amada, así sabes,
como se despliega la primavera,
y Ostara abre su manto
cubre toda tierra de flores,
sin tristura canto a tu belleza,
por la rosa secreta,
por el verdor de verdecillos,
y parrales entre zarzales,
era hoy un minuto de sol empapado,
una memoria triste de poeta,
con tu vena y pluma de hacienda,
un olvido que viene, no se conjura,
así Mercurio que corazón me parte,
oficio arde de cepa y ensenada,
la muerte ya está lanzada,
más segura que embeberte entera,
mi seguridad ya viste,
esperanza en deseo y holganza,
ceniza o pulcra tierra,
será mi vida más que una letra,
fuerza y lucha que refuerza.
Son de vivísima flama,
corralillo de astros,
sino esparcido
hasta donde vista no alcanza,
bien te siento,
cariño sin término,
beldad flamígera,
noche sin rienda,
a caminar el corazón azabache
tu esencia,
cantada, mi blanda Musa,
mayor hierro al fuego,
me engendrara,
oh, amante ponzoña,
de polvorosa ensoñación,
cultivo de cuidado mío,
que ababol blanco
ofrendo a Numidio,
va que viola, mi desventura,
dura tierra me acoge,
cual afán envuelve mi dicha,
sin tiento no hay lágrima de Sol,
sin agua solar, no tengo fuerza,
ni brío entra ni cubre por pechera,
muerto vivo
como miserable pena,
que redimo,
oh punición, de sangre helada,
hasta que finalmente,
mi mármol te encontrara.
Förüq castellano Miguel Esteban a 19-05-2021
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