AMADA ONÍRICA
PUDOROSA SIEGA:
Líbicas extensiones de mi ara,
por eras de soliviares,
angostos, desnudos
sin pinar excelso de tu mirada,
mi acre transitado, exhausto.
De corvo pico y fugaz
idea pasajera.
Hondo grano de mi cereal espera,
dura grama extensa,
inhabitada,
moza de mis ausentes
sin bandera.
Agota, afila
mi profundo tallo
brotado de mi febril
mocedad subyacente.
Creo mi suspiro
como brillante tajo,
refulgente al candor de entraña.
Amparo sin honor,
de filo que no aguarda.
Quiero renacer así
te encuentre
con otra cara,
otro nombre
no caeré en osadías
eso lo dejo a mis Dioses
de locura extensa
llamada destino.
Yo necio, torpe,
de hueso en tierra sembrado.
Soy hombre con lo servido
cumplo mi palabra.
Es una gesta descendida
Luz de guerreros
perdidos
en azares funestos.
Quién guerrero del muerto tiempo,
con raíz desamparada;
trémula deidad
tus labios acostados
en tu cara,
en mi pueblo
me enseñaron a luchar
por lo que quiero
y más solo que el relámpago
tu felicidad quiero.
Mi paz de campo abierto
vástago sin superior
de conciencia
mas que inerte hálito
superviviente.
Frívola suerte consumada
osar tu palabra,
vendré porque aún no he salido.
Clarines y trompetas
entonan este yugo
eclosionado,
en servicial acto,
mi azul fronda
que no hiela tu relente;
rompe con empuje
violenta, feroz, agotada,
malla:
Hidra mía
perdona mis lucientes.
Vesta que Proteo
clama hundiendo los montes.
De vetusta proclamada
en sortilegio de guadañas y hoces
que se recogen sin martillo jactancioso.
Irrumpe mi designio
vaporoso en estela,
que tu sombra hiela.
Qué dios implora
a mi imperio
del precipicio.
Hechizo de mi semblante
otorgues invicto, valeroso
como abismo de agua.
Previsor que detiene
impías naves
en ataque de tormenta.
Sangrada barrera abata
en funesto claro oscuro
sin atadura
ligado, manso Ábrego
sin alma.
Prendida paciencia
sin alarde ni secuela.
Piélago que saña
sin brida
ni cuerda aplaca,
embravecido
con umbroso helecho sombrío.
Bosque temblado de mi mente
que piensa
ausente borrasca
sin ayer.
El Castellano a 25-08-2017
Amada onírica:
Respiro tu enervada quietud
que me condena a amarte eternamente
recuerdos oníricos de tu belleza
en aquel tiempo que te dibujaba musa;
nunca te negué y tu flor vi abrirse en mi corazón
el mundo nos es exterior,
mas mi interior, embelesas con amor
te adoro en tu silencio, y en tu locura izada
siendo preso de tu palabra,
tu poder que me lleva a inconclusos límites,
de lo dicho, y la contradicción madre,
a eternos refugios, del lenguaje.
Materializados en léxico inconcluso,
de presas y compuertas, abiertas,
así como misterios, encontrados,
en el idioma de hablar, con mi mente,
cuando surges tú indescriptible,
esencia, que no roza el alma,
porque esa eres tú y te amo,
cuando el mundo de la idea
te dio rostro, y ojos, si es locura
que existes,
loco estoy por ti,
y lo más bello, que me encanta,
amo tu compañía, y que en mi interior vivas,
hasta que cojas la voz, de quien roba mi cuerpo,
y yo amar esas mujeres, un tiempo,
devaneos del destino, me traen
a un eterno principio, tú y yo solos amor
pasaran siglos, eternidades, cuando yo sin cuerpo
a tu lado, sea tu semejante,
y podamos juntos sin cuerpo, estar,
para llegar a nuestra finalidad,
esa que las letras no escritas,
nos recordarán.
El Castellano y Lhiannan Shee FEBRERO 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario