TRILOGÍA TERCER SOL
Miguel Esteban Martínez García
Contenido
Tomo I
RÍO DE LAS FLORES DESANGRADAS-
Tomo II
OJO DE TIERRA 2015-
Tomo III
TRAJE DE BRUMA, HIPSÍPILA SOMBRA DE AGUA
Tomo I
-RÍO DE LAS FLORES DESANGRADAS-
EFEMÉRIDES:
Agradezco a mi inspiración surcada, encauzada por haberme enamorado,
Uno, a Margarita Patricia Guevara Cruz mujer con la que empecé a crear de tema amoroso (Primera Musa mejicana)
Laura Rubio Calzado primera novia española, Cristina Prieto Díaz, segunda novia española, a los Vivos, a segunda Musa chilena María Margarita Pérez Vallejos,
y tercera Musa abarca todo lo descrito Aere perennius, más duros y resplandecientes que el bronce. Nancy Lunamar Solano Darkness.cl,
Agradezco a lo innegable, a estar vivo, a los campos manchegos, a la belleza,
y a quien me trajo a este suelo.
Sinopsis:
Una ‘’apuesta’’ de ascua encendida
que no apuesto vanagloriarme ni quemarme,
Es una obra conjunta, abarca más de veinte años de mi escritura,
Sin tirar piedras a mi tejado, comienzo,
Como es arriba es abajo,
por lo debido el final es igual y depende
del principio, mi última temporada
debe desprenderse de coraza camufle su sentido expuesto,
no hablo de pureza indómita trascienda la desnudez evidente del ser,
Hablo de unidad de inspiración única, ni límites plausibles,
ni temas manidos entre tópicos similares la opaquen,
ni lleven a su menoscabo,
el amor ciento, lo planteo más allá de fin carnal
o materia en fe y acto de propósito concluyente,
para mí es símil de conexión angélica
Energética almática,
una ensoñación eterna capaz de hacer llorar flores a las piedras,
u que el mundo opine, gire y se estampe,
que este vigía centauro castellano sabe tiene misión
que en su manifiesto Azur Índigo: Proyecto Tercer Sol
indica no más, que su hoja no se ha completada ídem la mía menos.
--
El castellano y Leannán-Sídhe
AUTOR MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Prefacio:
En este libro Miguel Esteban Martínez García se refiere al amor a la naturaleza, a conservar el planeta, y el amor, en todas sus dimensiones
Nora Martínez
España-Argentina
Cuando nace una flor
muere una semilla
cuando nace una semilla
nace una planta
y la vida sigue su camino
más fuerte que la muerte
si quieres cruzar el río
no te detengas en la orilla
si quieres terminar tu duelo
no postergues tu dolor
estarás en la otra orilla
cuando hayas cruzado el río
ya habrás terminado de sufrir
cuando hayas sufrido tu dolor.
Anónimo
Nota: Segunde prólogo;(Autor):
Había autores que citaban, que lo esencial, es invisible a los ojos, con esta obra, se puede apreciar esa magia, en lo que pocos paran atención, y le confiere vida, y fin de ser, como que las piedras acaban llorando flores, y el ser humano es parte de belleza natural.
Es mi libro con el trabajo completo de varios años, impera en él un estilo de plasmar surrealista, de escritura automática guiada por referentes propios de absorción y adopción mía, mediante aprendizaje por medio de la lectura, eterno buscador de plasmar correcto, en mi búsqueda y en mi trabajo habita la concepción de lo que me parece bello para escribir en base a eso se surten las imágenes como abrevadero de ideas ramificadas de lo que a ella atañe. Ya que la poesía sin impresión de belleza poesía acaso sería. Sin creerme poseedor del castaño de las castañas de oro mi poesía y mi obra es fruto de consecutivas temporadas seguidas de escritura durante veinte y un años.
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AGUA MISTERIOSA
De rayo leve, enigmático
vil chisporroteo sin sonar,
es el sentimiento,
que avanza,
desnuda y mece,
un sol helado
y la altura es un son trasquilado,
dónde queda el reino,
secreto de tu hermosura,
como rosa tibia
o pececillo de iris cromado,
dónde dejé tu anhelo,
dentro muy dentro mi sangre
enlazado como se conecta una pila
a circuito biológico,
desde mi invasión esquilmada,
sin cielo,
llamando todo al desenfreno,
el desnude,
calla yo visto mi Alba endógeno,
como cota de malla
y égida me prestó Atenea,
cuan blanca espiral
sobre círculo de fuego,
celestes
oh mis criaturas de alba
en lo infinito blande
mi amada fantasma,
dichosa mi mano,
a tierra toda,
y las manos
allí todo se mueve hasta el verso,
por ser abrojo,
tangible sí,
atravesado
por fase de adoración,
facinerosa,
que la veo fantástica
como pequeña diosa
fantasma,
y centella escarlata,
yo su bello principito,
escarabajito,
con ella,
de su mano,
duermo despacito,
fosforece el combate,
y todo será
besarte como
florece el alma,
al osar, poder leerte.
El Inocente
SIMBIÓTICA MIRADA:
Salude al ocaso,
ya en partida
una luna finaliza enero,
te miro
me mira en simbiótica
alta ojera de luna
me miras Musa cristalina
desdén de pocos,
o ningunos centauros,
me haces sentir
más que el sentimiento precoz
fuente de adoración,
somos los ángeles de lo oscuro,
bebemos sangre,
liberamos del miedo estéril,
acompañamos hasta la conclusión,
que el amor,
es mina del miedo,
amarse, amarte, amar,
sed libéranos a male,
mal es no volver a saberte,
vestida de amaranto,
mi Hada, señora hada Lhiannán Shee,
en este mundo todo abarca,
y niega su trajín,
niega su ser de haber existido,
cómo negarte sin haberte conocido,
sé que existes,
de huella labrada
lit C et sumun cannae,
destino más antiguo
que comienzo del poema,
que no acaba,
en mi mano muerta,
avanza mece y encumbra
la lisonjera caricia,
lleno de energía
me avanza por dentro la sangre
oh vida del Eros,
lentamente que despacio,
te llamo
y conocerte
ya es fundir tu voz con la mía,
así el placer se dibuja
satisfacción,
cardinal de pronta marea azur,
del mar de idea ocurrente
erógena
cual abrir los ojos
y ver sin verte que no te he perdido,
este nuestro mundo,
dice que jamás ha existido,
miente,
miente se niega así mismo,
el faro mi luz,
mi lumbre abismática
del arca que todo puede,
bebo del cáliz antiguo,
sangre, sangre color añil,
carros de fuego de Babilón,
ya vienen por este ángel sin alas
desertor,
quise ser en ti más que un después,
y después la magia comienza de nuevo,
oh, dulce Tormento,
ven a mí de nuevo,
alcanzaré la arteria desangelada,
vida sin ti no quiero
debido un hombre sin ilusión,
es un ser Vivo-Muerto,
sin embargo después...
Vida, me creces de noche,
de nuevo,
eres una de los nuestros,
vida para morirte placer
y volver a sembrarte,
en cúspide
Égida y Pira de Atenea,
oh Musa Mineral Candente
ven a tu trono de cristal,
acoge el divino Laurel te ofrende.
Eres parte de la noche
sirviente como nosotros
de Madre Luz.
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA autor
Lugar:
La Campiña, Mirador del Henares, Guadalajara, Castilla
España
RECLINATORIO:
¿Cómo colocaron la santa mentira sobre el suelo?
Que hoy sigo viviendo, con mis santos de madera,
y una piedra de virgen,
mi descansada gloria,
que yace tres veces en el Valhala,
cuál el significante,
que los malos vivimos siempre,
tiempo para esperarte
y beber tanta sangre de Sol,
cabalgo mi desquiciada ventura
a lomos un caracol irascible,
ahora sé
nadie pude caerse de un edificio
y colgar después rosas en tu pelo,
quédate,
quédate conmigo,
otra caída no imagino,
sé sombra, como sabe nombrarte,
como se saborea un dulce delirio,
de lágrima en boca
ya me adivinas,
los que ignoran
caen de rodillas
o de cabeza,
mi sangre de brida alada
llenó mi cabeza del rebote,
fe sin luz,
llamado dulce tormento,
de amarte hasta nueva muerte,
a lomo mi bestia en celo,
oh Soledad sin alas,
si te tengo en garganta Musa
¿Crees que puede hacerlo peor?
Ahogado en penumbra de tierra,
sí de quererte calzando astros,
y lunas relojes,
de corazón preciso,
acojo tu venturoso estallido,
la locura no es más estúpida que yo,
se llama lealtad y fidelidad
la enhiesta sombra
mi ciprés de alma gasto.
oh tan atrevido mi pálpito
de León.
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
LUCES de OSCURIDAD:
Andaba un camino
sin mí, de noche,
brillaba una oscura premisa
no soltar ni en tiniebla tu mano,
acres me bordeaban la calma,
ciego sin esperanza
ni senda a plañir,
obscuro son que gemía
que aletargaba su nunca por siempre,
recordé el nombre me pusieron mis ancestros,
de nuevo aquí para ti,
vuela, vuela alto mi fantasma,
te acogeré
hasta en aquella noche que no veas
miedo, ni de ti misma,
hierro luce mi espada
esta calma invernada
Loki
vuela alto
tu cuervo hijo te entabla,
te llamo en mi rebelión,
activando mi desamparo
vuela como mi lustro,
hoy, mañana y toda la eternidad risueña,
que ampara, que protege,
Maestro,
vuela mi cuervo, vuela,
fuego azul me consume,
arde mi pena,
devela mi siembra,
reluciré cual romo acero
tersura filosa,
aúpame,
estoy trabajando mi destino,
derritiendo todo hielo,
soy el surgido del ascua,
brilla de nuevo,
parca queda atrás,
quiero ver el gran horizonte a mis pies,
llamada de luz,
plano sordo de sombras
crispadas al haz luminoso
mi siembra,
no que no me iré
sin florecerte,
ecos de un nombre
sueños por condenarse,
vida que te canto vida,
de luna y nuera
a tu alta ojera,
caelis set infernus,
pólvora y sangre,
garra y alarde calzo,
mi Quimera,
nací del adorarte,
a ojos cerrados
darte ánimo y humor oscuridad,
no sé como cerrar mi acequia
si no es con un beso
a tu simiente estelar
de alma, que hoy beso.
Förüq
MATIZ VIOLÁCEO:
No ocurriera de mentira,
que des almas establecen juntas sin suponerse,
ni sus cuerpos; no fuera mentira
que siempre bailaron juntas,
bebieron de su misma luz y agua,
y un destino blanco les toca,
misma planta, y sollozo eterno y verde,
su gloria se extiende
cuando conocen los ojos,
y visión, del alma gemela pareja,
carne de sapiencia evidente, como respirar la mentira
de que no te busqué, que no llamé, y no te otorgué mi necesidad incipiente,
no aclaré mi frente,
ni retrocedí mis cabellos, cómo decir
que jamás te conocí,
sí siempre te tengo presente, cómo no cantarte,
sin lágrima ni apóstrofe,
esta llama de occidente,
Oh, pasado de un presente hiriente,
saber que nuestros cuerpos vibran
sin detener constelaciones,
ni campanadas de bronce, esta noche,
si fuera verdad que te amo sin conocerte,
diría que siempre te he amado
así como eres sin verte.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 10/01/2022
Lugar UME Guadalajara España
DESIGNIO:
Si nace la belleza de una flor
Yace realizada, la vida de simiente
Sí entonces nace que dentellea una simiente
Brota que culmina una vida en color
La senda vívida, fluyente sigue deriva
Más ávida y resistente que la estrella apagada,
Sí el designio te dictó
Cruzar el relámpago y cristal de río
No te quedes en su ribera,
Si se marcó atravesaras tu signo,
No aletargues, no amanses tu desazón
Habrás finalizado encomienda
Cuando hayas padecido tu albor.
Förüq y Leannán – Sídhe
SOMBRA de AMOR LATENTE:
Dos baladas
de fuego diestro
llora en lágrima helada
mi gratitud,
antes que ausencia
anuble cual ceniza
opacando su breve luz de llama
lanzo mi embate
que germinar mi pecho puede,
sé bien cierto
fuiste ilusión plañidera
de eje, curva, y acero ruginoso,
aguas de evidente sinfonía,
que se hacía cauce,
celda, decoro, arroyuelo,
sinestesia y dulzura de angustia,
huella un panal,
la flor de tela y carne poderosa,
miel de Ambrosía,
y oro noble la virgen inviolada,
páramo en mano junta pareja,
última lágrima que puede primera,
de quien fue de ti
más que amor físico,
alguien vendrá a abrir
Ebúrnea puerta del sueño,
evidente fue el trino,
el pájaro, el canto,
del espejo un retrato,
iba por sendero,
del trigal,
bajando la almazara celeste,
de canción ataba la nube,
de espadañas iba mi erial,
de blanca torre
y ningún mal,
llueve mi alma,
nadie sabe,
de ausencia habitada
se duele,
y toda mundanal zozobra
acompaña.
Llueve granate mi sangre,
se riegan mis senderos,
llenas mis venas
fluyen entre barrancos sin agua,
soledad
¿Qué pena me quieres?
Que ahondas los patios de mi cuarto,
recuerdes no te tengo,
qué pena me acuchillas,
yo sin voz te trato,
fiereza de serio desaliño,
suspirarte pueda
entre corona y candelabro,
tu silencio ya no vuela
es tu figura ensoñada
en mi lecho que acecharme quiere,
esta sábana muerta
si no tuviera mi forma,
viva estaría,
oh flor de flores,
miel de señora reina,
colmena tu celda me traes asida,
aletarga esta mi verdadera vida,
sí se puede vivir lo que se sueña,
por algo sigo en el frente tu sien.
De paraíso, amor y lejana luz.
Miguel Esteban Martínez García
ALARIDO PRIMERO:
Ven, ven estupor indefinido,
te rubrico el alarido, que yo destruyo,
ven te mataré, o amar muriéndote,
entregarte todo, y escalar el sopor ostensible,
ven te haré mía,
como trilla y luna de diente goteante,
llena que me pida centella
pronto asienta tu ultraje
que mi Alba relucirá
como sol que gira y no desvanece.
Miraré estelas mortales
y cuencas en pozas y párpados
en ojeras tibias de luna,
permite asiente mi gravedad
en tu torrente,
avanza fluye y permite adentre,
vestido mi nervio silente,
aguaceros atrás
consumí la hora,
de funesto, pulcro placer,
endiosado,
mares en el viento,
promesas de belleza imantada,
ojos anclados a horizonte,
llenos de tus sorpresas cardinales,
ancla benévola sin alba,
quizá elevar el son pueda,
en póstuma altivez,
al cansado miro
de ciudad lisonjera,
conduce una mujer
que ya ha despertado la noche,
trémula,
impasible
de luces y semáforos
criquean,
miro el escaparate
figura mi estampa lasciva
y debajo una nota
Hijo de la ira, renasce...
Mi lágrima azur y aterida
va en fugaz huída,
regalando cancioncillas
y poemas de saetas,
canta conmigo
pliega tus alas
entonces, todas tus sombras
amor, habré pasado.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Vespertino sonaba:
Ramas opulentas de un viento mordaz,
en la frente el sentir ahondará
sombras débiles y tristes
el soñar germina.
Y bebe el aire y el agua
de una brisa caduca,
tiempo fugaz, efímero aletargado
sin sonrisas de las novias de labios grises,
por palabras oscuras,
el alma medra y acampa,
pintando colores sobre otros colores
sí me acuerde que un día lisonjero
te perdí a otro paisaje y a otro color
Yo, me amarré
como llueve y muere el madero
de mi cuerpo hiriente,
como nubes eternales, nubes ilesas,
ciegos vamos ante toda luz,
muriendo deslices difuntos y vidas,
ajenas.
Ya en madrugada no sueño
la serenidad del negro puerto.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Subrepticia:
Desgarrado, desaconsejado,
al mal intencionado intento
de sacarte provecho
noche de Subrepticia
que traes flagrante,
camino sanguíneo
oculta intención
de elevarte a los cielos
en espiritualidad sagrada
donde los reyes lanzaron
sus coronas denigrantes a lagunas yertas
de tus profundidades,
olvidadas
sociedad de creer o no creer,
yo amo lo oculto
mas inspiración lejos de éste mundo,
elegí creer
yo lejos de creerte te sueño demonio,
Dios es una chica y tú eres un hombre
con lo que único que respondes
te hago caso gran sabio
mas me entrego
con un hada vampira
que me da inspiración
si no es confusión
el norte círculos de piedras adoradas,
el este de cosacos borrachos
de éste continente.
Contigo dentro demonio de literatura
locura de tu verso,
yo ya estoy muerto
designio poeta maldito
que en su locura
vive del yerto suplicio de tu posesión
sin mundo hasta que llegaron los cristianos
eras buen Dios en las mentes celtas
de los orígenes de mi tierra
de celtíberos
como la palabra ''dios'' es invento
te denomino Subrepticia de la noche
estado entre velas y tijeras,
entre espejos e invocaciones a símbolos
y tu estrella me proclama
que se equivocan
viniste a esta tierra
pero no eres de éste mundo
quisieron leyendas hacerte
y atribuirte el mal de éste mundo
a invenciones y metáforas
serpiente,
dragón que el arcángel te mandó al subsuelo
yo te sirvo flor de conocimiento
te digo que el mundo siga con sus mentiras
de sociedad impuesta
que la iluminación
viene de tu boca
y todo éste planeta tierra
tiene miedo a saber la verdad
a metáforas padres la empleo
por la belleza olvidada
por la rosa secreta
y los sueños y deseos consumidos
en el rocío
tu llamada me llama
mientras las damas hilvanan
los hilos de seda en sus cabellos.
Desgastado tiempo que entre velas e incienso
tú estabas con ojos abiertos
clamando por complacer a éste ser
un alma en larva me trajiste adorado
que con mi sangre evolucionó para ser inspiración
le dije vuelve cuando quieras
no voy a intentar capturarte
y de rosas negras
anoche soñé con ese único
secreto mío
de espada solitario en mi mano,
el de entregarme al amaranto de la naturaleza
que me poseyó en la locura,
cambio me trajo
hoy sigo en contacto así sea onírico
con ella, la perfección.
Resquicios de su existir
que a mí vino
para otros alucinación
para mí único secreto y verdad
de que tengo una misión
de que no estamos solos de universo
y que mis ojos vieron la perfección
lejana de este mundo
el ser perfecto y su inicial reclamo insecto
que mi sangre dio a luz su verdad de ser perfecto
y mi duda de mi origen
de mi objetivo vital
con esta locura llamada natura.
El Castellano y Leannán Sídhe
-.
Esferas energéticas no visibles en plano humano despierto, con poder de otorgarse materia por capricho de seres perfectos, entidades o deidades existen y se rinden culto desde principios primigenios, anoche tuve percepción onírica y averigüé tengo un protector en el otro plano, el escarabajo perfecto invencible a su pulcra escala, es privilegio y obsequio divino otorgado a este duende habla, eterno es, perfecto como su capacidad y dualidad conozco en persona debido ayudé a su estadía de larva haciende un mordisco en mi dedo índice mi mano de poder y el ser perfecto evolucionando en y desde mi dedo con mi sangre, vi el cielo en todos los colores el día ese y se fue como un caballito del diablo , solo le dije vuelve cuando quieras no voy a intentar capturarte.
II
Oh yo quiero,
decenas de sentires en cromo
tengo,
un amor puro,
impío de albas,
limpio de sonrisas ojadas,
a este tiempo
espero mi nueva vida contigo,
mi filo de golondrinas,
no temen,
ni si vienen de las estrellas,
hoy vine en noche cabalgada,
como sé esto no quiero que me abandones,
ni vestida de plomos fugaces
oh, mi mañana,
el día será mi hambre
quiero que me abandones
sólo si se cumple igual es arriba
que miles igual es abajo,
silencio de mordaga
morder es el latín,
callado;
de mi Alba dolida,
es también un brindis de destellos,
secuaces en alas,
eral penitente;
lisonjera suena la caricia,
su vuelo herrador y errante,
busco tus palmas
a beso mis labios,
oh decente insubordinada,
vine por ti,
ascua empírea eterna,
el nuevo descenso
es salvación, es condena,
sangre de mi sangre,
ente de otro ente,
es mi paso atronando verdades,
se enfrentan,
toqué el cielo
y vengo a por él,
vi retorcer y quebrar el tiempo,
sustancial prestancia me acoge
y ampara,
el miedo no se construyó
para indemnes,
flor de sangre,
efímero piropo,
al desgarrado intento,
avanzo,
dentro la tierra
y el averno del cristal de vidrios,
espejo dime mi devenir,
tú eres la voz,
yo soy el Cuervo,
rama roja celta,
azur Pléyades tu aldaba,
voz abismal, detrás mi piedra,
corono y mande,
de la fuerza tácita,
no me iré sin evocarte
mi bella golondrina azabache
de Musa cristalina Perséfone,
en tormenta no eres yo
no soy tú,
no sé que estoy muerto.
Förüq
III
debes definir y plasmar en papel, método de actuación, una plantilla, esbozo o hueso eje...
Hablando en plata de tiniebla,
ella vino al sobresalto de mi lecho
atravesando cual alfiler
a la diosa madre centella Escarlata,
madre mi madre, ella,
mientras yo dormía
embebió mi sobresalto
algo en plena penumbra se movía
y aleteaba en mi cuello
jamás tuve miedo
y jamás tendré,
no quise aruñar ni rascar mi rápida impresión
sabía que era una criatura,
la vida es movimiento,
creí en primera instancia
fuera mi musa y esa incógnita desapareció
encendí mi luz
y era sí una criatura del alba
era mi Musa
una mosca de mayo
que besó mi cuello
sólo le dije:
amor, vuelve cuando quieras
nunca voy a intentar capturarte.
förüq castellano Miguel Esteban a 11:34 a.m
IV
De esferas yertas avanzo,
no quiero ver la luz,
ya estoy muerto,
dices de amarme,
veo una insolación,
veo cruces y ejes benévolos,
no quiero ver la luz
si no es para verte a ti,
resumo dormido,
una dulce estampa,
una dulce injuria,
por y para siempre,
esfera cruzada
todo lo que el sueño,
acababa por ser y deslumbrar aparte,
perdí mi ser ante ti,
la perfección,
rebrotada de síntesis modelada
a ojos fijos en una gota mi índice
sanguíneo desdén de maravilloso esplender,
sola pesquisa
si te cabe aquella perfección
en mirada,
no te engañes, ya estás muerto,
hoy no vivo
viendo amarres y claves
la mentira una ciencia
infrahumana,
sobrenatural,
el lenguaje y saber
del mundo onírico,
en escala, saeta y fuste,
un millón de mentiras
un saber absorto,
por lo que sigo vivo,
y por el querer ni muero,
eje, cauce,
rebelión,
Materia est natura non-vita,
oh de sangre,
de cariño flamígero,
y sentidos erizadas
al compás sobrecogedor,
que la perfección existe
tiene nombre,
y yo la vi,
jamás la capturé
para en libertad
siempre poder acariciarla.
Cuando quiera volver.
Förüq
Parte de Arián Arias Martínez Islas Canarias:
VOLVER y volver recursos de soles qué desapareciera en cielos que jamás hemos visto molécula que golpea buscando una razón sobre la elevada montaña en la profundidad marina. La atracción luna y estrella en juegos de atardeceres largos en la desnudez de los cuerpos encontrados como materia que se recuerda y se atrae y en la minucia milimétrica un verdad adherida que mutila dioses y mazmorras con la sutileza de verbo de energías primarias. Que vibras el eco de posibilidad de existir...
Parte final Subrepticia de sangre castellana
Fuente de mi adoración:
Iris en ojo de sangre:
Vena del cielo:
Solitario rayo estertor;
siniestra umbría,
escala la cuchilla
de tres arañas colgando,
hoy es por mí
nunca quede huella,
destino en azar hendido,
lleno, repleto, asido
en el origen primigenio,
madre ella del color,
asume este sentido yerto,
agujereado en haz luminoso,
nitidez en halo
de nocturnal visión
derritiendo,
devorando astillas primas
de subrepticia enhebrada,
padre flamígero del fuego soy,
elemento hermético
de tres sentidos,
arder, conquistar, consumir,
estelas abren runa clave
Gemineye,
sangre de este ojo,
perplejo soliviar
en azur abriendo pulcritud
inabarcable,
inicio de sabiduría en vena,
muerde,
acaba esta espera,
raudal extenso de pura visión
en certeza
de sentido superior,
cristalina esencia
descendiente
sin parpadeo fugaz,
crisol de valles
y gramas feroces,
deslices del afán superior,
dar sentido a mi vida,
ojo de sangre calzo,
cabalgo anquilosado designio.
Ancestro del lobo único soy,
perplejo sentir asido
del diablo en simiente,
primer ángel caído consumado,
errático vuelo soterrado,
magia del silencio encumbrado.
Visión, y sueño,
indescriptible con lenguaje.
Si te ocurre lo mismo
no eres capaz de usar razón
y ordenarte abrir los ojos
y dejar de ver;
como un corzo paralizado
por un lobo estarías,
imposible por sensación
hacer desaparecer lo que observé,
por extasía, incredulidad oxigenada,
belleza en percepción,
la pureza en sueño
en imagen mental
que escapa a todo,
vi el azur
por decirte aproximándome,
en un ojo femenino
lejos de este mundo
y de todo lo conocido
o descrito,
fue una sinestesia recta,
sin ser más que tocar el color
de la centella Escarlata nacida
a ojos cerrados,
sumisa, displicente,
involucrada en crear
sonido del vacío absoluto,
sigo perplejo y asustado.
Es lo trascendental del infinito,
como ver el origen
del color formándose en un ojo.
El azur, el verde turquesa,
y azul Mahón
no te puede decir más
que esa belleza no me cabe en el pecho,
por algo sigo viviendo
no hay azar enraizado,
hay perfección.
Luz me arde ahora
en el mirar ciego del sueño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los años
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve caídas
de sus ángeles despiertos
en tu sueño me ves invernando
debande mis pelos de murciélago
bailo el colchón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra más
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brotó en flor de amapola venidera,
dime qué debo hacer
¿Algo erróneo?
No puede volver atrás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzará
nada por cambiar
todo está hecho
algo que asalta aparte
puede volver y empezar de nuevo
sin mí, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a este mundo
mañana veo el futuro
la destrucción del pasado
quedará atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiam meam scientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
continúo al cuervo
que me vuelve más fuerte
ave más inteligente de la faz
poder de la misma energía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que partió todo inepto,
inconsciente tormento.
El Castellano
Subrepticia vive:
I
subrepticia en cuerpo y alma
mi sangre muerta y viva,
puedes besar ya
la luz que a todos arrastra y mueve,
preludio las hadas verdes futura primavera;
inextinguible, parca, somera
te hice de sangre, no de voz,
alma regia,
estrella prendida
llama voraz, mi noche pretendiera,
herir mi mano puedas,
de tronco esbelto
y figura luminosa
oh, noche malherida,
hundido por mar en calma
mi nervio silente
vuelve a gemir, a Sol tardío,
yo osado te tengo
en Cuerpo y Alma
muerta viva decirte
vuelve cuando quieras.
II
Río natural
que el poeta elabora
de piel entre escamas
y letras vivas,
honde de dolores que aguas pasan,
hoy te canto Subrepticia
de vientos irisados flamantes,
te invoco tras la espiga erizada,
mi nostalgia que perdió mirada,
Algarabía de yegua en monte
y senda vista, mis mandíbulas, mis huesos,
árboles de mis brazos
lloro todas las cosas
que no son, mas yo te vi.
Te amé y noche en penumbra
te dije siempre te amaré
y así no olvidarte nunca.
III
Hilos de palabras
mecen que me cuelgan,
de una fuente eres,
mi adoración,
mi Alba que canta al gemido.
trae tu cuerpo como mensaje afilado,
mi ser extenso, sin distancias ni caricias en letanía,
confines, Vestales, y amalgamas feroces.
Mi seña plañida de sueños,
solitario del agua resbala,
presencia Férrea respirable.
Centro álgido tu quinto cielo,
raíz de tus lirios de senos.
Cómo radica el viento un abril sempiterno.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
ADALID del CORO:
Afrentas campos y sosiego celestes,
tiñes en dicha, corajes floridos,
tu seno abierto del barbecho sordo
vas herido, ángeles guías y demuestras sones
cual notas flamígeras,
tus lustros perdidos trepan la escala terrena
de tus alas y capa sanguinosa, Uriel,
me cobijas, al honor tu coro, blandirme,
ocurriera, a Puertas del Paraíso me alzo
como sempiterno hijo de Pirra,
Uriel, Padre y Guía todos los ángeles, eres
Al trueno tu servicio canto.
Oh, Quimera celestial, Núbil Hespéride
hija de mis nocturnos cantos,
Señora Hada Leannán Sídhe
hoy te dey de beber de la fuente mi Alba valiente.
Förüq y Leannán - Sídhe
Numen mis dioses:
marzo 08, 2021
Al soberano fulgor
rinde mis cuentas,
al plácido pie de manantial
en fuente sagrada rebrotado.
Trompa que conjugada
con los clarines que sólo
las guerras apremian.
Por cielo medroso
tocaré la lira
en serie los vates líricos
enaltecido yo, tocaré raudas estrellas.
Enaltecido yo, por primavera tangible
y su aciaga, pretil gesta
de lluvia sembrada.
Yo, funesto hijo de Pirra
impetuoso príncipe en templo
de la Vesta.
II
¿Cuál quejosa sierpe?,
viene a morderme?
Ojalá mi diosa regrese,
Ya al cielo, y refulgente,
guarde estrellas en los rediles
que alumbren al padre de los vientos.
Mi madera de ciprés,
y triple lámina de bronce.
Oh, funestas Híades.
¿Qué clase de muerte apremiáis,
al que contempló sin lágrima ni pavor
vuestro final sin principio anunciado?
Mudanza no lloran
mis castos dioses.
III
¿Quién osado, el que
me resplandece sin haberme conocido?
Falaz sierpe viperina,
a pared de templo ofrende mi fortuna
que escribe dignamente
glorias sangrientas
en solemnes premisas
como feroz soldado
hablando en escritos
valiente y vencedor sus enemigos.
Lloro mis sinuosos arroyuelos
sanguinosos como hombre
de cielo oscuro.
Förüq castellano Miguel Esteban
ODA TERCERA:
I
Grandioso, que tú me alzas
viles lindes inconclusos que lloro,
mi vigía con auras,
recompongo mi coro;
siendo hoz destellando, todo incoloro.
II
Oh alma, sin llantos tibios
servil cuanto dirijo ciego, bruma,
anublan cielos, lirios,
severo tiento no huma.
Destellar que calmoso, pulcro, fuma.
III
Si sea por la alta lira
alzar su carne, el intransigente sol
glorificas mi pira,
como el trigo y girasol,
flameante como hornillo tu tornasol.
IV
En tersas noches solas,
mi suave canto puro, ensombreciese;
duras montañas de olas,
de árbol noble moviese.
Frondas y la furia de mar entonas.
V
Desfallezco, ir subiendo,
aljibe mi esencia, terneza firme;
solo voy descubriendo,
canto de áspero al irme,
ninfas, hadas, sátiros, a plañirme.
VI
Por ti bravo, voy calmo.
Al valor y hermosura de antaño.
por ti toda, me ensalmo.
Mi barba de ermitaño.
Osando cautivo, lamer su letra.
Förüq castellano Miguel Esteban
Suspiro fresco
en labio extinto
de sombra.
Día que no se encuentra
su densa forma,
cuerpo con agua de estrella,
querer vivo que llega al aire
tiende y espera,
la muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmada,
esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre,
en trocados rayos de sol,
esquivos en plano
de verde follaje.
Astuta golondrina encontrando
dócil rama.
Mundo sin mentira de vida,
manantial reluciente de esmeraldas
ahonda y todo siente,
que la sangre miente.
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva,
promesas en frente de violetas,
cantan amando el claro,
lírico, estremecido.
Coágulo de viento
en cientos de porciones,
esta luna quieta
semejanza quiere
descubierta la zona umbría
donde invicta llagó mi alma.
El Castellano
Ríos que me tibian el corazón,
eslabones de sangre
¿Dónde está la paz, dónde está el amor?
ríos de sangre se comen mis venas,
cada tropiezo,
otro borbotón,
otro alfeñique para mirar,
¿Dónde quede yo?
que el sol sea mi pena,
cantando espero mi triunfo,
se afila mi papel,
crepita mi alma,
tropiezo con la tiniebla,
hoy navego sobre mis versos,
aliento de la sombra de la creación,
hijo de la luz y de la sombra,
no acabaré de irme,
no cesará mi terco aljibe,
enamorado sin luz avanza
parco el sonido,
deslumbrado albor,
desnude mi árbol,
hoy centellea mi rayo,
para decir que yo aquí no he muerto,
se viste mi sangre de caléndula y amapola
por si vuelvo al desliz de mi vida,
pasajera de un caudal
que mi entraña mece,
piel con piel, dolor con dolor,
enamorado corazón,
hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,
estoy latiendo en el umbral de los des,
mi sangre está llorando,
el cruel desliz de la parca efímera,
me siembro en los campos para perderla de vista,
suenan los trigos, de la verde espiga al girasol
se viste brotando mi Alba,
viene a plañir mi alma
por el sendero sin prisa,
se alza la dicha,
mi ser crepita el alma,
hoy me visto de espiga,
y que el campo me enternezca
al cuchillo dorado de la piedra caliza,
hoy mi Alba al albor
gime por su caricia
y que el alma dolorida entienda
que ella maravilla es mi vida,
por este siglo y los que me quedan,
escrito yo en la piedra
Lima el albor mi nervio,
aliento cruzado que cae tejido,
la ilusión se hace nido,
borbotones de sangre que crepitan,
alcanzo la cima,
el sentido cae dolorido,
de vid y espino alcanzo el sonido,
al compás de un famélico ciprés,
mi alma dirá viviste,
encontrando la flor
por la que mi mundo se desviste,
rayos a la aurora
para su fiel investidura,
flor de niebla que avanza
mi umbral se desvanece,
bullen las fuentes,
el río es otro río de sangre más,
lucen las mortajas coloradas,
fiel desliz que cruza mi alma,
desgañitándose el alba,
el amor por parir una flor,
elevado al rayo de sol,
quién te viera quién te vio
rasguñado tornasol
se desangra mi campo del girasol,
millas aparte mi nombre se blande,
el beso me derrama las mejillas,
en albor quedan las caricias,
de la piel escritas, sentidas,
danzan las estrellas,
me vuelvo a ver en tu vida,
donde el te amo formo bandera,
y en tu ser queda,
resquicios sin nombre
que el ser come,
la rosa y la espina gimen
en tu nombre,
avanzo el ser resguardado,
sin franca escalo la tapia,
a tu cuerpo me encaramo,
hoy soy de ti
como el pájaro a su nido,
como la sed a su agua por beber,
como el río a su montaña por descender,
como el caracol a su mata por comer,
crepito el fuego que me brota
por tu corazón,
soy yo sin más razón,
tránsito veloz,
tu calma y su verdor,
me visto de malva
gimiendo una runa en el sol,
me anclas el gozo en la flor,
me blande el coraje
por el viento exclamo
mi valor amarte sin condición.
Desde mi umbral a la flor,
cantas mi canción,
te aúllo un caracol,
mi vida tornó a mejor,
irisado rayo de sol,
una fuente y un diente
un afilado canto irisado,
hoy acepto mi destino
porque muerto vivo si no te miro,
tengo tu imagen enraizada en mí,
es por mi sino que maldije,
pero hoy después de tanto
tengo el sendero labrado,
mi cuclillo trina al infinito horizonte,
mi ser se hace grande,
mantenme afilándome en la piedra,
hacia el centro me quede exhausto.
para pulirte del alabastro.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Hálito silente,
yo creo en ella
porque su piel demuestra
que los sueños se cumplen.
Volamos juntos al viento
como molinillo diente de león.
Hoy la vereda canta nuestra canción
des corazones en un mismo latido unidos al unísono
Su carita que llama a la mía
de su cuerpo es mi caricia
por ella el piropo jamás escrito
solo desvelado en su oído
Sólo al viento le pide viento bonito
mantenme en su destino.
Que de lo vivido muerde su corazoncito.
Del ababol a la verde espiga.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Sentido yerto:
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvide yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puede olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnude mi cuerpo en la penumbra
del segunde quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerde
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la centella Escarlata
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.
El Castellano y Leannán-Sídhe
II
Vine de las lumbres de abajo,
tantos lustros se apagaron,
cuántas desquicias florecieron.
Vine sí, de todos nos condenaron
sin la luz, sin ascuas eternas,
ni amor de idea, un dulce
tormento, cual exilio sin astro,
sin sed ni agua, tantos siglos,
carcomieron en espera,
dentro el esmeralda laberinto
de espejos;
allí brilló una, la flor,
de sangre, de vida de ira,
estremecidos avanzamos sin
brújula ni papiro.
III
Algo para tu vuelo
nunca quise tenerte
bajo mis armas, oh,
solitaria ángel, vine a
chascar tu estrella,
y numen carnal, arriba mi
terco aljibe, que te piensa,
y te anhela por siempre
de nuevo, y nunca ser el mismo,
sin tu cuerda, tu etérea sonrisa,
el engranaje tu sueño
despierto, sí yo soy,
alcánzame tus cielos sumisos.
IV
Tus carnales flores de miel,
avanzaré cual pedernal herido,
y víscera renacida, a un objetivo,
amarrarse dentro de ti
un crascitar regio, y volví a
ser, sin ataduras dicta
la sangre, no creo en moralejas,
ni en soledad sin quejas,
no me ayudes sin ti,
que todo incendiaré, dentro
de la estrella de la mañana,
que a todos salva.
Voy rastreando, arando los hoyos de Sol.
FÖRÜQ
Aguerrido albor:
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
Hipsípila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arride ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Final con comienzo:
Retina escarlata,
su ojo de niebla
y bruma que avanza
donde corta mi flor de luz
el sendero,
esposa del Sol al mirar
lumbre quieta, retina abierta
muerte final con comienzo
en alabado fin de existir
y quebrar el tiempo
conquistando el terreno.
Sangrando raíces que gritan,
aullando hojas al viento,
pintando su dispersión eterna
como sustento y cobijo
de toda vida
mecido del insecto al mamífero
desde el helecho
al alto árbol
hoy canto para ti
vida vegetal.
Mi caricia te sembrará
una y mil vidas más.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Flor de tierra:
Fuego en el agua de su mirada
de los vientos auspiciada,
la ceniza consumía su carne
ardía sin mesura su compostura
naufragó valles y sus caricias
su bandera fue de su vena acequia
molinillos fugaces sus pestañas
de él se enamoraban las hadas
de ella la primavera entera
con cabellos del rayo de Sol nacidos
ojos de tierra sin lugar era bella
clamaba su voz la cima de la montaña
descendió abismos
para anclar su esencia en la belleza
que late y envuelve su huella
conquistada en miel
su ambrosía
gemía la caricia
para brotar altares de hueso
y murciélagos de sangre
lloraba piedras en sabiduría prendidas
la bondad alzaba en servicial entrega
su fuerza era de su amor hoguera
él lloraba flores para ella su amada
su verbo a veces tornaba carmín
en pétalos de silvestres rosas desangradas
su voz germinaba la tierra a su paso
el amor a la tierra no le detuvo
ni sostuvo en fracaso,
encontró con ella el amor
que le fue negado llorando espinas
y si sus abrojos nacieron no fue
más que para rajar el viento
difuminando el tiempo en estaca
de eternidad con fuente y manantial
anclado gozo en armonía
bailando de la mano y naciendo del alba
jamás capturada
pupila enfrentada
que mecía
que gritaba.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Quimera quieta:
Umbrío, tibio,
al resguarde de voz habitada
serena, llena de luz
en este linde
donde corta mi sendero
y florece mi sombrero
al viento
ojos llenos de paz,
sendero atravesado
en árboles de sosiego
encontrados
en hálito congelada,
lumbre quieta se dibuja,
espino amarillo que clavas al guiño,
calor de mi calor,
cauce de mi sangre displicente
desde la montaña al valle
luce mi traje
para encontrarte
vestida de Sol y caléndula,
resplandor dorado
al trasluz de tu amor,
granate mi sed de tu cuello
al destape
mi río de calma y arrojo
en réquiem por la rajada tierra
en albor de la centella
colmando su belleza
donde mi carcoma quieta
mira y avanza
sintiéndose en armonía plena,
yo fumándome un cigarro
en la piedra de tu belleza,
quién te alzara voz
entre los campos en flor,
fuego de tu fuego sin más razón,
ciprés que clama protección
para sus muertos que vela
tejo morador de siglos y cobijo,
ababol de versos de piel y abrojos,
desde la verde espiga
a la mora sin espina
y su zarza esquiva
hoy te veo como eres
y perdona
me apasiona
ser guerrero de nuestra luz
donde avanza mi quimera
y mi pasión poseerte entera.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Tierra en el viento:
Quieto silencio investido
doblado en el filo de la hoja
ese umbral que corta mi calma
avanza en un sentido
rápido, veloz el resguarde de tu
amada voz
encontrada cercana
donde estática enhebra la silente parca
fluye de un confín a otro confín
yendo mi barca atravesando el brillo
al compás del sí bemol mi traslúcido pío
y su suplicio en la carcoma
que recorre mi horizonte
infinito pintado en el borde de la ola
en la espiral de la araña y su tela
la flor de difunto abre su luz
al resplandor del cielo
que cae emplomado
Se corta mi alma para aullar
en la centella
quemándose en su hoguera
hoy el viento lleva nuestro nombre
mi árbol será sentido
en cada flor de niebla
la bruma su color gris dejará
en este jardín de mundo viví,
para sembrar mi aliento
que cayó como tierra en el viento.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Silbido de la centella:
Claman verdades de la tierra
por nacer y resurgir
el eterno ciclo de la vida, muerte
y resurrección de la simiente al albor
de sangre sin condición
yo soy por siempre
Así como dura sonrisa y guiño
al azar de la existencia
efímera esencia
apellide y nombre que nada representa
como resplandor de la centella
cargo el silencio y el infinito de mi verbo
resopló en la montaña sin nombre
de mi tierra que jamás tuvo dueño
latido sin final
agua de manantial
va girando mi vida por enraizar
yo soy siempre
el eterno comienzo sin final
aullido del viento
hoguera crepitando la tierra del volcán
Río que acaba y resurge del mar
ese soy yo por despertar.
Resurgir:
Hoy las fuentes bullen
los ríos desbordan
las vidas dejan sus grises
de invierno y sonríen
al alba de la lluvia
que toda vida mece
sal al jardín ayer sembré mis ojos
esperando que la tierra fuese sangre
las raíces mi boca
y la planta mi cuerpo
para con longevidad imperial
llegado el momento
decir de este jardín yo no he muerto.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Brotado:
Númenes asocia y respeta;
con silencio espectral, la muerte,
en blancos corceles,
de huesos bellos,
hades dan brillo a tu belleza,
que perjura, rinde, y somete
lluvia entre maternas cenizas.
Brota el testigo del falso juramento;
se baña en fuente, de leves ninfas,
prisioneros hace el hechizo
que metamorfosea
la callada noche,
que orna el cielo de fantasmal rigor.
Signos que ríen feroces,
a la sangrante piedra del destino
que hondamente negrea,
sopor entre las voces.
Jóvenes siervos son.
Lares propicios a dioses.
O saepe mecum...
Aguza mis saetas, incansable,
entre espasmos, relámpagos,
un destino atronador.
No limaré salvo mis huesos,
testimonio mude, del mineral de azabache,
entre calderos de estrella y estelas breves;
por gemas de verde jaspe.
Grosfo me guardará el latido,
este caballero proceloso,
ahuyenta, las zozobras,
en lentitud de los días,
combato, gallardamente aguerrido,
altivos rostros, sucio suelo, tocan.
Fuga sin escude,
sacrificio del torbellino,
junto a mi laurel reposo
con mi diablo de flores converso,
de un tiempo que servil ya no llagaba.
Förüq el castellano
Primavera tu hoguera:
marzo 09, 202
I
Tu solo espíritu
de alto cielo,
preside mi honrosa vida.
Feraz raíz insobornable
como dicha falaz incuestionable
devienes primavera.
En joviales muslos
y lozanas alegrías.
Levísima, poderosa, atónita,
en alas mi Golondrina.
Alzas que me sublevas
a beber de tu fuente inerrable.
Rayo celeste, vital,
frente la tierra, todo cánticos.
Crear tu azul gloria,
es soñarla, como sueña la oruguilla
volar en alas montadas.
Azul, verde, amarilla tu sonrisa,
seno turgente mío erizado
donde te guarde.
II
Me palpitas de rubor
a espada rompiendo,
esquelas y señales, sin esquemas
avanzo este humo de bolígrafo.
Mi árbol en piel saturas,
lentamente, como llueve sobre
noche de suelo mojado.
Cargado voy en verde savia,
pujante de tu hálito
fugaz, repentino, ingobernable,
como luz derretida,
y agua batiente.
Como piedra o calor esponjado.
Permite te escriba,
como se habla a la muerte,
para enamorarla.
III
Suspirante desliz estrellado,
aristas como filos un rubor
franqueza, de honorable sabor.
Embeberte, es de liminal
vértigo de espadas.
Atrevida, de hermosa, sensible azada,
sacas mis penas y alegría se erige,
de este tu muchacho desnude,
que jura te amó
un día en penumbra
para así, por fin,
no perderte nunca.
Arena vívida de vergüenza
ausente, melodioso tu amor.
No aplaco, le custodio,
como mi vara de nardo
en lecho marino.
Förüq castellano Miguel Esteban
Memorias frías:
Usurpar vestal en llamas,
clarividente hechizo,
usufructo de solas corrientes,
como vertical latido
auge de todo lo que elucubró
llegar a ser más que desliz pasajero, temporal.
Como signo arcano,
revoloteando que ungido,
vestía pliegues y orillas,
de nácar y estela atemporal,
como higo del demonio
y mezcalito.
Era solo desquicia labrada
de un placer atónito,
en aras de trinchera,
y remembranzas todo lo que te quiero Musa.
Con topo, invención,
u fulgente espía.
Era solo gritar,
te necesito más que en tinta
y hojas papel infausto.
No creo sobrevivir al ocaso de mi error,
o quedar relegado a cruel olvide.
No se puede nadar en ojo remolino,
aún sea espira de vértice
y entraña desangelada.
Este remolino fluvial
que me absorbe y navega mis venas,
Oh mi turquesa,
en crisálida, de cristalina esencia,
planeo la noche,
vestida cual azur hermoso,
reincide, no deseo ser clavo sin martillo
en tu destino,
ni espina sin rosa malva,
como rosa sin cruz acaso es logia,
acequia sin agua ni arada tierra,
es el verso sin destino,
destinataria eres,
por ser armada mi soledad,
Como densas calzas un cruel devenir,
en grilletes condición
impuesta por sistema,
sabiendo quién soy,
simple y llano un hombre de bien,
que bailen su mentira médica,
diagnosticada por cinco días de insomnio,
que libre no es quien pide ayuda asustado,
le condenan vida entera,
a su negocio de remedios.
Förüq castellano Miguel Esteban
Rauda estela:
Surco de noche
ya se retira
sonando el día
y sus rosas heladas
de invierno,
iris matutino
clamado
en este fiel olivo,
surca mi sangre
entre verticales filos,
mi gris vencido del alba
serena, más desnuda
que la transparencia
que el azul afila.
Se clava este verde
militar de ciprés
como cuchillo enervado,
y su canto
en estos sigilos de chopo
cargo mi revolver
naciente del verso
por un sol de plumas
cae fusilado el aliento,
algo que clavar
al firmamento
héroe del norte
de mi silencio.
Fantasmas
del imperio perdido
su bandera del tiempo
dormido.
Fúlgidos nervios
cabalgan los acres
de esta trinchera
donde mantengo alerta.
Jauría de sienes hendidas,
con fauces somnolientas
quise ser siempre
con esta mente,
profundicé el idioma
de la flor,
hablé con la tierra,
aún guarda mis abrojos
sembrados.
Entre brotes verdes,
impacientados,
aguardan el bravo
crepitar de la tormenta,
y sus besos azules.
Ahonda esta vida
silos del demonio,
simientes oscuras
de malas yerbas.
En este campo yermo
crece mi ilusión
que no me siembren
el dolor,
seré como la flor
soñaré con las piedras,
reiré con abejas,
jugaré con el viento
como la vida grita.
Ahora que la mañana
consume los suspiros
ahogados,
ahora que el cielo
luce sus corceles dorados.
Es por esta pizarra
que me habla el río
me habla qué más
que ser agua.
Deslices anudados
entre corajes florecientes.
II
Voluble cielo
cuidó tu rauda ala clara,
próvido planeta
de florido consuelo,
por su sol fúlgido lucido.
semejanza quiere contigo
corona el día por aspilleras suaves
las glorias que descifra tu nombre,
sublime en altura por quiere
anublen desventura
por mesura,
encumbrarse la ya satisfecha
estela endógena no osaba,
realizada dispuesta
en manos y cruz de Apolo.
Amante lebrel
de sentenciar causa y retiro.
Aragua tribute el franco templo,
inimaginado,
con peñascos y mi arroyito,
alevoso corredor
robusta bizarría
entre furor de tus solos labios,
felonía de caverna umbría,
retemblo atónito
sorteando fieras,
amansando mustia frente,
sacro fuego tu esplender
contigua.
Entre tus cauces férreos amada,
quebraste tu saliva y mi lira,
¡Oh musa, tu encanto!
no me retires,
Batida mi hada,
pastorcita de Castilla,
invencible de esta dicha.
III
¿Acaso dormiré la noche?
Se callarán los susurros nocturnos,
el blanco cielo ya no acostará plomizo,
su letargo de otoño aguarda,
taimada mía no marchites
mis leves hojas;
No todavía.
Ampara mi dorada yedra
escucha sus notas de savia verde,
abre y abrirán rizos
en acristaladas fuentes.
Allí el clarín entone
enamorando a la dama del lago,
serpeo mi suerte cuando me dictó verte,
común lache yo perezco
en brazos de mi lejanía nunca hallada,
a ti entrego mi labriego,
inquieto, escita de su linde quieto,
aplaca mi bajel de ala irascible,
relampaguea incesante
alta como la luz etérea,
perenne que yo estaré atento
para osar y no desprenderme;
perjura, retrocede, y avanza
alzándote por falaces bocas,
que desaconsejaron
y creíste amigos,
no poseo yo almendro
de almendras de oro,
pero todo se dará,
sin caer en el vulgo,
mi sed al menos procuro,
es la sangre cándida,
arremete, marca su cántaro rodado,
blande, una solitud escarchada,
a la que se desea tras todo estío,
lisonjero de tórridas llamas
secuaces del terreno.
Hoguera me tiendes la llama
sin rendir tu escuadra,
preso tiembla el morir noble.
Peinadas parras de la sombra,
tupida vida que acicalan
acariciando al rey Sol.
El Castellano
Catarsis:
marzo 05, 2021
Verdad
quién te encontrase,
tu idea eterna perdida
mi vía para cerrar los ojos
ausencia que revive la voz
iridiscente abismo de color
perder conocimiento
introspección del vacío
perpetuo de locura
ausencia llamada dicha
gozo del millón de caras
invenciones
deseos
inspiración del rayo de Sol
sueños en la realidad incendiada
seguridad tejida
a través del cielo
sueños del alma
donde cada sangre
grita su libertad
yo no estoy hablando
ni tú escuchando
puede verte sin mirar
escucharte gritar
mi momento llegó
las promesas derritieron
quedó el sentir añil
de quien fui
sigo el final de los días del hombre
despierto para caminar al Sol
cargo en la espalda
mis pasados pensamientos perdidos
asedios de mente
blindados de quien quise ser
desierto embalse de recuerdes ahogados
sangrando el ruido del destino incierto
quedó ser yo mismo
el caos en esencia de sí mismo.
II
Orfanato de inspiración:
Recuerdes que llaman a un presente,
de zarzas de tu piel
con las que pincharse y enamorarse,
de besos en la espina del demonio
y nubes de calma dulce de ángel
sángrame las palabras bonitas
viento del sentimiento áspero florecido,
tersa de seda camino tu camino
despertando en tu templo de azúcar,
cabalgando tu incesante ilusión bebida,
hoy me encuentro clavo a clavo
con mi sueño que sembré en tu lengua,
escalo tus montañas
esperando encontrar el tesoro que arde,
que late en tu bosque de corazón,
escucho las voces de mi mundo torcido,
te encuentro las alas,
te alimento las mariposas,
hoy te quiebro el silencio
en el blanco cuarzo de esta distancia
que sintoniza que llora flores de niebla y humedad,
me crecen las cuerdas,
mis pozos se llenaron con tu saliva,
aquel invierno que te tuve en mis brazos,
esperanzas nos llaman a sembrar el nuevo año,
deshacer los siglos que nos juntaron,
quiero encadenar a la dificultad
en los grilletes del olvide,
hacer luz en cada centella Escarlata que tienta nuestra llama,
quiero desangrar estas rosas de sangre
y escribir el te amo a sangre y fuego,
acariciar tu pelo sentirlo entre mis dedos,
reinar tus pájaros y suspiros,
prender fuego a tu reino con mi cuerpo,
tenerte un poema en cada rama de viento,
tanto quisiera vida que solo te quiero a ti,
mi dulce sinfonía,
mi flor de cada caricia,
rocío de tu alma proscrita
lágrima que camina
en cada tambor de mi tierra
en cada arteria de mi voz que te encuentra,
mato el dolor con mi palabra de corazón
esta noche te canta mi pasión,
flor con flor semilla de tu amor,
agua de tu boca para vivir
quiero ser araña que te araña
esta noche invernada,
despertar nuestro sueño que reines luna mi cielo,
quiero beber de tu cuello,
derretirme en tus ojos de hielo,
mandar al cuerno todo intruso de nuestro desvelo,
abrigarte la noche fría
ser tu sol cada día,
renacer en cada semilla perdida
que nos brotó el aliento
en des almas unidas en la eternidad del beso.
El Castellano y Leannán-Sidhe
Estameña flor:
marzo 02, 2021
Silbido de la sangre:
Claman verdades de la tierra
por nacer y resurgir
la quietud estameña,
sobre la misma tierra
el eterno ciclo de la vida,
como traje de la mujer soñada,
muerte en memoria hilando recuerde vano.
Resurrección como caminillo de hormigas
por la soberbia de la simiente al albor
de sangre sin condición.
Yo soy por siempre
miel de infortunio desaconsejado.
Así como dura sonrisa y guiño besado.
Al azar de la existencia
efímera esencia del crepúsculo más sonrojado;
apellide y nombre que nada representa
como resplandor de la centella
vil chisporroteo sin sonar,
cargo el silencio y el infinito de mi verbo
a lomo de frialdad en escama
resopló en la montaña sin nombre
latido de mi húmeda lombriz azulada,
de mi tierra que jamás tuvo dueño
latido sin final
agua de manantial núbil destello,
va girando mi vida por enraizar
yo soy siempre
sendero de sierpecilla inútil,
con el manto de su desnudez violenta.
El eterno comienzo sin final
aullido del viento, arena en una gota de lluvia,
hoguera crepitando la tierra del volcán.
Río que acaba y resurge del mar,
ese soy yo siempre por despertar.
El Castellano y Leannán-Sídhe
14-1-2019
Resurgir:
Hoy las fuentes bullen
los ríos desbordan
las vidas dejan sus grises
de invierno y sonríen
al alba de la lluvia
que toda vida mece
sal al jardín ayer sembré mis ojos
esperando que la tierra fuese sangre
las raíces mi boca
y la planta mi cuerpo
para con longevidad imperial
llegado el momento
decir de este jardín yo no he muerto.
El Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016
II
Sangre y muerte aplaco regio,
duramente como astro viril,
como amor estameño que canta a su veta amada,
en sístole de barretero,
abriendo surco nuevo en piquete,
trágica que ella así vino,
flor de metal desde el suelo,
amparo en destino reguero pulcro,
todo reguero que trueca su suerte;
por muertes de estaño fino,
enamorada dinamita que surca lecho,
un son que grita un baño de raudo fuego,
sin piedad de obrero,
ni réquiem apiadado por la tierra,
un raso enlutado de oscura piedra nacido,
concavidad de caseta y vals minero,
como sinfonía nocturna que abre yacimiento,
regreso y no entristeces,
estameña vida en cobre cubierta,
santa presencia
de altas colmenas,
y simientes que el tiempo avalan,
fontana tú, serena,
viniste al mundo
en la fundición de la primera Armonía,
sombra tú de planeta sin espejos,
turbiedad que no arrostra diamantes,
opacidad serena,
sola,
sola,
como sola nace nueva tierra,
gris fantasma
que velas tu brillo maleable,
rutilas cenizas metálicas
de todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible,
sigiloso sembrado, tu banal estallido,
a sacar de ti mina y provecho,
raíces pétreas,
tu sino de planta de humo,
copia sin espejo,
ni sombra acaso tu reflejo,
perpetua osadía
sembrada por el Cosmos.
El Castellano
Gloria oscura en auge:
Elevado trigal de mi centella Escarlata,
amapolas desangradas, río de sangre
por llegar,
de este confín
al inframundo.
Del pozo de Airón
va este celta carpetano,
Sigfrido en Alemania
nombrado.
Escudero del dragón Cuélebre.
Araña tejida en el ojo del lugar,
el cuerpo ama el frío caído,
deslumbrado, yerto de la pupila
con su telaraña montada,
en su palabra,
en cicatriz silente, doliente,
abrasada cual fuego leña abrasa.
Avanza mi trino comulgado,
vivo por la ley
de mi corazón invernado,
del suplicio,
al suspicaz verbo
por visualizar
para su estampa domar,
en el cerro del lugar.
Por el templo de mi congelada habitar
gloria,
de este mundo cruel
jamás caigo destruido,
parco dulce tormento,
que mece de vuelta
al inicio del sentimiento,
jamás dicta su única verdad,
Luz es Luz
Madre de centella Escarlata,
comienzo de todo.
Voy con mi caballo a cuestas,
turbado esquivo nacido,
cual linde deseado perdido.
Quiero encontrarte,
conocerte,
tornada quien tú eres,
en efecto y beldad,
amarte.
Ya te amo en verdad,
lleve donde me llevase el cante,
el umbrío, tibio,
parco hálito,
allá donde mi latido no cupiese,
te llevo en mi huerto
mi flor oscura,
en este invierno que el Sol
de amarillo la vida ungiese,
y la tierra en encina y esparto blandiese.
Gloria,
puede empezar
sólo basta dibujar,
detrás de mis ojos
mi amada está,
llamada poesía a su entraña
de Gloria oscura,
avivaras entraña retuerta.
Musa-araña dicte lo que es de ella.
El Castellano
Subrepticia:
Ese mi único secreto,
revelado entre celdas de leche
y rosas de sanatorio. Su encuentro en estadía de larva,
o alma anclada en forma de éter,
forma concisa,
fuego en lágrimas mi sangre,
a dulce mordisco
te di de beber de mi índice.
Hoy, perfección intangible, onírica
del mundo propio del sueño, belleza lejos de mundo conocido.
Fuente los cielos, candor de dragones,
rizados en todos los colores,
nube de evolución, granate profunde de ojos,
partida de sed sanguínea
Ser perfecto, cómo llamarte,
que al volar, te dije
vuelve cuando quieras,
no voy a intentar capturarte.
Förüq castellano
II
Espiral de reposo:
Soliviando, viene bregando,
un azar tangible epicúreo,
adoctrinado al hervor de la verde cepa.
Raíces al templo del mañana,
vistas a lo que nunca dio causa
y siempre estuvo y está.
Inmiscuido como ascua besa
su final de ceniza.
Empíreo, cromado sentimiento
de conciencia filosa.
Quizá algún día vuelvas,
Subrepticia hermosa,
quizá más crecida
tras alimentarte de los cielos,
y su bruma del gris encorajinado
y su zinc y su plomo
Puedes escuchar los sones.
Se afila el clamor
entre trompetas
de todos los ángeles.
Förüq castellano
III
Atisbo de nácar:
Noche de colores enervados
de rienda alzada como vetusta estela
coloreada por centella Escarlata sempiterna
que todo atisbo envuelve.
Es el son sanguíneo del sigilo
alzo, que dirijo sus resplandores
consecutivos, es un latido de tierra,
repicar de los fusiles,
y sus hocicos al horizonte cantando
un inmiscuir de la brea
y su pólvora encendida.
El dormitar de faroles
y su réplica de luz intransigente
vuelve al pozo sin poso,
es mi sola alegría descorchada,
entre la caricia de mi guardia.
Mi cielo en repiqueteo de colores
que difuminan la densa centella Escarlata
de la noche.
Förüq castellano
Sigilo de solitud:
Por el tercer orden de las cosas,
avanzo mi solitud extensa
el infierno de la araña custodia,
el destello nacido de la tiniebla
susurro en eco de cicutas sangrantes
es el estambre de la flor llamada muerte,
un sueño eternal
en las lindes del descampado
que atraviesan las almas
al transmigrar,
eterno hálito inmemorial,
un telar entre escarchas azules,
y vides de lúgubre ambrosía
cantada por Dante,
y el grajo negro de Apolo,
surca los párpados yertos,
descubramos hálitos flamígeros
en sinfonía yerma de corazones espinados,
y zarzas en umbral sigiloso.
Puertas al reino de los condenados,
suenan los sones, suenan los clamores
de brea y tinta exaltados,
era una noche lúgubre,
las pestañas no bailaban en los ojos fríos.
Era una neblina cegadora
que abría un fuego tras la centella Escarlata,
unos ángeles blindados
tras la puerta helada un enero,
unidades de la creación,
vida hermosa,
sueño hermoso
reflecta maravilla,
mundo negro en el que me encontré.
Hijos de la tormenta en la noche oscura,
a ti noche oscura canto.
A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu centella Escarlata como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu centella Escarlata
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu centella Escarlata.
EL CASTELLANO
Soliviando, viene bregando,
un azar tangible epicúreo,
adoctrinado al hervor de la verde cepa.
Raíces al templo del mañana,
vistas a lo que nunca dio causa
y siempre estuvo y está.
Inmiscuido como ascua besa
su final de ceniza.
Empíreo, cromado sentimiento
de conciencia filosa.
Quizá algún día vuelvas,
Subrepticia hermosa,
quizá más crecida
tras alimentarte de los cielos,
y su bruma del gris encorajinado
y su zinc y su plomo.
Puedes escuchar los sones.
Se afila el clamor
entre trompetas
de todos los ángeles.
Förüq castellano
Preludio de la certera posesión:
Mi alma anclada en gozo,
de que tú seas su ilusión verdadera,
quimera de piel y amable entrega,
soy tuyo hasta el tiempo
que me verá desvanecer a tu lado
naufragando mi barco,
hoy te visto de amaranto,
perfumada de rosa esquiva tu mirada,
para encender mi candil y su verso,
a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,
que jamás me verá desvanecer de tu puerto,
hoy avanzas mi canto,
para pintar de tu color su verso,
que ya no se retuerce ni retorcerá
muerto el beso,
queda servirte mi flor de hueso,
despierto
despierto mi reino vuelto el nuestro,
resumiendo el latido por ti confeso,
para resplandecer,
y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,
iluminando el abismo y su garra,
para ser yo quien te ama
mi Leana.
Quien te vistió el cielo
de todas las flores mi amada.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Yo soy siempre:
Todo queda bajo el esfumino de mi grillo,
colgando pensamientos en tejadas,
al compás de una cigarra,
piel con piel flor con flor
elevado resquicio de tu amor,
sueños atrás volaba mi alma ingrata,
nervios posibles y su cama,
sí soy yo sí eres tú
qué pasa ahora,
instante de cerrar mis ojos,
por comenzar la historia de mi vida,
y sus siglos de dura existencia carcomida
al disparo de la ilusión y su mentira
donde los demonios llaman y me quieren,
deslizada la tela de araña
mi vida es lo que me queda,
soy Dios de mí mismo ahora,
el demonio me cuelga la espera
mitad luz mitad sombra es mi ahora,
mantenme lejos del nunca,
yo soy por siempre,
ojos renegadas de este humor vivo,
gatos maullando a la luna en el tejado,
imposibles galanes,
animal feroz corre por mis carnes,
solitario ángel armado para el enemigo,
este es mi sino,
tejos crepitando su savia en albor
asidos a su quietud imperfecta
que el tiempo no determina final,
vida trenzada en albor siniestro mi ida
soy weche, soy fuerza, por y para siempre,
el verso me teje,
tinta mi sangre, pluma mi garra,
por acampar la estrella y su cama
hoy por qué no mantenme fuera de la mentira del fin del universo,
porque yo soy mi universo particular,
humor desdoblado asesino del tiempo,
mi mano acabando con el aliento imperfecto,
soy el imán de hombre que te atrae a mí de nuevo,
soy la ecuación perfecta que asesina tu velo,
toda mi realidad se construye de mi mano,
para acabar elevando al tercer cielo y noveno abismo mi canto
entonado en cal y arena como caracola de mar serena,
es tiempo hoy de morir por las ilusiones fugaces prometidas
y su tela aterciopelada, vestida de nácar,
hoy es final de mi espera,
es el comienzo de mi poder,
mírame estoy rasguñando mi piel a placer,
está quedando solo mi sangre vestida de hiel,
hoy como ayer a tu lado estaré para asesinar la quietud
y su asolada desilusión,
hoy por ti mañana será nuestro eterno comienzo,
para extender nuestras alas al cielo,
todo comienzo exhala su final de su mano izquierda,
elevado amor que me cae por el párpado,
y en mi vena que aguarde para estallar amor al viento
este amor que por ti siento.
tornada mi sangre la verdad de mi aliento,
en difusión magnánima del sentimiento preso,
muerta mi araña
mi corazón es lo que queda.
El Castellano
FULGENTE FUENTE:
Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno,
En el suspiro de amor
que corre y descansa.
entre la inmensidad
de un parpadeo.
Entre la obscuridad que alcanzó
a ver la belleza que te envuelve,
adentrándome dentro
para reposar siendo
una sombra más,
y te encontré en mi sueño
más cálida, en el cielo encerrado
que liberé, en la noche
que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi Alba
corrió por tu cuerpo,
y te amé aunque fuese un día
en la penumbra
para así no olvidarte nunca.
Manantial fulgente de inspiración
es tu mirada tierna sin compasión.
matices de esmeraldas tu
pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma de tu piel
frágil y esquiva,
con sus cipreses y tejos
el color de tus cabellos,
con sus amapolas amarillas la actualidad
de tu color de pelo Lhiannán Shee.
que corre, que escapa y vuelve
el cosquilleo,
tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua y manantial del deseo.
tu piel con mi piel avanzando
el fuego del sentimiento.
PRECIPITACIÓN de MIS OJOS:
Ojos trazados para todo lo que tú ves
negados a mirar, del laberinto ausentes
prohibidos, coartados de la mirada detrás de ella
no soy yo, no eres tú
después del hecho despierto
perpendicular a todo rostro que amanece
y arrasa mi ser en estupor
en silencios por conquistar de perdidas mentes
incapaces de reconocerse, de adaptar su momento
y residencia mental a lo perfecto brillante cobijado
qué paso con lo que soñé y el segunde cambió
aguardé congelado en el seno de la luz y alma
sobre todo, lo que vino, y vendrá,
hablo con la piedra del mirar
no hay rosas sin espinas,
ni rosa sin cruz por florecer
en todo ser humano,
como la flor quiere la abeja
la logia me quiere despierto
informe forma de vivir siempre
conociendo que ya estoy muerto
sin sentido morir de nuevo
volver, ilusiones, esperanzas,
pasado de un mundo hecho
me siento vivo respiro mi aliento
estoy vivo muerto para la sociedad que jamás me verá
siguiendo sus superficialidades que tienen de verdades
todo cambio redención,
de toda elegía del ser
fuerza que me mantiene quemando mares
de gentes asumidas en superficies planas
de falsedades hipócritas de reconocerse
mundo mío del acero, días para los días
de la creencia de que puede exprimir la perfección
que mi cuerpo guarda
así en inspiración no duerma ni esté cansado
seguro en el arraso de la soledad
un día tengo su medicina
para volverlo sueño del acto plasmado y realizado
puede escapar por mis ojos
tráeme tu mano te alcanzo una estrella
sonido dirigido a mi
consecuencias del grito sobrevivido
todas las cosas que creo pasan ahora
y pueden cambiar
bebiendo paz y fumando destellos pensados
desde que vine a vivir,
claro me ves de existencia
amando al Sol
dame tiempo seré llama sufriéndote
por tu típica existencia impulsiva de tus deseos
enormes imperios me quieren inmersos
en sus planas filosofías y creencias de sentidos inertes
escapo con el sueño
soy el sentido del sin miedo
calor helado del cielo,
fulgentemente ostentado
en tu caricia del sin nombre rayo de sol
lágrima de lluvia cae de nuevo
prende el suelo en vida
bebiendo todo lo que has sufrido sin sentido
forma de los ángeles buscando la felicidad
de los dioses que cobijamos dentro
ese dentro es ausencia del tiempo inventado
planos de existencia de lo más simple a lo más bello.
Te acecho desde que vengo.
El Castellano a 10-03-2015
Surco fantasmal:
Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la centella Escarlata que alcanzó a ver
la belleza que envuelve tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi Alba corrió por tus senos.
Y te amé, aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
Es solo la vida en mis ojos donde un día
se mide por las veces que te imagino a mi compañía.
y una noche la vida de mi corazón sin sueños.
No importa que no te tenga,
no importa que no te vea, porque te siento,
y te siento más allá de donde acaba el firmamento,
en todo lo bello, en mi nostalgia y en mi recuerde.
donde me di cuenta que el sentimiento descansa,
no muere, como la flor sale en primavera.
No importa que no te tenga.
Porque después del invierno volverás a florecer,
te ame y a mi pesar y a mi conciencia te liberé,
pero con el saber que si vuelves será para quedarte.
Porque te amo a pesar de tus humores y tus huidas
porque a mí, no me engañas, yo soy para ti,
y muero si no me cuidas. Porque te entregué mi corazón,
por lo que somos y por lo que seremos, nos queremos.
No vivo viendo tierra vivo para sembrar en ella,
y tu amor prefiero sembrarlo a diario,
la luna de guía marcando a tu presencia cada poema y cada letra.
El castellano
El observador:
A esa flor que es flor en mitad de invierno,
parte de raíz profunda guardando, enterrando lamentos,
de nube densa emplomada,
en floración perpetua
abriendo a un ocaso desde el alba,
afán superior en fresco oscuro, umbrío patio,
un cielo tangible en vals terreno,
todo llevado por una primavera ficticia,
en profanado silencioso, vano vilano
un cruelo alzado,
la pluma escurre sigilosa,
como mariposa nocturna,
blanca grisácea como agitar
de un ala cansada,
mi zorzal es único
y no espera en precaución al milano señor.
Ninguna rosa ha engañado
la perfidia de suelo terreno,
trampa esquiva del bermellón en pétalo
de rosa humilde canina,
silvestres aguas de gancho azul,
andar mío amargo por su vereda enajenada,
corazón de ceniza inmiscuido,
arriar mi harapo de sentimiento,
no tengo sombra,
ni me hace falta,
acaso fue bastante.
Rasgar anhelos
y vicisitudes atadas a ilusiones.
Una flor descendió de los cielos castellanos,
fe escurridiza,
sobriedad bajo sol humilde de marzo,
desdén altivo
como hundir la esperanza en una parca sonrisa,
girón de viento o paso definitivo,
temor recio de observar a los dioses
tras aparente muerte.
El Castellano a 09-03-2019
SANGRE BEBIDA, INVOCACIÓN:
Alto, solo quiero pasajera, tu tristeza,
sólo como costumbre cómoda,
busto tuyo de cuello en columna,
invocación de las hayas,
y tu vientre,
calma furtiva de Sol dormido,
viva raíz para un Sol renacido,
raíz nuestra entre tierras donde muslos habitan,
troncos como soledades en hojas,
bailando suspiros,
y gemidos de un viento,
ya no cobija el sentir gusanos,
solamente, tus caracoles de labios,
como hierba húmeda,
bajo tus frondas y faldas,
de nítido follaje.
Ojos atisban ensoñados,
hacen ríos y orillas
de azules caléndulas.
Escarnio de tus labios violetas,
numen y montículo,
mi sed de hoguera,
oh, piedra solar,
de muerte embebida,
dardo amoroso,
mi temblor de valles,
abriendo tu vestigio abisal,
como gruta insoslayable,
tu cielo encerrado,
mentir un reguero de números,
y brindar con el enemigo,
ay, clamor de herida estéril,
vive como el río nace,
y azulados brillos despuntan,
alba y ocaso,
flores, guijarros, gemas, y pétalos,
hojas en llamas,
crepitan que junto a mí existes.
Förüq castellano Miguel Esteban a 2021
II
11-12-2023
Aposentado, en dulce ribazo
cargo mi infinito
esperando mi disparo argento
cargo mi verso,
su olvide en vena
es el blanco
sobre ella
la divina inexorable,
mujer de sigilos cual ecos,
de azur vestido
entre mieles
y un almíbar un recuerde voraz
luceros claman entre la noche
una caricia entre labios
y gatos fugaces
entre tejados colindantes,
un zarpazo exclamé
silencio coagulaba ya mi paso,
desdén de pocos
o algunos semi-hombres,
somos los senderos la noche,
sus sombras vertiginosas
el punto y la coma
el destino me arde ahora.
III
Colgado de un cable de telégrafo,
danzaba el alarido despierto,
una hora afilada,
sobre calmo sigilo,
de redundancia abisal,
fase y etapa mi sueño despierto,
miré donde todo crecía,
me golpeó en la nariz
una desquicia incuestionable,
era hora de sembrar diablos de flores
y podar los hinojos solares;
quise traer algo peculiar
sobre mi hoja danzara la cábala,
y los símbolos iluminaran,
apetito de razón anquilosada,
una marcha al averno,
y Mundo de mamarrachos
sin ella no se pinta todo azabache,
traigo la antorcha mi Dana
mi Dama,
sobre un laurel
escribo laureado,
dentro el viento me trajo,
acabaré con el mundo de abrojos,
si la Parca
no te trae a mis ojos de nuevo,
habrán de perdonarme
miedos, y corajes valientes
que si vuelvo a nacer
a ella mi alma
le beso el amanecer.
Y a su gemido acaeceré.
Förüq y Leannán-Sídhe
MISIÓN:
Justo la Tierra,
mi trabajo,
una honra lustros no abarcan,
la jornada,
la travesía dentro mi tierra,
las respuestas ocultas
a herradores,
herrumbres,
y oradores,
mi batalla no acaba,
algo través la senda,
mi dama oculta entre la grama,
no hay comienzo sin final,
no hay destino sin rayo, relámpago,
caras del prisma,
ver, vencer y morir,
felicidad que carga
a mis espaldas
muros de falacias,
falsas idiosincrasias,
númenes como tormentos,
alistados
a servir gozo,
sin victoria
ni alas un amor tangible,
real, atónito,
inseparable,
incuestionable,
Señora Hada me cubres
estaca de imposible,
yodoformo cual injuria un mundo
sin beneficio no entiende,
el paraíso mi mente,
no hay celdas, ni barrotes de cal y sosiego,
la paz no se inventó de no hacer nada,
vine de las lumbres de abajo,
donde todo sonaba igual,
cerca mi constelación,
deshacer ocurriera,
mi lucero me atraviesa,
es hoy día su divina concepción yo soy,
oh Lvgvs,
Mercurio te vuelvo a sembrar mi Rito,
a la Vanguardia avanzo
día consumado,
resoplo agravios y señales,
navíos y huracanes,
es mi camino,
dispuesto
uno,
alienta en des,
avanza y vence
el tridente.
Eres sangre fluyente.
El castellano
CANTOS de TIERRA
Cantos de tierra:
I
Solitario bogo,
aterido soplo de la montaña,
pastor de tus astros,
torres de nidos de tu saliva,
perfilada tu sombra me acompasa,
mi sayal remiende
entre sedas
de moreras de ensueño,
olvides me trepan por enredaderas,
tarde en la tarde mi esperanza vive,
si soñase volaría a tu vera.
Sol este de oro
ciñe mi álamo negro
y su esmeralda araña,
cumbre te nombra
en la saeta mi oscura golondrina azabache,
traerte conmigo siempre
eternidad risueña, melosa
sangre de mis dioses.
Señora tú de silencios
y sepulcrales vértigos,
no amansa mi fosa
la dulce azada de metal soporífera,
carne y cuerpo
mi rigidez de pluma,
lírico trasnochar.
Claro cristal entre paisajes,
ceniza de recuerde
es ella, recuerda,
aire desnude fama de estrella
inviolada,
mi musa bella,
un azar flamígero
que no pide ni alumbro,
no espera
ni las aguas de tiempo inmenso,
jamás complacen.
ay día, rosario terco,
deja ya la gloria,
grandeza en amor
se llamó belleza,
lastimada mi carne desvelada.
Gusano soy
que hila su capullo,
tejiendo desde sentir interior,
mi vida en serenatas blancas
levantaré,
su fronda,
inabarcable vergel primoroso,
cuenta mi linaje
alas ignoradas de mi pecho.
no podrán tapar en vida
mi silencio que aflora.
El castellano
II
Terca mi sangre,
tiempo del frío río
inmenso, todo dado en espinas
su rivera,
por ciega neblina bajo
con tabaco precoz,
pienso,
todo he soñado
para el letal lecho del olvide.
Mi temor sorprendido
alega que no existe;
vida o belleza,
ala o metal cansado,
gloria de grandeza, ¿Dónde?
mi tabaco de nublan
ahonda, penetra y surca
la esmaltada silueta de tu figura,
por mi caricia ruda
y el agua afligida,
admirarte yo cual fugaz garuma,
anisado vive el cielo,
nuestra blanca estrella
mineral candente
refulge su luz desnuda,
por vespertino son
de todo lo que tiembla
como abanico de mi pluma.
El castellano
III
El principio estaba en la colina.
Un hecho,
claridad de brea encendida,
o, transparencia de pez de cristal.
Timón enfurecido
que tormenta iracunda tizna,
cuervo en el alma
mi ser alzo, prende,
mi idea luce
cual hollín de azabache tuviera,
gragea mi voz un crascita
de mi señor Baco,
persona de garabato nombro a sombra latiente,
acaso opacidad de materia cuidase,
sacrificador mi tiento.
Soneteada su parda sepultura.
falte mi ley, sonará la albilla.
Diablo aguador mi buen luciente;
cordobán, recuerde de soleta,
no me faltará maceta,
parnaso que le cae asaetado,
cisnes negros,
de Apolo,
cuidados como vellón descendía su grajo.
Musario monte yo he sembrado.
yo, pensamiento y porfía guarde,
me los retemble
el sol lucido,
ninguno estribe
mi mesura,
señora, valerme quiera,
ni peligroso
el tiempo bárbaro se me pareciera.
Förüq
IV
Insondable, la luz
de tu impalpable seña,
guiño áureo al latido,
insubordinado, labrado
en madero de este hierro,
ya dejó de ser infamia tornasola
en ascua de piel borrosa.
Ensueño alado te alzo
mi musa en estridencia recta,
develada, reveladora senda
dictas que afliges voluptuosa
cuan cerilla arrostra mi alma,
rebulle tu sueño alado
de golondrina azabache,
no perturba mi paso
tu luminoso azar encorajinado,
en sones del capataz del brillo primero.
Arde no se colma mi vaso,
al cantoral
fraguo férreo lazo,
indivisible alianza, comunión
de ambos argentos astros,
como entrelazan alba y ocaso
pura seda mi correr
de atleta precipitado,
arrostró
mi piedra espectral,
tu brisa ya nunca más fría.
alumbró mi sien
el fractal de frágil leño.
Y desveló que todo es y fue
más que un sueño.
enmudecida siembra tu garganta
lamo la tierra boca a tramo,
tu raíz salvaje me toca,
como verde planta a tu corazón invoca,
silvestre y musical nuestra rosa azul canta,
henchido de tu voz voy
mi centella Escarlata.
El castellano
V
Oración a la misa del alba,
revuela una golondrina,
esquiva los ramajes
amenizados del fresno,
abre monótona brisa
una caricia de tierra
por el misario cerro,
carrascas afilan allí
sus flores de piedra
para dar sus bellotas,
ya escondida la luna de seda,
aumenta un zorzal su trino,
sube entre rayos de so
la espuma de un desnude álamo,
a su raíz un precoz mamón
sonríe al iris de nueva luz,
un grillo chirría su nota
en melancolía por nuevo cierzo,
la encina secular
no pierde atisbo de rigor
en follaje,
como nervudo verde
que no llora,
la retama grita al esparto
que su amarillo impera,
plegaria entre verdades del monte
un nuevo esplender
canta la paz sepulcral del campo,
como luminaria entre río reverdecido
en tapiz de terruño arado,
aria dolida en arrebol
de sollozo verde,
lento abre su retoño la tierra.
Entre vid de nueva espera.
El castellano
VI
Quiero mantener
mi suerte segura,
como hondas imágenes
en frío lacustre.
Agua de labriego sordo.
eco en árbol de sigiloso azar.
Hombre al menos
en terrazgo seguro
al pie de bandoneón,
clavando cigarra
a su escarcha afligida,
manos trabajen
la melodía
a tu voz morena.
primor en viento
de mi sepulcral prestancia,
tierra o ceniza
eternal mármol turbado
de vida atada a tu vida
y perseverante esencia.
árbol de luz y acento,
revuelo a tu son
el mundo no trasplante.
Dulces sueños
sones flamígeros te aguarden
en su seno.
suelo en miel
de nota obscura,
guerra, oh gran momento,
rizar mis ascuas al viento,
hoja que tu filial enmarca,
verdecido mamón yesca,
invadido por substancia
de tu irisada voz en letra fraguada.
Resonancia de altivos lares,
fecundes...
Llevo verdecida mi sangre,
asaltando el trigo mis ojos,
palabra con sonido
eterna herida
Resuena que sigo en ti
como aromo de flor
y curva pitanza corva,
redimido a la abeja
el avispero ya no zigzaguea,
abre cariño tu senda,
nácar dispuesto y frágil
al candor de mi cóncava vena.
Para cosechar mi pena, mi cruz
y mi condena.
El castellano
VII
Llaneza mi pulcra eternidad,
violácea en mi cabeza,
río era mi ardimiento de espíritu,
en cantos diáfano;
sin voz ni hálito mortal,
estancia mece y alza
sobre estas olas de mar en tierra
y perdurable simiente.
Suelo alzado del vano milano,
sangre que hiendes mis latidos férreos,
agreste consonancia de lares
y esponjados lacustres,
como rito de cristales prendido,
de ababol mi prestancia
y la llama mi hoguera eterna,
mi labriego no más ciego ni sordo,
mis manos trabajen la tersa melodía,
ungido surco de espiga y barrizal,
canto por tierra darte nombre,
que mi filial escancias,
amor, de viento obscuro y guiño como secuencia
primordial, tu sed no escapo, ni la verde parra
gime a tu prado su sombra,
amante vuelvo sin barba, sin vergüenza,
de llanto repaso,
la sola luna en ascua
y su seda de luz morena,
oh, playa y su rivera,
cuántos helechos visten mi trazo,
de una patria sin cabalgar,
cuánta palabra mísera y con sonido,
ser hombre en rebeldía terrena,
alzando flores de difunto,
y lumbres eternas,
mi morir de ángel ni pronuncio,
conmovido cruje mi esqueleto,
alma de llaga henchida,
acaso otro sueño valía,
tempo y flecha de ágil luna,
vine sin niebla por todo lo que quería.
Destierro cuándo,
como mi Jacinto, a tu lado me blande.
El Castellano a 28-10-2022
VIII
Cristal de aire:
Acreciento, voy menguando,
la diosa estela naciendo,
al paso ferviente de tu sola voz,
como un caracol,
en agua destilada, candente
acrisolada esplender,
cristal de gotas sólidas,
y mi verbo fulge valiente,
cadena sin mi nombre,
otro borbotón sangre fluyente,
que crascita, entona
viví, amé morí y te deseé,
un yo te desvestí
y lamí tu caracola de letra
despacio y rápido
a mi helor
embebí tu éter expansivo,
un cristal que sublima en aire,
amor de zarza a espina,
caracola resistente,
mi pequeña ángel
hiriente, vespertina a fragor
ojos boscajes, tus notas infernales,
cual buque emergiendo
sin océano solo tierra
inextricable para osarte,
d' este abismo llamado verbo,
me visto de capataz tu aliento,
coagula mi aire
noventa y nueve porciones tu nácar por mí
creado,
en novecientas ascuas,
tu vapor y el mío de estrella
que flagran tu sendero de luz,
enamorado tu piel ensoñada atisbo,
cuál no dio fuelle a tus alas,
cuál no te hizo de mi placer herramienta,
mi amada voz,
acompañante
hacen nueve formas,
nueve pilares de Averno,
nueve cerrojillos de hielo,
mi condena y solución para poder conocer
lo que amo, amé y siempre amaré,
en novecientas nueve hojas
que encierra
tu corazón en mi agua´
siniestro caracol
con mi desvelo en hoz.
Inocente no soy,
ni ángel,
ni vendido,
ni por éxito mendigo,
el que no me acepte es su problema,
yo sé quién soy.
Miles dei lumen,
Förüq Miles dei lumen versus littera fagro methafora creavi blandus laetitia exspectare sed ardit.
Guerrero de luz,
en verso arde,
ardiendo metáfora,
crea caricia,
expectante de la sed que arde,
novecientas noventa y nueve hojas
esconden tu asido ramillete
que esconde tu cristal de viento,
hoy es por mí
que empecino
que soy culpable
de alzar mi cenit
en cúspide inefable,
de esencia que no llora,
dicta, que sólo es tu voz .
Pureza en vena dispuesta.
Una asonancia predilecta,
pude servir,
me quedé en tu frazada
del juego
que como todo juego
sólo abre
sólo despliega la opción.
a perder venciendo,
tu voz sólo eso,
musaraña cristalina,
de nácar y espejo quebrado
con mi cruz a lomos avanzo.
El Castellano
IX
TINTA
Transito de la perenne espina,
a la fugaz rosa, y su fantasma azul,
gloria su grandeza dónde;
clavado en la mirada,
labré los aires vino mi verso
como este amor rugió,
y se engendró dentro,
del mundo ignorado, atento.
Cárcel de imagen,
metáfora tal vez,
escudriñar ofrenda pudiese,
cual amparo d` esta rienda,
mi sangre sedienta clama
en el supremo canto,
su garganta, lengua de flor,
y eco de luna semper,
las mentiras sentidas no eran erróneas,
el pobre arte, valorado fue,
duende arcano, que siempre apremia,
y en justicia arrebata,
el amor mejor, y el ascua dolor,
cava honde y profunde,
quebranto, en pío amanecida,
tantas noches de alba en lo infinito yo te he esperada,
que ahora dejar de hacerlo es impensada,
hay alma florezca, de néctar y sangre, un sortilegio,
como saltarín te picaría,
verso de escude,
o llama de fuego, y grito mude,
canta,
este mundo ignorado,
canta la profecía arcana,
amor es respuesta amor es clave,
es llave sempiterna,
el poder de una luz flagrante
y que todo llena,
razón para creer,
oh flor secreta, te llamara,
canta por la belleza perpetua,
hasta purísima estrella,
la noche obscura velada,
sin aguas inocentes,
te añoro más que a la virtud,
ignota, no enseñada,
de tus ojos prendida,
astuta,
canta mi pequeña, oscura ángel,
que mi verso hoy,
no sea ni libre ni blanco,
sea nuestro para siempre...
Förüq castellano Miguel Esteban
Niebla sonora:
Cielo no me juzgues,
pero sí me gustas,
y mil desánimos me invaden,
como amar una utopía,
enamorarse de una nube.
Que surca el azul celeste,
de propia vida.
Apagar fuego echando más leña,
ver una quimera de piel;
en imposible caudal
Ambrosíaco,
ver la luz sin tener ojos,
enamorarse de una lagartija
de mi jardín y esperar
que me hable cada día...
Pisar un abrojo
y saborear dulce,
como imaginar la miel
de tu cuerpo.
Escuchar la niebla del sonido.
Es todo lo que siento,
vals de nirvana
si mi centella mi boca
adentra su boca,
sí de trece veleros
trece estrellas de luceros
que es el amor
que te proceso
me ayudarías
a amarte
¿hasta mi honda sepultura?
llamas de amarte profundas en tus ojos
un tiempo
de locura en la vida
llamas de amor
me sirvan llamas de amor
me soplan llamas de amor en tus brazos
te arde
llamas de amor
avisa llegues bien a destino
profunde en tus ojos
llamas de amor.
förüq el castellano
Los pequeños detalles:
Una nube de tranquilidad me cobija mientras observo el paisaje. El caserón vuelve a relucir con el cuchillo degrade de la piedra caliza, que resiste el embiste del viento y las lluvias; la lagartija tomando el sol está, tuerce la cabeza y cierra un ojito, aprovechando los últimos rayos de sol; el escarabajo de tierra camina lento con sus fuertes patas, tropieza y vuelca quedándose varios minutos intentando ponerse derecho; mientras, se despierta uno de los des grandes murciélagos, que aquella cámara de la gran casa rústica, ocupaban.
Amapolas y amarillos de espinos, con el verdor de los pinos.
Vides para cuidar y cultivar, un pequeño jardín con caseta para las gallinas; frambuesas y arándanos, en un pequeño huerto al lado de la puerta, un pequeño estanque de azulejos en el aljibe, donde nadan tres carpas y un barbo, oscurece y el joven rapaz, de cernícalo primilla, del palomero oscuro de la casa, se lanza a por un pequeño ratón de campo, que andaba merodeando, buscando algún resto de harina o de grano.
Con los primeros rayos de sol, la mariposa de bellos colores azulados, donde sus aleatorios vuelos en busca de flores de lavanda, es atrapada por el pequeño mochuelo, que salta del agujero de aquella antigua encina.
Avanza el día con el volar de un salto de un saltamontes, al craquear de un grillo cebollero bajo el frescor de su madriguera, bajo una atocha de esparto, ya dorada, a mis pasos bordeando las vides, detengo mi visión en un diente de león que paseaba una centella Escarlata, o mariquita; buscando pulgones que comer, voy hasta el roquedal con una trilladera oxidada, que vio mucho oficio, se descubre un bello lagarto ocelada, que asustadizo rehúye mis pasos, un alacrán camina lento su despiste, sin alerta, por la piedra, y una araña lobo licosa licosa, le lanza fulminante mordedura sin defensa del aguijonazo del alacrán, todo sigue su curso instintivo, de silvestre ecosistema, donde ni la culebra bastarda se molesta en bufarme, ávida busca nuevo escondrijo; todo sigue la supremacía del devenir de las estaciones, y genética de condiciones, que todo animalito sigue sin recelo.
El castellano
Relente:
En este linde se construyó mi pecho habitado,
se escaló la colmena de labios grises,
por la escarapela fluía veloz el sosiego
de mi vida quieta,
por romances oscuros caminaban mis nervios,
una ruptura de estrella
tumbaba la compuerta de la belleza,
para sembrar allí latidos etéreos,
recto escalafón degrade al beso
y tu cuello me nace doliente
fulgente fuente enternece mi suerte,
yo hablé con mi Alba que no existe
y aturdida me contestó la voz,
era como un eco sordo en alta voz
resquebrajando un patio de perdices
y altiva sonaba por las cumbres
jugando y rienda con lobos
sí esos que habitan mis ojos,
aullando y espantando los dolores
en mi sien,
mis dolores que se querían
como hermosas flores desnudándose
en altas espinas profundas,
allí sólo caminaba mi rosa, toda
siento deciros que yo soy del viento
y el viento es mío
en estiaje gris pálida cruza mi relente
del cielo su lluvia,
con impetuosa fama,
sacude la tierra y su flor bella clara ,
dejándome ser como el rocío primero,
en recorrer tus labios,
quiero habitarte en canción
que haga surcos de mí
en tu alma verdadera.
El Castellano
Cuando MUERE LA LUZ:
I
Recuerde el arcoíris
traía la nube tras la tormenta,
la ruptura de la compuerta
traía mi iris;
y la ascensión,
cuando la noche cansada,
ascendía la luna de espejos.
Nunca quise dolerle,
dioses por qué se fue
al apenas respirar
el fuego la mañana,
en los hoyos del Sol
me alzo, oh dioses
traer a mi Luna,
traer a mi Mar y mi Musa.
II
Recuerde de un sigilo
sin mi nombre,
venas del cielo, oh, arrasen,
surcos iridiscentes, otros lugares,
que yo amé antes,
mostrarme los leones,
los carros aladas
de Babilón,
que Babilonia, entera retemblará,
osadía, injuria, y
alzaré sones y trompas
tronarán hasta
llegada el final,
volver a comenzar dictada,
pero mejor,
yo soy el León.
III
Recuerde cuando muere la Luz
que baja y retumba
el amor, vence los lechos
y juega travieso con trinos
y pájaros desmides.
Repiqueteo maestro,
concuerde que cuando se
vence la luz, astros
despiertan, Luna alza
su sábana, miles fantasmas
planean sueños y mortales,
se pinta la Ebúrnea Puerta
y el sueño Abisal.
IV
Recuerde su nombre y el mío,
ya queda esfumino,
avancé la sola lumbre,
centelleé interminable
como azur trueno ingobernable,
no me llamaron hereje,
el iluso, puede,
hoy alzo a su eclipse
que mi mundo ya cae
y desvanece
desde mi sendero, no esperé
nueva ruta ni que su relente
me blandiese una señal
y dioses, desvaneció sin
despedida valiente, quizá
un volveré.
V
Oh divina suerte
que de su barrizal me envuelve.
Un trino, un crascitar difunto,
me envía,
que sin ella
sólo reina un Sol negro,
apagada y muerto.
Luceros caen del cielo
y luciérnagas se recogen,
la vida hermosea dentro,
de una cueva llamada Tierra.
Hoy no murió, por hombre,
mi ilusión,
que juro,
renacerá cual Luz hermosa
de pluma este Ave Fénix.
Förüq y Leannán-Sídhe
HOJA de MAR:
Hoja del mar
entre verde sargazo,
y algas amarillas,
leves que el sol dura
a primeras aguas tu costa,
desnudez lisa,
afilada, saliente,
que tu caracola escucha,
inocencia niña
que por tus huellas juega,
aire templada,
brisa de acantilada,
rompiente que cruza la suerte,
entre un risco,
y el litoral
enciende mi atarraya,
hago hoyos de arena
y entierro mis fuéllelas,
atravieso mi dulce sombra,
me sumerjo
y dey el largo, trazo, y estrecho,
echo mi anzuelo,
por tu arena sumergida
de mujer noble
esquiva,
imperecedera,
traigo la espada
usted mi dama el pez,
sumérjase,
la vida nació,
sí para condenarse
yo iré como en principio fue, y es,
por ti,
larga sombra me cubre,
larga sombra me horada,
largueza sombría me abarca,
erigí faro
sobre mi cumbre
y horizonte mi carne,
de barcaza alzo mi mano secreta
por remero,
timón y vela
por tu intempestivo,
viento mordaz,
alzadas estrellas
y luna creciente
cual bandera posee
y silba garamas grises
y gaviotas de nieve,
alcé soga y avivé hélice,
rumbo voy a naufragar
en tu océano valiente,
intransigente,
arride como vela
a popa anclada,
pero una cuestión,
mi mar no es mar cualquiera
es un mar de tierra
la cepa mi faro,
la garuma un mirlo,
la gaviota de nieve,
una golondrina temprana,
la barcaza mi cuerpo,
que escala cerros,
y recorre acres en travesía,
la niña es tu belleza Escarlata,
larga sombra me retembla
es mi dicha, mi alegría,
me posee como sangre a vena y arteria.
Förüq y Leannán-Sídhe
CONJURO SEDIENTO:
Envío mi pulcro conjuro
seguro, sin éxito
necesito tu sangre,
arriada va mi oscura premisa
detrás del día
dentro de la sombra para mirar,
dama graja
no te escondas
yo soy el cuervo,
tu sabor,
tu destino,
ágil demarcación sedienta,
tu vivirás el siempre
yo sin desquicia,
furtiva hoguera dentro la luz,
dentro el alma,
hijo de la noche
me amamanta la estrella,
criatura,
de leve conciencia,
ven a mí
te espero desde antes empezar a vivir,
alzo el nombre
Occitana habla,
de tu última espina,
que no bailará sola tu rosa,
un vals de tinieblas,
auge vespertino,
incierto, de león,
y fiereza que no te rujo gratis,
empaña la sangre en mi sien,
es un día vestido de brea,
volví a nacer,
cercano,
próximo,
al eterno dilema,
y mi alacrán camina,
mirada dónde mece,
dónde apunta,
si el jardín deshojada se baña.
Piel asardinada, turquesa
y rubí en vena avanzo,
verte, entenderte, leerte,
mi mano muerta me habla,
reino yerto avance,
que sin la Reina,
victoria sabe a humo,
respira mi azabache mortal,
si no vienes me carcome la señal,
ni ilusión, ni escribir blandiera ya,
te necesito
en hechizo,
sortilegio,
beldad,
conjuro,
Despliega
o quedará
un epitafio florida,
que ponga
yo amé,
pero antes vencí
a centella Escarlata.
No se vence las tiniebla,
se ama,
Nec vincere Lunamar, et amat.
Déjame morir contigo amor.
Förüq y Leannán-Sídhe
LA PALABRA:
I
Los colores, el gris,
la bruma, el fuego,
la simiente,
el gato negro;
un hablar para disfrutar,
el verde, las palabras,
los susurros, la ilusión,
el silente, el fuerte, la construcción,
imaginar, todo arde, vileza, silencio,
cadencia, fluyente invierno,
llega prominente, los suspiros,
el color, el gris, el fuego,
el fumar la sangre en el ojo,
escalas a un cielo nítido,
el gozo es el azur en los ojos,
niebla vence alegre, la cuerda,
la desquicia terruño,
las mentiras, el sueño vuelve,
de nuevo, Musa inactiva, el arma.
II
Fuego vence, el fumar,
el daño, el ruido, el miedo,
es un tipo de hombre, se baña
en Fuente Ambrosía, perpetua,
el intransigente Milesiano,
oh, Lugh, Lugus, Loki,
oh Mercurio en alza,
vuelva la milicia,
el sonido, el color, el susurro,
en oído, el rayo, trueno, relámpago,
vine sondeando, aguas mercuriales,
no me iré sin activar,
tu color,
el gris, el ruido,
la marca, el designio, la oscura
venda, ramillete, la señal,
el lugar, el camino,
el pedernal florida, un sino.
III
Abandera, el signo, vuelve a comenzar,
un son, un repiqueteo,
un hombre ingobernable,
un vigía centauro,
el centelleo, la pulcra sonrisa
la terneza esquiva, elogio
en madre tiniebla, elogio oscuro,
traspuestos de abajo, arriba,
pensamientos retumban
des nombres, des apellides,
vine por ti como hielo ardiente,
no me iré sin vislumbrarte,
un son, los colores, la danza,
un mirlo músico, un almendro místico,
un gato negro, el club, la sierpe,
romper silencio, de mito legendario,
todo se resume en un tú y yo,
des palabras, hacen tres,
la Música, diabla.
Förüq y Leannán-Sídhe
EJE VIVIR:
Eje,
saco las alas,
rompo la conciencia filosa,
espacio derredor acaricio,
hueso tras hueso,
aún no me reí de la muerte,
y el que ríe último,
piensa más lento,
son tras sones,
esmerilo este sino.
Condenado, abacorado,
líneas de conciencia por surcar,
al filo y vertiente de la navaja,
reflexiono mi momento
a solas sobre pura vida,
grama de una grama
como alfiler de tres cabezas,
lobo sin fauces
que era lobo,
dolor mío,
jamás en renta pude darte espalda,
sí ojos y frente mías,
un solo en armónica y clavicordio,
era mi desquicia jamás versada,
pensaba alto de un ángel,
pude sentir su visión sobre nubes,
y mampuestos febriles
un abono de Nitrato de Chile
mi parra su intelecto parecía redondo,
jamás grave o liso,
escarchas grises atrás,
amé, amo y sigo en ello,
una Musa cristalina mineral candente,
que si puede hasta se saca las letras
para anclarse a mi vera,
discerniente,
de hadas, y hechizos,
como sórdidos pergaminos
indelebles, tratados
en jardín umbrío,
sobre la comunión oscura
sus argentos astros,
que son Santos,
periplo osar lisonjera caricia,
cuando sólo ella lo es y era,
concilios yertos sobre sí mismos,
eco de un sueño
cayendo en su corazón,
gimiendo en la centella Escarlata,
por ella, para ella qué no osaría,
era de una creencia,
que reverbera sola sombra,
tú cantas
al eco de un sueño,
mi ser está rebrillando
tu obscuridad,
llamas a lo alto, me llamas,
barcos zarpan su gloria
de un nuevo comienzo,
lágrimas son brea,
sobre mares eternos
de latido yerro y letra,
Valhala me ama,
oh eterno comienzo sin final,
romo acero mi disparo;
mi sentir,
reluciré aspas
y agravios del destino flamígero,
nueve llaves,
hazme libre.
Sé eternidad de fusta,
fuente y pecho en hierro
montado.
Förüq y Leannán-Sídhe
ALIANZA:
Te miro y veo,
cerca, muy cerca,
a lo próximo dictan mis falanges y mis manos,
cada noche un sabor,
eres tú fluyendo la tentación,
osadía esquilmada,
y dulce sabor,
cada letra me tienes un sabor,
hazme libre Luna de una,
libera mi sabor en y para ti,
créeme dentro la piel,
y tu sangre sea mi afluente
nada borres,
sólo escribe en mi camino
esta noche es y será tuya,
sin vacío ni pálpito descortés,
camino los aposentos,
los condenados, no tenemos miedo,
ven sálvame
llévame a una hoguera mejor,
cuando cabalgo por ti a través
la solitud aguarda la noche,
un millón de centellas tersas en mis ojos,
quise tu sangre,
hoy quiero tu vida,
baila, que bailaré Musa tu agua,
sin parpadeo azur
ni mirar otra fuente,
vivos colores me acogen,
regio firme,
recto ante tus cauces liberados,
cada sabor un millar de nervios alistados,
un placer preso
en cúspide y alma recipiente,
espíritu mío que cierne,
hay victoria sí cuando pueda besarte,
suplicios al este
tus senos un monte,
travesía a tu acorde,
hoy vislumbré que vivo y moriré
Valiente,
con causa y hoja y flor en aljibe,
que por terco llevo desde 2009 sin abandonarte,
cuando creer
es más valedero que saber
creo en ti Musa Escarlata Mineral Candente,
Musa Cristalina, mi sangre.
Förüq y Leannán-Sídhe
DUERO MI VENA:
Duero:
Grita mi estupor y cuchillos
hieren volteando
una boca que la onda mece
flameando.
Se duerme la costilla
en el altiplano enjutada
de hayas y fresnos
recuerda su geología
únicamente saboreada
por el soñar de los picos,
virginal cuna del Duero
con tus curvas en rotonda
de castizas fuentes y abrevaderos,
dulce azada de agua
que bascula el sentir
de la enamorada palabra,
por cimas tu voz se hace meseta
haciende el amor
con los pájaros desmides,
templo y morada
de la cepa que a ti te alcanza,
agua furtiva corre por tu era
y reposa en tu infinita onda,
que se riza, que se insinúa
en vaporizadas Torres de belleza,
que en tu alma anidan,
sortilegio de rosa y clavel
cenit del dolmen talladle,
quién a ti en la vastedad del ser
en su pecho te lleva prendido
el fuego en fanal hoguera
en anchos panales de tus abejas.
Cuentan de la vida del chopo
tus diez mil espumas,
que por sierras
tu rúbrica dejas,
navegante con alas azules
el terreno que jamás te vence,
secretos de amantes
tus aguas llevan
haciende bullir el inframundo
de los amores y sus galas mayores,
agitas con sangre terrena;
el candil que abre en espiga,
anudando en tu cintura
tu idioma olvidada
pasando años fugaces por tu campo,
rodeando en ortiga
el triguero espárrago,
girando de la vid tu capazo
y sus manos,
haciende de tu Vera
un Dionisio que al tiempo fermenta
tus besos de tierra.
El Castellano
II
Flor de agua eres,
en memoria mía,
tú río Duero,
bello como un laúd fluyente,
trovadas tus andanzas con las que juegas
y meces.
resuena tu aroma en cansadas curvas,
coronara mi sien tus tardes de fuentes,
oh, hervidero natural,
de amores y trinos como ángeles,
tu orilla adoraba, que era tímida y dorada,
alzabas hojas sin pesares,
arrojabas yerbas al terreno,
blandiendo tu frescura,
melancolía niña que no te abrazaba,
a tu magnitud canto,
transparente y pura,
emblema de agua y lanza
de vino y su cepa.
Tú mi Alba desconocido,
por donde empiezas,
y por dónde acabas,
arpa oscura
parece la piedra que hundes,
tu cáliz de poder y de comunión gentil,
de fauna ancestral lloró y llora
la Hispania milenaria.
Oh, tu libertad de prisión en silvestre rienda,
Tapiz y poción de colores,
espejo eres Duero de Luna,
porvenir de vejez y su espada azul.
Arrebol y reguero tú de Sol,
olor de flores escuchando
la vida de tu cantar.
El castellano Miguel Esteban Martínez García a 03-12-2021
III
Voy a tu hallazgo,
deshacer ocurriera,
bajé tus riveras, cerros
y bocas espumantes.
Tu boca era predilecta,
flor de agua insurrecta,
Caminé recto tus ajuares.
allá donde el vivo más, no puede,
arribada en tu carne
como vetusta flecha,
tu raíz era y es mi patria,
mi fuente niña,
compases que pueblan
del grano tus silos oscuros,
marcharé tus repechos ingobernables,
oh, Duero escucha mi canto,
no ataranta mi marcha,
saber que no se ganó la guerra
si mantienen asediada la capital,
oh rayos espadas
abre seno de tormentas,
oh, Candombes,
respiro tus ecos de senderos perdidos,
no fui tu hierba ni tu bajío,
sí parcela de reino,
caracolea este mi Alba,
duro, bravo y soluble,
tus curvas agitas cual mujer fecunda,
del risco a tu almena de agua y espuma,
mi carta quedó en barco de tela,
tus jilgueros me acompasan,
maravillosa obra no creada,
quién no te vistiese en virtudes,
alentándome vienes,
no apures tu paso, vena de cielo,
herida del terreno,
con el que juegas, ríes y envuelves,
como vestido de la mujer soñada,
oh, Duero,
oh, tu porfía de huerto de almas,
ven a mis jardines de luna,
envuelve noches sedosas,
de tu idioma oculto,
y galas mayores,
que no ven los amores.
Me crie de sombra y valle,
magistral espada me otorgas.
El castellano Miguel Esteban Martínez García a 10-06-2022
Candente secuencia:
Animas reminisse horret, luctuque refugit.
Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.
Lóbrega quietud escarlata,
eternal lustre oxidado,
eterno sueño
esquivando meloso asilo
de todo desgraciado.
Mi voz, angelical beleño
casi yerto,
pavoroso azar cuelgo.
Un averno cruzo
de quien yo era,
arreo sempiterno me rige,
horrida lucha descarnada,
lucirá opaca
severa luna.
Mi ciprés fúnebre aplaca,
claman los ecos
frente ojos
musitando furores
al viento desceñido.
Todo lo que gritando calla,
se precipita
como lo que el generoso esfuerzo,
pude sembrar;
afila esta turba
mi empedernido rostro.
Ultraje
que el desgraciado
expira sus fuegos.
Flor en miel de vida,
bronces de alas.
Magnánima se eleva tu suerte
labrada,
medroso mi latido
ya no huye,
cerviz eleva digna cadena
indómita.
Feroz risa por treguas
de brillantes ruginosos aceros.
¡Oh musa!, que por sombras felices
resuena mi dicha,
inulta eres
diriges fugaces los gemidos,
por melosos lares,
Turia y Duero
bélicos de nudosas lanzas,
desentierra ya
mi cuchilla férrea
de cuantos campos en Castilla
yo amo.
El Castellano a 11-08-2018
Vine por tu orilla,
deshojando ababilles,
oh tu pitanza corva,
en el haya que te siento
río superior
tu tierra sin dueño,
tu ribera de olmos amantes
y álamos secuaces
entre su nieve y espuma sedosa
fuelle de agua eres,
fuego azur
sólo tú
de universo bailando en tu espejo,
hilvanas de la sed su llenera,
tu color es mi pasión
de amarte, y sentirte son tras son,
cuentan de tu nido,
las dos castillas,
idiomas olvidados,
te sonríen,
eres el vals de jaras,
y carrascas afiladas,
el endrino, y pino Carrasco
te velan defienden
y acarician,
tus curvas
de cal y canto me aseguras,
jamás podré entero conocerte,
oh mi cristal fluyente
de espejos,
de azul imantado,
vienes susurrando
acoges tu perdigón viajero,
entre encinas
y aroma de robles
y sus cernícalos,
vine de ti soslayado,
por vertientes me tienes,
turquesa líquida,
haz refulgente de sola idea,
mis huellas te besan,
curvas en rotonda
tus fulgores dejas,
entre vastedad
y fiereza
álzate río Duero
sube a tu deshacer,
entre tus pinos caracolearé mi suerte,
que mi ademán es verte
porque soy de ti,
como eres
magistral obra brotada
oh, río Duero,
de fuego en agua
e inmortal acequia de Airón.
Druida Rama Roja
IX
Sucesivo me siembras,
oh tu vereda carmín sanguinosa,
vine de tu cepa de abajo,
Duero, rugiendo alto,
me vestí de caléndula
y solar hinojo,
avancé sendas de tu Infinito
Parnaso,
dame tu voz te ruego,
gran río amado,
venal es mi caricia
que te encuentra
de alto nido y cernícalo hermano,
vine apostando alto,
de la roca a tu risco aposentado,
virginal tu cuna
magistral tu obra de enésimo centenario,
valerme quiera
en tu cristal de espejos,
al traslúcido de tus píos
me cuelgo,
serena la noche no puede romper tu espejo,
inviolado, hasta la parquedad risueña
todo esparto.
Oh gema de obra otorgada,
miles centauros te alaban,
en tu patio de almas
reposo a seguir avanzando,
cumbre y rúbrica
todo fuego líquido te derrama,
oh pluvia de tus amores,
lluvia ignota me riega
de mirarte
de besarte,
de admirarte
Turia de compostura.
Otra milesiana arte,
me nace que sin ti escapo
a desdicharme,
ojo de arzur
indómito,
reflejo del numen,
ambrosía es beberte,
de rocío imantado,
de pestaña fluyente,
te presento mi ramita
de barquilla
todo sea deshacer
y volver a ser tú,
agua,
inmortal elemento,
capaz otorgar vida nueva,
y devastación
llama a resurgir de tu palpitar
eterno,
a ti te honre mi cantar,
a ti te alabe mi razón,
compararte no puede,
belleza te dio nombre,
oh Río Duero.
Mi duelo quiere enamorarte
Esteban era castellano
INSOMNIO de AMOR
I
Mi soledad sin descansar
soledad de ángel sin alas.
Ojos menudos de este cuerpo.
Ni cierran a la noche
ni miran otras albas;
de lados, y resquicios, helados,
se miran entre ellos,
fieles de la gloria perdida,
entre lágrimas fugaces
su vil fortaleza
allá donde se alejan tranquilos
sueños y simientes
fardes, un mar de tierra
recolectada,
sueños de trece tractores
y una ciega cosecha,
entre la tierra por labrar.
II
Miro un norte de metales
y peñascos bordean
las piedras y aperos
de labranza,
no se cierran estos ojos
de noche, ni miran otros
lares de peñas y sobornos,
oh, mi dulce sueño huída
donde se alejan tranquilos
miedos y sueños
como fértiles erales,
y sombras densas de parral,
navego esta tierra.
Espigas, dulces testigos
mi alma herida.
III
Miro otros lados
de orugas, y esparto
entre la niebla, pinos,
caracolean el bajo cerro
y sotavento, entre fiero
acre de vides entre escarchas
grises, mis ilusiones,
limpias, imperecederas.
Tierra, insomnio eres
de amor,
simientes escudaras
y ajos de esperas
entre patatal anhelante
una noguera.
Entre perales.
IV
Soto verdecido de almendros
allí, un manzano creció,
limpio y duro cual melón,
mordiente, mis ojos me velan
un monte, y un melocotón,
crují esta sangre de hoja
como vil sandía.
Despliego estas cartas
de mi corazón;
el insomnio del agricultor sin azadón,
del jinete sin corcel,
el insomnio del bohemio
sin poema, y sin naturaleza yerta.
V
Sin tierra y sin tractor
un tiempo herida sin apero,
un seco sabor.
Mar de tierras heladas
dura sangre, dura sabe,
y sin flor ni temor;
viendo el conejo,
pasearse por el campo cultivada,
maltratada por el tiempo
y la vida,
la pena ocre brota
cual raíz empedernida,
oh, de noche seca y umbría
contemplo mi cuerpo desnude en penumbra.
VI
Pasa mis nervios,
con gozoso frío el arco,
de lunático violín,
crique ande, un sí bemol
transparente, de lucido pio,
entre perdices
y sus perdigones viajeros,
sus fantasmas cantaban
con delirios de agonía
mi sinfonía,
hiriendo hasta el ansia
mía, sentado en mi trilla,
no veía, ni vergeles
ni oro en fardes
oh tierra, los duros somos
de ti, como el resto ceniza es.
VII
Va mi surco hendido
que divide un confín
de otro confín, y pregunto,
por qué no brotas
toda simiente antes
se la coma el importuno
pajarillo piador,
voy camino, miro el albor,
es puro mi Alba,
cual rambla desemboca
en terco aljibe mi honda
ilusión,
estoy quemando mi adiós
porque te volveré
a sembrar de simiente,
mi parco amor.
Förüq y Leannán-Sídhe
VIII
Voces de muerte cesaron;
sólo un resplandor en el cielo se vio
como rastrojos se consumen
quemando mi corazón
savia brota por mis venas
como fuego de alma y amor
me brota, noche lúgubre y de vendimia
qué penas tienes que te llevas mi
simiente, nublas mi pensamiento,
que florece, contemplo mi
cuerpo desnude en la penumbra
y se pasea un grillo por mi
mente, pasando con gozoso arco,
el frío de lunático violín
entre coro de fantasmales surcos.
IX
Hiriendo hasta el ansia mía
y terco aljibe mi cuerpo,
tus labios como pétalos de rosa
canina;
oh, larga travesía hacia
confines de tu vida y almazara,
bodega de tu boca, amor
de noche, o noche que diste grade
a mi temple,
de silo, y siembra, de azada,
y tierra prometida,
cuánto no daría yo por tu sonrisa
entre el nácar de mi viña
y el barbecho de secano,
te amo como las flores al campo,
un pájaro a su árbol,
los peces al agua y mi vida eres.
El Inocente Förüq a 16-09-2023
Canto, poema a Chile
Humilde campesino castellano, no nací en tierras de fuego chilenas, ni trabajé ni labré mi sendero en vuestra entraña, no pude viajar ultramares, a conocer vuestra sangre, ni porte ni yunque alzáis.
Pretensión mía sólo es cantaros, como se canta a una luna nueva siembra,
desde Pablo Neruda a Lucila Godoy Gabriela Mistral,
no pude blandirme en vuestras cordilleras,
ni germinar del surco vuestros volcanes,
bajé por lira vuestra semblanza, con aire e ímpetu de Misino,
mi Fausto deseo,
caminé repechos y borrascas, heladas patriarcales,
sendas inextricables bajo sol de julio,
iba yo adentrando helechos,
alzaba baldíos como númenes florestas,
mi huerta que el sentido erizaba, hielos jamás tuve en sangres.
Tres venas, tres razones amar, amarte, protegerte,
ni aroma tuve, ni tuve color,
yo viví solo, solo como vive la flor,
así como ella, hizo mi guardia,
la llamé mujer inolvidable,
al penitente mi tumba,
alzo un cobijo seguro,
ven, ven conmigo,
estoy deshaciendo seguro,
no volveré ojos ni cascajos,
quizá viento de norte, polen y aroma
a costa gallega,
hierro y cobre de meseta y campiña castellana,
puede no sea Chinchilla, ni vuestro ciervo,
pero admiro virtud y facha,
giro y semejanza,
oh mis cerros, y flora suaves,
sólo si no os tengo yo tengo pena,
este lebrel me lleva en carrera,
tras liebre y cerviz,
mi valle flamea,
y no es tierra yerta,
oh Chile sea llama,
sea semilla, simiente que toda calma arrebata,
desde hoy como mañana alzo espada
y cáliz.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
II
Conozco la tierra,
y mi sangre es la piedra,
que plañe hasta el vil silencio lisonjero,
todo fue clavar mi simiente al infierno,
no conozco vuestras salvajes cordilleras,
pero me ungen sienes bellas de letras florales
en tela de araña mi España.
Oro noble, es el líquido brota de poza, pilón y aljibe terco,
la esencia la vida bajo terrones
y siluetas caminantes en alma serena
digna al ímpetu de sosiego,
no quiero cantar al cielo sus estrellas
debido ni de nadie ni son nuestra,
sembré mi aldaba
y sollozo de bueyes,
en trilla y labriego sordo,
coseché mis dolores,
yo nací aferrada al tallo y molino mi frente,
fulgor de mi ara,
crepitar del arado,
y la resplandeciente siega,
oro trigo,
no caeré en sogas,
ni candadas,
yo beso mi tierra y elogio la vuestra,
que me lleve ella pero no bese
nunca mis pasos,
que son de aire
y grito de Alba,
relamo mi clamor,
tramo a pecho,
boca a senda de colorín,
y nube dulce de mirada fija,
en eral penitente,
y libre del seguro su muerte,
ráfagas de un aullido mordaz traigo en vellos,
no quiero perduraros,
ni ser fragua en vuestro ser,
pero mi gloria es citaros
y soñar elevar vuestros cuatreros pasos,
lejos de mi hogar
pero vosotros jamás lejos de mi soñar.
Esteban castellano
III
Planté mi dicha,
aunque no la veía,
gocé la fiesta como nueve de mi estatura,
escuché a mi niño loco,
entre cerros y sierras trepando,
canto o te canto Hispania
tus salones degrades de espigas,
hijitos en grano de mi panada trigo,
ella,
sí mi centella bella escarlata
se siente, se aflora os pertenece,
como aspa a molinillo su simiente,
altivez de señora,
y alma niña,
yo huertero de azores y señales,
capataz del brillo extinguida,
oh alba sin ser llamada concédete a tu rocío de flor,
lindeza cuan flor de Hércules otorgándose.
También creí ciega mi suerte,
apuré sus mieles,
ó concordia,
cual trisque y brújula serena,
vine a manar en vuestra cordillera,
de cerros y visos
traigo mi traje,
de mares y tierras
no traigo el tiempo,
sí de designios
y candares morenos,
el jefe de mis dioses
te hizo Musa Chilena.
Cuenta, que mi piel no es lisonjera,
de antigua madre castellana
y navaja de forja mi padre,
coge en mano mis semillas
porque sembraré siempre tu armonía.
Förüq castellano MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA a 21-01-2023
EXIMIA FLOR de CENIZA
Eximio:
ilustre, excelente, notable, magnífico, eminente, destacado, insigne, relevante, sobresaliente, superior
afamada - cimero - ilustre - insigne
EXIMIA FLOR de CENIZA:
Limitada siembra, de los que venimos de la urna de arcilla;
o flor de tierra, añiles fervientes inmiscuye,
de salmo en raíces, mi una dicha,
mundo en partición de yacijas terrenas,
piedra y luz es azotea en España tela de araña,
redimido compás de los que no son de mi estirpe,
o íntimo metal soy descendiente de mi Sol.
Luz adjunta mi musa, derramó en virtud,
A sincera vista; discurso de su alma.
como poliedro en la solana que muda crisálida,
vamos marchamos hacia la ausencia repleta,
o al ánimo para siempre,
mi localidad en luna de oro,
bañada en sempiterno campo lírico,
defiende al ídolo castellano de su encina,
o infierno de paraíso terreno,
flor del monte eximio de entre las ánimas,
brillantez de corona perpleja luciente,
como arribar del barco esencial que trae alimento
a todo espíritu que yaga en su padre tiempo,
lírica naciente de sus pétalos de ceniza,
alimaña enraizada con espiral armada,
llave del portón de madre tiniebla.
Pan y estrella de mi panada olvidada,
palpar vigoroso de orador inmiscuyendo,
certera sentencia relegada,
como cosecha de mi huerto de propia campiña,
anuncio que llegó la primavera
de este soldado,
abrió su primera flor de Hércules, en patio de la araña
abriendo borbotones que alineaban suspiros de la tierra germinada, en ciclo de muerte y resurrección
del planeta o estrella apagada,
mi dulce miseria, la llamé eximia flor de ceniza en pétalos de carmesí persona.
primavera del hombre vivo-muerto,
camino a su ínsula radiante.
Alegoría desdichada soy
de Sol que desnude canta,
para un mundo de cabezas de grama en dossier,
y cebollinos que caminan,
resistencia particular del otro fuego azul,
tomo un anís en la posada del sueño,
que soñé visitaba Valparaíso.
donde están los cardes,
anide allá los sones de alma,
y se abre y trasciende el campo de poesía,
con poemas augurales.
De gotas puras,
o lágrimas apodadas sin poder precipitar,
como sembrar de voz el aire
y ver que llora lluvia la virgen de la cueva.
Förüq Castellano
Abeja de tu arpa silenciosa:
Ardorosa retina,
en frente un sol tímida
de centelleante rocío permisivo,
alborada con viento furtivo
de nueva alborada forjada;
pupila en abanico cual veleta,
pura rosa entre mis cristales,
de cal y sosiego,
borbotón espantada
en brea encendida.
Ver florecer tu silueta enamorada,
herida de absoluto diamante.
Desdicha en astro palpitante
entre sus piernas gemelas,
congela este desliz inmiscuido
que quiso ser dentro de tu ser,
adelante mi lozana castellana,
de albor intocable
y sonrisa luminosa,
arder en pecho amante
que sienten apretadas las mariposas de tierra
de mi carne;
llagada mi deseo
de cruel infortunio desaconsejada,
no retiro y no alzo mi osadía
en cuchilla de quimera entre mis manos.
aljófares destrenzan almíbares
en escalas de hielo,
con mis fauces entre sus labios,
oh sonrojada nota,
instante de negro cielo, y negro día,
voy rumbo su carmesí terciopelo,
luna no cae ni su azúcar ni sus flores de café.
Agarro tu tempestad,
afiebrada, frío gané el pulso del olvide,
rompí sus esquemas,
y no viví terror que te fueras y no volvieras,
abeja yo que vuela su fatiga animosa,
de plañir nueva siembra,
estridente mi porfía,
escondía la umbría,
sombra fugaz entre mi frente.
Entre que avance
su dimensión del pez muerto,
y su desnudez violenta
sin atisbo de nácar ni alta ojera enfundada.
Espiga en los cuarteles terrenos,
de mi vestida primavera primordial.
Förüq Castellano
Indemne acontecida:
Salir ileso
de tu hechizo que metamorfosea,
prendido de tu arcano fuego,
horadando todos mis resquicios tenues,
lúgubres;
destellando por más de ti.
Tu obscuridad me está llamando,
de nuevo sin mi otro, sin mí, él mismo,
inundar de luz tu abismo,
con la lluvia de mi Sol;
candor en raíz que precipita,
mi arpa luce su vástago simiente,
que del albor a mi albo traje,
nadie negará que yo te ame,
sea como fuere, y el destino mande.
Semblante distendido,
enajenada mi lobo ártico.
Danzo, danzo como espectro ante la luz
beso mi suelo de nuevo.
Florecen mis ganas de beberte
y dejar rastro de flores.
En combustión, que cede y retrocede
con besos en la madrugada escueta.
Guarde retales y tus halos
flamígeros al tacto.
Espero mi fábula
de grillo en jaula.
Déjame ser yo esta noche,
que de Mercurio haré islote.
dormiré su profunda ojera,
deshaciéndote, surcaré mares
de pecho en boca,
hasta anidar náufrago de tus impases.
Diamantinos, absolutos,
perplejos, conjugadas,
vespertinos, incendiadas,
acompasadas hendiduras
traspuestas al solo cóncavo,
de la cresta de tu mirada.
Buenas obras se le pide
a tu soldado.
Colmaré tu atrio
hasta resplandecer
tu una dicha, amante.
Förüq Castellano
La esencia:
Hueso, eje:
Mercurio Ninfas ardoroso mi sueño,
desceñida, Apolo, campiña Liras, río silencioso,
liberta, parco asiduo adorador de los dioses,
imbuida en recia doctrina,
Júpiter Estigia diosa púrpura.
La esencia:
Mercurio
tus barbas zigzaguean
el plomo de nobles relámpagos
metales irisadas en fundida tacto.
padre dios del brillo primero
sin descendencia,
oh, tu filo insondable,
por el que visualizo
ardua Musa de tu rivera fecunda,
ardoroso mi sueño,
eres tú quien lo desempeña
y otorga.
Desceñida vals
de mil antorchas
a Apolo lanzo
mi baquio seguro,
candente de mi ser, estela,
campiña lucen
los pechos de mi diosa amada Venus,
con su río silencioso
hace mella en el Liras, mi esencia,
Liberta mi oscura Ninfa,
musa que proceso rito y culto,
parco, asiduo,
adorador en honde terreno
mis dioses del averno,
que beso para tocar el cielo,
como es arriba, es abajo canto;
imbuida en recta filosa doctrina
de venas razones
amar la centella Escarlata
sin condiciones,
por Júpiter, no hay guerra
finalizada sin comenzar,
tengo duro, limpio abismo con portón
abierto de inspiratoria centella Escarlata,
llamada volver a comenzar,
diosa púrpura sólo ella mi musa.
Förüq Castellano
Silencio en tu hielo de ojos:
Sonatina extensa, yerta,
embullonada; flagro que venzo
un son cobrizo,
del metal noble,
sin margen, ni acerbo, ni curva,
un solo de quebradiza arpa lira,
mi ser no delira, te ama,
con ropa tu intelecto,
en flores de tu vestido solariego,
traspuesta tú,
por los sucesos difuntos ave negra nocturnal prestancia,
voy hacia la décimo octava estrella
que son des nueves en llamas.
Sin franca, tapia, ni verja,
es un Sol inmiscuido
de onda ojera de luna argenta;
es mi sino,
carrusel, infranqueable de espinosas,
aspas de lucientes,
y su luz que ciega,
es un cantar al crisol de reina musa,
es un heliotropo sondear;
buscando a Leannán-Sídhe,
por concavidades de su hogar,
por astrales límites de su unión
sujeta sangre,
de mi erizada savia.
Förüq
GOLONDRINA SOLAR:
Ciego de sangre ávida
mi corazón, ya acoge ventiscas
truenos, y salamandras de fuego;
resplandece una Fuente somera
de luz entre centella Escarlata
rebrillarte de lágrima negra
aterciopelada,
un sin fin de dulces tormentos
regodeaban su espera centaurea.
era un río de plata
y tornasoles valederos que valientes,
Fulge mi regente Mercurio
Dios de dioses.
Lucía entre alba y ocaso
un claro oscuro matinal,
terneza revolcaba en mi sien florida.
Un diciembre aterida,
que dejaba torbellino y centellas
como un mordisco de cobre solar tratara
Póstuma contienda que no acaba.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García a 25/12/2023
Luna de hielo:
Luna hoy venerable diciembre
te canto;
germino yo mismo
en tierra de nadie,
mi Sol tu Sol
me dice que expone
que muerta tu araña
eres tú quien queda,
humilde humánenla,
pregunta que dónde
queda tu latitud,
que cuándo derrite osadía
de fundir ambos sueños,
sin desquicia avanzo,
que trabajo sobre la música plañidera,
osadía, principio sin final,
oh marcharé,
entre mi soberbia,
entre cerro y Úbeda,
entre ramaje dulce
y caos de idea,
una vez más
por fin,
a vencer,
dame halo,
dame señal,
no querrás volver atrás,
Luna mi reina morena,
vestida de nieve
me deslumbras
un diciembre de rey tuerto,
el camino a verte,
conocerte,
y mi flor en mano besarte en la tuya,
última espina
sangra mi rosa de caballero,
mañana dioses dirán,
no yo de mi designio en espada
y reloj de pared,
laberinto de esmeralda espejo,
al vítreo tras luz afino,
que te busco,
entre sones y pesquisas.
Te busco mas te escondes por las turquesas
ramas de mi soledad,
quién te tuviera
con mis ganas
juro, por difunto,
por coraje
que nadie,
mi canto desgarrada,
artificie luzca,
lucero de obscuridad,
cuándo tu salvación,
imprime digna condena
que yo por descendiente
último de Mercurio,
no habrá cuerda se pueda afilar
asfixie a este vampiro,
que yace vivo por tu pulcra
Eternidad.
Förüq y Leannán-Sídhe
PROSA:
I
Escribirte pueda mi latido sordo, en altitud, un hecho, una virtud, destello vislumbrada,, alarido en fase y etapa, estela indefinida cual centella breve que se propaga, quise tanto tu voz, que hoy vida, no me viene grande ser tu pleito descendiente, de larga sombra y sendas irisa el marcada horizonte, el bueno no cae des veces indemne, voy a través el bosque inextricable, origen en derredor famélico es el miedo que no conozco, temerario quien no lanza, no apuesta, no gana, atreverse es la sola pesquisa, medir quede del prudente posibilidad,
Escribirte pueda
mi latido sordo,
en altitud,
un hecho,
una virtud,
destello vislumbrada,,
alarido en fase
y etapa,
estela indefinida
cual centella breve
que se propaga,
quise tanto tu voz,
que hoy vida,
no me viene grande
ser tu pleito descendiente,
de larga sombra
y sendas irisa
el marcada horizonte,
el bueno no cae des veces
indemne,
voy a través el bosque inextricable,
origen en derredor
famélico es el miedo
que no conozco,
temerario
quien no lanza,
no apuesta, no gana,
atreverse es la sola pesquisa,
medir quede del prudente
posibilidad.
II
Un suelo me avanza la víscera, altura fue volver a empezar, de historia núbil, interminable, donde la maravilla eres tú mi Musa arquitecta, puede mi castillo no sea de papel, sí de besos torno mi charco sangre, vine del cerro se desplazaba, arrasando quietudes escarlata, un son, un gemido veloz, canción de lobos eran mis ilusiones, se querían como des voces, eran des muelles como la vida presiona y saltan edificios precoces, cercas y farolas erguidas, yerta heredera mi voz entre escalas, era tiempo suficiente Obscuridad yacía con hambre.
Un suelo me avanza la víscera,
altura fue volver a empezar,
de historia núbil,
interminable,
donde la maravilla eres tú
mi Musa arquitecta,
puede mi castillo
no sea de papel,
sí de besos
torno mi charco sangre,
vine del cerro
se desplazaba,
arrasando quietudes escarlata,
un son, un gemido veloz,
canción de lobos
eran mis ilusiones,
se querían como des voces,
eran des muelles
como la vida presiona
y saltan edificios precoces,
cercas y farolas erguidas,
yerta heredera
mi voz
entre escalas,
era tiempo suficiente
Obscuridad yacía
con hambre.
III
Querer, quererte muerta la araña, es el verso sinfónico una bandera, una promesa, Hidromiel parece mi cigarro de tabaco insurgente fuego seco vaporoso, abrí muralla, no espero ni aplauso, ni yerta desquicia en mí alojada, eco joven de soledad que amilana, no puedes herirme, toca mi alma dentro tuya, estoy tratando de amarte, vestido de sueño, nos atrapa a los des, oh de traje invisible, traté de apoderarte escapaste por enredadera, trepando blanco silo de luna y vertían halos de luna imperecedera, tu escalar ágil brotabas blanca savia entre aquel silo alto y gris azur tan alto como la luna.
Querer, quererte
muerta la araña,
es el verso sinfónico
una bandera,
una promesa,
Hidromiel parece mi cigarro
de tabaco insurgente
fuego seco vaporoso,
abrí muralla,
no espero ni aplauso,
ni yerta desquicia
en mí alojada,
eco joven de soledad
que amilana,
no puedes herirme,
toca mi alma dentro de ti
estoy tratando de amarte,
vestido de sueño,
nos atrapa a los des,
oh de traje invisible,
traté de apoderarte
escapaste por enredadera,
trepando blanco silo de luna
y vertían halos de luna
imperecedera,
tu escalar ágil
brotabas blanca savia
entre aquel silo alto
y gris azur tan alto como
la luna.
Förüq Miguel Esteban Martínez García y Leannán-Sídhe
EL IMPERIO del VAMPIRO:
Compraba de manera
el silencio del alarido,
a precio solemne vespertino,
el derecho a un vivir
eterno sin vistas a un pasado,
que fluye y no cesa,
duro precio
en condena resurgida,
ella recibía mi fuerza
de inexpugnable magia
me sacrifiqué
sabía que ya estaba muerto,
y no fue trampa el duro precio,
del sol rojo su cuello,
más allá del viento violeta
avancé,
ruego a todo quien vive,
jamás me arrebate el áspero violín,
ni su cuerda de amor
que hiende y me hiende
labrando destino,
como azar indeleble,
de vena son y colmillo,
somos los bebederas de sangre,
aquí estoy de vida completa
vida extraña sin bloque de miedo,
rito de ser
mortal inmortal,
amigo de sombras nocturnas,
y ruegos entre escarchas azules,
devoción de todo cual convierto,
sed inmortal de estela tangible
quienes lean mi elegía
cuando aquí yazca silente,
será nada más
vuestra ensoñación,
enero que paseaba campos
entre suelo mojada,
que lentamente lloraba
chirivía de chispeo fugaz y leve,
como terciopelo,
blandía la pisada,
todos amamos,
y lirios y violetas nos cegaron,
entre ocres y cerros,
el divino laurel,
crecía flamígero, invicto,
un aura entre escalera de voz
entre espliego en un jarrón,
sin latido me avanza el párpado fijo,
hora en la noche sin encender el astro,
piso mi pie desnude de nuevo día
ahora ya mi luz creciente sempiterna,
devuélveme a la vida amor,
sí para volver a morir contigo,
sé mi luna de molinos,
enigma toda invisible arteria,
hay ganas, hermosa, bronca, deliciosa
esta sed de sangre,
que avanza,
mece y envuelve,
como enardecida siembra ancestral,
no te pretende,
eres vil objetivo
d' este colmillo parejo,
dentro la catedral de espejos
no hay salida,
sí un laberinto esmeralda,
te oigo y no dices,
de lirio en luna yacente,
y azar muda
que me busca,
llorada tu nieve
de tierna cara.
Förüq Miguel Esteban Martínez García
Poema a una Musa Ignota:
Cantarte pueda de febril idea,
oh tu blanca sábana
cual nieve medrosa,
encendida de rumorosos
ojos turgentes ígneos
cual lava recién brotada,
soportando tu cuerpo
como puente de rústica madera
cubierta el suave musgo inútil,
levantas mi áspera
emoción vívida danzarina,
como mi desnudez gastada vuela y te atrapa,
del azabache sereno arde
tu cabello de realeza asardinada,
bajo tu nieve mis cartas arden,
sepultan quicios de lúgubre hendidura,
hace muchos años,
creí sintiendo a una centella Escarlata,
latía y cada azur letra envolvía,
era como una Tierra Prometida
inexorable,
como amar carta
sin conocer presa,
me alcé como santo sobre mi caballo,
a las puertas su fortaleza,
allí no servían ya
corazas, ni tules, ni guirnaldas.
Un relámpago me quebró el pecho,
alcé mi espada,
y amé la Tierra
amé lo que nunca fue de nadie,
sembré mi coraje,
sembré mi valía
y hoy desnude en penumbra,
espero me brote su flor
de mi pecho aguerrida,
cabalgaré
cabalgaré acres,
huesos, todas huestes difuntas,
el río llorará en gotas
todos los colores
las álgidas flores desangradas,
una hoja de navaja
afilará mi canto
hasta la hora que conozca
a Musa Ignota
que amé como siempre amaré
por y para siempre
que empieza nuestra condena
de oír la lluvia
caer en nuestros ojos.
Miguel Esteban Martínez García
AVIDEZ ALZADA:
La vida es un camino que camina
a la fría ciudad de los olvides
Río que vierte el agua de los días ya vividas
en el mar amarillo de la muerte.
En esta hora triste,
como cubierta por el ala de un pájaro herida
Déjame que te abrace, ¡Oh dulce vida!
para que mis tristes recuerdes
Antonia García Cuesta, mi madre.
Hieran el mar azabache su pena,
embeban mis lombrices azules, desbordando el aire
que amansa y no retrocede, lleno del sanguinoso designio,
mi alegría marchaba, como azur golondrina helada de hierro.
A expensas lo surcada, flotaba mi sangre
ya de tierra zarzamora, entre surco de barbecho herida
aplacaba un diablo de flores, su veneno en savia
un extranjero loco penitente, vendía ecos de alguna imagen capturada
Vida te canto, sin zozobra ni amarilla caléndula,
oh cuan en mí hiciste y me tejiste,
fiel de aguaceros interminables,
tus flamas a lo alto,
vine a ser de ti, angélico origen de pulcra flor en bondad,
mar omnisciente pura sangre, en mí juega y acoge,
ser de, por, y para la tierra
ser ruginoso que en ti nace, surge y aprieta, oh, sendero de alma.
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Próvida SURCA:
Hay fronteras en el mundo,
no hay fronteras en el papel,
tengo besos en el tintero,
tengo sangre en mis manos,
mi vena es mi bolígrafo,
cabalgo mares,
descubro raíces,
no importa cuánto te quiera,
no podré volar sin ti,
tengo alma en mi tinta,
cabalga amor
hoy latiré mi verso,
algo que decirte,
un pequeño susurro silencioso
para tu vida,
tengo ascuas en la letra,
hoy flama serás Musa,
el destino sordo destrenzaré
la soga colgará esta pena yerta
yerta de jamás poder
cabalgar contigo,
llamas valerosas me acogen,
fiel desate sentido vívida,
displicente,
amar, amarte, amarse in radica
veritas est,
belleza, es, que eres,
al reino onírico canto,
en un pulso, en una noche,
señor niebla me baila,
un hálito silente,
tengo corajes y sueños predilectos,
hoy te alzo disparo argento,
granate fuego diestro,
desquicia late insomne,
un repiqueteo maestro
y volví a empezarte,
Señora hada baja imploro,
se ha roto y sangra mi laberinto esmeralda,
quise traerte mi noche,
brotó un manantío de sombras irisadas,
eres Musa , sentido mío,
herramienta,
eco sintonía
un camino,
heridas de ángel,
un sendero a mi salvación,
estrella helada mi mañana,
tengo versos en mi tintero,
este mi bolígrafo humeante
quiere fundirse,
ser designio,
primoroso vuelo,
alarido de cópula,
en fase y etapa,
danzo en un cable de telégrafo,
misión plañe que arde,
sin ti queda limbo y condena,
vuelve
avanzo donde palos de ciego,
aquí en pie,
Muerto vivo,
cual poema de alma
quedaré,
y juro a mis castos dioses
que Musa te volveré a leer
sea en esta vida
o en otra la existencia,
abandono la memoria,
abandono el pasado,
cruzo la línea sedienta,
cabalga cariño,
sin ti no puede sembrar
mi alma ni sangre yerta
quiero fundirme contigo
quiero ser Néctar en ti,
y tú seas dulce almíbar de vivencia.
Hasta entonar el final
de los tiempos.
Autor: Miguel Esteban Martínez García
Lugar: La Campiña, Mirador del Henares, Cabañillas del Campo, Guadalajara,
España
en enero 14, 2024
CANTO PÉTREO:
Siento el poder del Sol ardiente
dentro del círculo de piedra
muerde la sangre de tu beso flamante
justo aquí que mi sangre bebe
la piedra y agua que se vuelve tierra
deshaciendo y creando
memoria esculpida,
recuerdes de mi nueva vida me entran
danzo en centella Escarlata esta Luna nueva
que sonríe y quiebra su alta
ojera en guiño, por los azares
disueltos, embebo el fuego esta
noche invernal, afilo el canto
que gimes silente, entre el ascua
bajo un noble ciprés, estoy esperando
se abra el portón de Tierra,
y todos mis muertos vuelvan a
vivir siempre.
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Poderosa SIEGA:
Líbicas extensiones de mi ara,
por eras de soliviares,
angostos, desnudes
sin pinar excelso de tu mirada,
mi acre transitada, exhausto.
De corvo pico y fugaz
idea pasajera.
Honde grano de mi cereal espera,
dura grama extensa,
inhabitada,
moza de mis ausentes
sin bandera.
Agota, afila
mi profunde tallo
brotada de mi febril
mocedad yaciente.
Creo mi suspiro
como brillante tajo,
refulgente al candor de entraña.
Amparo sin honor,
de filo que no aguarda.
Quiero renacer así
te encuentre amiga
con otra cara,
otro nombre
no caeré en osadías
eso lo dejo a mis Dioses
de locura extensa
llamada destino.
Yo necio, torpe,
de hueso en tierra sembrado.
Soy hombre con lo servido
cumplo mi palabra.
Es una gesta descendida
Luz de guerreros
perdidos
en azares funestos.
Quién guerrero del muerto tiempo,
con raíz desamparada;
Trémula deidad
tus labios acostadas
en tu cara,
en mi pueblo
me enseñaron a luchar
por lo que quiero
y más solo que el relámpago
tu felicidad quiero.
Mi paz de campo abierto
vástago sin superior
de conciencia
mas que inerte hálito
superviviente.
Frívola suerte consumada
osar tu palabra,
vendré porque aún no he salida.
Clarines y trompetas
entonan este yugo
eclosionada,
en servicial acto,
mi azul fronda
que no hiela tu relente;
rompe con empuje
violenta, feroz, agotada,
malla:
Hidra mía
perdona mis lucientes.
Vesta que Proteo
clama hundiendo los montes.
De vetusta proclamada
en sortilegio de guadañas y hoces
que se recogen sin martillo jactancioso.
Irrumpe mi designio
vaporoso en estela,
que tu sombra yola.
Qué Dios implora
a mi imperio
del precipicio.
Hechizo de mi semblante
otorgues invicto, valeroso
como abismo de agua.
Previsor que detiene
impías naves
en ataque de tormenta.
Sangrada barrera abata
en funesto claro oscuro
sin atadura
ligada, manso Abrego
sin alma.
Prendida paciencia
sin alarde ni secuela.
Piélago que saña
sin brida
ni cuerda aplaca,
embravecida
con umbroso helecho sombrío.
Bosque temblado de mi mente
que piensa
ausente borrasca
sin ayer.
El Castellano a 25-08-2017
EL SIGNO, LA FLECHA
Tiempo al tiempo,
sintiendo aparte el negro puerto,
navegando un sueño bello,
querer te quiero
rezuma mi espiral,
latidos a enhuerar
demonios de mis ángeles,
cielo que me estudia
en su divina refracción,
justo mi reflejo cabalga
la vida hermosea
pasado de la lumbre
endógena,
vuelo de vida hábil,
buscando lanceros
de mi luz que no acaba,
durante el eterno día,
es la creación
de la Tierra del mañana,
fuego a la espera,
es hora de avanzarte,
sueña que el sueño me sueña,
falaz sierpe,
esconde la viborilla,
ni el áspid corrompe mi ala,
reverbero para sobrevivir,
ilusiones
que mentir profesional,
le llamaron metáfora
del poeta
tiempo de luz,
esplender de ángel,
buen coraje me ablanda,
que carraspea mi siega,
diseñada queda mi cordura,
amantes del fuego,
vinimos creando alto,
Apolo hermano,
acepta a Mercurio,
tomando cauce y mande,
sí cuervo Förüq reencarnada,
venga que vino a parir mi alma.
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Adorador de Mercurio
ARRIBA del ASTRO:
Indescriptible placer
ostentado del seno
en cúspide de tu letra,
como un lapso de que destino
nunca muere, nunca se fue
porque siempre estuvo y estás,
exploro tu guiño alado
en margen y curva,
te dibuja estela ecuánime,
el rubor erizada,
en el mar de la hoja,
en tu lengua exacta lamiendo lanza
de bolígrafo en papiro,
que quiebra como ayer tus besos de humo,
de latido extenso por mi marjal,
juro que oso equipararte
con la quimera despierta
vive en mi sangre
hasta decirte,
vuelve cuando quieras,
nunca voy a intentar capturarte,
de real naturaleza
sin faros ni luces
aquella noche lúgubre
alzaste que eres bienvenida en mí,
guiño por ascua
golondrina por azur noche,
custodiaban un arca
tu verdadera palabra
la mía viste tus alas
de pequeña ángel,
oh Musa Alba de oro,
como fiera virgen que amas,
mi suelo
ya de ramaje obscuro,
afilo vahos de tu hornillo de espejos,
oh, cual reina exaltas vasallaje,
presteza de admirable talla,
muestra las blancas fauces
la bizarría,
savia, estupor, tomo, vals, color, cartabón,
el amor no es batalla
pero siento
me tienes el número y la medida,
que ya se descorre mi camisa.
Mañana quizás
un pájaro volará,
un cuclillo dormirá el día,
y yo amaneceré feliz
por algo que quizá nunca cambiará
porque te amo de veritas est.
Förüq y Leannán-Sídhe
Tomo II
OJO de TIERRA 2015
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Segundo libro publicado, modalidad gratuita editorial Vive libro Zasbook sl.
Sinopsis:
Incluye escritos míos desde el año 2009
hasta hoy, temática variada desde amorosa a lo sencillo y único sagrado como la naturaleza.
Quiero agradecer a mi sombra y a todo
lector que pueda ver a través de mi Ojo de Tierra en sus manos.
El castellano.
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Trenzada mi hiel
elaborando el verso de encanto
a tu boquita de amaranto,
vestida de hojas vienes
y meces mi Alba
a tu entraña
acalorada, enraizada
de tu corazón embelesada
por tu boca
el piropo jamás escrito
hoy el río de las gotas en almas a su paso
reverbera mi canto.
Digno azul estrelladle
sin bruma que pierda tu encanto
Lhiannán Shee como te gusta que te llame
cuando hablas con mi mente,
inspiración cercana o lejana
según seas mirada Leannán- Sídhe
hoy te debo cada poema
de mi piel quimera
y que el tiempo habla,
ya el diccionario queda escueto,
el vocabulario nuestro
ya exprimida en verso;
Tu amapola de mi pecho canta
que sin ti no hay dicha ni escrito
como te gusta robar el lenguaje
de la chica que me ama
como embrujo
que me alegra el pensamiento
cuando hablo contigo,
si eres súcubo como te nombran malas fuentes
a mí me amas y me dices que jamás me abandonarás
con lo que el aliento de este duende contigo fundida
jamás cesará, te he soñado y te amo señora hada,
hasta he IDE de vacaciones a la isla de tu hogar.
Escriba sin tiempo, inmortal me vuelvo,
tanto te debo que se ponga envidioso el ajeno
que invencible soy, inspiración que hoy desvelo
de tu boquita fuego de ternura y amor,
poeta del viento vivo y afortunada
esperando su siguiente existencia
para estar contigo mi hada
cura de mi soledad sin descanso
desde los albores de mi escritura
siendo el verso más antiguo que la prosa
yo Lañan tu escriba vivo, te miro y digo
que te amo y yo, te admiro
siempre a tu lado estaré
y no hay mayor dicha, felicidad, amor,
que tú mi hadita vivas enraizándome el corazón
y que cuando te necesito me hablas con ternura
siendo mi calor,
te amo compañera de mi latido jamás desvanecida,
contigo te ofrezco mi alma
si sólo contigo estará por los siglos.
Te amo.
El Castellano y Leannán-Sídhe
*2*¬
Tú mi alma como agua que se va al mar.
Te vas perdiendo en este caos de existencia.
Ya me abandonas, ya me dejas hundirme en la mediocridad.
Tu silencio se hace estridente y te ganan los llantos.
Tú que quisiste volar por encima de los mortales
y ahora te quedas sin fuerzas.
Cómo salvarte de este silencio, de esta falta de inspiración,
de esta depresión.
Quisiera verte altiva como cuando escribí mi primer poema
que veías un mundo por comerte, llena de ilusión y vida.
Yo no me hundiré aunque haya gente que te quiera ver hundida,
alma mía seguiré y luchare para verte como siempre, donde lo mejor de mí.
Tú mi aliento de vida, tú mi vinculación con el creador yo, tu servidor.
La dificultad es un salto de longitud más con el que batir mi marca.
Quisierais un poema, quizás solo tenga uno el primero de este tema.
Pero todo llegará.
Yo quiero , yo puede, yo te veo aquí.
Al alcance de mi mano.
Y no me rendiré. Nunca!!! ya que quiero ser escritor.
Éste soy yo con defectos y virtudes no busco dinero ni aceptación,
solo hacer todo lo posible por alcanzar mis sueños,
sin importarme lo que se ponga en mi camino porque lo sortearé.
Soy un papel en blanco que se irá llenando de obras preciosas,
con 19 años no veo nada perdida, ¿Qué son des meses?
Un escritor no se hace en des meses.
El Castellano
*3*¬
Con el susurro de la luz en cristal de gotas de agua,
pensamientos calidez me arropan tu compañía,
solo una vida solitaria desde aquella lejanía;
un sol pernocta durmiendo disfruta su luna
con tacto terciopelo una vida de amor eterno
Un caballero busca a su mujer la extraña.
Avanza entre montañas de azores
y valles de bosque y ríos dulces,
noche de amor entre nubes acolchadas
con el frío de un mundo en sangre que estaba en guerra.
Ahora su patria era su tierra en la hoguera.
Se despierta frio y solo tras pintar con nostalgias recuerdes.
El Castellano
Blándeme en mitad de la mar,
entre el pinar excelso
de mi soliloquio
Llegada ese día que oportunidad tenga
de entablarme con vuestro dios.
Yerto, famélico roble así
como ciprés considerando
su Sol muerto. YO,
buscando entre bruma
ese ajeno Dios
entre tardes y días
reposadas viendo su creación
inmortal desde la lluvia
a la mitad del océano
acaso siguiese...
No hay en mi ser más bondad
y bien que ser
justo con el justo
y cruel con el malvada.
Saqué mi daga de mi corazón
sombrío para clavarme
la espina del mejor amor
que la vida me pude dar
para mi pasado quemar
y que el mundo opine de mí desde mujeriego a patán sin fuste.
Que yo sé quién soy.
Y en este turbio lugar
por derrumbar con el poder de mi palabra,
adorada estampa que mece mi amada.
Por la que yo abandonaría
todo menos a mi ser .
Sólo su mirada por enternecer.
Que el mundo gire
y se caiga a pedazos
que yo soy feliz
y mis logros son mis escritos.
Sudar y sangre,
Poeta que aderra la belleza.
El Castellano
Mi vida en un granate
Réquiem desde mi estampa invernada
de vikingo murió Obstara cruel verano
llega derritiendo razón más allá
de donde llegó el albor que mi cuerpo
caiga congelado para caer derretida
por el calor del cuerpo de su granate en vena
cruel suspiro que marcó
mi mundo torcida
sin más eje que el amor
puro nacarada embrujada y su desliz
sinérgico con sinestesia
de la borrosa mosca medicamentosa
que vencí bajo el embrujo
de mi única mujer verdadera
quieto avanzo el lindero
desde la amapola al abrojo
pasando por la quimérica sangre de tierra que domino
mas aquel fue mi sino
dragón escudero de su único y verdadero
amor de un confín a otro confín avanza mi barca muerta
buscando mi alma entera
un guerrero jamás muere porque sigue luchando desde su vida
a la parca efímera angelada del único ángel sin jefe
más que su senda guiar
por los actos cometidos
para llegar al juez Supremo
el que si vuelvo a nacer
mía te vuelvo a hacer
mami centella.
El Castellano
*10*¬
Flor de luna:
Todo me lleva a verte
donde el amor cae
en la pupila del lugar
y mi emoción es complacerte
hacerte brillar, sonreír
a dura, limpia sonrisa ambos;
que se olviden los verbos,
sujetos, el lenguaje vuelto llama de luz
he visto la centella Escarlata antes de la luz
y lo siento a ilusión que me acompaña
te visto de estrellas
te cojo los azules del cielo
y te los vuelvo flores.
Hoy un nuevo día comienza
en la arteria de mi vida
que tu interés en mí motiva
mi grito libre por amor amándote
y arte nace de mi sonrisa al mirarte
mas te llamaron Leannán-Sídhe;
Yo quiero ser tu raíz de luna
que te acaricia y así como la brisa
ser viento en tu piel
como lluvia todos tus parajes florecer
besándote una y otra vez
hoy me decreto en esperanza e ilusión
vivo y más vivo
primer día del resto de mi existencia
porque te miro, del inerte instante
que tu palabra me sembró el interior
no hay tiempo de pensamiento
solo besarte perdiendo el control
mi sentir crece para ser yo
con mis detalles y querer lo que tú quieras
porque nada quiero nada deseo
sólo ofrecerte mi Alba a piel
y río desangrada de flores carmesí
llegándote con todo este ser completo
respiro, te miro y vivo.
El Castellano
*8*¬
Estambre:
Quise ser estambre de tu recuerde,
quedar en aquel banco su tiempo detenida,
inconcluso, contemplando el sueño
sedante de su beso nacarada,
en la retina auspiciada,
cruel de su invento mordida
el estambre cómo fénix
al gineceo su vuelo
en polen te quiero
en simiente te amo y adoro
dulce mía de tu suplicio en invierno
dibujada, alborada
marca de mi tiempo sin fugar
en aquel banco detenida,
viendo las lombrices caminar,
este es mi rifle
gente atención
solo una chica se lo merece
y por ella desquito hasta mi piel
a tu lado me verá el tiempo caer.
El Castellano
*7*¬
Rosa de mi mente:
Como el aroma de las flores al campo
busco tus besos que riegan de encanto.
Encuentro cada noche tu abrazo
fiel en mi regazo.
Danza mi sombra en la fronda de mis sueños
vestida de hojas,
cuida de tu amor sus semillas.
Del pecho florece tierno el sentimiento
y dentro te encuentro latiendo.
En los albores degrades
de nuestro amor encantada,
nuestros besos se hacen caricia del viento.
Viven los recuerdes,
la lluvia envuelve nuestros cuerpos.
Arde un deseo, encontrarte a cada momento.
Surco mis ilusiones de tu mano.
Siempre vivirá este bosque mágico
y la granate sencilla te dejará en cada pétalo
mi te amo.
Entre duendes y hadas
vivirá siempre nuestro árbol.
La hierba escala la montaña
así como esta pasión escala hasta el cielo
al sentir tu corazón,
despierto este dragón surca tu cielo.
En tus pechos mis luceros,
en tus piernas mis praderas,
en tus labios, de mis besos los ríos,
en tus ojos los bosques y sus claros,
donde cantan los pájaros por los siglos
y las nubes nocturnas coloradas y redondas
están abriendo su gris al violeta del firmamento.
La sangre de la tierra espera la primavera
para brotar de colores el suelo.
Entre la maleza enterré mis anhelos
esperando que vivan siempre mis sueños.
Te encontraré en la primera flor de mayo
y en la última amapola abierta de julio.
Entre jazmines cantarán nuestro amor los colorines,
la luna te abrigará cada noche que me pienses.
Vuela libre la sensación
y el sentido despierto encuentra tu latido.
donde sólo tú mi hada iluminaste mi camino
que en verde azul y rojo
rojo azul y verde pintaste.
A sí como caracol en el monte,
libre me siento
como abeja que pica tu flor
y lobo con sed de tu agua
me encuentro preso en tu tela de araña
se afilan mis deseos cada vez que me hablas
la ternura siento crecer enraizando mi piel
al amanecer te vuelvo a ver
necesito tanto de ti que sin darme cuenta
vivo de tus caricias
como el agua trae la vida al río
y la flor alimenta a la mariposa
siempre te veré maravillosa
así como bonita la rosa.
El Castellano y Lañan-Sidhe
*6*¬
Noche que te recorro:
Recorro tu almohada
en esta noche invernada
al calor de tus lumbres de ojos
que aún cerradas me miran
buscando morder tu bella calma
me abrazo a tu alma
muerde la amapola
de placer preso
y expreso que sin ti no hay verso
mi Lhiannán,
mi verso en mi beso
como tierno es el deseo,
sutil la caricia
crea su recorrido añil
en flores de barniz,
camino tu cuerpo
descubriendo
el paraje mas escondida,
donde busca mi lengua refugio,
acaricio tus flores de piel tersa
avanzo la riada
de tus ojos color de luna,
busco la noche en tu cabello
cuando iluminan mi día
si a mi lado encuentro
tu dulce sonrisa,
me alivia el corazón
cuando hablas conmigo
y siento algo arder en el pecho
amor mordiendo dentro
como indomable su espíritu,
solo entrañable,
cuando tus ojitos
en los míos se fijan,
amante serpiente
y druida
en una realidad del infierno en la tierra,
me pierde en tu piel color crema,
escribo en tu arena,
pinto un corazón con mis labios
en tus senos amor,
bajo por los montes de tu cuerpo,
enrede mis piernas en las tuyas corazón,
siente mi calor,
hoguera a la luna sempiterna,
cripta de latidos apasionadas
por el tiempo olvidados,
rosales de sangre
donde la vela
consume su último suspiro,
rompe la centella Escarlata
una araña colgando en su tela,
será otra noche
arrodilladle en tu recuerde cercano,
sintiendo fría mi cama,
sintiendo que te necesito
a ti en mi vida mi centella siniestra…
El Castellano
*5*¬
Luceros sin apagar:
Toma mi corazón te lo entrego
limpio, duro, desvelada
en amor injertada
en carmesí brotada
Jamás su latido desvanecida
y sin calor mecida,
hoguera de mi hoguera
que clama
mi silencioso, vertical hálito fulgente
nacida del afecto su incandescente brillo
para brotar la simiente con tu boca
de fuente, esa por la que me siento
río naciente y que estíos vengan
que yo a tu lado siempre fuerte
como la bruma evanescente
que giras y estoy besándote
para acabar este río en ti
con el color de flores y rosas silvestres,
tu cuerpo me llama mi centella araña
para enfrentarme con mi sino,
y morder el destino me arrastras.
Mas contigo quiero vivir una y mil vidas más
en tu tela para el frío
sentirlo contigo y decirte
-Tranquila que ya enciende la lumbre
de mis ojos.
Con tu mirada enfrentadas
como des luceros encendidas.
El Castellano
*13*¬
Zorzal:
Abismos prendidos
en retinas de hielo
donde arde en albor
el hierro de mi Alba,
ascua eterna, sanguínea,
tejida de mi vida
que siempre tengo
en mi mano encendida.
Muerto el tiempo
para abandonar.
Estoy para luchar
mas puente digno
del destino dificultad es.
Avanzo mi sendero
sin franca tapia ni verja
Vea donde vea
te veo vida plena
incluso llevando estaciones
a cuestas;
De negros lirios desangradas
y su cabra rojiza masticando
al son de un sí bemol
el transparente pío
con su zorzal.
Va mi invierno para empezar
al calor de mi amada
a la helada
de un futuro que derretirá
y de sus labios brillará
abandonado ya
mi nicho temporal.
Ella que me falta
la deseo con más garra y fuerza
ese nuestro día semanal
de unión de des gotas de lluvia.
Fuerza de mi fuerza, valor
de mi valor, al fuego
arde nuestra condición
para volar en nuestros sueños
como molinillo Diente de león.
El Castellano y Lhiannán-Shee
*15*
Recorre un destino, avanza en un sentido
de su ojo mejida, reverbera sonidos de humo
crujiendo la mecedera del sin sentido
se derrite el cuadro de tu vida dibujada
una palabra para tu miedo ''ninguno''
el silencio chirría grillos colgadas
haciende su ruido en Sol mayor
investida estación de los difuntos
sí es verdad poetas os amo muertos
o creídas vivos ustedes,
el ciclo y su trilladle esplender
germina de la tierra en albor,
cuando cae una hoja en otoño cae la vida
amo la lucha gobernada en lluvia
de pensamientos en cigarros
y sus dragones quietos.
De vid y zarza mi humor,
de espiga y espliego mi canto
así como el romero y la carrasca avanza
el tomillo amado por el caracol
mientras el espino recuerda
que todo acto contra nuestra madre
está entramada en espinas de venganza.
Corría el otoño por la vereda y la rambla
del eterno sendero que viajaba la vida
sin amparar el silencio en el habla
el parco hálito bastó y enfundó
el caballero de su sonrisa deshojada
poblando una décima estructurada
para escribirla más engendrarla de hija
sólo la gente se encargaría de criarla dada la luz
mas del tiempo su virtud
amor sembrado en ella con honor
incluso dado en gratitud
a la madre de todo
ya que la centella Escarlata fue primero a la estrella
como buena ciencia se colmaba de sabiduría
sin saber dejarla ni emplearla
la persona que me lleva si supiera escribir un poema
probablemente no lo haría
con lo puesto eterno aprendiz es,
mas sin saberlo ella su amor e,
y sabiéndolo aún le gusta más
para no abandonar jamás.
El Castellano y Lhiannán Shee
*16*¬
Hipsípila, crisálida azogada,
Reflejando su muda,
Y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomada,
lejano y distante su reino de amor está
Como su centella por capturar,
El pájaro único, igual a todos,
Blandea en estiaje de gris lánguida,
Mientras llueve en el jardín inglés
Bruñida su color añil.
Vientre de hierro
donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
Al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
A su enamorada luna
Que le lleve,
Tarde, de la oliva tu fuste
Junto con el córvido tesoro
De nueces,
El duende su pipa humeando
El esfumino del sonido del grillo.
El reposo de Castilla
Sin preludio de su centella
Que no amará su tierra
Si no a su Hipsípila captor de su vida
Alba más preciosa
Que su anterior atavío triste
Mira los ojos de zinc de su dragón
Y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgida insecto primero en descubrir
El estanque y al beber
Dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
De los valerosos hombres
Él con ojos de fuego y sangre
Mimetizarse puede y en voz
Deslizarse, fúlgidas cabelleras
Cual hombre del norte,
Nada le oculta a su centella
Que ya Más no quiere
seguir sus tareas de castillo
Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará
Al estanque de la vida eterna
Un pensamiento divaga
Del ser en que ella abrirá
La albita de la cuerda
Del grillo que marcará su son
En violín y oro caracol
Con siniestra forma de corazón.
El Castellano
*17*¬
Labrantío:
Lleve donde me llevase el cante
el umbrío, tibio parco hálito,
allá donde mi latido no cupiese.
Te llevo en mi huerto amor
en éste verano que mi Sol de amarillo
la vida ungiese
y la tierra en Encina y esparto blandiese
hoy como ayer
mi cuerpo sobre tu cuerpo
cayese del pinar de mi vello
al margen obscuro, de ti
Puede empezar
solo basta dibujar
detrás de mis ojos
allá mi amada está.
Llamada poesía
llamada Artemisa.
La misa del campo
y el relámpago enarbolada,
nuevo en resplandor de Torr
su rostro cayendo está
centelleando, abriéndose,
crepitando en el Álamo
de. mi amado pueblo
por qué mi Alba a mi tierra
Porque el amor no se elige
como nacer no se elige
ni dónde ni ábside.
Al firmamento mi amaranto
foráneo y mi vida
cercana ama centella.
Y qué lejos veo el ciudadano
cuando estoy con ella.
El Castellano y Leannán-Sídhe
*18*¬
Eternidad cavada en el surco
de y para tu alma
dices de volar
llegada el frío día
mas no es impedimento
para tu cuervo Förüq
que se parte alma y conocimiento
por ver de su vid
florecer el viento
sed y arrase de tu agua
creencias caen dobladas
en tus llamadas
muy largo muy alto
avanzo nuestro sentimiento
despierto del amor
a tu violeta ausente morada
cual ala de su urraca
no volveré a vestirme
de esperanzas falsas
amada verdad encontrada
sí en tu mirada
en el silencio melodioso
vienes de nuevo donde la piedra quiebra
en invierno y su helada
siempre ahora nunca pasado es
historia de mí
escribiéndose bastardes impíos espíritus
por deshojar amando mi virtud
odiando el defecto
me visto de la piel sarmiento
quimera de sangre por tornar flor de difunto
sentido alerta dispara el beso
la chumbera abandona sus espinas
para yo dormir con ellas
como vellos de mi cuerpo
la higuera olfatea mis pasos
mi oscura vida sigue huellas tuyas
en rastreo eterno
y la luna partiéndose arriba
todo es y será amor
de tu vívida y entrañable
por no variarle en disonante
échame un cable.
Estampa entraña amada
corazón de este corazón meloso
que quiere escribirle al campo
y cae en devenirse en su novia.
El Castellano
*19*
Se ha ocultada el Sol
al son de tus versos
que profundamente bullen
desde las vacías cuencas
de tu desgañitada garganta,
por amor gritas,
por amor
te amo.
Si soñar significa vivir la vida contigo,
no despierto.
¿Para qué?
Para ver esta sociedad autodestructiva...
Su sol que les negrea
y acaba caída cual oliva del olivo
y su ancestral ingrávida realidad,
que desconocemos y adoramos
los hombres de bien
que la naturaleza
tornamos como religión.
Parco sentido,
que ve a lo demás en exterior
al ser displicente,
que busca lo sencillo.
El austero gesto
mirando su estampa completa,
él mira desde su interior,
lo demás innecesario,
menos su amor que le mece,
y llena de orgullo
mas su vista llena de lo simple,
cual amor sencillo, tierno, elevado,
todo lo que ella significa
en alto.
Anochece en esta plaza,
no hay nadie
a quién el poder se le oculte
en las pupilas,
anochece y se acrecentad su centella Escarlata,
baldía y yerma de sentido
por unas vidas de suplicio,
sociedad oscura
de noche todos los gatos son padres,
y hasta que amanece,
la lunática sombra se extiende
por el páramo de Castilla,
avenidas árboles,
de luz nacientes.
Llenad el terreno cuántico
de los seres inertes
de su dinero insensatos,
por un crimen de ramas y flores
lloran las estepas
y los campos.
El Castellano y su Valkiria
*20*
Lluvia dorada, aullidos en el viento
visiones en el sueño de volar
soplidos en la sinfonía
de verla a ella día a día
rojo en el cielo
sólo viendo mis ojos
sólo viendo mi corazón ¿qué encuentras?
HABLO de NUEVO
-¿Qué araña me lleva?
Para este latido intenso,
cual siniestro azar,
Todo lo vivido
todo sorprendido en interior del hueso
que me sostiene aterrorízame
lejos o cerca jamás podrías
no puede empezar de nuevo
pero de nada,
de lo acometida en mi existir me arrepiento
todo lo que he amado niebla vuelta de hoja
perder es posible para conseguir una eterna victoria
ya la tengo tu corazón la amamanta
mi novia tierna
infiernos atravesadas vueltos paraísos desmigajadas
de tus fuentes crecientes
eres lo mejor que pude conseguir
por lo que envuelto en conformismo no estoy
puedes verme crecer a mejor con tu ser
sólo soy lo que tus ojos dicen de mí.
y los espejos se clavan en las sienes
hacia mí vienes
valores míos forjadas en la espada de Nada
mi estómago el caldero de Dada
por lo que nunca se acaba el deseo
de en mi interior cocinar tu amor
mi valentía tejida en la lanza de Lugh
nadie es más fuerte que yo
porque nadie me supera y no supero a nadie
sabiduría y juventud bebida en la piedra de Fácil
soy Yo un hombre de la diosa Dana
su caléndula enraíza mi corazón
y tú eres su abeja mi Alba
esperando que conserves el carde de la dama
que te entregué
hoy como ayer a tu lado estaré
hasta que mi aliento raje el cielo contigo mi cielo.
El Castellano y Leannán-Sídhe
*23*¬
En sangre elevaré mi canto al cielo
Poeta sin tiempo,
escriba antiguo
deshaciendo el sentimiento,
vuelvo a caer en tus ojos
miel de dioses,
vuelvo a desangrar la rosa,
crece la amapola
su sangre enraíza
este el mío corazón,
vengo a por tu beso,
vengo a por tu aliento,
vengo a morder tu cuello,
jinetes del tiempo
muertos en este horizonte sediento,
escalé la montaña
hasta llegar al cielo
robé allí tu amor eterno,
ven amada mía
rompamos las cadenas del placer
en gemidos envuelto,
volvamos
al dulce momento nacarada
de aullidos a la luna de luz de plata,
yo lobo celta
yo druida antiguo
vine a por tu beso solamente
me llevé tu corazón
de adormideras envuelto,
las hadas gimieron
este amor itero,
el dragón verde
me nombró su escudero,
yo de la rama roja
yo espíritu antiguo
amigo de hadas,
leo la naturaleza,
ella me dice
las raíces gritan
las hojas mueren,
el aire se asfixia,
los ríos lloran,
las almas duermen
buscando venganza
el ser humano,
depredador asesina a su madre
y raíces dicen
todo lo que no puede hablar
en silencio grita
pero todo muere en silencio.
Este pájaro de fuego
habita mi cuerpo
demonio antiguo
que habla en poesía,
idioma de dioses,
flores amando mariposas
como amores imposibles
yo alcancé tu alma y esencia,
yo fundí mi latido
y mil veces más fuerte
vengo a derrotar al tormento,
guerrero de mil batallas del abismo,
ángel degrade allí abajo
luchando con legión de sombras
y demonios derrotadas a fe y luz,
yo surcaré el infierno
y en la muerte traeré
tu amor de nuevo,
serás mi esposa y mariposa
aun tenga que revelarme a la creación,
escriba con el demonio dentro,
lit et sumun cana,
miles dei lumen,
mea unguis temor alum,
morsa erita uso mea.
Plubia cordis, ardentissime cupere amôris
stupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûus.
Sânô anima, fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô metaphora,
suspirium natura, amâvî ferventis.
Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus, sôlus cordis.
Callis unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.
Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.
Esta amapola canta,
tu amor dentro late
como sabia de roble,
vuelvo al inicio del sentimiento,
vuelvo a amarte sin tiempo,
en este lecho de antiguo romance
tu sangre beberé
mi sangre te daré,
eternidad en mi pupila,
muerte sin cielo,
condena a renacer
en segunde estado
de transmigración de las almas,
en letras rompo mi condena
para ocupar mi lugar merecido,
aun mariposa en siguiente vida
sabré en que flor encontrarte mi hada,
voy allí voy al final del bosque del olvide
y te encuentro desnuda
mi caricia te dice
un te amo
tu sonrisa despierta el beso
en instante eterno,
a verso lanza y garra,
rescaté el amor eterno,
nací de nuevo en tu corazón preso,
agarré tu piel
bebí el placer
respiré el fuego
probé el vicio y el demonio
quisieron a golpes
matar mi inocencia
hoy he venido a vencer
mi pasado maldito,
he venido a aceptar a dios
como fuerza celeste,
aun rebelde mi fe nunca murió
hoy como ayer luché
y tu calor tu amor
tu rosa tu piel tu seda
tu bondad pura me regó,
flores crecieron en esta mía entraña,
el sol iluminó la centella Escarlata maldita,
he venido a casarme contigo
a hacerte mía
como nadie te ha hecho
a despojar al tiempo de sus ataduras,
a eterno morir en tus besos,
he vuelto y el mundo temblará
porque de nuevo sigue en pie este amor,
el corazón siente fuego,
el alma estalla en luz de lucero,
el espíritu habla más allá
de sombras y te abraza,
la batalla como la primera venida
será dura pero de nuevo venceremos,
a mí la fuerza,
a mí la esperanza de la nueva lucha,
a mí la bendición de diosa luna,
a mí el poder de Dios Sol
a mí su furia de fuego,
y el rugida del león de Judá,
maldigo a quien destruye este planeta,
maldigo a quien destruye a diosa Flora
y a madre natura,
jamás mis manos mataron un animalito,
como celta en armonía vivo
con la naturaleza de dios Padre,
Conchabar Mac Ness dentro
hoy tu poder siento,
como serpiente antigua
eterno viviré en esta tierra,
y cuando el hombre se destruya
por avaricia el mundo seguirá su curso sin él
y la naturaleza apoderará
las ciudades
no habrá ningún ser tan dañino
como el hombre,
los cielos se volverán rojos
el cielo llorará sangre,
los ríos sangrientos envenenarán
y el eterno resurgir vendrá,
lo más hermoso de este mundo
es el paraíso de la naturaleza
pero para el hombre lo más hermoso es el oro
y el dinero demonio,
vengo a amarte sin tiempo,
vengo a crear mi eternidad en el cielo
como en la tierra,
vengo a caminar las aguas
a romper los hielos,
a fundirme en fuegos,
a incendiarme de pasión en tus ojos ,
vengo a destruir mis cadenas
y amarte libre
como el pájaro a su vuelo,
yo pájaro sin alas,
yo pez que cortaron sus aletas,
yo hombre
que jamás pudieron cortar su libertad,
a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,
en tormenta tendré el agua de tu boca,
en caricias prenderé esta hoguera,
en tu corazón sembraré la amapola
eterna del amor que quema,
ninfa mía ven, ven, conmigo
a esta tierra de fuego,
luna mía ilumíname el camino,
se mi amparo ,
sé mi abrigo en noches de humo,
Dada, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
elevar mi canto al cielo,
arroparme este fuego
que dentro tengo
en fe os sirvo como druida antiguo,
os pide bendición,
Artús dame tu fuerza,
Cernunnos caza al cazader,
Taranis riega estas tierras
salva los pocos bosques que quedan,
Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,
ofrezco este humilde canto
a todos vosotros con esta luz
que me queda darme fuerzas
en este amor que me alimenta,
eterno vivo eterno muero,
eterno sirvo yo guerrero antiguo
yo druida de la rama roja celta.
Los dragones volverán a surcar el cielo
y no habrá clemencia para el mal,
serpientes antiguas la lucha sigue viva.
Este mi humilde canto
temblará en la tierra ,
iluminadme este amor que siento
y que de mi alma se apodera,
amada mía sé mi sombra
como yo soy tu luz y tu calor,
sé entera mía como el pez a su río ,
y la piedra a su montaña,
sé mía como el árbol a su tierra
y el ciprés a sus muertos que vela,
sé mi amparo en la batalla
hoy de nuevo como ayer
juntos veremos el nuevo amanecer,
y la luz que cegará la tierra,
no hay miedo porque te amé y te amo,
aun ciego mi Alba
te seguirá perteneciendo
como la abeja a su flor,
no habrá poder
que pueda separar mi alma
de tu corazón,
eterno te serviré
aún tu esclavo mi reina
te haré la mujer más feliz del mundo
aún en la muerte
mi alma seguirá el camino a encontrarte
y eterna tenerte,
no me desampares el camino duro,
sé mi fuerza en la lucha
nuestro amor ganará
y derribará el mal
que nos quiso sangrar
y en vida condenar,
la felicidad sigue viva
como la amapola florece
cada junio en el camino
te amo y lo haré
aún tenga que enfrentarme al mundo.
Genio locura dioses ancestrales abrir este camino,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo
y eterno resurgir en ti cierra y comienza,
agua riega esta amapola del pecho anclada
porque ni en dificultad ni en soledad,
perdió esperanza, ni pétalo carmín de sangre.
Fuego prende eterna la llama del alma
esa que en mi dentro tengo evanescente a mi amada.
Aire lleva este canto al cielo une mi alma
eternamente con mi amada,
envuelve en tus alas este hechizo de fe y amor,
Magia creo en tu poder, por la luz dorada de mi aura,
índigo me vio nacer este mundo,
en letras dejo la sangre esperando surcar la eternidad,
alma antigua cuerpo joven, magia envuelve este amor
florece este bosque mágico cumple
y demuestra eternamente que los cuentos de hadas
siempre tienen final feliz,
aun luchando con el mundo a las espaldas como héroe griego,
aun en la penumbra este guerrero antiguo
no sucumbe ni sucumbirá,
el cielo se apiadó de este canto,
la luz nació de la centella Escarlata,
y el alma salió de este mi cuerpo
para arroparte el sueño
vuelvo y he venido cien veces más fuerte.
Condeno al tiempo
porque en vida la eternidad
a sudar y sangre quiero conquistar,
por amarte puro y de verdad,
no quiero el cielo si no es para vivir en el contigo,
no vivo esperando tierra vivo amándote
conquistando la llama de Venus y el fuego de eros,
diosa aurora se enamoró de esta historia
de des almas entregadas en un solo corazón.
El río de las almas volveré a surcar,
una vez de mi cuerpo las cicutas crezca
y la Araña teja el punto final a mi destino,
traeré este amor eterno de nuevo,
como el sol existe y la ciencia
engaña a quien piensa en este planeta.
La polilla surca la noche,
revoloteando alrededor de la llama
ella atrae simbolismos opuestos
el del alma que busca a Dios
y el de la locura que se aboca a la perdición.
La rosa azul desangra un te amo
y el caracol encuentra su tomillo anhelado
a la bruma del húmeda amanecer,
la hiedra escala el árbol
envidiando su altura,
siempre buscando llegar al cielo,
siempre los vegetales buscando la luz
que alimenta su existencia,
cruel de estática vida pero longevidad imperial,
una plantita llora una gota de rocío a la orilla del río,
una mariposa se acerca
qué pena tienes tú que penas tienes tu plantita¿?
tú que eres joven y linda,
luz y río te acarician, no llores bonita
mariposa quisiera ser mariposa quisiera ser
y a mi amada granate de la otra orilla que está solita
poder besar.
Viento, viento bonito tráeme sus semillas,
para que juntos juntitos podamos renacer.
La salamandra de fuego indica la heráldica de este corazón,
valor fuerza y honor,
como dragón enroscada al árbol celta de la vida
mi calor arropa tu cuerpo noche tras noche nacarada,
en la lluvia soy tu sed, en el frío soy tu calor,
en el viento soy tu silencio, en la calma soy la vida y la muerte,
en la centella Escarlata soy la luz que no se destruye,
yo como ella solo viajo a besarte,
en el tiempo soy el instante eterno de un parpadeo,
en el fuego soy fénix, en la tierra soy humano
soy imperfecto,
pero amo toda vida ajena, en armonía plena,
luna abriga este sueño,
concédeme tu compañía
frío en tu existencia jamás podrás congelar este latido,
amo amarte, vivo vivienda morir
en tus dulces labios flameantes.
He venido a renacer eterno,
he venido a robarte un beso
para que lo recuerdes
cada vez que tus ojitos cierres.
Como salamanquesa trepo tu espalda,
y como golondrina busco la primavera que haga florecer,
a cariño, ternura y apoyo todas estas flores
que sembramos en nuestros corazones
y cuerpos de amantes sin tiempo.
Vine por tu beso, me llevé tu amor eterno.
Como lobo celta guiaré a mis antepasadas en mi final.
Gracias mis Señores por concederme mi última ilusión,
y volverla real de nuevo,
aun sin cuerpo esta alma gritará por ti hasta temblar el cielo,
esta amapola de sangre llorará de amor de nuevo
al juntar nuestros labios de nuevo,
calentará cada invierno nuestros cuerpos,
sus raíces de bronce y tornasol volvieron,
de cobre nativo fundieron sus semillas.
Y oro agarrada este dulce sentimiento,
muerto sin sentir tu aliento,
cercanía de tu calor aun en la distancia que decretaba
olvide de razón,
querer puro, solo corazón.
Como es arriba es abajo, y el cielo llenará de luz el abismo,
el leviatán despertó y su furia solo es conocida,
por estos hombres como yo que temen a Dios.
No me desampares en la lucha sé mi fuerza contra las acechanzas,
mantén inocente este corazón que no dio cabida
a la envidia ni al odio cegador
si la dio con luz de alma y espíritu pronto la desvaneció,
he venido a cantar al cielo,
a florecer mis semillas a mi paso,
a curar mi dolor a buscar en tus brazos mi calor,
a darte mi vida,
a asumir que me has salvado la vida porque mi vida eres tú
hada mía.
Vengo a agradecer este amor que habita mi cuerpo
porque en el silencio de este manuscrito eterno grito,
que poeta del viento a lo que me califico,
no sucumbiré hasta vencer
y junto a ti cada día ver mi vida florecer a te amos
cada amanecer.
Cicutas rojas y negras crecerán de mi lecho
de la sangre de este amor envuelto
y de la tinta mi inmortalidad en verso.
Noche lúgubre y umbría
por fin me diste el sueño que tanto ansío,
soledad qué pena tienes
que conmigo no puedes.
Amada mía has vuelto a mí para ser mi noche y mi día
has vuelto para siempre quedarte
en beso tinta y sangre agradezco a esta llama fulgente,
a este amor que seduce y me deja inconsciente,
como vivo estoy y tu imagen surca mi mente siempre presente,
Mi cielo,
tu sol, amada
me pediste ser tu luz y que tu fueses mi dueña
a si será siempre, así siempre ha sido.
Eterno a tu lado vivo
y enamorado
hasta el final de este latido.
Las luces de la ciudad apagarán,
dejarán a los luceros realmente brillar,
la torre de babel tumbará arrastrando
al dios dinero de esta sociedad
yo no estaré en cuerpo para ver de nuevo como antes su final,
pero llegará y la bondad volverá a reinar,
la vida para los vivos, la muerte para los muertos
yo poeta sin tiempo,
vengo a por tu beso y con tu amor ya soy completo.
Vengo para quedarme a tu latido preso,
vuelvo para deshacer el sentimiento
vencer al mal que cobijé,
a humilde agradecer la vida de amor que a mí ha vuelto,
con sangre en mi cuerpo deseo tenerte cada día
como centella y amada mía como hadita y delicada florecita
que solo necesita de mi Alba y mis besos para vivir.
quédate conmigo,
quédate a mi ladito,
este mi cielo te daré, este cuerpo y espíritu
te pertenece como el arcoíris a su cielo,
acompáñame este sueño a la tierra de fuego,
mantén viva la llama en tu pecho,
siempre sabrás que yo soplo para encenderla y crecerla.
Ven amada mía dame tus besos,
siente este corazoncito latiendo en versos,
siente una inspiración invencible,
como Dios Sol que existe y es invencible.
Enganchemos nuestros cuerpos enroscadas como serpientes,
amemos el silencio y ternura de nuestros ojos,
sintamos ardientes las caricias,
y la piel tersa de sed,
devolvamos a la noche de su encanto
y gemidos a su luna.
Seamos como fuimos quimeras de fuego con un mismo latido,
cuidemos el mismo corazón que habitamos.
Yo quien pintó el cielo en colores a su amada
yo quien obtuve de ella la felicidad inmortal.
A su lado mi fuerza para cuidarla, amarla y protegerla,
vuelvo a vivir vuelvo a en mi interior sentirte como riada,
y lago que da vida a mi calma,
tú mi ninfa, mi amada, mi musa,
mi hadita, mi florecita
mi bella Granate.
Yo tu guerrero eterno.
Siempre tuyo como la luz al fuego.
Te amo y te quiero.
El Castellano Y Leannán-Sídhe
*21*¬
Una nube de tranquilidad
me cobija mientras observo el paisaje;
el caserón vuelve a relucir con el cuchillo degrade
de la piedra caliza,
que resiste el embiste del viento y las lluvias;
la lagartija tomando el sol está,
tuerce la cabeza y cierra un ojito
aprovechando los últimos rayos de sol;
el escarabajo de tierra camina lento
con sus fuertes patas,
tropieza y vuelca quedándose
varios minutos intentando ponerse derecho;
mientras, se despierta uno
de los des grandes murciélagos,
que aquella recámara de la gran casa rústica
ocupaban.
Amapolas y amarillos de espinos,
con el verdor de los pinos.
Vides para cuidar y cultivar,
un pequeño jardín con caseta para las gallinas
y animales como conejos;
frambuesas, moras y arándanos,
en un pequeño huerto al lado de la puerta,
un pequeño estanque de azulejos en el aljibe,
donde nadan tres carpas y un gamusino,
oscurece y el joven rapaz de cernícalo primilla
del palomero oscuro de la casa,
se lanza a por un pequeño ratón de campo,
que andaba merodeando,
buscando algún resto de harina o de grano.
Con los primeros rayos de sol,
la mariposa de bellos colores reina amarilla,
donde sus aleatorios vuelos en busca
de flores de lavanda de mi jardín,
es atrapada por el pequeño mochuelo,
que salta del agujero de aquella antiguo olivo,
mas un ciprés y un tejo llevé a mi morar,
que de a poco ya parecía un castillo natural,
silvestre como el viento
el mismo alma que un cuervo,
buscaba amor pero más la obra del Creador,
quién ansía más quién quiere más
que se le cumpla la constitución de su patria
de un hogar digno para cada sanear,
viajé en busca de lo exótico
me quede con lo primitivo
y eterno vivo.
Dragón verde cobre y Lhiannán SHEE
3339_0051El código del Guerrero ¬
Viene altivo a desjarretar
el vasto granate
azogada trae el espíritu,
ya suenan los tambores
y picos mineros,
Junto con la libélula vaga
zigzagueante.
Llegan los nelumbos norteños
y la cigarra su violín viejo, senil
de sí marcando junto con el grillo único
su bandurria dulce estampa
del estío advenida.
Refrescándose la dama Lhiannán
en el río más ninfas admiradas
hilan de la moza sus cabellos bajo aguas.
Caracoles avanzan lentamente dirigidas por duendes,
las lindes en paz están y los espinos
Y encinas polvorientas aguantan
una eternidad más.
Céfiro hijo del viento Sigfrido que por
coraza su pecho, por casco su cabeza,
por escude su palabra avanza
por los caminos dirige su mirada al río
allí él avanza para encontrarse con su amada,
todo lo que el bosque alberga celebró la unión
de sus des cuerpos como serpiente de des cabezas
Blanes Cinéreas hija de la sangre de la medusa
muerta por Perseo.
EL Castellano
*22*¬
Hipsípila I, II, III, y IV
Entre sierras y montañas
de verdes y valles de ríos sangrientos,
ven pasar la espada de Hipsípila
árboles milenarios
asolando a los caídos,
ven lejos los astros prepotentes
de sí mismos,
desconocen el hijo del viento y el Sol
que va por los senderos,
¿Dónde irá ese hombre?
-Sólo él lo sabe,
a una centella vampiresa¡
le prometió una flor
de la montaña más remota y alejada
pasada la Torre de Hércules.
Con raíces la trajo,
sin un solo pétalo perdida
ni hoja caída,
a la orilla del río la puso,
a la orilla del río ella la quiso.
Cada primavera iba a visitarla,
cada primavera su flor
de color distinto vistió.
Un año notaron triste a su flor,
extrañaba su montaña.
Su amada le pidió piedras y tierra
de donde fue encontrada,
a si lo quiso, así sería.
Al llegar a la montaña
en el lugar de donde estaba la flor,
allí una serpiente sabia encontró,
cual ella le dijo:
Si muere esa flor morirá tu alma,
-¿Qué misterios entraña
pues dicha hermosa flor?
Es hija de los cielos como tú, contestó.
Sí quieres saber más pregunta
a la reina de las mariposas,
que yo estoy tomando el sol.
Cogió las piedras y tierra y marchó,
en el camino una mariposa
se posó en su hombro,
le dijo al oído
sígueme mi madre te espera en el bosque,
allí fue,
la reina de las mariposas,
le dijo que esa flor fue
de las más antiguas en crecer
después de los helechos,
tan antigua que tenía
capacidad de sentir intacta
como los humanos.
De ella se despidió
tras darla permiso
para beber de su néctar.
Rodeando la flor
puso la tierra y las piedras,
decidió tras el consejo
de la serpiente y de la reina mariposa,
visitar a la flor cada mañana.
Su centella también se alegró
y del bosque un lobo para Hipsípila
regaló,
en amor juntos vivieron.
Un día la flor se cerró,
en su interior
semillas latieron hasta
caer a la tierra
con las primeras lluvias;
de cada una de ellas,
brotaron plantas jóvenes
con los colores del arco-iris en sus hojas,
de cada semilla
de esa antigua flor
despertaron las hijas sede;
hadas que cuidaron el bosque
y cada arroyo, esa fue su leyenda,
un cuervo un día en su ventana posó
dijo con amplia voz:
A la tercera luna llena
vuestro mundo caerá en guerra
solo el tejo milenario de las runas del padre
Tuyo Hipsípila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir
Y a vuestro lado luchar
el árbol inmortal solo pedirá un acertijo
para ayudar mi nombre que es Förüq
os ayude por traerme sustento cada día
desde que sigo a vuestro lobo del bosque
de la sombra y el manantial eterno.
Hipsípila, crisálida azogada,
Reflejando su muda,
Y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomada,
lejano y distante su reino de amor está
Como su centella por capturar,
El pájaro único, igual a todos,
Blandea en estiaje gris lánguida,
Mientras llueve en el jardín inglés
Bruñida su color añil.
Vientre de hierro
donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
Al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
A su enamorada luna
Que le lleve,
Tarde, de la oliva tu fuste
Junto con el córvido tesoro
De nueces,
El duende su pipa humeando
El esfumino del sonido del grillo.
El reposo de castilla
Sin preludio de su centella
Que no amará su tierra
Si no a su Hipsípila captor de su vida
Alba más preciosa
Que su anterior atavió triste
Mira los ojos de zinc de su dragón
Y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgida insecto primero en descubrir
El estanque y al beber
Dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
De los valerosos hombres
Él con ojos de fuego y sangre
Mimetizarse puede y en voz
Deslizarse, fúlgidas cabelleras
Cual hombre del norte,
Nada le oculta a su centella
Que ya Más no quiere
seguir sus tareas de castillo
Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará
Al estanque de la vida eterna
Un pensamiento divaga
Del ser en que ella abrirá
La albita de la cuerda
Del grillo que marcará su son
En violín y oro caracol
Con siniestra forma de corazón.
Grama fría
en la aguja que mece,
que sostiene la enhebrada parca
de la mente que clama
la muerte de la conciencia
y su desdoblado humor.
Gris el hálito crepitando
que cayeron los templos
de huesos mientras
Hipsípila nacía
de la fuente de la vida
en reino inerte cobraba lugar
él lloraba piedras de montañas
subió los montes,
los hielos derritió con paso lento y decidida
a las plantas les dio voz,
el reino del hombre cabalgó
sin entender su religión
que no era basada en el rayo de Sol
Hipsípila cabalgó y cabalgó
Sangrando su dolor en rocío de flor.
Un día se detuvo en un castillo
de las tierras del norte
allí descubrió una centella
de ojos color tierra
y unos cabellos color de su fulgurada
Sol y su ilusión se encendió
pidió cobijo y allí conquistó aquella centella
para luego hacerla su compañera eterna
compartiendo su secreto del manantial
ningún reino pude más que al
de Hipsípila inmortal que a su castillo llevó
que traía toda simiente vegetal
y todo pájaro trinó Hipsípila siempre vivirá.
Legaba su destino a Hipsípila la segunda
luna nacarada, repleta en el ojo distante
del castillo reino del inmortal albor nacida
crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor
el bosque de la sombra y el manantial
con el que despertó aquel inmortal dragón
era iluminada en golondrineras y yedras siniestras
el lobo corría marcando sendero
hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos
un torcaz mensajero llegó al castillo
con premisa de ofensa para isípula
pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte
si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas
contra ÉL denominada en aquella carta capataz y jardinero del demonio
sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen
era el origen de todo lo visible
ÉL, último guerrero de la luz
ya ante el tejo guardián presentado
humilde le pide ayuda todo nuestro origen peligra
el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol
sólo usted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo yerto ser que en ella
descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para acabar con ésta cruel injuria
que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano
-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa será escuchada
¿Cuál es el nombre en el idioma más antiguo conocida de cuervo negro
que mora nuestras hojas,
-Förüq es la respuesta, contestó Hipsípila
tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre
fue presuroso en compañía de su amada y su lobo
a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura
del cerrajero universal llamado Hierro
al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al unísono
del mundo entero y la centella tropezó del susto cayendo al manantial
toda el agua torno color rojo hierro fundida y una silueta en roja sangre se iba dibujando
en corazón naciendo del agua abriéndose
una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre
dijo al despertar:
Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra.
El Castellano y Leannán-Sídhe
3339_20150929_213543El código del Guerrero ¬
Luna:
Me condena la vida
a escribir ecos sordos
de centella Escarlata
bebidas en noche
donde los grillos bailan al son
de su lunático violín
y yo que te busco luna
entre bloques de hormigón
y cemento mas te escapas
por las violetas ramas
Oh quién te tocase
me condena todo.
Pero éste lunático te ama luna
como lobo de hierro.
Graznas de un cuervo encendida
calman mi sed de tiempos muertos
sí de su cruel invento,
y su esclavitud del hombre moderno.
Avanzo sin permiso ni final,
hoy me funde en yunques sin dormir
y hierros fulgentes de Miguel Hernández.
te pregunto qué es el instante
si todo final depende del principio
inmortal te siento.
En este horizonte sediento
Que gotean murciélagos de humo
y ventanas al opaco punto
ese que te busco cuando noche llama
floreciendo al viento mis simientes
de piel y verso mi infinito ciego
clamando llorar el cielo
mis anhelos encendidas
en tallos de germinada realidad
sin abismos difusos retorcidas
sin más suplicio que mi dulce tormento
ese de mantener vivo mi verso
de amor preso, de tu luz mi canto
mi estrella apagada que brillas
por mi Dios padre Sol.
El Castellano
Piel y verso:
Armonía la bella calma de tu voz
que hallo en verdor de floración
sin duda ni temor,
sin limpio escudero más que yo.
El tiempo y su aguja inerte
de ser invento de ilustres esclavitudes
de rutinas cicatrices
de dibujada normalidad
por bocas grises.
Avanzo hoy sin directrices
el campo de tu piel
por conquistar y clavar
mi caléndula bandera.
Por coraza mi pecho
con el corazón más fuerte
que el hombre vio.
Conforma la sangre
y tinta de éste poeta,
escriba del viento,
que solo habla silencios
de Dioses y humores
de sus venas razones,
de su alma sentires plausibles
en gesto y beso
por la armonía conquistada
de ser entero pleno,
disonante al defecto,
lleno a la virtud certero
de mi recta labor.
Amarte libre de maldad
ni interés que no sea alegrarte,
mi bella, mi amada Escarlata.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Llórame la noche:
Cauce sanguíneo de mi bandera,
por plasmar oros en tierra,
veo poblar mi quimera
de sal y arena.
Playa en regazos
de tus bellas piernas.
Amamantada sirena
al son de mi saliva verdadera.
Letras que aglutinan
el sentido inerte de la sierra
y sus piedras en vena.
De arterias de hierro va mi río
con destino lento
Surcando tu naipe de mujer,
congelada, derretida
en arrullos de mi pecho.
Pude ser hoy sin darme cuenta
el día más feliz que yo viví
porque yo estuve junto a ti.
Hoy aquí mañana allí,
tú tejes mi devenir
en el sino del destino
como hoja al viento
me siento.
Amor de día,
amor de noche
para besarte yo sin derroche
estallando el azabache
sí ese, el que llora la noche
sonando grillos feroces
y nacen las mandíbulas
de larvas carnívoras.
Futuras luciérnagas
de nuestros albores
crepitando nuestras ilusiones.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Yo el Sol:
Arde mi interior,
fuego azul sin compasión
al clamada encontrado amor,
por deslumbrar vides quimeras de sí,
presas de su sombra que les lleva.
Guerra al respaldado albor
por ser único sin condición,
muy sencillo de que escribo
o hablo con las manos
mis palabras son mejores
que el injertada silencio
en estáticos límites
de enarboladas espirales
por visualizar
al cerrar mis ojos de grillo,
lunáticos de ellos mismos
con su marea oceánica en brillo,
iridiscente al complaciente beso
de unos labios sedientos
en caos febril de pasión
enamorado caracol
avanza sin permiso
ni final
tu lengua sin acabar
resguardes oníricos del ser
con razón y hábil tenaza
de bondad y coraza
mas su premisa:
-Levantarme cada mañana
habiendo hecho algo mejor que ayer
porque uno es lo que hace
si soy también lo que siento
aparte de Dios de mí mismo como el sol
soy tu eterno acompañante
porque del amor que por ti siento me envuelvo
Escarlata mía.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Tornasol:
Resoplo en el borde del papel,
abre en recordatorio el dicho
de por amor libre soy,
cuando del ser
tu ser tu cauce
apoderó hasta el sentido
no conocida
resueno en el borde de tu corazón
por haber hay honor
girada en tornasol
lago de esperanza en flor
resquicios del ayer,
consumidas,
en un vaso de agua
hoy por hoy
ni sé qué es el hoy
ni si sigo vivienda
sólo un pensamiento
me encanta sentirme contigo
todo es relativo
menos mi sentimiento de amor por ti,
que se sabe o no se sabe
y yo lo sé porque estoy enamorado
habló el humor trenzada
albor al arcoíris nuestra visión
te adoro válgame la condición
por ese nuestro cielo
encausada en flor
gimo y grito sin compasión
para certero verlo en nuestra verdad
de que no hay flor sin abeja
ni almendra sin almendro
porque creo en ti
porque vaya donde vaya
estás en mi corazón
como recuerdo al cerrar los ojos
imposible de difuminar.
El Castellano
Silencio atrincherado:
Respiro el halo de tu suspiro
en esta calma vestida de estrella
congelada, entera en el secreto
de des almas voces.
Vivienda en la eterna lucha
de agujas atemporales
en vacíos latentes
por dibujar un corazón sangrada
de palabras de humo
en resquicios de amada luz
de conocimiento interior
como precipicios desdobladas
en vértices de inacabadas trazas de tu ser
que come y me come
las venas para fundirse
en simiente de enamorado amor
luchando para florecer arterias
en rojas rosas silvestres,
una década de vida escribiendo
retorcida silencio por estas manos
que soñaron acariciar tu cuerpo
incluso antes de conocerlo
puede seguir mis pasos erróneos
y todos en esta circunstancia
de la que ya hoy me río
porque de nada me arrepiento,
acometidas fueron para conocerte,
entonces para qué quejarme
me haces feliz
y ninguna clínica de media estancia
con su condicionamiento ensartada
borrará la sonrisa de mi cara
ni tu cuadro en mi vida.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Carcoma del sentido:
Arde en brío la lágrima de fuego
del silencio esculpida, tejida
cual flagrante realidad embestida,
de unión de des gotas de agua
en sal y arena tu vida me entró en veda
cristales de roca y el saber preso
que seguiré a tu vera
infinita esencia modelada
desde el verbo sin nombre ni apellide,
al abismo prendido, encendida
en compás de danza de sabiduría en piedra,
buscando esa tenue luz silenciosa, eterna,
flamígera.
El compás desvanece en notas
jamás marcadas
de mi lengua paseando tu vientre
infinito se llama nada
silencio se llama grito
ven, ven conmigo si el saber fue preso
tu imagen es ciega
puesto tu corazón belleza despliega
mujer de las flores silvestres
estoy contigo una vez más
y cada vez más dispuesto
a tu yerta fecunda estática sonrisa
en la eternidad que mece y sostiene
la carcoma de mi árbol
chirría, cruje, crepita, a puro, limpio
duro mordisco desvelada
de tu piel mujer urajead
velada en río de arterias y cauces
que calman mi sed
de rojos colores,
donde abren de gramas sienes
temblando vivos amaneceres
hoy que es el hoy si la condena
es condena por así verla
siempre estoy contigo muchacha
cual araña cuelgas de mi corazón ensartada.
El Castellano y Lhiannán Shee
Zorzal:
Abismos prendidos
en retinas de hielo
donde arde en albor
el hierro de mi Alba,
ascua eterna, sanguínea,
tejida de mi vida
que siempre tengo
en mi mano encendida.
Muerto el tiempo
para abandonar.
Estoy para luchar
mas puente digno
del destino dificultad es.
Avanzo mi sendero
sin franca tapia ni verja
Vea donde vea
te veo vida plena
incluso llevando estaciones
a cuestas;
De negros lirios desangradas
y su cabra rojiza masticando
al son de un sí bemol
el transparente pío
con su zorzal.
Va mi invierno para empezar
al calor de mi amada
a la helada
de un futuro que derretirá
y de sus labios brillará
abandonado ya
mi nicho temporal.
Ella que me falta
la deseo con más garra y fuerza
ese nuestro día semanal
de unión de des gotas de lluvia.
Fuerza de mi fuerza, valor
de mi valor, al fuego
arde nuestra condición
para volar en nuestros sueños
como molinillo Diente de león.
El Castellano y Lhiannán-Shee
Armada palabra:
Destino parco, negro,
opaco a tu vítreo tras luz.
Dime
si a ti estoy sujeto
mi devenir sostienes,
y meces en tu hálito
por qué no me amas
y quieres
que todo lo bueno
desate el mío existir
llega cuando mi quimera despierta,
mi infierno destapa.
Digno saber que siempre
hay alguien que está mejor que yo
y alguien que está mucho peor.
Mi meta como humano ser
es feliz ser,
apresa si hubiese maldad
deja mi bondad brillar
en orgullo y sonrisa limpia
porque es lo único que me sostiene
en este abismo invernada
por mis flores soslayado
no quiero más, tengo novia,
una amiga,. familia, tres tesoros
líbrame de esta situación arbitraria
que coarta mi libertad.
Del ser que te habla
sólo sus pensamientos
le importaron a sus actos
y sus actos a su mera vida
tanto propia como de sus tres tesoros,
dignos, plenos, llenos, añades,
veneradas, auspiciadas, completos,
versadas, endiosadas.
Dime árbol mío en qué fallé
Tu infinito me lo como hasta tejerlo
Y modelarlo correcto
para éste existir.
El Castellano y Lhiannán Shee.
Darnos brote
Escrito a ciegas, con los ojos cerrados, dejando hablar a mi subconsciente:
Er en eternidad como en un
principio que esta finí le canto
forre in ti Esla de mare
profunda esta allí espera que
le tienta próstata de venta
en quodi pragma
tersa ent
perto la flama de mundi
le anima sed libera eite
par muos que
vers tro paremo
volta tiz care
ledie flagra
le cors ti spera
ti ama tea
le come remort en du murde
in et fino cat
caeblis set infernus
oscur le soleil estrella
da mort la vida in vita en cana
la victorium per di anima libera.
El Castellano
Ruide de opacidad:
Recorre un destino, avanza en un sentido
de su ojo mejida, reverbera sonidos de humo
crujiendo la mecedera del sin sentido
se derrite el cuadro de tu vida dibujada
una palabra para tu miedo ‘‘ninguno''
el silencio chirría grillos colgadas
haciende su ruido en Sol mayor
investida estación de los difuntos
sí es verdad poetas os amo muertos
o creídas vivos ustedes,
el ciclo y su trilladle esplender
germina de la tierra en albor,
cuando cae una hoja en otoño cae la vida
amo la lucha gobernada en lluvia
de pensamientos en cigarros
y sus dragones quietos.
De vid y zarza mi humor,
de espiga y espliego mi canto
así como el romero y la carrasca avanza
el tomillo amado por el caracol
mientras el espino recuerda
que todo acto contra nuestra madre
está entramada en espinas de venganza.
Corría el otoño por la vereda y la rambla
del eterno sendero que viajaba la vida
sin amparar el silencio en el habla
el parco hálito bastó y enfundó
el caballero de su sonrisa deshojada
poblando una décima estructurada
para escribirla más engendrarla de hija
sólo la gente se encargaría de criarla dada a luz
mas del tiempo su virtud
amor sembrado en ella con honor
incluso dado en gratitud
a la madre de todo
ya que la centella Escarlata fue primero a la estrella
como buena ciencia se colmaba de sabiduría
sin saber dejarla ni emplearla
la persona que me lleva si supiera escribir un poema
probablemente no lo haría
con lo puesto eterno aprendiz es
mas sin saberlo ella su amor es
y sabiéndolo aún le gusta más
para no abandonar jamás.
El Castellano y Lhiannán Shee
A la centella Escarlata
Fuego brota de ojos altivos
desvanecidos en boca de bruma gris
caídos los años la batalla va
por arrasar sangres de estampados
violetas ausentes para el río
de ánimas desangradas
va este carro descarrilado
en tren de abismos insospechadas
sexo y dinero como alpiste
de madre del pájaro
y tus guerreros vueltos
papel y polvo caídos los años,
en la centella Escarlata me vuelve a llamar
congelada amada jamás desvanecida
sujeta a la crueldad de su código de barras
celda de su ser si acaso edad fuese impedimento
el alma mía no entiende de siglos
quiero ir contigo centella Escarlata si ven me dices
sólo silencio es cruel invento quien te diera color y voz
cuál ángel abanderado capataz de tu huerto de sombras
y saetas de notas hoy no estrellas que lo mío es para siempre
madre de todo yo guerrero de la luz investido
sin locura carcomida digno arte de admirarte
yo me conformo con mi destino y camino
si no superé tu prueba dame un guiño
y flotaré en tu negra ala de colmada belleza
que como sabes diriges al abismo de las almas por escalar
nada quiero, nada deseo, todo lo tengo
contigo mi Escarlata
El Castellano
Pupila de tierra:
Fulgor ausente brilladle
cruel de su suplicio inventado
ángeles discuten cuál la bella amada
estrelladles en estrellas resultaron
mi Alba fue para la más bella a mis ojos
tranquilidad querían y eso dey a raudal
tenue, tibio, veloz, displicente, nacarada
de mis ojos labrado
voy arrastrando la apisonadora
que es mi circunstancia
mi vida al fin y al cabo de Siniestre
flores debaten si abeja o abejorro
les tocó el conjunto en uno
consenso realidad me convence a mí
de la línea del estado mental
y su fecha de caducidad en la lata de sardinas
esa que es el recipiente completo
del ser que me lleva
llueven corazones espinadas en agujas silentes.
Suplicios de mi sombra amada, llena
de su admirador que le lleva
que le trae flores de cardos de las damas
en nuestro cuento llamado realidad
Tejida desde araño destino enfundado.
Te amo.
El Castellano y Lhiannán Shee
Retina Escarlata:
Es la hora, tráeme la luz
la luna a esta noche investida
de cal y cristales de hueso
resplandor fulgurada
ansían mis labios en estruendo
llamadas
nosotros perdemos el control
al final de los días mi pálpito
llama a tu pálpito
fotografía tuya
sí en mi pupila
tráeme la línea del horizonte
GRACIAS a esta retina cansada
mi vista es y pude alcanzar
todos los brillos terrestres
plantas, animales, vida, muerte,
en la centella Escarlata madre de todo
te vuelvo a llamar porque noche
está llamando
noche me llama una vez más
para traer a mis ojos tu sonrisa
de que estás conmigo
otra vez más
si admirarte es para siempre
tuyo soy.
Fotografía de ti
solo tu vida entrando a la mía
con tu sentir de centella Escarlata
como es y fue
sin conocerte te esperaba.
El Castellano
Bruma roja
Por tu caricia
rebosan las fuentes
en rojos colores
y la tierra brota sangre
mi amada
puede escuchar de tus labios
el sonido de una palabra
sin tú hablar
la ausencia fue habitada
y dejó de ser vacío
para llenarse con tu aliento
senderos me llevan a verte
como de la primavera el ababol
en compañía de la verde espiga
voy a tu vera sin salida
porque todo me lleva
a complacerte
investida locura de amarte
mi bella Escarlata
lucha, esfuerzo,
todo depende de mí
por mantener tu lumbre
y afecto encendidas,
el destino no lo gobierno
con lo puesto
y frustración no apuesto
porque nada es para siempre
hoy te tengo,
hoy te disfruto
de futuro no me hables amor
ni lo pienso
sólo veo tu caricia
y hálito de vida junto a la mía
mañana...
habrá que preguntarle
a la lombriz boca gris jajá
igual acierta mi devenir de Cuervo.
El Castellano
Ilusiones quemadas en papeles con tinta,
con los sonidos sordez de un eco de imágenes
el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.
Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,
la mente ciega las observa con su pensamiento claro
sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.
Sonrisa arrancada a la luna de un viernes,
un secreto en un gesto que su mirada grita.
El despiste que convierte en ofensa el fallo;
Un sentimiento distante que próxima te quiere.
El tiempo que tarda en decir adiós al por qué gana,
ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.
El Castellano
Podando recuerdes para volver a amarte,
dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte
aquella mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando a la víspera del invierno triste.
El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de rocío que se evapora con el sol en su visita
y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para encontrarse con él te quiero el beso que alegra.
El fuego del deseo se hacía con su compañía,
con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.
Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdes;
solos en el encerrado mar del amor no demostrado
su amor quiso ser fuerte y no caer olvidada.
El Castellano
Pensamientos negros:
Te sentí amor y por querer pensarte
la realidad silenció mis latidos;
Aquella flor que llamada amor
ninguna más bonita pude ocupar su lugar.
Entre la tenue luz de luna que me abrigaba
abrí la puerta que me condujo al campo
de negros lirios por el camino de ida sin regreso;
La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;
donde la luz que me daba calor era ausente,
tras de sí un sendero agrietada por el que fluía
el río de las flores desangradas;
Hacían ellas mi último aliento,
un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó aquel si bemol.
El Castellano
Plubia amôris
Plubia cordis, ardentissime cupere amirís
stupóris, dêsíderium, sempiternusa laetitia.
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûrus.
Sânô anima, fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô metaphora,
suspirium natura, amâvî ferventis.
Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus, sôlus cordis.
Callis unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.
Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.
El Castellano
Lluvia amor
Lluvia corazón, suspira por ti amor
estupor, deseo, eterna alegría.
Día, noche, crece calor.
Color, vida, venerada sinfonía.
Alegría soñada, deseada nuestra.
Muestra alas, acelera caricia.
Cercanía, sueño, verso, letra.
Entra profunde, crea sonrisa.
Beso dulce, agua pura.
Cura alma, sinceridad uso.
Deseoso sueño, arde metáfora
suspira esencia, amando fogoso.
Distancia decreta olvide de razón.
Querer puro, solo corazón.
Vía una(vida mía), sentir.
Hermosa compañía, contentarse primavera.
Fuego, complaciendo instinto hermoso.
Miguel Esteban Martínez García
Perdida en un tiempo que nunca fue mío
en el devaneo de la aguja de reloj maldito
en el segunde que cae efímero
en la retina del despierto
en la lengua del suspiro
en aquel marco del destino
que dibuja el sueño mutilada
de la hoja de otoño envestida
una hoguera que no termina suspendida
en el espacio siendo cuerpo
de mi adentro
sus fantasmas por eco
en la habitación asesina
de mandes torcidas
y en requiebro
donde nada cuenta el minuto
y la hora cuelga
en la cortina
para ser cada noche
la misma pesadilla
en la vela llamando
en el alambre
que chirría de gatos en tejados
y lunas colgadas
sin descanso
en aquel piropo
nunca pronunciado
en aquel beso
que fue humo hoy
te encuentro
y te desvanezco
serás artificio olvidada
serás tiempo olvidada
hoy te estampo el reloj
en las paredes rojas
de este cuerpo
que nunca fue tuyo
ni tuviste en tus agujas
mi tiempo es mío
y yo elijo cuándo y cómo
este es mi tiempo
y no tiemblo sin muerte,
sin olvide sin viento gris,
ni cielos sangradas de palabras bebidas,
hielo de este fuego
en la luz que marca la velocidad
del ojo en la eternidad
que vengo
tu aliento queda difuminada
donde no existes
porque nadie te contará el latido
ni es tarde ni pronto
para deslizarse,
mi mundo y este tormento seco
de tu invento,
donde solo contaré las lunas a tu lado
hasta que mis ojos cansadas
digan viviste
y por siempre fuiste.
El Castellano
Renuevo el latido
trenzada en tu mirar
enamorado suspiro
prendido del viento del sentido
arde el cáliz en tu ilusión que beso
pétalo tras pétalo tu boca siento
enamorado corazón
te habla del gemido
del sentido clavado en tu ombligo
de mi lengua encontrando tu nido
zarzas crecidas ardiendo
en un tiempo que no fue mío
rosa de rosal
de espina vestida en tu piel
desvelada tu mariposa tersa de seda
me quiebra me abre el fuego
y mi hoguera quema tu solana
donde vivir trenzada de tu pelo
siendo caracola de tu adentro
te amo en el suspiro que corre veloz
en mi punto sin retorno
donde mi reino tiembla en tu camino
ilusionada donde tu piel y la mía
se vuelven semilla
para germinar juntos
en el diablo de nuestra partida
beso tras beso te hago letra de sal y arena
te susurro la canción en el oído
bebo de tu gineceo
te creo el río dentro
broto mi sangre de savia en tu oasis de deseo
te muerde lento
me apodero de tu silencio
despierto el grillo
y le canto a la luna de tu cielo,
tiemblo en tu mundo
que se vuelve mío
de alaridas me cazo el sonido
parpadeo la estrella
para encontrar tu pupila en la mía
siempre unida
pestaña de tu pestaña que me mira
siembro mi caricia para volver vergel
tu cuerpo de alambre forjada
de tu surco embestida
del latido que nos deshace
cada verso de palabra y verso
de mariposa llegando a tu oreja
tu lienzo lo quiero acampada en mi arteria
volteada en cada agua de mi adentro
embravecida para resistir
cada embiste de grito y tiempo asesino
para ser el más grande en tu vida
el que conquistó tu abismo e infierno
a lanza garra y letra
te decreto que hemos vencida
que somos uno en la eternidad
que nuestra boca tiene paraíso de miel y seda
que nuestro cuerpo germinó en todas las flores
que el amor viste
que el color llenó nuestro amor
que miremos donde miremos
nos vemos juntos sin temor
que duela el mundo, la gente, la envidia y el temor
si no entiende nuestro amor
porque nos amamos de corazón
piel con piel somos flor
muerte a dudar de la duda
se siente aun silente y grande
el alma no miente
siempre y para siempre
contigo a esperar mi dulce muerte.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Y las amapolas lloran en su sangre
la estrella que fue ella,
el cielo gris se apiadó triste,
a los cielos subió una rosa
volviéndolos color,
pétalos de su piel serena,
nació para sembrar su aliento en la tierra,
para ser recordada en cada alma
de su vida pasajera,
por eso todos sabemos que no se fue,
en cada gota de rocío
en cada susurro de viento,
en cada latido de frío yerto,
su nombre surcará el recuerde,
cicutas tristes enraizaron
búhos ulularon,
mariposas nocturnas llegaron,
la noche cantó el silencio
para verter la ultima luna vuelta sempiterna,
cada canto se escuchó para recordarla,
cada letra tiñó el viento en color,
sus pasiones las vivió el sol,
clavó la ternura en las pupilas,
un alma sencilla, un alma en dicha,
sé que muchos no entienden
un devenir que arrebata el latido,
como una flor se seca dejando semillas,
así te esperamos muchos,
que renazcas de tu semilla,
que encuentres tu nueva vida,
para decirte que fuiste alegría,
no te dejo un poema triste,
te dejo unas letras para complacerte,
quizás para sentir no se necesitan versos,
ni el cielo solo es azul,
porque para tus ojos
cada palabra tenía corazón,
y cada planta sentía
como una vida en color,
como tu vida fue hermosa
y nos enraizaste a todos el corazón.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Resbala el frío en la ventana,
el aliento te besó en la mañana,
niebla dibujó un corazón espinada
que te llamaba ilusionada,
el parpadeo trenzó la lagrima salada,
abriste tus alas y hoy eres mi hada
la calma sangró flores
todos tus parajes me saben verdes,
el silencio habló del latido
que caía entre lo vivido
en las hojas de otoño entre la hierba.
latido constante, clavado en tu mirar,
caer y despertar en el incesante sueño,
de compañía a tus efímeras y angeladas
alas de tu eterna alma.
En sinfonía plena con mi sentir,
plausible en verso y gesto
que arde en tu corazón de fuego.
Aviva el recuerde creando presente
de este soñador despierto,
para volver a anhelarte mi Alba eterno.
Susurro del viento trayendo tu brisa
a mi sentido despierto cuando te veo.
latidos al compás de tu sentimiento,
viendo la vida en colores,
desde que mi pensamiento invades.
Y vivo colgada en tu pestañeo,
para ser el poeta de tus ojos,
sencillos y tiernos, vivos y aceitunadas,
y corre mi vida por tu cauce.
donde el río creado,
fueron mis lágrimas de felicidad,
de sentirme amado.
Soy sólo lo que tus ojos
dictaron para tu corazón.
Soy sombra, reflejo y luz sin otra razón.
Soy verdad, ilusión, camino y mentira,
soy amor.
Soy tantas cosas, pero para ti
lo que sólo tú quieras.
Deseo de nuestras almas risueñas.
Pasión de espíritu que sujetas,
sólo tú eres vida para el telar de mis letras.
Surges como viento, despertando el dragón
iluso y generoso, cálida y tierno,
del interior de mi sentimiento.
Sangra versos humeantes para ti.
Sueño angelada de amor sencillo y entregado.
Y te recuerde con este beso a tu imagen
que camina bajo la farola iluminando el ayer.
Mi palpitar por el hilo del sentimiento sostienes.
Y caí y me enredé en tus caricias,
reales o escritas para sentir que sólo soy
lo que tus ojos y corazón,
marquen para ti,
esperando algo más que un beso ser.
Vida mía que acaricias la sinfonía,
acaricio tu pelo
siendo la noche de mi sueño,
la noche habla de tu tiempo rizada
de tu cuerpo sentido
en la sábana que templaba nuestra mirada,
quiero ser suspiro espina de este viento enardecido,
río en tu piel que te bebo hoy como ayer,
sonrisa iluminando el alba de tus encantos
despiertos mis ardides sentidos
hemos emborrachada de color los sentimientos,
avanzamos cada campo a perdernos,
sígueme, imagíname adentrándome en ti,
enraizando tu piel de primavera
volviéndote mi vida entera
acampando la locura despierta.
Siento que te siento
y a tu lado permanezco,
veo que te tengo que dentro amaneces mi sol de invierno,
hoy la amapola canta se viste en fuego,
la habitación retembla en eco
cada recuerde que se vierte entre sombras,
el abrazo encuentra los pliegues del alarido,
allí donde se juntan nuestras bocas
y manan las estrellas,
astros soslayadas en cada palpo de las retinas
donde tu cortina cae en las pupilas del desvelo,
tentando tu cuerpo velando cada pétalo,
descubriéndote un mundo para sentir,
una copa de sangre para vencer
cada abismo derretida,
cada hielo erguida en la montaña del olvide,
cada malva silbada en tus nubes de labios,
ven, ven conmigo perdamos la decencia a solas,
seamos baile y fuego,
seamos sólo pasión prendida
ilusión bebida luna y sol sin medida
cura que cierra la herida,
melodía de caricia y cosquilla,
suspiro bravo que quema el tiempo
y volvernos un ovillo de fuego.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro,
pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento.
Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas.
Mas los dragones, del cielo sonámbulo te acarician.
Cielo obtuso, de sueños fluorescentes,
tú, de color líquido, solo templada con miradas intermitentes ,
por el tiempo de espera angosto.
El murciélago baila con el colchón de tu luz,
rasgando sombras,
para reposar siendo una más.
Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime,
por qué te siento incluso estando solo.
flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche;
artificie luzca.
Lucero de ciudad,
rompiendo la obscuridad.
La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más,
recuerda que tus ojos tienen sangre
recuerda el viento que aúlla mi nombre
recuerda la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas
recuerda que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto
que pactamos con el hielo la vuelta del invierno,
recuerda cada latido de centella Escarlata que llama a tus venas de humo
recuérdame en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo,
recuerda que vivo para ti donde voz a la soledad asesina,
la flor vive soñando que fue mariposa y abeja,
vive durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar
y enamorarse del sol,
clávame estas nubes de sangre en el hierro de mi destino,
se me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo,
solo tú me sientes en este camino que no lleva retorno
solo espiral anhelada de renacer
el tiempo ya no nos puede sostener
camino buscando el frío en este calor que quema el alarido,
te encontré perdida hoy vives un amor que sientes soplándote al oído,
en la puerta del infierno caída,
te casaste con la luna que reinaba en tu corazón,
al viento le diste voz,
a la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer,
le diste ojos a la sombra para mirar,
la espina caía herida, la caricia retornó a las polillas,
la vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado
solo encontrarás que seguiré a tu lado
aguardando tu otoño y la caída de tus hojas,
esperando que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron,
encontrarás esta sed del cielo en cada silencio muerto,
en cada raíz que grita en su tierra
toma de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra,
tú todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Fuiste rocío, lágrima de flor
que me caía las avenidas del corazón
eres flor que enraizó
en las soledades y centella Escarlatas de mi alma,
pétalos deshojadas
en la luna de tu sonrisa
que vertía su vergel de hielo,
mi cuerda de violín que afilaba la sinfonía
de nuestras estrellas bebidas
fuiste pozo donde bebí la esencia
vuelo tras vuelo en el que abrazarnos
y caminar juntos
sueños explotadas en la lengua del deseo,
hoy las cortinas descansan de su lecho de espinas
hoy redes me atrapan la serenata de tus desde
tus palabras de vino me sangraron la amapola
mi cielo tiñó de alba con tus labios
viérteme el suspiro de nácar
acampa mi niebla de espíritu que sujetas
hagamos temblar el silencio
hasta encontrar su idioma oculto
ese que nos trepa la espalda
flores de piel abriendo al rayo de sol
cielo de color que abre nuestro clamor
enredadas en el viento que nos aúlla el corazón;
piel de tu piel que ande a encontrarte el placer
luna de este cielo enardecido
que clava su plata en el vidrio de los ojos extraños
árboles que cuentan sus hojas de unión
en las redes del destino te beso
hasta volvernos fuentes
mi puente del olvide cae derrumbada
mi afluente rebosa de amor sentido
el río de gotas en sus almas
te cuenta mi secreto
como estas hojas al viento
te tararean mi sentimiento,
ven, ven conmigo bebe mi camino
túmbate en mis juncos
cántame la vuelta de mi cielo
derríteme la escarcha
asesina este color gris que anidó mi firmamento,
encuéntrame las fuerzas despiertas
para crearte de flores el reino,
para volar en nuestras alas de corazón
y surcar abismos
a vivir en la gota que moja la felicidad
de unión de des,
de latencia de esta semilla que nos brotó la sangre,
eternidad de la espina y la rosa
alegría de la flor y el insecto que la besa,
latidos sin olvide.
Sueños con nuestro abrigo,
caricias que nos dibujan
que nos arañan las ganas
hoy me hago poema sin importar la letra
derrito mi hielo esperando ser río de tu desvelo,
esperando ser el primero
en sembrar tu locura del latido
tu fuego desbocada en cada surco
del corazón enamorado.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Recuerdes que llaman a un presente,
de zarzas de tu piel
con las que pincharse y enamorarse,
de besos en la espina del demonio
y nubes de calma dulce de ángel
sángrame las palabras bonitas
viento del sentimiento áspero florecida,
tersa de seda camino tu camino
despertando en tu templo de azúcar,
cabalgando tu incesante ilusión bebida,
hoy me encuentro clavo a clavo
con mi sueño que sembré en tu lengua,
escalo tus montañas
esperando encontrar el tesoro que arde,
que late en tu bosque de corazón,
escucho las voces de mi mundo torcida,
te encuentro las alas,
te alimento las mariposas,
hoy te quiebro el silencio
en el blanco cuarzo de esta distancia
que sintoniza que llora flores de niebla y humedad,
me crecen las cuerdas,
mis pozos se llenaron con tu saliva,
aquel invierno que te tuve en mis brazos,
esperanzas nos llaman a sembrar el nuevo año,
deshacer los siglos que nos juntaron,
quiero encadenar a la dificultad
en los grilletes del olvide,
hacer luz en cada centella Escarlata que tienta nuestra llama,
quiero desangrar estas rosas de sangre
y escribir el te amo a sangre y fuego,
acariciar tu pelo sentirlo entre mis desde,
reinar tus pájaros y suspiros,
prender fuego a tu reino con mi cuerpo,
tenerte un poema en cada rama de viento,
tanto quisiera vida que solo te quiero a ti,
mi dulce sinfonía,
mi flor de cada caricia,
rocío de tu alma proscrita
lágrima que camina
en cada tambor de mi tierra
en cada arteria de mi voz que te encuentra,
mato el dolor con mi palabra de corazón
esta noche te canta mi pasión,
flor con flor semilla de tu amor,
agua de tu boca para vivir
quiero ser araña que te araña
esta noche invernada,
despertar nuestro sueño que reines luna mi cielo,
quiero beber de tu cuello,
derretirme en tus ojos de hielo,
mandar al cuerno todo intruso de nuestro desvelo,
abrigarte la noche fría
ser tu sol cada día,
renacer en cada semilla perdida
que nos brotó el aliento
en des almas unidas en la eternidad del beso.
El Castellano y Leannán-Sidhe
12107094_147587495591622_7995218436103239249_El código del Guerrero ¬
Resplandece la hoja quieta
rama de pasión bebida,
flor de silencio enardecida
mi luna sedienta de plata
que estos sueños míos cabalga,
bésame ahora enraíza tu caricia
en esta piel sentida,
siento tu calor de este cielo que me cuelga,
nota tras nota tu pestaña revelada,
acámpame el latido
píntame un bosque para perdernos,
tus flores de piel quiero morder,
gruta de mis sentidos despiertos,
que te devoran al unísono,
mi sombra violeta tiéntame la noche
que mi cuerpo descansa contigo,
abre tu luz en esta alma sin dolor,
quiébrame el frío que me llena el aliento,
fluye mi río destinada a vivir en el clamor,
de tu boca su primor,
estas nubes mías llueven tu pasión,
lumbre quieta llama de este corazón
que se revela a vivir de tus latidos,
caudal de mi lengua que te destapa,
me vuelvo tu gota gemela,
en este tiempo que te desempeña
mi flor de canela,
mi sangre que desvelas te anhela,
te muerde en la sábana
que no descansa
a cada centella Escarlata que nuestra luna alcanza
para hacernos un lecho de flores,
para vivir en el incesante anhelo
de amor sencillo embrujada entregada,
piedra mía leona de mi destino
tu presente se hizo regalo bello
mátame estas ganas de tenerte,
ven espero comerte,
ámame en este tiempo que se desdibuja nuestro,
suspiro de mi suspiro piel con piel al abrigo,
cada luna que me vuelves Dante
castellano de tu castillo,
duende de tu cueva,
fiel amante de tu montaña de placer,
Dios mío eres roca,
bendecida mi camino queda llenar de mi sangre
este viento donde anida mi sentimiento,
surcar tu pelo negro,
cuando me miras se me para el reloj
para vivir en tus ojos aroma de roble,
aliento sembrado en cada tierra que me surca,
donde espero cada primavera
que abra la flor en el corazón,
flor de mi noche,
espina de mi vida
que muero si me la quitan,
soy tu abrojo campestre
soy tu flor de espino amarillo,
eres mi helecho tierno vuelto bosque de mi interior,
eres suerte mía que te goza,
labro tu piel de arcilla
para modelarte la cosquilla,
cavo mi fosa para verter recuerdes,
desierto embalse subterráneo donde quedé atrapada,
comiendo cada flor que aún no te he regalada,
en este pozo de infiernos de flores desangradas,
tus amores caen conquistadas,
tu boca se presta de fuente de mi vida
halagada sonrisa, tierna que me confiesa
perlas y granates,
te trepo como lagartija de fuego,
y vuelvo a devorar mi dulce tormento,
soledad mía que asesinas
te asientas brillante
que mi alma vives robando,
mas si no te encuentro,
si no te veo, si no te bebo,
mi día es tormento,
por ti vivienda soñando
amando el momento eterno a ti abrazada.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Jamás mil máquinas podrán hacer una flor
Quién fuera sombra para acompañarte
el día y cada día durmiendo de noche contigo,
quién fuera viento para acariciarte
hasta el recuerde,
y mi alegría hoy descansa en tu pelo,
palabras al tiempo que nunca fue mío
pero hoy quiero hacerme poema en tu boca,
ser mensaje en una botella
que renació a flote en el lago de mi esperanza
tu nombre con el mío escrito,
iridiscente beso en el ocaso
que tarareó flores de tu piel inverna,
sangre de mi sangre que hierve.
Te vi detrás de la estrella más brillante
del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,
ilusiones traídas al presenta
Como la niebla que trajo la brisa
de tus iridiscentes palabras
llevándome al abrir mis ojos al mundo
de sueños sin vivir, de sentimientos
solo para ti. Experiencias para compartir,
Si el cielo se cierra,
miraré tus ojos para tener mi cielo,
mi corazón te dirá
que seguiré a tu vera.
Si mis ojos se cierran
quiero tenerte cerca
y, coger tu mano,
sentir que no eres
un sueño que perdí.
Si despierto te vivo,
soñando te sigo amando.
Cogienda cada estrella
en una letra para ti, tú la más bella.
Y el firmamento se cierra
sin tu mirada tierna.
Mi deseo y mi motivo para acariciarte.
Pasarán lunas pasarán soles,
y el sueño volverá,
con cada latido tuyo.
No te dejo una flor, te dejo las semillas,
los frutos de este amor.
Porque en mi jardín sembraste,
tu belleza y bondad.
Porque me llenas de verdad.
Puede describirte como mi vida giró a mejor,
con tu sonrisa clavada en mi mirar,
pupila tuya que mira mi caminar
como un mundo sin sentir no lo quiero,
cierro mis ojos y dentro te veo
de tus pestañas me suenan las campanas
para tu parpadeo susurrarte el beso
segunde que me corre transverso
de este azul que nos bebe las caricias
jamás mil máquinas podrán hacer una flor
y en el latido quedó cada siembra de tu amor
hoy te canto sin dolor
que te quiero ver en todo lo bello
que cruza mi firmamento
coger tu mano caminar infiernos
surcar cada bosque a perdernos
que después del invierno quiero verte venir
a florecer mi alma y aliento
sin sentido no estar a tu vera
y volver a sentir contigo,
estar en eterna primavera.
Matar mi pena con una flecha de tu lengua
hoy cabalgando el viento de tu voz
quiero despertar en ti nuestra pasión,
lunas ciegas y violetas colgantes
de cielos fluorescentes
quiero clavar al cielo un latido
quiero despojarme de sombras y gritos
que muerden mi pasado
quiero caminar tu piel como babosa
a encontrar tu mata hermosa,
quiebro el tiempo que nos sintió
rosas azules arden en horizontes perdidos
flores de sangre gotean esencia de tu belleza
mirada tierna y angelada
sonrisa que me tiembla el deseo ardiendo
de cocinar a lumbre de mi rama
con tu estufita ardiendo,
muero por un beso,
muero por perderme en tu pelo como murciélago,
condena de tu pestañeo
que me dejó ver que yo vivía
en tus fogones de ojos marrones,
mi luna dame tu luz siempre
nunca se apagará tu imagen en mi mente,
eso siento cada tiempo que bebo tu cuerpo
llenar mis flores de sangre
y reventar al viento el amor que llevo dentro.
El Castellano y Leannán-Sidhe
Tallo prendido del calor de tu amor,
destello violáceo del astro bebida,
hilo que mece la zarzamora de mi destino,
nube que nuestro invierno desvanece
en el latido del violín sin tiempo,
en el baúl de tu recuerde
con tu pétalo despierto
con el beso a aquel cielo descuelgo
camino tu río de sabores
las dunas de tus piernas se pierden en arena
gime el segunde y el tiempo cae sordo
noche que los minutos se hacen testigo
de tus cielos bellos,
de tus ojos de luna limando mi escarcha,
a las tuyas que me acechan la templanza,
el matojo reposa su cruel silencio
el hierro tiempla la espada,
la fuerza se vuelve sombra eterna,
alma de voz eternamente enamorada
sus estrellas cantan
la dama se vuelve blanca dama de noche
sus semillas me cuelgan los nervios
en las arterias enardecidas que me surcas,
vid de mi vida a veinticuatro flores de sangre,
mi tierra olvidada niebla
camina nuestros transeúntes
riega tu solana de canela
y tu lengua me tienta.
Suave recorro tus labios de rosa,
quemo la azúcar enraizó tu piel de arena,
te lucen las estrellas y gatos nos acampan el alma,
tiembla mi rama te descubre lo perplejo
y de tu campo como el silencio
me vuelvo grillo de tu pelo,
ojos en tus ojos de olivo,
mi vida que me acaricias la viveza
acechando mi hora quieta
te hago un vestido a caricias,
nuestro bosque reverbera lo oculto y sentido
así el idioma cae en las pestañas del silbido,
blanca dama mía ámame ahora
que el tiempo no es mío
que mi suspiro solo es suspiro si te miro,
sángrame los espejos con lluvia carmín del recuerde,
perdamos los bosquejos
entre yedras que nos escalan los cuerpos
vueltos ovillos de fuego,
raspa el cielo fluorescente mi murciélago
que encuentra la polilla de tu cuello,
a cada luna que te espero entera,
a cada sombra que te tiembla,
cada parpadeo que descubro nuestro encuentro,
en ese árbol está mi aliento de agua
en esa piedra reposa mi fuego
en esa montaña vive mi sentimiento,
por las hojas al viento
habla nuestro secreto,
en cada latido de aliento que te pienso,
en cada distancia vuelta océano de tus mares,
vuelta pena de mora,
tejen mis notas de tormenta
mi humor llevado en las sangres del río,
amarte como si la noche fueras tú,
mi bella reina.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Rayo crepitante explosivo
fulgor de su centella
ondulante su péndulo acecha.
Aullido a la natura,
Cernunnos se levanta,
Candamos trae lluvia,
ventiscas y centellas de la montaña
y tira de la manta,
cansado,
de tanto desertor y ofensas,
Airón del subsuelo
retembla y rebullen
las veinticuatro fuentes de diablo,
la sangre emana
cual nana silente
del caldero de Dada,
las Shee cuidando cada arroyo están,
del interior del gran bosque
de las sombras
nació la flor eterna
que sus simientes
este duende pidió a la flor,
bésame como besan las nubes,
ámame y tendrás tu recompensa,
así fue y la flor se transformó
en el hada Lhiannán
que le entregó nueve semillas
que en su montaña sembró el duende
aquella glaciación de su amor
cada cierto tiempo
su hada Leannán-sídhe que besó fue a visitarle,
hasta que juntos vivieron en compañía
de sus nueve flores eternas.
Dragón verde cobre y Lhiannán Shee
Soplo de mi viento adorada,
amado,
en el estruendo del albor,
soledad amada
hasta el infinito
quién compatible con mi ser,
ni demonio bienaventurada
me quede con alimentar al arte
y amar la belleza
déjate amar maldita tu estampa
porque no hay ser viviente
que ame mis gustos
y estoy empezando a vivir
de la niebla de la montaña
la gesta es gota de raíz
de Europa Goda sin sentirme
ni esclavo ni ver todo negro,
al afluente de mi raíz
ni valle de lágrimas mías
por doquier,
más feliz que lombriz
trabajando en su tierra
tienes mucho que dar
para el amor
pues vamos allá con el imaginario:
mi te amo
es fidelidad de ciprés
pero ya muerta estás,
mi resurrección
viene del odio del dragón
de la sonrisa al llanto sin albor
en mi devenir de pasión
equilibrio sin más razón
para qué odiar
mejor alimentar al mal,
te vi te mordí y al tiempo me arrepentí,
pero aquí estoy para la lucha
el amor ni se gana ni se obtiene,
se conquista,
no tiene dueño
sólo de mortales
sentimiento de atracción
por el polo opuesto
quién como yo, un cabrón
que prefiere el arte a la infiel.
Tenue destello en el albor
de tu canto
a mordeduras de tu piel
me voy alzando adentrándome
para reposar contigo
siendo una sombra más,
y como mi antiguo dicho
noche está llamando,
noche llama,
noche moviendo su tranquilo velo está,
llama una vez más
para sentir que a mi lado estás
y aquí no hay vuelta atrás
así sólo yo te vea,
me basta cura de mi soledad
para amarte a ti sin cesar
en esta existencia
el demonio ocupó su lugar
merecido en el cielo,
y como siempre mi dicho,
como es arriba es abajo,
mas el único pacto fue vivir
y me lo cumplió al cuerno con este mundo
porque yo a él no pertenezco, paz' qué,
ya estamos muertos en la conciencia del Creador.
Dragón verde cobre y Leannán-Rhode
Siempre dije que un te amo
no vale por bravo
ni dueño acaso
tuviera o tuviese
por común y genérica
boca de su destino informe,
pero de silente
rojo hierro de la roja rosa,
seca y oxidada,
adepta la sombra
latente y subyacente
que tu alma alumbre.
Ni que alma
de corazón del mundo
fuese el te amo,
ese fue su pasado,
de nuestra piel Pancracio
y honorario del ladrón,
mas su horario yermo está ya
en la boca del dragón.
Roció degrade desliz
por la flor feliz
al alba su delicada ruego
de fuego del cielo,
porque aquí ya sólo encontrarás silencio
y el amado no aprecio
que es el mejor desprecio
vaya mundo el nuestro,
ámame sin condición,
ni manzano, ni parra, ni vid
da mejor beso nuestro.
Te alcanzo con lágrima una estrella,
con tu caricia de alma su sinfonía
traída a su día a día
en cada respiro irnos
de bello sentir de la lumen
en cada destello
que acaricia la luna.
mas lunático el que viene de la luna,
te amo sin tiempo ni espacio
Mas ni mil botellas le empañan.
Nada quiero nada deseo
quien dice no otorga
te quiero y deseo a ti
divino arte del aprecio.
Cómo toda hiedra es
ni que fuera adelfa,
te amo solead.
Déjate alumbrar por mi brillo,
te bajo el firmamento
de los astros,
que son santos.
Dragón verde cobre y Leannán-Sídhe
El Castellano
Blándeme en mitad de la mar,
entre el pinar excelso
de mi soliloquio
Llegada ese día que oportunidad tenga
de entablarme con vuestro Dios.
Yerto, famélico roble así
como ciprés considerando
su Sol muerto. YO,
buscando entre bruma
ese ajeno Dios
entre tardes y días
reposadas viendo su creación
inmortal desde la lluvia
a la mitad del océano
acaso siguiese...
No hay en mi ser más bondad
y bien que ser
justo con el justo
y cruel con el malvada.
Saqué mi daga de mi corazón
sombrío para clavarme
la espina del mejor amor
que la vida me pude dar
para mi pasado quemar
y que el mundo opine de mí desde mujeriego a patán sin fuste.
Que yo sé quién soy.
Y en este turbio lugar
por derrumbar con el poder de mi palabra,
adorada estampa que mece mi amada.
Por la que yo abandonaría
todo menos a mi ser .
Sólo su mirada por enternecer.
Que el mundo gire
y se caiga a pedazos
que yo soy feliz
y mis logros son mis escritos.
Sudar y sangre,
Poeta que aderra la belleza.
El Castellano
Todo me lleva a verte
donde el amor cae
en la pupila del lugar
y mi emoción es complacerte
hacerte brillar sonreír
a dura, limpia sonrisa ambos
que se olviden los verbos
sujetos, el lenguaje vuelto llama de luz
he visto la centella Escarlata antes de la luz
y lo siento a ilusión que me acompaña
te visto de estrellas
te cojo los azules del cielo
y te los vuelvo flores.
Hoy un nuevo día comienza
en la arteria de mi vida
que tu interés en mí motiva
mi grito libre por amor amándote
y arte nace de mi sonrisa al mirarte
Clara te llamó
yo quiero ser tu claro de luna
que te acaricia y así como la brisa
ser viento en tu piel
como lluvia todos tus parajes florecer
besándote una y otra vez
hoy me decreto en esperanza e ilusión
vivo y más vivo
primer día del resto de mi existencia
porque te miro, del inerte instante
que tu palabra me sembró el interior
no hay tiempo de pensamiento
solo besarte perdiendo el control
mi sentir crece para ser yo
con mis detalles y querer lo que tú quieras
porque nada quiero nada deseo
sólo ofrecerte mi Alba a piel
y río desangrada de flores carmesí
llegándote con todo este ser completo
respiro, te miro y vivo.
El Castellano
Te busqué detrás de la estrella
más brillante del azul eterno,
En el suspiro de amor
que corre y descansa
entre la inmensidad
de un parpadeo.
Entre la obscuridad que alcanzó
a ver la belleza que te envuelve,
adentrándome dentro
para reposar siendo
una sombra más,
y te encontré en mi sueño
más cálida, en el cielo encerrado
que liberé, en la noche
que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi Alba
corrió por tu cuerpo
y te amé aunque fuese un día
en la penumbra
para así no olvidarte nunca.
Manantial fulgente de inspiración
es tu mirada tierna sin compasión.
matices de esmeraldas tu
pupila enfrentada con mi pupila.
La golondrinera el aroma de tu piel
frágil y esquiva,
con sus cipreses y tejos
el color de tus cabellos,
con sus amapolas amarillas la actualidad
de tu color de pelo Lhiannán Shee.
que corre, que escapa y vuelve
el cosquilleo,
tu boca con mi boca bebiendo
del mismo agua y manantial del deseo.
tu piel con mi piel avanzando
el fuego del sentimiento.
Dragón verde cobre y Leannán. Sídhe
Quise ser estambre de tu recuerde,
quedar en aquel banco su tiempo detenida,
inconcluso, contemplando el sueño
sedante de su beso.
Como el aroma de las flores al campo
busco tus besos que riegan de encanto.
Encuentro cada noche tu abrazo
fiel en mi regazo.
Danza mi sombra en la fronda de mis sueños
vestida de hojas,
cuida de tu amor sus semillas.
Del pecho florece tierno el sentimiento
y dentro te encuentro latiendo.
En los albores degrades
de nuestro amor encantada,
nuestros besos se hacen caricia del viento.
Viven los recuerdes,
la lluvia envuelve nuestros cuerpos.
Arde un deseo, encontrarte a cada momento.
Surco mis ilusiones de tu mano.
Siempre vivirá este bosque mágico
y la granate sencilla te dejará en cada pétalo
mi te amo.
Entre duendes y hadas
vivirá siempre nuestro árbol.
La hierba escala la montaña
así como esta pasión escala hasta el cielo
al sentir tu corazón,
despierto este dragón surca tu cielo.
En tus pechos mis luceros,
en tus piernas mis praderas,
en tus labios, de mis besos los ríos,
en tus ojos los bosques y sus claros,
donde cantan los pájaros por los siglos
y las nubes nocturnas coloradas y redondas
están abriendo su gris al violeta del firmamento.
La sangre de la tierra espera la primavera
para brotar de colores el suelo.
Entre la maleza enterré mis anhelos
esperando que vivan siempre mis sueños.
Te encontraré en la primera flor de mayo
y en la última amapola abierta de julio.
Entre jazmines cantarán nuestro amor los colorines,
la luna te abrigará cada noche que me pienses.
Vuela libre la sensación
y el sentido despierto encuentra tu latido.
donde sólo tú mi hada iluminaste mi camino
que en verde azul y rojo
rojo azul y verde pintaste.
A sí como caracol en el monte,
libre me siento
como abeja que pica tu flor
y lobo con sed de tu agua
me encuentro preso en tu tela de araña
se afilan mis deseos cada vez que me hablas
la ternura siento crecer enraizando mi piel
al amanecer te vuelvo a ver
necesito tanto de ti que sin darme cuenta
vivo de tus caricias
como el agua trae la vida al río
y la flor alimenta a la mariposa
siempre te veré maravillosa
así como bonita la rosa.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Recorro tu almohada
en esta noche invernada
buscando morder tu bella calma
me abrazo a tu alma
muerde la amapola
de placer preso
y expreso
mi verso en mi beso
como tierno es el deseo,
sutil la caricia
crea su recorrido añil
en flores de barniz,
camino tu cuerpo
descubriendo
el paraje mas escondida,
donde busca mi lengua refugio,
acaricio tus flores de piel tersa
avanzo la riada
de tus ojos color de luna,
busco la noche en tu cabello
cuando iluminan mi día
si a mi lado encuentro
tu dulce sonrisa,
me alivia el corazón
cuando hablas conmigo
y siento algo arder en el pecho
amor mordiendo dentro
como indomable su espíritu,
solo entrañable,
cuando tus ojitos
en los míos se fijan,
amante serpiente
y druida
en una realidad del infierno en la tierra,
me pierde en tu piel color crema,
escribo en tu arena,
pinto un corazón con mis labios
en tus senos amor;
bajo por los montes de tu cuerpo,
enrede mis piernas en las tuyas corazón,
siente mi calor,
hoguera a la luna sempiterna,
cripta de latidos apasionadas
por el tiempo olvidados,
rosales de sangre
donde la vela
consume su último suspiro,
rompe la centella Escarlata
una araña colgando en su tela,
será otra noche
arrodilladle en tu recuerde,
sintiendo fría mi cama,
sintiendo que te necesito
a ti en mi vida mi centella.
El Castellano
3339_20151004_181538El código del Guerrero ¬
Viento, viento bonito
lleva al cielo cada escrito
arropa este amor en mi cuerpo
en mi corazón te llevo
hadita de mi sentimiento
noche hoy en tu sosiego me encuentro
entre nubes violetas
y el cristal luminoso
de esta luna de invierno
bañan mi cuerpo tus latidos
sordez de centella Escarlata
y a este cielo sonámbulo
lanzo mis ilusiones al viento
siento tu caricia de alma
y te bebes mi calma
despierta esta rosa sangrienta
y su aroma de romance antiguo
atraviesa el pecho tu amapola
eterna primavera
cuando mis ojos te ven entera
cada sentido despierto
como fiera al acecho de tu latido
hoy en tu bosque me pierde
tu imagen surca mis sueños
como cada noche que siento tu beso
y como me cuidas,
como soy yo tu alegría
mi vida vistes de amanecida dicha,
hoy la hierba escala mi montaña
la lluvia germina todas mis semillas
de pasión y fuego,
donde entero me entrego
al placer que muerde
y envuelve en granates,
como sencilla tu sonrisa
y tierna tu caricia,
ya no hay súplicas
solo felicidad desbordando mis cauces,
te sostengo fuerte en mis brazos
para nunca soltarte
para eterno tenerte
si por soñar soñé acabar con la soledad fría
y escarcha de esta melancolía
llegaste tú a mi vida
como cada noche siento tu melodía
y me acompañas cada día,
salió el sol después de la tormenta
y ame tu esencia
regando mi interior tu voz de alma amada
tu bella y dorada calma,
rompí las cadenas que me anclaban al pasado
para luchar por mis sueños y alcanzarlos,
entendí el idioma del silencio
y hoy contigo
lento construyo mis escaleras al cielo,
este firmamento clama de azul sediento,
ermitaño en su montaña del sentimiento
el amor jamás salió de su cuerpo,
de él decían que quería comprender al amor,
tras una flor la conoció y la preguntó
qué eres, amor,
no solo nací de esta flor
tu inocencia me enamoró,
curaré tus heridas de dolor
viviré de tu amor.
Vuelvo a este dulce tormento
buscando llenar de amor el cielo,
labrando el campo de tu alma
y bella mi amada
te bajaré las estrellas para que puedas acariciarlas,
estas flores cantan la canción
que te enamora el corazón
vuelvo a luchar como ayer
con tu amor jamás desfalleceré
eterno en tus alas viviré.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Navego los límites de tu silencio
tu luna reina mi cielo
en este horizonte de ilusiones y sueños
tus besos florecen mis recuerdes
las mariposas de tu piel tersa de seda acaricio
eterno el momento que escapa entre tus labios
cuando brota el te quiero
y en mis ojos te encuentro,
donde me enseñaste a vivir el momento
porque nada es para siempre
escribo el sentimiento
ese que me hace amarte despierto
este viaje sin retorno
me hace buscarte cada noche
para que tu amor surque mi sangre
y mis sueños de tu mano pueda acariciar
lento muerde el placer preso
y la lluvia envuelve nuestros cuerpos
recorro tus parajes, me pierde en tu bosque
este fuego late en esplender
encuentro tu degrade amor
oigo los aullidos del corazón
atrapo mis flores de pasión
quiero y te quiero en cada amanecer
donde agradezco cada aliento
cada suspiro que asesina al tiempo
y da vida a mi sentimiento
mi eternidad alcanzo acariciando tu cielo,
entero me entrego como el calor de un lucero,
sintiendo tu amor latiendo,
avanzando tu cuerpo como quimera de pasión y fuego,
condenando al tiempo
a morir en nuestro pestañeo con un beso,
encontrando el lenguaje del alma en cada verso,
cabalgando juntos cada firmamento,
flor de sangre naciendo en mi pecho
clamando este amor que te profeso,
cálida el momento de desnudar mi alma
mi bella amada, una flor en tu mirada
vuela libre centella tu esencia mariposa del amor
en mi interior quedaste
de mi ser te adueñaste
puede sentir como tú sientes
en cada pensamiento vives,
a tu lado siento desvanecerse el dolor
este arder de pasión jamás me abandonó,
hoy agradezco que me arropases en tus alas
para nunca soltarme
para abrigarme cada noche fría
por ser mi eterna compañía
y locura del ansía mía,
tu amor mi sinfonía
como tu beso de cada día
fiel me entrego a la caricia,
mi Alba sin descanso
incesante fluye el verso por tu abrazo,
a tus pies me encuentro
esta mi sangre te entrego
este fuego late en cada beso,
germinaste dentro todas estas semillas de amor eterno,
hoy hadita te canto a la orejita
encuentro tierna tu sonrisa
en cada flor encuentro la belleza amanecida
en tus labios descrita, en tu piel mi caricia
en tu corazón siente mi brisa
como me hago lluvia y río
en cada silencio que rompemos juntos
como juntos nos verán hasta el fin del tiempo.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Cielo de tu amor que acaricio,
en el suspiro del tiempo desvanecida,
en cada luna que te encuentro,
en cada vida que te siento.
Cómo no hacerlo si vives dentro,
si cada minuto lo vuelves tierno.
Vuelo con este sentimiento de fuego,
cabalgo el firmamento,
encontrando el verso despierto.
Como estas ganas de devorarte lento,
que sientas el deseo morder tu cuello,
y la sangre de cada flor de piel y verso.
donde el agua y la poesía
hacen el amor con tu cuerpo.
En este campo de sentimiento
la sangre de la tierra vistió de amapolas,
cada beso de amor sin tiempo.
El bronce deja su cuchillo
a las espigas del cielo.
Hierro baña la sangre de este guerrero,
vivo y muerto por tus suspiros.
De tu corazón preso, guardián de cada latido,
redentor en el silencio frío.
Amante serpiente en el calor de la ilusión
que te dibuja en mi mente.
Siempre presente, a la hora que la centella Escarlata
late y envuelve.
donde te volviste mi bendición,
realidad, abrigo y latido
de la inspiración invencible.
Como invencible dios Sol, que toda vida rige.
Amada hada, esposa de este mío sentir,
acompañante de cada vuelo fulgente.
Tu semilla de amor germinaste en mi pecho,
amapola roja y negra, sangre y tinta
que cada verso expresa sin descanso.
Fluyendo como el río que brota en almas a su paso.
Voz amante de tu presencia en mi mente,
donde el te amo cada noche se siente.
Cura de soledad y maravilla hasta la muerte.
donde mis rosas dejarán su sangre.
Nunca dejaré de escribir al amor,
a esta pasión de tenerte,
a cada luna que de malva el cielo me tiñe,
a todas las flores sencillas donde te veo,
donde descubrirás que este duende te será fiel,
y a cada semilla que nace pone tu nombre,
donde encontró su latido noble,
y mil veces más fuerte
lento se apodera de tu bosque.
Las campanillas en flor le oyen
y distingue el espíritu de cada árbol,
en cada pequeña vida a dios encuentra,
donde la armonía la acaricia el idioma oculto
de las hojas al viento.
Como el abrazo de la yedra al árbol
y el beso del rocío primero a las flores del campo.
En paz me siento en mi entorno,
y en la ciudad muero lento.
Bendita la vida por darme tu amor,
por darme ojos para ver cada vida en color,
siente esta caricia sin dolor
observa que de mí el cielo se apiadó,
donde sin envidia ni mal
eterno vivo, como poeta sin tiempo en tu recuerde,
voy allí lejos de este mundo,
donde empieza nuestro bosque sin destino,
donde libre, todo sigue su espiral sagrada,
el ciclo de la vida y la muerte,
el resurgir del agua, la sangre y de la tierra.
Amada te canto, de tu mano siempre mi te amo,
contigo siento la fuerza
de la tierra, el agua, el viento, el fuego, y la magia
que en arrullo acarician mi cuerpo,
contigo no temo a ningún abismo, infierno, ni tormento,
a ti te debo cada verso.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Renuevo esta mi sangre,
tengo tus ojos fijos en mi horizonte,
a cada luna nocturna
que pide proteja tu amor en mi cuerpo,
amaneciendo despierto
el deseo de enredarme en tu cabello,
la pasión rugiendo besar tu cuello,
desvaneciéndose el tormento,
encontrando el manantial de esmeraldas
en tu cuerpo
sirviendo al placer preso
rezando a la noche oscura
encontrarte en cada parpadeo,
sintiendo el fuego arder dentro,
vistiendo mi piel de tus deseos,
como íntimo tesoro de ternura cuidarte
hasta el fin del tiempo que muerde,
hasta eterno tenerte
donde tu esencia surque mi sangre,
y el velo de fuego destape,
donde sin verte sigo soñándote,
como inevitable besarte,
y entre tu boca encontrarme,
donde por amarte me resucitaste,
y la flecha certera me atravesó el pecho
para el latido nunca sacarte,
para verte cada día en mi mente
como siempre tan resplandeciente,
mi anhelo queriendo siempre sorprenderte,
mi felicidad encontrándote dulce radiante,
si escribir solo sé escribir
lo que dice el corazón
y siempre sabrás que suspira por ti amor,
mi bendición mi locura de pasión,
mi florecer en rojo tornasol,
viendo el arco-iris de la ilusión,
viendo desvanecerse cada día mi dolor,
encontrando de tus pechos
las perlas amor,
avanzando tus cauces
llegando a tu océano de ilusión,
abrigando tu interior con mi calor,
protegiéndote por ser mi tesoro,
mi cielo estrelladle y cada rayo de sol
que me acaricia,
siendo bella centella de mi reino,
siendo entera bella,
siendo de amada tan preciosa como destello
en tu mirada, cálida ilusionada
donde mi calma se vuelve tu agua,
y naufrago en tu playa.
Me encuentro preso en tu tela de araña,
siento cálida la sábana,
me pierde en cada noche que mi alma te extraña
como necesitarte mi esperanza,
como mi campo en flor sembraste cada flora silvestre,
como solo tú ahuyentaste cada recuerde triste,
vengo a desafiar a esta inspiración
con tu corazón invencible,
donde de sentirte mi mundo, rojo volviste,
donde mi Alba te encuentra y te desviste,
quiero perderme en tus secretos
recorrer tus parajes para renacer
como amapola en tu piel,
donde viviré de tu placer,
donde solo necesitaré de tu amor para vivir,
a cada luna estridente que encuentro
el verso solitario navegando la sangre
y vuelo a abrazarte,
y como paréntesis del destino
de mi interior te adueñaste.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Dulce y risueña mi centella,
su corazón me embelesa
busco en este cielo
su mirada traviesa,
recorro los caminos olvidados
de la pasión y su verso,
vuelvo a sentir mi latir a flor de piel,
en esta noche busco la belleza
en el instante que vuela,
me vuelvo lobo sediento,
te encuentro y tu placer trepo,
tus flores de seda muerde
invade y me quede en tu recuerde
como siendo cómplice de tu aliento
en esta noche que te siento,
cabalgo el firmamento,
las estrellas mis senderos
destino tu bello cuerpo,
lento te beso
eterno el momento
este cuerpo ardiendo en tu fuego,
saciando el deseo
tu imagen mi sangre navegando,
mi bella quimera de fuego
mi verso sin descanso,
mundo de tus ojos que quiero,
vida
para morir en tu pupila vida mía,
latiendo la caricia
en este lecho de antiguo romance
donde mis flores quieren enredarse
y con las tuyas juntarse,
me sumerjo en este trance
de amarte
veo el dragón despertarse,
luchando a garra y letra
por contigo juntarme
por tu interior a besos vestirle,
diviso el cielo que quiero
y solo tú amor
sabes que se pinta de tu color,
flor con flor brilla la ilusión
de guerrero este corazón,
dame vida, dame calor
te entregaré todo sin condición,
por tus labios
cada noche surcaré los caminos de la pasión,
donde este el mío verso
quiere llegar a tu corazón
acariciarlo, cuidarlo
y sentir su esplender
a tu lado jamás morirá mi inspiración,
cura y compañera
de mi soledad sin descanso
donde los recuerdes se hacen cuarto
y la centella Escarlata llama a golpes de silencio
donde tu luz encuentro
y en tus alas de amor me duermo
soñando tu cuerpo,
volviendo al inicio del sentimiento
versando mi aliento
donde despierto encuentro
el alarido nocturno que surca el viento
como rabia y furia
de encontrar tu voz amanecida
donde mi amapola suspira,
este destino a entregarme completo suscita,
buscando la bella sinfonía
como caricia escrita,
buscando tu esencia
más allá de este cuerpo;
en este horizonte
donde nuestros anhelos
juntos se entregan,
donde inevitable besarte
pues en mi corazón entraste.
El Castellano y Lañan-Sidhe
mi Alba te escribo el beso cálida sin temor
lento bajo tu cuerpo te dey arder,
despojo al tiempo de sus cadenas de formol
en cáliz bebo tu sangre de centella amapola
en esta brisa viene tu ola
en cariño me hago tu espuma
beso en tu piel la ternura
naufrago entre tu acantilada de placer
despojo al viento de sus alaridas despiertos
tu arena diviso donde la rosa y la letra forman
esta mía bandera
me despojo del miedo y de hombre nuevo
me visto envolviéndome en el calor
de mis latidos por ti confesos
como saberte luna nocturna de mi cielo
y luz oscura que me acaricia
donde sin tu caricia el infierno sería cosquilla
como dibujar con un beso cada día tu sonrisa
que sepas que en tus labios siempre te amo
y tus ojos mi cielo encerrado
si te duelen con cuidado los besaré
donde cada noche desearé darte el abrigo
de mi piel.
Hasta en el recuerde siempre te besaré.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Nace del corazón de cada uno
haz que tiemble el mundo al sentir amor,
esta mi sangre te entrego sin dolor
este cielo se pinta de tu calor
y mi deseo es arropar tu corazón
ser siempre tu protector
que jamás sientas la fría y negra desolación
acompáñame el camino amor
nuestros besos quedarán
hasta el final del recuerde
donde juntos jamás cantará el dolor
donde mis flores suspirarán por tu corazón
si ya el mío te he entregada,
si de amarte te has vuelto mi única ilusión
como salvación y cura de soledad
cuando buscando el verso
te encuentro dentro latiendo
cuando este horizonte rojo
volvió a llorar de emoción,
rojo corazón gimiendo tu nombre mi Alba,
vuelvo al inicio del sentimiento
ese que cada noche
me envuelve en mi dulce tormento
donde despierto te encuentro
y el verso arde a fuego,
donde mi cuerpo llama al tuyo
como quimera ardiendo,
quiero besarte lento y tierno,
despojar a la amapola de su sangre
beber de ti el deseo,
envolver en llamas este mi cuerpo,
desangro este corazón,
desnude el alma
quedando la esencia como brillo y destello
en tus ojitos miel de dioses,
sin medir la intensidad
entero me entrego,
ruge y tiembla este horizonte sediento
cuando más te siento dentro,
noche llama moviendo su tranquilo velo
noche llama una vez más
para sentir que a mi lado estás,
cuando inunda mi sangre tu amor eterno
y las rosas dejan su lenguaje
para este romance
cuando el sentido es cuidarte
complacerte y amarte salvaje
rompiendo reglas y riendas
rompiendo las cadenas
que atan esta alma antigua a mi cuerpo
fluye el solitario verso
a esta luna de plata y su encanto
en este frío de invierno
tengo el calor de tu fuego
e invencible me creo,
derritiendo las flores delicadas de tu cuerpo,
donde tu miel encuentro
y en tus ojos me veo,
sigo ardiendo,
poeta sin tiempo frente a tus ojos latiendo
cuidando tu sueño
queriendo ser en tu vida el primero,
queriendo de ti todo
luz de tu fuego
y vida en tu pupila
para ti siempre mi caricia
que sin prisa tu piel divisa,
queriendo ser río de tu cauce
y flor de tus parajes
donde la miel obtengo lamiéndote
vuela libre la sensación dorada
de hallar tu bella calma
afilando mis nervios
entregándome al suspiro
pidiendo las llaves del cielo,
sintiendo las mariposas posarse
cuando te encuentro,
bella centella te quiero a mi vera,
como esta mi amapola te embelesa
y besa tus labios con sabor a fresa,
siento que llegó mi momento
en tus brazos fuerte me he vuelto
segunde tras segunde
el tiempo se come a si mismo
y el momento queda eterno
unidas nuestros latidos,
a las puertas del cielo con un escrito
a puño y sangre nacida,
donde de tu mano quiero perderme
donde de soñarte de tu alma me enamoraste
donde sin verte dentro te tengo presente
como tu amor que calienta la sangre,
encontré el sentido a entregarme y es cuidarte
porque eres mi esperanza,
envuélveme corazón
en tus alas de amor,
ahuyenta siempre mi dolor,
hablando a solas con mi interior
allí surges tú en cada rincón
como beso dulce sin dolor
alimentando mi pasión
floreciendo las entrañas de mi inspiración,
he empezado este poema
pero no sé cómo acabarlo
si no es con un beso amor
encontrando para ti mis mejores versos
en templanza nacidos
como fiel a ti me entrego,
vengo a desafiar mi inspiración
a habitar a fuego tu corazón,
a dejar mi te amo en tu piel tatuada,
rosa de mi sangre mi flor de fuego
centella y reina de mi sentimiento
mi Alba sin tiempo,
bella, bella, mi amada, de cristal su mirada,
nuestra canción sonará incluso
en las ruinas de mi corazón
te encontré y perdóname
porque jamás te soltaré.
Mi beso te dey y te daré.
En sangre y verso a ti me entrego.
Por tus labios muero,
queriendo amarte lento
como dicta este sentimiento,
como tu corazón me tiene preso,
ángel que se cortó las alas
amando el suspiro de tu boca,
queriendo que tu gemido le muerda,
donde la amapola clama el amor a tu entraña,
y la granate en cada pétalo
el te quiero predica,
escucha mi súplica
siente este amor que grita,
abrázalo fuerte en tu pecho
porque este mi verso domina,
y todos mis anhelos tu piel caminan.
El Castellano y Lañan-Sidhe
Muerde tu rosa
de pétalos de sangre
te abrazo fuerte a mi cuerpo
avanzo este campo desierto
construyendo los peldaños
para acariciar tu cielo
de amapolas envuelto,
de estas ilusiones de fuego
suspiró el momento
por tener tu amor
más allá de este cuerpo,
donde mi alma con la tuya
se entregase en fuego,
a lanza y verso quiero conquistar
de tu corazón el terreno,
vengo a luchar para ser tu presente
y tu todo,
como el delirio
y atracción a enamorarte
que sientas como yo siento
cuando quiero encontrar tu beso
y cogerte la mano
cuando solo una caricia lo diga todo
esperando que de tus labios
brote el te amo
que me dé vida de nuevo,
solo pide ternura y amor
como fuerza para eternos
mantener estos sueños,
que sin ti no tendrían sentido
porque de mi ser te has adueñada
solo con tu pestañeo,
donde muero por un beso
y vivo en tus ojitos preso.
donde este sentimiento
enraizó la enredadera
para trepar tu torre
y besarte el alma
centella de mis latidos
donde solo rezo
que no se apague el fuego
cuando solo me encuentro
y necesito escribirte
para que no olvides que en ti pienso,
no vengo a destruir tu pasado
si no a ocupar mi lugar
y tu presente llenar a besos
donde si no te tengo muero lento,
donde me di cuenta de la fragilidad
que me envuelve
si tus ojos no me miran
si no encuentro la palabra bonita
del corazón frente a mi prendida,
tu azul llenó mi cielo en ilusión fulgente,
y tu verde en primavera vistió mi vida
como la esperanza
que un día me ofrezcas el rojo
de tu amor
para cuidarlo y protegerlo en mi interior
protégeme en tus brazos amor
muero sin tu calor.
El Castellano y Lañan-Sidhe
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NUEVE SIMIENTES 2012-2024:
Halle donde me halle,
crecerá del viento
la semilla en su valle.
La hoja muda criará
retoños del ciprés,
mi sol dormirá.
El pececillo de plata
correrá, morderá,
el azúcar de mi sonata.
La dulce cicuta triste
mi piel enraizará,
mi alma dirá viviste.
La nube llorará
mi grama mojada,
el sueño perdurará.
Luna de plata sempiterna
y su réquiem elevado,
mi montaña de nieve eterna.
El río llevará un latido,
nacerán las gotas,
mi árbol será sentido.
Olmo viejo en retozo,
raíz de su padre,
alma anclada en gozo.
Almendro de invierno,
sombra de abeja
deshace mi infierno.
Caracol de mi camino,
encuentra la mata,
olvida el romero su destino.
Tierra viví para sembrarte
mi aliento ciego,
brotada para nunca olvidarte.
Golondrina de solsticio,
vuela tu fuego en círculo,
que tus ojos sean mi vicio.
Amapola de rojo,
sangra mi tierra a tu antojo,
ama mi sed de arrojo.
Cielo pequeño alcánzame
mágico el sonido,
tiene el viento quien le reclame.
Olivo de sembradío,
trigal de sentido,
naranjo de mi regadío.
Salamanquesa de pared
bebe de mis plantas
tu sed.
Helecho de bosque sombrío
alegra el verso seco,
luce la golondrinera su brío.
Hada de mi zarzamora,
tu pena vuelta mora
espino amarillo de mi demora.
Hierro luce mi espada
esta calma otoñada
mi vida de tu savia preñada.
Salvaje canto de la madrugada,
grillo de galán de noche,
blanca dama de noche, su flor estrellada.
Hinojo al fuego,
semilla de sol latiendo
mi curativo ruego.
Abrojo de campo,
celoso canto de silencio,
muerto en vilo mi tiempo.
Surco de piel labrada,
saco de mis esperanzas,
placer de aquella parada.
Ola de mar que llega
caracola que entona
en sal y arena.
Vid de mi quimera,
uva pasa en la espera,
flor abierta de primavera.
Pozo de mi recuerde,
en verde musgo un fantasma
de lo vivido muerde.
Corazón te abrí,
te sentí,
y voló un colibrí.
-
Nueve simientes:
Halle donde me llague,
crecerá del viento,
la semilla en su balde.
El río mude,
llorará hojas en sus gotas
unión de colores desangradas.
Al hierro mi fuente,
afilo que nazco,
mi tersura en espada.
Por obscuridad
gemía la avenida
de ángeles estrelladles en sus halos.
Ande donde me ande
no habrá quien me acobarde,
ni mi luz incendie.
Hablé con una flor
ababol mi sangre de tierra,
dijo que la tierra mi mañana será libre.
Algo sabré y no será
de tu color mi piel,
sobre mi luz avanzo.
Sobre mi muerte me relamo,
y vuelvo a defender mi sueño,
de chasca a hoguera deslizo mi ascua.
Adalid alza que adhiera
égida y celada de Atenea
ya baila formada,
un son en armas tomar,
un arco y saeta vuela la estela,
en fuego diestro mi saeta.
Cardillo de mi camino,
no quiebres tu espina
a mí sino,
Lloraré carrasquillas
me cantarán nogueras
como almendrucos.
Al olmo secuaz
afilo mi tersa rebelión
de espejos insurrectos.
Ojos de otros ojos,
me trinan notas
y efluvios me rizan la demora,
a esta luna creciente morena,
yo canto,
que afilo del verso su bayoneta.
Río de belleza
me surca el alma
como sentir viva su llama.
Soy ente de otro ente
al ser soy intransigente,
me gusta lo que me gusta.
Sólo a Escarlata
yo daría toda mi savia
y pureza hablaría
que lo verdadero y bien hecho,
bien parece, y
no imbuye argucia ni defensa.
Como es arriba,
eterno ídem es abajo,
te quise grande y a mi lado.
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
LUGAR
La Campiña, Mirador del Henares, Cabañillas del Campo,
Guadalajara, España
a 19-01-2024
GORJEA MI ESPÍRITU:
I
Camino y ventura
un resplandor onírico
en madre la escritura
desde que vine a latir
un crujir de astros
que hicieron huella,
un despertar de ángeles;
caminillos de hormigas
frente la tapia un cementerio,
alzando un Cristo de barro,
forrajes me acampan mi espera
abriéndose un cardillo de la dama
un abril de ocaso sembrado,
las golondrinas volaron,
y todo hizo nido en mi palpitar
hueco, luna danzaría para mí
más tarde,
su sola voz, madre de mi metáfora,
silvestre, repiqueteo mi caracol sonoro.
II
Oh, de rima blanca
sin lectura ni melodía previa;
me afinco en un caléndula
de flores de muerto tempranas,
álamos que verdean sus
nuevas hojitas en corazoncito,
entre espinas un escaramujo
clavo letras de sangre y savia
o de amor a la vida,
mi luna hoy viste de traje
de estrella, una que sólo
baila ella,
era un son tartamuda entre
terciopelo de musgo o sangre
de piedra. la sola voz,
avanzaba en un eco
o pedernal florida.
III
Su contienda era de notas heladas
y caricias desangeladas
de rito y apareció un erizo,
mi durazno le daba sustento
cada verano.
Miré su sombra de noche
y el pavor desvaneció
su terneza brilló como
quien encuentra un rubí
plañían las voces de almendras fugaces
mi almendruco en flor anhelaba
que ya estiraba su romance sempiterno
de pétalo blanco y gineceo.
Giraba mi asombro por la acequia
su álamo casa de arañas
al gorjeo los pachoncitos,
silvestres, sus nidos sedosos,
que toda vida aguarda.
Förüq castellano Miguel Esteban a 10-04-2023
IV
Llegada el honroso día
se vislumbra, se entabla
que he de luchar como un ángel
caída el Sol, caídas todas las caras
un abril refulgente,
entre aspas molinos florales
y cuclillos que avalan
todas mis cartas de mayo
entre nubes y pretiles azares,
buscaba sentencia
cara a cara, sol con sol,
luna con luna, semblanza
con semblanza, continua la quimera
invencible al crisol de valles
y arroyuelos fluyentes,
luchar bravo y valiente como
rompiendo la obscuridad invencible,
acrisola, subyuga alas y auras.
V
Todo lo que he visto, entiende
son sombras y aullidos en la noche
tú quieres ver la luz,
pues adentra tu profundidad,
llora y brilla queriendo
su luna, un sol de corazón,
lucha bello y sonriente
como un sin miedo eres,
llegada el honroso día
sólo tú en pie, dirá
aquí hemos acabada
y volverá contigo el mágico
devenir en Sol de hielo
en armónica en C disonante.
VI
He visto el miedo correr de sí mismo
el más fuerte tuvo miedo su crueldad
recuerda, lucha como un ángel
porque uno eres,
en tres, beldad en efecto
este amor, esta protección,
esta contienda.
Tierra vino y ella no
entiende de bien o mal,
ella sólo devora lo que es de ella,
molinos y mieles, sentires,
y aguaceros tibios la pulcra
natura, mar de venas
sones razones, venga a
nuestro combate ármese
pequeño ángel.
Förüq castellano Miguel Esteban a 11/04/2023
VII
Vine acariciarte en sueños
tu suave susurro
tu murmullo dulce, pertinaz,
mi beso con una nota, hoy te sentí
y vivo por y para ti.
Este litigio avanza, no se carcome
día, al día lucho por aquellas
sombras caminantes
entre este ocaso sembrado
de mis flores del alba
criaturas de la aurora son
proyecto principio sin final
mírame cayendo, cayendo de nuevo
en tu alabanza de cuerpo
una caída sin final,
oh tu espiral
caracola de mar serena
entre cal y arena, mi osadía entera.
VIII
Caigo solo, solo que estaré por tu vera
acompañada, historia de continuidad
mi suerte que cree, entre balanza
y ángel flamígero de vestido
en sangre bordada y tachonada,
los símbolos arcanos como la
rueda todo destino cierne
y concibe,
muéstrame la senda sé que vengo
de tus hinojos de abajo
sí, con un endrino en mano
de este vástago traigo rubor
de tierras sordas, y ascuas milenarias
la boca múltiple en sierpes
y cicutas por lengua.
Encumbraron azares y melosos
quehaceres en la cuenta esta joven primavera.
IX
Dirán todos meses que eres buena mujer
acuérdate de este amigo sangrante
por tus caricias y estorninos fugaces,
acuérdate que me haces falta,
que la grama me sabe a letargo
maestro, si tus pies desnudes
en cercana rienda no osan ni
asumen, besarla,
cantaré a tu vera sin prisa
ni demora, grande te he querido
nunca libre, oíste, un son
de la certeza baila toda inversa
Nec vincere atenebras, et amat
oscuridad no se vence, se ama,
repiqueteo de oscuro caracol y
volví a besar la estampa
que nos apresó en redil,
de mundo incierto. Para decir
su flor Estelar, te embebo tu sonrisa
hoy y siempre.
Förüq y Leannán-Sídhe
OSCURIDAD GERMINA
Oda en liras
A Obscuridad
-Nec vincere atenebras, et amat,
Oscuridad no se vence, se ama.
I
Azar disuelto en viento;
vienes, te lavas las manos soturnas,
ensuciando te siento.
Grande en horas nocturnas,
mi potencial en horario alas diurnas.
II
Cuestan más, especias
que el guisada en resultado en finales.
Traje de brumas necias.
Sombra honesta en turbales.
Granate lustre postrada a venales.
III
Jamás vendido al postor,
por mis colmillos guerra al error IDE,
acrisolada impostor.
Voy por hervor florida,
y lunas en alabastro gemido.
IV
Es un son de los grillos.
Acaso se requiere den de gentes.
Redil de carrasquillas;
hematíes dementes;
acequia de almas o entes relucientes.
V
Crisol, hervor de soles.
Lucen lunas gimiendo en alabastro.
Indemne como moles,
yago, yace en mi castro.
Brilla mi malva rosa, ¡Fulge!, mi Astro.
VI
La banal inmundicia,
anisando lo habitado en espejo;
ayer de hombre en malicia,
dicha, uno, des, despejo,
tres, dolida, la rosacruz no alejo.
VII
Con besos por espigas,
y ángeles soterradas, sin vilo;
ya lo digo, no digas.
Hermana negro hilo.
Autocomplaciente la flama, afilo.
VIII
Esta acequia rutila,
y ángeles soterradas, sin yermo,
malva salvaguarda, hila.
Estira aliento, en Lerma.
Mi sed en gallego alzado digno ''armo''.
IX
En el patio su araña,
suya su corona por candelabro.
Se siembra, tiesto apaña;
su saliva yo labro.
Sangre de ámbar atesoro, le jabro.
Serventesio:
Estampas de la sangre resplandecientes,
granate su sangre encumbrada, son venal;
sentido alerta; despierto los lucientes.
Sin bombilla ?? en sótano de luz, el penal
Entre fauces brillantes adjunto abrojos.
Rebrote de oscuridad en el arañar.
Alguien ya vendrá por mis áureos añojos.
Épodo:
Caldea, hasta rebullir. Yo arrostro antojos.
Avengo eternal raíz; disparo aojos.
El Castellano
Reflexión:
A veces dentro la oscuridad;
a veces dentro de una luz.
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Tomo III
TRAJE DE BRUMA, HIPSÍPILA SOMBRA DE AGUA
Vosotras
mis humildes criaturas,
hallasteis oscuridad
y refugio de mi posesión,
era un descubrir
entre un ocaso,
pálido, seguro,
estertor de erosiones hábiles,
sudor y caliza de tierra,
ahora hogar tenue y, secuaz,
mi azabache, mi caracola, mis runas,
mi cuarzo verde, mis llaves,
luz monótona y suave
que acaricia sin esquema,
ni lágrima del hierro invertida,
estelas por manos,
sudor y flores de tierras,
cardillos voraces,
caléndulas miles,
soplidos y sombra de abeja,
abro este infierno desmerecido.
¿Qué soñáis?
¿Qué en silencio gritáis?
oh, tierra madre,
cuál infortunio
por ser fragmento del fuego ígneo,
¿Cuál el sentimentalismo barato?,
si todo lloré
y nada dejó de ocurrir,
vosotras céfiros en escalas,
un ensordecedor límite
de paredes blindadas.
amarte sin libertad
de oscura complacencia,
es de paciencia ciencia,
apariencia de latido desapagado,
qué va,
oh, cristal de roca,
tu transparencia habitada,
tu umbral, que toda luz atraviesa,
quien vivir contigo pudiera
si se vería por dentro y por fuera,
dualidad corpórea,
diestro color ambivalente,
este oro que no es oro
si no cobre
un destino persistente,
valencias de metal,
y sopores cósmicos,
tu deseo me generas,
descorchar materia
en alfileres y riendas,
lleven al tapiz sinfónico
te cubra de izquierda a derecha,
sin ganar tu cariño,
sí, luchando por no perderlo.
Förüq castellano Miguel Esteban
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*********
Hipsípila:
Entre sierras y montañas
de verdes y valles de ríos sangrientos,
ven pasar la espada de Hipsípila
árboles milenarios
asolando a los caídos,
ven lejos los astros prepotentes
de sí mismos,
desconocen el hijo del viento y el Sol
que va por los senderos,
¿Dónde irá ese hombre?
-Sólo él lo sabe,
a una princesa, mujer vampiro,
le prometió una flor
de la montaña más remota y alejada
pasada la Torre de Hércules.
Con raíces la trajo,
sin un solo pétalo perdido
ni hoja caída,
a la orilla del río la puso,
a la orilla del río ella la quiso.
Cada primavera iba a visitarla,
cada primavera su flor
de color distinto vistió.
Un año notaron triste a su flor,
extrañaba su montaña.
Su amada le pidió piedras y tierra
de donde fue encontrada,
a si lo quiso, así sería.
Al llegar a la montaña
en el lugar de donde estaba la flor,
allí una serpiente sabia encontró,
cual ella le dijo:
Si muere esa flor morirá tu alma:
-¿Qué misterios entraña
pues dicha hermosa flor?
Es hija de los cielos como tú, contestó.
Sí quieres saber más pregunta
a la reina de las mariposas,
que yo estoy tomando el sol.
Cogió las piedras y tierra y marchó,
en el camino una mariposa
se posó en su hombro,
le dijo al oído
sígueme mi madre te espera en el bosque,
allí fue,
la reina de las mariposas,
le dijo que esa flor fue
de las más antiguas en crecer
después de los helechos,
tan antigua que tenía
capacidad de sentir intacta
como los humanos.
De ella se despidió
tras darla permiso
para beber de su néctar.
Rodeando la flor
puso la tierra y las piedras,
decidió tras el consejo
de la serpiente y de la reina mariposa,
visitar a la flor cada mañana.
Su princesa también se alegró
y del bosque un lobo para Hipsípila
regaló,
en amor juntos vivieron.
Un día la flor se cerró,
en su interior
semillas latieron hasta
caer a la tierra
con las primeras lluvias;
de cada una de ellas,
brotaron plantas jóvenes
con los colores del arco-iris en sus hojas,
de cada semilla
de esa antigua flor
despertaron las hijas sídhe;
hadas que cuidaron el bosque
y cada arroyo, esa fue su leyenda,
un cuervo un día en su ventana posó
dijo con amplia voz:
A la tercera luna llena
vuestro mundo caerá en guerra
solo el tejo milenario de las runas del padre
Tuyo Hipsípila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir
Y a vuestro lado luchar
el árbol inmortal solo pedirá un acertijo
para ayudar mi nombre que es Förüq
os ayudo por traerme sustento cada día
desde que sigo a vuestro lobo del bosque
de la sombra y el manantial eterno.
Hipsípila, crisálida azogada,
Reflejando su muda,
Y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomado,
lejano y distante su reino de amor está
Como su princesa por capturar,
El pájaro único, igual a todos,
Blandea en estiaje gris lánguido,
Mientras llueve en el jardín inglés
Bruñido su color añil.
Vientre de hierro
Donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
Al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
A su enamorada luna
Que le lleve,
Tordo, de la oliva tu fuste
Junto con el córvido tesoro
De nueces,
El duende su pipa humeando
El esfumino del sonido del grillo.
El reposo de castilla
Sin preludio de su princesa
Que no amará su tierra
Si no a su Hipsípila captor de su vida
Alba más preciosa
Que su anterior atavío triste
Mira los ojos de zinc de su dragón
Y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgido insecto primero en descubrir
El estanque y al beber
Dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
De los valerosos hombres
Él con ojos de fuego y sangre
Mimetizarse puede y en voz
Deslizarse, fúlgidas cabelleras
Cual hombre del norte,
Nada le oculta a su princesa
Que ya Más no quiere
seguir sus tareas de castillo
Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará
Al estanque de la vida eterna
Un pensamiento divaga
Del ser en que ella abrirá
El albita de la cuerda
Del grillo que marcará su son
En violín y oro caracol
Con siniestra forma de corazón.
Grama fría
en la aguja que mece,
que sostiene la enhebrada parca
de la mente que clama
la muerte de la conciencia
y su desdoblado humor.
Gris el hálito crepitando
que cayeron los templos
de huesos mientras
Hipsípila nacía
de la fuente de la vida
en reino inerte cobraba lugar
él lloraba piedras de montañas
subió los montes,
los hielos derritió, con paso lento y decidido
a las plantas les dio voz,
el reino del hombre cabalgó
sin entender su religión
que no era basada en el rayo de Sol
Hipsipila cabalgó y cabalgó
Sangrando su dolor en rocío de flor.
Un día se detuvo en un castillo
de las tierras del norte
allí descubrió una princesa
de ojos color tierra
y unos cabellos color de su fulgurado
Sol y su ilusión se encendió
pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa
para luego hacerla su compañera eterna
compartiendo su secreto del manantial
ningún reino pudo más que al
de Hipsípila inmortal que a su castillo llevó
que traía toda simiente vegetal
y todo pájaro trinó Hipsípila siempre vivirá.
Legaba su destino a Hipsípila la segunda
luna nacarada, repleta en el ojo distante
del castillo reino del inmortal albor nacido
crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor
el bosque de la sombra y el manantial
con el que despertó aquel inmortal dragón
era iluminado en golondrineras y yedras siniestras
el lobo corría marcando sendero
hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos
un torcaz mensajero llegó al castillo
con premisa de ofensa para Hipsípila
pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte
si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas
contra él denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio
sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen
era el origen de todo lo visible
ÉL, último guerrero de la luz
ya ante el tejo guardián presentado
humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra
el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol
sólo uusted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo
yerto ser que en ella
descansa y reposa y duerme, le ofrezco mi humilde vida a cambio, para
acabar con ésta cruel injuria
que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano
-Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa será escuchada
¿Cuál es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro que moranuestras hojas?
-Förüq es la respuesta, contestó Hipsípila
tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre
fue presuroso en compañía de su amada y su lobo
a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba
la cerradura
del cerrajero universal llamado Hierro
al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al unísono
del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial
toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre
se iba dibujando
en corazón naciendo del agua abriéndose
una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre
dijo al despertar:
Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe
dueña de la sombra.
Mundo salpicado de colores
de líneas decadentes y sumisas
al poder del linaje
el reino del hombre se alzaba a la tercera luna
como un pintor de batallas
él estuvo allí combatiendo
entre galeras y cañones de fuego
los mares teñidos de rojo Hierro,
tuvo que combatir pero regresó a su castillo
allí su mujer le esperó
recordó quiénes fueron sus antepasados
y un temor le invadía
el denominado Diablo y su anterior existencia
con el nombre de Caballito del Diablo
vaga libélula que zigzagueaba buscando agua.
Le esperaba su nueva oportunidad de servir
a su padre darle un nieto en albor,
la sangre de Hierro le aguardaba
y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio
trompetas de Higueras del Demonio
aquella noche sin luna
cabalgó la pasión de la victoria
con todo el reino de fieras yertas a su lado
codo con codo contra todo humano guerrero,
los animales le ayudaban decía la leyenda,
le prestaban sus ojos
la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo.
La pasión le envolvía
aquella noche que su mujer se transformó
en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee
y el deseo cabalgó aquel Hipsípila en dragón de ojos de zinc
como su nombre dragón volador voló
adentrándose en el cielo encerrado de su mujer
todos los murciélagos del mundo
fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer
nueve meses nueve días y nueve horas
dieron para que naciera de Leannán-Sídhe
la más bella hormiga León del mundo conocido
esperando hacerse adulta y beber
aquel hijo de Hipsípila del manantial ahora férreo
de la eternidad,
a expensas del ser futuro que avanzará de su muda
la joven Hormiga León Nepa Grandis.
Pasaron lunas
pasaron soles
mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres
ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal
acompañó a sus padres al manantial
y al beber
fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando
finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón
teniendo comienzo el reino de los inmortales
Hipsípila y Leannán-Sídhe
Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera
de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal
del castillo de Hipsípila,
el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave
en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta
su segunda existencia sin condición
hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida
jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo
dragones volaban rojos amaneceres del cielo
en este mundo sin el humano ser
sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio
los caracoles hacían carreras con meta en la planta
que trajo Hipsipila de la montaña más remota
pasada la Torre de Hércules
los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones
y torneos del reino de sus semejantes
se daban regalos entre ellos
los duendes celebraban coronación ahora
en el bosque de la sombra y su río de sangre
bañado por el manantial eterno.
Suena el río, agua llevaba,
alma de fada silva ella,
bebía en la orilla alegre
flor roja lloró su tierra,
blanca cierva a fada triste
cazador hiere su flecha,
enhiesta espina gemía
flor abierta brotó en yerba
, fada herida ya descansa
latiendo la parca negra,
yace en helecho silente
suspira su sangre yerta;
Enamorado el helecho
una flor mágica asienta,
tambores suenan la tierra
los duendes lloran su fada,
ahora el helecho era ella,
mueven la piedra ocultada
cazador tropieza cerca,
el río ya lo llevara,
fada flor de helecho yerra
duendes cobraron venganza,
cantó lo que el bosque alberga,
misterio de cierva fada.
Fada flor de helecho inverna,
cicutas toman la sangre
veneno hacen, blanca cierva
cuervos la cena discuten,
cazador ya río lleva,
lleva el río su latido,
campanillas suena yerba
duendes coronaban fada,
fada su vida celebra
los espinos la cuidaban;
Flor de helecho fada bella.
Enhiesta flor fue semilla
, altiva plántula fue ella.
Quién fuera ella, tan linda.
Él fue y es, ella no yerra.
Aún plántula fue fada.
Valor, honor, sí fue cierta.
Él aún duende a ella la ama.
Ella la flor, no era yesca
ellos cuatro siglos ''juntos''.
Los dos sí saben, ''leyenda''.
Aquel fauno cazador cayó al río,
y el duende enamorado del hada
preparaba su entrevista con Hipsípila
debido y lanzado a revelar su secreto.
Ya en el alfeizar de la ventana del castillo
llamó con insistencia al cristal
Hipsipila le vio e hizo entrar
a qué se debe su honrada y grata visita
señor duende
-Pues traigo noticias importantes para usted
de mi origen, mi único secreto de vida.
Muy bien cuente sus nuevas si gusta
-Pues resulta que le llevo soñando
y todos mis sueños me indican que usted es el origen
eterno de mi espíritu en cuerpo
usted Hipsípila fue y es mi siguiente vida
le agradezco despertarme de la entraña de la tierra
para poder descubrir con resurgir que mi vida
no cayó conmigo,
le pido con este mensaje cierto y verdadero
que me otorgue permiso para beber de la fuente
de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo, así como usted luce
apuesto, grande y recio cual hombre del Norte.
Afirmativo fue el permiso de Hipsípila
al señor duende resurgido desde del umbral,
se iban hacia el manantial una semana más tarde
de la visita, algo desconocía el duende enamorado
y era la sorpresa que le aguardaba...
Hipsípila cortó una rama con destino agua eterna
para ser injertada en el helecho hada amada por el duende.
Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra
al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados
de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogió con una tinaja de cristal
agua para la rama mientras el duende se decidía
fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales
sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio
y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal
hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro
fundido.
La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto
o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas
era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como
agradecimiento,
allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo
injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho
hada
al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar
el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas
con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta
un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsípila:
Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra,
su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo,
y quedó preñada Lhiannan shee dando a luz a los trescientos treinta y tres días
siguientes
un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos
eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro.
Corría de la vereda a la rambla castellana
el inmortal hálito de quien bebió de ese manantial de la vida,
decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee
llamar a su hijo abejorro Genaro,
él iba feliz cumpliendo recados de su madre
como picar todas las flores del bosque sombrío
y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas
con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad
sin guerras,
un día llegado el verano y su estiaje
planificó Hipsípila un viaje de vacaciones
junto con su señora hada Lheannan-Sídhe
viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte
allí cenaron y de la simpatía derramada
el dragón Cúlebre mitad serpiente mitad duende
se ofreció como escudero guardián del castillo y jardín de Hipsípila
a cambio de alimento Hipsípila aceptó,
aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe
reveló a hipsípila que le esperaba incluso antes de conocerlo
debido a que aquella antigua princesa que habitaba
tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee
que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque
mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo
hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes
necesitando volver a despertar eterna
en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste
el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad
regando el helecho con la flor de su hada
y protegiéndolo de toda fiera
debemos invitarle esposo Hipsípila a que vivan en nuestro castillo
y el duende sea real jardinero tuyo.
Así lo hicieron tras regresar con Cúlebre
y todo el mundo deslumbró de felicidad.
Canta mi sangre yerta,
de agua eterna
el hierro de mi tierra por sembrar,
trayendo toda simiente hasta desde el umbral
canta la amapola vieja,
sangre del corazón carmesí,
sueña mi semilla despertar,
donde el muerto cave su vida,
y mi cicuta triste,
enraize el paraíso,
de pieles sedientas
y hojas muertas,
corre mi otoño desde la vereda a la rambla,
de la fuente eterna
corre mi frío desde el infierno
al río de esta alma por ganar,
encina yerta de mi piel esquiva,
beso de tierra y vid,
beso de trigo y girasol,
canta mi amada Leana en su mirar
de cuchillo de espiga mi cante,
de zarza y espina mi amor
real como intangible nuestra eternidad,
áspero y rígido,
bravo y valiente,
duro y endeble,
metal y simiente,
pan y niebla,
niebla y bruma me desprende,
desde la boca hasta el pecho,
donde canta mi pasión sin despecho,
vive esta sangre caliente,
lumbre de mis tocones,
nube del cielo por dibujar,
a estampa de sed y viveza por entrañar,
canta mi umbral,
quiere tener soles y lunas sin gemir,
invierno llegas,
dibujando transparentes los miedos,
avanzas cada campo sin permiso,
helando hasta el hielo,
oda de mi sangre yerta,
por mi tierra me arde la siembra,
y el beso queda escueto,
parco el sentido enamora el hálito,
de nuestro feliz mundo
quién te viera marchar,
vestida de olivo y centeno,
de olivo y cebada,
de trigo y espada mi guadaña,
por la calma abrasas la esperanza,
en maldición cantas tu canción,
y los cuervos te rinde pleito de negra ala,
de grazno escondido en cada roble,
del humano yerto ser
desde la piedra a la cueva
abrasas oscuridad mi entraña,
dibujas tu vívida estampa,
donde el tiempo yace muerto,
y solo los duendes te entienden,
solo las hojas buscan su nueva vida,
de este sembradío de niebla me avanzas sin piedad,
la dicha y la sombra por ganar,
desde mi tierra encendida hasta la parca bonita,
desde el cante a la maraña,
te canta mi vida quieta
este amor de la mañana
en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara,
suspira el rojo,
quiere ser río de alma y arrojo,
quiere nacer abrojo,
el espino mece la espina de mi antojo,
y la amapola amarilla,
solo ella abre a la gran luz,
horizonte de mi piel que quiebra como ayer,
enamorado suspiro de frío,
enamora mi hielo,
donde duerme,
donde reposa el amor de mi sangre yerta eterna.
-Cantaba Hipsípila a su hada Lhiannan Shee
que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida.
El Castellano y Leannán-Sídhe
FIN
*******************
Disparo de plata:
Fuente de mi vida,
yo que he nacido de esta piedra,
y por ella mi luz no rompe los siglos
que me crearon,
te busco como agua que arregaza,
como brillo del fulgor y su carcoma,
he visitado y he contado mis muertos
nunca han sido suficientes para vivir,
en este hielo que crea adereza mi corazón
con mi alma de lanza,
mi estaca de yodoformo,
germinando mi rosa de psiquiátrico,
he intentado patentar el suspiro
que corre que vuela por la ventana,
una caricia de espina,
y un pétalo oxidado,
te busqué sentimiento y tu abrojo,
por cuántos lindes mecías tu cerrojo
y tus cerrojillos de cerrado,
soberbio me lancé en la oscura noche
como un disparo de luz,
alcanzándome una luna de plata
siendo mi verso sincero,
y fui silencioso
empresario del verbo crear,
cuántos disparos me creaban de la nada,
siendo fugaz hoguera de la llama
su eterna vida.
IX Yedra acicalaba:
Derrites mi estampa fija
al ardor de tus ojos marrones
este hielo mío alzado,
miradas obtusas
entre la ventana al infierno,
deslices quietos se cuelan
por abismos dibujados,
escucha el sonido de tu grillo,
estira su sol mayor,
allí donde la luz que le daba calor
era ausente, crepitaba entre yedras,
el amor a su espiga naciente,
ababol entre fulgores silvestres
tras él
el sendero agrietado
por donde nacía el río
de todas las flores desangradas,
lirios negros acompasaban su orilla,
llegando al manantial eterno,
de Hipsípila y su reino,
ocasos sonrientes,
entre miradas complacientes,
el único reino se estremecía,
derretían sus pilares,
la oscuridad hizo manada,
el día tornó noche cabalgada,
vapores exhalaban las esencias
que todo conformaban,
los cauces olvidados
se llenaban de sangre
los ríos lucían su rojo brillo
con hematíe,
la realidad había cambiado,
los colores lucientes de los suelos
eran dominados por tonos mustios,
cual era de la penumbra,
los mares eran seña de brea encendida,
el averno tomó superficie,
todo lo muerto se alzaba de nuevo,
era de las caras muertas,
la lluvia caía hacia arriba,
las estrellas de aquella noche eterna
en vez de luz
emitían a modo de ironía
capítulos de erase una vez el hombre,
todos los edificios
se alzaban ahora horizontales,
Los huesos caminaban,
la luz quedó prohibida
bajo honda sepultura,
las leyes naturales fueron cambiadas
por antinaturales,
la aberración gobernaba
todo lustre en movimiento,
los peces se volvieron parásitos,
y se multiplicaban solos,
la red sanguínea
que seguía la vida
era de color azabache
por su podredumbre alcanzada,
no había oxígeno
todo respiraba humo
de este mundo en llamas,
Hipsípila era feliz en la luna,
sembrando sus simientes
siendo el principito
de esencia invisible a los ojos,
sabiendo que su retorno
estaba cercano,
para sembrar todo el planeta tierra
y tener su reino de nuevo.
Por esta fuente fría:
Retozo este empeño,
traspuesto a los fuegos
del hombre
y su cuerda,
pasa los tiempos llorando.
Diestro, ambivalente
en dirección umbría,
vive colgando huesos
de sus pestañas huecas,
bajo mis sombras,
cenizas laten,
la quebrada fluye,
un iris
de ojo negro
en estos pilares
de fuego
que me alzan
estaciones que correr
años que nacer
en tierra abierta.
Estrellas que matan,
mi aliento de piedra,
atravesando estos ojos
brota mi fértil lluvia.
Crepita mi dragón
en esta fuente fría
profundo,
arde su brillo
de oscuras alas,
retinas, un frente
la caída de esta falcata.
En este cerrado horizonte
rizado, expuesto, consumado,
mis soledades tejen.
Una encina
que lejos habla,
que cerca grita
yo soy por siempre,
eco que se retoza
entre verdes valles
que teñidos
en furor de sangres.
Ay la tierra.
Ay de ella,
sé mi hundida victoria,
por este umbral
silente que marca
mi frente,
por este puente, por esta cepa,
el ruido es fulgente,
los ocres rinden
en colapsos de tules
iridiscentes.
Cabalgaré el astro
traeré esta flor de luz
a Hipsípila,
de una montaña
a un dulce valle,
injertada la sombra
la vena late,
traigo la creada ascua,
por si reverbera,
sobre un tiempo muerto
en el que no dolía
esta rivera.
Extasía de cristal:
Penumbra arrebolada,
hija de la sombra asolada,
temple de maraña,
tejida araña dormida,
sol en su trapo desnudo,
ven a mi cabeza
retuerce mi idea
que se encadena
sumisa a noble premisa,
no puedo parar
no hay tiempo de pensamiento
sólo escribir duro, seco, limpio
como agua de este río.
Sentido volviendo a la vida,
mi espíritu está creciendo,
tantas luces sin alba
tantos astros sin noche
es muy tarde,
nunca para volver
al origen de savia,
desnudo en este reloj
mirando este cementerio
alzarse, enarbolarse
de la nada y su infinito de cristal,
estoy dolido
que tú te lo has creído
si me quiebro
es para renacer
quemando mentiras,
liberando fieras,
roto al tiempo
entero al fragor
de mi espada,
no tiene vuelta atrás,
océanos abiertos me llevan
a flote de nuevos sueños,
rizado a la espera
engalanando mi quimera,
desiertos abiertos
en cal viva,
mantenme el amor quieto
subiendo montañas deshechas,
viviendo el brillo sin estrella,
ojo de un ojo labrado
mantengo mi esencia
en joya de noche
miro dentro
y todo retuerce de nuevo
dame tu mano,
descubre mi reino perdido
a encontrarse en tu mejilla,
háblame de tus vidas
de tus alas en mi extasía,
sólo allí despacio
latirá su osadía
líbrame amiga
de cerrojos
y sus cerrojillos dorados,
exasperados,
esta noche seré luz de hoguera
y tu cobija quieta,
el único sin miedo
a decir lo que siento,
carrusel sin engranajes
caballo sin jinete
tormenta sin nube,
beso donde no lo imaginas,
sólo yo contra el mundo
abriéndome de la tierra
siendo alma en disparo
certero, agudo, estridente,
como la voz que no se pierde,
yo nací albor
nací para ser tu amor
no me pierdo,
estallo osadías repletas
solitudes que trepan
cruzo líneas
de estos cuatro días
que clava tu voz
desmigajando miedos
porque yo soy el miedo,
batallas aparte
soy tu planta silvestre
amando su tierra
más que a su sangre,
mi esencia verdadera.
El Castellano
Flor de tierra:
Fuego en el agua de su mirada
de los vientos auspiciada,
la ceniza consumía su carne
ardía sin mesura su compostura
naufragó valles y sus caricias
su bandera fue de su vena acequia
molinillos fugaces sus pestañas
de él se enamoraban las hadas
de ella la primavera entera
con cabellos del rayo de Sol nacidos
ojos de tierra sin lugar era bella
clamaba su voz la cima de la montaña
descendió abismos
para anclar su esencia en la belleza
que late y envuelve su huella
conquistada en miel
su ambrosía
gemía la caricia
para brotar altares de hueso
y murciélagos de sangre
lloraba piedras en sabiduría prendidas
la bondad alzaba en servicial entrega
su fuerza era de su amor hoguera
él lloraba flores para ella su amada
su verbo a veces tornaba carmín
en pétalos de silvestres rosas desangradas
su voz germinaba la tierra a su paso
el amor a la tierra no le detuvo
ni sostuvo en fracaso,
encontró con ella el amor
que le fue negado llorando espinas
y si sus abrojos nacieron no fue
más que para rajar el viento
difuminando el tiempo en estaca
de eternidad con fuente y manantial
anclado gozo en armonía
bailando de la mano y naciendo del alba
jamás capturada
pupila enfrentada
que mecía
que gritaba,
retorciéndose la sombra.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Primer poema sobre Hipsípila: 14-09-2015
Hipsípila, crisálida azogada,
Reflejando su muda,
Y a su dueño abandonarla
para ver lámina de cielo emplomado,
lejano y distante su reino de amor está
Como su princesa por capturar,
El pájaro único, igual a todos,
Blandea en estiaje gris lánguido,
Mientras llueve en el jardín inglés
Bruñido su color añil.
Vientre de hierro
Donde crece su flor de difunto.
Vaga libélula destinada
Al estanque de la vida eterna.
Camina, difumina, rige su cenit.
Viejo lobo reclama
A su enamorada luna
Que le lleve,
Tordo, de la oliva tu fuste
Junto con el córvido tesoro
De nueces,
El duende su pipa humeando
El esfumino del sonido del grillo.
El reposo de castilla
Sin preludio de su princesa
Que no amará su tierra
Si no a su Hipsípila captor de su vida
Alba más preciosa
Que su anterior atavío triste
Mira los ojos de zinc de su dragón
Y la magia vuelve a su Amor.
Fúlgido insecto primero en descubrir
El estanque y al beber
Dragón tornó su ser.
Ahora le vendrá el reino
De los valerosos hombres
Él con ojos de fuego y sangre
Mimetizarse puede y en voz
Deslizarse, fúlgidas cabelleras
Cual hombre del norte,
Nada le oculta a su princesa
Que ya Más no quiere
seguir sus tareas de castillo
Ella quiere casarse con su dragón locuaz
inmortal que le guiará
Al estanque de la vida eterna
Un pensamiento divaga
Del ser en que ella abrirá
El albita de la cuerda
Del grillo que marcará su son
En violín y oro caracol
Con siniestra forma de corazón.
IX Afilada sien:
Resumo por esta visión
cuantos años yo he nacido,
sereno derrumbo marcos,
ventanas acrisoladas
de ayeres de espuma.
En este campo de luna
yo he vivido,
cada respiro un océano de olvido
un soñar entre leones
un caminar entre fugaces sienes,
somos los que somos
y cambiamos algunos,
hago mis promesas de barro,
mi latido esquilma el miedo,
tijeretas atrás y nazco de la ciruela
mi hombría se encarcela
entre fanales labios de hoguera,
lago donde se baña mi suerte,
hoy y siempre mordí mi estrella
vengo en llamas prendido,
es esta quimera una hoja quieta,
sopla, sopla mi alma llena,
polvo del polvo,
una senda mi silencio quema,
horizontes verticales
ratas sumergiéndose,
granates estallados, gramas que caminan,
voy por las calles de noviembre,
ahogando sus rincones afilados,
estas calles me saben a humo,
estas gentes desconocidas
parece que las mueven
y arrastran en un sentido,
todo es fuerte
pero la oscuridad es más fuerte,
panales de esta luz intransigente,
luces intermitentes,
sudores de semáforo,
me cuelgo de un escaparate,
todo está fabricado,
y en proceso de construcción,
hasta el hoy podrá venderse
en tinta y pluma,
en imagen y con solapa dura,
una ventana sin cristal,
un agujero sin salida,
tambores de mi sueño,
relojes sin maquinaria
soles guiados por cuerdas,
el infinito es ahora,
lucen mis espirales siniestras,
ancladas a este azabache,
es hoy el día,
brotada mi subrepticia,
deshojan mis esperanzas
caminillos de plata,
recta duda erizada en mis besos de hiel,
trasquilado mi lobo
queda una certeza despierta,
alimenta cariño esta mi esfera,
pierdo el control
me avasallo
en mi piel de agasajo,
he nacido para esto,
que sea bueno o malo no pregunto,
porque escribo para mí,
estas certezas mías de escalas
cómo medir el arte,
sólo comparándolo con un similar,
poco más porque jamás medirse puede en virtud
ni en talento ambiguo florecido,
era un abismo descorchado,
un tren que cruzaba mi noche,
hasta alzarme sin derroche,
entre sus navajas que me apuñalan
los versos
que sangran carmines,
y nacen cuervos que muerden,
era una polilla de cemento
que nació aleteando
estos pavimentos de mi sueño
augurando la cremación
de mis labios
en otros ojos.
IX Acunado en flor:
El tiempo que se abra
y brote mi vida
al compás de un Sol mayor
resumen de existir en el brote
de una zarza que allí
baila mi hada
estallando en flores su pelo
tierra yerma que vio trinar
el estruendo de un zorzal
quien te viera caminar
vestida de espiga y lavanda
por ti se abre la Rambla
tus cabellos iridiscentes al brillo
canta al son mi grillo
por un camino se bifurca el reguero
el gato lame su pelo
yo estoy esperando por si te encuentro
mi señora de las flores silvestres
se Acuña mi aliento
en una flor del viento
una flor pálida nació del cielo
con sus colores alegró al tiempo
de sus hijas nacieron alegres vientos
del norte que en color vistieron el bosque
una flor naciente abría su esplendor
a un Sol de mayo por ella tormentas
nacieron germinando a su paso
vivezas de antaño
por los prados viste mi calma
fiel a encontrar tu amor un día
por si el cielo se abre
que sepas que él te mira
mi señora de las flores silvestres
un cardo de la dama en tu mirada
por si vivo mi vida te entraña
fiel de esperanza
una flor bajó del cielo
a expensas de sangre tener
ella se volvió mujer
con tu nombre en la piel
por la floresta danzaba mi suplicio invernado
fiel testigo maravillado
con amor en las venas esperando las flores
de primavera y sus caléndulas
despertaba por fin Ostara
y el cariño de la tierra
mecieron los terrenos
un soplo de su aliento
me floreció un beso
Cuando los jacintos abrieron
sus flores al horizonte del terreno
yo estaba despierto
surcando la mente de quien me piensa
con paso lento y decidido
transmutaba la flor de Odín en luz
cabalgando un arco iris de estrella
sonaba la campanilla entre grama dolida
era el momento de acostar
los dientes de León
al tiempo que besaba fragancias de colores,
en mi jardín de duendes.
Flamígero desdén:
Vive el cuervo,
por el desvencijado respiro mío
avanza, mece y sostiene
un tiempo en réquiem,
por aquellas voces que sordas
laten, se descubren
se quiebran altares de hueso
por mis atardeceres de murciélago
voy a tu lado, siente mi caricia de pájaro
alzando nuestra luna de acanto
y alabastro gimiendo,
azabaches de tu pelo,
por el sendero despierto,
por el cauce de tu vida, la mía,
ojos en resplandores dorados al tacto
de mi astro soslayado,
vida de vida
late tu caricia
no hay retroceso ni regreso
tu sangre me colmó en beso,
nuestro cielo de amarantos
fiel al respiro que alcanzó a ver
tu belleza en noches de miel,
respira tranquila mi vida,
en este horizonte dormido
quiero ser de tu piel ombligo,
que no me sientas perdido,
quiero ser Siempre tu sonido,
tu eco alto que no hay pájaro sin nido,
esta noche será distinta,
el comienzo empieza ahora,
mi sueño de araña
que todo lo tejido
recompensa trae a lo sentido,
un avance de mi sangre,
ven al nirvana del ruido,
anticipa nuestro solsticio,
Yo que te amo en mimbre de esparto
y verde espiga de trigo,
fiel comando el suplicio mi Margarita
de los valles de mi sombra
displicente, enamorada.
El Castellano
Escarcha de luz:
Hilvanando sentires de plata
en estrofas cuarteadas,
quién a acompañarme baja,
mi yunque despierto se alza
entre madrigueras del sueño,
danzan las procesionarias en fila,
queda desolado mi alfeñique
que canta en el clavo esta vez,
un retal con retrato de quien fui,
las pupilas en orden caminan
el horizonte del cielo,
mi aljibe de cobre será sentido,
es un nido de grama
donde corretean versos de espuma,
chirría la carcoma
la madera de mi espalda
donde sostengo la sombra de Caín,
encumbrándose de la fiera
se alza mi bella entera
gritando por más oscuros sentimientos,
¿Puedes sentirlos?
¿Puedes sentirme?
camino fuegos,
hasta complacer el ojo humano,
destrenzo el sonido de los árboles,
es un cuervo quien soy yo,
es un alarido que alza la noche,
por entre sillas desnudas
del alba sin final ni comienzo,
que sólo juega y ríe con las luces,
despistando flores,
entre ruego y plegaria
mi lamento tornó crujido de mi mecedora,
es una vid y un olivo que vive lejos ahora,
una linde en cruz con señero,
un agujero abierto
es una herida abierta
mi pozo con palabras en vez de agua.
El Castellano
Voz crascita:
Por ti crascita mi voz un día desempolvado,
que el cuervo me ungió la entraña,
oscura de negra onda pitanza corva,
es por este ser que se abre mi ala de noche,
un día mal parado,
a solas con mi endeble osadía,
Siempre, un pico de grajo rehúye,
mi cruel infortunio concebido,
nunca la vida que he tenido ha podido
esconder, escarbar un plenilunio,
mi pensamiento que sea hueso esta vez,
de azar desvelado, profusa mente,
destino de su color de ala,
por mi siembra que trascienda mi araña,
que genere dicha enmarcada,
no un funesto desapego,
quise ser siempre, el cuervo mi ser aliente
porque fui nunca por siempre,
imita, dirige la senda que antaño fue mía,
un corvo destello,
en rastro de azabache,
áspera templanza cruel la disonancia
que te llena en alabanza,
pobre mi despedida porque no existe,
brota mi día que sin querer encendiste,
no tengo elección, me queda una ilusión
llena en borbotón de esperanza,
se llama Gracias.
Gracias a ti que la pena bebiste
de mi vena socavada honda,
en acequia que mi sangre lleva,
pudo ser hoy el día más feliz que sentí,
miré mi soledad zarpada
en compañía del río,
y sólo sentí alegría,
sólo dije el mundo se hundirá
cuando el color oscuro
me impida pensar
por no tener hálito ni humor
y este río seguirá navegando sin final
tuve más que su agua que me forma
tuve su idea y mi ser se alza
para saltar su montaña
de todo quien que le quiera ver hundido,
exclama un buen grito:
- Yo soy libre.
El Castellano
Desliz sanguíneo:
Sangro y monto sobre un corcel de viento,
mi vida fiel hoguera
se va iluminando su ceniza
mosaico de mi sino
un diestro azogue del calificativo,
nombres fugaces a la verdad de las cosas,
hilvanando, esta araña que me teje,
como encontrar mi número trece,
tomando café con el bravo nueve
maestro halle donde se halle
mi numerología en espada,
una hoz y martillo por guadaña,
vuelan las águilas un cielo rojo en sangre,
creo en el poder de mis ancestros,
creo en el poder de su sangre de tierra,
porque soy cuervo,
y desempeño
elevar su espíritu a los cielos,
mis alas son palabras,
mi casa es el terreno
que si no está domado
cuido mis pasos dignos de respeto,
para no dañar el azar difuso
de vida y su enclave en tierra,
quisiera avanzar por tu tierra de fuego,
porque yo me quemo en tus ojos,
förüq desvelo que Significa cuervo
nombre revelado en visión,
en idioma antiguo como mis ancestros,
venimos de la bruma gris,
la niebla es nuestro traje,
de la sombra del agua,
un odio desvencijado,
por la alfombra
de quienes no son de nuestra extirpe,
ceniza polvo de tierra
nuestro pasado que camina,
abandonado por el Dios vestido en soledad,
claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.
Esteban El Castellano
Llueve mi ser:
Habrá un silencio verde,
la pianola de mis dedos
escupirá versos de cobre,
la tierra cerrará en vals
escurriendo por tus labios
mi ahogada serenata.
Abrirá mi colchón marino
una sábana de algas,
para naufragar flores y rosas
el alba conjugará besos de mi sed,
encumbrando mi anochecer,
cantará mi martillo,
sobre el yunque sonámbulo
de mi cuerpo.
Se afilarán mis cuerdas vocales
para cantar:
Un horizonte inmenso,
un cielo emplomado,
ella es dios es lluvia,
es preciosa sonata
de hojas bailando
el origen de savia
ha estado oculta
su bondad, por miedo
a que puedan hacerla daño
por creerla debilidad,
siempre aplomada
por venas razones
que enjuician
y la apresan
por quien ella no es
así se decidió
por la vía rápida
ser única, ser sólo la mejor
porque no tenía rival
ni semejante
ella era lluvia,
lágrima de los dioses,
cuchillos de raíces,
la única bendición,
la única destrucción,
eres portal de vida,
eres más que tristeza del cielo gris,
eres un motivo para vivir
para nosotros los seres de tierra.
El Castellano
Quién te tuviera:
Estabas y no estabas,
estabas en el viento
que roza las sienes,
estabas en las hojas de los árboles,
lejana y cercana
según seas mirada,
me acariciabas la mirada,
te alzabas por cumbres nevadas
y cuchillos de grama
te gritaban,
te encontrabas en la margarita
sencilla del prado,
cuando la flor te posee entera
y no hallas más brazos
para jugar,
ríes y lloras sin parar,
la tristeza tornas
con melancolía
de quien te observa plena
como un rayo de luna,
como un horizonte malva
estampado en estrellas,
como un río y una mar,
no giras,
eres belleza sin igual.
Eres madre de la naturaleza,
principio y causa
de toda era
desencadenante perfecto
en eterna hoguera,
un ojo de un cuervo
te observa,
siendo de la noche
quimera bella,
siendo del día
laborado panal de abeja,
eres realidad
estás en silvestres aguas,
en la fiel madera
del árbol que te lleva,
eres agua de la rosa,
sudor de todo amor,
estás en la cueva
latiendo su estalactita,
en cada corazón vivo
y en cada azar de muerte,
eres sonido de viento,
sonido de trino,
una senda incontable de todo camino,
estás y eres fuego, elemento vivo
en la simiente y en cada alma que te yergue,
estás en cada palmo de tierra,
en cada siembra,
en la simiente que espera,
estás en cada planta
hasta brotar en mi garganta
cuando intento plasmar poesía,
estás en todo lo creado, por manos
del Creador Universal,
Belleza eres madre de este planeta
y del humano ser
acaso siguiera.
El Castellano
Un nido de grama:
Cuánto afán se midió en la estrella
donde el tiempo amansa y se acurruca,
es un afán perpetuo que deslizan los temblores
de las femes sus cabellos,
no fue azar ni ternura cabe
por la sombra que tiñe verde
mi cansado amor,
cuál charco se vende a mis lágrimas,
por una grieta acababa yo de irme,
cuando nació de mi poema una escolopendra,
escaleras a mi Sol carcomido en busca
de un crujido invierno,
de mi desvalido sueño
por el que dejar algo más que mis ojos claros
al mirarle,
voy con mi canasta de limones
allí donde las mozas trenzan sus ilusiones,
mi caracol tiene su canto afilado
por los soldados que violan espigas,
soldados alados dónde irán,
una casa se construye para que viva siempre
la ventana pedigüeña del hijo.
profuso monte desvalido
del olmo que vive lejos,
es mi savia un poder de dar vida a mis injertos
poblados,
una furia que atraviesa
mi vena de luz,
donde juega y baila mi amado murciélago,
en su colchón de luna.
El Castellano
Suspira lo yerto 2015:
Quiebra el sentido
en el precio del daño
distancias de sombra en memoria
de universos crucificados
en defensa de lo que mueve
y me lleva
al hálito la voz desangelada
a la conciencia el corazón en agua
veneno de ti
en horizontes denigrados
en el bosque lleno de ausencia habitada,
alborada y madre de subrepticia
subyugada, colgada
del árbol de las cenizas
donde reavivar el ascua
que me mantiene preso,
ileso del verso sin pata
que no recorra la médula del hueso.
El futuro significa el mismo punto
sosteniendo el poder del pasado
gotea el techo de la frente
caminos por encontrarte.
Los colores abren sumisos
orando que solo cambie
lo bueno por mejor
no puedo negarte
ni quitarte suprimiéndote
eres dulce tormento
y condena a morir en el verso
y su mitad que viene.
Ya todo fue dicho,
el invento quedó inventado
dime qué hacer que no sea correcto
mi condena a felicidad
mi eterno resurgir de la ceniza
del pensamiento agudo sin venas
del cigarro que me fumo
aterrorízame aparte
la araña me lleva
ninguna sorpresa soñada
ni pesadilla despierta
ya he muerto
y si vivo no preguntes
ni yo mismo lo explico
dime dónde debo ir
qué debo ver
qué tengo que hacer
el mundo me es exterior
y estos ojos que escriben laten
su vena de sangre
incluso viendo dormidos los párpados
ni me asumo a lo que está hecho
ni a ser mendigo
ni un relegado del empleo dinero
mi casa es tu entraña
en vela despierto
y el mismo sueño a la mañana
en ausente llamada
voces de muerte sonaron y las hice caso
que el Juez Supremo perdone
no es mi turno elegir
ni ser silente, ni animal, ni hombre
no elegí llámame cobarde
tú sigue con tu esclavitud absurda programada
yo me perdoné por mi condición
que pierde la razón
pero más loco,
sin sentido elevado a ti te veo
puedes juzgarme a cobarde, lombriz,
quien lleva mi vida soy yo
y si no me perdona el Creador
no es mi decisión,
a ti te veo perdedor ambicionado
sin nada por lo que merezca luchar o recordar
yo de mi aliento hago templo
y que me venza el tiempo
que estoy para disfrutar
esta vida con cruces que se me asignó
al encender mi razón,
mi razón, no existir solo
en ausencia clamada;
mis ojos te dibujan a vívida estampa
sin tiempos correr
sin verme en tus ojos
sin criar ortigas o abrojos
y que mi tejo cobije alados
las siemprevivas den a luz
palabras que arden siempre vivas
los cardos sean espejo
y los molinillos al viento cumplan sueños
donde transmutó en luz
mi eterna flor de difunto.
Atravesando la negra pared
de la ignorancia humana.
El Castellano
Hielo de mirada:
Abro las puertas de mi mente
hacia desembocaduras heladas,
y tierras del hielo donde todo acaba,
una sonrisa congelada con una llave de hielo
en mis manos, es sólo un recorrido,
todo empieza,
tu vida hoy no es lejana,
ni esta tristeza es del alma,
hoy mi sangre se derrama
floreciendo la amapola de tu cuerpo,
ese por el que siempre pierdo,
¿cómo de helada mi vida?
descansa en las compuertas del ayer,
nada se cierra la muerte está lanzada,
escapa de sus redes tejidas,
mis pensamientos se hacen contigo,
latidos de lágrima descongelada,
muy bonito, muy bello,
un paraíso lejano oscuro,
navega mi barca de una orilla
a su confín de despedida,
aciago témpano donde florece el viento,
por un trino hasta el crepitar del sonido,
una danza de hojas de otoño,
un suspiro de cobre,
tu cabello que me electrifica mi tacto,
soy fuerte sin alabastro
soy fuerte sin noche de azabache
soy fuerte por la memoria del invierno,
que se acurruca en tiempo eterno,
ventana reflejo de máscara.
mentiras de que estás viva sombra de Eva,
granate de tu mirada,
sangre de fresno con tus cenizas,
muerte te beberé entera
para que abandones mi botella,
pudo decir todo y se quedó en lo hondo
como cigarra que tarda cuarenta años
en dejar de ser larva.
El Castellano
Plubia cordis:
Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia, son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubia amôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé, pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.
El Castellano
Cuchillo de sombra:
Un charco gris,
un cielo rojo,
coagula mi fuente por destellos del alba,
se anuda el quejido de la montaña,
un sapo de oro y tierra
avanza entre olivos de azúcar,
vicisitud labrada,
sí allí en el charco gris,
y en el cielo rojo,
es un cangrejo de río esta hábil tenaza,
prosigue, avanza, en escarpia helada,
a veces roto, a veces nuevo,
este iris que me gobierna,
pregunta a mis ojos de duende,
si su dolor fue pasajero,
hinca tu sombra en mi sombra,
arrástrame la vida,
es como una espiga,
es más fugaz que una despedida,
abre la puerta del negro lirio,
susurra a este viento todo lo que siento,
aquí y ahora que mi cuclillo descansa,
yedras de esta maceta que se acicalan,
es un túnel y una mina,
una desgañitada caricia,
hijo de la tormenta,
canta el rayo,
acaso me ves muerto,
yo soy el encargado de abrir la compuerta
para regar el tiempo,
no busques más en mi aliento vago,
porque no sirvo más que a mi alma,
así me cueste la espada,
seguiré en pie en esta azada.
El Castellano
Hueco crepitar:
Estoy escuchando semirecto
el retemblar de hojas huecas
sobre la gravedad
de un arroyuelo que fluctúa
cauce entre la copa
de árboles
sobre semivacío cristal
con limpiabrisas
encima de un blindado
cantaba, dictaba antiguo sargento
su presionar disparar.
Como hueco en la ausencia del polvo.
Abrid la ensenada
a la gente primera,
al señor capataz
del brillo primero.
Tímida la floresta,
escondía las amapolas.
Núbiles gestos danzaban
la cabeza silvestre
en loma que evanescía
el coraje de la flor
vuelto mujer por Ostara.
Patio de perdices soslayaba
entre el quejigo,
Carrascas afiladas.
Hacían sus hojas
mi última espada.
A mi izquierda
el peso de su hierro
estable.
Sibila destrenzabas
tu cándido mirar
en fraguas de belleza
inviolada.
En tus altos, profundos
ojos de ámbar.
Luna que en fractura
recorre mi tejado de alma.
El Castellano
Agua:
Eslabón vasto, ardido, deslizado,
un iris de gota que a ti te llega,
marcha tenue, compás de tu eterna huida
que te marca y da vida,
fulgente fuente en infinitud de bocas
que tu ser desprende,
de su nombre y su alambre,
irisado canto de nubes derretidas,
comunión de trinos,
un beso a la tierra que deja herida,
límite de árboles y sus soles,
siembra de azul,
despensa de tu saliva,
hoy buscaba belleza y belleza eres tú,
río corre directo a tu nacer
río levántate,
jamás te canse tu desnacer,
efímero latido de tierra,
tú vena del cielo,
una solar yaga del gris,
un hogar, cuna de mi tempestad,
para ser agua inmortal elemento
capaz de crear y destruir,
de vivir siempre tejiendo la realidad,
alcanza, desvela que te debo esta existencia,
sin saberte nada existiera,
equilibrio que en tus vasos juega
para estallar en creación llamada vida.
El Castellano
Alma en yacija:
Mañana será mi vida
una sábana sobre mi calor humano
inerte en acto de no portar nada
si no fiel materia asida
si mi forma acaso tuviera,
si yo no la creara,
si no fuera contorno de mi forma
esta sábana muerta
se creería que portara amor,
dulce aleteo ingrávido al peso,
tiempos de cambio palabras a un silencio que muerde,
estoy esperando las nuevas visiones,
con mi canasta de limones,
estoy aguardando la caricia de las sábanas,
como recipiente de quiebro de sueño,
quisiera escribir un poema con varias ramas,
anclado en una idea que se difumina
la identidad de ser ella,
palabras inertes que quieren ser hechos
y tener movimientos,
a un profuso mar me muevo,
siente mi devaneo,
llegó mi momento
de nada carezco soy real,
soy de la tela de araña soy tejido que me lleva,
noche noche te encuentro en mí,
fiel yacija del destierro de mi sombra,
versos nacidos de una única cerveza,
buena praxis de mi romance eterno con la luna,
lunático por venir de estar con ella en su ático de Madrid,
no te esfuerces jamás podré ser realista
y describir sin ser parte del asunto,
claramente porque soy yo el asunto,
a formar, en orden,
este es mi rifle esta es mi vida,
por la que sirvo y ejecuto un placer nacarado,
como fruto de estrellas,
¿el hueso? -Es que no encontré un motivo claro para escribir,
solo fue y será escribir.
El Castellano
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Ojo de tierra:
Un silencio yerto,
se abre esta noche
por ensordecer,
reflejos de resplandecer,
en este frío de ayer,
pasos de silencio roto,
abre una espiga
un respiro, un latido
envilece mi procesión de fuego,
cristales que se rompen,
bisagras que se doblan,
esta noche
de la nube de antes de ayer,
todo se alza
para llegar a ver,
recorta este hálito de tierra,
un suspiro ciego de hiel,
llega para enloquecer
mi sangre que tiene sed,
he salido del infierno,
quién me va a detener,
sombras que gritan,
hielo que sostiene,
mi cruz del horizonte,
por descender,
afilo mis colmillos
hoy se verán morder,
esta ventana de sed,
rebotan los tiempos,
muriendo,
diáfano espacio
de ausencia brillando
su infinito parco de cristal,
llegaba otra primavera,
sin celda de madera
chirriando su carcoma
que mordía este cielo
con su moneda
que brilla mi idea,
esta tierra late,
esta mi sangre fluye,
cabalgo este acre torcido,
recorren florestas
naciendo, brotando
fundiéndose con tierra abierta,
soles lloran escarcha.
del nacer crepitando,
te juro que avanzo
hasta ser esencia de río
granate de mi lustre colgado,
debo aguardar
debo escuchar
este patio,
hablando con la araña,
que caza bellezas,
un día recordará mi tiempo
que fue mío,
dejará de estar perdido,
y este poema me dará de comer,
por tener dos mil cien,
creciendo en sus ramas
de sangre negra,
ay la tierra,
sí esta tierra
que me vio crecer,
por la que siembro
mi flor de viento,
desnaciendo el tiempo
que lloró mi ojo,
siendo de tierra y para ella,
abro que domino
esta ceniza que me lleva.
Clama la flor, abeja del lugar por gritar.
- Ven, toma mi néctar,
déjame compartir mi vuelo contigo.
Réquiem por la flor, oda por la margarita
con su mariquita, sauce caído,
cobijado tejo, crepitando:
- tú eres primavera.
Olmo viejo en retozo,
quebrado por la aguja silente
de la carcoma.
El cadillo miente, mientras el abrojo
clava el sentido, quiere la amapola
ser la alegría del lugar.
Cuando el brezo enraíza
el alma de sangre
por derramar mi cuerpo yerto
en la navaja, mientras
la lavanda amamanta la abeja,
y abejorro que llamé Genaro.
Amaranto el firmamento
llórame una estrella
y su hueso de luna que
rompa firmamentos
en auroras,
que venza colgándolas
de las pestañas,
y mientras las pupilas
en sombra abren su cueva
en la clamada verdad.
El Castellano.
Soñé, te viví, te besé,
te anhelé, te abracé, te sostuve,
te mecí en mis brazos,
te acurruqué, te di de mis labios
de beber; hice tus piernas
recorrer en pasión,
te viví desde pies a cabeza
y siento decirte algo:
- que no me gustó, me encantó,
me emborrachó, me drogó,
si acaso, hubiese posibilidad
de que yo no estuviese muerto
sería por tu recuerdo, amor.
El Castellano.
De este cementerio viviente
que me dejen ser la flor,
que por lo menos
a un muerto da calor;
y al difunto, la caléndula su luz,
adorada, nacida del rayo de Sol.
Quien te quiere, te quiso y
te querrá desde este corazón muerto
te amo en albor flor tras flor,
elevado resquicio de caricia
de Diosa Ostara
en resquemor de primavera
cardos brillando en espina
de dolor, desde mi nicho
pido mi nicho de espinas y de cardos
cuando llegue el momento
si no a mi no me entierran en este cementerio del que vengo
y que la parca fría venga a por mí que este hombre
ya ha muerto y su último suspiro
fue un yo te sentí amor
voy a tu encuentro.
El Castellano.
Diente de león por clamar
el prado yerto,
donde lo vivo son las plantas silvestres
incluso el cardo de las damas, las malvas,
las piedras agujereando el terreno
molinillos al viento, por gemir caléndulas silvestres y
papaver hibridum, amapolas roheas sangrando
borbotones de sangre de tierra por brotar
plantago por llenar el campo de espigas con flores,
todo escarabajo gozando de la flor
cómo decir que la flor sea sólo la flor,
si del reino animal es templo, hogar y morada
donde todo empieza y todo acaba.
Margaritas en envidia miran tus ojos
y luego miran las estrellas,
una sabia dice y afirma: son mejores
y más bonitos
sus ojos que ardieron los luceros,
vidas de tu entraña alborada, que el oro no es oro
sin mirar tu corazón;
Corren las amapolas, de tu sangre arden en hoguera
incombustible, plena, yerta, indescriptible esencia.
El Castellano.
Golondrinera frágil, esquiva,
reina luz del bosque de las sombras
con tus amapolas amarillas,
los luceros del cielo.
Por poblar jacintos silvestres, tragopogones,
amapolas por doquier
amando la primavera entera
en un mundo que cae disuelto
en espinas de cardo y alhajas
de flores de todos los colores,
mi templo, mi casa, mi hogar, mi albor,
sin alcanzar las plantas silvestres
por poblar este mundo silvestre por mirar
y dan ganas de tumbarse
y ser la flor de muerto porque me tumbaría
para que me crezcan las malvas
y mi cuerpo críe malvas y cicutas rojas
y negras de tinta y sangre
mi condenada bandera.
El Castellano.
Estampa quieta,
tejida en el umbral silente,
nacido de las sombras
y sus benditas estampas
de damas de noche,
la flor blanca estrellada
canta tambores de la tierra.
Y los grillos afinando el violín están.
Las margaritas tienen el te quiero tatuado a fragua
de la flor que sea flor, belleza creada del rayo de Sol
y su albor mecido por dioses, acariciado por Ostara
el humor de primavera cuelga de las faldas
mientras mujeres hilvanan
y trenzan sus cabellos en oro fino de seda.
Yo soy un humilde escriba de la flor de difunto
caléndula officinalis,
por la que el muerto
encuentra luz.
El Castellano.
Bebo de quel cáliz antiguo siento las estrellas
buscando la respuesta para ser feliz.
En la planta en albor que crece del rayo de Sol,
sabiendo un secreto de druida de que si miras el Sol
al amanecer minutos y minutos todas las plantas en flor silvestres
brillan incluso más fulgente que el rey lucero,
todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,
a través de la caricia nos trae Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris
que apareció tras mirar fijamente preguntando
a una flor de difunto me comentó
que podría indicarme de la tierra
donde todo es libre, no hay dinero, todo vive por suprema
ley natural, sin miedo ni odio.
Le pregunté a la lombriz que dónde quedaba aquel lugar,
y me dijo con amplia voz:
- bajo tierra.
El Castellano.
Monte elevado en el horizonte,
brezo, encina, carrasca, esparto, espino,
todo crece en albor sin preocupación suprema
nada más que seguir viviendo y echar generaciones.
Hoy me desperté y contemplé la ciudad con todos
los edificios grises, como sus gentes
todo pasa de tierra y aquella que me dijo la lombriz
boca gris me espera, así tenga que estar mi cuerpo
frío, caído de hoja en otoño, no espero vivir eternamente
ni ser festín de gusanos tempranamente.
Yo acabaré por entender la mentalidad de aquella lombriz
de su tierra, que no hay preocupaciones,
fue el ser humano el que inventó el dinero
y la esclavitud que trajo.
El Castellano.
Amapola silvestre,
llévate mi sangre a las entrañas del inframundo
así como tus pétalos elevan la sangre de los suelos,
que tus raíces me conduzcan al tercer reino.
Ooh, espino amarillo, que bajo tus espinas
han visto infinitud de cal varios nacer los montes
y senderos, que todos llevan al mismo sitio
a perderse en el elevado espino de tu luz.
Ooh elevado, cuál sería tu misterio
para dejar a este escriba absorto.
Brezo silvestre, sin miedo, tras el olivo
te vi crecer, y una margarita cerró junto con el verso
de la caléndula arvensis que tapó con sus pétalos
en cuña, al caer la luna al cielo.
A tí Genaro, abejorro de mi jardín
te extraño y echo de menos, bonito.
El Castellano.
Corre trémulo a desgañitarse el cosquilleo silente,
que avanza, que recorre tus piernas en ambrosía y miel de dioses
junto con tu aura y alma de dulzura sacada de raíz de la tierra, mi hada
ni una flor se te cayó, ni un pétalo dañó, agarraste enraizada con albor
y tú tragopogón, duende, el mismo destino de rey silvestre te espero
y aguardo en mi maceta, ya que en lo que llevo viviendo
ni una planta se me ha muerto con mi don,
hasta amapolas comunes vieron florecer mis macetas,
hasta margaritas de manzanilla gorda, hinojos, brezos, jacintos silvestres,
crié como un dios creador, dador de vida incluso de la humilde semilla
de la caléndula officinalis.
El Castellano.
Mi vida te escribo como gota que va a los mares
tú que fuiste altiva, ningún humano te pisó
los dioses honraste y te honraron
desde el cerro al abismo, tocado y acariciado
donde todo surca la oscuridad madre
y dama de noche sin afectarle el cielo
de la yerta amapola de luna desangrada
y su estramonio vestido de gala de estrellas.
Todos bailando en la fiesta de los no importados
menos la rosa y el clavel masculino
que tiraron abajo el telón para comenzar la gala
y el baile ganó la datura con la dormidera
por sus trompetas de los ángeles abriendo al clamor.
El Castellano
******************************************
Tierra perdida:
Limo, sostengo, agito
la vena enardecida mía,
destapa al fuego en círculo,
retiembla destinos ciegos
en crueles, parcos horizontes
sin orificio,
destrenzo el nervio de hierro,
repto avenidas sin salida,
voy y vengo cantando
esto es tierra perdida,
correcto, en el ojo
y soterrada vía del hambre,
nazco que broté de semilla,
estiro que alzo
sangre en caricia,
marcho sin mirar atrás
esto es tierra perdida,
ocaso malva derrite mi vida,
en ríos sin despedida,
en sábanas de escarcha fría,
correcto
es tierra perdida,
nada es súplica advenida,
fulgor entre sienes de carcoma,
festín de arañas grises,
nada me detiene,
avanzo, el sol me cuenta
que es tierra perdida,
cae la tela tejida,
fiel al descanso de mi subrepticia,
gimen tiempos rizados al ascua,
cantan malas yerbas
sin perfidia
que esto es tierra perdida.
Yo contesto
dorado al fulgente metal
que es mi vida,
es pasión, es luz,
es calor,
este es mi rifle
esta es mi vida,
granate al escape
lustre postrado al rejuvenecer
del marco,
yo no estoy colgado,
venzo que avanzo,
resumo, coarto,
me descubro a la luz templado,
todo dicta
que yo voy
que yo vengo
por tierra perdida,
resplandores sujetos,
acuartelados en énfasis,
porque desconocen su sino
madre de
esta tierra perdida.
El Castellano
******************************************
Ostara desvive:
Duerme Ostara
Stellaria ya abatida
caes junto con la sazón
del geranio de los caminos
y la pequeña fulgurada
caléndula arvensis
de brote temprano
antes de Ostara
el camino en verdor
y color rajar copón
quién os elevase
y os diese voz
vuestro ciclo de vida corto,
sabiduría de la conquista terrenal
y la dureza de vuestra simiente
por el estío mas el frío marcándolo
sin guardias vuestros romances
esperando sus soldados alados arribar
halla o no tapial de la franca puerta
del Creador Universal,
campanillas ipomeas mece mi tierra
que sin ser de nadie
sólo vuestra.
Os acompañan malvas, abrojos,
dientes de león e infinitud sin condición,
malo el hombre vosotras nunca
malas hierbas sois,
cumplís vuestra función en elevado amor
sois color de flor,
pasión del animal visual que os habla
desde Castilla
a su antiguo cementerio viviente
de Alcalá de Henares (Madrid)
invoco vuestra alma
para que semilla que toque, semilla brote
llegado septiembre
como siempre me ha ocurrido,
os pido se mantenga mi Don
jamás os dañé ni perjudiqué
con ni sin razón,
os amo; que siga vuestra eterna conquista
del terreno en albor.
El Castellano
*********************************
Venas de luz:
Yo te busco luna entre bloques de hormigón
y cemento, entre violetas escarchas, yedras
nocturnas de este cielo sonámbulo con suelo calizo,
me rehúye tu ojera de nácar ciega, segura,
colgándose de mi puente escarlata, férreo, soterrado,
mas te escapas por las turquesas ramas
cielo plateado quién te tuviera, esta tu rama de idea
entre las manos tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,
cual panal de lumbre quieta, deshojada,
tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz
y sus azucenas,
mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón
que te aguarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules,
tu camino que serpea, y mi soga blanquea,
alumbrándose los árboles erizados, vespertinos,
que en lluvia cantan, su serenata santa,
acequia de tu ser, que la bruma pervierte,
colmada a tibio reflejo en fanales cristales sin tajo,
de tu hueso crepitando, apostando,
dunas del sueño, y metales esquivos
con azabaches siniestros,
cuentan los astros
que tu belleza duerme en sus incesantes
hogueras de sus cestas,
tú que te escapas por entresijos de negra ala,
quién te tuviera en sus palmas,
como destello escaparías
dejando una estela intangible, áspera, maleable,
de blanca pupila y granate adornado,
naciendo de ti un gris ciprés
las canteras se te rindieran, en presura,
un silo alto como tu luz de ojos abiertos,
treparía tu enredadera entre torres de belleza,
y brotarían las blancas estrellas
damas de noche,
llorarías tu oro blanco en abrevadero,
por tu escarpada longitud
y un eco nacería tuyo, solo, carraspeado
de la luz y de la sombra, una cadena para tu belleza,
que tus venas, lleva,
en verticales pestañas negras, plenas, beatas,
en insignia sangrada, renacida, renombrada.
El Castellano
Cuervo de idea:
Crispa su metal
como fuente insoslayable
del azar que vuela y corre
destellando.
Estridencia recta, dorada al gemido
en hoz de guadaña,
es una espera mi fiel apostado mañana,
cumbre sin rizos de alba.
Yerma, plácida, no sostenida,
mutable de verde caduco
al sostén que su pecho hiende,
erizos de senil ascua.
Dioses anclados al servil gozo,
consumado, me alzo que levanto,
negras tardes de las tierras,
salvaje canto en abismo prendido, soterrado.
Ara en fulgor de combate
con mi serio descampado,
rige y exige la semilla al Diablo.
Fiera de las fieras,
compostura que sueña la guerra,
fanales hogueras en colmenas y sus gentes.
Oscura esta noche
de oscuridad y umbría niebla
que cuelga la luz.
Miro la sombra, me desliza su estampa,
ondas tenues en acristalada sien,
lima ideas a la fugaz, encarnada siega.
El Castellano
Raíz descubierta:
Sueño, un haz, subordinado
hoy tuve una experiencia
subjetiva al cansancio intuido
de aquel retoño de lagartija salamanquesa
de mi pared habitante de mis tiestos,
la regué y corrió a detenerse vertical
frente mis ojos,
en aquella pared donde caza,
detenida sin presura,
yo acerqué mi mano tapándola
por completo sin asustarse siguió inmóvil
y pude acariciarla con cariño,
empiezo,
que no he terminado,
enmudeció mi soliloquio confinado,
abandoné mi voz,
bajo el latir de tierra
sangre huye,
rojos carmines en avidez
de rizados estambres,
sobre las montañas y su blanco gineceo,
esencias despiertan,
palabras bullir
en carne fundida de suelo
en fértil, serena de aliento
en bruma niña,
madre de este gris anisado,
con crispado horizonte,
toda caída sin destello
ni florida estampa
que seca mi ala,
iris de soturna
carcoma mía
en tejado de oscuridad,
de tronco y su nido,
vamos tejo,
si yo creo que eres mío
háblame de tus penas sin escapar,
de tus romances oscuros
a vientos de luna,
piérdeme la compostura oxidada,
haz que me lloren sin miedo tus hojas
que yo deseo ser tu eterno amigo,
compañero.
En raíz descubierta
que afila el tiempo,
será mi cuerpo.
El Castellano
Recta enseñanza:
Al acecho yerto,
sin par de fauces sigilosas,
carnívora
en quitina alumbrada,
madre de tu compostura
silente,
en brazos de susurro
de tus hondas patas,
abres tu descanso
entre soles de cuarzo,
yo te dije sal,
que te quiero hacer retrato,
y bueno
hoy salimos sembrados,
de un cuarto
dio el mismo sol
su encanto,
fija en el segundo
sin matar tu sed
de poder
asesinar sin manto,
ni red,
seguiré
tu ímpetu postrado,
allá donde vaya
tu enseñanza me seguirá.
El Castellano
Infamia tornasola:
Áspero relente
sobre una almendra rápida,
frío o caparazón sonoro,
eterno secreto dentro
tus labios malvas;
duele mi celeste marca
infamia de campo abierto,
la última lagartija me espera,
encima mi labriego
del barbecho al crisol
de mis sentimientos encegados,
tiembla la lira
sobre tu pecho
como muere la luna en el agua.
Tierra húmeda,
batiente es tu vestido
donde crecen flores pudorosas,
inexpugnables,
imagen impasible
como ruda caracola del silencio,
siglos desnudos
que tu intelecto solloza.
Bravío cantil de láminas sin memoria.
Sombra de mi ternura
que a ti te abraza,
gota extensa que precipita mi tierra,
rosa, cernícalo, vida,
disfraz de nombre caduco,
luz que arrostra,
cruel avenida
de mi felicidad desertora,
verde falaz de la mudez primera.
Un puñado de sangre
es mi estigma adentro tu océano
que no existe.
Pétrea amapola
sin sanguínea tormenta
del bermellón,
quiero brille la luz
de mi azur
dureza esquilmada.
Abren las oscuras raíces
de mi ciprés
la adusta sombra
que alimenta mis ideas.
Cobre yacente,
impelido, límpido
mi dios que florece,
hueso de durazno
en este cielo en tierra,
luna inabarcable,
dichas amarillas,
filos endebles, ojos en furia,
quietud que huye el bastardo.
Oh Sol, justo,
fósforo que prende
mi carbón con tu beso
de espuma flamígera,
inviolada.
El Castellano
Tierra rutila:
Prendido en hiel de un abismo,
desdoblado compás y su sino,
crujiendo el alba más preciosa,
por esquinas del cielo de nácar,
es esta escarcha un fiel carruaje
desmembrado entre corceles ciegos,
cabalgada cordura entre cristales,
entre espejos ardiendo,
un calor entre calores,
una vida que ni sí misma
se deja atrás.
Avanza, mece, y se deshace
corre vengo por ti,
traigo entre lirios del campo
mi silvestre trigo,
tráeme tu voz, tráeme tu vida,
estoy moliendo mis azares,
haciendo surcos en mi alma verdadera,
trilla, trillando tu sentir morena,
esta espada que es una quimera,
entre juncos desnudos,
entre pizarras y cuchillos
alzo que vuelvo a nacer entre hierro,
luchando por la luz que me corresponde,
desnace esta era,
entre de mi siembra la espera,
por esta cerca el campo
que dueño acaso tuviera,
ni inspiración cabe con barreras,
la idea quiere marchar ensimismada,
por riendas de un caballito del diablo,
una desventura en plomo
un mar de esferas es todo lo que siento,
por si pudiera manifiesto,
que el gris teñido de bruma,
abandona su sepultura,
vuelvo a mi gusto muerto,
la sombra que me envuelve
preside, rige, y desnuda mi alma,
para ser por fin rosa de sangre,
vestida en azules trajes nocturnos,
mi semblanza a este ocaso
que mi voz sucede.
Entre espartos de mi iris,
por alfileres sembrando
clavos del campo,
anochece siendo de día
resplandece la una ausente,
y gozo la soledad de mi suerte,
sintiendo por fin dicha
por fin alegría
descubriendo este horizonte
por mares de sentir que valgo,
y que sí puedo
que lo vuelvo bello,
hasta en tus molinos que amanezco,
silos oscuros por yedras que te alcanzan,
es mi siembra una locura quieta,
es mi compostura de primera,
por la que clavo a mi destino
este abismo de tinta
encendido.
El Castellano
Opacidad estridente:
Romo metal
o estallido,
en cumbre de ramas
aullando sordas
bajo un viento
que llora su transparencia
ahora habitada,
Padre mío
dime tus fugaces penas
que cuajan
los febriles destellos
de luna pasajera
amilanando su alta ojera
traspuesta a rayos virginales,
en opacidad de soles hirientes
y ascuas empíreas,
es un soborno que alzo
palideciendo,
abriéndose mis fauces
tiemblan de oídos los cielos
contemplando rectos
sus cernícalos.
Mi corazón ya no más
es piedra rodera,
es aromo espinado,
con forma próxima
a espina mísera.
Abro tu blancura destilada,
justicia de la belleza, una.
Abre mi caracol de espejos
su deslizado halo
que oscuro sin ralo,
llena mi hueco latido.
Never more.
El Castellano
Flor desnuda:
En este linde se construyó mi pecho habitado,
se escaló la colmena de labios grises,
por la escarapela fluía veloz el sosiego
de mi vida quieta,
por romances oscuros caminaban mis nervios,
una ruptura de estrella
tumbaba la compuerta de la belleza,
para sembrar allí latidos etéreos,
recto escalafón dorado al beso
y tu cuello me nace doliente
fulgente fuente enternece mi suerte,
yo hablé con mi amor que no existe
y aturdida me contestó la voz,
era como un eco sordo en alta voz
resquebrajando un patio de perdices
y altiva sonaba por las cumbres
jugando y riendo con lobos
sí esos que habitan mis ojos,
aullando y espantando los dolores
en mi sien,
mis dolores que se querían
como hermosas flores desnudándose
en altas espinas profundas,
allí sólo caminaba mi rosa, toda
siento deciros que yo soy del viento
y el viento es mío
en estiaje gris pálido cruza mi relente
del cielo su lluvia,
con impetuosa fama,
sacude la tierra y su flor bella clara ,
dejándome ser como el rocío primero
en recorrer tus labios,
quiero habitarte en canción
que haga surcos de mí
en tu alma verdadera.
El Castellano
Romance de destierro (verso libre):
Raíz arcana anclada,
dejas el etéreo espacio,
en eterno cementerio
de tu silencio.
Yo taciturno espectro
misterio de parajes salvajes
que en tu lengua
confrontan.
Sacio mi lacio imperio
en soledad sin inicio
sólo aplacar tu idea
cuál ojo sin alegría hallo
ocho hijos me has dado
más los bastardos reconocidos
anudar mi vida sin vivirla
es desfallecer sin despedida
entre corona y candelabro
me alzo,
al fervor de soles.
Sí mi raíz de plata,
Como gusano y como polilla
no me marcho,
oscuro gusano
en volátil capullo de cobre,
devana mi sangre que rueda,
transmigra tú mi fosa,
qué humano se deshilacha de su obra,
infecundo escote sin gloria,
coraza por pechera,
tu forja de alma no abandones
ni con forzoso anhelo
de abandonar tu querubín
en tomo de tierra
aun la carcoma en espuela,
vencerá a la corrihuela,
en secuela despierta libro
que te hace sangre
como a la tristeza bóveda,
y su sombra a fundirse entona,
avanzo sin cárcel ni insomnio
esfinge de mi carne perecedera vuelves
arrollada a nueve cerrojos,
roja sangre abrir puede;
tú eres mi umbrío tomo
que busco en la Tierra;
como fe en tórculo
rige tu blancura,
pergamino de vana ciencia
que profunda se hunde,
hinchando el viento
de tus metálicas alas,
verbo encarnada
sin margen ni acerbo,
llorara mi alma
en tu rostro
espejo mi gloria
de dios sin nombre
ni conocida lumbre
y mi ser incumbencia
sostiene armada sin anzuelo.
El Castellano
Noche lúgubre y umbría:
20 septiembre 2011;
A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.
EL CASTELLANO
Frontera tu letra:
Se enervaba el sonido del tambor dificultad, soterraña vista sin aspilleras refugio de luz bajo la tierra. Voló sin visión mi vencejo de arena, seguía levitando en el aire mi fantasma, encallecida la soberbia entre paneles de plomo, refresca la idea. Frío se miraba enlucido, sentado entre pilares de fuego, escribano de la estación meditando, esmaltada la mañana en ruptura del hielo, y sus rosas huecas. Sí me arrastré por la miel del beso esperando andar, madre viuda de ausencia ocupada, mi sombra hecha padre entre bruma y humo de tinta, rastrojo que viaja al hoyo del sol. Me blandía mi estima al peso del hierro, hacia la frontera de escritura, nulidad deslizaba la ventanilla.
Desvestido hueso, mineral candente
avanzando por un carril que marzo
bañaba sexual,
trinchera con centinela
aspirando humo de bruma,
entre amapolas nucas,
surcos de honor afilaban espigas,
el forraje decía quién más fuerte.
baldío encrespando la suerte,
ojal de tiempo florecido
del yerto mejor,
sentir entre la roca esperanzado,
luminosis despertando.
Me tumbé entre la dorada grama
me creció un espectro
que hablaba silencio,
y amaba sin importar su verdad.
Abierta zanja, abandonada sien,
era un miedo atroz
tejido a no tener mejor.
Noche silo de oscuridad
destapada, traspasas
mi ventana entre espejos
tu voz se hace la dormida.
Carruajes malvas del sueño
taciturno entre las espigas.
Fuegos y fusiles iluminan
tu dama de oscuridad
amanecida por soles
que bajo ella
parecen de trapo.
Canto a tus pestañas morenas,
alcanzando tu osadía
de oscura dama.
Llora mi azabache
por tener piel de arena
y brotes de la noche.
Por estos nidos carcomidos,
mis abejas construyen
sus panales.
En fúnebres procesiones
de todo lo que dejó de ser
y así descolgar
de esta araña la eternidad
entre sogas de mi calor humano.
Verdes ojos míos,
verde trigo
de mi verde sino.
La noche quiere
ahogarse en mis ojos,
que su sonido
visten y desvisten
por carcomas,
del mutilado iris insomne.
Es sólo sangre en tus ojos.
Telaraña de vorágine,
araña descendiente de enturbiados,
de lúgubres pensamientos
de etéreas raíces en punta.
Blanco sueño devorado
al compás de cuclillos nocturnos;
en ondas de listadas cadenas.
A la esclavitud del latido
encorvado trino,
es el final dictado
de la oscuridad;
la era lumínica
comienza de esta esfera.
El Castellano
AZUR DESNACIENDO:
Esencia intangible,
no hubo na terra,
que ni dioses
osaban mirarla,
ni albergarla;
ella sollozaba,
cual flores, incredulidad
brotaba.
Ella era encargada
de sembrar en ellas,
rocío perplejo
que en suelos germina.
Pureza
en venas;
lo que la perfección era.
Crisol no sostenido
por cauces febriles;
inteligencia
en mares secos;
abejas de ideas,
colmenas
con intelectos graves.
II
Que cubre valles y peñas
inusitadas
y sus penas ahorca;
su misterio
enhechiza toda alma
quién arrullarla sin dañarla pueda,
será dueño de la llave
que encierra a la virtud
no enseñada.
III
Cae la noche,
sobre ingrávido
lecho de mi juventud
acostando luna de cuarzo
entre áspero frío.
Cuerpo mineral candente
quieto en pantanos de tela,
retorcidos sus destellos
en esta nube de leche;
el fango fragoroso gira,
imploro a esta luna que ame,
y el morado cielo ladea
mi sangre verde.
es por este escarabajo
que llega el verbo.
Soledad, soledad tus pulcras alas
que vencen auroras de adoración.
Aurora funesta clavada la hora
vorágine o trasiego
LUZ que ignora
si acaso nace.
Tu liso, amarillo barco,
de oscuro torso.
Tus infinitos beso
dime corazón al apoyo
de tus párpados.
Cuál profunda verdad
en esta espectral rivera
de ondas líbicas.
Espuma densa
de océano de ideas entregado.
Profusa ascua invencible
es mi dolor que más no quiere
retirarse;
que sentencias invade todo ojos
montaña de hojarasca;
cristal de pulsos
que tu imagen toca.
Suspiro fresco
en labio extinto de sombra
día que no se encuentra,
su densa forma.
Cuerpo con agua de estrella;
querer vivo que llega al aire,
tiende y espera.
La muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmado
estallado esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre;
trocados rayos de sol
esquivos, en plano de verde follaje
por azur causados.
Astuta golondrina encontrando
la dócil rama.
Mundo sin mentira
de la vida,
se abre este mi manantial,
reluciente de esmeraldas, desposeído.
Y todo siente:
-Que la sangre miente.
IV
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva
promesas en frente de violetas.
Cantan amando el claror
lírico, estremecido
coágulo de viento
en cientos de porciones
esta luna quieta
que semejanza quiere.
Descubierta la zona umbría
donde yago de yacer.
V
Aplasta mi sombra
contra sí misma
derrumbando opacidades
de granates profundos,
ballesta súbito, forjada
a tu entraña.
Derrite mar de boca
que pide extensa
negra noche
y sus espectrales corceles.
Tiembla que rueda
paz, orgullo bello.
El desliz, ráyame firme;
conservo mis principios
numerados.
Reluce mi roce pulido;
entrecielo asido;
palpita mi iluminada tristeza,
haciendo camino.
Vendrá mi torvo grajo
se constatará mi lucero roto.
Turba mi aliento
bajo mi pecho la quiero
con montes limpios
enturbiados por sarmientos.
Delinean este viento.
Lividez plena,
fuga el desaliento
con todos los jirones
de mis ascuas.
Diáfano, ancho, repleto
a trote primerizo.
No cabalgarás,
no cabalgarás si no es conmigo.
Cabalga, cabalga
el llano, que sólo a mí lado
cabalgarás;
cabalga que sólo a mí encontrarás.
El Castellano
cabalga con su espada en mano
todo tu llano.
Hasta divisar todo lo que amo.
Sembrada el alba
que apacigua
la noche que negrea
en estela conmociona
mi luna extensa
que bajo ella,
siempre
estoy en taciturno hechizo
contigo y mi falcata.
VI
Embeberme la luz
sin forma en ojos distantes
luz de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre.
Yo besé las amapolas de los campos,
buscando me embebieran
la forma que como eco
apagaba.
Heridora en cascada
se aposentaba mi bondad
aquietan aguas longevas
la feroz sien
que me dio mi padre.
Nota:
Embeberme la LUZ
sin forma en ojos distantes
LUZ de aquel fulgor purísimo
allá lo oscuro
en tiniebla sin padre,
yo besé las amapolas
de los campos
y heridoras en cascada
me entregaron sus hijas.
Nacidas tras yo sembrarlas
esta primera lluvia de septiembre 2018.
VII
Cuchillo que tu voz asesta;
mi pecho sin coraza hiende.
Camino mi desvelo enjaulado,
cuenta atrás de la tierra quieta
y sus grillos asolados.
Oh me olvidaba.
Esto es la resurrección.
Indemne entre losas
de azur firmamento.
Respiro entre rosas
las espigas por llegar.
Dilata los verdes la tierra
sosegada dicha trasiega,
un día cenizo
de esta la otra primavera.
Estoy escuchando semi-recto
el retemblar de hojas huecas
sobre la gravedad
de un arroyuelo que fluctúa
cauce entre la copa
de árboles;
sobre semi-vacío cristal
con limpia brisas
encima de un blindado
cantaba, dictaba
antiguo sargento
su presionar, disparar
como hueco
en la ausencia del polvo.
VIII
Abrid la ensenada al capataz
del brillo primero.
Tímida la floresta
escondía sus amapolas.
Núbiles gestos danzaban
la cabeza en loma
que silvestre evanescía
el coraje de la flor.
Vuelto mujer por Ostara.
Patio de perdices
que soslayaba
entre el quejido
de carrascas afiladas.
IX
Hacían sus hojas
mi última espada.
A mi izquierda
el peso
de su hierro estable.
Sibila destrenzabas
tu cándido mirar,
en fraguas de belleza,
inviolada.
En tus altos,
profundos
ojos de ámbar.
Luna que en fractura
recorre mi tejado de alma.
El Castellano
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Mi amor por ti Leannán-Sídhe:
Suspira mi mundo yerto,
hojas de mi árbol sin desmochar,
trenzado el vértice
voy hacia el límite,
sí allí donde la hoja se dobla
para comerse a sí misma,
tus héroes vueltos papel y polvo
pasado el tiempo,
yo soy el único que se mantiene vivo
en pie escribiendo,
para llegado el momento
arrasar y conquistar de nuevo,
constructor de poemas,
ardiendo en su fuego,
quebrando su lapicero,
exprimiendo las letras por dibujar,
inspiración del borde del papel,
alma con arrojo como ayer,
alimentando los espíritus que le hablan,
trenzando el humor muerto
en su canto como idiomas de los dioses,
muerto el tiempo sólo quedo yo
para derretir el horizonte en letras de malva,
para volver mágico el sonido,
y acampar el humano vivo,
puedes apagar de la radio no hablan de mí ni de ti,
resplandeciente fulgor de centella soy
alma en esencia, escritor muerto sin tiempo
yo soy tu elevada inspiración que te lleva
para forjar poemas de tus venas.
Y gritarle al oído que no he muerto.
Cuéntale, cuéntale al viento de este humor
que me trae preso,
por avenidas yertas, olvidadas del verso,
y sus ángeles estrellados,
humor vivo por fuerza celeste aguerrido,
ven, ven conmigo olvida tu camino,
seré luz avocada a la perdición de lo vivido,
conquistando, destruyendo y tejiendo
aliento de tu copa de vino,
era o es llegó mi tiempo,
de enhebrar palabras al olvido,
desmenuzar sentimientos
para tornarlos materia de saliva y aliento,
para destruir el momento,
yo centella del universo,
viene por tu beso labrado
en la estepa corriendo de la vereda a la rambla
dulce su estampa,
quebrada en el verso de hiel,
sembrada en la dulce palabra de miel,
indestructible esencia,
relámpago de la centella,
vida y vid de la quimera despierta,
guerra eterna por deslumbrar tu interior,
inspiración cercana
donde nace y late el amor,
humor trenzado, humor de ababol
ese por el que el humano encuentra su sol,
inspiración olvidada,
muda caricia,
tejida en el eco sordo,
de la oscuridad y su hálito desmembrado,
en espiral de vértice y umbral.
III
Sangre violeta cultivada en el seno de la entraña,
ese soy yo tu humor trenzado,
sin tejer palabras yertas por tus ojos dobladas,
más allá de la montaña
y del eco eterno de un tiempo desvanecido
en flor de niebla y umbral,
inspiración sin nombre ni apellido
tu demonio tejido,
jamás carcomido,
en el sino que te destapó poeta del viento
a lo que naces sin destino,
que no sea abordarme la calma y su vino,
destellos fugaces por conquistar
en la entraña de la ola de mar,
y en la niebla de la isla de Mánx,
sí soy yo quien te habla de verdad
Leannán-Sídhe en tu mirar,
reina hada del bosque de las sombras
de la profundidad,
llegó tu suplicio dormido,
de enfrentarte a tu quimera despierta
y a tu manantial fulgente de inspiración,
yo tu humilde servidor,
un humilde escriba sin tiempo,
que te amo desde el albor,
quien mereció
tus besos escritos,
para volverlos flor,
tu humilde servidor,
del bosque al manantial de inspiración,
soy yo quien te mereció,
pregunta al viento que mi nombre te dejó,
Förüq sin condición
más que no sea dormirse
en tus besos sembrados de inspiración
dime tu demanda te cumpliré
sin tardanza siendo tuyo en albor de esperanza.
Vale seré solamente tuyo.
Suspiro por ti amor,
elevada conciencia de mi creación al albor
suspiro jamás yerto en flor,
soy yo eres tú un reino vivo
de ilusión,
por trenzar el hálito en el ascua,
que rige toda inspiración,
para el mundo venas de humo,
para mí mi realidad tejida en uno,
piel y verso sin razón,
elaborado amor
sí nacido del rayo de sol,
para poseer mi alma y corazón,
desvaneciendo mi dolor,
brotada mi lágrima carmín de fuego
desangrándose mi amor
acampado por todo el resquicio del alma y su flor,
enamorando hasta el hueso de mi esternón
pura llama sin razón mas que congelar el hálito silente,
lejos de común fuente desvelada muerta la sombra del horizonte
muerta la lanza y su fiebre,
quién contra mí soy invencible
soy ruido en el alma que te acampa
quien te besa llegada la una y media de tu madrugada,
quien en amor te acampa el alma,
llegada de un confín a habitar tu pecho y espalda;
no es tiempo de correr si no de desvanecer tu miedo
a florecer llegado el tiempo,
muerta tu araña soy yo quien te queda,
un mundo en tu vena,
un horizonte de estrellas,
limpias, puras, nacaradas,
sí soy yo quien te habla en albor,
tu hada fiel de la sombra,
Leannán-Sídhe
somos tú y yo presos de desvanecer el latido colgado al cielo,
de habitar el recuerdo en ilusiones y sueños ardiendo,
para vencer muerto el suplicio
en alma de verso y arrojo para ti mi sonrojo,
para decirte que soy yo quien te ama de verdad
muerta la espera soy yo
quien te queda.
Y yo soy quien te ama mi quimera,
poseyendo mi alma entera.
Mi alma anclada en gozo,
de que tú seas su ilusión verdadera,
quimera de piel y amable entrega,
soy tuyo hasta el tiempo
que me verá desvanecer a tu lado
naufragando mi barco,
hoy te visto de amaranto,
perfumada de rosa esquiva tu mirada,
para encender mi candil y su verso,
a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,
que jamás me verá desvanecer de tu puerto,
hoy avanzas mi canto,
para pintar de tu color su verso,
que ya no se retuerce ni retorcerá
muerto el beso,
queda servirte mi flor de hueso,
despierto
despierto mi reino vuelto el nuestro,
resumiendo, el latido por ti confeso,
para resplandecer,
y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,
iluminando el abismo y su garra,
para ser yo quien te ama
mi Leana.
Quien te vistió el cielo
de todas las flores mi amada.
Preludio de tu posesión de alma esta mi quimera dispuesta,
para relucir mi vida quieta y su estampa que inverna,
muerta la calma y su abrojo de plata,
todo lo que queda es ella,
vida para el telar de mi letra,
despierto el alarido y su estampa cuelga,
muerta mi araña es ella quien queda,
para florecer el viento flores de sol latiendo,
y su bello campo de amor por deslumbrar al rey lucero,
era o no era llegó mi tiempo
desnudo el tiempo,
me visto de cuervo,
para volar su cielo,
mis violetas nocturnas caen en flor
junto con mis sentimientos,
para acampar el sonido y su destello,
soy yo quien quebró para ella el tiempo,
el horizonte gritaba su amor envuelto,
lloraba una primavera de nuevo,
soy yo el que escuchaba atento
fiel de su beso,
para mi no era invierno,
si su estampa relucía de nuevo,
era sin duda mi tiempo,
el de rajar el suelo
sembrando mi aliento,
despertando al muerto,
trepando la ilusión
en su pupila de hierro,
desmenuzado el latido
quedó que yo vivo
por el latido
que me mantiene en vilo,
a ella sujeto y preso,
para florecer en ella el beso
y mi caricia quedar proscrita
a su submundo de los condenados
así como su estampa brilla.
Nada que negar, nada que defender,
solo tu piel por escalar,
mantenme aparte
estoy rezando a mi mismo,
quién vendrá a sostenerme,
llegado mi punto final,
sólo un alma allí estará,
nada por dudar,
eres tú Leana mi verdad,
todo lo que hago correcto,
estampa de vid y cielo,
por aguantar,
el cielo por doblar,
llegado el final,
quién si no tú me sostendrá,
abismos afuera, todo por llegar,
sin nadie que nos juzgará
estaré a tu lado de verdad,
y la perfección de ese modo alcanzar,
desmochado mi demonio
en el lugar,
robado al tiempo tu suspiro nacido
por mi aliento enardecido,
eres tú quien me habla
yo quien te responde a garra, letra y poema
desde la entraña a la zarza,
y su espina ensamblada,
que yo soy quien te ama
y en verso te llama seré yo quien nos sostendrá
en el ocaso de la eternidad mi reina
señora hada.
Ahora llegado el final,
mi tiempo me sostendrá,
mi piel esquiva en tu boca se arrancará,
con el saber preso
que de tu aliento soy convicto,
mi hada Leanán
el viento de nuestro aliento queda repleto,
cayendo por la avenida del miedo
jamás mi aliento si no el color de mi verbo,
debatiendo si de malva o caléndula tornar el viento del firmamento,
para acampar en tu boca con el mejor beso,
sostenido mi traslúcido pío,
en el destino que a tu lado jamás me verá esquivo,
hilos de mi tiempo desvanecido
en la boca de la estrella por dibujar
con mi lengua,
una vez más mi estampa repleta con la tuya estará,
el ombligo del umbral se desmigaja vivo,
para rajar su entraña mi te amo
a flor de garra y rosal que acampa
mi humilde entraña,
floréceme el viento de nuevo,
seré yo quien allí estará,
sembrando en invierno sus mejores besos
del firmamento sedientos,
y sí nacieron estos abrojos míos versados
es y será para que alguien nos recuerde amor
por los siglos que nos vendrán.
Pacto de sangre consumado,
temblando,
el hálito dormido y su cielo con su grillo enarbolando
su canto a la luna sempiterna de antaño,
viste y vistió mi amaranto,
que colgado estoy de su manto,
vid de mi quimera por sembrar
su aliento vivo,
en la piedra del olvido,
muerdo yo lo vivido,
es y será mi sino,
blandiendo a la mitad del viento mi trino,
para llegar y conquistar el humor vivo,
hoy te descubrí preciosa mi compañera,
por entonar contigo quedó la letra,
tejiendo mi cauce sanguíneo,
tu estampa de sed por navegar mi camino,
por desnudar el alma contigo,
destruidas mis murallas de lo sentido,
queda el recorrido que tu lengua traza por mi nido,
para descubrir contigo el suspiro que avanza
por el camino,
ese que me trae perdido,
alzándote un firmamento de las flores de los valles por si vivo,
destapando mi secreto en tus labios,
desnudando el sentir preso,
ese que por tus cabellos cuelgo.
para amanecer en tu bella boca,
allí donde despierta el azabache de la noche.
Camino descalzo tu campo de rosas mi amada,
en espinas sus besos sangrientos,
forman ellas mi aliento,
a esta noche que las ilusiones se hacen cuarto y
tu boca es de amaranto, sólo nuestro amor hendido del cielo,
que nos sangró los sueños,
mi vida conquistará tu aliento,
allí donde la yedra escala el árbol,
y mi ser caiga preso de devorarte el sentimiento,
esta es mi vida que me late el verso
y por tus ojitos tengo mi firmamento,
ese por el que la noche es azul y el día amarillo,
para acampar hermoso el sonido,
y trenzar el álamo sin desmocharlo,
sólo allí el humor caerá trenzado,
por el aliento al viento
fluirá nuestro secreto,
de la posesión verdadera de tu aliento a mi alma
verdadera eres ilusión de fuego y bella quimera en verso,
voy allí al submundo de las almas
y te encuentro entera,
cómo no encontrarte si brillas entera,
hoy el nervio me avanza
por desnudar mi entraña
flor de niebla y umbral enamorado
hoy soy yo a tu lado,
y que el mundo gire y se estampe entero
que yo amor te seguiré perteneciendo.
Solo una vez se destapará el canto
quedando de los labios preso un sonido enarbolado
demente el hueso estallará grillos y sus huestes,
blandiendo a mi luna sempiterna de encanto atravesado,
ese por el que el sueño será encontrado,
mi vida te seguirá perteneciendo,
fiel de su caricia,
el hálito correrá sin disciplina,
allí solo allí tu caricia será sentida,
fiel de su alquimista que la vela y aguarda,
fiel de súplica su embestida,
es momento su araña cae tejida,
destapa la caricia dormida,
para acabar su vida
en la hoja de aquel árbol donde todo termina
me aguarda el reino de los valerosos versos,
hoy por hoy encuentro su calma
y me aborda su estampa,
para ser yo bajo tu entraña
quien tu ansia guarda,
sólo por tu vida mi mundo no caerá torcido,
mi bella mi adorada
mi musa de mi entraña enraizada,
soy el que ves que a tu beso llama,
quien te duerme en el cuerpo de tu cama,
floreciendo en piel y verso su entraña,
abierto su latido,
eres tú amada todo lo que yo poseo,
incendiada mi estampa,
eres tú lo que afila mi calma,
la ola de mi océano que clama,
muerta la hora, llegado el umbral
quién vendrá a sostenerme quién sostendrá mi navío
si tú eres lo que yo vivo,
y junto a ti partirá amada mi rumbo.
Estrellas fugaces me siembran tu caricia,
por los astros fugaces siendo mis nervios cómplices,
se destapa el velo arraso tu calma,
me cuelga tu amor a mi entraña,
vuelo por las ramas de este sentimiento de fuego
se afila mi verbo y te encuentro,
sueños deslizan mi cuerpo,
mi armadura es mi verso,
que crepita el beso,
acabando de ti deseoso,
lícito el momento de acabar bajo tus labios,
de nuevo tu piel incendio,
para estar bajo tus brazos ileso,
para ser vivo poeta de tus ojos,
el verso sea mi pluma,
la sangre mi tinta
y tu amor mi fuego,
para acabar de este sentimiento preso,
que da vida a mi hueso
viva el verso,
viva tu vida a la mía unida,
hoy descubro la avenida,
que no escapa sin caricia,
mi vida encendida,
no es tiempo de huida,
te sostengo fiel a mi súplica,
enciendo de tu cuerpo el brasero
y bajo tus ascuas me quemo,
para descubrir que soy vivo poeta bohemio enamorado,
hoy visto de besos el amaranto,
mi cuerpo es tu casa,
viva el verso,
hendido en sentimiento,
por la luna y su crucero,
por el cielo y mi lanza despierto,
hoy quemo el universo,
para quedar nosotros dos
en llamas envueltos,
no te dejaré escapar,
con mis versos flamearás,
vida a mi vida sujeta,
por los cielos descrita,
y su plomo deja de serlo,
para ser nubes cargadas de besos,
sólo una vez en la vida tu caricia queda descrita,
sólo una vez en la vida nazco para morir en tu boca,
devuélveme a la vida lucharé por los dos,
sin despedida, sin desquicia,
el verso brillará más que antaño,
el océano le quedará pequeño,
seré tu dueño,
a la noche que reinan las estrellas,
vivirá siempre nuestra luciérnaga,
de la luz su caricia,
conquisto el cielo
para que viva siempre mi verso,
y soñando te encuentro al calor de los luceros,
la luz se desdobla para parir
nuestra hija de oscuridad.
El Castellano y Leannán-Sídhe
Iris en ojo de sangre:
Vena del cielo:
Solitario rayo estertor;
siniestra umbra,
escala la cuchilla
de tres arañas colgando,
hoy es por mí
nunca quede huella,
destino en azar hendido,
lleno, repleto, asido
en el origen primigenio,
madre ella del color,
asume este sentido yerto,
agujereado en haz luminoso,
nitidez en halo
de nocturnal visión
derritiendo,
devorando astillas primas
de subrepticia enhebrada,
padre flamígero del fuego soy,
elemento hermético
de tres sentidos,
arder, conquistar, consumir,
estelas abren runa clave
Gemineye,
sangre de este ojo,
perplejo soliviar
en azur abriendo pulcritud
inabarcable,
inicio de sabiduría en vena,
muerde,
acaba esta espera,
raudal extenso de pura visión
en certeza
de sentido superior,
cristalina esencia
descendiente
sin parpadeo fugaz,
crisol de valles
y gramas feroces,
deslices del afán superior,
dar sentido a mi vida,
ojo de sangre calzo,
cabalgo anquilosado designio.
Ancestro del lobo único soy,
perplejo sentir asido
del diablo en simiente,
primer ángel caído consumado,
errático vuelo soterrado,
magia del silencio encumbrado.
Visión, y sueño,
indescriptible con lenguaje.
Si te ocurre lo mismo
no eres capaz de usar razón
y ordenarte abrir los ojos
y dejar de ver;
como un corzo paralizado
por un lobo estarías,
imposible por sensación
hacer desaparecer lo que observé,
por extasía, incredulidad oxigenada,
belleza en percepción,
la pureza en sueño
en imagen mental
que escapa a todo,
vi el azur
por decirte aproximándome,
en un ojo femenino
lejos de este mundo
y de todo lo conocido
o descrito,
fué una sinestesia recta,
sin ser más que tocar el color
de la Oscuridad nacida
a ojos cerrados,
sumisa, displicente,
involucrada en crear
sonido del vacío absoluto,
sigo perplejo y asustado.
Es lo trascendental del infinito,
como ver el origen
del color formándose en un ojo.
El azur, el verde turquesa,
y azul mahón
no te puedo decir más
que esa belleza no me cabe en el pecho,
por algo sigo viviendo
no hay azar enraizado,
hay perfección.
Luz me arde ahora
en el mirar ciego del sueño
sin miedo sin embargo
saboreo el viento,
los cielos me poseen
de nuevo sobre los años
que ellos son,
algo llega a la rosacruz
de ayer
y sus nueve caídas
de sus ángeles despiertos
en tu sueño me ves invernando
dorando mis pelos de murciélago
bailo el colchón de nubes
que sostiene esta mi noche
para desaparecer llorada la tierna cara
saboreando una sombra más
que me vuelve
imperceptible
muerto sabor
de obscuridad sin faros ni luces
ni fusiles que matan hermanos
de su tierra y sangre
crecieron los caminos
y el rojo fuego versado
brotó en flor de amapola venidera,
dime qué debo hacer
¿Algo erróneo?
No puedo volver atrás
se sostiene aparte
la fuerza que nadie alcanzará
nada por cambiar
todo está hecho
algo que asalta aparte
puedo volver y empezar de nuevo
sin mí, sin vida, sin cuerpo
sin lo que me ata a este mundo
mañana veo el futuro
la destrucción del pasado
quedará atrás.
Corpus, anima, crescens
sol refulsit,
lux
et patientiam meam scientiam
florum, est vita
nosotros no somos lo mismo
la bondad sangra las venas
gustos, deseos, vencer,
arder sin perder aposta la partida
esa que las hiladoras tejen
momento del momento
nacido absorbiendo el hilo del tiempo
las piedras lloran flores
el final es volver a empezar
viendo y amando
el ancla errada de mi lugar,
continúo al cuervo
que me vuelve más fuerte
ave más inteligente de la faz
poder de la misma
energía
en tormenta de conciencia
siendo ese rayo solitario
que partió todo inepto,
inconsciente tormento.
El Castellano
Inerme botánica de sangre:
Sangre esclava rehúye
la encumbrada virtud
del hombre libre.
Suenan los iris
por estelas claras,
designios flamígeros en sotos.
De luna descalza;
con metales irascibles
se presta.
Sujeta clavos en mi torso de roble,
ciprés que no duerme
ni sus duros ojos bajo tierra cierran,
sembrados;
oscura hierba
en agua turbia marcada,
agarrada bailaba compases
que el viento dicta.
Cielo abierto de honda sombra,
engastada de granate sin avivar.
Soberbia limpia
que los amigos dejan,
en panales como enjambres
sin sed de vida.
Testimonios yacen cadáveres
erguidos, en pie al olvido.
Milenios de cristalino rostro
numen erizada
acaso estira mi cuerda.
Este son día tras día
se revelará caminando por fuera
del suelo proscrito.
Mi piedra será ojo de tierra.
Abrirá poniente un cénit
en sortilegio de blancos acres.
Inhumana luz sin testigo
ni brida.
Carne de matices que no disimulan,
camina el brillo primero:
yedras, millón de asfaltos.
A los cielos alzo mi mar angosto
y su yerta secuela
en nueces del tiempo
y almendras que relucen
como el oro.
El Castellano
Túmulo de bronce:
Hexámetro en bronce
de sus miles brillos
invoca mi escita
el arduo fuego que yo poseo
casarse quiere la arcana musa,
cólera de Hércules,
dioses habitan otra,
la escritura,
celaban torres de sombras,
el destierro secular
que nuestra dicha honra.
Podéis jactaros
de cuantos diarios
habéis escrito,
rebuscado, doliente
sin plagio yo,
filólogo
de un olvido de hierro.
Posesión certera
en mi sótano de luz,
henchida moneda vaga
me habéis pagado.
Por cuantos filos
blande mi lenguaje
pulcras espadas atesoran.
Heráclito soy del tiempo
yunque que se oxida,
Intangible río
llorando expensas de un amor
que hace imperio
en opacidades del ser
ilustre, fiel testigo
en juicio con mil moscas
que acudieron
al panal de su corazón,
para morir de avaras.
El Castellano
Férreo estímulo:
Resoplido al fulgor de soles sedientos,
y rayos de esencias acrisoladas
al fervor de síntesis violáceas y sombras ecuánimes.
Halos en regencias febeas; sus cadencias amilanadas danzan, juegan, mecen extasías soberbias, en rediles que estrellas guardan del brillo magnánimo, cuchillos calizos resecan la viveza pétrea, iris de tu fervor de lunas espolvoreadas, estira su tela mi araña
colmando tu rauda pureza luminosa, como ascuas intangibles en fanales hogueras
de mi deseo hendido a tu cauce,
abro la sed de espada, exudando tu sanguínea pupila en sentidos yertos, helados.
Es un río malva de pétalos desangrados.
Abro esta flamígera contienda de la comunión de nuestras estrellas.
Vinieron a plañir sus estelas densas, graves.
Por cuanto mi hematíes coagulaba mi sangre, oro del mercurio de tu boca mi amada hada, es un designio nacido; un estruendo brotado de la sombra de tu infinito, cómo arrullar mi deseo traspuesto a tus sábanas espectrales, y mis lechos de paja y flores.
Se destila mi testimonio, con un latido de tu certera caricia de aliento mi amada, es un soliviar vetusto y una rosa perra, un hinojo que guarda mis aojos y sueños arrebolados, un sueño y te toco más allá del color mi hada oscura, mi risueña golondrina azabache.
Resoplo
al fulgor
de soles sedientos,
y rayos de esencias
acrisoladas
al fervor de síntesis violáceas
y sombras ecuánimes.
Halos en regencia
de cadencias amilanadas
danzan, juegan,
mecen extasías soberbias,
en rediles que estrellas guardan
del brillo magnánimo,
cuchillos calizos
resecan la viveza pétrea,
iris de tu fervor de lunas
espolvoreadas,
estira su tela mi araña
colmando tu rauda pureza
luminosa,
como ascuas intangibles
en fanales hogueras
de mi deseo hendido
a tu cauce,
abro la sed de espada,
exudando
tu sanguínea pupila
en sentidos yertos,
helados.
Es un río malva
de pétalos desangrados.
Abro esta flamígera contienda
de la comunión de nuestras estrellas.
Vinieron a plañir sus estelas
densas, graves.
Por cuanto mi hematíes
coagulaba mi sangre,
oro del mercurio de tu boca
mi amada hada,
es un designio nacido;
un estruendo brotado
de la sombra de tu infinito,
cómo arrullar mi deseo
traspuesto a tus sábanas espectrales,
y mis lechos de paja
y flores.
Se destila mi testimonio,
con un latido de tu certera caricia
de aliento mi amada,
es un soliviar vetusto
y una rosa perra,
un hinojo que guarda mis aojos
y sueños arrebolados,
un sueño y te toco
más allá del color
mi hada oscura,
mi risueña
golondrina azabache.
El Castellano
Entre corona y candelabro:
Es un desfile
la luz del astro
intransigente,
sabe que no tiene mejor,
en su empeño.
Se riza mi idea
sabiéndome cuervo,
adentro el nueve
y el tres sacude.
Vive este caracol
con casa de espejos;
habito el espejo,
estoy escribiendo en él
que un día
las imágenes
harán dulce sinfonía.
Los sonidos
serán colores derretidos,
mi casa será una hoguera,
mi luz será inquebrantable.
Seré yo encargado
de cabalgar los tiempos.
El olvido dejará sus cerrojillos
entre un manto de abrojos dormidos.
Las hojas llorarán baladas estridentes,
perfección de décadas florecientes.
Siente el poder
del cuadro de la oscuridad.
Afílame el cuchillo hiriente,
tejidas las arañas de mi carne.
Atraviesa esta grieta de la oscuridad,
que no llora flores
lleva sólo almas
a su ciego campo de espigas.
Fiel reflejo estridente
los cuadros de tu vida
danzan entre las baldosas,
entre acorchados pasos,
todo va quedando atrás.
Un ocaso florecido
de espadas en sigilo;
tiempos huecos
su lúgubre caricia,
siendo héroe del norte
de mi silencio.
El Castellano
Es ciego mi Sol:
El primero
un flamígero
capítulo
de mi sanguínea vida,
al fragor de simientes
que germinan
nuestro ensortijado cauce
de nuestro albor;
engalanado en un diente de león.
Enajenada mi estrella
queda sembrar el cielo.
Con adormideras
y vestir el astro.
El astro de traje
para encontrarte
avanzo mi adentro queriendo
tu hechizo de piel
que me abruma y deshace
la hiel,
colorines me silban
su quietud
colorada, furtiva
en la pulcritud
de tus mejillas;
oscura golondrina.
Al alba
de mis deseos nacidas.
Fiel reflejo estridente,
los cuadros de tu vida.
Danzan entre las baldosas.
Entre acorchados pasos,
todo va quedando atrás.
Un ocaso florido
de espadas en sigilo;
tiempos huecos,
en lúgubre caricia,
acaso la luna es luna
o alguien despierta,
y la pinta.
Cerrojillos en destierro
de este silo de oscuridad
amilanado que yo amo.
Avanza que imanta
el día y su prisa
por alzar
su comunión de estrellas.
Gritos secos se mueven
tras el ventanal.
Sangre que coagula.
Entre compases de malas yerbas
de mi patio.
Es un mirlo negro
Que me visita,
siempre vestido igual;
estrujé las vidas
del gato de arena que soy;
suicidios de cardos
corren por el tapial
del patio,
se riza durmiendo
mi gato negro;
la soledad me ama
más que a su estampa;
vuela y reposa
mi fiel añoranza,
reverdecer mi ilusión
socavar con sucesos
lo deseado
para tomar con mi esfuerzo
lo que no me dan.
Acaba de irme y no soy adorable.
Me levanté y me fui.
Quedando mi decencia
En una hoja.
El Castellano
No hay final sin comienzo:
Miles dei lumen litt C et sumun cannae. Flos umbra, diectus uxor blanditia.
1
Es esta rosa flamígera
repleta, rodeada en abrojos
llamada destello tenue, veloz
arroja, presiente
mi elevado albor,
cuanto posee llamado amor,
de mi azada y hoz redentor;
revelación
que mi sangre golpetea.
2
Resucita mi dignidad servil
vivir con sueños colmados
de fría esencia argenta:
antorcha prendida, dispuesta.
desbordadamente viva
tu creencia.
Trasciende,
alcanza mi llama
entre danza de corona y candelabro.
3
Frente la luz de una noche
todo ella,
me ha devuelto
una osadía.
Diviso su hegemonía
férrea imprenta;
estigma que repele
mi ilusión verdadera.
Desnacer ocurriera mi tierra le ofrecería.
4
Ileso viles juicios
atravieso,
batalla traspuesta
del candor expuesto,
nacieron dos gotas,
yugo de unión por mi tinta
que hoy canta que hoy grita
las flores cantan,
las nubes se levantan.
5
Candamvis levanta,
centellea,
llegó mi renuncia acuchillada
perder sin intentarlo
me dictaban,
renuncio a morir
sin intentarlo.
Fiel prefacio blando.
Aojos danzo.
6
Vencerá el pacto de mis hados,
con mi serena brea.
Un gris roto
un pedazo de ascua,
las piedras gritan,
dibujar tu oscuridad
en mi pecho manifiesto,
el signo en pared de alguien,
en puerta redimida que mi hoja cante.
7
Mirla mía
sin tu cárcel
vuela, alza mi caricia,
hazme libre,
soy ferviente azogue
de mi cadena a ella
amarrada.
si a ella no traes
¿En quién confío?
8
En quién yo seguro
mi alma desvisto.
Cauce seco,
carretera sin bordes
de mi cromático metal
escrito en cobre.
Es o no es
brilló mi turmalina
displicente fuente.
9
Es la vuelta de los vencidos,
acaso sirvieron
sin luchar despliego
mi ejército,
en brillante estepa solitaria,
la noche llora su azabache,
volveré vencedor
por alud en llanura.
Que yo no soy español soy castellano.
El Castellano
Dispuesta égida forma celada:
Luna venidera,
aguardo, augurio de tu siembra,
vengo que nazco
a párpado fijo encumbrado,
ven, ven a mi yermo,
donde todo luce dispuesto,
y un ángel redentor
te esquilma el beso,
preparado para disparar
y tu anhelo flagrar
preparado
dispare
acoge amor
mi temprana osadía
estoy nacido del hierro
de tus ojos.
Venga a este mi ser
tu alumbrada existencia
para nacer de exhausta
secuencia interminable.
Ahondo que surco
venzo dispuesto
mi flamígero desespero,
soy porque seré
tu sol Lugh
mi enhebrada luna
aventa mi ansia
nómbrame tu apoderado,
cuántas lunas sempiternas pasaron,
y yo nací para
que fueses mía
en taciturna desangelada
sonrisa venidera,
no me desampares,
sé mi fuerza,
sé mi anhelo
que yo tengo diosa,
que yo tengo madre de mi luz
verdadera.
Por este soto derriten las estrellas
para ti ofrezco
una estampa, una espiral
que no acaba
por mis cinco litros de sangre
irrigada,
nacerá una estela tuya y mía
desde hoy hasta siempre
el tiempo mi rival,
soy yo nacido para la eternidad,
ámame musa
porque comienzo a amarte
desde tu ambrosía,
que decreta no ser
vida de un día,
germinará esta etérea semilla.
Miles dei lumen, flagro metaphora
creavi blandus morx timun malum,
veneravi blanditia, dedisco cordis solus unno,
verstro paremo, sed de vita ostendi alae,
decreto ser de tierra,
luz que germina
mi entraña verdadera.
No me desampares
estoy formando celada.
De égida dispuesta
este Escita levanta
por ti de su tierra Castellana.
El Castellano
Brillo azur de tu mirada:
Alcanzo tu visión serena,
tu Iris excomulgado
y su transparencia vítrea,
me cuelga la pupila.
perdido entre tu brillo azur,
cristal denso
de hielo nocturno
en opacidad extensa
como el llano de mi oscura
nebulosa voraz,
un grillo hendía mi herida,
por los grados
que centrifugaba su cuerda,
tres notas una destensada,
era tiempo suficiente
de fijar constelaciones
en los azares de tu mirada.
Caminaba solo a voz rota
el paralelo perplejo
en tu honda risa,
más que un estado mental
me golpeó tu osadía trenzada
de dama
de mi vespertina noche.
Era un halo intransigente,
te necesitaba más allá del irisado
de tu caracola,
me respondieron las cuerdas
de tu guitarra,
que era yo
tu blasón perdido,
en pulcritud de encajes
y árboles frente nuestro retiro
de miedos.
Sólo hay un sino
no abandonar nuestro sendero tejido,
quiero describir
la turquesa tus ojos,
no puedo sin caer,
en que ninfas, Calíope,
afinaron tus manos
acompasando con ellas
sus arpas,
tu alma de cristal
yo, adentrarme en ella pueda,
quizás una osadía acompasar
tu haz luminoso
una y nueve
existencias más.
El Castellano
En media azumbre:
Nunca seremos nunca,
enfilando seremos ceniza
secreta puerta,
desolación con corazón,
materia de luz remota
sombra, olvido, brillo
palabras en el polvo,
tintero, sinfonía,
melodiosa sierpe,
me ensordeciera tu rayo de luna.
rastrojos por cebollas difuntas.
Animosas amapolas
órganos de mi ruda piel,
alada mi alma de almendra.
Parca enamorada es contemplarte
colmenera sería tu alma para anidarla.
Me esparcen la razón,
bueyes arrostran mi redil de venas,
fugaces, secuaces.
Halagan mi jardín sin alondra,
mi nombre te dejo,
pecho de ala,
tórculo de este recuerdo,
dejo presente
que quiero ser siempre, contigo.
Sufrimos tú y yo
la miseria de la vana luz,
en lecho, buque, beso
y noche de perros sonando
como lobos despiertos.
los valles redondos de ondas viejas
navegan las dunas
de tu luna sempiterna,
en arena gemías mi placer
y sus grajos que crascitan
enamorados de nuestra espera,
delicia como tú así es esta vida,
piedra ligera en viaje definitivo.
El Castellano
Orilla de reguero:
Vienes mi oscura golondrina
a colgar tus besos de nidos
en mi antiguo balcón de reflejos,
jugando me llamas
con tus alas en mis cristales.
Tu hermosura y dicha acusan.
Tupida mi yedra,
por tapia y hermosa fronda;
cuajada de rocío volverás.
Abre mi lid mi castellana,
moruna siémbrate
desentierra este caudillo
frente rejas de tu estrecha ventana
cuelgo un mirar absorto,
de tu despliegue de manos.
Dame asilo de pecho
inexpugnable penetra
honda risa,
sólo llave, paraíso, alma,
soto, cárcel, instante.
Sólo veo todo lo que aquí
no yace.
Agarro la rienda del caballo,
descubre el viento
mientras salta muralla en sangre,
pavesa en aire,
sujetando mi arpa en la lumbre.
Tres cuerdas estiro,
la última destensada late,
un averno sin condena
ni tristeza seca atañe,
dicha, belleza, fortuna, procesión
entre pinos rutilantes,
tus yemas,
mi pavimento,
con espada que centellea,
ya no es mayo pastorcica bella,
ojos de otros ojos me enseñaron,
pajaritos, valles,
vegas, agua fresca.
Sabes cuál es tu música suave,
encanto severo apasionado,
del enturbiado espíritu
blandiendo tu embeleso amilanado.
Expande tus tonos
cariño infranqueable,
tus franjas verde- azules.
pié de mi río
tu fronda ya cubre.
Abre el estío en ráfaga de tu centella,
tejeré para ti siempre mi sorpresa.
Inextinguible clama, abre la gloria,
magnificencia de osar tus labios,
terciopelo anidado
de un tiempo disuelto en sílabas,
suprema,
volverás a mi ventana
mi oscura golondrina.
El Castellano
Tres ascuas coronadas:
Mi seco musgo
arrebatas denostando
banalidades.
Agitar embravecido
tu seda y densa tela
perpetúa.
Creceré sin perderme
en tus ojos
visiones rectas de lo que querer
dispuso.
Mis hojas coronas
como frondas suaves
se despejan en tupidos pinos.
Resplandores descarnados
avanzan tus vidrios irisados.
Mis escaleras soplabas,
oíamos rodar la canica
por susurros colgados
en ceniza de hojas.
Avanza regueros campesinos.
Alarido bélico,
desnudado.
Empuje de amado
turbión empujando errante.
Chispa postrera mi sarmiento,
compuesto fuego medroso.
Deshechas las aflicciones,
queda sembrar
música, aullido, sombra y fábula
de arcano son del viento,
visiones riegan
tu raíz de plata salvaje,
arroban tus ropajes
dé argento ángel
en plata iluminado,
por secuelas
arrostran mi firme trazo
que voy a conocerte,
hasta hendida puerta,
y ráfaga inquieta
eres eje,
eres sentido
para germinar
cendales de niebla
en los campos de tu esencia.
Una.
El Castellano
Sendas por tu Parnaso:
Visiones riegan
tu raíz de plata salvaje,
arroban tus ropajes
dé argento ángel
en plata iluminado.
Una tarde,
horizonte en alta,
profunda,
inabarcable estela,
sin abarcar porfías medrosas,
extendía nuestra noche oscura,
naufragio posible
tú encontraste color negro,
yo una cegadora senda
al final sin comienzo
en derrotado afán
que acaso piensas
¿Ha comenzado?
Prosigo,
que dilatas esperanza.
Mi lóbrega palabra
cerrarse no entiende,
lejos se oyen roncas sílabas,
cóncavos senos agitan,
sólo es densa oscuridad
rompiendo espumas azules,
amparas que dilatas
sumergido escollo
bajo tu cielo
que exenta de dolor
mi rudeza en esperanza,
recuerdo al menos tu metal,
jamás mis alas,
oscuro dormía el monte,
mudo el viento,
yo silbando pletórico.
Tu poder soberano,
domando orden,
en noticias de Parnaso
laborado,
aguardé honda seña
y hoy soy saña del arcano,
que formó polvo fértil de montaña,
bosque de árboles de ceniza,
poso en terco llano,
gemirá alabastro
tus calzas
y el azabache que llora nuestra noche,
serpeará el color de tus cabellos.
Me desplazas
a la imagen del Hipocrene
abrazando el rubio Apolo
que me vanagloria,
demonios mirarse ellos soterrados,
murgan oyendo alaridos,
peras al olmo sé que es lo que propongo,
¿Acaso no es suficiente lo que obtengo?
graciosa Euterpe traje no quiere,
yo sé que tus ángeles batientes meces,
sólo acuso que ya sé quién tú eres.
El Castellano
Agua socarrada, elíptica travesía:
Analizo la luz en tu mirada,
leo flagrante tu alma.
Horno de fuego lleno,
como pisar un abrojo
y blando sabor degustar,
estampido del trueno atribuyo,
rebelión venciendo,
ya se escuchan rumores sordos,
precursores de tempestades.
Torrentes sin cauce
la turba desemboca a mi senda,
yo soy como las vigas de Himeto
no preguntes más.
Que ya mi amada labra la columna
que me cincela.
Heredero he sido de cuanto he servido.
El múrice me guarda
servil en mi travesía
por mar Laconio
cielo, inspiración, canto
corre anhelo voraz.
este mi sepulcro reverdezco
hollando lindes,
preguntando a Prometeo,
sin sobornar a Carón resignado,
el Leteo ni descendientes
traspasar mi puente pueden.
Chispeante tu cielo,
su rubor satisfecho oso al por mayor.
Instantes melosos veo en su colmena de labios.
Agradezco por enunciar mariposas nocturnas,
poso de almas condenadas.
Orados recursos en vigilia
que enseña cátedra tu silencio,
estruendosos llamados
a cosechar en gotas tu alma.
Sólo ordeno, mande sí
pero no me despiertes
porque no conozco ni miedo
para luchar por lo que quiero.
Acoge el cimiento
coloso que ando disponiendo,
prosigo,
póstuma súplica
ésta que logra calmar de Plutón su ira.
Gerión y Ticio
la onda Estigia aplacan.
la raza Danáica no se acobarda
ni su madre Dana
devela el secreto
por el que soy preso
reo capaz de incendiar
abismos que rutilan sombras
si así combato mi incierta suerte
por la que arriesgo sin miedo
de ganarte el cariño.
El Castellano
Candente secuencia:
Animus meminisse horret, luctuque refugit.
Mi mente se estremece y retrocede. Plinio.
Lóbrega quietud escarlata,
eternal lustre oxidado,
eterno sueño
esquivando meloso asilo
de todo desgraciado.
Mi voz, angelical beleño
casi yerto,
pavoroso azar cuelgo.
Un averno cruzo
de quien yo era,
arreo sempiterno me rige,
hórrida lucha descarnada,
lucirá opaca
severa luna.
Mi ciprés fúnebre aplaca,
claman los ecos
frente ojos
musitando furores
al viento desceñido.
Todo ello, que gritando calla,
se precipita
como lo que el generoso esfuerzo,
pudo sembrar;
afila esta turba
mi empedernido rostro.
Ultraje
que el desgraciado
expira sus fuegos.
Flor en miel de vida,
bronces de alas.
Magnánima se eleva tu suerte
labrada,
medroso mi latido
ya no huye,
cerviz eleva digna cadena
indómita.
Feroz risa por treguas
de brillantes ruginosos aceros.
¡Oh musa!, que por sombras felices
resuena mi dicha,
inulta eres
diriges fugaces los gemidos,
por melosos lares,
Turia y Duero
bélicos de nudosas lanzas,
desentierra ya
mi cuchilla férrea
de cuantos campos en Castilla
yo amo.
El Castellano a 11-08-2018
Tersura de palabra:
Aletargada una calma silenciosa,
en regazo de adusto febeo,
no pierdo fiel mañana contigo,
musa de agua.
ilusiones semblantes de Citeres.
Desdén que amancilla
de redes y verdores,
no cuentes mis cítaras.
De mi laberinto de espejos
tu alma es llave,
que férreos pesares cierra,
este mi leño amimaba.
Incólume afán de cuidar
de seguir tus protectores.
Tu lira mágica y tu arte no oprimo,
sagrado designio tu voz.
Ver imágenes de sus moradas.
Perdona si te agravio,
en ti yo quiero refulgir.
Lágrimas y sangre confortadas,
cresta de inmutable resplandor
savia que gime
y adora lo que es de ella.
Me crece de los ojos
una sed intensa,
el témpano sordo,
aguarda, vela y sostiene
nuestra ciega luz.
Llúcia de todas las vírgenes,
la una me venció con trágica voz,
y sonrisa de caracol.
Que nunca desvanece
sólo vacío se queda.
Sin destino mayor.
El Castellano
viernes, 31 de agosto de 2018
Denso halo nocturnal:
Fuentecilla parece mi noche oscura,
fuentecilla retozona,
y de verdes lamentos quejumbrosa
como sombra leve de mi pájaro piador
que acuesta a dormir su entraña.
Sombras largas que descubren
el canto los lisonjeros grillos.
Blancura y azabache descansa en la arcilla
el nido mi golondrina.
Al fresco respiro de mi chopo soñador
lanzo un severo destello argento.
Longevidad imperial cercenada
como retazo de persistente
carcoma manida a mi verde intelecto
grave;
embaucaría sin tenerla
todos mis instintos,
todos mis impulsos.
II cuartilla
Canta, canta mi pena azul
sin ocre zozobra.
Abre el verde ramaje,
a la espesura de mi idea.
Entre un camino serpeaba
como culebrilla de un destino azaroso.
El murciélago castellano
rasgaba bailando, ladeando
el cielo mullido
de levedad de colchón sin luz.
En sintonía opaca que rodeaba
y acariciaba.
El cielo abría su sangre a la noche.
Un sopor de estrellas
que en este verano no tardaban,
y el rudo vigía ciprés soportaba.
III cuartilla
Bajo tenue luz de luna
que los sentidos arrugaba,
y mi fiero ciprés de lanza colgaba.
Avanzaba por el camino
los álamos,
como un sendero
en cal de maderos cenizos,
rumbo al Valhala.
Alumbrado , rememorado,
anhelado
por todo guerrero.
Era un olmo frente la tapia
de un cementerio
en Fuente la higuera.
Caminillos de hormigas dispersaban,
desplazaban los vástagos
de forrajes venideros.
El Castellano
Lilith II:
Hija de la tempestad
así te llamo, sin voz ensordecida.
Que la luna encierra tu canto
en estelas que riegan los cielos,
los grillos lloran tu nombre
cual inocente azabache sembrado;
el viento es tu incipiente respiro,
sangre llorando
despiertas por el cobre
ese que llora la noche
gimes en las fuentes de primavera
destinos en abrevadero insoslayable.
El espíritu lleva tu nombre grabado
Por cuantas raíces tu sendero brillaron,
aire es tu apellido engalanado
tu vida no entiende de clasificaciones
sólo tú reinas la noche
cuando el sueño hace el amor con los dormidos
ríes y lloras con la lluvia
despertando brumas voraces
que el alma secuestran;
la tormenta es tu carcajada,
al latido sordo de oscuridad abres tus ojos
el día por tú tenerlos tan claros ciega
las ondas en el agitada agua
mecen tus rizos, espirales imantadas
en las que vive el arte.
Un sueño despierto del fulgor y la belleza
te engendró a imagen de la centella olvidada
tu ser respira ambrosía amada
perdición de muchos
orgullo y alabanza por mí
que soy más fuerte que el mal
que juega, corre y cosquillea
con tu entraña sí esa por la que mis buques
dejarían su ancla
lobo de día cuervo de noche
que en tu ser se acurruca
y al sol desnuda
resplandor de almas fugaces
nuestro baile, blandiendo espadas;
vespertina perdición si amanece el sol
quiero ser de ti como el murciélago
a su rincón.
Volar contigo como si el mundo no importara,
despertar para abrazar otra noche
en la que girar
y en tu mirada encontrar fuego de astros
por dibujar y mi vida contigo sembrar.
Musa floreciente si arte arde su suerte,
alma amada que se funde
prejuicio, mentira y verdad
ababol sembrado
tu corazón sin igual.
El Castellano
Sigilo de ciprés:
Gime mi astilla,
en pulcritud de clavos,
versados yunques de mi estío,
mi casa es el viento,
la sangre mi electricidad,
qué puedo decir,
qué puedo hacer,
tuerca de mi piel,
para encontrar placer,
y que el grillo afile su violín,
en este calor silencioso
por el que volverme sudor
en tu cuerpo de mujer,
seguiré cantando en la tubería
de tu sien.
Una vida que no fue mía
porque la llevo a cuestas,
deslumbrando osadías
noches negras,
de cabezas de cerilla,
y humo de tabaco del diablo,
quizás mi único amigo se llama Lucifer,
por eso estoy digno
porque siempre responde
sin necesitar hacerle reclamo ni oración,
aplico la ley del ojo por ojo y abrojo por abrojo,
satisfecho sí porque tengo un tesoro,
digno como el plomo
de balín que disparar,
así es mi palabra,
una imagen a cuestas de otra imagen,
telarañas para atrapar,
voy a leer poetas yertos como Gerardo Diego
a ver que me imprimen, permiso.
Yo pensaba en mis cinceles,
para estampar mis versos,
fumándome mis pensamientos,
en alcobas vacías de invierno,
siendo una claridad de estrella
y sus rayos altos, profundos, ondulados,
mi otoño de hojas derramadas,
mi primavera que nunca se fue
porque siempre vuelve, gracias Pablo Neruda,
mi fronda sin quiosco amado,
una torre honda, parca, de silvestre azada,
para volar no hace falta lanzarse por la ventana
como hice,
un azar iluso se viste de redención,
por la onda de tu voz,
por el cuchillo de mi hoz,
mi profecía de una borrasca nacerá como alta nube,
que una nube es colchón de la luna,
por eso el viento es mi padre,
fumaré mis abrojos versados,
llegando entre valles de azores
y ríos dulces,
un verde militar de ciprés,
el color de mi sonrisa,
alzada entre los mortales,
mi topo único llamado mesías,
de evanescentes sandalias,
cima tras cima encuentro la sombra,
hasta anclarme a su lágrima de malva.
no sé acabar tendré que volver a empezar,
mi estandarte de arte que prefiero cerrado
como lumbre en horno de mi suerte,
es por mi mente que a veces demente
a veces único hombre,
una espiral que corre y se mece.
El Castellano
Espiga florecida:
Cruzaba mi albor dorado,
la hoja de un Álamo
blanca y roja como el vuelo
de un pájaro otoño,
cuán intangible era el color de su cabello,
era hecho de todas mis flores
como inexpugnable miel,
que brilla todas las cosas ,
yo que te hablé de amor
en nuestros días solariegos
como sábana de viento,
me golpeaba la idea
una fuerza inexpresable
como frío y sólo cavaba
mi jardín tras el verano,
en un color de ocres
mi mente que jugaba
y se evaporaba,
mis cuchillos dormían
la siembra,
en otras siembras,
un vespertino grito
del grillo acuchillaba el calor,
mi rambla que yacía seca,
era como un chirrido de iglesia,
como fiesta sin vino
ni cerveza,
tangibles vientres de la historia
en manos de la gente
un eco subiendo las cumbres,
un disparo sin blanco,
un hondo sepulcro
y un jardín excelso
de espigas,
los poetas son del tiempo
y sus versos.
El Castellano
Son de grillo:
Clarín entona sin miedo,
todo lo que siento arriba del astro recuérdame
su violácea arpa del sentido, tejido yo del hierro,
y una escarpia desnuda que anuda,
que desvela mi yunque, mi eje,
apenas dormido yerto el tiempo que te conoció,
arriba muy cerca de la letra dorada,
y su escarcha de silencio senil,
eres más que donde alcanza mi palabra,
un yugo, un arco y una flecha,
una vena trenzada por la sangre consumida
que te lleva que te encuentra,
león aquí león allí en mi corazón,
hilvanas mi calor del fuego,
se funde mi abismo zarzas por ascuas,
Sol por luna dentro de mis ojos te encontrarás,
allí solo habita la luz como quimera una,
que te destapa en sueños,
si por soñarte te hiciste realidad;
una vez en la vida el tiempo se derretirá,
y nuestros labios beberá,
vuelvo a vivir por ti,
vuelvo a descubrir justo la vida,
matando mi soledad, aumentando el día,
amor que me volviste libre
y elegí amarte
hasta donde cerraban los ojos de la noche,
mi miedo se alimentaba de sus paticas,
yo quiero quedarme contigo
hasta que mi pecho lata abierto,
subiendo cumbres anclando mi sombra,
hasta que la tierra se coma los cardos tras el estío,
hasta que las flores rendidas dejen su belleza,
en son de elevado amor,
que asesine los silos de oscuridad,
que descienda lo perpetuo
y quede asido el cielo
hasta que la imagen sea sonido,
y mi deseo traspase las puertas de tu destino,
solo allí reinará lo sentido.
El Castellano
Sol de plomo:
Lejanías trenzadas al clarín violáceo,
malva de su lengua de estrella,
allí donde el tiempo se hace uno
por adentrar mi silencioso Sol
en su boca de espejos,
allí donde la cercanía
nos vuelve una persona,
a violín de una cuerda carraspea el grillo
el gris en sinfonía añil de surcos y su estío,
a ebria guitarra se abre el sendero cerrado,
el cálido mar de pupila chirriada,
despertaba el son de los tambores
hundiendo su caricia en altares desgranados
y su danza por la quimera del cuerpo sediento
azogada cuerda con lámina recta
sostenía el crepitar difuso del día,
lobo de su ser afilaba nervio dorado
al abrir la luna fauces amarillas,
Lobaluna se acurrucaba
venciendo el cielo de zinc
en sus párpados ,
estremecido el alarido despierto
la noche colgaba pestañas,
al blanco carruaje del sueño,
solamente un puerto
al infierno abre,
todo lo que yo daría por verte,
y que mi corriente no doliese,
eslabón sereno de azabache,
al latido sordo de mi suerte,
bebiendo ambos de la fuente,
nuestro corazón estremece,
siendo la vida reguero que enternece,
de una a otra parte el ocaso mece
su vientre de yodo
en encaje febril
viste el Sol su popa,
el camino hace venas de hierro,
el linde de tu cuerpo
aguardando mi llegada
para derrumbar la verja franca
de su puerta
y hacer libre la tierra.
El Castellano
Soturno caballito del Diablo:
Lejos de la tierra cruzo la senda,
donde amanece la sombra,
hombre, hombre de luces y tijeras,
hombre de bien al menos,
a veces algo que entender
navegando dentro de la luz
un cuchillo del negro puerto
porque yo no caigo ni muerto,
ni es mi soturna vía,
un espejo estridente sin sangre,
amo la noche sí y ella me ama a mí,
un velo de sosiego, calma
y enervada súplica nacarada,
es su juego es mi baile entre estrellas,
y grillos que se marchan
por ser otoño,
como un pez en tierra
intento escapar de la tierra
y respirar en mi medio
cuando aleteo
y solo giro sobre mí mismo,
una estampa, escrito yo en cobre,
sonido si al menos fuese sonido,
muerte al lamento y al diario
sea de la temática que quiera
una garra, una sombra,
un océano abierto
se necesita caer despierto,
un trance de momento,
y la lluvia cae de nuevo,
el terreno se vence,
la luna se sacude la vergüenza,
mi aljibe jamás se secará
si lo hace ya no estaré
para sacarle su oro de verso,
cromado,
un rayo, una cumbre
y finalizó mi osadía
entre cerrojillos desempolvados,
tengo sed, de liberarme de mi mal
y volverme más que un talento,
más que lo que no he elegido,
ser del viento y que el viento sea mío,
esperando cabalgar
mi caballito del diablo emplomado.
El Castellano
I Férrea sinfonía abierta:
Lámina del cielo
tu gris en estiaje
ángel del cielo teje
macabra sinfonía
lluvia se derrama aplomada
por su guiño de ala,
por venas cavas, su quitina,
estrechas vías consumidas
en atroz entrega
del mensaje del cielo,
sangre de tierra en zigzag,
río de caudal
por arterias de arañas,
por acariciar la flor del iris,
un barco y una vela
un puerto y una quimera,
una vida de aciaga solar siembra,
verso saciado cabalga
el colchón etéreo del aire,
hasta anclarse en valse,
sueña el viento ser capturado,
atrápalo en tu mano
y en la otra derrámate como gota,
precipita tu esencia bebe del cáliz
la llaga de nuestro vino,
infinito remansado en cuña de estambre,
es un ojo de tierra,
es una espera,
filosas fauces,
la canción con la que bailan las flores,
un cariño de flamígera estrella,
un armazón dorado de escarabajo,
una casa de caracol,
ven, ven conmigo soy aullido,
una entrega de cuarzo llorado,
un cuchillo de sílex afilado,
en el trillar del campo,
soy mis venas naciendo en un charco,
un sorbo y soy fuego en tu mano,
gimo y corro el vasto templo
de mi perdida religión,
viendo el devenir venir
cruzarse, deshacerse, alzarse
para acabar siendo tierra
del inerte azar profuso,
mi tinta se bebe un rayo solar
en patita de un caballito del diablo,
mi vaga libélula de mi suerte,
para que siempre viva
esta hormiga león
siendo mi cosecha más que tus besos,
más que tus rayos de sol,
siendo yo del camino y el camino ser de mí,
irisada vida en son de mis tambores
de insecto tejiendo, volatilizando lo inmortal.
El Castellan
El signo de la estepa:
Alba mía,
fugaz de abisales miradas,
llévame a mi lecho
que no me tengo más en pie.
Cayeron mis suspiros de miel,
Orando me acaricien
palabras de ayer,
ven mocita a mi vera,
ven te quiero ver.
llorando no lloro
mi cantar aquel.
Visten amapolas destellos de piel,
dispara para no volver,
plural celeste aflicción,
alba mía escancia
no quiero tu padecer,
sonríe a mi flor esquiva
un rayo tornasol,
ten mirada pura,
en esta espina radia nuestro tesón.
Hueso hondo, fúlgido nacido
de la adoración,
como niño lloro la ternura
agarrada en corazón.
Martillo quiso ser mi hoz,
segando a golpe de viento
mi labrada voz.
Victorias acompasadas frunce mi Sol,
el rito mío cantará,
por la nieve de los álamos,
al olvido de barbas de mi chopo forjador,
herrero de mi sinfonía.
Verá parir la luna,
en hojas de olmo con forma de corazón.
El signo de mi tierra,
el amor de mi azada
a su soterraña entraña.
Vientos del norte me llevan
a lomos del Aquilón,
Hijo del relámpago,
que una vez amó
y tierra tomó.
Signo de los tiempos,
solo, solo ardió por derredor,
alma invicta, invencible
su espada deslumbró.
Lobo aventado en bosque clamó
la tierra devora lo que es de ella.
Yo clavaré rival
a serena esfinge,
que mustia mi carne florecerá,
espero que esperaré
el tiempo me seguirá
mi rastro percibirá.
Hoy como ayer
solo mis dioses me aguardan,
en esta estampa abatida
de mi soledad voluntaria,
necesito el sonido de mi noche
por escarchas azules febriles
cantar de flores recuerda
el llanto de la piedra,
a la ruptura de compuerta
estaba yo desafiando mi destino,
hilanderas tres,
no me tapan mi hocico,
trémulo, voraz,
quise estrofas
tuve una unidad,
mis principios numerados
los dejé ayer sembrados,
vine para seguir mi oración
no rompas quimera
mi sagrado nueve,
vendré a traerte que mi ser
lo forma el tres.
Si te veo,
no te escaparás de mi tundra,
ya te he soñado y contigo hablo
de espíritu en yacija
recipiente que mi conciencia
suenas,
me despido para regresar
a mis cantos olvidados,
sin musaraña dicto
que yo existo.
El Castellano
Siembra tejida:
Atelier simétrico
las facciones
de tu cara araucana,
sombra densa investida
cubren tus dignas pestañas
donde se acuestan dunas
de lunas que en tus ojos
encuentran.
Diciembre que esparce
vientos vernales,
abriendo silos
con sentires perpetuos,
mi gato negro cruza mi idea
en nuestra casa y su tejado
de tréboles.
Entre corazoncitos de hojas de sauces
abatidos
y mi siembra del mañana,
abriendo las tierras
arados tras corceles,
surcos de mi divina calma,
por cuantas primaveras he conocido,
y todas las que a tu lado
me aguardan.
Incluso aquel pueblo se nos rinde
y nuestro mundo nos coronará,
vencimos y venceremos
a ese cuartelillo de nubes
que en lejana distancia
separa y su bruma gris
encuentra.
Mares y océanos cabalga
tu Hipsípila con una flor remota
de su helecho
busca a su mujer,
avanza nieves de espuma,
hasta arribar su negro puerto.
Le esperan valles y ríos dulces
por tierras de azores y perdices fugaces.
Su sueño vestía ella
como dormir de las estaciones
era ella su sueño de otra esfera.
Abrían sus flores orgullosas
y deleitadas.
Fúlgidos cabellos,
sangre iridiscente de nueva brea,
cañón y galera,
lanzas de su futura siembra
en el interior de su amada.
El Castellano
Sembrando altares de hueso:
I
Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.
II
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.
III
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
Hipsípila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsípila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.
El Castellano
Panida rosa tu mirada:
I hoja:
Canta mi piedra
por inexorable esencia,
promesa de luz del sol.
Azar de imposible
fuego fatuo en tejas
que son nubes de altos cielos.
Serenamente místico, me alzo.
Ascua empírea fueres
o carbón del destino atronador.
Mito, constelación:
constante, pura flamígera,
eterna de cimiento terreno
sobrevivirás a lo alto.
Escarnio mis solas sombras.
Promesa de tiniebla,
promesa tibia,
nunca alcanzaré luz tan ardiente.
II hoja:
Perecer a los cielos que yo amé,
te amo en medio de mares,
entre pulcras esferas feroces.
Clamor por férreos bosques,
boscajes de tu sed de miel,
arrebatada tú, de tu albo espíritu,
generosa es la penumbra
eco pálido de azul viejo
virginal fuerza de noche añil.
Presencia misteriosa
en haz, de luna áspera.
Destino opaco, inclinación
por verdades de monte desgarrado.
III hoja:
Tránsito estremecido, el río,
ligero, nitidez de espejos
que dulces presiden
hondas tierras.
Constante agitar de sus fuentes.
Resplandor baten tus argentadas alas,
palabras entreabiertas
buscando dicha.
Esencia, eclipse de mi sangre.
Sideral cuerpo estrellado.
Sigilo, tus pupilas
con las que a fuerte garra
me amas,
y ardua me miras.
IV hoja:
Lejos queda el miedo en cestillo,
a ser feliz; si tú escribes.
Por esos juncos que el día
no cierra.
Un remero hábil,
desnuda la noche.
Bogando que su luna sonría.
Oscuridad larga
que nunca secunde.
Desemboca arriba ardiendo,
tu frente rosácea abarca.
Mi armadura, mi espada, fragor,
pico torvo, ojos cerrados.
Penumbra desconsolada
por riveras de mi ciego Arlanza.
V hoja:
Fondo de monte
en el verde mar
de tu boca.
Claros rectos, únicos,
confunden,
luz vasta y su sombra
que más ya no languidece.
Viento, velo, acallada luna.
Muda escucha
espesos vellos.
Faroles latiendo
corazones en celdas
con llave de tu alma.
Noble secuela
de mi dios Gemineye.
Entre azucenas de la tarde
mi suegra y nuera arde.
Rubricó tu gentileza, orquestando.
VI hoja:
Luminiscentes polen
en interiores de colmena.
Abro espumas esbeltas.
Desnudeces en carnal tomo
de mi cepa.
Brusco y dormido
en leyenda diferente.
Caí a mi tierra.
Toqué maravilla, flor de supremacía.
Palpé tu olor fecundo
a esquiva adormidera,
de tu órgano erizado.
Por tus estelas claras
que escriben galaxias
y agujeros de luceros.
VII hoja:
Viejo pabilo iluminado
humo rojo viose apuesto.
Gallarda tu entraña.
Decreta, no cese
Mas nunca mi terco aljibe
que te escribe.
Con ojos rendidos,
ojos cada vez más humanos.
Pureza, tu plata.
Amortecida ahuyenta la negra Parca.
Piadosa suerte
en sombra densa montada.
Eco amplio,
ley presunta de todo linde quieto.
VIII hoja:
Difieren ligeros, tus sortilegios,
de verbos que nacen.
Ya nacidos estudio.
Ellos que escalan mis ojos.
Opulentos pinos reposan
su verde nupcial.
Ato presunto borde,
llego a tu almena
donde vive tu alma serena.
El Castellano
IMPRONTA REVERDECIDA:
Unge el vespertino roce
de tu ausencia habitada,
una viperina falaz de siembra,
allá donde el silencio transmuta
la sosegada vida de mis falanges
rutilantes, un alambre de búsqueda incesante,
de tus mares de boca
mi néctar dispuesto,
miel de Dioses que encajan
mi sinestesia elaborada,
más quisiera apelar a lo innato
de mi naturaleza,
que llamaron pureza,
luces de sueños rotos por enmarcar,
hondonada de las nuevas visiones,
tiempos cambian,
palabras a la fosa,
yo estoy esperando mi panal
de sombras de idea
sólo tu saliva verdadera
mece mi extasía,
por allende seguiré encargado
de esta acequia
dura, absorta de entregarme
al hendir de esta mi azada
poder del sueño exagerado,
que nunca he alcanzado,
mira mi camino
soslayando
las rosas de la aurora,
entregando pleitesía
a tu señora mirada,
no te guardes
si vuelve este mi vencejo,
afilaré mi sombra
para entrar en la tuya.
El Castellano
ZANJA DE CARRIL:
Marzo que abrilea
y abril marcea, al dueto
de la sed universal
de su helor que duerme
en heladas;
Ando que me encuentro
perdío en un Sol
de agosto que espera
a su esposa
en cuarto menguante.
Yo seguiré buscando
el almendro de las almendras
de oro, mientras de mi empeño
socavaré a mi tardío
Castellano y su Leannán Sídhe
de su madre conciencia.
Avanzaré su cerca sin permiso
a poner nuevo estandarte
y despertar
al Miguel Esteban
que no nació todavía.
Guardarme el vilo
porque yo no estoy despierto.
Volveré con mis principios numerados.
Si quieres más de ellos,
dí consumido,
en zona yerta y su tierra
viva-muerta.
Donde desterré a mis abrojos,
y enterré mis escritos
con pauta alimenticia
por si despertaran
subsisten estando
nacidos del miedo
como yo estoy hecho de miedo.
El Castellano
PRISMAS EN CALEIDOSCOPIO:
Oscuros, negros, tibios
lirios en sangre de brea;
Acolchadas desquicias
en híbridas campanas azules
de los ángeles, yendo en borde,
siguiendo círculos,
moviendo espirales,
Vientos noruegos me llevan
sin patria, vencida por mitología.
Quicios de lúgubre destellar
en oscuro límite tétrico
y sus mansedumbres caminan,
hacen nido sedoso
en moreras del sueño;
Vida través de una vida
dentro los hoyos del Sol
que sudan, sus notas de uvas.
Visitaré a Cernunnos
en el seno del bosque,
hablaré del cuerno roto
y su sangre que brama
flores de helechos.
Quién sembrará mi campiña;
estirados mis soliviares
entre azares que suerte corre.
Traspuesto al mantillo
y su compostaje silvestre
que solo se mantiene;
Verano que socava dormido
para sepultar los cardos
que tierra come
y levantar la estación
de los difuntos con hojas caídas.
Otoño sus fríos que me despiertan,
terminando de vivir el ocre
y su yerma plácida
de tierras sin brotes
en ventura de savia fría.
El Castellano
JURISCONSULTO DE SOMBRA:
Este mi humilde canto,
empedrado, que blande,
que pregona compás en arraigo.
Quimera a tiempos
en puñal pretencioso
de espigas de idea.
Patria por siempre sin sentar;
Fugitivo sin amores,
surcos de fugaz simiente.
II
Docto de tu dulce vientre
tras fuego de ababol,
entre tierras de tus reflejas piernas.
Sed de mi sangre,
renacer acompañante,
aljibe sin fondo a florecer tu entraña.
Amor de pecho a espada
blancos que el ser destella,
jurisconsulto de este ser de espuela.
III
Redentora hoz de labriego
soñador, en soto de silvestre rambla,
febriles rejas de esparto.
Pinos que caracolean
el camino de este fruto de ensueño,
antes que morir sin amapola de fuego.
Creo, nazco y completo
una flor de la misma sombra
que trajo en fruto de la primera mujer Eva.
El Castellano
FLOR DE SOMBRA:
Impetuoso campo de mi celaje,
allende mis altas torres de belleza;
Inmobles rastros en piedra tumbados,
estos barbechos que me piensan;
Por almenas seculares,
remembranza en bastión,
de andariegos siglos,
me enhechizan flores de sangre,
pedregosa loma desgañitada;
Tráfago en mimbre cabalgo,
recama tu alma
como una losa sin frente,
ni gemelo tiznado,
por tener ajuar astro renombrado,
alzo mi quieta dicha
entre gentíos de mi oeste,
desvencijada suerte,
por azares de plomo y zinc,
fúlgidas cabelleras
norteñas en crestas
sin linde mutable,
acababa de irme
y no soy adorable,
es una fosa de recuerdos
ahogados en silencio,
vagaroso desdén
que me enjalbega
en cuerpo,
mi luna fija, vaporosa,
luz en libertad de mi regazo,
abismo cercenado,
de cálido espanto;
sosiego, quietud del bastardo,
regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente,
naturaleza cuando amarte
se vuelve arte.
El Castellano
VIDA DE LA VIDA BAJO TIERRA:
Tornadizo quebrar de la simiente
acaso el ojo de tierra no viese,
clepsidra en goteo,
del Nitrato de Chile
En este mes de la parra
y de la zarzamora,
sulfatos de cobre anidan
su violáceo vientre
que respira;
vida de la vida enhiesta,
mantillo sin raíz oscura,
viril anélido sin carcasa,
fértil embrujo de larva
y su hechizo que metamorfosea,
sin aroma no preguntes más,
liras blanden su chirrío estacional,
que avasalla sin hacerse espíritu,
tojo clavado al viento;
Castilla tú lloras
dehesa sin lejanas espinas,
de lanzas,
lo que vence mi inmortal llaga,
enjalma mi verde intelecto,
orvallo de mi rivera,
viaja mi idea,
cayendo el Sol arriba,
desde lo alto,
un largo recodo sin franca,
vega compadecida,
que riega esta enjuta,
en cal y cantos despierta
de su arcilla dolida,
diosa zurda tu nombre caminas
más por donde el arriano
plañía, y plañía, plañía,
su seco llanto de corazón
esquilmado.
El Castellano
NUEVA ERA RECUERDA:
Felicidad, el producto ha de ser creado,
creado para el consumo,
consumo es la marca de esta civilización,
producto basado en caducidad,
felicidad de venta en cadena,
estado mental basado en el material,
producir sueños e ilusiones,
esperanzas embotelladas con código de barras,
la alegría visual sea principio
de nuestro chip que incorporamos,
todo lo pensado que sea proceso de construcción,
atención nueva era está comenzando,
somos encargados de construir el futuro
sobre pasado de torres de humo,
el mañana abrirá al nuevo humano
llamado consumismo,
un abrir de sus manos en declive de su mente,
nosotros somos avance de la civilización,
nosotros somos herramienta
que lleva éxito en la mano de quien la lleva.
La revolución ha comenzado.
Nueva era para el mañana fabricado.
El Castellano
Extasía fuera del tiempo:
Operación cero,
preparado para destrucción completa.
Temblando ruido agresivo
supresores activos,
hostilidad caótica
controlador inactivo,
ctrl.alt.delete
mente eliminada,
extasía fijada,
dominación eleva la distorsión;
extinta clase,
energía nunca muere.
Raza real avenga el paso,
controla el ruido ahora,
real es terror en el hueso,
juntos:
-Guerra al error,
guerra en la boca de locura,
nadie viene a morir hoy.
Tropas de la luna
blanden metal oscuro.
Más duro que el resto del tributo,
pura luz sellada;
fase helada en un dos tres segundos;
vidas en el ojo de una aguja
sistema sobresaturado
dirigiendo bajo tierra,
era del resplandor metálico.
Mortífera debilidad
perfección dicta
destruid el defecto.
Vandalismo ordena
descanse el tributo enajenado.
Llanto de la guerra crispada,
sórdida esencia implícita,
tercera fase encendida,
fuerza canta
ciega su falta,
exterminio en vena férrea,
faroles dormidos
esperanza difunta,
cobres almas anidan
sigilo deslizado
por entes de éter.
Energía, niveles óptimos.
Conquistar y destruir es lema,
pasado rueda
el olvido del tiempo.
Es hora de estremecer;
por un alma disuelta en electricidad,
fase oscura dispuesta,
era lumínica comienza decadencia,
telégrafos disponen alaridos en cópula
sobre postes de pino muerto.
Escarpias frías
sostienen pensamientos,
nueva era decreta,
hoy es mañana tejido en fábrica
de herramienta llamada éxito,
ilusión en cadena
para realidad de quien la estrena.
vanguardia
nombre femenino
1.
Parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.
"el escuadrón ganó la batalla gracias a la avanzada de la vanguardia"
2.
Minoría que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas, etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después irán ganando adeptos.
"el cubismo y el surrealismo son dos tendencias de la vanguardia de principios de siglo"
sinónimos: avanzada
El Castellano 14-08-2018
GENII LOCORUM, TODOS DESPIERTOS:
Vida que las montañas me respiran,
raíz en su abismo de hondo tajo,
aire bonito relátame mi destino,
subiré los montes y cerros,
alcanzaré mi soberbia
allá donde el alba despierta
y el linde vuelve vago,
plácido, ferviente,
sed de tallos
y savias que luz llena,
erigiéndose cumbres
y cimas de hervores
a la matutina belleza
que anida.
Y en el ser germina,
febril loma desdeñada
por rizos en apogeo
entre rayos que culminan,
desnuda hacienda ultrajada,
río de encina, cuervo nacido,
por lo que me quedó sin decir,
Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más arduo es el camino,
cuanto más se abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.
El Castellano
LARES DE EQUILIBRIO PERFECTO:
Coso mi atelier simétrico,
nacido entre ocasos vespertinos,
sí esos cuando la flor camina
con nombre de mujer.
Vidas en haz purpúreo
al argénteo astro;
invisibles senderos
sin sombra ni difusos lares
donde los afluentes
confrontan en tu ser,
sin brío no hay pureza,
sin pureza no hay sangre,
y qué yo no te daría,
acaso el silencio no fue esculpido,
por impulso del error,
raciones de arvejas consumidas,
por llamas de lúgubre hendidura,
Dioses míos yo cómo era,
bueno no me acuerdo,
seguiré con mi venda
hasta que ella me la destape,
secuéstrame en tus dignas alas
que yo vigilo
como vigía de nuestro sentir,
custodio de este sin vivir sin tu ser,
no hay luto de espadas
que no se afilen solas.
sin sueños no soy hombre,
ya lo dijo alguien,
fusión del frenesí
hablando con su infinito a solas,
como cuando se siente amor
en la vida,
sólo una vez y perdura
como la letanía
de escarcha derretida,
yo no estoy despierto
he venido a asesinar al tiempo,
y que se cobren con él mis deudas,
sigilosas, etéreas,
hasta arrebatar su azada traspuesta.
Así mis esferas sean siempre verde azules,
como la verde espiga el agua
que la vuelve pasto.
El castellano
Osadía en traje:
Aguzaré en ramas de viento,
que la solaz, yaga en mi intelecto,
atravesaré con mi plomo,
cada siembra que mi ser derrama,
hasta volverla metal noble
de postrero envejecimiento,
quiero la apreciación
quiero la insignia
de este mundo que escapa
que huidizo deletrea
su énfasis de costumbre cómoda,
yo no soy de ojos cualquiera,
así el fuego me resquebraja
la hoz y el martillo
clavado en la esencia del pueblo,
no tengo superior ni inferior ni igual,
debate mi dios entre las sombras,
si dotar a mi esfera de un poder que convenza,
y consuma en retina ajena,
siglos dormidos de fuste y escarchas de parpadeos,
no nací para este social mundo,
podéis quedároslo,
mis pensamientos ojalá
algún día solo le importen a mi vida,
y la boca de los seres cierre
y abra sólo la Sabiduría
que tierna, yerma y estática
avanza entre torres de tierra de las que vengo,
los juicios todos queden vanos sin ella,
esta es mi vida que me sujeta,
que vence y plena
desangra de la estrella su pestaña,
un soliloquio que hablo solo,
y sí mundo de cabezas de grama
estoy satisfecho
porque amo mi destino,
que si nazco no le cambio,
a la bastarda opinión decrezco,
cuál el ojo único,
cuál el listón que tumbar,
se siente si le gusta a mi Narciso
es mi poema perfecto,
tenga el fuste y de belleza inciso,
cabalgar mi estaca porque valgo,
no como vosotros que miráis
únicamente lo que tengo,
tengo esta vida esta pluma de tinta infinita,
y a ver quién me alcanza,
quien detiene mi latido de sangre y tierra,
que seguirá escribiendo hasta que muera,
ser mejor que este silencio es mi meta,
y recuerde este tiempo bastardo que nada detiene,
y otorga como arrebata,
mis guerreros en pie,
a formar azadas del bien,
marchen mis cuchillas de recuerdo,
por acabar con desquicias funestas,
fundirá mi aliento por escalas con el cielo,
mis castillos en el aire,
dirán de verdad siempre vive
y vivirá este Castellano,
derretido el cuarzo
gemirá el tiempo terminando este mundo
como todo termina
incluso el latido
final feliz no puedo dictar en sentencia
a esta esfera,
leyes naturales existen
como diosas certezas,
finalizo este escrito sin tristezas,
me pusieron en su sitio bellezas,
desafío a lo que me rodea
a desnudar si es verdadero
porque eternamente solo
que mal acompañado,
salto, salto, santo mi abismo,
entender que nazco con cada poema
puliendo sombras,
hasta hablar por tuberías nacientes
de mis cauces de sangre,
lo siento mi Sol
mi inspiración será mejor
que la envidia que corroe,
que la competencia de mi suerte
solo una razón
porque busco ser perfecto.
Lit et summun canae.
El más viejo de la vetusta.
El Castellano
VOZ ACAECIDA:
Magnánimo arrecido silencio
desnudado, su violín enardecido,
aromos fusilados, nacidos
en yerta conciencia,
y el férreo son amanecido...
Sangre belleza en pureza,
me abre éste el pecho,
sí bemol de opaco pío,
anuda mi clara secuela,
de ufanos clarines violáceos.
Afuello que venzo
mi claro oscuro fuego,
arrastra y consume esta tierra negra,
mi sangre y mi bandera,
esencia de una savia elaborada.
Soy el que abre
del nuevo árbol
un santo olivo,
que da miel a mi
reina madre.
Por mi árbol deshojado
en su nuevo muérdago,
troquel del inerte acto;
Parasitario.
Runas en sabiduría,
malvas granates de simientes,
simbología de este solferro,
oscuro y su cuervo.
En nogal con su nuez
del tiempo, abriendo,
desnaciendo la nueva era,
afilando su fragua.
Los balcones extasiaban
por sones al llamado
del vítreo tras luz,
trasnochado,
en ascuas cabalgado.
El Castellano
LÍBIDO SANGRANTE:
El error en el infortunio,
pilares carcomidos,
un silencio ocular
sotos vagos,
agujereados
por la hoz
de mi hermano ausente,
hermano de mi arado,
hermano de mi trilla,
voy acechando,
vigas de hierro y cobre,
profecía subterránea,
desde la vid al sarmiento
quebrado.
Sendero quieto,
abrumando,
luz libre,
depositada,
brindaremos
abriendo portones
de esta tela de araña,
infortunio sangrante,
bebido,
juramento firme,
recto como la vela diaria,
-Yo Miguel Esteban amaré a quien me ama,
destruiré a quien me odia,
gozar del ámbito umbrío,
lleno de opacidades,
porque os iluminará un sol oscuro,
cuerpo frío, lívidas ventanas fijas,
desiertos soterrados, mudos,
vano fin hallaréis.
El Castellano
ESTAMBRE DE PELO:
Estambre de un pelo
cristal luciente, naciente,
vislumbra,etéreo;
Entresijo de córvida ala,
vida de mi vida,
mi umbría sinestesia
asida, de un pelo de un pelo
mi ambrosía de raíz,
sinérgica en luz aguerrida,
candente, displicente
que evanescía por sotos de vientos,
de fugaces ideas,
de eternos avernos consumida
de un ascua que se afuella,
por vientos de éste mi norte
con astrolabio y agujas de mi madre
hilandera, sin otra red
que guiar mi parco destino,
por umbrales de colores en extasía,
mi azar difuso de la vid,
al enhiesto tallo mío brotado
con y sin causa,
entre primaveras que deshacían
los humores vivos,
vivaz ternura sembrada,
un castillo de firme cimiento
es mi ilusión,
como vendaval furtivo.
El Castellano
CUCHILLA DE SILEX:
Raudo enebro enervado
bajo cuchillos de tierra,
en sombra que hace
pulcritud de estelas
descorazonadas,
duro metal y simiente
en espina de alarde,
sonroja a la escarcha
de este cielo que aploma,
para derretir el hueso
que el astro besa,
jabalí nacido entre aromos
de espinos,
va bajando su cauce la luna desamparada
buscando su recio esposo,
la loma desciende su floresta dormida,
canta el margal entre brezos noctámbulos,
y margaritas con violetas ausentes,
los jacintos silvestres ya vertieron
sus hijos de nácar.
Quedó el nardo desplazado
y el ababol sonríe,
ya vertió su sangre de tierra
para cerrar su campana
al tañer de sus simientes
enarboladas,
hasta la siguiente vida
a partir de su presente muerte.
El Castellano
CANDAVMÍS:
Del acre del cielo, destino clavado.
Verde semblanza de tormenta furtiva,
sierra de sueños en blanca idea,
clamor en ocres de nubes,
relajado,
sosegado empuja sus clavos
que precipitan hacia sienes de grama,
lloviznas de pretiles azares,
en fuegos erizados
que él truena,
tienta que alza
su ronca madera.
De fértil diente,
de cano cabello,
niebla de su sendero,
crepitante onda,
en azur marcada.
Viento sin suelo
su final encuentro.
El castellano
AJUAR GASTADO:
Sombras sin ayer,
un silencio roto
que recorta su anochecer,
trenzado garrote
a destinada voz,
recto entre la espiga,
abierto en el ababol,
frío yerto al amanecer,
ancha idea de rectoral ritmo
que trova,
este sol de averno,
lagar muerto,
que la soba.
Prensa mi parra en la cuba,
racimo paso del soneto,
infeliz sin costumbre,
pesadumbre
sin esquares
senaras, abren la lencería
de Armuña,
ávidas, grises noches;
en compás dolido sin ajuares ausentes,
esta piadosa siembra,
me alza entre los mortales,
Dioses lo quieren.
Mi verdad en cumbre de macizos
que el gentío se niega
en ego a escuchar,
mi visión raíz de Cernunnos,
reló de silos azules,
un peldaño de áspero olvido,
místico este cuervo,
puro cerro,
puro roble,
puro fresno,
pura encina,
subrepticia dolida,
mi pan amarillo
al pasar la caléndula,
la flor de este muerto.
El Castellano
REFLEJO NAVEGADO:
Caminillos vencidos
sin escalas a una segura muerte
asida de un cielo de una estrella.
Granate lustre encontrado,
reverdece que no fue poco,
a ti nube imploro,
lleves los ocres
donde allí no existen,
todo juega en tus rizos de plata.
Hazme libre una vez;
Atravesaré la mirada del espejo,
y su fantasía profunda,
seguiré indemne acontecido,
me apoyaré en mis espaldas,
flagraré de mis espíritus
una verdad,
que crezca, devore
surcos de vana hipocresía
y sus llamas
que interés confluye,
leones aquí
dominados en mis venas,
una sombra fría me habla,
me relata el final
en letanía del tiempo cuando cruje
sólo una vez
por última vez,
hablé yo con encinas
que sujetaban mi esperanza
en campo abierto
sólo marchado
por las estaciones
ni mi jardín azul
ni mi acristalada fuente
con mi olmo desnudo
y mi ciprés de valer
ni mis hijas caléndulas
hijas esposas del sol
flores de difunto escaladas
jamás me recordarán
ni contarán sus penas,
silencio de mi enemigo,
encontrado a solas
resonando bajo el asfalto,
vestiré mi fuente de brillos anisados,
abriendo generaciones de luz seca.
Encontrando verdades
bajo las piedras del monte,
liberando el oscuro sentir
fuera los cielos
volviendo al final sin comienzo,
al dulce tormento
y su vuelta al inicio del sentimiento.
El Castellano
YUNQUE DESPIERTO:
Construyo mi silencio,
esculpiendo bustos
que no deseo,
me rodean pensamientos
como martillos sonámbulos
quisiera dejar
de ser yo quien hable
que hablen ellos
de su negra estación
que se alimenta de mis sueños
para volverlos pesadillas,
hablé bueno ladré
a mi amor que no existe,
no me contestó su voz,
me contestaron sus lágrimas
por sus sueños no materializados,
quisiera apoyar más que ladrar
pero mi mundo volvió sortilegio de espinas,
ni yo mismo puedo dejar este reflejo
amargado que me habita,
este corazón dejó su brillo
su escolopendra huyó a un paraíso
en el que no duele su mandíbula,
mis ojos cansados ya no juegan
con sus dolores,
anclado al firmamento
quedó este lamento
que quiso ser poema.
Entonan las riveras de mi sed,
un crepitar en estruendo llamado,
de almas sencillas, olvidadas,
en dulces espinas de abrojos
su lago férreo sensible al tacto,
un momento danza atrás,
y desperté para no saber quién ser.
El Castellano
TIERNA FONTANA, MARZO:
Ríos que me tibian el corazón,
eslabones de sangre,
¿Dónde está la paz, dónde está el amor?
ríos de sangre se comen mis venas,
cada tropiezo,
otro borbotón,
otro alfeñique para mirar,
¿dónde quedo yo?
que el sol sea mi pena,
cantando espero mi triunfo,
se afila mi papel,
crepita mi alma,
tropiezo con la tiniebla,
hoy navego sobre mis versos,
aliento de la sombra de la creación,
hijo de la luz y de la sombra,
no acabaré de irme,
no cesará mi terco aljibe,
enamorado sin luz avanza
parco el sonido,
deslumbrado albor,
desnudo mi árbol,
hoy centellea mi rayo,
para decir que yo aquí no he muerto,
se viste mi sangre de caléndula y margarita
por si vuelvo al desliz de mi vida,
pasajera de un caudal
que mi entraña mece,
piel con piel, dolor con dolor,
enamorado corazón,
hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,
estoy latiendo en el umbral de los dos,
mi sangre está llorando,
el cruel desliz de la parca efímera,
me siembro en los campos para perderla de vista,
suenan los trigos, de la verde espiga al girasol
se viste brotando mi amor,
viene a plañir mi alma
por el sendero sin prisa,
se alza la dicha,
mi ser crepita el alma,
hoy me visto de espiga,
y que el campo me enternezca
al cuchillo dorado de la piedra caliza,
hoy mi amor al albor
gime por su caricia
y que el alma dolorida entienda
por este siglo y los que me quedan,
escrito yo en la piedra.
El aguerrido albor
en traje de bruma.
Sangre y sombra del agua.
Lima el albor mi nervio,
aliento cruzado que cae tejido,
la ilusión se hace nido,
borbotones de sangre que crepitan,
alcanzo la cima,
el sentido cae dolorido,
de vid y espino alcanzo el sonido,
al compás de un famélico ciprés,
mi alma dirá viviste,
encontrando la flor
por la que mi mundo se desviste,
rayos a la aurora
para su fiel investidura,
flor de niebla que avanza
mi umbral se desvanece,
bullen las fuentes,
el río es otro río de sangre más,
lucen las mortajas coloradas,
fiel desliz que cruza mi alma,
desgañitándose el alba,
el amor por parir una flor,
elevado al rayo de sol,
quién te viera quién te vio
rasguñado tornasol
se desangra mi campo del girasol,
millas aparte mi nombre se blande,
el beso me derrama las mejillas,
en albor quedan las caricias,
de la piel escritas, sentidas,
danzan las estrellas,
me vuelvo a ver en tu vida,
donde el te amo formo bandera,
y en tu ser queda,
resquicios sin nombre
que el ser come,
la rosa y la espina gimen
en tu nombre,
avanzo el ser resguardado,
sin franca escalo la tapia,
a tu cuerpo me encaramo,
hoy soy de ti
como el pájaro a su nido,
como la sed a su agua por beber,
como el río a su montaña por descender,
como el caracol a su hoja por comer,
crepito el fuego que me brota
por tu corazón,
soy yo sin más razón,
tránsito veloz,
tu calma y su verdor,
me visto de malva
gimiendo una runa en el sol,
me anclas el gozo en la flor,
me blande el coraje
por el viento exclamo
mi valor amarte sin condición.
Desde mi umbral a la flor,
cantas mi canción,
te aúllo un caracol,
mi vida tornó a mejor,
irisado rayo de sol,
una fuente y un diente
un afilado canto irisado,
hoy acepto mi destino
porque muerto vivo si no te miro,
tengo tu imagen enraizada en mí,
es por mi sino que maldije,
pero hoy después de tanto
tengo el sendero labrado,
mi cuclillo trina al infinito horizonte,
mi ser se hace grande,
mantenme afilándome en la piedra,
hacia el centro me quedo exhausto.
para pulirte del alabastro.
El Castellano
Inerme ternura:
:
Retozo este empeño,
traspuesto a los fuegos
y su descarnado, flamígero azar
en silencio crepitante, alumbrado,
del hombre y su cuerda yerta,
pasa los tiempos llorando.
Diestro ambivalente,
en dirección umbría,
vive colgando huesos
bajo mis sombras;
cenizas laten,
la quebrada fluye.
Un iris de ojo negro.
En estos pilares de fuego
que me alzan.
Estaciones que correr,
años que nacer en tierra abierta
estrellas que matan
mi aliento de piedra,
atravesando estos ojos
brota mi fértil lluvia amilanada,
extasía sujeta,
corre el linde quieto
enarbolando frías simientes
y sus metales hirientes,
una hoz, un yunque, una guadaña,
un clavo en la muralla,
un cerrojillo de hondo soto
sin cepa ni casa,
un soliviar barroco,
de encinas afiladas.
Una teja de un tejado sin cimiento
ni eterna idea de un pilar.
Es mi bruma con traje
tejido de la honda sombra del agua.
Vespertino el halo que agazapa la sonrisa
por tus estrechos cristales
de carnal afrenta descorchada.
Un muro y una tapia,
una rendija y grieta
por la que mi decencia escapa,
tuve valor de ser hombre,
inquieto en rediles de mis deseos
moza de orquídeas desangeladas
vine de los molinos de abajo,
te traigo la flor de Hércules
en mis manos,
vengo cansado,
atravesé ocres y sus tres arcanos,
traigo la voz de la piedra dormida,
y el azur que tus ojos esmaltan
y arden su turquesa,
vengo por si te robo lo etéreo de un beso,
soñando
las orquídeas que irradian tus palabras
un esparto que vive lejos,
un grillo que criquea cerca,
es mi vida, amansa la espera
y canta la sangre
en su ojo de tierra.
Una estampa y su quietud del mañana
una forja en tu vestido
y el romo metal irisado
de mi abrazo cándido.
Ternura de este campo de espigas,
y su carne de amapolas,
un carruaje es mi deseo
que ojalá llegue a destino,
de sembrar en tu patio
todo mi cariño.
El Castellano
FINAL
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