del rosal perro,
Almena, que es su hogar,
criquea lo liviano
de su ser.
Con altivez,
su nota de chirrío
causa su compás
y sórdido reclamo,
al relevo, de la serenata,
de la cigarra.
Alza su sonido,
una tonada surca la noche
estival.
Grillo de claridad
enfuscada de condición
y genética,
su misión
de ser el mejor,
describe a su hembra
su valía y vigor.
Para su acople.
Förüq
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