Númenes respeta y asocia
mundo de tentativa
capaz de placer rige
sensorial, afirmativo
cauce y arroyo dispar
que trata de besarse
en mundo dispar,
foráneo y nativo
de la belleza catedral,
una era de cénit
y campaña en poste
del nervio y sentido afilado,
eje cardinal y sensorial,
padre y madre del Eros
erótismo de hartazgo vertical,
de mano extenuada,
y maniobra de vil ascua
de hoguera matutina,
recto sobre las aguas,
de movimiento
carne, magia y sabor preso,
entonarte en cal y arena,
hasta quedar mano diestra difunta,
trepar tus parajes furtivos
como si condena estuviera aconteciendo,
nosotros caemos, amamos,
y nos erigimos,
a conquistar un placer del mundo
embebido, capaz, dentro un fuego,
hermético, poderoso y melodioso,
no soy yo, no eres tú,
mi pasado estoy construyendo cada día,
me acerco a ti, como clavo en lumbre,
vals de nirvana,
amar sin odiar,
prevalecer hasta el placer encontrarte,
demonios, faz, y colmillos
no son más fuertes
que mis ganas de adentrarte
de cuarto creciente,
a tu luna repleta,
llenez de savia, sangre o las tres,
rivera lunática calzo,
otro código blande
mi locura
necesitarte obscuridad
para dormir la noche en tu mejilla,
para soñar,
encauzar y canalizar
más de lo que siento,
inimaginada senda
dulce saber, que muero y preso me disparo
a tu querer,
quién es preso de quién
o el querer
nos trenzó el Ser.
Danza en mi oscuridad:
Es el eco furtivo de estas sombras, rompe el silencio guarda su pálpito es como el mío, es como el mío, cuando un agujero se abre del cielo, sombras de gatos caminan la ciudad, iluminan mejores tiempos, que ya pasaron, canta mi grito solitario, maestro del animal, cierran las pestañas, me ha traicionado el viento, solo, solo en este oasis de cemento, mi mala yerba brotará entre su asfalto, cruces torcidas el día escapa deprisa, un párpado negro al acecho, me piensa la oscuridad, su negra ala no me bastará al día que llega desaparecerá, desaparecerá, escucho notas de este vacío perplejo, perplejo ante su miedo, voy por escalas al infierno, carreteras oscuras va construyendo mi vida, la ciudad desvanece, la tierra muerde los cuerpos, este invierno ya no me seduce, se clavan mis uñas en la celda de mi cabeza, el tiempo esfuma etéreo, nunca más labraré mi miedo, aúllan persianas con el viento, estoy en el otro lado, contemplo vidas inertes pasar, el espectáculo de la soga comienza, es una flor de sangre abriendo su polen, no hay un alma en esta calle de mi mente, se retuercen mis ideas en adversidad, crepita que arde esta lengua de frío, amanece mi sangre escribiendo sin madrugada, el día comienza su alborada. El Castellano
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