ODA ONÍRICO DIRECTRIZ:
I
Prodigioso, tú, me alzas
Musa, lindes inconclusos que lloro,
mi vigía con auras,
recompongo mi coro;
siendo hoz destellando, todo incoloro.
II
Oh alma, sin llantos tibios
servil cuanto dirijo ciego, bruma,
anublan cielos, lirios,
severo tiento no huma.
Destellar que calmoso, pulcro, fuma.
III
Si sea por la alta lira
alzar su carne, el intransigente sol,
glorificas mi pira,
como el trigo y girasol,
flameante como hornillo tu tornasol.
IV
En tersas noches solas,
mi suave canto puro, ensombreciese;
duras montañas de olas,
de árbol noble moviese.
Frondas y la furia de mar entonas.
V
Desfallezco, ir subiendo,
aljibe mi esencia, terneza firme;
solo voy descubriendo,
canto de áspero al irme,
ninfas, hadas, sátiros, a plañirme.
VI
Por ti bravo, voy calmo.
Al valor y hermosura de antaño.
por ti toda, me ensalmo.
Mi barba de ermitaño.
Osando cautivo, embeber su estaño.
VII
La tierra me trabaja,
las manos, como su barreta en grieta,
carreta en veta baja,
moral mía se aprieta,
mi sudor quemó su vientre que aquieta.
VIII
Entre huellas dormí veta,
conductor de fracaso, su luz hizo
cuchilla, en mi soleta,
el corazón plomizo,
a cielo raso muerde advenedizo.
IX
Ya, dame tu prudencia,
es pórfido azar de áspero sollozo,
voy de faz en sapiencia,
ultrajada, en un pozo;
mi cara en líquenes solo, no gozo.
Epodo:
Caldea, hasta rebullir. Yo arrostro abrojos.
Avengo eternal raíz; amparo aojos.
Förüq castellano Miguel Esteban
No hay comentarios:
Publicar un comentario