Había una vez un erizo muy simpático que vivía en un bosque. Un día, una rana le invitó a una
fiesta de disfraces.
Al principio, el erizo se puso muy
contento, pero después empezó a preocuparse porque él no tenía disfraz.
El erizo pidió ayuda a su amiga la tortuga tuvo una idea fantástica: Cogió un bote de pintura
amarilla y cubrió al pequeño erizo ¡Ya está! Dijo la tortuga ahora vas disfrazado de sol. ¡Sí, eres
un sol estupendo!
Todo redondo amarillo y lleno de rayos.
Y el erizo se fue feliz y contento a su primera fiesta de disfraces.
Miguel Esteban Martínez García 26/07/1989
Un cuento de 1997:
Erase, una vez un ruiseñor
y una serpiente que sólo tenían un ojo cada uno y llevaban
viviendo mucho tiempo en la misma casa en paz y armonía.
Pero un día que invitaron al ruiseñor a una boda éste le dijo s
la serpiente:
-Me han invitado a una boda y no me gustaría ir con un solo
ojo ¡Sé buena y préstame el tuyo! mañana te lo devolveré.
Y la serpiente le hizo el favor. Y prestó su ojo al ruiseñor y se
pudo ir a la boda con dos ojos.
Pero al día siguiente el ruiseñor no quiso devolverle a la
serpiente el ojo y juró que se vengaría de él.
¡Inténtalo si quieres! -dijo el ruiseñor. Luego cantó:
Construiré mi nido en ese árbol tan alto que jamás conseguirás
alcanzarlo.
y luego pasó una semana y se vengó del ruiseñor;
le convirtió en murciélago el cual volaba con una correa de cinturón atado a una pata con la que chocaba y chocaba.
El Castellano
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