viernes, 31 de diciembre de 2021

Maravilla

 



Flor de difunto:

Caléndula dorada de mi vida,
tibia, eterna, esposa del Sol de día,
amarilla, gran luz de los campos
flor de difunto en tu grandeza antigua.

Que baile el tiempo sobre tu flor
que ni te importa la estación,
sobre tu quietud alcanzo la verdad
del ser sin preocupación

alegría da verte, belleza creada
del rayo de sol, dame tu luz
descíframe el saber de tu ser
para tu oro tener 

ese por el que el muerto encuentra
su luz y la abeja tu beso tener
lozanía del camino si silvestre naces
al ocaso del lucero 
tus flores cierras en verso.

El Castellano

Cáléndula joven del camino,
vieja de la senda que lleva a tu casa,
ardor de luz brotado entre florestas hirientes,
alza tus pétalos comunión de insectos,
por estos solitarios caminos
que me llevan a verte
alzas en pitanza
tu verde semblanza,
de la tierra vida en añoranza,
fulgor entre tus sienes,
darás de flor simientes,
así demostrarás que no hay tierra
sin flor así no importe estación,
María oro, flor de los difuntos,
luz entre luces del alba,
sostenme la caricia en tu flor,
que me creo abeja por un día,
álzate entre cardos y malvas que te rodean,
demuestra que eres única,
que ni caracoles osan morderte por tu savia fuerte,
señero silvestre donde los haya,
oro luciente entre engranajes verdes,
espera a tu ababol compañero
que tú sigues dando flor
sin ser primavera entre despertares y albores
de vidas y sus trinos,
navegas mi alma esta mañana
glorificando mi tierra yerma,
te aman mis ojos, te admiran latidos precoces,
eres más que silvestre flor
eres una vida precoz de luz,
si pudieras ser mujer yo sería tu eterno acompañante,
colmas la belleza de lo sencillo
eres mi alegría del camino,
pasarán fugaces las generaciones
y brotarás cualquier terreno
que el reposo tornó sin construcción,
para que tú grites
que la belleza también tiene casa
contigo,
Calendula arvensis.

El Castellano

Danza en mi oscuridad:

Es el eco furtivo
de estas sombras,
rompe el silencio
guarda su pálpito
es como el mío,
es como el mío,
cuando un agujero 
se abre del cielo,
sombras de gatos
caminan la ciudad,
iluminan mejores tiempos,
que ya pasaron,
canta mi grito solitario,
maestro del animal,
cierran las pestañas,
me ha traicionado el viento,
solo, solo en este oasis de cemento,
mi mala yerba brotará
entre su asfalto,
cruces torcidas
el día escapa deprisa,
un párpado negro al acecho,
me piensa la oscuridad,
su negra ala no  me bastará
al día que llega
desaparecerá,
desaparecerá,
escucho notas de este vacío
perplejo, perplejo ante su miedo,
voy por escalas al infierno,
carreteras oscuras
va construyendo mi vida,
la ciudad desvanece,
la tierra muerde los cuerpos,
este invierno
ya no me seduce,
se clavan mis uñas en la celda
de mi cabeza,
el tiempo esfuma etéreo,
nunca más labraré mi miedo,
aúllan persianas con el viento,
estoy en el otro lado,
contemplo vidas inertes pasar,
el espectáculo de la soga comienza,
es una flor de sangre
abriendo su polen,
no hay un alma 
en esta calle de mi mente,
se retuercen mis ideas
en adversidad,
crepita que arde 
esta lengua de frío,
amanece mi sangre
escribiendo sin madrugada,
el día comienza su alborada.

El Castellano

Otro beso:

Mañana saldrá el sol si yo miro tus ojos,
el mundo se hará pequeño
solo para que nos conozcamos,
tiraré la moneda al pozo de oro,
contestarán sus doradas gotas,
que los sueños hay que vivirlos
para que sean realidad,
al verdor del monte
sembraré dulces vericuetos,
para que diluyan escarchas hirientes,
y sus blancos de sabor a nube,
se rizarán cumbres
dolerán sigilos del álamo,
dejando su nieve
en fusión de escalas al cielo,
eternos alambres alumbrados
por el sol y su desquicia,
me llorarán los ríos nuestras gotas de unión,
tu alma pura, colorada será como mi alma,
intransigente comunión, destellos sin calma,
ganaré la batalla,
la noche será mi criada,
la luna rajará crisoles en estampa helada,
las estrellas me arroparán la sábana,
amor yo nuestra primera noche
no seré hombre,
se destaparán los reinos olvidados
seré el rey animal gobernando tu cuerpo,
mi ciprés tendrá sabor a mujer desnuda,
todo lo teñirá el rojo bermellón,
al tañer de nuestras almas en hoguera,
las sombras se unirán todas
hasta vivir en tus cabellos,
yo pasados los siglos
volveré a vivir para pedirte otro beso.

El Castellano


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