RAÍZ DEL TIEMPO
El colibrí,
agua, vitral tornasolado,
afianzada luz verdosa,
tallo de lengüita danzante,
apuntes de néctar profanado.
Oh,diente de azúcar en mi leve flor.
Álamo viejo en retozo,
despuntando raíces
de sus décadas.
Atiende mi árbol,
el silbo sonrojado,
crisoles de sus manos,
destella el grillo tu sendero
que adentra el escondite
seguro, allí duerme el duende,
ráfaga de viento que pasa
y no saluda,
todo es un sueño.
Rosa de alegría
de ensoñada bituminosa
esencia.
Vertiente clara, traslúcida
golondrina, invisible
de ala sonora.
Viene la urraca,
misterios alza del no-ser,
fugaz de aparente instante,
flor carmesí de saciada locura
infra-humano, torna mi querer.
Hada señora, que eres un mundo,
como cada cosa.
Rostro y nombre chico,
abarca mi levedad.
Sueña mi ciprés
su verde militar era azur
de cielo hendido
por su cuchillo y sombra enhiesta.
Oh, evidencia secreta,
amarte sin poder
ni razón erial
cabalgar tu crisol
de filosofía
que mi tierra enerva.
No hubo mecanismo
obscuro y tenebroso,
tu miel de palabra,
de tu abismo y creerte fervorosamente;
mutas, tu mutabilidad.
Entre ríos
y aspas molinos,
germina tu semblante.
Förüq y Leannán-Sídhe
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
A 16-02-2025
D.a.r
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