Tus blancos pies
soñando
sí del alba mi piel
erizada como blanco
mármol.
Una espumosa rosa
que danza
como cristal purísimo
de savia,
al pulido viento
alzo sones
como espirales,
las veces repito tu asignación
y alineamiento
vuelto feroz
al mar inominada.
II
Despierta,
jamás nos conocerán
ni seremos
pulcritud eternal.
Resuena cielo
que fuimos algo,
más que lisonjero pesar.
Tállame del sol resplandeciente,
inmortal
de azul insomne,
y maullido sin gato ni tejado.
III
Falta atesorar
al vuelo furtivo
en esta playa de tierra,
meseta verde, ocre, y pura,
lanza de ola.
Sangre, pétalo inciso
de luz y caverna.
Sonora mi arquitecta
vine por su voz,
intacto como rosa
de piedra.
Oh, tiempo transparente
y nieve azul y mía.
Förüq Miguel Esteban Martínez García
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