gato lame su pelo

yo estoy esperando por si te encuentro

mi señora de las flores silvestres

se Acuña mi aliento

en una flor del viento

una flor pálida nació del cielo

con sus colores alegró al tiempo

de sus hijas nacieron alegres vientos

del norte que en color vistieron el bosque

una flor naciente abría su esplendor

a un Sol de mayo por ella tormentas

nacieron germinando a su paso

vivezas de antaño

por los prados viste mi calma

fiel a encontrar tu amor un día

por si el cielo se abre

que sepas que él te mira

mi señora de las flores silvestres

un cardo de la dama en tu mirada

por si vivo mi vida te entraña

fiel de esperanza

una flor bajó del cielo

a expensas de sangre tener

ella se volvió mujer

con tu nombre en la piel

por la floresta danzaba mi suplicio invernado

fiel testigo maravillado

con amor en las venas esperando las flores

de primavera y sus caléndulas

despertaba por fin Ostara

y el cariño de la tierra

mecieron los terrenos

un soplo de su aliento

me floreció un beso

Cuando los jacintos abrieron

sus flores al horizonte del terreno

yo estaba despierto

surcando la mente de quien me piensa

con paso lento y decidido

transmutaba la flor de Odín en luz

cabalgando un arco iris de estrella

sonaba la campanilla entre grama dolida

era el momento de acostar

los dientes de León

al tiempo que besaba fragancias de colores,

en mi jardín de duendes.





Lilit primer demonio Sombra de Eva:


Hija de la noche así te llamo

un sabor digno del amaranto

que la luna encierra tu canto

entre oscuros reclamos te vistes de encanto

los grillos lloran tu nombre

en esfera de azabache te haces certera

el viento es tu incipiente respiro

incesante, desvencijado halo de sangre

despiertas por el latido que llora tu nombre

por el que la polilla es reina de la estrella

ese que plañía la noche

cuando la sombra se hace eterna

gimes en las fuentes de primavera

un beso de horizonte malva

el espíritu lleva tu nombre grabado

como desvelo consumado,

aire es tu apellido engalanado

a la novena estrella sin luna caminas

tu vida no entiende de clasificaciones

sólo tú reinas la noche

cuando el sueño hace el amor con los dormidos

ries y lloras con la lluvia

la tormenta es tu carcajada

al latido sordo de oscuridad abres tus ojos

el día por tú tenerlos tan claros ciega

las ondas en el agitada agua

mecen tus rizos

un sueño despierto del fulgor y la belleza

te engendró a imagen de la centella olvidada

tu ser respira ambrosía amada

perdición de muchos

orgullo y alabanza por mí

que soy más fuerte que el mal

que juega, corre y cosquillea

con tu entraña sí esa por la que mis buques

dejarían su ancla

lobo de día cuervo de noche

que en tu ser se acurruca

y al sol desnuda

resplandor de almas fugaces

nuestro baile

vespertina perdición si amanece el sol

quiero ser de ti como el murciélago

a su rincón,

volar contigo como si el mundo no importara

despertar para abrazar otra noche

en la que girar

y en tu mirada encontrar fuego de astros

por dibujar y mi vida contigo sembrar

musa incipiente del artista

alma amada que se funde

prejuicio, mentira y verdad

ababol sembrado

tu corazón sin igual.


El Castellano



Vive el cuervo,

por el desvencijado respiro mío

avanza, mece y sostiene

un tiempo en réquiem,

por aquellas voces que sordas

laten, se descubren

se quiebran altares de hueso

por mis atardeceres de murciélago

voy a tu lado, siente mi caricia de pájaro

alzando nuestra luna de acanto

y alabastro gimiendo,

azabaches de tu pelo,

por el sendero despierto,

por el cauce de tu vida, la mía,

ojos en resplandores dorados al tacto

de mi astro soslayado,

vida de vida

late tu caricia

no hay retroceso ni regreso

tu sangre me colmó en beso,

nuestro cielo de amarantos

fiel al respiro que alcanzó a ver

tu belleza en noches de miel,

respira tranquila mi vida,

en este horizonte dormido

quiero ser de tu piel ombligo,

que no me sientas perdido,

quiero ser Siempre tu sonido,

tu eco alto que no hay pájaro sin nido,

esta noche será distinta,

el comienzo empieza ahora,

mi sueño de araña

que todo lo tejido

recompensa trae a lo sentido,

un avance de mi sangre,

ven al nirvana del ruido,

anticipa nuestro solsticio,

Yo que te amo en mimbre de esparto

y verde espiga de trigo,

fiel comando el suplicio mi Margarita

de los valles de mi sombra

displicente, enamorada.


El Castellano


Escarcha de luz:


Hilvanando sentires de plata

en estrofas cuarteadas,

quién a acompañarme baja,

mi yunque despierto se alza

entre madrigueras del sueño,

danzan las procesionarias en fila,

queda desolado mi alfeñique

que canta en el clavo esta vez,

un retal con retrato de quien fui,

las pupilas en orden caminan

el horizonte del cielo,

mi aljibe de cobre será sentido,

es un nido de grama

donde corretean versos de espuma,

chirría la carcoma

la madera de mi espalda

donde sostengo la sombra de Caín,

encumbrándose de la fiera

se alza mi bella entera

gritando por más oscuros sentimientos,

¿Puedes sentirlos?

¿Puedes sentirme?

camino fuegos

hasta complacer el ojo humano,

destrenzo el sonido de los árboles,

es un cuervo quien soy yo,

es un alarido que alza la noche,

por entre sillas desnudas

del alba sin final ni comienzo,

que sólo juega y ríe con las luces,

despistando flores,

entre ruego y plegaria

mi lamento tornó crujido de mi mecedora,

es una vid y un olivo que vive lejos ahora,

una linde en cruz con señero,

un agujero abierto

es una herida abierta

mi pozo con palabras en vez de agua.


El Castellano


Por ti crascita mi voz un día desempolvado,

que el cuervo me ungió la entraña,

oscura de negra onda pitanza corva,

es por este ser que se abre mi ala de noche,

un día mal parado,

a solas con mi endeble osadía,

Siempre, un pico de grajo rehúye,

mi cruel infortunio concebido,

nunca la vida que he tenido ha podido

esconder, escarbar un plenilunio,

mi pensamiento que sea hueso esta vez,

de azar desvelado, profusa mente,

destino de su color de ala,

por mi siembra que trascienda mi araña,

que genere dicha enmarcada,

no un funesto desapego,

quise ser siempre, el cuervo mi ser aliente

porque fui nunca por siempre,

imita, dirige la senda que antaño fue mía,

un corvo destello,

en rastro de azabache,

áspera templanza cruel la disonancia

que te llena en alabanza,

pobre mi despedida porque no existe,

brota mi día que sin querer encendiste,

no tengo elección, me queda una ilusión

llena en borbotón de esperanza,

se llama Gracias.

Gracias a ti que la pena bebiste

de mi vena socavada honda,

en acequia que mi sangre lleva,

pudo ser hoy el día más feliz que sentí,

miré mi soledad zarpada

en compañía del río,

y sólo sentí alegría,

sólo dije el mundo se hundirá

cuando el color oscuro

me impida pensar

por no tener hálito ni humor

y este río seguirá navegando sin final

tuve más que su agua que me forma

tuve su idea y mi ser se alza

para saltar su montaña

de todo quien que le quiera ver hundido,

exclama un buen grito:

- Yo soy libre.


El Castellano




Sangro y monto sobre un corcel de viento,

mi vida fiel hoguera

se va iluminando su ceniza

mosaico de mi sino

un diestro azogue del calificativo,

nombres fugaces a la verdad de las cosas,

hilvanando, esta araña que me teje,

como encontrar mi número trece,

tomando café con el bravo nueve

maestro halle donde se halle

mi numerología en espada,

una hoz y martillo por guadaña,

vuelan las águilas un cielo rojo en sangre,

creo en el poder de mis ancestros,

creo en el poder de su sangre de tierra,

porque soy cuervo,

y desempeño

elevar su espíritu a los cielos,

mis alas son palabras,

mi casa es el terreno

que si no está domado

cuido mis pasos dignos de respeto,

para no dañar el azar difuso

de vida y su enclave en tierra,

quisiera avanzar por tu tierra de fuego,

porque yo me quemo en tus ojos,

förüq desvelo que Significa cuervo

nombre revelado en visión,

en idioma antiguo como mis ancestros,

venimos de la bruma gris,

la niebla es nuestro traje,

de la sombra del agua,

un odio desvencijado,

por la alfombra

de quienes no son de nuestra extirpe,

ceniza polvo de tierra

nuestro pasado que camina,

abandonado por el Dios vestido en soledad,

claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.




Esteban El Castellano


Llueve mi ser:


Habrá un silencio verde,

la pianola de mis dedos

escupirá versos de cobre,

la tierra cerrará en vals

escurriendo por tus labios

mi ahogada serenata.

Abrirá mi colchón marino

una sábana de algas,

para naufragar flores y rosas

el alba conjugará besos de mi sed,

encumbrando mi anochecer,

cantará mi martillo,

sobre el yunque sonámbulo

de mi cuerpo.

Se afilarán mis cuerdas vocales

para cantar:

Un horizonte inmenso,

un cielo emplomado, 

ella es dios es lluvia, 

es preciosa sonata 

de hojas bailando 

el origen de savia 

ha estado oculta 

su bondad, por miedo 

a que puedan hacerla daño 

por creerla debilidad, 

siempre aplomada 

por venas razones 

que enjuician 

y la apresan 

por quien ella no es 

así se decidió 

por la vía rápida 

ser única, ser sólo la mejor 

porque no tenía rival 

ni semejante 

ella era lluvia,

lágrima de los dioses,

cuchillos de raíces,

la única bendición,

la única destrucción,

eres portal de vida,

eres más que tristeza del cielo gris,

eres un motivo para vivir

para nosotros los seres de tierra.


El Castellano



Quién te tuviera:


Estabas y no estabas,

estabas en el viento

que roza las sienes,

estabas en las hojas de los árboles,

lejana y cercana

según seas mirada,

me acariciabas la mirada,

te alzabas por cumbres nevadas

y cuchillos de grama

te gritaban,

te encontrabas en la margarita

sencilla del prado,

cuando la flor te posee entera

y no hallas más brazos

para jugar,

ríes y lloras sin parar,

la tristeza tornas

con melancolía

de quien te observa plena

como un rayo de luna,

como un horizonte malva

estampado en estrellas,

como un río y una mar,

no giras,

eres belleza sin igual.

Eres madre de la naturaleza,

principio y causa

de toda era

desencadenante perfecto

en eterna hoguera,

un ojo de un cuervo

te observa,

siendo de la noche

quimera bella,

siendo del día

laborado panal de abeja,

eres realidad

estás en silvestres aguas,

en la fiel madera

del árbol que te lleva,

eres agua de la rosa,

sudor de todo amor,

estás en la cueva

latiendo su estalactita,

en cada corazón vivo

y en cada azar de muerte,

eres sonido de viento,

sonido de trino,

una senda incontable de todo camino,

estás y eres fuego, elemento vivo

en la simiente y en cada alma que te yergue,

estás en cada palmo de tierra,

en cada siembra,

en la simiente que espera,

estás en cada planta

hasta brotar en mi garganta

cuando intento plasmar poesía,

estás en todo lo creado, por manos

del Creador Universal,

Belleza eres madre de este planeta

y del humano ser

acaso siguiera.


El Castellano





Un nido de grama:


Cuánto afán se midió en la estrella

donde el tiempo amansa y se acurruca,

es un afán perpétuo que deslizan los temblores

de las femes sus cabellos,

no fue azar ni ternura cabe

por la sombra que tiñe verde

mi cansado amor,

cuál charco se vende a mis lágrimas,

por una grieta acababa yo de irme,

cuando nació de mi poema una escolopendra,

escaleras a mi Sol carcomido en busca

de un crujido invierno,

de mi desvalido sueño

por el que dejar algo más que mis ojos claros

al mirarle,

voy con mi canasta de limones

allí donde las mozas trenzan sus ilusiones,

mi caracol tiene su canto afilado

por los soldados que violan espigas,

soldados alados dónde irán,

una casa se construye para que viva siempre

la ventana pedigüeña del hijo.

profuso monte desvalido

del olmo que vive lejos,

es mi savia un poder de dar vida a mis injertos

poblados,

una furia que atraviesa

mi vena de luz,

donde juega y baila mi amado murciélago,

en su colchón de luna.




El Castellano


Reinos:



Mariposa nocturna,

amiga de las noches

que escapadas revolotean en las luces,

mariposa blanca, blanca nube, blanca muerte,

cristalino rastro,

polvo de estrellas,

Transmigración de las almas,

Vuela mi conciencia,

descansa y juega con mi luz,

esta noche mi alma es tuya

blanca dama alada,

avoca tu perdición en mi sendero,

olvida tu atracción lumínica,

las estrellas nunca se pueden alcanzar

bonita ni la luz capturar.


II


Canto carraspeado, estirando el calor

por surcos y grietas de un rayo solar,

termómetro yerto, estirado

de todo espíritu muerto,

rejón de grados tu cuerda de cigarra,

cada simple vida de la nota sujetas,

por un campo que haces tuyo cantando,

que necesitaste medio siglo

para florecer en voz,

al viento que te dio garra

y cimitarra,

tu libertad es incuestionable,

agarrada a un profundo horizonte,

cuando el astro rey hierve,

tu crascitas el canto de día

porque la noche te puede,

para el relevo del único grillo

que afila el cuchillo del silencio

su fiel gemido sin nombre ni reino.


III


Armazón de quitina, acorazado

capaz de avanzar con sus patas, guardando alas,

escarabajo de todo ámbito y lugar,

tan variado como único al mirar,

desde la flor al desván,

tu voráz fauce desde el árbol, a la flor,

desde el desecho al coraje vivo,

suerte desde el descender de tu larva

al evanescer de tu metamorfosis,

azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa,

vida de calma y pulcritud,

apetito que no cesa,

muerte que no detiene,

ni elemento ni realidad que no ocupes

del reino animal

Rey insecto desde Egipto a Castilla

con su gorgojo de la encina,

desde un continente a ningún lugar

donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo.


IV


Cuatro riendas aladas

un mundo asesino de ojos,

corazón en pareja,

planear infinito por umbrales de luz y agua,

un reposo de la noche en un ser vivo,

colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo,

caballito del diablo,

libélula zigzagueante en esfera de mandíbula

espuela infernal del ser que acechas,

mensajero del cielo,

astilla con alas de la puerta que abre la vida.


V


Ambrosía de ser vivo sagrado,

oficios y tareas consumados,

albañil efímero tu dicha de genes elaborados,

quién a ti te osase,

tu esencia tu labor de escuela,

miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor,

tu tejer de los campos recogiendo,

siendo supervivencia de casi toda planta

tu legado Hymenóptera familia

tanto depredadores como recolectores

abeja que ante el peligro osas quitar tu vida,

en defensa de lo que amas.


VI


Reina araña de esta tierra de conejos,

ocho patas acecho de los campos,

maternal hasta llevar tu prole en el lomo,

araña lobo capaz de enfrentarse

con el alacrán y siempre ganar,

al acecho desde tu madriguera,

un hoyo donde vivir a la espera del despistado,

tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra

tarántula lycosa lycosa.


VII


Danza mi alvéo una sonatina

de hormigas famélicas

quieren alimentar a sus reinas aladas,

con semillas danzarinas

en busca de su nueva vida,

yo margarita quiero mi vida contigo,

para alimentar tu alma con versos,

nacidos del fuego en fundición de verbos,

recorro tu existencia

de la que soy tu hormiga león

del signo que me vió nacer,

la constelación del cisne,

quiero que sientas orgullo

de que soy tu hombre

asi no te dé un libro

te doy sangre para que escribas trece,

has demostrado belleza por tu fuente,

me verás eclosionar de mi etérea crisálida,

mi motivo para escribir a la naturaleza

descubrirás porque soy animal de verdad.



VIII


Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales,

antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros,

ágil correteas mis pensamientos,

muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina,

habitante donde haya humedad,

como un río que habitas corriendo,

como lepisma pececillo de plata,

tu longevidad mayor que la de un gato,

destello de que lo tuyo es perpetuo.


Moscardito:


Me besó la mano,

era muy cariñoso


eso fue porque eres bueno

moscardito lo es más él sólo pica flores ni lleva veneno

él sabía que siempre he querido ser de su raza,

amor mío reencarnarás si lo deseas,


osado aquel que posee su vida

sin preocupación suprema

que no sea picar la flor,

ser soldado alado

dueño del mensaje del superior,

visitar las plantas que Dioses sembraron

con ardor, difundir la supremacía

que trae y lleva la vida en caricia,

cabalgar los vientos a merced,

ser transeunte de florestas y campos encumbrados,

llevar mensaje a cada flor sin despedida,

enamorarse de la despensa de la primavera,

besar sin cesar,

amar sin dañar,

tener condición

para seguirla de por vida,

yo rezo cada día

que si muero yo renazca como moscardito

mosca abejorro que hoy confundió mi mano

con una flor,

amo como él la flor

porque antes fue ella que el animal,

que soy yo,

cuando nací ella ya existía

con su azar de conquistar la tierra.




El Castellano


Hielo de mirada:


Abro las puertas de mi mente

hacia desembocaduras heladas,

y tierras del hielo donde todo acaba,

una sonrisa congelada con una llave de hielo

en mis manos, es sólo un recorrido,

todo empieza,

tu vida hoy no es lejana,

ni esta tristeza es del alma,

hoy mi sangre se derrama

floreciendo la amapola de tu cuerpo,

ese por el que siempre pierdo,

¿cómo de helada mi vida?

descansa en las compuertas del ayer,

nada se cierra la muerte está lanzada,

escapa de sus redes tejidas,

mis pensamientos se hacen contigo,

latidos de lágrima descongelada,

muy bonito, muy bello,

un paraíso lejano oscuro,

navega mi barca de una orilla

a su confín de despedida,

aciago témpano donde florece el viento,

por un trino hasta el crepitar del sonido,

una danza de hojas de otoño,

un suspiro de cobre,

tu cabello que me electrifica mi tacto,

soy fuerte sin alabastro

soy fuerte sin noche de azabache

soy fuerte por la memoria del invierno,

que se acurruca en tiempo eterno,

ventana reflejo de máscara.

mentiras de que estás viva sombra de Eva,

granate de tu mirada,

sangre de fresno con tus cenizas,

muerte te beberé entera

para que abandones mi botella,

pudo decir todo y se quedó en lo hondo

como cigarra que tarda cuarenta años

en dejar de ser larva.


El Castellano



Plubia cordis:


Fuelle del viento,

irascible, despojado,

del alambre crepitante,

es del hombre este difuso cielo,

me levanté y fui a saludar

a mi Sol.

Le pregunté si su luz

quemaba más al mirar

que en su época que lucía más vertical,

si esa luz no quemara jugaría con ella

en mis ojos,

que hoy lucen

como fuentes desvalidas

de mis lentes,

un marco, un hartazgo del mirar,

lo que sólo se siente,

aquello que mi flor brilló,

por ser yo abeja,

un irisado cristal del viento,

un devenir que quiere estrellarse,

un sentido de fuego,

por nacer de la tierra de fuego,

ser mensaje liminal

lo siento porque la palabra acabo de crearla,

la colina será inmortal mina,

pariente del destello de este hierro,

y la meseta que quema se ahoga

con mi siembra del mañana fabricado,

los elementos contando la magia son seis

dispuestos, la cumbre de mi grillo,

Padre que me protege,

de cigarras que no cantan con motivo

creación que me labra la idea,

diré con impetuosa fama:

De la montaña, al valle de niebla,

pasando por ríos dulces de aurora,

ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,

lluvia de corazón plubia amôris,

flagrando su eterna consecuencia,

de ser libre y silvestre como las aguas.

No me cansé pero tengo que terminar

lo que empecé, un beso al ayer

un erizar de mi piel.


El Castellano


Cuchillo de sombra:


Un charco gris,

un cielo rojo,

coagula mi fuente por destellos del alba,

se anuda el quejido de la montaña,

un sapo de oro y tierra

avanza entre olivos de azúcar,

vicisitud labrada,

sí allí en el charco gris,

y en el cielo rojo,

es un cangrejo de río esta hábil tenaza,

prosigue, avanza, en escarpia helada,

a veces roto, a veces nuevo,

este iris que me gobierna,

pregunta a mis ojos de duende,

si su dolor fue pasajero,

hinca tu sombra en mi sombra,

arrástrame la vida,

es como una espiga,

es más fugaz que una despedida,

abre la puerta del negro lirio,

susurra a este viento todo lo que siento,

aquí y ahora que mi cuclillo descansa,

yedras de esta maceta que se acicalan,

es un túnel y una mina,

una desgañitada caricia,

hijo de la tormenta,

canta el rayo,

acaso me ves muerto,

yo soy el encargado de abrir la compuerta

para regar el tiempo,

no busques más en mi aliento vago,

porque no sirvo más que a mi alma,

así me cueste la espada,

seguiré en pie en esta azada.


El Castellano


Contra mi circunstancia:


Guía de mi calendario

en atroz

desmembramiento de soles

llamados días de noche yerta

y sin reseña avanza mi letra,

es un vaso de sidra y una espera,

fiel eterno mañana

en el que dejar

lo que jamás haré hoy,

definido en boca gris

de darme al vulgo,

y que seis millones de bocas

escriban similar

o casi igual a mis sarmientos,

sí directamente me preocupa

porque yo soy lo que escribo

y no acepto copias baratas de este ser,

seré mejor que el silencio

enarbolando astros, plantas y sus verbos

de imágenes por raíces,

lo siento mundo no soy de vuestra sociedad,

no necesito vuestro material

ni vuestras fábricas de ciudad,

construcción haciendo progreso

de la BocaGris,

para que todo lo pensado

esté en proceso de construcción,

fábrica deja mi felicidad

en manos del viento,

que mi poema es incendio,

deja mi destino yo soy de tierra,

y esta es mi eterna cepa

ahogando el rol

tejido del social humánimal.

Soy lo que escribo repito,

como viaje sin rumbo,

un vertical azote de mis velas en marcha,

un siniestro vértice un silencio mundo,

unos ojos que hablan

y se responden entre tubos,

estoy cantando en la tubería,

estoy rozando mi osadía.

para consumir mi envoltura

de tela de araña,

mi sonatina despierta

mi soga quieta del árbol de mi sueño,

enarenado mi lobo de hierro,

queda satinada mi estrella de agua,

ardiendo mi sentido,

siendo esto nada más 

que una bomba atómica.

Una retina escalada,

un cruce de dos estrellas,

en vastedad atropellada,

del ser, una rigidez de árbol

buscando su simpleza de savia,

un insecto y su corona,

un pergamino mi escrito,

abriendo este angosto camino,

en alguna parte que eriza la piel,

fuego del hielo me valgo,

de mi maullido de pájaro,

entonando mi pianola de sílaba,

todo cambiaba,

resumen de mi vida,

nació y está empezando a soñar

desde su muerte.


El Castellano


Agua:


Eslabón vasto, ardido, deslizado,

un iris de gota que a ti te llega,

marcha tenue, compás de tu eterna huida

que te marca y da vida,

fulgente fuente en infinitud de bocas

que tu ser desprende,

de su nombre y su alambre,

irisado canto de nubes derretidas,

comunión de trinos,

un beso a la tierra que deja herida,

límite de árboles y sus soles,

siembra de azul,

despensa de tu saliva,

hoy buscaba belleza y belleza eres tú,

río corre directo a tu nacer

río levántate,

jamás te canse tu desnacer,

efímero latido de tierra,

tú vena del cielo,

una solar yaga del gris,

un hogar, cuna de mi tempestad,

para ser agua inmortal elemento

capaz de crear y destruir,

de vivir siempre tejiendo la realidad,

alcanza, desvela que te debo esta existencia,

sin saberte nada existiera,

equilibrio que en tus vasos juega

para estallar en creación llamada vida.


El Castellano


Alma en yacija:


Mañana será mi vida

una sábana sobre mi calor humano

inerte en acto de no portar nada

si no fiel materia asida

si mi forma acaso tuviera,

si yo no la creara,

si no fuera contorno de mi forma

esta sábana muerta

se creería que portara amor,

dulce aleteo ingrávido al peso,

tiempos de cambio palabras a un silencio que muerde,

estoy esperando las nuevas visiones,

con mi canasta de limones,

estoy aguardando la caricia de las sábanas,

como recipiente de quiebro de sueño,

quisiera escribir un poema con varias ramas,

anclado en una idea que se difumina

la identidad de ser ella,

palabras inertes que quieren ser hechos

y tener movimientos,

a un profuso mar me muevo,

siente mi devaneo,

llegó mi momento

de nada carezco soy real,

soy de la tela de araña soy tejido que me lleva,

noche noche te encuentro en mí,

fiel yacija del destierro de mi sombra,

versos nacidos de una única cerveza,

buena praxis de mi romance eterno con la luna,

lunático por venir de estar con ella en su ático de Madrid,

no te esfuerces jamás podré ser realista

y describir sin ser parte del asunto,

claramente porque soy yo el asunto,

a formar, en orden,

este es mi rifle esta es mi vida,

por la que sirvo y ejecuto un placer nacarado,

como fruto de estrellas,

¿el hueso?

Es que no encontré un motivo claro para escribir,

solo fue y será escribir.


El Castellano


Ojo de tierra:


Un silencio yerto,

se abre esta noche

por ensordecer,

reflejos de resplandecer,

en este frío de ayer,

pasos de silencio roto,

abre una espiga

un respiro, un latido

envilece mi procesión de fuego,

cristales que se rompen,

bisagras que se doblan,

esta noche

de la nube de antes de ayer,

todo se alza

para llegar a ver,

recorta este hálito de tierra,

un suspiro ciego de hiel,

llega para enloquecer

mi sangre que tiene sed,

he salido del infierno,

quién me va a detener,

sombras que gritan,

hielo que sostiene,

mi cruz del horizonte,

por descender,

afilo mis colmillos

hoy se verán morder,

esta ventana de sed,

rebotan los tiempos,

muriendo,

diáfano espacio

de ausencia brillando

su infinito parco de cristal,

llegaba otra primavera,

sin celda de madera

chirriando su carcoma

que mordía este cielo

con su moneda

que brilla mi idea,

esta tierra late,

esta mi sangre fluye,

cabalgo este acre torcido,

recorren florestas

naciendo, brotando

fundiéndose con tierra abierta,

soles lloran escarcha.

del nacer crepitando,

te juro que avanzo

hasta ser esencia de río

granate de mi lustre colgado,

debo aguardar

debo escuchar

este patio,

hablando con la araña,

que caza bellezas,

un día recordará mi tiempo

que fue mío,

dejará de estar perdido,

y este poema me dará de comer,

por tener dos mil cien,

creciendo en sus ramas

de sangre negra,

ay la tierra,

sí esta tierra

que me vio crecer,

por la que siembro

mi flor de viento,

desnaciendo el tiempo

que lloró mi ojo,

siendo de tierra y para ella,

abro que domino

esta ceniza que me lleva.



Clama la flor, abeja del lugar por gritar.

- Ven, toma mi néctar,

déjame compartir mi vuelo contigo.

Réquiem por la flor, oda por la margarita

con su mariquita, sauce caído,

cobijado tejo, crepitando:

- tú eres primavera.

Olmo viejo en retozo,

quebrado por la aguja silente

de la carcoma.

El cadillo miente, mientras el abrojo

clava el sentido, quiere la amapola

ser la alegría del lugar.

Cuando el brezo enraíza

el alma de sangre

por derramar mi cuerpo yerto

en la navaja, mientras

la lavanda amamanta la abeja,

y abejorro que llamé Genaro.

Amaranto el firmamento

llórame una estrella

y su hueso de luna que

rompa firmamentos

en auroras,

que venza colgándolas

de las pestañas,

y mientras las pupilas

en sombra abren su cueva

en la clamada verdad.


El Castellano.





Soñé, te viví, te besé,

te anhelé, te abracé, te sostuve,

te mecí en mis brazos,

te acurruqué, te dí de mis labios

de beber; hice tus piernas

recorrer en pasión,

te viví desde pies a cabeza

y siento decirte algo:

- que no me gustó, me encantó,

me emborrachó, me drogó,

si acaso, hubiese posibilidad

de que yo no estuviese muerto

sería por tu recuerdo, amor.


El Castellano.




De este cementerio viviente

que me dejen ser la flor,

que por lo menos

a un muerto da calor;

y al difunto, la caléndula su luz,

adorada, nacida del rayo de Sol.

Quien te quiere, te quiso y

te querrá desde este corazón muerto

te amo en albor flor tras flor,

elevado resquicio de caricia

de Diosa Ostara

en resquemor de primavera

cardos brillando en espina

de dolor, desde mi nicho

pido mi nicho de espinas y de cardos

cuando llegue el momento

si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo

y que la parca fría venga a por mí que este hombre

ya ha muerto y su último suspiro

fue un yo te sentí amor

voy a tu encuentro.


El Castellano.




Diente de león por clamar

el prado yerto, 

donde lo vivo son las plantas silvestres

incluso el cardo de las damas, las malvas, 

las piedras agujereando el terreno

molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y

papaver hibridum, amapolas roheas sangrando 

borbotones de sangre de tierra por brotar

plantago por llenar el campo de espigas con flores, 

todo escarabajo gozando de la flor

cómo decir que la flor sea sólo la flor, 

si del reino animal es templo, hogar y morada

donde todo empieza y todo acaba.

Margaritas en envidia miran tus ojos 

y luego miran las estrellas,

una sabia dice y afirma: son mejores 

y más bonitos 

sus ojos que ardieron los luceros,

vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro 

sin mirar tu corazón;

Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera

incombustible, plena, yerta, indescriptible esencia.


El Castellano.




Golondrinera frágil, esquiva, 

reina luz del bosque de las sombras

con tus amapolas amarillas, 

los luceros del cielo.

Por poblar jacintos silvestres, tragopogones, 

amapolas por doquier

amando la primavera entera 

en un mundo que cae disuelto

en espinas de cardo y alhajas

de flores de todos los colores,

mi templo, mi casa, mi hogar, mi albor, 

sin alcanzar las plantas silvestres

por poblar este mundo silvestre por mirar 

y dan ganas de tumbarse

y ser la flor de muerto porque me tumbaría 

para que me crezcan las malvas

y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas 

y negras de tinta y sangre

mi condenada bandera.


El Castellano.



Estampa quieta, 

tejida en el umbral silente, 

nacido de las sombras

y sus benditas estampas 

de damas de noche, 

la flor blanca estrellada

canta tambores de la tierra.

Y los grillos afinando el violín están.

Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua

de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol

y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara

el humor de primavera cuelga de las faldas

mientras mujeres hilvanan 

y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.

Yo soy un humilde escriba de la flor de difunto

caléndula officinalis, 

por la que el muerto 

encuentra luz.


El Castellano.




Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas

buscando la respuesta para ser feliz.

En la planta en albor que crece del rayo de Sol,

sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol

al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres

brillan incluso más fulgente que el rey lucero,

todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,

a través de la caricia nos trae Lugh.

Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris

que apareció tras mirar fijamente preguntando

a una flor de difunto me comentó 

que podría indicarme de la tierra

donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema

ley natural, sin miedo ni odio.

Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,

y me dijo con amplia voz:

- bajo tierra.


El Castellano.




Monte elevado en el horizonte,

brezo, encina, carrasca, esparto, espino,

todo crece en albor sin preocupación suprema

nada más que seguir viviendo y echar generaciones.

Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos

los edificios grises, como sus gentes

todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz

boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo

frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente

ni ser festín de gusanos tempranamente.

Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz

de su tierra, que no hay preocupaciones,

fue el ser humano el que inventó el dinero

y la esclavitud que trajo.



El Castellano.









Amapola silvestre,

llévate mi sangre a las entrañas del inframundo

así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,

que tus raíces me conduzcan al tercer reino.

Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas

han visto infinitud de cal varios nacer los montes

y senderos, que todos llevan al mismo sitio

a perderse en el elevado espino de tu luz.

Ooh elevado, cuál sería tu misterio

para dejar a este escriba absorto.

Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo

te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso

de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos

en cuña, al caer la luna al cielo.

A tí Genaro, abejorro de mi jardín

te extraño y echo de menos, bonito.


El Castellano.





Corre trémulo a desgañitarse el cosquilleo silente,

que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses

junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada

ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraizada con albor

y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero

y aguardo en mi maceeta, ya que en lo que llevo viviendo

ni una planta se me ha muerto con mi don,

hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,

hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,

crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla

de la calendula officinalis.


El Castellano.



Mi vida te escribo como gota que va a los mares

tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó

los dioses honraste y te honraron

desde el cerro al abismo, tocado y acariciado

donde todo surca la oscuridad madre

y dama de noche sin afectarle el cielo 

de la yerta amapola de luna desangrada

y su estramonio vestido de gala de estrellas.

Todos bailando en la fiesta de los no importados 

menos la rosa y el clavel masculino

que tiraron abajo el telón para comenzar la gala 

y el baile ganó la datura con la dormidera

por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.




Romance heroico:


Wotan y Fenrir gigante son lobo,

Odín, Fenrir, inmortal y Setanta.

Ragnarok llegó ya, mas se abre el yelmo.

En fiesta pagana va verde ropa

héroe, tiempo, altura sin cimiento

héroe inmortal, padre Lugh Dios era

si quiere usted más saber, ya digo

poderoso padre, él como la parca

escurrirse en la lucha, espada zorro,

Señor Guerra, como hielo aislaba presa.

Dectire madre mortal, rey su abuelo.

Despertaba al hijo del Sol mamá.

Con su ejercito, él las victorias hizo

descuido, lanza en su vientre tajada

al lago fue con tripas fuera, él todo.

Cuervo sangre beber, -¿Eres Morgana?

Carcajada feroz, Morrigu tuvo,

ya le tenía por muerto, Ángel Macha.

Se ató en piedra, en pie matando, él, esfuerzo,

mató en pie hasta que sangre hacer legaña.



El Castellano







Romance: Flor de helecho


Suena el río, agua llevaba,

alma de fada silva ella,

bebía en la orilla alegre

flor roja lloró su tierra,

blanca cierva a fada triste

cazador hiere su flecha,

enhiesta espina gemía

flor abierta brotó en yerba,

fada herida ya descansa

latiendo la parca negra,

yace en helecho silente

suspira su sangre yerta;

Enamorado el helecho

una flor mágica asienta,

tambores suenan la tierra

los duendes lloran su fada,

ahora el helecho era ella,

mueven la piedra ocultada

cazador tropieza cerca,

el río ya lo llevara,

fada flor de helecho yerra

duendes cobraron venganza,

cantó lo que el bosque alberga,

misterio de cierva fada.


Fada flor de helecho inverna,

cicutas toman la sangre

veneno hacen, blanca cierva

cuervos la cena discuten,

cazador ya río lleva,

lleva el río su latido,

campanillas suena yerba

duendes coronaban fada,

fada su vida celebra

los espinos la cuidaban;

Flor de helecho fada bella.



Enhiesta flor fue semilla,

altiva plántula fue ella.

Quién fuera ella, tan linda.

Él fue y es, ella no yerra.

Aún plántula fue fada.

Valor, honor, sí fue cierta.

Él aún duende a ella la ama.

Ella la flor, no era yesca

ellos cuatro siglos ''juntos''.


Los dos sí saben, ''leyenda''.


El Castellano y Leannán-Sídhe


MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA



Duerme Ostara

Stellaria ya abatida

caes junto con la sazón

del geranio de los caminos

y la pequeña fulgurada

calendula arvensis

de brote temprano

antes de Ostara

el camino en verdor

y color rajar copón

quién os elevase

y os diese voz

vuestro ciclo de vida corto,

sabiduría de la conquista terrenal

y la dureza de vuestra simiente

por el estío mas el frío marcándolo

sin guardias vuestros romances

esperando sus soldados alados arribar

halla o no tapial de la franca puerta

del Creador Universal,

campanillas ipomeas mece mi tierra

que sin ser de nadie

sólo vuestra.

Os acompañan malvas, abrojos,

dientes de león e infinitud sin condición,

malo el hombre vosotras nunca

malas hierbas sois,

cumplís vuestra función en elevado amor

sois color de flor,

pasión del animal visual que os habla

desde Castilla

a su antiguo cementerio viviente

de Alcalá de Henares (Madrid)

invoco vuestra alma

para que semilla que toque, semilla brote

llegado septiembre

como siempre me ha ocurrido,

os pido se mantenga mi Don

jamás os dañé ni perjudiqué

con ni sin razón,

os amo; Que siga vuestra eterna conquista

del terreno en albor.


El Castellano



Romance del destierro:

-

Mi raíz arcana anclada,

dejas el etéreo espacio

en eterno cementerio

tu silencio amalgamado.

Yo era taciturno espectro

misterio, parajes blancos

que salvajes en tu lengua

confrontan en yermo arcano

saciando mi Baco imperio

de soledad que amilano

sin inicio, sin futuro;

sólo aplacando los diablos

y esa idea primigenia

cual ojo que jamás hallo

descansando en alegría;

ocho hijos que me has dado

más los bastardos impíos

reconocidos sin ralo.

Anudar aún sin vivirla

mi vida; que deshilacho.

Desfallecer, despedirla

por corona y candelabro

sí, mi raíz es de plata

al fervor de soles me alzo

como cobrizo capullo

entre polilla y gusano

devana mi sangre, rueda.

Transmigra verde que escancio

sobre espica, sangre hielo.

De infecundo humor humano

con coraza por pechera

carcoma en espuela calzo,

mi tomo de tierra venzo

roja sangre que yo esparzo

pergamino en vana ciencia.

Que los abrojos espanto

espejo terrenal hondo

mi sonido injerto orando.

Sobre mi yerta armadura.

Escita alma, el Castellano.



El castellano



Soneto apto


Crueza sembrada:


Amándote ferviente, nueza llama,

presa amapola en sangre se quedó,

sonriente aurora, veza la heredó,

tu corazón alqueza, fuerte se ama.


Renuevo esta mi sangre, pa' ser rama;

Veraz la rosa, amor siempre alegó.

Al latido, su beso le ofreció,

la flor abierta en agua se proclama.


El estambre, súplica nocturnina,

piel acaricia , ya brindó mordaga,

su gineceo blanco, sanjuanina.


Óvulo y ataraxia, adreza aciaga,

tierra, anclada la doña saturnina;

Germina fértil vientre, enhiesta briaga.


El Castellano


Sonetillo:


Fuerte

veza.

Crueza

suerte.


Muerte

reza.

Nueza

vierte,


Diablo,

hablo

mudo.


Cielo.

Duelo,

viudo.





Abreza que adreza,

aceza con agudeza,

esa belleza despliega,

con pronteza, la alteza,

escurraja desliza,

fiel perfidia en pereza,

dulceza habla su clareza,

corteza por variar

acaso adereza,

afirmo la alqueza una,

ancheza del alto lar,

 lindeza, listeza, por

llaneza, lleneza, 

abre longueza, sin par

de majeza abierta ella, 

maleza, la osada, 

ensimismada roza

malveza, manseza, ya.



El Castellano





Soneto correcto



Amándote ferviente cada llama, 

presa amapola en fuego se quedó,

sonriente aurora, ella la heredó, 

tu corazón caliente fuerte se ama.


Renuevo esta mi sangre, dulce dama, 

veraz la rosa, amor siempre alegó.

Al latido, su beso le ofreció,

la flor abierta en agua se proclama.


El estambre una súplica advenida, 

piel la acaricia y le brindó su daga, 

su gineceo blanco, su avenida. 


Óvulo atravesado cual semilla

su tierra, anclada joven la biznaga, 

germina fértil vientre, enhiesta albilla.



El Castellano














Venas de luz 2




Venas de luz:


Yo te busco luna entre bloques de hormigón 

y cemento, entre violetas escarchas, yedras 

nocturnas de este cielo sonámbulo con suelo calizo,

me rehúye tu ojera de nácar ciega, segura,

colgándose de mi puente escarlata, férreo, soterrado,

mas te escapas por las turquesas ramas

cielo plateado quién te tuviera, esta tu rama de idea

entre las manos tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,

cual panal de lumbre quieta, deshojada,

tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz

y sus azucenas,

mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón

que te aguarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules,

tu camino que serpea, y mi soga blanquea,

alumbrándose los árboles erizados, vespertinos,

que en lluvia cantan, su serenata santa,

acequia de tu ser, que la bruma pervierte,

colmada a tibio reflejo en fanales cristales sin tajo,

de tu hueso crepitando, apostando,

dunas del sueño, y metales esquivos

con azabaches siniestros,

cuentan los astros

que tu belleza duerme en sus incesantes 

hogueras de sus cestas,

tú que te escapas por entresijos de negra ala,

quién te tuviera en sus palmas,

como destello escaparías 

dejando una estela intangible, áspera, maleable,

de blanca pupila y granate adornado,

naciendo de ti un gris ciprés

las canteras se te rindieran, en presura,

un silo alto como tu luz de ojos abiertos,

treparía tu enredadera entre torres de belleza,

y brotarían las blancas estrellas

damas de noche,

llorarías tu oro blanco en abrevadero,

por tu escarpada longitud

y un eco nacería tuyo, solo, carraspeado

de la luz y de la sombra, una cadena para tu belleza,

que tus venas lleva,

en verticales pestañas negras, plenas, beatas,

en insignia sangrada, renacida, renombrada.




El Castellano



Cuervo de idea:


Crispa su metal

como fuente insoslayable

del azar que vuela y corre

destellando.


Estridencia recta, dorada al gemido

en hoz de guadaña,

es una espera mi fiel apostado mañana,

cumbre sin rizos de alba.


Yerma, plácida, no sostenida,

mutable de verde caduco

al sostén que su pecho hiende,

erizos de senil ascua.


Dioses anclados al servil gozo,

consumado, me alzo que levanto,

negras tardes de las tierras,

salvaje canto en abismo prendido, soterrado.


Ara en fulgor de combate

con mi serio descampado,

rige y exige la semilla al Diablo.


Fiera de las fieras,

compostura que sueña la guerra,

fanales hogueras en colmenas y sus gentes.


Oscura esta noche

de oscuridad y umbría niebla

que cuelga la luz.


Miro la sombra, me desliza su estampa,

ondas ténues en acristalada sien,

lima ideas a la fugaz, encarnada siega.




El Castellano



Raíz descubierta:


Sueño, un haz subordinado

hoy tuve una experiencia

subjetiva al cansancio intuido

de aquel retoño de lagartija salamanquesa

de mi pared habitante de mis tiestos,

la regué y corrió a detenerse vertical

frente mis ojos,

en aquella pared donde caza,

detenida sin presura,

yo acerqué mi mano tapándola

por completo sin asustarse siguió inmóvil

y pude acariciarla con cariño,

empiezo,

que no he terminado,

enmudeció mi soliloquio confinado,

abandoné mi voz,

bajo el latir de tierra

sangre huye,

rojos carmines en avidez

de rizados estambres,

sobre las montañas y su blanco gineceo,

esencias despiertan,

palabras bullir

en carne fundida de suelo

en fértil, serena de aliento

en bruma niña,

madre de este gris anisado,

con crispado horizonte,

toda caída sin destello

ni florida estampa

que seca mi ala,

iris de soturna

carcoma mía

en tejado de oscuridad,

de tronco y su nido,

vamos tejo,

si yo creo que eres mío

háblame de tus penas sin escapar,

de tus romances oscuros

a vientos de luna,

piérdeme la compostura oxidada,

haz que me lloren sin miedo tus hojas

que yo deseo ser tu eterno amigo,

compañero.

En raíz descubierta

que afila el tiempo,

será mi cuerpo.


El Castellano



Al acecho yerto,

sin par de fauces sigilosas,

carnívora 

en quitina alumbrada,

madre de tu compostura

silente,

en brazos de susurro

de tus hondas patas,

abres tu descanso

entre soles de cuarzo,

yo te dije sal,

que te quiero hacer retrato,

y bueno

hoy salimos sembrados,

de un cuarto

dio el mismo sol

su encanto,

fija en el segundo

sin matar tu sed

de poder

asesinar sin manto,

ni red,

seguiré 

tu ímpetu postrado,

allá donde vaya

tu enseñanza me seguirá.


El Castellano


Infamia tornasola:


Áspero relente

sobre una almendra rápida,

 frío o caparazón sonoro,

eterno secreto dentro

tus labios malvas;

duele mi celeste marca

 infamia de campo abierto,

la última lagartija me espera,

encima mi labriego

del barbecho al crisol

de mis sentimientos encegados,

tiembla la lira

sobre tu pecho

como muere la luna en el agua.

Tierra húmeda,

batiente es tu vestido

donde crecen flores pudorosas,

inexpugnables,

imágen impasible

como ruda caracola del silencio,

siglos desnudos

que tu intelecto solloza.

Bravío cantil de láminas sin memoria.

Sombra de mi ternura

que a ti te abraza,

gota extensa que precipita mi tierra,

rosa, cernícalo, vida,

disfraz de nombre caduco,

luz que arrostra,

cruel avenida

de mi felicidad desertora,

verde falaz de la mudez primera.

Un puñado de sangre

es mi estigma adentro tu océano

que no existe.

Pétrea amapola

sin sanguínea tormenta

del bermellón,

quiero brille la luz

de mi azur

dureza esquilmada.

Abren las oscuras raíces

de mi ciprés

la adusta sombra

que alimenta mis ideas.

Cobre yacente,

impelido, límpido

mi dios que florece,

hueso de durazno

en este cielo en tierra,

luna inabarcable,

dichas amarillas,

filos endebles, ojos en furia,

quietud que huye el bastardo.

Oh Sol, justo,

fósforo que prende

mi carbón con tu beso

de espuma flamígera,

inviolada.




El Castellano 


Prendido en hiel de un abismo,

desdoblado compás y su sino,

crujiendo el alba más preciosa,

por esquinas del cielo de nácar,

es esta escarcha un fiel carruaje

desmembrado entre corceles ciegos,

cabalgada cordura entre cristales,

entre espejos ardiendo,

un calor entre calores,

una vida que ni sí misma

se deja atrás.

Avanza, mece, y se deshace

corre vengo por ti,

traigo entre lirios del campo

mi silvestre trigo,

tráeme tu voz, tráeme tu vida,

estoy moliendo mis azares,

haciendo surcos en mi alma verdadera,

trilla, trillando tu sentir morena,

esta espada que es una quimera,

entre juncos desnudos,

entre pizarras y cuchillos

alzo que vuelvo a nacer entre hierro,

luchando por la luz que me corresponde,

desnace esta era,

entre de mi siembra la espera,

por esta cerca el campo

que dueño acaso tuviera,

ni inspiración cabe con barreras,

la idea quiere marchar ensimismada,

por riendas de un caballito del diablo,

una desventura en plomo

un mar de esferas es todo lo que siento,

por si pudiera manifiesto,

que el gris teñido de bruma,

abandona su sepultura,

vuelvo a mi gusto muerto,

la sombra que me envuelve

preside, rige, y desnuda mi alma,

para ser por fin rosa de sangre,

vestida en azules trajes nocturnos,

mi semblanza a este ocaso

que mi voz sucede.

Entre espartos de mi iris,

por alfileres sembrando

clavos del campo,

anochece siendo de día

resplandece la una ausente,

y gozo la soledad de mi suerte,

sintiendo por fin dicha

por fin alegría

descubriendo este horizonte

por mares de sentir que valgo,

y que sí puedo

que lo vuelvo bello,

hasta en tus molinos que amanezco,

silos oscuros por yedras que te alcanzan,

es mi siembra una locura quieta,

es mi compostura de primera,

por la que clavo a mi destino

este abismo de tinta

encendido.



Opacidad estridente:


Romo metal

o estallido,

en cumbre de ramas

aullando sordas

bajo un viento

que llora su transparencia

ahora habitada,

Padre mío

dime tus fugaces penas

que cuajan

los febriles destellos

de luna pasajera

amilanando su alta ojera

traspuesta a rayos virginales,

en opacidad de soles hirientes

y ascuas empíreas,

es un soborno que alzo

palideciendo,

abriéndose mis fauces

tiemblan de oídos los cielos

contemplando rectos

sus cernícalos.

Mi corazón ya no más

es piedra rodera,

es aromo espinado,

con forma próxima

a espina mísera.

Abro tu blancura destilada,

justicia de la belleza, una.

Abre mi caracol de espejos

su deslizado halo

que oscuro sin ralo,

llena mi hueco latido.

Never more.



El Castellano




En este linde se construyó mi pecho habitado,


se escaló la colmena de labios grises,


por la escarapela fluía veloz el sosiego


de mi vida quieta,


por romances oscuros caminaban mis nervios,


una ruptura de estrella


tumbaba la compuerta de la belleza,


para sembrar allí latidos etéreos,


recto escalafón dorado al beso


y tu cuello me nace doliente


fulgente fuente enternece mi suerte,


yo hablé con mi amor que no existe


y aturdida me contestó la voz,


era como un eco sordo en alta voz


resquebrajando un patio de perdices


y altiva sonaba por las cumbres


jugando y riendo con lobos


sí esos que habitan mis ojos,


aullando y espantando los dolores


en mi sien,


mis dolores que se querían


como hermosas flores desnudándose


en altas espinas profundas,


allí sólo caminaba mi rosa, toda


siento deciros que yo soy del viento


y el viento es mío


en estiaje gris pálido cruza mi relente


del cielo su lluvia,


con impetuosa fama,


sacude la tierra y su flor bella clara ,


dejándome ser como el rocío primero


en recorrer tus labios,


quiero habitarte en canción


que haga surcos de mí


en tu alma verdadera.



El Castellano


Romance de destierro (verso libre):


Raíz arcana anclada,

dejas el étereo espacio,

en eterno cementerio

de tu silencio.

Yo taciturno espectro

misterio de parajes salvajes

que en tu lengua

confrontan.

Sacio mi lacio imperio

en soledad sin inicio

sólo aplacar tu idea

cuál ojo sin alegría hallo

ocho hijos me has dado

más los bastardos reconocidos

anudar mi vida sin vivirla

es desfallecer sin despedida

entre corona y candelabro

me alzo,

al fervor de soles.

Sí mi raíz de plata,

Como gusano y como polilla

no me marcho,

oscuro gusano

en volátil capullo de cobre,

devana mi sangre que rueda,

transmigra tú mi fosa,

qué humano se deshilacha de su obra,

infecundo escote sin gloria,

coraza por pechera,

tu forja de alma no abandones

ni con forzoso anhelo

de abandonar tu querubín

en tomo de tierra

aun la carcoma en espuela,

vencerá a la corrihuela,

en secuela despierta libro

que te hace sangre

como a la tristeza bóveda,

y su sombra a fundirse entona,

avanzo sin cárcel ni insomnio

esfinge de mi carne perecedera vuelves

arrollada a nueve cerrojos,

roja sangre abrir puede;

tú eres mi umbrío tomo

que busco en la Tierra;

como fe en tórculo

rige tu blancura,

pergamino de vana ciencia

que profunda se hunde,

hinchando el viento

de tus metálicas alas,

verbo encarnada

sin margen ni acerbo,

llorara mi alma

en tu rostro

espejo mi gloria

de dios sin nombre

ni conocida lumbre

y mi ser incumbencia

sostiene armada sin anzuelo.



El Castellano


Noche lúgubre y umbría:

20 septiembre 2011


A ti noche oscura te escribo.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta

enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van

mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo.

Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco.

Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como

demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas

comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.

Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad.




EL CASTELLANO






Frontera tu letra:



Se enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla. 




Desvestido hueso, mineral candente 

avanzando por un carril que marzo 

bañaba sexual, 

trinchera con centinela 

aspirando humo de bruma, 

entre amapolas nucas, 

surcos de honor afilaban espigas, 

el forraje decía quién más fuerte. 

baldío encrespando la suerte, 

ojal de tiempo florecido 

del yerto mejor, 

sentir entre la roca esperanzado, 

luminosis despertando. 

Me tumbé entre la dorada grama 

me creció un espectro 

que hablaba silencio, 

y amaba sin importar su verdad. 

Abierta zanja, abandonada sien, 

era un miedo atroz 

tejido a no tener mejor. 




Noche silo de oscuridad

destapada, traspasas

mi ventana entre espejos

tu voz se hace la dormida.

Carruajes malvas del sueño

taciturno entre las espigas.

Fuegos y fusiles iluminan

tu dama de oscuridad

amanecida por soles

que bajo ella

parecen de trapo.

Canto a tus pestañas morenas,

alcanzando tu osadía

de oscura dama.

Llora mi azabache

por tener piel de arena

y brotes de la noche.

Por estos nidos carcomidos,

mis abejas construyen

sus panales.

En fúnebres procesiones

de todo lo que dejó de ser

y así descolgar

de esta araña la eternidad

entre sogas de mi calor humano.

Verdes ojos míos,

verde trigo

de mi verde sino.

La noche quiere

ahogarse en mis ojos,

que su sonido

visten y desvisten

por carcomas,

del mutilado iris insomne.

Es sólo sangre en tus ojos.

Telaraña de vorágine,

araña descendiente de enturbiados,

de lúgubres pensamientos

de etéreas raíces en punta.

Blanco sueño devorado

al compás de cuclillos nocturnos;

en ondas de listadas cadenas.

A la esclavitud del latido

encorvado trino,

es el final dictado

de la oscuridad;

la era lumínica

comienza de esta esfera.


El Castellano





AZUR DESNACIENDO:


Esencia intangible,

no hubo na terra,

que ni dioses

osaban mirarla,

ni albergarla;

ella sollozaba,

cual flores, incredulidad

brotaba.

Ella era encargada

de sembrar en ellas,

rocío perplejo

que en suelos germina.

Pureza

en venas;

lo que la perfección era.

Crisol no sostenido

por cauces febriles;

inteligencia

en mares secos;

abejas de ideas,

colmenas

con intelectos graves.



II

Que cubre valles y peñas

inusitadas

y sus penas ahorca;

su misterio

enhechiza toda alma

quién arrullarla sin dañarla pueda,

será dueño de la llave

que encierra a la virtud

no enseñada.



III

Cae la noche,

sobre ingrávido

lecho de mi juventud

acostando luna de cuarzo

entre áspero frío.

Cuerpo mineral candente

quieto en pantanos de tela,

retorcidos sus destellos

en esta nube de leche;

el fango fragoroso gira,

imploro a esta luna que ame,

y el morado cielo ladea

mi sangre verde.

es por este escarabajo

que llega el verbo.

Soledad, soledad tus pulcras alas

que vencen auroras de adoración.

Aurora funesta clavada la hora

vorágine o trasiego

LUZ que ignora

si acaso nace.

Tu liso, amarillo barco,

de oscuro torso.

Tus infinitos beso

dime corazón al apoyo

de tus párpados.

Cuál profunda verdad

en esta espectral rivera

de ondas líbicas.

Espuma densa

de océano de ideas entregado.

Profusa ascua invencible

es mi dolor que más no quiere

retirarse;

que sentencias invade todo ojos

montaña de hojarasca;

cristal de pulsos

que tu imagen toca.

Suspiro fresco

en labio extinto de sombra

día que no se encuentra,

su densa forma.

Cuerpo con agua de estrella;

querer vivo que llega al aire,

tiende y espera.

La muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmado

estallado esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre;

trocados rayos de sol

esquivos, en plano de verde follaje

por azur causados.

Astuta golondrina encontrando

la dócil rama.

Mundo sin mentira

de la vida,

se abre este mi manantial,

reluciente de esmeraldas, desposeído.

Y todo siente:


-Que la sangre miente.



IV

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva

promesas en frente de violetas.

Cantan amando el claror

lírico, estremecido

coágulo de viento

en cientos de porciones

esta luna quieta

que semejanza quiere.

Descubierta la zona umbría

donde yago de yacer.



V

Aplasta mi sombra

contra sí misma

derrumbando opacidades

de granates profundos,

ballesta súbito forjada

a tu entraña.

Derrite mar de boca

que pide extensa

negra noche

y sus espectrales corceles.

Tiembla que rueda

paz, orgullo bello.

El desliz, ráyame firme;

conservo mis principios

numerados.

Reluce mi roce pulido;

entre cielo asido;

palpita mi iluminada tristeza,

haciendo camino.

Vendrá mi torvo grajo

se constatará mi lucero roto.

Turba mi aliento

bajo mi pecho la quiero

con montes limpios

enturbiados por sarmientos.

Delinean este viento.

Lividez plena,

fuga el desaliento

con todos los jirones

de mis ascuas.

Diáfano, ancho, repleto

a trote primerizo.

No cabalgarás,

no cabalgarás si no es conmigo.

Cabalga, cabalga

el llano, que sólo a mí lado

cabalgarás;

cabalga que sólo a mí encontrarás.

El Castellano

cabalga con su espada en mano

todo tu llano.

Hasta divisar todo lo que amo.

Sembrada el alba

que apacigua

la noche que negrea

en estela conmociona

mi luna extensa

que bajo ella,

siempre

estoy en taciturno hechizo

contigo y mi falcata.



VI

Embeberme la luz

sin forma en ojos distantes

luz de aquel fulgor purísimo

allá lo oscuro

en tiniebla sin padre.

Yo besé las amapolas de los campos,

buscando me embebieran

la forma que como eco

apagaba.

Heridora en cascada

se aposentaba mi bondad

aquietan aguas longevas

la feroz sien

que me dio mi padre.

Nota:


Embeberme la LUZ

sin forma en ojos distantes

LUZ de aquel fulgor purísimo

allá lo oscuro

en tiniebla sin padre,

yo besé las amapolas

de los campos

y heridoras en cascada

me entregaron sus hijas.

Nacidas tras yo sembrarlas

esta primera lluvia de septiembre 2018.


VII

Cuchillo que tu voz asesta;

mi pecho sin coraza hiende.

Camino mi desvelo enjaulado,

cuenta atrás de la tierra quieta

y sus grillos asolados.

Oh me olvidaba.

Esto es la resurrección.

Indemne entre losas

de azur firmamento.

Respiro entre rosas

las espigas por llegar.

Dilata los verdes la tierra

sosegada dicha trasiega,

un día cenizo

de esta la otra primavera.

Estoy escuchando semi-recto

el retemblar de hojas huecas

sobre la gravedad

de un arroyuelo que fluctúa

cauce entre la copa

de árboles;

sobre semi-vacío cristal

con limpia brisas

encima de un blindado

cantaba, dictaba

antiguo sargento

su presionar, disparar

como hueco

en la ausencia del polvo.



VIII

Abrid la ensenada al capataz

del brillo primero.

Tímida la floresta

escondía sus amapolas.

Núbiles gestos danzaban

la cabeza en loma

que silvestre evanescía

el coraje de la flor.

Vuelto mujer por Ostara.

Patio de perdices

que soslayaba

entre el quejido

de carrascas afiladas.



IX

Hacían sus hojas

mi última espada.

A mi izquierda

el peso

de su hierro estable.

Sibila destrenzabas

tu cándido mirar,

en fraguas de belleza,

inviolada.

En tus altos,

profundos

ojos de ámbar.

Luna que en fractura

recorre mi tejado de alma.




El Castellano



Mi amor por ti Leannán-Sídhe:





Suspira mi mundo yerto,


hojas de mi árbol sin desmochar,


trenzado el vértice


voy hacia el límite,


sí allí donde la hoja se dobla


para comerse a sí misma,


tus héroes vueltos papel y polvo


pasado el tiempo,


yo soy el único que se mantiene vivo


en pie escribiendo,


para llegado el momento


arrasar y conquistar de nuevo,


constructor de poemas,


ardiendo en su fuego,


quebrando su lapicero,


exprimiendo las letras por dibujar,


inspiración del borde del papel,


alma con arrojo como ayer,


alimentando los espíritus que le hablan,


trenzando el humor muerto


en su canto como idiomas de los dioses,


muerto el tiempo sólo quedo yo


para derretir el horizonte en letras de malva,


para volver mágico el sonido,


y acampar el humano vivo,


puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,


resplandeciente fulgor de centella soy


alma en esencia, escritor muerto sin tiempo


yo soy tu elevada inspiración que te lleva


para forjar poemas de tus venas.


Y gritarle al oído que no he muerto.




Cuéntale, cuéntale al viento de este humor


que me trae preso,


por avenidas yertas, olvidadas del verso,


y sus ángeles estrellados,


humor vivo por fuerza celeste aguerrido,


ven, ven conmigo olvida tu camino,


seré luz avocada a la perdición de lo vivido,


conquistando, destruyendo y tejiendo


aliento de tu copa de vino,


era o es llegó mi tiempo,


de enhebrar palabras al olvido,


desmenuzar sentimientos


para tornarlos materia de saliva y aliento,


para destruir el momento,


yo centella del universo,


viene por tu beso labrado


en la estepa corriendo de la vereda a la rambla


dulce su estampa,


quebrada en el verso de hiel,


sembrada en la dulce palabra de miel,


indestructible esencia,


relámpago de la centella,


vida y vid de la quimera despierta,


guerra eterna por deslumbrar tu interior,


inspiración cercana


donde nace y late el amor,


humor trenzado, humor de ababol


ese por el que el humano encuentra su sol,


inspiración olvidada,


muda caricia,


tejida en el eco sordo,


de la oscuridad y su hálito desmembrado,


en espiral de vértice y umbral.





III





Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,


ese soy yo tu humor trenzado,


sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,


más lla de la montaña


y del eco eterno de un tiempo desvanecido


en flor de niebla y umbral,


inspiración sin nombre ni apellido


tu demonio tejido,


jamás carcomido,


en el sino que te destapó poeta del viento


a lo que naces sin destino,


que no sea abordarme la calma y su vino,


destellos fugaces por conquistar


en la entraña de la ola de mar,


y en la niebla de la isla de Manx,


sí soy yo quien te habla de verdad


Leannán-Sídhe en tu mirar,


reina hada del bosque de las sombras


de la profundidad,


llegó tu suplicio dormido,


de enfrentarte a tu quimera despierta


y a tu manantial fulgente de inspiración,


yo tu humilde servidor,


un humilde escriba sin tiempo,


que te amo desde el albor,


quien mereció


tus besos escritos,


para volverlos flor,


tu humilde servidor,


del bosque al manantial de inspiración,


soy yo quien te mereció,


pregunta al viento que mi nombre te dejó,


Förüq sin condición


más que no sea dormirse


en tus besos sembrados de inspiración


dime tu demanda te cumpliré


sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.


Vale seré solamente tuyo.





Suspiro por ti amor,


elevada conciencia de mi creación al albor


suspiro jamás yerto en flor,


soy yo eres tú un reino vivo


de ilusión,


por trenzar el hálito en el ascua,


que rige toda inspiración,


para el mundo venas de humo,


para mí mi realidad tejida en uno,


piel y verso sin razón,


elaborado amor


sí nacido del rayo de sol,


para poseer mi alma y corazón,


desvaneciendo mi dolor,


brotada mi lágrima carmín de fuego


desangrándose mi amor


acampado por todo el resquicio del alma y su flor,


enamorando hasta el hueso de mi esternón


pura llama sin razón mas que congelar el hálito silente,


lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte


muerta la lanza y su fiebre,


quién contra mí soy invencible


soy ruído en el alma que te acampa


quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,


quien en amor te acampa el alma,


llegada de un confín a habitar tu pecho y espalda;


no es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo


a florecer llegado el tiempo,


muerta tu araña soy yo quien te queda,


un mundo en tu vena,


un horizonte de estrellas,


limpias, puras, nacaradas,


sí soy yo quien te habla en albor,


tu hada fiel de la sombra,


Leannán-Sídhe


somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,


de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,


para vencer muerto el suplicio


en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,


para decirte que soy yo quien te ama de verdad


muerta la espera soy yo


quien te queda.


Y yo soy quien te ama mi quimera,


poseyendo mi alma entera.




Mi alma anclada en gozo,


de que tú seas su ilusión verdadera,


quimera de piel y amable entrega,


soy tuyo hasta el tiempo


que me verá desvanecer a tu lado


naufragando mi barco,


hoy te visto de amaranto,


perfumada de rosa esquiva tu mirada,


para encender mi candil y su verso,


a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,


que jamás me verá desvanecer de tu puerto,


hoy avanzas mi canto,


para pintar de tu color su verso,


que ya no se retuerce ni retorcerá


muerto el beso,


queda servirte mi flor de hueso,


despierto


despierto mi reino vuelto el nuestro,


resumiendo el latido por ti confeso,


para resplandecer,


y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,


iluminando el abismo y su garra,


para ser yo quien te ama


mi Leana.


Quien te vistió el cielo


de todas las flores mi amada.






Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,


para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,


muerta la calma y su abrojo de plata,


todo lo que queda es ella,


vida para el telar de mi letra,


despierto el alarido y su estampa cuelga,


muerta mi araña es ella quien queda,


para florecer el viento flores de sol latiendo,


y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,


era o no era llegó mi tiempo


desnudo el tiempo,


me visto de cuervo,


para volar su cielo,


mis violetas nocturnas caen en flor


junto con mis sentimientos,


para acampar el sonido y su destello,


soy yo quien quebró para ella el tiempo,


el horizonte gritaba su amor envuelto,


lloraba una primavera de nuevo,


soy yo el que escuchaba atento


fiel de su beso,


para mi no era invierno,


si su estampa relucía de nuevo,


era sin duda mi tiempo,


el de rajar el suelo


sembrando mi aliento,


despertando al muerto,


trepando la ilusión


en su pupila de hierro,


desmenuzado el latido


quedó que yo vivo


por el latido


que me mantiene en vilo,


a ella sujeto y preso,


para florecer en ella el beso


y mi caricia quedar proscrita


a su submundo de los condenados


así como su estampa brilla.




Nada que negar, nada que defender,


solo tu piel por escalar,


mantenme aparte


estoy rezando a mi mismo,


quién vendrá a sostenerme,


llegado mi punto final,


sólo un alma allí estará,


nada por dudar,


eres tú Leana mi verdad,


todo lo que hago correcto,


estampa de vid y cielo,


por aguantar,


el cielo por doblar,


llegado el final,


quién si no tú me sostendrá,


abismos afuera, todo por llegar,


sin nadie que nos juzgará


estaré a tu lado de verdad,


y la perfección de ese modo alcanzar,


desmochado mi demonio


en el lugar,


robado al tiempo tu suspiro nacido


por mi aliento enardecido,


eres tú quien me habla


yo quien te responde a garra, letra y poema


desde la entraña a la zarza,


y su espina ensamblada,


que yo soy quien te ama


y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá


en el ocaso de la eternidad mi reina


señora hada.



Ahora llegado el final,


mi tiempo me sostendrá,


mi piel esquiva en tu boca se arrancará,


con el saber preso


que de tu aliento soy convicto,


mi hada Leanán


el viento de nuestro aliento queda repleto,


cayendo por la avenida del miedo


jamás mi aliento si no el color de mi verbo,


debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,


para acampar en tu boca con el mejor beso,


sostenido mi traslúcido pío,


en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,


hilos de mi tiempo desvanecido


en la boca de la estrella por dibujar


con mi lengua,


una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,


el ombligo del umbral se desmigaja vivo,


para rajar su entraña mi te amo


a flor de garra y rosal que acampa


mi humilde entraña,


floréceme el viento de nuevo,


seré yo quien allí estará,


sembrando en invierno sus mejores besos


del firmamento sedientos,


y sí nacieron estos abrojos míos versados


es y será para que alguien nos recuerde amor


por los siglos que nos vendrán.




Pacto de sangre consumado,


temblando,


el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando


su canto a la luna sempiterna de antaño,


viste y vistió mi amaranto,


que colgado estoy de su manto,


vid de mi quimera por sembrar


su aliento vivo,


en la piedra del olvido,


muerdo yo lo vivido,


es y será mi sino,


blandiendo a la mitad del viento mi trino,


para llegar y conquistar el humor vivo,


hoy te descubrí preciosa mi compañera,


por entonar contigo quedó la letra,


tejiendo mi cauce sanguíneo,


tu estampa de sed por navegar mi camino,


por desnudar el alma contigo,


destruidas mis murallas de lo sentido,


queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,


para descubrir contigo el suspiro que avanza


por el camino,


ese que me trae perdido,


alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,


destapando mi secreto en tus labios,


desnudando el sentir preso,


ese que por tus cabellos cuelgo.


para amanecer en tu bella boca,


allí donde despierta el azabache de la noche.



Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,

en espinas sus besos sangrientos,

forman ellas mi aliento,

a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y

tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,

que nos sangró los sueños,

mi vida conquistará tu aliento,

allí donde la yedra escala el árbol,

y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,

esta es mi vida que me late el verso

y por tus ojitos tengo mi firmamento,

ese por el que la noche es azul y el día amarillo,

para acampar hermoso el sonido,

y trenzar el álamo sin desmocharlo,

sólo allí el humor caerá trenzado,

por el aliento al viento

fluirá nuestro secreto,

de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma

verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,

voy allí al submundo de las almas

y te encuentro entera,

cómo no encontrarte si brillas entera,

hoy el nervio me avanza

por desnudar mi entraña

flor de niebla y umbral enamorado

hoy soy yo a tu lado,

y que el mundo gire y se estampe entero

que yo amor te seguiré perteneciendo.





Solo una vez se destapará el canto

quedando de los labios preso un sonido enarbolado

demente el hueso estallará grillos y sus huestes,

blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,

ese por el que el sueño será encontrado,

mi vida te seguirá perteneciendo,

fiel de su caricia,

el hálito correrá sin disciplina,

allí solo allí tu caricia será sentida,

fiel de su alquimista que la vela y aguarda,

fiel de súplica su embestida,

es momento su araña cae tejida,

destapa la caricia dormida,

para acabar su vida

en la hoja de aquel árbol donde todo termina

me aguarda el reino de los valerosos versos,

hoy por hoy encuentro su calma

y me aborda su estampa,

para ser yo bajo tu entraña

quien tu ansia guarda,

sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,

mi bella mi adorada

mi musa de mi entraña enraizada,

soy el que ves que a tu beso llama,

quien te duerme en el cuerpo de tu cama,

floreciendo en piel y verso su entraña,

abierto su latido,

eres tú amada todo lo que yo poseo,

incendiada mi estampa,

eres tú lo que afila mi calma,

la ola de mi océano que clama,

muerta la hora, llegado el umbral

quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío

si tú eres lo que yo vivo,

y junto a ti partirá amada mi rumbo.






Estrellas fugaces me siembran tu caricia,

por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,

se destapa el velo arraso tu calma,

me cuelga tu amor a mi entraña,

vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego

se afila mi verbo y te encuentro,

sueños deslizan mi cuerpo,

mi armadura es mi verso,

que crepita el beso,

acabando de ti deseoso,

lícito el momento de acabar bajo tus labios,

de nuevo tu piel incendio,

para estar bajo tus brazos ileso,

para ser vivo poeta de tus ojos,

el verso sea mi pluma,

la sangre mi tinta

y tu amor mi fuego,

para acabar de este sentimiento preso,

que da vida a mi hueso

viva el verso,

viva tu vida a la mía unida,

hoy descubro la avenida,

que no escapa sin caricia,

mi vida encendida,

no es tiempo de huida,

te sostengo fiel a mi súplica,

enciendo de tu cuerpo el brasero

y bajo tus ascuas me quemo,

para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,

hoy visto de besos el amaranto,

mi cuerpo es tu casa,

viva el verso,

hendido en sentimiento,

por la luna y su crucero,

por el cielo y mi lanza despierto,

hoy quemo el universo,

para quedar nosotros dos

en llamas envueltos,

no te dejaré escapar,

con mis versos flamearás,

vida a mi vida sujeta,

por los cielos descrita,

y su plomo deja de serlo,

para ser nubes cargadas de besos,

sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,

sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,

devuélveme a la vida lucharé por los dos,

sin despedida, sin desquicia,

el verso brillará más que antaño,

el océano le quedará pequeño,

seré tu dueño,

a la noche que reinan las estrellas,

vivirá siempre nuestra luciérnaga,

de la luz su caricia,

conquisto el cielo

para que viva siempre mi verso,

y soñando te encuentro al calor de los luceros,

la luz se desdobla para parir

nuestra hija de oscuridad.




El Castellano y Leannán-Sídhe




Iris en ojo de sangre:


Vena del cielo:

Solitario rayo estertor;

siniestra umbra, 

escala la cuchilla 

de tres arañas colgando, 

hoy es por mí 

nunca quede huella, 

destino en azar hendido, 

lleno, repleto, asido 

en el origen primigenio, 

madre ella del color, 

asume este sentido yerto, 

agujereado en haz luminoso, 

nitidez en halo 

de nocturnal visión 

derritiendo, 

devorando astillas primas 

de subrepticia enhebrada, 

padre flamígero del fuego soy, 

elemento hermético 

de tres sentidos, 

arder, conquistar, consumir, 

estelas abren runa clave 

Gemineye, 

sangre de este ojo, 

perplejo soliviar 

en azur abriendo pulcritud 

inabarcable, 

inicio de sabiduría en vena, 

muerde, 

acaba esta espera, 

raudal extenso de pura visión 

en certeza 

de sentido superior, 

cristalina esencia 

descendiente 

sin parpadeo fugaz, 

crisol de valles 

y gramas feroces, 

deslices del afán superior, 

dar sentido a mi vida, 

ojo de sangre calzo, 

cabalgo anquilosado designio. 

Ancestro del lobo único soy, 

perplejo sentir asido 

del diablo en simiente, 

primer ángel caído consumado, 

errático vuelo soterrado, 

magia del silencio encumbrado.

Visión, y sueño, 

indescriptible con lenguaje. 

Si te ocurre lo mismo 

no eres capaz de usar razón 

y ordenarte abrir los ojos 

y dejar de ver; 

como un corzo paralizado 

por un lobo estarías, 

imposible por sensación 

hacer desaparecer lo que observé, 

por extasía, incredulidad oxigenada, 

belleza en percepción, 

la pureza en sueño 

en imagen mental 

que escapa a todo, 

vi el azur 

por decirte aproximándome, 

en un ojo femenino 

lejos de este mundo 

y de todo lo conocido 

o descrito, 

fué una sinestesia recta, 

sin ser más que tocar el color 

de la Oscuridad nacida 

a ojos cerrados, 

sumisa, displicente, 

involucrada en crear 

sonido del vacío absoluto, 

sigo perplejo y asustado. 

Es lo trascendental del infinito, 

como ver el origen 

del color formándose en un ojo. 

El azur, el verde turquesa, 

y azul mahón 

no te puedo decir más 

que esa belleza no me cabe en el pecho, 

por algo sigo viviendo 

no hay azar enraizado, 

hay perfección.

Luz me arde ahora

en el mirar ciego del sueño

sin miedo sin embargo

saboreo el viento,

los cielos me poseen

de nuevo sobre los años

que ellos son,

algo llega a la rosacruz

de ayer

y sus nueve caídas

de sus ángeles despiertos

en tu sueño me ves invernando

dorando mis pelos de murciélago

bailo el colchón de nubes

que sostiene esta mi noche

para desaparecer llorada la tierna cara

saboreando una sombra más

que me vuelve

imperceptible

muerto sabor

de obscuridad sin faros ni luces

ni fusiles que matan hermanos

de su tierra y sangre

crecieron los caminos

y el rojo fuego versado

brotó en flor de amapola venidera,

dime qué debo hacer

¿Algo erróneo?

No puedo volver atrás

se sostiene aparte

la fuerza que nadie alcanzará

nada por cambiar

todo está hecho

algo que asalta aparte

puedo volver y empezar de nuevo

sin mí, sin vida, sin cuerpo

sin lo que me ata a este mundo

mañana veo el futuro

la destrucción del pasado

quedará atrás.

Corpus, anima, crescens

sol refulsit,

lux

et patientiam meam scientiam

florum, est vita

nosotros no somos lo mismo

la bondad sangra las venas

gustos, deseos, vencer,

arder sin perder aposta la partida

esa que las hiladoras tejen

momento del momento

nacido absorbiendo el hilo del tiempo

las piedras lloran flores

el final es volver a empezar

viendo y amando

el ancla errada de mi lugar,

continúo al cuervo

que me vuelve más fuerte

ave más inteligente de la faz

poder de la misma

energía

en tormenta de conciencia

siendo ese rayo solitario

que partió todo inepto,

inconsciente tormento.




El Castellano





Inerme botánica de sangre:


Sangre esclava rehúye

la encumbrada virtud

del hombre libre.

Suenan los iris

por estelas claras,

designios flamígeros en sotos.

De luna descalza;

con metales irascibles

se presta.

Sujeta clavos en mi torso de roble,

ciprés que no duerme

ni sus duros ojos bajo tierra cierran,

sembrados;

oscura hierba

en agua turbia marcada,

agarrada bailaba compases

que el viento dicta.

Cielo abierto de honda sombra,

engastada de granate sin avivar.

Soberbia limpia

que los amigos dejan,

en panales como enjambres

sin sed de vida.

Testimonios yacen cadáveres

erguidos, en pie al olvido.

Milenios de cristalino rostro

numen erizada

acaso estira mi cuerda.

Este son día tras día

se revelará caminando por fuera

del suelo proscrito.

Mi piedra será ojo de tierra.

Abrirá poniente un cénit

en sortilegio de blancos acres.

Inhumana luz sin testigo

ni brida.

Carne de matices que no disimulan,

camina el brillo primero:

yedras, millón de asfaltos.

A los cielos alzo mi mar angosto

y su yerta secuela

en nueces del tiempo

y almendras que relucen

como el oro.




El Castellano


Túmulo de bronce:



Hexámetro en bronce

de sus miles brillos

invoca mi escita

el arduo fuego que yo poseo

casarse quiere la arcana musa,

cólera de Hércules,

dioses habitan otra,

la escritura,

celaban torres de sombras,

el destierro secular

que nuestra dicha honra.

Podéis jactaros

de cuantos diarios

habéis escrito,

rebuscado, doliente

sin plagio yo,

filólogo

de un olvido de hierro.

Posesión certera

en mi sótano de luz,

henchida moneda vaga

me habéis pagado.

Por cuantos filos

blande mi lenguaje

pulcras espadas atesoran.

Heráclito soy del tiempo

yunque que se oxida,

Intangible río

llorando expensas de un amor

que hace imperio

en opacidades del ser

ilustre, fiel testigo

en juicio con mil moscas

que acudieron

al panal de su corazón,

para morir de avaras.





El Castellano



Flor helecho romance:


Agua lleva, suena río,

alma de roca ya mecida,

bebía orilla leve.

Flor roja, sangre sí cuenta,

blanca cierva fada triste

cazador hiere su flecha,

blanda espina gemía

flor abierta grana lerda,

fada herida descansa

latiendo la parca negra,

yace helecho silente

suspira sangre plebeya;

el helecho comprensivo

flor mágica forma bresca,

tambores suenan despiertos

vid en helecho acerba,

afligidos, piedra mueven

cazador choca sin venda

flor helecho coge alma

lo que frío bosque agremia

misterio de cierva fada.

Fada descansa, inverna,

cicutas toman la sangre

veneno hacen, su penca

cuervos la cena discuten,

cazador río afrenta,

lleva el río latido,

aliento verde no medra

duendes coronaban fada,

fada su vida dispersa

los espinos la cuidaban.

Suerte mecía atenta.

Enhiesta flor fue semilla,

altiva plántula bella.

Hada tenía la suerte.

Él apuesto, daba guerra.

Recta plántula suspira.

La vida fue muy correcta.

Aún duende ella quiere.

Ella, hada, como hiedra

ellos cuatro siglos ''juntos''.

Los dos sí saben, ''leyenda''.

II

Entre pámpanos exhaustos

cuervos, que ciprés alegra,

ronca voz enardecida

ojos de tierra que fierra.

Rompe mi leve oído.

Bruma que siglos almuerza,

Entre fugas y sus carros

negra sombra sube cuenca,

el Olimpo ya reinaba.

Venus baila, suerte terca

furtivo, justo desliz ve.

Inframundo almas hienda

Mal destino él mecía

rivera de calma yesca,

tuvo cetro agua brava.

Siglos, dicha es ofrenda.

Cierva fada. Lides, forja.




El Castellano

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA



Férreo estímulo:


Resoplido al fulgor de soles sedientos,

y rayos de esencias acrisoladas

al fervor de síntesis violáceas y sombras ecuánimes.

Halos en regencias febeas; sus cadencias amilanadas danzan, juegan, mecen extasías soberbias, en rediles que estrellas guardan del brillo magnánimo, cuchillos calizos resecan la viveza pétrea, iris de tu fervor de lunas espolvoreadas, estira su tela mi araña

colmando tu rauda pureza luminosa, como ascuas intangibles en fanales hogueras

de mi deseo hendido a tu cauce,

abro la sed de espada, exudando tu sanguínea pupila en sentidos yertos, helados.

Es un río malva de pétalos desangrados.

Abro esta flamígera contienda de la comunión de nuestras estrellas.

Vinieron a plañir sus estelas densas, graves.

Por cuanto mi hematíes coagulaba mi sangre, oro del mercurio de tu boca mi amada hada, es un designio nacido; un estruendo brotado de la sombra de tu infinito, cómo arrullar mi deseo traspuesto a tus sábanas espectrales, y mis lechos  de paja y flores.

Se destila mi testimonio, con un latido de tu certera caricia de aliento mi amada, es un soliviar vetusto y una rosa perra, un hinojo que guarda mis aojos y sueños arrebolados, un sueño y te toco más allá del color mi hada oscura, mi risueña golondrina azabache.



Resoplo

al fulgor

de soles sedientos,

y rayos de esencias

acrisoladas

al fervor de síntesis violáceas

y sombras ecuánimes.

Halos en regencia

de cadencias amilanadas

danzan, juegan,

mecen extasías soberbias,

en rediles que estrellas guardan

del brillo magnánimo,

cuchillos calizos

resecan la viveza pétrea,

iris de tu fervor de lunas

espolvoreadas,

estira su tela mi araña

colmando tu rauda pureza

luminosa,

como ascuas intangibles

en fanales hogueras

de mi deseo hendido

a tu cauce,

abro la sed de espada,

exudando

tu sanguínea pupila

en sentidos yertos,

helados.

Es un río malva

de pétalos desangrados.

Abro esta flamígera contienda

de la comunión de nuestras estrellas.

Vinieron a plañir sus estelas

densas, graves.

Por cuanto mi hematíes

coagulaba mi sangre,

oro del mercurio de tu boca

mi amada hada,

es un designio nacido;

un estruendo brotado

de la sombra de tu infinito,

cómo arrullar mi deseo

traspuesto a tus sábanas espectrales,

y mis lechos de paja

y flores.

Se destila mi testimonio,

con un latido de tu certera caricia

de aliento mi amada,

es un soliviar vetusto

y una rosa perra,

un hinojo que guarda mis aojos

y sueños arrebolados,

un sueño y te toco

más allá del color

mi hada oscura,

mi risueña

golondrina azabache.





El Castellano


Entre corona y candelabro:


Es un desfile

la luz del astro

intransigente,

sabe que no tiene mejor,

en su empeño.

Se riza mi idea

sabiéndome cuervo,

adentro el nueve

y el tres sacude.

Vive este caracol

con casa de espejos;

habito el espejo,

estoy escribiendo en él

que un día

las imágenes

harán dulce sinfonía.

Los sonidos 

serán colores derretidos,

mi casa será una hoguera,

mi luz será inquebrantable.

Seré yo encargado

de cabalgar los tiempos.

El olvido dejará sus cerrojillos

entre un manto de abrojos dormidos.

Las hojas llorarán baladas estridentes,

perfección de décadas florecientes.

Siente el poder

del cuadro de la oscuridad.

Afílame el cuchillo hiriente,

tejidas las arañas de mi carne.

Atraviesa esta grieta de la oscuridad,

que no llora flores

lleva sólo almas 

a su ciego campo de espigas.

Fiel reflejo estridente

los cuadros de tu vida

danzan entre las baldosas,

entre acorchados pasos,

todo va quedando atrás.

Un ocaso florecido

de espadas en sigilo;

tiempos huecos

su lúgubre caricia,

siendo heroe del norte

de mi silencio.



El Castellano


Es ciego mi Sol:


El primero

un flamígero

capítulo

de mi sanguínea vida,

al fragor de simientes

que germinan

nuestro ensortijado cauce

de nuestro albor;

engalanado en un diente de león.

Enajenada mi estrella

queda sembrar el cielo.

Con adormideras

y vestir el astro.

El astro de traje

para encontrarte

avanzo mi adentro queriendo

tu hechizo de piel

que me abruma y deshace

la hiel,

colorines me silban

su quietud

colorada, furtiva

en la pulcritud

de tus mejillas;

oscura golondrina.

Al alba

de mis deseos nacidas.

Fiel reflejo estridente,

los cuadros de tu vida.

Danzan entre las baldosas.

Entre acorchados pasos,

todo va quedando atrás.

Un ocaso florido

de espadas en sigilo;

tiempos huecos,

en lúgubre caricia,

acaso la luna es luna

o alguien despierta,

y la pinta.

Cerrojillos en destierro

de este silo de oscuridad

amilanado que yo amo.

Avanza que imanta

el día y su prisa

por alzar

su comunión de estrellas.

Gritos secos se mueven

tras el ventanal.

Sangre que coagula.

Entre compases de malas yerbas

de mi patio.

Es un mirlo negro

Que me visita,

siempre vestido igual;

estrujé las vidas

del gato de arena que soy;

suicidios de cardos

corren por el tapial

del patio,

se riza durmiendo

mi gato negro;

la soledad me ama

más que a su estampa;

vuela y reposa

mi fiel añoranza,

reverdecer mi ilusión

socavar con sucesos

lo deseado

para tomar con mi esfuerzo

lo que no me dan.

Acaba de irme y no soy adorable.

Me levanté y me fui.

Quedando mi decencia

En una hoja.


El Castellano.



No hay final sin comienzo:


Miles dei lumen litt C et sumun cannae. Flos umbra, diectus uxor blanditia. 



1

Es esta rosa flamígera

 repleta, rodeada en abrojos

llamada destello tenue, veloz

arroja, presiente

mi elevado albor,

cuanto posee llamado amor,

de mi azada y hoz redentor;

revelación

que mi sangre golpetea.


2

Resucita mi dignidad servil 

vivir con sueños colmados

de fría esencia argenta:

antorcha prendida, dispuesta.

desbordadamente viva

tu creencia.

Trasciende,

alcanza mi llama

entre danza de corona y candelabro.


3

Frente la luz de una noche

todo ella,

me ha devuelto

una osadía.

Diviso su hegemonía

férrea imprenta;

estigma que repele

mi ilusión verdadera.

Desnacer ocurriera mi tierra le ofrecería.

4

Ileso viles juicios

atravieso,

batalla traspuesta

del candor expuesto,

nacieron dos gotas,

yugo de unión por mi tinta

que hoy canta que hoy grita

las flores cantan,

las nubes se levantan.


5

Candamvis levanta,

centellea, 

llegó mi renuncia acuchillada

perder sin intentarlo

me dictaban,

renuncio a morir 

sin intentarlo.

Fiel prefacio blando.

Aojos danzo.


6

Vencerá el pacto de mis hados,

con mi serena brea.

Un gris roto

un pedazo de ascua,

las piedras gritan,

dibujar tu oscuridad

en mi pecho manifiesto,

el signo en pared de alguien,

en puerta redimida que mi hoja cante.


7

Mirla mía

sin tu cárcel

vuela, alza mi caricia,

hazme libre,

soy ferviente azogue

de mi cadena a ella

amarrada.

si a ella no traes

¿En quién confío?


8

En quién yo seguro

mi alma desvisto.

Cauce seco,

carretera sin bordes

de mi cromático metal

escrito en cobre.

Es o no es

brilló mi turmalina

displicente fuente.


9

Es la vuelta de los vencidos,

acaso sirvieron

sin luchar despliego

mi ejército,

en brillante estepa solitaria,

la noche llora su azabache,

volveré vencedor

por alud en llanura.

Que yo no soy español soy castellano.





El Castellano



Dispuesta égida forma celada:


Luna venidera,

aguardo, augurio de tu siembra,

vengo que nazco

a párpado fijo encumbrado,

ven, ven a mi yermo,

donde todo luce dispuesto,

y un ángel redentor

te esquilma el beso,

preparado para disparar

y tu anhelo flagrar

preparado

dispare

acoge amor

mi temprana osadía

estoy nacido del hierro

de tus ojos.

Venga a este mi ser

tu alumbrada existencia

para nacer de exhausta

secuencia interminable.

Ahondo que surco

venzo dispuesto

mi flamígero desespero,

soy porque seré

tu sol Lugh

mi enhebrada luna

aventa mi ansia

nómbrame tu apoderado,

cuántas lunas sempiternas pasaron,

y yo nací para

que fueses mía

en taciturna desangelada

sonrisa venidera,

no me desampares,

sé mi fuerza,

sé mi anhelo

que yo tengo diosa,

que yo tengo madre de mi luz

verdadera.

Por este soto derriten las estrellas

para ti ofrezco

una estampa, una espiral

que no acaba

por  mis cinco litros de sangre

irrigada,

nacerá una estela tuya y mía

desde hoy hasta siempre

el tiempo mi rival,

soy yo nacido para la eternidad,

ámame musa

porque comienzo a amarte

desde tu ambrosía,

que decreta no ser

vida de un día,

germinará esta etérea semilla.

Miles dei lumen, flagro metaphora

creavi blandus morx timun malum,

veneravi blanditia, dedisco cordis solus unno,

verstro paremo, sed de vita ostendi alae,

decreto ser de tierra,

luz que germina

mi entraña verdadera.

No me desampares

estoy formando celada.

De égida dispuesta

este Escita levanta

por ti de su tierra Castellana.


El Castellano



Brillo azur de tu mirada:



Alcanzo tu visión serena,

tu Iris excomulgado

y su transparencia vítrea,

me cuega la pupila.

perdido entre tu brillo azurado,

cristal denso

de hielo nocturno

en opacidad extensa

como el llano de mi oscura

nebulosa voraz,

un grillo hendía mi herida,

por los grados

que centrifugaba su cuerda,

tres notas una destensada,

era tiempo suficiente

de fijar constelaciones

en los azares de tu mirada.

Caminaba solo a voz rota

el paralelo perplejo

en tu honda risa,

más que un estado mental

me golpeó tu osadía trenzada

de dama

de mi vespertina noche.

Era un halo intransigente,

te necesitaba más allá del irisado

de tu caracola,

me respondieron las cuerdas

de tu guitarra,

que era yo

tu blasón perdido,

en pulcritud de encajes

y árboles frente nuestro retiro

de miedos.

Sólo hay un sino

no abandonar nuestro sendero tejido,

quiero describir

la turquesa tus ojos,

no puedo sin caer,

en que ninfas, Calíope,

afinaron tus manos

acompasando con ellas

sus arpas,

tu alma de cristal

yo, adentrarme en ella pueda,

quizás una osadía acompasar

tu haz luminoso

una y nueve

existencias más.



El Castellano


En media azumbre:


Nunca seremos nunca,

enfilando seremos ceniza

secreta puerta,

desolación con corazón,

materia de luz remota

sombra, olvido, brillo

palabras en el polvo,

tintero, sinfonía,

melodiosa sierpe,

me ensordeciera tu rayo de luna.

rastrojos por cebollas difuntas.

Animosas amapolas

órganos de mi ruda piel,

alada mi alma de almendra.

Parca enamorada es contemplarte

colmenera sería tu alma para anidarla.

Me esparcen la razón,

bueyes arrostran mi redil de venas,

fugaces, secuaces.

Halagan mi jardín sin alondra,

mi nombre te dejo,

pecho de ala,

tórculo de este recuerdo,

dejo presente

que quiero ser siempre, contigo.

Sufrimos tú y yo

la miseria de la vana luz,

en lecho, buque, beso

y noche de perros sonando

como lobos despiertos.

los valles redondos de ondas viejas

navegan las dunas

de tu luna sempiterna,

en arena gemías mi placer

y sus grajos que crascitan

enamorados de nuestra espera,

delicia como tú así es esta vida,

piedra ligera en viaje definitivo.



El Castellano




Orilla de reguero:


Vienes mi oscura golondrina

a colgar tus besos de nidos

en mi antiguo balcón de reflejos,

jugando me llamas 

con tus alas en mis cristales.

Tu hermosura y dicha acusan.

Tupida mi yedra,

por tapia y hermosa fronda;

cuajada de rocío volverás.

Abre mi lid mi castellana,

moruna siémbrate

desentierra este caudillo

frente rejas de tu estrecha ventana

cuelgo un mirar absorto,

de tu despliegue de manos.

Dame asilo de pecho

inexpugnable penetra

honda risa,

sólo llave, paraíso, alma, 

soto, cárcel, instante.

Sólo veo todo lo que aquí

no yace.

Agarro la rienda del caballo,

descubre el viento

mientras salta muralla en sangre,

pavesa en aire,

sujetando mi arpa en la lumbre.

Tres cuerdas estiro,

la última destensada late,

un averno sin condena

ni tristeza seca atañe,

dicha, belleza, fortuna, procesión

entre pinos rutilantes,

tus yemas,

mi pavimento,

con espada que centellea,

ya no es mayo pastorcica bella,

ojos de otros ojos me enseñaron,

pajaritos, valles,

vegas, agua fresca.

Sabes cuál es tu música suave,

encanto severo apasionado,

del enturbiado espíritu

blandiendo tu embeleso amilanado.

Expande tus tonos 

cariño infranqueable,

tus franjas verde- azules.

pié de mi río

tu fronda ya cubre.

Abre el estío en ráfaga de tu centella,

tejeré para ti siempre mi sorpresa.

Inextinguible clama, abre la gloria,

magnificencia de osar tus labios,

terciopelo anidado

de un tiempo disuelto en sílabas,

suprema,

volverás a mi ventana

mi oscura golondrina.




El Castellano



Tres ascuas coronadas:


Mi seco musgo

arrebatas denostando

banalidades.

Agitar embravecido

tu seda y densa tela

perpetúa.

Creceré sin perderme

en tus ojos

visiones rectas de lo que querer

dispuso.

Mis hojas coronas

como frondas suaves

se despejan en tupidos pinos.

Resplandores descarnados

avanzan tus vidrios irisados.

Mis escaleras soplabas,

oíamos rodar la canica

por susurros colgados

en ceniza de hojas.

Avanza regueros campesinos.

Alarido bélico,

desnudado.

Empuje de amado

turbión empujando errante.

Chispa postrera mi sarmiento,

compuesto fuego medroso.

Deshechas las aflicciones,

queda sembrar

música, aullido, sombra y fábula

de arcano son del viento,

visiones riegan

tu raíz de plata salvaje,

arroban tus ropajes

dé argento ángel

en plata iluminado,

por secuelas

arrostran mi firme trazo

que voy a conocerte,

hasta hendida puerta,

y ráfaga inquieta

eres eje,

eres sentido

para germinar

cendales de niebla

en los campos de tu esencia.

Una.



El Castellano



Sendas por tu Parnaso:



Visiones riegan

tu raíz de plata salvaje,

arroban tus ropajes

dé argento ángel

en plata iluminado.


Una tarde, 

horizonte en alta, 

profunda, 

inabarcable estela, 

sin abarcar porfías medrosas, 

extendía nuestra noche oscura, 

naufragio posible 

tú encontraste color negro, 

yo una cegadora senda 

al final sin comienzo

en derrotado afán 

que acaso piensas 

¿Ha comenzado?

Prosigo, 

que dilatas esperanza.

Mi lóbrega palabra 

cerrarse no entiende,

lejos se oyen roncas sílabas,

cóncavos senos agitan,

sólo es densa oscuridad

rompiendo espumas azules,

amparas que dilatas 

sumergido escollo

bajo tu cielo

que exenta de dolor 

mi rudeza en esperanza,

recuerdo al menos tu metal,

jamás mis alas,

oscuro dormía el monte,

mudo el viento, 

yo silbando pletórico.

Tu poder soberano,

domando orden,

en noticias de Parnaso

laborado,

aguardé honda seña

y hoy soy saña del arcano,

que formó polvo fértil de montaña,

bosque de árboles de ceniza,

poso en terco llano,

gemirá alabastro

tus calzas 

y el azabache que llora nuestra noche,

serpeará el color de tus cabellos.

Me desplazas 

a la imagen del Hipocrene

abrazando el rubio Apolo 

que me vanagloria,

demonios mirarse ellos soterrados,

murgan oyendo alaridos,

peras al olmo sé que es lo que propongo,

¿Acaso no es suficiente lo que obtengo?

graciosa Euterpe traje no quiere,

yo sé que tus ángeles batientes meces,

sólo acuso que ya sé quien tú eres.





El Castellano


Agua socarrada, elíptica travesía:


Analizo la luz en tu mirada,

leo flagrante tu alma.

Horno de fuego lleno,

como pisar un abrojo 

y blando sabor degustar,

estampido del trueno atribuyo,

rebelión venciendo,

ya se escuchan rumores sordos,

precursores de tempestades.

Torrentes sin cauce

la turba desemboca a mi senda,

yo soy como las vigas de Himeto

no preguntes más.

Que ya mi amada labra la columna

que me cincela.

Heredero he sido de cuanto he servido.

El múrice me guarda

servil en mi travesía

por mar Laconio

cielo, inspiración, canto

corre anhelo voraz.

este mi sepulcro reverdezco

hollando lindes,

preguntando a Prometeo,

sin sobornar a Carón resignado,

el Leteo ni descendientes

traspasar mi puente pueden.

Chispeante tu cielo,

su rubor satisfecho oso al por mayor.

Instantes melosos veo en su colmena de labios.

Agradezco por enunciar mariposas nocturnas,

poso de almas condenadas.

Orados recursos en vigilia

que enseña cátedra tu silencio,

estruendosos llamados 

a cosechar en gotas tu alma.

Sólo ordeno, mande sí

pero no me despiertes

porque no conozco ni miedo

para luchar por lo que quiero.

Acoge el cimiento

coloso que ando disponiendo,

prosigo,

póstuma súplica

ésta que logra calmar de Plutón su ira.

Gerión y Ticio

la onda Estigia aplacan.

la raza Danaica no se acobarda

ni su madre Dana

devela el secreto

por el que soy preso

reo capaz de incendiar

abismos que rutilan sombras

si así combato mi incierta suerte

por la que arriesgo sin miedo

de ganarte el cariño.


El Castellano


Candente secuencia:


Animus meminisse horret, luctuque refugit.

Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.


Lóbrega quietud escarlata,

eternal lustre oxidado,

eterno sueño

esquivando meloso asilo

de todo desgraciado.

Mi voz, angelical beleño

casi yerto,

pavoroso azar cuelgo.

Un averno cruzo

de quien yo era,

arreo sempiterno me rige,

hórrida lucha descarnada,

lucirá opaca

severa luna.

Mi ciprés fúnebre aplaca,

claman los ecos

frente ojos

musitando furores

al viento desceñido.

Todo lo que gritando calla,

se precipita

como lo que el generoso esfuerzo,

pudo sembrar;

afila esta turba

mi empedernido rostro.

Ultraje

que el desgraciado

expira sus fuegos.

Flor en miel de vida,

bronces de alas.

Magnánima se eleva tu suerte

labrada,

medroso mi latido

ya no huye,

cerviz eleva digna cadena

indómita.

Feroz risa por treguas

de brillantes ruginosos aceros.

¡Oh musa!, que por sombras felices

resuena mi dicha,

inulta eres

diriges fugaces los gemidos,

por melosos lares,

Turia y Duero

bélicos de nudosas lanzas,

desentierra ya

mi cuchilla férrea

de cuantos campos en Castilla

yo amo.




El Castellano a 11-08-2018



Tersura de palabra:



Aletargada una calma silenciosa,

en regazo de adusto febeo,

no pierdo fiel mañana contigo,

musa de agua.

ilusiones semblantes de Citeres.


Desdén que amancilla

de redes y verdores,

no cuentes mis cítaras.


De mi laberinto de espejos 

tu alma es llave,

que férreos pesares cierra,

este mi leño amimaba.


Incólume afán de cuidar

de seguir tus protectores.

Tu lira mágica y tu arte no oprimo,

sagrado designio tu voz.


Ver imágenes de sus moradas.

Perdona si te agravio,

en ti yo quiero refulgir.


Lágrimas y sangre confortadas,

cresta de inmutable resplandor

savia que gime

 y adora lo que es de ella.


Me crece de los ojos 

una sed intensa,

el témpano sordo,

aguarda, vela y sostiene

nuestra ciega luz.


Llúcia de todas las vírgenes,

la una me venció con trágica voz,

y sonrisa de caracol.

Que nunca desvanece 

sólo vacío se queda.

Sin destino mayor.



El Castellano 


viernes, 31 de agosto de 2018



Denso halo nocturnal:


Fuentecilla parece mi noche oscura,

fuentecilla retozona,

y de verdes lamentos quejumbrosa

como sombra leve de mi pájaro piador

que acuesta a dormir su entraña.

Sombras largas que descubren

el canto los lisonjeros grillos.

Blancura y azabache descansa en la arcilla

el nido mi golondrina.

Al fresco respiro de mi chopo soñador

lanzo un severo destello argento.

Longevidad imperial cercenada

como retazo de persistente

carcoma manida a mi verde intelecto

grave;

embaucaría sin tenerla

todos mis instintos,

todos mis impulsos.



II cuartilla


Canta , canta mi pena azul

sin ocre zozobra.

Abre el verde ramaje ,

a la espesura de mi idea.

Entre un camino serpeaba

como culebrilla de un destino azaroso.

El murciélago castellano

rasgaba bailando,  ladeando

el cielo mullido

de levedad de colchón sin luz.

En sintonía opaca que rodeaba

y acariciaba.

El cielo abría su sangre a la noche.

Un sopor de estrellas

que en este verano no tardaban,

y el rudo vigía ciprés soportaba.



III cuartilla


Bajo tenue luz de luna

que los sentidos arrugaba

y mi fiero ciprés de lanza colgaba.

Avanzaba por el camino

los álamos,

como un sendero

en cal de maderos cenizos,

rumbo al Valhala.

Alumbrado , rememorado,

anhelado

por todo guerrero .

Era un olmo frente la tapia

de un cementerio

en Fuente la higuera.

Caminillos de hormigas dispersaban,

desplazaban los vástagos

de forrajes venideros.


El Castellano



Lilith II:


Hija de la tempestad

así te llamo, sin voz ensordecida.

Que la luna encierra tu canto

en estelas que riegan los cielos,

los grillos lloran tu nombre

cual inocente azabache sembrado;

el viento es tu incipiente respiro, 

sangre llorando

despiertas por el cobre

ese que llora la noche

gimes en las fuentes de primavera

destinos en abrevadero insoslayable.

El espíritu lleva tu nombre grabado 

Por cuantas raíces tu sendero brillaron,

aire es tu apellido engalanado

tu vida no entiende de clasificaciones

sólo tú reinas la noche

cuando el sueño hace el amor con los dormidos

ríes y lloras con la lluvia

despertando brumas voraces 

que el alma secuestran;

la tormenta es tu carcajada,

al latido sordo de oscuridad abres tus ojos

el día por tú tenerlos tan claros ciega

las ondas en el agitada agua

mecen tus rizos, espirales imantadas

en las que vive el arte.

Un sueño despierto del fulgor y la belleza

te engendró a imagen de la centella olvidada

tu ser respira ambrosía amada

perdición de muchos

orgullo y alabanza por mí

que soy más fuerte que el mal

que juega, corre y cosquillea

con tu entraña sí esa por la que mis buques

dejarían su ancla

lobo de día cuervo de noche

que en tu ser se acurruca

y al sol desnuda

resplandor de almas fugaces

nuestro baile, blandiendo espadas;

vespertina perdición si amanece el sol

quiero ser de ti como el murciélago

a su rincón.

Volar contigo como si el mundo no importara,

despertar para abrazar otra noche

en la que girar

y en tu mirada encontrar fuego de astros

por dibujar y mi vida contigo sembrar.

Musa floreciente si arte arde su suerte,

alma amada que se funde

prejuicio, mentira y verdad

ababol sembrado

tu corazón sin igual.


El Castellano


Sigilo de ciprés

Gime mi astilla,

en pulcritud de clavos,

versados yunques de mi estío,

mi casa es el viento,

la sangre mi electricidad,

qué puedo decir,

qué puedo hacer,

tuerca de mi piel,

para encontrar placer,

y que el grillo afile su violín,

en este calor silencioso

por el que volverme sudor

en tu cuerpo de mujer,

seguiré cantando en la tubería

de tu sien.

Una vida que no fue mía

porque la llevo a cuestas,

deslumbrando osadías

noches negras,

de cabezas de cerilla,

y humo de tabaco del diablo,

quizás mi único amigo se llama Lucifer,

por eso estoy digno

porque siempre responde

sin necesitar hacerle reclamo ni oración,

aplico la ley del ojo por ojo y abrojo por abrojo,

satisfecho sí porque tengo un tesoro,

digno como el plomo

de balín que disparar,

así es mi palabra,

una imagen a cuestas de otra imagen,

telarañas para atrapar,

voy a leer poetas yertos como Gerardo Diego

a ver que me imprimen, permiso.

Yo pensaba en mis cinceles,

para estampar mis versos,

fumándome mis pensamientos,

en alcobas vacías de invierno,

siendo una claridad de estrella

y sus rayos altos, profundos, ondulados,

mi otoño de hojas derramadas,

mi primavera que nunca se fue

porque siempre vuelve, gracias Pablo Neruda,

mi fronda sin quiosco amado,

una torre honda, parca, de silvestre azada,

para volar no hace falta lanzarse por la ventana

como hice,

un azar iluso se viste de redención,

por la onda de tu voz,

por el cuchillo de mi hoz,

mi profecía de una borrasca nacerá como alta nube,

que una nube es colchón de la luna,

por eso el viento es mi padre,

fumaré mis abrojos versados,

llegando entre valles de azores

y ríos dulces,

un verde militar de ciprés,

el color de mi sonrisa,

alzada entre los mortales,

mi topo único llamado mesías,

de evanescentes sandalias,

cima tras cima encuentro la sombra,

hasta anclarme a su lágrima de malva.

no sé acabar tendré que volver a empezar,

mi estandarte de arte que prefiero cerrado

como lumbre en horno de mi suerte,

es por mi mente que a veces demente

a veces único hombre,

una espiral que corre y se mece.


El Castellano




Espiga florecida:


Cruzaba mi albor dorado,

la hoja de un Álamo

blanca y roja como el vuelo

de un pájaro otoño,

cuán intangible era el color de su cabello,

era hecho de todas mis flores

como inexpugnable miel,

que brilla todas las cosas ,

yo que te hablé de amor

en nuestros días solariegos

como sábana de viento,

me golpeaba la idea

una fuerza inexpresable

como frío y sólo cavaba

mi jardín tras el verano,

en un color de ocres

mi mente que jugaba

y se evaporaba,

mis cuchillos dormían

la siembra,

en otras siembras,

un vespertino grito

del grillo acuchillaba el calor,

mi rambla que yacía seca,

era como un chirrido de iglesia,

como fiesta sin vino

ni cerveza,

tangibles vientres de la historia

en manos de la gente

un eco subiendo las cumbres,

un disparo sin blanco,

un hondo sepulcro

y un jardín excelso

de espigas,

los poetas son del tiempo

y sus versos.



El Castellano 



Son de grillo:


Clarín entona sin miedo,

todo lo que siento arriba del astro recuérdame

su violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,

y una escarpia desnuda que anuda,

que desvela mi yunque, mi eje,

apenas dormido yerto el tiempo que te conoció,

arriba muy cerca de la letra dorada,

y su escarcha de silencio senil,

eres más que donde alcanza mi palabra,

un yugo, un arco y una flecha,

una vena trenzada por la sangre consumida

que te lleva que te encuentra,

león aquí león allí en mi corazón,

hilvanas mi calor del fuego,

se funde mi abismo zarzas por ascuas,

Sol por luna dentro de mis ojos te encontrarás,

allí solo habita la luz como quimera una,

que te destapa en sueños,

si por soñarte te hiciste realidad mi bella Margarita,

una vez en la vida el tiempo se derretirá,

y nuestros labios beberá,

vuelvo a vivir por ti,

vuelvo a descubrir justo la vida,

matando mi soledad, aumentando el día,

amor que me volviste libre

y elegí amarte

hasta donde cerraban los ojos de la noche,

mi miedo se alimentaba de sus paticas,

yo quiero quedarme contigo

hasta que mi pecho lata abierto,

subiendo cumbres anclando mi sombra,

hasta que la tierra se coma los cardos tras el estío,

hasta que las flores rendidas dejen su belleza,

en son de elevado amor,

que asesine los silos de oscuridad,

que descienda lo perpetuo

y quede asido el cielo

hasta que la imagen sea sonido,

y mi deseo traspase las puertas de tu destino,

solo allí reinará lo sentido.



El Castellano







Sol de plomo:


Lejanías trenzadas al clarín violáceo,

malva de su lengua de estrella,

allí donde el tiempo se hace uno

por adentrar mi silencioso Sol

en su boca de espejos,

allí donde la cercanía

nos vuelve una persona,

a violín de una cuerda carraspea el grillo

el gris en sinfonía añil de surcos y su estío,

a ebria guitarra se abre el sendero cerrado,

el cálido mar de pupila chirriada,

despertaba el son de los tambores

hundiendo su caricia en altares desgranados

y su danza por la quimera del cuerpo sediento

azogada cuerda con lámina recta

sostenía el crepitar difuso del día,

lobo de su ser afilaba nervio dorado

al abrir la luna fauces amarillas,

Lobaluna se acurrucaba

venciendo el cielo de zinc

en sus párpados ,

estremecido el alarido despierto

la noche colgaba pestañas ,

al blanco carruaje del sueño,

solamente un puerto

al infierno abre,

todo lo que yo daría por verte,

y que mi corriente no doliese,

eslabón sereno de azabache,

al latido sordo de mi suerte,

bebiendo ambos de la fuente,

nuestro corazón estremece,

siendo la vida reguero que enternece,

de una a otra parte el ocaso mece

su vientre de yodo

en encaje febril

viste el Sol su popa,

el camino hace venas de hierro,

el linde de tu cuerpo

aguardando mi llegada

para derrumbar la verja franca

de su puerta

y hacer libre la tierra.


El Castellano









Soturno caballito del Diablo:


Lejos de la tierra cruzo la senda,

donde amanece la sombra,

hombre, hombre de luces y tijeras,

hombre de bien al menos,

a veces algo que entender

navegando dentro de la luz

un cuchillo del negro puerto

porque yo no caigo ni muerto,

ni es mi soturna vía,

un espejo estridente sin sangre,

amo la noche sí y ella me ama a mí,

un velo de sosiego, calma

y enervada súplica nacarada,

es su juego es mi baile entre estrellas,

y grillos que se marchan

por ser otoño,

como un pez en tierra

intento escapar de la tierra

y respirar en mi medio

cuando aleteo

y solo giro sobre mí mismo,

una estampa, escrito yo en cobre,

sonido si al menos fuese sonido,

muerte al lamento y al diario

sea de la temática que quiera

una garra, una sombra,

un océano abierto

se necesita caer despierto,

un trance de momento,

y la lluvia cae de nuevo,

el terreno se vence,

la luna se sacude la vergüenza,

mi aljibe jamás se secará

si lo hace ya no estaré

para sacarle su oro de verso,

cromado,

un rayo, una cumbre

y finalizó mi osadía

entre cerrojillos desempolvados,

tengo sed, de liberarme de mi mal

y volverme más que un talento,

más que lo que no he elegido,

ser del viento y que el viento sea mío,

esperando cabalgar

mi caballito del diablo emplomado.



El Castellano




I


Lámina del cielo

tu gris en estiaje

ángel del cielo teje

macabra sinfonía

lluvia se derrama aplomada

por su guiño de ala,

por venas cavas, su quitina,

estrechas vías consumidas

en atroz entrega

del mensaje del cielo,

sangre de tierra en zigzag,

río de caudal

por arterias de arañas,

por acariciar la flor del iris,

un barco y una vela

un puerto y una quimera,

una vida de aciaga solar siembra,

verso saciado cabalga

el colchón etéreo del aire,

hasta anclarse en valse,

sueña el viento ser capturado,

atrápalo en tu mano

y en la otra derrámate como gota,

precipita tu esencia bebe del cáliz

la yaga de nuestro vino,

infinito remansado en cuña de estambre,

es un ojo de tierra,

es una espera,

filosas fauces,

la canción con la que bailan las flores,

un cariño de flamígera estrella,

un armazón dorado de escarabajo,

una casa de caracol,

ven, ven conmigo soy aullido,

una entrega de cuarzo llorado,

un cuchillo de sílex afilado,

en el trillar del campo,

soy mis venas naciendo en un charco,

un sorbo y soy fuego en tu mano,

 gimo y corro el vasto templo

de mi perdida religión,

viendo el devenir venir

cruzarse, deshacerse, alzarse

para acabar siendo tierra

del inerte azar profuso,

mi tinta se bebe un rayo solar

en patita de un caballito del diablo,

mi vaga libélula de mi suerte,

para que siempre viva

esta hormiga león

siendo mi cosecha más que tus besos,

más que tus rayos de sol,

siendo yo del camino y el camino ser de mí,

irisada vida en son de mis tambores

de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.




El Castellano





El signo de la estepa:


Alba mía,

fugaz de abisales miradas,

llévame a mi lecho

que no me tengo más en pie.

Cayeron mis suspiros de miel,

Orando me acaricien

palabras de ayer,

ven mocita a mi vera,

ven te quiero ver.

llorando no lloro

mi cantar aquel.

Visten amapolas destellos de piel,

dispara para no volver,

plural celeste aflicción,

alba mía escancia

no quiero tu padecer,

sonríe a mi flor esquiva

un rayo tornasol,

ten mirada pura,

en esta espina radia nuestro tesón.

Hueso hondo, fúlgido nacido

de la adoración,

como niño lloro la ternura

agarrada en corazón.

Martillo quiso ser mi hoz,

segando a golpe de viento

mi labrada voz.

Victorias acompasadas frunce mi Sol,

el rito mío cantará,

por la nieve de los álamos,

al olvido de barbas de mi chopo forjador,

herrero de mi sinfonía.

Verá parir la luna,

en hojas de olmo con forma de corazón.

El signo de mi tierra,

el amor de mi azada

a su soterraña entraña.

Vientos del norte me llevan

a lomos del Aquilón,

Hijo del relámpago,

que una vez amó

y tierra tomó.

Signo de los tiempos,

solo, solo ardió por derredor,

alma invicta, invencible

su espada deslumbró.

Lobo aventado en bosque clamó

la tierra devora lo que es de ella.

Yo clavaré rival

a serena esfinge,

que mustia mi carne florecerá,

espero que esperaré

el tiempo me seguirá

mi rastro percibirá.

Hoy como ayer

solo mis dioses me aguardan,

en esta estampa abatida

de mi soledad voluntaria,

necesito el sonido de mi noche

por escarchas azules febriles

cantar de flores recuerda

el llanto de la piedra,

a la ruptura de compuerta

estaba yo desafiando mi destino,

hilanderas tres,

no me tapan mi hocico,

trémulo, voraz,

quise estrofas

tuve una unidad,

mis principios numerados

los dejé ayer sembrados,

vine para seguir mi oración

no rompas quimera

mi sagrado nueve,

vendré a traerte que mi ser

lo forma el tres.

Si te veo,

no te escaparás de mi tundra,

ya te he soñado y contigo hablo

de espíritu en yacija

recipiente que mi conciencia

suenas,

me despido para regresar

a mis cantos olvidados,

sin musaraña dicto

que yo existo.



El Castellano



Siembra tejida:


Atelier simétrico 

las facciones

de tu cara araucana, 

sombra densa investida

cubren tus dignas pestañas

donde se acuestan dunas

de lunas que en tus ojos 

encuentran. 

Diciembre que esparce

vientos vernales, 

abriendo silos

con sentires perpetuos, 

mi gato negro cruza mi idea

en nuestra casa y su tejado 

de tréboles. 

Entre corazoncitos de hojas de sauces

abatidos

y mi siembra del mañana, 

abriendo las tierras

arados tras corceles, 

surcos de mi divina calma, 

por cuantas primaveras he conocido, 

y todas las que a tu lado

me aguardan. 

Incluso aquel pueblo se nos rinde

y nuestro mundo nos coronará, 

vencimos y venceremos

a ese cuartelillo de nubes

que en letana distancia

separa y su bruma gris

encuentra. 

Mares y océanos cabalga

tu Hipsípila con una flor remota

de su helecho

busca a su mujer, 

avanza nieves de espuma, 

hasta arribar su negro puerto. 

Le esperan valles y ríos dulces

por tierras de azores y perdices fugaces. 

Su sueño vestía ella 

como dormir de las estaciones

era ella su sueño de otra esfera.

Abrían sus flores orgullosas 

y deleitadas. 

Fúlgidos cabellos, 

sangre iridiscente de nueva brea, 

cañón y galera, 

lanzas de su futura siembra

en el interior de su amada. 


El Castellano


Encina de fuego y brea:


Santo señero, 

dulce iris de mis desnudos campos,

Dioses habitaron tu entraña que guarda,

cumbre eres de la loma despeñada,

réquiem de viejas espadas

que te labra,

quieto, el viento te encara,

vuelve a soñar que fuiste tiempo

de los tiempos,

estático límite

congoja deslizada de abriles febriles,

una oda me avanza

sin piel, sin moral sobrecogedora,

decídle a la tierra

que mi alma bulle,

este parco horizonte me teme,

oiré frentes, rayos fuertes, crepitantes,

un desnudar de las secuelas de esta voz,

amaré tu vientre como se aman las flores,

no habrá reino

contra Hipsípila

aterra calma entre alas

de libélula,

entre sueños de drosera.

Partiré mi vida,

recostando mis sangres,

floreciendo rosas a mi madre Belleza,

hasta sembrar mis aras redondas, abiertas,

en un guiño que descalza

sones por hendiduras sangrientas,

hasta enjaular mi aliento que te canta

por ajuares de estrellas las más bellas,

mi desaparecida sombra,

plañe que llora en su alma verde, pura,

oh Castilla, quién en tus alas nunca muriera,

eres un enjambre de furtivas 

soledades que se vencen,

caminas tus vastos metales

en tu oscura tierra,

una sed te fulmina lo perenne de tu sonrisa,

te duerme la piedra tu encina,

un deshojar de tu rivera

siempre,

de tu río Mundo

a mi pueblo de Fuente-Álamo

jamás te muestras herida

mi Castilla bonita

mi Castilla sin yaga

por la que encuentro

en el cielo un monte y un atajo,

hasta vivir la plenitud

de dicha en barbecho de tu idea

mi vida, mi raíz,

mi falcata de natura.



El Castellano



Sembrando altares de hueso:

I


Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.



II

Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.


III

Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

Hipsípila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.






El Castellano 



Panida rosa tu mirada:



I hoja:


Canta mi piedra

por inencontrable esencia,

promesa de luz del sol.

Azar de imposible

fuego fatuo en tejas

que son nubes de altos cielos.

Serenamente místico, me alzo.

Ascua empírea fueres

o carbón del destino atronador.

Mito, constelación:

constante, pura flamígera,

eterna de cimiento terreno

sobrevivirás a lo alto.

Escarnio mis solas sombras.

Promesa de tiniebla,

promesa tibia,

nunca alcanzaré luz tan ardiente.



II hoja:


Perecer a los cielos que yo amé,

te amo en medio de mares,

entre pulcras esferas feroces.

Clamor por férreos bosques,

boscajes de tu sed de miel,

arrebatada tú, de tu albo espíritu,

generosa es la penumbra

eco pálido de azul viejo

virginal fuerza de noche añil.

Presencia misteriosa

en haz, de luna áspera.

Destino opaco, inclinación

por verdades de monte desgarrado.



III hoja:


Tránsito estremecido, el río,

ligero, nitidez de espejos

que dulces presiden

hondas tierras.

Constante agitar de sus fuentes.

Resplandor baten tus argentísimas alas,

palabras entreabiertas

buscando dicha.

Esencia, eclipse de mi sangre.

Sideral cuerpo estrellado.

Sigilo, tus pupilas

con las que a fuerte garra

me amas,

y ardua me miras.


IV hoja:


Lejos queda el miedo en cestillo,

a ser feliz; si tú escribes.

Por esos juncos que el día

no cierra.

Un remero hábil,

desnuda la noche.

Bogando que su luna sonría.

Oscuridad larga

que nunca secunde.

Desemboca arriba ardiendo,

tu frente rosácea abarca.

Mi armadura,  mi espada,  fragor,  

pico torvo,  ojos cerrados.

Penumbra desconsolada

por riveras de mi ciego Arlanza.



V hoja:


Fondo de monte

en el verde mar

de tu boca.

Claros rectos,  únicos,  

confunden,

luz vasta y su sombra

que más ya no languidece.

Viento, velo, acallada luna.

Muda escucha

espesos vellos.

Faroles latiendo

corazones en celdas

con llave de tu alma.

Noble secuela

de mi dios Gemineye.

Entre azucenas de la tarde

mi suegra y nuera arde.

Rubricó tu gentileza, orquestando.




VI hoja:


Luminiscentes polen

en interiores de colmena.

Abro espumas esbeltas.

Desnudeces en carnal tomo

de mi cepa.

Brusco y dormido

en leyenda diferente.

Caí a mi tierra.

Toqué maravilla,  flor de supremacía.

Palpé tu olor fecundo

a esquiva adormidera,

de tu órgano erizado.

Por tus estelas claras

que escriben galaxias

y agujeros de luceros.


VII hoja:


Viejo pabilo iluminado

humo rojo viose apuesto.

Gallarda tu entraña.

Decreta, no cese

Mas nunca mi terco aljibe

que te escribe.

Con ojos rendidos,

ojos cada vez más humanos.

Pureza,  tu plata.

Amortecida ahuyenta la negra Parca.

Piadosa suerte

en sombra densa montada.

Eco amplio,

ley presunta de todo linde quieto.


VIII hoja:


Difieren ligeros, tus sortilegios,

de verbos que nacen.

Ya nacidos estudio.

Ellos que escalan mis ojos.

Opulentos pinos reposan

su verde nupcial.

Ato presunto borde,

llego a tu almena

donde vive tu alma serena.




El Castellano



FINAL





















Meus amor, ne putes cor meum tui oblivisci posse, verberare prohibere potest sed te non amare

Si flos esses et papilio essem, tempus meum in corde fodiendo vacarem

Si lacrima esses in angulo oculi mei, non auderem flere prae timore amittendi.



mi amor no creas que mi corazón te puede olvidar puede dejar de latir pero no amarte❤️

Si tú fueras una flor y yo una mariposa, me pasaría el tiempo hurgando en tu corazón❤️

Si fueras una lágrima en el rabillo del ojo, no me atrevería a llorar por miedo a perderte






FINAL








Referencias:

Mi palpitar y pensamiento



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