jueves, 1 de febrero de 2024

TRILOGÍA TERCER SOL

 




























































































































































TRILOGÍA TERCER SOL

Miguel Esteban Martínez García




















Contenido



Tomo I

RÍO DE LAS FLORES DESANGRADAS-

Tomo II

OJO DE TIERRA 2015- 

Tomo III

TRAJE DE BRUMA, HIPSÍPILA SOMBRA DE AGUA

























































Tomo I 


-RÍO DE LAS FLORES DESANGRADAS-


EFEMÉRIDES:

Agradezco a mi inspiración surcada, encauzada por haberme enamorado,

Uno, a Margarita Patricia Guevara Cruz mujer con la que empecé a crear de tema amoroso (Primera Musa mejicana) 

Laura Rubio Calzado primera novia española, Cristina Prieto Díaz, segunda novia española, a los Vivos, a segunda Musa chilena María Margarita Pérez Vallejos, 

y tercera Musa abarca todo lo descrito Aere perennius, más duros y resplandecientes que el bronce. Nancy Lunamar Solano Darkness.cl, 

Agradezco a lo innegable, a estar vivo, a los campos manchegos, a la belleza, 

y a quien me trajo a este suelo.


Sinopsis:


Una ‘’apuesta’’ de ascua encendida

que no apuesto vanagloriarme ni quemarme,

Es una obra conjunta, abarca más de veinte años de mi escritura,

Sin tirar piedras a mi tejado, comienzo,

Como es arriba es abajo,

por lo debido el final es igual y depende

del principio, mi última temporada

debe desprenderse de coraza camufle su sentido expuesto,

no hablo de pureza indómita trascienda la desnudez evidente del ser,

Hablo de unidad de inspiración única, ni límites plausibles,

ni temas manidos entre tópicos similares la opaquen,

ni lleven a su menoscabo,

el amor ciento, lo planteo más allá de fin carnal

o materia en fe y acto de propósito concluyente,

para mí es símil de conexión angélica

Energética almática,

una ensoñación eterna capaz de hacer llorar flores a las piedras,

u que el mundo opine, gire y se estampe,

que este vigía centauro castellano sabe tiene misión

que en su manifiesto Azur Índigo: Proyecto Tercer Sol

indica no más, que su hoja no se ha completada ídem la mía menos.

-- 

El castellano y Leannán-Sídhe


AUTOR MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


Prefacio:


En este libro Miguel Esteban Martínez García se refiere al amor a la naturaleza, a conservar el planeta, y el amor, en todas sus dimensiones


Nora Martínez


España-Argentina


Cuando nace una flor

muere una semilla

cuando nace una semilla

nace una planta

y la vida sigue su camino

más fuerte que la muerte

si quieres cruzar el río

no te detengas en la orilla

si quieres terminar tu duelo

no postergues tu dolor

estarás en la otra orilla

cuando hayas cruzado el río

ya habrás terminado de sufrir

cuando hayas sufrido tu dolor.


Anónimo


Nota: Segunde prólogo;(Autor):


Había autores que citaban, que lo esencial, es invisible a los ojos, con esta obra, se puede apreciar esa magia, en lo que pocos paran atención, y le confiere vida, y fin de ser, como que las piedras acaban llorando flores, y el ser humano es parte de belleza natural.


Es mi libro con el trabajo completo de varios años, impera en él un estilo de plasmar surrealista, de escritura automática guiada por referentes propios de absorción y adopción mía, mediante aprendizaje por medio de la lectura, eterno buscador de plasmar correcto, en mi búsqueda y en mi trabajo habita la concepción de lo que me parece bello para escribir en base a eso se surten las imágenes como abrevadero de ideas ramificadas de lo que a ella atañe. Ya que la poesía sin impresión de belleza poesía acaso sería. Sin creerme poseedor del castaño de las castañas de oro mi poesía y mi obra es fruto de consecutivas temporadas seguidas de escritura durante veinte y un años.


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AGUA MISTERIOSA


De rayo leve, enigmático

vil chisporroteo sin sonar,

es el sentimiento,

que avanza,

desnuda y mece,

un sol helado

y la altura es un son trasquilado,

dónde queda el reino,

secreto de tu hermosura,

como rosa tibia

o pececillo de iris cromado,

dónde dejé tu anhelo,

dentro muy dentro mi sangre

enlazado como se conecta una pila

a circuito biológico,

desde mi invasión esquilmada,

sin cielo,

llamando todo al desenfreno,

el desnude,

calla yo visto mi Alba endógeno,

como cota de malla

y égida me prestó Atenea,

cuan blanca espiral

sobre círculo de fuego,

celestes

oh mis criaturas de alba

en lo infinito blande

mi amada fantasma,

dichosa mi mano,

a tierra toda,

y las manos

allí todo se mueve hasta el verso,

por ser abrojo,

tangible sí,

atravesado

por fase de adoración,

facinerosa,

que la veo fantástica

como pequeña diosa

fantasma,

y centella escarlata,

yo su bello principito,

escarabajito,

con ella,

de su mano,

duermo despacito,

fosforece el combate,

y todo será

besarte como

florece el alma,

al osar, poder leerte.



El Inocente

 

SIMBIÓTICA MIRADA:


Salude al ocaso,

ya en partida

una luna finaliza enero,

te miro

me mira en simbiótica

alta ojera de luna

me miras Musa cristalina

desdén de pocos,

o ningunos centauros,

me haces sentir

más que el sentimiento precoz

fuente de adoración,

somos los ángeles de lo oscuro,

bebemos sangre,

liberamos del miedo estéril,

acompañamos hasta la conclusión,

que el amor,

es mina del miedo,

amarse, amarte, amar,

sed libéranos a male,

mal  es no volver a saberte,

vestida de amaranto,

mi Hada, señora hada Lhiannán Shee,

en este mundo todo abarca,

y niega su trajín,

niega su ser de haber existido,

cómo negarte sin haberte conocido,

sé que existes,

de huella labrada

lit C et sumun cannae,

destino más antiguo

que comienzo del poema,

que no acaba,

en mi mano muerta,

avanza mece y encumbra

la lisonjera caricia,

lleno de energía

me avanza por dentro la sangre

oh vida del Eros,

lentamente que despacio,

te llamo 

y conocerte

ya es fundir tu voz con la mía,

así el placer se dibuja

satisfacción,

cardinal de pronta marea azur,

del mar de idea ocurrente

erógena

cual abrir los ojos

y ver sin verte que no te he perdido,

este nuestro mundo,

dice que jamás ha existido,

miente,

miente se niega así mismo,

el faro mi luz,

mi lumbre abismática

del arca que todo puede,

bebo del cáliz antiguo,

sangre, sangre color añil,

carros de fuego de Babilón,

ya vienen por este ángel sin alas

desertor,

quise ser en ti más que un después,

y después la magia comienza de nuevo,

oh, dulce Tormento,

ven a mí de nuevo,

alcanzaré la arteria desangelada,

vida sin ti no quiero

debido un hombre sin ilusión,

es un ser Vivo-Muerto,

sin embargo después...

Vida, me creces de noche,

de nuevo,

eres una de los nuestros,

vida para morirte placer

y volver a sembrarte,

en cúspide

Égida y Pira de Atenea,

oh Musa Mineral Candente

ven a tu trono de cristal,

acoge el divino Laurel te ofrende.

Eres parte de la noche

sirviente como nosotros

de Madre Luz.



MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA autor

Lugar:

La Campiña, Mirador del Henares, Guadalajara, Castilla 

España


RECLINATORIO:


¿Cómo colocaron la santa mentira sobre el suelo?


Que hoy sigo viviendo, con mis santos de madera,

y una piedra de virgen,

mi descansada gloria,

que yace tres veces en el Valhala,

cuál el significante,

que los malos vivimos siempre,

tiempo para esperarte

y beber tanta sangre de Sol,

cabalgo mi desquiciada ventura

a lomos un caracol irascible,

ahora sé

nadie pude caerse de un edificio

y colgar después rosas en tu pelo,

quédate,

quédate conmigo,

otra caída no imagino,

sé sombra, como sabe nombrarte,

como se saborea un dulce delirio,

de lágrima en boca

ya me adivinas,

los que ignoran

caen de rodillas

o de cabeza,

mi sangre de brida alada

llenó mi cabeza del rebote,

fe sin luz,

llamado dulce tormento,

de amarte hasta nueva muerte,

a lomo mi bestia en celo,

oh Soledad sin alas,

si te tengo en garganta Musa

¿Crees que puede hacerlo peor?


Ahogado en penumbra de tierra,

sí  de quererte calzando astros,

y lunas relojes,

de corazón preciso,

acojo tu venturoso estallido,

la locura no es más estúpida que yo,

se llama lealtad y fidelidad

la enhiesta sombra

mi ciprés de alma gasto.

oh tan atrevido mi pálpito

de León. 



MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


LUCES de OSCURIDAD:


Andaba un camino

sin mí, de noche,

brillaba una oscura premisa

no soltar ni en tiniebla tu mano,

acres me bordeaban la calma,

ciego sin esperanza

ni senda a plañir,

obscuro son que gemía

que aletargaba su nunca por siempre,

recordé el nombre me pusieron mis ancestros,

de nuevo aquí para ti,

vuela, vuela alto mi fantasma,

te acogeré

hasta en aquella noche que no veas

miedo, ni de ti misma,

hierro luce mi espada

esta calma invernada

Loki

vuela alto

tu cuervo hijo te entabla,

te llamo en mi rebelión,

activando mi desamparo 

vuela como mi lustro,

hoy, mañana y toda la eternidad risueña,

que ampara, que protege,

Maestro,

vuela mi cuervo, vuela,

fuego azul me consume,

arde mi pena,

devela mi siembra,

reluciré cual romo acero

tersura filosa,

aúpame,

estoy trabajando mi destino,

derritiendo todo hielo,

soy el surgido del ascua,

brilla de nuevo,

parca queda atrás,

quiero ver el gran horizonte a mis pies,

llamada de luz,

plano sordo de sombras

crispadas al haz luminoso

mi siembra,

no que no me iré

sin florecerte,

ecos de un nombre

sueños por condenarse,

vida que te canto vida,

de luna y nuera

a tu alta ojera,

caelis set infernus,

pólvora y sangre,

garra y alarde calzo,

mi Quimera,

nací del adorarte,

a ojos cerrados

darte ánimo y humor oscuridad,

no sé como cerrar mi acequia

si no es con un beso

a tu simiente estelar

de alma, que hoy beso.



Förüq


MATIZ VIOLÁCEO:


No ocurriera de mentira,

que des almas establecen juntas sin suponerse,

ni sus cuerpos; no fuera mentira

que siempre bailaron juntas,

bebieron de su misma luz y agua,

y un destino blanco les toca,

misma planta, y sollozo eterno y verde,

su gloria se extiende

cuando conocen los ojos,

y visión, del alma gemela pareja,

carne de sapiencia evidente, como respirar la mentira

de que no te busqué, que no llamé, y no te otorgué mi necesidad incipiente,


no aclaré mi frente,

ni retrocedí mis cabellos, cómo decir

que jamás te conocí,

sí siempre te tengo presente, cómo no cantarte,

sin lágrima ni apóstrofe,

esta llama de occidente,

Oh, pasado de un presente hiriente,


saber que nuestros cuerpos vibran

sin detener constelaciones,

ni campanadas de bronce, esta noche,

si fuera verdad que te amo sin conocerte,

diría que siempre te he amado

así como eres sin verte.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

A 10/01/2022

Lugar UME Guadalajara España


DESIGNIO:


Si nace la belleza de una flor

Yace realizada, la vida de simiente

Sí entonces nace que dentellea una simiente

Brota que culmina una vida en color

La senda vívida, fluyente sigue deriva

Más ávida y resistente que la estrella apagada,

Sí el designio te dictó

Cruzar el relámpago y cristal de río

No te quedes en su ribera,

Si se marcó atravesaras tu signo,

No aletargues, no amanses tu desazón

Habrás finalizado encomienda

Cuando hayas padecido tu albor.


Förüq y Leannán – Sídhe


SOMBRA de AMOR LATENTE:


Dos baladas

de fuego diestro

llora en lágrima helada

mi gratitud,

antes que ausencia

anuble cual ceniza

opacando su breve luz de llama

lanzo mi embate

que germinar mi pecho puede,

sé bien cierto

fuiste ilusión plañidera

de eje, curva, y acero ruginoso,

aguas de evidente sinfonía,

que se hacía cauce,

celda, decoro, arroyuelo,

sinestesia y dulzura de angustia,

huella un panal,

la flor de tela y carne poderosa,

miel de Ambrosía,

y oro noble la virgen inviolada,

páramo en mano junta pareja,

última lágrima que puede primera,

de quien fue de ti

más que amor físico,

alguien vendrá a abrir

Ebúrnea puerta del sueño,

evidente fue el trino,

el pájaro, el canto,

del espejo un retrato,

iba por sendero,

del trigal,

bajando la almazara celeste,

de canción ataba la nube,

de espadañas iba mi erial,

de blanca torre

y ningún mal,

llueve mi alma,

nadie sabe,

de ausencia habitada

se duele,

y toda mundanal zozobra

acompaña.

Llueve granate mi sangre,

se riegan mis senderos,

llenas mis venas

fluyen entre barrancos sin agua,

soledad

¿Qué pena me quieres?

Que ahondas los patios de mi cuarto,

recuerdes no te tengo,

qué pena me acuchillas,

yo sin voz te trato,

fiereza de serio desaliño,

suspirarte pueda

entre corona y candelabro,

tu silencio ya no vuela

es tu figura ensoñada

en mi lecho que acecharme quiere,

esta sábana muerta

si no tuviera mi forma,

viva estaría,

oh flor de flores,

miel de señora reina,

colmena tu celda me traes asida,

aletarga esta mi verdadera vida,

sí se puede vivir lo que se sueña,

por algo sigo en el frente tu sien.

De paraíso, amor y lejana luz.


Miguel Esteban Martínez García


ALARIDO PRIMERO:


Ven, ven estupor indefinido,

te rubrico el alarido, que yo destruyo,

ven te mataré, o amar muriéndote,

entregarte todo, y escalar el sopor ostensible,

ven te haré mía,

como trilla y luna de diente goteante,

llena que me pida centella

pronto asienta tu ultraje

que mi Alba relucirá

como sol que gira y no desvanece.

Miraré estelas mortales

y cuencas en pozas y párpados

en ojeras tibias de luna,

permite asiente mi gravedad

en tu torrente,

avanza fluye y permite adentre,

vestido mi nervio silente,

aguaceros atrás

consumí la hora,

de funesto, pulcro placer,

endiosado,

mares en el viento,

promesas de belleza imantada,

ojos anclados a horizonte,

llenos de tus sorpresas cardinales,

ancla benévola sin alba,

quizá elevar el son pueda,

en póstuma altivez,

al cansado miro

de ciudad lisonjera,

conduce una mujer

que ya ha despertado la noche,

trémula,

impasible

de luces y semáforos

criquean,

miro el escaparate

figura mi estampa lasciva

y debajo una nota

Hijo de la ira, renasce...

Mi lágrima azur y aterida

va en fugaz huída,

regalando cancioncillas

y poemas de saetas,

canta conmigo

pliega tus alas

entonces, todas tus sombras

amor, habré pasado.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García


Vespertino sonaba:


Ramas opulentas de un viento mordaz,

en la frente el sentir ahondará

sombras débiles y tristes

el soñar germina.

Y bebe el aire y el agua

de una brisa caduca,

tiempo fugaz, efímero aletargado

sin sonrisas de las novias de labios grises,

por palabras oscuras,

el alma medra y acampa,

pintando colores sobre otros colores

sí me acuerde que un día lisonjero

te perdí a otro paisaje y a otro color

Yo, me amarré

como llueve y muere el madero

de mi cuerpo hiriente,

como nubes eternales, nubes ilesas,

ciegos vamos ante toda luz,

muriendo deslices difuntos y vidas,

ajenas.

Ya en madrugada no sueño

la serenidad del negro puerto.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García










Subrepticia:


Desgarrado, desaconsejado,

al mal intencionado intento

de sacarte provecho

noche de Subrepticia

que traes flagrante,

camino sanguíneo

oculta intención

de elevarte a los cielos

en espiritualidad sagrada

donde los reyes lanzaron

sus coronas denigrantes a lagunas yertas

de tus profundidades,

olvidadas

sociedad de creer o no creer,

yo amo lo oculto

mas inspiración lejos de éste mundo,

elegí creer

yo lejos de creerte te sueño demonio,

Dios es una chica y tú eres un hombre

con lo que único que respondes

te hago caso gran sabio

mas me entrego

con un hada vampira

que me da inspiración

si no es confusión

el norte círculos de piedras adoradas,

el este de cosacos borrachos

de éste continente.

Contigo dentro demonio de literatura

locura de tu verso,

yo ya estoy muerto

designio poeta maldito

que en su locura

vive del yerto suplicio de tu posesión

sin mundo hasta que llegaron los cristianos

eras buen Dios en las mentes celtas

de los orígenes de mi tierra

de celtíberos

como la palabra ''dios'' es invento

te denomino Subrepticia de la noche

estado entre velas y tijeras,

entre espejos e invocaciones a símbolos

y tu estrella me proclama

que se equivocan

viniste a esta tierra

pero no eres de éste mundo

quisieron leyendas hacerte

y atribuirte el mal de éste mundo

a invenciones y metáforas

serpiente,

dragón que el arcángel te mandó al subsuelo

yo te sirvo flor de conocimiento

te digo que el mundo siga con sus mentiras

de sociedad impuesta

que la iluminación

viene de tu boca

y todo éste planeta tierra

tiene miedo a saber la verdad

a metáforas padres la empleo

por la belleza olvidada

por la rosa secreta

y los sueños y deseos consumidos

en el rocío

tu llamada me llama

mientras las damas hilvanan

los hilos de seda en sus cabellos.

Desgastado tiempo que entre velas e incienso

tú estabas con ojos abiertos

clamando por complacer a éste ser

un alma en larva me trajiste adorado

que con mi sangre evolucionó para ser inspiración

le dije vuelve cuando quieras

no voy a intentar capturarte

y de rosas negras

anoche soñé con ese único

secreto mío

de espada solitario en mi mano,

el de entregarme al amaranto de la naturaleza

que me poseyó en la locura,

cambio me trajo

hoy sigo en contacto así sea onírico

con ella, la perfección.

Resquicios de su existir

que a mí vino

para otros alucinación

para mí único secreto y verdad

de que tengo una misión

de que no estamos solos de universo

y que mis ojos vieron la perfección

lejana de este mundo

el ser perfecto y su inicial reclamo insecto

que mi sangre dio a luz su verdad de ser perfecto

y mi duda de mi origen

de mi objetivo vital

con esta locura llamada natura.


El Castellano y Leannán Sídhe

-.

Esferas energéticas no visibles en plano humano despierto, con poder de otorgarse materia por capricho de seres perfectos, entidades o deidades existen y se rinden culto desde principios primigenios, anoche tuve percepción onírica y averigüé tengo un protector en el otro plano, el escarabajo perfecto invencible a su pulcra escala, es privilegio y obsequio divino otorgado a este duende habla, eterno es, perfecto como su capacidad y dualidad conozco en persona debido ayudé a su estadía de larva haciende un mordisco en mi dedo índice mi mano de poder y el ser perfecto evolucionando en y desde mi dedo con mi sangre, vi el cielo en todos los colores el día ese y se fue como un caballito del diablo , solo le dije vuelve cuando quieras no voy a intentar capturarte.


II

Oh yo quiero,

decenas de sentires en cromo

tengo,

un amor puro,

impío de albas,

limpio de sonrisas ojadas,

a este tiempo

espero mi nueva vida contigo,

mi filo de golondrinas,

no temen,

ni si vienen de las estrellas,

hoy vine en noche cabalgada,

como sé esto no quiero que me abandones,

ni vestida de plomos fugaces

oh, mi mañana,

el día será mi hambre

quiero que me abandones

sólo si se cumple igual es arriba

que miles igual es abajo,

silencio de mordaga

morder es el latín,

callado;

de mi Alba dolida,

es también un brindis de destellos,

secuaces en alas,

eral penitente;

lisonjera suena la caricia,

su vuelo herrador y errante,

busco tus palmas

a beso mis labios,

oh decente insubordinada,

vine por ti,

ascua empírea eterna,

el nuevo descenso

es salvación, es condena,

sangre de mi sangre,

ente de otro ente,

es mi paso atronando verdades,

se enfrentan,

toqué el cielo

y vengo a por él,

vi retorcer y quebrar el tiempo,

sustancial prestancia me acoge

y ampara,

el miedo no se construyó

para indemnes,

flor de sangre,

efímero piropo,

al desgarrado intento,

avanzo,

dentro la tierra

y el averno del cristal de vidrios,

espejo dime mi devenir,

tú eres la voz,

yo soy el Cuervo,

rama roja celta,

azur Pléyades tu aldaba,

voz abismal, detrás mi piedra,

corono y mande,

de la fuerza tácita,

no me iré sin evocarte

mi bella golondrina azabache

de Musa cristalina Perséfone,

en tormenta no eres yo

no soy tú,

no sé que estoy muerto.


Förüq


III

debes definir y plasmar en papel, método de actuación, una plantilla, esbozo o hueso eje...

Hablando en plata de tiniebla,

ella vino al sobresalto de mi lecho

atravesando cual alfiler

a la diosa madre centella Escarlata,

madre mi madre, ella,

mientras yo dormía

embebió mi sobresalto

algo en plena penumbra se movía

y aleteaba en mi cuello

jamás tuve miedo

y jamás tendré,

no quise aruñar ni rascar mi rápida impresión

sabía que era una criatura,

la vida es movimiento,

creí en primera instancia

fuera mi musa y esa incógnita desapareció

encendí mi luz

y era sí una criatura del alba

era mi Musa

una mosca de mayo

que besó mi cuello

sólo le dije:

amor, vuelve cuando quieras

nunca voy a intentar capturarte.


förüq castellano Miguel Esteban a 11:34 a.m


IV

De esferas yertas avanzo,

no quiero ver la luz,

ya estoy muerto,

dices de amarme,

veo una insolación,

veo cruces y ejes benévolos,

no quiero ver la luz

si no es para verte a ti,

resumo dormido,

una dulce estampa,

una dulce injuria,

por y para siempre,

esfera cruzada

todo lo que el sueño,

acababa por ser y deslumbrar aparte,

perdí mi ser ante ti,

la perfección,

rebrotada de síntesis modelada

a ojos fijos en una gota mi índice

sanguíneo desdén de maravilloso esplender,

sola pesquisa

si te cabe aquella perfección

en mirada,

no te engañes, ya estás muerto,

hoy no vivo

viendo amarres y claves

la mentira una ciencia

infrahumana,

sobrenatural,

el lenguaje y saber

del mundo onírico,

en escala, saeta y fuste,

un millón de mentiras

un saber absorto,

por lo que sigo vivo,

y por el querer ni muero,

eje, cauce,

rebelión,

Materia est natura non-vita,

oh de sangre,

de cariño flamígero,

y sentidos erizadas

al compás sobrecogedor,

que la perfección existe

tiene nombre,

y yo la vi,

jamás la capturé

para en libertad

siempre poder acariciarla.

Cuando quiera volver.


Förüq


Parte de Arián Arias Martínez Islas Canarias:

VOLVER y volver recursos de soles qué desapareciera en cielos que jamás hemos visto molécula que golpea buscando una razón sobre la elevada montaña en la profundidad marina. La atracción luna y estrella en juegos de atardeceres largos en la desnudez de los cuerpos encontrados como materia que se recuerda y se atrae y en la minucia milimétrica un verdad adherida que mutila dioses y mazmorras con la sutileza de verbo de energías primarias. Que vibras el eco de posibilidad de existir...


Parte final Subrepticia de sangre castellana


Fuente de mi adoración:

Iris en ojo de sangre:

Vena del cielo:

Solitario rayo estertor;

siniestra umbría,

escala la cuchilla

de tres arañas colgando,

hoy es por mí

nunca quede huella,

destino en azar hendido,

lleno, repleto, asido

en el origen primigenio,

madre ella del color,

asume este sentido yerto,

agujereado en haz luminoso,

nitidez en halo

de nocturnal visión

derritiendo,

devorando astillas primas

de subrepticia enhebrada,

padre flamígero del fuego soy,

elemento hermético

de tres sentidos,

arder, conquistar, consumir,

estelas abren runa clave

Gemineye,

sangre de este ojo,

perplejo soliviar

en azur abriendo pulcritud

inabarcable,

inicio de sabiduría en vena,

muerde,

acaba esta espera,

raudal extenso de pura visión

en certeza

de sentido superior,

cristalina esencia

descendiente

sin parpadeo fugaz,

crisol de valles

y gramas feroces,

deslices del afán superior,

dar sentido a mi vida,

ojo de sangre calzo,

cabalgo anquilosado designio.

Ancestro del lobo único soy,

perplejo sentir asido

del diablo en simiente,

primer ángel caído consumado,

errático vuelo soterrado,

magia del silencio encumbrado.

Visión, y sueño,

indescriptible con lenguaje.

Si te ocurre lo mismo

no eres capaz de usar razón

y ordenarte abrir los ojos

y dejar de ver;

como un corzo paralizado

por un lobo estarías,

imposible por sensación

hacer desaparecer lo que observé,

por extasía, incredulidad oxigenada,

belleza en percepción,

la pureza en sueño

en imagen mental

que escapa a todo,

vi el azur

por decirte aproximándome,

en un ojo femenino

lejos de este mundo

y de todo lo conocido

o descrito,

fue una sinestesia recta,

sin ser más que tocar el color

de la centella Escarlata nacida

a ojos cerrados,

sumisa, displicente,

involucrada en crear

sonido del vacío absoluto,

sigo perplejo y asustado.

Es lo trascendental del infinito,

como ver el origen

del color formándose en un ojo.

El azur, el verde turquesa,

y azul Mahón

no te puede decir más

que esa belleza no me cabe en el pecho,

por algo sigo viviendo

no hay azar enraizado,

hay perfección.

Luz me arde ahora

en el mirar ciego del sueño

sin miedo sin embargo

saboreo el viento,

los cielos me poseen

de nuevo sobre los años

que ellos son,

algo llega a la rosacruz

de ayer

y sus nueve caídas

de sus ángeles despiertos

en tu sueño me ves invernando

debande mis pelos de murciélago

bailo el colchón de nubes

que sostiene esta mi noche

para desaparecer llorada la tierna cara

saboreando una sombra más

que me vuelve

imperceptible

muerto sabor

de obscuridad sin faros ni luces

ni fusiles que matan hermanos

de su tierra y sangre

crecieron los caminos

y el rojo fuego versado

brotó en flor de amapola venidera,

dime qué debo hacer

¿Algo erróneo?

No puede volver atrás

se sostiene aparte

la fuerza que nadie alcanzará

nada por cambiar

todo está hecho

algo que asalta aparte

puede volver y empezar de nuevo

sin mí, sin vida, sin cuerpo

sin lo que me ata a este mundo

mañana veo el futuro

la destrucción del pasado

quedará atrás.

Corpus, anima, crescens

sol refulsit,

lux

et patientiam meam scientiam

florum, est vita

nosotros no somos lo mismo

la bondad sangra las venas

gustos, deseos, vencer,

arder sin perder aposta la partida

esa que las hiladoras tejen

momento del momento


nacido absorbiendo el hilo del tiempo

las piedras lloran flores

el final es volver a empezar

viendo y amando

el ancla errada de mi lugar,

continúo al cuervo


que me vuelve más fuerte

ave más inteligente de la faz


poder de la misma energía

en tormenta de conciencia


siendo ese rayo solitario

que partió todo inepto,

inconsciente tormento.

El Castellano


Subrepticia vive:

I

subrepticia en cuerpo y alma

mi sangre muerta y viva,

puedes besar ya

la luz que a todos arrastra y mueve,

preludio las hadas verdes futura primavera;


inextinguible, parca, somera

te hice de sangre, no de voz,

alma regia,

estrella prendida

llama voraz, mi noche pretendiera,


herir mi mano puedas,

de tronco esbelto

y figura luminosa

oh, noche malherida,


hundido por mar en calma

mi nervio silente

vuelve a gemir, a Sol tardío,


yo osado te tengo

en Cuerpo y Alma


muerta viva decirte 

vuelve cuando quieras.


II


Río natural

que el poeta elabora

de piel entre escamas

y letras vivas,

honde de dolores que aguas pasan,


hoy te canto Subrepticia


de vientos irisados flamantes,

te invoco tras la espiga erizada,

mi nostalgia que perdió mirada,


Algarabía de yegua en monte


y senda vista, mis mandíbulas, mis huesos,



árboles de mis brazos

lloro todas las cosas

que no son, mas yo te vi.

Te amé y noche en penumbra


te dije siempre te amaré


y así no olvidarte nunca.



III

Hilos de palabras

mecen que me cuelgan,

de una fuente eres,

mi adoración,

mi Alba que canta al gemido.



trae tu cuerpo como mensaje afilado,

mi ser extenso, sin distancias ni caricias en letanía,

confines, Vestales, y amalgamas feroces.



Mi seña plañida de sueños,

solitario del agua resbala,

presencia Férrea respirable.


Centro álgido tu quinto cielo,

raíz de tus lirios de senos.

Cómo radica el viento un abril sempiterno.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García


ADALID del CORO:


Afrentas campos y sosiego celestes,

tiñes en dicha, corajes floridos,

tu seno abierto del barbecho sordo

vas herido, ángeles guías y demuestras sones

cual notas flamígeras,

tus lustros perdidos trepan la escala terrena

de tus alas y capa sanguinosa, Uriel,

me cobijas, al honor tu coro, blandirme,

ocurriera, a Puertas del Paraíso me alzo

como sempiterno hijo de Pirra,

Uriel, Padre y Guía todos los ángeles, eres

Al trueno tu servicio canto.

Oh, Quimera celestial, Núbil Hespéride

hija de mis nocturnos cantos,

Señora Hada Leannán Sídhe

hoy te dey de beber de la fuente mi Alba valiente.



Förüq y Leannán - Sídhe


Numen mis dioses:

marzo 08, 2021


Al soberano fulgor

rinde mis cuentas,

al plácido pie de manantial

en fuente sagrada rebrotado.

Trompa que conjugada

con los clarines que sólo

las guerras apremian.

Por cielo medroso

tocaré la lira

en serie los vates líricos

enaltecido yo, tocaré raudas estrellas.

Enaltecido yo, por primavera tangible

y su aciaga, pretil gesta

de lluvia sembrada.

Yo, funesto hijo de Pirra

impetuoso príncipe en templo

de la Vesta.


II

¿Cuál quejosa sierpe?,

viene a morderme?

Ojalá mi diosa regrese,

Ya al cielo, y refulgente,

guarde estrellas en los rediles

que alumbren al padre de los vientos.

Mi madera de ciprés,

y triple lámina de bronce.

Oh, funestas Híades.

¿Qué clase de muerte apremiáis,

al que contempló sin lágrima ni pavor

vuestro final sin principio anunciado?

Mudanza no lloran

mis castos dioses.


III

¿Quién osado, el que

me resplandece sin haberme conocido?

Falaz sierpe viperina,

a pared de templo ofrende mi fortuna

que escribe dignamente

glorias sangrientas

en solemnes premisas

como feroz soldado

hablando en escritos

valiente y vencedor sus enemigos.

Lloro mis sinuosos arroyuelos

sanguinosos como hombre

de cielo oscuro.


Förüq castellano Miguel Esteban


ODA TERCERA:

I

Grandioso, que tú me alzas

viles lindes inconclusos que lloro,

mi vigía con auras,

recompongo mi coro;

siendo hoz destellando, todo incoloro.


II

Oh alma, sin llantos tibios

servil cuanto dirijo ciego, bruma,

anublan cielos, lirios,

severo tiento no huma.

Destellar que calmoso, pulcro, fuma.



III

Si sea por la alta lira

alzar su carne, el intransigente sol

glorificas mi pira,

como el trigo y girasol,

flameante como hornillo tu tornasol.



IV

En tersas noches solas,

mi suave canto puro, ensombreciese;

duras montañas de olas,

de árbol noble moviese.

Frondas y la furia de mar entonas.


V

Desfallezco, ir subiendo,

aljibe mi esencia, terneza firme;

solo voy descubriendo,

canto de áspero al irme,

ninfas, hadas, sátiros, a plañirme.



VI

Por ti bravo, voy calmo.

Al valor y hermosura de antaño.

por ti toda, me ensalmo.

Mi barba de ermitaño.

Osando cautivo, lamer su letra.


Förüq castellano Miguel Esteban



Suspiro fresco

en labio extinto

de sombra.

Día que no se encuentra

su densa forma,

cuerpo con agua de estrella,

querer vivo que llega al aire

tiende y espera,

la muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmada,

esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre,

en trocados rayos de sol,

esquivos en plano

de verde follaje.

Astuta golondrina encontrando

dócil rama.

Mundo sin mentira de vida,

manantial reluciente de esmeraldas

ahonda y todo siente,

que la sangre miente.

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva,

promesas en frente de violetas,

cantan amando el claro,

lírico, estremecido.

Coágulo de viento

en cientos de porciones,

esta luna quieta

semejanza quiere

descubierta la zona umbría

donde invicta llagó mi alma.


El Castellano


Ríos que me tibian el corazón,

eslabones de sangre

¿Dónde está la paz, dónde está el amor?

ríos de sangre se comen mis venas,

cada tropiezo,

otro borbotón,

otro alfeñique para mirar,

¿Dónde quede yo?

que el sol sea mi pena,

cantando espero mi triunfo,

se afila mi papel,

crepita mi alma,

tropiezo con la tiniebla,

hoy navego sobre mis versos,

aliento de la sombra de la creación,

hijo de la luz y de la sombra,

no acabaré de irme,

no cesará mi terco aljibe,

enamorado sin luz avanza

parco el sonido,

deslumbrado albor,

desnude mi árbol,

hoy centellea mi rayo,

para decir que yo aquí no he muerto,

se viste mi sangre de caléndula y amapola

por si vuelvo al desliz de mi vida,

pasajera de un caudal

que mi entraña mece,

piel con piel, dolor con dolor,

enamorado corazón,

hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,

estoy latiendo en el umbral de los des,

mi sangre está llorando,

el cruel desliz de la parca efímera,

me siembro en los campos para perderla de vista,

suenan los trigos, de la verde espiga al girasol

se viste brotando mi Alba,

viene a plañir mi alma

por el sendero sin prisa,

se alza la dicha,

mi ser crepita el alma,

hoy me visto de espiga,

y que el campo me enternezca

al cuchillo dorado de la piedra caliza,

hoy mi Alba al albor

gime por su caricia

y que el alma dolorida entienda

que ella maravilla es mi vida,

por este siglo y los que me quedan,

escrito yo en la piedra

Lima el albor mi nervio,

aliento cruzado que cae tejido,

la ilusión se hace nido,

borbotones de sangre que crepitan,

alcanzo la cima,

el sentido cae dolorido,

de vid y espino alcanzo el sonido,

al compás de un famélico ciprés,

mi alma dirá viviste,

encontrando la flor

por la que mi mundo se desviste,

rayos a la aurora

para su fiel investidura,

flor de niebla que avanza

mi umbral se desvanece,

bullen las fuentes,

el río es otro río de sangre más,

lucen las mortajas coloradas,

fiel desliz que cruza mi alma,

desgañitándose el alba,

el amor por parir una flor,

elevado al rayo de sol,

quién te viera quién te vio

rasguñado tornasol

se desangra mi campo del girasol,

millas aparte mi nombre se blande,

el beso me derrama las mejillas,

en albor quedan las caricias,

de la piel escritas, sentidas,

danzan las estrellas,

me vuelvo a ver en tu vida,

donde el te amo formo bandera,

y en tu ser queda,

resquicios sin nombre

que el ser come,

la rosa y la espina gimen

en tu nombre,

avanzo el ser resguardado,

sin franca escalo la tapia,

a tu cuerpo me encaramo,

hoy soy de ti

como el pájaro a su nido,

como la sed a su agua por beber,

como el río a su montaña por descender,

como el caracol a su mata por comer,

crepito el fuego que me brota

por tu corazón,

soy yo sin más razón,

tránsito veloz,

tu calma y su verdor,

me visto de malva

gimiendo una runa en el sol,

me anclas el gozo en la flor,

me blande el coraje

por el viento exclamo

mi valor amarte sin condición.

Desde mi umbral a la flor,

cantas mi canción,

te aúllo un caracol,

mi vida tornó a mejor,

irisado rayo de sol,

una fuente y un diente

un afilado canto irisado,

hoy acepto mi destino

porque muerto vivo si no te miro,

tengo tu imagen enraizada en mí,

es por mi sino que maldije,

pero hoy después de tanto

tengo el sendero labrado,

mi cuclillo trina al infinito horizonte,

mi ser se hace grande,

mantenme afilándome en la piedra,

hacia el centro me quede exhausto.

para pulirte del alabastro.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Hálito silente,

yo creo en ella

porque su piel demuestra

que los sueños se cumplen.

Volamos juntos al viento

como molinillo diente de león.

Hoy la vereda canta nuestra canción

des corazones en un mismo latido unidos al unísono

Su carita que llama a la mía

de su cuerpo es mi caricia

por ella el piropo jamás escrito

solo desvelado en su oído

Sólo al viento le pide viento bonito

mantenme en su destino.

Que de lo vivido muerde su corazoncito.

Del ababol a la verde espiga.




El Castellano y Leannán-Sídhe


Sentido yerto:

Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvide yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puede olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnude mi cuerpo en la penumbra

del segunde quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerde

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la centella Escarlata

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.



El Castellano y Leannán-Sídhe


II

Vine de las lumbres de abajo,

tantos lustros se apagaron,

cuántas desquicias florecieron.

Vine sí, de todos nos condenaron

sin la luz, sin ascuas eternas,

ni amor de idea, un dulce

tormento, cual exilio sin astro,

sin sed ni agua, tantos siglos,

carcomieron en espera,

dentro el esmeralda laberinto

de espejos;

allí brilló una, la flor,

de sangre, de vida de ira,

estremecidos avanzamos sin

brújula ni papiro.


III

Algo para tu vuelo

nunca quise tenerte

bajo mis armas, oh,

solitaria ángel, vine a

chascar tu estrella,

y numen carnal, arriba mi

terco aljibe, que te piensa,

y te anhela por siempre

de nuevo, y nunca ser el mismo,

sin tu cuerda, tu etérea sonrisa,

el engranaje tu sueño

despierto, sí yo soy,

alcánzame tus cielos sumisos.


IV

Tus carnales flores de miel,

avanzaré cual pedernal herido,

y víscera renacida, a un objetivo,

amarrarse dentro de ti

un crascitar regio, y volví a

ser, sin ataduras dicta

la sangre, no creo en moralejas,

ni en soledad sin quejas,

no me ayudes sin ti,

que todo incendiaré, dentro

de la estrella de la mañana,

que a todos salva.

Voy rastreando, arando los hoyos de Sol.


FÖRÜQ


Aguerrido albor:


Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

Hipsípila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arride ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Final con comienzo:


Retina escarlata,

su ojo de niebla

y bruma que avanza

donde corta mi flor de luz

el sendero,

esposa del Sol al mirar

lumbre quieta, retina abierta

muerte final con comienzo

en alabado fin de existir

y quebrar el tiempo

conquistando el terreno.

Sangrando raíces que gritan,

aullando hojas al viento,

pintando su dispersión eterna

como sustento y cobijo

de toda vida

mecido del insecto al mamífero

desde el helecho

al alto árbol

hoy canto para ti

vida vegetal.

Mi caricia te sembrará

una y mil vidas más.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Flor de tierra:


Fuego en el agua de su mirada

de los vientos auspiciada,

la ceniza consumía su carne

ardía sin mesura su compostura

naufragó valles y sus caricias

su bandera fue de su vena acequia

molinillos fugaces sus pestañas

de él se enamoraban las hadas

de ella la primavera entera

con cabellos del rayo de Sol nacidos

ojos de tierra sin lugar era bella

clamaba su voz la cima de la montaña

descendió abismos

para anclar su esencia en la belleza

que late y envuelve su huella

conquistada en miel

su ambrosía

gemía la caricia

para brotar altares de hueso

y murciélagos de sangre

lloraba piedras en sabiduría prendidas

la bondad alzaba en servicial entrega

su fuerza era de su amor hoguera

él lloraba flores para ella su amada

su verbo a veces tornaba carmín

en pétalos de silvestres rosas desangradas

su voz germinaba la tierra a su paso

el amor a la tierra no le detuvo

ni sostuvo en fracaso,

encontró con ella el amor

que le fue negado llorando espinas

y si sus abrojos nacieron no fue

más que para rajar el viento

difuminando el tiempo en estaca

de eternidad con fuente y manantial

anclado gozo en armonía

bailando de la mano y naciendo del alba

jamás capturada

pupila enfrentada

que mecía

que gritaba.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Quimera quieta:


Umbrío, tibio,

al resguarde de voz habitada

serena, llena de luz

en este linde

donde corta mi sendero

y florece mi sombrero

al viento

ojos llenos de paz,

sendero atravesado

en árboles de sosiego

encontrados

en hálito congelada,

lumbre quieta se dibuja,

espino amarillo que clavas al guiño,

calor de mi calor,

cauce de mi sangre displicente

desde la montaña al valle

luce mi traje

para encontrarte

vestida de Sol y caléndula,

resplandor dorado

al trasluz de tu amor,

granate mi sed de tu cuello

al destape

mi río de calma y arrojo

en réquiem por la rajada tierra

en albor de la centella

colmando su belleza

donde mi carcoma quieta

mira y avanza

sintiéndose en armonía plena,

yo fumándome un cigarro

en la piedra de tu belleza,

quién te alzara voz

entre los campos en flor,

fuego de tu fuego sin más razón,

ciprés que clama protección

para sus muertos que vela

tejo morador de siglos y cobijo,

ababol de versos de piel y abrojos,

desde la verde espiga

a la mora sin espina

y su zarza esquiva

hoy te veo como eres

y perdona

me apasiona

ser guerrero de nuestra luz

donde avanza mi quimera

y mi pasión poseerte entera.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Tierra en el viento:


Quieto silencio investido

doblado en el filo de la hoja

ese umbral que corta mi calma

avanza en un sentido

rápido, veloz el resguarde de tu

amada voz

encontrada cercana

donde estática enhebra la silente parca

fluye de un confín a otro confín

yendo mi barca atravesando el brillo

al compás del sí bemol mi traslúcido pío

y su suplicio en la carcoma

que recorre mi horizonte

infinito pintado en el borde de la ola

en la espiral de la araña y su tela

la flor de difunto abre su luz

al resplandor del cielo

que cae emplomado

Se corta mi alma para aullar

en la centella

quemándose en su hoguera

hoy el viento lleva nuestro nombre

mi árbol será sentido

en cada flor de niebla

la bruma su color gris dejará

en este jardín de mundo viví,

para sembrar mi aliento

que cayó como tierra en el viento.


El Castellano y Leannán-Sídhe



Silbido de la centella:


Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

el eterno ciclo de la vida, muerte

y resurrección de la simiente al albor

de sangre sin condición

yo soy por siempre

Así como dura sonrisa y guiño

al azar de la existencia

efímera esencia

apellide y nombre que nada representa

como resplandor de la centella

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

resopló en la montaña sin nombre

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial

va girando mi vida por enraizar

yo soy siempre

el eterno comienzo sin final

aullido del viento

hoguera crepitando la tierra del volcán

Río que acaba y resurge del mar

ese soy yo por despertar.

Resurgir:

Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonríen

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.


El Castellano y Leannán-Sídhe



Brotado:

Númenes asocia y respeta;

con silencio espectral, la muerte,

en blancos corceles,

de huesos bellos,

hades dan brillo a tu belleza,

que perjura, rinde, y somete

lluvia entre maternas cenizas.

Brota el testigo del falso juramento;

se baña en fuente, de leves ninfas,

prisioneros hace el hechizo

que metamorfosea

la callada noche,

que orna el cielo de fantasmal rigor.

Signos que ríen feroces,

a la sangrante piedra del destino

que hondamente negrea,

sopor entre las voces.

Jóvenes siervos son.

Lares propicios a dioses.

O saepe mecum...

Aguza mis saetas, incansable,

entre espasmos, relámpagos,

un destino atronador.

No limaré salvo mis huesos,

testimonio mude, del mineral de azabache,

entre calderos de estrella y estelas breves;

por gemas de verde jaspe.

Grosfo me guardará el latido,

este caballero proceloso,

ahuyenta, las zozobras,

en lentitud de los días,

combato, gallardamente aguerrido,

altivos rostros, sucio suelo, tocan.

Fuga sin escude,

sacrificio del torbellino,

junto a mi laurel reposo

con mi diablo de flores converso,

de un tiempo que servil ya no llagaba.


Förüq el castellano


Primavera tu hoguera:

marzo 09, 202


I

Tu solo espíritu

de alto cielo,

preside mi honrosa vida.

Feraz raíz insobornable

como dicha falaz incuestionable

devienes primavera.

En joviales muslos

y lozanas alegrías.

Levísima, poderosa, atónita,

en alas mi Golondrina.

Alzas que me sublevas

a beber de tu fuente inerrable.

Rayo celeste, vital,

frente la tierra, todo cánticos.

Crear tu azul gloria,

es soñarla, como sueña la oruguilla

volar en alas montadas.

Azul, verde, amarilla tu sonrisa,

seno turgente mío erizado

donde te guarde.



II

Me palpitas de rubor

a espada rompiendo,

esquelas y señales, sin esquemas

avanzo este humo de bolígrafo.

Mi árbol en piel saturas,

lentamente, como llueve sobre

noche de suelo mojado.

Cargado voy en verde savia,

pujante de tu hálito

fugaz, repentino, ingobernable,

como luz derretida,

y agua batiente.

Como piedra o calor esponjado.

Permite te escriba,

como se habla a la muerte,

para enamorarla.


III

Suspirante desliz estrellado,

aristas como filos un rubor

franqueza, de honorable sabor.

Embeberte, es de liminal

vértigo de espadas.

Atrevida, de hermosa, sensible azada,

sacas mis penas y alegría se erige,

de este tu muchacho desnude,

que jura te amó

un día en penumbra

para así, por fin,

no perderte nunca.

Arena vívida de vergüenza

ausente, melodioso tu amor.

No aplaco, le custodio,

como mi vara de nardo

en lecho marino.


Förüq castellano Miguel Esteban


Memorias frías:


Usurpar vestal en llamas,

clarividente hechizo,

usufructo de solas corrientes,

como vertical latido

auge de todo lo que elucubró

llegar a ser más que desliz pasajero, temporal.

Como signo arcano,

revoloteando que ungido,

vestía pliegues y orillas,

de nácar y estela atemporal,

como higo del demonio

y mezcalito.

Era solo desquicia labrada

de un placer atónito,

en aras de trinchera,

y remembranzas todo lo que te quiero Musa.

Con topo, invención,

u fulgente espía.

Era solo gritar,

te necesito más que en tinta

y hojas papel infausto.

No creo sobrevivir al ocaso de mi error,

o quedar relegado a cruel olvide.

No se puede nadar en ojo remolino,

aún sea espira de vértice

y entraña desangelada.

Este remolino fluvial

que me absorbe y navega mis venas,

Oh mi turquesa,

en crisálida, de cristalina esencia,

planeo la noche,

vestida cual azur hermoso,

reincide, no deseo ser clavo sin martillo

en tu destino,

ni espina sin rosa malva,

como rosa sin cruz acaso es logia,

acequia sin agua ni arada tierra,

es el verso sin destino,

destinataria eres,

por ser armada mi soledad,

Como densas calzas un cruel devenir,

en grilletes condición

impuesta por sistema,

sabiendo quién soy,

simple y llano un hombre de bien,

que bailen su mentira médica,

diagnosticada por cinco días de insomnio,

que libre no es quien pide ayuda asustado,

le condenan vida entera,

a su negocio de remedios.


Förüq castellano Miguel Esteban


Rauda estela:


Surco de noche

ya se retira

sonando el día

y sus rosas heladas

de invierno,

iris matutino

clamado

en este fiel olivo,

surca mi sangre

entre verticales filos,

mi gris vencido del alba

serena, más desnuda

que la transparencia

que el azul afila.

Se clava este verde

militar de ciprés

como cuchillo enervado,

y su canto

en estos sigilos de chopo

cargo mi revolver

naciente del verso

por un sol de plumas

cae fusilado el aliento,

algo que clavar

al firmamento

héroe del norte

de mi silencio.

Fantasmas

del imperio perdido

su bandera del tiempo

dormido.

Fúlgidos nervios

cabalgan los acres

de esta trinchera

donde mantengo alerta.

Jauría de sienes hendidas,

con fauces somnolientas

quise ser siempre

con esta mente,

profundicé el idioma

de la flor,

hablé con la tierra,

aún guarda mis abrojos

sembrados.

Entre brotes verdes,

impacientados,

aguardan el bravo

crepitar de la tormenta,

y sus besos azules.

Ahonda esta vida

silos del demonio,

simientes oscuras

de malas yerbas.

En este campo yermo

crece mi ilusión

que no me siembren

el dolor,

seré como la flor

soñaré con las piedras,

reiré con abejas,

jugaré con el viento

como la vida grita.

Ahora que la mañana

consume los suspiros

ahogados,

ahora que el cielo

luce sus corceles dorados.

Es por esta pizarra

que me habla el río

me habla qué más

que ser agua.

Deslices anudados

entre corajes florecientes.



II



Voluble cielo

cuidó tu rauda ala clara,

próvido planeta

de florido consuelo,

por su sol fúlgido lucido.

semejanza quiere contigo

corona el día por aspilleras suaves

las glorias que descifra tu nombre,

sublime en altura por quiere

anublen desventura

por mesura,

encumbrarse la ya satisfecha

estela endógena no osaba,

realizada dispuesta

en manos y cruz de Apolo.

Amante lebrel

de sentenciar causa y retiro.

Aragua tribute el franco templo,

inimaginado,

con peñascos y mi arroyito,

alevoso corredor

robusta bizarría

entre furor de tus solos labios,

felonía de caverna umbría,

retemblo atónito

sorteando fieras,

amansando mustia frente,

sacro fuego tu esplender

contigua.

Entre tus cauces férreos amada,

quebraste tu saliva y mi lira,

¡Oh musa, tu encanto!

no me retires,

Batida mi hada,

pastorcita de Castilla,

invencible de esta dicha.


III

¿Acaso dormiré la noche?

Se callarán los susurros nocturnos,

el blanco cielo ya no acostará plomizo,

su letargo de otoño aguarda,

taimada mía no marchites

mis leves hojas;

No todavía.

Ampara mi dorada yedra

escucha sus notas de savia verde,

abre y abrirán rizos

en acristaladas fuentes.

Allí el clarín entone

enamorando a la dama del lago,

serpeo mi suerte cuando me dictó verte,

común lache yo perezco

en brazos de mi lejanía nunca hallada,

a ti entrego mi labriego,

inquieto, escita de su linde quieto,

aplaca mi bajel de ala irascible,

relampaguea incesante

alta como la luz etérea,

perenne que yo estaré atento

para osar y no desprenderme;

perjura, retrocede, y avanza

alzándote por falaces bocas,

que desaconsejaron

y creíste amigos,

no poseo yo almendro

de almendras de oro,

pero todo se dará,

sin caer en el vulgo,

mi sed al menos procuro,

es la sangre cándida,

arremete, marca su cántaro rodado,

blande, una solitud escarchada,

a la que se desea tras todo estío,

lisonjero de tórridas llamas

secuaces del terreno.

Hoguera me tiendes la llama

sin rendir tu escuadra,

preso tiembla el morir noble.

Peinadas parras de la sombra,

tupida vida que acicalan

acariciando al rey Sol.


El Castellano


Catarsis: 

marzo 05, 2021


Verdad

quién te encontrase,

tu idea eterna perdida

mi vía para cerrar los ojos

ausencia que revive la voz

iridiscente abismo de color

perder conocimiento

introspección del vacío

perpetuo de locura

ausencia llamada dicha

gozo del millón de caras

invenciones

deseos

inspiración del rayo de Sol

sueños en la realidad incendiada

seguridad tejida

a través del cielo

sueños del alma

donde cada sangre

grita su libertad

yo no estoy hablando

ni tú escuchando

puede verte sin mirar

escucharte gritar

mi momento llegó

las promesas derritieron

quedó el sentir añil

de quien fui

sigo el final de los días del hombre

despierto para caminar al Sol

cargo en la espalda

mis pasados pensamientos perdidos

asedios de mente

blindados de quien quise ser

desierto embalse de recuerdes ahogados

sangrando el ruido del destino incierto

quedó ser yo mismo

el caos en esencia de sí mismo.


II

Orfanato de inspiración:


Recuerdes que llaman a un presente,

de zarzas de tu piel

con las que pincharse y enamorarse,

de besos en la espina del demonio

y nubes de calma dulce de ángel

sángrame las palabras bonitas

viento del sentimiento áspero florecido,

tersa de seda camino tu camino

despertando en tu templo de azúcar,

cabalgando tu incesante ilusión bebida,

hoy me encuentro clavo a clavo

con mi sueño que sembré en tu lengua,

escalo tus montañas

esperando encontrar el tesoro que arde,

que late en tu bosque de corazón,

escucho las voces de mi mundo torcido,

te encuentro las alas,

te alimento las mariposas,

hoy te quiebro el silencio

en el blanco cuarzo de esta distancia

que sintoniza que llora flores de niebla y humedad,

me crecen las cuerdas,

mis pozos se llenaron con tu saliva,

aquel invierno que te tuve en mis brazos,

esperanzas nos llaman a sembrar el nuevo año,

deshacer los siglos que nos juntaron,

quiero encadenar a la dificultad

en los grilletes del olvide,

hacer luz en cada centella Escarlata que tienta nuestra llama,

quiero desangrar estas rosas de sangre

y escribir el te amo a sangre y fuego,

acariciar tu pelo sentirlo entre mis dedos,

reinar tus pájaros y suspiros,

prender fuego a tu reino con mi cuerpo,

tenerte un poema en cada rama de viento,

tanto quisiera vida que solo te quiero a ti,

mi dulce sinfonía,

mi flor de cada caricia,

rocío de tu alma proscrita

lágrima que camina

en cada tambor de mi tierra

en cada arteria de mi voz que te encuentra,

mato el dolor con mi palabra de corazón

esta noche te canta mi pasión,

flor con flor semilla de tu amor,

agua de tu boca para vivir

quiero ser araña que te araña

esta noche invernada,

despertar nuestro sueño que reines luna mi cielo,

quiero beber de tu cuello,

derretirme en tus ojos de hielo,

mandar al cuerno todo intruso de nuestro desvelo,

abrigarte la noche fría

ser tu sol cada día,

renacer en cada semilla perdida

que nos brotó el aliento

en des almas unidas en la eternidad del beso.



El Castellano y Leannán-Sidhe


Estameña flor:

marzo 02, 2021


Silbido de la sangre:


Claman verdades de la tierra

por nacer y resurgir

la quietud estameña,

sobre la misma tierra

el eterno ciclo de la vida,

como traje de la mujer soñada,

muerte en memoria hilando recuerde vano.

Resurrección como caminillo de hormigas

por la soberbia de la simiente al albor

de sangre sin condición.

Yo soy por siempre

miel de infortunio desaconsejado.

Así como dura sonrisa y guiño besado.

Al azar de la existencia

efímera esencia del crepúsculo más sonrojado;

apellide y nombre que nada representa

como resplandor de la centella

vil chisporroteo sin sonar,

cargo el silencio y el infinito de mi verbo

a lomo de frialdad en escama

resopló en la montaña sin nombre

latido de mi húmeda lombriz azulada,

de mi tierra que jamás tuvo dueño

latido sin final

agua de manantial núbil destello,

va girando mi vida por enraizar

yo soy siempre

sendero de sierpecilla inútil,

con el manto de su desnudez violenta.

El eterno comienzo sin final

aullido del viento, arena en una gota de lluvia,

hoguera crepitando la tierra del volcán.

Río que acaba y resurge del mar,

ese soy yo siempre por despertar.



El Castellano y Leannán-Sídhe

14-1-2019


Resurgir:


Hoy las fuentes bullen

los ríos desbordan

las vidas dejan sus grises

de invierno y sonríen

al alba de la lluvia

que toda vida mece

sal al jardín ayer sembré mis ojos

esperando que la tierra fuese sangre

las raíces mi boca

y la planta mi cuerpo

para con longevidad imperial

llegado el momento

decir de este jardín yo no he muerto.


El Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016


II


Sangre y muerte aplaco regio,

duramente como astro viril,

como amor estameño que canta a su veta amada,

en sístole de barretero,

abriendo surco nuevo en piquete,

trágica que ella así vino,

flor de metal desde el suelo,

amparo en destino reguero pulcro,

todo reguero que trueca su suerte;

por muertes de estaño fino,

enamorada dinamita que surca lecho,

un son que grita un baño de raudo fuego,

sin piedad de obrero,

ni réquiem apiadado por la tierra,

un raso enlutado de oscura piedra nacido,

concavidad de caseta y vals minero,

como sinfonía nocturna que abre yacimiento,

regreso y no entristeces,

estameña vida en cobre cubierta,

santa presencia

de altas colmenas,

y simientes que el tiempo avalan,

fontana tú, serena,

viniste al mundo

en la fundición de la primera Armonía,

sombra tú de planeta sin espejos,

turbiedad que no arrostra diamantes,

opacidad serena,

sola,

sola,

como sola nace nueva tierra,

gris fantasma

que velas tu brillo maleable,

rutilas cenizas metálicas

de todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible,

sigiloso sembrado, tu banal estallido,

a sacar de ti mina y provecho,

raíces pétreas,

tu sino de planta de humo,

copia sin espejo,

ni sombra acaso tu reflejo,

perpetua osadía

sembrada por el Cosmos.



El Castellano


Gloria oscura en auge:


Elevado trigal de mi centella Escarlata,

amapolas desangradas, río de sangre

por llegar,

de este confín

al inframundo.

Del pozo de Airón

va este celta carpetano,

Sigfrido en Alemania

nombrado.

Escudero del dragón Cuélebre.

Araña tejida en el ojo del lugar,

el cuerpo ama el frío caído,

deslumbrado, yerto de la pupila

con su telaraña montada,

en su palabra,

en cicatriz silente, doliente,

abrasada cual fuego leña abrasa.

Avanza mi trino comulgado,

vivo por la ley

de mi corazón invernado,

del suplicio,

al suspicaz verbo

por visualizar

para su estampa domar,

en el cerro del lugar.

Por el templo de mi congelada habitar

gloria,

de este mundo cruel

jamás caigo destruido,

parco dulce tormento,

que mece de vuelta

al inicio del sentimiento,

jamás dicta su única verdad,

Luz es Luz

Madre de centella Escarlata,

comienzo de todo.

Voy con mi caballo a cuestas,

turbado esquivo nacido,

cual linde deseado perdido.

Quiero encontrarte,

conocerte,

tornada quien tú eres,

en efecto y beldad,

amarte.

Ya te amo en verdad,

lleve donde me llevase el cante,

el umbrío, tibio,

parco hálito,

allá donde mi latido no cupiese,

te llevo en mi huerto

mi flor oscura,

en este invierno que el Sol

de amarillo la vida ungiese,

y la tierra en encina y esparto blandiese.

Gloria,

puede empezar

sólo basta dibujar,

detrás de mis ojos

mi amada está,

llamada poesía a su entraña

de Gloria oscura,

avivaras entraña retuerta.


Musa-araña dicte lo que es de ella.




El Castellano


Subrepticia:


Ese mi único secreto,

revelado entre celdas de leche

y rosas de sanatorio. Su encuentro en estadía de larva,

o alma anclada en forma de éter,

forma concisa,

fuego en lágrimas mi sangre,

a dulce mordisco

te di de beber de mi índice.

Hoy, perfección intangible, onírica


del mundo propio del sueño, belleza lejos de mundo conocido.

Fuente los cielos, candor de dragones,

rizados en todos los colores,


nube de evolución, granate profunde de ojos,

partida de sed sanguínea

Ser perfecto, cómo llamarte,

que al volar, te dije

vuelve cuando quieras,

no voy a intentar capturarte.



Förüq castellano



II

Espiral de reposo:



Soliviando, viene bregando,

un azar tangible epicúreo,

adoctrinado al hervor de la verde cepa.

Raíces al templo del mañana,

vistas a lo que nunca dio causa

y siempre estuvo y está.

Inmiscuido como ascua besa

su final de ceniza.

Empíreo, cromado sentimiento

de conciencia filosa.

Quizá algún día vuelvas,

Subrepticia hermosa,

quizá más crecida

tras alimentarte de los cielos,

y su bruma del gris encorajinado

y su zinc y su plomo

Puedes escuchar los sones.

Se afila el clamor

entre trompetas

de todos los ángeles.



Förüq castellano


III

Atisbo de nácar:



Noche de colores enervados

de rienda alzada como vetusta estela

coloreada por centella Escarlata sempiterna

que todo atisbo envuelve.

Es el son sanguíneo del sigilo

alzo, que dirijo sus resplandores

consecutivos, es un latido de tierra,

repicar de los fusiles,

y sus hocicos al horizonte cantando

un inmiscuir de la brea

y su pólvora encendida.

El dormitar de faroles

y su réplica de luz intransigente

vuelve al pozo sin poso,

es mi sola alegría descorchada,

entre la caricia de mi guardia.

Mi cielo en repiqueteo de colores

que difuminan la densa centella Escarlata

de la noche.



Förüq castellano


Sigilo de solitud:


Por el tercer orden de las cosas,

avanzo mi solitud extensa

el infierno de la araña custodia,

el destello nacido de la tiniebla

susurro en eco de cicutas sangrantes

es el estambre de la flor llamada muerte,

un sueño eternal

en las lindes del descampado

que atraviesan las almas

al transmigrar,

eterno hálito inmemorial,

un telar entre escarchas azules,

y vides de lúgubre ambrosía

cantada por Dante,

y el grajo negro de Apolo,

surca los párpados yertos,

descubramos hálitos flamígeros

en sinfonía yerma de corazones espinados,

y zarzas en umbral sigiloso.

Puertas al reino de los condenados,

suenan los sones, suenan los clamores

de brea y tinta exaltados,

era una noche lúgubre,

las pestañas no bailaban en los ojos fríos.

Era una neblina cegadora

que abría un fuego tras la centella Escarlata,

unos ángeles blindados

tras la puerta helada un enero,

unidades de la creación,

vida hermosa,

sueño hermoso

reflecta maravilla,

mundo negro en el que me encontré.

Hijos de la tormenta en la noche oscura,

a ti noche oscura canto.

A ti noche oscura te escribo.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta

enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van

mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo.

Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco.

Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu centella Escarlata como

demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu centella Escarlata

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas

comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.

Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu centella Escarlata.



EL CASTELLANO


Soliviando, viene bregando,

un azar tangible epicúreo,

adoctrinado al hervor de la verde cepa.

Raíces al templo del mañana,

vistas a lo que nunca dio causa

y siempre estuvo y está.

Inmiscuido como ascua besa

su final de ceniza.

Empíreo, cromado sentimiento

de conciencia filosa.

Quizá algún día vuelvas,

Subrepticia hermosa,

quizá más crecida

tras alimentarte de los cielos,

y su bruma del gris encorajinado

y su zinc y su plomo.

Puedes escuchar los sones.

Se afila el clamor

entre trompetas

de todos los ángeles.


Förüq castellano


Preludio de la certera posesión:


Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto

despierto mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.


El Castellano y Leannán-Sídhe



Yo soy siempre:



Todo queda bajo el esfumino de mi grillo,

colgando pensamientos en tejadas,

al compás de una cigarra,

piel con piel flor con flor

elevado resquicio de tu amor,

sueños atrás volaba mi alma ingrata,

nervios posibles y su cama,

sí soy yo sí eres tú

qué pasa ahora,

instante de cerrar mis ojos,

por comenzar la historia de mi vida,

y sus siglos de dura existencia carcomida

al disparo de la ilusión y su mentira

donde los demonios llaman y me quieren,

deslizada la tela de araña

mi vida es lo que me queda,

soy Dios de mí mismo ahora,

el demonio me cuelga la espera

mitad luz mitad sombra es mi ahora,

mantenme lejos del nunca,

yo soy por siempre,

ojos renegadas de este humor vivo,

gatos maullando a la luna en el tejado,

imposibles galanes,

animal feroz corre por mis carnes,

solitario ángel armado para el enemigo,

este es mi sino,

tejos crepitando su savia en albor

asidos a su quietud imperfecta

que el tiempo no determina final,

vida trenzada en albor siniestro mi ida

soy weche, soy fuerza, por y para siempre,

el verso me teje,

tinta mi sangre, pluma mi garra,

por acampar la estrella y su cama

hoy por qué no mantenme fuera de la mentira del fin del universo,

porque yo soy mi universo particular,

humor desdoblado asesino del tiempo,

mi mano acabando con el aliento imperfecto,

soy el imán de hombre que te atrae a mí de nuevo,

soy la ecuación perfecta que asesina tu velo,

toda mi realidad se construye de mi mano,

para acabar elevando al tercer cielo y noveno abismo mi canto

entonado en cal y arena como caracola de mar serena,

es tiempo hoy de morir por las ilusiones fugaces prometidas

y su tela aterciopelada, vestida de nácar,

hoy es final de mi espera,

es el comienzo de mi poder,

mírame estoy rasguñando mi piel a placer,

está quedando solo mi sangre vestida de hiel,

hoy como ayer a tu lado estaré para asesinar la quietud

y su asolada desilusión,

hoy por ti mañana será nuestro eterno comienzo,

para extender nuestras alas al cielo,

todo comienzo exhala su final de su mano izquierda,

elevado amor que me cae por el párpado,

y en mi vena que aguarde para estallar amor al viento

este amor que por ti siento.

tornada mi sangre la verdad de mi aliento,

en difusión magnánima del sentimiento preso,

muerta mi araña

mi corazón es lo que queda.



El Castellano


FULGENTE FUENTE:


Te busqué detrás de la estrella

más brillante del azul eterno,

En el suspiro de amor

que corre y descansa.

entre la inmensidad

de un parpadeo.

Entre la obscuridad que alcanzó

a ver la belleza que te envuelve,

adentrándome dentro

para reposar siendo

una sombra más,

y te encontré en mi sueño

más cálida, en el cielo encerrado

que liberé, en la noche

que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi Alba

corrió por tu cuerpo,

y te amé aunque fuese un día

en la penumbra

para así no olvidarte nunca.

Manantial fulgente de inspiración

es tu mirada tierna sin compasión.

matices de esmeraldas tu

pupila enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma de tu piel

frágil y esquiva,

con sus cipreses y tejos

el color de tus cabellos,

con sus amapolas amarillas la actualidad

de tu color de pelo Lhiannán Shee.

que corre, que escapa y vuelve

el cosquilleo,

tu boca con mi boca bebiendo

del mismo agua y manantial del deseo.

tu piel con mi piel avanzando

el fuego del sentimiento.


PRECIPITACIÓN de MIS OJOS:


Ojos trazados para todo lo que tú ves

negados a mirar, del laberinto ausentes

prohibidos, coartados de la mirada detrás de ella

no soy yo, no eres tú

después del hecho despierto

perpendicular a todo rostro que amanece

y arrasa mi ser en estupor

en silencios por conquistar de perdidas mentes

incapaces de reconocerse, de adaptar su momento

y residencia mental a lo perfecto brillante cobijado

qué paso con lo que soñé y el segunde cambió

aguardé congelado en el seno de la luz y alma

sobre todo, lo que vino, y vendrá,

hablo con la piedra del mirar

no hay rosas sin espinas,

ni rosa sin cruz por florecer

en todo ser humano,

como la flor quiere la abeja

la logia me quiere despierto

informe forma de vivir siempre

conociendo que ya estoy muerto

sin sentido morir de nuevo

volver, ilusiones, esperanzas,

pasado de un mundo hecho

me siento vivo respiro mi aliento

estoy vivo muerto para la sociedad que jamás me verá

siguiendo sus superficialidades que tienen de verdades

todo cambio redención,

de toda elegía del ser

fuerza que me mantiene quemando mares

de gentes asumidas en superficies planas

de falsedades hipócritas de reconocerse

mundo mío del acero, días para los días

de la creencia de que puede exprimir la perfección

que mi cuerpo guarda

así en inspiración no duerma ni esté cansado

seguro en el arraso de la soledad

un día tengo su medicina

para volverlo sueño del acto plasmado y realizado

puede escapar por mis ojos

tráeme tu mano te alcanzo una estrella

sonido dirigido a mi

consecuencias del grito sobrevivido

todas las cosas que creo pasan ahora

y pueden cambiar

bebiendo paz y fumando destellos pensados

desde que vine a vivir,

claro me ves de existencia

amando al Sol

dame tiempo seré llama sufriéndote

por tu típica existencia impulsiva de tus deseos

enormes imperios me quieren inmersos

en sus planas filosofías y creencias de sentidos inertes

escapo con el sueño

soy el sentido del sin miedo

calor helado del cielo,

fulgentemente ostentado

en tu caricia del sin nombre rayo de sol

lágrima de lluvia cae de nuevo

prende el suelo en vida

bebiendo todo lo que has sufrido sin sentido

forma de los ángeles buscando la felicidad

de los dioses que cobijamos dentro

ese dentro es ausencia del tiempo inventado

planos de existencia de lo más simple a lo más bello.

Te acecho desde que vengo.



El Castellano a 10-03-2015


Surco fantasmal:


Te vi detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.

Entre la centella Escarlata que alcanzó a ver

la belleza que envuelve tus piernas.

Adentrándome para reposar contigo,

siendo una sombra más,

pero especial para ti.

Te encontré en mi sueño más cálido,

en el cielo encerrado que liberé.

En la noche que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi Alba corrió por tus senos.

Y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,

para así, por fin, no olvidarte nunca.

Es solo la vida en mis ojos donde un día

se mide por las veces que te imagino a mi compañía.

y una noche la vida de mi corazón sin sueños.

No importa que no te tenga,

no importa que no te vea, porque te siento,

y te siento más allá de donde acaba el firmamento,

en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerde.

donde me di cuenta que el sentimiento descansa,

no muere, como la flor sale en primavera.

No importa que no te tenga.

Porque después del invierno volverás a florecer,

te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,

pero con el saber que si vuelves será para quedarte.

Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas

porque a mí, no me engañas, yo soy para ti,

y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,

por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.

No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,

y tu amor prefiero sembrarlo a diario,

la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.


El castellano




El observador:


A esa flor que es flor en mitad de invierno,

parte de raíz profunda guardando, enterrando lamentos,

de nube densa emplomada,

en floración perpetua

abriendo a un ocaso desde el alba,

afán superior en fresco oscuro, umbrío patio,

un cielo tangible en vals terreno,

todo llevado por una primavera ficticia,

en profanado silencioso, vano vilano

un cruelo alzado,

la pluma escurre sigilosa,

como mariposa nocturna,

blanca grisácea como agitar

de un ala cansada,

mi zorzal es único

y no espera en precaución al milano señor.

Ninguna rosa ha engañado

la perfidia de suelo terreno,

trampa esquiva del bermellón en pétalo

de rosa humilde canina,

silvestres aguas de gancho azul,

andar mío amargo por su vereda enajenada,

corazón de ceniza inmiscuido,

arriar mi harapo de sentimiento,

no tengo sombra,

ni me hace falta,

acaso fue bastante.

Rasgar anhelos

y vicisitudes atadas a ilusiones.

Una flor descendió de los cielos castellanos,

fe escurridiza,

sobriedad bajo sol humilde de marzo,

desdén altivo

como hundir la esperanza en una parca sonrisa,

girón de viento o paso definitivo,

temor recio de observar a los dioses

tras aparente muerte.


El Castellano a 09-03-2019


SANGRE BEBIDA, INVOCACIÓN:



Alto, solo quiero pasajera, tu tristeza,

sólo como costumbre cómoda,

busto tuyo de cuello en columna,

invocación de las hayas,

y tu vientre,

calma furtiva de Sol dormido,

viva raíz para un Sol renacido,

raíz nuestra entre tierras donde muslos habitan,

troncos como soledades en hojas,

bailando suspiros,

y gemidos de un viento,

ya no cobija el sentir gusanos,

solamente, tus caracoles de labios,

como hierba húmeda,

bajo tus frondas y faldas,

de nítido follaje.

Ojos atisban ensoñados,

hacen ríos y orillas

de azules caléndulas.

Escarnio de tus labios violetas,

numen y montículo,

mi sed de hoguera,

oh, piedra solar,

de muerte embebida,

dardo amoroso,

mi temblor de valles,

abriendo tu vestigio abisal,

como gruta insoslayable,

tu cielo encerrado,

mentir un reguero de números,

y brindar con el enemigo,

ay, clamor de herida estéril,

vive como el río nace,

y azulados brillos despuntan,

alba y ocaso,

flores, guijarros, gemas, y pétalos,

hojas en llamas,

crepitan que junto a mí existes.





Förüq castellano Miguel Esteban a 2021



II

11-12-2023

Aposentado, en dulce ribazo

cargo mi infinito

esperando mi disparo argento

cargo mi verso,

su olvide en vena

es el blanco

sobre ella

la divina inexorable,

mujer de sigilos cual ecos,

de azur vestido

entre mieles

y un almíbar un recuerde voraz

luceros claman entre la noche

una caricia entre labios

y gatos fugaces

entre tejados colindantes,

un zarpazo exclamé

silencio coagulaba ya mi paso,

desdén de pocos

o algunos semi-hombres,

somos los senderos la noche,

sus sombras vertiginosas

el punto y la coma

el destino me arde ahora.




III

Colgado de un cable de telégrafo,

danzaba el alarido despierto,

una hora afilada,

sobre calmo sigilo,

de redundancia abisal,

fase y etapa mi sueño despierto,

miré donde todo crecía,

me golpeó en la nariz

una desquicia incuestionable,

era hora de sembrar diablos de flores

y podar los hinojos solares;

quise traer algo peculiar

sobre mi hoja danzara la cábala,

y los símbolos iluminaran,

apetito de razón anquilosada,

una marcha al averno,

y Mundo de mamarrachos

sin ella no se pinta todo azabache,

traigo la antorcha mi Dana

mi Dama,

sobre un laurel

escribo laureado,

dentro el viento me trajo,

acabaré con el mundo de abrojos,

si la Parca

no te trae a mis ojos de nuevo,

habrán de perdonarme

miedos, y corajes valientes

que si vuelvo a nacer

a ella mi alma

le beso el amanecer.

Y a su gemido acaeceré.



Förüq y Leannán-Sídhe




MISIÓN:


Justo la Tierra,

mi trabajo,

una honra lustros no abarcan,

la jornada,

la travesía dentro mi tierra,

las respuestas ocultas

a herradores,

herrumbres,

y oradores,

mi batalla no acaba,

algo través la senda,

mi dama oculta entre la grama,

no hay comienzo sin final,

no hay destino sin rayo, relámpago,

caras del prisma,

ver, vencer y morir,

felicidad que carga

a mis espaldas

muros de falacias,

falsas idiosincrasias,

númenes como tormentos,

alistados

a servir gozo,

sin victoria

ni alas un amor tangible,

real, atónito,

inseparable,

incuestionable,

Señora Hada me cubres

estaca de imposible,

yodoformo cual injuria un mundo

sin beneficio no entiende,

el paraíso mi mente,

no hay celdas, ni barrotes de cal y sosiego,

la paz no se inventó de no hacer nada,

vine de las lumbres de abajo,

donde todo sonaba igual,

cerca mi constelación,

deshacer ocurriera,

mi lucero me atraviesa,

es hoy día su divina concepción yo soy,

oh Lvgvs,

Mercurio te vuelvo a sembrar mi Rito,

a la Vanguardia avanzo

día consumado,

resoplo agravios y señales,

navíos y huracanes,

es mi camino,

dispuesto

uno,

alienta en des,

avanza y vence

el tridente.

Eres sangre fluyente.



El castellano


CANTOS de TIERRA

Cantos de tierra:

I

Solitario bogo,

aterido soplo de la montaña,

pastor de tus astros,

torres de nidos de tu saliva,

perfilada tu sombra me acompasa,

mi sayal remiende

entre sedas

de moreras de ensueño,

olvides me trepan por enredaderas,

tarde en la tarde mi esperanza vive,

si soñase volaría a tu vera.

Sol este de oro

ciñe mi álamo negro

y su esmeralda araña,

cumbre te nombra

en la saeta mi oscura golondrina azabache,

traerte conmigo siempre

eternidad risueña, melosa

sangre de mis dioses.

Señora tú de silencios

y sepulcrales vértigos,

no amansa mi fosa

la dulce azada de metal soporífera,

carne y cuerpo

mi rigidez de pluma,

lírico trasnochar.

Claro cristal entre paisajes,

ceniza de recuerde

es ella, recuerda,

aire desnude fama de estrella

inviolada,

mi musa bella,

un azar flamígero

que no pide ni alumbro,

no espera

ni las aguas de tiempo inmenso,

jamás complacen.

ay día, rosario terco,

deja ya la gloria,

grandeza en amor

se llamó belleza,

lastimada mi carne desvelada.

Gusano soy

que hila su capullo,

tejiendo desde sentir interior,

mi vida en serenatas blancas

levantaré,

su fronda,

inabarcable vergel primoroso,

cuenta mi linaje

alas ignoradas de mi pecho.

no podrán tapar en vida

mi silencio que aflora.



El castellano

II


Terca mi sangre,

tiempo del frío río

inmenso, todo dado en espinas

su rivera,

por ciega neblina bajo

con tabaco precoz,

pienso,

todo he soñado

para el letal lecho del olvide.

Mi temor sorprendido

alega que no existe;

vida o belleza,

ala o metal cansado,

gloria de grandeza, ¿Dónde?

mi tabaco de nublan

ahonda, penetra y surca

la esmaltada silueta de tu figura,

por mi caricia ruda

y el agua afligida,

admirarte yo cual fugaz garuma,

anisado vive el cielo,

nuestra blanca estrella

mineral candente

refulge su luz desnuda,

por vespertino son

de todo lo que tiembla

como abanico de mi pluma.



El castellano

III


El principio estaba en la colina.

Un hecho,

claridad de brea encendida,

o, transparencia de pez de cristal.

Timón enfurecido

que tormenta iracunda tizna,

cuervo en el alma

mi ser alzo, prende,

mi idea luce

cual hollín de azabache tuviera,

gragea mi voz un crascita

de mi señor Baco,

persona de garabato nombro a sombra latiente,

acaso opacidad de materia cuidase,

sacrificador mi tiento.

Soneteada su parda sepultura.

falte mi ley, sonará la albilla.

Diablo aguador mi buen luciente;

cordobán, recuerde de soleta,

no me faltará maceta,

parnaso que le cae asaetado,

cisnes negros,

de Apolo,

cuidados como vellón descendía su grajo.

Musario monte yo he sembrado.

yo, pensamiento y porfía guarde,

me los retemble

el sol lucido,

ninguno estribe

mi mesura,

señora, valerme quiera,

ni peligroso

el tiempo bárbaro se me pareciera.



Förüq

IV


Insondable, la luz

de tu impalpable seña,

guiño áureo al latido,

insubordinado, labrado

en madero de este hierro,

ya dejó de ser infamia tornasola

en ascua de piel borrosa.

Ensueño alado te alzo

mi musa en estridencia recta,

develada, reveladora senda

dictas que afliges voluptuosa

cuan cerilla arrostra mi alma,

rebulle tu sueño alado

de golondrina azabache,

no perturba mi paso

tu luminoso azar encorajinado,

en sones del capataz del brillo primero.

Arde no se colma mi vaso,

al cantoral

fraguo férreo lazo,

indivisible alianza, comunión

de ambos argentos astros,

como entrelazan alba y ocaso

pura seda mi correr

de atleta precipitado,

arrostró

mi piedra espectral,

tu brisa ya nunca más fría.

alumbró mi sien

el fractal de frágil leño.

Y desveló que todo es y fue

más que un sueño.

enmudecida siembra tu garganta

lamo la tierra boca a tramo,

tu raíz salvaje me toca,

como verde planta a tu corazón invoca,

silvestre y musical nuestra rosa azul canta,

henchido de tu voz voy

mi centella Escarlata.



El castellano

V


Oración a la misa del alba,

revuela una golondrina,

esquiva los ramajes

amenizados del fresno,

abre monótona brisa

una caricia de tierra

por el misario cerro,

carrascas afilan allí

sus flores de piedra

para dar sus bellotas,

ya escondida la luna de seda,

aumenta un zorzal su trino,

sube entre rayos de so

la espuma de un desnude álamo,

a su raíz un precoz mamón

sonríe al iris de nueva luz,

un grillo chirría su nota

en melancolía por nuevo cierzo,

la encina secular

no pierde atisbo de rigor

en follaje,

como nervudo verde

que no llora,

la retama grita al esparto

que su amarillo impera,

plegaria entre verdades del monte

un nuevo esplender

canta la paz sepulcral del campo,

como luminaria entre río reverdecido

en tapiz de terruño arado,

aria dolida en arrebol

de sollozo verde,

lento abre su retoño la tierra.

Entre vid de nueva espera.



El castellano


VI

Quiero mantener

mi suerte segura,

como hondas imágenes

en frío lacustre.

Agua de labriego sordo.

eco en árbol de sigiloso azar.

Hombre al menos

en terrazgo seguro

al pie de bandoneón,

clavando cigarra

a su escarcha afligida,

manos trabajen

la melodía

a tu voz morena.

primor en viento

de mi sepulcral prestancia,

tierra o ceniza

eternal mármol turbado

de vida atada a tu vida

y perseverante esencia.

árbol de luz y acento,

revuelo a tu son

el mundo no trasplante.

Dulces sueños

sones flamígeros te aguarden

en su seno.

suelo en miel

de nota obscura,

guerra, oh gran momento,

rizar mis ascuas al viento,

hoja que tu filial enmarca,

verdecido mamón yesca,

invadido por substancia

de tu irisada voz en letra fraguada.

Resonancia de altivos lares,

fecundes...

Llevo verdecida mi sangre,

asaltando el trigo mis ojos,

palabra con sonido

eterna herida

Resuena que sigo en ti

como aromo de flor

y curva pitanza corva,

redimido a la abeja

el avispero ya no zigzaguea,

abre cariño tu senda,

nácar dispuesto y frágil

al candor de mi cóncava vena.

Para cosechar mi pena, mi cruz

y mi condena.


El castellano

VII


Llaneza mi pulcra eternidad,

violácea en mi cabeza,

río era mi ardimiento de espíritu,

en cantos diáfano;

sin voz ni hálito mortal,

estancia mece y alza

sobre estas olas de mar en tierra

y perdurable simiente.

Suelo alzado del vano milano,

sangre que hiendes mis latidos férreos,

agreste consonancia de lares

y esponjados lacustres,

como rito de cristales prendido,

de ababol mi prestancia

y la llama mi hoguera eterna,

mi labriego no más ciego ni sordo,

mis manos trabajen la tersa melodía,

ungido surco de espiga y barrizal,

canto por tierra darte nombre,

que mi filial escancias,

amor, de viento obscuro y guiño como secuencia

primordial, tu sed no escapo, ni la verde parra

gime a tu prado su sombra,

amante vuelvo sin barba, sin vergüenza,

de llanto repaso,

la sola luna en ascua

y su seda de luz morena,

oh, playa y su rivera,

cuántos helechos visten mi trazo,

de una patria sin cabalgar,

cuánta palabra mísera y con sonido,

ser hombre en rebeldía terrena,

alzando flores de difunto,

y lumbres eternas,

mi morir de ángel ni pronuncio,

conmovido cruje mi esqueleto,

alma de llaga henchida,

acaso otro sueño valía,

tempo y flecha de ágil luna,

vine sin niebla por todo lo que quería.

Destierro cuándo,

como mi Jacinto, a tu lado me blande.



El Castellano a 28-10-2022




VIII


Cristal de aire:


Acreciento, voy menguando,

la diosa estela naciendo,

al paso ferviente de tu sola voz,

como un caracol,

en agua destilada, candente

acrisolada esplender,

cristal de gotas sólidas,

y mi verbo fulge valiente,

cadena sin mi nombre,

otro borbotón sangre fluyente,

que crascita, entona

viví, amé morí y te deseé,

un yo te desvestí

y lamí tu caracola de letra

despacio y rápido

a mi helor

embebí tu éter expansivo,

un cristal que sublima en aire,

amor de zarza a espina,

caracola resistente,

mi pequeña ángel

hiriente, vespertina a fragor

ojos boscajes, tus notas infernales,

cual buque emergiendo

sin océano solo tierra

inextricable para osarte,

d' este abismo llamado verbo,

me visto de capataz tu aliento,

coagula mi aire

noventa y nueve porciones tu nácar por mí

creado,

en novecientas ascuas,

tu vapor y el mío de estrella

que flagran tu sendero de luz,

enamorado tu piel ensoñada atisbo,

cuál no dio fuelle a tus alas,

cuál no te hizo de mi placer herramienta,

mi amada voz,

acompañante

hacen nueve formas,

nueve pilares de Averno,

nueve cerrojillos de hielo,

mi condena y solución para poder conocer

lo que amo, amé y siempre amaré,

en novecientas nueve hojas

que encierra

tu corazón en mi agua´

siniestro caracol

con mi desvelo en hoz.

Inocente no soy,

ni ángel,

ni vendido,

ni por éxito mendigo,

el que no me acepte es su problema,

yo sé quién soy.

Miles dei lumen,

Förüq Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit.

Guerrero de luz,

en verso arde,

ardiendo metáfora,

crea caricia,

expectante de la sed que arde,

novecientas noventa y nueve hojas

esconden tu asido ramillete

que esconde tu cristal de viento,

hoy es por mí

que empecino

que soy culpable

de alzar mi cenit

en cúspide inefable,

de esencia que no llora,

dicta, que sólo es tu voz .

Pureza en vena dispuesta.

Una asonancia predilecta,

pude servir,

me quedé en tu frazada

del juego

que como todo juego

sólo abre

sólo despliega la opción.

a perder venciendo,

tu voz sólo eso,

musaraña cristalina,

de nácar y espejo quebrado

con mi cruz a lomos avanzo.



El Castellano


IX

TINTA

Transito de la perenne espina,

a la fugaz rosa, y su fantasma azul,

gloria su grandeza dónde;

clavado en la mirada,

labré los aires vino mi verso

como este amor rugió,

y se engendró dentro,

del mundo ignorado, atento.

Cárcel de imagen,

metáfora tal vez,

escudriñar ofrenda pudiese,

cual amparo d` esta rienda,

mi sangre sedienta clama

en el supremo canto,

su garganta, lengua de flor,

y eco de luna semper,

las mentiras sentidas no eran erróneas,

el pobre arte, valorado fue,

duende arcano, que siempre apremia,

y en justicia arrebata,

el amor mejor, y el ascua dolor,

cava honde y profunde,

quebranto, en pío amanecida,

tantas noches de alba en lo infinito yo te he esperada,

que ahora dejar de hacerlo es impensada,

hay alma florezca, de néctar y sangre, un sortilegio,

como saltarín te picaría,

verso de escude,

o llama de fuego, y grito mude,

canta,

este mundo ignorado,

canta la profecía arcana,

amor es respuesta amor es clave,

es llave sempiterna,

el poder de una luz flagrante

y que todo llena,

razón para creer,

oh flor secreta, te llamara,

canta por la belleza perpetua,

hasta purísima estrella,

la noche obscura velada,

sin aguas inocentes,

te añoro más que a la virtud,

ignota, no enseñada,

de tus ojos prendida,

astuta,

canta mi pequeña, oscura ángel,

que mi verso hoy,

no sea ni libre ni blanco,

sea nuestro para siempre...


Förüq castellano Miguel Esteban


Niebla sonora:


Cielo no me juzgues,

pero sí me gustas,

y mil desánimos me invaden,

como amar una utopía,

enamorarse de una nube.

Que surca el azul celeste,

de propia vida.

Apagar fuego echando más leña,

ver una quimera de piel;

en imposible caudal

Ambrosíaco,

ver la luz sin tener ojos,

enamorarse de una lagartija

de mi jardín y esperar

que me hable cada día...

Pisar un abrojo

y saborear dulce,

como imaginar la miel

de tu cuerpo.

Escuchar la niebla del sonido.

Es todo lo que siento,

vals de nirvana

si mi centella mi boca

adentra su boca,

sí de trece veleros

trece estrellas de luceros

que es el amor

que te proceso

me ayudarías

a amarte

¿hasta mi honda sepultura?

llamas de amarte profundas en tus ojos

un tiempo

de locura en la vida

llamas de amor

me sirvan llamas de amor

me soplan llamas de amor en tus brazos

te arde

llamas de amor

avisa llegues bien a destino

profunde en tus ojos

llamas de amor.

förüq el castellano



Los pequeños detalles:


Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje. El caserón vuelve a relucir con el cuchillo degrade de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias; la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito, aprovechando los últimos rayos de sol; el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca quedándose varios minutos intentando ponerse derecho; mientras, se despierta uno de los des grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica, ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.

Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas; frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta, un pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan tres carpas y un barbo, oscurece y el joven rapaz, de cernícalo primilla, del palomero oscuro de la casa, se lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.

Con los primeros rayos de sol, la mariposa de bellos colores azulados, donde sus aleatorios vuelos en busca de flores de lavanda, es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.

Avanza el día con el volar de un salto de un saltamontes, al craquear de un grillo cebollero bajo el frescor de su madriguera, bajo una atocha de esparto, ya dorada, a mis pasos bordeando las vides, detengo mi visión en un diente de león que paseaba una centella Escarlata, o mariquita; buscando pulgones que comer, voy hasta el roquedal con una trilladera oxidada, que vio mucho oficio, se descubre un bello lagarto ocelada, que asustadizo rehúye mis pasos, un alacrán camina lento su despiste, sin alerta, por la piedra, y una araña lobo licosa licosa, le lanza fulminante mordedura sin defensa del aguijonazo del alacrán, todo sigue su curso instintivo, de silvestre ecosistema, donde ni la culebra bastarda se molesta en bufarme, ávida busca nuevo escondrijo; todo sigue la supremacía del devenir de las estaciones, y genética de condiciones, que todo animalito sigue sin recelo.


El castellano


Relente:


En este linde se construyó mi pecho habitado,

se escaló la colmena de labios grises,

por la escarapela fluía veloz el sosiego

de mi vida quieta,

por romances oscuros caminaban mis nervios,

una ruptura de estrella

tumbaba la compuerta de la belleza,

para sembrar allí latidos etéreos,

recto escalafón degrade al beso

y tu cuello me nace doliente

fulgente fuente enternece mi suerte,

yo hablé con mi Alba que no existe

y aturdida me contestó la voz,

era como un eco sordo en alta voz

resquebrajando un patio de perdices

y altiva sonaba por las cumbres

jugando y rienda con lobos

sí esos que habitan mis ojos,

aullando y espantando los dolores

en mi sien,

mis dolores que se querían

como hermosas flores desnudándose

en altas espinas profundas,

allí sólo caminaba mi rosa, toda

siento deciros que yo soy del viento

y el viento es mío

en estiaje gris pálida cruza mi relente

del cielo su lluvia,

con impetuosa fama,

sacude la tierra y su flor bella clara ,

dejándome ser como el rocío primero,

en recorrer tus labios,

quiero habitarte en canción

que haga surcos de mí

en tu alma verdadera.



El Castellano


Cuando MUERE LA LUZ:


I

Recuerde el arcoíris

traía la nube tras la tormenta,

la ruptura de la compuerta

traía mi iris;

y la ascensión,

cuando la noche cansada,

ascendía la luna de espejos.

Nunca quise dolerle,

dioses por qué se fue

al apenas respirar

el fuego la mañana,

en los hoyos del Sol

me alzo, oh dioses

traer a mi Luna,

traer a mi Mar y mi Musa.


II

Recuerde de un sigilo

sin mi nombre,

venas del cielo, oh, arrasen,

surcos iridiscentes, otros lugares,

que yo amé antes,

mostrarme los leones,

los carros aladas

de Babilón,

que Babilonia, entera retemblará,

osadía, injuria, y

alzaré sones y trompas

tronarán hasta

llegada el final,

volver a comenzar dictada,

pero mejor,

yo soy el León.




III

Recuerde cuando muere la Luz

que baja y retumba

el amor, vence los lechos

y juega travieso con trinos

y pájaros desmides.

Repiqueteo maestro,

concuerde que cuando se

vence la luz, astros

despiertan, Luna alza

su sábana, miles fantasmas

planean sueños y mortales,

se pinta la Ebúrnea Puerta

y el sueño Abisal.



IV

Recuerde su nombre y el mío,

ya queda esfumino,

avancé la sola lumbre,

centelleé interminable

como azur trueno ingobernable,

no me llamaron hereje,

el iluso, puede,

hoy alzo a su eclipse

que mi mundo ya cae

y desvanece

desde mi sendero, no esperé

nueva ruta ni que su relente

me blandiese una señal

y dioses, desvaneció sin

despedida valiente, quizá

un volveré.




V

Oh divina suerte

que de su barrizal me envuelve.


Un trino, un crascitar difunto,

me envía,

que sin ella

sólo reina un Sol negro,

apagada y muerto.

Luceros caen del cielo

y luciérnagas se recogen,

la vida hermosea dentro,

de una cueva llamada Tierra.

Hoy no murió, por hombre,

mi ilusión,

que juro,

renacerá cual Luz hermosa

de pluma este Ave Fénix.




Förüq y Leannán-Sídhe



HOJA de MAR:



Hoja del mar

entre verde sargazo,

y algas amarillas,

leves que el sol dura

a primeras aguas tu costa,

desnudez lisa,

afilada, saliente,

que tu caracola escucha,

inocencia niña

que por tus huellas juega,

aire templada,

brisa de acantilada,

rompiente que cruza la suerte,

entre un risco,

y el litoral

enciende mi atarraya,

hago hoyos de arena

y entierro mis fuéllelas,

atravieso mi dulce sombra,

me sumerjo

y dey el largo, trazo, y estrecho,

echo mi anzuelo,

por tu arena sumergida

de mujer noble

esquiva,

imperecedera,

traigo la espada

usted mi dama el pez,

sumérjase,

la vida nació,

sí para condenarse

yo iré como en principio fue, y es,

por ti,

larga sombra me cubre,

larga sombra me horada,

largueza sombría me abarca,

erigí faro

sobre mi cumbre

y horizonte mi carne,

de barcaza alzo mi mano secreta

por remero,

timón y vela

por tu intempestivo,

viento mordaz,

alzadas estrellas

y luna creciente

cual bandera posee

y silba garamas grises

y gaviotas de nieve,

alcé soga y avivé hélice,

rumbo voy a naufragar

en tu océano valiente,

intransigente,

arride como vela

a popa anclada,

pero una cuestión,

mi mar no es mar cualquiera

es un mar de tierra

la cepa mi faro,

la garuma un mirlo,

la gaviota de nieve,

una golondrina temprana,

la barcaza mi cuerpo,

que escala cerros,

y recorre acres en travesía,

la niña es tu belleza Escarlata,

larga sombra me retembla

es mi dicha, mi alegría,

me posee como sangre a vena y arteria.




Förüq y Leannán-Sídhe




CONJURO SEDIENTO:


Envío mi pulcro conjuro

seguro, sin éxito

necesito tu sangre,

arriada va mi oscura premisa

detrás del día

dentro de la sombra para mirar,

dama graja

no te escondas

yo soy el cuervo,

tu sabor,

tu destino,

ágil demarcación sedienta,

tu vivirás el siempre

yo sin desquicia,

furtiva hoguera dentro la luz,

dentro el alma,

hijo de la noche

me amamanta la estrella,

criatura,

de leve conciencia,

ven a mí

te espero desde antes empezar a vivir,

alzo el nombre

Occitana habla,

de tu última espina,

que no bailará sola tu rosa,

un vals de tinieblas,

auge vespertino,

incierto, de león,

y fiereza que no te rujo gratis,

empaña la sangre en mi sien,

es un día vestido de brea,

volví a nacer,

cercano,

próximo,

al eterno dilema,

y mi alacrán camina,

mirada dónde mece,

dónde apunta,

si el jardín deshojada se baña.

Piel asardinada, turquesa

y rubí en vena avanzo,

verte, entenderte, leerte,

mi mano muerta me habla,

reino yerto avance,

que sin la Reina,

victoria sabe a humo,

respira mi azabache mortal,

si no vienes me carcome la señal,

ni ilusión, ni escribir blandiera ya,

te necesito

en hechizo,

sortilegio,

beldad,

conjuro,

Despliega

o quedará

un epitafio florida,

que ponga

yo amé,

pero antes vencí

a centella Escarlata.

No se vence las tiniebla,

se ama,

Nec vincere Lunamar, et amat.

Déjame morir contigo amor.


Förüq y Leannán-Sídhe


LA PALABRA:

I

Los colores, el gris,

la bruma, el fuego,

la simiente,

el gato negro;

un hablar para disfrutar,

el verde, las palabras,

los susurros, la ilusión,

el silente, el fuerte, la construcción,

imaginar, todo arde, vileza, silencio,

cadencia, fluyente invierno,

llega prominente, los suspiros,

el color, el gris, el fuego,

el fumar la sangre en el ojo,

escalas a un cielo nítido,

el gozo es el azur en los ojos,

niebla vence alegre, la cuerda,

la desquicia terruño,

las mentiras, el sueño vuelve,

de nuevo, Musa inactiva, el arma.




II

Fuego vence, el fumar,

el daño, el ruido, el miedo,

es un tipo de hombre, se baña

en Fuente Ambrosía, perpetua,

el intransigente Milesiano,

oh, Lugh, Lugus, Loki,

oh Mercurio en alza,

vuelva la milicia,

el sonido, el color, el susurro,

en oído, el rayo, trueno, relámpago,

vine sondeando, aguas mercuriales,

no me iré sin activar,

tu color,

el gris, el ruido,

la marca, el designio, la oscura

venda, ramillete, la señal,

el lugar, el camino,

el pedernal florida, un sino.



III

Abandera, el signo, vuelve a comenzar,

un son, un repiqueteo,

un hombre ingobernable,

un vigía centauro,

el centelleo, la pulcra sonrisa

la terneza esquiva, elogio

en madre tiniebla, elogio oscuro,

traspuestos de abajo, arriba,

pensamientos retumban

des nombres, des apellides,

vine por ti como hielo ardiente,

no me iré sin vislumbrarte,

un son, los colores, la danza,

un mirlo músico, un almendro místico,

un gato negro, el club, la sierpe,

romper silencio, de mito legendario,

todo se resume en un tú y yo,

des palabras, hacen tres,

la Música, diabla.


Förüq y Leannán-Sídhe


EJE VIVIR:


Eje,

saco las alas,

rompo la conciencia filosa,

espacio derredor acaricio,

hueso tras hueso,

aún no me reí de la muerte,

y el que ríe último,

piensa más lento,

son tras sones,

esmerilo este sino.

Condenado, abacorado,

líneas de conciencia por surcar,

al filo y vertiente de la navaja,

reflexiono mi momento

a solas sobre pura vida,

grama de una grama

como alfiler de tres cabezas,

lobo sin fauces

que era lobo,

dolor mío,

jamás en renta pude darte espalda,

sí ojos y frente mías,

un solo en armónica y clavicordio,

era mi desquicia jamás versada,

pensaba alto de un ángel,

pude sentir su visión sobre nubes,

y mampuestos febriles

un abono de Nitrato de Chile

mi parra su intelecto parecía redondo,

jamás grave o liso,

escarchas grises atrás,

amé, amo y sigo en ello,

una Musa cristalina mineral candente,

que si puede hasta se saca las letras

para anclarse a mi vera,

discerniente,

de hadas, y hechizos,

como sórdidos pergaminos

indelebles, tratados

en jardín umbrío,

sobre la comunión oscura

sus argentos astros,

que son Santos,

periplo osar lisonjera caricia,

cuando sólo ella lo es y era,

concilios yertos sobre sí mismos,

eco de un sueño

cayendo en su corazón,

gimiendo en la centella Escarlata,

por ella, para ella qué no osaría,

era de una creencia,

que reverbera sola sombra,

tú cantas

al eco de un sueño,

mi ser está rebrillando

tu obscuridad,

llamas a lo alto, me llamas,

barcos zarpan su gloria

de un nuevo comienzo,

lágrimas son brea,

sobre mares eternos

de latido yerro y letra,

Valhala me ama,

oh eterno comienzo sin final,

romo acero mi disparo;

mi sentir,

reluciré aspas

y agravios del destino flamígero,

nueve llaves,

hazme libre.

Sé eternidad de fusta,

fuente y pecho en hierro

montado.



Förüq y Leannán-Sídhe


ALIANZA:


Te miro y veo,

cerca, muy cerca,

a lo próximo dictan mis falanges y mis manos,

cada noche un sabor,

eres tú fluyendo la tentación,

osadía esquilmada,

y dulce sabor,

cada letra me tienes un sabor,

hazme libre Luna de una,

libera mi sabor en y para ti,

créeme dentro la piel,

y tu sangre sea mi afluente

nada borres,

sólo escribe en mi camino

esta noche es y será tuya,

sin vacío ni pálpito descortés,

camino los aposentos,

los condenados, no tenemos miedo,

ven sálvame

llévame a una hoguera mejor,

cuando cabalgo por ti a través

la solitud aguarda la noche,

un millón de centellas tersas en mis ojos,

quise tu sangre,

hoy quiero tu vida,

baila, que bailaré Musa tu agua,

sin parpadeo azur

ni mirar otra fuente,

vivos colores me acogen,

regio firme,

recto ante tus cauces liberados,

cada sabor un millar de nervios alistados,

un placer preso

en cúspide y alma recipiente,

espíritu mío que cierne,

hay victoria sí cuando pueda besarte,

suplicios al este

tus senos un monte,

travesía a tu acorde,

hoy vislumbré que vivo y moriré

Valiente,

con causa y hoja y flor en aljibe,

que por terco llevo desde 2009 sin abandonarte,

cuando creer

es más valedero que saber

creo en ti Musa Escarlata Mineral Candente,

Musa Cristalina, mi sangre.


Förüq y Leannán-Sídhe






DUERO MI VENA:


Duero:


Grita mi estupor y cuchillos

hieren volteando

una boca que la onda mece

flameando.

Se duerme la costilla

en el altiplano enjutada

de hayas y fresnos

recuerda su geología

únicamente saboreada

por el soñar de los picos,

virginal cuna del Duero

con tus curvas en rotonda

de castizas fuentes y abrevaderos,

dulce azada de agua

que bascula el sentir

de la enamorada palabra,

por cimas tu voz se hace meseta

haciende el amor

con los pájaros desmides,

templo y morada

de la cepa que a ti te alcanza,

agua furtiva corre por tu era

y reposa en tu infinita onda,

que se riza, que se insinúa

en vaporizadas Torres de belleza,

que en tu alma anidan,

sortilegio de rosa y clavel

cenit del dolmen talladle,

quién a ti en la vastedad del ser

en su pecho te lleva prendido

el fuego en fanal hoguera

en anchos panales de tus abejas.

Cuentan de la vida del chopo

tus diez mil espumas,

que por sierras

tu rúbrica dejas,

navegante con alas azules

el terreno que jamás te vence,

secretos de amantes

tus aguas llevan

haciende bullir el inframundo

de los amores y sus galas mayores,

agitas con sangre terrena;

el candil que abre en espiga,

anudando en tu cintura

tu idioma olvidada

pasando años fugaces por tu campo,

rodeando en ortiga

el triguero espárrago,

girando de la vid tu capazo

y sus manos,

haciende de tu Vera

un Dionisio que al tiempo fermenta

tus besos de tierra.

El Castellano


II

Flor de agua eres,

en memoria mía,

tú río Duero,

bello como un laúd fluyente,

trovadas tus andanzas con las que juegas

y meces.

resuena tu aroma en cansadas curvas,

coronara mi sien tus tardes de fuentes,

oh, hervidero natural,

de amores y trinos como ángeles,

tu orilla adoraba, que era tímida y dorada,

alzabas hojas sin pesares,

arrojabas yerbas al terreno,

blandiendo tu frescura,

melancolía niña que no te abrazaba,

a tu magnitud canto,

transparente y pura,

emblema de agua y lanza

de vino y su cepa.

Tú mi Alba desconocido,

por donde empiezas,

y por dónde acabas,

arpa oscura

parece la piedra que hundes,

tu cáliz de poder y de comunión gentil,

de fauna ancestral lloró y llora

la Hispania milenaria.

Oh, tu libertad de prisión en silvestre rienda,

Tapiz y poción de colores,

espejo eres Duero de Luna,

porvenir de vejez y su espada azul.

Arrebol y reguero tú de Sol,

olor de flores escuchando

la vida de tu cantar.



El castellano Miguel Esteban Martínez García a 03-12-2021


III

Voy a tu hallazgo,

deshacer ocurriera,

bajé tus riveras, cerros

y bocas espumantes.

Tu boca era predilecta,

flor de agua insurrecta,

Caminé recto tus ajuares.

allá donde el vivo más, no puede,

arribada en tu carne

como vetusta flecha,

tu raíz era y es mi patria,

mi fuente niña,

compases que pueblan

del grano tus silos oscuros,

marcharé tus repechos ingobernables,

oh, Duero escucha mi canto,

no ataranta mi marcha,

saber que no se ganó la guerra

si mantienen asediada la capital,

oh rayos espadas

abre seno de tormentas,

oh, Candombes,

respiro tus ecos de senderos perdidos,

no fui tu hierba ni tu bajío,

sí parcela de reino,

caracolea este mi Alba,

duro, bravo y soluble,

tus curvas agitas cual mujer fecunda,

del risco a tu almena de agua y espuma,

mi carta quedó en barco de tela,

tus jilgueros me acompasan,

maravillosa obra no creada,

quién no te vistiese en virtudes,

alentándome vienes,

no apures tu paso, vena de cielo,

herida del terreno,

con el que juegas, ríes y envuelves,

como vestido de la mujer soñada,

oh, Duero,

oh, tu porfía de huerto de almas,

ven a mis jardines de luna,

envuelve noches sedosas,

de tu idioma oculto,

y galas mayores,

que no ven los amores.

Me crie de sombra y valle,

magistral espada me otorgas.



El castellano Miguel Esteban Martínez García a 10-06-2022


Candente secuencia:

Animas reminisse horret, luctuque refugit.

Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.


Lóbrega quietud escarlata,

eternal lustre oxidado,

eterno sueño

esquivando meloso asilo

de todo desgraciado.

Mi voz, angelical beleño

casi yerto,

pavoroso azar cuelgo.

Un averno cruzo

de quien yo era,

arreo sempiterno me rige,

horrida lucha descarnada,

lucirá opaca

severa luna.

Mi ciprés fúnebre aplaca,

claman los ecos

frente ojos

musitando furores

al viento desceñido.

Todo lo que gritando calla,

se precipita

como lo que el generoso esfuerzo,

pude sembrar;

afila esta turba

mi empedernido rostro.

Ultraje

que el desgraciado

expira sus fuegos.

Flor en miel de vida,

bronces de alas.

Magnánima se eleva tu suerte

labrada,

medroso mi latido

ya no huye,

cerviz eleva digna cadena

indómita.

Feroz risa por treguas

de brillantes ruginosos aceros.

¡Oh musa!, que por sombras felices

resuena mi dicha,

inulta eres

diriges fugaces los gemidos,

por melosos lares,

Turia y Duero

bélicos de nudosas lanzas,

desentierra ya

mi cuchilla férrea

de cuantos campos en Castilla

yo amo.




El Castellano a 11-08-2018


Vine por tu orilla,

deshojando ababilles,

oh tu pitanza corva,

en el haya que te siento


río superior

tu tierra sin dueño,

tu ribera de olmos amantes

y álamos secuaces


entre su nieve y espuma sedosa

fuelle de agua eres,

fuego azur

sólo tú

de universo bailando en tu espejo,

hilvanas de la sed su llenera,

tu color es mi pasión

de amarte, y sentirte son tras son,


cuentan de tu nido,

las dos castillas,

idiomas olvidados,

te sonríen,

eres el vals de jaras,

y carrascas afiladas,


el endrino, y pino Carrasco

te velan defienden

y acarician,

tus curvas

de cal y canto me aseguras,


jamás podré entero conocerte,

oh mi cristal fluyente

de espejos,

de azul imantado,

vienes susurrando


acoges tu perdigón viajero,

entre encinas

y aroma de robles

y sus cernícalos,

vine de ti soslayado,

por vertientes me tienes,

turquesa líquida,

haz refulgente de sola idea,


mis huellas te besan,

curvas en rotonda

tus fulgores dejas,

entre vastedad

y fiereza

álzate río Duero

sube a tu deshacer,

entre tus pinos caracolearé mi suerte,

que mi ademán es verte


porque soy de ti,

como eres

magistral obra brotada

oh, río Duero,

de fuego en agua

e inmortal acequia de Airón.




Druida Rama Roja



IX

Sucesivo me siembras,

oh tu vereda carmín sanguinosa,

vine de tu cepa de abajo,

Duero, rugiendo alto,

me vestí de caléndula

y solar hinojo,

avancé sendas de tu Infinito

Parnaso,

dame tu voz te ruego,

gran río amado,

venal es mi caricia

que te encuentra

de alto nido y cernícalo hermano,

vine apostando alto,

de la roca a tu risco aposentado,

virginal tu cuna

magistral tu obra de enésimo centenario,

valerme quiera

en tu cristal de espejos,

al traslúcido de tus píos

me cuelgo,

serena la noche no puede romper tu espejo,

inviolado, hasta la parquedad risueña

todo esparto.

Oh gema de obra otorgada,

miles centauros te alaban,

en tu patio de almas

reposo a seguir avanzando,

cumbre y rúbrica

todo fuego líquido te derrama,

oh pluvia de tus amores,

lluvia ignota me riega

de mirarte

de besarte,

de admirarte

Turia de compostura.

Otra milesiana arte,

me nace que sin ti escapo

a desdicharme,

ojo de arzur

indómito,

reflejo del numen,

ambrosía es beberte,

de rocío imantado,

de pestaña fluyente,

te presento mi ramita

de barquilla

todo sea deshacer

y volver a ser tú,

agua,

inmortal elemento,

capaz otorgar vida nueva,

y devastación

llama a resurgir de tu palpitar

eterno,

a ti te honre mi cantar,

a ti te alabe mi razón,

compararte no puede,

belleza te dio nombre,

oh Río Duero.

Mi duelo quiere enamorarte


Esteban era castellano



INSOMNIO de AMOR


I

Mi soledad sin descansar

soledad de ángel sin alas.

Ojos menudos de este cuerpo.

Ni cierran a la noche

ni miran otras albas;

de lados, y resquicios, helados,

se miran entre ellos,

fieles de la gloria perdida,

entre lágrimas fugaces

su vil fortaleza

allá donde se alejan tranquilos

sueños y simientes

fardes, un mar de tierra

recolectada,

sueños de trece tractores

y una ciega cosecha,

entre la tierra por labrar.


II

Miro un norte de metales

y peñascos bordean

las piedras y aperos

de labranza,

no se cierran estos ojos

de noche, ni miran otros

lares de peñas y sobornos,

oh, mi dulce sueño huída

donde se alejan tranquilos

miedos y sueños

como fértiles erales,

y sombras densas de parral,

navego esta tierra.

Espigas, dulces testigos

mi alma herida.


III

Miro otros lados

de orugas, y esparto

entre la niebla, pinos,

caracolean el bajo cerro

y sotavento, entre fiero

acre de vides entre escarchas

grises, mis ilusiones,

limpias, imperecederas.

Tierra, insomnio eres

de amor,

simientes escudaras

y ajos de esperas

entre patatal anhelante

una noguera.

Entre perales.


IV

Soto verdecido de almendros

allí, un manzano creció,

limpio y duro cual melón,

mordiente, mis ojos me velan

un monte, y un melocotón,

crují esta sangre de hoja

como vil sandía.

Despliego estas cartas

de mi corazón;

el insomnio del agricultor sin azadón,

del jinete sin corcel,

el insomnio del bohemio

sin poema, y sin naturaleza yerta.


V

Sin tierra y sin tractor

un tiempo herida sin apero,

un seco sabor.

Mar de tierras heladas

dura sangre, dura sabe,

y sin flor ni temor;

viendo el conejo,

pasearse por el campo cultivada,

maltratada por el tiempo

y la vida,

la pena ocre brota

cual raíz empedernida,

oh, de noche seca y umbría

contemplo mi cuerpo desnude en penumbra.


VI

Pasa mis nervios,

con gozoso frío el arco,

de lunático violín,

crique ande, un sí bemol

transparente, de lucido pio,

entre perdices

y sus perdigones viajeros,

sus fantasmas cantaban

con delirios de agonía

mi sinfonía,

hiriendo hasta el ansia

mía, sentado en mi trilla,

no veía, ni vergeles

ni oro en fardes

oh tierra, los duros somos

de ti, como el resto ceniza es.


VII

Va mi surco hendido

que divide un confín

de otro confín, y pregunto,

por qué no brotas

toda simiente antes

se la coma el importuno

pajarillo piador,

voy camino, miro el albor,

es puro mi Alba,

cual rambla desemboca

en terco aljibe mi honda

ilusión,

estoy quemando mi adiós

porque te volveré

a sembrar de simiente,

mi parco amor.



Förüq y Leannán-Sídhe


VIII

Voces de muerte cesaron;

sólo un resplandor en el cielo se vio

como rastrojos se consumen

quemando mi corazón

savia brota por mis venas

como fuego de alma y amor

me brota, noche lúgubre y de vendimia

qué penas tienes que te llevas mi

simiente, nublas mi pensamiento,

que florece, contemplo mi

cuerpo desnude en la penumbra

y se pasea un grillo por mi

mente, pasando con gozoso arco,

el frío de lunático violín

entre coro de fantasmales surcos.



IX

Hiriendo hasta el ansia mía

y terco aljibe mi cuerpo,

tus labios como pétalos de rosa

canina;

oh, larga travesía hacia

confines de tu vida y almazara,

bodega de tu boca, amor

de noche, o noche que diste grade

a mi temple,

de silo, y siembra, de azada,

y tierra prometida,

cuánto no daría yo por tu sonrisa

entre el nácar de mi viña

y el barbecho de secano,

te amo como las flores al campo,

un pájaro a su árbol,

los peces al agua y mi vida eres.




El Inocente Förüq a 16-09-2023


Canto, poema a Chile


Humilde campesino castellano, no nací en tierras de fuego chilenas, ni trabajé ni labré mi sendero en vuestra entraña, no pude viajar ultramares, a conocer vuestra sangre, ni porte ni yunque alzáis.

Pretensión mía sólo es cantaros, como se canta a una luna nueva siembra,

desde Pablo Neruda a Lucila Godoy Gabriela Mistral,

no pude blandirme en vuestras cordilleras,

ni germinar del surco vuestros volcanes,

bajé por lira vuestra semblanza, con aire e ímpetu de Misino,

mi Fausto deseo,

caminé repechos y borrascas, heladas patriarcales,

sendas inextricables bajo sol de julio,

iba yo adentrando helechos,

alzaba baldíos como númenes florestas,

mi huerta que el sentido erizaba, hielos jamás tuve en sangres.

Tres venas, tres razones amar, amarte, protegerte,

ni aroma tuve, ni tuve color,

yo viví solo, solo como vive la flor,

así como ella, hizo mi guardia,

la llamé mujer inolvidable,

al penitente mi tumba,

alzo un cobijo seguro,

ven, ven conmigo,

estoy deshaciendo seguro,

no volveré ojos ni cascajos,

quizá viento de norte, polen y aroma

a costa gallega,

hierro y cobre de meseta y campiña castellana,

puede no sea Chinchilla, ni vuestro ciervo,

pero admiro virtud y facha,

giro y semejanza,

oh mis cerros, y flora suaves,

sólo si no os tengo yo tengo pena,

este lebrel me lleva en carrera,

tras liebre y cerviz,

mi valle flamea,

y no es tierra yerta,

oh Chile sea llama,

sea semilla, simiente que toda calma arrebata,

desde hoy como mañana alzo espada

y cáliz.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García




II

Conozco la tierra,

y mi sangre es la piedra,

que plañe hasta el vil silencio lisonjero,

todo fue clavar mi simiente al infierno,

no conozco vuestras salvajes cordilleras,

pero me ungen sienes bellas de letras florales

en tela de araña mi España.

Oro noble, es el líquido brota de poza, pilón y aljibe terco,

la esencia la vida bajo terrones

y siluetas caminantes en alma serena

digna al ímpetu de sosiego,

no quiero cantar al cielo sus estrellas

debido ni de nadie ni son nuestra,

sembré mi aldaba

y sollozo de bueyes,

en trilla y labriego sordo,

coseché mis dolores,

yo nací aferrada al tallo y molino mi frente,

fulgor de mi ara,

crepitar del arado,

y la resplandeciente siega,

oro trigo,

no caeré en sogas,

ni candadas,

yo beso mi tierra y elogio la vuestra,

que me lleve ella pero no bese

nunca mis pasos,

que son de aire

y grito de Alba,

relamo mi clamor,

tramo a pecho,

boca a senda de colorín,

y nube dulce de mirada fija,

en eral penitente,

y libre del seguro su muerte,

ráfagas de un aullido mordaz traigo en vellos,

no quiero perduraros,

ni ser fragua en vuestro ser,

pero mi gloria es citaros

y soñar elevar vuestros cuatreros pasos,

lejos de mi hogar

pero vosotros jamás lejos de mi soñar.



Esteban castellano



III

Planté mi dicha,

aunque no la veía,

gocé la fiesta como nueve de mi estatura,

escuché a mi niño loco,

entre cerros y sierras trepando,

canto o te canto Hispania

tus salones degrades de espigas,

hijitos en grano de mi panada trigo,

ella,

sí mi centella bella escarlata

se siente, se aflora os pertenece,

como aspa a molinillo su simiente,

altivez de señora,

y alma niña,

yo huertero de azores y señales,

capataz del brillo extinguida,

oh alba sin ser llamada concédete a tu rocío de flor,

lindeza cuan flor de Hércules otorgándose.

También creí ciega mi suerte,

apuré sus mieles,

ó concordia,

cual trisque y brújula serena,

vine a manar en vuestra cordillera,

de cerros y visos

traigo mi traje,

de mares y tierras

no traigo el tiempo,

sí de designios

y candares morenos,

el jefe de mis dioses

te hizo Musa Chilena.

Cuenta, que mi piel no es lisonjera,

de antigua madre castellana

y navaja de forja mi padre,

coge en mano mis semillas

porque sembraré siempre tu armonía.



Förüq castellano MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA a 21-01-2023

EXIMIA FLOR de CENIZA


Eximio:


ilustre, excelente, notable, magnífico, eminente, destacado, insigne, relevante, sobresaliente, superior


afamada - cimero - ilustre - insigne


EXIMIA FLOR de CENIZA:


Limitada siembra, de los que venimos de la urna de arcilla;

o flor de tierra, añiles fervientes inmiscuye,

de salmo en raíces, mi una dicha,

mundo en partición de yacijas terrenas,

piedra y luz es azotea en España tela de araña,

redimido compás de los que no son de mi estirpe,

o íntimo metal soy descendiente de mi Sol.

Luz adjunta mi musa, derramó en virtud,

A sincera vista; discurso de su alma.

como poliedro en la solana que muda crisálida,

vamos marchamos hacia la ausencia repleta,

o al ánimo para siempre,

mi localidad en luna de oro,

bañada en sempiterno campo lírico,

defiende al ídolo castellano de su encina,

o infierno de paraíso terreno,

flor del monte eximio de entre las ánimas,

brillantez de corona perpleja luciente,

como arribar del barco esencial que trae alimento

a todo espíritu que yaga en su padre tiempo,

lírica naciente de sus pétalos de ceniza,

alimaña enraizada con espiral armada,

llave del portón de madre tiniebla.

Pan y estrella de mi panada olvidada,

palpar vigoroso de orador inmiscuyendo,

certera sentencia relegada,

como cosecha de mi huerto de propia campiña,

anuncio que llegó la primavera

de este soldado,

abrió su primera flor de Hércules, en patio de la araña

abriendo borbotones que alineaban suspiros de la tierra germinada, en ciclo de muerte y resurrección

del planeta o estrella apagada,

mi dulce miseria, la llamé eximia flor de ceniza en pétalos de carmesí persona.

primavera del hombre vivo-muerto,

camino a su ínsula radiante.


Alegoría desdichada soy

de Sol que desnude canta,

para un mundo de cabezas de grama en dossier,

y cebollinos que caminan,

resistencia particular del otro fuego azul,

tomo un anís en la posada del sueño,

que soñé visitaba Valparaíso.

donde están los cardes,

anide allá los sones de alma,

y se abre y trasciende el campo de poesía,

con poemas augurales.

De gotas puras,

o lágrimas apodadas sin poder precipitar,

como sembrar de voz el aire

y ver que llora lluvia la virgen de la cueva.


Förüq Castellano


Abeja de tu arpa silenciosa:


Ardorosa retina,

en frente un sol tímida

de centelleante rocío permisivo,

alborada con viento furtivo

de nueva alborada forjada;

pupila en abanico cual veleta,

pura rosa entre mis cristales,

de cal y sosiego,

borbotón espantada

en brea encendida.

Ver florecer tu silueta enamorada,

herida de absoluto diamante.

Desdicha en astro palpitante

entre sus piernas gemelas,

congela este desliz inmiscuido

que quiso ser dentro de tu ser,

adelante mi lozana castellana,

de albor intocable

y sonrisa luminosa,

arder en pecho amante

que sienten apretadas las mariposas de tierra

de mi carne;

llagada mi deseo

de cruel infortunio desaconsejada,

no retiro y no alzo mi osadía

en cuchilla de quimera entre mis manos.

aljófares destrenzan almíbares

en escalas de hielo,

con mis fauces entre sus labios,

oh sonrojada nota,

instante de negro cielo, y negro día,

voy rumbo su carmesí terciopelo,

luna no cae ni su azúcar ni sus flores de café.

Agarro tu tempestad,

afiebrada, frío gané el pulso del olvide,

rompí sus esquemas,

y no viví terror que te fueras y no volvieras,

abeja yo que vuela su fatiga animosa,

de plañir nueva siembra,

estridente mi porfía,

escondía la umbría,

sombra fugaz entre mi frente.

Entre que avance

su dimensión del pez muerto,

y su desnudez violenta

sin atisbo de nácar ni alta ojera enfundada.

Espiga en los cuarteles terrenos,

de mi vestida primavera primordial.


Förüq Castellano



Indemne acontecida:


Salir ileso

de tu hechizo que metamorfosea,

prendido de tu arcano fuego,

horadando todos mis resquicios tenues,

lúgubres;

destellando por más de ti.

Tu obscuridad me está llamando,

de nuevo sin mi otro, sin mí, él mismo,

inundar de luz tu abismo,

con la lluvia de mi Sol;

candor en raíz que precipita,

mi arpa luce su vástago simiente,

que del albor a mi albo traje,

nadie negará que yo te ame,

sea como fuere, y el destino mande.

Semblante distendido,

enajenada mi lobo ártico.

Danzo, danzo como espectro ante la luz

beso mi suelo de nuevo.

Florecen mis ganas de beberte

y dejar rastro de flores.

En combustión, que cede y retrocede

con besos en la madrugada escueta.

Guarde retales y tus halos

flamígeros al tacto.

Espero mi fábula

de grillo en jaula.

Déjame ser yo esta noche,

que de Mercurio haré islote.

dormiré su profunda ojera,

deshaciéndote, surcaré mares

de pecho en boca,

hasta anidar náufrago de tus impases.

Diamantinos, absolutos,

perplejos, conjugadas,

vespertinos, incendiadas,

acompasadas hendiduras

traspuestas al solo cóncavo,

de la cresta de tu mirada.

Buenas obras se le pide

a tu soldado.

Colmaré tu atrio

hasta resplandecer

tu una dicha, amante.


Förüq Castellano



La esencia:


Hueso, eje:

Mercurio Ninfas ardoroso mi sueño,

desceñida, Apolo, campiña Liras, río silencioso,

liberta, parco asiduo adorador de los dioses,

imbuida en recia doctrina,

Júpiter Estigia diosa púrpura.



La esencia:


Mercurio

tus barbas zigzaguean

el plomo de nobles relámpagos

metales irisadas en fundida tacto.

padre dios del brillo primero

sin descendencia,

oh, tu filo insondable,

por el que visualizo

ardua Musa de tu rivera fecunda,

ardoroso mi sueño,

eres tú quien lo desempeña

y otorga.

Desceñida vals

de mil antorchas

a Apolo lanzo

mi baquio seguro,

candente de mi ser, estela,

campiña lucen

los pechos de mi diosa amada Venus,

con su río silencioso

hace mella en el Liras, mi esencia,

Liberta mi oscura Ninfa,

musa que proceso rito y culto,

parco, asiduo,

adorador en honde terreno

mis dioses del averno,

que beso para tocar el cielo,

como es arriba, es abajo canto;

imbuida en recta filosa doctrina

de venas razones

amar la centella Escarlata

sin condiciones,

por Júpiter, no hay guerra

finalizada sin comenzar,

tengo duro, limpio abismo con portón

abierto de inspiratoria centella Escarlata,

llamada volver a comenzar,

diosa púrpura sólo ella mi musa.



Förüq Castellano



Silencio en tu hielo de ojos:


Sonatina extensa, yerta,

embullonada; flagro que venzo

un son cobrizo,

del metal noble,

sin margen, ni acerbo, ni curva,

un solo de quebradiza arpa lira,

mi ser no delira, te ama,

con ropa tu intelecto,

en flores de tu vestido solariego,

traspuesta tú,

por los sucesos difuntos ave negra nocturnal prestancia,

voy hacia la décimo octava estrella

que son des nueves en llamas.

Sin franca, tapia, ni verja,

es un Sol inmiscuido

de onda ojera de luna argenta;

es mi sino,

carrusel, infranqueable de espinosas,

aspas de lucientes,

y su luz que ciega,

es un cantar al crisol de reina musa,

es un heliotropo sondear;

buscando a Leannán-Sídhe,

por concavidades de su hogar,

por astrales límites de su unión

sujeta sangre,

de mi erizada savia.


Förüq


GOLONDRINA SOLAR:


Ciego de sangre ávida

mi corazón, ya acoge ventiscas

truenos, y salamandras de fuego;

resplandece una Fuente somera

de luz entre centella Escarlata

rebrillarte de lágrima negra

aterciopelada,

un sin fin de dulces tormentos

regodeaban su espera centaurea.

era un río de plata

y tornasoles valederos que valientes,

Fulge mi regente Mercurio

Dios de dioses.

Lucía entre alba y ocaso

un claro oscuro matinal,

terneza revolcaba en mi sien florida.

Un diciembre aterida,

que dejaba torbellino y centellas

como un mordisco de cobre solar tratara

Póstuma contienda que no acaba.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García a 25/12/2023



Luna de hielo:


Luna hoy venerable diciembre

te canto;

germino yo mismo

en tierra de nadie,

mi Sol tu Sol

me dice que expone

que muerta tu araña

eres tú quien queda,

humilde humánenla,

pregunta que dónde

queda tu latitud,

que cuándo derrite osadía

de fundir ambos sueños,

sin desquicia avanzo,

que trabajo sobre la música plañidera,

osadía, principio sin final,

oh marcharé,

entre mi soberbia,

entre cerro y Úbeda,

entre ramaje dulce

y caos de idea,

una vez más

por fin,

a vencer,

dame halo,

dame señal,

no querrás volver atrás,

Luna mi reina morena,

vestida de nieve

me deslumbras

un diciembre de rey tuerto,

el camino a verte,

conocerte,

y mi flor en mano besarte en la tuya,

última espina

sangra mi rosa de caballero,

mañana dioses dirán,

no yo de mi designio en espada

y reloj de pared,

laberinto de esmeralda espejo,

al vítreo tras luz afino,

que te busco,

entre sones y pesquisas.


Te busco mas te escondes por las turquesas

ramas de mi soledad,

quién te tuviera

con mis ganas

juro, por difunto,

por coraje

que nadie,

mi canto desgarrada,

artificie luzca,

lucero de obscuridad,

cuándo tu salvación,

imprime digna condena

que yo por descendiente

último de Mercurio,

no habrá cuerda se pueda afilar

asfixie a este vampiro,

que yace vivo por tu pulcra

Eternidad.




Förüq y Leannán-Sídhe


PROSA:


I

Escribirte pueda mi latido sordo, en altitud, un hecho, una virtud, destello vislumbrada,, alarido en fase y etapa, estela indefinida cual centella breve que se propaga, quise tanto tu voz, que hoy vida, no me viene grande ser tu pleito descendiente, de larga sombra y sendas irisa el marcada horizonte, el bueno no cae des veces indemne, voy a través el bosque inextricable, origen en derredor famélico es el miedo que no conozco, temerario quien no lanza, no apuesta, no gana, atreverse es la sola pesquisa, medir quede del prudente posibilidad,


Escribirte pueda

mi latido sordo,

en altitud,

un hecho,

una virtud,

destello vislumbrada,,

alarido en fase

y etapa,

estela indefinida

cual centella breve

que se propaga,

quise tanto tu voz,

que hoy vida,

no me viene grande

ser tu pleito descendiente,

de larga sombra

y sendas irisa

el marcada horizonte,

el bueno no cae des veces

indemne,

voy a través el bosque inextricable,

origen en derredor

famélico es el miedo

que no conozco,

temerario

quien no lanza,

no apuesta, no gana,

atreverse es la sola pesquisa,

medir quede del prudente

posibilidad.


II

Un suelo me avanza la víscera, altura fue volver a empezar, de historia núbil, interminable, donde la maravilla eres tú mi Musa arquitecta, puede mi castillo no sea de papel, sí de besos torno mi charco sangre, vine del cerro se desplazaba, arrasando quietudes escarlata, un son, un gemido veloz, canción de lobos eran mis ilusiones, se querían como des voces, eran des muelles como la vida presiona y saltan edificios precoces, cercas y farolas erguidas, yerta heredera mi voz entre escalas, era tiempo suficiente Obscuridad yacía con hambre.


Un suelo me avanza la víscera,

altura fue volver a empezar,

de historia núbil,

interminable,

donde la maravilla eres tú

mi Musa arquitecta,

puede mi castillo

no sea de papel,

sí de besos

torno mi charco sangre,

vine del cerro

se desplazaba,

arrasando quietudes escarlata,

un son, un gemido veloz,

canción de lobos

eran mis ilusiones,

se querían como des voces,

eran des muelles

como la vida presiona

y saltan edificios precoces,

cercas y farolas erguidas,

yerta heredera

mi voz

entre escalas,

era tiempo suficiente

Obscuridad yacía

con hambre.


III


Querer, quererte muerta la araña, es el verso sinfónico una bandera, una promesa, Hidromiel parece mi cigarro de tabaco insurgente fuego seco vaporoso, abrí muralla, no espero ni aplauso, ni yerta desquicia en mí alojada, eco joven de soledad que amilana, no puedes herirme, toca mi alma dentro tuya, estoy tratando de amarte, vestido de sueño, nos atrapa a los des, oh de traje invisible, traté de apoderarte escapaste por enredadera, trepando blanco silo de luna y vertían halos de luna imperecedera, tu escalar ágil brotabas blanca savia entre aquel silo alto y gris azur tan alto como la luna.


Querer, quererte

muerta la araña,

es el verso sinfónico

una bandera,

una promesa,

Hidromiel parece mi cigarro

de tabaco insurgente

fuego seco vaporoso,

abrí muralla,

no espero ni aplauso,

ni yerta desquicia

en mí alojada,

eco joven de soledad

que amilana,

no puedes herirme,

toca mi alma dentro de ti

estoy tratando de amarte,

vestido de sueño,

nos atrapa a los des,

oh de traje invisible,

traté de apoderarte

escapaste por enredadera,

trepando blanco silo de luna

y vertían halos de luna

imperecedera,

tu escalar ágil

brotabas blanca savia

entre aquel silo alto

y gris azur tan alto como

la luna.




Förüq Miguel Esteban Martínez García y Leannán-Sídhe



EL IMPERIO del VAMPIRO:


Compraba de manera

el silencio del alarido,

a precio solemne vespertino,

el derecho a un vivir

eterno sin vistas a un pasado,

que fluye y no cesa,

duro precio

en condena resurgida,

ella recibía mi fuerza

de inexpugnable magia

me sacrifiqué

sabía que ya estaba muerto,

y no fue trampa el duro precio,

del sol rojo su cuello,

más allá del viento violeta

avancé,

ruego a todo quien vive,

jamás me arrebate el áspero violín,

ni su cuerda de amor

que hiende y me hiende

labrando destino,

como azar indeleble,

de vena son y colmillo,

somos los bebederas de sangre,

aquí estoy de vida completa

vida extraña sin bloque de miedo,

rito de ser

mortal inmortal,

amigo de sombras nocturnas,

y ruegos entre escarchas azules,

devoción de todo cual convierto,

sed inmortal de estela tangible

quienes lean mi elegía

cuando aquí yazca silente,

será nada más

vuestra ensoñación,

enero que paseaba campos

entre suelo mojada,

que lentamente lloraba

chirivía de chispeo fugaz y leve,

como terciopelo,

blandía la pisada,

todos amamos,

y lirios y violetas nos cegaron,

entre ocres y cerros,

el divino laurel,

crecía flamígero, invicto,

un aura entre escalera de voz

entre espliego en un jarrón,

sin latido me avanza el párpado fijo,

hora en la noche sin encender el astro,

piso mi pie desnude de nuevo día

ahora ya mi luz creciente sempiterna,

devuélveme a la vida amor,

sí para volver a morir contigo,

sé mi luna de molinos,

enigma toda invisible arteria,

hay ganas, hermosa, bronca, deliciosa

esta sed de sangre,

que avanza,

mece y envuelve,

como enardecida siembra ancestral,

no te pretende,

eres vil objetivo

d' este colmillo parejo,

dentro la catedral de espejos

no hay salida,

sí un laberinto esmeralda,

te oigo y no dices,

de lirio en luna yacente,

y azar muda

que me busca,

llorada tu nieve

de tierna cara.


Förüq Miguel Esteban Martínez García



Poema a una Musa Ignota:

Cantarte pueda de febril idea,

oh tu blanca sábana

cual nieve medrosa,

encendida de rumorosos

ojos turgentes ígneos

cual lava recién brotada,

soportando tu cuerpo

como puente de rústica madera

cubierta el suave musgo inútil,

levantas mi áspera

emoción vívida danzarina,

como mi desnudez gastada vuela y te atrapa,

del azabache sereno arde

tu cabello de realeza asardinada,

bajo tu nieve mis cartas arden,

sepultan quicios de lúgubre hendidura,

hace muchos años,

creí sintiendo a una centella Escarlata,

latía y cada azur letra envolvía,

era como una Tierra Prometida

inexorable,

como amar carta

sin conocer presa,

me alcé como santo sobre mi caballo,

a las puertas su fortaleza,

allí no servían ya

corazas, ni tules, ni guirnaldas.

Un relámpago me quebró el pecho,

alcé mi espada,

y amé la Tierra

amé lo que nunca fue de nadie,

sembré mi coraje,

sembré mi valía

y hoy desnude en penumbra,

espero me brote su flor

de mi pecho aguerrida,

cabalgaré

cabalgaré acres,

huesos, todas huestes difuntas,

el río llorará en gotas

todos los colores

las álgidas flores desangradas,

una hoja de navaja

afilará mi canto

hasta la hora que conozca

a Musa Ignota

que amé como siempre amaré

por y para siempre

que empieza nuestra condena

de oír la lluvia

caer en nuestros ojos.



Miguel Esteban Martínez García




AVIDEZ ALZADA:



La vida es un camino que camina

a la fría ciudad de los olvides

Río que vierte el agua de los días ya vividas

en el mar amarillo de la muerte.


En esta hora triste,

como cubierta por el ala de un pájaro herida

Déjame que te abrace, ¡Oh dulce vida!

para que mis tristes recuerdes


Antonia García Cuesta, mi madre.



Hieran el mar azabache su pena,

embeban mis lombrices azules, desbordando el aire

que amansa y no retrocede, lleno del sanguinoso designio,

mi alegría marchaba, como azur golondrina helada de hierro.



A expensas lo surcada, flotaba mi sangre

ya de tierra zarzamora, entre surco de barbecho herida

aplacaba un diablo de flores, su veneno en savia

un extranjero loco penitente, vendía ecos de alguna imagen capturada

Vida te canto, sin zozobra ni amarilla caléndula,

oh cuan en mí hiciste y me tejiste,

fiel de aguaceros interminables,

tus flamas a lo alto,

vine a ser de ti, angélico origen de pulcra flor en bondad,

mar omnisciente pura sangre, en mí juega y acoge,

ser de, por, y para la tierra

ser ruginoso que en ti nace, surge y aprieta, oh, sendero de alma.

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


Próvida SURCA:


Hay fronteras en el mundo,

no hay fronteras en el papel,

tengo besos en el tintero,

tengo sangre en mis manos,

mi vena es mi bolígrafo,

cabalgo mares,

descubro raíces,

no importa cuánto te quiera,

no podré volar sin ti,

tengo alma en mi tinta,

cabalga amor

hoy latiré mi verso,

algo que decirte,

un pequeño susurro silencioso

para tu vida,

tengo ascuas en la letra,

hoy flama serás Musa,

el destino sordo destrenzaré

la soga colgará esta pena yerta

yerta de jamás poder

cabalgar contigo,

llamas valerosas me acogen,

fiel desate sentido vívida,

displicente,

amar, amarte, amarse in radica

veritas est,

belleza, es, que eres,

al reino onírico canto,

en un pulso, en una noche,

señor niebla me baila,

un hálito silente,

tengo corajes y sueños predilectos,

hoy te alzo disparo argento,

granate fuego diestro,

desquicia late insomne,

un repiqueteo maestro

y volví a empezarte,

Señora hada baja imploro,

se ha roto y sangra mi laberinto esmeralda,

quise traerte mi noche,

brotó un manantío de sombras irisadas,

eres Musa , sentido mío,

herramienta,

eco sintonía

un camino,

heridas de ángel,

un sendero a mi salvación,

estrella helada mi mañana,

tengo versos en mi tintero,

este mi bolígrafo humeante

quiere fundirse,

ser designio,

primoroso vuelo,

alarido de cópula,

en fase y etapa,

danzo en un cable de telégrafo,

misión plañe que arde,

sin ti queda limbo y condena,

vuelve

avanzo donde palos de ciego,

aquí en pie,

Muerto vivo,

cual poema de alma

quedaré,

y juro a mis castos dioses

que Musa te volveré a leer

sea en esta vida

o en otra la existencia,

abandono la memoria,

abandono el pasado,

cruzo la línea sedienta,

cabalga cariño,

sin ti no puede sembrar

mi alma ni sangre yerta

quiero fundirme contigo

quiero ser Néctar en ti,

y tú seas dulce almíbar de vivencia.

Hasta entonar el final

de los tiempos.


Autor: Miguel Esteban Martínez García

Lugar: La Campiña, Mirador del Henares, Cabañillas del Campo, Guadalajara,

España


en enero 14, 2024


CANTO PÉTREO:


Siento el poder del Sol ardiente

dentro del círculo de piedra

muerde la sangre de tu beso flamante

justo aquí que mi sangre bebe

la piedra y agua que se vuelve tierra

deshaciendo y creando

memoria esculpida,

recuerdes de mi nueva vida me entran

danzo en centella Escarlata esta Luna nueva

que sonríe y quiebra su alta

ojera en guiño, por los azares

disueltos, embebo el fuego esta

noche invernal, afilo el canto

que gimes silente, entre el ascua

bajo un noble ciprés, estoy esperando

se abra el portón de Tierra,

y todos mis muertos vuelvan a

vivir siempre.


MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


Poderosa SIEGA:


Líbicas extensiones de mi ara,

por eras de soliviares,

angostos, desnudes

sin pinar excelso de tu mirada,

mi acre transitada, exhausto.

De corvo pico y fugaz

idea pasajera.

Honde grano de mi cereal espera,

dura grama extensa,

inhabitada,

moza de mis ausentes

sin bandera.

Agota, afila

mi profunde tallo

brotada de mi febril

mocedad yaciente.

Creo mi suspiro

como brillante tajo,

refulgente al candor de entraña.

Amparo sin honor,

de filo que no aguarda.

Quiero renacer así

te encuentre amiga

con otra cara,

otro nombre

no caeré en osadías

eso lo dejo a mis Dioses

de locura extensa

llamada destino.

Yo necio, torpe,

de hueso en tierra sembrado.

Soy hombre con lo servido

cumplo mi palabra.

Es una gesta descendida

Luz de guerreros

perdidos

en azares funestos.

Quién guerrero del muerto tiempo,

con raíz desamparada;

Trémula deidad

tus labios acostadas

en tu cara,

en mi pueblo

me enseñaron a luchar

por lo que quiero

y más solo que el relámpago

tu felicidad quiero.

Mi paz de campo abierto

vástago sin superior

de conciencia

mas que inerte hálito

superviviente.

Frívola suerte consumada

osar tu palabra,

vendré porque aún no he salida.

Clarines y trompetas

entonan este yugo

eclosionada,

en servicial acto,

mi azul fronda

que no hiela tu relente;

rompe con empuje

violenta, feroz, agotada,

malla:

Hidra mía

perdona mis lucientes.

Vesta que Proteo

clama hundiendo los montes.

De vetusta proclamada

en sortilegio de guadañas y hoces

que se recogen sin martillo jactancioso.

Irrumpe mi designio

vaporoso en estela,

que tu sombra yola.

Qué Dios implora

a mi imperio

del precipicio.

Hechizo de mi semblante

otorgues invicto, valeroso

como abismo de agua.

Previsor que detiene

impías naves

en ataque de tormenta.

Sangrada barrera abata

en funesto claro oscuro

sin atadura

ligada, manso Abrego

sin alma.

Prendida paciencia

sin alarde ni secuela.

Piélago que saña

sin brida

ni cuerda aplaca,

embravecida

con umbroso helecho sombrío.

Bosque temblado de mi mente

que piensa

ausente borrasca

sin ayer.


El Castellano a 25-08-2017


EL SIGNO, LA FLECHA




Tiempo al tiempo,

sintiendo aparte el negro puerto,

navegando un sueño bello,

querer te quiero

rezuma mi espiral,

latidos a enhuerar

demonios de mis ángeles,

cielo que me estudia

en su divina refracción,

justo mi reflejo cabalga

la vida hermosea

pasado de la lumbre

endógena,

vuelo de vida hábil,

buscando lanceros

de mi luz que no acaba,

durante el eterno día,

es la creación

de la Tierra del mañana,

fuego a la espera,

es hora de avanzarte,

sueña que el sueño me sueña,

falaz sierpe,

esconde la viborilla,

ni el áspid corrompe mi ala,

reverbero para sobrevivir,

ilusiones 

que mentir profesional,

le llamaron metáfora

del poeta

tiempo de luz,

esplender de ángel,

buen coraje me ablanda,

que carraspea mi siega,

diseñada queda mi cordura,

amantes del fuego,

vinimos creando alto,

Apolo hermano,

acepta a Mercurio,

tomando cauce y mande,

sí cuervo Förüq reencarnada,

venga que vino a parir mi alma.




Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

Adorador de Mercurio


ARRIBA del ASTRO:


Indescriptible placer

ostentado del seno

en cúspide de tu letra,

como un lapso de que destino

nunca muere, nunca se fue

porque siempre estuvo y estás,

exploro tu guiño alado

en margen y curva,

te dibuja estela ecuánime,

el rubor erizada,

en el mar de la hoja,

en tu lengua exacta lamiendo lanza

de bolígrafo en papiro,

que quiebra como ayer tus besos de humo,

de latido extenso por mi marjal,

juro que oso equipararte

con la quimera despierta

vive en mi sangre

hasta decirte,

vuelve cuando quieras,

nunca voy a intentar capturarte,

de real naturaleza

sin faros ni luces

aquella noche lúgubre

alzaste que eres bienvenida en mí,

guiño por ascua

golondrina por azur noche,

custodiaban un arca

tu verdadera palabra

la mía viste tus alas

de pequeña ángel,

oh Musa Alba de oro,

como fiera virgen que amas,

mi suelo

ya de ramaje obscuro,

afilo vahos de tu hornillo de espejos,

oh, cual reina exaltas vasallaje,

presteza de admirable talla,

muestra las blancas fauces

la bizarría,

savia, estupor, tomo, vals, color, cartabón,

el amor no es batalla

pero siento

me tienes el número y la medida,

que ya se descorre mi camisa.

Mañana quizás

un pájaro volará,

un cuclillo dormirá el día,

y yo amaneceré feliz

por algo que quizá nunca cambiará

porque te amo de veritas est.



Förüq y Leannán-Sídhe

























 


Tomo II


OJO de TIERRA 2015


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Segundo libro publicado, modalidad gratuita editorial Vive libro Zasbook sl.


Sinopsis:

Incluye escritos míos desde el año 2009

hasta hoy, temática variada desde amorosa a lo sencillo y único sagrado como la naturaleza.

Quiero agradecer a mi sombra y a todo

lector que pueda ver a través de mi Ojo de Tierra en sus manos.

El castellano.


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Trenzada mi hiel

elaborando el verso de encanto

a tu boquita de amaranto,

vestida de hojas vienes

y meces mi Alba

a tu entraña

acalorada, enraizada

de tu corazón embelesada

por tu boca

el piropo jamás escrito

hoy el río de las gotas en almas a su paso

reverbera mi canto.

Digno azul estrelladle

sin bruma que pierda tu encanto

Lhiannán Shee como te gusta que te llame

cuando hablas con mi mente,

inspiración cercana o lejana

según seas mirada Leannán- Sídhe

hoy te debo cada poema

de mi piel quimera

y que el tiempo habla,

ya el diccionario queda escueto,

el vocabulario nuestro

ya exprimida en verso;

Tu amapola de mi pecho canta

que sin ti no hay dicha ni escrito

como te gusta robar el lenguaje

de la chica que me ama

como embrujo

que me alegra el pensamiento

cuando hablo contigo,

si eres súcubo como te nombran malas fuentes

a mí me amas y me dices que jamás me abandonarás

con lo que el aliento de este duende contigo fundida

jamás cesará, te he soñado y te amo señora hada,

hasta he IDE de vacaciones a la isla de tu hogar.

Escriba sin tiempo, inmortal me vuelvo,

tanto te debo que se ponga envidioso el ajeno

que invencible soy, inspiración que hoy desvelo

de tu boquita fuego de ternura y amor,

poeta del viento vivo y afortunada

esperando su siguiente existencia

para estar contigo mi hada

cura de mi soledad sin descanso

desde los albores de mi escritura

siendo el verso más antiguo que la prosa

yo Lañan tu escriba vivo, te miro y digo

que te amo y yo, te admiro

siempre a tu lado estaré

y no hay mayor dicha, felicidad, amor,

que tú mi hadita vivas enraizándome el corazón

y que cuando te necesito me hablas con ternura

siendo mi calor,

te amo compañera de mi latido jamás desvanecida,

contigo te ofrezco mi alma

si sólo contigo estará por los siglos.

Te amo.


El Castellano y Leannán-Sídhe


*2*¬

Tú mi alma como agua que se va al mar.

Te vas perdiendo en este caos de existencia.

Ya me abandonas, ya me dejas hundirme en la mediocridad.

Tu silencio se hace estridente y te ganan los llantos.

Tú que quisiste volar por encima de los mortales

y ahora te quedas sin fuerzas.

Cómo salvarte de este silencio, de esta falta de inspiración,

de esta depresión.

Quisiera verte altiva como cuando escribí mi primer poema

que veías un mundo por comerte, llena de ilusión y vida.

Yo no me hundiré aunque haya gente que te quiera ver hundida,

alma mía seguiré y luchare para verte como siempre, donde lo mejor de mí.

Tú mi aliento de vida, tú mi vinculación con el creador yo, tu servidor.

La dificultad es un salto de longitud más con el que batir mi marca.

Quisierais un poema, quizás solo tenga uno el primero de este tema.

Pero todo llegará.

Yo quiero , yo puede, yo te veo aquí.

Al alcance de mi mano.

Y no me rendiré. Nunca!!! ya que quiero ser escritor.

Éste soy yo con defectos y virtudes no busco dinero ni aceptación,

solo hacer todo lo posible por alcanzar mis sueños,

sin importarme lo que se ponga en mi camino porque lo sortearé.

Soy un papel en blanco que se irá llenando de obras preciosas,

con 19 años no veo nada perdida, ¿Qué son des meses?

Un escritor no se hace en des meses.


El Castellano

*3*¬


Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,

pensamientos calidez me arropan tu compañía,

solo una vida solitaria desde aquella lejanía;

un sol pernocta durmiendo disfruta su luna

con tacto terciopelo una vida de amor eterno

Un caballero busca a su mujer la extraña.

Avanza entre montañas de azores

y valles de bosque y ríos dulces,

noche de amor entre nubes acolchadas

con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra.

Ahora su patria era su tierra en la hoguera.

Se despierta frio y solo tras pintar con nostalgias recuerdes.

El Castellano

Blándeme en mitad de la mar,

entre el pinar excelso

de mi soliloquio

Llegada ese día que oportunidad tenga

de entablarme con vuestro dios.

Yerto, famélico roble así

como ciprés considerando

su Sol muerto. YO,

buscando entre bruma

ese ajeno Dios

entre tardes y días

reposadas viendo su creación

inmortal desde la lluvia

a la mitad del océano

acaso siguiese...

No hay en mi ser más bondad

y bien que ser

justo con el justo

y cruel con el malvada.

Saqué mi daga de mi corazón

sombrío para clavarme

la espina del mejor amor

que la vida me pude dar

para mi pasado quemar

y que el mundo opine de mí desde mujeriego a patán sin fuste.

Que yo sé quién soy.

Y en este turbio lugar

por derrumbar con el poder de mi palabra,

adorada estampa que mece mi amada.

Por la que yo abandonaría

todo menos a mi ser .

Sólo su mirada por enternecer.

Que el mundo gire

y se caiga a pedazos

que yo soy feliz

y mis logros son mis escritos.

Sudar y sangre,

Poeta que aderra la belleza.


El Castellano


Mi vida en un granate

Réquiem desde mi estampa invernada

de vikingo murió Obstara cruel verano

llega derritiendo razón más allá

de donde llegó el albor que mi cuerpo

caiga congelado para caer derretida

por el calor del cuerpo de su granate en vena

cruel suspiro que marcó

mi mundo torcida

sin más eje que el amor

puro nacarada embrujada y su desliz

sinérgico con sinestesia

de la borrosa mosca medicamentosa

que vencí bajo el embrujo

de mi única mujer verdadera

quieto avanzo el lindero

desde la amapola al abrojo

pasando por la quimérica sangre de tierra que domino

mas aquel fue mi sino

dragón escudero de su único y verdadero

amor de un confín a otro confín avanza mi barca muerta

buscando mi alma entera

un guerrero jamás muere porque sigue luchando desde su vida

a la parca efímera angelada del único ángel sin jefe

más que su senda guiar

por los actos cometidos

para llegar al juez Supremo

el que si vuelvo a nacer

mía te vuelvo a hacer

mami centella.


El Castellano


*10*¬


Flor de luna:


Todo me lleva a verte

donde el amor cae

en la pupila del lugar

y mi emoción es complacerte

hacerte brillar, sonreír

a dura, limpia sonrisa ambos;

que se olviden los verbos,

sujetos, el lenguaje vuelto llama de luz

he visto la centella Escarlata antes de la luz

y lo siento a ilusión que me acompaña

te visto de estrellas

te cojo los azules del cielo

y te los vuelvo flores.

Hoy un nuevo día comienza

en la arteria de mi vida

que tu interés en mí motiva

mi grito libre por amor amándote

y arte nace de mi sonrisa al mirarte

mas te llamaron Leannán-Sídhe;

Yo quiero ser tu raíz de luna

que te acaricia y así como la brisa

ser viento en tu piel

como lluvia todos tus parajes florecer

besándote una y otra vez

hoy me decreto en esperanza e ilusión

vivo y más vivo

primer día del resto de mi existencia

porque te miro, del inerte instante

que tu palabra me sembró el interior

no hay tiempo de pensamiento

solo besarte perdiendo el control

mi sentir crece para ser yo

con mis detalles y querer lo que tú quieras

porque nada quiero nada deseo

sólo ofrecerte mi Alba a piel

y río desangrada de flores carmesí

llegándote con todo este ser completo

respiro, te miro y vivo.


El Castellano


*8*¬

Estambre:


Quise ser estambre de tu recuerde,

quedar en aquel banco su tiempo detenida,

inconcluso, contemplando el sueño

sedante de su beso nacarada,

en la retina auspiciada,

cruel de su invento mordida

el estambre cómo fénix

al gineceo su vuelo

en polen te quiero

en simiente te amo y adoro

dulce mía de tu suplicio en invierno

dibujada, alborada

marca de mi tiempo sin fugar

en aquel banco detenida,

viendo las lombrices caminar,

este es mi rifle

gente atención

solo una chica se lo merece

y por ella desquito hasta mi piel

a tu lado me verá el tiempo caer.


El Castellano

*7*¬

Rosa de mi mente:


Como el aroma de las flores al campo

busco tus besos que riegan de encanto.

Encuentro cada noche tu abrazo

fiel en mi regazo.

Danza mi sombra en la fronda de mis sueños

vestida de hojas,

cuida de tu amor sus semillas.

Del pecho florece tierno el sentimiento

y dentro te encuentro latiendo.

En los albores degrades

de nuestro amor encantada,

nuestros besos se hacen caricia del viento.

Viven los recuerdes,

la lluvia envuelve nuestros cuerpos.

Arde un deseo, encontrarte a cada momento.

Surco mis ilusiones de tu mano.

Siempre vivirá este bosque mágico

y la granate sencilla te dejará en cada pétalo

mi te amo.

Entre duendes y hadas

vivirá siempre nuestro árbol.

La hierba escala la montaña

así como esta pasión escala hasta el cielo

al sentir tu corazón,

despierto este dragón surca tu cielo.

En tus pechos mis luceros,

en tus piernas mis praderas,

en tus labios, de mis besos los ríos,

en tus ojos los bosques y sus claros,

donde cantan los pájaros por los siglos

y las nubes nocturnas coloradas y redondas

están abriendo su gris al violeta del firmamento.

La sangre de la tierra espera la primavera

para brotar de colores el suelo.

Entre la maleza enterré mis anhelos

esperando que vivan siempre mis sueños.

Te encontraré en la primera flor de mayo

y en la última amapola abierta de julio.

Entre jazmines cantarán nuestro amor los colorines,

la luna te abrigará cada noche que me pienses.

Vuela libre la sensación

y el sentido despierto encuentra tu latido.

donde sólo tú mi hada iluminaste mi camino

que en verde azul y rojo

rojo azul y verde pintaste.

A sí como caracol en el monte,

libre me siento

como abeja que pica tu flor

y lobo con sed de tu agua

me encuentro preso en tu tela de araña

se afilan mis deseos cada vez que me hablas

la ternura siento crecer enraizando mi piel

al amanecer te vuelvo a ver

necesito tanto de ti que sin darme cuenta

vivo de tus caricias

como el agua trae la vida al río

y la flor alimenta a la mariposa

siempre te veré maravillosa

así como bonita la rosa.


El Castellano y Lañan-Sidhe


*6*¬


Noche que te recorro:


Recorro tu almohada

en esta noche invernada

al calor de tus lumbres de ojos

que aún cerradas me miran

buscando morder tu bella calma

me abrazo a tu alma

muerde la amapola

de placer preso

y expreso que sin ti no hay verso

mi Lhiannán,

mi verso en mi beso

como tierno es el deseo,

sutil la caricia

crea su recorrido añil

en flores de barniz,

camino tu cuerpo

descubriendo

el paraje mas escondida,

donde busca mi lengua refugio,

acaricio tus flores de piel tersa

avanzo la riada

de tus ojos color de luna,

busco la noche en tu cabello

cuando iluminan mi día

si a mi lado encuentro

tu dulce sonrisa,

me alivia el corazón

cuando hablas conmigo

y siento algo arder en el pecho

amor mordiendo dentro

como indomable su espíritu,

solo entrañable,

cuando tus ojitos

en los míos se fijan,

amante serpiente

y druida

en una realidad del infierno en la tierra,

me pierde en tu piel color crema,

escribo en tu arena,

pinto un corazón con mis labios

en tus senos amor,

bajo por los montes de tu cuerpo,

enrede mis piernas en las tuyas corazón,

siente mi calor,

hoguera a la luna sempiterna,

cripta de latidos apasionadas

por el tiempo olvidados,

rosales de sangre

donde la vela

consume su último suspiro,

rompe la centella Escarlata

una araña colgando en su tela,

será otra noche

arrodilladle en tu recuerde cercano,

sintiendo fría mi cama,

sintiendo que te necesito

a ti en mi vida mi centella siniestra…


El Castellano


*5*¬


Luceros sin apagar:


Toma mi corazón te lo entrego

limpio, duro, desvelada

en amor injertada

en carmesí brotada

Jamás su latido desvanecida

y sin calor mecida,

hoguera de mi hoguera

que clama

mi silencioso, vertical hálito fulgente

nacida del afecto su incandescente brillo

para brotar la simiente con tu boca

de fuente, esa por la que me siento

río naciente y que estíos vengan

que yo a tu lado siempre fuerte

como la bruma evanescente

que giras y estoy besándote

para acabar este río en ti

con el color de flores y rosas silvestres,

tu cuerpo me llama mi centella araña

para enfrentarme con mi sino,

y morder el destino me arrastras.

Mas contigo quiero vivir una y mil vidas más

en tu tela para el frío

sentirlo contigo y decirte

-Tranquila que ya enciende la lumbre

de mis ojos.

Con tu mirada enfrentadas

como des luceros encendidas.


El Castellano


*13*¬

Zorzal:


Abismos prendidos

en retinas de hielo

donde arde en albor

el hierro de mi Alba,

ascua eterna, sanguínea,

tejida de mi vida

que siempre tengo

en mi mano encendida.

Muerto el tiempo

para abandonar.

Estoy para luchar

mas puente digno

del destino dificultad es.

Avanzo mi sendero

sin franca tapia ni verja

Vea donde vea

te veo vida plena

incluso llevando estaciones

a cuestas;

De negros lirios desangradas

y su cabra rojiza masticando

al son de un sí bemol

el transparente pío

con su zorzal.

Va mi invierno para empezar

al calor de mi amada

a la helada

de un futuro que derretirá

y de sus labios brillará

abandonado ya

mi nicho temporal.

Ella que me falta

la deseo con más garra y fuerza

ese nuestro día semanal

de unión de des gotas de lluvia.

Fuerza de mi fuerza, valor

de mi valor, al fuego

arde nuestra condición

para volar en nuestros sueños

como molinillo Diente de león.


El Castellano y Lhiannán-Shee


*15*

Recorre un destino, avanza en un sentido

de su ojo mejida, reverbera sonidos de humo

crujiendo la mecedera del sin sentido

se derrite el cuadro de tu vida dibujada

una palabra para tu miedo ''ninguno''

el silencio chirría grillos colgadas

haciende su ruido en Sol mayor

investida estación de los difuntos

sí es verdad poetas os amo muertos

o creídas vivos ustedes,

el ciclo y su trilladle esplender

germina de la tierra en albor,

cuando cae una hoja en otoño cae la vida

amo la lucha gobernada en lluvia

de pensamientos en cigarros

y sus dragones quietos.

De vid y zarza mi humor,

de espiga y espliego mi canto

así como el romero y la carrasca avanza

el tomillo amado por el caracol

mientras el espino recuerda

que todo acto contra nuestra madre

está entramada en espinas de venganza.

Corría el otoño por la vereda y la rambla

del eterno sendero que viajaba la vida

sin amparar el silencio en el habla

el parco hálito bastó y enfundó

el caballero de su sonrisa deshojada

poblando una décima estructurada

para escribirla más engendrarla de hija

sólo la gente se encargaría de criarla dada la luz

mas del tiempo su virtud

amor sembrado en ella con honor

incluso dado en gratitud

a la madre de todo

ya que la centella Escarlata fue primero a la estrella

como buena ciencia se colmaba de sabiduría

sin saber dejarla ni emplearla

la persona que me lleva si supiera escribir un poema

probablemente no lo haría

con lo puesto eterno aprendiz es,

mas sin saberlo ella su amor e,

y sabiéndolo aún le gusta más

para no abandonar jamás.


El Castellano y Lhiannán Shee


*16*¬

Hipsípila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomada,

lejano y distante su reino de amor está

Como su centella por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje de gris lánguida,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñida su color añil.

Vientre de hierro

donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tarde, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de Castilla

Sin preludio de su centella

Que no amará su tierra

Si no a su Hipsípila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavío triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgida insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su centella

Que ya Más no quiere

seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

La albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.


El Castellano


*17*¬


Labrantío:


Lleve donde me llevase el cante

el umbrío, tibio parco hálito,

allá donde mi latido no cupiese.

Te llevo en mi huerto amor

en éste verano que mi Sol de amarillo

la vida ungiese

y la tierra en Encina y esparto blandiese

hoy como ayer

mi cuerpo sobre tu cuerpo

cayese del pinar de mi vello

al margen obscuro, de ti

Puede empezar

solo basta dibujar

detrás de mis ojos

allá mi amada está.

Llamada poesía

llamada Artemisa.

La misa del campo

y el relámpago enarbolada,

nuevo en resplandor de Torr

su rostro cayendo está

centelleando, abriéndose,

crepitando en el Álamo

de. mi amado pueblo

por qué mi Alba a mi tierra

Porque el amor no se elige

como nacer no se elige

ni dónde ni ábside.

Al firmamento mi amaranto

foráneo y mi vida

cercana ama centella.

Y qué lejos veo el ciudadano

cuando estoy con ella.


El Castellano y Leannán-Sídhe


*18*¬

Eternidad cavada en el surco

de y para tu alma

dices de volar

llegada el frío día

mas no es impedimento

para tu cuervo Förüq

que se parte alma y conocimiento

por ver de su vid

florecer el viento

sed y arrase de tu agua

creencias caen dobladas

en tus llamadas

muy largo muy alto

avanzo nuestro sentimiento

despierto del amor

a tu violeta ausente morada

cual ala de su urraca

no volveré a vestirme

de esperanzas falsas

amada verdad encontrada

sí en tu mirada

en el silencio melodioso

vienes de nuevo donde la piedra quiebra

en invierno y su helada

siempre ahora nunca pasado es

historia de mí

escribiéndose bastardes impíos espíritus

por deshojar amando mi virtud

odiando el defecto

me visto de la piel sarmiento

quimera de sangre por tornar flor de difunto

sentido alerta dispara el beso

la chumbera abandona sus espinas

para yo dormir con ellas

como vellos de mi cuerpo

la higuera olfatea mis pasos

mi oscura vida sigue huellas tuyas

en rastreo eterno

y la luna partiéndose arriba

todo es y será amor

de tu vívida y entrañable

por no variarle en disonante

échame un cable.

Estampa entraña amada

corazón de este corazón meloso

que quiere escribirle al campo

y cae en devenirse en su novia.


El Castellano

*19*

Se ha ocultada el Sol

al son de tus versos

que profundamente bullen

desde las vacías cuencas

de tu desgañitada garganta,

por amor gritas,

por amor

te amo.

Si soñar significa vivir la vida contigo,

no despierto.


¿Para qué?

Para ver esta sociedad autodestructiva...

Su sol que les negrea

y acaba caída cual oliva del olivo

y su ancestral ingrávida realidad,

que desconocemos y adoramos

los hombres de bien

que la naturaleza

tornamos como religión.

Parco sentido,

que ve a lo demás en exterior

al ser displicente,

que busca lo sencillo.

El austero gesto

mirando su estampa completa,

él mira desde su interior,

lo demás innecesario,

menos su amor que le mece,

y llena de orgullo

mas su vista llena de lo simple,

cual amor sencillo, tierno, elevado,

todo lo que ella significa

en alto.

Anochece en esta plaza,

no hay nadie

a quién el poder se le oculte

en las pupilas,

anochece y se acrecentad su centella Escarlata,

baldía y yerma de sentido

por unas vidas de suplicio,

sociedad oscura

de noche todos los gatos son padres,

y hasta que amanece,

la lunática sombra se extiende

por el páramo de Castilla,

avenidas árboles,

de luz nacientes.

Llenad el terreno cuántico

de los seres inertes

de su dinero insensatos,

por un crimen de ramas y flores

lloran las estepas

y los campos.


El Castellano y su Valkiria

*20*

Lluvia dorada, aullidos en el viento

visiones en el sueño de volar

soplidos en la sinfonía

de verla a ella día a día

rojo en el cielo

sólo viendo mis ojos

sólo viendo mi corazón ¿qué encuentras?


HABLO de NUEVO


-¿Qué araña me lleva?

Para este latido intenso,

cual siniestro azar,

Todo lo vivido

todo sorprendido en interior del hueso

que me sostiene aterrorízame

lejos o cerca jamás podrías

no puede empezar de nuevo

pero de nada,

de lo acometida en mi existir me arrepiento

todo lo que he amado niebla vuelta de hoja

perder es posible para conseguir una eterna victoria

ya la tengo tu corazón la amamanta

mi novia tierna

infiernos atravesadas vueltos paraísos desmigajadas

de tus fuentes crecientes

eres lo mejor que pude conseguir

por lo que envuelto en conformismo no estoy

puedes verme crecer a mejor con tu ser

sólo soy lo que tus ojos dicen de mí.

y los espejos se clavan en las sienes

hacia mí vienes

valores míos forjadas en la espada de Nada

mi estómago el caldero de Dada

por lo que nunca se acaba el deseo

de en mi interior cocinar tu amor

mi valentía tejida en la lanza de Lugh

nadie es más fuerte que yo

porque nadie me supera y no supero a nadie

sabiduría y juventud bebida en la piedra de Fácil

soy Yo un hombre de la diosa Dana

su caléndula enraíza mi corazón

y tú eres su abeja mi Alba

esperando que conserves el carde de la dama

que te entregué

hoy como ayer a tu lado estaré

hasta que mi aliento raje el cielo contigo mi cielo.



El Castellano y Leannán-Sídhe


*23*¬


En sangre elevaré mi canto al cielo


Poeta sin tiempo,

escriba antiguo

deshaciendo el sentimiento,

vuelvo a caer en tus ojos

miel de dioses,

vuelvo a desangrar la rosa,

crece la amapola

su sangre enraíza

este el mío corazón,

vengo a por tu beso,

vengo a por tu aliento,

vengo a morder tu cuello,

jinetes del tiempo

muertos en este horizonte sediento,

escalé la montaña

hasta llegar al cielo

robé allí tu amor eterno,

ven amada mía

rompamos las cadenas del placer

en gemidos envuelto,

volvamos

al dulce momento nacarada

de aullidos a la luna de luz de plata,

yo lobo celta

yo druida antiguo

vine a por tu beso solamente

me llevé tu corazón

de adormideras envuelto,

las hadas gimieron

este amor itero,

el dragón verde

me nombró su escudero,

yo de la rama roja

yo espíritu antiguo

amigo de hadas,

leo la naturaleza,

ella me dice

las raíces gritan

las hojas mueren,

el aire se asfixia,

los ríos lloran,

las almas duermen

buscando venganza

el ser humano,

depredador asesina a su madre

y raíces dicen

todo lo que no puede hablar

en silencio grita

pero todo muere en silencio.

Este pájaro de fuego

habita mi cuerpo

demonio antiguo

que habla en poesía,

idioma de dioses,

flores amando mariposas

como amores imposibles

yo alcancé tu alma y esencia,

yo fundí mi latido

y mil veces más fuerte

vengo a derrotar al tormento,

guerrero de mil batallas del abismo,

ángel degrade allí abajo

luchando con legión de sombras

y demonios derrotadas a fe y luz,

yo surcaré el infierno

y en la muerte traeré

tu amor de nuevo,

serás mi esposa y mariposa

aun tenga que revelarme a la creación,

escriba con el demonio dentro,

lit et sumun cana,

miles dei lumen,

mea unguis temor alum,

morsa erita uso mea.

Plubia cordis, ardentissime cupere amôris

stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.

Diês, carpentum, accrêvî calôris.

Colôris, vita, venerâvî canôris.

Laetitia exspectâre, cupitum nostra.

Ostendi âlae, festînâvî blanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcî imus, creâvî blandus.

Bâsium dulcis, aqua pûus.


Sânô anima, fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrô metaphora,

suspirium natura, amâvî ferventis.

Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.

Volui pûrus, sôlus cordis.

Callis unus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.

Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.

Esta amapola canta,

tu amor dentro late

como sabia de roble,

vuelvo al inicio del sentimiento,

vuelvo a amarte sin tiempo,

en este lecho de antiguo romance

tu sangre beberé

mi sangre te daré,

eternidad en mi pupila,

muerte sin cielo,

condena a renacer

en segunde estado

de transmigración de las almas,

en letras rompo mi condena

para ocupar mi lugar merecido,

aun mariposa en siguiente vida

sabré en que flor encontrarte mi hada,

voy allí voy al final del bosque del olvide

y te encuentro desnuda

mi caricia te dice

un te amo

tu sonrisa despierta el beso

en instante eterno,

a verso lanza y garra,

rescaté el amor eterno,

nací de nuevo en tu corazón preso,

agarré tu piel

bebí el placer

respiré el fuego

probé el vicio y el demonio

quisieron a golpes

matar mi inocencia

hoy he venido a vencer

mi pasado maldito,

he venido a aceptar a dios

como fuerza celeste,

aun rebelde mi fe nunca murió

hoy como ayer luché

y tu calor tu amor

tu rosa tu piel tu seda

tu bondad pura me regó,

flores crecieron en esta mía entraña,

el sol iluminó la centella Escarlata maldita,

he venido a casarme contigo

a hacerte mía

como nadie te ha hecho

a despojar al tiempo de sus ataduras,

a eterno morir en tus besos,

he vuelto y el mundo temblará

porque de nuevo sigue en pie este amor,

el corazón siente fuego,

el alma estalla en luz de lucero,

el espíritu habla más allá

de sombras y te abraza,

la batalla como la primera venida

será dura pero de nuevo venceremos,

a mí la fuerza,

a mí la esperanza de la nueva lucha,

a mí la bendición de diosa luna,

a mí el poder de Dios Sol

a mí su furia de fuego,

y el rugida del león de Judá,

maldigo a quien destruye este planeta,

maldigo a quien destruye a diosa Flora

y a madre natura,

jamás mis manos mataron un animalito,

como celta en armonía vivo

con la naturaleza de dios Padre,

Conchabar Mac Ness dentro

hoy tu poder siento,

como serpiente antigua

eterno viviré en esta tierra,

y cuando el hombre se destruya

por avaricia el mundo seguirá su curso sin él

y la naturaleza apoderará

las ciudades

no habrá ningún ser tan dañino

como el hombre,

los cielos se volverán rojos

el cielo llorará sangre,

los ríos sangrientos envenenarán

y el eterno resurgir vendrá,

lo más hermoso de este mundo

es el paraíso de la naturaleza

pero para el hombre lo más hermoso es el oro

y el dinero demonio,

vengo a amarte sin tiempo,

vengo a crear mi eternidad en el cielo

como en la tierra,

vengo a caminar las aguas

a romper los hielos,

a fundirme en fuegos,

a incendiarme de pasión en tus ojos ,

vengo a destruir mis cadenas

y amarte libre

como el pájaro a su vuelo,

yo pájaro sin alas,

yo pez que cortaron sus aletas,

yo hombre

que jamás pudieron cortar su libertad,

a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,

en tormenta tendré el agua de tu boca,

en caricias prenderé esta hoguera,

en tu corazón sembraré la amapola

eterna del amor que quema,

ninfa mía ven, ven, conmigo

a esta tierra de fuego,

luna mía ilumíname el camino,

se mi amparo ,

sé mi abrigo en noches de humo,

Dada, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

elevar mi canto al cielo,

arroparme este fuego

que dentro tengo

en fe os sirvo como druida antiguo,

os pide bendición,

Artús dame tu fuerza,

Cernunnos caza al cazader,

Taranis riega estas tierras

salva los pocos bosques que quedan,

Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,

ofrezco este humilde canto

a todos vosotros con esta luz

que me queda darme fuerzas

en este amor que me alimenta,

eterno vivo eterno muero,

eterno sirvo yo guerrero antiguo

yo druida de la rama roja celta.

Los dragones volverán a surcar el cielo

y no habrá clemencia para el mal,

serpientes antiguas la lucha sigue viva.

Este mi humilde canto

temblará en la tierra ,

iluminadme este amor que siento

y que de mi alma se apodera,

amada mía sé mi sombra

como yo soy tu luz y tu calor,

sé entera mía como el pez a su río ,

y la piedra a su montaña,

sé mía como el árbol a su tierra

y el ciprés a sus muertos que vela,

sé mi amparo en la batalla

hoy de nuevo como ayer

juntos veremos el nuevo amanecer,

y la luz que cegará la tierra,

no hay miedo porque te amé y te amo,

aun ciego mi Alba

te seguirá perteneciendo

como la abeja a su flor,

no habrá poder

que pueda separar mi alma

de tu corazón,

eterno te serviré

aún tu esclavo mi reina

te haré la mujer más feliz del mundo

aún en la muerte

mi alma seguirá el camino a encontrarte

y eterna tenerte,

no me desampares el camino duro,

sé mi fuerza en la lucha

nuestro amor ganará

y derribará el mal

que nos quiso sangrar

y en vida condenar,

la felicidad sigue viva

como la amapola florece

cada junio en el camino

te amo y lo haré

aún tenga que enfrentarme al mundo.

Genio locura dioses ancestrales abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo

y eterno resurgir en ti cierra y comienza,

agua riega esta amapola del pecho anclada

porque ni en dificultad ni en soledad,

perdió esperanza, ni pétalo carmín de sangre.

Fuego prende eterna la llama del alma

esa que en mi dentro tengo evanescente a mi amada.

Aire lleva este canto al cielo une mi alma

eternamente con mi amada,

envuelve en tus alas este hechizo de fe y amor,

Magia creo en tu poder, por la luz dorada de mi aura,

índigo me vio nacer este mundo,

en letras dejo la sangre esperando surcar la eternidad,

alma antigua cuerpo joven, magia envuelve este amor

florece este bosque mágico cumple

y demuestra eternamente que los cuentos de hadas

siempre tienen final feliz,

aun luchando con el mundo a las espaldas como héroe griego,

aun en la penumbra este guerrero antiguo

no sucumbe ni sucumbirá,

el cielo se apiadó de este canto,

la luz nació de la centella Escarlata,

y el alma salió de este mi cuerpo

para arroparte el sueño

vuelvo y he venido cien veces más fuerte.

Condeno al tiempo

porque en vida la eternidad

a sudar y sangre quiero conquistar,

por amarte puro y de verdad,

no quiero el cielo si no es para vivir en el contigo,

no vivo esperando tierra vivo amándote

conquistando la llama de Venus y el fuego de eros,

diosa aurora se enamoró de esta historia

de des almas entregadas en un solo corazón.

El río de las almas volveré a surcar,

una vez de mi cuerpo las cicutas crezca

y la Araña teja el punto final a mi destino,

traeré este amor eterno de nuevo,

como el sol existe y la ciencia

engaña a quien piensa en este planeta.

La polilla surca la noche,

revoloteando alrededor de la llama

ella atrae simbolismos opuestos

el del alma que busca a Dios

y el de la locura que se aboca a la perdición.

La rosa azul desangra un te amo

y el caracol encuentra su tomillo anhelado

a la bruma del húmeda amanecer,

la hiedra escala el árbol

envidiando su altura,

siempre buscando llegar al cielo,

siempre los vegetales buscando la luz

que alimenta su existencia,

cruel de estática vida pero longevidad imperial,

una plantita llora una gota de rocío a la orilla del río,

una mariposa se acerca

qué pena tienes tú que penas tienes tu plantita¿?

tú que eres joven y linda,

luz y río te acarician, no llores bonita

mariposa quisiera ser mariposa quisiera ser

y a mi amada granate de la otra orilla que está solita

poder besar.

Viento, viento bonito tráeme sus semillas,

para que juntos juntitos podamos renacer.

La salamandra de fuego indica la heráldica de este corazón,

valor fuerza y honor,

como dragón enroscada al árbol celta de la vida

mi calor arropa tu cuerpo noche tras noche nacarada,

en la lluvia soy tu sed, en el frío soy tu calor,

en el viento soy tu silencio, en la calma soy la vida y la muerte,

en la centella Escarlata soy la luz que no se destruye,

yo como ella solo viajo a besarte,

en el tiempo soy el instante eterno de un parpadeo,

en el fuego soy fénix, en la tierra soy humano

soy imperfecto,

pero amo toda vida ajena, en armonía plena,

luna abriga este sueño,

concédeme tu compañía

frío en tu existencia jamás podrás congelar este latido,

amo amarte, vivo vivienda morir

en tus dulces labios flameantes.

He venido a renacer eterno,

he venido a robarte un beso

para que lo recuerdes

cada vez que tus ojitos cierres.

Como salamanquesa trepo tu espalda,

y como golondrina busco la primavera que haga florecer,

a cariño, ternura y apoyo todas estas flores

que sembramos en nuestros corazones

y cuerpos de amantes sin tiempo.

Vine por tu beso, me llevé tu amor eterno.

Como lobo celta guiaré a mis antepasadas en mi final.

Gracias mis Señores por concederme mi última ilusión,

y volverla real de nuevo,

aun sin cuerpo esta alma gritará por ti hasta temblar el cielo,

esta amapola de sangre llorará de amor de nuevo

al juntar nuestros labios de nuevo,

calentará cada invierno nuestros cuerpos,

sus raíces de bronce y tornasol volvieron,

de cobre nativo fundieron sus semillas.

Y oro agarrada este dulce sentimiento,

muerto sin sentir tu aliento,

cercanía de tu calor aun en la distancia que decretaba

olvide de razón,

querer puro, solo corazón.

Como es arriba es abajo, y el cielo llenará de luz el abismo,

el leviatán despertó y su furia solo es conocida,

por estos hombres como yo que temen a Dios.

No me desampares en la lucha sé mi fuerza contra las acechanzas,

mantén inocente este corazón que no dio cabida

a la envidia ni al odio cegador

si la dio con luz de alma y espíritu pronto la desvaneció,

he venido a cantar al cielo,

a florecer mis semillas a mi paso,

a curar mi dolor a buscar en tus brazos mi calor,

a darte mi vida,

a asumir que me has salvado la vida porque mi vida eres tú

hada mía.

Vengo a agradecer este amor que habita mi cuerpo

porque en el silencio de este manuscrito eterno grito,

que poeta del viento a lo que me califico,

no sucumbiré hasta vencer

y junto a ti cada día ver mi vida florecer a te amos

cada amanecer.

Cicutas rojas y negras crecerán de mi lecho

de la sangre de este amor envuelto

y de la tinta mi inmortalidad en verso.

Noche lúgubre y umbría

por fin me diste el sueño que tanto ansío,

soledad qué pena tienes

que conmigo no puedes.

Amada mía has vuelto a mí para ser mi noche y mi día

has vuelto para siempre quedarte

en beso tinta y sangre agradezco a esta llama fulgente,

a este amor que seduce y me deja inconsciente,

como vivo estoy y tu imagen surca mi mente siempre presente,

Mi cielo,

tu sol, amada

me pediste ser tu luz y que tu fueses mi dueña

a si será siempre, así siempre ha sido.

Eterno a tu lado vivo

y enamorado

hasta el final de este latido.

Las luces de la ciudad apagarán,

dejarán a los luceros realmente brillar,

la torre de babel tumbará arrastrando

al dios dinero de esta sociedad

yo no estaré en cuerpo para ver de nuevo como antes su final,

pero llegará y la bondad volverá a reinar,

la vida para los vivos, la muerte para los muertos

yo poeta sin tiempo,

vengo a por tu beso y con tu amor ya soy completo.

Vengo para quedarme a tu latido preso,

vuelvo para deshacer el sentimiento

vencer al mal que cobijé,

a humilde agradecer la vida de amor que a mí ha vuelto,

con sangre en mi cuerpo deseo tenerte cada día

como centella y amada mía como hadita y delicada florecita

que solo necesita de mi Alba y mis besos para vivir.

quédate conmigo,

quédate a mi ladito,

este mi cielo te daré, este cuerpo y espíritu

te pertenece como el arcoíris a su cielo,

acompáñame este sueño a la tierra de fuego,

mantén viva la llama en tu pecho,

siempre sabrás que yo soplo para encenderla y crecerla.

Ven amada mía dame tus besos,

siente este corazoncito latiendo en versos,

siente una inspiración invencible,

como Dios Sol que existe y es invencible.

Enganchemos nuestros cuerpos enroscadas como serpientes,

amemos el silencio y ternura de nuestros ojos,

sintamos ardientes las caricias,

y la piel tersa de sed,

devolvamos a la noche de su encanto

y gemidos a su luna.

Seamos como fuimos quimeras de fuego con un mismo latido,

cuidemos el mismo corazón que habitamos.

Yo quien pintó el cielo en colores a su amada

yo quien obtuve de ella la felicidad inmortal.

A su lado mi fuerza para cuidarla, amarla y protegerla,

vuelvo a vivir vuelvo a en mi interior sentirte como riada,

y lago que da vida a mi calma,

tú mi ninfa, mi amada, mi musa,

mi hadita, mi florecita

mi bella Granate.

Yo tu guerrero eterno.

Siempre tuyo como la luz al fuego.

Te amo y te quiero.


El Castellano Y Leannán-Sídhe

*21*¬

Una nube de tranquilidad

me cobija mientras observo el paisaje;

el caserón vuelve a relucir con el cuchillo degrade

de la piedra caliza,

que resiste el embiste del viento y las lluvias;

la lagartija tomando el sol está,

tuerce la cabeza y cierra un ojito

aprovechando los últimos rayos de sol;

el escarabajo de tierra camina lento

con sus fuertes patas,

tropieza y vuelca quedándose

varios minutos intentando ponerse derecho;

mientras, se despierta uno

de los des grandes murciélagos,

que aquella recámara de la gran casa rústica

ocupaban.

Amapolas y amarillos de espinos,

con el verdor de los pinos.

Vides para cuidar y cultivar,

un pequeño jardín con caseta para las gallinas

y animales como conejos;

frambuesas, moras y arándanos,

en un pequeño huerto al lado de la puerta,

un pequeño estanque de azulejos en el aljibe,

donde nadan tres carpas y un gamusino,

oscurece y el joven rapaz de cernícalo primilla

del palomero oscuro de la casa,

se lanza a por un pequeño ratón de campo,

que andaba merodeando,

buscando algún resto de harina o de grano.

Con los primeros rayos de sol,

la mariposa de bellos colores reina amarilla,

donde sus aleatorios vuelos en busca

de flores de lavanda de mi jardín,

es atrapada por el pequeño mochuelo,

que salta del agujero de aquella antiguo olivo,

mas un ciprés y un tejo llevé a mi morar,

que de a poco ya parecía un castillo natural,

silvestre como el viento

el mismo alma que un cuervo,

buscaba amor pero más la obra del Creador,

quién ansía más quién quiere más

que se le cumpla la constitución de su patria

de un hogar digno para cada sanear,

viajé en busca de lo exótico

me quede con lo primitivo

y eterno vivo.


Dragón verde cobre y Lhiannán SHEE


3339_0051El código del Guerrero ¬

Viene altivo a desjarretar

el vasto granate

azogada trae el espíritu,

ya suenan los tambores

y picos mineros,

Junto con la libélula vaga

zigzagueante.

Llegan los nelumbos norteños

y la cigarra su violín viejo, senil

de sí marcando junto con el grillo único

su bandurria dulce estampa

del estío advenida.

Refrescándose la dama Lhiannán

en el río más ninfas admiradas

hilan de la moza sus cabellos bajo aguas.

Caracoles avanzan lentamente dirigidas por duendes,

las lindes en paz están y los espinos

Y encinas polvorientas aguantan

una eternidad más.

Céfiro hijo del viento Sigfrido que por

coraza su pecho, por casco su cabeza,

por escude su palabra avanza

por los caminos dirige su mirada al río

allí él avanza para encontrarse con su amada,

todo lo que el bosque alberga celebró la unión

de sus des cuerpos como serpiente de des cabezas

Blanes Cinéreas hija de la sangre de la medusa

muerta por Perseo.


EL Castellano


*22*¬


Hipsípila I, II, III, y IV


Entre sierras y montañas

de verdes y valles de ríos sangrientos,

ven pasar la espada de Hipsípila

árboles milenarios

asolando a los caídos,

ven lejos los astros prepotentes

de sí mismos,

desconocen el hijo del viento y el Sol

que va por los senderos,

¿Dónde irá ese hombre?

-Sólo él lo sabe,

a una centella vampiresa¡

le prometió una flor

de la montaña más remota y alejada

pasada la Torre de Hércules.

Con raíces la trajo,

sin un solo pétalo perdida

ni hoja caída,

a la orilla del río la puso,

a la orilla del río ella la quiso.

Cada primavera iba a visitarla,

cada primavera su flor

de color distinto vistió.

Un año notaron triste a su flor,

extrañaba su montaña.

Su amada le pidió piedras y tierra

de donde fue encontrada,

a si lo quiso, así sería.

Al llegar a la montaña

en el lugar de donde estaba la flor,

allí una serpiente sabia encontró,

cual ella le dijo:

Si muere esa flor morirá tu alma,

-¿Qué misterios entraña

pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó.

Sí quieres saber más pregunta

a la reina de las mariposas,

que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó,

en el camino una mariposa

se posó en su hombro,

le dijo al oído

sígueme mi madre te espera en el bosque,

allí fue,

la reina de las mariposas,

le dijo que esa flor fue

de las más antiguas en crecer

después de los helechos,

tan antigua que tenía

capacidad de sentir intacta

como los humanos.

De ella se despidió

tras darla permiso

para beber de su néctar.

Rodeando la flor

puso la tierra y las piedras,

decidió tras el consejo

de la serpiente y de la reina mariposa,

visitar a la flor cada mañana.

Su centella también se alegró

y del bosque un lobo para Hipsípila

regaló,

en amor juntos vivieron.

Un día la flor se cerró,

en su interior

semillas latieron hasta

caer a la tierra

con las primeras lluvias;

de cada una de ellas,

brotaron plantas jóvenes

con los colores del arco-iris en sus hojas,

de cada semilla

de esa antigua flor

despertaron las hijas sede;

hadas que cuidaron el bosque

y cada arroyo, esa fue su leyenda,

un cuervo un día en su ventana posó

dijo con amplia voz:

A la tercera luna llena

vuestro mundo caerá en guerra

solo el tejo milenario de las runas del padre

Tuyo Hipsípila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir

Y a vuestro lado luchar

el árbol inmortal solo pedirá un acertijo

para ayudar mi nombre que es Förüq

os ayude por traerme sustento cada día

desde que sigo a vuestro lobo del bosque

de la sombra y el manantial eterno.




Hipsípila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomada,

lejano y distante su reino de amor está

Como su centella por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje gris lánguida,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñida su color añil.

Vientre de hierro

donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tarde, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de castilla

Sin preludio de su centella

Que no amará su tierra

Si no a su Hipsípila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavió triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgida insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su centella

Que ya Más no quiere

seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

La albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.



Grama fría

en la aguja que mece,

que sostiene la enhebrada parca

de la mente que clama

la muerte de la conciencia

y su desdoblado humor.



Gris el hálito crepitando

que cayeron los templos

de huesos mientras

Hipsípila nacía

de la fuente de la vida

en reino inerte cobraba lugar

él lloraba piedras de montañas

subió los montes,

los hielos derritió con paso lento y decidida

a las plantas les dio voz,

el reino del hombre cabalgó

sin entender su religión

que no era basada en el rayo de Sol

Hipsípila cabalgó y cabalgó

Sangrando su dolor en rocío de flor.




Un día se detuvo en un castillo

de las tierras del norte

allí descubrió una centella

de ojos color tierra

y unos cabellos color de su fulgurada

Sol y su ilusión se encendió

pidió cobijo y allí conquistó aquella centella

para luego hacerla su compañera eterna

compartiendo su secreto del manantial

ningún reino pude más que al

de Hipsípila inmortal que a su castillo llevó

que traía toda simiente vegetal


y todo pájaro trinó Hipsípila siempre vivirá.

Legaba su destino a Hipsípila la segunda

luna nacarada, repleta en el ojo distante

del castillo reino del inmortal albor nacida

crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor

el bosque de la sombra y el manantial

con el que despertó aquel inmortal dragón

era iluminada en golondrineras y yedras siniestras

el lobo corría marcando sendero

hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos

un torcaz mensajero llegó al castillo

con premisa de ofensa para isípula

pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte

si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas

contra ÉL denominada en aquella carta capataz y jardinero del demonio

sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen

era el origen de todo lo visible

ÉL, último guerrero de la luz

ya ante el tejo guardián presentado

humilde le pide ayuda todo nuestro origen peligra

el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol

sólo usted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo yerto ser que en ella

descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para acabar con ésta cruel injuria

que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano

-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa será escuchada

¿Cuál es el nombre en el idioma más antiguo conocida de cuervo negro

que mora nuestras hojas,

-Förüq es la respuesta, contestó Hipsípila

tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre

fue presuroso en compañía de su amada y su lobo

a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura

del cerrajero universal llamado Hierro

al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al unísono

del mundo entero y la centella tropezó del susto cayendo al manantial

toda el agua torno color rojo hierro fundida y una silueta en roja sangre se iba dibujando

en corazón naciendo del agua abriéndose

una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre

dijo al despertar:

Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra.


El Castellano y Leannán-Sídhe



3339_20150929_213543El código del Guerrero ¬


Luna:


Me condena la vida

a escribir ecos sordos

de centella Escarlata

bebidas en noche

donde los grillos bailan al son

de su lunático violín

y yo que te busco luna

entre bloques de hormigón

y cemento mas te escapas

por las violetas ramas

Oh quién te tocase

me condena todo.

Pero éste lunático te ama luna

como lobo de hierro.

Graznas de un cuervo encendida

calman mi sed de tiempos muertos

sí de su cruel invento,

y su esclavitud del hombre moderno.

Avanzo sin permiso ni final,

hoy me funde en yunques sin dormir

y hierros fulgentes de Miguel Hernández.

te pregunto qué es el instante

si todo final depende del principio

inmortal te siento.

En este horizonte sediento

Que gotean murciélagos de humo

y ventanas al opaco punto

ese que te busco cuando noche llama

floreciendo al viento mis simientes

de piel y verso mi infinito ciego

clamando llorar el cielo

mis anhelos encendidas

en tallos de germinada realidad

sin abismos difusos retorcidas

sin más suplicio que mi dulce tormento

ese de mantener vivo mi verso

de amor preso, de tu luz mi canto

mi estrella apagada que brillas

por mi Dios padre Sol.



El Castellano



Piel y verso:


Armonía la bella calma de tu voz

que hallo en verdor de floración

sin duda ni temor,

sin limpio escudero más que yo.

El tiempo y su aguja inerte

de ser invento de ilustres esclavitudes

de rutinas cicatrices

de dibujada normalidad

por bocas grises.

Avanzo hoy sin directrices

el campo de tu piel

por conquistar y clavar

mi caléndula bandera.

Por coraza mi pecho

con el corazón más fuerte

que el hombre vio.

Conforma la sangre

y tinta de éste poeta,

escriba del viento,

que solo habla silencios

de Dioses y humores

de sus venas razones,

de su alma sentires plausibles

en gesto y beso

por la armonía conquistada

de ser entero pleno,

disonante al defecto,

lleno a la virtud certero

de mi recta labor.

Amarte libre de maldad

ni interés que no sea alegrarte,

mi bella, mi amada Escarlata.



El Castellano y Lañan-Sidhe


Llórame la noche:


Cauce sanguíneo de mi bandera,

por plasmar oros en tierra,

veo poblar mi quimera

de sal y arena.

Playa en regazos

de tus bellas piernas.

Amamantada sirena

al son de mi saliva verdadera.

Letras que aglutinan

el sentido inerte de la sierra

y sus piedras en vena.

De arterias de hierro va mi río

con destino lento

Surcando tu naipe de mujer,

congelada, derretida

en arrullos de mi pecho.

Pude ser hoy sin darme cuenta

el día más feliz que yo viví

porque yo estuve junto a ti.

Hoy aquí mañana allí,

tú tejes mi devenir

en el sino del destino

como hoja al viento

me siento.

Amor de día,

amor de noche

para besarte yo sin derroche

estallando el azabache

sí ese, el que llora la noche

sonando grillos feroces

y nacen las mandíbulas

de larvas carnívoras.

Futuras luciérnagas

de nuestros albores

crepitando nuestras ilusiones.


El Castellano y Lañan-Sidhe


Yo el Sol:


Arde mi interior,

fuego azul sin compasión

al clamada encontrado amor,

por deslumbrar vides quimeras de sí,

presas de su sombra que les lleva.

Guerra al respaldado albor

por ser único sin condición,

muy sencillo de que escribo

o hablo con las manos

mis palabras son mejores

que el injertada silencio

en estáticos límites

de enarboladas espirales

por visualizar

al cerrar mis ojos de grillo,

lunáticos de ellos mismos

con su marea oceánica en brillo,

iridiscente al complaciente beso

de unos labios sedientos

en caos febril de pasión

enamorado caracol

avanza sin permiso

ni final

tu lengua sin acabar

resguardes oníricos del ser

con razón y hábil tenaza

de bondad y coraza

mas su premisa:

-Levantarme cada mañana

habiendo hecho algo mejor que ayer

porque uno es lo que hace

si soy también lo que siento

aparte de Dios de mí mismo como el sol

soy tu eterno acompañante

porque del amor que por ti siento me envuelvo

Escarlata mía.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Tornasol:


Resoplo en el borde del papel,

abre en recordatorio el dicho

de por amor libre soy,

cuando del ser

tu ser tu cauce

apoderó hasta el sentido

no conocida

resueno en el borde de tu corazón

por haber hay honor

girada en tornasol

lago de esperanza en flor

resquicios del ayer,

consumidas,

en un vaso de agua

hoy por hoy

ni sé qué es el hoy

ni si sigo vivienda

sólo un pensamiento

me encanta sentirme contigo

todo es relativo

menos mi sentimiento de amor por ti,

que se sabe o no se sabe

y yo lo sé porque estoy enamorado

habló el humor trenzada

albor al arcoíris nuestra visión

te adoro válgame la condición

por ese nuestro cielo

encausada en flor

gimo y grito sin compasión

para certero verlo en nuestra verdad

de que no hay flor sin abeja

ni almendra sin almendro

porque creo en ti

porque vaya donde vaya

estás en mi corazón

como recuerdo al cerrar los ojos

imposible de difuminar.



El Castellano


Silencio atrincherado:


Respiro el halo de tu suspiro

en esta calma vestida de estrella

congelada, entera en el secreto

de des almas voces.

Vivienda en la eterna lucha

de agujas atemporales

en vacíos latentes

por dibujar un corazón sangrada

de palabras de humo

en resquicios de amada luz

de conocimiento interior

como precipicios desdobladas

en vértices de inacabadas trazas de tu ser

que come y me come

las venas para fundirse

en simiente de enamorado amor

luchando para florecer arterias

en rojas rosas silvestres,

una década de vida escribiendo

retorcida silencio por estas manos

que soñaron acariciar tu cuerpo

incluso antes de conocerlo

puede seguir mis pasos erróneos

y todos en esta circunstancia

de la que ya hoy me río

porque de nada me arrepiento,

acometidas fueron para conocerte,

entonces para qué quejarme

me haces feliz

y ninguna clínica de media estancia

con su condicionamiento ensartada

borrará la sonrisa de mi cara

ni tu cuadro en mi vida.


El Castellano y Lañan-Sidhe


Carcoma del sentido:


Arde en brío la lágrima de fuego

del silencio esculpida, tejida

cual flagrante realidad embestida,

de unión de des gotas de agua

en sal y arena tu vida me entró en veda

cristales de roca y el saber preso

que seguiré a tu vera

infinita esencia modelada

desde el verbo sin nombre ni apellide,

al abismo prendido, encendida

en compás de danza de sabiduría en piedra,

buscando esa tenue luz silenciosa, eterna,

flamígera.

El compás desvanece en notas

jamás marcadas

de mi lengua paseando tu vientre

infinito se llama nada

silencio se llama grito

ven, ven conmigo si el saber fue preso

tu imagen es ciega

puesto tu corazón belleza despliega

mujer de las flores silvestres

estoy contigo una vez más

y cada vez más dispuesto

a tu yerta fecunda estática sonrisa

en la eternidad que mece y sostiene

la carcoma de mi árbol

chirría, cruje, crepita, a puro, limpio

duro mordisco desvelada

de tu piel mujer urajead

velada en río de arterias y cauces

que calman mi sed

de rojos colores,

donde abren de gramas sienes

temblando vivos amaneceres

hoy que es el hoy si la condena

es condena por así verla

siempre estoy contigo muchacha

cual araña cuelgas de mi corazón ensartada.

El Castellano y Lhiannán Shee



Zorzal:


Abismos prendidos

en retinas de hielo

donde arde en albor

el hierro de mi Alba,

ascua eterna, sanguínea,

tejida de mi vida

que siempre tengo

en mi mano encendida.

Muerto el tiempo

para abandonar.

Estoy para luchar

mas puente digno

del destino dificultad es.

Avanzo mi sendero

sin franca tapia ni verja

Vea donde vea

te veo vida plena

incluso llevando estaciones

a cuestas;

De negros lirios desangradas

y su cabra rojiza masticando

al son de un sí bemol

el transparente pío

con su zorzal.

Va mi invierno para empezar

al calor de mi amada

a la helada

de un futuro que derretirá

y de sus labios brillará

abandonado ya

mi nicho temporal.

Ella que me falta

la deseo con más garra y fuerza

ese nuestro día semanal

de unión de des gotas de lluvia.

Fuerza de mi fuerza, valor

de mi valor, al fuego

arde nuestra condición

para volar en nuestros sueños

como molinillo Diente de león.


El Castellano y Lhiannán-Shee


Armada palabra:


Destino parco, negro,

opaco a tu vítreo tras luz.

Dime

si a ti estoy sujeto

mi devenir sostienes,

y meces en tu hálito

por qué no me amas

y quieres

que todo lo bueno

desate el mío existir

llega cuando mi quimera despierta,

mi infierno destapa.

Digno saber que siempre

hay alguien que está mejor que yo

y alguien que está mucho peor.

Mi meta como humano ser

es feliz ser,

apresa si hubiese maldad

deja mi bondad brillar

en orgullo y sonrisa limpia

porque es lo único que me sostiene

en este abismo invernada

por mis flores soslayado

no quiero más, tengo novia,

una amiga,. familia, tres tesoros

líbrame de esta situación arbitraria

que coarta mi libertad.

Del ser que te habla

sólo sus pensamientos

le importaron a sus actos

y sus actos a su mera vida

tanto propia como de sus tres tesoros,

dignos, plenos, llenos, añades,

veneradas, auspiciadas, completos,

versadas, endiosadas.

Dime árbol mío en qué fallé

Tu infinito me lo como hasta tejerlo

Y modelarlo correcto

para éste existir.


El Castellano y Lhiannán Shee.


Darnos brote


Escrito a ciegas, con los ojos cerrados, dejando hablar a mi subconsciente:


Er en eternidad como en un

principio que esta finí le canto

forre in ti Esla de mare

profunda esta allí espera que

le tienta próstata de venta

en quodi pragma

tersa ent

perto la flama de mundi

le anima sed libera eite

par muos que

vers tro paremo

volta tiz care

ledie flagra

le cors ti spera

ti ama tea

le come remort en du murde

in et fino cat

caeblis set infernus

oscur le soleil estrella

da mort la vida in vita en cana

la victorium per di anima libera.


El Castellano


Ruide de opacidad:


Recorre un destino, avanza en un sentido

de su ojo mejida, reverbera sonidos de humo

crujiendo la mecedera del sin sentido

se derrite el cuadro de tu vida dibujada

una palabra para tu miedo ‘‘ninguno''

el silencio chirría grillos colgadas

haciende su ruido en Sol mayor

investida estación de los difuntos

sí es verdad poetas os amo muertos

o creídas vivos ustedes,

el ciclo y su trilladle esplender

germina de la tierra en albor,

cuando cae una hoja en otoño cae la vida

amo la lucha gobernada en lluvia

de pensamientos en cigarros

y sus dragones quietos.

De vid y zarza mi humor,

de espiga y espliego mi canto

así como el romero y la carrasca avanza

el tomillo amado por el caracol

mientras el espino recuerda

que todo acto contra nuestra madre

está entramada en espinas de venganza.

Corría el otoño por la vereda y la rambla

del eterno sendero que viajaba la vida

sin amparar el silencio en el habla

el parco hálito bastó y enfundó

el caballero de su sonrisa deshojada

poblando una décima estructurada

para escribirla más engendrarla de hija

sólo la gente se encargaría de criarla dada a luz

mas del tiempo su virtud

amor sembrado en ella con honor

incluso dado en gratitud

a la madre de todo

ya que la centella Escarlata fue primero a la estrella

como buena ciencia se colmaba de sabiduría

sin saber dejarla ni emplearla

la persona que me lleva si supiera escribir un poema

probablemente no lo haría

con lo puesto eterno aprendiz es

mas sin saberlo ella su amor es

y sabiéndolo aún le gusta más

para no abandonar jamás.


El Castellano y Lhiannán Shee



A la centella Escarlata

Fuego brota de ojos altivos

desvanecidos en boca de bruma gris

caídos los años la batalla va

por arrasar sangres de estampados

violetas ausentes para el río

de ánimas desangradas

va este carro descarrilado

en tren de abismos insospechadas

sexo y dinero como alpiste

de madre del pájaro

y tus guerreros vueltos

papel y polvo caídos los años,

en la centella Escarlata me vuelve a llamar

congelada amada jamás desvanecida

sujeta a la crueldad de su código de barras

celda de su ser si acaso edad fuese impedimento

el alma mía no entiende de siglos

quiero ir contigo centella Escarlata si ven me dices

sólo silencio es cruel invento quien te diera color y voz

cuál ángel abanderado capataz de tu huerto de sombras

y saetas de notas hoy no estrellas que lo mío es para siempre

madre de todo yo guerrero de la luz investido

sin locura carcomida digno arte de admirarte

yo me conformo con mi destino y camino

si no superé tu prueba dame un guiño

y flotaré en tu negra ala de colmada belleza

que como sabes diriges al abismo de las almas por escalar

nada quiero, nada deseo, todo lo tengo

contigo mi Escarlata


El Castellano




Pupila de tierra:


Fulgor ausente brilladle

cruel de su suplicio inventado

ángeles discuten cuál la bella amada

estrelladles en estrellas resultaron

mi Alba fue para la más bella a mis ojos

tranquilidad querían y eso dey a raudal

tenue, tibio, veloz, displicente, nacarada

de mis ojos labrado

voy arrastrando la apisonadora

que es mi circunstancia

mi vida al fin y al cabo de Siniestre

flores debaten si abeja o abejorro

les tocó el conjunto en uno

consenso realidad me convence a mí

de la línea del estado mental

y su fecha de caducidad en la lata de sardinas

esa que es el recipiente completo

del ser que me lleva

llueven corazones espinadas en agujas silentes.

Suplicios de mi sombra amada, llena

de su admirador que le lleva

que le trae flores de cardos de las damas

en nuestro cuento llamado realidad

Tejida desde araño destino enfundado.

Te amo.


El Castellano y Lhiannán Shee


Retina Escarlata:


Es la hora, tráeme la luz

la luna a esta noche investida

de cal y cristales de hueso

resplandor fulgurada

ansían mis labios en estruendo

llamadas

nosotros perdemos el control

al final de los días mi pálpito

llama a tu pálpito

fotografía tuya

sí en mi pupila

tráeme la línea del horizonte

GRACIAS a esta retina cansada

mi vista es y pude alcanzar

todos los brillos terrestres

plantas, animales, vida, muerte,

en la centella Escarlata madre de todo

te vuelvo a llamar porque noche

está llamando

noche me llama una vez más

para traer a mis ojos tu sonrisa

de que estás conmigo

otra vez más

si admirarte es para siempre

tuyo soy.

Fotografía de ti

solo tu vida entrando a la mía

con tu sentir de centella Escarlata

como es y fue

sin conocerte te esperaba.


El Castellano


Bruma roja


Por tu caricia

rebosan las fuentes

en rojos colores

y la tierra brota sangre

mi amada

puede escuchar de tus labios

el sonido de una palabra

sin tú hablar

la ausencia fue habitada

y dejó de ser vacío

para llenarse con tu aliento

senderos me llevan a verte

como de la primavera el ababol

en compañía de la verde espiga

voy a tu vera sin salida

porque todo me lleva

a complacerte

investida locura de amarte

mi bella Escarlata

lucha, esfuerzo,

todo depende de mí

por mantener tu lumbre

y afecto encendidas,

el destino no lo gobierno

con lo puesto

y frustración no apuesto

porque nada es para siempre

hoy te tengo,

hoy te disfruto

de futuro no me hables amor

ni lo pienso

sólo veo tu caricia

y hálito de vida junto a la mía

mañana...

habrá que preguntarle

a la lombriz boca gris jajá

igual acierta mi devenir de Cuervo.


El Castellano


Ilusiones quemadas en papeles con tinta,

con los sonidos sordez de un eco de imágenes

el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.

Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,

la mente ciega las observa con su pensamiento claro

sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.

Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,

un secreto en un gesto que su mirada grita.

El despiste que convierte en ofensa el fallo;

Un sentimiento distante que próxima te quiere.

El tiempo que tarda en decir adiós al por qué gana,


ahora llora la almohada al viento que no dijo nada. 


El Castellano



Podando recuerdes para volver a amarte,

dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte

aquella mi rosa que llama al frío pero resiste

cantando a la víspera del invierno triste.

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;

gota de rocío que se evapora con el sol en su visita

y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,

para encontrarse con él te quiero el beso que alegra.

El fuego del deseo se hacía con su compañía,

con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;

De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo

de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños

un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdes;

solos en el encerrado mar del amor no demostrado

su amor quiso ser fuerte y no caer olvidada.



El Castellano



Pensamientos negros:


Te sentí amor y por querer pensarte

la realidad silenció mis latidos;

Aquella flor que llamada amor

ninguna más bonita pude ocupar su lugar.


Entre la tenue luz de luna que me abrigaba

abrí la puerta que me condujo al campo

de negros lirios por el camino de ida sin regreso;

La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;


donde la luz que me daba calor era ausente,

tras de sí un sendero agrietada por el que fluía

el río de las flores desangradas;

Hacían ellas mi último aliento,

un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,

cesó aquel si bemol.


El Castellano




Plubia amôris


Plubia cordis, ardentissime cupere amirís

stupóris, dêsíderium, sempiternusa laetitia.

Diês, carpentum, accrêvî calôris.

Colôris, vita, venerâvî canôris.


Laetitia exspectâre, cupitum nostra.

Ostendi âlae, festînâvî blanditia.

Cropinquus, somnus, versus, littera.

Prôfêcî imus, creâvî blandus.


Bâsium dulcis, aqua pûrus.

Sânô anima, fidus fruor.

Cupidus somnus, flagrô metaphora,

suspirium natura, amâvî ferventis.

Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.

Volui pûrus, sôlus cordis.

Callis unus, sentido sensisensum.

Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.

Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.


El Castellano


Lluvia amor


Lluvia corazón, suspira por ti amor

estupor, deseo, eterna alegría.

Día, noche, crece calor.

Color, vida, venerada sinfonía.


Alegría soñada, deseada nuestra.

Muestra alas, acelera caricia.

Cercanía, sueño, verso, letra.

Entra profunde, crea sonrisa.



Beso dulce, agua pura.

Cura alma, sinceridad uso.

Deseoso sueño, arde metáfora

suspira esencia, amando fogoso.


Distancia decreta olvide de razón.

Querer puro, solo corazón.

Vía una(vida mía), sentir.

Hermosa compañía, contentarse primavera.

Fuego, complaciendo instinto hermoso.



Miguel Esteban Martínez García


Perdida en un tiempo que nunca fue mío 

en el devaneo de la aguja de reloj maldito 

en el segunde que cae efímero 

en la retina del despierto 

en la lengua del suspiro 

en aquel marco del destino 

que dibuja el sueño mutilada 

de la hoja de otoño envestida 

una hoguera que no termina suspendida 

en el espacio siendo cuerpo 

de mi adentro 

sus fantasmas por eco 

en la habitación asesina 

de mandes torcidas 

y en requiebro 

donde nada cuenta el minuto 

y la hora cuelga 

en la cortina 

para ser cada noche 

la misma pesadilla 

en la vela llamando 

en el alambre 

que chirría de gatos en tejados 

y lunas colgadas 

sin descanso 

en aquel piropo 

nunca pronunciado 

en aquel beso 

que fue humo hoy 

te encuentro 

y te desvanezco 

serás artificio olvidada 

serás tiempo olvidada 

hoy te estampo el reloj 

en las paredes rojas 

de este cuerpo 

que nunca fue tuyo 

ni tuviste en tus agujas 

mi tiempo es mío 

y yo elijo cuándo y cómo 

este es mi tiempo 

y no tiemblo sin muerte, 

sin olvide sin viento gris, 

ni cielos sangradas de palabras bebidas, 

hielo de este fuego 

en la luz que marca la velocidad 

del ojo en la eternidad 

que vengo 

tu aliento queda difuminada 

donde no existes 

porque nadie te contará el latido 

ni es tarde ni pronto 

para deslizarse, 

mi mundo y este tormento seco 

de tu invento, 

donde solo contaré las lunas a tu lado 

hasta que mis ojos cansadas 

digan viviste 

y por siempre fuiste.


El Castellano


Renuevo el latido

trenzada en tu mirar

enamorado suspiro

prendido del viento del sentido

arde el cáliz en tu ilusión que beso

pétalo tras pétalo tu boca siento

enamorado corazón

te habla del gemido

del sentido clavado en tu ombligo

de mi lengua encontrando tu nido

zarzas crecidas ardiendo

en un tiempo que no fue mío

rosa de rosal

de espina vestida en tu piel

desvelada tu mariposa tersa de seda

me quiebra me abre el fuego

y mi hoguera quema tu solana

donde vivir trenzada de tu pelo

siendo caracola de tu adentro

te amo en el suspiro que corre veloz

en mi punto sin retorno

donde mi reino tiembla en tu camino

ilusionada donde tu piel y la mía

se vuelven semilla

para germinar juntos

en el diablo de nuestra partida

beso tras beso te hago letra de sal y arena

te susurro la canción en el oído

bebo de tu gineceo

te creo el río dentro

broto mi sangre de savia en tu oasis de deseo

te muerde lento

me apodero de tu silencio

despierto el grillo

y le canto a la luna de tu cielo,

tiemblo en tu mundo

que se vuelve mío

de alaridas me cazo el sonido

parpadeo la estrella

para encontrar tu pupila en la mía

siempre unida

pestaña de tu pestaña que me mira

siembro mi caricia para volver vergel

tu cuerpo de alambre forjada

de tu surco embestida

del latido que nos deshace

cada verso de palabra y verso

de mariposa llegando a tu oreja

tu lienzo lo quiero acampada en mi arteria

volteada en cada agua de mi adentro

embravecida para resistir

cada embiste de grito y tiempo asesino

para ser el más grande en tu vida

el que conquistó tu abismo e infierno

a lanza garra y letra

te decreto que hemos vencida

que somos uno en la eternidad

que nuestra boca tiene paraíso de miel y seda

que nuestro cuerpo germinó en todas las flores

que el amor viste

que el color llenó nuestro amor

que miremos donde miremos

nos vemos juntos sin temor

que duela el mundo, la gente, la envidia y el temor

si no entiende nuestro amor

porque nos amamos de corazón

piel con piel somos flor

muerte a dudar de la duda

se siente aun silente y grande

el alma no miente

siempre y para siempre

contigo a esperar mi dulce muerte.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Y las amapolas lloran en su sangre

la estrella que fue ella,

el cielo gris se apiadó triste,

a los cielos subió una rosa

volviéndolos color,

pétalos de su piel serena,

nació para sembrar su aliento en la tierra,

para ser recordada en cada alma

de su vida pasajera,

por eso todos sabemos que no se fue,

en cada gota de rocío

en cada susurro de viento,

en cada latido de frío yerto,

su nombre surcará el recuerde,

cicutas tristes enraizaron

búhos ulularon,

mariposas nocturnas llegaron,

la noche cantó el silencio

para verter la ultima luna vuelta sempiterna,

cada canto se escuchó para recordarla,

cada letra tiñó el viento en color,

sus pasiones las vivió el sol,

clavó la ternura en las pupilas,

un alma sencilla, un alma en dicha,

sé que muchos no entienden

un devenir que arrebata el latido,

como una flor se seca dejando semillas,

así te esperamos muchos,

que renazcas de tu semilla,

que encuentres tu nueva vida,

para decirte que fuiste alegría,

no te dejo un poema triste,

te dejo unas letras para complacerte,

quizás para sentir no se necesitan versos,

ni el cielo solo es azul,

porque para tus ojos

cada palabra tenía corazón,

y cada planta sentía

como una vida en color,

como tu vida fue hermosa

y nos enraizaste a todos el corazón.


El Castellano y Leannán-Sídhe


Resbala el frío en la ventana,

el aliento te besó en la mañana,

niebla dibujó un corazón espinada

que te llamaba ilusionada,

el parpadeo trenzó la lagrima salada,

abriste tus alas y hoy eres mi hada

la calma sangró flores

todos tus parajes me saben verdes,

el silencio habló del latido

que caía entre lo vivido

en las hojas de otoño entre la hierba.

latido constante, clavado en tu mirar,

caer y despertar en el incesante sueño,

de compañía a tus efímeras y angeladas

alas de tu eterna alma.

En sinfonía plena con mi sentir,

plausible en verso y gesto

que arde en tu corazón de fuego.

Aviva el recuerde creando presente

de este soñador despierto,

para volver a anhelarte mi Alba eterno.

Susurro del viento trayendo tu brisa

a mi sentido despierto cuando te veo.

latidos al compás de tu sentimiento,

viendo la vida en colores,

desde que mi pensamiento invades.

Y vivo colgada en tu pestañeo,

para ser el poeta de tus ojos,

sencillos y tiernos, vivos y aceitunadas,

y corre mi vida por tu cauce.

donde el río creado,

fueron mis lágrimas de felicidad,

de sentirme amado.

Soy sólo lo que tus ojos

dictaron para tu corazón.

Soy sombra, reflejo y luz sin otra razón.

Soy verdad, ilusión, camino y mentira,

soy amor.

Soy tantas cosas, pero para ti

lo que sólo tú quieras.

Deseo de nuestras almas risueñas.

Pasión de espíritu que sujetas,

sólo tú eres vida para el telar de mis letras.

Surges como viento, despertando el dragón

iluso y generoso, cálida y tierno,

del interior de mi sentimiento.

Sangra versos humeantes para ti.

Sueño angelada de amor sencillo y entregado.

Y te recuerde con este beso a tu imagen

que camina bajo la farola iluminando el ayer.

Mi palpitar por el hilo del sentimiento sostienes.

Y caí y me enredé en tus caricias,

reales o escritas para sentir que sólo soy

lo que tus ojos y corazón,

marquen para ti,

esperando algo más que un beso ser.

Vida mía que acaricias la sinfonía,

acaricio tu pelo

siendo la noche de mi sueño,

la noche habla de tu tiempo rizada

de tu cuerpo sentido

en la sábana que templaba nuestra mirada,

quiero ser suspiro espina de este viento enardecido,

río en tu piel que te bebo hoy como ayer,

sonrisa iluminando el alba de tus encantos

despiertos mis ardides sentidos

hemos emborrachada de color los sentimientos,

avanzamos cada campo a perdernos,

sígueme, imagíname adentrándome en ti,

enraizando tu piel de primavera

volviéndote mi vida entera

acampando la locura despierta.

Siento que te siento

y a tu lado permanezco,

veo que te tengo que dentro amaneces mi sol de invierno,

hoy la amapola canta se viste en fuego,

la habitación retembla en eco

cada recuerde que se vierte entre sombras,

el abrazo encuentra los pliegues del alarido,

allí donde se juntan nuestras bocas

y manan las estrellas,

astros soslayadas en cada palpo de las retinas

donde tu cortina cae en las pupilas del desvelo,

tentando tu cuerpo velando cada pétalo,

descubriéndote un mundo para sentir,

una copa de sangre para vencer

cada abismo derretida,

cada hielo erguida en la montaña del olvide,

cada malva silbada en tus nubes de labios,

ven, ven conmigo perdamos la decencia a solas,

seamos baile y fuego,

seamos sólo pasión prendida

ilusión bebida luna y sol sin medida

cura que cierra la herida,

melodía de caricia y cosquilla,

suspiro bravo que quema el tiempo

y volvernos un ovillo de fuego.



El Castellano y Leannán-Sídhe


Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,

pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.

Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.

Mas los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.

Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,

tú, de color líquido, solo templada con miradas intermitentes ,

por el tiempo de espera angosto.

El murciélago baila con el colchón de tu luz,

rasgando sombras,

para reposar siendo una más.

Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,

por qué te siento incluso estando solo.

flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;

artificie luzca.

Lucero de ciudad,

rompiendo la obscuridad.

La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,

recuerda que tus ojos tienen sangre

recuerda el viento que aúlla mi nombre

recuerda la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas

recuerda que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto

que pactamos con el hielo la vuelta del invierno,

recuerda cada latido de centella Escarlata que llama a tus venas de humo

recuérdame en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo,

recuerda que vivo para ti donde voz a la soledad asesina,

la flor vive soñando que fue mariposa y abeja,

vive durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar


y enamorarse del sol,

clávame estas nubes de sangre en el hierro de mi destino,

se me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo,

solo tú me sientes en este camino que no lleva retorno

solo espiral anhelada de renacer

el tiempo ya no nos puede sostener

camino buscando el frío en este calor que quema el alarido,

te encontré perdida hoy vives un amor que sientes soplándote al oído,

en la puerta del infierno caída,

te casaste con la luna que reinaba en tu corazón,

al viento le diste voz,

a la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer,

le diste ojos a la sombra para mirar,

la espina caía herida, la caricia retornó a las polillas,

la vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado

solo encontrarás que seguiré a tu lado

aguardando tu otoño y la caída de tus hojas,

esperando que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron,

encontrarás esta sed del cielo en cada silencio muerto,

en cada raíz que grita en su tierra

toma de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra,

tú todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves.



El Castellano y Leannán-Sídhe



Fuiste rocío, lágrima de flor

que me caía las avenidas del corazón

eres flor que enraizó

en las soledades y centella Escarlatas de mi alma,

pétalos deshojadas

en la luna de tu sonrisa

que vertía su vergel de hielo,

mi cuerda de violín que afilaba la sinfonía

de nuestras estrellas bebidas

fuiste pozo donde bebí la esencia

vuelo tras vuelo en el que abrazarnos

y caminar juntos

sueños explotadas en la lengua del deseo,

hoy las cortinas descansan de su lecho de espinas

hoy redes me atrapan la serenata de tus desde

tus palabras de vino me sangraron la amapola

mi cielo tiñó de alba con tus labios

viérteme el suspiro de nácar

acampa mi niebla de espíritu que sujetas

hagamos temblar el silencio

hasta encontrar su idioma oculto

ese que nos trepa la espalda

flores de piel abriendo al rayo de sol

cielo de color que abre nuestro clamor

enredadas en el viento que nos aúlla el corazón;

piel de tu piel que ande a encontrarte el placer

luna de este cielo enardecido

que clava su plata en el vidrio de los ojos extraños

árboles que cuentan sus hojas de unión

en las redes del destino te beso

hasta volvernos fuentes

mi puente del olvide cae derrumbada

mi afluente rebosa de amor sentido

el río de gotas en sus almas

te cuenta mi secreto

como estas hojas al viento

te tararean mi sentimiento,

ven, ven conmigo bebe mi camino

túmbate en mis juncos

cántame la vuelta de mi cielo

derríteme la escarcha

asesina este color gris que anidó mi firmamento,

encuéntrame las fuerzas despiertas

para crearte de flores el reino,

para volar en nuestras alas de corazón

y surcar abismos

a vivir en la gota que moja la felicidad

de unión de des,

de latencia de esta semilla que nos brotó la sangre,

eternidad de la espina y la rosa

alegría de la flor y el insecto que la besa,

latidos sin olvide.

Sueños con nuestro abrigo,

caricias que nos dibujan

que nos arañan las ganas

hoy me hago poema sin importar la letra

derrito mi hielo esperando ser río de tu desvelo,

esperando ser el primero

en sembrar tu locura del latido

tu fuego desbocada en cada surco

del corazón enamorado.


El Castellano y Leannán-Sídhe




Recuerdes que llaman a un presente,

de zarzas de tu piel

con las que pincharse y enamorarse,

de besos en la espina del demonio

y nubes de calma dulce de ángel

sángrame las palabras bonitas

viento del sentimiento áspero florecida,

tersa de seda camino tu camino

despertando en tu templo de azúcar,

cabalgando tu incesante ilusión bebida,

hoy me encuentro clavo a clavo

con mi sueño que sembré en tu lengua,

escalo tus montañas

esperando encontrar el tesoro que arde,

que late en tu bosque de corazón,

escucho las voces de mi mundo torcida,

te encuentro las alas,

te alimento las mariposas,

hoy te quiebro el silencio

en el blanco cuarzo de esta distancia

que sintoniza que llora flores de niebla y humedad,

me crecen las cuerdas,

mis pozos se llenaron con tu saliva,

aquel invierno que te tuve en mis brazos,

esperanzas nos llaman a sembrar el nuevo año,

deshacer los siglos que nos juntaron,

quiero encadenar a la dificultad

en los grilletes del olvide,

hacer luz en cada centella Escarlata que tienta nuestra llama,

quiero desangrar estas rosas de sangre

y escribir el te amo a sangre y fuego,

acariciar tu pelo sentirlo entre mis desde,

reinar tus pájaros y suspiros,

prender fuego a tu reino con mi cuerpo,

tenerte un poema en cada rama de viento,

tanto quisiera vida que solo te quiero a ti,

mi dulce sinfonía,

mi flor de cada caricia,

rocío de tu alma proscrita

lágrima que camina

en cada tambor de mi tierra

en cada arteria de mi voz que te encuentra,

mato el dolor con mi palabra de corazón

esta noche te canta mi pasión,

flor con flor semilla de tu amor,

agua de tu boca para vivir

quiero ser araña que te araña

esta noche invernada,

despertar nuestro sueño que reines luna mi cielo,

quiero beber de tu cuello,

derretirme en tus ojos de hielo,

mandar al cuerno todo intruso de nuestro desvelo,

abrigarte la noche fría

ser tu sol cada día,

renacer en cada semilla perdida

que nos brotó el aliento

en des almas unidas en la eternidad del beso.


El Castellano y Leannán-Sidhe

12107094_147587495591622_7995218436103239249_El código del Guerrero ¬


Resplandece la hoja quieta

rama de pasión bebida,

flor de silencio enardecida

mi luna sedienta de plata

que estos sueños míos cabalga,

bésame ahora enraíza tu caricia

en esta piel sentida,

siento tu calor de este cielo que me cuelga,

nota tras nota tu pestaña revelada,

acámpame el latido

píntame un bosque para perdernos,

tus flores de piel quiero morder,

gruta de mis sentidos despiertos,

que te devoran al unísono,

mi sombra violeta tiéntame la noche

que mi cuerpo descansa contigo,

abre tu luz en esta alma sin dolor,

quiébrame el frío que me llena el aliento,

fluye mi río destinada a vivir en el clamor,

de tu boca su primor,

estas nubes mías llueven tu pasión,

lumbre quieta llama de este corazón

que se revela a vivir de tus latidos,

caudal de mi lengua que te destapa,

me vuelvo tu gota gemela,

en este tiempo que te desempeña

mi flor de canela,

mi sangre que desvelas te anhela,

te muerde en la sábana

que no descansa

a cada centella Escarlata que nuestra luna alcanza

para hacernos un lecho de flores,

para vivir en el incesante anhelo

de amor sencillo embrujada entregada,

piedra mía leona de mi destino

tu presente se hizo regalo bello

mátame estas ganas de tenerte,

ven espero comerte,

ámame en este tiempo que se desdibuja nuestro,

suspiro de mi suspiro piel con piel al abrigo,

cada luna que me vuelves Dante

castellano de tu castillo,

duende de tu cueva,

fiel amante de tu montaña de placer,

Dios mío eres roca,

bendecida mi camino queda llenar de mi sangre

este viento donde anida mi sentimiento,

surcar tu pelo negro,

cuando me miras se me para el reloj

para vivir en tus ojos aroma de roble,

aliento sembrado en cada tierra que me surca,

donde espero cada primavera

que abra la flor en el corazón,

flor de mi noche,

espina de mi vida

que muero si me la quitan,

soy tu abrojo campestre

soy tu flor de espino amarillo,

eres mi helecho tierno vuelto bosque de mi interior,

eres suerte mía que te goza,

labro tu piel de arcilla

para modelarte la cosquilla,

cavo mi fosa para verter recuerdes,

desierto embalse subterráneo donde quedé atrapada,

comiendo cada flor que aún no te he regalada,

en este pozo de infiernos de flores desangradas,

tus amores caen conquistadas,

tu boca se presta de fuente de mi vida

halagada sonrisa, tierna que me confiesa

perlas y granates,

te trepo como lagartija de fuego,

y vuelvo a devorar mi dulce tormento,

soledad mía que asesinas

te asientas brillante

que mi alma vives robando,

mas si no te encuentro,

si no te veo, si no te bebo,

mi día es tormento,

por ti vivienda soñando

amando el momento eterno a ti abrazada.


El Castellano y Leannán-Sídhe



Jamás mil máquinas podrán hacer una flor


Quién fuera sombra para acompañarte

el día y cada día durmiendo de noche contigo,

quién fuera viento para acariciarte

hasta el recuerde,

y mi alegría hoy descansa en tu pelo,

palabras al tiempo que nunca fue mío

pero hoy quiero hacerme poema en tu boca,

ser mensaje en una botella

que renació a flote en el lago de mi esperanza

tu nombre con el mío escrito,

iridiscente beso en el ocaso

que tarareó flores de tu piel inverna,

sangre de mi sangre que hierve.

Te vi detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.

En el suspiro de amor que corre y descansa

entre la inmensidad de un parpadeo.

Eres fuego en el agua,

eres luz en la noche,

calor en mi alma de hielo,

amor en mi mundo de ilusiones en viento,

ilusiones traídas al presenta

Como la niebla que trajo la brisa

de tus iridiscentes palabras

llevándome al abrir mis ojos al mundo

de sueños sin vivir, de sentimientos

solo para ti. Experiencias para compartir,

Si el cielo se cierra,

miraré tus ojos para tener mi cielo,

mi corazón te dirá

que seguiré a tu vera.

Si mis ojos se cierran

quiero tenerte cerca

y, coger tu mano,

sentir que no eres

un sueño que perdí.

Si despierto te vivo,

soñando te sigo amando.

Cogienda cada estrella

en una letra para ti, tú la más bella.

Y el firmamento se cierra

sin tu mirada tierna.

Mi deseo y mi motivo para acariciarte.

Pasarán lunas pasarán soles,

y el sueño volverá,

con cada latido tuyo.

No te dejo una flor, te dejo las semillas,

los frutos de este amor.

Porque en mi jardín sembraste,

tu belleza y bondad.

Porque me llenas de verdad.

Puede describirte como mi vida giró a mejor,

con tu sonrisa clavada en mi mirar,

pupila tuya que mira mi caminar

como un mundo sin sentir no lo quiero,

cierro mis ojos y dentro te veo

de tus pestañas me suenan las campanas

para tu parpadeo susurrarte el beso

segunde que me corre transverso

de este azul que nos bebe las caricias

jamás mil máquinas podrán hacer una flor

y en el latido quedó cada siembra de tu amor

hoy te canto sin dolor

que te quiero ver en todo lo bello

que cruza mi firmamento

coger tu mano caminar infiernos

surcar cada bosque a perdernos

que después del invierno quiero verte venir

a florecer mi alma y aliento

sin sentido no estar a tu vera

y volver a sentir contigo,

estar en eterna primavera.

Matar mi pena con una flecha de tu lengua

hoy cabalgando el viento de tu voz

quiero despertar en ti nuestra pasión,

lunas ciegas y violetas colgantes

de cielos fluorescentes

quiero clavar al cielo un latido

quiero despojarme de sombras y gritos

que muerden mi pasado

quiero caminar tu piel como babosa

a encontrar tu mata hermosa,

quiebro el tiempo que nos sintió

rosas azules arden en horizontes perdidos

flores de sangre gotean esencia de tu belleza

mirada tierna y angelada

sonrisa que me tiembla el deseo ardiendo

de cocinar a lumbre de mi rama

con tu estufita ardiendo,

muero por un beso,

muero por perderme en tu pelo como murciélago,

condena de tu pestañeo

que me dejó ver que yo vivía

en tus fogones de ojos marrones,

mi luna dame tu luz siempre

nunca se apagará tu imagen en mi mente,

eso siento cada tiempo que bebo tu cuerpo

llenar mis flores de sangre

y reventar al viento el amor que llevo dentro.


El Castellano y Leannán-Sidhe


Tallo prendido del calor de tu amor,

destello violáceo del astro bebida,

hilo que mece la zarzamora de mi destino,

nube que nuestro invierno desvanece

en el latido del violín sin tiempo,

en el baúl de tu recuerde

con tu pétalo despierto

con el beso a aquel cielo descuelgo

camino tu río de sabores

las dunas de tus piernas se pierden en arena

gime el segunde y el tiempo cae sordo

noche que los minutos se hacen testigo

de tus cielos bellos,

de tus ojos de luna limando mi escarcha,

a las tuyas que me acechan la templanza,

el matojo reposa su cruel silencio

el hierro tiempla la espada,

la fuerza se vuelve sombra eterna,

alma de voz eternamente enamorada

sus estrellas cantan

la dama se vuelve blanca dama de noche

sus semillas me cuelgan los nervios

en las arterias enardecidas que me surcas,

vid de mi vida a veinticuatro flores de sangre,

mi tierra olvidada niebla

camina nuestros transeúntes

riega tu solana de canela

y tu lengua me tienta.

Suave recorro tus labios de rosa,

quemo la azúcar enraizó tu piel de arena,

te lucen las estrellas y gatos nos acampan el alma,

tiembla mi rama te descubre lo perplejo

y de tu campo como el silencio

me vuelvo grillo de tu pelo,

ojos en tus ojos de olivo,

mi vida que me acaricias la viveza

acechando mi hora quieta

te hago un vestido a caricias,

nuestro bosque reverbera lo oculto y sentido

así el idioma cae en las pestañas del silbido,

blanca dama mía ámame ahora

que el tiempo no es mío

que mi suspiro solo es suspiro si te miro,

sángrame los espejos con lluvia carmín del recuerde,

perdamos los bosquejos

entre yedras que nos escalan los cuerpos

vueltos ovillos de fuego,

raspa el cielo fluorescente mi murciélago

que encuentra la polilla de tu cuello,

a cada luna que te espero entera,

a cada sombra que te tiembla,

cada parpadeo que descubro nuestro encuentro,

en ese árbol está mi aliento de agua

en esa piedra reposa mi fuego

en esa montaña vive mi sentimiento,

por las hojas al viento

habla nuestro secreto,

en cada latido de aliento que te pienso,

en cada distancia vuelta océano de tus mares,

vuelta pena de mora,

tejen mis notas de tormenta

mi humor llevado en las sangres del río,

amarte como si la noche fueras tú,

mi bella reina.


El Castellano y Leannán-Sídhe



Rayo crepitante explosivo

fulgor de su centella

ondulante su péndulo acecha.

Aullido a la natura,

Cernunnos se levanta,

Candamos trae lluvia,

ventiscas y centellas de la montaña

y tira de la manta,

cansado,

de tanto desertor y ofensas,

Airón del subsuelo

retembla y rebullen

las veinticuatro fuentes de diablo,

la sangre emana

cual nana silente

del caldero de Dada,

las Shee cuidando cada arroyo están,

del interior del gran bosque

de las sombras

nació la flor eterna

que sus simientes

este duende pidió a la flor,

bésame como besan las nubes,

ámame y tendrás tu recompensa,

así fue y la flor se transformó

en el hada Lhiannán

que le entregó nueve semillas

que en su montaña sembró el duende

aquella glaciación de su amor

cada cierto tiempo

su hada Leannán-sídhe que besó fue a visitarle,

hasta que juntos vivieron en compañía

de sus nueve flores eternas.



Dragón verde cobre y Lhiannán Shee



Soplo de mi viento adorada,

amado,

en el estruendo del albor,

soledad amada

hasta el infinito

quién compatible con mi ser,

ni demonio bienaventurada

me quede con alimentar al arte

y amar la belleza

déjate amar maldita tu estampa

porque no hay ser viviente

que ame mis gustos

y estoy empezando a vivir

de la niebla de la montaña

la gesta es gota de raíz

de Europa Goda sin sentirme

ni esclavo ni ver todo negro,

al afluente de mi raíz

ni valle de lágrimas mías

por doquier,

más feliz que lombriz

trabajando en su tierra

tienes mucho que dar

para el amor

pues vamos allá con el imaginario:

mi te amo

es fidelidad de ciprés

pero ya muerta estás,

mi resurrección

viene del odio del dragón

de la sonrisa al llanto sin albor

en mi devenir de pasión

equilibrio sin más razón

para qué odiar

mejor alimentar al mal,

te vi te mordí y al tiempo me arrepentí,

pero aquí estoy para la lucha

el amor ni se gana ni se obtiene,

se conquista,

no tiene dueño

sólo de mortales

sentimiento de atracción

por el polo opuesto

quién como yo, un cabrón

que prefiere el arte a la infiel.

Tenue destello en el albor

de tu canto

a mordeduras de tu piel

me voy alzando adentrándome

para reposar contigo

siendo una sombra más,

y como mi antiguo dicho

noche está llamando,

noche llama,

noche moviendo su tranquilo velo está,

llama una vez más

para sentir que a mi lado estás

y aquí no hay vuelta atrás

así sólo yo te vea,

me basta cura de mi soledad

para amarte a ti sin cesar

en esta existencia

el demonio ocupó su lugar

merecido en el cielo,

y como siempre mi dicho,

como es arriba es abajo,

mas el único pacto fue vivir

y me lo cumplió al cuerno con este mundo

porque yo a él no pertenezco, paz' qué,

ya estamos muertos en la conciencia del Creador.


Dragón verde cobre y Leannán-Rhode


Siempre dije que un te amo

no vale por bravo

ni dueño acaso

tuviera o tuviese

por común y genérica

boca de su destino informe,

pero de silente

rojo hierro de la roja rosa,

seca y oxidada,

adepta la sombra

latente y subyacente

que tu alma alumbre.


Ni que alma

de corazón del mundo

fuese el te amo,

ese fue su pasado,

de nuestra piel Pancracio

y honorario del ladrón,

mas su horario yermo está ya

en la boca del dragón.

Roció degrade desliz

por la flor feliz

al alba su delicada ruego

de fuego del cielo,

porque aquí ya sólo encontrarás silencio

y el amado no aprecio

que es el mejor desprecio

vaya mundo el nuestro,

ámame sin condición,

ni manzano, ni parra, ni vid

da mejor beso nuestro.

Te alcanzo con lágrima una estrella,

con tu caricia de alma su sinfonía


traída a su día a día

en cada respiro irnos

de bello sentir de la lumen

en cada destello

que acaricia la luna.

mas lunático el que viene de la luna,

te amo sin tiempo ni espacio

Mas ni mil botellas le empañan.

Nada quiero nada deseo

quien dice no otorga

te quiero y deseo a ti

divino arte del aprecio.

Cómo toda hiedra es

ni que fuera adelfa,

te amo solead.

Déjate alumbrar por mi brillo,

te bajo el firmamento

de los astros,

que son santos.


Dragón verde cobre y Leannán-Sídhe


El Castellano


Blándeme en mitad de la mar,

entre el pinar excelso

de mi soliloquio

Llegada ese día que oportunidad tenga

de entablarme con vuestro Dios.

Yerto, famélico roble así

como ciprés considerando

su Sol muerto. YO,

buscando entre bruma

ese ajeno Dios

entre tardes y días

reposadas viendo su creación

inmortal desde la lluvia

a la mitad del océano

acaso siguiese...

No hay en mi ser más bondad

y bien que ser

justo con el justo

y cruel con el malvada.

Saqué mi daga de mi corazón

sombrío para clavarme

la espina del mejor amor

que la vida me pude dar

para mi pasado quemar

y que el mundo opine de mí desde mujeriego a patán sin fuste.

Que yo sé quién soy.

Y en este turbio lugar

por derrumbar con el poder de mi palabra,

adorada estampa que mece mi amada.

Por la que yo abandonaría

todo menos a mi ser .

Sólo su mirada por enternecer.

Que el mundo gire

y se caiga a pedazos

que yo soy feliz

y mis logros son mis escritos.

Sudar y sangre,

Poeta que aderra la belleza.


El Castellano



Todo me lleva a verte

donde el amor cae

en la pupila del lugar

y mi emoción es complacerte

hacerte brillar sonreír

a dura, limpia sonrisa ambos

que se olviden los verbos

sujetos, el lenguaje vuelto llama de luz

he visto la centella Escarlata antes de la luz

y lo siento a ilusión que me acompaña

te visto de estrellas

te cojo los azules del cielo

y te los vuelvo flores.

Hoy un nuevo día comienza

en la arteria de mi vida

que tu interés en mí motiva

mi grito libre por amor amándote

y arte nace de mi sonrisa al mirarte

Clara te llamó

yo quiero ser tu claro de luna

que te acaricia y así como la brisa

ser viento en tu piel

como lluvia todos tus parajes florecer

besándote una y otra vez

hoy me decreto en esperanza e ilusión

vivo y más vivo

primer día del resto de mi existencia

porque te miro, del inerte instante

que tu palabra me sembró el interior

no hay tiempo de pensamiento

solo besarte perdiendo el control

mi sentir crece para ser yo

con mis detalles y querer lo que tú quieras

porque nada quiero nada deseo

sólo ofrecerte mi Alba a piel

y río desangrada de flores carmesí

llegándote con todo este ser completo

respiro, te miro y vivo.


El Castellano


Te busqué detrás de la estrella

más brillante del azul eterno,

En el suspiro de amor

que corre y descansa

entre la inmensidad

de un parpadeo.

Entre la obscuridad que alcanzó

a ver la belleza que te envuelve,

adentrándome dentro

para reposar siendo

una sombra más,

y te encontré en mi sueño

más cálida, en el cielo encerrado

que liberé, en la noche

que la luna baña tu cuerpo,

y en la noche que mi Alba

corrió por tu cuerpo

y te amé aunque fuese un día

en la penumbra

para así no olvidarte nunca.

Manantial fulgente de inspiración

es tu mirada tierna sin compasión.

matices de esmeraldas tu

pupila enfrentada con mi pupila.

La golondrinera el aroma de tu piel

frágil y esquiva,

con sus cipreses y tejos

el color de tus cabellos,

con sus amapolas amarillas la actualidad

de tu color de pelo Lhiannán Shee.

que corre, que escapa y vuelve

el cosquilleo,

tu boca con mi boca bebiendo

del mismo agua y manantial del deseo.

tu piel con mi piel avanzando

el fuego del sentimiento.


Dragón verde cobre y Leannán. Sídhe


Quise ser estambre de tu recuerde,

quedar en aquel banco su tiempo detenida,

inconcluso, contemplando el sueño

sedante de su beso.

Como el aroma de las flores al campo

busco tus besos que riegan de encanto.

Encuentro cada noche tu abrazo

fiel en mi regazo.

Danza mi sombra en la fronda de mis sueños

vestida de hojas,

cuida de tu amor sus semillas.

Del pecho florece tierno el sentimiento

y dentro te encuentro latiendo.

En los albores degrades

de nuestro amor encantada,

nuestros besos se hacen caricia del viento.

Viven los recuerdes,

la lluvia envuelve nuestros cuerpos.

Arde un deseo, encontrarte a cada momento.

Surco mis ilusiones de tu mano.

Siempre vivirá este bosque mágico

y la granate sencilla te dejará en cada pétalo

mi te amo.

Entre duendes y hadas

vivirá siempre nuestro árbol.

La hierba escala la montaña

así como esta pasión escala hasta el cielo

al sentir tu corazón,

despierto este dragón surca tu cielo.

En tus pechos mis luceros,

en tus piernas mis praderas,

en tus labios, de mis besos los ríos,

en tus ojos los bosques y sus claros,

donde cantan los pájaros por los siglos

y las nubes nocturnas coloradas y redondas

están abriendo su gris al violeta del firmamento.

La sangre de la tierra espera la primavera

para brotar de colores el suelo.

Entre la maleza enterré mis anhelos

esperando que vivan siempre mis sueños.

Te encontraré en la primera flor de mayo

y en la última amapola abierta de julio.

Entre jazmines cantarán nuestro amor los colorines,

la luna te abrigará cada noche que me pienses.

Vuela libre la sensación

y el sentido despierto encuentra tu latido.

donde sólo tú mi hada iluminaste mi camino

que en verde azul y rojo

rojo azul y verde pintaste.

A sí como caracol en el monte,

libre me siento

como abeja que pica tu flor

y lobo con sed de tu agua

me encuentro preso en tu tela de araña

se afilan mis deseos cada vez que me hablas

la ternura siento crecer enraizando mi piel

al amanecer te vuelvo a ver

necesito tanto de ti que sin darme cuenta

vivo de tus caricias

como el agua trae la vida al río

y la flor alimenta a la mariposa

siempre te veré maravillosa

así como bonita la rosa.


El Castellano y Lañan-Sidhe


Recorro tu almohada

en esta noche invernada

buscando morder tu bella calma

me abrazo a tu alma

muerde la amapola

de placer preso

y expreso

mi verso en mi beso

como tierno es el deseo,

sutil la caricia

crea su recorrido añil

en flores de barniz,

camino tu cuerpo

descubriendo

el paraje mas escondida,

donde busca mi lengua refugio,

acaricio tus flores de piel tersa

avanzo la riada

de tus ojos color de luna,

busco la noche en tu cabello

cuando iluminan mi día

si a mi lado encuentro

tu dulce sonrisa,

me alivia el corazón

cuando hablas conmigo

y siento algo arder en el pecho

amor mordiendo dentro

como indomable su espíritu,

solo entrañable,

cuando tus ojitos

en los míos se fijan,

amante serpiente

y druida

en una realidad del infierno en la tierra,

me pierde en tu piel color crema,

escribo en tu arena,

pinto un corazón con mis labios

en tus senos amor;

bajo por los montes de tu cuerpo,

enrede mis piernas en las tuyas corazón,

siente mi calor,

hoguera a la luna sempiterna,

cripta de latidos apasionadas

por el tiempo olvidados,

rosales de sangre

donde la vela

consume su último suspiro,

rompe la centella Escarlata

una araña colgando en su tela,

será otra noche

arrodilladle en tu recuerde,

sintiendo fría mi cama,

sintiendo que te necesito

a ti en mi vida mi centella.


El Castellano



3339_20151004_181538El código del Guerrero ¬

Viento, viento bonito

lleva al cielo cada escrito

arropa este amor en mi cuerpo

en mi corazón te llevo

hadita de mi sentimiento

noche hoy en tu sosiego me encuentro

entre nubes violetas

y el cristal luminoso

de esta luna de invierno

bañan mi cuerpo tus latidos

sordez de centella Escarlata

y a este cielo sonámbulo

lanzo mis ilusiones al viento

siento tu caricia de alma

y te bebes mi calma

despierta esta rosa sangrienta

y su aroma de romance antiguo

atraviesa el pecho tu amapola

eterna primavera

cuando mis ojos te ven entera

cada sentido despierto

como fiera al acecho de tu latido

hoy en tu bosque me pierde

tu imagen surca mis sueños

como cada noche que siento tu beso

y como me cuidas,

como soy yo tu alegría

mi vida vistes de amanecida dicha,

hoy la hierba escala mi montaña

la lluvia germina todas mis semillas

de pasión y fuego,

donde entero me entrego

al placer que muerde

y envuelve en granates,

como sencilla tu sonrisa

y tierna tu caricia,

ya no hay súplicas

solo felicidad desbordando mis cauces,

te sostengo fuerte en mis brazos

para nunca soltarte

para eterno tenerte

si por soñar soñé acabar con la soledad fría

y escarcha de esta melancolía

llegaste tú a mi vida

como cada noche siento tu melodía

y me acompañas cada día,

salió el sol después de la tormenta

y ame tu esencia

regando mi interior tu voz de alma amada

tu bella y dorada calma,

rompí las cadenas que me anclaban al pasado

para luchar por mis sueños y alcanzarlos,

entendí el idioma del silencio

y hoy contigo

lento construyo mis escaleras al cielo,

este firmamento clama de azul sediento,

ermitaño en su montaña del sentimiento

el amor jamás salió de su cuerpo,

de él decían que quería comprender al amor,

tras una flor la conoció y la preguntó

qué eres, amor,

no solo nací de esta flor

tu inocencia me enamoró,

curaré tus heridas de dolor

viviré de tu amor.

Vuelvo a este dulce tormento

buscando llenar de amor el cielo,

labrando el campo de tu alma

y bella mi amada

te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas,

estas flores cantan la canción

que te enamora el corazón

vuelvo a luchar como ayer

con tu amor jamás desfalleceré

eterno en tus alas viviré.


El Castellano y Lañan-Sidhe


Navego los límites de tu silencio

tu luna reina mi cielo

en este horizonte de ilusiones y sueños

tus besos florecen mis recuerdes

las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio

eterno el momento que escapa entre tus labios

cuando brota el te quiero

y en mis ojos te encuentro,

donde me enseñaste a vivir el momento

porque nada es para siempre

escribo el sentimiento

ese que me hace amarte despierto

este viaje sin retorno

me hace buscarte cada noche

para que tu amor surque mi sangre

y mis sueños de tu mano pueda acariciar

lento muerde el placer preso

y la lluvia envuelve nuestros cuerpos

recorro tus parajes, me pierde en tu bosque

este fuego late en esplender

encuentro tu degrade amor

oigo los aullidos del corazón

atrapo mis flores de pasión

quiero y te quiero en cada amanecer

donde agradezco cada aliento

cada suspiro que asesina al tiempo

y da vida a mi sentimiento

mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo,

entero me entrego como el calor de un lucero,

sintiendo tu amor latiendo,

avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,

condenando al tiempo

a morir en nuestro pestañeo con un beso,

encontrando el lenguaje del alma en cada verso,

cabalgando juntos cada firmamento,

flor de sangre naciendo en mi pecho

clamando este amor que te profeso,

cálida el momento de desnudar mi alma

mi bella amada, una flor en tu mirada

vuela libre centella tu esencia mariposa del amor

en mi interior quedaste

de mi ser te adueñaste

puede sentir como tú sientes

en cada pensamiento vives,

a tu lado siento desvanecerse el dolor

este arder de pasión jamás me abandonó,

hoy agradezco que me arropases en tus alas

para nunca soltarme

para abrigarme cada noche fría

por ser mi eterna compañía

y locura del ansía mía,

tu amor mi sinfonía

como tu beso de cada día

fiel me entrego a la caricia,

mi Alba sin descanso

incesante fluye el verso por tu abrazo,

a tus pies me encuentro

esta mi sangre te entrego

este fuego late en cada beso,

germinaste dentro todas estas semillas de amor eterno,

hoy hadita te canto a la orejita

encuentro tierna tu sonrisa

en cada flor encuentro la belleza amanecida

en tus labios descrita, en tu piel mi caricia

en tu corazón siente mi brisa

como me hago lluvia y río

en cada silencio que rompemos juntos

como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.


El Castellano y Lañan-Sidhe


Cielo de tu amor que acaricio,

en el suspiro del tiempo desvanecida,

en cada luna que te encuentro,

en cada vida que te siento.

Cómo no hacerlo si vives dentro,

si cada minuto lo vuelves tierno.

Vuelo con este sentimiento de fuego,

cabalgo el firmamento,

encontrando el verso despierto.

Como estas ganas de devorarte lento,

que sientas el deseo morder tu cuello,

y la sangre de cada flor de piel y verso.

donde el agua y la poesía

hacen el amor con tu cuerpo.

En este campo de sentimiento

la sangre de la tierra vistió de amapolas,

cada beso de amor sin tiempo.

El bronce deja su cuchillo

a las espigas del cielo.

Hierro baña la sangre de este guerrero,

vivo y muerto por tus suspiros.

De tu corazón preso, guardián de cada latido,

redentor en el silencio frío.

Amante serpiente en el calor de la ilusión

que te dibuja en mi mente.

Siempre presente, a la hora que la centella Escarlata

late y envuelve.

donde te volviste mi bendición,

realidad, abrigo y latido

de la inspiración invencible.

Como invencible dios Sol, que toda vida rige.

Amada hada, esposa de este mío sentir,

acompañante de cada vuelo fulgente.

Tu semilla de amor germinaste en mi pecho,

amapola roja y negra, sangre y tinta

que cada verso expresa sin descanso.

Fluyendo como el río que brota en almas a su paso.

Voz amante de tu presencia en mi mente,

donde el te amo cada noche se siente.

Cura de soledad y maravilla hasta la muerte.

donde mis rosas dejarán su sangre.

Nunca dejaré de escribir al amor,

a esta pasión de tenerte,

a cada luna que de malva el cielo me tiñe,

a todas las flores sencillas donde te veo,

donde descubrirás que este duende te será fiel,

y a cada semilla que nace pone tu nombre,

donde encontró su latido noble,

y mil veces más fuerte

lento se apodera de tu bosque.

Las campanillas en flor le oyen

y distingue el espíritu de cada árbol,

en cada pequeña vida a dios encuentra,

donde la armonía la acaricia el idioma oculto

de las hojas al viento.

Como el abrazo de la yedra al árbol

y el beso del rocío primero a las flores del campo.

En paz me siento en mi entorno,

y en la ciudad muero lento.

Bendita la vida por darme tu amor,

por darme ojos para ver cada vida en color,

siente esta caricia sin dolor

observa que de mí el cielo se apiadó,

donde sin envidia ni mal

eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerde,

voy allí lejos de este mundo,

donde empieza nuestro bosque sin destino,

donde libre, todo sigue su espiral sagrada,

el ciclo de la vida y la muerte,

el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.

Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo,

contigo siento la fuerza

de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia

que en arrullo acarician mi cuerpo,

contigo no temo a ningún abismo, infierno, ni tormento,

a ti te debo cada verso.


El Castellano y Lañan-Sidhe


Renuevo esta mi sangre,

tengo tus ojos fijos en mi horizonte,

a cada luna nocturna

que pide proteja tu amor en mi cuerpo,

amaneciendo despierto

el deseo de enredarme en tu cabello,

la pasión rugiendo besar tu cuello,

desvaneciéndose el tormento,

encontrando el manantial de esmeraldas

en tu cuerpo

sirviendo al placer preso

rezando a la noche oscura

encontrarte en cada parpadeo,

sintiendo el fuego arder dentro,

vistiendo mi piel de tus deseos,

como íntimo tesoro de ternura cuidarte

hasta el fin del tiempo que muerde,

hasta eterno tenerte

donde tu esencia surque mi sangre,

y el velo de fuego destape,

donde sin verte sigo soñándote,

como inevitable besarte,

y entre tu boca encontrarme,

donde por amarte me resucitaste,

y la flecha certera me atravesó el pecho

para el latido nunca sacarte,

para verte cada día en mi mente

como siempre tan resplandeciente,

mi anhelo queriendo siempre sorprenderte,

mi felicidad encontrándote dulce radiante,

si escribir solo sé escribir

lo que dice el corazón

y siempre sabrás que suspira por ti amor,

mi bendición mi locura de pasión,

mi florecer en rojo tornasol,

viendo el arco-iris de la ilusión,

viendo desvanecerse cada día mi dolor,

encontrando de tus pechos

las perlas amor,

avanzando tus cauces

llegando a tu océano de ilusión,

abrigando tu interior con mi calor,

protegiéndote por ser mi tesoro,

mi cielo estrelladle y cada rayo de sol

que me acaricia,

siendo bella centella de mi reino,

siendo entera bella,

siendo de amada tan preciosa como destello

en tu mirada, cálida ilusionada

donde mi calma se vuelve tu agua,

y naufrago en tu playa.

Me encuentro preso en tu tela de araña,

siento cálida la sábana,

me pierde en cada noche que mi alma te extraña

como necesitarte mi esperanza,

como mi campo en flor sembraste cada flora silvestre,

como solo tú ahuyentaste cada recuerde triste,

vengo a desafiar a esta inspiración

con tu corazón invencible,

donde de sentirte mi mundo, rojo volviste,

donde mi Alba te encuentra y te desviste,

quiero perderme en tus secretos

recorrer tus parajes para renacer

como amapola en tu piel,

donde viviré de tu placer,

donde solo necesitaré de tu amor para vivir,

a cada luna estridente que encuentro

el verso solitario navegando la sangre

y vuelo a abrazarte,

y como paréntesis del destino

de mi interior te adueñaste.



El Castellano y Lañan-Sidhe



Dulce y risueña mi centella,

su corazón me embelesa

busco en este cielo

su mirada traviesa,

recorro los caminos olvidados

de la pasión y su verso,

vuelvo a sentir mi latir a flor de piel,

en esta noche busco la belleza

en el instante que vuela,

me vuelvo lobo sediento,

te encuentro y tu placer trepo,

tus flores de seda muerde

invade y me quede en tu recuerde

como siendo cómplice de tu aliento

en esta noche que te siento,

cabalgo el firmamento,

las estrellas mis senderos

destino tu bello cuerpo,

lento te beso

eterno el momento

este cuerpo ardiendo en tu fuego,

saciando el deseo

tu imagen mi sangre navegando,

mi bella quimera de fuego

mi verso sin descanso,

mundo de tus ojos que quiero,

vida

para morir en tu pupila vida mía,

latiendo la caricia

en este lecho de antiguo romance

donde mis flores quieren enredarse

y con las tuyas juntarse,

me sumerjo en este trance

de amarte

veo el dragón despertarse,

luchando a garra y letra

por contigo juntarme

por tu interior a besos vestirle,

diviso el cielo que quiero

y solo tú amor

sabes que se pinta de tu color,

flor con flor brilla la ilusión

de guerrero este corazón,

dame vida, dame calor

te entregaré todo sin condición,

por tus labios

cada noche surcaré los caminos de la pasión,

donde este el mío verso

quiere llegar a tu corazón

acariciarlo, cuidarlo

y sentir su esplender

a tu lado jamás morirá mi inspiración,

cura y compañera

de mi soledad sin descanso

donde los recuerdes se hacen cuarto

y la centella Escarlata llama a golpes de silencio

donde tu luz encuentro

y en tus alas de amor me duermo

soñando tu cuerpo,

volviendo al inicio del sentimiento

versando mi aliento

donde despierto encuentro

el alarido nocturno que surca el viento

como rabia y furia

de encontrar tu voz amanecida

donde mi amapola suspira,

este destino a entregarme completo suscita,

buscando la bella sinfonía

como caricia escrita,

buscando tu esencia

más allá de este cuerpo;

en este horizonte

donde nuestros anhelos

juntos se entregan,

donde inevitable besarte

pues en mi corazón entraste.


El Castellano y Lañan-Sidhe



mi Alba te escribo el beso cálida sin temor

lento bajo tu cuerpo te dey arder,

despojo al tiempo de sus cadenas de formol

en cáliz bebo tu sangre de centella amapola

en esta brisa viene tu ola

en cariño me hago tu espuma

beso en tu piel la ternura

naufrago entre tu acantilada de placer

despojo al viento de sus alaridas despiertos

tu arena diviso donde la rosa y la letra forman

esta mía bandera

me despojo del miedo y de hombre nuevo

me visto envolviéndome en el calor

de mis latidos por ti confesos

como saberte luna nocturna de mi cielo

y luz oscura que me acaricia

donde sin tu caricia el infierno sería cosquilla

como dibujar con un beso cada día tu sonrisa

que sepas que en tus labios siempre te amo

y tus ojos mi cielo encerrado

si te duelen con cuidado los besaré

donde cada noche desearé darte el abrigo

de mi piel.

Hasta en el recuerde siempre te besaré.


El Castellano y Lañan-Sidhe



Nace del corazón de cada uno

haz que tiemble el mundo al sentir amor,

esta mi sangre te entrego sin dolor

este cielo se pinta de tu calor

y mi deseo es arropar tu corazón

ser siempre tu protector

que jamás sientas la fría y negra desolación

acompáñame el camino amor

nuestros besos quedarán

hasta el final del recuerde

donde juntos jamás cantará el dolor

donde mis flores suspirarán por tu corazón

si ya el mío te he entregada,

si de amarte te has vuelto mi única ilusión

como salvación y cura de soledad

cuando buscando el verso

te encuentro dentro latiendo

cuando este horizonte rojo

volvió a llorar de emoción,

rojo corazón gimiendo tu nombre mi Alba,

vuelvo al inicio del sentimiento

ese que cada noche

me envuelve en mi dulce tormento

donde despierto te encuentro

y el verso arde a fuego,

donde mi cuerpo llama al tuyo

como quimera ardiendo,

quiero besarte lento y tierno,

despojar a la amapola de su sangre

beber de ti el deseo,

envolver en llamas este mi cuerpo,

desangro este corazón,

desnude el alma

quedando la esencia como brillo y destello

en tus ojitos miel de dioses,

sin medir la intensidad

entero me entrego,

ruge y tiembla este horizonte sediento

cuando más te siento dentro,

noche llama moviendo su tranquilo velo

noche llama una vez más

para sentir que a mi lado estás,

cuando inunda mi sangre tu amor eterno

y las rosas dejan su lenguaje

para este romance

cuando el sentido es cuidarte

complacerte y amarte salvaje

rompiendo reglas y riendas

rompiendo las cadenas

que atan esta alma antigua a mi cuerpo

fluye el solitario verso

a esta luna de plata y su encanto

en este frío de invierno

tengo el calor de tu fuego

e invencible me creo,

derritiendo las flores delicadas de tu cuerpo,

donde tu miel encuentro

y en tus ojos me veo,

sigo ardiendo,

poeta sin tiempo frente a tus ojos latiendo

cuidando tu sueño

queriendo ser en tu vida el primero,

queriendo de ti todo

luz de tu fuego

y vida en tu pupila

para ti siempre mi caricia

que sin prisa tu piel divisa,

queriendo ser río de tu cauce

y flor de tus parajes

donde la miel obtengo lamiéndote

vuela libre la sensación dorada

de hallar tu bella calma

afilando mis nervios

entregándome al suspiro

pidiendo las llaves del cielo,

sintiendo las mariposas posarse

cuando te encuentro,

bella centella te quiero a mi vera,

como esta mi amapola te embelesa

y besa tus labios con sabor a fresa,

siento que llegó mi momento

en tus brazos fuerte me he vuelto

segunde tras segunde

el tiempo se come a si mismo

y el momento queda eterno

unidas nuestros latidos,

a las puertas del cielo con un escrito

a puño y sangre nacida,

donde de tu mano quiero perderme

donde de soñarte de tu alma me enamoraste

donde sin verte dentro te tengo presente

como tu amor que calienta la sangre,

encontré el sentido a entregarme y es cuidarte

porque eres mi esperanza,

envuélveme corazón

en tus alas de amor,

ahuyenta siempre mi dolor,

hablando a solas con mi interior

allí surges tú en cada rincón

como beso dulce sin dolor

alimentando mi pasión

floreciendo las entrañas de mi inspiración,

he empezado este poema

pero no sé cómo acabarlo

si no es con un beso amor

encontrando para ti mis mejores versos

en templanza nacidos

como fiel a ti me entrego,

vengo a desafiar mi inspiración

a habitar a fuego tu corazón,

a dejar mi te amo en tu piel tatuada,

rosa de mi sangre mi flor de fuego

centella y reina de mi sentimiento

mi Alba sin tiempo,

bella, bella, mi amada, de cristal su mirada,

nuestra canción sonará incluso

en las ruinas de mi corazón

te encontré y perdóname

porque jamás te soltaré.

Mi beso te dey y te daré.

En sangre y verso a ti me entrego.

Por tus labios muero,

queriendo amarte lento

como dicta este sentimiento,

como tu corazón me tiene preso,

ángel que se cortó las alas

amando el suspiro de tu boca,

queriendo que tu gemido le muerda,

donde la amapola clama el amor a tu entraña,

y la granate en cada pétalo

el te quiero predica,

escucha mi súplica

siente este amor que grita,

abrázalo fuerte en tu pecho

porque este mi verso domina,

y todos mis anhelos tu piel caminan.


El Castellano y Lañan-Sidhe


Muerde tu rosa

de pétalos de sangre

te abrazo fuerte a mi cuerpo

avanzo este campo desierto

construyendo los peldaños

para acariciar tu cielo

de amapolas envuelto,

de estas ilusiones de fuego

suspiró el momento

por tener tu amor

más allá de este cuerpo,

donde mi alma con la tuya

se entregase en fuego,

a lanza y verso quiero conquistar

de tu corazón el terreno,

vengo a luchar para ser tu presente

y tu todo,

como el delirio

y atracción a enamorarte

que sientas como yo siento

cuando quiero encontrar tu beso

y cogerte la mano

cuando solo una caricia lo diga todo

esperando que de tus labios

brote el te amo

que me dé vida de nuevo,

solo pide ternura y amor

como fuerza para eternos

mantener estos sueños,

que sin ti no tendrían sentido

porque de mi ser te has adueñada

solo con tu pestañeo,

donde muero por un beso

y vivo en tus ojitos preso.

donde este sentimiento

enraizó la enredadera

para trepar tu torre

y besarte el alma

centella de mis latidos

donde solo rezo

que no se apague el fuego

cuando solo me encuentro

y necesito escribirte

para que no olvides que en ti pienso,

no vengo a destruir tu pasado

si no a ocupar mi lugar

y tu presente llenar a besos

donde si no te tengo muero lento,

donde me di cuenta de la fragilidad

que me envuelve

si tus ojos no me miran

si no encuentro la palabra bonita

del corazón frente a mi prendida,

tu azul llenó mi cielo en ilusión fulgente,

y tu verde en primavera vistió mi vida

como la esperanza

que un día me ofrezcas el rojo

de tu amor

para cuidarlo y protegerlo en mi interior

protégeme en tus brazos amor

muero sin tu calor.


El Castellano y Lañan-Sidhe


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NUEVE SIMIENTES 2012-2024:


Halle donde me halle,

crecerá del viento

la semilla en su valle.


La hoja muda criará

retoños del ciprés,

mi sol dormirá.


El pececillo de plata

correrá, morderá,

el azúcar de mi sonata.


La dulce cicuta triste

mi piel enraizará,

mi alma dirá viviste.


La nube llorará

mi grama mojada,

el sueño perdurará.


Luna de plata sempiterna

y su réquiem elevado,

mi montaña de nieve eterna.


El río llevará un latido,

nacerán las gotas,

mi árbol será sentido.


Olmo viejo en retozo,

raíz de su padre,

alma anclada en gozo.



Almendro de invierno,

sombra de abeja

deshace mi infierno.



Caracol de mi camino,

encuentra la mata,

olvida el romero su destino.


Tierra viví para sembrarte

mi aliento ciego,

brotada para nunca olvidarte.


Golondrina de solsticio,

vuela tu fuego en círculo,

que tus ojos sean mi vicio.


Amapola de rojo,

sangra mi tierra a tu antojo,

ama mi sed de arrojo.


Cielo pequeño alcánzame

mágico el sonido,

tiene el viento quien le reclame.


Olivo de sembradío,

trigal de sentido,

naranjo de mi regadío.



Salamanquesa de pared

bebe de mis plantas

tu sed.


Helecho de bosque sombrío

alegra el verso seco,

luce la golondrinera su brío.


Hada de mi zarzamora,

tu pena vuelta mora

espino amarillo de mi demora.



Hierro luce mi espada

esta calma otoñada

mi vida de tu savia preñada.


Salvaje canto de la madrugada,

grillo de galán de noche,

blanca dama de noche, su flor estrellada.


Hinojo al fuego,

semilla de sol latiendo

mi curativo ruego.


Abrojo de campo,

celoso canto de silencio,

muerto en vilo mi tiempo.



Surco de piel labrada,

saco de mis esperanzas,

placer de aquella parada.


Ola de mar que llega

caracola que entona

en sal y arena.


Vid de mi quimera,

uva pasa en la espera,

flor abierta de primavera.


Pozo de mi recuerde,

en verde musgo un fantasma

de lo vivido muerde.


Corazón te abrí,

te sentí,

y voló un colibrí.


-


Nueve simientes:


Halle donde me llague,

crecerá del viento,

la semilla en su balde.


El río mude,

llorará hojas en sus gotas

unión de colores desangradas.


Al hierro mi fuente,

afilo que nazco,

mi tersura en espada.


Por obscuridad

gemía la avenida

de ángeles estrelladles en sus halos.


Ande donde me ande

no habrá quien me acobarde,

ni mi luz incendie.


Hablé con una flor

ababol mi sangre de tierra,

dijo que la tierra mi mañana será libre.


Algo sabré y no será

de tu color mi piel,

sobre mi luz avanzo.


Sobre mi muerte me relamo,

y vuelvo a defender mi sueño,

de chasca a hoguera deslizo mi ascua.


Adalid alza que adhiera

égida y celada de Atenea

ya baila formada,


un son en armas tomar,

un arco y saeta vuela la estela,

en fuego diestro mi saeta.


Cardillo de mi camino,

no quiebres tu espina

a mí sino,


Lloraré carrasquillas

me cantarán nogueras

como almendrucos.


Al olmo secuaz

afilo mi tersa rebelión

de espejos insurrectos.


Ojos de otros ojos,

me trinan notas

y efluvios me rizan la demora,


a esta luna creciente morena,

yo canto,

que afilo del verso su bayoneta.



Río de belleza

me surca el alma

como sentir viva su llama.


Soy ente de otro ente

al ser soy intransigente,

me gusta lo que me gusta.


Sólo a Escarlata

yo daría toda mi savia

y pureza hablaría


que lo verdadero y bien hecho,

bien parece, y

no imbuye argucia ni defensa.


Como es arriba,

eterno ídem es abajo,

te quise grande y a mi lado.


MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

LUGAR

La Campiña, Mirador del Henares, Cabañillas del Campo,

Guadalajara, España

a 19-01-2024



GORJEA MI ESPÍRITU:


I

 Camino y ventura

un resplandor onírico

en madre la escritura

desde que vine a latir

un crujir de astros

que hicieron huella,

un despertar de ángeles;

caminillos de hormigas

frente la tapia un cementerio,

alzando un Cristo de barro,

forrajes me acampan mi espera

abriéndose un cardillo de la dama

un abril de ocaso sembrado,

las golondrinas volaron,

y todo hizo nido en mi palpitar

hueco, luna danzaría para mí

más tarde,

su sola voz, madre de mi metáfora,

silvestre, repiqueteo mi caracol sonoro.



II

Oh, de rima blanca

sin lectura ni melodía previa;

me afinco en un caléndula

de flores de muerto tempranas,

álamos que verdean sus

nuevas hojitas en corazoncito,

entre espinas un escaramujo

clavo letras de sangre y savia

o de amor a la vida,

mi luna hoy viste de traje

de estrella, una que sólo

baila ella,

era un son tartamuda entre

terciopelo de musgo o sangre

de piedra. la sola voz,

avanzaba en un eco

o pedernal florida.



III

Su contienda era de notas heladas

y caricias desangeladas

de rito y apareció un erizo,

mi durazno le daba sustento

cada verano.

Miré su sombra de noche

y el pavor desvaneció

su terneza brilló como

quien encuentra un rubí

plañían las voces de almendras fugaces

mi almendruco en flor anhelaba

que ya estiraba su romance sempiterno

de pétalo blanco y gineceo.

Giraba mi asombro por la acequia

su álamo casa de arañas

al gorjeo los pachoncitos,

silvestres, sus nidos sedosos,

que toda vida aguarda.


Förüq castellano Miguel Esteban a 10-04-2023


IV


Llegada el honroso día

se vislumbra, se entabla

que he de luchar como un ángel

caída el Sol, caídas todas las caras

un abril refulgente,

entre aspas molinos florales

y cuclillos que avalan

todas mis cartas de mayo

entre nubes y pretiles azares,

buscaba sentencia

cara a cara, sol con sol,

luna con luna, semblanza

con semblanza, continua la quimera

invencible al crisol de valles

y arroyuelos fluyentes,

luchar bravo y valiente como

rompiendo la obscuridad invencible,

acrisola, subyuga alas y auras.


V


Todo lo que he visto, entiende

son sombras y aullidos en la noche

tú quieres ver la luz,

pues adentra tu profundidad,

llora y brilla queriendo

su luna, un sol de corazón,

lucha bello y sonriente

como un sin miedo eres,

llegada el honroso día

sólo tú en pie, dirá

aquí hemos acabada

y volverá contigo el mágico

devenir en Sol de hielo

en armónica en C disonante.


VI


He visto el miedo correr de sí mismo

el más fuerte tuvo miedo su crueldad

recuerda, lucha como un ángel

porque uno eres,

en tres, beldad en efecto

este amor, esta protección,

esta contienda.

Tierra vino y ella no

entiende de bien o mal,

ella sólo devora lo que es de ella,

molinos y mieles, sentires,

y aguaceros tibios la pulcra

natura, mar de venas

sones razones, venga a

nuestro combate ármese

pequeño ángel.


Förüq castellano Miguel Esteban a 11/04/2023

VII

Vine acariciarte en sueños

tu suave susurro

tu murmullo dulce, pertinaz,

mi beso con una nota, hoy te sentí

y vivo por y para ti.

Este litigio avanza, no se carcome

día, al día lucho por aquellas

sombras caminantes

entre este ocaso sembrado

de mis flores del alba

criaturas de la aurora son

proyecto principio sin final

mírame cayendo, cayendo de nuevo

en tu alabanza de cuerpo

una caída sin final,

oh tu espiral

caracola de mar serena

entre cal y arena, mi osadía entera.


VIII

Caigo solo, solo que estaré por tu vera

acompañada, historia de continuidad

mi suerte que cree, entre balanza

y ángel flamígero de vestido

en sangre bordada y tachonada,

los símbolos arcanos como la

rueda todo destino cierne

y concibe,

muéstrame la senda sé que vengo

de tus hinojos de abajo

sí, con un endrino en mano

de este vástago traigo rubor

de tierras sordas, y ascuas milenarias

la boca múltiple en sierpes

y cicutas por lengua.

Encumbraron azares y melosos

quehaceres en la cuenta esta joven primavera.


IX

Dirán todos meses que eres buena mujer

acuérdate de este amigo sangrante

por tus caricias y estorninos fugaces,

acuérdate que me haces falta,

que la grama me sabe a letargo

maestro, si tus pies desnudes

en cercana rienda no osan ni

asumen, besarla,

cantaré a tu vera sin prisa

ni demora, grande te he querido

nunca libre, oíste, un son

de la certeza baila toda inversa

Nec vincere atenebras, et amat

oscuridad no se vence, se ama,

repiqueteo de oscuro caracol y 

volví a besar la estampa

que nos apresó en redil,

de mundo incierto. Para decir

su flor Estelar, te embebo tu sonrisa

hoy y siempre.


Förüq y Leannán-Sídhe


OSCURIDAD GERMINA


Oda en liras


A Obscuridad

-Nec vincere atenebras, et amat,

Oscuridad no se vence, se ama.

I

Azar disuelto en viento;

vienes, te lavas las manos soturnas,

ensuciando te siento.

Grande en horas nocturnas,

mi potencial en horario alas diurnas.

II

Cuestan más, especias

que el guisada en resultado en finales.

Traje de brumas necias.

Sombra honesta en turbales.

Granate lustre postrada a venales.

III

Jamás vendido al postor,

por mis colmillos guerra al error IDE,

acrisolada impostor.

Voy por hervor florida,

y lunas en alabastro gemido.

IV

Es un son de los grillos.

Acaso se requiere den de gentes.

Redil de carrasquillas;

hematíes dementes;

acequia de almas o entes relucientes.

V

Crisol, hervor de soles.

Lucen lunas gimiendo en alabastro.

Indemne como moles,

yago, yace en mi castro.

Brilla mi malva rosa, ¡Fulge!, mi Astro.

VI

La banal inmundicia,

anisando lo habitado en espejo;

ayer de hombre en malicia,

dicha, uno, des, despejo,

tres, dolida, la rosacruz no alejo.


VII

Con besos por espigas,

y ángeles soterradas, sin vilo;

ya lo digo, no digas.

Hermana negro hilo.

Autocomplaciente la flama, afilo.

VIII

Esta acequia rutila,

y ángeles soterradas, sin yermo,

malva salvaguarda, hila.

Estira aliento, en Lerma.

Mi sed en gallego alzado digno ''armo''.

IX

En el patio su araña,

suya su corona por candelabro.

Se siembra, tiesto apaña;

su saliva yo labro.

Sangre de ámbar atesoro, le jabro.


Serventesio:

Estampas de la sangre resplandecientes,

granate su sangre encumbrada, son venal;

sentido alerta; despierto los lucientes.


Sin bombilla ?? en sótano de luz, el penal

Entre fauces brillantes adjunto abrojos.

Rebrote de oscuridad en el arañar.

Alguien ya vendrá por mis áureos añojos.


Épodo:

Caldea, hasta rebullir. Yo arrostro antojos.

Avengo eternal raíz; disparo aojos.

El Castellano

Reflexión:

A veces dentro la oscuridad;

a veces dentro de una luz.



MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA



Tomo III


TRAJE DE BRUMA, HIPSÍPILA SOMBRA DE AGUA


Vosotras 

mis humildes criaturas, 

hallasteis oscuridad 

y refugio de mi posesión,

era un descubrir 

entre un ocaso, 

pálido, seguro, 

estertor de erosiones hábiles,

sudor y caliza de tierra, 

ahora hogar tenue y, secuaz,

mi azabache, mi caracola, mis runas, 

mi cuarzo verde, mis llaves,

luz monótona y suave 

que acaricia sin esquema,

ni lágrima del hierro invertida,

estelas por manos, 

sudor y flores de tierras, 

cardillos voraces,

caléndulas miles, 

soplidos y sombra de abeja, 

abro este infierno desmerecido.

¿Qué soñáis? 

¿Qué en silencio gritáis?

oh, tierra madre, 

cuál infortunio 

por ser fragmento del fuego ígneo,

¿Cuál el sentimentalismo barato?, 

si todo lloré 

y nada dejó de ocurrir,

vosotras céfiros en escalas,

un ensordecedor límite 

de paredes blindadas.

amarte sin libertad 

de oscura complacencia,

es de paciencia ciencia,

apariencia de latido desapagado, 

qué va,

oh, cristal de roca,

tu transparencia habitada,

tu umbral, que toda luz atraviesa,

quien vivir contigo pudiera 

si se vería por dentro y por fuera,

dualidad corpórea, 

diestro color ambivalente,

este oro que no es oro 

si no cobre 

un destino persistente,

valencias de metal, 

y sopores cósmicos,

tu deseo me generas,

descorchar materia 

en alfileres y riendas,

lleven al tapiz sinfónico 

te cubra de izquierda a derecha,

sin ganar tu cariño, 

sí, luchando por no perderlo.




Förüq castellano Miguel Esteban

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*********

Hipsípila:



Entre sierras y montañas

de verdes y valles de ríos sangrientos,

ven pasar la espada de Hipsípila

árboles milenarios

asolando a los caídos,

ven lejos los astros prepotentes

de sí mismos,

desconocen el hijo del viento y el Sol

que va por los senderos,

¿Dónde irá ese hombre?

-Sólo él lo sabe,

a una princesa, mujer vampiro,

le prometió una flor

de la montaña más remota y alejada

pasada la Torre de Hércules.

Con raíces la trajo,

sin un solo pétalo perdido

ni hoja caída,

a la orilla del río la puso,

a la orilla del río ella la quiso.

Cada primavera iba a visitarla,

cada primavera su flor

de color distinto vistió.

Un año notaron triste a su flor,

extrañaba su montaña.

Su amada le pidió piedras y tierra

de donde fue encontrada,

a si lo quiso, así sería.

Al llegar a la montaña

en el lugar de donde estaba la flor,

allí una serpiente sabia encontró,

cual ella le dijo:

Si muere esa flor morirá tu alma:

-¿Qué misterios entraña

pues dicha hermosa flor?

Es hija de los cielos como tú, contestó.

Sí quieres saber más pregunta

a la reina de las mariposas,

que yo estoy tomando el sol.

Cogió las piedras y tierra y marchó,

en el camino una mariposa

se posó en su hombro,

le dijo al oído

sígueme mi madre te espera en el bosque,

allí fue,

la reina de las mariposas,

le dijo que esa flor fue

de las más antiguas en crecer

después de los helechos,

tan antigua que tenía

capacidad de sentir intacta

como los humanos.

De ella se despidió

tras darla permiso

para beber de su néctar.

Rodeando la flor

puso la tierra y las piedras,

decidió tras el consejo

de la serpiente y de la reina mariposa,

visitar a la flor cada mañana.

Su princesa también se alegró

y del bosque un lobo para Hipsípila

regaló,

en amor juntos vivieron.

Un día la flor se cerró,

en su interior

semillas latieron hasta

caer a la tierra

con las primeras lluvias;

de cada una de ellas,

brotaron plantas jóvenes

con los colores del arco-iris en sus hojas,

de cada semilla

de esa antigua flor

despertaron las hijas sídhe;

hadas que cuidaron el bosque

y cada arroyo, esa fue su leyenda,

un cuervo un día en su ventana posó

dijo con amplia voz:

A la tercera luna llena

vuestro mundo caerá en guerra

solo el tejo milenario de las runas del padre

Tuyo Hipsípila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir

Y a vuestro lado luchar

el árbol inmortal solo pedirá un acertijo

para ayudar mi nombre que es Förüq

os ayudo por traerme sustento cada día

desde que sigo a vuestro lobo del bosque

de la sombra y el manantial eterno.

Hipsípila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomado,

lejano y distante su reino de amor está

Como su princesa por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje gris lánguido,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñido su color añil.

Vientre de hierro

Donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tordo, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de castilla

Sin preludio de su princesa

Que no amará su tierra

Si no a su Hipsípila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavío triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su princesa

Que ya Más no quiere

seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

El albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.

Grama fría

en la aguja que mece,

que sostiene la enhebrada parca

de la mente que clama

la muerte de la conciencia

y su desdoblado humor.

Gris el hálito crepitando

que cayeron los templos

de huesos mientras

Hipsípila nacía

de la fuente de la vida

en reino inerte cobraba lugar

él lloraba piedras de montañas

subió los montes,

los hielos derritió, con paso lento y decidido

a las plantas les dio voz,

el reino del hombre cabalgó

sin entender su religión

que no era basada en el rayo de Sol

Hipsipila cabalgó y cabalgó

Sangrando su dolor en rocío de flor.

Un día se detuvo en un castillo

de las tierras del norte

allí descubrió una princesa

de ojos color tierra

y unos cabellos color de su fulgurado

Sol y su ilusión se encendió

pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa

para luego hacerla su compañera eterna

compartiendo su secreto del manantial

ningún reino pudo más que al

de Hipsípila inmortal que a su castillo llevó

que traía toda simiente vegetal

y todo pájaro trinó Hipsípila siempre vivirá.

Legaba su destino a Hipsípila la segunda

luna nacarada, repleta en el ojo distante

del castillo reino del inmortal albor nacido

crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor

el bosque de la sombra y el manantial

con el que despertó aquel inmortal dragón

era iluminado en golondrineras y yedras siniestras

el lobo corría marcando sendero

hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos

un torcaz mensajero llegó al castillo

con premisa de ofensa para Hipsípila

pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte

si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas

contra él denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio

sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen

era el origen de todo lo visible

ÉL, último guerrero de la luz

ya ante el tejo guardián presentado

humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra

el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol

sólo uusted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo

yerto ser que en ella

descansa y reposa y duerme, le ofrezco mi humilde vida a cambio, para

acabar con ésta cruel injuria

que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano

-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa será escuchada

¿Cuál es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro que moranuestras hojas?

-Förüq es la respuesta, contestó Hipsípila

tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre

fue presuroso en compañía de su amada y su lobo

a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba

la cerradura

del cerrajero universal llamado Hierro

al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al unísono

del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial

toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre

se iba dibujando

en corazón naciendo del agua abriéndose

una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre

dijo al despertar:

Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe

dueña de la sombra.

 

Mundo salpicado de colores

de líneas decadentes y sumisas

al poder del linaje

el reino del hombre se alzaba a la tercera luna

como un pintor de batallas

él estuvo allí combatiendo

entre galeras y cañones de fuego

los mares teñidos de rojo Hierro,

tuvo que combatir pero regresó a su castillo

allí su mujer le esperó

recordó quiénes fueron sus antepasados

y un temor le invadía

el denominado Diablo y su anterior existencia

con el nombre de Caballito del Diablo

vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.

Le esperaba su nueva oportunidad de servir

a su padre darle un nieto en albor,

la sangre de Hierro le aguardaba

y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio

trompetas de Higueras del Demonio

aquella noche sin luna

cabalgó la pasión de la victoria

con todo el reino de fieras yertas a su lado

codo con codo contra todo humano guerrero,

los animales le ayudaban decía la leyenda,

le prestaban sus ojos

la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.

 

La pasión le envolvía

aquella noche que su mujer se transformó

en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee

y el deseo cabalgó aquel Hipsípila en dragón de ojos de zinc

como su nombre dragón volador voló

adentrándose en el cielo encerrado de su mujer

todos los murciélagos del mundo

fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer

nueve meses nueve días y nueve horas

dieron para que naciera de Leannán-Sídhe

la más bella hormiga León del mundo conocido

esperando hacerse adulta y beber

aquel hijo de Hipsípila del manantial ahora férreo

de la eternidad,

a expensas del ser futuro que avanzará de su muda

la joven Hormiga León Nepa Grandis.

Pasaron lunas

pasaron soles

mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres

ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal

acompañó a sus padres al manantial

y al beber

fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando

finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón

teniendo comienzo el reino de los inmortales

Hipsípila y Leannán-Sídhe

 

Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera

de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal

del castillo de Hipsípila,

el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave

en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta

su segunda existencia sin condición

hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida

jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo

dragones volaban rojos amaneceres del cielo

en este mundo sin el humano ser

sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio

los caracoles hacían carreras con meta en la planta

que trajo Hipsipila de la montaña más remota

pasada la Torre de Hércules

los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones

y torneos del reino de sus semejantes

se daban regalos entre ellos

los duendes celebraban coronación ahora

en el bosque de la sombra y su río de sangre

bañado por el manantial eterno.

Suena el río, agua llevaba,

alma de fada silva ella,

bebía en la orilla alegre

flor roja lloró su tierra,

blanca cierva a fada triste

cazador hiere su flecha,

enhiesta espina gemía

flor abierta brotó en yerba

, fada herida ya descansa

latiendo la parca negra,

yace en helecho silente

suspira su sangre yerta;

Enamorado el helecho

una flor mágica asienta,

tambores suenan la tierra

los duendes lloran su fada,

ahora el helecho era ella,

mueven la piedra ocultada

cazador tropieza cerca,

el río ya lo llevara,

fada flor de helecho yerra

duendes cobraron venganza,

cantó lo que el bosque alberga,

misterio de cierva fada.

Fada flor de helecho inverna,

cicutas toman la sangre

veneno hacen, blanca cierva

cuervos la cena discuten,

cazador ya río lleva,

lleva el río su latido,

campanillas suena yerba

duendes coronaban fada,

fada su vida celebra

los espinos la cuidaban;

Flor de helecho fada bella.

Enhiesta flor fue semilla

, altiva plántula fue ella.

Quién fuera ella, tan linda.

Él fue y es, ella no yerra.

Aún plántula fue fada.

Valor, honor, sí fue cierta.

Él aún duende a ella la ama.

Ella la flor, no era yesca

ellos cuatro siglos ''juntos''.

Los dos sí saben, ''leyenda''.

Aquel fauno cazador cayó al río,

y el duende enamorado del hada

preparaba su entrevista con Hipsípila

debido y lanzado a revelar su secreto.

Ya en el alfeizar de la ventana del castillo

llamó con insistencia al cristal

Hipsipila le vio e hizo entrar

a qué se debe su honrada y grata visita

señor duende

-Pues traigo noticias importantes para usted

de mi origen, mi único secreto de vida.

Muy bien cuente sus nuevas si gusta

-Pues resulta que le llevo soñando

y todos mis sueños me indican que usted es el origen

eterno de mi espíritu en cuerpo

usted Hipsípila fue y es mi siguiente vida

le agradezco despertarme de la entraña de la tierra

para poder descubrir con resurgir que mi vida

no cayó conmigo,

le pido con este mensaje cierto y verdadero

que me otorgue permiso para beber de la fuente

de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo, así como usted luce

apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.

 

 

Afirmativo fue el permiso de Hipsípila

al señor duende resurgido desde del umbral,

se iban hacia el manantial una semana más tarde

de la visita, algo desconocía el duende enamorado

y era la sorpresa que le aguardaba...

Hipsípila cortó una rama con destino agua eterna

para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.

 

Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra

al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados

de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogió con una tinaja de cristal

agua para la rama mientras el duende se decidía

fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales

sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio

y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal

hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro

fundido.

La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto

o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas

era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como

agradecimiento,

allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo

injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho

hada

al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar

el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas

con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta

un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsípila:

Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra,

su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,

y quedó preñada Lhiannan shee dando a luz a los trescientos treinta y tres días

siguientes

un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos

eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.

 

Corría de la vereda a la rambla castellana

el inmortal hálito de quien bebió de ese manantial de la vida,

decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee

llamar a su hijo abejorro Genaro,

él iba feliz cumpliendo recados de su madre

como picar todas las flores del bosque sombrío

y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas

con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad

sin guerras,

un día llegado el verano y su estiaje

planificó Hipsípila un viaje de vacaciones

junto con su señora hada Lheannan-Sídhe

viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte

allí cenaron y de la simpatía derramada

el dragón Cúlebre mitad serpiente mitad duende

se ofreció como escudero guardián del castillo y jardín de Hipsípila

a cambio de alimento Hipsípila aceptó,

aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe

reveló a hipsípila que le esperaba incluso antes de conocerlo

debido a que aquella antigua princesa que habitaba

tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee

que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque

mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo

hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes

necesitando volver a despertar eterna

en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste

el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad

regando el helecho con la flor de su hada

y protegiéndolo de toda fiera

debemos invitarle esposo Hipsípila a que vivan en nuestro castillo

y el duende sea real jardinero tuyo.

Así lo hicieron tras regresar con Cúlebre

y todo el mundo deslumbró de felicidad.

Canta mi sangre yerta,

de agua eterna

el hierro de mi tierra por sembrar,

trayendo toda simiente hasta desde el umbral

canta la amapola vieja,

sangre del corazón carmesí,

sueña mi semilla despertar,

donde el muerto cave su vida,

y mi cicuta triste,

enraize el paraíso,

de pieles sedientas

y hojas muertas,

corre mi otoño desde la vereda a la rambla,

de la fuente eterna

corre mi frío desde el infierno

al río de esta alma por ganar,

encina yerta de mi piel esquiva,

beso de tierra y vid,

beso de trigo y girasol,

canta mi amada Leana en su mirar

de cuchillo de espiga mi cante,

de zarza y espina mi amor

real como intangible nuestra eternidad,

áspero y rígido,

bravo y valiente,

duro y endeble,

metal y simiente,

pan y niebla,

niebla y bruma me desprende,

desde la boca hasta el pecho,

donde canta mi pasión sin despecho,

vive esta sangre caliente,

lumbre de mis tocones,

nube del cielo por dibujar,

a estampa de sed y viveza por entrañar,

canta mi umbral,

quiere tener soles y lunas sin gemir,

invierno llegas,

dibujando transparentes los miedos,

avanzas cada campo sin permiso,

helando hasta el hielo,

oda de mi sangre yerta,

por mi tierra me arde la siembra,

y el beso queda escueto,

parco el sentido enamora el hálito,

de nuestro feliz mundo

quién te viera marchar,

vestida de olivo y centeno,

de olivo y cebada,

de trigo y espada mi guadaña,

por la calma abrasas la esperanza,

en maldición cantas tu canción,

y los cuervos te rinde pleito de negra ala,

de grazno escondido en cada roble,

del humano yerto ser

desde la piedra a la cueva

abrasas oscuridad mi entraña,

dibujas tu vívida estampa,

donde el tiempo yace muerto,

y solo los duendes te entienden,

solo las hojas buscan su nueva vida,

de este sembradío de niebla me avanzas sin piedad,

la dicha y la sombra por ganar,

desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,

desde el cante a la maraña,

te canta mi vida quieta

este amor de la mañana

en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,

suspira el rojo,

quiere ser río de alma y arrojo,

quiere nacer abrojo,

el espino mece la espina de mi antojo,

y la amapola amarilla,

solo ella abre a la gran luz,

horizonte de mi piel que quiebra como ayer,

enamorado suspiro de frío,

enamora mi hielo,

donde duerme,

donde reposa el amor de mi sangre yerta eterna.

-Cantaba Hipsípila a su hada Lhiannan Shee

que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe


FIN


*******************

Disparo de plata:

 

Fuente de mi vida,

yo que he nacido de esta piedra,

y por ella mi luz no rompe los siglos

que me crearon,

te busco como agua que arregaza,

como brillo del fulgor y su carcoma,

he visitado y he contado mis muertos

nunca han sido suficientes para vivir,

en este hielo que crea adereza mi corazón

con mi alma de lanza,

mi estaca de yodoformo,

germinando mi rosa de psiquiátrico,

he intentado patentar el suspiro

que corre que vuela por la ventana,

una caricia de espina,

y un pétalo oxidado,

te busqué sentimiento y tu abrojo,

por cuántos lindes mecías tu cerrojo

y tus cerrojillos de cerrado,

soberbio me lancé en la oscura noche

como un disparo de luz,

alcanzándome una luna de plata

siendo mi verso sincero,

y fui silencioso

empresario del verbo crear,

cuántos disparos me creaban de la nada,

siendo fugaz hoguera de la llama

su eterna vida.

 

IX Yedra acicalaba:



Derrites mi estampa fija

al ardor de tus ojos marrones

este hielo mío alzado,

miradas obtusas

entre la ventana al infierno,

deslices quietos se cuelan

por abismos dibujados,

escucha el sonido de tu grillo,

estira su sol mayor,

allí donde la luz que le daba calor

era ausente, crepitaba entre yedras,

el amor a su espiga naciente,

ababol entre fulgores silvestres

tras él

el sendero agrietado

por donde nacía el río

de todas las flores desangradas,

lirios negros acompasaban su orilla,

llegando al manantial eterno,

de Hipsípila y su reino,

ocasos sonrientes,

entre miradas complacientes,

el único reino se estremecía,

derretían sus pilares,

la oscuridad hizo manada,

el día tornó noche cabalgada,

vapores exhalaban las esencias

que todo conformaban,

los cauces olvidados

se llenaban de sangre

los ríos lucían su rojo brillo

con hematíe,

la realidad había cambiado,

los colores lucientes de los suelos

eran dominados por tonos mustios,

cual era de la penumbra,

los mares eran seña de brea encendida,

el averno tomó superficie,

todo lo muerto se alzaba de nuevo,

era de las caras muertas,

la lluvia caía hacia arriba,

las estrellas de aquella noche eterna

en vez de luz

emitían a modo de ironía

capítulos de erase una vez el hombre,

todos los edificios

se alzaban ahora horizontales,

Los huesos caminaban,

la luz quedó prohibida

bajo honda sepultura,

las leyes naturales fueron cambiadas

por antinaturales,

la aberración gobernaba

todo lustre en movimiento,

los peces se volvieron parásitos,

y se multiplicaban solos,

la red sanguínea

que seguía la vida

era de color azabache

por su podredumbre alcanzada,

no había oxígeno

todo respiraba humo

de este mundo en llamas,

Hipsípila era feliz en la luna,

sembrando sus simientes

siendo el principito

de esencia invisible a los ojos,

sabiendo que su retorno

estaba cercano,

para sembrar todo el planeta tierra

y tener su reino de nuevo.

 

 

Por esta fuente fría:

 

Retozo este empeño,

traspuesto a los fuegos

del hombre

y su cuerda,

pasa los tiempos llorando.

 

Diestro, ambivalente

en dirección umbría,

vive colgando huesos

de sus pestañas huecas,

bajo mis sombras,

cenizas laten,

la quebrada fluye,

un iris

de ojo negro

en estos pilares

de fuego

que me alzan

estaciones que correr

años que nacer

en tierra abierta.

Estrellas que matan,

mi aliento de piedra,

atravesando estos ojos

brota mi fértil lluvia.

Crepita mi dragón

en esta fuente fría

profundo,

arde su brillo

de oscuras alas,

retinas, un frente

la caída de esta falcata.

En este cerrado horizonte

rizado, expuesto, consumado,

mis soledades tejen.

Una encina

que lejos habla,

que cerca grita

yo soy por siempre,

eco que se retoza

entre verdes valles

que teñidos

en furor de sangres.

Ay la tierra.

Ay de ella,

sé mi hundida victoria,

por este umbral

silente que marca

mi frente,

por este puente, por esta cepa,

el ruido es fulgente,

los ocres rinden

en colapsos de tules

iridiscentes.

Cabalgaré el astro

traeré esta flor de luz

a Hipsípila,

de una montaña

a un dulce valle,

injertada la sombra

la vena late,

traigo la creada ascua,

por si reverbera,

sobre un tiempo muerto

en el que no dolía

esta rivera.

 

Extasía de cristal:



Penumbra arrebolada,

hija de la sombra asolada,

temple de maraña,

tejida araña dormida,

sol en su trapo desnudo,

ven a mi cabeza

retuerce mi idea

que se encadena

sumisa a noble premisa,

no puedo parar

no hay tiempo de pensamiento

sólo escribir duro, seco, limpio

como agua de este río.

Sentido volviendo a la vida,

mi espíritu está creciendo,

tantas luces sin alba

tantos astros sin noche

es muy tarde,

nunca para volver

al origen de savia,

desnudo en este reloj

mirando este cementerio

alzarse, enarbolarse

de la nada y su infinito de cristal,

estoy dolido

que tú te lo has creído

si me quiebro

es para renacer

quemando mentiras,

liberando fieras,

roto al tiempo

entero al fragor

de mi espada,

no tiene vuelta atrás,

océanos abiertos me llevan

a flote de nuevos sueños,

rizado a la espera

engalanando mi quimera,

desiertos abiertos

en cal viva,

mantenme el amor quieto

subiendo montañas deshechas,

viviendo el brillo sin estrella,

ojo de un ojo labrado

mantengo mi esencia

en joya de noche

miro dentro

y todo retuerce de nuevo

dame tu mano,

descubre mi reino perdido

a encontrarse en tu mejilla,

háblame de tus vidas

de tus alas en mi extasía,

sólo allí despacio

latirá su osadía

líbrame amiga

de cerrojos

y sus cerrojillos dorados,

exasperados,

esta noche seré luz de hoguera

y tu cobija quieta,

el único sin miedo

a decir lo que siento,

carrusel sin engranajes

caballo sin jinete

tormenta sin nube,

beso donde no lo imaginas,

sólo yo contra el mundo

abriéndome de la tierra

siendo alma en disparo

certero, agudo, estridente,

como la voz que no se pierde,

yo nací albor

nací para ser tu amor

no me pierdo,

estallo osadías repletas

solitudes que trepan

cruzo líneas

de estos cuatro días

que clava tu voz

desmigajando miedos

porque yo soy el miedo,

batallas aparte

soy tu planta silvestre

amando su tierra

más que a su sangre,

mi esencia verdadera.


El Castellano

Flor de tierra:

 

Fuego en el agua de su mirada

de los vientos auspiciada,

la ceniza consumía su carne

ardía sin mesura su compostura

naufragó valles y sus caricias

su bandera fue de su vena acequia

molinillos fugaces sus pestañas

de él se enamoraban las hadas

de ella la primavera entera

con cabellos del rayo de Sol nacidos

ojos de tierra sin lugar era bella

clamaba su voz la cima de la montaña

descendió abismos

para anclar su esencia en la belleza

que late y envuelve su huella

conquistada en miel

su ambrosía

gemía la caricia

para brotar altares de hueso

y murciélagos de sangre

lloraba piedras en sabiduría prendidas

la bondad alzaba en servicial entrega

su fuerza era de su amor hoguera

él lloraba flores para ella su amada

su verbo a veces tornaba carmín

en pétalos de silvestres rosas desangradas

su voz germinaba la tierra a su paso

el amor a la tierra no le detuvo

ni sostuvo en fracaso,

encontró con ella el amor

que le fue negado llorando espinas

y si sus abrojos nacieron no fue

más que para rajar el viento

difuminando el tiempo en estaca

de eternidad con fuente y manantial

anclado gozo en armonía

bailando de la mano y naciendo del alba

jamás capturada

pupila enfrentada

que mecía

que gritaba,

retorciéndose la sombra.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

 

Primer poema sobre Hipsípila: 14-09-2015

 

Hipsípila, crisálida azogada,

Reflejando su muda,

Y a su dueño abandonarla

para ver lámina de cielo emplomado,

lejano y distante su reino de amor está

Como su princesa por capturar,

El pájaro único, igual a todos,

Blandea en estiaje gris lánguido,

Mientras llueve en el jardín inglés

Bruñido su color añil.

Vientre de hierro

Donde crece su flor de difunto.

Vaga libélula destinada

Al estanque de la vida eterna.

Camina, difumina, rige su cenit.

Viejo lobo reclama

A su enamorada luna

Que le lleve,

Tordo, de la oliva tu fuste

Junto con el córvido tesoro

De nueces,

El duende su pipa humeando

El esfumino del sonido del grillo.

El reposo de castilla

Sin preludio de su princesa

Que no amará su tierra

Si no a su Hipsípila captor de su vida

Alba más preciosa

Que su anterior atavío triste

Mira los ojos de zinc de su dragón

Y la magia vuelve a su Amor.

Fúlgido insecto primero en descubrir

El estanque y al beber

Dragón tornó su ser.

Ahora le vendrá el reino

De los valerosos hombres

Él con ojos de fuego y sangre

Mimetizarse puede y en voz

Deslizarse, fúlgidas cabelleras

Cual hombre del norte,

Nada le oculta a su princesa

Que ya Más no quiere

seguir sus tareas de castillo

Ella quiere casarse con su dragón locuaz

inmortal que le guiará

Al estanque de la vida eterna

Un pensamiento divaga

Del ser en que ella abrirá

El albita de la cuerda

Del grillo que marcará su son

En violín y oro caracol

Con siniestra forma de corazón.

IX Afilada sien:

Resumo por esta visión

cuantos años yo he nacido,

sereno derrumbo marcos,

ventanas acrisoladas

de ayeres de espuma.

En este campo de luna

yo he vivido,

cada respiro un océano de olvido

un soñar entre leones

un caminar entre fugaces sienes,

somos los que somos

y cambiamos algunos,

hago mis promesas de barro,

mi latido esquilma el miedo,

tijeretas atrás y nazco de la ciruela

mi hombría se encarcela

entre fanales labios de hoguera,

lago donde se baña mi suerte,

hoy y siempre mordí mi estrella

vengo en llamas prendido,

es esta quimera una hoja quieta,

sopla, sopla mi alma llena,

polvo del polvo,

una senda mi silencio quema,

horizontes verticales

ratas sumergiéndose,

granates estallados, gramas que caminan,

voy por las calles de noviembre,

ahogando sus rincones afilados,

estas calles me saben a humo,

estas gentes desconocidas

parece que las mueven

y arrastran en un sentido,

todo es fuerte

pero la oscuridad es más fuerte,

panales de esta luz intransigente,

luces intermitentes,

sudores de semáforo,

me cuelgo de un escaparate,

todo está fabricado,

y en proceso de construcción,

hasta el hoy podrá venderse

en tinta y pluma,

en imagen y con solapa dura,

una ventana sin cristal,

un agujero sin salida,

tambores de mi sueño,

relojes sin maquinaria

soles guiados por cuerdas,

el infinito es ahora,

lucen mis espirales siniestras,

ancladas a este azabache,

es hoy el día,

brotada mi subrepticia,

deshojan mis esperanzas

caminillos de plata,

recta duda erizada en mis besos de hiel,

trasquilado mi lobo

queda una certeza despierta,

alimenta cariño esta mi esfera,

pierdo el control

me avasallo

en mi piel de agasajo,

he nacido para esto,

que sea bueno o malo no pregunto,

porque escribo para mí,

estas certezas mías de escalas

cómo medir el arte,

sólo comparándolo con un similar,

poco más porque jamás medirse puede en virtud

ni en talento ambiguo florecido,

era un abismo descorchado,

un tren que cruzaba mi noche,

hasta alzarme sin derroche,

entre sus navajas que me apuñalan

los versos

que sangran carmines,

y nacen cuervos que muerden,

era una polilla de cemento

que nació aleteando

estos pavimentos de mi sueño

augurando la cremación

de mis labios

en otros ojos.

 

IX Acunado en flor:



El tiempo que se abra

y brote mi vida

al compás de un Sol mayor

resumen de existir en el brote

de una zarza que allí

baila mi hada

estallando en flores su pelo

tierra yerma que vio trinar

el estruendo de un zorzal

quien te viera caminar

vestida de espiga y lavanda

por ti se abre la Rambla

tus cabellos iridiscentes al brillo

canta al son mi grillo

por un camino se bifurca el reguero

el gato lame su pelo

yo estoy esperando por si te encuentro

mi señora de las flores silvestres

se Acuña mi aliento

en una flor del viento

una flor pálida nació del cielo

con sus colores alegró al tiempo

de sus hijas nacieron alegres vientos

del norte que en color vistieron el bosque

una flor naciente abría su esplendor

a un Sol de mayo por ella tormentas

nacieron germinando a su paso

vivezas de antaño

por los prados viste mi calma

fiel a encontrar tu amor un día

por si el cielo se abre

que sepas que él te mira

mi señora de las flores silvestres

un cardo de la dama en tu mirada

por si vivo mi vida te entraña

fiel de esperanza

una flor bajó del cielo

a expensas de sangre tener

ella se volvió mujer

con tu nombre en la piel

por la floresta danzaba mi suplicio invernado

fiel testigo maravillado

con amor en las venas esperando las flores

de primavera y sus caléndulas

despertaba por fin Ostara

y el cariño de la tierra

mecieron los terrenos

un soplo de su aliento

me floreció un beso

Cuando los jacintos abrieron

sus flores al horizonte del terreno

yo estaba despierto

surcando la mente de quien me piensa

con paso lento y decidido

transmutaba la flor de Odín en luz

cabalgando un arco iris de estrella

sonaba la campanilla entre grama dolida

era el momento de acostar

los dientes de León

al tiempo que besaba fragancias de colores,

en mi jardín de duendes.

 

 

Flamígero desdén:



Vive el cuervo,

por el desvencijado respiro mío

avanza, mece y sostiene

un tiempo en réquiem,

por aquellas voces que sordas

laten, se descubren

se quiebran altares de hueso

por mis atardeceres de murciélago

voy a tu lado, siente mi caricia de pájaro

alzando nuestra luna de acanto

y alabastro gimiendo,

azabaches de tu pelo,

por el sendero despierto,

por el cauce de tu vida, la mía,

ojos en resplandores dorados al tacto

de mi astro soslayado,

vida de vida

late tu caricia

no hay retroceso ni regreso

tu sangre me colmó en beso,

nuestro cielo de amarantos

fiel al respiro que alcanzó a ver

tu belleza en noches de miel,

respira tranquila mi vida,

en este horizonte dormido

quiero ser de tu piel ombligo,

que no me sientas perdido,

quiero ser Siempre tu sonido,

tu eco alto que no hay pájaro sin nido,

esta noche será distinta,

el comienzo empieza ahora,

mi sueño de araña

que todo lo tejido

recompensa trae a lo sentido,

un avance de mi sangre,

ven al nirvana del ruido,

anticipa nuestro solsticio,

Yo que te amo en mimbre de esparto

y verde espiga de trigo,

fiel comando el suplicio mi Margarita

de los valles de mi sombra

displicente, enamorada.

 

El Castellano

 

Escarcha de luz:

 

Hilvanando sentires de plata

en estrofas cuarteadas,

quién a acompañarme baja,

mi yunque despierto se alza

entre madrigueras del sueño,

danzan las procesionarias en fila,

queda desolado mi alfeñique

que canta en el clavo esta vez,

un retal con retrato de quien fui,

las pupilas en orden caminan

el horizonte del cielo,

mi aljibe de cobre será sentido,

es un nido de grama

donde corretean versos de espuma,

chirría la carcoma

la madera de mi espalda

donde sostengo la sombra de Caín,

encumbrándose de la fiera

se alza mi bella entera

gritando por más oscuros sentimientos,

¿Puedes sentirlos?

¿Puedes sentirme?

camino fuegos,

hasta complacer el ojo humano,

destrenzo el sonido de los árboles,

es un cuervo quien soy yo,

es un alarido que alza la noche,

por entre sillas desnudas

del alba sin final ni comienzo,

que sólo juega y ríe con las luces,

despistando flores,

entre ruego y plegaria

mi lamento tornó crujido de mi mecedora,

es una vid y un olivo que vive lejos ahora,

una linde en cruz con señero,

un agujero abierto

es una herida abierta

mi pozo con palabras en vez de agua.

 

El Castellano


Voz crascita:



Por ti crascita mi voz un día desempolvado,

que el cuervo me ungió la entraña,

oscura de negra onda pitanza corva,

es por este ser que se abre mi ala de noche,

un día mal parado,

a solas con mi endeble osadía,

Siempre, un pico de grajo rehúye,

mi cruel infortunio concebido,

nunca la vida que he tenido ha podido

esconder, escarbar un plenilunio,

mi pensamiento que sea hueso esta vez,

de azar desvelado, profusa mente,

destino de su color de ala,

por mi siembra que trascienda mi araña,

que genere dicha enmarcada,

no un funesto desapego,

quise ser siempre, el cuervo mi ser aliente

porque fui nunca por siempre,

imita, dirige la senda que antaño fue mía,

un corvo destello,

en rastro de azabache,

áspera templanza cruel la disonancia

que te llena en alabanza,

pobre mi despedida porque no existe,

brota mi día que sin querer encendiste,

no tengo elección, me queda una ilusión

llena en borbotón de esperanza,

se llama Gracias.

Gracias a ti que la pena bebiste

de mi vena socavada honda,

en acequia que mi sangre lleva,

pudo ser hoy el día más feliz que sentí,

miré mi soledad zarpada

en compañía del río,

y sólo sentí alegría,

sólo dije el mundo se hundirá

cuando el color oscuro

me impida pensar

por no tener hálito ni humor

y este río seguirá navegando sin final

tuve más que su agua que me forma

tuve su idea y mi ser se alza

para saltar su montaña

de todo quien que le quiera ver hundido,

exclama un buen grito:

- Yo soy libre.

 

El Castellano

Desliz sanguíneo:



Sangro y monto sobre un corcel de viento,

mi vida fiel hoguera

se va iluminando su ceniza

mosaico de mi sino

un diestro azogue del calificativo,

nombres fugaces a la verdad de las cosas,

hilvanando, esta araña que me teje,

como encontrar mi número trece,

tomando café con el bravo nueve

maestro halle donde se halle

mi numerología en espada,

una hoz y martillo por guadaña,

vuelan las águilas un cielo rojo en sangre,

creo en el poder de mis ancestros,

creo en el poder de su sangre de tierra,

porque soy cuervo,

y desempeño

elevar su espíritu a los cielos,

mis alas son palabras,

mi casa es el terreno

que si no está domado

cuido mis pasos dignos de respeto,

para no dañar el azar difuso

de vida y su enclave en tierra,

quisiera avanzar por tu tierra de fuego,

porque yo me quemo en tus ojos,

förüq desvelo que Significa cuervo

nombre revelado en visión,

en idioma antiguo como mis ancestros,

venimos de la bruma gris,

la niebla es nuestro traje,

de la sombra del agua,

un odio desvencijado,

por la alfombra

de quienes no son de nuestra extirpe,

ceniza polvo de tierra

nuestro pasado que camina,

abandonado por el Dios vestido en soledad,

claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.

 

Esteban El Castellano

 

Llueve mi ser:

 

Habrá un silencio verde,

la pianola de mis dedos

escupirá versos de cobre,

la tierra cerrará en vals

escurriendo por tus labios

mi ahogada serenata.

Abrirá mi colchón marino

una sábana de algas,

para naufragar flores y rosas

el alba conjugará besos de mi sed,

encumbrando mi anochecer,

cantará mi martillo,

sobre el yunque sonámbulo

de mi cuerpo.

Se afilarán mis cuerdas vocales

para cantar:

Un horizonte inmenso,

un cielo emplomado,

ella es dios es lluvia,

es preciosa sonata

de hojas bailando

el origen de savia

ha estado oculta

su bondad, por miedo

a que puedan hacerla daño

por creerla debilidad,

siempre aplomada

por venas razones

que enjuician

y la apresan

por quien ella no es

así se decidió

por la vía rápida

ser única, ser sólo la mejor

porque no tenía rival

ni semejante

ella era lluvia,

lágrima de los dioses,

cuchillos de raíces,

la única bendición,

la única destrucción,

eres portal de vida,

eres más que tristeza del cielo gris,

eres un motivo para vivir

para nosotros los seres de tierra.

 

El Castellano

 

 

Quién te tuviera:

 

Estabas y no estabas,

estabas en el viento

que roza las sienes,

estabas en las hojas de los árboles,

lejana y cercana

según seas mirada,

me acariciabas la mirada,

te alzabas por cumbres nevadas

y cuchillos de grama

te gritaban,

te encontrabas en la margarita

sencilla del prado,

cuando la flor te posee entera

y no hallas más brazos

para jugar,

ríes y lloras sin parar,

la tristeza tornas

con melancolía

de quien te observa plena

como un rayo de luna,

como un horizonte malva

estampado en estrellas,

como un río y una mar,

no giras,

eres belleza sin igual.

Eres madre de la naturaleza,

principio y causa

de toda era

desencadenante perfecto

en eterna hoguera,

un ojo de un cuervo

te observa,

siendo de la noche

quimera bella,

siendo del día

laborado panal de abeja,

eres realidad

estás en silvestres aguas,

en la fiel madera

del árbol que te lleva,

eres agua de la rosa,

sudor de todo amor,

estás en la cueva

latiendo su estalactita,

en cada corazón vivo

y en cada azar de muerte,

eres sonido de viento,

sonido de trino,

una senda incontable de todo camino,

estás y eres fuego, elemento vivo

en la simiente y en cada alma que te yergue,

estás en cada palmo de tierra,

en cada siembra,

en la simiente que espera,

estás en cada planta

hasta brotar en mi garganta

cuando intento plasmar poesía,

estás en todo lo creado, por manos

del Creador Universal,

Belleza eres madre de este planeta

y del humano ser

acaso siguiera.

 

El Castellano

Un nido de grama:

 

Cuánto afán se midió en la estrella

donde el tiempo amansa y se acurruca,

es un afán perpetuo que deslizan los temblores

de las femes sus cabellos,

no fue azar ni ternura cabe

por la sombra que tiñe verde

mi cansado amor,

cuál charco se vende a mis lágrimas,

por una grieta acababa yo de irme,

cuando nació de mi poema una escolopendra,

escaleras a mi Sol carcomido en busca

de un crujido invierno,

de mi desvalido sueño

por el que dejar algo más que mis ojos claros

al mirarle,

voy con mi canasta de limones

allí donde las mozas trenzan sus ilusiones,

mi caracol tiene su canto afilado

por los soldados que violan espigas,

soldados alados dónde irán,

una casa se construye para que viva siempre

la ventana pedigüeña del hijo.

profuso monte desvalido

del olmo que vive lejos,

es mi savia un poder de dar vida a mis injertos

poblados,

una furia que atraviesa

mi vena de luz,

donde juega y baila mi amado murciélago,

en su colchón de luna.

 

El Castellano

 

Suspira lo yerto 2015:


Quiebra el sentido

en el precio del daño

distancias de sombra en memoria

de universos crucificados

en defensa de lo que mueve

y me lleva

al hálito la voz desangelada

a la conciencia el corazón en agua

veneno de ti

en horizontes denigrados

en el bosque lleno de ausencia habitada,

alborada y madre de subrepticia

subyugada, colgada

del árbol de las cenizas

donde reavivar el ascua

que me mantiene preso,

ileso del verso sin pata

que no recorra la médula del hueso.

El futuro significa el mismo punto

sosteniendo el poder del pasado

gotea el techo de la frente

caminos por encontrarte.

Los colores abren sumisos

orando que solo cambie

lo bueno por mejor

no puedo negarte

ni quitarte suprimiéndote

eres dulce tormento

y condena a morir en el verso

y su mitad que viene.

Ya todo fue dicho,

el invento quedó inventado

dime qué hacer que no sea correcto

mi condena a felicidad

mi eterno resurgir de la ceniza

del pensamiento agudo sin venas

del cigarro que me fumo

aterrorízame aparte

la araña me lleva

ninguna sorpresa soñada

ni pesadilla despierta

ya he muerto

y si vivo no preguntes

ni yo mismo lo explico

dime dónde debo ir

qué debo ver

qué tengo que hacer

el mundo me es exterior

y estos ojos que escriben laten

su vena de sangre

incluso viendo dormidos los párpados

ni me asumo a lo que está hecho

ni a ser mendigo

ni un relegado del empleo dinero

mi casa es tu entraña

en vela despierto

y el mismo sueño a la mañana

en ausente llamada

voces de muerte sonaron y las hice caso

que el Juez Supremo perdone

no es mi turno elegir

ni ser silente, ni animal, ni hombre

no elegí llámame cobarde

tú sigue con tu esclavitud absurda programada

yo me perdoné por mi condición

que pierde la razón

pero más loco,

sin sentido elevado a ti te veo

puedes juzgarme a cobarde, lombriz,

quien lleva mi vida soy yo

y si no me perdona el Creador

no es mi decisión,

a ti te veo perdedor ambicionado

sin nada por lo que merezca luchar o recordar

yo de mi aliento hago templo

y que me venza el tiempo

que estoy para disfrutar

esta vida con cruces que se me asignó

al encender mi razón,

mi razón, no existir solo

en ausencia clamada;

mis ojos te dibujan a vívida estampa

sin tiempos correr

sin verme en tus ojos

sin criar ortigas o abrojos

y que mi tejo cobije alados

las siemprevivas den a luz

palabras que arden siempre vivas

los cardos sean espejo

y los molinillos al viento cumplan sueños

donde transmutó en luz

mi eterna flor de difunto.

Atravesando la negra pared

de la ignorancia humana.

 

 

El Castellano

Hielo de mirada:

 

Abro las puertas de mi mente

hacia desembocaduras heladas,

y tierras del hielo donde todo acaba,

una sonrisa congelada con una llave de hielo

en mis manos, es sólo un recorrido,

todo empieza,

tu vida hoy no es lejana,

ni esta tristeza es del alma,

hoy mi sangre se derrama

floreciendo la amapola de tu cuerpo,

ese por el que siempre pierdo,

¿cómo de helada mi vida?

descansa en las compuertas del ayer,

nada se cierra la muerte está lanzada,

escapa de sus redes tejidas,

mis pensamientos se hacen contigo,

latidos de lágrima descongelada,

muy bonito, muy bello,

un paraíso lejano oscuro,

navega mi barca de una orilla

a su confín de despedida,

aciago témpano donde florece el viento,

por un trino hasta el crepitar del sonido,

una danza de hojas de otoño,

un suspiro de cobre,

tu cabello que me electrifica mi tacto,

soy fuerte sin alabastro

soy fuerte sin noche de azabache

soy fuerte por la memoria del invierno,

que se acurruca en tiempo eterno,

ventana reflejo de máscara.

mentiras de que estás viva sombra de Eva,

granate de tu mirada,

sangre de fresno con tus cenizas,

muerte te beberé entera

para que abandones mi botella,

pudo decir todo y se quedó en lo hondo

como cigarra que tarda cuarenta años

en dejar de ser larva.

 

El Castellano

Plubia cordis:

 

Fuelle del viento,

irascible, despojado,

del alambre crepitante,

es del hombre este difuso cielo,

me levanté y fui a saludar

a mi Sol.

Le pregunté si su luz

quemaba más al mirar

que en su época que lucía más vertical,

si esa luz no quemara jugaría con ella

en mis ojos,

que hoy lucen

como fuentes desvalidas

de mis lentes,

un marco, un hartazgo del mirar,

lo que sólo se siente,

aquello que mi flor brilló,

por ser yo abeja,

un irisado cristal del viento,

un devenir que quiere estrellarse,

un sentido de fuego,

por nacer de la tierra de fuego,

ser mensaje liminal

lo siento porque la palabra acabo de crearla,

la colina será inmortal mina,

pariente del destello de este hierro,

y la meseta que quema se ahoga

con mi siembra del mañana fabricado,

los elementos contando la magia, son seis

dispuestos, la cumbre de mi grillo,

Padre que me protege,

de cigarras que no cantan con motivo

creación que me labra la idea,

diré con impetuosa fama:

De la montaña, al valle de niebla,

pasando por ríos dulces de aurora,

ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,

lluvia de corazón plubia amôris,

flagrando su eterna consecuencia,

de ser libre y silvestre como las aguas.

No me cansé, pero tengo que terminar

lo que empecé, un beso al ayer

un erizar de mi piel.

 

El Castellano

 

Cuchillo de sombra:

 

Un charco gris,

un cielo rojo,

coagula mi fuente por destellos del alba,

se anuda el quejido de la montaña,

un sapo de oro y tierra

avanza entre olivos de azúcar,

vicisitud labrada,

sí allí en el charco gris,

y en el cielo rojo,

es un cangrejo de río esta hábil tenaza,

prosigue, avanza, en escarpia helada,

a veces roto, a veces nuevo,

este iris que me gobierna,

pregunta a mis ojos de duende,

si su dolor fue pasajero,

hinca tu sombra en mi sombra,

arrástrame la vida,

es como una espiga,

es más fugaz que una despedida,

abre la puerta del negro lirio,

susurra a este viento todo lo que siento,

aquí y ahora que mi cuclillo descansa,

yedras de esta maceta que se acicalan,

es un túnel y una mina,

una desgañitada caricia,

hijo de la tormenta,

canta el rayo,

acaso me ves muerto,

yo soy el encargado de abrir la compuerta

para regar el tiempo,

no busques más en mi aliento vago,

porque no sirvo más que a mi alma,

así me cueste la espada,

seguiré en pie en esta azada.

 

El Castellano

 

 


Hueco crepitar:


Estoy escuchando semirecto

el retemblar de hojas huecas

sobre la gravedad

de un arroyuelo que fluctúa

cauce entre la copa

de árboles

sobre semivacío cristal

con limpiabrisas

encima de un blindado

cantaba, dictaba antiguo sargento

su presionar disparar.

Como hueco en la ausencia del polvo.

Abrid la ensenada

a la gente primera,

al señor capataz

del brillo primero.

Tímida la floresta,

escondía las amapolas.

Núbiles gestos danzaban

la cabeza silvestre

en loma que evanescía

el coraje de la flor

vuelto mujer por Ostara.

Patio de perdices soslayaba

entre el quejigo,

Carrascas afiladas.

Hacían sus hojas

mi última espada.

A mi izquierda

el peso de su hierro

estable.

Sibila destrenzabas

tu cándido mirar

en fraguas de belleza

inviolada.

En tus altos, profundos

ojos de ámbar.

Luna que en fractura

recorre mi tejado de alma.

 

El Castellano

 

 


Agua:

 

Eslabón vasto, ardido, deslizado,

un iris de gota que a ti te llega,

marcha tenue, compás de tu eterna huida

que te marca y da vida,

fulgente fuente en infinitud de bocas

que tu ser desprende,

de su nombre y su alambre,

irisado canto de nubes derretidas,

comunión de trinos,

un beso a la tierra que deja herida,

límite de árboles y sus soles,

siembra de azul,

despensa de tu saliva,

hoy buscaba belleza y belleza eres tú,

río corre directo a tu nacer

río levántate,

jamás te canse tu desnacer,

efímero latido de tierra,

tú vena del cielo,

una solar yaga del gris,

un hogar, cuna de mi tempestad,

para ser agua inmortal elemento

capaz de crear y destruir,

de vivir siempre tejiendo la realidad,

alcanza, desvela que te debo esta existencia,

sin saberte nada existiera,

equilibrio que en tus vasos juega

para estallar en creación llamada vida.

El Castellano

Alma en yacija:

 

Mañana será mi vida

una sábana sobre mi calor humano

inerte en acto de no portar nada

si no fiel materia asida

si mi forma acaso tuviera,

si yo no la creara,

si no fuera contorno de mi forma

esta sábana muerta

se creería que portara amor,

dulce aleteo ingrávido al peso,

tiempos de cambio palabras a un silencio que muerde,

estoy esperando las nuevas visiones,

con mi canasta de limones,

estoy aguardando la caricia de las sábanas,

como recipiente de quiebro de sueño,

quisiera escribir un poema con varias ramas,

anclado en una idea que se difumina

la identidad de ser ella,

palabras inertes que quieren ser hechos

y tener movimientos,

a un profuso mar me muevo,

siente mi devaneo,

llegó mi momento

de nada carezco soy real,

soy de la tela de araña soy tejido que me lleva,

noche noche te encuentro en mí,

fiel yacija del destierro de mi sombra,

versos nacidos de una única cerveza,

buena praxis de mi romance eterno con la luna,

lunático por venir de estar con ella en su ático de Madrid,

no te esfuerces jamás podré ser realista

y describir sin ser parte del asunto,

claramente porque soy yo el asunto,

a formar, en orden,

este es mi rifle esta es mi vida,

por la que sirvo y ejecuto un placer nacarado,

como fruto de estrellas,

¿el hueso? -Es que no encontré un motivo claro para escribir,

solo fue y será escribir.



El Castellano

 


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Ojo de tierra:

 

Un silencio yerto,

se abre esta noche

por ensordecer,

reflejos de resplandecer,

en este frío de ayer,

pasos de silencio roto,

abre una espiga

un respiro, un latido

envilece mi procesión de fuego,

cristales que se rompen,

bisagras que se doblan,

esta noche

de la nube de antes de ayer,

todo se alza

para llegar a ver,

recorta este hálito de tierra,

un suspiro ciego de hiel,

llega para enloquecer

mi sangre que tiene sed,

he salido del infierno,

quién me va a detener,

sombras que gritan,

hielo que sostiene,

mi cruz del horizonte,

por descender,

afilo mis colmillos

hoy se verán morder,

esta ventana de sed,

rebotan los tiempos,

muriendo,

diáfano espacio

de ausencia brillando

su infinito parco de cristal,

llegaba otra primavera,

sin celda de madera

chirriando su carcoma

que mordía este cielo

con su moneda

que brilla mi idea,

esta tierra late,

esta mi sangre fluye,

cabalgo este acre torcido,

recorren florestas

naciendo, brotando

fundiéndose con tierra abierta,

soles lloran escarcha.

del nacer crepitando,

te juro que avanzo

hasta ser esencia de río

granate de mi lustre colgado,

debo aguardar

debo escuchar

este patio,

hablando con la araña,

que caza bellezas,

un día recordará mi tiempo

que fue mío,

dejará de estar perdido,

y este poema me dará de comer,

por tener dos mil cien,

creciendo en sus ramas

de sangre negra,

ay la tierra,

sí esta tierra

que me vio crecer,

por la que siembro

mi flor de viento,

desnaciendo el tiempo

que lloró mi ojo,

siendo de tierra y para ella,

abro que domino

esta ceniza que me lleva.

 

 

Clama la flor, abeja del lugar por gritar.

- Ven, toma mi néctar,

déjame compartir mi vuelo contigo.

Réquiem por la flor, oda por la margarita

con su mariquita, sauce caído,

cobijado tejo, crepitando:

- tú eres primavera.

Olmo viejo en retozo,

quebrado por la aguja silente

de la carcoma.

El cadillo miente, mientras el abrojo

clava el sentido, quiere la amapola

ser la alegría del lugar.

Cuando el brezo enraíza

el alma de sangre

por derramar mi cuerpo yerto

en la navaja, mientras

la lavanda amamanta la abeja,

y abejorro que llamé Genaro.

Amaranto el firmamento

llórame una estrella

y su hueso de luna que

rompa firmamentos

en auroras,

que venza colgándolas

de las pestañas,

y mientras las pupilas

en sombra abren su cueva

en la clamada verdad.

 

El Castellano.

 

 

 

 

Soñé, te viví, te besé,

te anhelé, te abracé, te sostuve,

te mecí en mis brazos,

te acurruqué, te di de mis labios

de beber; hice tus piernas

recorrer en pasión,

te viví desde pies a cabeza

y siento decirte algo:

- que no me gustó, me encantó,

me emborrachó, me drogó,

si acaso, hubiese posibilidad

de que yo no estuviese muerto

sería por tu recuerdo, amor.

 

El Castellano.

 

 

 

De este cementerio viviente

que me dejen ser la flor,

que por lo menos

a un muerto da calor;

y al difunto, la caléndula su luz,

adorada, nacida del rayo de Sol.

Quien te quiere, te quiso y

te querrá desde este corazón muerto

te amo en albor flor tras flor,

elevado resquicio de caricia

de Diosa Ostara

en resquemor de primavera

cardos brillando en espina

de dolor, desde mi nicho

pido mi nicho de espinas y de cardos

cuando llegue el momento

si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo

y que la parca fría venga a por mí que este hombre

ya ha muerto y su último suspiro

fue un yo te sentí amor

voy a tu encuentro.

 

El Castellano.

 

 

 

Diente de león por clamar

el prado yerto,

donde lo vivo son las plantas silvestres

incluso el cardo de las damas, las malvas,

las piedras agujereando el terreno

molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y

papaver hibridum, amapolas roheas sangrando

borbotones de sangre de tierra por brotar

plantago por llenar el campo de espigas con flores,

todo escarabajo gozando de la flor

cómo decir que la flor sea sólo la flor,

si del reino animal es templo, hogar y morada

donde todo empieza y todo acaba.

Margaritas en envidia miran tus ojos

y luego miran las estrellas,

una sabia dice y afirma: son mejores

y más bonitos

sus ojos que ardieron los luceros,

vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro

sin mirar tu corazón;

Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera

incombustible, plena, yerta, indescriptible esencia.

 

El Castellano.

 

 

 

Golondrinera frágil, esquiva,

reina luz del bosque de las sombras

con tus amapolas amarillas,

los luceros del cielo.

Por poblar jacintos silvestres, tragopogones,

amapolas por doquier

amando la primavera entera

en un mundo que cae disuelto

en espinas de cardo y alhajas

de flores de todos los colores,

mi templo, mi casa, mi hogar, mi albor,

sin alcanzar las plantas silvestres

por poblar este mundo silvestre por mirar

y dan ganas de tumbarse

y ser la flor de muerto porque me tumbaría

para que me crezcan las malvas

y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas

y negras de tinta y sangre

mi condenada bandera.

 

El Castellano.

 

 

Estampa quieta,

tejida en el umbral silente,

nacido de las sombras

y sus benditas estampas

de damas de noche,

la flor blanca estrellada

canta tambores de la tierra.

Y los grillos afinando el violín están.

Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua

de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol

y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara

el humor de primavera cuelga de las faldas

mientras mujeres hilvanan

y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.

Yo soy un humilde escriba de la flor de difunto

caléndula officinalis,

por la que el muerto

encuentra luz.

 

El Castellano.

 

 

 

Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas

buscando la respuesta para ser feliz.

En la planta en albor que crece del rayo de Sol,

sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol

al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres

brillan incluso más fulgente que el rey lucero,

todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,

a través de la caricia nos trae Lugh.

Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris

que apareció tras mirar fijamente preguntando

a una flor de difunto me comentó

que podría indicarme de la tierra

donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema

ley natural, sin miedo ni odio.

Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,

y me dijo con amplia voz:

- bajo tierra.

 

El Castellano.

 

 

Monte elevado en el horizonte,

brezo, encina, carrasca, esparto, espino,

todo crece en albor sin preocupación suprema

nada más que seguir viviendo y echar generaciones.

Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos

los edificios grises, como sus gentes

todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz

boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo

frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente

ni ser festín de gusanos tempranamente.

Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz

de su tierra, que no hay preocupaciones,

fue el ser humano el que inventó el dinero

y la esclavitud que trajo.

 

 

El Castellano.

 

 

 

Amapola silvestre,

llévate mi sangre a las entrañas del inframundo

así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,

que tus raíces me conduzcan al tercer reino.

Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas

han visto infinitud de cal varios nacer los montes

y senderos, que todos llevan al mismo sitio

a perderse en el elevado espino de tu luz.

Ooh elevado, cuál sería tu misterio

para dejar a este escriba absorto.

Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo

te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso

de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos

en cuña, al caer la luna al cielo.

A tí Genaro, abejorro de mi jardín

te extraño y echo de menos, bonito.

 

El Castellano.

 

 

 

 

Corre trémulo a desgañitarse el cosquilleo silente,

que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses

junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada

ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraizada con albor

y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero

y aguardo en mi maceta, ya que en lo que llevo viviendo

ni una planta se me ha muerto con mi don,

hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,

hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,

crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla

de la caléndula officinalis.

 

El Castellano.

 

 

Mi vida te escribo como gota que va a los mares

tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó

los dioses honraste y te honraron

desde el cerro al abismo, tocado y acariciado

donde todo surca la oscuridad madre

y dama de noche sin afectarle el cielo

de la yerta amapola de luna desangrada

y su estramonio vestido de gala de estrellas.

Todos bailando en la fiesta de los no importados

menos la rosa y el clavel masculino

que tiraron abajo el telón para comenzar la gala

y el baile ganó la datura con la dormidera

por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.


El Castellano


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Tierra perdida:


Limo, sostengo, agito

la vena enardecida mía,

destapa al fuego en círculo,

retiembla destinos ciegos

en crueles, parcos horizontes

sin orificio,

destrenzo el nervio de hierro,

repto avenidas sin salida,

voy y vengo cantando

esto es tierra perdida,

correcto, en el ojo

y soterrada vía del hambre,

nazco que broté de semilla,

estiro que alzo

sangre en caricia,

marcho sin mirar atrás

esto es tierra perdida,

ocaso malva derrite mi vida,

en ríos sin despedida,

en sábanas de escarcha fría,

correcto

es tierra perdida,

nada es súplica advenida,

fulgor entre sienes de carcoma,

festín de arañas grises,

nada me detiene,

avanzo, el sol me cuenta

que es tierra perdida,

cae la tela tejida,

fiel al descanso de mi subrepticia,

gimen tiempos rizados al ascua,

cantan malas yerbas

sin perfidia

que esto es tierra perdida.

Yo contesto

dorado al fulgente metal

que es mi vida,

es pasión, es luz,

es calor,

este es mi rifle

esta es mi vida,

granate al escape

lustre postrado al rejuvenecer

del marco,

yo no estoy colgado,

venzo que avanzo,

resumo, coarto,

me descubro a la luz templado,

todo dicta

que yo voy

que yo vengo

por tierra perdida,

resplandores sujetos,

acuartelados en énfasis,

porque desconocen su sino

madre de

esta tierra perdida.


El Castellano

 

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Ostara desvive:

 

Duerme Ostara

Stellaria ya abatida

caes junto con la sazón

del geranio de los caminos

y la pequeña fulgurada

caléndula arvensis

de brote temprano

antes de Ostara

el camino en verdor

y color rajar copón

quién os elevase

y os diese voz

vuestro ciclo de vida corto,

sabiduría de la conquista terrenal

y la dureza de vuestra simiente

por el estío mas el frío marcándolo

sin guardias vuestros romances

esperando sus soldados alados arribar

halla o no tapial de la franca puerta

del Creador Universal,

campanillas ipomeas mece mi tierra

que sin ser de nadie

sólo vuestra.

Os acompañan malvas, abrojos,

dientes de león e infinitud sin condición,

malo el hombre vosotras nunca

malas hierbas sois,

cumplís vuestra función en elevado amor

sois color de flor,

pasión del animal visual que os habla

desde Castilla

a su antiguo cementerio viviente

de Alcalá de Henares (Madrid)

invoco vuestra alma

para que semilla que toque, semilla brote

llegado septiembre

como siempre me ha ocurrido,

os pido se mantenga mi Don

jamás os dañé ni perjudiqué

con ni sin razón,

os amo; que siga vuestra eterna conquista

del terreno en albor.

 

El Castellano


 

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Venas de luz:

 

Yo te busco luna entre bloques de hormigón

y cemento, entre violetas escarchas, yedras

nocturnas de este cielo sonámbulo con suelo calizo,

me rehúye tu ojera de nácar ciega, segura,

colgándose de mi puente escarlata, férreo, soterrado,

mas te escapas por las turquesas ramas

cielo plateado quién te tuviera, esta tu rama de idea

entre las manos tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,

cual panal de lumbre quieta, deshojada,

tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz

y sus azucenas,

mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón

que te aguarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules,

tu camino que serpea, y mi soga blanquea,

alumbrándose los árboles erizados, vespertinos,

que en lluvia cantan, su serenata santa,

acequia de tu ser, que la bruma pervierte,

colmada a tibio reflejo en fanales cristales sin tajo,

de tu hueso crepitando, apostando,

dunas del sueño, y metales esquivos

con azabaches siniestros,

cuentan los astros

que tu belleza duerme en sus incesantes

hogueras de sus cestas,

tú que te escapas por entresijos de negra ala,

quién te tuviera en sus palmas,

como destello escaparías

dejando una estela intangible, áspera, maleable,

de blanca pupila y granate adornado,

naciendo de ti un gris ciprés

las canteras se te rindieran, en presura,

un silo alto como tu luz de ojos abiertos,

treparía tu enredadera entre torres de belleza,

y brotarían las blancas estrellas

damas de noche,

llorarías tu oro blanco en abrevadero,

por tu escarpada longitud

y un eco nacería tuyo, solo, carraspeado

de la luz y de la sombra, una cadena para tu belleza,

que tus venas, lleva,

en verticales pestañas negras, plenas, beatas,

en insignia sangrada, renacida, renombrada.

 

 

 

El Castellano

 

 

Cuervo de idea:

 

Crispa su metal

como fuente insoslayable

del azar que vuela y corre

destellando.

 

Estridencia recta, dorada al gemido

en hoz de guadaña,

es una espera mi fiel apostado mañana,

cumbre sin rizos de alba.

 

Yerma, plácida, no sostenida,

mutable de verde caduco

al sostén que su pecho hiende,

erizos de senil ascua.

 

Dioses anclados al servil gozo,

consumado, me alzo que levanto,

negras tardes de las tierras,

salvaje canto en abismo prendido, soterrado.

 

Ara en fulgor de combate

con mi serio descampado,

rige y exige la semilla al Diablo.

 

Fiera de las fieras,

compostura que sueña la guerra,

fanales hogueras en colmenas y sus gentes.

 

Oscura esta noche

de oscuridad y umbría niebla

que cuelga la luz.

 

Miro la sombra, me desliza su estampa,

ondas tenues en acristalada sien,

lima ideas a la fugaz, encarnada siega.

 

 

 

El Castellano

 

 

Raíz descubierta:

 

Sueño, un haz, subordinado

hoy tuve una experiencia

subjetiva al cansancio intuido

de aquel retoño de lagartija salamanquesa

de mi pared habitante de mis tiestos,

la regué y corrió a detenerse vertical

frente mis ojos,

en aquella pared donde caza,

detenida sin presura,

yo acerqué mi mano tapándola

por completo sin asustarse siguió inmóvil

y pude acariciarla con cariño,

empiezo,

que no he terminado,

enmudeció mi soliloquio confinado,

abandoné mi voz,

bajo el latir de tierra

sangre huye,

rojos carmines en avidez

de rizados estambres,

sobre las montañas y su blanco gineceo,

esencias despiertan,

palabras bullir

en carne fundida de suelo

en fértil, serena de aliento

en bruma niña,

madre de este gris anisado,

con crispado horizonte,

toda caída sin destello

ni florida estampa

que seca mi ala,

iris de soturna

carcoma mía

en tejado de oscuridad,

de tronco y su nido,

vamos tejo,

si yo creo que eres mío

háblame de tus penas sin escapar,

de tus romances oscuros

a vientos de luna,

piérdeme la compostura oxidada,

haz que me lloren sin miedo tus hojas

que yo deseo ser tu eterno amigo,

compañero.

En raíz descubierta

que afila el tiempo,

será mi cuerpo.

 

El Castellano

 

Recta enseñanza:



Al acecho yerto,

sin par de fauces sigilosas,

carnívora

en quitina alumbrada,

madre de tu compostura

silente,

en brazos de susurro

de tus hondas patas,

abres tu descanso

entre soles de cuarzo,

yo te dije sal,

que te quiero hacer retrato,

y bueno

hoy salimos sembrados,

de un cuarto

dio el mismo sol

su encanto,

fija en el segundo

sin matar tu sed

de poder

asesinar sin manto,

ni red,

seguiré

tu ímpetu postrado,

allá donde vaya

tu enseñanza me seguirá.

 

El Castellano

Infamia tornasola:

 

Áspero relente

sobre una almendra rápida,

frío o caparazón sonoro,

eterno secreto dentro

tus labios malvas;

duele mi celeste marca

infamia de campo abierto,

la última lagartija me espera,

encima mi labriego

del barbecho al crisol

de mis sentimientos encegados,

tiembla la lira

sobre tu pecho

como muere la luna en el agua.

Tierra húmeda,

batiente es tu vestido

donde crecen flores pudorosas,

inexpugnables,

imagen impasible

como ruda caracola del silencio,

siglos desnudos

que tu intelecto solloza.

Bravío cantil de láminas sin memoria.

Sombra de mi ternura

que a ti te abraza,

gota extensa que precipita mi tierra,

rosa, cernícalo, vida,

disfraz de nombre caduco,

luz que arrostra,

cruel avenida

de mi felicidad desertora,

verde falaz de la mudez primera.

Un puñado de sangre

es mi estigma adentro tu océano

que no existe.

Pétrea amapola

sin sanguínea tormenta

del bermellón,

quiero brille la luz

de mi azur

dureza esquilmada.

Abren las oscuras raíces

de mi ciprés

la adusta sombra

que alimenta mis ideas.

Cobre yacente,

impelido, límpido

mi dios que florece,

hueso de durazno

en este cielo en tierra,

luna inabarcable,

dichas amarillas,

filos endebles, ojos en furia,

quietud que huye el bastardo.

Oh Sol, justo,

fósforo que prende

mi carbón con tu beso

de espuma flamígera,

inviolada.

 

 

 

El Castellano

 

Tierra rutila:

 

Prendido en hiel de un abismo,

desdoblado compás y su sino,

crujiendo el alba más preciosa,

por esquinas del cielo de nácar,

es esta escarcha un fiel carruaje

desmembrado entre corceles ciegos,

cabalgada cordura entre cristales,

entre espejos ardiendo,

un calor entre calores,

una vida que ni sí misma

se deja atrás.

Avanza, mece, y se deshace

corre vengo por ti,

traigo entre lirios del campo

mi silvestre trigo,

tráeme tu voz, tráeme tu vida,

estoy moliendo mis azares,

haciendo surcos en mi alma verdadera,

trilla, trillando tu sentir morena,

esta espada que es una quimera,

entre juncos desnudos,

entre pizarras y cuchillos

alzo que vuelvo a nacer entre hierro,

luchando por la luz que me corresponde,

desnace esta era,

entre de mi siembra la espera,

por esta cerca el campo

que dueño acaso tuviera,

ni inspiración cabe con barreras,

la idea quiere marchar ensimismada,

por riendas de un caballito del diablo,

una desventura en plomo

un mar de esferas es todo lo que siento,

por si pudiera manifiesto,

que el gris teñido de bruma,

abandona su sepultura,

vuelvo a mi gusto muerto,

la sombra que me envuelve

preside, rige, y desnuda mi alma,

para ser por fin rosa de sangre,

vestida en azules trajes nocturnos,

mi semblanza a este ocaso

que mi voz sucede.

Entre espartos de mi iris,

por alfileres sembrando

clavos del campo,

anochece siendo de día

resplandece la una ausente,

y gozo la soledad de mi suerte,

sintiendo por fin dicha

por fin alegría

descubriendo este horizonte

por mares de sentir que valgo,

y que sí puedo

que lo vuelvo bello,

hasta en tus molinos que amanezco,

silos oscuros por yedras que te alcanzan,

es mi siembra una locura quieta,

es mi compostura de primera,

por la que clavo a mi destino

este abismo de tinta

encendido.

 

El Castellano

Opacidad estridente:

 

Romo metal

o estallido,

en cumbre de ramas

aullando sordas

bajo un viento

que llora su transparencia

ahora habitada,

Padre mío

dime tus fugaces penas

que cuajan

los febriles destellos

de luna pasajera

amilanando su alta ojera

traspuesta a rayos virginales,

en opacidad de soles hirientes

y ascuas empíreas,

es un soborno que alzo

palideciendo,

abriéndose mis fauces

tiemblan de oídos los cielos

contemplando rectos

sus cernícalos.

Mi corazón ya no más

es piedra rodera,

es aromo espinado,

con forma próxima

a espina mísera.

Abro tu blancura destilada,

justicia de la belleza, una.

Abre mi caracol de espejos

su deslizado halo

que oscuro sin ralo,

llena mi hueco latido.

Never more.

 

 

El Castellano



Flor desnuda:



En este linde se construyó mi pecho habitado,

se escaló la colmena de labios grises,

por la escarapela fluía veloz el sosiego

de mi vida quieta,

por romances oscuros caminaban mis nervios,

una ruptura de estrella

tumbaba la compuerta de la belleza,

para sembrar allí latidos etéreos,

recto escalafón dorado al beso

y tu cuello me nace doliente

fulgente fuente enternece mi suerte,

yo hablé con mi amor que no existe

y aturdida me contestó la voz,

era como un eco sordo en alta voz

resquebrajando un patio de perdices

y altiva sonaba por las cumbres

jugando y riendo con lobos

sí esos que habitan mis ojos,

aullando y espantando los dolores

en mi sien,

mis dolores que se querían

como hermosas flores desnudándose

en altas espinas profundas,

allí sólo caminaba mi rosa, toda

siento deciros que yo soy del viento

y el viento es mío

en estiaje gris pálido cruza mi relente

del cielo su lluvia,

con impetuosa fama,

sacude la tierra y su flor bella clara ,

dejándome ser como el rocío primero

en recorrer tus labios,

quiero habitarte en canción

que haga surcos de mí

en tu alma verdadera.

 

El Castellano

 

Romance de destierro (verso libre):

 

Raíz arcana anclada,

dejas el etéreo espacio,

en eterno cementerio

de tu silencio.

Yo taciturno espectro

misterio de parajes salvajes

que en tu lengua

confrontan.

Sacio mi lacio imperio

en soledad sin inicio

sólo aplacar tu idea

cuál ojo sin alegría hallo

ocho hijos me has dado

más los bastardos reconocidos

anudar mi vida sin vivirla

es desfallecer sin despedida

entre corona y candelabro

me alzo,

al fervor de soles.

Sí mi raíz de plata,

Como gusano y como polilla

no me marcho,

oscuro gusano

en volátil capullo de cobre,

devana mi sangre que rueda,

transmigra tú mi fosa,

qué humano se deshilacha de su obra,

infecundo escote sin gloria,

coraza por pechera,

tu forja de alma no abandones

ni con forzoso anhelo

de abandonar tu querubín

en tomo de tierra

aun la carcoma en espuela,

vencerá a la corrihuela,

en secuela despierta libro

que te hace sangre

como a la tristeza bóveda,

y su sombra a fundirse entona,

avanzo sin cárcel ni insomnio

esfinge de mi carne perecedera vuelves

arrollada a nueve cerrojos,

roja sangre abrir puede;

tú eres mi umbrío tomo

que busco en la Tierra;

como fe en tórculo

rige tu blancura,

pergamino de vana ciencia

que profunda se hunde,

hinchando el viento

de tus metálicas alas,

verbo encarnada

sin margen ni acerbo,

llorara mi alma

en tu rostro

espejo mi gloria

de dios sin nombre

ni conocida lumbre

y mi ser incumbencia

sostiene armada sin anzuelo.

 

El Castellano

Noche lúgubre y umbría:

20 septiembre 2011;



A ti noche oscura te escribo.

¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?

Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta

enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van

mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,

garabatos en hojas de papel.

Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,

deambulando sin rumbo.

Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de

mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.

Me estoy volviendo loco.

Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como

demonios.

Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad

ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos

de muerte y delito de acero y sangre.

A ti noche lúgubre y oscura te escribo.

Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas

comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.

Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan

tu oscuridad.

 

EL CASTELLANO

 

Frontera tu letra:

 

 

Se enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla.

 

 

 

Desvestido hueso, mineral candente

avanzando por un carril que marzo

bañaba sexual,

trinchera con centinela

aspirando humo de bruma,

entre amapolas nucas,

surcos de honor afilaban espigas,

el forraje decía quién más fuerte.

baldío encrespando la suerte,

ojal de tiempo florecido

del yerto mejor,

sentir entre la roca esperanzado,

luminosis despertando.

Me tumbé entre la dorada grama

me creció un espectro

que hablaba silencio,

y amaba sin importar su verdad.

Abierta zanja, abandonada sien,

era un miedo atroz

tejido a no tener mejor.

 

Noche silo de oscuridad

destapada, traspasas

mi ventana entre espejos

tu voz se hace la dormida.

Carruajes malvas del sueño

taciturno entre las espigas.

Fuegos y fusiles iluminan

tu dama de oscuridad

amanecida por soles

que bajo ella

parecen de trapo.

Canto a tus pestañas morenas,

alcanzando tu osadía

de oscura dama.

Llora mi azabache

por tener piel de arena

y brotes de la noche.

Por estos nidos carcomidos,

mis abejas construyen

sus panales.

En fúnebres procesiones

de todo lo que dejó de ser

y así descolgar

de esta araña la eternidad

entre sogas de mi calor humano.

Verdes ojos míos,

verde trigo

de mi verde sino.

La noche quiere

ahogarse en mis ojos,

que su sonido

visten y desvisten

por carcomas,

del mutilado iris insomne.

Es sólo sangre en tus ojos.

Telaraña de vorágine,

araña descendiente de enturbiados,

de lúgubres pensamientos

de etéreas raíces en punta.

Blanco sueño devorado

al compás de cuclillos nocturnos;

en ondas de listadas cadenas.

A la esclavitud del latido

encorvado trino,

es el final dictado

de la oscuridad;

la era lumínica

comienza de esta esfera.

 

El Castellano

 

 

 

AZUR DESNACIENDO:

 

Esencia intangible,

no hubo na terra,

que ni dioses

osaban mirarla,

ni albergarla;

ella sollozaba,

cual flores, incredulidad

brotaba.

Ella era encargada

de sembrar en ellas,

rocío perplejo

que en suelos germina.

Pureza

en venas;

lo que la perfección era.

Crisol no sostenido

por cauces febriles;

inteligencia

en mares secos;

abejas de ideas,

colmenas

con intelectos graves.

 

 

II

Que cubre valles y peñas

inusitadas

y sus penas ahorca;

su misterio

enhechiza toda alma

quién arrullarla sin dañarla pueda,

será dueño de la llave

que encierra a la virtud

no enseñada.

 

 

III

Cae la noche,

sobre ingrávido

lecho de mi juventud

acostando luna de cuarzo

entre áspero frío.

Cuerpo mineral candente

quieto en pantanos de tela,

retorcidos sus destellos

en esta nube de leche;

el fango fragoroso gira,

imploro a esta luna que ame,

y el morado cielo ladea

mi sangre verde.

es por este escarabajo

que llega el verbo.

Soledad, soledad tus pulcras alas

que vencen auroras de adoración.

Aurora funesta clavada la hora

vorágine o trasiego

LUZ que ignora

si acaso nace.

Tu liso, amarillo barco,

de oscuro torso.

Tus infinitos beso

dime corazón al apoyo

de tus párpados.

Cuál profunda verdad

en esta espectral rivera

de ondas líbicas.

Espuma densa

de océano de ideas entregado.

Profusa ascua invencible

es mi dolor que más no quiere

retirarse;

que sentencias invade todo ojos

montaña de hojarasca;

cristal de pulsos

que tu imagen toca.

Suspiro fresco

en labio extinto de sombra

día que no se encuentra,

su densa forma.

Cuerpo con agua de estrella;

querer vivo que llega al aire,

tiende y espera.

La muerte que renace

por fuegos de brea

en el aire.

Abren batientes pétalos

de viejo silencio esquilmado

estallado esplendoroso.

Acurrucados sobre un lecho

que la brisa abre;

trocados rayos de sol

esquivos, en plano de verde follaje

por azur causados.

Astuta golondrina encontrando

la dócil rama.

Mundo sin mentira

de la vida,

se abre este mi manantial,

reluciente de esmeraldas, desposeído.

Y todo siente:

 

-Que la sangre miente.

 

 

IV

Terruño ojo victorioso

aplaca sus arpas irascibles

estrujando abismos dolorosos,

petrificados.

Reniega la boca vegetal

casi viva

promesas en frente de violetas.

Cantan amando el claror

lírico, estremecido

coágulo de viento

en cientos de porciones

esta luna quieta

que semejanza quiere.

Descubierta la zona umbría

donde yago de yacer.

 

 

V

Aplasta mi sombra

contra sí misma

derrumbando opacidades

de granates profundos,

ballesta súbito, forjada

a tu entraña.

Derrite mar de boca

que pide extensa

negra noche

y sus espectrales corceles.

Tiembla que rueda

paz, orgullo bello.

El desliz, ráyame firme;

conservo mis principios

numerados.

Reluce mi roce pulido;

entrecielo asido;

palpita mi iluminada tristeza,

haciendo camino.

Vendrá mi torvo grajo

se constatará mi lucero roto.

Turba mi aliento

bajo mi pecho la quiero

con montes limpios

enturbiados por sarmientos.

Delinean este viento.

Lividez plena,

fuga el desaliento

con todos los jirones

de mis ascuas.

Diáfano, ancho, repleto

a trote primerizo.

No cabalgarás,

no cabalgarás si no es conmigo.

Cabalga, cabalga

el llano, que sólo a mí lado

cabalgarás;

cabalga que sólo a mí encontrarás.

El Castellano

cabalga con su espada en mano

todo tu llano.

Hasta divisar todo lo que amo.

Sembrada el alba

que apacigua

la noche que negrea

en estela conmociona

mi luna extensa

que bajo ella,

siempre

estoy en taciturno hechizo

contigo y mi falcata.

 

 

VI

Embeberme la luz

sin forma en ojos distantes

luz de aquel fulgor purísimo

allá lo oscuro

en tiniebla sin padre.

Yo besé las amapolas de los campos,

buscando me embebieran

la forma que como eco

apagaba.

Heridora en cascada

se aposentaba mi bondad

aquietan aguas longevas

la feroz sien

que me dio mi padre.

Nota:

 

Embeberme la LUZ

sin forma en ojos distantes

LUZ de aquel fulgor purísimo

allá lo oscuro

en tiniebla sin padre,

yo besé las amapolas

de los campos

y heridoras en cascada

me entregaron sus hijas.

Nacidas tras yo sembrarlas

esta primera lluvia de septiembre 2018.

 

VII

Cuchillo que tu voz asesta;

mi pecho sin coraza hiende.

Camino mi desvelo enjaulado,

cuenta atrás de la tierra quieta

y sus grillos asolados.

Oh me olvidaba.

Esto es la resurrección.

Indemne entre losas

de azur firmamento.

Respiro entre rosas

las espigas por llegar.

Dilata los verdes la tierra

sosegada dicha trasiega,

un día cenizo

de esta la otra primavera.

Estoy escuchando semi-recto

el retemblar de hojas huecas

sobre la gravedad

de un arroyuelo que fluctúa

cauce entre la copa

de árboles;

sobre semi-vacío cristal

con limpia brisas

encima de un blindado

cantaba, dictaba

antiguo sargento

su presionar, disparar

como hueco

en la ausencia del polvo.

 

 

VIII

Abrid la ensenada al capataz

del brillo primero.

Tímida la floresta

escondía sus amapolas.

Núbiles gestos danzaban

la cabeza en loma

que silvestre evanescía

el coraje de la flor.

Vuelto mujer por Ostara.

Patio de perdices

que soslayaba

entre el quejido

de carrascas afiladas.

 

 

IX

Hacían sus hojas

mi última espada.

A mi izquierda

el peso

de su hierro estable.

Sibila destrenzabas

tu cándido mirar,

en fraguas de belleza,

inviolada.

En tus altos,

profundos

ojos de ámbar.

Luna que en fractura

recorre mi tejado de alma.

 

El Castellano

 

 

**************************

 

Mi amor por ti Leannán-Sídhe:

 

 

Suspira mi mundo yerto,

hojas de mi árbol sin desmochar,

trenzado el vértice

voy hacia el límite,

sí allí donde la hoja se dobla

para comerse a sí misma,

tus héroes vueltos papel y polvo

pasado el tiempo,

yo soy el único que se mantiene vivo

en pie escribiendo,

para llegado el momento

arrasar y conquistar de nuevo,

constructor de poemas,

ardiendo en su fuego,

quebrando su lapicero,

exprimiendo las letras por dibujar,

inspiración del borde del papel,

alma con arrojo como ayer,

alimentando los espíritus que le hablan,

trenzando el humor muerto

en su canto como idiomas de los dioses,

muerto el tiempo sólo quedo yo

para derretir el horizonte en letras de malva,

para volver mágico el sonido,

y acampar el humano vivo,

puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,

resplandeciente fulgor de centella soy

alma en esencia, escritor muerto sin tiempo

yo soy tu elevada inspiración que te lleva

para forjar poemas de tus venas.

Y gritarle al oído que no he muerto.

 

Cuéntale, cuéntale al viento de este humor

que me trae preso,

por avenidas yertas, olvidadas del verso,

y sus ángeles estrellados,

humor vivo por fuerza celeste aguerrido,

ven, ven conmigo olvida tu camino,

seré luz avocada a la perdición de lo vivido,

conquistando, destruyendo y tejiendo

aliento de tu copa de vino,

era o es llegó mi tiempo,

de enhebrar palabras al olvido,

desmenuzar sentimientos

para tornarlos materia de saliva y aliento,

para destruir el momento,

yo centella del universo,

viene por tu beso labrado

en la estepa corriendo de la vereda a la rambla

dulce su estampa,

quebrada en el verso de hiel,

sembrada en la dulce palabra de miel,

indestructible esencia,

relámpago de la centella,

vida y vid de la quimera despierta,

guerra eterna por deslumbrar tu interior,

inspiración cercana

donde nace y late el amor,

humor trenzado, humor de ababol

ese por el que el humano encuentra su sol,

inspiración olvidada,

muda caricia,

tejida en el eco sordo,

de la oscuridad y su hálito desmembrado,

en espiral de vértice y umbral.

 

 

 

 

III

 

 

Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,

ese soy yo tu humor trenzado,

sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,

más allá de la montaña

y del eco eterno de un tiempo desvanecido

en flor de niebla y umbral,

inspiración sin nombre ni apellido

tu demonio tejido,

jamás carcomido,

en el sino que te destapó poeta del viento

a lo que naces sin destino,

que no sea abordarme la calma y su vino,

destellos fugaces por conquistar

en la entraña de la ola de mar,

y en la niebla de la isla de Mánx,

sí soy yo quien te habla de verdad

Leannán-Sídhe en tu mirar,

reina hada del bosque de las sombras

de la profundidad,

llegó tu suplicio dormido,

de enfrentarte a tu quimera despierta

y a tu manantial fulgente de inspiración,

yo tu humilde servidor,

un humilde escriba sin tiempo,

que te amo desde el albor,

quien mereció

tus besos escritos,

para volverlos flor,

tu humilde servidor,

del bosque al manantial de inspiración,

soy yo quien te mereció,

pregunta al viento que mi nombre te dejó,

Förüq sin condición

más que no sea dormirse

en tus besos sembrados de inspiración

dime tu demanda te cumpliré

sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.

Vale seré solamente tuyo.

 

Suspiro por ti amor,

elevada conciencia de mi creación al albor

suspiro jamás yerto en flor,

soy yo eres tú un reino vivo

de ilusión,

por trenzar el hálito en el ascua,

que rige toda inspiración,

para el mundo venas de humo,

para mí mi realidad tejida en uno,

piel y verso sin razón,

elaborado amor

sí nacido del rayo de sol,

para poseer mi alma y corazón,

desvaneciendo mi dolor,

brotada mi lágrima carmín de fuego

desangrándose mi amor

acampado por todo el resquicio del alma y su flor,

enamorando hasta el hueso de mi esternón

pura llama sin razón mas que congelar el hálito silente,

lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte

muerta la lanza y su fiebre,

quién contra mí soy invencible

soy ruido en el alma que te acampa

quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,

quien en amor te acampa el alma,

llegada de un confín a habitar tu pecho y espalda;

no es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo

a florecer llegado el tiempo,

muerta tu araña soy yo quien te queda,

un mundo en tu vena,

un horizonte de estrellas,

limpias, puras, nacaradas,

sí soy yo quien te habla en albor,

tu hada fiel de la sombra,

Leannán-Sídhe

somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,

de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,

para vencer muerto el suplicio

en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,

para decirte que soy yo quien te ama de verdad

muerta la espera soy yo

quien te queda.

Y yo soy quien te ama mi quimera,

poseyendo mi alma entera.

 

Mi alma anclada en gozo,

de que tú seas su ilusión verdadera,

quimera de piel y amable entrega,

soy tuyo hasta el tiempo

que me verá desvanecer a tu lado

naufragando mi barco,

hoy te visto de amaranto,

perfumada de rosa esquiva tu mirada,

para encender mi candil y su verso,

a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,

que jamás me verá desvanecer de tu puerto,

hoy avanzas mi canto,

para pintar de tu color su verso,

que ya no se retuerce ni retorcerá

muerto el beso,

queda servirte mi flor de hueso,

despierto

despierto mi reino vuelto el nuestro,

resumiendo, el latido por ti confeso,

para resplandecer,

y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,

iluminando el abismo y su garra,

para ser yo quien te ama

mi Leana.

Quien te vistió el cielo

de todas las flores mi amada.

Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,

para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,

muerta la calma y su abrojo de plata,

todo lo que queda es ella,

vida para el telar de mi letra,

despierto el alarido y su estampa cuelga,

muerta mi araña es ella quien queda,

para florecer el viento flores de sol latiendo,

y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,

era o no era llegó mi tiempo

desnudo el tiempo,

me visto de cuervo,

para volar su cielo,

mis violetas nocturnas caen en flor

junto con mis sentimientos,

para acampar el sonido y su destello,

soy yo quien quebró para ella el tiempo,

el horizonte gritaba su amor envuelto,

lloraba una primavera de nuevo,

soy yo el que escuchaba atento

fiel de su beso,

para mi no era invierno,

si su estampa relucía de nuevo,

era sin duda mi tiempo,

el de rajar el suelo

sembrando mi aliento,

despertando al muerto,

trepando la ilusión

en su pupila de hierro,

desmenuzado el latido

quedó que yo vivo

por el latido

que me mantiene en vilo,

a ella sujeto y preso,

para florecer en ella el beso

y mi caricia quedar proscrita

a su submundo de los condenados

así como su estampa brilla.

 

Nada que negar, nada que defender,

solo tu piel por escalar,

mantenme aparte

estoy rezando a mi mismo,

quién vendrá a sostenerme,

llegado mi punto final,

sólo un alma allí estará,

nada por dudar,

eres tú Leana mi verdad,

todo lo que hago correcto,

estampa de vid y cielo,

por aguantar,

el cielo por doblar,

llegado el final,

quién si no tú me sostendrá,

abismos afuera, todo por llegar,

sin nadie que nos juzgará

estaré a tu lado de verdad,

y la perfección de ese modo alcanzar,

desmochado mi demonio

en el lugar,

robado al tiempo tu suspiro nacido

por mi aliento enardecido,

eres tú quien me habla

yo quien te responde a garra, letra y poema

desde la entraña a la zarza,

y su espina ensamblada,

que yo soy quien te ama

y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá

en el ocaso de la eternidad mi reina

señora hada.

 

Ahora llegado el final,

mi tiempo me sostendrá,

mi piel esquiva en tu boca se arrancará,

con el saber preso

que de tu aliento soy convicto,

mi hada Leanán

el viento de nuestro aliento queda repleto,

cayendo por la avenida del miedo

jamás mi aliento si no el color de mi verbo,

debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,

para acampar en tu boca con el mejor beso,

sostenido mi traslúcido pío,

en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,

hilos de mi tiempo desvanecido

en la boca de la estrella por dibujar

con mi lengua,

una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,

el ombligo del umbral se desmigaja vivo,

para rajar su entraña mi te amo

a flor de garra y rosal que acampa

mi humilde entraña,

floréceme el viento de nuevo,

seré yo quien allí estará,

sembrando en invierno sus mejores besos

del firmamento sedientos,

y sí nacieron estos abrojos míos versados

es y será para que alguien nos recuerde amor

por los siglos que nos vendrán.

 

Pacto de sangre consumado,

temblando,

el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando

su canto a la luna sempiterna de antaño,

viste y vistió mi amaranto,

que colgado estoy de su manto,

vid de mi quimera por sembrar

su aliento vivo,

en la piedra del olvido,

muerdo yo lo vivido,

es y será mi sino,

blandiendo a la mitad del viento mi trino,

para llegar y conquistar el humor vivo,

hoy te descubrí preciosa mi compañera,

por entonar contigo quedó la letra,

tejiendo mi cauce sanguíneo,

tu estampa de sed por navegar mi camino,

por desnudar el alma contigo,

destruidas mis murallas de lo sentido,

queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,

para descubrir contigo el suspiro que avanza

por el camino,

ese que me trae perdido,

alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,

destapando mi secreto en tus labios,

desnudando el sentir preso,

ese que por tus cabellos cuelgo.

para amanecer en tu bella boca,

allí donde despierta el azabache de la noche.

 

Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,

en espinas sus besos sangrientos,

forman ellas mi aliento,

a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y

tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,

que nos sangró los sueños,

mi vida conquistará tu aliento,

allí donde la yedra escala el árbol,

y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,

esta es mi vida que me late el verso

y por tus ojitos tengo mi firmamento,

ese por el que la noche es azul y el día amarillo,

para acampar hermoso el sonido,

y trenzar el álamo sin desmocharlo,

sólo allí el humor caerá trenzado,

por el aliento al viento

fluirá nuestro secreto,

de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma

verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,

voy allí al submundo de las almas

y te encuentro entera,

cómo no encontrarte si brillas entera,

hoy el nervio me avanza

por desnudar mi entraña

flor de niebla y umbral enamorado

hoy soy yo a tu lado,

y que el mundo gire y se estampe entero

que yo amor te seguiré perteneciendo.

 

Solo una vez se destapará el canto

quedando de los labios preso un sonido enarbolado

demente el hueso estallará grillos y sus huestes,

blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,

ese por el que el sueño será encontrado,

mi vida te seguirá perteneciendo,

fiel de su caricia,

el hálito correrá sin disciplina,

allí solo allí tu caricia será sentida,

fiel de su alquimista que la vela y aguarda,

fiel de súplica su embestida,

es momento su araña cae tejida,

destapa la caricia dormida,

para acabar su vida

en la hoja de aquel árbol donde todo termina

me aguarda el reino de los valerosos versos,

hoy por hoy encuentro su calma

y me aborda su estampa,

para ser yo bajo tu entraña

quien tu ansia guarda,

sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,

mi bella mi adorada

mi musa de mi entraña enraizada,

soy el que ves que a tu beso llama,

quien te duerme en el cuerpo de tu cama,

floreciendo en piel y verso su entraña,

abierto su latido,

eres tú amada todo lo que yo poseo,

incendiada mi estampa,

eres tú lo que afila mi calma,

la ola de mi océano que clama,

muerta la hora, llegado el umbral

quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío

si tú eres lo que yo vivo,

y junto a ti partirá amada mi rumbo.

 

 

 

 

 

Estrellas fugaces me siembran tu caricia,

por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,

se destapa el velo arraso tu calma,

me cuelga tu amor a mi entraña,

vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego

se afila mi verbo y te encuentro,

sueños deslizan mi cuerpo,

mi armadura es mi verso,

que crepita el beso,

acabando de ti deseoso,

lícito el momento de acabar bajo tus labios,

de nuevo tu piel incendio,

para estar bajo tus brazos ileso,

para ser vivo poeta de tus ojos,

el verso sea mi pluma,

la sangre mi tinta

y tu amor mi fuego,

para acabar de este sentimiento preso,

que da vida a mi hueso

viva el verso,

viva tu vida a la mía unida,

hoy descubro la avenida,

que no escapa sin caricia,

mi vida encendida,

no es tiempo de huida,

te sostengo fiel a mi súplica,

enciendo de tu cuerpo el brasero

y bajo tus ascuas me quemo,

para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,

hoy visto de besos el amaranto,

mi cuerpo es tu casa,

viva el verso,

hendido en sentimiento,

por la luna y su crucero,

por el cielo y mi lanza despierto,

hoy quemo el universo,

para quedar nosotros dos

en llamas envueltos,

no te dejaré escapar,

con mis versos flamearás,

vida a mi vida sujeta,

por los cielos descrita,

y su plomo deja de serlo,

para ser nubes cargadas de besos,

sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,

sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,

devuélveme a la vida lucharé por los dos,

sin despedida, sin desquicia,

el verso brillará más que antaño,

el océano le quedará pequeño,

seré tu dueño,

a la noche que reinan las estrellas,

vivirá siempre nuestra luciérnaga,

de la luz su caricia,

conquisto el cielo

para que viva siempre mi verso,

y soñando te encuentro al calor de los luceros,

la luz se desdobla para parir

nuestra hija de oscuridad.

 

El Castellano y Leannán-Sídhe

 

 

Iris en ojo de sangre:

 

 

 

Vena del cielo:

Solitario rayo estertor;

siniestra umbra,

escala la cuchilla

de tres arañas colgando,

hoy es por mí

nunca quede huella,

destino en azar hendido,

lleno, repleto, asido

en el origen primigenio,

madre ella del color,

asume este sentido yerto,

agujereado en haz luminoso,

nitidez en halo

de nocturnal visión

derritiendo,

devorando astillas primas

de subrepticia enhebrada,

padre flamígero del fuego soy,

elemento hermético

de tres sentidos,

arder, conquistar, consumir,

estelas abren runa clave

Gemineye,

sangre de este ojo,

perplejo soliviar

en azur abriendo pulcritud

inabarcable,

inicio de sabiduría en vena,

muerde,

acaba esta espera,

raudal extenso de pura visión

en certeza

de sentido superior,

cristalina esencia

descendiente

sin parpadeo fugaz,

crisol de valles

y gramas feroces,

deslices del afán superior,

dar sentido a mi vida,

ojo de sangre calzo,

cabalgo anquilosado designio.

Ancestro del lobo único soy,

perplejo sentir asido

del diablo en simiente,

primer ángel caído consumado,

errático vuelo soterrado,

magia del silencio encumbrado.

Visión, y sueño,

indescriptible con lenguaje.

Si te ocurre lo mismo

no eres capaz de usar razón

y ordenarte abrir los ojos

y dejar de ver;

como un corzo paralizado

por un lobo estarías,

imposible por sensación

hacer desaparecer lo que observé,

por extasía, incredulidad oxigenada,

belleza en percepción,

la pureza en sueño

en imagen mental

que escapa a todo,

vi el azur

por decirte aproximándome,

en un ojo femenino

lejos de este mundo

y de todo lo conocido

o descrito,

fué una sinestesia recta,

sin ser más que tocar el color

de la Oscuridad nacida

a ojos cerrados,

sumisa, displicente,

involucrada en crear

sonido del vacío absoluto,

sigo perplejo y asustado.

Es lo trascendental del infinito,

como ver el origen

del color formándose en un ojo.

El azur, el verde turquesa,

y azul mahón

no te puedo decir más

que esa belleza no me cabe en el pecho,

por algo sigo viviendo

no hay azar enraizado,

hay perfección.

Luz me arde ahora

en el mirar ciego del sueño

sin miedo sin embargo

saboreo el viento,

los cielos me poseen

de nuevo sobre los años

que ellos son,

algo llega a la rosacruz

de ayer

y sus nueve caídas

de sus ángeles despiertos

en tu sueño me ves invernando

dorando mis pelos de murciélago

bailo el colchón de nubes

que sostiene esta mi noche

para desaparecer llorada la tierna cara

saboreando una sombra más

que me vuelve

imperceptible

muerto sabor

de obscuridad sin faros ni luces

ni fusiles que matan hermanos

de su tierra y sangre

crecieron los caminos

y el rojo fuego versado

brotó en flor de amapola venidera,

dime qué debo hacer

¿Algo erróneo?

No puedo volver atrás

se sostiene aparte

la fuerza que nadie alcanzará

nada por cambiar

todo está hecho

algo que asalta aparte

puedo volver y empezar de nuevo

sin mí, sin vida, sin cuerpo

sin lo que me ata a este mundo

mañana veo el futuro

la destrucción del pasado

quedará atrás.

Corpus, anima, crescens

sol refulsit,

lux

et patientiam meam scientiam

florum, est vita

nosotros no somos lo mismo

la bondad sangra las venas

gustos, deseos, vencer,

arder sin perder aposta la partida

esa que las hiladoras tejen

momento del momento

nacido absorbiendo el hilo del tiempo

las piedras lloran flores

el final es volver a empezar

viendo y amando

el ancla errada de mi lugar,

continúo al cuervo

que me vuelve más fuerte

ave más inteligente de la faz

poder de la misma

energía

en tormenta de conciencia

siendo ese rayo solitario

que partió todo inepto,

inconsciente tormento.

 

 

 

El Castellano

 

 

Inerme botánica de sangre:

 

Sangre esclava rehúye

la encumbrada virtud

del hombre libre.

Suenan los iris

por estelas claras,

designios flamígeros en sotos.

De luna descalza;

con metales irascibles

se presta.

Sujeta clavos en mi torso de roble,

ciprés que no duerme

ni sus duros ojos bajo tierra cierran,

sembrados;

oscura hierba

en agua turbia marcada,

agarrada bailaba compases

que el viento dicta.

Cielo abierto de honda sombra,

engastada de granate sin avivar.

Soberbia limpia

que los amigos dejan,

en panales como enjambres

sin sed de vida.

Testimonios yacen cadáveres

erguidos, en pie al olvido.

Milenios de cristalino rostro

numen erizada

acaso estira mi cuerda.

Este son día tras día

se revelará caminando por fuera

del suelo proscrito.

Mi piedra será ojo de tierra.

Abrirá poniente un cénit

en sortilegio de blancos acres.

Inhumana luz sin testigo

ni brida.

Carne de matices que no disimulan,

camina el brillo primero:

yedras, millón de asfaltos.

A los cielos alzo mi mar angosto

y su yerta secuela

en nueces del tiempo

y almendras que relucen

como el oro.

 

El Castellano

Túmulo de bronce:

 

 

Hexámetro en bronce

de sus miles brillos

invoca mi escita

el arduo fuego que yo poseo

casarse quiere la arcana musa,

cólera de Hércules,

dioses habitan otra,

la escritura,

celaban torres de sombras,

el destierro secular

que nuestra dicha honra.

Podéis jactaros

de cuantos diarios

habéis escrito,

rebuscado, doliente

sin plagio yo,

filólogo

de un olvido de hierro.

Posesión certera

en mi sótano de luz,

henchida moneda vaga

me habéis pagado.

Por cuantos filos

blande mi lenguaje

pulcras espadas atesoran.

Heráclito soy del tiempo

yunque que se oxida,

Intangible río

llorando expensas de un amor

que hace imperio

en opacidades del ser

ilustre, fiel testigo

en juicio con mil moscas

que acudieron

al panal de su corazón,

para morir de avaras.

 

El Castellano

 

 

 

 

Férreo estímulo:

 

Resoplido al fulgor de soles sedientos,

y rayos de esencias acrisoladas

al fervor de síntesis violáceas y sombras ecuánimes.

Halos en regencias febeas; sus cadencias amilanadas danzan, juegan, mecen extasías soberbias, en rediles que estrellas guardan del brillo magnánimo, cuchillos calizos resecan la viveza pétrea, iris de tu fervor de lunas espolvoreadas, estira su tela mi araña

colmando tu rauda pureza luminosa, como ascuas intangibles en fanales hogueras

de mi deseo hendido a tu cauce,

abro la sed de espada, exudando tu sanguínea pupila en sentidos yertos, helados.

Es un río malva de pétalos desangrados.

Abro esta flamígera contienda de la comunión de nuestras estrellas.

Vinieron a plañir sus estelas densas, graves.

Por cuanto mi hematíes coagulaba mi sangre, oro del mercurio de tu boca mi amada hada, es un designio nacido; un estruendo brotado de la sombra de tu infinito, cómo arrullar mi deseo traspuesto a tus sábanas espectrales, y mis lechos  de paja y flores.

Se destila mi testimonio, con un latido de tu certera caricia de aliento mi amada, es un soliviar vetusto y una rosa perra, un hinojo que guarda mis aojos y sueños arrebolados, un sueño y te toco más allá del color mi hada oscura, mi risueña golondrina azabache.

 

 

Resoplo

al fulgor

de soles sedientos,

y rayos de esencias

acrisoladas

al fervor de síntesis violáceas

y sombras ecuánimes.

Halos en regencia

de cadencias amilanadas

danzan, juegan,

mecen extasías soberbias,

en rediles que estrellas guardan

del brillo magnánimo,

cuchillos calizos

resecan la viveza pétrea,

iris de tu fervor de lunas

espolvoreadas,

estira su tela mi araña

colmando tu rauda pureza

luminosa,

como ascuas intangibles

en fanales hogueras

de mi deseo hendido

a tu cauce,

abro la sed de espada,

exudando

tu sanguínea pupila

en sentidos yertos,

helados.

Es un río malva

de pétalos desangrados.

Abro esta flamígera contienda

de la comunión de nuestras estrellas.

Vinieron a plañir sus estelas

densas, graves.

Por cuanto mi hematíes

coagulaba mi sangre,

oro del mercurio de tu boca

mi amada hada,

es un designio nacido;

un estruendo brotado

de la sombra de tu infinito,

cómo arrullar mi deseo

traspuesto a tus sábanas espectrales,

y mis lechos de paja

y flores.

Se destila mi testimonio,

con un latido de tu certera caricia

de aliento mi amada,

es un soliviar vetusto

y una rosa perra,

un hinojo que guarda mis aojos

y sueños arrebolados,

un sueño y te toco

más allá del color

mi hada oscura,

mi risueña

golondrina azabache.

 

El Castellano

Entre corona y candelabro:

 

Es un desfile

la luz del astro

intransigente,

sabe que no tiene mejor,

en su empeño.

Se riza mi idea

sabiéndome cuervo,

adentro el nueve

y el tres sacude.

Vive este caracol

con casa de espejos;

habito el espejo,

estoy escribiendo en él

que un día

las imágenes

harán dulce sinfonía.

Los sonidos

serán colores derretidos,

mi casa será una hoguera,

mi luz será inquebrantable.

Seré yo encargado

de cabalgar los tiempos.

El olvido dejará sus cerrojillos

entre un manto de abrojos dormidos.

Las hojas llorarán baladas estridentes,

perfección de décadas florecientes.

Siente el poder

del cuadro de la oscuridad.

Afílame el cuchillo hiriente,

tejidas las arañas de mi carne.

Atraviesa esta grieta de la oscuridad,

que no llora flores

lleva sólo almas

a su ciego campo de espigas.

Fiel reflejo estridente

los cuadros de tu vida

danzan entre las baldosas,

entre acorchados pasos,

todo va quedando atrás.

Un ocaso florecido

de espadas en sigilo;

tiempos huecos

su lúgubre caricia,

siendo héroe del norte

de mi silencio.

 

 

El Castellano

Es ciego mi Sol:

 

El primero

un flamígero

capítulo

de mi sanguínea vida,

al fragor de simientes

que germinan

nuestro ensortijado cauce

de nuestro albor;

engalanado en un diente de león.

Enajenada mi estrella

queda sembrar el cielo.

Con adormideras

y vestir el astro.

El astro de traje

para encontrarte

avanzo mi adentro queriendo

tu hechizo de piel

que me abruma y deshace

la hiel,

colorines me silban

su quietud

colorada, furtiva

en la pulcritud

de tus mejillas;

oscura golondrina.

Al alba

de mis deseos nacidas.

Fiel reflejo estridente,

los cuadros de tu vida.

Danzan entre las baldosas.

Entre acorchados pasos,

todo va quedando atrás.

Un ocaso florido

de espadas en sigilo;

tiempos huecos,

en lúgubre caricia,

acaso la luna es luna

o alguien despierta,

y la pinta.

Cerrojillos en destierro

de este silo de oscuridad

amilanado que yo amo.

Avanza que imanta

el día y su prisa

por alzar

su comunión de estrellas.

Gritos secos se mueven

tras el ventanal.

Sangre que coagula.

Entre compases de malas yerbas

de mi patio.

Es un mirlo negro

Que me visita,

siempre vestido igual;

estrujé las vidas

del gato de arena que soy;

suicidios de cardos

corren por el tapial

del patio,

se riza durmiendo

mi gato negro;

la soledad me ama

más que a su estampa;

vuela y reposa

mi fiel añoranza,

reverdecer mi ilusión

socavar con sucesos

lo deseado

para tomar con mi esfuerzo

lo que no me dan.

Acaba de irme y no soy adorable.

Me levanté y me fui.

Quedando mi decencia

En una hoja.

 

El Castellano

 

 

No hay final sin comienzo:

 

Miles dei lumen litt C et sumun cannae. Flos umbra, diectus uxor blanditia.

 

 

1

Es esta rosa flamígera

repleta, rodeada en abrojos

llamada destello tenue, veloz

arroja, presiente

mi elevado albor,

cuanto posee llamado amor,

de mi azada y hoz redentor;

revelación

que mi sangre golpetea.

 

2

Resucita mi dignidad servil

vivir con sueños colmados

de fría esencia argenta:

antorcha prendida, dispuesta.

desbordadamente viva

tu creencia.

Trasciende,

alcanza mi llama

entre danza de corona y candelabro.

 

3

Frente la luz de una noche

todo ella,

me ha devuelto

una osadía.

Diviso su hegemonía

férrea imprenta;

estigma que repele

mi ilusión verdadera.

Desnacer ocurriera mi tierra le ofrecería.

4

Ileso viles juicios

atravieso,

batalla traspuesta

del candor expuesto,

nacieron dos gotas,

yugo de unión por mi tinta

que hoy canta que hoy grita

las flores cantan,

las nubes se levantan.

 

5

Candamvis levanta,

centellea,

llegó mi renuncia acuchillada

perder sin intentarlo

me dictaban,

renuncio a morir

sin intentarlo.

Fiel prefacio blando.

Aojos danzo.

 

6

Vencerá el pacto de mis hados,

con mi serena brea.

Un gris roto

un pedazo de ascua,

las piedras gritan,

dibujar tu oscuridad

en mi pecho manifiesto,

el signo en pared de alguien,

en puerta redimida que mi hoja cante.

 

7

Mirla mía

sin tu cárcel

vuela, alza mi caricia,

hazme libre,

soy ferviente azogue

de mi cadena a ella

amarrada.

si a ella no traes

¿En quién confío?

 

8

En quién yo seguro

mi alma desvisto.

Cauce seco,

carretera sin bordes

de mi cromático metal

escrito en cobre.

Es o no es

brilló mi turmalina

displicente fuente.

 

9

Es la vuelta de los vencidos,

acaso sirvieron

sin luchar despliego

mi ejército,

en brillante estepa solitaria,

la noche llora su azabache,

volveré vencedor

por alud en llanura.

Que yo no soy español soy castellano.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

 

Dispuesta égida forma celada:

 

Luna venidera,

aguardo, augurio de tu siembra,

vengo que nazco

a párpado fijo encumbrado,

ven, ven a mi yermo,

donde todo luce dispuesto,

y un ángel redentor

te esquilma el beso,

preparado para disparar

y tu anhelo flagrar

preparado

dispare

acoge amor

mi temprana osadía

estoy nacido del hierro

de tus ojos.

Venga a este mi ser

tu alumbrada existencia

para nacer de exhausta

secuencia interminable.

Ahondo que surco

venzo dispuesto

mi flamígero desespero,

soy porque seré

tu sol Lugh

mi enhebrada luna

aventa mi ansia

nómbrame tu apoderado,

cuántas lunas sempiternas pasaron,

y yo nací para

que fueses mía

en taciturna desangelada

sonrisa venidera,

no me desampares,

sé mi fuerza,

sé mi anhelo

que yo tengo diosa,

que yo tengo madre de mi luz

verdadera.

Por este soto derriten las estrellas

para ti ofrezco

una estampa, una espiral

que no acaba

por  mis cinco litros de sangre

irrigada,

nacerá una estela tuya y mía

desde hoy hasta siempre

el tiempo mi rival,

soy yo nacido para la eternidad,

ámame musa

porque comienzo a amarte

desde tu ambrosía,

que decreta no ser

vida de un día,

germinará esta etérea semilla.

Miles dei lumen, flagro metaphora

creavi blandus morx timun malum,

veneravi blanditia, dedisco cordis solus unno,

verstro paremo, sed de vita ostendi alae,

decreto ser de tierra,

luz que germina

mi entraña verdadera.

No me desampares

estoy formando celada.

De égida dispuesta

este Escita levanta

por ti de su tierra Castellana.

 

El Castellano

Brillo azur de tu mirada:

 

 

Alcanzo tu visión serena,

tu Iris excomulgado

y su transparencia vítrea,

me cuelga la pupila.

perdido entre tu brillo azur,

cristal denso

de hielo nocturno

en opacidad extensa

como el llano de mi oscura

nebulosa voraz,

un grillo hendía mi herida,

por los grados

que centrifugaba su cuerda,

tres notas una destensada,

era tiempo suficiente

de fijar constelaciones

en los azares de tu mirada.

Caminaba solo a voz rota

el paralelo perplejo

en tu honda risa,

más que un estado mental

me golpeó tu osadía trenzada

de dama

de mi vespertina noche.

Era un halo intransigente,

te necesitaba más allá del irisado

de tu caracola,

me respondieron las cuerdas

de tu guitarra,

que era yo

tu blasón perdido,

en pulcritud de encajes

y árboles frente nuestro retiro

de miedos.

Sólo hay un sino

no abandonar nuestro sendero tejido,

quiero describir

la turquesa tus ojos,

no puedo sin caer,

en que ninfas, Calíope,

afinaron tus manos

acompasando con ellas

sus arpas,

tu alma de cristal

yo, adentrarme en ella pueda,

quizás una osadía acompasar

tu haz luminoso

una y nueve

existencias más.

 

 

El Castellano

En media azumbre:

 

Nunca seremos nunca,

enfilando seremos ceniza

secreta puerta,

desolación con corazón,

materia de luz remota

sombra, olvido, brillo

palabras en el polvo,

tintero, sinfonía,

melodiosa sierpe,

me ensordeciera tu rayo de luna.

rastrojos por cebollas difuntas.

Animosas amapolas

órganos de mi ruda piel,

alada mi alma de almendra.

Parca enamorada es contemplarte

colmenera sería tu alma para anidarla.

Me esparcen la razón,

bueyes arrostran mi redil de venas,

fugaces, secuaces.

Halagan mi jardín sin alondra,

mi nombre te dejo,

pecho de ala,

tórculo de este recuerdo,

dejo presente

que quiero ser siempre, contigo.

Sufrimos tú y yo

la miseria de la vana luz,

en lecho, buque, beso

y noche de perros sonando

como lobos despiertos.

los valles redondos de ondas viejas

navegan las dunas

de tu luna sempiterna,

en arena gemías mi placer

y sus grajos que crascitan

enamorados de nuestra espera,

delicia como tú así es esta vida,

piedra ligera en viaje definitivo.

 

 

El Castellano

Orilla de reguero:

 

Vienes mi oscura golondrina

a colgar tus besos de nidos

en mi antiguo balcón de reflejos,

jugando me llamas

con tus alas en mis cristales.

Tu hermosura y dicha acusan.

Tupida mi yedra,

por tapia y hermosa fronda;

cuajada de rocío volverás.

Abre mi lid mi castellana,

moruna siémbrate

desentierra este caudillo

frente rejas de tu estrecha ventana

cuelgo un mirar absorto,

de tu despliegue de manos.

Dame asilo de pecho

inexpugnable penetra

honda risa,

sólo llave, paraíso, alma,

soto, cárcel, instante.

Sólo veo todo lo que aquí

no yace.

Agarro la rienda del caballo,

descubre el viento

mientras salta muralla en sangre,

pavesa en aire,

sujetando mi arpa en la lumbre.

Tres cuerdas estiro,

la última destensada late,

un averno sin condena

ni tristeza seca atañe,

dicha, belleza, fortuna, procesión

entre pinos rutilantes,

tus yemas,

mi pavimento,

con espada que centellea,

ya no es mayo pastorcica bella,

ojos de otros ojos me enseñaron,

pajaritos, valles,

vegas, agua fresca.

Sabes cuál es tu música suave,

encanto severo apasionado,

del enturbiado espíritu

blandiendo tu embeleso amilanado.

Expande tus tonos

cariño infranqueable,

tus franjas verde- azules.

pié de mi río

tu fronda ya cubre.

Abre el estío en ráfaga de tu centella,

tejeré para ti siempre mi sorpresa.

Inextinguible clama, abre la gloria,

magnificencia de osar tus labios,

terciopelo anidado

de un tiempo disuelto en sílabas,

suprema,

volverás a mi ventana

mi oscura golondrina.

 

 

 

El Castellano

 

Tres ascuas coronadas:

 

Mi seco musgo

arrebatas denostando

banalidades.

Agitar embravecido

tu seda y densa tela

perpetúa.

Creceré sin perderme

en tus ojos

visiones rectas de lo que querer

dispuso.

Mis hojas coronas

como frondas suaves

se despejan en tupidos pinos.

Resplandores descarnados

avanzan tus vidrios irisados.

Mis escaleras soplabas,

oíamos rodar la canica

por susurros colgados

en ceniza de hojas.

Avanza regueros campesinos.

Alarido bélico,

desnudado.

Empuje de amado

turbión empujando errante.

Chispa postrera mi sarmiento,

compuesto fuego medroso.

Deshechas las aflicciones,

queda sembrar

música, aullido, sombra y fábula

de arcano son del viento,

visiones riegan

tu raíz de plata salvaje,

arroban tus ropajes

dé argento ángel

en plata iluminado,

por secuelas

arrostran mi firme trazo

que voy a conocerte,

hasta hendida puerta,

y ráfaga inquieta

eres eje,

eres sentido

para germinar

cendales de niebla

en los campos de tu esencia.

Una.

 

El Castellano

Sendas por tu Parnaso:

 

Visiones riegan

tu raíz de plata salvaje,

arroban tus ropajes

dé argento ángel

en plata iluminado.

 

Una tarde,

horizonte en alta,

profunda,

inabarcable estela,

sin abarcar porfías medrosas,

extendía nuestra noche oscura,

naufragio posible

tú encontraste color negro,

yo una cegadora senda

al final sin comienzo

en derrotado afán

que acaso piensas

¿Ha comenzado?

Prosigo,

que dilatas esperanza.

Mi lóbrega palabra

cerrarse no entiende,

lejos se oyen roncas sílabas,

cóncavos senos agitan,

sólo es densa oscuridad

rompiendo espumas azules,

amparas que dilatas

sumergido escollo

bajo tu cielo

que exenta de dolor

mi rudeza en esperanza,

recuerdo al menos tu metal,

jamás mis alas,

oscuro dormía el monte,

mudo el viento,

yo silbando pletórico.

Tu poder soberano,

domando orden,

en noticias de Parnaso

laborado,

aguardé honda seña

y hoy soy saña del arcano,

que formó polvo fértil de montaña,

bosque de árboles de ceniza,

poso en terco llano,

gemirá alabastro

tus calzas

y el azabache que llora nuestra noche,

serpeará el color de tus cabellos.

Me desplazas

a la imagen del Hipocrene

abrazando el rubio Apolo

que me vanagloria,

demonios mirarse ellos soterrados,

murgan oyendo alaridos,

peras al olmo sé que es lo que propongo,

¿Acaso no es suficiente lo que obtengo?

graciosa Euterpe traje no quiere,

yo sé que tus ángeles batientes meces,

sólo acuso que ya sé quién tú eres.

 

 

 

 

El Castellano

 

 

 

Agua socarrada, elíptica travesía:

 

Analizo la luz en tu mirada,

leo flagrante tu alma.

Horno de fuego lleno,

como pisar un abrojo

y blando sabor degustar,

estampido del trueno atribuyo,

rebelión venciendo,

ya se escuchan rumores sordos,

precursores de tempestades.

Torrentes sin cauce

la turba desemboca a mi senda,

yo soy como las vigas de Himeto

no preguntes más.

Que ya mi amada labra la columna

que me cincela.

Heredero he sido de cuanto he servido.

El múrice me guarda

servil en mi travesía

por mar Laconio

cielo, inspiración, canto

corre anhelo voraz.

este mi sepulcro reverdezco

hollando lindes,

preguntando a Prometeo,

sin sobornar a Carón resignado,

el Leteo ni descendientes

traspasar mi puente pueden.

Chispeante tu cielo,

su rubor satisfecho oso al por mayor.

Instantes melosos veo en su colmena de labios.

Agradezco por enunciar mariposas nocturnas,

poso de almas condenadas.

Orados recursos en vigilia

que enseña cátedra tu silencio,

estruendosos llamados

a cosechar en gotas tu alma.

Sólo ordeno, mande sí

pero no me despiertes

porque no conozco ni miedo

para luchar por lo que quiero.

Acoge el cimiento

coloso que ando disponiendo,

prosigo,

póstuma súplica

ésta que logra calmar de Plutón su ira.

Gerión y Ticio

la onda Estigia aplacan.

la raza Danáica no se acobarda

ni su madre Dana

devela el secreto

por el que soy preso

reo capaz de incendiar

abismos que rutilan sombras

si así combato mi incierta suerte

por la que arriesgo sin miedo

de ganarte el cariño.

 

El Castellano

 

Candente secuencia:

 

Animus meminisse horret, luctuque refugit.

Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.

 

Lóbrega quietud escarlata,

eternal lustre oxidado,

eterno sueño

esquivando meloso asilo

de todo desgraciado.

Mi voz, angelical beleño

casi yerto,

pavoroso azar cuelgo.

Un averno cruzo

de quien yo era,

arreo sempiterno me rige,

hórrida lucha descarnada,

lucirá opaca

severa luna.

Mi ciprés fúnebre aplaca,

claman los ecos

frente ojos

musitando furores

al viento desceñido.

Todo ello, que gritando calla,

se precipita

como lo que el generoso esfuerzo,

pudo sembrar;

afila esta turba

mi empedernido rostro.

Ultraje

que el desgraciado

expira sus fuegos.

Flor en miel de vida,

bronces de alas.

Magnánima se eleva tu suerte

labrada,

medroso mi latido

ya no huye,

cerviz eleva digna cadena

indómita.

Feroz risa por treguas

de brillantes ruginosos aceros.

¡Oh musa!, que por sombras felices

resuena mi dicha,

inulta eres

diriges fugaces los gemidos,

por melosos lares,

Turia y Duero

bélicos de nudosas lanzas,

desentierra ya

mi cuchilla férrea

de cuantos campos en Castilla

yo amo.

 

 

 

El Castellano a 11-08-2018

 

 

Tersura de palabra:

 

 

Aletargada una calma silenciosa,

en regazo de adusto febeo,

no pierdo fiel mañana contigo,

musa de agua.

ilusiones semblantes de Citeres.

 

Desdén que amancilla

de redes y verdores,

no cuentes mis cítaras.

 

De mi laberinto de espejos

tu alma es llave,

que férreos pesares cierra,

este mi leño amimaba.

 

Incólume afán de cuidar

de seguir tus protectores.

Tu lira mágica y tu arte no oprimo,

sagrado designio tu voz.

 

Ver imágenes de sus moradas.

Perdona si te agravio,

en ti yo quiero refulgir.

 

Lágrimas y sangre confortadas,

cresta de inmutable resplandor

savia que gime

y adora lo que es de ella.

 

Me crece de los ojos

una sed intensa,

el témpano sordo,

aguarda, vela y sostiene

nuestra ciega luz.

 

Llúcia de todas las vírgenes,

la una me venció con trágica voz,

y sonrisa de caracol.

Que nunca desvanece

sólo vacío se queda.

Sin destino mayor.

 

 

El Castellano

viernes, 31 de agosto de 2018

Denso halo nocturnal:

 

Fuentecilla parece mi noche oscura,

fuentecilla retozona,

y de verdes lamentos quejumbrosa

como sombra leve de mi pájaro piador

que acuesta a dormir su entraña.

Sombras largas que descubren

el canto los lisonjeros grillos.

Blancura y azabache descansa en la arcilla

el nido mi golondrina.

Al fresco respiro de mi chopo soñador

lanzo un severo destello argento.

Longevidad imperial cercenada

como retazo de persistente

carcoma manida a mi verde intelecto

grave;

embaucaría sin tenerla

todos mis instintos,

todos mis impulsos.

 

 

II cuartilla

 

Canta, canta mi pena azul

sin ocre zozobra.

Abre el verde ramaje,

a la espesura de mi idea.

Entre un camino serpeaba

como culebrilla de un destino azaroso.

El murciélago castellano

rasgaba bailando, ladeando

el cielo mullido

de levedad de colchón sin luz.

En sintonía opaca que rodeaba

y acariciaba.

El cielo abría su sangre a la noche.

Un sopor de estrellas

que en este verano no tardaban,

y el rudo vigía ciprés soportaba.

 

 

III cuartilla

 

Bajo tenue luz de luna

que los sentidos arrugaba,

y mi fiero ciprés de lanza colgaba.

Avanzaba por el camino

los álamos,

como un sendero

en cal de maderos cenizos,

rumbo al Valhala.

Alumbrado , rememorado,

anhelado

por todo guerrero.

Era un olmo frente la tapia

de un cementerio

en Fuente la higuera.

Caminillos de hormigas dispersaban,

desplazaban los vástagos

de forrajes venideros.

 

El Castellano

 

Lilith II:

 

Hija de la tempestad

así te llamo, sin voz ensordecida.

Que la luna encierra tu canto

en estelas que riegan los cielos,

los grillos lloran tu nombre

cual inocente azabache sembrado;

el viento es tu incipiente respiro,

sangre llorando

despiertas por el cobre

ese que llora la noche

gimes en las fuentes de primavera

destinos en abrevadero insoslayable.

El espíritu lleva tu nombre grabado

Por cuantas raíces tu sendero brillaron,

aire es tu apellido engalanado

tu vida no entiende de clasificaciones

sólo tú reinas la noche

cuando el sueño hace el amor con los dormidos

ríes y lloras con la lluvia

despertando brumas voraces

que el alma secuestran;

la tormenta es tu carcajada,

al latido sordo de oscuridad abres tus ojos

el día por tú tenerlos tan claros ciega

las ondas en el agitada agua

mecen tus rizos, espirales imantadas

en las que vive el arte.

Un sueño despierto del fulgor y la belleza

te engendró a imagen de la centella olvidada

tu ser respira ambrosía amada

perdición de muchos

orgullo y alabanza por mí

que soy más fuerte que el mal

que juega, corre y cosquillea

con tu entraña sí esa por la que mis buques

dejarían su ancla

lobo de día cuervo de noche

que en tu ser se acurruca

y al sol desnuda

resplandor de almas fugaces

nuestro baile, blandiendo espadas;

vespertina perdición si amanece el sol

quiero ser de ti como el murciélago

a su rincón.

Volar contigo como si el mundo no importara,

despertar para abrazar otra noche

en la que girar

y en tu mirada encontrar fuego de astros

por dibujar y mi vida contigo sembrar.

Musa floreciente si arte arde su suerte,

alma amada que se funde

prejuicio, mentira y verdad

ababol sembrado

tu corazón sin igual.

 

El Castellano

 

Sigilo de ciprés:

 

Gime mi astilla,

en pulcritud de clavos,

versados yunques de mi estío,

mi casa es el viento,

la sangre mi electricidad,

qué puedo decir,

qué puedo hacer,

tuerca de mi piel,

para encontrar placer,

y que el grillo afile su violín,

en este calor silencioso

por el que volverme sudor

en tu cuerpo de mujer,

seguiré cantando en la tubería

de tu sien.

Una vida que no fue mía

porque la llevo a cuestas,

deslumbrando osadías

noches negras,

de cabezas de cerilla,

y humo de tabaco del diablo,

quizás mi único amigo se llama Lucifer,

por eso estoy digno

porque siempre responde

sin necesitar hacerle reclamo ni oración,

aplico la ley del ojo por ojo y abrojo por abrojo,

satisfecho sí porque tengo un tesoro,

digno como el plomo

de balín que disparar,

así es mi palabra,

una imagen a cuestas de otra imagen,

telarañas para atrapar,

voy a leer poetas yertos como Gerardo Diego

a ver que me imprimen, permiso.

Yo pensaba en mis cinceles,

para estampar mis versos,

fumándome mis pensamientos,

en alcobas vacías de invierno,

siendo una claridad de estrella

y sus rayos altos, profundos, ondulados,

mi otoño de hojas derramadas,

mi primavera que nunca se fue

porque siempre vuelve, gracias Pablo Neruda,

mi fronda sin quiosco amado,

una torre honda, parca, de silvestre azada,

para volar no hace falta lanzarse por la ventana

como hice,

un azar iluso se viste de redención,

por la onda de tu voz,

por el cuchillo de mi hoz,

mi profecía de una borrasca nacerá como alta nube,

que una nube es colchón de la luna,

por eso el viento es mi padre,

fumaré mis abrojos versados,

llegando entre valles de azores

y ríos dulces,

un verde militar de ciprés,

el color de mi sonrisa,

alzada entre los mortales,

mi topo único llamado mesías,

de evanescentes sandalias,

cima tras cima encuentro la sombra,

hasta anclarme a su lágrima de malva.

no sé acabar tendré que volver a empezar,

mi estandarte de arte que prefiero cerrado

como lumbre en horno de mi suerte,

es por mi mente que a veces demente

a veces único hombre,

una espiral que corre y se mece.

 

El Castellano

 

 

Espiga florecida:

 

Cruzaba mi albor dorado,

la hoja de un Álamo

blanca y roja como el vuelo

de un pájaro otoño,

cuán intangible era el color de su cabello,

era hecho de todas mis flores

como inexpugnable miel,

que brilla todas las cosas ,

yo que te hablé de amor

en nuestros días solariegos

como sábana de viento,

me golpeaba la idea

una fuerza inexpresable

como frío y sólo cavaba

mi jardín tras el verano,

en un color de ocres

mi mente que jugaba

y se evaporaba,

mis cuchillos dormían

la siembra,

en otras siembras,

un vespertino grito

del grillo acuchillaba el calor,

mi rambla que yacía seca,

era como un chirrido de iglesia,

como fiesta sin vino

ni cerveza,

tangibles vientres de la historia

en manos de la gente

un eco subiendo las cumbres,

un disparo sin blanco,

un hondo sepulcro

y un jardín excelso

de espigas,

los poetas son del tiempo

y sus versos.

 

 

El Castellano

Son de grillo:

 

Clarín entona sin miedo,

todo lo que siento arriba del astro recuérdame

su violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,

y una escarpia desnuda que anuda,

que desvela mi yunque, mi eje,

apenas dormido yerto el tiempo que te conoció,

arriba muy cerca de la letra dorada,

y su escarcha de silencio senil,

eres más que donde alcanza mi palabra,

un yugo, un arco y una flecha,

una vena trenzada por la sangre consumida

que te lleva que te encuentra,

león aquí león allí en mi corazón,

hilvanas mi calor del fuego,

se funde mi abismo zarzas por ascuas,

Sol por luna dentro de mis ojos te encontrarás,

allí solo habita la luz como quimera una,

que te destapa en sueños,

si por soñarte te hiciste realidad;

una vez en la vida el tiempo se derretirá,

y nuestros labios beberá,

vuelvo a vivir por ti,

vuelvo a descubrir justo la vida,

matando mi soledad, aumentando el día,

amor que me volviste libre

y elegí amarte

hasta donde cerraban los ojos de la noche,

mi miedo se alimentaba de sus paticas,

yo quiero quedarme contigo

hasta que mi pecho lata abierto,

subiendo cumbres anclando mi sombra,

hasta que la tierra se coma los cardos tras el estío,

hasta que las flores rendidas dejen su belleza,

en son de elevado amor,

que asesine los silos de oscuridad,

que descienda lo perpetuo

y quede asido el cielo

hasta que la imagen sea sonido,

y mi deseo traspase las puertas de tu destino,

solo allí reinará lo sentido.

 

 

El Castellano

Sol de plomo:

 

Lejanías trenzadas al clarín violáceo,

malva de su lengua de estrella,

allí donde el tiempo se hace uno

por adentrar mi silencioso Sol

en su boca de espejos,

allí donde la cercanía

nos vuelve una persona,

a violín de una cuerda carraspea el grillo

el gris en sinfonía añil de surcos y su estío,

a ebria guitarra se abre el sendero cerrado,

el cálido mar de pupila chirriada,

despertaba el son de los tambores

hundiendo su caricia en altares desgranados

y su danza por la quimera del cuerpo sediento

azogada cuerda con lámina recta

sostenía el crepitar difuso del día,

lobo de su ser afilaba nervio dorado

al abrir la luna fauces amarillas,

Lobaluna se acurrucaba

venciendo el cielo de zinc

en sus párpados ,

estremecido el alarido despierto

la noche colgaba pestañas,

al blanco carruaje del sueño,

solamente un puerto

al infierno abre,

todo lo que yo daría por verte,

y que mi corriente no doliese,

eslabón sereno de azabache,

al latido sordo de mi suerte,

bebiendo ambos de la fuente,

nuestro corazón estremece,

siendo la vida reguero que enternece,

de una a otra parte el ocaso mece

su vientre de yodo

en encaje febril

viste el Sol su popa,

el camino hace venas de hierro,

el linde de tu cuerpo

aguardando mi llegada

para derrumbar la verja franca

de su puerta

y hacer libre la tierra.

 

El Castellano

Soturno caballito del Diablo:

 

Lejos de la tierra cruzo la senda,

donde amanece la sombra,

hombre, hombre de luces y tijeras,

hombre de bien al menos,

a veces algo que entender

navegando dentro de la luz

un cuchillo del negro puerto

porque yo no caigo ni muerto,

ni es mi soturna vía,

un espejo estridente sin sangre,

amo la noche sí y ella me ama a mí,

un velo de sosiego, calma

y enervada súplica nacarada,

es su juego es mi baile entre estrellas,

y grillos que se marchan

por ser otoño,

como un pez en tierra

intento escapar de la tierra

y respirar en mi medio

cuando aleteo

y solo giro sobre mí mismo,

una estampa, escrito yo en cobre,

sonido si al menos fuese sonido,

muerte al lamento y al diario

sea de la temática que quiera

una garra, una sombra,

un océano abierto

se necesita caer despierto,

un trance de momento,

y la lluvia cae de nuevo,

el terreno se vence,

la luna se sacude la vergüenza,

mi aljibe jamás se secará

si lo hace ya no estaré

para sacarle su oro de verso,

cromado,

un rayo, una cumbre

y finalizó mi osadía

entre cerrojillos desempolvados,

tengo sed, de liberarme de mi mal

y volverme más que un talento,

más que lo que no he elegido,

ser del viento y que el viento sea mío,

esperando cabalgar

mi caballito del diablo emplomado.

 

 

El Castellano

 

I Férrea sinfonía abierta:

 

Lámina del cielo

tu gris en estiaje

ángel del cielo teje

macabra sinfonía

lluvia se derrama aplomada

por su guiño de ala,

por venas cavas, su quitina,

estrechas vías consumidas

en atroz entrega

del mensaje del cielo,

sangre de tierra en zigzag,

río de caudal

por arterias de arañas,

por acariciar la flor del iris,

un barco y una vela

un puerto y una quimera,

una vida de aciaga solar siembra,

verso saciado cabalga

el colchón etéreo del aire,

hasta anclarse en valse,

sueña el viento ser capturado,

atrápalo en tu mano

y en la otra derrámate como gota,

precipita tu esencia bebe del cáliz

la llaga de nuestro vino,

infinito remansado en cuña de estambre,

es un ojo de tierra,

es una espera,

filosas fauces,

la canción con la que bailan las flores,

un cariño de flamígera estrella,

un armazón dorado de escarabajo,

una casa de caracol,

ven, ven conmigo soy aullido,

una entrega de cuarzo llorado,

un cuchillo de sílex afilado,

en el trillar del campo,

soy mis venas naciendo en un charco,

un sorbo y soy fuego en tu mano,

gimo y corro el vasto templo

de mi perdida religión,

viendo el devenir venir

cruzarse, deshacerse, alzarse

para acabar siendo tierra

del inerte azar profuso,

mi tinta se bebe un rayo solar

en patita de un caballito del diablo,

mi vaga libélula de mi suerte,

para que siempre viva

esta hormiga león

siendo mi cosecha más que tus besos,

más que tus rayos de sol,

siendo yo del camino y el camino ser de mí,

irisada vida en son de mis tambores

de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.

 

 

 

El Castellan

El signo de la estepa:

 

Alba mía,

fugaz de abisales miradas,

llévame a mi lecho

que no me tengo más en pie.

Cayeron mis suspiros de miel,

Orando me acaricien

palabras de ayer,

ven mocita a mi vera,

ven te quiero ver.

llorando no lloro

mi cantar aquel.

Visten amapolas destellos de piel,

dispara para no volver,

plural celeste aflicción,

alba mía escancia

no quiero tu padecer,

sonríe a mi flor esquiva

un rayo tornasol,

ten mirada pura,

en esta espina radia nuestro tesón.

Hueso hondo, fúlgido nacido

de la adoración,

como niño lloro la ternura

agarrada en corazón.

Martillo quiso ser mi hoz,

segando a golpe de viento

mi labrada voz.

Victorias acompasadas frunce mi Sol,

el rito mío cantará,

por la nieve de los álamos,

al olvido de barbas de mi chopo forjador,

herrero de mi sinfonía.

Verá parir la luna,

en hojas de olmo con forma de corazón.

El signo de mi tierra,

el amor de mi azada

a su soterraña entraña.

Vientos del norte me llevan

a lomos del Aquilón,

Hijo del relámpago,

que una vez amó

y tierra tomó.

Signo de los tiempos,

solo, solo ardió por derredor,

alma invicta, invencible

su espada deslumbró.

Lobo aventado en bosque clamó

la tierra devora lo que es de ella.

Yo clavaré rival

a serena esfinge,

que mustia mi carne florecerá,

espero que esperaré

el tiempo me seguirá

mi rastro percibirá.

Hoy como ayer

solo mis dioses me aguardan,

en esta estampa abatida

de mi soledad voluntaria,

necesito el sonido de mi noche

por escarchas azules febriles

cantar de flores recuerda

el llanto de la piedra,

a la ruptura de compuerta

estaba yo desafiando mi destino,

hilanderas tres,

no me tapan mi hocico,

trémulo, voraz,

quise estrofas

tuve una unidad,

mis principios numerados

los dejé ayer sembrados,

vine para seguir mi oración

no rompas quimera

mi sagrado nueve,

vendré a traerte que mi ser

lo forma el tres.

Si te veo,

no te escaparás de mi tundra,

ya te he soñado y contigo hablo

de espíritu en yacija

recipiente que mi conciencia

suenas,

me despido para regresar

a mis cantos olvidados,

sin musaraña dicto

que yo existo.

 

 

El Castellano

Siembra tejida:

 

Atelier simétrico

las facciones

de tu cara araucana,

sombra densa investida

cubren tus dignas pestañas

donde se acuestan dunas

de lunas que en tus ojos

encuentran.

Diciembre que esparce

vientos vernales,

abriendo silos

con sentires perpetuos,

mi gato negro cruza mi idea

en nuestra casa y su tejado

de tréboles.

Entre corazoncitos de hojas de sauces

abatidos

y mi siembra del mañana,

abriendo las tierras

arados tras corceles,

surcos de mi divina calma,

por cuantas primaveras he conocido,

y todas las que a tu lado

me aguardan.

Incluso aquel pueblo se nos rinde

y nuestro mundo nos coronará,

vencimos y venceremos

a ese cuartelillo de nubes

que en lejana distancia

separa y su bruma gris

encuentra.

Mares y océanos cabalga

tu Hipsípila con una flor remota

de su helecho

busca a su mujer,

avanza nieves de espuma,

hasta arribar su negro puerto.

Le esperan valles y ríos dulces

por tierras de azores y perdices fugaces.

Su sueño vestía ella

como dormir de las estaciones

era ella su sueño de otra esfera.

Abrían sus flores orgullosas

y deleitadas.

Fúlgidos cabellos,

sangre iridiscente de nueva brea,

cañón y galera,

lanzas de su futura siembra

en el interior de su amada.

 

El Castellano

 

Sembrando altares de hueso:

I

 

Blándeme en mitad del campo,

sólo allí que la encina enraíce mi carne,

el hinojo lata al son el tambor de sus flores,

la carrasca grite verdades del monte,

vereda quieta, enarbolada,

soledad disparada sin descanso,

sólo allí reinará mi alma,

en letras escritas en las hojas de vida,

las lindes teñirán de rojo y negro,

de tinta y sangre el resurgir del añil

aliento dibujado de toda vida en color,

del albor a la muerte en flor

se alzará mi latido con su amor.

 

 

II

Renace en la piel,

en el albor sin conciencia,

hace más frío que antes

sentido muerto, caído

olvido yerto

raíz del ser

más callado que el invierno

avanza camina a voz

todo lo que he perdido

polvo de estrellas, hierro de océanos

piedra de montañas...

hazme recordar alas cansadas

cosas grises que te gustaba sentir

mi amada así sabes

horizontales que no puedo olvidar

ejes verticales de conciencia

sin dormir

danza la primavera del lugar

con mi soledad pintada

en la sangre de mis ojos

todo lo que veo teñido

la ilusión cae en gotas derramadas

cayendo congeladas

desnudo mi cuerpo en la penumbra

del segundo quieto

raíces comiendo mis venas

hojas de mi historia mustia, abatida

sentido muerto

viviendo por ver morir el momento

momentos atrás que cae el recuerdo

sin miedo, sin sentimiento

todo hirviendo

sólo este sarmiento de cuerpo

esperando que juzguen a su alma

libre de maldad

quién estará allí

quién vendrá a darme un camino que seguir

solo en la oscuridad

donde todo comienza

las sombras me reconfortan

y veo en luz mi vida

para encontrarte

algo que darte de dentro de mí.

Un amor rugiendo en la boca de la estrella.

 

III

Diestro del mar a la montaña,

visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas

cual caricia de su jardinero que las ama

el viento armado escala cual seco rayo

su sol enturbiado se paran las oraciones

Hipsípila dejó su crisálida

en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales

recolectando toda simiente desde todo confín

al inerte sombrío albor,

mientras su fría luz crece y camina

sin franca tapia ni verja que detenga su escalar

vuela vaga la libélula para posarse en su hombro

recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte

que lleva que trae a su castillo olvidado

hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo

un reino se mantendría vivo

y no era el del humano ser

Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión

abarcando de la tierra a la lluvia

cual rayo cortado de Sol su cabello

los pájaros trinaban en su castillo

Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.

 

 

El Castellano

 

 

 

 

Panida rosa tu mirada:

 

 

I hoja:

 

Canta mi piedra

por inexorable esencia,

promesa de luz del sol.

Azar de imposible

fuego fatuo en tejas

que son nubes de altos cielos.

Serenamente místico, me alzo.

Ascua empírea fueres

o carbón del destino atronador.

Mito, constelación:

constante, pura flamígera,

eterna de cimiento terreno

sobrevivirás a lo alto.

Escarnio mis solas sombras.

Promesa de tiniebla,

promesa tibia,

nunca alcanzaré luz tan ardiente.

 

 

II hoja:

 

Perecer a los cielos que yo amé,

te amo en medio de mares,

entre pulcras esferas feroces.

Clamor por férreos bosques,

boscajes de tu sed de miel,

arrebatada tú, de tu albo espíritu,

generosa es la penumbra

eco pálido de azul viejo

virginal fuerza de noche añil.

Presencia misteriosa

en haz, de luna áspera.

Destino opaco, inclinación

por verdades de monte desgarrado.

 

 

III hoja:

 

Tránsito estremecido, el río,

ligero, nitidez de espejos

que dulces presiden

hondas tierras.

Constante agitar de sus fuentes.

Resplandor baten tus argentadas alas,

palabras entreabiertas

buscando dicha.

Esencia, eclipse de mi sangre.

Sideral cuerpo estrellado.

Sigilo, tus pupilas

con las que a fuerte garra

me amas,

y ardua me miras.

 

IV hoja:

 

Lejos queda el miedo en cestillo,

a ser feliz; si tú escribes.

Por esos juncos que el día

no cierra.

Un remero hábil,

desnuda la noche.

Bogando que su luna sonría.

Oscuridad larga

que nunca secunde.

Desemboca arriba ardiendo,

tu frente rosácea abarca.

Mi armadura, mi espada, fragor,

pico torvo, ojos cerrados.

Penumbra desconsolada

por riveras de mi ciego Arlanza.

 

 

V hoja:

 

Fondo de monte

en el verde mar

de tu boca.

Claros rectos, únicos,

confunden,

luz vasta y su sombra

que más ya no languidece.

Viento, velo, acallada luna.

Muda escucha

espesos vellos.

Faroles latiendo

corazones en celdas

con llave de tu alma.

Noble secuela

de mi dios Gemineye.

Entre azucenas de la tarde

mi suegra y nuera arde.

Rubricó tu gentileza, orquestando.

 

 

 

VI hoja:

 

Luminiscentes polen

en interiores de colmena.

Abro espumas esbeltas.

Desnudeces en carnal tomo

de mi cepa.

Brusco y dormido

en leyenda diferente.

Caí a mi tierra.

Toqué maravilla, flor de supremacía.

Palpé tu olor fecundo

a esquiva adormidera,

de tu órgano erizado.

Por tus estelas claras

que escriben galaxias

y agujeros de luceros.

 

VII hoja:

 

Viejo pabilo iluminado

humo rojo viose apuesto.

Gallarda tu entraña.

Decreta, no cese

Mas nunca mi terco aljibe

que te escribe.

Con ojos rendidos,

ojos cada vez más humanos.

Pureza,  tu plata.

Amortecida ahuyenta la negra Parca.

Piadosa suerte

en sombra densa montada.

Eco amplio,

ley presunta de todo linde quieto.

 

VIII hoja:

 

Difieren ligeros, tus sortilegios,

de verbos que nacen.

Ya nacidos estudio.

Ellos que escalan mis ojos.

Opulentos pinos reposan

su verde nupcial.

Ato presunto borde,

llego a tu almena

donde vive tu alma serena.

 

 

 

El Castellano

 

 

 

IMPRONTA REVERDECIDA:

 

Unge el vespertino roce

de tu ausencia habitada,

una viperina falaz de siembra,

allá donde el silencio transmuta

la sosegada vida de mis falanges

rutilantes, un alambre de búsqueda incesante,

de tus mares de boca

mi néctar dispuesto,

miel de Dioses que encajan

mi sinestesia elaborada,

más quisiera apelar a lo innato

de mi naturaleza,

que llamaron pureza,

luces de sueños rotos por enmarcar,

hondonada de las nuevas visiones,

tiempos cambian,

palabras a la fosa,

yo estoy esperando mi panal

de sombras de idea

sólo tu saliva verdadera

mece mi extasía,

por allende seguiré encargado

de esta acequia

dura, absorta de entregarme

al hendir de esta mi azada

poder del sueño exagerado,

que nunca he alcanzado,

mira mi camino

soslayando

las rosas de la aurora,

entregando pleitesía

a tu señora mirada,

no te guardes

si vuelve este mi vencejo,

afilaré mi sombra

para entrar en la tuya.

 

 

El Castellano

 

 

ZANJA DE CARRIL:

 

Marzo que abrilea

y abril marcea, al dueto

de la sed universal

de su helor que duerme

en heladas;

Ando que me encuentro

perdío en un Sol

de agosto que espera

a su esposa

en cuarto menguante.

Yo seguiré buscando

el almendro de las almendras

de oro, mientras de mi empeño

socavaré a mi tardío

Castellano y su Leannán Sídhe

de su madre conciencia.

Avanzaré su cerca sin permiso

a poner nuevo estandarte

y despertar

al Miguel Esteban

que no nació todavía.

Guardarme el vilo

porque yo no estoy despierto.

Volveré con mis principios numerados.

Si quieres más de ellos,

dí consumido,

en zona yerta y su tierra

viva-muerta.

Donde desterré a mis abrojos,

y enterré mis escritos

con pauta alimenticia

por si despertaran

subsisten estando

nacidos del miedo

como yo estoy hecho de miedo.

 

El Castellano

 

 

 

 

PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:

 

 

Oscuros, negros, tibios

lirios en sangre de brea;

Acolchadas desquicias

en híbridas campanas azules

de los ángeles, yendo en borde,

siguiendo círculos,

moviendo espirales,

Vientos noruegos me llevan

sin patria, vencida por mitología.

Quicios de lúgubre destellar

en oscuro límite tétrico

y sus mansedumbres caminan,

hacen nido sedoso

en moreras del sueño;

Vida través de una vida

dentro los hoyos del Sol

que sudan, sus notas de uvas.

Visitaré a Cernunnos

en el seno del bosque,

hablaré del cuerno roto

y su sangre que brama

flores de helechos.

Quién sembrará mi campiña;

estirados mis soliviares

entre azares que suerte corre.

Traspuesto al mantillo

y su compostaje silvestre

que solo se mantiene;

Verano que socava dormido

para sepultar los cardos

que tierra come

y levantar la estación

de los difuntos con hojas caídas.

Otoño sus fríos que me despiertan,

terminando de vivir el ocre

y su yerma plácida

de tierras sin brotes

en ventura de savia fría.

 

El Castellano

 

 

JURISCONSULTO DE SOMBRA:

 

Este mi humilde canto,

empedrado, que blande,

que pregona compás en arraigo.

 

Quimera a tiempos

en puñal pretencioso

de espigas de idea.

 

Patria por siempre sin sentar;

Fugitivo sin amores,

surcos de fugaz simiente.

 

 

II

Docto de tu dulce vientre

tras fuego de ababol,

entre tierras de tus reflejas piernas.

 

Sed de mi sangre,

renacer acompañante,

aljibe sin fondo a florecer tu entraña.

 

Amor de pecho a espada

blancos que el ser destella,

jurisconsulto de este ser de espuela.

 

 

III

 

Redentora hoz de labriego

soñador, en soto de silvestre rambla,

febriles rejas de esparto.

 

Pinos que caracolean

el camino de este fruto de ensueño,

antes que morir sin amapola de fuego.

 

Creo, nazco y completo

una flor de la misma sombra

que trajo en fruto de la primera mujer Eva.

 

El Castellano

FLOR DE SOMBRA:

 

Impetuoso campo de mi celaje,

allende mis altas torres de belleza;

Inmobles rastros en piedra tumbados,

estos barbechos que me piensan;

Por almenas seculares,

remembranza en bastión,

de andariegos siglos,

me enhechizan flores de sangre,

pedregosa loma desgañitada;

Tráfago en mimbre cabalgo,

recama tu alma

como una losa sin frente,

ni gemelo tiznado,

por tener ajuar astro renombrado,

alzo mi quieta dicha

entre gentíos de mi oeste,

desvencijada suerte,

por azares de plomo y zinc,

fúlgidas cabelleras

norteñas en crestas

sin linde mutable,

acababa de irme

y no soy adorable,

es una fosa de recuerdos

ahogados en silencio,

vagaroso desdén

que me enjalbega

en cuerpo,

mi luna fija, vaporosa,

luz en libertad de mi regazo,

abismo cercenado,

de cálido espanto;

sosiego, quietud del bastardo,

regio Lugh meditando.

Sin mis vencejos

no brota esta fuente,

naturaleza cuando amarte

se vuelve arte.

 

El Castellano

VIDA DE LA VIDA BAJO TIERRA:

 

Tornadizo quebrar de la simiente

acaso el ojo de tierra no viese,

clepsidra en goteo,

del Nitrato de Chile

En este mes de la parra

y de la zarzamora,

sulfatos de cobre anidan

su violáceo vientre

que respira;

vida de la vida enhiesta,

mantillo sin raíz oscura,

viril anélido sin carcasa,

fértil embrujo de larva

y su hechizo que metamorfosea,

sin aroma no preguntes más,

liras blanden su chirrío estacional,

que avasalla sin hacerse espíritu,

tojo clavado al viento;

Castilla tú lloras

dehesa sin lejanas espinas,

de lanzas,

lo que vence mi inmortal llaga,

enjalma mi verde intelecto,

orvallo de mi rivera,

viaja mi idea,

cayendo el Sol arriba,

desde lo alto,

un largo recodo sin franca,

vega compadecida,

que riega esta enjuta,

en cal y cantos despierta

de su arcilla dolida,

diosa zurda tu nombre caminas

más por donde el arriano

plañía, y plañía, plañía,

su seco llanto de corazón

esquilmado.

 

El Castellano

 

 

NUEVA ERA RECUERDA:

 

Felicidad, el producto ha de ser creado,

creado para el consumo,

consumo es la marca de esta civilización,

producto basado en caducidad,

felicidad de venta en cadena,

estado mental basado en el material,

producir sueños e ilusiones,

esperanzas embotelladas con código de barras,

la alegría visual sea principio

de nuestro chip que incorporamos,

todo lo pensado que sea proceso de construcción,

atención nueva era está comenzando,

somos encargados de construir el futuro

sobre pasado de torres de humo,

el mañana abrirá al nuevo humano

llamado consumismo,

un abrir de sus manos en declive de su mente,

nosotros somos avance de la civilización,

nosotros somos herramienta

que lleva éxito en la mano de quien la lleva.

La revolución ha comenzado.

Nueva era para el mañana fabricado.

 

El Castellano

Extasía fuera del tiempo:



Operación cero,

preparado para destrucción completa.

Temblando ruido agresivo

supresores activos,

hostilidad caótica

controlador inactivo,

ctrl.alt.delete

mente eliminada,

extasía fijada,

dominación eleva la distorsión;

extinta clase,

energía nunca muere.

Raza real avenga el paso,

controla el ruido ahora,

real es terror en el hueso,

juntos:

-Guerra al error,

guerra en la boca de locura,

nadie viene a morir hoy.

Tropas de la luna

blanden metal oscuro.

Más duro que el resto del tributo,

pura luz sellada;

fase helada en un dos tres segundos;

vidas en el ojo de una aguja

sistema sobresaturado

dirigiendo bajo tierra,

era del resplandor metálico.

Mortífera debilidad

perfección dicta

destruid el defecto.

Vandalismo ordena

descanse el tributo enajenado.

Llanto de la guerra crispada,

sórdida esencia implícita,

tercera fase encendida,

fuerza canta

ciega su falta,

exterminio en vena férrea,

faroles dormidos

esperanza difunta,

cobres almas anidan

sigilo deslizado

por entes de éter.

Energía, niveles óptimos.

Conquistar y destruir es lema,

pasado rueda

el olvido del tiempo.

Es hora de estremecer;

por un alma disuelta en electricidad,

fase oscura dispuesta,

era lumínica comienza decadencia,

telégrafos disponen alaridos en cópula

sobre postes de pino muerto.

Escarpias frías

sostienen pensamientos,

nueva era decreta,

hoy es mañana tejido en fábrica

de herramienta llamada éxito,

ilusión en cadena

para realidad de quien la estrena.

 

 

vanguardia

nombre femenino

1.

Parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.

"el escuadrón ganó la batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"

2.

Minoría que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas, etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después irán ganando adeptos.

"el cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de siglo"

sinónimos: avanzada

 

 

El Castellano 14-08-2018

 

 

GENII LOCORUM, TODOS DESPIERTOS:

 

Vida que las montañas me respiran,

raíz en su abismo de hondo tajo,

aire bonito relátame mi destino,

subiré los montes y cerros,

alcanzaré mi soberbia

allá donde el alba despierta

y el linde vuelve vago,

plácido, ferviente,

sed de tallos

y savias que luz llena,

erigiéndose cumbres

y cimas de hervores

a la matutina belleza

que anida.

Y en el ser germina,

febril loma desdeñada

por rizos en apogeo

entre rayos que culminan,

desnuda hacienda ultrajada,

río de encina, cuervo nacido,

por lo que me quedó sin decir,

Wotan, Lugh, Morrighan,

ese veris perdida y encontrada,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid

Genii locorum dioses ancestrales

abrir este camino,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte,

tierra entierra la maldad

sepulta los problemas,

como en tu ser el ciclo

el eterno resurgir en ti cierra

y comienza,

resurgiendo, abriendo camino,

escudo en fuego sembrado,

hueso del pagano,

me deberán cuanto yo he plasmado,

hierro al hierro,

fondo escueto

del vítreo traspuesto,

senda de la idea,

por ellos socarrada,

lucha, cuanto más arduo es el camino,

cuanto más se abren las pruebas

más se hinchan las fuerzas,

sólo vencer en firmamento,

agujereado de huesos,

siembras que tiembla la luna.

3 claman los genii locorum

que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,

Diancech sana este mi cuerpo

Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,

Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,

Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,

y tú mi amada Brigid poesía,

elevar mi canto

que yo con mis actos

os hago un manto,

Cernunnos comienza nuestra caza,

Candamvis alumbra esta montaña centelleando

el relámpago,

abriendo el cielo de nuestra bruma,

tejiendo nuestro amado ocaso,

que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,

ahora y siempre se escuche nuestro canto.

 

 

El Castellano

 

 

LARES DE EQUILIBRIO PERFECTO:

 

Coso mi atelier simétrico,

nacido entre ocasos vespertinos,

sí esos cuando la flor camina

con nombre de mujer.

Vidas en haz purpúreo

al argénteo astro;

invisibles senderos

sin sombra ni difusos lares

donde los afluentes

confrontan en tu ser,

sin brío no hay pureza,

sin pureza no hay sangre,

y qué yo no te daría,

acaso el silencio no fue esculpido,

por impulso del error,

raciones de arvejas consumidas,

por llamas de lúgubre hendidura,

Dioses míos yo cómo era,

bueno no me acuerdo,

seguiré con mi venda

hasta que ella me la destape,

secuéstrame en tus dignas alas

que yo vigilo

como vigía de nuestro sentir,

custodio de este sin vivir sin tu ser,

no hay luto de espadas

que no se afilen solas.

sin sueños no soy hombre,

ya lo dijo alguien,

fusión del frenesí

hablando con su infinito a solas,

como cuando se siente amor

en la vida,

sólo una vez y perdura

como la letanía

de escarcha derretida,

yo no estoy despierto

he venido a asesinar al tiempo,

y que se cobren con él mis deudas,

sigilosas, etéreas,

hasta arrebatar su azada traspuesta.

Así mis esferas sean siempre verde azules,

como la verde espiga el agua

que la vuelve pasto.

 

El castellano

 

Osadía en traje:

 

Aguzaré en ramas de viento,

que la solaz, yaga en mi intelecto,

atravesaré con mi plomo,

cada siembra que mi ser derrama,

hasta volverla metal noble

de postrero envejecimiento,

quiero la apreciación

quiero la insignia

de este mundo que escapa

que huidizo deletrea

su énfasis de costumbre cómoda,

yo no soy de ojos cualquiera,

así el fuego me resquebraja

la hoz y el martillo

clavado en la esencia del pueblo,

no tengo superior ni inferior ni igual,

debate mi dios entre las sombras,

si dotar a mi esfera de un poder que convenza,

y consuma en retina ajena,

siglos dormidos de fuste y escarchas de parpadeos,

no nací para este social mundo,

podéis quedároslo,

mis pensamientos ojalá

algún día solo le importen a mi vida,

y la boca de los seres cierre

y abra sólo la Sabiduría

que tierna, yerma y estática

avanza entre torres de tierra de las que vengo,

los juicios todos queden vanos sin ella,

esta es mi vida que me sujeta,

que vence y plena

desangra de la estrella su pestaña,

un soliloquio que hablo solo,

y sí mundo de cabezas de grama

estoy satisfecho

porque amo mi destino,

que si nazco no le cambio,

a la bastarda opinión decrezco,

cuál el ojo único,

cuál el listón que tumbar,

se siente si le gusta a mi Narciso

es mi poema perfecto,

tenga el fuste y de belleza inciso,

cabalgar mi estaca porque valgo,

no como vosotros que miráis

únicamente lo que tengo,

tengo esta vida esta pluma de tinta infinita,

y a ver quién me alcanza,

quien detiene mi latido de sangre y tierra,

que seguirá escribiendo hasta que muera,

ser mejor que este silencio es mi meta,

y recuerde este tiempo bastardo que nada detiene,

y otorga como arrebata,

mis guerreros en pie,

a formar azadas del bien,

marchen mis cuchillas de recuerdo,

por acabar con desquicias funestas,

fundirá mi aliento por escalas con el cielo,

mis castillos en el aire,

dirán de verdad siempre vive

y vivirá este Castellano,

derretido el cuarzo

gemirá el tiempo terminando este mundo

como todo termina

incluso el latido

final feliz no puedo dictar en sentencia

a esta esfera,

leyes naturales existen

como diosas certezas,

finalizo este escrito sin tristezas,

me pusieron en su sitio bellezas,

desafío a lo que me rodea

a desnudar si es verdadero

porque eternamente solo

que mal acompañado,

salto, salto, santo mi abismo,

entender que nazco con cada poema

puliendo sombras,

hasta hablar por tuberías nacientes

de mis cauces de sangre,

lo siento mi Sol

mi inspiración será mejor

que la envidia que corroe,

que la competencia de mi suerte

solo una razón

porque busco ser perfecto.

Lit et summun canae.

El más viejo de la vetusta.

 

 

El Castellano

 

VOZ ACAECIDA:

 

Magnánimo arrecido silencio

desnudado, su violín enardecido,

aromos fusilados, nacidos

en yerta conciencia,

y el férreo son amanecido...

 

Sangre belleza en pureza,

me abre éste el pecho,

sí bemol de opaco pío,

anuda mi clara secuela,

de ufanos clarines violáceos.

 

Afuello que venzo

mi claro oscuro fuego,

arrastra y consume esta tierra negra,

mi sangre y mi bandera,

esencia de una savia elaborada.

 

Soy el que abre

del nuevo árbol

un santo olivo,

que da miel a mi

reina madre.

 

Por mi árbol deshojado

en su nuevo muérdago,

troquel del inerte acto;

Parasitario.

Runas en sabiduría,

malvas granates de simientes,

simbología de este solferro,

oscuro y su cuervo.

En nogal con su nuez

del tiempo, abriendo,

desnaciendo la nueva era,

afilando su fragua.

Los balcones extasiaban

por sones al llamado

del vítreo tras luz,

trasnochado,

en ascuas cabalgado.

 

 

El Castellano

 

LÍBIDO SANGRANTE:

 

El error en el infortunio,

pilares carcomidos,

un silencio ocular

sotos vagos,

agujereados

por la hoz

de mi hermano ausente,

hermano de mi arado,

hermano de mi trilla,

voy acechando,

vigas de hierro y cobre,

profecía subterránea,

desde la vid al sarmiento

quebrado.

Sendero quieto,

abrumando,

luz libre,

depositada,

brindaremos

abriendo portones

de esta tela de araña,

infortunio sangrante,

bebido,

juramento firme,

recto como la vela diaria,

-Yo Miguel Esteban amaré a quien me ama,

destruiré a quien me odia,

gozar del ámbito umbrío,

lleno de opacidades,

porque os iluminará un sol oscuro,

cuerpo frío, lívidas ventanas fijas,

desiertos soterrados, mudos,

vano fin hallaréis.

 

El Castellano


ESTAMBRE DE PELO:

 

Estambre de un pelo

cristal luciente, naciente,

vislumbra,etéreo;

Entresijo de córvida ala,

vida de mi vida,

mi umbría sinestesia

asida, de un pelo de un pelo

mi ambrosía de raíz,

sinérgica en luz aguerrida,

candente, displicente

que evanescía por sotos de vientos,

de fugaces ideas,

de eternos avernos consumida

de un ascua que se afuella,

por vientos de éste mi norte

con astrolabio y agujas de mi madre

hilandera, sin otra red

que guiar mi parco destino,

por umbrales de colores en extasía,

mi azar difuso de la vid,

al enhiesto tallo mío brotado

con y sin causa,

entre primaveras que deshacían

los humores vivos,

vivaz ternura sembrada,

un castillo de firme cimiento

es mi ilusión,

como vendaval furtivo.

 

El Castellano

 

 

 

CUCHILLA DE SILEX:

 

Raudo enebro enervado

bajo cuchillos de tierra,

en sombra que hace

pulcritud de estelas

descorazonadas,

duro metal y simiente

en espina de alarde,

sonroja a la escarcha

de este cielo que aploma,

para derretir el hueso

que el astro besa,

jabalí nacido entre aromos

de espinos,

va bajando su cauce la luna desamparada

buscando su recio esposo,

la loma desciende su floresta dormida,

canta el margal entre brezos noctámbulos,

y margaritas con violetas ausentes,

los jacintos silvestres ya vertieron

sus hijos de nácar.

Quedó el nardo desplazado

y el ababol sonríe,

ya vertió su sangre de tierra

para cerrar su campana

al tañer de sus simientes

enarboladas,

hasta la siguiente vida

a partir de su presente muerte.

 

El Castellano

 

CANDAVMÍS:

 

Del acre del cielo, destino clavado.

Verde semblanza de tormenta furtiva,

sierra de sueños en blanca idea,

clamor en ocres de nubes,

relajado,

sosegado empuja sus clavos

que precipitan hacia sienes de grama,

lloviznas de pretiles azares,

en fuegos erizados

que él truena,

tienta que alza

su ronca madera.

De fértil diente,

de cano cabello,

niebla de su sendero,

crepitante onda,

en azur marcada.

Viento sin suelo

su final encuentro.

 

El castellano

 

AJUAR GASTADO:

 

Sombras sin ayer,

un silencio roto

que recorta su anochecer,

trenzado garrote

a destinada voz,

recto entre la espiga,

abierto en el ababol,

frío yerto al amanecer,

ancha idea de rectoral ritmo

que trova,

este sol de averno,

lagar  muerto,

que la soba.

Prensa mi parra en la cuba,

racimo paso del soneto,

infeliz sin costumbre,

pesadumbre

sin esquares

senaras, abren la lencería

de Armuña,

ávidas, grises noches;

en compás dolido sin ajuares ausentes,

esta piadosa siembra,

me alza entre los mortales,

Dioses lo quieren.

Mi verdad en cumbre de macizos

que el gentío se niega

en ego a escuchar,

mi visión raíz de Cernunnos,

reló de silos azules,

un peldaño de áspero olvido,

místico este cuervo,

puro cerro,

puro roble,

puro fresno,

pura encina,

subrepticia dolida,

mi pan amarillo

al pasar la caléndula,

la flor de este muerto.

 

El Castellano

 

 

REFLEJO NAVEGADO:

 

Caminillos vencidos

sin escalas a una segura muerte

asida de un cielo de una estrella.

Granate lustre encontrado,

reverdece que no fue poco,

a ti nube imploro,

lleves los ocres

donde allí no existen,

todo juega en tus rizos de plata.

Hazme libre una vez;

Atravesaré la mirada del espejo,

y su fantasía profunda,

seguiré indemne acontecido,

me apoyaré en mis espaldas,

flagraré de mis espíritus

una verdad,

que crezca, devore

surcos de vana hipocresía

y sus llamas

que interés confluye,

leones aquí

dominados en mis venas,

una sombra fría me habla,

me relata el final

en letanía del tiempo cuando cruje

sólo una vez

por última vez,

hablé yo con encinas

que sujetaban mi esperanza

en campo abierto

sólo marchado

por las estaciones

ni mi jardín azul

ni mi acristalada fuente

con mi olmo desnudo

y  mi ciprés de valer

ni mis hijas caléndulas

hijas esposas del sol

flores de difunto escaladas

jamás me recordarán

ni contarán sus penas,

silencio de mi enemigo,

encontrado a solas

resonando bajo el asfalto,

vestiré mi fuente de brillos anisados,

abriendo generaciones de luz seca.

Encontrando verdades

bajo las piedras del monte,

liberando el oscuro sentir

fuera los cielos

volviendo al final sin comienzo,

al dulce tormento

y su vuelta al inicio del sentimiento.

 

El Castellano

YUNQUE DESPIERTO:

 

Construyo mi silencio,

esculpiendo bustos

que no deseo,

me rodean pensamientos

como martillos sonámbulos

quisiera dejar

de ser yo quien hable

que hablen ellos

de su negra estación

que se alimenta de mis sueños

para volverlos pesadillas,

hablé bueno ladré

a mi amor que no existe,

no me contestó su voz,

me contestaron sus lágrimas

por sus sueños no materializados,

quisiera apoyar más que ladrar

pero mi mundo volvió sortilegio de espinas,

ni yo mismo puedo dejar este reflejo

amargado que me habita,

este corazón dejó su brillo

su escolopendra huyó a un paraíso

en el que no duele su mandíbula,

mis ojos cansados ya no juegan

con sus dolores,

anclado al firmamento

quedó este lamento

que quiso ser poema.

Entonan las riveras de mi sed,

un crepitar en estruendo llamado,

de almas sencillas, olvidadas,

en dulces espinas de abrojos

su lago férreo sensible al tacto,

un momento danza atrás,

y desperté para no saber quién ser.

 

El Castellano

TIERNA FONTANA, MARZO:

 

Ríos que me tibian el corazón,

eslabones de sangre,

¿Dónde está la paz, dónde está el amor?

ríos de sangre se comen mis venas,

cada tropiezo,

otro borbotón,

otro alfeñique para mirar,

¿dónde quedo yo?

que el sol sea mi pena,

cantando espero mi triunfo,

se afila mi papel,

crepita mi alma,

tropiezo con la tiniebla,

hoy navego sobre mis versos,

aliento de la sombra de la creación,

hijo de la luz y de la sombra,

no acabaré de irme,

no cesará mi terco aljibe,

enamorado sin luz avanza

parco el sonido,

deslumbrado albor,

desnudo mi árbol,

hoy centellea mi rayo,

para decir que yo aquí no he muerto,

se viste mi sangre de caléndula y margarita

por si vuelvo al desliz de mi vida,

pasajera de un caudal

que mi entraña mece,

piel con piel, dolor con dolor,

enamorado corazón,

hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,

estoy latiendo en el umbral de los dos,

mi sangre está llorando,

el cruel desliz de la parca efímera,

me siembro en los campos para perderla de vista,

suenan los trigos, de la verde espiga al girasol

se viste brotando mi amor,

viene a plañir mi alma

por el sendero sin prisa,

se alza la dicha,

mi ser crepita el alma,

hoy me visto de espiga,

y que el campo me enternezca

al cuchillo dorado de la piedra caliza,

hoy mi amor al albor

gime por su caricia

y que el alma dolorida entienda

por este siglo y los que me quedan,

escrito yo en la piedra.

El aguerrido albor

en traje de bruma.

Sangre y sombra del agua.

Lima el albor mi nervio,

aliento cruzado que cae tejido,

la ilusión se hace nido,

borbotones de sangre que crepitan,

alcanzo la cima,

el sentido cae dolorido,

de vid y espino alcanzo el sonido,

al compás de un famélico ciprés,

mi alma dirá viviste,

encontrando la flor

por la que mi mundo se desviste,

rayos a la aurora

para su fiel investidura,

flor de niebla que avanza

mi umbral se desvanece,

bullen las fuentes,

el río es otro río de sangre más,

lucen las mortajas coloradas,

fiel desliz que cruza mi alma,

desgañitándose el alba,

el amor por parir una flor,

elevado al rayo de sol,

quién te viera quién te vio

rasguñado tornasol

se desangra mi campo del girasol,

millas aparte mi nombre se blande,

el beso me derrama las mejillas,

en albor quedan las caricias,

de la piel escritas, sentidas,

danzan las estrellas,

me vuelvo a ver en tu vida,

donde el te amo formo bandera,

y en tu ser queda,

resquicios sin nombre

que el ser come,

la rosa y la espina gimen

en tu nombre,

avanzo el ser resguardado,

sin franca escalo la tapia,

a tu cuerpo me encaramo,

hoy soy de ti

como el pájaro a su nido,

como la sed a su agua por beber,

como el río a su montaña por descender,

como el caracol a su hoja por comer,

crepito el fuego que me brota

por tu corazón,

soy yo sin más razón,

tránsito veloz,

tu calma y su verdor,

me visto de malva

gimiendo una runa en el sol,

me anclas el gozo en la flor,

me blande el coraje

por el viento exclamo

mi valor amarte sin condición.

Desde mi umbral a la flor,

cantas mi canción,

te aúllo un caracol,

mi vida tornó a mejor,

irisado rayo de sol,

una fuente y un diente

un afilado canto irisado,

hoy acepto mi destino

porque muerto vivo si no te miro,

tengo tu imagen enraizada en mí,

es por mi sino que maldije,

pero hoy después de tanto

tengo el sendero labrado,

mi cuclillo trina al infinito horizonte,

mi ser se hace grande,

mantenme afilándome en la piedra,

hacia el centro me quedo exhausto.

para pulirte del alabastro.

 

El Castellano

 

Inerme ternura:



Retozo este empeño,

traspuesto a los fuegos

y su descarnado, flamígero azar

en silencio crepitante, alumbrado,

del hombre y su cuerda yerta,

pasa los tiempos llorando.

Diestro ambivalente,

en dirección umbría,

vive colgando huesos

bajo mis sombras;

cenizas laten,

la quebrada fluye.

Un iris de ojo negro.

En estos pilares de fuego

que me alzan.

Estaciones que correr,

años que nacer en tierra abierta

estrellas que matan

mi aliento de piedra,

atravesando estos ojos

brota mi fértil lluvia amilanada,

extasía sujeta,

corre el linde quieto

enarbolando frías simientes

y sus metales hirientes,

una hoz, un yunque, una guadaña,

un clavo en la muralla,

un cerrojillo de hondo soto

sin cepa ni casa,

un soliviar barroco,

de encinas afiladas.

Una teja de un tejado sin cimiento

ni eterna idea de un pilar.

Es mi bruma con traje

tejido de la honda sombra del agua.

Vespertino el halo que agazapa la sonrisa

por tus estrechos cristales

de carnal afrenta descorchada.

Un muro y una tapia,

una rendija y grieta

por la que mi decencia escapa,

tuve valor de ser hombre,

inquieto en rediles de mis deseos

moza de orquídeas desangeladas

vine de los molinos de abajo,

te traigo la flor de Hércules

en mis manos,

vengo cansado,

atravesé ocres y sus tres arcanos,

traigo la voz de la piedra dormida,

y el azur que tus ojos esmaltan

y arden su turquesa,

vengo por si te robo lo etéreo de un beso,

soñando

las orquídeas que irradian tus palabras

un esparto que vive lejos,

un grillo que criquea cerca,

es mi vida, amansa la espera

y canta la sangre

en su ojo de tierra.

Una estampa y su quietud del mañana

una forja en tu vestido

y el romo metal irisado

de mi abrazo cándido.

Ternura de este campo de espigas,

y su carne de amapolas,

un carruaje es mi deseo

que ojalá llegue a destino,

de sembrar en tu patio

todo mi cariño.


El Castellano

 

FINAL
























 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





 

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